Download - Historia Del Municipio Araure
historia del municipio araure
Historia fundadora[editar]
Como la villa de San Carlos de Austria quedaba a más de veinte leguas del punto donde querían
asentarse los misioneros de la zona escogida, la Villa de Nuestra Señora del Pilar de Zaragoza
de Araure, surge a consecuencia de la necesidad que tenían de proveerse de escoltas para que
los acompañaran en sus desplazamientos y en sus recorridos evangelizadores.
Durante un viaje que hace a España el misionero capuchino, fray Ildefonso de Zaragoza, en 1692,
presentó al rey un memorial y solicitud para fundar una villa que diera resguardo y sostén a los
diferentes pueblos indígenas que se asentaban en aquella extensa región llanera. Después de que
elConsejo de Indias estudiara el caso, informó favorablemente y por Real Cédula expedida el 15 de
junio de 1692, el rey dispuso que de acuerdo con el gobernador de la Provincia de Caracas, el
obispo y el Prefecto de las Misiones, resolvieran lo conveniente a la petición de fray Ildefonso.
Atendiendo a la justa petición, el capitán general de la Provincia de Venezuela, comisionó al
sargento mayor, José Ramírez de Arellano para que acompañado de fray Ildefonso de Zaragoza,
escogieran el sitio idóneo para la ubicación de la villa.
La selección que se hacía entonces para la ubicación de un pueblo, estaba condicionada por una
serie de factores favorables que dieran salubridad y comodidad a los vecinos que iban a ocupar el
pueblo, como era el emplazamiento en sitio soleado, la cercanía de un río para abastecerse de
aguas y pescado, bosques cercanos para abastecerse de leña y caza, además de que se contara
con adecuadas tierras de labor y pastos cercanos para la ganadería. Recorrida la zona por ambos
y algunos vecinos más que conocían aquellos parajes, se decidió levantar la villa al lado de
la Quebrada de Armo que, en aquella época, satisfacía las diferentes necesidades de los nuevos
vecinos. En el sitio escogido, se plantó una gran cruz de madera.
Se nombra a José García Campero teniente y justicia mayor y se le encarga hacer las diligencias
para buscar a los nuevos vecinos de la villa. En pocos días, García Campero logra reunir 42
vecinos y a comienzos de enero de 1696, se daba inicio a instalaciones que provisionalmente
dieran cobijos a los vecinos. Teniendo en cuenta García Campero que el sitio escogido para la
fundación en 1694 en Quebrada de Armo no llevaba agua permanentemente,decidió establecer a
principios de aquel año a un lugar más cercano, situando las márgenes de la quebrada de Araure,
donde está el actual emplazamiento, próximo a la ciudad de San Miguel de Acarigua.
La decisión de García Campero suscitó enfrentamientos con los vecinos de Acarigua, quienes ya
explotaban aquellos predios, conservando sembradíos y hatos ganaderos. En consecuencia, los
de Acariguapresentan sus quejas ante el Capitán General para que tomase medidas necesarias
para dirimir diferencias limítrofres. A tal efecto, para solucionar el conflicto, el Capitán General
envía al corregidor, don Francisco Adán Granados quien dictará los primeros límites de Acarigua,
la cual con el tiempo se constituyó en Parroquia Eclesiástica de Araure hasta 1875. Como
consecuencia del conflicto se decidió la mudanza del pueblo de Acarigua para un nuevo sitio, entra
las quebradas Chipa y Bumbí. Los acarigüeños desconocieron este mandato y en el lugar escogido
se fundó el pueblo de Píritu, mientras Araure siguió ocupando el mismo lugar que había escogido
García Campero en 1696.
Historia emancipadora[editar]
Al fracasar las fuerzas patrióticas en Barquisimeto el 10 de noviembre, Bolívar se retira a Valencia,
rehace sus fuerzas y el día 25 del mismo mes vencía al relista Salomón en Vigirima. Días después
salía para San Carlos y reuniría una fuerza de 3000 combatientes que la dividiría en cuatro
batallones para atacar la ciudad de Araure.
En esta ciudad, se habían reunido los jefes realistas para proyectar estrategias castrenses y
enterado Bolívar de estos planes y de la presencia de las fuerzas realistas, sale de San Carlos y a
marchas forzadas, al atardecer del día 3 de diciembre, llegaban hasta el poblado de Agua Blanca,
donde pernoctarían aquella noche. El día 4, acampaban en l/as inmediaciones de Araure, cerca del
río Acarigua, para estar dispuestos a la cometida en cuanto se presentara la ocasión.
El 5 de diciembre de 1813, realistas y patriotas estaban dispuestos a medir sus fuerzas y se daba
la Batalla de Araure, donde las tropas de Bolívar vengaban el desastre de “Tierra Blanca”
en Barquisimeto. En la batalla librada en tierras araureñas, que se escenificó en el paraje conocido
como “La Laguna de los Muertos” las fuerzas patrióticas derrotaron por completo a las fuerzas
realistas en las inmediaciones de la ciudad de Araure.
Batalla de Araure[editar]
Entre las acciones guerreras emprendidas por Bolívar desde el occidente se destaca la Batalla de
Araure.
Con Santiago Mariño desde el oriente, Venezuela estaba bajo el control de los patriotas a
mediados de 1813, a excepción de las provincias de Guayana y de Maracaibo. En septiembre de
1813 los realistas recibieron refuerzos desde Cádiz extendiéndose a los enfrentamientos armados
por todo el país, mientras los éxitos de los patriotas continuaron hasta fines de 1813.
En estos encuentros destaca la Batalla de Araure, en la que Simón Bolívar vence a José
Ceballos.
El 3 de diciembre de 1813 tuvo conocimiento Simón Bolívar de que las fuerzas realistas (3.500
hombres), bajo el mando del brigadier José Ceballos, se habían reunido con las de José Yáñez en
la villa de Araure (Edo. Portuguesa), y en virtud de ello, dispuso que todos los cuerpos que se
hallaban en El Altar y Cojedes concurriesen a la concentración que se llevaría a cabo en el pueblo
Agua Blanca.
El día 4 marcharon los republicanos hacia Araure y acamparon a unos 1.000 m del poblado, frente
a los realistas, los cuales se habían desplegado a la entrada de la montaña del río Acarigua; con
sus alas apoyadas en sendos bosques y cubierto su frente por una pequeña laguna; su espalda
estaba guarnecida por un bosque; disponían, además, de diez piezas de artillería.
El día 5, la descubierta republicana empeñó la acción y de inmediato se vio flanqueada y cortada
por una columna de caballería. La pequeña fuerza atacante fue virtualmente destruida. Entre
tanto, Simón Bolívar desplegaba en batalla sus divisiones, para reanudar el ataque. El
coronel Manuel Villapol se colocó a la derecha; el coronel Florencio Palacios en el centro y el
teniente coronel Vicente Campo Elías, con el batallón Barlovento, a la izquierda.
La caballería cubría los dos flancos del dispositivo. Como reserva fue destinado un cuerpo de
caballería. Ante el ataque republicano, Ceballos hizo marchar su caballería contra la derecha de los
atacantes, para distraerlos y desordenarlos, pero Bolívar, atento a este movimiento, empeñó su
reserva, la cual desordenó y puso en fuga a la caballería contraria.
Esta intervención de Bolívar permitió la ruptura del frente enemigo, acción que produjo gran
confusión dentro de la posición defensiva, con el consiguiente triunfo de los republicanos.
Una división fue encargada de recorrer el campo de batalla, el cual quedó cubierto de cadáveres y
suministros de todas las clases, en tanto que de la persecución de los vencidos se encargó el
propio Bolívar. Las fuerzas republicanas marcharon ese día a Aparición de la Corteza, donde
Bolívar fijó su cuartel general provisional.
La Batalla comenzó al amanecer y tuvo una duración de seis horas, aproximadamente. Las tropas
realistas eran numéricamente superiores a los efectivos patriotas. Quedaron en poder de los
patriotas 200 prisioneros, cuatro banderas y numerosas piezas de artillería. En este solo choque,
apasionado y violento, perecieron alanceados más de 500 jinetes de Yañez, el Ñaña de los
llaneros. Aquí peleó el batallón que en la pasada jornada de Barquisimeto fue castigado por el
Libertador, negándole el nombre y el derecho a llevar bandera.
Pero tan valientemente se comportó en la acción, que Bolívar dijo a los soldados al día siguiente:
Vuestro valor ha ganado ayer en el campo de batalla, un nombre para vuestro cuerpo, y aún en medio del
fuego, cuando os vi triunfar, le proclamé el Batallón Vencedor de Araure. Habéis quitado al enemigo banderas
que en un momento fueron victoriosas; se ha ganado la famosa llamada invencible de Numancia.