Download - El Nuevo periodista y la vocería comunitaria
San Francisco de Campeche
Instituto Campechano “Escuela de Ciencias de la Comunicación”
Congreso Internacional “Vanguardia Comunicativa”
MSc. Marianela Urdaneta García/ Licdo. Arlenin Aguillón Castillo
Docente Universidad Bolivariana de Venezuela, Sede Zulia
Ponencia: El Nuevo periodista y la vocería comunitaria
Producir noticias es una compleja forma de elaboración de discurso
porque se tiene que construir dentro del contexto institucional1 de los medios
masivos de comunicación (van Dijk 1989).
Esas estructuras para reportar deben ser revisadas por cuanto los
intereses particulares de los dueños de medios tienen un alto grado de
incidencia en el producto final, es decir, en el programa radial, televisivo o el
texto periodístico publicado. Bolívar (1996), basada en los aportes de Halliday
(1985), Eggins (1994) y Thompson (1994), indica que el reportero tiene la
opción de:
“Escoger las personas a quienes atribuye la palabra, responsabilizarse de toda la información o asignarla en parte a otras personas, dejar hablar sólo a personas importantes o dar la palabra a otro menos importante; reportar lo dicho textualmente o no, definir el grado de precisión de la información y decidir sobre el tamaño de las estructuras lingüísticas que se van a usar” (Bolívar, 1996:16).
Teun van Dijk (1998:177), al respecto, señala lo siguiente: “Los
esquemas de las noticias, sus temas, sus actores y su estilo de representación
o de cita, están en todos, por ende, íntimamente relacionados con los medios y
las estrategias de producción”.
1 Los tipos de contexto pueden ser clasificados como públicos o privados, formales o informales, institucionales o no institucionales, cerrados o abiertos, etc. (van Dijk 1998: 168)
Además de las estrategias discursivas ya descritas, existe un código
semiótico paralelo2 que, empleando tácticas periodísticas, esconde o le da
énfasis a una información, o sólo a parte de ella. El inconveniente en este tipo
de comunicación radica en que el receptor no está al tanto de esas estrategias
discursivas porque sólo lee el mensaje explícito (nivel discursivo). El mensaje
implícito (nivel lógico-conceptual y nivel lingüístico), que esconde la intención
del emisor, es imperceptible por ese receptor.
La contaminación informativa y la redundancia de mensajes que origina
este "imperialismo comunicador" se traduce en una auténtica opresión para los
ciudadanos, de la que empieza a tomar conciencia.
1. Las Esferas del Poder en los medios
La información nunca será libre….siempre habrá un interés detrás de
ella. El asunto consiste en saber si ese interés es benévolo o no.
Partiendo de este punto, y sólo concientes de todo lo que este concepto
envuelve, se podrá analizar y llegar a una conclusión en torno al
comportamiento mediático y al futuro que les depara a las sociedades junto con
estas estructuras de poder.
Noam Chomsky (citado por Pineda 2001) habla acerca de cinco filtros
que condicionan la “pureza” de los mensajes emitidos por los medios de
comunicación de masas.
Magnitud, propiedad y orientación de los beneficios de los medios de
comunicación es el primero de estos cinco elementos citados por Chomsky.
Aquí el autor plantea la concentración de las grandes empresas de
comunicación en manos de elites que estructuran los denominados oligopolios
mediáticos.
2 Es un sistema semiológico que se utiliza en paralelo con el sistema lingüístico como fotografías, dibujos, código gestual, color, música, imágenes en movimiento (cine, televisión) y otros. (Mendoza 2003)
Los medios de comunicación de masas actúan como sistema de
transmisión de mensajes y símbolos para el ciudadano medio. Su función es la
de divertir, entretener e informar, así como inculcar a los individuos los valores,
creencias y códigos de comportamiento que les harán integrarse en las
estructuras institucionales de la sociedad. En un mundo en el que la riqueza
está concentrada y en el que existen grandes conflictos de intereses de clase,
el cumplimiento de tal papel requiere una propaganda sistemática” (Chomsky y
Herman, 1990: 21).
En segundo lugar el autor coloca lo que denominó “el beneplácito de la
publicidad”. En este punto Chomsky y Herman especifican que las empresas
de comunicación tienden a dar su visión de la verdad dependiendo de los
intereses particulares de los anunciantes (que incluye la interacción entre
vendedores y consumidores).
“Con anterioridad al auge de la publicidad, el precio de un periódico debía cubrir todos los costes. Con el crecimiento de ésta, los periódicos que atraían anuncios podían permitirse un precio por ejemplar muy por debajo de los costes de producción. Ello representó una seria desventaja para los periódicos que carecían de anuncios: sus precios tendían a aumentar, reduciendo sus ventas y dejándoles un menor superávit para invertir y mejorar sus posibilidades de promoción (...). Por esta razón, un sistema basado en la publicidad llevaba a la disolución o a la marginación de las empresas y los géneros de comunicación que dependían exclusivamente de los beneficios obtenidos por las ventas. Con la publicidad, el mercado libre no ofrece un sistema neutral en el que finalmente decide el comprador. Las elecciones de los anunciantes son las que influyen en la prosperidad y la supervivencia de los medios” (Chomsky y Herman, 1990: 43).
La escogencia de la fuente, la línea editorial y el control ideológico son el
resto de los filtros que –según el autor- condicionan la verdad que se publica en
las empresas de comunicación social contemporáneas.
Si tomamos en cuenta las consideraciones elaboradas por Chomsky y Herman,
se puede concluir que es inexacto el mensaje emitido por las empresas de
comunicación social. Este hecho origina que los lingüistas formulen y
reformulen sus líneas de investigaciones en torno al trabajo mediático.
El comportamiento de los medios de comunicación siempre ha sido un
tema de análisis por parte de las distintas corrientes de investigación en
cualquiera de sus visiones. Sociólogos, antropólogos, filósofos, politólogos y,
entre otros, lingüistas, se han dedicado desde diferentes tópicos a indagar
acerca de la actuación de los medios y sus efectos en el público receptor-
consumidor del mensaje.
Dentro de las escuelas de comunicación social en Venezuela para
hablar del proceso comunicacional se parte del paradigma inicial propuesto por
Harold Laswell en 19303.
Este modelo de comunicación sirvió para iniciar una de las discusiones
más extensas dentro de las ciencias sociales: el efecto del mensaje. Laswell,
con su obra “Técnicas de la propaganda en la Guerra Mundial”, comenzó en
1927 a proponer su teoría sobre los efectos omnipotentes de los medios y sus
consecuencias poderosas sobre el receptor.
Desde entonces, una rama interdisciplinaria e interminable de teóricos
han presentado sus aportes en torno a lo que hay detrás del discurso emitido a
través de los medios de difusión.
¿Y por qué ha generado tanta polémica el tema del discurso
periodístico? ¿Cuál ha sido el interés de los teóricos contemporáneos en
comprender este aspecto?
El discurso de los medios ejerce un impacto en los conocimientos,
actitudes e ideologías sociales a pesar de las diferencias políticas de los
receptores (van Dijk, 1998).
La idea inicial de Laswell aún se mantiene pese a las corrientes críticas
que lo refutaron4. El teórico explicó que los medios eran instrumentos
3 El Diagrama de Laswell –como se denominó el paradigma- se estructuraba de la siguiente manera: QUIÉN dice QUÉ en qué CANAL a QUIÉN con qué EFECTOS.
4 Lazarsfeld, Berelson y Katz refutaron la idea del efecto directo de los medios. Katz, Kapper y Gurevitch invirtieron la pregunta de qué es lo que “hacen las personas con los medios”. (Pineda 2004:15)
poderosos de influencia directa sobre todas las personas. Sus planteamientos
consolidaron la teoría de la “aguja hipodérmica”. La “aguja” propone que el
receptor es un sujeto pasivo, presa fácil de la manipulación ejercida por el
emisor, mediante el control de los estímulos, para inducir en aquellas
respuestas condicionadas.
El tema del comportamiento de los medios tomó mayor relevancia a
mediados de la década de los ’90 cuando se dieron las primeras
aproximaciones de la denominada “Sociedad de la comunicación y el
conocimiento”.
En la reformulación de los conceptos para caracterizar al nuevo tipo de
sociedad se coloca a la información como “apenas” un elemento activador del
proceso comunicativo. No obstante, “la comunicación es el nexo que favorece
la relación entre los individuos y el conocimiento es el vector estratégico para
generar valor agregado a la información y potenciar la inteligencia humana”
(Pineda 2004:77).
En todo este proceso de transformación los medios de difusión toman un
papel protagónico por cuanto son la pieza fundamental para que el mensaje
sea transmitido de la manera más adecuada (de acuerdo con la intención del
emisor) al receptor más idóneo.
El problema consiste en que esa transmisión no es limpia ni adecuada
en la mayoría de los casos. “La prensa, como medio de formación y
reproducción de los modelos mentales de las clases dominantes, tiene a su
alcance la posibilidad de presentar cualquier acontecimiento según su propia
óptica y hacer que el lector haga la suya” (Pereda, 1996).
A través de los medios se puede decir lo que se quiera decir, como lo
quieran decir y a quien se lo quieran decir para causar comportamientos en el
receptor acordes con la intención del emisor. En otras palabras (y
ejemplificando los planteamientos de Laswell), el proceso de comunicación se
cierra cuando el mensaje cause los efectos que se propuso generar el emisor
en el receptor.
El problema consiste en que esa facilidad para transmitir el mensaje no
es igualitaria. Es decir, no existe una igualdad de condiciones entre las diversas
clases sociales para acceder al derecho de palabra en las empresas de
comunicación social contemporáneas.
La libertad de prensa, una de las formas de libertad de expresión, es la
libertad de las elites (Van Dijk, 2002 citado por Morales y Méndez 2003).
Mientras varias corrientes de autores se centran en el mensaje, existe
algo mucho más relevante a estudiar como lo es la propia estructura de las
empresas de comunicación masiva.
¿Y cuáles son las bases fundamentales en la que se centran las
empresas de comunicación? ¿Qué variable o cuáles factores inciden en el
comportamiento mediático?
Obviamente no es el derecho de la libertad de prensa. Tampoco la
libertad de expresión ni el derecho que tiene la sociedad a estar informada.
¿Ética? jamás.
Todo gira en torno a las Esferas del Poder: El Capitalismo, los
Convenios Estratégicos y la unificación estratégica entre el Estado y las élites.
Estos tres componente rompen con el deber ser de los medios de difusión de
masas en Venezuela y los convierte en empresas vendedoras de
comportamientos, de cultura, de ideología, de consumidores.
1.1. El Capitalismo: eje de las tres esferas
Para comenzar a hablar del capitalismo necesariamente hay que hablar
de Víctor Hugo y de su obraLos Miserables:
“Mientras exista, a consecuencia de las leyes y de las costumbres, una condenación social, que crea artificialmente infiernos en plena civilización, y complica con una fatalidad humana el destino, que es divino; mientras no
se resuelvan los tres problemas del siglo: la degradación del hombre por el proletariado, la decadencia de la mujer por el hambre, la atrofia del niño por las tinieblas; mientras en ciertas regiones sea posible la asfixia social; en otros términos, y bajo un punto de vista más dilatado aún, mientras haya ignorancia y miseria sobre la tierra, los libros de igual naturaleza que el presente podrán no ser inútiles” (Hauteville-House, 1 de enero, 1862).
La explotación del hombre por el hombre. Esa es la esencia del
capitalismo que nos relató Víctor Hugo en la historia de Jean Valjean en Los
Miserables. Así funciona el sistema caracterizado por la mano de Adam Smith.
Igual de explotador es el capitalismo, un sistema cuyos orígenes se remontan
al siglo XIII en Europa.
El capitalismo como sistema es sencillamente insostenible. Las guerras
por poseer territorio argumentan este pensamiento. La búsqueda del petróleo,
las ansias de poder, la ambición, la avaricia, el dolor, el hambre, en otras
palabras, los tres males del siglo descritos por Víctor Hugo es la prueba más
sólida para asegurar lo inviable de alcanzar bienestar social para todos dentro
de un sistema capitalista.
Y la comunicación, observando este fenómeno como un eje
transaccional en toda estructura social, no escapa a las consecuencias de vivir
en un sistema explotador.
Al caracterizar la información como mercancía podemos hablar de la
mercantilización de la información. Cinco de los 6 hombres más ricos del
mundo durante el 2005 ganaron sus fortunas en el negocio de las
telecomunicaciones y la informática, según la lista Forbes5.
Algo similar ocurre en América Latina. En México, también en 2005, La
Jornada publicó que 11 mexicanos tenían en sus cuentas bancarias el 5.4 por
ciento del Producto Interno Bruto (PIB) del país azteca. El grupo lo lidera el
empresario en telecomunicaciones Carlos Slim Helu, quien no sólo es el de
5 Consultado en: http://www.20minutos.es/noticia/50464/0/gates/forbes/lista/ el 25 de febrero de 2008.
mayor fortuna de América Latina sino que ocupa la tercera casilla del mundo
tras la publicación del mismo listado en 20076.
La información otorga poder y el poder llama al dinero. Partiendo desde
este punto de vista, en un sistema capitalista el hecho noticioso es visto como
la materia prima que, luego de ser procesada, se distribuye en el mercado para
ser consumida. De esta manera, empresarios como Gustavo Cisneros7 en
Venezuela y Slim Helu en México son apenas dos ejemplos de cómo se
mercadea la información todavía a inicios del siglo XXI.
1.2. Los Convenios Estratégicos: Estructura detrás de la estructura
Los medios de difusión en Venezuela son manejados como empresas
que cumplen un papel preponderante en la consecución de la satisfacción
personal del dueño del medio o del grupo accionista.
Los dueños de medios en Venezuela para mantener esa manera de
trabajar se esconden detrás de la libertad de prensa para desarrollar la libertad
de empresa.
En otras palabras, aseguran cumplir con su deber de informar para
satisfacer el derecho que tienen los receptores a estar informados. No
obstante, la línea editorial acaba con todo el interés social (mayor bienestar) y
sólo compensa los deseos del dueño de medio o de las élites que dominan
dichos medios. Aquí comenzaríamos a hablar del concepto de libertad de
empresa.
“La libertad de empresa propone que las empresas sean libres de conseguir recursos económicos y transformarlos en una nueva mercancía o servicio que será ofrecido en el mercado que éstas dispongan. A su vez, son libres de escoger el
6 Consultado en: http://www.forbes.com/lists/2006/10/Rank_1.html el 25 de febrero de 2008.7 la Organización Cisneros distribuye algunas de las marcas globales más reconocidas y
servicios de la más alta calidad a 550 millones de consumidores de habla hispana y portuguesa en América y Europa. Consultado en: http://www.cisneros.com/esp/default.htm? el 25 de febrero de 2008.
negocio que deseen desarrollar y el momento para entrar o salir de éste” (Wikipedia, 2007).
Este concepto de libertad de empresa no encaja dentro del proceso de
producción de un medio de difusión, por cuanto el hecho noticioso no puede
verse como una mercancía. Sin embargo, en Venezuela, y en otros países de
Suramérica8, la situación se caracteriza de la siguiente manera:
Existe la convicción de que los medios de difusión masiva “viven” del
dinero que invierten en ellos los anunciantes, es decir, del dinero que
consiguen a través de la publicidad.
La aseveración es correcta hasta cierto punto. Porque el verdadero
negocio está en los nexos que establecen los dueños de medios principalmente
con los gobiernos de turnos. Estos enlaces se denominan Convenios
Estratégicos, que representa la segunda de Las esferas del poder.
8 Lea el debate entre la libertad de prensa y la libertad de empresa en Uruguay. Consultado en: http://www.rebelion.org/noticia.php?¡d=4796 el 25 de febrero de 2008.
Línea editorial: dicta los patrones a seguir en las publicaciones para defender los intereses del dueño del medio. Es el fiel reflejo de la libertad de empresa que dicta una economía de mercado.
OBSERVE como el mensaje va cubierto por una delgada línea roja que representa la libertad de prensa. Por dentro el mensaje lleva mercantilismo producto de la libertad de empresa.
Un receptor pasivo cree que el mensaje es limpio. Ignora la línea editorial.
Los Convenios Estratégicos están relacionados con una serie de
contratos asignados por el Estado a compañías que posean nexos directos o
indirectos con los dueños de medios. Con este binomio ambas partes salen
favorecidas por cuanto las elites incrementan sus ganancias y los gobiernos
mantienen una imagen favorecida ante los ciudadanos.
1.3. Política comunicacional: Juego entre el Estado y las élites
Cuando el Estado no implementa una adecuada política comunicacional,
los dueños de medio en unión con los intereses de las elites la implantan.
¿El proceso bolivariano que lidera Hugo Chávez ha contado con una
idónea política comunicacional? El mismo Presidente en reiteradas
oportunidades ha declarado que no.
Aunque desde hace un año se han fortalecido las estrategias
comunicacionales, todavía el mensaje emitido por las empresas de difusión es
un fuerte enemigo del proceso revolucionario.
Se puede observar como grupos empresariales, agroindustriales,
sindicales, entre otros, persisten en desvirtuar la realidad venezolana por puros
intereses particulares. ¿Y cómo lo logran? En alianza con varios de los medios
de difusión del país, que se convirtieron abiertamente en una plataforma
política de los opositores.
Esta tercera esfera es consecuencia de desacierto del Estado a la hora
de planificar su estrategia comunicacional.
Mientras se piense en la comunicación como una herramienta las fallas
continuarán. La comunicación no es una herramienta para informar. Se tiene
que ver como un eje transaccional que enlaza todos los procesos. Es de esa
forma cuando se comienza a observar la comunicación como una estrategia y
no como una herramienta.
El estado se ha concentrado en atacar el mensaje emitido por los
medios comerciales y con dificultad ese problema se solventará mientras la
lucha se mantenga en dicho punto. Observen el siguiente gráfico.
El triángulo expuesto en el gráfico simula ser un iceberg. Hay que notar
que sobre la superficie del agua (expresada con el color celeste) se observa
sólo el 5% de la totalidad de la montaña de hielo.
Mensaje explícito: Lo publicado. Lo expuesto a través de los medios. Ideas reguladas por la ley.
Mensaje implícito: Lo que el receptor no ve. Aquí destaca la intención del emisor. Se organizan las ideas. Se planifica la manipulación. Se orquestan las campañas en pro de los intereses del dueño de medio. Leyes no regulan.
5%
95%
ICEBERG
Algo similar ocurre con el mensaje emitido por los medios de
comunicación social, por cuanto a nivel de la superficie (mensaje explícito)
presentan sólo parte de la totalidad de su discurso. No obstante, debajo de la
superficie (mensaje implícito) se planifica y ejecuta una serie de políticas
editoriales que son las que filtran o condicionan una verdad hablando en
términos de Chomsky. Al respecto, Pineda expone lo siguiente:
“La premisa básica es que la información (a saber, su control, selección y emisión) es, más que nunca, poder. En las democracias capitalistas contemporáneas, la alianza del poder político y el poder económico desliza propaganda de modo más subrepticio que en regímenes totalitarios o dictatoriales; la pantalla de dicha propaganda radica en la “libertad” informativa y la “independencia” mediática” (Pineda, 2001).
Esa libertad informativa o independencia mediática descrita por Pineda
se podrían situar a nivel superficial dentro de la pirámide comunicacional (5%),
es decir, la zona que todo receptor puede observar. Sin embargo, debemos
hacer notar que esa libertad de informar es la máscara que utilizan los medios
comerciales para ocultar “debajo del agua” su verdadera intención: la
manipulación del mensaje para satisfacer intereses particulares.
Mientras el Estado se concentre en su lucha mediática a nivel de la
superficie jamás podrá solventar sus problemas de la política comunicacional.
La tarea está ahora en determinar los lineamientos a seguir para iniciar la
“lucha submarina”, es decir, para contrarrestar la guerra mediática en el fondo
del iceberg comunicacional.
Para alcanzar la reconstrucción del modelo de trabajo de la prensa en
Venezuela se deben trabajar tres aspectos fundamentales: sistema social,
estructura mediática y el aspecto humano. Este trío de elementos son
indispensables para construir el nuevo modelo comunicacional y deben ser
observados de manera integral. El siguiente gráfico ejemplifica la situación.
1.3.1. Sistema social
Es necesaria no sólo una nueva forma de hacer periodismo, sino
también un nuevo modelo de comunicación. Un modelo donde el hecho
noticioso no sea visto como mercancía. No obstante, para lograr este cambio
se requiera paralelamente de una mutación de sistema.
Sistema social
Aspecto humano
Estructura de los medios
Modelo de comunicación
Dejar atrás el sistema capitalista es uno de los grandes retos del proceso
bolivariano en Venezuela. En un sistema socialista los medios dejarán de
satisfacer los intereses de las élites y se volcarán a brindar bienestar social
para el colectivo.
Cambiando de un sistema capitalista a un sistema socialista se rompen de
igual forma con las otras dos esferas del poder descritas anteriormente.
Mientras que la información no deje de ser una mercancía jamás será
empleada para otros fines distintos al de generar lucro. Por tal motivo, se hace
urgente y necesario sembrar en la conciencia de los venezolanos y
venezolanas el concepto socialista bolivariano que viene inculcando el proceso
revolucionario que lidera Hugo Chávez Frías.
1.3.2. Estructura de los medios
Las empresas de comunicación social en Venezuela tienen una
estructura vertical en la que fluyen las directrices de arriba hacia abajo. Esto
genera que la decisión de un grupo muy pequeño de personas moldee el
comportamiento del resto de los anillos jerárquicos tal y como lo muestra el
siguiente gráfico.
En la fase número 1 trabaja una cantidad minúscula de personas en
comparación con lo observado en la fase 4. Sin embargo, cuando se observa el
poder de incidencia que tienen las decisiones que se toman en cada fase
dentro de la línea editorial del medio, se puede comprobar un desnivel
inmenso.
Las decisiones tomadas en la fase 1 abarcan el resto de los anillos
jerárquicos. Esta conducta es imposible de observar al momento de invertir el
pentágono. Es decir, jamás una decisión tomada en la fase 4 puede influir
dentro de la línea informativa de una empresa comunicacional. Esto trae
paralelamente como consecuencia una negativa praxis de la comunicación
interna dentro de las organizaciones.
La comunicación interna es otro aspecto que debemos destacar como
algo negativo en el actual modelo organizacional de las empresas
comunicacionales.
Es fundamental establecer la “realidad real” de los procesos
comunicativos y no una “realidad conveniente”. El primer término se define
1
2
3
4Incidencia en la línea editorial
Nivel jerárquico
como la situación exacta del proceso de comunicación, mientras que la
“realidad conveniente” se refiere a la imagen que un empleado le quiere
demostrar a su empleador, pero ocultando su realidad interna.
Huse y Bowdith (1973 citado por Goldhaber 1984:119) concluyeron que
existen grandes diferencias perceptivas entre los jefes y los empleados. Los
autores resumieron los trabajos de Liker de la siguiente manera:
“A pesar de que el ochenta y cinco por ciento de los supervisores creen que sus empleados se sienten libres para hablar de su trabajo con el jefe, sólo la mitad de los empleados comparten esa creencia. Más del noventa y cinco por ciento de los encargados y el cien por ciento de los altos directivos creen que siempre, o casi siempre, les comunican a sus empleados los cambios que les afectan a ellos o a sus trabajos. Sólo la mitad de los empleados son de la misma opinión”.
Un estudio realizado en el diario Panorama9 durante el 2003 detectó que
el 100 por ciento de los subdirectores opinaba que mantenía una comunicación
sincera con la redacción. Sin embargo, se encuestaron 30 miembros de la
redacción (de distintos niveles jerárquicos) y el noventa y siete por ciento de
los trabajadores calificó de mala, regular o normal el mismo proceso
comunicacional.
1.3.2.1. Comunicación comunitaria
Las exigencias comunicativas de los ciudadanos emergen en el
nacimiento de un periodismo comunitario cuya principal fuente de producción
es la participación ciudadana.
“Los medios de comunicación comunitaria son una adaptación de los medios de comunicación en general, para su uso por la comunidad, y para cualquiera de los objetivos que esta decida. Se trata de unos medios de comunicación a los que tienen acceso los miembros de esa comunidad con fines de información, educación o esparcimiento, cuando necesitan ese acceso. Se trata de unos medios en los cuales participan los habitantes como planificadores, productores o interpretes” (Berrigan, 1981).
9 Principal periódico en el occidente de Venezuela y uno de los primeros a nivel nacional en ventas. Ver mayores detalles en www.panodi.com
En el periodismo comunitario los actores sociales efectúan todo el
proceso de recolección, interpretación, análisis y difusión de los hechos. Es un
periodismo en y por la comunidad; una comunicación marcada por los intereses
de los individuos desde una concepción local, municipal.
Es un modelo de participación activo y dinámico con miras a lograr un
papel preponderante, de primer orden y dar soluciones a las necesidades
comunicacionales desde los espacios de lo comunitario, cotidiano, local y
popular; donde los sectores excluidos, marginados y sin derecho a ser
escuchados, puedan alzar sus voces para ser atendidos y respetados.
1.3.2.2. Lo alternativo no es sinónimo de comunitario
La Comunicación popular es un modelo antagónico opuesto al sistema
capitalista vigente. Su principal función es rescatar y recuperar la cultura
popular convirtiéndola en sujeto de información. Está sustentada en la
participación afectiva y por lo común emotiva de un sujeto devolviendo el papel
protagónico a las personas.
Constituye un espacio democrático y participativo donde los individuos
toman entre sus manos los espacios sociales y donde los profesionales
asumen el rol de facilitadores del proceso de comunicación.
En una estructura vertical se imposibilita el diálogo continuo y fluido que
debe caracterizar una institución sea cual fuese su misión o visión. Por lo tanto,
se propone que dentro del nuevo modelo comunicacional en Venezuela los
medios deben trabajar bajo un esquema horizontal que ejecute todas sus
decisiones en consenso grupal.
Se propone trabajar dentro de los parámetros establecidos por los
medios comunitarios. Hay que aclarar que un medio de comunicación
alternativo no necesariamente es comunitario, mientras que lo comunitario
indispensablemente tiene que ser alternativo.
Lo alternativo es aquello que funge como otra opción ante el mensaje
establecido. Sin embargo, dicho mensaje pudiese estar bajo un mismo
parámetro a pesar de ser representado de una manera distinta. La siguiente
gráfica aclara lo expuesto anteriormente:
Venevisión, Globovisión, Televén y Rctv son cuatro empresas
comunicacionales que trabajan bajo estrategias distintas. Es decir, una es
alternativa a la otra. No obstante, los cuatro medios están bastante lejos de ser
comunitarios.
Aunque fungen cada uno como alternativa del otro, los cuatro se
encuentran dentro de un mismo sistema (representado por la línea azul).
Lo mismo sucede si se lleva este análisis a medios que apoyan el proceso
revolucionario:
Globovisión TelevenRctvVenevisión
VTV Tves Vive TV AN TV
Existe una caracterización crucial a la hora de distinguir entre medios
comunitarios y medios alternativos: la estructuración y ejecución de la política y
la línea editorial.
Ninguno de los ocho canales venezolanos de televisión mencionados
anteriormente posee una línea editorial que haya sido trabajada, debatida y
ejecutada desde las comunidades. Todos ellos representan medios
alternativos, pero ninguno cumple con los verdaderos parámetros de ser
comunitarios.
Hay que aclarar que Vive TV tiene una profunda vinculación con las
comunidades, pero no puede ser catalogado como medio comunitario sino
como alternativo. Lo mismo pasa con VTV, Tves y AN TV que representan una
alternativa entre ellos mismos y ante el mensaje establecido por el otro cuarteto
de canales nacionales.
Un medio comunitario debe poseer una estructura horizontal y allí debe
ser debatida su línea y la política editorial. Si la línea editorial tiene un dueño o
la decide y ejecuta una persona entonces ese medio deja de ser comunitario.
1.3.3. El aspecto humano
¿Necesitamos una nueva forma de comunicarnos? Entonces es
necesario una nueva forma de pensar el periodismo, unas nuevas estructuras
mediáticas y un periodista que ante todo sea ciudadano en el máximo sentido
de la palabra.
El periodismo ciudadano. Por allí viene la solución. Una prensa que
arroje bienestar al colectivo porque ya sabemos que la información nunca será
libre….siempre habrá un interés detrás de ella. El asunto consiste en saber si
ese interés es benévolo o no.
2. Nuevo periodista, periodismo ciudadano
Los trabajadores de los medios, es decir los periodistas se han convertido
en meros repetidores o enlaces de un sistema que impera y que día a día
construye medias verdades y se impone en las sociedades.
Ramonet (1999) plantea que los periodistas se encuentran en vía de
extinción. Los cambios tecnológicos y la mercantilización de la información han
cambiado la verdadera esencia y la función del profesional de la comunicación.
Grafico No. 1. Naturaleza originaria del periodismo
Según Ramonet (1999) en la labor periodística intervenían tres
elementos el acontecimiento, el intermediario y el ciudadano. El acontecimiento
era investigado, transmitido, filtrado y contextualizado por el intermediario o
periodista quien lo hacía llegar hacia los receptores o ciudadanos.
El profesional de la comunicación, respondiendo a los intereses
mercantiles de las empresas informativas, reduce el proceso informativo/
Hecho informativo/
noticioso
Periodista
Investiga, analiza, interpreta,
filtra, confronta, contextualiza
Antes
CiudadanoReceptores
noticioso en un hecho monetario donde no tienen cabida la ética ni los valores
sociales.
Con los avances de la ciencia y la tecnología, esa triangulación de
elementos en materia periodística se ha trasformado en un binomio cada vez
más complejo: el acontecimiento y el ciudadano. El papel protagónico del
periodista casi ha desaparecido porque, ante la inmediatez, sólo se limita a
mostrar el acontecimiento directamente al ciudadano, actuando como un
espejo y deja que este saque sus propias conclusiones sobre el hecho.
Grafico No. 2. Periodismo emergente
En este proceso, el periodista (journaliste) ya no dispone de un día para
analizar la información, la instantaneidad y la competencia mediática hacen que
sólo sea un enlace entre el hecho y los receptores.
“La instantaneidad se ha convertido en el ritmo normal de la información. Un periodista ya no debería llamarse periodista hoy en día. Debería llamarse instantaneísta. Pero todavía no sabemos analizar al instante. Por tanto, no hay análisis, ya que no hay distancia” (Ramonet, 1999).
Esta situación obliga a pensar ¿dónde queda la verdadera función del
periodista? ¿La labor del periodista puede ser sustituida por los equipos
tecnológicos? ¿Qué deben hacer las academias y las escuelas de periodismo
para adaptarse las exigencias de las sociedades?
Hecho informativo/
noticioso
CiudadanoReceptores
Ante la inmediatez se carece de análisis.
El periodista sólo refleja el hecho
La comunicación social demanda nuevos enfoques para producir
conocimientos y formar ciudadanos-profesionales que satisfagan las
necesidades que demandan los intereses colectivos y sociales.
Por su parte, las escuelas de comunicación deben redimensionar el sistema
curricular en el área del periodismo si es que quiere permanecer en el tiempo y
darle una respuesta a los requerimientos de los individuos.
Al modificar y replantear el sistema educativo se debe trabajar en la
formación y capacitación de ciudadanos-profesionales con:
a) Sensibilidad social
La sensibilidad social se refiere al sentir que el ser humano debe poseer
hacia todo aquello que lo rodea. Sensibilidad por la familia, por los amigos, por
la naturaleza. Que el periodista realmente sienta suyos los sucesos (buenos o
malos) que cubre para su respectivo medio de comunicación.
En la prensa actual el periodista sale a la cobertura diaria en sitios a los
que por vez primera llega y en ningún momento se relaciona con la cotidianidad
de esa comunidad. Esta situación genera una desvinculación con esa realidad
y, por consiguiente, al aspecto humano disminuye.
¿De qué nos sirve un profesional que no cumpla sus deberes con su
entorno? ¿Por qué formar un periodista que piense exclusivamente en sus
derechos particulares y no piense en el colectivo?
¿De qué vale un diploma enmarcado colgado en una pared si no
escuchamos el llamado del pueblo?
Definitivamente la calle llama y allí tiene que estar el nuevo periodista. Al
lado de la realidad real. Aquella que enloda. La misma que penetra hasta el
fondo del alma. Aquella realidad que asusta, reconforta, grita, llora, sonríe.
El barrio enseña. La calle ejemplifica el sistema en el que nos
desenvolvemos. Allí, y no en cuatro sólidas paredes, está lo que queremos
aprender.
¿Nos importa un profesional indiferente a las necesidades del pueblo?
Para ser periodista, primero hay que ser ciudadanos…. y ese es el periodista
que queremos.
b) Pertinencia social
Esta característica envuelve el comportamiento que todo sujeto social
debe poseer dentro de su entorno. Es decir, trabajar por y para la comunidad
en la que vive promoviendo y consolidando el desarrollo endógeno sustentable.
“La pertinencia se refiere al cumplimiento de objetivos más amplios como la generación de conocimientos científicos y tecnológicos en cuanto a condiciones fundamentales del desarrollo económico y social, la creación de bienes culturales y simbólicos, tales como la investigación social y humanística, los valores consustanciales al ejercicio de ciudadanía y a la profundización de la democracia, la elevación del nivel cultural, educativo y critico de los diversos sectores sociales” (Universidad Bolivariana de Venezuela, 2003:27).
La labor periodística debe estar orientada en la formación continua de
las comunidades. Los individuos tienen derecho a una prensa justa, equitativa,
donde prive el bienestar colectivo por encima de los intereses particulares y de
las grandes corporaciones informativas.
“No es oficio de la prensa periódica informar ligera y frívolamente sobre los hechos que acaecen, o censurarlos con mayor suma de afecto o adhesión. Toca a la prensa encaminar, explicar, enseñar, guiar, dirigir; tócale examinar los conflictos, no irritarlos con un juicio apasionado; no encarnizarlos con un alarde de adhesión tal vez extemporánea, tócale proponer soluciones, madurarlas y hacerlas fáciles, someterlas a consulta y reformarla según ella; tócale, en fin, establecer y fundamentar enseñanzas, si pretende que el país la respete, y que conforme a sus servicios y merecimientos, la proteja y honre” (Martí, 1875: 515 citado por Valdes, 1995)
c) Sentido de pertenencia
Luego que la persona posea la sensibilidad social y adquiera la
pertinencia social, sólo resta el sentido de pertenencia para completar la
esencia del nuevo periodista que fungirá en el siglo XXI.
El sentido de pertenencia es que el periodista debe defender su entorno
por encima de los intereses particulares de cualquier dueño de medio.
“Profesionales con un pensamiento profundo, amplio y flexible, en constante renovación, forjado en un quehacer cotidiano que combina de manera continua teoria y práctica en un contexto de intima relación con el tejido social. Trabajando por el bien común y abiertos al diálogo de saberes, estos profesioanles deberán cimentar la participación amplia, democrática y responsable dentro de la propia comunidad [...] en la definición y contrucción de una sociedad más libre, solidaria, justa y democrática” (Universidad Bolivariana de Venezuela, 2003:152).
Se trata de sentirse parte del lugar de los acontecimientos. Ser
protagonista del cambio social y trasmitir ese mensaje lo más puro posible.
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