educación e intervención pszicomotriz

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Educación e intervención psicomotriz Education and psychomotor intervention Núria Franc Número 16 Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Técnicas Corporales Noviembre de 2004 No busque las respuestas: no pueden serle dadas, porque no las podría vivir. Y de esto se trata, de vivirlo todo. Ahora viva las preguntas. Quizá des- pués, poco a poco y sin darse cuenta, un día lejano vivirá la respuesta. R. M. Rilke. Con este trabajo pretendo compartir reflexiones y conocimientos elaborados du- rante años fruto sobretodo del trabajo cotidiano y de los interrogantes que éste nos abre día a día. Como dicen las palabras de Rilke, no trato de dar respuestas conclu- yentes y definitivas sino de mostrar el recodo del camino en el que me encuentro en estos momentos. En primer lugar contextualizaré el tema del mismo, Intervención Psicomotriz, en el marco de la disciplina que la estudia: la Psicomotricidad, a continuación hablaré de su naturaleza, finalidades, funciones, medios e instrumentos, y para finalmente compartiremos aspectos relativos a la planificación de un proyecto de intervención. El término psicomotricidad se ha usado, a veces, como sinónimo de actividad cor- poral, otras, para referirse a una práctica o conjunto de técnicas y finalmente otras para referirse a una ciencia o disciplina (Berruezo, 2000 y Llorca, 2004). Actualmente cada vez son más la voces, entre las que me cuento, que la consideran una disciplina de estudio que abarca un amplio campo, en el que cabe destacar: el estudio del movimiento humano, fenómeno de naturaleza dinámica y significativa, con unas funciones adaptativa, relacional, expresiva, comunicativa y cognitiva; el desarrollo psicomotor de la persona, con sus diferentes etapas vitales y las posibles variaciones, alteraciones o trastornos del mismo; y la intervención psicomotriz. Considerar la psicomotricidad una práctica o un sinónimo de actividad corporal es, desde mi punto de vista, tener una visión restrictiva de la misma. Vemos, pues, que la Intervención Psicomotriz, a la que vamos a dar todo el prota- gonismo en esta ocasión, forma parte de un panorama mucho más amplio. Hecho esto, pasaremos a definirla y a analizar los ejes que delimitan su naturaleza antes

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Reflexión sobre el porqué y para qué de la intervención psicomotriz

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  • Educacin e intervencinpsicomotriz

    Education and psychomotor intervention

    Nria Franc

    Nmero 16 Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Tcnicas CorporalesNoviembre de 2004

    No busque las respuestas: no pueden serle dadas,porque no las podra vivir. Y de esto se trata, devivirlo todo. Ahora viva las preguntas. Quiz des-pus, poco a poco y sin darse cuenta, un da lejanovivir la respuesta.

    R. M. Rilke.

    Con este trabajo pretendo compartir reflexiones y conocimientos elaborados du-rante aos fruto sobretodo del trabajo cotidiano y de los interrogantes que ste nosabre da a da. Como dicen las palabras de Rilke, no trato de dar respuestas conclu-yentes y definitivas sino de mostrar el recodo del camino en el que me encuentro enestos momentos.

    En primer lugar contextualizar el tema del mismo, Intervencin Psicomotriz, en elmarco de la disciplina que la estudia: la Psicomotricidad, a continuacin hablar desu naturaleza, finalidades, funciones, medios e instrumentos, y para finalmentecompartiremos aspectos relativos a la planificacin de un proyecto de intervencin.

    El trmino psicomotricidad se ha usado, a veces, como sinnimo de actividad cor-poral, otras, para referirse a una prctica o conjunto de tcnicas y finalmente otraspara referirse a una ciencia o disciplina (Berruezo, 2000 y Llorca, 2004).

    Actualmente cada vez son ms la voces, entre las que me cuento, que la consideranuna disciplina de estudio que abarca un amplio campo, en el que cabe destacar: elestudio del movimiento humano, fenmeno de naturaleza dinmica y significativa,con unas funciones adaptativa, relacional, expresiva, comunicativa y cognitiva; eldesarrollo psicomotor de la persona, con sus diferentes etapas vitales y las posiblesvariaciones, alteraciones o trastornos del mismo; y la intervencin psicomotriz.Considerar la psicomotricidad una prctica o un sinnimo de actividad corporal es,desde mi punto de vista, tener una visin restrictiva de la misma.

    Vemos, pues, que la Intervencin Psicomotriz, a la que vamos a dar todo el prota-gonismo en esta ocasin, forma parte de un panorama mucho ms amplio. Hechoesto, pasaremos a definirla y a analizar los ejes que delimitan su naturaleza antes

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    de hablar de los aspectos que debemos tener en cuenta para elaborar un proyectode intervencin.

    Considero la intervencin psicomotriz, en el mbito educativo, una accin educati-va constituida por el conjunto de actuaciones intencionadas del maestro o psico-motricista, dirigidas a favorecer el desarrollo psicomotor del nio/a, acompan-dole en el recorrido de un itinerario evolutivo que mediante el juego y el movimien-to, van a conducirle, del acto al pensamiento y del gesto a la palabra, explorandode qu se trata vivir2 en un espacio y un tiempo compartido con el otro.

    Esta definicin anuncia los ejes entorno a los que gira su estudio, es decir, susfunciones, finalidades, medios e instrumentos, esto es: para qu?, por qu? ycmo?

    Para qu? y Por qu?

    El desarrollo psicomotor se refiere a la integracin de los cambios y transformacio-nes que se producen en la actividad y funciones motrices y psquicas de la persona.Es un proceso que, partiendo de la maduracin del sistema nervioso, las influenciasdel entorno y el protagonismo del mismo nio/a en su desarrollo, integra progresi-vamente alrededor de las dimensiones emocional y motriz, las dimensiones social,cognitiva y moral, organizando la unidad de la persona, su cuerpo o corporeidad.

    Identificamos tres grandes reas en l: la construccin de la conciencia corporal, eldesarrollo de las capacidades de orientacin y organizacin del espacio y el tiempoy el desarrollo de las capacidades de relacin, as pues, la Intervencin Psicomotrizen educacin debe incidir en ellas con la conciencia de la enorme complejidad queello supone. Se trata, ni ms ni menos, que de acompaar al nio/a en el itinerariode construccin de una identidad respetuosa con la alteridad con la que comparteespacios y tiempos. Promoviendo su desarrollo armnico, la integracin de susfunciones y dimensiones y el acceso a la comunicacin.

    La finalidad de la Intervencin Psicomotriz, como acabos de ver, es la de participaren el proceso de desarrollo armnico de nios/as y jvenes, en este sentido noaporta nada nuevo, pues se trata de una finalidad compartida con cualquier accineducativa que se precie. De todas formas en la medida que vayamos especificandosus funciones, medios e instrumentos nos daremos cuenta de la especificidad deesta labor.

    Sus funciones, favorecer la construccin de la conciencia corporal, el desarrollo delas capacidades de orientacin y organizacin del espacio y el tiempo y el desarrollode las capacidades de relacin empiezan a perfilar las caractersticas de la Inter-vencin Psicomotriz, en ella encontramos algunos de los grandes temas que desdela antigedad, y todava hoy, han preocupado a los filsofos: identidad, alteridad,espacio, tiempo

    Cmo?

    Para acercarnos a las finalidades que sealamos debemos proporcionar a nuestrospequeos y jvenes un entorno educativo que les ofrezca experiencias relacionales,comunicativas, sensoriales, perceptivas y representativas ricas y variadas median-te las que puedan experimentar, explorar y conocer sus posibilidades y las que lesofrece el entorno descubriendo y transformando el medio fsico y humano al tiempoque se descubren y transforman a si mismos.

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    Ahora bien, como hemos comentado al hablar de las finalidades, tampoco estosmedios le otorgan suficiente identidad porque un entorno educativo de estas carac-tersticas podemos y debemos proporcionrselo sea cual sea la actividad que lleve-mos a cabo con ellos/as. Entonces nos queda preguntar porqu llamamos psico-motriz a nuestra accin educativa?, qu es lo que la diferencia de otros entornostambin educativos?

    Si bien comparte finalidades y medios con otros entornos educativos tiene unosinstrumentos propios que no encontramos juntos en otros marcos y que constitu-yen la llave maestra de nuestra labor otorgndole su especificidad, stos son laactividad motriz, el dilogo tnico y el juego.

    La actividad motriz a la que Wallon otorga un gran significado y sentido cuandonos dice, hablando del beb, que es todo lo que puede testimoniar la vida psquica,la traduce por completo, al menos hasta el momento en que aparece el lenguaje. Elmovimiento adems, sustentado por el tono, es manifestacin y fuente de emocio-nes y no debemos olvidar que, segn el mismo autor, la emocin, sistema de ex-presin anterior al lenguaje articulado, establece el puente entre lo orgnico y lopsquico. Vamos viendo como las dimensiones emocional y motriz son el ncleoalrededor del que empieza a organizarse el desarrollo psicomotor y por consiguien-te el punto de partida de la Intervencin Psicomotriz.

    El dilogo tnico que segn Ajuriaguerra (1993) corresponde al proceso de asi-milacin y, sobretodo, de acomodacin entre el cuerpo de la madre y el cuerpo delnio y que por extensin en el marco de la Intervencin Psicomotriz comporta laparticipacin e implicacin activas del adulto en el juego del/a nio/a, un adultoque no se limita a realizar un papel de gua u observador sino que se comprometecomo persona (adulta) con otras personas (pequeas o jvenes) en la construccinde una relacin humana y humanizante lo ms simtrica posible sin por ello dejarde ser smbolo de seguridad. Una vez ms me permito citar a Wallon: Las primerasrelaciones utilitarias del beb no son relaciones con el mundo fsico sino relacioneshumanas. O tambin: Lo social, o ms precisamente la necesidad del otro, estinscrito en lo orgnico.

    Si aceptamos que el desarrollo es un proceso discontinuo nos ser fcil entenderque los factores que en sus inicios jugaron un papel primordial no slo no desapa-recen con el paso del tiempo y la actualizacin de nuevas potencialidades, sino quecontinan teniendo un protagonismo destacado durante aos y son herramientasimprescindibles en nuestro trabajo. En el dilogo tnico, por una parte, el adultomodula sus actitudes de acuerdo a las del pequeo y, por otra, significa su activi-dad motriz dndole sentido y este proceso de asimilacin y acomodacin continamucho ms all de los primeros aos de vida. La emocin que envuelve cualquiersituacin de relacin o aprendizaje colorea afectivamente y condiciona globalmenteel desarrollo en todas sus etapas. Como explica Francisco Mora (2001): Sin elestmulo y gua de la emocin el pensamiento racional se enlentece y desintegra.La mente racional no flota por encima de lo irracional; no puede liberarse y ocupar-se slo de la razn pura. Hay teoremas puros en matemticas pero no pensamien-tos puros que los descubran.

    As, elegir la actividad motriz y el dilogo tnico como instrumentos de trabajo nospermite contemplar verdaderamente la persona como una unidad. Focalizar nues-tra accin educativa en las dimensiones motriz y emocional (precursoras del cono-

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    cimiento y la socializacin) otorga al desarrollo la posibilidad de humanizarlo en unmomento en que las tendencias educativas ponen el acento en la dimensin cogni-tiva y en los procesos de comprensin y transformacin del entorno fsico ms quedel humano.

    El juego que segn Huizinga (1998) es una categora vital irreducible a cualquierotra que consiste en una actividad u ocupacin voluntaria ejercida dentro de deter-minados lmites de tiempo y de espacio, de acuerdo con unas normas librementeaceptadas pero absolutamente obligatorias, con una finalidad propia, acompaadade un sentimiento de tensin y alegra y de la conciencia de ser alguna cosa dife-rente a la vida cotidiana y que, entre otras cosas, promueve por una parte laevolucin de la actividad motriz y la accin directa sobre los objetos a la represen-tacin mental y el simbolismo, y por otra de una relacin dual ms o menos simbi-tica y confusa enmarcada por un entorno social limitado a una relacin social cadavez ms amplia y abierta sobre la base de encuentros diferenciados. Jugando ac-tuamos sobre personas, sobre el entorno y objetos fsicos y sobre significados.

    En la Intervencin Psicomotriz, esta concepcin del juego nos llevan a pensar en laimportancia de ofrecer un marco de actividad que realmente deje espacio a laespontaneidad del nio y en el que realmente pueda vivir plenamente sus necesi-dades, fantasas y deseos sin miedo a ser juzgado. En la planificacin del nuestrotrabajo tal vez es mejor hablar de proyecto de intervencin que de programacinya que las connotaciones de ambos trminos fcilmente pueden inclinarnos a tra-bajar de maneras distintas. Un proyecto es la idea de algo que queremos realizar,lleva implcita la idea de proceso, de dinamismo y flexibilidad, proyectar es antici-par, imaginar, algo as como empezar a caminar en una direccin, sin duda, peropor un camino lleno de interrogantes e incertidumbres. Un proyecto tiene una fina-lidad y unas intenciones pero al no definir objetivos concretos da lugar a la redefi-nicin de su sentido y finalidades por parte de todos los participantes, se compartey sta es una caracterstica importante de la Intervencin Psicomotriz ya que no setrata de una propuesta educativa curricular ms o menos pragmtica y tcnica queasegure la transmisin de conocimientos sino como dice P. Freire (2001) de unaeducacin que, en cuanto acto de conocimiento, casi no se centre en la enseanzade los contenidos, sino que desafe al educando a aventurarse en el ejercicio de nohablar slo de cambio en el mundo, sino de comprometerse realmente en l.

    O segn E. Morin (2002) Una educacin autntica no puede privilegiar la abstrac-cin del conocimiento. Debe ensear a contextualizar, concretar y globalizar. Laeducacin transdisciplinaria revala el papel de la intuicin, del imaginario, de lasensibilidad y del cuerpo en la transmisin de conocimientos.

    Un programa enuncia y define operativamente unos objetivos y unas modalidadesde actividad, es algo exterior a los participantes de la misma actividad, les vienedado, el espacio del otro como agente activo de su desarrollo disminuye, llevaimplcita una jerarqua entre quien lo concibe y quien queriendo o sin querer estimplicado en l.

    Si queremos ofrecer al nio un marco de accin con sentido propio difcilmentepodemos emmarcarlo con objetivos externos que van a constreir, a menudo de-masiado, su espontaneidad, lo que debe guiar nuestra intervencin y su desarrollodebemos encontrarlo, por una parte, en el necesario equilibrio entre aquello que elmismo nio nos va sealando y por la otra en aquello que como educadores pro-

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    yectamos para que el marco de accin le permita realmente vivir y desarrollarsecomo persona. Debemos resolver esta tensin aceptando el reto de creer en lacreatividad de todos los participantes incluidos nosotros mismos.

    Elaboracin de un proyecto de Intervencin Psicomotriz.

    En primer lugar al elaborar un proyecto de intervencin debemos tener en cuentalas palabras de William Blake: No hay acto ms sublime que ponerse otro delan-te. Es decir, empezamos a pensar en un otro, empezamos a pensar en una seriede propuesta y acciones dirigidas a una persona que con independencia de suscaractersticas, circunstancias, capacidades y limitaciones merece toda nuestra aten-cin, sensibilidad, respeto y empata. De ah la importancia de nuestro papel yactuaciones en este trabajo.

    Elaborar un proyecto de Intervencin Psicomotriz nos interpela en cuanto al puntode partida, al fundamento de nuestras actuaciones y rol y a los aspectos organiza-tivos y de participacin que debemos cuidar para acercarnos a las finalidades de lamisma.

    El punto de partida es la espontaneidad del nio/a en la actividad motriz y el juegoen un marco organizado y organizador que da lugar y promueve esta espontanei-dad. Vamos a detenernos un momento para diferenciar los conceptos de juegoespontneo y espontaneidad en el juego. El primero es el que realizan nios y niascuando tienen ocasin de ello en casa, en el recreo de la escuela, en el parque, enl la presencia del adulto suele centrarse en atender posibles demandas, ofrecerayuda, evitar conflictos, resolver problemas y bajo su mirada ms o menos aten-ta el/la pequeo/a organiza y desarrolla su juego. El segundo, punto de partida deltrabajo de la Intervencin Psicomotriz, tiene lugar a partir de un marco estructura-do en el que el espacio, los objetos disponibles, las propuestas (que deben ser loms abiertas posibles), el conjunto de normas acordadas y compartidas, los/as

    El movimiento y las experiencias:

    Relacionales y comunicativas. Sensoriales. Perceptivas. Representativas.

    El desarrollo armnico de la persona.

    La integracin de sus funciones y dimensiones.

    El acceso a la comunicacin.

    Dilogo tnico. Actividad motriz Juego.

    INTERVENCIN PSICOMOTRIZ

    Construccin de la conciencia corporal. Desarrollo de las capacidades de orientacin, organizacin y estructuracin del espacio y el tiempo. Desarrollo de las capacidades de relacin y comunicacin.

    unas finalidades unos medios unos instrumentos

    tiene

    favorecen promueven

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    compaeros/as y el adulto invitan al juego de tal manera que ste, con unos refe-rentes claros, permite la espontaneidad y da lugar a que cada nio/a se manifiesteen su totalidad.

    En este marco cada nio/a acta y juega segn su idiosincrasia y con su forma dehacerlo pone en juego y, explcita o implcitamente, nos habla de s mismo/a.Esta posibilidad de manifestarse espontneamente da paso a la expresividad psico-motriz, sustentada por el tono, que funda el lenguaje no verbal, constituido por lammica, gestos, posturas, movimientos, voz, miradas, mediante el que el nio/anos hace partcipes de sus sentimientos, deseos y carencias, capacidades y limita-ciones, habilidades, conocimientos a partir de aqu nuestras actuaciones se fun-damentan en la descodificacin del lenguaje no verbal, nuestra disponibilidad cor-poral y la intencin educativa del proyecto.

    De acuerdo con las finalidades generales de la Intervencin Psicomotriz, de las queya hemos hablado, y de la lnea de intervencin en que nos situemos debemosdelimitar la intencin educativa adaptada al momento evolutivo y caractersticasdel grupo a que se dirija para, a partir de ella, plantear las propuestas con que laconcretaremos teniendo en cuenta los ejes y reas del desarrollo psicomotor.

    Elaboracin de un proyecto de intervencin

    delimitacin de:

    La intencionalidad educativa:

    Las finalidades generales de la intervencin psicomotriz.

    La lnea de intervencin.

    de acuerdo con

    Propuestas generales:

    Los ejes y reas del desarrollo psicomotor.

    teniendo en cuenta

    INTERVENCIN PSICOMOTRIZ

    parte

    se fundamenta en

    La expresividad motriz permite

    sustentada por

    TONO

    constituido expresa

    funda

    Lenguaje no verbal

    Mmica. Gesto. Postura. Movimiento. Voz. Mirada.

    Emociones y sentimientos.

    Habilidades y destrezas.

    Conocimientos.

    La descodificacin del lenguaje no verbal. La disponibilidad corporal del psicomotricista. La intencionalidad educativa.

    De la espontaneidad en la actividad motriz y el juego

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    El da a da, la reflexin sobre la accin y la dinmica y evolucin del grupo nospermiten reenfocar y adaptar permanentemente las propuestas para que nuestroacompaamiento se ajuste a los itinerarios particulares de cada nio/a.

    En este marco que estamos perfilando cul es nuestro papel?

    Muy pocas palabras me bastan para expresarlo:el psicomotricista deja jugar y juega.

    ste es el secreto de nuestro trabajo, as de sencillo o de complicado Jugar quieredecir moverse, emocionarse, asustarse, imaginar, relacionarse, respetar unas nor-mas, participar, compartir significados, aprender, descubrir, crear, elaborar situa-ciones, poner palabras a la accin, pensar

    En una investigacin realizada durante el curso 2003-04 para estudiar el juego delos nios/as durante las sesiones de psicomotricidad y las condiciones en que debedarse la participacin del psicomotricista en el mismo para favorecer el desarrollode los pequeos pude mostrar (Franc, 2004) que nuestra participacin en el juegoconsiste en formar parte de l con una finalidad educativa para enriquecerlo, te-niendo en cuenta y respetando sus iniciativas, respetando y haciendo respetar lasnormas establecidas y compartiendo con ellos/as emociones y sentimientos.

    Ahora bien, nuestro juego tiene unas finalidades que lo justifican y le dan sentido,y que deben guiar nuestras actuaciones de manera que se orienten a:

    Favorecer la maduracin psicolgica del nio/a y el pasaje del acto al pensa-miento.

    Ofrecerle un interlocutor, respeto y reconocimiento afectivo.

    Retomar sus producciones para hacer evolucionar el juego dndole sentido ysignificado.

    Promover la manifestacin de su realidad intrapsquica.

    La participacin en el juego debe tener en cuenta tres aspectos, importantes todosellos:

    La organizacin de la actividad, es decir, el acondicionamiento de los diferen-tes componentes que configuran el marco fsico de la sesin dotndolos deuna estructura orgnica y funcional: organizacin del espacio y el material,gestin del tiempo y regulacin de la actividad.

    Los fundamentos de la participacin, el conjunto de trminos que debemostener en cuenta en nuestra participacin para que sta se aproxime a lasfinalidades que la impulsan: calidad de la relacin, acompaar el juego, res-peto y sensibilidad hacia los nios/as y sus iniciativas, respeto hacia su espa-cio y tiempo, ser smbolo de seguridad.

    La implicacin o grado de compromiso y participacin directa en el juego quecontempla la utilizacin de diferentes estrategias de participacin, el uso ymodulacin del lenguaje verbal y el uso y modulacin del lenguaje no verbal.

    El juego de unos y otros en una sesin de psicomotricidad forja un contexto globalpermisivo, desculpabilizante y contenedor.

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    Permisivo en el sentido de dar lugar a la espontaneidad y con ella a la expresin decapacidades y limitaciones sin juicio, como dice Ortega (1995) El juego es un espa-cio propio de comunicacin en el que el nio libremente y sin ser juzgado se puedeexpresar.

    Desculpabilizante a partir de la aceptacin de las formas de expresin y manifesta-cin de los nios/as y por coherencia con la pemisividad de que acabamos dehablar, pues, si promovemos y permitimos la manifestacin de la realidad intraps-quica de nios y nias sera un sinsentido culpabilizarla y ofrecerles la posibilidadde manifestarse. Ya actuaremos, cuando sea necesario, para acompaarles en labsqueda de formas socializadas y simblicas de manifestarse.

    Contenedor retomando sus producciones para hacerlas evolucionar, ofreciendo so-porte emocional y verbal, una presencia segura y tranquila y escuchando sus de-mandas para responder a ellas.

    Para acabar quisiera compartir algunas reflexiones que me han acompaado du-rante aos en mi vida personal y profesional y que ahora me veo en condiciones deempezar a formular.

    La relacin educativa se basa, en general, en un conjunto de hechos que le confie-ren un alto grado de asimetra. El adulto, es mayor, tiene ms conocimientos, esms reflexivo que los pequeos Ahora bien, debemos romper una relacin educa-dor-educando dominada por la asimetra en la que se contemple al nio comoobjeto de estudio o intervencin. El psicomotricista es un profesional capaz deinteresarse por el juego introduciendo en su labor una actitud globalizadora delotro y de s mismo, consciente de que cuando trabaja entra en una situacin perso-nal-profesional de vinculacin en la cual se establecen continuamente una granvariedad de situaciones intersubjetivas que cuestionan la actuaciones propias y delotro.

    En un marco de relaciones intersubjetivas el profesional comprometido globalmen-te como sujeto, ms all del conocimiento que tienen o cree tener del otro, recono-ce su presencia y existencia como algo inalcanzable, a lo que puede acercarse peroque nunca llegar a conocer y representarse plenamente. Slo tomando concienciade la responsabilidad que supone acompaar a otro en su itinerario evolutivo yreconocindonos vinculados y dependientes de l/ella podemos acercarnos con elrespeto necesario y reconocer lo que tenemos en comn para crear un espacio deencuentro y comunicacin en el que todos vamos a evolucionar.

    La Intervencin Psicomotriz debe resolver la tensin asimetra/simetra en las rela-cin no como trminos opuestos sino como aspectos que hay que contemplar eintegrar. En ella nios y nias juegan y aprenden, el adulto tambin, unos y otrosevolucionan y se enriquecen, juegan juntos, comparten emociones Se trata deestablecer una relacin en la que la categora persona prevalece sobre cualquierotra sin menoscabo de que la subjetividad del psicomotricista suponga un impedi-mento al conocimiento.

    Arnaus y Contreras (1995), especifican: la implicacin emotiva no slo es necesa-ria si queremos comprender las situaciones sociales y personales que investigamossino que tambin supone, tal como pone de manifiesto la epistemologa feminista,una manera de conocer que se resiste a aceptar la escisin de las personas entre

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    sus sentimientos y sus preocupaciones por la calidad de las relaciones y el propioproceso de conocimiento.

    El psicomotricista es smbolo de seguridad ante el grupo y un compaero de juegoreal que establece una relacin cara a cara e integra a su juego una forma de haceradulta.

    El otro es rostro antes que concepto (X. Antich).

    BIBLIOGRAFA:

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    NOTAS:1 Este texto ampla la conferencia dictada en el marco del II Congreso Internacional Entre Educa-

    cin y Salud, celebrado en el Instituto Cabred de Crdoba (Argentina), los das 16,17 y 18 deSeptiembre de 2004.

    2 La expresin de qu se trata vivir la tomo prestada de A. Valls, amiga y psicomotricista con laque compartimos dudas, reflexiones y opiniones.

    RESUMEN:

    La intervencin psicomotriz (en el mbito educativo) contempla el conjunto de ac-tuaciones intencionadas que realiza el psicomotricista para favorecer el desarro-llo psicomotriz del nio/a. Se trata de una accin educativa que pretende acompa-arle a recorrer un itinerario de desarrollo que va a conducirle del acto al pensa-miento y del gesto a la palabra integrando, mediante el juego y el movimiento ensus diferentes manifestaciones, sus distintas funciones y dimensiones en una uni-dad, ayudndole, asimismo, a explorar y descubrir de qu se trata vivir en unespacio y un tiempo compartido con el otro.

    Este acompaamiento debe tener en cuenta la funciones de la intervencin psico-motriz consistentes en favorecer que el pequeo pueda: construir su concienciacorporal, desarrollar sus capacidades de orientacin, organizacin y estructuracindel espacio y el tiempo y desarrollar sus capacidades de relacin y comunicacin.

    Nuestro trabajo viene definido por la finalidades, medios e instrumentos de quedisponemos para realizar nuestra labor. Si las finalidades ya han sido expuestas alconcretar el concepto de Intervencin Psicomotriz, habr que especificar cules sonsus medios y sus instrumentos.

    Los primeros se materializan en el conjunto de experiencias motrices, emocionales,sociales, cognitivas y morales que procuramos a los nios/as, y los segundos son laactividad motriz, el dilogo tnico y el juego, instrumentos que otorgan especialidentidad a la intervencin psicomotriz.

    PALABRAS CLAVE:

    Psicomotricidad, intervencin psicomotriz, educacin.

    ABSTRACT:

    The psychomotor intervention (in the educational environment) it contemplates thegroup of deliberate performances that the psychomotor therapist carries out to

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    Nmero 16 Revista Iberoamericana de Psicomotricidad y Tcnicas CorporalesNoviembre de 2004

    favor the child's psychomotor development. It is an educational action that seeks toaccompany him or her to cover the itinerary that will lead him or her from the act tothe thought and from the expression to the word integrating, by means of thegame and the movement in its different manifestations, their different functionsand dimensions in an unit, helping him or her, also, to explore and to discover whatit is to live in a space and a time shared with the other one.

    This accompaniment should keep in mind the functions of the psychomotor inter-vention that consist in favoring that the small one can: to build their corporal cons-cience, to develop their orientation capacities, organization and structuring of thespace and the time and to develop their relationship and communication capacities.

    Our work comes defined by the purposes, means and instruments that we prepareto carry out our work. If the purposes have already been exposed when summingup the concept of psychomotor intervention, it will be necessary to specify whichare their means and their instruments.

    The first ones are materialized in the group of motive, emotional, social, cognitivesand moral experiences that we offer the children, and the seconds are the motiveactivity, the tonic dialogue and the game, instruments that grant special identity tothe psychomotor intervention.

    KEY WORDS:

    Psicomotricity, psychomotor intervention, education.

    DATOS DE LA AUTORA:

    Nria Franc es Maestra, psicomotricista y licenciada en psicopedagoga. Ha traba-jado durante 27 aos en centros especficos de Educacin Especial como maestra ypsicomotricista. Formadora de psicomotricistas en Espaa, Argentina y Brasil des-de 1992. Es profesora de Desarrollo Psicomotor de la Facultad de Educacin de laUniversidad de Vic (Barcelona).

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