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Universidad Católica de El Salvador Facultad de Ciencias y Humanidades
Publicación de Artículos 2008
Fuentes del Pensamiento Educativo. Una Ventana al Éxito. 1
1
Introducción
Este tema siempre estuvo metido
intuitivamente en mi cabeza. Al
detenerme mejor en la lectura de la
Sagrada Escritura y otros textos afines
me di cuenta, por reflexión propia y por
sapiencia pedida por Dios, que algunas
cosas concuerdan como yo las intuía.
Comparto las siguientes líneas para que,
si así amerita, sirva de formación
educativa y religiosa.
Mi postura de trabajo es clara: evidenciar
que la Biblia posee un rico contenido
poético que toda persona debe descubrir.
De esa forma quizá nos volvemos más
cristianos, más humanos, más amigos de
Dios.
I. Poesía en la Biblia
El artículo quizá resulte extraño para
algunos o para muchos: algunos dirán
que poesía es la que escribieron o
escriben poetas reconocidos tan antiguos
y tan modernos como Homero, Virgilio,
¹Docente de la Universidad Católica de El Salvador.
Dante Alighieri, Sor Juana Inés, William
Shakespeare, Félix Lope de Vega y
Carpio, William Blake, Víctor Hugo, etc.;
otros preferirán argumentar que la poesía
es un género literario, clasificado como
lírico, es decir que externa, de una
manera rítmica, bella y con requisitos
formales, los sentimientos de una
persona; otros expondrán que un
producto tan humano, en repetidas
ocasiones tan sensual y provocador, no
puede estar incluido en un libro inspirado
por el Espíritu Santo.
Todas estos argumentos son justificables
a la luz de que los entes rectores de la
educación nacional no han hecho mucho
hincapié en ese tipo estudios, estudios
que deberían dirigir espiritualmente a la
persona; estudios que deberían producir
seres humanos sensibles, capaces de
pensar en sus orígenes; por el contrario,
al no hacerlo, se producen seres con una
mente puesta en todo lo que pueda
proveer un bienestar material y social,
con una fascinación irreflexiva sobre los
productos industriales y tecnológicos.
La Biblia y su estudio están dotados de poesía ¹Lic. Edwin Oswaldo Grijalva
Junio de 2008
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Sin embargo, existen una serie de
condicionantes que pueden volver el
texto bíblico en un real y bello ejemplo de
manifestación poética y que es preciso
reconocer para tener una visión más
amplia que amerita su lectura.
Jorge Luis Borges, escritor argentino,
con tendencia hacia los cosmopolita y
europeo, muchas veces incomprendido,
interpelado indecorosamente por los
medios de comunicación, envidiado por
muchos, etc. dio en una conferencia de
prensa una terrible lección ante la
pregunta de un periodista
sensacionalista. El periodista le preguntó
si tenía un libro especial o favorito.
Borges le comentó que sí, que era la
Biblia. Ante la sorpresa del entrevistador,
la justificación que Borges dio era que en
ese libro encontraba un tipo de literatura
que le llenaba sus expectativas como
escritor.
Ahora, las condicionantes de la que
hablo no son las palabras de Borges,
sino algo que en literatura se llaman
figuras estilísticas que sirven para
embellecer el escrito y que son una
condicionante importante en todo texto
literario.
Para documentar brevemente todo mi
planteamiento teórico, presento cinco
figuras literarias, ejemplificadas con
muestras tomadas de poetas
reconocidos y posteriormente las
ejemplifico en algunos libros de la Biblia:
1. Metáfora, entendida como una
identidad entre una cosa y otra mediante
la unión de dos planos: uno real (A) y
uno evocado (B). Por ejemplo:
<<(el buitre)... desapareció
agitando sus alas de humo>>
<<La palabra es la prenda más
íntima que entregamos a una mujer...>>
Roberto Obregón (El fuego
perdido, p. 56 y 101).
2. Símil, entendida como una semejanza
cuando se compara un plano real con
otro plano real o evocado que de una
forma u otra guardan relación. Por
ejemplo:
<<Despertar y encontrarte
anidada en mi brazo como el primer
milagro de la mañana>>
Otoniel Guevara (El sudario del fugitivo,
p. 27)
3. Hipérbole, entendida como una
exageración que agranda o
empequeñece seres, acciones,
cualidades, etc. Por ejemplo:
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<<Rómpete los huesos cuando
escribas, rómpete la crisma,
Suda.
Jadea.
Mete el hombro
Escribe con la sangre...>>
Álvaro Menen Desleal (Antología
de poesía salvadoreña)
4. Exclamación, entendida como una
especie de grito por el que se expresan
sentimientos de diversa naturaleza. Por
ejemplo:
<<¡Dios mío, qué solos
se quedan los muertos!>>
Gustavo A. Bécquer (Tesoro del
declamador universal, p. 65)
5. Deprecación, entendida como una
manifestación de deseo con súplicas
humildes para inclinar al favor de quien la
emite la benevolencia de un ser especial.
<<Abrázame en tus alas
para que otro aire no me roce
sino tu aliento, del que vivo y
muero.>>
Antonio Gala (Poemas de amor,
p.285).
Identifico ahora algunas muestras
bíblicas:
1. Metáfora:
<<... porque el marido es cabeza de la
mujer... Cristo es cabeza y salvador de la
iglesia... >>
Efesios 5:23
<<Tengan siempre en la mano el escudo
de la fe, en el que se apagarán los
dardos incendiarios del maligno.
Pónganse el casco de la salvación, y
empuñen la espada del espíritu>>
Efesios 5:16-17
2. Símil:
<<Lo que pasa es que Dios sabe que
cuando ustedes coman de ese árbol, se
les abrirán los ojos y serán como Dios,
conocedores del bien y del mal>>
Génesis 3: 4
3. Hipérbole:
Palabras pronunciadas por Salomón
cuando el templo fue totalmente
construido, haciendo alusión de que a
pesar de la belleza, la grandeza física, la
cantidad de material invertido, etc., éste
es una insignificancia para Dios.
<<Aunque, ¿es posible que Dios habite
en la tierra? Si no cabes en el cielo y lo
más alto del cielo, ¡cuánto menos en este
templo que he construido!>>
1 Reyes 8:27
4. Exclamación:
Palabras de Ana, ante el desprecio de
Fenimá por su esterilidad y por
consecuencia, su falta de favor de su
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esposo Efraín. Ana le pide un hijo a Dios
y le promete entregárselo. Cuando éste
nace (Samuel) ella expresa:
<<— ¡Al señor se lo pedí!>>
1 Samuel 1:20
(Esta muestra la he colocado por la
fuerza explícita con que la expresión fue
pronunciada).
Palabras reprensivas de Jesús para sus
discípulos ante la presencia de fariseos y
seduceos:
<<¿No se dan cuenta que no me refería
a los panes? !Aléjense de la levadura de
los fariseos y seduceos!>>
Mateo 15:11
5. Deprecación:
El deseo en este caso se evidencia en
una oración en el que se pide una
respuesta, pero no de una manera
imperativa, sino sencilla y humilde.
<<Cuando te llamo, respóndeme
Dios, defensor mío; tú que en la
estrechez me diste anchura, ten piedad
de mí, oye mi oración>>.
Salmos 4:2
Santa Teresa de Jesús escribió mucho
sobre la oración; en el capítulo XII del
Libro de la Vida nos dice: <<no se suban
sin que Dios los suba... en la mística
teología2 que comencé a decir, pierde de
obrar el entendimiento, porque le
suspende Dios...>>. Si la Biblia es un
libro en que se han recogido las
construcciones lingüísticas que Dios
mediante el Espíritu Santo les dictó a los
hombres, me atrevo a decir que el texto
es una larga y diversa oración que se
encuentra mezclada con los testimonios
de los profetas, narraciones
apocalípticas, fábulas y parábolas (estas
dos últimas, consideradas géneros de la
literatura, de tipo didáctico-moralista)
Esa gran oración se construyó con una
serie de libros que decoran la
esperanza, la vida, la sabiduría del bien
obrar en un mundo tradicionalmente
árido y tumultuoso; que crean conciencia
de cumplir la voluntad divina, evitar el
desorden, recibir el consejo, etc.
Quizá los hombres que escribieron no
fueron unos poetas conscientes de lo
que hicieron, lo que significa, en
palabras de Santa Teresa, que esos
hombres se dejaron subir por Dios.
Podrá caber aquí la pregunta: ¿las
metáforas vinieron de otro lugar,
descendieron de los cielos, hubo un
2 Así lo escribió la religiosa, muestra de la forma de
escribir esa palabra en ese periodo.
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contacto casi directo Dios y hombre-
escritor para dejarle a la humanidad una
fuente para saciar la sed del
desconsuelo, de la desesperanza y de
todo aquello que causa angustia?
Si la poesía de poetas reconocidos gusta
tanto porque sus construcciones, ideas y
proyecciones son fruto del espíritu y de
una reflexión muy humana, cuanto mayor
razón tendría que gustar esa gran obra
poética, en la que se denuncia, se
expone, se suplica, se ofrece la
salvación del alma de los hombres
mediante la rectitud del acto.
La Biblia es un clásico de la humanidad,
que al leerla brinda una panorámica
hacia el pasado y una mirada hacia el
futuro. Quizá por eso le gustaba tanto a
Borges, el autor de ese genial cuento
llamado El Aleph.
Quizá por eso, sus figuras, sus imágenes
—hiperbólicas y antitéticas—, sus relatos
estarán siempre ahí para todas las
generaciones que quieran aprender a
actuar, sensibilizados por la poesía.
La Biblia está dotada de poesía. Y junto
a la vida hacen un trío interesante que le
da una serenata a la noche para que se
apresure el día, que oxigena el porvenir y
le da la bienvenida de una forma sencilla
y bella.
II. Estudios sobre la Biblia
Existe una extensa literatura religiosa
que aborda estudios sobre la Biblia
venidos de una diversidad de
pensamientos y disciplinas del saber
como la literatura y la sociología o la
semiótica, la filosofía, o la narratología,
las ciencias exactas, etc. Por ejemplo, H.
Gunkel a finales del siglo XIX (el
Génesis) y principios del siglo XX (los
Salmos); M. Dibelus y otros,
posteriormente estudiaron el Nuevo
Testamento.
La información sobre el tema es
extensa, sin embargo, voy a referirme
solamente a tres fuentes que ven en la
Biblia una obra literaria, y que por lo
tanto, posee el componente poético que
vengo enfatizando. Ellos son:
Karl Brath (Suiza, 1886-1968), pastor
calvinista, cuya reflexión encontró eco en
las posturas católicas. De entre los
epítetos que se le atribuyen están los de
su colega de la teología dialéctica E.
Brunner: un poeta teológico.
Jean Michel Poffet, dominico, doctor en
teología, cuyas publicaciones se
relacionan con la exégesis y la
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espiritualidad bíblica.
Eduardo de Zulueta y Dato, (París,
1923), diplomático y encargado de
asuntos eclesiásticos.
El primero brinda una serie de
reflexiones distribuidas en varios libros.
Identifico algunas y sistematizar su
pensamiento global:
Comentario del Cáp. 8, 12-13 de la Carta
a los Romanos:
<<Existe de modo invisible, habla y se
afirma un desligarse, un distanciarse de
toda altura y bajeza... un entristecerse y
sonreírle desde lejos... un perdonar, un
matar... existe aquello que los sombríos
personajes de Dostoievsky se acuerden
del Señor en lo más profundo de su
situación pantanosa...>> (pág. 357)
Lo que atrae de este párrafo es la
comparación del texto bíblico con los
personajes de ese escritor ruso, tan
sufridos y desesperados como su autor.
Y que sin embargo se acuerdan de Dios
en sus últimas instancias de locura. Es
decir que el señor está para todos. Como
dirá Brath siguiendo la cita anterior:
<<el Señor que dirá también a ellos, a los
borrachos, a los de voluntad débil, a los
impúdicos: “sois unos cerdos, imagen y
semejanza del buey, pero venid a mí
también vosotros”...>> (pág. 358)
Nótese nuevamente la aplicación de la
figura literaria, llamada epifonema o si se
prefiere sentencia.
Lo que respecta a su pensamiento
global, éste se encuentra en su obra
Dogmática Eclesial (Kirchliche Dogmatik)
en su mayoría. Es interesante su
simbología, pues dice que la revelación
no acaece por las palabras sino por la
palabra que late tras las palabras.
El juego de palabras parece ilógico, pero
al referirse al término en singular está
haciendo alusión a Cristo, al Hijo, a la
Creación de Dios, al Salvador.
Aclarando esto, Brath, identifica en la
figura de Cristo, el centro, la razón de ser
todo el evangelio y la síntesis histórica de
la vida del hombre.
Para el segundo me baso en su texto
<<Los cristianos y la Biblia>>, que es un
estudio histórico desde los estudios
patrísticos hasta la actualidad:
<<No pensemos que el Evangelio está
en las palabras de las Escrituras; está en
el sentido; no en la superficie, en el
meollo; no en la hojarasca de las
palabras, sino en la raíz de la
comprensión>> Pág. 27 <<Hay
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numerosas anotaciones importantes que
sólo aparecen a aquel que acepta leer el
Evangelio como un relato seguido, con
su intriga, su ritmo, sus sorpresas, su
final trágico.... El mensaje de Pablo no
será distinto, pero lo formulará con
componentes literarios completamente
distintos>>.
Puede identificar el lector la emotividad y
el uso de la metáfora usada por Poffet en
el primer párrafo: no en la hojarasca de
palabras; en el segundo párrafo habla de
un relato que será trabajado por Pablo
con un estilo personal.
El tercer autor, en su texto <<Un
manifiesto para el siglo XXI El
padrenuestro>>, expone muy sencillo el
significado que merece ese capítulo
bíblico (Jn. 11, 1-4)
Para Zulueta, el padre nuestro como
oración también se vuelve un manifiesto,
como una señal de identificación. La
parte histórica menciona que por
aquellos tiempos cada grupo religioso
tenía formas determinadas de oración.
En ese sentido, el padre nuestro es una
oración unificadora.
La expresión sencilla de Zulueta, sin
embargo se vuelve poética al ofrecerle al
cristiano una serie de reflexiones sobre la
pronunciación, el significado y la
práctica diaria de la oración:
<<Las palabras del padrenuestro son
como un espiral sin fin, un calidoscopio
de infinitos colores, una joya de
perpetuos reflejos... Es la respiración del
alma>> (pág. 3 y 5).
Una vez más el lector puede comprobar
la riqueza lingüística con la que los
estudios hacen el tratamiento de la
Biblia.
Conclusión:
Los animales producen animales y los
hombres, hombres. Esta sentencia,
significa que el producto resultante de
determinada naturaleza tendrá que
parecerse innegablemente a su origen
genético.
Si la Biblia sorprende a cada instante con
poesía, así, los productos que se
desprendan de ella serán poéticos.
Los escritores de los libros bíblicos, quizá
nunca se vieron como poetas
versificando una tarea trascendente o los
estudiosos no se vean como poetas
escudriñando tantas verdades, tanta
certeza. Éstos podrán ser ingenieros,
doctores, actores, etc., todos movidos
por un acto de inteligencia y amor por el
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estudio de la Santa Escritura.
Quiero cerrar este artículo, recalcando
que la riqueza de imágenes y figuras
que la Biblia proporciona debe de servir
como una fuente pedagógica, humana y
divina que faculta a la persona a
sensibilizar su ser. Sensibilizar es un
verbo que se necesita recuperar para
sobrellevar de mejor manera los difíciles
tiempos actuales y los que se avecinan.
Referencias bibliográficas
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declamador universal. México: Editores
Mexicanos Unidos.
Berinstain, H. (1988). Diccionario de
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