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I. Adolescencia y juventud
A. El pasó de la niñez a la adultez
En la antigüedad, los niños llegaban a ser adultos cuando se llegaba a
una etapa de maduración física o cuando se comenzaba a trabajar como
ayudante en alguna profesión. Recién en el siglo XX la adolescencia se
definió como una etapa en la vida de los seres humanos. En la actualidad,
debemos pasar por 2 etapas después de la niñez para llegar a la adultez:
La adolescencia y la juventud. Dentro de la adolescencia se encuentra la
maduración integra del ser humanos. Y en la segunda etapa, la juventud,
se encuentra ( por lo general ( el comienzo de vida laboral.
Bajo diferentes puntos de vista de varias disciplinas que estudian los
seres vivos, se habla de diferentes formas de llegar a la adultez. Por
ejemplo podemos tomar el concepto que corresponde a la adultez legal
(derecho) en el Perú el cual nos habla de un adultez legal a la cual
llegamos a los 18 años; con la llegada a esta edad solo se adquieren más
derechos legales, más no implica que la persona haya madurado
psicológicamente para poder tomar decisiones importantes sobre su vida.
También podemos hablar de las diferentes formas de la que habla la
sociología para llegar a la adultez. Esta ciencia nos dice que se podría
decir que una persona ha llegado a ser adulto si ha elegido una carrera,
cuando se ha casado o desde el momento que ya formó una familia.
La psicología nos habla de la llegada a la adultez según otros criterios
basándose en diferentes aspectos de la vida de las personas, tanto
psicológicos, económicos, entre otros.
B. Adolescencia
La adolescencia es una etapa de la vida humana que se caracteriza
por un conjunto de cambios físicos, cognitivos, emocionales y
sociales. Este proceso se presenta de diferentes maneras según los
entornos sociales, culturales y económicos.
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Uno de los cambios más importantes que se presentan en esta etapa es la
pubertad, esta última es la que conlleva a la madurez sexual o a la
fertilidad. Para poder llegar a esta maduración se habla de adrenarquia
(maduración de las glándulas suprarrenales) y la gonadarquia
(maduración de órganos sexuales).
Los cambios físicos pueden llevar a dificultades psicológicas, así como los
cambios psicológicos pueden tener efectos en el estado físico de los
adolescentes. Los cambios más significativos en las estructuras
cerebrales (algunos que se comparten con la juventud) se encuentran en
bases cerebrales de las emociones, el juicio, organización del
comportamiento y autocontrol. Hasta cierto punto se podría explicar los
cambios extremos que existen en las emociones y los comportamientos de
riesgos que existen en esta etapa. La creación de omnipotencia o
invulnerabilidad que se puede generar por la creencia del "mito personal"
es una de las explicaciones psicológicas que se les ha dado.
En esta etapa, se presentan algunos riesgos que pueden ser
ejemplificados por el consumo de sustancias psicoactivas, la unión a
grupos de pandilleros, depresión, desordenes alimenticios, entre otros.
C. Juventud
El concepto de juventud a tiene diferentes sinónimos; se puede hablar
de juventud, según la OMS (OPS.OMS. Representación en Venezuela.
Noviembre 1997) desde la adolescencia y la etapa que va desde los 20 a
24 años se llama juventud plena. Papalia, Wendkos y Duskin (2009) nos
explica la juventud bajo el concepto de adultez temprana; en esta
concepción argumenta que varía desde los 20 a 25 años de edad.
En esta etapa de desarrollo humano, se habla de una aceptación de
responsabilidades propias, una toma de decisiones personalmente y en
muchas sociedades la independencia que se tiene respecto a los padres.
Algunos psicólogos, como Shanahan, Porfeli y Mortimer, 2005 nos dicen
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que el hecho de pasar a la vida adulta es meramente por los sucesos
internos que suceden en el sujeto, mas no por hechos externos es por
esto que ellos exponen que algunas personas nunca llegan a ser adultos.
Con respecto al a independencia de los padres, existen todavía relaciones
con estos. En la etapa de la juventud, todavía se necesita una aceptación
con respecto a los que se hace de parte de los padres; sin llegar al exceso
ya que esto sería caer en la dependencia. Con respecto a esto existen
diferentes motivos por los que existe la dificultad para independizarse de
los progenitores; algunos de los motivos pueden ser la incapacidad que
tienen los jóvenes con respecto a la acción de independizarse, otro motivo
es la no aceptación de los padres sobre este hecho, lo cual conlleva al
atraso del desarrollo de sus hijos.
Es en esta etapa en la que se define la identidad de una persona, la cual
es una estructura que se va desarrollando de manera integral durante la
vida de las personas hasta la juventud. La identidad en la juventud se
vuelve casi rígida. Esta identidad será la que defina nuestros
comportamientos, pensamientos, sentimientos y otros aspectos de
nosotros como seres humanos en nuestra vida adulta.
Por muchos de lo expuesto anteriormente, es importante que las etapas
de la adolescencia y juventud como la transición de la niñez a la adultez.
II. Sustancias psicoactivas
A. Definición
Las sustancias psicoactivas, conocidas más comúnmente como drogas
psicoactivas, son sustancias que al ser tomadas pueden modificar la conciencia, el
estado de ánimo o los procesos de pensamiento de un individuo. Las sustancias
psicoactivas actúan en el cerebro mediante mecanismos que normalmente existen
para regular las funciones de estados de ánimo, pensamientos y motivaciones.
(OMS, 2004, p.7).
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Algunas de ellas tienen la capacidad de producir dependencia. La manifestación
característica de la dependencia es el deseo intenso de ingerir sustancias
psicoactivas. Los fenómenos de tolerancia y abstinencia indican que se ha
desarrollado neuroadaptación. (Mendoza, Wartski y Álvarez, 2012, p. 136)
La dependencia no se "cura" cuando se revierte la neuroadaptación, se sufre para
siempre, aunque no se consuma la sustancia adictiva. El curso más habitual de las
dependencias se caracteriza por períodos de remisión, más o menos duraderos,
que se interrumpen por recaídas. (Grigoravicius. Y Ducos, 2013, p. 340).
B. Clasificación de las Sustancias Psicoactivas
Oliver (2004, p. 72) refiere: “La organización mundial de la Salud (OMS)
considera a las sustancias psicoactivas como drogas causantes de
dependencias”. Además realiza un explicitación de las principales sustancias
integrándolas de la siguiente manera:
a) Tipo Alcohol, Ansiolíticos, Sedantes Hipnóticos
Hace referencia a una familia de sustancias químicas que se encuentran
habitualmente en la naturaleza y que se producen industrialmente para su
empleo en anticongelantes, combustibles y algunos procesos industriales. El
término alcohol se usa con frecuencia para aludir a bebidas que contienen esta
sustancia; por ejemplo el vino, la cerveza y los licores. En este caso, el alcohol,
etanol, se ha producido mediante un proceso conocido como fermentación. El
consumo en exceso de alcohol puede provocar embriaguez y perjudicar a la
salud.
b) Tipo anfetaminas.
Las anfetaminas son drogas estimulantes artificiales.
Sus efectos suelen durar varias horas e incluyen la estimulación del sistema
nervioso central, una sensación de bienestar y mayor energía, una liberación
de las inhibiciones sociales, y los sentimientos de la inteligencia, la
competencia y el poder. Los efectos son muy similares a una descarga de
adrenalina, con la respiración y el ritmo cardíaco creciente. El apetito se
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suprime también, aumenta la temperatura del cuerpo, las pupilas se dilatan, y
hay un aumento del riesgo de deshidratación.
Se han utilizado como medicamentos, por ejemplo para el tratamiento de déficit
de atención e hiperactividad (TDAH) o la narcolepsia. También han sido
utilizados como drogas para mejorar el rendimiento, por ejemplo, atletas,
pilotos y conductores de camiones.
Tienen un sabor amargo y por lo general vienen como blanco, blanco grisáceo,
polvo de color rosa o de color amarillo pálido, a veces en forma de tabletas de
colores brillantes.
Las anfetaminas pueden ser inhaladas, ingerida, inyectada, disuelto en una
bebida o ahumados.
En este grupo encontramos: Anfetamina, dexanfetamina, metanfetamina,
metilfenidato, fenmetracina, clorfentermina, fendimetrazina, etc.
c) Tipo cannabis:
Un término genérico para varios preparados psicoactivos de la planta de
marihuana (cáñamo), Cannabis sativa. Incluyen hoja de marihuana (en la jerga
de la calle: hierba, pote, droga, hierba, o reefers), bhang, ganja, o hachís
(derivado de la resina de los jefes de floración de la planta), y el aceite de
hachís.
El cannabis se puede rodar con el tabaco en un porro o conjunta, ahumados
por sí sola en una pipa o bong, o se consumen como parte de un pastel o una
galleta.
Intoxicación de cannabis produce una sensación de euforia, la ligereza de las
extremidades, y la retirada a menudo social. Se deteriora la conducción y el
desempeño de otras actividades, expertos complejas, sino que afecta la
memoria inmediata, atención, tiempo de reacción, la capacidad de aprendizaje,
la coordinación motora, la percepción de profundidad, visión periférica, sentido
del tiempo (el individuo suele tener una sensación de tiempo lento), y la
detección de la señal. Otros signos de intoxicación pueden incluir exceso de
ansiedad, suspicacia o ideación paranoide en algunos y euforia o apatía en
otros, deterioro del juicio, con los ojos inyectados en sangre, aumento del
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apetito, sequedad de boca, el ritmo cardíaco anormalmente rápido, así como
una sensación de cansancio y falta de energía.
A pesar de que es en su mayoría muy leve, algunas formas de cannabis como
skunk son muy fuertes y los fumadores pueden tener una reacción
alucinógena.
Hay informes de que el consumo de cannabis precipita una recaída en la
esquizofrenia. Ansiedad aguda y estados de pánico y estados delirantes
agudos se han comunicado con la intoxicación por cannabis, por lo general
competencias en unos días.
d) Tipo cocaína:
La cocaína es un fuerte estimulante del sistema nervioso central que interfiere
con el proceso de reabsorción de la dopamina, un mensajero químico asociado
con el placer y el movimiento. La acumulación de la dopamina resulta en una
estimulación continua de las neuronas “receptoras”, lo cual está asociado con
la euforia comúnmente reportada por los abusadores de la cocaína.
Los efectos físicos del consumo de la cocaína incluyen la constricción de los
vasos sanguíneos, dilatación de las pupilas, y aumento en la temperatura,
frecuencia cardiaca y presión arterial. La duración de los efectos eufóricos
inmediatos de la cocaína (que incluyen hiperestimulación, claridad mental y
disminución de la fatiga) dependen de la forma de administración. Cuanto más
rápida sea la absorción, más intensa será la euforia pero más breve será su
duración. La euforia puede durar de 15 a 30 minutos si se inhala la cocaína y
de 5 a 10 minutos, si se la fuma. Un aumento en el uso de la cocaína puede
reducir el período de tiempo que el usuario se siente eufórico y aumenta el
riesgo de adicción.
e) Alucinógenos
Los alucinógenos son drogas que causan alucinaciones, es decir, alteraciones
profundas en la percepción de la realidad del usuario. Bajo la influencia de los
alucinógenos, las personas ven imágenes, oyen sonidos y sienten sensaciones
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que parecen reales pero que no existen. Algunos alucinógenos también
producen oscilaciones emocionales rápidas e intensas.
Los alucinógenos producen sus efectos interrumpiendo la interacción de las
células nerviosas y el neurotransmisor serotonina. Distribuido por el cerebro y
la médula espinal, el sistema de serotonina está involucrado en el control de
los sistemas de conducta, percepción y regulación, incluyendo el estado de
ánimo, el hambre, la temperatura corporal, el comportamiento sexual, el control
muscular y la percepción sensorial.
Los alucinógenos son uno de los cuatro tipos principales de sustancias
psicoactivas, junto a los depresores, estimulantes y opiáceos.
f) Opiáceo:
Grupo de sustancias psicoactivas (p. ej. heroína, codeína, metadona)
derivadas de la planta del opio o adormidera, que contienen opio de manera
natural o producen sus efectos tras su elaboración sintética. Los opiáceos
alivian el dolor, nublan los sentidos y causan somnolencia.
Los efectos del consumo prolongado de opiáceos son, por ejemplo,
alteraciones a largo plazo en determinados receptores cerebrales y
alteraciones en el aprendizaje y la respuesta al estrés.
Los opiáceos son uno de los cuatro tipos principales de sustancias
psicoactivas, junto con los depresores, estimulantes y alucinógenos.
g) Solvente volátil
Las sustancias volátiles o inhalables son un grupo de productos químicos que
se caracterizan por ser gases o líquidos volátiles con gran liposolubilidad.
Estas sustancias son manejadas por diversos grupos de trabajadores. Otra
utilización de estos productos ha sido como sustancias de abuso.
III. Efectos neurológicos de las sustancias psicoactivas:
Las sustancias psicoactivas tienen efectos que alteran el funcionamiento del
sistema nervioso. Al estudiar dichos efectos, notamos que se han utilizado en fines
médicos al inicio, pero su consumo desmedido y no recetado tiene consecuencias
en el aspecto conductual del ser humano. Desde este punto, se les puede
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clasificar en: las que producen sedación, las que producen excitación y las
alucinógenas (Carlson, 1996).
A. Drogas que producen sedación:
Algunos efectos que las drogas tienen consiguen hacer que las personas pierdan
la conciencia. Esto se da mediante dos mecanismos: por la reducción de la
actividad metabólica de las neuronas afectando las membranas celulares o por el
aumento de la sensibilidad de los receptores GABA.
Entre ellas se pueden citar a las siguientes clasificaciones:
a) Barbitúricos:
Este tipo de droga deprime la actividad del cerebro al aumentar la sensibilidad de
los receptores GABA. En dosis pequeñas se usa su efecto calmante, pero en
dosis altas produce problemas para hablar, caminar, inconsciencia y la muerte.
Algunos abusan de estas sustancia para obtener efectos relajantes, pero, como
podemos notar, sus efectos son nocivos para la salud (Carlson, 1996).
b) Ansiolíticos:
Entre este tipo de drogas, la más conocida es el diazepan. Al igual que los
barbitúricos, ejercen sus efectos a través del receptor GABA, en este caso, del
receptor GABAA, los cuales tienen sitios de unión para tres neurotransmisores . El
principal es, evidentemente, el GABA, y los otros son para ansiolíticos y
barbitúricos. Cuando uno de los otros dos se activa, aumentan los efectos del
GABA en el canal de cloro. Ya que el GABA es un neurotransmisor inhibitorio, el
efecto es de inhibición nerviosa (Carlson, 1996).
c) Alcohol etílico:
Este es el depresor del sistema nervioso más conocido que existe, ya que
muchas culturas en la historia lo han utilizado, ya que “es el ingrediente activo en
las bebidas alcohólicas” (Carlson, 1996, pp. 75).
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El desorden más atribuido a la ingesta de alcohol es la desmielinización de los
nervios periféricos, lo que se conoce como neuropatía periférica (Bowman y Rand,
1980). Al entrar en contacto con el nervio, el alcohol bloquea los impulsos
sensitivos y motores, produciendo anestesia y parálisis. Esto se evidencia en la
disminución de la agudeza visual, parestesia, la cual es una sensación anormal de
los sentidos que se siente como un hormigueo, adormecimiento o acorchamiento,
y disminución de la velocidad de conducción (Fadda y Rossetti, 1998).
Debido a sus características, es capaz de atravesar rápidamente la sangre,
actuando en el nivel de la formación reticular, sobre la médula espinal, la corteza
cerebral y en el cerebelo.
El alcohol daña los lóbulos frontales, disminuye el tamaño general del cerebro y
provoca una deficiencia vitamínica que deriva de la incapacidad de absorber la
vitamina B1, produciendo la encefalopatía de Wernicke, la cual se caracteriza por
la pérdida de la memoria y la falta de coordinación. En última instancia, se produce
el síndrome de Korsakoff, que se caracteriza por apatía, desorientación y amnesia
(Tavad, 2013).
B. Drogas que producen excitación:
Algunos tipos de drogas estimulan el sistema nervioso central y, por ende,
activan la conducta en el ser humano (Carlson, 1996). Debido a que algunas de
éstas tienen efectos en los sistemas de reforzamiento, las personas tienden a
abusar de ellas.
Entre esta clase de drogas, se puede mencionar las siguientes:
a) Nicotina:
Se le encuentra en los cigarros por lo general. Es una droga muy común que
genera adicción y es un agonista de la acetilcolina porque estimula sus receptores
nicotínicos.
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Aunque la dosis de nicotina que uno recibe al oler el humo del tabaco, o al olerlo,
o al masticarlo, es parcialmente moderada, las otras sustancias generan
consecuencias graves, como ataques cardiacos, apoplejías y cáncer (Carlson,
1996).
La nicotina afecta al sistema nervioso central y periférico. El sistema límbico del
cerebro, el cual emplea neurotransmisores de dopamina, es afectado por la
nicotina. Esto explica por qué la nicotina es una de las sustancias más adictivas
que existe (Tavad, 2013).
b) Cocaína:
Esta droga es un estimulante muy popular entre las personas. Inhibe la recaptura
de norepinefrina y dopamina. Su efecto en la sinapsis noradregénica provoca que
las personas estén alertas y estén hiperactivas.
Su efecto en la sinapsis dopaminérgica es más importante. Cuando se dan
estímulos reforzadores, como comida cuando se tiene hambre, agua cuando se
tiene sed, se eleva la actividad de un circuito de neuronas que segregan
dopamina. La cocaína imita los efectos de los estímulos reforzadores ya que tiene
un efecto inmediato en la recaptura de dopamina. La persona que la consume
tiene una sensación de euforia y placer tan fuertes que necesita repetir la acción
muchas veces. Es por esta razón que esta droga genera una gran adicción
(Carlson, 1996).
En cuanto a daños que la cocaína hace en el cerebro, se sabe que puede llegar
al cerebro entre 60 segundos y 5 minutos, dependiendo de la forma de consumo
de esta sustancia. Al llegar a él, daña de forma progresiva el lóbulo frontal. Este
lóbulo es conocido como “el órgano de la civilización”. Los daños que se
produzcan en él harán que se produzca lesiones en nuestro juicio y moral,
llegando incluso a desarrollar conductas criminales (Sánchez, 2007).
c) Heroína:
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La heroína es deriva de la morfina, se presenta en forma de polvo blanco o
marrón, o como una sustancia de color negro y pegajoso. A veces se le conoce
como “alquitrán negro”.
Cuando la heroína entra al cerebro, se convierte en morfina y se adhiere a los
receptores opioides. Dichos receptores se encuentran sobre todo en las áreas
involucradas en la percepción del dolor y de la gratificación. Además, también se
encuentran en el tallo cerebral, que se encarga de controlar los procesos
autónomos esenciales para la vida, tales como la respiración, la presión arterial y
la excitación (NIDA, 2010).
Afecta a los neurotransmisores de la dopamina. Su efecto se propaga al núcleo
accumbens, que repercute en la corteza cerebral.
La razón por la cual el cerebro tiene receptores para los opiáceos es porque
produce sus propios opiáceos, los cuales son las endorfinas (Tavad, 2013).
C. Drogas alucinógenas:
Se sabe que las drogas afectan la conciencia de varias formas. Este tipo de
drogas está relacionado con la serotonina, pues los antagonistas de esta
sustancia son los responsables de estas alucinaciones. Ejemplo de estas son la
psilocibina y la DMT (dimetiltriptamina) que producen alucinaciones que provocan
ansiedad intensa en las personas (Carlson, 1996).
Estas drogas “suprimen la actividad de la sinapsis serotonérgicas, los
mecanismos del sueño se activan y el resultado son las alucinaciones” (Carlson,
1996, pp. 78).
a) Marihuana:
No obstante, no todas las drogas son antagonistas de la serotonina, como por
ejemplo el THD (tetrahidrocanabinol), el cual es el componente activo de la
marihuana (Carlson, 1996).
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El THD, en particular, interfiere con la concentración y la memoria, latera la
percepción visual y auditiva, y distorsiona la percepción del paso del tiempo
(Howlett, 1990).
Cuando el THD ingresa al cerebro, hace que la persona se sienta eufórica ya que
tiene efectos sobre el sistema de gratificación del cerebro, el cual se encarga de
emitir la respuesta ante cosas que generan placer, como la mayoría de las drogas
(NIDA, 2011).
Como se dijo antes, interfiere con la memoria. Esto es porque “el THD altera la
manera en que la información es procesada por el hipocampo, el área del cerebro
responsable de la formación de la memoria”. Eso significa que su consumo hace
difícil la capacidad de crear nuevos recuerdos y desviar la atención de un estímulo
a otro. Además, también entorpece la coordinación y el equilibrio porque se
adhieren a los receptores de los ganglios basales y el cerebelo, que “son las
partes del cerebro que regulan el equilibrio, la postura, la coordinación y el tiempo
de reacción”. Debido a esto, realizar tareas que involucran movimientos y
coordinación, como conducir o hacer deportes, se ve afectada (NIDA, 2011).
IV.Yo,Consumidor:
Desde la perspectiva de la psicología del desarrollo, está más o menos
establecido el inicio de la adolescencia. Sin embargo, aún no existe acuerdo sobre
los eventos o el momento en que finalizan. Dos procesos caracterizan a esta
etapa: el crecimiento tanto corporal como sexual y el desarrollo de la personalidad;
a través de un proceso de socialización y resolución, el sujeto busca intensamente
establecer su adultez y su conducta social.
El proceso de estructuración de la personalidad que ocurre durante la
adolescencia comprende una serie de cambios psicológicos y biológicos,
caracterizados por la búsqueda de experiencias, afán de romper algunas normas y
reglas del hogar donde lo prohibido resulta muy atractivo y se intenta alcanzar la
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estabilidad de identidad del adulto, así como la identificación sexual, entre otros
aspectos psicológicos. (Rojas, 1999).
Acorde a la conclusión de Knobel (1974), es evidente que las sustancias
psicoactivas hacen presa fácil a aquellos jóvenes que poseen ciertas
características especiales, entre las cuales se puede mencionar una personalidad
insegura, una falta de madurez motivacional, una inadecuación sexual, una falta
de visión realista de la sociedad, dependencia y ansiedad por escapar de la
realidad. Generalmente, la frustración, el fracaso o la desesperación frente a un
mundo que no acepta críticas, despersonalizante y alienante en sus objetivos,
conlleva en algunos casos la caída en la adicción y dependencia de estas
sustancias.
Ya Freud, y luego Fenichel (trad. Oliver, 2004) afirmaban que estas sustancias en
sí no produce ninguna dependencia, y que éstas sólo hacen mella en
personalidades con predisposición, por ende, la adicción no reside en el efecto
químico de la droga, sino en la estructura psicológica del sujeto, que en último
caso es el decisivo. Respecto a ello, existen diversas teorías que intentan explicar
la iniciación del consumo de sustancias psicoactivas a partir de la adolescencia,
referidas a ritmos biológicos e hiperactividad en púberes y adolescentes, así como
problemas de atención y aprendizaje, alteraciones diversas de la personalidad
asociadas a baja autoestima, elevada ansiedad, presencia de estrés, episodios de
depresión, etc. Según Pandina, (trad. Villanueva, 1989) se puede categorizar
estos aspectos psicológicos en tres factores: los intrapersonales, interpersonales y
situacionales.
Los factores intrapersonales tienen que ver con el proceso de estructuración de la
personalidad que incluye los diversos estados afectivos y las emociones, y con el
sistema de ideas, creencias y valores que comparten algunos adolescentes que
suelen consumir estas sustancias con el propósito de manejar sus estados
afectivos desagradables que interfieren en sus estados de ánimo. Propone, por
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ejemplo, que entre quienes eligen aspirar clorhidrato de cocaína es posible
encontrar una prevalencia de sujetos con tendencia a la depresión, hiperactividad
o hipomanía ya que esta sustancia se caracteriza por ser un potente estimulante.
Por el contrario, se puede decir que aquellos tipificados como “buscadores de
sensaciones”, rasgo que en el ambiente clínico se ha relacionado con la dimensión
de la extroversión, son quienes se inclinan por la novedad que producirían las
anfetaminas. Un tercer elemento a tener en cuenta en este análisis de la
estructuración de la personalidad es la autoestima. Se trata de una dimensión
relacionada con la identidad, el amor propio, el yo social y el auto concepto. En
este sentido, existe consenso entre terapeutas e investigadores en afirmar que el
uso y abuso de SPA se relaciona con una baja o negativa autoestima (Pérez,
1989; Masías, 1995).
Acorde a lo planteado anteriormente por Villanueva, y al respecto a las relaciones
causales percibidas entre un comportamiento y sus consecuencias podemos,
remarca el locus de control interno y externo como explicación expectante. En
cuanto al locus de control interno, entre quienes lo poseen se observa una
tendencia hacia la hiperactividad y a ser eficientes en la acumulación y utilización
de información; sin embargo, el locus de control externo abarca a personalidades
tipificadas como pasivo-dependientes o pasivo-agresivos. Bocanegra (1990) y
Navarro (1989), plantean que los abusadores y dependientes de SPA son
portadores de un locus de control predominantemente externo; es decir, suelen
justificar el consumo a fuerzas externas, como un mecanismo de defensa.
Olivenstein (1971) sitúa la personalidad del consumidor más próxima a la del
psicótico que a la del suicida, pues la verdadera relación de los adictos graves se
sitúa a la vez con la locura y con la muerte, jugando con ambas y recomenzando
siempre de nuevo, buscando a través del cuerpo ejercer un poder absoluto sobre
su existencia. Señala algunas características como la dependencia afectiva, la
angustia de separación, el aislamiento y el malestar experimentados en la relación
con muchos, la intolerancia a la frustración, la necesidad inagotable de amor y
aprobación, la satisfacción inmediata del deseo, la falta de confianza en sí
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mismos, la pasividad, la testarudez, la irritabilidad, la falta de ambición, de
combatividad y de competividad; la ausencia de actitudes provocadoras y
agresivas, así como la timidez e hipersensibilidad.
En lo que corresponde a los factores interpersonales, se reconocen el tipo y
calidad de comunicación que los adolescentes son capaces de establecer para
una buena estructura y dinámica familiar. Probablemente esto se relacione con el
desarrollo de la conducta, por cuanto la internalización (aprendizaje cognitivo-
social) de un patrón conductual adecuado depende en gran parte de los
aprendizajes realizados dentro de la familia. Además es importante considerar a
aquellos cuyos padres presentan patología psicológica o psiquiátrica, como en
situación de desventaja frente a aquellos cuyos padres gozan de salud mental.
(Bandura & Walters, 1977).
El tercer grupo de factores considerados por el modelo psicológico se relaciona
con los elementos del contexto en que se desenvuelven los consumidores, el cual
será tratado con mayor amplitud en las siguientes secciones. Ahora, bien,
encontramos que en una investigación realizada por Perales et al (1996) dentro de
un estudio de salud mental en Lima, se reportó que las mujeres manifiestan
síntomas de distrés y conductas violentas auto o hétero orientadas, con mayor
frecuencia que los varones; ya que ellos manifiestan más frecuencia conductas
antisociales. Partiendo de otros estudios realizados, ya estas veces sobre
sustancias psicoactivas específicas; encontramos que Del Olmo (1998) propone
que existen evidencias que las mujeres adictas a PBC suelen presentar niveles
más altos de trastornos afectivos, tales como depresión y angustia; y niveles más
bajos de autoestima en comparación con varones dependientes de la misma
sustancia.
Haciendo una síntesis sobre los factores que influyen en la dependencia de estas
sustancias desde el punto de vista psicológico, Oliver (2004) manifiesta los
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siguientes puntos:
CAUSAS EFECTOS
- Satisfacer la curiosidad sobre
los efectos de las drogas.
- Necesidad de pertenecer y ser
aceptado por un grupo.
- Anhelo de independencia de la
autoridad escolar y familiar.
- Deseo de obtener expectativas
nuevas, placenteras o
peligrosas.
- Inclinación a experimentar
estados aparentes de bienestar
y tranquilidad.
- La aceptación pública general
del uso de productos que
modifican el estado de ánimo,
como el alcohol.
- Las presiones ejercidas por
amigos y compañeros.
- Problemas de personalidad del
sujeto.
- Deseo exagerado de
figuración, sin considerar el
riesgo.
- Deterioro de los aspectos
físico, intelectual, emocional,
volitivo, etc.; de la persona
adicta.
- Produce dependencia física,
haciendo difícil su erradicación
y poniendo en peligro la vida
del usuario.
- Produce dependencia psíquica,
la cual emocionalmente
incapacita para la acción.
- Produce cambios y lesiones en
la corteza cerebral;
alteraciones en el desarrollo
normal y anomalías en la
sexualidad.
- Altera profundamente las
funciones psicológicas, sean
receptivas, ideativas,
instintivas, volitivas y
cognitivas.
- Produce sentimientos de
insuficiencia, minusvalía e
inferioridad ante los demás, y
pérdida de la autoestima.
- Predispone al uso de drogas
cada vez más fuertes y
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peligrosas.
Como ya lo sabemos, todos los individuos no son iguales frente al consumo de
SPA; no todos los consumidores experimentales o circunstanciales la usan
sistemáticamente, ello depende de las motivaciones de los valores y
principalmente de las características de su personalidad.
V. Factores de Riesgo :
Es alarmante saber que cada vez más jóvenes y adolecentes se sumergen en
el mundo de las drogas, este ya no es solo un problema de salud, sino también
social, dado que en muchos casos la sociedad es parte del ingreso a este “mundo”;
además es uno de los problemas que ha tenido un aumento en el numero de
morbilidad.
Diferentes testimonios han revelado que existe diversos factores de riesgo
que pueden incitar al joven a inducirse en esta adicción; algunos de estos son
sociales y otros son individuales; pero, por qué es necesario detectar esto
factores, la respuesta es simple, al poder conocer acerca de estos se podrá
intervenir, prevenir y ayudar a los adolescentes y jóvenes; es decir nos permite
anticipar una atención adecuada y oportuna a fin de evitar o modificar esa
eventualidad.
El instituto de Nacional sobre el abuso de drogas de Estado Unidos ha
elaborado un cuadro en la cual se muestra que los factores de riesgo y de
protección van de la mano, porque de acuerdo en la etapa de desarrollo que se
encuentre el individuo algunos factores pueden ser mayor influyentes que en
otros. Pero que es factor de riesgo la OMS (Organización mundial de salud) ha
definido a “factor de riesgo” como todo rasgo, característica o exposición de un
individuo a que aumente su probabilidad de sufrir una enfermedad o lesión; a partir
de esta definición podemos clasificarlos en dos tipos, los factores de riesgos
individuales, relacionales y sociales.
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A. Factores de riesgo individuales:
Como se ha mencionado antes la adolescencia es la etapa donde ocurren
diversos cambios tanto físicos, psicológico y sociales, en esta etapa, también, el
adolescente se cuestiona todo lo que hace, las creencia, valores, auto conceptos,
identidad, y la relación con padres, son los puntos críticos que van a demarcar si
este joven consume o no sustancias psicoadictivas.
a) Identidad, Autoestima y Auto Concepto
Estos tres conceptos están íntimamente ligados y son estos los factores en
donde se debe tener un mejor y mayor cuidado, dado que la formación de estos
podría poner al joven en una situación de protección o no.
Auto concepto, hace referencia a la imagen que cada persona tiene de sí
misma y es el resultado de la suma, tanto de la percepción del sujeto sobre sí
mismo como de la de los demás sobre él. Por otro lado, el grado de autoestima
viene determinado por la relación entre la imagen que cada uno tiene de sí y la
que le gustaría para sí en términos de imagen ideal, por ultimo la identidad es una
confrontación con el “otro” social y esta confrontación va a dar sentido a los
símbolos que le permiten significar las relaciones que instituye y establecer, por lo
tanto, los significantes clave para construir su mundo real (Gomez & Carrasco,
2010).
Si un adolescentes poses una identidad con bases deficientes, es muy
probable que su afirmación como individuo sea difuso, carente de compromiso y
efímero, haciendo que el adolescentes este propenso a ser influenciado por los
demás. Si posee baja autoestima, en mucha ocasiones, individuo se siente
incompetente para resolver problemas, y esto provoca frustración, y algunos
18
jóvenes y adolescentes buscan a través de las drogas una alivio a la percepción
negativa de su persona.
b) El autocontrol
Está muy relacionado con en el manejo de las emociones y sobre todo con
la impulsividad; un buen nivel de autocontrol permitirá al sujeto rechazar
comportamientos que aparenten ser beneficiosos pero a largo plazo no lo son, de
tal forma que un buen manejo del autocontrol será un factor de prevención. El
autocontrol también regula la impulsividad; se define impulsividad como carencia o
déficit de evaluar las consecuencias de las acciones realizadas; un mal manejo y
control de la impulsividad puede llevar a los jóvenes a consumir drogas, esto se
bebe a la búsqueda de nuevas experiencias intensas y reconocer cuáles son sus
limitaciones.
B. Factores de Riesgo relacionales
Estos factores hacen referencia a las relaciones que establece el joven con
sus padres, con sus amigos, con los grupos pares, en el colegio, etc. por tal
motivo, estos, son los que tiene una mayor influencia en el desarrollo del joven, en
su conducta y en la formación de su autoestima, identidad y auto concepto.
a) La Escuela
La escuela es uno de los agentes de sociabilización prioritarios, donde el
joven recibirá no solo conocimientos sino que entablara relaciones amicales con
otras personas, Oñate (1987, en Laespada, Iraurgi y Aróstegi) menciona que el
19
ámbito escolar va a permitir que el adolescente y joven madure de forma
progresiva, para así poder lograr su autonomía.
A la escuela la podemos considerar con un agente de dos caras, porque
puede guiar e incentivar el rechazo al consumo de drogas, pero también puede ser
causante de que algunos jóvenes busque “liberarse” en ellas; por ejemplo, si un
joven quiere buscar nuevas experiencias y siente que ya no soporta el
aburrimiento y desea consumir drogas la escuela puede re direccionar eso motivos
a actividades sanas y culturales; pero no todos los jóvenes tiene actitudes
positivas hacia la escuela, algunos tiene actitudes negativas hacia esta; en
algunos casos esto se bebe a que no tiene un buen desenvolvimiento académico,
siente que no son apreciados por sus compañeros o no han logrado sus metas
académicas. Los estudios han demostrado que aquellos alumnos que tienen
mayor riesgo de deserción escolar, son más vulnerables al consumo de drogas.
b) Grupos pares
Los grupos de amigos son cada vez más influyentes en las decisiones y el
desarrollo tanto del adolescente como del joven, esto se debe a que el joven va a
buscar la aceptación del grupo en otras palabras buscara la sensación de
pertenencia, comprensión y reconocimiento; y por ello las acciones que el grupo
considera correctas o divertidas serán las acciones que realizara el adolescente o
joven.
El grupo proporciona información directa e indirecta sobre aquellas
conductas que son aceptadas y reconocidas en determinadas situaciones
sociales, diferentes a las que el sujeto vive en su medio familiar. El grupo
establece sus propias normas y el sujeto que pertenece al grupo debe adoptarlas
20
para ser valorado para no ser rechazado; encontramos el riesgo en las actitudes
que ha de tomar el grupo si estas son positivas será un grupo protector, pero si
son actitudes negativas es muy probable que induzcan al joven a consumir
sustancias psicoadicctivas.
Un ejemplo muy claro lo vemos en el consumo de alcohol, en nuestra
sociedad el consumo de alcohol es algo normal y aceptado, por ello los jóvenes
que consumen alcohol consiguen un nivel mayor de adaptación social frente a los
abstemios (Gómez Reino y otros, 1995; Shedler y Block, 1990; Elzo, 1994).
c) La familia
La familia es el 1ª agente social en el que se desenvuelve una persona y
esta ejerce la tarea de socializar a sus miembros y condicionar su desarrollo. En
este sentido, la familia es un ámbito privilegiado de formación de actitudes,
habilidades y valores que permitan, posteriormente, que el sujeto afronte una
etapa vital tan decisiva como es la adolescencia
Se sabe que la calidad de relación en cada familia está altamente ligada
con el consumo de drogas de los hijos, es decir el ambiente familiar es uno de los
factores más influyentes en la decisión de consumir drogas. En la encuesta
nacional realizada por Delicia Ferrando (Lima, 1992) sobre «Conocimiento y uso
de drogas en los colegios de secundaria», se obtuvieron las siguientes repuestas:
Razones para el consumo de drogas
Abandono de los padres/falta de cariño 21.4%
Problemas personales/íntimos 18.9%
Evadir la realidad 16.4%
21
Problemas familiares 12.4%
A partir de estos resultados se puede deducir que una percepción negativa
de las relaciones familiares por parte de los adolescentes aparece como una
variable constante en un gran número de consumidores En este caso, el uso de
sustancias funciona como un indicador de problemas, como una vía de escape de
un clima familiar percibido como hostil; en una familia autoritaria lo que prima es el
castigo y la obediencia por la fuerza, en este tipo de familias los adolescentes
siente que su ambiente es muy hostil, pero también en una familia permisiva
donde el adolescente puede hacer lo que desea, este siente que no le prestan
atención y por ello buscara pertenecer a algún grupo.
Según Martínez (2001), el comportamiento de cualquier persona dependerá
de las relaciones que se den en su situación familiar. En concreto, la vinculación
entre el consumo de drogas y un ambiente familiar deteriorado es tan evidente que
es difícilmente evitable considerar la familia como uno de los principales factores,
ya sea de riesgo o de protección, en la implicación de cualquiera de sus miembros
en conductas de drogodependencia.
C. Factores de riesgo sociales
Estos factores hacen referencia a un entorno social más amplio., la
estructura económica, normativa, la accesibilidad al consumo, la aceptación social
del mismo y las costumbres y tradiciones imprimen unas características que
diferencian a unas culturas de otras y por tanto afectan a la conducta del individuo
a) Los Medios de Comunicación
22
Es normal ver en la televisión la propaganda de una cerveza, estas te
hacen creer que puede sestar dentro de un grupo, que estas a la moda y que su
consumo no va traer consecuencias graves en el futuro; el consumo de drogas es
un fenómeno generalizado socialmente y cuando hablamos de disponibilidad de
drogas, nos referimos a la facilidad de hacerse con ellas, el precio y el marketing
con el que se acompañan y hacen que el producto sea atractivo para el
consumidor
Los medios de comunicación, en el caso de las sustancias legales,
minimizan los efectos del consumo a largo plazo y asocian su consumo a el logro
inmediato de efectos gratificantes; esta es la información que recibe adolescentes
de 13 años, y en algunas ocasiones los padres refuerzan estas conductas, por tal
motivo los medios de comunicación deberían de tener un mayor cuidado con las
propagandas que se presenta.
A partir de esto podemos establecer que existe una relación inversa entre la
precepción del riesgo y el consumo de sustancias psicoadictivas, a mayor
percepción de riesgo menos es el consumo, pero a menor percepción de riesgo
mayor será el consumo. Por otro lado, los medios de comunicación ejercen un
impacto evidente no sólo en nuestros comportamientos sino también en la
promoción de actitudes favorables al consumo, valiéndose de la presentación de
modelos atractivos asociados al logro de metas personales.
Entonces se puede afirmas que el riesgo de convertirse en un consumidor
de drogas involucra una relación entre el número y el tipo de los factores de
riesgo, como las actitudes, el desempeño escolar, las relaciones familiares, las
creencias y costumbres socialmente aceptadas, etc.
23
VI. Factores de protección:
Como se ha mencionado anteriormente, los factores de riesgo influyen
directamente en la conducta del consumidor de drogas; pero igual importancia
tienen los factores de protección.
La definición de factor de riesgo varia de acuerdo a los autores que abordan el
tema, vemos así que para Hawkins (1985) en Ugarte (2001) estos son factores
psicológicos o sociales que modifican el efecto de los factores de riesgo con la
intención de desestimular, evitar o neutralizarlos. (Centro de información y
educación para la prevención del abuso de drogas, 2001).
De acuerdo al tema Pérez y Mejía en 1998 definen a estos factores como aquellos
que reducen o inhiben la probabilidad de consumo de drogas. (Instituto Deusto de
Drogodependencias, 2004)
Vemos así que los factores de protección influyen en los factores de riesgo para
modificar su acción mas no los erradica previamente, es decir el promover los
factores de protección no evita la aparición de los factores de riesgo.
Vanistendael et. al. (1991) en Ugarte (2001) reconoce y realiza una división de los
factores de protección como Factores personales y sociales (CEDRO, 2001); pero
además cabe mencionar una división especial en la que se incluye a la familia
como apartado debido a sus relaciones especiales con el sujeto. (IDD, 2004)
A. Factores personales o individuales:
Se reconocen en este campo las características cognitivas y afectivas del
sujeto como factores de protección, es importante desarrollar los mismos ya
que el adolescente experimenta un cambio psicológico en el cual estos
componentes sufren una crisis que puede influenciar en el consumo.
Son pues factores muy importante el autoestima, el auto concepto y el
autocontrol ya que estos favorecerán a evitar la desviación hacia una
conducta de consumo. (IDD, 2004)
24
Rojas (2001) reconoce también la necesidad de la autoeficacia, el sentido
de pertenencia e identidad grupales y las perspectivas para construir un
plan de vida. (CEDRO, 2001).
Otra variable que favorece al sujeto es la percepción de las consecuencias
y el riesgo del consumo de drogas; es decir que el balance que realice el
sujeto sobre los riesgos y las ventajas del consumo influirá en la decisión de
consumir o no. Para ello es básico brindar al adolescente una información
correcta y realista ya que en base a esta el podrá tomar decisiones. (IDD,
2004)
Todos los factores ya mencionados servirán para reducir el efecto de los
factores de riesgo mencionados en el capitulo anterior.
B. Factores familiares :
Se reconoce a la familia como el primer medio se socialización del sujeto,
en ella el sujeto conoce la sociedad y sus estructuras que le permitirán mas
adelante ser una persona independiente e integrar plenamente la sociedad.
Es en la adolescencia donde los cambios propios de esta etapa modifican
las relaciones familiares y es necesario reforzar los factores protectores que
brinda la familia.
Entre los factores más importantes encontramos al apoyo emocional de los
padres, la comunicación abierta, una estructura familiar sin disfunciones
importantes y la cohesión familiar. (CEDRO, 2001)
Los jóvenes están expuestos a momentos de estrés diarios que pueden
variar de intensidad de acuerdo a la ocasión; los factores ya mencionados
favorecen al sujetos ya que sirven para garantizar la salud psicológica del
sujeto al mediatizar en los efectos nocivos de los estresores crónicos (IDD,
2004).
Para Bry (1996) una buena relación y cohesión familiar sin conflictos,
además de correctivos propios de la edad son importantes factores de
protección del consumo.
C. Factores sociales y culturales:
25
Pollar et. al. (1997) hallo que una correcta integración e identificación con la
sociedad resulta un gran factor de protección frente al consumo; también
encontró que un mayor rendimiento escolar e implicación con el medio
escolar son características diferenciales de los jóvenes no consumidores.
(IDD, 2004)
Finalmente se menciona la importancia de sociedades con escalas de
valores congruentes, disposición para apoyar a una juventud saludable y
redes de apoyo.
Es necesaria además la promoción de investigaciones que ayuden y
permitan reconocer los factores de riesgo y así plantear factores
protectores, esto recae en el área de prevención. (CEDRO, 2001).
Finalmente podemos comprender que las diversas dimensiones de los factores de
protección se relacionan para así poder cumplir efectivamente su función. Solo
con la correcta información e intervención se podrán potenciar estos factores para
disminuir el riesgo de el consumo de sustancias psicoactivas en jóvenes.
VII. Programas de prevención:
Según el Ministerio de Educación (1999) es un programa de carácter psicosocial
porque da importancia al comportamiento de la persona y es un programa de
carácter formativo porque sus acciones influyen en las motivaciones, las
actitudes, los valores y la facultad de las personas para enfrentar problemas.
Cabanillas (2012) menciona que actualmente estos programas incorporan
acciones y estrategias orientadas a reducir el mayor nivel de influencia de
estresores ambientales, aumentar la percepción de riesgo, el desarrollo adecuado
de competencias socio afectivas y habilidades para eliminar o reducir las
influencias sociales. De este modo, Cabanillas concluye que “se enfatiza la
aplicación de estrategias encaminadas a desarrollar mejores competencias
parentales y estilos de crianza en la familia, y la promoción de procesos de
organización e involucramiento de la comunidad para la resolución de problemas
como el del consumo y comercialización de drogas”.
26
A. Tipos de prevención
Según CEDRO (2010) actualmente se usa con más frecuencia la clasificación
operacional de prevención de las enfermedades de Gordon: prevención,
tratamiento y mantenimiento, donde la categoría de prevención se subdivide en
tres:
Prevención Universal: Está dirigida a la población en general y se lleva a cabo
mediante la promoción de la salud para crear conocimiento y orientar sobre la
problemática del consumo de sustancias y para las formas de prevención.
Prevención Selectiva: Se enfoca a desarrollar intervenciones para grupos de
riesgo específicos, por ejemplo: hijos de alcohólicos, reclusos, menores
infractores, víctimas de violencia doméstica y abuso sexual, niños con problemas
de aprendizaje y/o de conducta, etc.
Prevención Indicada: La intervención se dirige a grupos de la población con
sospecha de consumo y de usuarios precoces o experimentales, o de quienes
exhiben factores de alto riesgo que incrementan la posibilidad de desarrollar la
adicción.
En tanto, las acciones preventivas deben poner especial énfasis en alentar el
fortalecimiento de valores y habilidades básicas para una convivencia saludable y
armónica, en este sentido, la familia y la escuela son contextos básicos de
intervención; sí se hace indispensable conocer la naturaleza de los factores que
en cada uno de tales ámbitos deben potenciarse para formar adolescentes y
adultos responsables y equilibrados que no dejan espacio para el consumo de
drogas u otras actividades de similar naturaleza (CEDRO, 2010).
B. Centro de información y educación para la prevención del abuso de
drogas (CEDRO ),
Es una institución peruana, privada sin fines de lucro creada el 20 de mayo de
1896. Su objetivo es promover la información y la educación sobre la problemática
27
de la drogadicción en el Perú, destacando sus causas y consecuencias, para
contribuir a la prevención del uso y abuso de drogas (Quintana, 2000).
CEDRO enfoca su trabajo en una amplia estrategia de prevención basada en la
creación de conciencia en todo el país. La organización pone énfasis en aquellos
grupos poblacionales de mayor vulnerabilidad al problema de las drogas tanto en
áreas urbanas, rurales y zonas cocaleras. Estudios de consumo, opinión,
percepciones y valores, constituyen un mapa capaz de guiar el trabajo y las
prioridades en el mismo (CEDRO, 2010).
CEDRO (2010) cuenta con diversos programas de prevención, tales como:
- Programa de atención integral de niños, niñas, y adolescentes trabajadores:
Este trabajo tiene como objetivo contribuir a desarrollar en este sector de la
población habilidades y competencias para el estudio, y fortalecer su
autoestima y desarrollo personal, lo que les permitirá tener mayores
probabilidades de éxito en la escuela y en su vida diaria. Este programa
benefició a cerca de 600 niños, niñas y adolescentes trabajadores de diez
distritos de la capital.
- Programa “Prepárate para la vida”: El programa trabaja en Lima, Callao,
Trujillo e Iquitos y busca atender a 10,500 niños, niñas y adolescente
involucrados en el trabajo formal e informal o que estén en riesgo de
estarlo. La estrategia para lograr su objetivo es mejorar la calidad educativa
y lograr reducir el ausentismo y la deserción escolar.
- Trabajo en centro educativos proyecto” cultura de la legalidad”:
Se desarrollan acciones orientadas a la prevención del consumo de drogas
y otras conductas de riesgo (depresión, suicidio, anorexia, bulimia,
autoagresión, violencia intraescolar) en la población estudiantil de centros
educativos públicos y priva- dos; así como a promover la calidad educativa
en éstos.
- Acciones con los ministerios de educación y salud:
Se han apoyado las acciones preventivas de los ministerios de educación y
salud, extendiendo a la comunidad contenidos preventivos sobre drogas a
28
través de acciones de prevención que aprovecha las experiencias
nacionales e internacionales en educación sobre drogas.
-Acciones en universidades:
Organización de cursos de capacitación en programas de prevención,
talleres y cursos en Universidades. CEDRO brinda los servicios del Centro
de Documentación a docentes y estudiantes que lo soliciten.
- Programa “Lugar de escucha”: Servicio destinado a brindar orientación y
consejería psicológica a personas que requieren apoyo para trabajar la
adicción a sustancias psicoactivas y otras adicciones no tradicionales.
Asimismo existen acciones en radio, televisión, prensa escrita y ediciones que
solicitan información permanente acerca de las problemática de las drogas
(CEDRO 2010).
C. Programa de prevención al consumo de drogas y rehabilitación del
drogodependiente (DEVIDA)
DEVIDA avanza en el objetivo de suministrar información y hallazgos
sistematizados de gran utilidad, tanto para valorar racionalmente el nivel al que ha
llegado el uso de drogas, como para elaborar políticas y programas. Desarrolla un
sistema de coordinación multisectorial y promociona una cultura de salud libre de
drogas estableciendo alianzas estratégicamente con instituciones y organismos
nacionales como la Policía Nacional a través de DIRANDRO, El ministerio de
salud de DIGEMID, SUNAT-ADUANAS, Ministerio Público, PRODUCE, todas
ellas lideradas por DEVIDA que preside el Comité Interinstitucional de drogas
sintéticas (DEVIDA, 2010).
En tanto, cabe resaltar que según Caravedo (2006) existen distintos tipos de
tratamiento con objetivos y metodologías distintos, aunque cuyo fin último es
similar, es decir, lograr que la persona mejore su calidad de vida, profundizando
en distintos aspectos de la persona e identificando aquellos que podrían funcionar
de mejor manera, así tenemos:
El Tratamiento por medio de lo psicofarmacológico
29
En el caso de adolescentes adictos a sustancias psicoactivas, el tratamiento
inicial consiste en aliviar los síntomas de abstinencia y tratar la conducta adicta.
Sin embargo puesto que las personas adictas suelen tener otros problemas de
salud mental, de manera simultánea se trata estos otros, por ejemplo síndrome de
atención deficitaria e hiperactividad, agresividad agresiva, depresión, trastornos
de ansiedad.
El Tratamiento cognitivo- conductual
Según Rodríguez (citado por Caravedo, 2006) en el caso del tratamiento con
consumidores adictos a sustancias psicoactiva, generalmente se inicia con una
fase motivacional, en el cual se promueve que la persona perciba que tiene un
problema. Para ello se, plantean preguntas de reflexión a la persona en relación a
su situación y los aspectos positivos y negativos del consumo. Asimismo, se busca
generar discrepancias entre las ideas de la persona y lo que ésta espera del futuro
o sobre la concepción que tiene de la enfermedad.
Finalmente Caravedo (2006) propone un diseño de programas alternativos como:
El arte y el juego, espacios de expresión y prevención, psicodramas, artes
plásticas y espacios de discusión libre.
VIII. Situación De Consumo De Sustancia Psicoactivas En El Perú
Se han realizado diferentes estudios epidemiológicos para tratar de conocer los
cambios que ha sufrido el consumo de drogas a lo largo de las últimas décadas. A
partir de ellos puede afirmarse que en el Perú el uso de sustancias psicoactivas ha
seguido una dinámica muy similar a la observada en otros países del hemisferio
occidental.
Sin embargo, existe una particularidad relacionada con 2 hechos: a) El Perú es un
país donde la hoja de coca ha sido usada desde tiempos remotos como
estimulante, en ceremonias religiosas y como elemento vinculante en las
30
relaciones sociales; y b) Se trata de un país donde se produce cocaína la cual se
destina a los mercados interno y externo.
La hoja de coca es el insumo del cual se extrae el alcaloide cocaína, sustancia
que posee un elevado potencial adictivo y que ha llegado a ser una de las drogas
ilegales más ampliamente difundidas a nivel mundial, habiéndose convertido en un
grave problema social y de salud. La magnitud de la producción y consumo de
cocaína en el Perú ha hecho que el problema de las drogas en pocos años haya
pasado a ser un elemento central de la dinámica general de la sociedad.
La cocaína tiene un fuerte impacto en la salud pública, la economía, la ecología y
la política del país, contribuyendo al proceso de desintegración que se vive. Por
ello, cuando se habla de problemas de drogas en el Perú, de lejos el problema
más importante es el de la cocaína en sus formas de pasta básica de cocaína y
clorhidrato de cocaína; incluyendo la producción, exportación y consumo de dichas
drogas.
En el caso de las drogas cocaínas, el problema va mucho mas allá del de una
mortalidad elevada y una adicción severa a nivel individual pues dicha droga ha
llegado a comprometer la estabilidad del estado, desencadenando o al menos
acelerando enormemente, importantes procesos de desintegración en diversos
aspectos de la vida nacional.
En realidad, las verdaderas raíces de esta situación comenzaron a tomar forma
hace mucho tiempo cuando el Perú pasaba a convertirse en una sociedad urbana
que abandonaba el analfabetismo y comenzaba a integrarse con el resto del
mundo a través de los medios de comunicación, proceso que ha continuado hasta
hoy en el denominado ‘proceso de globalización’.
Desde inicios de los años 50, la sociedad peruana enfrentó importantes y masivos
procesos migratorios del campo a la ciudad. Las poblaciones migrantes llegaban a
las zonas urbanas de manera desorganizada, abandonando sus estructuras de
31
soporte originales, presentando graves dificultades para integrarse completamente
a los patrones de la sociedad occidentalizada.
El estado no contaba con medios para atender a tan grande masa poblacional en
cuanto a asegurarles condiciones de vida dignas, proporcionarles medios de
trabajo o al menos brindarles seguridad. Esto obligó a vastos sectores de la
población a generar estrategias de supervivencia al margen de la sociedad formal,
ocasionando además una creciente desconfianza hacia los organismos
encargados de legislar e impartir justicia.
El proceso de cambio en que se encontraba la sociedad peruana precipitó y
favoreció las actividades asociadas a la producción de drogas: Loa agricultores
encontraron en la coca un eficaz medio de subsistencia pues vendían toda su
producción rápidamente. El problema comenzaba.
A. Percepción Del Problema
Dentro de la problemática de las drogas en el Perú, existen diversos aspectos
involucrados en la cadena oferta-demanda de éstas, principalmente, en lo que
concierne a las drogas de consumo ilegal, las cuales están involucradas en toda la
cadena del narcotráfico.
En cuanto a las opiniones de los líderes peruanos respecto a las drogas, un
estudio realizado por CEDRO (Castro y Zavaleta) mostró que la quinta parte de
ellos (21.8%) considera al problema de las drogas (consumo y narcotráfico) como
uno de los más importantes del país, ubicándolo en el quinto lugar después de los
problemas económicos, educación y cultura, sociales, y crisis de gobierno. Otros
problemas importantes mencionados son el terrorismo y la inmoralidad. Asimismo
más del 90% de los líderes se oponen a la legalización de la cocaína y PBC, y el
75% se opone a la legalización del uso de la marihuana. La población de 12 a 64
años percibía en setiembre 2004, como principales problemas del país a los
económicos (pobreza y desempleo, 88.9%), crisis de gobierno o mal gobierno
(44.7%) y drogas (37.5%), violencia y terrorismo (34.3%), falta de educación y
cultura (33.4%) e inmoralidad y corrupción (25.7%). El 91.8% de los peruanos de
32
12 a 64 años entrevistados en sus hogares, se opone a la legalización del
consumo de las drogas en el Perú. (Zavaleta, Maldonado, Romero y Castro 2004)
El más reciente estudio de opinión de jóvenes universitarios realizado por CEDRO
(Zavaleta 2004) en una muestra de universidades públicas y privadas de la ciudad
de Lima, mostró que los estudiantes universitarios reconocen el incremento del
consumo de drogas en el país. El 84.4% de jóvenes opina que el problema de las
drogas ha aumentado; el 14% considera que permanece igual y tan solo el 1.7%
percibe que el consumo de drogas ha disminuido. El 63% considera que el
consumo drogas es un serio peligro para los estudiantes. El 40.7%, y la mitad de
los estudiantes universitarios encuestados a opinó respectivamente que el
consumo de drogas aumentó o se mantuvo igual en su universidad durante el
último año. (Zavaleta 2004). La última encuesta nacional aplicada a los jóvenes
peruanos (Cedro 2001) mostró que ellos consideran que el problema de las
drogas era el tercero más importante del país (7.5%) después de los problemas
económicos (pobreza y desempleo) que alcanzaron el 77.3% de las opiniones en
primera mención de respuestas múltiples.
Adicionalmente, es posible apreciar que la mayor parte de jóvenes peruanos
considera que las drogas más peligrosas son las de tipo cocaínico: clorhidrato
(27.9%) y PBC (16.6%), seguidas por la marihuana (18.5%) y la heroína (114.4%).
Asimismo, opinan que las drogas legales o sociales son las menos peligrosas:
alcohol (3.7%) y tabaco (2.0%), seguidas por la hoja de coca (1.2%). Para los
universitarios en cambio, las drogas más peligrosas son la PBC (23.2%), el Opio o
la Heroína (19.2%), el éxtasis (16.3%) y el clorhidrato de cocaína (14.7%).
Para los estudiantes universitarios, la marihuana es considerada la droga más fácil
de conseguir (70.5%), seguido del éxtasis (fácil, 39.3%). Las drogas cocaínicas
también son consideradas como fáciles de conseguir por los estudiantes (PBC:
26.8%, cocaína clorhidrato: 21.3%). Los opioides son considerados como difíciles
de conseguir (67.7%) así como las sustancias químicas (53.8%) (Zavaleta 2004)
33
B. Microcomercialización De Drogas Y La Aparición Del Delivery
Como se sabe, la mayor parte de la droga producida en el Perú es exportada a los
Estados Unidos, crecientemente a Brasil y algunos países europeos a través de
rutas en el Caribe y Centroamérica, mientras un porcentaje significativo de la
producción permanece en el país, siendo transportada y comercializada al
menudeo en las zonas urbanas cuyo principal destino es la ciudad de Lima.
CEDRO realizó en colaboración con ONUDD y UNICRI, un estudio sobre el
mercado global de las drogas ilegales en la ciudad de Lima. Dicho estudio mostró
que una vez en la ciudad de Lima, la droga es manejada por intermediarios
llamados ‘proveedores o abastecedores’, cada uno de los cuales abastece a un
grupo de microcomercializadores en algún sector de la ciudad (CEDRO: Castro de
la Mata et al, 2000).
Sin embargo, tales vendedores intermediarios no llegaban a establecer
verdaderos monopolios en la ciudad. En realidad suelen existir varios
abastecedores, que sin ningún inconveniente proveen de droga al mismo
microcomercializador. De esta manera puede afirmarse que en la ciudad de Lima
existe una economía de drogas basada en el libre mercado, sin la presencia de
grupos organizados como suele ocurrir en otras latitudes.
Los consumidores en Lima son abastecidos por una multitud de
microcomercializadores que usualmente administran cantidades que no exceden
unas decenas de gramos. Los microcomercializadores o también llamados
«paqueteros», a su vez son proveídos por traficantes mayoristas que suelen
manejar entre 10 y 20 kilogramos de droga como máximo.
Se sabe hoy que la mayoría de los microcomercializadores suele ganar entre 100
y 200 dólares americanos por mes. Asimismo, existe evidencia que da cuenta de
redes que manejan una infinidad de pequeños negocios informales. Sin embargo,
al no existir un grupo o unos pocos grupos que regulen la venta de drogas en la
ciudad de Lima, salir del negocio sin temor a las represalias es tan fácil como
34
entrar en él. En el anexo1 se presenta una relación de los principales puntos de
venta y consumo de drogas cocaínicas en Lima y Callao.
Tomando como base la información de los consultantes consumidores de drogas
cocaínicas, se ha determinado que el peso de 1 ‘kete’ (unidad de venta) de PBC
oscila entre 0,16 gr. y 0,25 gr. en la actualidad este puede llegar a costar 0.30
centavos de nuevo sol. Estos «ketes» se comercializan en forma de ‘liga’, que
contiene entre 8 y 10 unidades o ‘liga grande’, que contiene hasta 20 «ketes». En
el primer caso puede costar entre 3 y 4 nuevos soles; en el segundo, entre 5 y 10
nuevos soles respectivamente. La amplia disponibilidad de drogas en la ciudad de
Lima y el Callao ha hecho que en muchos lugares sea posible adquirir 3 ó 4 ketes
de PBC desembolsando un nuevo sol.
Los involucrados en el negocio de la droga suelen tener buen conocimiento de la
legislación sobre la materia, sin embargo, esto no les impide continuar con sus
actividades ilegales. Por el contrario, tales personas emplean las normas para
evitar ser encausados. Por ejemplo: sabiendo que para ser considerado
microcomercializador se requiere que la cantidad de droga incautada exceda los
100 gr. de PBC, los vendedores jamás tienen en su poder cantidades mayores, de
tal manera que al ser detenidos alegan que la sustancia es la dosis que requieren
para su consumo personal. Se sabe que los vendedores nunca llevan la
mercancía en sus prendas ni la guardan en sus domicilios; más bien emplea casas
de refugio o mantienen la droga en escondrijos de donde la sacan solo cuando la
venta ha quedado saldada. Esta conducta guarda relación con el hecho que la
policía especializada tiene la presunción de que la droga encontrada a diez metros
a la redonda del lugar donde se encuentre el vendedor, le pertenece a éste.
C. Modalidades De Venta Y Consumo:
Dentro del contexto de la microcomercialización de las drogas cocaínicas y otras
sustancias existe una serie de mecanismos para distribuir las mismas. La venta
callejera es la modalidad más tradicional; siendo la venta a domicilio («delivery»)
una de las modalidades que en los últimos tiempos se ha intensificado. En este
35
caso el adicto sólo requiere de hacer una llamada telefónica para que el «dealer»
(proveedor) le lleve la droga a donde desee; esta modalidad de compra
regularmente es usada por los consumidores de estratos sociales medio-alto y alto
con cierta disponibilidad de dinero. Bajo esta modalidad, cabe informar, también
se expenden drogas sintéticas (éxtasis, ketamina, PCP, LSD, etc.)
En el caso del consumo de la PBC habitualmente los «pastómanos» consumen la
droga en lugares variados; sin embargo, los «fumaderos» o «huecos» han sido y
son los lugares de predilección, dado que son sitios (casas y terrenos
abandonados), donde el adicto puede consumir la droga sin ser molestado.
Normalmente son espacios de difícil acceso para los no usuarios, dado que hay
gente de mal vivir, delincuentes y reducidores que habitualmente protegen a los
adictos de la policía y de sus familiares con el fin de no poder ser interrumpidos e
identificados. Ello no invalida el hecho que muchos otros adictos a la PBC no
consuman la sustancia en las azoteas o techos y habitaciones de sus casas,
calles, parques, automóviles y hostales.
El clorhidrato de cocaína por su parte puede ser consumido en los lugares ya
mencionados; sin embargo, existen ciertos lugares atípicos como es el alquiler de
domicilios o habitaciones que pasan desapercibidos por la policía, donde los
adictos pueden ingresar a consumir por horas y a veces por días. También el
alquiler de habitaciones de hostales y hoteles suelen ser lugares frecuentados
para el consumo.
El año 2010 CEDRO presentó los resultados del estudio denominado
‘Epidemiología de Drogas en la Población Urbana Peruana 2010. Encuesta de
Hogares’, donde se mostró los resultados de la aplicación de encuestas a
hombres y mujeres entre los 12 y 64 años en Lima Metropolitana y 12 ciudades
del país (Piura, Trujillo, Ica y Tacna en la costa; Huancayo, Arequipa, Ayacucho y
Cusco en la sierra; y Pucallpa, Iquitos, Tarapoto y Tingo María en la selva).
Para realizar el estudio se seleccionó 1,200 viviendas en Lima Metropolitana y 400
viviendas en cada ciudad del interior del país, totalizando 6,000 viviendas a nivel
36
nacional. Los encuestadores buscaron encuestar a 2 residentes entre 12 y 64
años de cada vivienda seleccionada, permitiendo que la muestra final estuviera
conformada por 10,122 personas que informaron voluntariamente acerca de su
consumo de drogas legales e ilegales.
Los resultados permitieron establecer diferencias en el consumo de drogas
sociales e ilegales según variables tales como sexo, edad, nivel de instrucción y
lugar de residencia; así como información sobre variables epidemiológicas de
consumo (prevalencia e incidencia por ejemplo) pero también edades de inicio,
oportunidades de consumo y otras variables consideradas como factores de riesgo
y protección.
37
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