Download - Vichayito, la despensa del norte
Guido Sánchez [email protected]
El alba extiende su mantoprístino y sigilosamente des-plaza la oscuridad de la noche,una noche distinta, repara-dora. Las olas aún golpean laorilla con fuerza, ese reflujodel mar que mientras dormi-mos se convierte en la voz ce-lestial que acaricia nuestro in-consciente y de la mano deEolo repasa los recuerdos deldía anterior.Esto solo lo podemos sentir
en la tranquilidad de las apar-tadas playas de Vichayito, en-tre Los Órganos y Máncora(Talara, Piura), un lugar pro-picio para el descanso solita-rio, en pareja o en familia. Nohay nada más reconfortanteque la sabia naturaleza.El día se abre paso, el solo
abrasa a los primeros cami-nantes que al filo de la playainhalan la frescura del mar, to-mados de la mano, buscandolos recuerdos más memora-bles de sus vidas porque en Vi-chayito no hay espacio paralos rencores, las penas, las de-cepciones ni las venganzas.Aquí solo hay lugar para elamor, la templanza, la carca-jada y el regocijo.No estamos en el desierto
del Mojave (este de California,conocido como Valle de lamuerte porque aquí se regis-tró la temperatura más alta dela tierra 56ºC en 1913), pero elsol tropical deja sentir su fir-me presencia. Y como la na-turaleza es sabia, ese calor sesopesa con la permanente co-rriente de aire que emana delmar.Como diría un turista chi-
leno, aquí se vive la mejor ex-periencia caliente, pues el sig-nificado de calor adopta unanueva dimensión. No es ese ca-lor sofocante, sino abrigador,que acaricia la piel en vez desaturarla. Acostarse en la es-tas arenas blancas no es unaopción, es la mejor determi-nación, el descanso está ga-rantizado, bajo las sombrillastejidas con hojas secas de co-coteros. Nada te perturba, so-lo el aire acaricia tu piel, conla fina arena que arrastra.Pero, no todo es descanso.
Hay momentos de adrenalina,no importa la edad. Con unasbreves clases de remo, estamoslistos para hacerle frente a las
LA BRISA DEL MAR ACARICIA LA PIEL DE LOS BAÑISTAS QUE DESCANSANSOBRE LA ARENA BLANCA.
DIVERSAS OPCIONES.Desde Trujillo hay servicio directo.La tarifa es de entre 70 y 80soles a Máncora o Los Órganos.Las empresas que prestan servi-cio a este destino son El Doradoy Emtrafesa. Otra posibilidad estomar el bus hasta Piura y de ahíabordar otro bus que nos llevapor 20 soles a Máncora y sipreferimos una minivan el pasajecuesta 35 soles en temporadanormal. Por las fiestas deNavidad y fin de año los preciosse elevaron entre 10 y 15 solesmás. Si nos contactamos concualquiera de los hoteles deVichayito, nos recogen en auto.
Policía de Máncora073-258414RPM #421524
Serenazgo Máncora968892000RPM #456022
Policía Los Órganos073-515284
Serenazgo Los Órganos073-661302
Bancos y cajerosMáncoraBanco de la Nación Giros, transferencias y cambiode moneda.
Cajero BCPLas 24 horas del día
Agente BCPDurante el día.
¿CÓMO LLEGAR?
GuíaÚtil
cmyk
cmyk
TURISMOB.8__Viernes 27 de diciembre de 2013, Trujillo, La Libertad La Industria
Vichayito Bungalows & Carpasby AranwaAntigua Panamericana Norte Km.1211Tlf. [email protected]
El Mero Murique115*6721www.vivamáncora.com/[email protected]
Las Cabañas de AnticaAntigua Panamericana NorteKm. 1212Tlf. 073-694548reservas@lascabanasdeantica.comwww.lascabanasdeantica.com
OTROS SERVICIOS
¿DÓNDE DORMIR?
El Mirador998.33*[email protected]
Tao, comida orientalTlf. 073-258056990667679/RPM*834924
Pizzas Nikito´sTlf. 666758
Kaykama RestobarCel. [email protected]/kaykamaMancora
Donde [email protected]. 073-258702
DÓNDE COMER
olas en el kayak y sentirnos due-ños del mar, solos o en pareja.Aquí nada parece difícil, del
Kayak, pasamos al stand uppaddle, más ancha que la tablahawaiana en la que, haciendouso de remos, podemos hacermúltiples piruetas, mientrasnos desplazamos en el mar.En los caballos peruanos de
paso tenemos la oportunidadde echarnos a recorrer las pla-yas, sin prisa, mientras admi-ramos la inmensidad de esemar azul que embelesó a losconquistadores españoles yque ahora nos acoge, imbati-ble y sereno.Para los que quieren mayor
movimiento y emociones másfuertes, están las motos acuá-
ticas que las pueden conducir oser jalados con ellas en peque-ños botes. En la arena tambiénavanzan a gran velocidad lascuatrimotos.Un poco más allá, a 20 minu-
tos hacia el sur, en El Ñuro, noscolocamos el traje de buceo pa-ra encontrarnos con las tortu-gas marinas en su hábitat na-tural. Ellas conviven entre pecestropicales y oceánicos, algas,corales blancos, estrellas de mar,
caballitos de mar, entre otros.Hacia el norte, nos espera un
circuito de aventura en el Eco-fundo La Caprichosa, en refu-gio para conectarse con la na-turaleza, practicar deportes deaventura (palestra, puentes, tra-pecios, aeromoto zipline), vivirexperiencias excepcionales, co-nocer la colección de motos másgrande del Perú, avistamientode aves, pasear y comer bien.“Es un paraíso para los pe-
ruanos y extranjeros, princi-palmente los ecuatorianos, chi-lenos y argentinos que han en-contrado en Vichayito su mejordestino de descanso”, comentaPatricia Colmenares Samyui, je-fa de recepción de VichayitoBungalows & Carpas Aranwa.La tarde cae, es hora de re-
cogerse. Una cena que combi-na la comida norteña clásica contoques de innovación, es lo quenos ofrece el chef Bruno SantaCruz Gavidia, como un ade-lanto de su propuesta para el2014: conchas de abanico conqueso parmesano y salsa huan-caína, una trilogía de causas(con pollo, al olivo o con palta ylangostinos), rissoto con pezEspada a la parrilla, salsa de ajípanca y anguila.Aún tengo fresca la sensación
de haber vivido una de esas ex-periencias que hacen que unose sienta satisfecho de dedicar-se al periodismo, de ser testigode esos lugares y momentosdonde se hace la historia. Y si-go tratando de hallarle sentidoa la pregunta que me hizo el ins-tructor de kayak: “Su familiasabe que usted está aquí”.
EL CALOR DEVICHAYITO QUETRANQUILIZALOS ESPÍRITUS
MAR AZUL. Aguas tranquilas. No hay riesgo; hay placer. SOBRE RUEDAS. El turista goza en el océano y en la arena.
SOLAZ. No hay mejor lugar para relajarse.
Un poco más allá, a 20minutos hacia el sur, en ElÑuro, nos colocamos el trajede buceo para encontrarnoscon las tortugas marinas ensu hábitat natural.
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