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145 Economía y Ecología os economistas desarrollan su actividad en un sen- tido amplio en relación con su objeto de conoci- miento, la Economía, extendiéndose a una gran cantidad de actividades, hasta llegar a confundirse en muchas ocasiones con los límites de otras disciplinas, siendo en este sentido la multidisciplinariedad una situación a la que se llega con frecuencia en el ejercicio de la prácti- ca económica. Esta conexión de la Economía con otros ámbitos del conocimiento y actuación del ser humano es especialmente estrecha con las ciencias medioambienta- les, representadas especialmente por la Ecología. Esto es lógico si vemos el origen etimológico común de ambas áreas de conocimiento. Así la Economía podemos considerarla, en un sentido etimológico amplio (oikos: casa; nomos: administración), como la actividad del hom- bre dirigida al estudio de la administración de los recursos que la naturaleza pone a su disposición, mientras que la Ecología (oikos: casa; logos: tratado, doctrina, ciencia, estudio) trataría de la relación del hombre con el medio y de los efectos que sobre éste tiene su actuación. Por lo tanto, vemos que tienen un objeto común y, sin embargo, su convivencia no ha sido armónica. Las causas de esta situación habría que buscarlas en los orígenes próximos de ambas ciencias, ya que una surge como consecuencia y para dar respuesta a los problemas que ha contribuido a crear la otra. La Economía tiene sus orígenes en el siglo XVIII, coincidiendo con la sistematiza- ción conceptual de la nueva sociedad surgida de la revolu- ción científica e industrial, cuando los efectos de la activi- dad productiva sobre el medio no eran motivo de preocu- pación. Por el contrario, sí lo era incrementar la producción para garantizar el proceso de acumulación necesario en las primeras etapas del desarrollo y la distribución del produc- to para atender las necesidades de una población en rápi- AUTOR: * José María Casado Raigón. Consejo General de Colegios de Economistas de España L Bolsa de Barcelona. Imagen cedida por la Bolsa de Barcelona.

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Economía y Ecología

os economistas desarrollan su actividad en un sen-tido amplio en relación con su objeto de conoci-miento, la Economía, extendiéndose a una grancantidad de actividades, hasta llegar a confundirse

en muchas ocasiones con los límites de otras disciplinas,siendo en este sentido la multidisciplinariedad una situacióna la que se llega con frecuencia en el ejercicio de la prácti-ca económica. Esta conexión de la Economía con otrosámbitos del conocimiento y actuación del ser humano esespecialmente estrecha con las ciencias medioambienta-les, representadas especialmente por la Ecología.

Esto es lógico si vemos el origen etimológico común deambas áreas de conocimiento. Así la Economía podemosconsiderarla, en un sentido etimológico amplio (oikos:casa; nomos: administración), como la actividad del hom-bre dirigida al estudio de la administración de los recursos que la naturaleza pone a su disposición, mientrasque la Ecología (oikos: casa; logos: tratado, doctrina, ciencia, estudio) trataría de la relación del hombre con elmedio y de los efectos que sobre éste tiene su actuación.Por lo tanto, vemos que tienen un objeto común y, sinembargo, su convivencia no ha sido armónica.

Las causas de esta situación habría que buscarlas en losorígenes próximos de ambas ciencias, ya que una surgecomo consecuencia y para dar respuesta a los problemasque ha contribuido a crear la otra. La Economía tiene susorígenes en el siglo XVIII, coincidiendo con la sistematiza-ción conceptual de la nueva sociedad surgida de la revolu-ción científica e industrial, cuando los efectos de la activi-dad productiva sobre el medio no eran motivo de preocu-pación. Por el contrario, sí lo era incrementar la producciónpara garantizar el proceso de acumulación necesario en lasprimeras etapas del desarrollo y la distribución del produc-to para atender las necesidades de una población en rápi-

AUTOR:

* José María Casado Raigón. Consejo General de Colegios de Economistas de España

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do crecimiento. Aunque inicialmente la economía mantuvosu relación con la naturaleza, enseguida se introdujo por lasenda del reduccionismo al centrarse en los fenómenosque pueden expresarse en términos monetarios y que sonautorregulables.

A partir de los años setentadel siglo pasado, y con másintensidad desde los ochen-ta, la preocupación por losdaños ocasionados al medioambiente se incrementahasta convertir la conserva-ción de éste en un objetivoindiscutible y prioritario paracualquier actividad humana. Coincide este proceso del últi-mo tercio del siglo con la aparición y auge de la Ecología,como consecuencia del grave deterioro que tanto la pro-ducción como el consumo –las dos caras de una mismamoneda– de las sociedades desarrolladas habían ocasio-nado.

Naturaleza, economía ydesarrollo sostenible

En esta situación de falta de entendimiento entre ambasdisciplinas, la Economía ha llevado la peor parte, al serconsiderada, al menos en su aplicación real, la responsa-ble del estado actual del medio ambiente, al haberelaborado y recomendado unos modelos económicos y dedesarrollo agresivos para el entorno. Sin embargo, laevolución del pensamiento económico no puede disociar-se de la concepción que los hombres han ido teniendo desu relación con la naturaleza o, de forma más general, laevolución del pensamiento económico es el reflejo de laevolución de las relaciones entre economía y naturaleza.

Simplificando esta relación entre economía y naturaleza,podemos hablar inicialmente de la preocupación por elcrecimiento económico como el objetivo dominante y prio-ritario, aislado de las consideraciones medioambientales–que, por otra parte, no alcanzaban un nivel quedespertara preocupación–, que podríamos definir como elaumento rápido y sostenido del producto real porhabitante.

Este concepto que resultaba correcto para los países delas primeras revoluciones industriales, en los que el crecimiento económico iba acompañado de cambios institucionales –necesarios para el sistema y la correlaciónde fuerzas de los diferentes agentes económicos–, no eraválido para los países con bajos niveles de renta quetrataban de incorporarse a un proceso que les permitieraigualarse a los anteriores. Surge entonces el concepto dedesarrollo económico que se caracteriza por un crecimien-to económico acompañado de una transformaciónestructural y un cambio social, lo que implica una voluntadpolítica para acompasar el crecimiento rápido con la crea-ción de las instituciones sociales que el mismo precisa,tratando de acortar la distancia que les separaba en los

niveles de renta y en su distribución más equitativa entre lapoblación.

En la actualidad, tanto en los países desarrollados comoen los llamados en vías de desarrollo, e incluso en los subdesarrollados, cuando se trata de crecimiento o dedesarrollo, han adquirido una importancia de primera

magnitud los problemas queafectan al medio ambiente,en los que, como ya hemosaludido, el tipo de desarrolloeconómico aplicado hatenido, o al menos se le haachacado, grandes respon-sabilidades.

Ante esta situación surge un nuevo concepto que se fragua a finales de los años 70, el de desarrollo sostenible,cuya definición más conocida la fijó el conocido InformeBrundtland, de la Comisión Mundial sobre Desarrollo yMedio Ambiente de 1987, como una meta central de lapolítica económica, entendiéndolo como el desarrollo queatiende a las necesidades del presente sin comprometer lacapacidad de las generaciones futuras para satisfacer suspropias necesidades. Sobre esta misma idea se han elaborado otros conceptos con mayor precisión y capacidad descriptiva como el de ecodesarrollo, considerado como una modalidad del desarrollo económico que postula la utilización de los recursos parala satisfacción de las necesidades de las actuales y futurasgeneraciones de la población, mediante la maximizaciónde la eficiencia funcional de los ecosistemas a largo plazo,empleando una tecnología adecuada a este fin y la plenautilización de las potencialidades humanas, dentro de unesquema institucional que permita la participación de lapoblación en las decisiones fundamentales.

Economía ambiental yeconomía ecológica:la Reforma Fiscal Ecológica

Es evidente que el concepto de desarrollo sostenible asíentendido está referido a procesos marcadamente económicos, relacionados tanto con la macroeconomíacomo con la microeconomía.

Ante esta situación, los economistas no han sido insensibles y han procedido a revisar sus paradigmas eco-nómicos, apareciendo dos corrientes que, partiendo de laeconomía convencional, dan respuestas diferentes. Nos referimos a la economía medioambiental y a la economía ecológica, cuya diferencia gira en torno almodelo cerrado que sigue manteniendo la primera y elmodelo abierto que propugna la segunda.

La economía ambiental, ante la imposibilidad de negar losefectos que la actividad económica tiene sobre el medioambiente, intenta incorporarlos a los modelos utilizadosmediante la cuantificación de las denominadasexternalidades negativas. Esta solución plantea varias difi-

La evolución del pensamiento económicono puede disociarse de la concepciónque los hombres han ido teniendo desu relación con la naturaleza

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cultades. En primer lugar, si realmente sabemos lo queestamos valorando y, en segundo lugar, si es posibleexpresar en términos monetarios los costes sociales oca-sionados. Quienes contestan afirmativamente a estascuestiones consideran el medio ambiente como un bienmás.

La economía ambiental y la economía ecológica puedentener un punto de encuentro de carácter instrumental en ladenominada Reforma Fiscal Ecológica, tarea en la que loseconomistas tienen un papel crucial que cumplir, no sóloen la elaboración del sistema desde el punto de vista de latécnica fiscal, sino también para evitar los efectos econó-micos negativos que puede producir el nuevo sistema enel conjunto de precios relativos, en la medida en que nogozara de la neutralidad fiscal.

El objetivo fundamental de la Reforma Fiscal Ecológicaconsiste en cambiar el marco fiscal bajo el que se muevela economía, con el fin de que la imposición recaiga enmayor medida sobre el uso de los recursos naturales norenovables, energéticos y no energéticos, gravando en

menor medida otras actividades e incentivando así la transición hacia procesos de producción ahorradores deenergía, el uso de energías renovables, el transportecolectivo, el reciclaje y la reutilización de los residuos. Se trata de un nuevo sistema fiscal, cuyo resultado y aplicación debe asegurar la neutralidad fiscal, evitando losefectos sobre los precios relativos.

El estudio de este nuevo marco para la fiscalidad permiteno sólo un posible punto de encuentro de la economíamedioambiental y de la ecológica, sino también dar unpaso importante desde la elaboración teórica del sistemaimpositivo a la aplicación práctica en el campo de la producción y el consumo, cuestiones ambas que consti-tuyen un nuevo reto para los economistas.

Empresa y medio ambiente

Como se sabe, la empresa está obligada a ser respetuosacon el medio ambiente, sea cual sea el sector y la actividad que desarrolle. Dicha necesidad se produce poruna doble vía: en primer lugar, la voluntaria, impuesta porlas reglas del mercado, y, en segundo lugar, la obligatoria,exigida por la normativa europea y por el Estado en susdiferentes niveles administrativos.

Así pues, el desarrollo sostenible no es una opción para laempresa, sino una necesidad para su supervivencia, yaque es la única oportunidad de competir en un mercadotransnacional donde sólo pueden entrar los productos respetuosos con el medio ambiente o fabricados con estecriterio ecológico, que obliga a crear una política corporativa medioambiental, a desarrollar un plan estratégico y a revisarlo para ver que cumple los objetivosprefijados. Todas estas tareas se realizan con la participa-ción de los economistas en alguna de sus fases o en latotalidad de ellas.

En suma, el medio ambiente debe ser considerado comouna variable estratégica en la actividad económica engeneral y en la gestión de la empresa en particular, deforma que la Economía y los economistas deben participaren las distintas fases que supone la inserción de la dimen-sión ambiental en la valoración de las variables macroeco-nómicas y en la gestión empresarial, obligados por lanueva situación del mercado.

Los trabajos de Economíaen el CONAMA

La Contabilidad Nacional

Dentro de las tareas desarrolladas en el marco del VICONAMA, han sido varios los grupos de trabajo que seenmarcan en el capítulo de la Economía, que podemosagrupar en dos apartados: uno, centrado en el estudio delesfuerzo que se viene realizando por ampliar la informa-ción recogida por el sistema de cuentas nacionales, de

El desarrollo sostenible no es una opciónpara la empresa, sino una necesidad parasu supervivencia

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forma que el analista disponga de una imagen fehacientede la relación existente entre el sistema económico y elmedio natural, y el otro, centrado en el uso de los instru-mentos económicos con fines ambientales como soluciónmás eficiente para abordar los problemas medioambienta-les creados por la actividad económica, así como lasimplicaciones económicas de las estrategias ambientalesde la empresa.

En primer lugar, por lo que se refiere a la ContabilidadAmbiental, las aportaciones del grupo de expertos se hancentrado en exponer y discutir las principales líneas de tra-bajo que se llevan a cabo en España sobre la reforma dela Contabilidad Nacional para integrar los beneficios y losdaños ambientales en el cálculo eficaz de la renta nacio-nal.

La ampliación de las mediciones de la renta nacional a losbienes y servicios ambientales es un objetivo posible cuan-do se trata de valorar beneficios y daños susceptibles denegociación entre los agentes implicados por producirseganancias controladas para todas las partes. No resultatan factible la valoración deexternalidades cuando elbeneficiario no está identifica-do o cuando tratar de evitar elconsumo ambiental individuales excesivamente costoso. Eneste caso, la regulación deestándares de seguridad y lafiscalidad pueden tener unpapel más decisivo que lacreación de nuevos mercados.En todo caso, a lo largo de las ponencias que integran elGrupo de Trabajo “Contabilidad Nacional AmbientalIntegrada” se muestran ejemplos de valoraciones ambien-tales realistas y guías para la ampliación del propio con-cepto de sistema económico a los bienes y servicios sinmercado, cuya ausencia de transacción muestra la nota-ble insuficiencia de las estadísticas económicas que redu-cen la medición de la renta nacional a las mercancías quese producen o se imputan como tales en el territorio nacio-nal. Asimismo, se discuten estas cuestiones con el propó-sito de sensibilizar e informar a la sociedad y lasAdministraciones públicas de la urgencia de abordar unareforma en profundidad del caduco concepto de rentacomercial que sigue ofreciéndose como el indicador estre-lla de la estadística económica de los países. La UniónEuropea no puede quedar al margen de esta trascenden-tal cuestión y parece llegado el momento de implantar unsistema de cuentas económicas que refleje la pérdida depatrimonio natural derivado de una actividad económica.

Junto a las iniciativas (escasas y muy recientes) de laUnión Europea, es interesante conocer una serie de experiencias de contabilidad ambiental desarrolladas en elseno de diferentes países e instituciones supranacionales.A través de la revisión de las mismas, se pretende reflejarcuál es el estado de la cuestión y el progreso que, desdefinales del siglo XX, se ha experimentado en este campo.A pesar del esfuerzo realizado, resultaría tremendamente

arduo recoger de forma exhaustiva la evolución y situaciónactual de todos los países en el campo de la ContabilidadAmbiental. Sin embargo, se repasan algunas de las expe-riencias más notables desarrolladas hasta el momento.

Puede afirmarse que hoy en día contamos con un marcode referencia a nivel europeo y mundial que determina uncontexto favorable para el cambio de lógica en los siste-mas tradicionales de Contabilidad Nacional. Poseer estemarco de referencia resulta especialmente relevante por lacomplejidad asociada al proceso de elaboración de un sis-tema de Contabilidad Ambiental. Junto a los avanceslogrados en la integración de consideraciones en torno ala sostenibilidad del actual modelo de crecimiento económico, también es posible apuntar carencias muyimportantes en los diferentes intentos de desarrollar unsistema de Contabilidad Ambiental.

El contexto socioeconómico de cada país y la diferenteproblemática ambiental a la que se enfrenta cada uno deellos constituyen dos elementos clave a la hora de deter-minar el tipo de recursos naturales y ambientales que

serán objeto de atenciónpor parte de las autorida-des encargadas de des-arrollar el sistema de con-tabilidad de dicho país.En el caso de los paísesen vías de desarrollo, losesfuerzos tienden a eva-luar el nivel de explota-ción de su base de recur-sos naturales. Esto es

normal dado que son economías más dependientes de unpatrimonio natural, por lo general, explotado en exceso.En los países desarrollados y en aquellos países donde lastasas de industrialización y urbanización se han disparadoen los últimos años, los esfuerzos se centran en analizar el proceso de degradación de la calidad ambiental (emisiones atmosféricas, generación de residuos...), elconsumo de recursos energéticos y el gasto en medioambiente. Sin embargo, todavía existen aspectos talescomo la diversidad biológica que, por el momento, no hansido objeto de atención, posiblemente por la complejidadasociada a los mismos y el escaso papel que juegan en laesfera económica.

Recientemente, algunos países han comenzado a explorarnuevos horizontes en el campo de la contabilidad ambiental. Uno de los aspectos más novedosos es la integración de la información de los sistemas de contabilidad ambiental en los modelos generales de laeconomía, como ocurre en el caso de Suecia y Alemania.Estos modelos de equilibrio general permiten obtener unamedida del valor que alcanzaría la producción de un sistema económico de haber sido respetuoso con elmedio ambiente. Este trabajo exige el esfuerzo ingente demodelización de la economía pero, gracias a ello, es posible prescindir de los métodos de valoración de la calidad ambiental. Basta con fijar unos estándares de calidad y analizar los cambios estructurales que deberían

Parece llegado el momento de implantarun sistema de cuentas económicas querefleje la pérdida de patrimonio naturalderivado de una actividad económica

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darse en la economía para cumplir con dichos objetivos. Esta alternativa podría llegar a resultar especialmente interesante para el diseño de políticas de gestión ambiental, al ser capaz de calcular en qué medida la introducción de una restricción es capaz de afectar a laeconomía del país. Sin embargo, a través de los modelosde equilibrio general no es posible establecer medicionesdel bienestar de la población que se derivaría de dichosestándares de calidad ambiental.

Estrategias ambientales de la empresa

El Grupo de Trabajo "Implicaciones económicas de lasestrategias ambientales de la empresa" hace referencia aluso de instrumentos económicos con fines ambientalespara abordar los problemas creados por la actividad económica, así como a las implicaciones económicas delas estrategias ambientales de las empresas.

El medio ambiente se configura como una variable estratégica en la gestión de empresas y los espacios hoy abiertos por los más recientes desarrollos, tanto metodológicos como reglamentarios y normativos, aparecen como nuevas parcelas que ha de ocupar paragarantizar el logro del objetivo principal de incidir en laactuación medioambiental de las empresas.

En efecto, muchas empresas dentro de todos los sectoresde la economía han empezado a darse cuenta de que suactitud frente al medio ambiente ha adquirido carácter dedecisión estratégica, en la medida en que el entorno económico, político y social que se ha ido forjando en losúltimos años ha convertido la cuestión medioambiental enun factor estratégico relevante, condicionante tanto de lacapacidad de una empresa de generar valor para susaccionistas, como de su habilidad para gestionar los ries-gos que rodean a dicha capacidad. Así, la toma de deci-siones sobre el desempeño medioambiental de las empre-sas no difiere sustancialmente de los procesos de decisióna los que se enfrenta cualquier clase de organización.Cada vez es más patente que el impacto de las empresassobre el medioambiente puede dar origen a riesgos quepueden, a su vez, generar un importante impacto en el

desempeño económico-financiero de las mis-mas.

De lo que no cabe duda es de que la preocupa-ción por el medio ambiente está influenciando ycondicionando los procesos de toma dedecisiones financieras de empresas, inversorese instituciones financieras. Aunque tradicional-mente la respuesta empresarial a las nuevasexigencias de responsabilidad medioambientalse ha caracterizado por considerarlas como unaamenaza para sus márgenes y su capacidad degenerar valor, en los últimos años hanempezado a proliferar estudios que han tratadode poner de manifiesto la posibilidad de que lainversión y la actividad empresarial medioam-bientalmente responsables puedan derivarimpactos financieros positivos y, por lo tanto,

encerrar oportunidades de generación de valor para todoslos participantes en los mercados financieros. No sólo lasempresas no financieras, sino también el sector financie-ro, se han percatado de que tales oportunidades existen yde que no sería racional desaprovecharlas, ni desde unpunto de vista económico ni, y aquí radica la principalnovedad, desde un punto de vista ético.

Grupo de Trabajo “Contabilidad Nacional Ambiental Integrada”. VI CONAMA.

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Grupo de Trabajo “Implicaciones económicas de las estrategias ambientales en laempresa”. VI CONAMA.

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l creciente compromiso de la empresa con la protección del medio ambiente no responde sólo alas posibles sanciones por un incumplimiento normativo, sino que debe enmarcarse en un cambio

cultural más amplio, que se concreta en el concepto de sostenibilidad: es decir, la capacidad de seguir creandovalor, riqueza y empleo a largo plazo, en un mercado crecientemente competitivo y global.

El concepto de empresa sostenible es, en muchos sentidos, equivalente al de empresa socialmente responsable. Es decir, una empresa sensible a las preocupaciones de la sociedad, entre las cuales lamedioambiental ocupa un lugar cada vez más importante.La creciente atención de la empresa a su responsabilidadsocial está llevando a una definición más amplia de losobjetivos empresariales, en torno a un triple bottom line, esdecir, una triple cuenta de resultados, en términos financieros, sociales y ambientales. Y no por motivos filantrópicos, sino por una percepción inteligente de losintereses de la empresa a largo plazo. Compatibilizar lasdimensiones económica, social y medioambiental, demanera armoniosa y equilibrada, en un modelo de desarrollo sostenible es la clave del futuro de nuestrasociedad global.

La conciencia ecológica en el sector de la banca se ha desarrollado con cierto retraso frente a otros, seguramente por su reducida incidencia directa sobre elmedio. Sin embargo, las cuestiones medioambientales sonmuy relevantes para los bancos, por dos razones básicas:

• porque son entidades de gran importancia estratégicaen la economía y de fuerte repercusión social. No se pueden inhibir en temas que tienen la máxima prioridad social e inciden poderosamente en su imagen, credibilidad y reputación.

• porque la eficiencia en el uso de los recursos naturalesestá claramente asociada a la eficiencia económica, la calidad y la buena gestión.

Estas razones deben llevar a considerar el cuidado y lamejora del medio ambiente no como un gasto, sino comouna inversión importantísima a medio y largo plazo.

Estas cuestiones se han venido abordando en los bancosdesde una perspectiva doble:

• Introduciendo objetivos internos de calidad y eficienciaambientales cada vez más exigentes.

• Introduciendo la variable ambiental como elemento a valorar en sus operaciones, en su negocio.

A título de ejemplo, el BBVA está desarrollando una metodología de evaluación del impacto social y ambiental,para aplicarla en el análisis de riesgos crediticios, aunquetodavía falta algún tiempo hasta que se pueda utilizar estametodología en todas las operaciones. Más adelantado seencuentra el análisis y la valoración del impacto ecológicopara la financiación de grandes proyectos de inversión,proyectos –públicos o privados– que, en la mayor parte delos casos, tienen un fuerte contenido ambiental: obraspúblicas, instalaciones energéticas, infraestructuras urbanas, de telecomunicaciones…

Otro elemento muy importante en la gestión ambiental delos bancos es la inversión socialmente responsable. Es decir, productos financieros (fondos de inversión, depensiones, etc.) que sólo incluyen valores de empresascalificadas como respetuosas con el medio ambiente, asícomo índices bursátiles específicos que sólo acogen aestas empresas. Queda mucho por hacer, pero el sectorfinanciero ha dado ya un paso: comenzar a tomar parteactiva en el proceso y ejercer y transmitir su compromisoen sus relaciones con sus accionistas, sus clientes, susempleados y con la sociedad.

ESesión Plenaria “El reto del desarrollo sostenible”. VI CONAMA.

* Extracto de la ponencia de Francisco González, presidente del BBVA. Sesión Plenaria "El reto del desarrollo sostenible". VI CONAMA.

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La perspectiva de la banca en la consecución deldesarrollo sostenible*

Fiscalidad ambiental

Dentro de este tercer gran apartado, abordado por elGrupo de Trabajo "Fiscalidad ambiental", se contempla el uso de instrumentos económicos con fines ambientalesy, entre dichos instrumentos, destacan los tributosambientales y los permisos de emisión negociables. Lasolución que estos tributos pueden dar a los problemasambientales consiste en hacer que los precios sean loscorrectos, para lo cual deben tener en cuenta los costessociales producidos por la contaminación.

Los tributos ambientales permiten la ventaja de alcanzarcualquier objetivo de emisión al mínimo coste, al igualar loscostes marginales de reducir la contaminación entre todaslas fuentes de emisión. Por otra parte, todas las empresascomparan lo que cuesta el impuesto con el coste marginalde descontaminar y prefieren pagar el impuesto mientrassea más barato que descontaminar. En efecto, a partir deun determinado nivel de producción de una emisión contaminante, a la empresa le resulta más caro producirla(ya que ha de pagar el impuesto) que no producirla, pero hasta ese volumen el coste marginal de descontaminar es superior al impuesto que debe pagar. El impuesto opera como una suerte de permiso de contaminación, pero ahora no gratuito. La empresa contaminadora paga un impuesto y ella misma decidehasta qué punto va a contaminar.

Otra ventaja de los tributos ambientales es que llevan a lapráctica el principio de quien contamina paga y proporcio-nan mayores incentivos a la innovación tecnológica quelos enfoques meramente normativos. Sin embargo, laclasificación tradicional de la fiscalidad en impuestos,tasas y contribuciones especiales no se adapta bien a lostributos ambientales, ya que los impuestos convenciona-les se basan en el principio de capacidad económica y lastasas en el de equivalencia, mientras que tanto losimpuestos como las tasas ambientales responden alprincipio de quien contamina paga, que es una manifesta-ción del principio de equivalencia. Los impuestos han derecaer sobre actividades contaminantes, por lo que labase imponible debe reflejar el daño ambiental y no seaconseja utilizar mecanismos de estimación objetiva. Porsu parte, las tasas por prestación de servicios puedentener carácter ambiental si los sujetos más contaminanteshan de sufragar un importe superior al coste individual delservicio, pagando una cantidad inferior a dicho costequienes actúen de modo más favorable por el entornonatural.

Cuando hablamos de tributos ambientales (o, con carác-

ter más general, de instrumentos económicos ambienta-les), podemos clasificarlos en dos grupos. En primer lugar,los llamados propiamente impuestos o gravámenes ecoló-gicos, que fijan un precio a la contaminación con objeto dereflejar –al menos en teoría– el coste que ésta representapara la sociedad, pero no permite anticipar cuánto sereducirá dicha contaminación.

De otro lado, los permisos (o licencias o derechos) de con-taminación comerciables que se basan en la autorizaciónprevia de una cantidad absoluta de contaminación yotorgan o venden a los contaminadores el derecho acontaminar hasta el límite fijado. En el caso de poderreducir la contaminación o en el de necesitar aumentarla,los propietarios, si lo desean, pueden negociar susderechos. Dichos permisos comerciables facilitan la pre-dicción de la cantidad total de contaminación, pero hacendifícil precisar cuáles serán los impuestos más eficacespara los contaminadores. Mientras que los impuestosecológicos establecen un precio y luego permiten unavariación en la cantidad, los permisos comerciables fijanuna cantidad y luego dejan que el precio se ajuste por símismo.

Al contrario de lo que ocurre con la mayoría de los impues-tos que desalientan un comportamiento que enriqueceuna economía (como esforzarse en el trabajo o ahorrar),los impuestos ecológicos gravan los comportamientosque empobrecen la economía (como la contaminación o lageneración de residuos). Allí donde se han ensayado losimpuestos ecológicos, se han obtenido buenos resultadosy es sorprendente que, a la vista de las ventajas, losimpuestos ecológicos no se usen más ampliamente. Eneste sentido, mientras que, en general, el Estado ha pre-ferido acudir al uso de beneficios fiscales, las comunida-des autónomas han creado diversos tributos ambientales.A este respecto, el Tribunal Constitucional consideraimprescindible que el objeto de tales tributos esté consti-tuido por el impacto ambiental, pues de otro modopodrían ser inconstitucionales, al superponerse a los tribu-tos municipales (regulados por el Estado) sobre la propie-dad inmobiliaria o el ejercicio de actividades económicas.

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Grupo de Trabajo “Fiscalidad ambiental”. VI CONAMA.©

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Todas las empresas comparan lo que cuestael impuesto con el coste marginal dedescontaminar y prefieren pagar el impuestomientras sea más barato que descontaminar

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Las relaciones entre Economía y Ecología comprendentodas las actividades de producción y consumo que elhombre lleva a cabo y que son, en mayor o menor medi-da, agresoras del medio sin que esta circunstancia hayasido realmente tenida en cuenta hasta hace relativamentepoco tiempo.

Si bien el medio ambiente tiene un valor, entendido éstecomo el grado de utilidad o aptitud de las cosas parasatisfacer las necesidades o proporcionar bienestar o,mejor aún, como cualidad en virtud de la cual se da porposeerla cierta suma de dinero equivalente, lo cierto esque a través del tiempo no ha recibido la asignación de unprecio entendido éste como estimación, importancia ocrédito de una cosa.

Pues bien, habida cuenta del deterioro producido en elmedio ambiente, es necesario no sólo el reconocimientode su valor, sino también la urgencia en la fijación de unprecio que refleje su importancia vital para el hombre e, incluso, para la mera supervivencia de la humanidad,amenazada por el deterioro ecológico.

La Economía tiene el compromiso de contribuir con susmétodos y sus instrumentos a que la actividad humanasepa expresar los bienes de la naturaleza, los recursosnaturales, como bienes económicos y, como tales, esca-sos y susceptibles de usos alternativos.

Hasta ahora eso no se ha conseguido y el sistema de economía de mercado por el que se guía, en la mayoría delos países, la actividad económica y humana presenta, engeneral, un conjunto de limitaciones (imperfecciones delmercado) que condicionan la eficiencia del mismo. Estasimperfecciones se concretan bien en la existencia de unosprecios inadecuados para ciertos bienes y servicios, bienen la propia ausencia de precios para algunos de talesbienes.

A pesar de estas limitaciones, la Economía trata de daradecuada respuesta y encontrar nuevos paradigmas quepermitan que el mercado sea capaz de valorar y fijar el precio de los bienes económico-ambientales, ya que lafuerza más importante en la configuración de las líneas deactuación económicas futuras será el deterioro medioam-biental.

Teniendo en cuenta la importancia y trascendencia de larelación entre Economía y Ecología, dentro del VICongreso Nacional del Medio Ambiente se han tratadodos grandes grupos de cuestiones en el ámbito de la cien-cia económica que son, por una parte, el análisis de la Contabilidad Nacional Ambiental, que interrelaciona el sis-tema de cuentas nacionales convencionales con el medionatural y, de otro lado, los instrumentos económicos y fis-cales con fines ambientales.

En primer lugar, la necesidad de disponer de un sistemade cuentas nacionales medioambientales con objeto de añadir la dimensión ambiental en la formulación de las políticas sociales y económicas es un compromiso quehoy tratan de asumir los gobiernos y las organizacionesinternacionales y supranacionales. Hoy día se suceden lasiniciativas con objeto de lograr un marco contable paraintegrar la información medioambiental y económica demanera global y coherente. Los estudios que se vienenrealizando permiten afirmar que los sistemas de Contabilidad Ambiental y Económica Integrada son un

La fiscalidad ambiental ha querido ser impulsada desde laUnión Europea y, en este sentido, la Comisión Europea harealizado en los últimos años importantes propuestas, quehan chocado con la regla de la unanimidad que se esta-blece en los tratados para esta materia. La negativa de unsólo Estado miembro impide el progreso por la vía de la

necesaria armonización fiscal europea, por lo que seríadeseable que, en el tratado que resultará de laConferencia Intergubernamental del próximo año 2004,sea sustituida la regla de la unanimidad por la de mayoríacualificada en materia fiscal, incluida la ambiental.

Conclusiones

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marco contable idóneo para describir las relaciones entrela economía y el medio ambiente y que su desarrollodepende exclusivamente del nivel alcanzado en las estadísticas de base.

Es bien sabido que las cifras de la Contabilidad Nacionalayudan a diagnosticar el estado de la economía, permitendeterminar el nivel de producción que puede aspirarse amantener o aumentar y orientan respecto al nivel de satisfacción de la población que se deriva del uso de losrecursos de que se dispone. Pues bien, todo ello se haelaborado en la Contabilidad Nacional convencional sintener en cuenta las consideraciones relativas al medioambiente. En efecto, las actividades de producción, distri-bución y consumo de bienes y servicios, que constituyenuna parte fundamental de laesfera de lo económico, nose desarrollan en el vacío.

La Contabilidad Nacional norefleja el hecho de que la actividad económica, el nivelde producción de bienes y servicios, no depende úni-camente de lo que ocurra enla propia esfera económica, sino que depende de losrecursos que proporciona la biosfera. Si ese capital naturalno se sustituye, las tasas de crecimiento de la producciónreflejadas en la Contabilidad Nacional son ilusorias: nopodrán mantenerse indefinidamente.

Por tanto, es necesario desarrollar sistemas integrados deContabilidad Nacional que permitan conciliar Economía yEcología, tratando de optimizar así el proceso de toma dedecisiones colectivas.

En segundo lugar, el uso de instrumentos económicos y fiscales se va a convertir en una parte cada vez másdecisiva del enfoque general, cuando se trata de fijarcorrectamente los precios y generar unos incentivos basados en el mercado o un comportamiento respetuosocon el medio ambiente. El principal objetivo de esos instrumentos consiste en la incorporación de todos loscostes ambientales externos habidos durante la totalidaddel ciclo de vida del producto, desde la fuente, pasandopor la producción, la distribución y el uso, hasta la elimi-nación final, de tal forma que los productos ecológicos nose encuentren en una situación competitiva desventajosafrente a los productos que contaminan y generan residuos.Existen dos opciones principales en cuanto a los instru-mentos que pueden aplicarse: unos están relacionadoscon la fijación de precios y otros con el control o reducción

de la cantidad de recursos empleados.

Así, los instrumentos económicos y fiscales como lastasas, impuestos, incentivos, subvenciones directas o indirectas (ayudas de Estado), deducciones fiscales, etc.pertenecen a la primera categoría y se encuentran entrelos más empleados; mientras que la segunda conllevaría lasustitución o el abandono parcial o total de ciertasactividades o modos de producción.

Finalmente, añadir que la Economía, como disciplina quenos ayuda a interpretar y prever determinados comporta-mientos de la especie humana como consumidora y pro-ductora de bienes, debe ponderar la introducción de fac-tores como el medio ambiente, que contribuyen a una lec-

tura más certera de la reali-dad. Se trata, en suma, deuna ciencia que puede contri-buir de un modo eficaz allogro de los objetivos ambien-tales y los economistas sonlos profesionales que estánobligados y son capaces deaplicar el nuevo enfoque eco-nómico-ambiental al logro de

los objetivos interdependientes de crecimiento económicoy desarrollo sostenible.

En todo caso, esta constatación de la necesaria concien-ciación de la empresa y de los profesionales ante el retodel medio ambiente no significa que el respeto por las con-diciones naturales en que se desenvuelve la vida sea tansólo un asunto de unos pocos, sino que es preciso que lasociedad, en general, tome buena cuenta de que optar poruna sociedad sostenible es un asunto de todos.

Allí donde se han ensayado los impuestosecológicos, se han obtenido buenosresultados y es sorprendente que, a la vistade las ventajas, no se usen más ampliamente

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a actividad turística es una resultante combinadade la capacidad económica y de la necesidad deocio de las sociedades modernas. Como todaindustria, y el turismo en cierta medida lo es, preci-

sa de materias primas, conlleva un proceso de produccióndesarrollado por distintos agentes y actores de la propiaactividad y genera externalidades.

En los últimos años, se están produciendo importantesmodificaciones en las formas de turismo. La actividadmasiva de sol y playa, especialmente en el ámbito euro-peo, está transformándose a todos los niveles: cambios enlos comportamientos de los consumidores, en la culturaempresarial en respuesta a los cambios cualitativos de lademanda, en la necesaria incorporación de parámetros desostenibilidad en la planificación, diseño y puesta en mar-cha de productos y destinos turísticos.

Parece que lentamente se está produciendo una incorpo-ración de conceptos que se asocian a la propia actividadturística: "sostenibilidad, calidad turística y competitividadturística". Pero esta transformación adquiere una compo-nente de desafío en los núcleos turísticos masivos, "dondela transición supone un proceso complicado que requiereuna gran capacidad de concentración y grandes dosis deinnovación".

La situación actual del turismo tradicional tiene, además,una doble componente: por un lado, la lenta adaptación alos cambios de la demanda y el deterioro ambiental de losnúcleos turísticos pueden provocar la pérdida de competi-tividad de algunos destinos caracterizados por la produc-ción y venta de productos estandarizados y masivos. Porotro lado, aparecen alternativas de actividad turística quesitúan nuevas opciones en el mercado, con un crecientegrado de validación social.

Pero el problema no sólo se encuentra en las transforma-ciones y en la competencia de formas turísticas alternati-vas. La actividad del turismo se inserta en un contextosocial y económico concreto, genera beneficios para lascomunidades locales, pero puede provocar pérdidas defutura capacidad o situar a las sociedades en escenarios y

encrucijadas de difícil retorno.

El turismo puede significar –de hecho, así ha sido en ungran número de ocasiones– una alternativa de desarrolloeconómico y de transformación social. Pero la elección es–o debiera ser– anterior al proceso desencadenado por laactividad turística. Se trataría de planificar el futuro turísticobasado en la sostenibilidad de los recursos y del territorio.

Y resulta necesario incorporar esta planificación especial-mente en los destinos turísticos y añadir atributos a la acti-vidad turística que hoy son habituales en otros campos dela actividad económica: capacidad de carga, huella ecoló-gica, evaluación de impactos, capital natural…

Se trata, en definitiva, de producir una transformaciónconstante que incorpore al turismo el concepto de soste-nibilidad, aplicable a cualquier tipo de desarrollo. El des-arrollo sostenible se basa en la sostenibilidad ecológica,sociocultural y económica. En esas tres componentes, lasociedad debe encontrar una actividad turística que utilicelos recursos adecuadamente, que enriquezca el entornosocial y que genere recursos económicos estables y a lolargo del tiempo.

Implicaciones de la globalización

A escala mundial, la globalización económica conlleva lainterdependencia de los mercados turísticos. Esta correla-ción implica que los productos y los destinos turísticoshayan pasado a competir en poco tiempo a escala deprácticamente todo el planeta. Nuevos territorios se hanabierto a la actividad turística y cualquier factor de precio,de inestabilidad local o de falta de calidad es penalizadapor los operadores y por los propios actores de la activi-dad turística. La globalización permite una sustitución rápi-da de los escenarios turísticos con las limitaciones deriva-das del coste y de la existencia de infraestructura turísticaconsolidada.

Pero tanto los cambios culturales y la aparición de con-ceptos vinculados a la sostenibilidad de recursos y territo-rio como la competencia establecida a nivel global consti-tuyen el marco de próxima evolución del turismo.

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Turismo sostenible• Fernando Martínez Salcedo. Aproma

Cala de la Isla de Ons (Galicia).

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Retos del turismo en España

En España no se plantean grandes diferencias con elescenario global. La fortaleza del turismo tradicional puededeberse a la consolidación de una oferta asentada en ins-talaciones, servicios y escenarios físicos. Y, en ese senti-do, las periódicas reducciones de la ocupación hotelerapueden deberse –y posiblemente se deban–, alternativa osimultáneamente, a los dos ejes ya citados: la escasa dife-renciación de una oferta consolidada pero escasamenteevolutiva y la generación de nuevos productos basados enel multidestino, en el mayor espectro en actividades deturismo y ocio y en la flexibilidad de los productos turísti-cos.

Y esta apertura de nuevos escenarios es la otra compo-nente del turismo sostenible. Por tanto, el estado del arteturístico se refiere no sólo a las posibilidades de evoluciónde la actividad turística tradicional, sino a la aparición denuevas formas turísticas, a la apertura de nuevas deman-das no consolidadas totalmente, pero que pueden abrircampos de actividad turística integrada en el medioambiente e incluso de utilización de los valores y recursosmedioambientales como un activo de la propia actividadturística.

Es, en este sentido, en el que hablamos de turismo deinterior, de aventura, de naturaleza… y estas actividadestienen características singulares que es preciso recordar.Se producen en espacios físicos diferenciados de lasáreas de turismo tradicional. El perfil del potencial deman-dante tiene una componente de multilateralidad con inte-reses mixtos culturales, medioambientales y de alternativade ocio frente a la operación habitualmente compulsiva dela vida profesional urbana.

Turismo sostenible

El turismo sostenible tiene experiencias locales de ciertointerés en nuestro país. Y surge tanto por la transforma-ción de destinos tradicionales como por un planteamientoinicial de adecuación de la actividad al entorno físico,socio-cultural y económico. Quizá el municipio de Calviá yla isla de Lanzarote ejemplifiquen ambas tendencias.

Lo que sí es cierto es que la experiencia de inducir turismosostenible se integra en la actualidad en un conjunto deiniciativas de planificación y participación pública que pre-tenden que la actividad turística proporcione un escenariode durabilidad y consistencia de los beneficios económi-cos producidos.

En España, la experiencia de turismo sostenible apenas seha iniciado. Tenemos un territorio apto, altamente compe-titivo para esta actividad en el contexto europeo, ya que ennuestro país, por efectos del menor desarrollo económicoy el menor uso del territorio, se han mantenido áreas deinterés y redes infraestructurales de medio natural que sonsusceptibles de ser aprovechadas sosteniblemente por elturismo, entre otras actividades.

Pero dar valor turístico a nuevos territorios debe hacerseen condiciones de cuidado ambiental, de competenciacon otros destinos y de calidad para que los recursospuestos en valor no agoten la propia capacidad del siste-ma para regenerarlos.

Quedan algunas incertidumbres en esta consolidación delturismo alternativo al tradicional y sostenible. Básicamentedos. Una, la capacidad de la industria turística para plan-tear correctamente esta secuencia de nuevas formasadaptadas a la demanda y a la sostenibilidad de recursosy territorio. Y, dos, la orientación de las Administracionespúblicas en los procesos de planificación y en la financia-ción de productos y destinos turísticos. Especialmente,tiene interés la puesta en valor de los espacios protegidosy la relación entre las unidades administrativas especializa-das en la conservación del medio natural y las correspon-dientes a la actividad turística. La capacitación de áreassensibles para nuevas formas de turismo es un reto quedebe ser atendido por los profesionales y por lasAdministraciones. Quizá la globalización nos esté ense-ñando en estos momentos que no se conserva mássegregando territorios de la actividad económica, incluidala turística, sino incorporando una adecuación de la activi-dad a las condiciones singulares y analizando el posicio-namiento de ese territorio en contextos sociales y econó-micos más amplios.

En nuestro país, el avance hacia la sostenibilidad de laactividad turística precisa de la incorporación de algunoscriterios en los que debe intensificarse la reducción de pér-didas del capital natural como base de la transformacióndel turismo tradicional y de la apertura de nuevas capaci-dades.

Mesa Redonda “Turismo sostenible”. VI CONAMA.

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Presión urbanística sobre el litoral

En España, el litoral ha sido y es el espacio más consoli-dado de la actividad turística tradicional. Es necesario limi-tar el proceso de ocupación lineal de la franja litoral. Eneste proceso de connotaciones urbanísticas, de ordena-ción del territorio y medioambientales, se debe producir unesponjamiento de la edificación de costa, el impulso aespacios no ocupados y la generación de valor añadido enla interrelación entre la propia actividad turística y el uso delespacio natural costero.

En este sentido, la limitación de la segunda residenciaen el litoral y, por contra, la promoción de establecimien-tos hoteleros integrados en el entorno, favorecerá elproceso de reducción de la presión sobre el territorioy los recursos.

En segundo lugar, la promoción de infraestructuras y ser-vicios en los espacios protegidos. La atención a nuevasdemandas y la limitación de iniciativas generadas al mar-gen de la planificación deben propiciar un nuevo impulso ala actividad recreativa y de ocio en estos espacios.Además, la colaboración público-privada es deseable paramantener una consideración acertada de interés público y,a la vez, introducir la capacidad inversora privada y meca-nismos de gestión integrados y propios de una actividadturística normalizada.

Incentivación pública

Por último, dos breves notas sobre la incentivación de lasempresas turísticas. Las Administraciones públicas, ade-más de financiar campañas de promoción de destinos

turísticos, mantienen programas de apoyo económicopara nuevas infraestructuras y equipamientos. En el senti-do de mejorar la competitividad de las empresas e intensi-ficar la componente de sostenibilidad, sería convenienteque la incentivación pública primase la mejora de serviciosy la dotación de equipamientos que integrasen una activacomponente de protección ambiental dentro de una estra-tegia de desarrollo social y económico a largo plazo y, portanto, sostenible.

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Economía y Ecología

Relación de las ponencias por actos, que se presentaron en elVI CONAMA en materia de economía y que se pueden encontrarde manera íntegra en el CD-Rom de Documentación Final.

Jornada Técnica “Economía del agua”

“Economía del agua”. Arturo Canalda González. Presidente de laAsociación Española de Abastecimientos de Agua ySaneamientos (AEAS).

“Economía del agua”. Josefina Maestre. Presidenta de laAsociación de Periodistas de Información Ambiental, APIA.

“Canon de saneamiento”. Miguel Ángel Ródenas Cañada.Director general del Agua de la Región de Murcia.

“Costes e implicaciones económicas de la gestión del agua”.Jesús Moneo Montoya. Director general del Capítulo Español delClub de Roma. Capitulo Español del Club de Roma.

“Economía del agua. Coste y precio del agua. La repercusión enla agricultura”. Vicente Forteza del Rey Morales. Director deDesarrollo Rural del Ministerio de Agricultura, Pesca yAlimentación.

“Economía del agua”. Marta Lacambra Puig. Directora de laAgencia Catalana del Agua. Generalitat de Cataluña.

“Economía del agua”. Víctor Viñuales Edo. Director de laFundación Ecología y Desarrollo.

“El Agua, un recurso del desarrollo urbano”. Monserrat TuraCamafreita. Alcaldesa de Mollet del Vallés.

“Financiación de infraestructuras: el punto de vista de la iniciativaprivada”. Ángel Simón Grimaldos. Director general del Sector deAguas y Saneamiento del Grupo Agbar.

“Impactos económicos y sociales de la aplicación de régimeneconómico de la DMA 2000/60/CE sobre el regadío español”.Andrés del Campo García. Presidente de la Federación deComunidades Regantes de España.

“La gestión del ciclo integral del agua: construcción y explotaciónde infraestructuras”. Juan Corominas Masip. Director general dela Secretaría General de Aguas de la Junta de Andalucía.

“PHN y su financiación”. Juan Manuel Aragonés Beltrán. Directorgeneral de Obras Hidráulicas y Calidad de Aguas del Ministeriode Medio Ambiente.

“Principios económicos en la gestión del uso y contaminación delagua y el uso de instrumentos económicos”. Hans Vos. ProjectManager Economic Integration. Agencia Europea de MedioAmbiente.

“Tarificación y gestión sostenible de los recursos hídricos:algunos elementos de reflexión”. Thierry Davy. Experto nacionalde la Dirección General XI de la Comisión Europea.

“Usos en conflicto y degradación del recurso”. Alberto GarridoColmenero. Universidad Politécnica de Madrid.

Sala Dinámica Generalitat de Cataluña. “Estrategia deConstrucción Sostenible en Cataluña”

“Financiación de los costes de la sostenibilidad en la edificación,mediante ahorro energético”. Sonia Montón Subías.Responsable de la División de Construcción de Cataluña yBaleares. Soluziona Calidad y Medio Ambiente.

Grupo de Trabajo “Contabilidad Nacional AmbientalIntegrada”

Grupo de Trabajo “Fiscalidad ambiental”

Grupo de Trabajo “Implicaciones económicas de lasestrategias ambientales de las empresas”

Grupo de Trabajo “Política de Productos Integrada”

Grupo de Trabajo “Sostenibilidad y empresas cotizadas”

Comunicaciones Técnicas

“Las cuentas medioambientales de Elcogás”. José CortésCortés. Jefe de Laboratorio. Elcogás, S.A.

“The Global Reporting Initiative: Construyendo un marco para lapublicación de información no financiera”. Allen White. ActingChief Executive. Fundacion Entorno. Global Reporting Initiative.

Además se encontrará información adicional en el CD-Rom delas Comunicaciones Técnicas del VI CONAMA que presenta unabúsqueda por áreas temáticas.

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Turismo

Relación de las ponencias por actos, que se presentaron en elVI CONAMA en materia de turismo y que se pueden encontrarde manera íntegra en el CD-Rom de Documentación Final.

Jornada Técnica "Red Natura 2000 y desarrollo deinfraestructuras"

"Análisis de las actividades turísticas en la región biogeográficaalpina de la Red Natura 2000 de Navarra". Ignacio SariegoLópez. Universidad de Navarra.

Jornada Técnica "Indicadores de sostenibilidad"

"Los ecoindicadores y su relación con los sistemas de gestiónambiental en el sector hotelero. Experiencia práctica en lacadena Sol Meliá". Silvia Ayuso. Randa Group S.A.

"Sistema de indicadores ambientales de turismo". María CruzAnegón Esteban. Ministerio de Medio Ambiente.

Mesa Redonda "Turismo sostenible"

"Derroche de papel y plástico en la industria turística". Julio C. Abreu Staud. Tesorero de la Mesa del Turismo.

"Turismo sostenible". Yaika Álvarez Ruiz. Gerente de Natural,Naturaleza y Turismo Rural. Central de Reservas de TurismoRural al Sur.

"Relaciones entre turismo y medio ambiente". Rafael FuentesGarcía. Director del Departamento de Planificación Turística deSpode.

"El turismo sostenible en el entorno del Parque Nacional deDoñana: una reflexión después de una década del Plan deDesarrollo Sostenible". Vicente Granados Cabezas. Experto delPlan de Desarrollo Sostenible para el entorno de Doñana.Universidad de Málaga.

"La experiencia de Fuerte Hoteles". José Luque. Director generalde Fuerte Hoteles.

"Turismo sostenible y gobierno local". Margarita NájeraAranzabal. Alcaldesa de Calvià.

"Turismo sostenible". Juan Carlos Moreno Moreno. DirectorGeneral de Política Ambiental de la Consejería de PolíticaTerritorial y Medio Ambiente del Gobierno de Canarias.

"Tendencias globales en el desarrollo sostenible del turismo.Perspectiva de la Organización Mundial del Turismo". GaborVereczi. Administrador de Programas en la Sección de DesarrolloSostenible del Turismo de la Organizacion Mundial del Turismo.

Además se encontrará información adicional en el CD-Rom de las Comunicaciones Técnicas del VI CONAMA que presenta una búsqueda por áreas temáticas.