15 – EL CUERPO
Hilda Núñez – Intensivo UCDM Agosto 2018 20/08/2018
El Cuerpo, el héroe del sueño, en realidad no es nada, la buena noticia del Curso
siempre es que no hemos hecho nada, por eso este mundo en realidad es neutro.
Pero como estamos en la percepción, vamos a percibir desde el sistema de
pensamiento de la separación, y entonces veremos un cuerpo pecador, un cuerpo
que ha pecado porque ha traicionado a Dios, y es un cuerpo debido a esa traición, si
no, no estaríamos aquí.
La mente se está identificando con un sistema de pensamiento enfermo que le dice
que ella es un cuerpo y que ha conseguido ser especial, ahora tenemos la percepción
para contarnos que es a través de los sentidos como salimos al mundo a conocer lo
que sí que está ahí realmente, cuando creemos usar el sistema de pensamiento de la
separación para percibir, pero eso es totalmente falso.
Hace un momento la maestra Gloria nos comentaba que recordáramos el punto
número 8 del Manual para el Maestro “Cómo puede evitarse la percepción de grados
de dificultad” donde se nos habla de la percepción, de cómo dejar de percibir grados
de dificultad. Nos dice:
1. La creencia de que existen grados de dificultad es la base de la percepción del mundo. 2Dicha
creencia se basa en diferencias: en un trasfondo desigual y en un primer plano cambiadizo;
Yo para poder seleccionar algo tengo que ver un fondo y una figura.
en alturas desparejas y en tamaños variados; en grados variables de oscuridad y luz, y en miles
de contrastes, en los que cada cosa vista compite con las demás para sobresalir.
Con una imagen personal que parece que nos hemos fabricado y que tiene que ser
especial porque para eso hemos venido. Capítulo 24 “El Deseo de Ser Especial”.
3Un objeto más grande eclipsa a otro más pequeño. 4Una cosa más brillante llama más la
atención que otra con menos poder de atracción.
Esto se podría aplicar también con las personas “Una persona más grande eclipsa a
otra más pequeña. Una persona más brillante llama más la atención que otra con
menos poder de atracción”.
5Y una idea (persona) más amenazante, o una que se considera más deseable de acuerdo con las
normas del mundo, trastorna completamente el equilibrio mental.
Uno parecería estar en paz hasta que llega una persona que, con mi historia personal
de ataque/defensa, es especialmente atractiva o especialmente temible, y me salgo
de la paz porque me he identificado con las formas y estoy percibiendo o un ídolo,
que sustituye al amor incondicional de Dios, o una amenaza, porque es un cuerpo y
como yo me identifico con otro cuerpo es mi posible enemigo, y puedo ser atacado o
incluso puedo ser hasta matado. La mente invulnerable y eterna puede se matada.
6Lo único que los ojos del cuerpo pueden contemplar son conflictos. 7No recurras a ellos en
busca de paz y entendimiento.
No soy un cuerpo, como rezan varias de las lecciones del Curso, soy libre, pues aún
soy tal como Dios me creó. Lo que fabricamos, lo que habíamos inventado para decir
que sí, que la separación era un hecho, ahora en manos del Espíritu Santo se
reconvierte, se reutiliza como un medio de aprendizaje mientras estemos aquí.
Vamos a comunicarnos los unos a los otros la Verdad, porque estamos aprendiendo a
recordar la Verdad, nuestra verdadera Identidad no corporal, sino espiritual, “Soy
Espíritu Inmortal y mi cuerpo no me contiene”. Solo las mentes se pueden unir, y se
van a unir en el nivel Crístico, en el nivel de nuestra verdadera Identidad.
Ahora vamos a pasar a leer “Qué es el cuerpo” en la segunda parte del libro de
ejercicios, página 458.
5. ¿Qué es el cuerpo?
1. El cuerpo es una cerca que el Hijo de Dios se imagina haber erigido para separar partes de su
Ser de otras partes. 2Cree vivir dentro de esa cerca, para morir a medida que ésta se deteriora y
se desmorona. 3Pues cree estar a salvo del amor dentro de ella. 4Al identificarse con lo que
considera es su seguridad, cree ser lo que ésta es. 5¿De qué otro modo, si no, podría estar seguro
de que permanece dentro del cuerpo y de que mantiene al amor afuera?
2. El cuerpo no perdurará. 2Sin embargo, para él eso supone una doble seguridad. 3Pues la
temporalidad del Hijo de Dios es la "prueba” de que sus cercas funcionan y de que están
llevando a cabo la tarea que su mente les asignó. 4Pues si su unidad aún permaneciese intacta,
¿quién podría atacar y quién podría ser atacado? 5¿Quién podría ser el vencedor? 6¿Quién la
presa? 7¿Quién podría ser la víctima? 8¿Quién el asesino? 9Y si él no muriese, ¿qué "prueba"
habría de que el eterno Hijo de Dios puede ser destruido?
3. El cuerpo es un sueño. 2Al igual que otros sueños, a veces parece reflejar felicidad, pero puede
súbitamente revertir al miedo, la cuna de todos los sueños. 3Pues sólo el amor puede crear de
verdad, y la verdad jamás puede temer. 4Hecho para ser temeroso, el cuerpo no puede sino
cumplir el propósito que le fue asignado. 5Mas podemos cambiar el propósito que el cuerpo
obedece si cambiamos de parecer con respecto a su finalidad.
4. El cuerpo es el medio a través del cual el Hijo de Dios recobra la cordura. 2Aunque el cuerpo
fue concebido para condenarlo al infierno para siempre, el objetivo del Cielo ha sustituido a la
búsqueda del infierno. 3El Hijo de Dios busca la mano de su hermano para ayudarlo a marchar
por la misma senda que él. 4Ahora el cuerpo es santo. 5Ahora su propósito es sanar la misma
mente para dar muerte a la cual fue concebido.
5. Te identificarás con lo que pienses que te ha de dar seguridad. 2Sea lo que sea, creerás que
ello es lo que tú eres. 3Tu seguridad reside en la verdad, no en las mentiras. 4El amor es tu
seguridad. 5El miedo no existe. 6Identifícate con el amor, y estarás a salvo. 7Identifícate con el
amor, y estarás en tu morada. 8Identifícate con el amor, y hallarás tu Ser.
Qué maravilla ser conscientes de que lo que fabricamos para hacernos daño, para
matar nuestra identidad, ahora se puede reconvertir y reutilizar ya que en realidad
no hemos hecho nada, como nos dice Jesús en el Curso “Solo habéis soñado hacerlo,
pero no llegasteis a hacerlo nunca”, por eso es un error que tiene solución, si fuera
un hecho, si fuera un pecado esto no tendría apaño posible y ahí estaríamos todos a
“sálvese quien pueda”, a lo que nos dice el ego que hagamos, a entablar relaciones
especiales para dejar fuera todo lo posible y fabricar un reducto donde nosotros nos
protejamos, mientras los otros satisfagan mis expectativas, ya que en caso contrario
se van fuera también y los sustituyo por otros.
Pero fijémonos en que ahora “El cuerpo es el medio a través del cual el Hijo de Dios recobra la
cordura. 2Aunque el cuerpo fue concebido para condenarlo al infierno para siempre, el objetivo del
Cielo ha sustituido a la búsqueda del infierno. 3El Hijo de Dios busca la mano de su hermano para
ayudarlo a marchar por la misma senda que él”. Ya sabemos que la vía que nos propone
Jesús es la más sencilla porque tenemos hermanos por todas partes, me estoy
relacionando continuamente con todo lo que me rodea y es viendo la santidad en el
otro como me aseguro de que la veo también en mí, porque no puedo verla en el
otro sin verla desde la santidad en mí. Y por eso “4Ahora el cuerpo es santo”, de algo
que es corrupto, que se deteriora continuamente, a algo santo, que va a
permanecer en perfecto estado de salud mientras sea útil que lo tengamos,
porque “5Ahora su propósito es sanar la misma mente para dar muerte a la cual fue
concebido”, ya sabemos que el sistema de pensamiento del ego nos lleva a que el
ego es un sistema de pensamiento, un marco de referencia, que me dice que me
he separado, el ego supone el comienzo de la duda, cuando yo el Hijo de Dios creo
haberme separado me pregunto ¿Qué soy?, y este mismo sistema que yo me
invento me dice “Eres un cuerpo”, porque me tengo que inventar una imagen con
la que percibir el mundo, me fabrico esa imagen y ahora soy el sujeto perceptor
que además tengo una conciencia limitada donde pueden venir los pensamientos
que yo quiero que vengan, y uso el truco de cambiar mi foco de atención para
decirme a mí mismo que esto no está pasando, y le doy importancia a unos
pensamientos y no se la doy a otros, como si ello fuera posible; eso no es más que
el truco del ego que me dice que eso es lo que está pasando, es lo que el ego,
mediante un truco de espejos, me está diciendo que es lo que ocurre, porque
realmente la mente no está desunida, sigue siendo la misma mente, y esos
pensamientos están fluyendo desde ese ego colectivo, y yo estoy en la proyección
si creo en ella.
Pero como realmente no nos hemos ido a ningún sitio y seguimos siendo parte de
la mente de Dios, también entró en el sueño la mente recta, la mente donde mora
el Espíritu Santo y tenemos la extensión del mundo real aquí, como alternativa a la
proyección, donde ya no soy un cuerpo pecador, el cuerpo ya no tiene por qué ser
un aliado del ego, puede ser un aliado del Espíritu Santo y me puede servir como
un medio de comunicación, mi medio de volver al Hogar, de donde nunca me fui.
Desi: Voy a leer, dentro del capítulo 15 “El Instante Santo”, el párrafo 7 del
epígrafe IX “El Instante Santo y la atracción de Dios”:
7. Cuando el cuerpo deje de atraerte y ya no le concedas ningún valor como medio de obtener
algo, dejará de haber entonces interferencia en la comunicación y tus pensamientos serán tan
libres como los de Dios. 2A medida que le permitas al Espíritu Santo enseñarte a utilizar el cuerpo
sólo como un medio de comunicación y dejes de valerte de él para fomentar la separación y el ata-
que, que es la función que el ego le ha asignado, aprenderás que no tienes necesidad del cuerpo
en absoluto. 3En el instante santo no hay cuerpos, y lo único que se experimenta es la atracción de
Dios. 4Al aceptarla como algo completamente indiviso te unes a Él por completo en un instante,
pues no quieres imponer ningún límite en tu unión con Él. 5La realidad de esta relación se
convierte en la única verdad que jamás podrías desear. 6Toda verdad reside en ella.
Hilda: El ego nos lleva a hacernos creer que las mentes están juntas cuando los
cuerpos están juntos. Si nos vamos a la página 353, en el epígrafe VII “El sacrificio
innecesario”, en el párrafo 8 Jesús nos dice:
Para el ego, 8. Sin embargo, tales relaciones tan sólo dan la impresión de estar intactas, 2pues para
el ego lo único que las relaciones significan es que los cuerpos están juntos. 3Esto es lo que el ego
siempre exige, y no objeta adónde se dirige la mente o lo que piensa, pues eso no parece ser
importante.
Como el sistema de pensamiento del ego me está diciendo que soy un cuerpo, lo que
la mente piense no es importante.
4Mientras el cuerpo esté ahí para recibir su sacrificio, él es feliz. 5Para él la mente es algo privado, y el
cuerpo es lo único que se puede compartir.
Ya sabemos que el sistema de pensamiento del ego es justo al revés de la Verdad,
solo hay que darle la vuelta a todo lo que nos dice el ego y esa es la Verdad.
Para el ego, 6Las ideas son básicamente algo sin importancia, algo que no es tangible no es
real para el ego.
6Las ideas son básicamente algo sin importancia, salvo si con ellas se puede atraer o alejar el cuerpo
de otro. 7Y ése es el criterio del que se vale para juzgar si las ideas son buenas o malas.
8Todo aquello que hace que el otro se sienta culpable y que le impida irse debido a la culpabilidad es
"bueno". 9Lo que lo libera de la culpabilidad es "malo", pues en ese caso dejaría de creer que los
cuerpos se pueden comunicar, y, por lo tanto, se "marcharía".
Démonos cuenta de a qué hemos reducido nuestro Ser Total, a un cuerpo. Fijémonos
en un embudo, de ser el Ser Total, Todo-abarcador, nos hemos metido, como a través
de un embudo, en una mota de polvo del universo, hemos creído pasar de serlo todo
a querer ser una motita de polvo de nada.
Ahora vamos al capítulo 27 “La Curación del Sueño”, al epígrafe VIII “El héroe del
sueño” que nos lo refleja de una manera magistral.
VIII. El "héroe" del sueño
1. El cuerpo es el personaje central en el sueño del mundo. 2Sin él no hay sueño, ni él existe sin el
sueño en el que actúa como si fuese una persona digna de ser vista y creída. 3Ocupa el lugar central
de cada sueño en el que se narra la historia de cómo fue concebido por otros cuerpos, cómo vino al
mundo externo al cuerpo, cómo vive por un corto tiempo hasta que muere, para luego convertirse
en polvo junto con otros cuerpos que, al igual que él, también mueren. 4En el breve lapso de vida
que se le ha concedido busca otros cuerpos para que sean sus amigos o sus enemigos. 5Su seguridad
es su mayor preocupación; 6su comodidad, la ley por la que se rige. 7Trata de buscar placer y de
evitar todo lo que le pueda ocasionar dolor. 8Pero por encima de todo, trata de enseñarse a sí mismo
que sus dolores y placeres son dos cosas diferentes, y que es posible distinguir entre ellos.
2. El sueño del mundo adopta innumerables formas porque el cuerpo intenta probar de muchas
maneras que es autónomo y real. 2Se engalana a sí mismo con objetos que ha comprado con discos
de metal o con tiras de papel moneda que el mundo considera reales y de gran valor. 3Trabaja para
adquirirlos, haciendo cosas que no tienen sentido, y luego los despilfarra intercambiándolos por
cosas que ni necesita ni quiere. 4Contrata a otros cuerpos para que lo protejan y para que
coleccionen más cosas sin sentido que él pueda llamar suyas. 5Busca otros cuerpos especiales que
puedan compartir su sueño. 6A veces sueña que es un conquistador de cuerpos más débiles que él. 7Pero en algunas fases del sueño, él es el esclavo de otros cuerpos que quieren hacerle sufrir y
torturarlo.
3. Las aventuras del cuerpo, desde que nace hasta que muere, son el tema de todo sueño que el
mundo jamás haya tenido. 2 El "héroe" de este sueño jamás cambiará, ni su propósito tampoco. 3Y
aunque el sueño en sí adopta muchas formas y parece presentar una gran variedad de lugares y
situaciones en los que su "héroe" cree encontrarse, el sueño no tiene más que un propósito, el cual
se enseña de muchas maneras. 4Ésta es la lección que trata de enseñar una y otra vez: que el cuerpo
es causa y no efecto. 5Y que tú que eres su efecto, no puedes ser su causa.
4. De esta manera, tú no eres el soñador, sino el sueño. 2Y, por lo tanto, deambulas fútilmente
entrando y saliendo de lugares y situaciones que él maquina. 3Que esto es todo lo que el cuerpo
hace, es cierto, pues no es más que una figura en un sueño. 4 Mas ¿quién reaccionaría ante las figuras de un
sueño a no ser que las considerase reales? 5En el instante en que las reconoce como lo que verdaderamente
son, éstas dejan de tener efectos sobre él porque entiende que fue él quien les dio los efectos que tienen, al
causarlas y hacer que pareciesen reales.
Hilda: Jesús nos describe perfectamente cuál es el panorama, figuritas en un sueño,
esa imagen que creemos haber hecho de nosotros. Como estamos haciendo este
monográfico para introducir la enfermedad que se va a tratar en la próxima charla,
nos vamos a ir, dentro del mismo capítulo, al epígrafe VI “Los testigos del pecado”,
donde Jesús nos dice:
1. El dolor demuestra que el cuerpo no puede sino ser real. 2Es una voz estridente y ensordecedora, cuyos
alaridos tratan de ahogar lo que el Espíritu Santo dice e impedir que Sus palabras lleguen hasta tu
conciencia. 3El dolor exige atención, quitándosela así al Espíritu Santo y centrándola en sí mismo. 4Su propó-
sito es el mismo que el del placer, pues ambos son medios de otorgar realidad al cuerpo.
Placer y dolor ya sabemos que son dos caras de la misma moneda como hemos visto
en la frase 7 del párrafo 1 de “El héroe del sueño”: 7Trata de buscar placer y de evitar todo
lo que le pueda ocasionar dolor. Y eso es una ilusión, 8Pero por encima de todo, trata de
enseñarse a sí mismo que sus dolores y placeres son dos cosas diferentes, y que es posible distinguir
entre ellos. Por eso Jesús nos dice que es imposible conseguir placer a través del
cuerpo. Como dice la frase 4 del párrafo 1 del epígrafe VI, 4Su propósito es el mismo que el
del placer, pues ambos son medios de otorgar realidad al cuerpo. Es centrar mi atención en lo que no
es nada. Cuando yo creo sentir dolor o creo sentir placer estoy poniendo la mente al
servicio del cuerpo, y ya la mente no es un fin, sino un medio al servicio de un sistema de
pensamiento que me dice a mí, la mente, que de la única manera en que me voy a
satisfacer es satisfaciendo las necesidades y los deseos locos, febriles y fantasiosos de el
ego. La mente que se somete a un sistema de pensamiento enfermo que ella misma se
inventó para mantenerse en la ilusión de que sí que lo voy a conseguir, que aunque ahora
esté sufriendo llegará un momento en que por arte de birlibirloque sentiré felicidad de
forma continua. Pero ya sabemos que eso es imposible, las ilusiones desilusionan.
5Lo que comparte un mismo propósito es lo mismo.
Hacer que el cuerpo sea real… luego placer y dolor es lo mismo. ¡Qué liberación
cuando aceptamos esto!, ya no tengo que buscar placer en este mundo, porque sé
que cuando perdono el único placer es hacer la Voluntad de Dios, que es mi perfecta
felicidad, por lo que resulta que soy la Felicidad y solo tengo que ser lo que soy, ser el
Ser, permitir que todo fluya.
6Esto es lo que estipula la ley que rige todo propósito, el cual une dentro de sí a todos aquellos que lo com-
parten. 7El placer y el dolor son igualmente ilusorios, ya que su propósito es inalcanzable. 8Por lo tanto, son
medios que no llevan a ninguna parte, pues su objetivo no tiene sentido. 9Y comparten la falta de sentido de
que adolece su propósito.
2. El pecado oscila entre el dolor y el placer, y de nuevo al dolor. 2Pues cualquiera de esos testigos es el
mismo, y sólo tienen un mensaje: "Te encuentras dentro de este cuerpo, y se te puede hacer daño.
La debilidad del Hijo de Dios, creer ser un cuerpo es creer poder ser atacado por una
mosca, por algo externo a mí. Pero cuando yo sano esa creencia lo que ocurre es que
veo que la mosca soy yo, que el aire aparente entre la mosca y yo sigo siendo yo, que
estoy en el Ser y no puedo ser atacado por nada.
3 También puedes tener placer, pero el costo de éste es el dolor". 4A estos testigos se unen muchos más. 5Cada uno de ellos parece diferente porque tiene un nombre distinto, y así, parece responder a un sonido
diferente. 6A excepción de esto, los testigos del pecado son todos iguales. 7Llámale dolor al placer, y dolerá. 8Llámale placer al dolor, y no sentirás el dolor que se oculta tras el placer.
Es esa idea de dualidad, uno parece ponerse en el primer plano, pero el otro siempre
está detrás; cuando uno descienda el otro subirá, cuando el placer desciende, el dolor
aumenta. Siempre pasa eso, cuando el amor desciende en una relación especial, lo
que se incrementa es el odio especial; cuando desciende la salud en la relación de
uno consigo mismo, con su cuerpo que no ha sanado, lo que asciende, lo que se
vuelve evidente es la enfermedad, porque elegiré la enfermedad, y lo que puedo
hacer es sanar esas creencias duales.
En la misma página, en el párrafo 3, Jesús nos dice:
3. El cuerpo, que de por sí carece de propósito, contiene todas tus memorias y esperanzas. 2Te vales de sus
ojos para ver y de sus oídos para oír, y dejas que te diga lo que siente. 3Mas él no lo sabe.
Antes decíamos “voy a ver como estoy” y me paraba a sentir físicamente qué es lo
que me pasa “me duele un pié o siento inquietud o tengo un revoltijo en el
estómago”, le preguntábamos al cuerpo como nos sentíamos; pero es al revés, yo, la
mente, elijo el intérprete, el sistema de pensamiento, y si elijo al loco de la casa, al
marco de referencia de la separación, experimentaré dolor, sufrimiento, carencia,
escasez, limitaciones, todo ese sistema de pensamiento reflejado en el cuerpo.
Porque además, como nos dice Jesús ¿Qué es lo que haces a lo largo de todo el día
que no sea por y para la satisfacción del cuerpo? ¿Te has parado alguna vez a
preguntarte qué es lo que estás haciendo que no sea para su beneplácito? ¿Cómo te
sientes tú tranquilo? Cuando aparentemente el cuerpo deja de llamar la atención; el
cuerpo no hace nada por su cuenta, luego debo ser yo, la mente, la que me estoy
identificando con un cuerpo carente, falto, necesitado, que está continuamente
llamando la atención si así lo deseo, porque yo le doy las órdenes al cuerpo para que
llame la atención y luego me olvido de que lo he hecho. Por ejemplo, como nos dice
Jesús en el capítulo 18, en el epígrafe VII “No tengo que hacer nada” y en el párrafo 1:
1. Tienes todavía demasiada fe en el cuerpo como fuente de fortaleza. 2¿Qué planes haces que
de algún modo no sean para su comodidad, protección o disfrute? 3De acuerdo con tu
interpretación, esto hace del cuerpo un fin y no un medio, lo cual siempre quiere decir que
todavía te atrae el pecado. 4Nadie que aún acepte el pecado como su objetivo, puede aceptar la
Expiación.
“Cómo voy a permitir que se des-haga la idea de la separación en mi mente si yo
quiero ser un cuerpo y experimentarme aquí, yo quiero ver crecer a mis nietos”, pues
ahí lo que habrá que hacer es tener paciencia infinita y la llamada del amor hacia el
amor, enseñar con el ejemplo. Jesús nos dice que de todos los medios posibles, pero
ante todo con el ejemplo, que se note lo que ocurre cuando uno ha decidido aceptar
los dones de Dios en sí, la dicha, la paz, la gracia, el don de la vida eterna que no se
adscribe a la vida de un cuerpo.
6Aquellos que prefieren el dolor y la destrucción no le dan la bienvenida a la Expiación.
Por eso Jesús nos ha dado el Instante Santo, porque como dice en el párrafo 2:
2. Hay algo que nunca has hecho: jamás te has olvidado completamente del cuerpo.
Pero tengo el Instante Santo para olvidarme aunque sea por un instante, ya que Jesús
sabe que no estamos todavía preparados para olvidarnos del cuerpo para siempre.
Con lo cual, Jesús propone el Instante Santo, que nos centremos en el ahora para que
nos permitamos tener la experiencia y así a ver qué pasa; una vez que catamos las
mieles de la intemporalidad, de la eternidad aquí, en el Instante Santo, cada vez que
decidimos olvidarnos del pasado y no juzgar nada, sino que por el contrario acogerlo
todo tal como es.
Cada vez que tenemos la experiencia del Instante Santo donde no existe el cuerpo,
cómo no vamos a querer morar aquí, en la Mente de Dios, de donde nunca nos
fuimos. Y utilizar ahora solamente el cuerpo para recordar esto, instante a instante
nosotros, y a la vez enseñar a otros aspectos de la mente que todavía creen ser un
cuerpo lo que ocurre cuando decidimos no volver a ser un cuerpo.
Gloria: Yo quiero darle las gracias a Hilda porque si bien yo ya venía estudiando y
practicando el Curso, pareciera que no tenía muy claro cómo era esto de ir
santificando el cuerpo. Realmente es maravilloso poder ir verificando y
experimentando, ya que en ninguna parte del Curso Jesús nos va llevando a las malas,
porque muchas veces tenemos en la mente la idea de que el Curso de Milagros nos
va a llevar a rechazar el cuerpo, a negar el cuerpo, y Jesús en ningún caso nos lleva a
rechazar el cuerpo, pero sí nos lleva a que seamos conscientes, a vivir la experiencia
de la realidad que somos, de la verdad que somos y que es que somos Espíritu. Y esto
es muy fácil de hacer, ya que hay un único problema y una única solución, el creernos
separados de nuestro Creador. Vamos a ir sanando esa idea, vamos a ir expiando en
nuestras mentes la idea de creernos separados de nuestro Padre, e inmediatamente
vamos santificando el cuerpo, como decía Hilda; la idea es que el cuerpo se va
volviendo el santo lugar donde aparentemente está la esencia divina, a medida que
nosotros se lo vayamos entregando al Espíritu Santo. Es así de sencillo, nosotros no
hacemos nada por nuestra cuenta, nosotros solos no somos los que vamos a hacer el
trabajo de llevar nuestro cuerpo a la santidad, sino que es el Espíritu Santo cuando
nosotros le entregamos la gestión de nuestro cuerpo, en todas sus actividades, le
pedimos que nos enseñe a percibir correctamente nuestro cuerpo, a gestionarlo, y
que nos enseñe a ver ahí fuera, en nuestros hermanos, lo que en verdad son, que no
son cuerpos. Y así es como vamos nosotros viviendo e integrando esa idea.
Durante el proceso, cuando nosotros nos experimentemos como un cuerpo y nos
compremos la idea de que somos un cuerpo, por ejemplo la aparente ilusión de
hambre, de calor o frío, la aparente ilusión de dolor, todas esas aparentes ilusiones
que tienen que ver con el cuerpo y que finalmente son una sola, la creencia de
creerme separado de mi Padre, y ahí está la llave, el Instante Santo, que nos va a ir
limpiando esa idea, que es el Perdón. Cuando, por ejemplo, me sienta cansado o
sienta que tengo sueño, lo que hay que hacer es pararse, tomar conciencia y
perdonar esa idea de cansancio o de sueño que ha aparecido en nuestro campo de
conciencia, nuestro espacio mental. No se trata de rechazar el cuerpo, lo que hay que
hacer es entregárselo al Espíritu Santo cada vez que seamos conscientes, ya que la
idea es que nos demos cuenta de que no somos un cuerpo; de lo contrario, va a
surgir el miedo…
Desi: A mí me gustaría, para quitarle un poco la idea de valoración tanto en sentido
positivo como negativo, leer lo que dice la lección 294 “Mi cuerpo es algo
completamente neutro”, ni lo ensalzamos ni hacemos un camino de renuncia o de
privación, mi cuerpo es algo completamente neutro. La lección dice:
1. Soy un Hijo de Dios. 2¿Cómo iba a poder ser también otra cosa? 3¿Acaso creó Dios lo mortal y
lo corruptible? 4¿De qué le sirve al bienamado Hijo de Dios lo que ha de morir? 5Sin embargo, lo
que es neutro no puede ver la muerte, pues allí no se han depositado pensamientos de miedo, ni
se ha hecho de ello una parodia del amor. 6La neutralidad del cuerpo lo protege mientras siga
siendo útil. 7Una vez que no tenga ningún propósito, se dejará a un lado. 8No es que haya
enfermado, esté viejo o lesionado. 9Es que simplemente no tiene ninguna función, es
innecesario, y, por consiguiente, se le desecha. 10Haz que hoy no vea en él más que esto: algo
que es útil por un tiempo y apto para servir, que se conserva mientras pueda ser de provecho, y
luego es reemplazado por algo mejor.
Hilda: Que maravillosa esa idea de que no hay que sacrificar nada, porque el cuerpo
no existe y por lo tanto no hay nada que sacrificar. Podemos recurrir al Manual para
el Maestro, en punto 13, donde Jesús nos dice:
13. ¿CUÁL ES EL VERDADERO SIGNIFICADO DEL SACRIFICIO?
1. Aunque en la realidad el término sacrificio no tiene absolutamente ningún significado, en el
mundo sí que lo tiene. 2Al igual que todas las cosas del mundo, su significado es temporal, y una
vez que deje de haber necesidad de él, se disolverá finalmente en la nada de donde provino. 3De
momento, su verdadero significado es una lección que tienes que aprender. 4Al igual que todas
las demás lecciones, es una ilusión, puesto que en realidad no hay nada que aprender. 5Esta
ilusión, no obstante, debe ser reemplazada por un mecanismo correctivo: otra ilusión que
reemplace a la primera para que ambas puedan finalmente desaparecer.
De un cuerpo pecador a un medio de comunicación santo, sano, puro, pleno…
6La primera ilusión que debe ser desplazada antes de que otro sistema de pensamiento pueda
arraigarse, es que abandonar las cosas de este mundo supone un sacrificio. ¿Qué podría ser esto
sino una ilusión, dado que el mundo en sí no es más que una ilusión?
2. Se tiene que haber aprendido mucho, tanto para darse cuenta de que el mundo no tiene nada
que ofrecer como para aceptar este hecho.
No se nos está pidiendo que renunciemos al mundo cuando todavía creemos que el
mundo nos ofrece algo que podamos desear; por eso lo que vamos a ir haciendo es
perdonar al mundo, entendiendo como perdonar el des-hacer la creencia de que
haya algo ahí, porque no hay nada. Y en la medida en que lo pasamos por el Perdón
¿Cómo nos va a costar renunciar cuando ya vemos que no hay nada?, en la medida
en que lo perdonamos vemos que no había nada a lo que renunciar y había todo por
ganar, porque a cambio tengo la totalidad de nuestra identidad compartida, el Cristo.
2¿Qué puede significar el sacrificio de lo que no es nada? 3No puede significar que como
resultado de ello tengas menos. 4De acuerdo con el pensar del mundo, no hay sacrificio que no
incluya al cuerpo.
Claro, porque si he creído que el cuerpo lo es todo para mí, porque es mi identidad,
es con lo que la mente se ha identificado de forma errónea, pues todo sería una
pérdida para el cuerpo, porque yo la mente me identifico con un cuerpo.
5Piensa por un momento en aquello a lo que el mundo llama sacrificio. 6El poder, la fama, el
dinero, los placeres físicos, ¿quién es el "héroe" que posee todas esas cosas? 7¿Qué significado
podrían tener excepto para un cuerpo? 8Mas un cuerpo no puede evaluar. 9Al ir en pos de tales
cosas, la mente se identifica con el cuerpo, negando su identidad y perdiendo de vista lo que
realmente es.
3. Una vez que se ha producido esta confusión, a la mente le resulta imposible entender que
todos los "placeres" del mundo no son nada. 2Pero el sacrificio que éstos conllevan, ¡eso sí que
es un sacrificio!
Creer que puedo encontrar placer en lo que bebo, en lo que como, en la ropa que me
pongo, en la imagen que muestro al exterior, en el hecho de que los demás se sientan
atraídos por mi cuerpo, es una locura.
3Pues ahora la mente se ha condenado a sí misma a buscar sin la posibilidad de hallar nada, a
estar insatisfecha y descontenta para siempre, y a no saber lo que realmente quiere hallar. 4¿Quién podría escapar de esta auto-condenación? 5Sólo a través de la Palabra de Dios es posible
escapar, 6pues la auto-condenación es una decisión acerca de nuestra identidad y nadie duda de
lo que cree ser. 7Podrá dudar de todo, pero nunca de eso.
Si yo creo ser un cuerpo, por mucho que los demás me digan que no soy un cuerpo,
pensaré que están locos de atar.
4. Los maestros de Dios no sienten ningún pesar al renunciar a los placeres del mundo. 2¿Cómo
podría ser un sacrificio renunciar al dolor? 3¿Lamentan acaso los adultos abandonar los juguetes
que tenían de niños? 4Y el que ha vislumbrado la faz de Cristo, ¿podría sentir nostalgia por lo que
ocurre en un matadero? 5Nadie que se haya escapado del mundo y de todos sus males lo
contempla con condenación.
No vamos a condenar al mundo, si el mundo no es nada, simplemente vamos a ver
que nunca ocurrió.
6No obstante, no puede sino alegrarse de estar libre del sacrificio que todas las cosas que el
mundo valora le habrían exigido.
Yo antes era un esclavo de que tenía que vestir de una manera determinada, de que
tenía que comer unas cosas concretas, de que tenía que salir de viaje a los mejores
sitios, de que tenía que salir a trabajar para poder permitirme los placeres que a mi
ego le parecían interesantes, tengo que tener una pareja que me dé caché, que me
dé estatus social, una buena posición económica; todo de cara al exterior que no
existe.
7Por ellas sacrificaba su paz. 8Por ellas sacrificaba su libertad.
Ser ahora consciente de que mi paz mental depende únicamente de que yo, la
mente, decida que solo quiero los pensamientos de Dios y nada más.
9Y, para poseerlas, habría tenido que sacrificar su esperanza de alcanzar el Cielo y el recuerdo del
Amor de su Padre. 10¿Quién, en su sano juicio, escogería lo que no es nada como sustituto de lo
que lo es todo?
Y ahora precisamente lo acogemos.
Comentario: Cuando comencé UCDM estaba muy enferma, poco a poco he mejorado.
El Espíritu Santo es todo un aprender el tema del cuerpo. La lección del cuerpo ha sido
toda una prieba.
Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda, pero Dios quiere que
yo aprenda con Amor, que yo aprenda a recordar las lecciones del Espíritu Santo, no
las del ego, porque el ego es el que me dice que el aprendizaje va a ser costoso,
difícil, trabajoso. Realmente la buena noticia es que nunca has estado enferma, el
Hijo de Dios no puede estar enfermo.
Gloria: Solo elegiste equivocadamente, te creíste que puedes estar separada del
Padre y por eso fabricaste algo para desviar tu atención de la Verdad.
Hilda: En la maravillosa lección 136 “La enfermedad es una defensa contra la verdad”,
en el párrafo 7, Jesús nos dice:
7. La enfermedad es una decisión. 2No es algo que te suceda sin tú mismo haberlo pedido, y que
te debilita y te hace sufrir. 3Es una decisión que tú mismo tomas, un plan que trazas, cuando por
un instante la verdad alborea en tu mente engañada y todo tu mundo parece dar tumbos y estar
a punto de derrumbarse.
Y entonces el ego te ofrece que enfermes, que tú sabes cómo estar así de mal
aquí.
4Ahora enfermas, para que la verdad se marche y deje de ser una amenaza para tus falsos
castillos.
Y en el párrafo 17, cuando sanamos, Jesús nos dice:
17. Ahora el cuerpo está sano porque la fuente de la enfermedad…
Que siempre es mental, que siempre es un conflicto, que siempre es un pensamiento
sin significado, falto de amor.
17. Ahora el cuerpo está sano porque la fuente de la enfermedad está dispuesta a recibir alivio. 2Y reconocerás que practicaste bien…
Cuando llevamos a cabo este ejercicio que nos propone que reconozcamos que la
enfermedad es una defensa contra la verdad y que aceptaré la verdad de lo que soy,
y dejaré que mi mente sane hoy completamente. Y nos dice Jesús:
2Y reconocerás que practicaste bien por lo siguiente: el cuerpo no sentirá nada en absoluto. 3Si
has tenido éxito, no habrá sensación alguna de enfermedad o de bienestar, de dolor o de placer. 4La mente no responderá en absoluto a lo que el cuerpo haga. 5Lo único que se conserva es su
utilidad y nada más.
El cuerpo va a seguir sirviéndome para andar y acercarme a otros hermanitos que
todavía no han aprendido a reconocer que la Expiación es el remedio.
Y en el párrafo 18, frase 3, Jesús nos dice:
3La salud del cuerpo queda plenamente garantizada porque ya no se ve limitado por el tiempo,
por el clima o la fatiga, por lo que come o bebe, ni por ninguna de las leyes a que antes lo
sometías. 4No tienes que hacer nada para que esté bien, pues la enfermedad es ahora imposible.
Comentario: Corregir esa elección de enfermedad en el cuerpo no ha sido fácil…
Hilda: El Espíritu Santo nos lleva muy amorosamente. Siempre que todavía aparezca
algún concepto de dificultad es porque estoy permitiendo que se me cuele el ego. No
pasa nada, porque siempre lo podemos entregar a la sanación. De la mano de Dios
todo es fácil. No cuesta nada cambiar una imagen de enfermedad por una de salud;
creo tener mentalmente un cuerpo enfermo, o “Espíritu Santo, esta creencia no viene
de Dios, Dios no creó las enfermedades, por lo tanto, no tienen causa y no existen”,
entrego mi ilusión, en este caso de concreto de cáncer, para que sea sanado y acepto
el milagro, que es un cuerpo sano. Mi mente ha sanado porque ya no hay posibilidad
de ilusiones de enfermedad en ella, sino tan solo una imagen de un cuerpo sano,
porque vamos a tener imágenes mientras estemos aquí, pero el milagro es una
imagen sana de mí mismo. Por lo tanto, soy Unidad, mi cuerpo no me contiene, el
cuerpo va a permanecer en perfecto estado de salud mientras sea útil que lo
tengamos.
Desi: hay que subrayar la importancia de no alimentar creencias que no nos
convienen, como la creencia en la enfermedad. Creemos que es suficiente con decir
que ya no la queremos, pero la seguimos mencionando. No hay que alimentar los
pensamientos que no nos convienen, que desaparezca para siempre en nuestra
mente el concepto de enfermedad.
Hilda: Lo vamos a ir sanando mediante el Perdón, eso es lo que vamos a hacer una y
otra vez.
Gloria: Recordar que uno de los principios de los milagros dice que los milagros son
naturales, y si no ocurren es porque algo anda mal. Tenemos que recordar siempre
que no estamos solos, que no somos seres separados, que somos el mismo Ser,
somos la Unidad, y desde la mente recta ya está obrado el milagro, solamente hay
que abrirse, abrir la mente para recibir todos los regalos, todos los milagros, porque
los milagros suceden, y si no se ven en el efecto es porque algo anda mal, es porque
todavía nos queremos comprar alguna ilusión de que con la enfermedad creemos
que tenemos el control y que ganamos algo aquí, y es el ego el que nos dice eso. Solo
tenemos que cambiar de sintonía y abrirnos al Espíritu Santo.