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Muchas veces nos preguntamos qué más podemos hacer para que el tema cooperativo en el Perú pueda ser entendido y promovido realmente desde las entidades del gobierno y el aparato estatal, debido a que, lo que ahora tenemos es tan insuficiente que nos provoca

indignación y pesar.

Hemos visto con mucha desilusión todos los planes que se quedaron en el papel, como el censo cooperativo nacional, por parte de Produce, que no da resultados claros ni tiene entre sus objetivos el desarrollo cooperativo, además tenemos el atraso en la promulgación de la nueva ley General de Cooperativas, por la poca voluntad del Congreso y las incontables promesas de políticos que, a lo largo de los últimos años, solo nos buscan por votos y nosotros ¿seguiremos confiando en sus promesas?

Sabemos que por intereses de grupos de poder económico está claro que “no es política del gobierno” ni la promoción, ni la difusión, ni la capacitación, ni mucho menos el apoyo, en el fortalecimiento del sistema cooperativo peruano, hemos sido testigos que muchas autoridades una vez en el poder, se terminan alineando a estos grupos, menospreciando un sistema que puede ayudar mucho en mejorar la calidad de vida y la inclusión social y financiera de todos los peruanos, en cada rincón del país.

Demos un vistazo a un país hermano como la Argentina, donde el Ministerio de Desarrollo Social trabaja el tema de la inclusión con su lema: “Argentina Trabaja un camino de inclusión social, a través de la generación de empleo genuino, la capacitación y la promoción de la organización cooperativa, esta iniciativa de Desarrollo Social logró recuperar la dignidad de miles de argentinos y mejorar la calidad de vida en sus comunidades”.

¿Es tan difícil implementar un consistente apoyo al sistema cooperativo en el Perú? ¿No es acaso el cooperativismo, un sistema que ha sido en muchos casos, el único apoyo para muchas familias en época de crisis, de terrorismo, de olvido gubernamental?

Argentina, con todos los defectos que su gobierno pueda tener, está poniendo el hombro y recuperando espacios, donde la generación de empleo ha llevado a que poco más de 150,000 personas tengan trabajo mediante unas 5,000 cooperativas de trabajo asociado.

En Bolivia, una investigación de la Estrategia País del 2007 al 2013 de la CE/EU (Comunidad Europea), ha determinado que los lugares donde se concentran la mayor cantidad de cooperativas, son las que presentan mayor inclusión financiera y mejores estándares de la calidad de vida de su población, todo esto con el apoyo del gobierno para las 2000 cooperativas existentes que actualmente registran un

HACIA UNA VERDADERA INCLUSIÓN

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DirectorSandro Alfaro Alvarez

CoordinadorCecilia Menacho Piérola

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Diseño y DiagramaciónYhens Tornero Suarez

ColaboradoresJorge Luis Alfaro AlvarezLic. Miguel Vásquez Cárdenas

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Lic. Antonio Flores GavilánLuis Alberto Vásquez Sanchez

TODOS CONTRA LOS CHUPERATIVISTASEn la última edición del PADCOOP,

nuestro visitante Alberto Mora, coordinador del área de Educación Cooperativa de la ACI-América,

acuñó un término que merece una revisión y análisis, en contraste con nuestra realidad peruana, nos referimos al “Socio Directivo” “CHUPERATIVISTA”.

Este “Socio Directivo” tiene en su haber, importantes logros personales, pero su ambición es desmedida, sólo busca el “Beneficio Propio”, olvidándose de que la Solidaridad es uno de los principales ingredientes del Cooperativismo, el CHUPERATIVISTA, es por lo tanto el que sólo trabaja por su propio desarrollo personal.

Este “Socio Directivo” sabe muy bien que si las cosas cambian, pueden verse comprometidos sus planes personales de perpetuarse en el poder, o de seguir obteniendo su cuota de ganancia; sabe que si las cosas cambian, si hubiera más supervisión, podría cambiar su estatus, podría venir alguien que quisiera “mejorar” la vigilancia, realizar controles, buscar que todos lleguen a sus metas, sabe que eso lo dejaría fuera del sitial en que se ha colocado indebidamente, por lo tanto el CHUPERATIVISTA, sabe que si hay regulación, control, puede perder su posición, asegurada con mecanismos ilegales en muchos casos.

Este “Socio Directivo” no quiere que se construya un nuevo horizonte para el cooperativismo peruano, no quiere una nueva ley, no quiere la integración entre cooperativas, no quiere saber nada de la capacitación y educación de nuevos socios, detesta que vengan “otros” con ideas frescas, sabe que su ciclo se está cumpliendo, que

viene jóvenes a tomar la posta, pero él se resiste, el CHUPERATIVISTA entiende que la tecnología y los nuevos mandos, con gente joven, con gente que no está contaminada por la corrupción, con gente que quiere trabajar en verdadera unidad sería un problema para él, no lo acepta y luchará por desacreditar todas y cada una de las nuevas ideas que vienen surgiendo.

Por lo tanto amigo lector, le animo a sumarnos contra este y cada uno de los personajes que se resisten a dejar la corrupción e ilegalidad que tanto daño le hacen al movimiento cooperativo en el Perú. Debemos convertirnos en “Cazadores de Vampiros CHUPERATIVISTAS”, de aquellos que solo quieren velar por sus propios intereses antes que pensar en ser SOLIDARIOS, que quieren que su cooperativa trabaje sola, antes de integrarnos y tener UNA SOLA VOZ, que quieren que se mantenga el status quo, antes de ver MEJORAR LOS ESTÁNDARES, diseñar nuevas estrategias y permitir una real cuota de poder de los jóvenes y jovencitas, que vienen con entusiasmo genuino,

Lo bueno de todo esto, es que podemos identificarlos y reeducarlos, aprovechar su potencial y enseñarles que esta oportunidad no la pueden dejar pasar, pues el cambio es inminente, no se puede detener. La semilla que fue sembrada ya está germinando y está dando sus primeros frutos, debemos por tanto COMPROMETERNOS con los principios cooperativos, con las líneas de acción que se han trazado para estos primeros 25 años del milenio y con los que viene detrás de nosotros. Dejemos HUELLA, trabajando por asegurar el desarrollo y bienestar para todos.

Director.

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Sandro Alfaro AlvarezDirector Revista Perú Cooperativoperucooperativo@hotmail.com

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crecimiento de aproximadamente 100 cooperativas al año.

En España, se promueve el cooperativismo “como un instrumento de inclusión social, laboral y de desarrollo regional” según el Centro de Formación de la cooperación española para América Latina, apoyando así la solidaridad y apoyo colectivo para el desarrollo social. Esto para dar algunos ejemplos de países cercanos al nuestro.

¿Y Qué tenemos en el Perú? Tenemos un Ministerio de Producción que tiene la obligación de promover el sector, de acuerdo a la norma, pero han pasado varios Ministros, y ninguno con emoción social, ni ideas claras, para fomentar al cooperativismo, lo más que se hizo es un Directorio Virtual de Cooperativas, con poco éxito, no tenemos ni un Plan Nacional de Desarrollo Cooperativo.

Para empezar el cooperativismo es un instrumento de gran valor inclusivo en el mundo entero y sería muy valioso ubicar al sector en el Ministerio de Inclusión Social, lo cual tendría mejor campo de acción, este Ministerio con sus programas asistencialistas, poco o nada puede avanzar hacia una verdadera inclusión social, se crea dependencia entre la población dejándola sin posibilidades de inclusión real a nivel financiero, social y económico. Tenemos programas donde la ineficiente gestión permite redes de corrupción que ya están saliendo a la luz, con millonarios gastos innecesarios y alimentos en mal estado (QaliWarma), beneficiarios fantasmas (Pensión 65), niños mal cuidados que ven afectada su integridad física (Cuna Más), entre muchos otros que no representan un verdadero cambio hacia el desarrollo humano de la población. El cooperativismo es mucho más que esto y no genera ni un centavo de gasto al Estado, hace todo lo contrario contribuye en el combate contra la pobreza, pero para ello se necesita un cooperativismo que tenga un vinculo estrecho con el Estado.

Desde esta redacción, apelamos al sentido de la urgencia por un pronunciamiento serio y decidido de las autoridades cooperativas de nuestro país, como son la Confenacoop y la Fenacrep, entre otros, que pudieran alzar su voz y exigir que el gobierno cumpla con una verdadera inclusión como política de Estado, así como lo están haciendo las cooperativas desde su posición cercana a la población y a sus necesidades.

Director.