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8/3/2019 Rolling Stones Social Club - Jaime Bedoya
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ARTICULO 3 de octubre de 2002
Rolling Stones Social ClubEn vivo, el concierto de los Rolling Stones en el Madison Square Garden deNueva York.
Escribe, desde Nueva York, JAIME BEDOYA
PERSONAS que nada esperan de mucho se renen en el bar ms antiguo de
Nueva York. El lugar se llama Fanelli, venerable bebedero instalado desde
1872 en la esquina de las calles Prince y Mercer incomodando la levedad de
SoHo. Una de estas personas llega desde Madrid con una historia que slo
necesita ser contada a medias. El resultado evidente es algo hecho aicos.
Veteranos Richards y Jagger desafan al pblico. Como si no hubieran pasado los aos.
Su interlocutor nada tiene que agregar: se siente en casa en esa zona cero
emocional ajena. Maana estarn en el regreso de los veteranos Rolling
Stones al Madison Square Garden, evento que una ciudad an horrorizada por
la convivencia con miles de cadveres pulverizados en el atentado contra lasTorres Gemelas es tomado con escepticismo contradictorio. En internet el
http://www.caretas.com.pe/index.htmlhttp://www.caretas.com.pe/index.html -
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precio de reventa de las entradas ha llegado a los diez mil dlares. Al mismo
tiempo algunas preguntas flotan en el ambiente. Uno, se supone que adultos
mayores ingleses son la encarnacin del rock and roll? Dos, a alguien le
importa? Una ancdota digresiva sugiere una teora complementaria: la ta de
alguien, budista andaluza, se acerca al lecho de muerte de un familiar ya en
coma y le recomienda: la luz blanca. Paco, coge la luz blanca. El vino del
Fanelli revela la posibilidad de que en la msica, en el concierto, se busque
alguna variante de aquella luz blanca, si es que existe. Indicios hay: varias
tardes seguidas de noviembre del 89 escuchando repetitivamente Beast of
Burden (1978) en la rockola de un hotelito de Miami bebiendo cerveza con
quien sera la portadora del 50% de la informacin gentica de mi
descendencia; das de certera luz blanca. Luego, en tpicos ms terrenos se
especula, dadas las caractersticas cronolgicas del evento, acerca de la
reventa de Viagra en la puerta del Madison.
En ese noviembre del 89, siendo las cinco de la tarde de un martes en la
desabrida capital latina de Florida, tres peruanos omos a los Stones tocando
Ruby Tuesday (1967) slo para nosotros. El grupo ensayaba para su concierto
del Orange Bowl, era el tour Steel Wheels, y la feliz insistencia de Cucho nos
llev a pulular alrededor del coloso de Dade toda la tarde. El sol cay con el
still I am gonna miss you final de la cancin. Acabado ese momento
interpretado como mgico por los forasteros, Jagger se apareci caminandocual mortal bpedo implume. Cucho lo abord -Mick, remember Iquitos?!-
refirindose a su aparentemente improductiva estada cuando vino a filmar
Fitzcarraldo, participacin que fue editada de la pelcula. Jagger reaccion al
toponmico amaznico y magnnimo grit yeah! Con la complicidad de
recordar algo malo pero bueno. Tres posibilidades: o eran los juanes, la
cocana o Monique Pardo, supuesta protagonista de un encuentro del que slo
da fe un leo de los dos juntos que lleva toda la factura de la escuela pictrica
del parque Kennedy. Antes, en 1969, Mirko Lauer y Jess Ruiz Durand lo
haban encontrado en la habitacin 428 del Hotel Bolvar empacando un
vestuario cromticamente inverosmil con la pulcra dedicacin de una escolar
britnica. Los indios peruanos, al mejor estilo Eliane Karp, eran la mayor
preocupacin manifiesta por Mick aquel da frente a la plaza San Martn. El
relato del encuentro termina con la amable versin de que el Bolvar se
negaba a servirle almuerzo a los dos Stones que ah se alojaban, no se
especificaba por qu, y que tras una serie de llamadas a la Embajada Britnica
fueron invitados a abandonar el hotel. Se fueron al Cuzco, aun ms cerca al
Huallaga.
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El otro Stone era Keith Richards, encerrado en la habitacin 403 con una
mujer y diciendo que el no reciba periodistas ya que en fin una mujer era una
mujer.
Charlie Watts, Mick Jagger, Ron Wood y Keith Richards. El tournorteamericano de los Rolling Stones se inici en Boston.
El CBGB, 315 Bowery, es una de las matrices incontestables del rock
neoyorquino. De ah salieron The Ramones, Blondie, son The Police cuando
en Inglaterra no eran nadie. Esta noche de setiembre del 2002 hay una buena
noticia y una mala noticia en el CBGB. La buena es que su mojito est a la
altura de su reputacin, una viril dosis de ron se asocia poderosamente con el
aroma benefactor de la hierbabuena. La mala es que hoy es la noche de rock
latino. Es menester conocer el bao, legendario locus amenus de los ms
notables momentos del rock, invariablemente asociados al vigoroso alivio de
la vejiga. Llegar supone pasar detrs del escenario y los camarines, junto a
trajinados sillones rojos donde Joey Ramone haca la siesta. Tom asiento y
cogi un par de baquetas para tamborilear el agreste ritmo que brota de los
amplificadores. El bajista de Treme a tu Chingada Madre, 180 kilos calculo,
dice guey, quires tocar? El mojito lo impide. Le pregunt por los Stones y
se re. No estaban muertos esos cabrones? En esta ciudad de ocho millones
de habitantes el primer vagn del metro es conocido como el vagn de los
solteros. A esas horas de la madrugada los solteros son dos chicas de
Brooklyn borrachas, gente cabizbaja y un chino barbado que habla solo,
advirtindose a s mismo que no siga.
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El vodka con jugo de naranja inunda los bares de la 7ma avenida. Los fans
coinciden en un espontneo ritual etlico, es el trago favorito de Keith
Richards. En la puerta del Madison el sobrepreciado merchandising se vendecon furia capitalista a un pblico multigeneracional. Los Stones ya no son una
banda, son una corporacin. Desde la gira del 89 hasta la fecha han recaudado
1.5 billones de dlares. El cerebro detrs de la red de empresas holandesas que
maneja sus negocios es el Prncipe Rupert Zu Lowenstein, banquero del grupo
desde hace ms de treinta aos que en estos momentos debe estar contando
marcos, cambiando yenes, pensando dlares. Sir Michael Philips Jagger, no en
vano ex alumno del London School of Economics, guarda en estricto
seguimiento a la caja. El y Charlie Watts manejan la provechosa venta de
merchandising. A Keith Richards cuando le preguntan cmo maneja elnegocio l muestra las manos y dice esto es el negocio.
Sin ningn gran xito en 20 aos y compitiendo con bandas que escuchan sus
hijos, los multimillonarios rockeros siguen siendo esforzados baluartes de los
valores contestatarios. Es por la msica que hicieron y por la vida que hacen, a
pesar de la edad y la fortuna, que es lo que suele amansar a las fieras y hacer
caer el pelo. Mick, calculador y sensualizado, mantiene una cintura de 29
pulgadas y lleva una vida sentimental predatoria, justicieramente resumida en
una frase de su chofer: Mick sin mujeres es como huevos sin tocino. Richards,
hijo de un obrero ingls, nunca ha tenido otro trabajo que no haya sido el detocar guitarra en esa banda.
Dentro del Madison empieza una masiva combustin de cannabis sativa,
produciendo un humo de segunda mano de primera del que Teresa Ocampo,
por la tremenda horneada, estara orgullosa. Chrissie Hynde, la nica
Pretender original pues el resto est muerto y el baterista en Londres,
demuestra que ella tambin ha sabido envejecer con gracia. Esbelta y ruda
canta Brass in Pocket (1979) convenciendo a todos que es especial, theres no
onle like me. La nativa de Ohio se gana la locala cuando invita a un
neoyorquino notable a acompaarlo en la segunda guitarra. John Mc Enroe,otro que no sabe perder, cambia la raqueta por una Fender Telecaster y hace
los honores.
Al apagarse las luces la anticipacin reverbera y la horneada se hace smog.
Keith Richards acaba de abandonar el Campamento Rayos X, as llama a su
camerino, y sin dejarse ver desafa al pblico con los primeros riffs de Street
Fighting Man (1968). -Es hora de hacer una revolucin en Palacio!, grita
Jagger en inadvertida coincidencia con la doctrina etnocacerista de Ollanta
Humala y empieza el concierto. A sus 59 aos y calzado sobre un par de NikeAir Essentials II con la suela pulida a su gusto para la traccin ideal, empieza
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un baile que solo acabara dos horas y pico despus. Charlie Watts, inmutable,
es el nico que acta acorde a su edad, 61 primaveras.
Truman Capote, odiado por toda la banda en la gira del 72, bailaba sin gracia
en el backstage del Madison entonces. Jagger tena 29 aos. Ahora Capote,
adems de finado, es un retrato de ojos inyectados que cuelga en el
Metropolitan en la exposicin de Richard Avendon. Otros grandes momentos
del Madison: 1971, pelea Ali - Frazier. 1974, ltimo concierto de Lennon.
2002, desaparece libretita Minerva de apuntes. Los sobrevivientes del 72 aqu
presentes tienen al pblico erizado con una impecable versin de Honky Tonk
Women (1970) que se apoya en gigante pantalla digital donde se proyecta el
dibujo tipo anime de una joven semidesnuda que monta cual rodeo, una
lengua chcara y carnosa. La lengua, digamos crece, a la mujer no la baja
nadie de ah, hasta que se la come y escupe sus zapatos. Ron Wood tiene una
mini cmara en la guitarra y enfoca a Richards lamindose los labios. Luegose ve a Jagger boqueando pero sin detenerse. Tienen que haberse metido algo,
especula el respetable.
Keith Richards, hijo de un obrero ingls. Toda una vida con la guitarra y labanda. Der.: De aqu salen los cantos rodados.
Las luces bajan y sin mayor aviso cambia la atmsfera hacia el amable reposo
de la balada, siendo Wild Horse (1971) cantada ms por el pblico que por el
cantante sexagenario. Este necesita el primer cambio de vestuario y deja a
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Richards, Sinatra del Apocalipsis, a cargo del micrfono. Cruces de alta le
cuelgan del pelo.
Ejecuta cada riff con exacto manejo de los silencios, decidindolos con un
movimiento de ambas muecas similar al de los chamanes cuando curan el
mal de ojo.
Are you having a good time? Are you having a good good good time?, Jagger
reaparece provocando al pblico, moviendo el culo a discrecin, llevando a la
prctica aquello de que mientras hay vida hay esperanza. La guitarra inicial de
Start me Up, irnicamente compuesta originalmente como reggae, enciendo
todo de Nuevo.
Contina una demolicin: Jumping Jack Flash (1970) y Satisfaction (1965),
demo de Richards que se hizo hit y que segn dice su autor slo Otis Reddinginterpreta como debiera ser. Luego de media hora de euforia ahumada dejan
los instrumentos y desfilan por una pasarela hacia el centro del recinto. Jagger
saca una armnica y los ingleses se ponen a tocar blues. Lo mejor de John Lee
Hooker y Muddy Waters, finalmente de una de sus canciones sacaron el
nombre del grupo en 1962 (!). Rematan con Shattered (1978), Brown Sugar
(1971) y dicen muchas gracias, buenas noches y se van.
Nadie se mueve. A los siete segundos se apagan las luces y suena la
inconfundible percusin de Simpathy for the Devil (1968). Las luces regresan,
todas de rojo, y una gigantesca lengua de fuego aparece detrs de ellos. Diezminutos de feliz infierno. Luego despedida formal, y en quienes hacen la
reverencia, el rock todo se resume en cuatro amasijos de sangre, msculos y
rganos sometidos durante cuatro dcadas al uso y abuso de sexo, drogas y
rock & roll. Bueno, al Sr. Watts no se le ha movido un pelo. Cuando un
bluesero o un sonero envejecen se convierten en maestros. Cuando lo hace un
rockero es un Stone.
Afuera la lluvia era diluvio. La digestin era doble, musical y toxicolgica. La
marquesina del Madison ya anunciaba el cruel concierto del da siguiente:
Enrique Iglesias y Paulina Rubio juntos, hasta la inminente resaca se hacapreferible. En el nico deli de Times Square abierto a esa hora un vino spero
ayudaba a pasar el buen rato. Saliendo del lugar el paraguas de un dlar
apenas protega del aguacero, la ropa pesaba por el agua. Ah se revel una luz
enceguecedora, destello improbable en medio de la noche. La luz blanca
finalmente. Era el reflejo del nen insomne de Times Square sobre un charco
de agua de lluvia. El rasgueo inicial de Beast of Burden (1978), la batera de
Watts esperndolo, se dej escuchar en toda las ciudad, zigzagueando las
notas entre los rascacielos. O fue eso o haban truenos, imposible saberlo.