dormir en las nubes - palermo
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Melina Esper Romero
11/09/2018
Diseño de Interiores
Creación y expresión
Diseño y producción de objetos, espacios e imágenes
Espacio reducido de descanso en Buenos Aires XX Subtítulo
Dormir en las nubes
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Agradecimientos
Agradezco a todas aquellas personas que me acompañaron, me brindaron su
conocimiento y paciencia para enseñarme y compartirme su sabiduría. Espero haber
podido responder de la misma manera ya que ha sido fundamental a lo largo de la carrera
y especialmente durante la elaboración de este Proyecto de Graduación.
En particular a Claudia Helena Zapata Uran que desde el primer momento que fue mi
docente no dudo en aconsejarme y enseñarme. Especialmente, le agradezco el tiempo que
ha dedicado a alentarme y corregirme para mejorar no solo como profesional sino también
como persona. Su profesionalismo y dedicación han dejado una gran marca en mi
aprendizaje. ¡Muchas gracias, Claudia! También, quiero agradecer a Lucía López que ha
aportado su experiencia como arquitecta y me ha recomendado y guiado en la elección de
los materiales. A su vez, le doy unas gracias enormes a Mónica Incorvaia, quien tiene el
ojo entrenado para detectar con sentido del humor y mucha amabilidad todos mis errores.
También, ha sido una gran guía en la realización de este proyecto.
A los amigos que me dio esta carrera, especialmente a Luis, quien fue compañero de tantas
trasnochadas, risas y llantos. Un placer haber compartido esta aventura contigo, mi
querido. A Taty, Deby y Vane que fue gracias a ellas que pude meterme en el mundo
AutoCAD.
A mi familia, mis hermanos que creen que estoy loca por haber seguido una segunda
carrera, pero buscan de estar presente en lo que necesite. A mamá, que siempre tiene las
palabras de aliento. Me hace feliz de llegar a esta instancia y que ella sepa que lo estoy
logrando.
Y especialmente, a mis hijos y esposo quienes han sido el soporte más importante para
llegar a esto. Saber que puedo contar con ellos, es pura felicidad. Perdón si en algún
momento notaron mi ausencia, trate de que así no sea. Por eso, muchas gracias Kiki por
tanta paciencia. Los amo.
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Índice
Índice de figuras…………………………………………………………………………………4 Introducción.......................................................................................................................5 Capítulo 1: La ciudad y hombre……………………………………………………………..15
1.1 La Ciudad de Buenos Aires…………………………………………..…………………19 1.2 Calidad de vida…………………………………………..……………………………….22 1.3 El tiempo……..…………………………………………..………………………………. 25
Capítulo 2: Modos de habitar……………………………………………………………….. 29
2.1 Psicología ambiental……………………………………………………........…………..32 2.2 Ámbitos de convivencia……………………………………………………………….....37 2.3 Espacios comunitarios…………………………………………………………………...40
Capítulo 3: Espacios reducidos……………………………………………………………...45 3.1 Dimensiones mínimas para vivir un espacio .…………………………………………48 3.2 El mono-ambiente………………………………………………………………………...51 3.3 Medidas antropométricas para definir el espacio……………………………………. 54
Capítulo 4: Descansar en lugares pequeños……………………………………………...57
4.1 Dormir en una cápsula………………………………………………………...…………58 4.2 Dormir en el aeropuerto, la experiencia mexicana……………………………………61 4.3 Dormir la siesta en Buenos Aires……………………………………………………….64 4.4 Estudio de posibles usuarios…………………………………………………………….67
Capítulo 5: Diseño de espacio reducido de descanso en CABA................................72
5.1 Problemática analizada.….………………………………………………………………72 5.2 Propuesta de diseño……………………………………………………………………...74 5.3 Características del proyecto...…………………………………………………………...76
Conclusiones……………………………………………………………………………………83 Lista de Referencias Bibliográficas…………………………………………………………96 Bibliografía……………………………………………………………………………………..101
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Índice de Figuras Figura 1: Nakagin Capsule Tower ……………………………..………………………………89 Figura 2: Cápsula de Kirokawa por dentro ………………………….………………………..89 Figura 3: Inn Capsule Osaka, primer hotel cápsula. ………………………………………...90 Figura 4: Book and Bed, hotel biblioteca en Tokio.………………………………...………...90 Figura 5: Izzzleep, versión mexicana.………...…………………………………………….....91 Figura 6: First Cabin, cabina japonesa en aeropuerto…....………...……….......................91 Figura 7: Selfishness, siestarios en la ciudad………...………...........................................92 Figura 8: Siestario de Arredo ………..………...……….......................................................92 Figura 9: Siestario de la FADU ………………………….………..........................................93 Figura 10: Servicio de siesta en Alta Gracia. ………………………….………....................93 Figura 11: Durmiendo en el piso de los hospitales en Buenos Aires ………….................94 Figura 12: Espacios para dormir ..…..…...….....................................................................94 Figura 13: Corian de DuPont…...…...................................................................................95
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Introducción
El tema del presente Proyecto de Graduación radica en la comprensión del diseño de un
espacio reducido para las personas que llegan a la ciudad de Buenos Aires por múltiples
motivos y necesitan de un lugar para descansar. Este trabajo se inscribe dentro de la
Categoría de Creación y Expresión, el cual pertenece a la Línea Temática de Diseño y
Producción de Objetos, Espacios e Imágenes. Asimismo, el desarrollo producido de esta
obra se vincula con varias de las materias estudiadas durante la carrera, como Tecnología
I, II, III y V, Diseño de Interiores II, Diseño de Interiores VI y Diseño de Proyectos Integrales
II, en especial por el objetivo que persigue cada una en cuanto a que los alumnos ganen
conocimientos relacionados con el diseño de interiores, a fin de poder aplicarlos en distintos
y variados, al mismo instante, tipos de espacios.
El Microcentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires contiene oficinas y trabajadores
que encuentran empleo en la urbe más habitada de Argentina. Los hospitales nacionales
son visitados por ciudadanos de otras provincias que viajan a esta ciudad por consultas
médicas o tratamientos de salud, ya sea para sí o para algún familiar. A su vez, es el centro
de estudio donde se desarrollan las universidades que dan cobijo a estudiantes de otras
poblaciones, no sólo de este país sino de distintos lugares del mundo siendo el sitio donde,
al mismo tiempo, el transporte se reproduce constantemente por la adquisición de
vehículos particulares que marchan de un lugar a otro.
Basado en este análisis, es posible decir que un número importante de personas deambula
por esta ciudad debido a su necesidad de trabajo, averiguando cuál será su futura
universidad o esperando la mejora de salud de un pariente o amigo. Al respecto, los
trabajadores que viven lejos de capital y ocupan entre tres y cuatro horas para volver a sus
casas encuentran difícil no estresarse por problemas de transporte o hacinamiento cuando
necesitan regresar a sus hogares.
Se suma a este ajetreo que los hospitales Nacionales de Pediatría como el Garrahan,
Gutiérrez o Elizalde tienen la mayor demanda de niños con problemas de salud y éstos
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son acompañados por sus padres para poder tratarse y que muchas veces no tienen una
buena situación económica que les permita ir y venir a sus ciudades de origen. Entonces,
terminan durmiendo en la sala de espera o en los pasillos de estos hospitales
provocándoles un mal descanso o la falta de sueño hasta completar sus tratamientos
médicos u obtener los resultados de los mismos.
Debido a esta realidad acerca de una baja calidad de vida por el mismo estrés que
provocan estos contextos, la escasez de tiempo y la necesidad de armonía por parte de
estos transeúntes, surge el presente Proyecto de Graduación de la carrera de Diseño de
Interiores, presentando como propuesta el diseño de un espacio reducido de descanso
para solucionar los problemas de traslados diarios que demandan varias horas y proveer
un lugar seguro y limpio donde refugiarse. De esta forma, se descubre un nicho en la
hotelería local ya que todavía no ha sido explotado, aunque es bien sabido que a nivel
mundial esta clase de hospedaje ha adquirido cierta fama por su originalidad, y es
reconocido con el nombre de cápsula o cabina para dormir.
En los últimos años, el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ha intentado mejorar el
bienestar de las personas que viven y trabajan en este lugar y acelerar la llegada a sus
hogares a través del incremento de las vías de transporte y de la adquisición de nuevas
unidades para que la gente se beneficie de esto y pueda movilizarse más rápidamente.
Sin embargo, todavía hoy es notable la necesidad de encontrar mayores respuestas a esta
problemática planteada ya que se han observado situaciones de deterioro en la calidad de
vida, debido a la extensión de las jornadas laborales, a la insatisfacción que causa
trasladarse apretado y la pérdida de horas y sueño que esto conlleva sumado a la
incomodidad que resulta de dormir en el suelo por la visita a hospitales porteños al tener
parientes internados por parte de residentes de otros lugares, entre otros casos.
Frente a esta situación, se plantea la siguiente pregunta problema que cuestiona ¿cuán útil
sería que las personas cuenten con un espacio reducido para descansar en Capital
Federal?
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En respuesta a la pregunta planteada y con la intención de dar una solución acertada a
esta problemática se piensa que estos individuos verían su vida más simplificada si
encontraran cerca un lugar donde hospedarse y cobijarse, aunque sea un diminuto refugio
tal como si fuera el camarote de un tren, que puede convertirse en su hogar transitorio,
reduciendo su estrés y permitiendo una mayor satisfacción y bienestar en su día a día en
lo que se refiere a habitar la ciudad de Buenos Aires. Es por ello que en el presente trabajo
se propone el diseño de un espacio de dimensiones reducidas de 2,10 x 2,10 metros con
una morfología similar a una nube para ser colocado a modo de ejemplo en el tercer piso
del Hospital de Pediatría Garrahan y a su vez que sirva como modelo funcional para ser
instalado en otros establecimientos como en el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini
en Ezeiza, en el Aeroparque Jorge Newbery y en Terminal De Ómnibus De Retiro
buscando que este espacio se asemeje a un cómodo refugio y así lograr una mejora en la
calidad de vida.
A partir de esta idea se pretende crear un proyecto de diseño interior integral, teniendo en
cuenta las necesidades de los posibles clientes, haciendo hincapié especialmente en su
funcionalidad, limpieza y practicidad para albergar esta clase de personas que transitan en
Buenos Aires.
Por ello, el principal objetivo de este trabajo es definir si existe aceptación por parte de los
potenciales consumidores acerca de la creación de este tipo de producto y si en el mercado
local argentino puede funcionar, comprendiendo si realmente existe la necesidad de
disponer de un pequeño hospedaje para aquellos familiares de pacientes que duermen en
los pasillos de los hospitales y así mismo, si con esta propuesta se puede reducir el tiempo
dedicado al transporte y a la movilización a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires pudiendo
descansar en una cabina de 2,10 x 2.10 metros, ya sea durmiendo una siesta o durante
toda la noche, y adicionalmente, saber si se podría ayudar a estas personas a mejorar su
calidad de vida y tener mayor satisfacción en su experiencia de descanso cuando visitan
la capital.
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A su vez, se pretenderá descubrir cuál es la opinión y pensamiento de los posibles usuarios
acerca de la utilización o no de estas cajas de descanso y, paralelamente, conocer cuál es
la reflexión de los profesionales en la materia como arquitectos o constructores acerca de
la posibilidad de construcción de estas cápsulas.
Adicionalmente, se buscará explorar los beneficios y desventajas para clientes y
profesionales de dormir en estas cabinas desde el punto de vista de la calidad de vida y
optimización de tiempo.
Por último, se buscará conocer cuáles son las alternativas internacionales y cómo
funcionan, a fin de permitirle a los usuarios tener una gama de elementos que les den la
posibilidad de sentirse a gusto al momento de intentar descansar en estos espacios, con
la intencionalidad de considerar lo que es sustancial en este tipo de instancias, para el caso
aquí referenciado.
Para desarrollar esta obra, la metodología de investigación que se utilizará es la entrevista.
Para ello, se seleccionarán especialistas en la materia que se vean relacionados con
distintas profesiones como arquitectos, constructores y diseñadores de interiores para
conocer la factibilidad de la construcción de un espacio reducido de descanso destinado a
aquellas personas que, por diferentes situaciones, necesitan permanecer por pocas horas
o días en estos espacios.
Básicamente, se les plantearía la posibilidad económica y constructiva que requiere
desarrollar este tipo de espacios en todo lo que implica la existencia de ciertos elementos
que brindan nuevas modalidades de entendimiento y hace a la esencia de esta actividad,
de manera tal que se genere la intención de abordar estos aspectos desde un plano global.
Por otro lado, se buscarán usuarios que hayan probado estos espacios reducidos tipo
cápsulas como hay en Japón con el objetivo de conocer cuáles fueron sus sensaciones y
opiniones al respecto. Se buscará con ello extraer información acerca de las posibilidades
de desarrollo del proyecto en la vida real.
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Adicionalmente, se pensará encuestar a distintos tipos de personas y usar esta herramienta
como otra de las metodologías de investigación. Para ello, se recurrirá a una serie de
preguntas que permitirán conocer si existe la posibilidad de que las personas que se
trasladan a grandes distancias hacia Capital Federal puedan descansar en estas cápsulas.
El marco teórico empleado para el desarrollo de este trabajo se centra en las definiciones
relacionadas con el individuo y la psicología ambiental, teniendo en cuenta los principales
conceptos que expresa Moser en su libro Psicología ambiental: Aspectos de las relaciones
individuo-medioambiente. Asimismo, se compararán las teorías explicadas por Moser
(2014) con el libro Psicología ambiental, calidad de vida y desarrollo sostenible de
Zimmermann (2010), en el que se realiza el estudio de la psiquis del hombre relacionándolo
con los ambientes en el que se desempeña y lo asocia al bienestar de este.
Duhau y Giglia (2008) en su libro Las reglas del desorden: habitar la metrópoli permiten
esclarecer por qué una persona elige vivir o trabajar en la metrópoli. Al respecto, expresan
ejemplos prácticos e individuos reales que padecen en diferentes lugares del globo ciertas
vicisitudes. También, relacionan cómo socialmente se organizan para habitar y descubre
las prácticas de uso y apropiación del espacio.
Al mismo tiempo, se ha empleado literatura referida a espacios reducidos y a la flexibilidad
de los espacios poniendo atención a lo establecido ergonómicamente. En cuanto a la
bibliografía utilizada para explayarse en esto se encuentra Panero y Zelnik (1996) con su
libro Las dimensiones humanas en los espacios interiores: estándares antropométricos.
Esta obra permite entender cuáles son las dimensiones humanas a tener en cuenta para
realizar el diseño del espacio interior. Sumado a esto, explica las normas de diseño que se
deben aprender como profesionales en la materia.
Adicionalmente, como bibliografía relevante para este Proyecto de Graduación se han
tomado los conceptos observados en el libro Saber ver la arquitectura de Zevi (1981) ya
que explica el significado del espacio y la importancia de éste para la arquitectura en
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diferentes edades. A su vez, habla de la interpretación de la arquitectura y la significancia
del espacio para una arquitectura orgánica.
A estos textos se suma Sarquis (2006) con su compilado Arquitectura y modos de habitar
ya que entre varios autores se realiza un análisis acerca de las distintas formas de vivir.
Especialmente, se hace referencia a las unidades complejas y los espacios reducidos.
Se han encontrado distintos trabajos en el marco de la Facultad de Diseño y Comunicación
de la Universidad de Palermo, los cuales mantienen una relación con este proyecto y
servirán de antecedentes. Los proyectos seleccionados se detallan a continuación.
El proyecto de grado denominado Los espacios para la sociedad. El Diseño de Interiores
como factor de bienestar desarrollado realizado por Procopio (2016). Este proyecto es muy
significativo para esta investigación ya que reflexiona sobre lo que sucede en ciudades
capitales en cuanto a la aglomeración en el sentido habitacionales y como esto puede
afectar la calidad de vida de los ciudadanos de Capital Federal. Por otro lado, este trabajo
analiza cómo la sociedad reacciona frente al ritmo acelerado en el que se desenvuelve hoy
y como esto puede afectar su bienestar social.
Buhacoff (2014). Flexibilidad y multifuncionalidad en espacios reducidos. Resignificación
de conceptos espaciales japoneses en un mono-ambiente de Buenos Aires. Proyecto de
graduación. Buenos Aires: Universidad de Palermo, Facultad de diseño y comunicación.
Este proyecto fue seleccionado porque hace referencia al mono-ambiente y las
dimensiones mínimas que un espacio debe tener, de hecho, hace una investigación acerca
de los límites posibles de un espacio para ser confortable. Por otro lado, plantea cómo las
personas habitan Buenos Aires y el poco espacio y comodidades que hay en esta ciudad.
Temas que son de interés para el planteamiento de este proyecto de grado.
Hotel modular móvil. Heineken Hotel, cuya autora es Casavecchia (2009) es de utilidad
para conocer el planteo que dicha alumna realiza al expresar la idea de crear un hotel de
marca en contenedores marítimos ya que por su comprobación estas cajas de acero
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presentan ciertas características que permiten ser unidades habitables. A su vez, pretende
ser móvil para adaptarse a la estación o temporada más fructífera.
A su vez, Bunge (2011) en su Proyecto de Graduación llamado La influencia de la
vivienda en el sujeto. El rol del Diseñador de Interiores en el diseño de la vivienda. Habla
del sujeto y su relación con el entorno teniendo en cuenta su interacción en el espacio y a
su vez, como la vivienda puede influir en el ser humano y modificar su percepción.
Se ha tenido en cuenta el proyecto El hombre y su entorno. Actitudes y Comportamientos,
desarrollado por Zornio (2014) ya que el mismo explica el concepto de Psicología
Ambiental y cómo las personas experimentan en su vida diaria, el ambiente físico.
Legorburu (2013) en su proyecto de grado Monoambiente, continente de espacios
múltiples propone buscar la manera de optimizar y mejorar los lugares reducidos. Apuesta
al diseñador de interiores como personaje importante en el trabajo de cambiar la
percepción del espacio buscando que se vea más grande de lo que es, utilizando recursos
profesionales que persigan este objetivo. Adicionalmente, este proyecto cuenta la historia
edilicia de la ciudad de Buenos Aires y deja ver cómo las prácticas sociales determinaron
espacios para el desarrollo de su actividad y a su vez, como los lugares ya desarrollados
influyeron sobre estos.
Dormir La Mona. El lanzamiento de un bar de siesta de Luedtke (2014) fue seleccionado
debido a que su autora pretende lanzar un bar de siesta en el mercado porteño en el cual
las personas encuentren una experiencia distinta cuando van a un bar o restorán y tengan
allí, la posibilidad de dormir. Para este proyecto de graduación, resulta interesante el
desarrollo que ella realiza respecto a la falta de espacios de ocio que permitan a los
trabajadores y estudiantes realizar esta actividad.
El proyecto Diseño y calidad de vida de Rebollo (2013) explica que el diseño cada vez más
es bien visto y entendido por el usuario común y es parte de la vida de las personas. Según
el planteo de este proyecto hoy se mira al diseño pretendiendo que se embellezcan los
interiores y tenga en cuenta la estética experimental, sensorial y emocional. Esas
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experiencias deben promover la calidad de vida de las personas, como ventaja diferencial
en el diseño de interiores.
Dondero (2012). Las Características Ambientales que inciden sobre el individuo.
Este trabajo explica la relación que mantiene un individuo con los espacios físicos y
describe las reglas de ergonométrica que debemos tener cuenta. A su vez, señala la
interpretación que desarrollan las personas con la psicología ambiental.
Por último, se ha tomado como referencia el trabajo realizado por Reyes (2015).
Minimalismo. Objeto multifuncional en espacios reducidos. Este trabajo se enmarca en la
idea de desarrollar los principios constructivos en habitaciones de estilo japonés,
reconocidas como tatami. Investiga este tipo de habitaciones por su estructura pequeña y
flexible para instaurarla en el mercado colombiano y analizar si efectivamente es posible el
desarrollo de esta clase de ambiente en Occidente.
La investigación de este proyecto estará dividida en cinco capítulos, teniendo en cuenta
aquellos más importantes que puedan describir y analizar el problema planteado. En el
primer capítulo, se planteará el contexto en el cual se ubica el proyecto de grado, para ello
de investigará acerca de los conceptos de ciudad, cómo funciona el hombre dentro de la
misma y, por último, las definiciones más completas que tenga que ver con la calidad de
vida y optimización del tiempo, pero enfocadas al hombre que transita la metrópoli haciendo
hincapié, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Se desarrollará aquí el marco teórico
referido al contexto social citando las costumbres comunes en las ciudades, se tratará de
obtener datos concretos referido a el poblamiento de esta urbe y las características de sus
habitantes para obtener una foto que acerque a la realidad actual.
El capítulo dos establecerá los modos de habitar que desarrolla el hombre moderno. Aquí
será importarte conocer la psicología ambiental que tiene éste para desplazarse en el
espacio público o privado. Adicionalmente, se establecerán los ámbitos de convivencias
en el que las personas se suelen encontrar y se enfocará espacialmente a los ámbitos
comunitarios ya que estos son los que más se acercan a la propuesta de este Proyecto de
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Graduación ya que se ha pensado en un lugar de descanso donde los usuarios harán uso
de lugares comunes.
En el capítulo tres se abordará la cuestión de los espacios reducidos buscando entender
cuáles son sus principales características y se planteará las distintas ventajas y
desventajas que se desarrollan en los mismos, para luego poder establecer su relación con
este trabajo. Se presentará como ejemplo típico de esta clase de ambientes, el más común
de estos que es el conocido monoambiente, con el objetivo de conocer como es su
funcionamiento. Se tendrá en cuenta también las dimensiones mínimas que son necesarias
para que una persona pueda desplazarse cómodamente en un lugar pequeño tomando
como base las definiciones ergonométricas.
El cuarto capítulo tratará los orígenes y primera aparición de habitaciones para dormir en
pocos metros. Adicionalmente, se esbozará la definición del hotel cápsula, la descripción
de este y como es su funcionamiento. Además, se describirá sus principales características
y establecerá los ejemplos de este tipo de hoteles en otras partes del mundo. En este
sentido, se nombrará ejemplos recientes en Latinoamérica como el caso del aeropuerto de
México que ya cuenta con una propuesta de este estilo. En simultáneo, se demostrará que
no existe este concepto todavía en Argentina, presentando las posibilidades hasta el
momento.
Por último, el capítulo cinco se planteará el diseño de un espacio de descanso con forma
de nube cuyas dimensiones serán de 2,10 x 2,10 metros, aplicando para ello los principios
de funcionalidad y comodidad para los posibles clientes y adaptando al mismo los
requerimientos expresados por estos a lo largo de toda la investigación. A su vez, para
este proyecto se tendrá en cuenta el plan de necesidades y las actividades que los clientes
y profesionales entrevistados planteen para utilizar y disponer de dicho espacio. En
paralelo, y teniendo en cuenta estas características se detallará el equipamiento a utilizar
para estas cabinas, el color en función de lo estudiado, los materiales subrayando la
accesibilidad y posibilidad de limpieza de los mismos, entre otros.
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El presente Proyecto de Graduación realiza un aporte significativo a la disciplina de diseño
de interiores ya que, a pesar de existir estos espacios en otras partes del mundo como
Japón o España, a nivel país todavía no se ha desarrollado un emprendimiento de este
estilo que presente un espacio reducido con estas características. Tampoco se ha
planeado hasta el momento cubrir las necesidades de este comitente específico, aquellos
que tienen la necesidad de un descanso reponedor y recorren la Capital Federal en busca
de un lugar para dormir algunas horas debido al desgaste producido por un día de trabajo
hasta altas horas de la noche y sin posibilidad de volver a sus casas o por aquellos que
tienen que visitar familiares internados en hospitales y sus hogares están a más de 100
kilómetros de distancia o por otros que persiguen el deseo de encontrar una institución
educativa donde seguir una carrera.
Este trabajo tiene como finalidad poner el eje en esas personas y su entorno, en sus
problemas y necesidades y comprender cómo brindarle mayor confort y bienestar y
entender si realmente esta propuesta puede ser elegida por ellos.
A su vez, puede resultar de gran valor para los profesionales y estudiantes de la carrera
porque hasta la fecha no hay proyectos realizados que encaren la idea de reservar un
espacio reducido para dormir. Un emprendimiento similar en Buenos Aires es Selfishness,
aunque no es lo mismo ya que este lugar ofrece camillas para dormir la siesta en el
microcentro. De hecho, no consta la existencia de libros que hablen específicamente del
tema solo se han encontrado aquellos que ejemplifican y aconsejan sobre la construcción
de espacios reducidos y la forma de habitar en ellos, pero ninguno transmite información
de este tipo de lugares tan concreta como son las cápsulas para descansar.
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Capítulo 1. La ciudad y el Hombre
En general, las sociedades están ubicadas físicamente dentro de una metrópolis que es
parte fundamental y hace a la estructuración de éstas. A su vez, una urbe denota ciertos y
variados patrones que hace a su esencia y que permite distinguirla, como es el caso de los
miembros que la integran, sus preferencias prácticas, sus deseos, voluntades y el modo
que tienen de percibir y la manera en como ellos la consideran. Por tal motivo, en esta
unidad se implementa una consideración de aquellos elementos que la realizan y que
hacen a su existencia, distinguiéndola de sus semejantes y enfocando en lo que sucede
de modo específico en la ciudad de Buenos Aires.
Según sostiene Barthes (1993), creada en tiempos inmemoriales, la ciudad es un espacio
colectivo, simbólico y cultural que está en constante construcción y que refleja la diversidad,
simboliza el cosmos, así como al individuo, pues es éste quien traza los recorridos a través
de sus calles. El autor sostiene que “…la ciudad es discurso, y este discurso es
verdaderamente un lenguaje: la ciudad habla a sus habitantes, nosotros hablamos a
nuestra ciudad, la ciudad en la que nos encontramos, sólo con habitarla, recorrerla,
mirarla…” (Barthes, 1993, p.260). Expresa, por tal motivo, una serie de patrones culturales
que le orientan al partícipe urbano una mirada que ofrece una mirada íntegra y globalizada.
Al respecto, es posible dar cuenta de una serie de elementos que hacen a que las ciudades
sean lo que son, como resultado de un gran nivel de elementos que hacen a la esencia de
las mismas, por lo que las ciudades tienen en su esfera múltiples elementos que hacen a
su disposición ambiental y a su estructura, respectivamente.
Es, por tanto, un espacio que expresa muchas cuestiones que se orientan más allá de lo
que hace a la simple cuestión urbana, denotando grandes y extensivas variables que
permiten a los usuarios sentirse parte de una urbe actualizada, y orientada a la satisfacción
de muchos de sus participantes de manera indistinta.
Según Trias (2001), son muchas las interpretaciones que pueden hacerse de la ciudad,
por lo que resulta difícil definirla con exactitud. Sin embargo, es posible decir que las
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ciudades surgieron debido a las necesidades humanas de sobrevivencia, aunque también
constituyeron un hecho ritual. La inaguratio, es decir los buenos augurios, guiaba la
fundación de la ciudad, tratándose de un rito que iniciaba con la contemplatio o
demarcación del templo.
Gracias a éste, la fundación de una ciudad, concebida como un cosmos, no era otra cosa
que la refundación del cosmos mismo, por lo que era entendida, de cierta manera, como
el centro del cosmos. La ciudad es un espacio compartido que refleja una tendencia en el
hombre a socializar, aunque también el deseo de separarse de los otros. Durante siglos
los sujetos estuvieron construyendo límites con la finalidad de sentirse seguros: las puertas
y las murallas simbolizan el límite de los diversos cosmos; su función principal era la de
impresionar, persuadir o comunicar al extranjero que se estaba en presencia de un
enemigo y se disponían a defender su territorio. Se trata de la civitas societas, es decir, de
los ciudadanos.
En la ciudad el individuo tiene gran consideración por los otros, a diferencia de lo que
sucede en contextos en donde la convivencia con los pares no es un elemento de renombre
ni consideración alguna, como era habitual en los contextos de los períodos pasados. Lejos
de ello, evidencia, el contexto ideal para que se promueva la participación y la
consideración para con el otro en un marco orientado a la satisfacción de muchos deseos
y voluntades coordinadas de modo claro y simultáneamente organizado para el bienestar
de los miembros y los demás partícipes de la estructura urbana de la que son parte, para
el caso aquí en mención respectivo.
Según Gómez de Silva (1995), la palabra civilización deriva de civilis, que significa
ciudadano y que es lo opuesto a la barbarie, derivado del latín barbarus, es decir, extranjero
o inculto o bárbaros del griego y que significa extranjero o ignorante, por lo que es posible
sostener que se trata de un concepto clave para comprender la esencia de todo aquello
que representa lo humano.
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Trias (2001) expresa la importancia del término civilización y lo hace en función de cómo
se ha conformado a lo largo del tiempo. De hecho, señala como el hombre a través de las
fronteras y murallas construidas en su territorio ha delimitado su lugar de existencia con la
idea de asegurar su fortaleza. De esta manera, el enemigo podía interpretar que ese grupo
se encuentra unido y dispuesto a defenderse ante cualquier amenaza. El autor desarrolló
estos conceptos explicando que:
El limes alude a una franja estrecha y oscilante, o movediza, pero habitable y susceptible de colonización, cultivo y culto; el limes separa el mundo y su extra-radio o el ámbito en el que existimos y el linde que nos separa del misterio. (Trias, 2001, p.35).
Adicionalmente, aclara también en qué consisten esos límites y agrega que en Roma el
limítrofe era el sujeto que habitaba el limes, aquel que se alimentaba de lo que cultivaba
en dicho espacio.
En este sentido, Mongin (2005) argumenta que la relación entre un afuera y un adentro
implica el concepto de la ciudad como refugio: el adentro habla del espacio de la ciudad
mientras que el afuera hace referencia al que llega a pedir hospitalidad. Sostiene que la
ciudad es un espacio en donde se puede entrar y del que se puede efectivamente salir, en
donde es posible encontrar refugio, no definido tan solo por lo que está adentro, como es
el caso de la identidad y la pertenencia, sino que ello es realizado como consecuencia de
la relación mantenida entre un adentro y un afuera, respectivamente.
Dentro de sus límites, la ciudad implica la existencia de una muchedumbre y, a diferencia
del pueblo o de la aldea, los sujetos no necesariamente se conocen unos a otros entre sí.
Se trata, entonces, de seres sin nombre y sin rostro. Dentro de sus límites, a su vez, la
ciudad es un espacio finito que ofrece la posibilidad de trayectorias infinitas (Mongin, 2005).
La Revolución Industrial, surgida entre 1760 y 1840, significó un cambio importante en el
sistema de producción. Las ciudades adquieren características que continúan hasta
nuestros días. A partir de ello, ya no son pensadas como un conjunto de viviendas, templos
y edificios de gobierno, sino también como un lugar donde existen fábricas, oficinas
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empresariales, bancos, locales comerciales, todo aquello relacionado con la producción de
bienes y servicios que pueden ser comprados y vendidos.
Ésta provocó el desplazamiento de grandes grupos humanos desde el campo a la ciudad,
lo cual incidió en la generación de un cambio fundamental y definitivo en la estructura,
función y densidad de la ciudad. Con esta nueva situación, el espacio urbano debió
adecuarse a ella mediante la construcción de puentes, estaciones de trenes y carreteras,
símbolos de la industrialización. Hasta ese momento, el poder monárquico, político y militar
estaba representado en castillos y fortalezas. Con la llegada de la sociedad industrial se
produce un cambio en la construcción. Espacialmente se crean edificios corporativos que
simbolizan el poder económico y que se representan mediante la altura, el acero y el cristal.
A su vez, se introdujeron otras transformaciones en las ciudades, como la incorporación
de lugares de esparcimiento, parques y cafés destinados a la diversión de la clase media
También, aparecieron lugares que reflejaban la devaluación de las condiciones de vida de
muchos habitantes de la ciudad, como por ejemplo zonas donde se ejercía la prostitución
o vivían niños de bajos recursos, por lo que irían surgiendo los barrios marginales (Barreto,
2001).
Por otro lado, cabe mencionar que todas las ciudades comparten características comunes,
aunque cada una de ellas presenta sus propios rasgos. Estas cualidades similares se ven
reflejadas en el emplazamiento, trazado o arquitectura de sus calles y, a su vez, por el
hecho de poseer una identidad que se va formando por el uso que los habitantes hacen de
ella.
Las ciudades no solo están hechas de cemento, piedra o asfalto, sino que también están
compuestas por cuerpos que ocupan espacios públicos y privados. Ésta es un organismo
vivo que nace, crece, se desarrolla y en algunos casos, muere. Por lo tanto, más allá de
que exista una planificación urbana, son los habitantes de la ciudad los que le dan vida a
ésta, según sostiene Barreto (2001).
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1.1 La ciudad de Buenos Aires
Joseph (2002), en su libro El transeúnte y el espacio urbano, declara al respecto de manera
expresiva el hecho de que:
Lo urbano es entonces el cosmopolitismo: el momento en que la ciudad se convierte en el mundo. Pero la ciudad nunca es imperio. El centro de la ciudad, el lugar por excelencia del cosmopolitismo, es un centro esponjoso, lleno de cavidades, de discontinuidades en su tejido. Hacer la experiencia de la ciudad es pues perderse en ella (Joseph, 2002, p.74).
En este sentido, Buenos Aires, también llamada Ciudad Autónoma de Buenos Aires, es la
capital de la República Argentina y principal centro urbano del país. Según el sitio web del
Gobierno de la ciudad de Buenos Aires (2018), “tiene una superficie total de 203 kilómetros
cuadrados, situándose en la región centro-este del país, sobre la orilla occidental del Rio
de la Plata, en la llanura pampeana”. Este territorio está delimitado por varios puntos
importantes. Según lo que reconoce el Gobierno de la Ciudad, es “el tejido urbano es
similar a un abanico, que limita al sur, oeste y norte con la provincia de Buenos Aires y al
este con el Rio de la Plata” (Gobierno de la ciudad, s.d.).
Adicionalmente, González (2010), sostiene el hecho específico que el trazado de la ciudad
es regular, por lo cual es posible citar que el centro histórico, así como el financiero de la
misma da cuenta de manzanas cuadradas a la perfección que se extienden de norte a sur,
así como de este a oeste, tratándose de un trazado perpendicular de las calles, el que
forma, para el caso, un damero. Debido a que es una localidad muy extensa, el transporte
urbano lo componen los trenes, colectivos, taxis, autos particulares, subtes, entre otros.
Estos medios no solo son utilizados para trasladarse en los habitantes de Buenos Aires,
sino también los que viven en el denominado conurbano bonaerense y que llegan a la
ciudad principalmente por motivos laborales.
Según la Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires, “186 millones de pasajeros utilizan los distintos medios de transporte urbano y
suburbano de la Ciudad por mes” (2017, p.24).
20
Complementando ello, en cuanto a la población, el mismo ente sostiene el hecho de que
“más de tres millones de habitantes residen en ella distribuidos en barrios que, desde el
punto de vista político-administrativo, se agrupan en quince comunas” (2017, p.8). La
cantidad de personas que hay por kilómetro cuadrado es cercana a los 15.000. La habitan
un mayor número de mujeres que de hombres.
Por otro lado, el diario Clarín (2016) considera que, Buenos Aires parece ser una de las
ciudades más visitadas de Latinoamérica. De hecho, figura en el puesto número cinco de
un ranking realizado por el Índice Anual de Ciudades Globales de Destino, creado por
Mastercard.
Adicionalmente, cabe destacar que, según información relevada por la Dirección General
de Estadística y Censos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (2017):
El número de viajeros que visitaron la Ciudad de Buenos Aires durante 2016 fue de aproximadamente 4.500.000, destacándose los meses de julio, octubre y noviembre con la mayor cantidad de pasajeros que, en promedio, se alojaron durante 3 días en algún hotel porteño. Hay, además, alojamientos alternativos denominados hostels, que se caracterizan por ser más baratos, suelen elegirlos estudiantes que provienen de otros países, y cuentan con 102.000 plazas o camas. El 58% de los turistas son personas que viven en alguna provincia y visitan la Ciudad, y el 42% provienen del exterior del país (p.23).
Según la Organización Mundial de la Salud, esta urbe tiene una insuficiente cantidad de
espacios verdes, lo que no le permite alcanzar los estándares mínimos propuestos por la
esta institución que son entre 10 a 15 metros cuadrados por persona (Rocha, 2014).
Aunque la Dirección General de Estadística y Censos del Gobierno de la Ciudad de Buenos
Aires (2017) establece que “hay un promedio de 5.9 metros cuadrados de espacio verde
por habitante, aunque esta relación no se mantiene para todas las comunas” (Dirección
General de Estadística y Censos del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, 2017, p.16)
Para los entendidos en el tema, la calidad de vida en una metrópolis está claramente
vinculada con la cantidad de espacios verdes y públicos con los que cuentan sus habitantes
(Rocha, 2014).
21
Por último, como puede apreciar Andrade (2016), es importante enfatizar que según un
estudio de calidad de vida realizado en el 2016 por la Mercer Human Resource Consulting,
en el que se hace un ranking teniendo en cuenta la seguridad, la cantidad de ruido, la
disponibilidad de espacios verdes se posiciona a la ciudad de Buenos Aires en el puesto
93 a nivel mundial y es segunda en América Latina detrás de Montevideo, de manera
ejemplar.
En esta ciudad conviven una variedad de razas, nacionalidades y culturas que interactúan
entre sí gracias a la globalización actual. El turismo, los viajes universitarios y de negocios,
las competencias deportivas, entre otras, permiten que habitantes de otros lugares se
acerquen y cohabiten transmitiéndose unos a otros las particularidades de su origen y
crianza. Al mismo tiempo, convierten a esta gran metrópolis en uno de los espacios más
populosos del planeta como se ha citado en párrafos más arriba. Por todo esto, la gente
que vive en esta gran ciudad posee diversas opciones y actividades que le permiten
satisfacer sus necesidades de dispersión y entretenimiento. Pero también son testigos
directos de los grandes aglomerados de gente que generan ruidos molestos,
contaminaciones de todo tipo y un ritmo de vida por demás agitado.
El estrés laboral es prácticamente inevitable, sumado al gran tráfico automovilístico,
además de la superpoblación en las zonas comerciales y bancarias durante todo el día. Se
combina una sensación contrapuesta de sentimientos favorables y conflictivos a la vez, un
deseo de habitar en ella y otro de alejarse. Todo convive allí en la gran ciudad. El futuro
augura una tendencia de crecimiento y desarrollo que acentuarán más aún este panorama
particular y cautivante que la caracteriza, motivo que denota la realidad de un sistema que
permitirá interpretar estas tendencias desde un aspecto puramente general, para el caso
en cuestión, orientado a entender la esencia de estas temáticas, para el caso en cuestión.
22
1.2 Calidad de vida
La aparición del concepto de calidad de vida y la preocupación por su evaluación
sistemática y científica es reciente. Es hacia la década de los sesenta cuando comienza a
popularizarse la idea de la calidad de vida hasta convertirse en un concepto utilizado en
ámbitos muy diversos, como la salud, la salud mental, la educación, la política, la economía
y el mundo de los servicios en general. En una primera instancia, la expresión calidad de
vida aparece en debates públicos relacionados al medio ambiente y al deterioro de las
condiciones de la vida urbana. Durante la década de los cincuenta y a principios de los
sesenta, va creciendo el interés por conocer el bienestar humano y las consecuencias de
la industrialización de la sociedad. (Salas, 2013).
Así, surge la necesidad de medir esta realidad por medio de datos objetivos: desde las
Ciencias Sociales comienzan a desarrollarse indicadores sociales y estadísticos
interesados en medir datos y hechos vinculados al bienestar social de la población. Dichos
indicadores, a su vez, fueron evolucionando: en un primer momento hacían referencia a
las condiciones objetivas, básicamente las económicas y sociales para, después
contemplar también condiciones de tipo subjetivas.
Hacia mediados de la década de los setenta y principios de los ochenta se perfeccionan
los indicadores al tiempo que, también, comienza a definirse el término calidad de vida
como un concepto integrado que incluye tanto condiciones objetivas como componentes
subjetivos. Sin embargo, no existe aún consenso respecto de la definición del concepto de
calidad de vida. Sin embargo, se ofrecen a continuación algunas definiciones para poder
acercarse a una enunciación más clara acerca de calidad de vida. Diversos autores utilizan
diferentes definiciones implícitas, aunque no las explicitan.
En general, las definiciones del término hacen referencia a “…una propiedad que tiene un
individuo para experimentar situaciones y condiciones de su ambiente dependiendo de las
interpretaciones y valoraciones que hace de los aspectos objetivos de su entorno.” (Ardila,
2003, p.162). El autor, además, agrega que “la calidad de vida se considera que es una
23
combinación de elementos objetivos y de la evaluación individual de dichos elementos.
Calidad de vida objetiva y calidad de vida percibida son dos conjuntos de factores que
interactúan.” (Ardila, 2003, p.162)
Por lo tanto, se puede decir que existe una diferencia entre aspectos objetivos de la calidad
de vida, es decir, indicadores sociales, y aspectos subjetivos o percibidos. El concepto
básicamente deberá ser abstracto e inclusivo, dominado por un doble carácter (el objetivo
y el subjetivo) y con múltiples dimensiones. (Ardila, 2003)
Indicadores como, por ejemplo, el ingreso per cápita ofrece un panorama acotado respecto
de las condiciones de vida de la población de un país. Ello se debe a que dicho indicador
no permite reconocer cómo es la distribución de ese capital en la población y ni cuáles son
los usos que se le da. Aunque estos datos son fundamentales ya que actúan favorable o
desfavorablemente en las condiciones de vida de las personas.
En este sentido, Nussbaum y Sen (1996) sostienen que:
Es necesario saber no sólo el dinero que tienen o del que carecen, debemos saber acerca de su expectativa de vida, de su salud y de los servicios médicos, conocer su educación especialmente cuál es su naturaleza y calidad de la misma, su satisfacción con el trabajo, de la dinámica entre trabajadores y patrones, cómo están estructuradas las relaciones familiares y entre géneros, la forma en que la sociedad permite a las personas imaginar, maravillarse, sentir emociones como el amor y la gratitud (…) es decir, se necesita una descripción completa del ser (p.6).
Se puede entender que existen varios elementos de manera simbólica que hacen a los
distintos elementos al momento de comprender qué es lo fundamental en un contexto de
ciudad, de manera tal que las varias herramientas permiten al partícipe de estos procesos
la consideración de una serie de recursos que permiten entender a estas urbes como una
de las máximas pautas de tendencias vinculantes entre los miembros de todo tipo de
sociedad.
Por otra parte, Murgía Osorio (2001) considera que las áreas que impactan en la calidad
de vida están relacionadas con los mercados de bienes y servicios, mercado de trabajo y
productividad, acceso y dominio de los recursos tecnológicos, y al bienestar y felicidad de
24
las personas. Para este autor, se trata entonces de un concepto multifactorial,
estableciendo que la dificultad para su definición se fundamenta en las particularidades del
caso al que se aplique, así como a la naturaleza de los índices utilizados. Así, la calidad
de vida se manifiesta entre los sujetos o entre grupos humanos, pero se construye
socialmente.
Por su parte, Daltabuit Godás et al. (1997) sostienen que el concepto de calidad de vida va
más allá de las necesidades básicas de vivienda, servicios, salud y empleo. Por ello, estos
autores consideran que debe tenerse en cuenta, también, la dimensión subjetiva del
hombre, por medio del reconocimiento de otras dimensiones tales como la libertad, la
democracia, la seguridad y la paz.
Por este concepto es posible apreciar ciertos elementos que brindan una mirada profunda
en cuanto a los distintos aspectos orientados a satisfacer varias necesidades conjuntas.
De estas formas será clave entender que la calidad de vida es un concepto subjetivo en el
que los procesos varían conforme los deseos de los miembros, de modo tal que lo que
para una persona representa algo cualitativo no de manera necesaria lo será para el otro.
El gusto es relativo y el patrón identitario entre los conceptos y la vida depende de todos
los sujetos, por lo que no es factible entender que estos elementos son únicos ni pasibles
de ser aplicados a todos por igual, de manera tal que no se puede hablar de un término
universal.
Para Leff (2000) con la introducción del concepto de calidad de vida los indicadores
generales como el de necesidades básicas y niveles de bienestar se debe profundizar y
unir con las necesidades básicas de vivienda, vestido, salud y empleo, con las necesidades
de emancipación y los sentidos de existencia, es decir, teniendo en cuenta lo objetivo y lo
subjetivo.
Se puede establecer que existen diversas posiciones respecto de lo que es definición de
la calidad de vida y cuáles son sus componentes. Aunque se ha podido entender que todas
25
las enunciaciones incluyen los componentes objetivos y subjetivos. Con el objetivo de
sintetizar, este trabajo se centrará en la siguiente definición:
Calidad de vida es un estado de satisfacción general, derivado de la realización de las potenciales de la persona. Posee aspectos subjetivos y aspectos objetivos. Es una sensación subjetiva de bienestar físico, psicológico y social. Incluye como aspectos subjetivos la intimidad, la expresión emocional, la seguridad percibida, la productividad personal y la salud objetiva. Como aspectos objetivos el bienestar material, las relaciones armónicas con el ambiente físico y social y con la comunidad y la salud objetivamente percibida (Ardila, 2003, p.163)
Como se puede apreciar, se trata de un elemento que engloba muchas variables al
unísono, no actuando de modo aislado sino vinculando a las mismas en un mismo marco
metodológico, para el caso, de manera tal que estas prioridades avanzarán conforme se
pueda entender por calidad dependiendo de cada miembro participante.
De esta manera, se logrará comprender que lo cualitativo dependerá de muchas facetas
que trasciendan en ocasiones los gustos de cada uno de los sujetos y que se enmarquen
en satisfacer la mayor cantidad de pretensiones posibles de existir en la vida íntegra de
todas las personas.
1.3 El tiempo
En la actualidad, se dice que el tiempo es un recurso escaso y las distintas familias deben
distribuirlo entre las varias actividades que hacen. Es de una naturaleza indivisible y, por
lo tanto, no es acumulable ni puede reservarse, se consume mientras se produce o, mejor
dicho, mientras transcurre. Este importante recurso que pasa sin que sea utilizado en la
realización de una actividad no se puede recuperar. Si no fue manipulado, la tarea quedará
sin realizar o deberá concretarse de manera simultánea con otras laboriosidades. Sin
embargo, más allá de estos rasgos que lo convierten en un activo transcendental para las
personas, se trata de una variable de gran valor que necesita ser bien administrada.
Diversos estudios analizan su uso y sugieren que el mismo incide en las capacidades de
los sujetos para alcanzar no solo objetivos básicos vinculados al bienestar sino también a
aquellos asociados a la realización individual y a la posibilidad de poseer efectiva libertad
26
para elegir entre los funcionamientos complejos entre los que opte (Hernández y Rossel,
2010). De esta manera, es posible comprender que la variable temporal, escasa, tiene
grandes aplicaciones en cuanto a las diferentes modalidades de usos, por lo que es
susceptible de verse como un recurso escaso y orientado a ser aprovechado desde una
mirada profunda y posibilitadora de tendencias para todos los partícipes de una sociedad.
Existen, por otra parte, distintos enfoques de estudios sobre el tiempo. Uno de ellos, y que
es relevante para este trabajo, es aquel que introduce la visión espacial, es decir, que son
estudios sobre accesibilidad y movilidad cotidiana, y cuya preocupación principal está
centrada en el acceso territorial y en la accesibilidad como elementos a analizar respecto
de la equidad y el bienestar de los sujetos.
Desde el punto de vista de la accesibilidad, es de fundamental importancia el análisis de la
movilidad que no solo debe estar centrado en los viajes y los desplazamientos sino en los
sujetos, cuya movilidad y no movilidad se asocia a una gran cantidad de elementos que
trascienden ampliamente la mera observación de los desplazamientos efectivamente
realizados (Miralles-Guasch y Cebollada, 2003).
Miralles-Guasch y Cebollada (2003) definen la accesibilidad como “…la capacidad de las
personas para superar las distancias geográficas entre un punto y otro de la ciudad.” (p.34).
Existen otras definiciones que hacen referencia a la movilidad potencial de los sujetos como
uno de los capitales con que cuentan las familias o también puede ser en el grado de ajuste
entre las estructuras de oportunidades de movilidad y los recursos con que cuentan las
familias para movilizarse. El tema de la accesibilidad es muy importante debido a que
cumple un rol en la acumulación de activos, asociados al bienestar y la calidad de vida de
las personas.
Es así que Ascher (2005) señala que:
Hoy en día, la movilidad es una condición clave de acceso al mercado laboral, a una vivienda, a la educación, a la cultura y al ocio, a la familia. El derecho a trabajar, a tener una vivienda, a recibir capacitación, ahora implican el derecho a la movilidad; en cierto sentido este derecho a la movilidad es una precondición de los otros derechos. (Ascher, 2005, p.19)
27
La movilidad compromete una parte del tiempo de los sujetos, y cuanto mayor es este
compromiso y menores son los recursos de las personas para resolver esta exigencia,
menores serán también las chances existentes para alcanzar los demás derechos. La
problemática del tiempo puede ser abordada, también, desde aquellos factores vinculados
al tiempo urbano y a la geografía del tiempo.
El tiempo urbano hace un uso de vinculación coordenada especial que refiere a las
actividades en el territorio, desde el uso de la ciudad, hasta el uso social del mismo, como
así el grupo de tendencias que consumen cierto factor temporal indivisible que no es
posible de ser acumulado en cada uno de los hogares (Ascher, 2005).
Según la ONU, Hábitat (2008), debido a la complejidad de este concepto, es claro que se
hace referencia a las grandes ciudades donde la variedad de ofertas, imposición de
desplazamientos y distancias son relevantes.
Como puede apreciarse, en el instante en que se pretende estudiar el tiempo en relación
a la calidad de vida de personas y su desarrollo, todo lo que concierne a la realidad de
cada ciudad y la discusión sobre lo urbano son sustanciales, ya que la vida en la cuestión
urbana maximizó posibilidades de vida de la gente, pese al hecho de que una gran cantidad
de desafíos presentes como es el aspecto de la expulsión de sectores populares hacia la
periferia, así como la movilidad, brindan ciertos niveles de tensión al cumplimiento de dicho
aspecto y pueden llegado el caso ser contraproducentes con las ideas de conseguirlo.
Desde el punto de vista del concepto de tiempo urbano, implica el reconocimiento de la
llegada a los lugares donde se desarrollan actividades y el tiempo que dichas actividades
insumen. En algunas ocasiones se ahorra tiempo cuando se combinan otras actividades,
aunque, muchas de ellas también insumen tiempo de llegada y de ejecución.
Estas consideraciones de la geografía de tiempo se basan en el paradigma de que los
sujetos realizan diversos recorridos o caminos, por lo que hacen un dibujo en un plano
espacial pero también en uno temporal, en el transcurso de su vida cotidiana.
28
Por lo tanto, el lugar y la secuencia con el que las personas realizan las actividades son
elementos claves para entender las principales facilidades y obstáculos con que se
enfrentan al hacer las diligencias que necesitan o desean desarrollar.
El supuesto básico en este tipo de razonamientos es que los sujetos están siempre en
agitación, ya sea porque se están movilizando de un lugar a otro, o bien porque, aun
cuando se encuentran en un punto fijo, se despliegan en un eje temporal, es decir, que se
están moviendo en el tiempo.
Esta constante conmoción genera huellas y va dibujando senderos que pueden ser
analizados a partir de distintos factores como el género, el ciclo vital o el estrato económico.
A su vez, existen variables asociados a estos factores como el acceso a los medios de
transporte (ONU, Hábitat, 2008).
Como pudo apreciarse en el presente capítulo, las características y los modos de lograr
entender la esencia de una sociedad trascienden de meras tendencias aisladamente
presentadas, motivo por el que será factible analizar la totalidad de éstas para arribar a
conclusiones que se enfoquen en presentar orientaciones globales y dispuestas a permitir
el entendimiento general de lo que representan en la mente de los usuarios, de cada una
de éstas.
En el próximo apartado se permitirá entender los modos de habitar existentes en lo que
hace al comportamiento de las personas y su utilización del espacio, esbozado ello en las
variables psicológicas y ambientales que hacen a la estructuración de la forma como
conviven y se desarrollan en sus lugares particulares y comunitarios. Consecuentemente,
se implementarán modos de entendimiento que brindarán un marco apropiado para la
comprensión de aquellas pautas que usualmente son desconsideradas inclusive por los
propios habitantes de las ciudades y que permiten comprender lo que hace a la esencia de
las urbes referenciadas en los presentes apartados.
29
Capítulo 2: Modos de habitar Así como hay distintos tipos de casas, también existen diferentes formas de vivir en ellas.
Están las viviendas que fueron pensadas en un solo nivel, construcciones en altura que se
convierten en departamentos de varios pisos o en torres gigantes, la casa chorizo, los loft,
mansiones, petit hotel y hasta residencia de muy pocos metros para habitar en ellas.
Las personas fueron adquiriendo estos espacios con la idea de conseguir un techo donde
poder refugiarse de la intemperie, la cual en ocasiones puede presentarse demasiado
desafiante. Por esto, se puede interpretar que la vivienda es el refugio natural que tiene
una persona, ya que en ella se desarrolla la vida de cada usuario. A su vez, tener una
vivienda ya sea propia o alquilada habla de cierto estilo y calidad de vida según lo
expresado en el capítulo anterior. En palabras de Ching y Binggeli (2011):
las viviendas son escenarios físicos que satisfacen las necesidades básicas de cobijo y protección, creando un marco e influyendo en la forma de llevar a cabo las actividades, alimentando aspiraciones de los ocupantes y expresando las ideas que acompaña sus acciones; afectando los puntos de vista, los estados de ánimo y la personalidad. (2011, p.36)
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires en especial, tiene un sinfín de casas que conviven
entre ellas estableciendo su propio estilo, el moderno mezclado con el antiguo. Tal como
lo expresa, Borthagaray (2011) en su libro Habitar Buenos Aires, numerosas casas de la
ciudad han sido construidas por los futuros habitantes de las mismas o han surgido gracias
a empresas privadas con el objetivo de obtener ganancias con esto, buscando conseguir
una renta o simplemente vender para poder obtener una diferencia entre lo que costó la
propiedad y el precio de venta. Para muchos esta ecuación resultó beneficiosa, pero para
otros fue inaccesible alcanzar su primer hogar. Las soluciones a este problema, tal como
explica este arquitecto contemporáneo, estuvieron relacionadas al sector público con la
Comisión Nacional de Casas Baratas creada en 1915 a través de la Ley Nacional número
9677 o también fueron asociadas a créditos bancarios para el desarrollo de viviendas, de
interés social como el Conjunto Monteagudo en el barrio porteño de Parque Patricios. En
la actualidad, sigue siendo un problema ya que sobreviven los antiguos conventillos donde
30
se asientan varias familias provocando hacinamiento y a su vez, existen las villas miserias
que se han reproducido en el último tiempo y presentan en varios casos riesgo de
derrumbe.
En el otro extremo, tal como señala Brandariz (2011), se encuentran los que gustan de
habitar fuera del centro porteño, los soñadores del espacio verde, los que han ocupado
terrenos más allá del obelisco, los que se mudaron a San Fernando, Vicente López, La
Lucila, Hudson, Hurlingham, entre otros. Aquellos que deciden sacrificar kilómetros y
dirigirse a las afueras de la Capital Federal, ubicándose en las casas quinta, las chacras y
el barrio cerrado.
Francisco Liernur (2001) percibe la construcción de la casa moderna como un dispositivo
social que tiene sus orígenes hacia 1870. Además, explica acerca de las distintas formas
de habitar existentes y las planteadas como alternativas a estas, cuyos inicios datan entre
1870 y 1930 en Argentina. En su artículo Casas y jardines. La construcción del dispositivo
doméstico moderno (1870-1930) traza el concepto de lo que él llamó la compactación de
la planta. Este proceso consta de dos operaciones sustanciales: una de ellas está
relacionada con la reducción de las superficies de los espacios y su fusión o integración en
espacios con características nuevas como, por ejemplo, el caso del living room. La otra,
tiene que ver con la compactación que ha utilizado la incorporación de los servicios como
lo son el baño y la cocina en el interior de una vivienda del tipo departamento, gracias a la
tecnificación de las tareas del hogar y a los avances tecnológicos en los sistemas
estructurales y constructivos. Este concepto de compactación desarrollado por Liernur, no
sería posible si no se hubieran dado significativas transformaciones culturales que
posibilitaron el desarrollo de la vida doméstica en esferas de dimensiones más pequeñas.
Esta acción concreta de compactar se encuentra relacionada con la necesidad de extender
el sitio donde vive una familia tipo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para que todos
los miembros quepan dentro de él. A su vez, en hogares en los que reside una sola persona
31
también es posible que se amplíe el espacio para ganar en mayor movilidad dentro de los
mismos metros.
Arquitectónicamente hablando, en los primeros años del siglo XX, surgieron procesos de
modernización que trajeron nuevos tipos de vivienda que ayudaron a aumentar el trabajo
profesional de arquitectos y permitieron una renovación en las maneras de habitar de la
sociedad argentina, que a su vez se hicieron presente mayormente en las ciudades
capitales. Por otro lado, hubo una significativa construcción de viviendas destinadas a
sectores populares con el objetivo de tener la posibilidad de experimentación de tipologías
arquitectónicas alternativas a las acostumbradas, como plantea Anahi Ballent (2005) se
estableció:
la casa compacta o cajón como tipo de vivienda individual, alternativa a la tradicional casa chorizo o a las casillas de un solo cuarto en lotes suburbanos, barrios-parque; y los pabellones y las casas de departamentos en el caso de la vivienda colectiva, alternativas a los conventillos para lotes urbanos. (Ballent, 2005, p.59)
A su vez, Anahi Ballent (1999) afirma que la modernización del hogar se encuentra
asociada a nuevo equipamiento y avances tecnológicos incorporados a la vivienda, estos
liberaron a la mujer de numerosas tareas domésticas y le permitieron disponer de más
tiempo. La vivienda de la mujer moderna presenta características como confortable,
cómoda y eficiente e indefectiblemente es un hogar que es fácil de mantener y limpiar.
Como lo establece Ballent (1999), lo que hoy se conoce en Argentina como una casa
moderna, ya sea como unidad aislada unifamiliar (vivienda individual) o agrupada
multifamiliar (departamentos en vivienda colectiva) no ha variado en sus atributos
esenciales desde los años treinta ya que mantiene sus características tipológicas
(disposición y forma de la unidad) y la manera como provee su infraestructura e higiene.
Umberto Eco (1986) sostiene que existe un mensaje arquitectónico que vacila de un lado
a otro diciéndole al usuario cómo tiene que vivir y hacia otro extremo le pide
complacientemente, que utilice el espacio de la forma que éste quiera. Es así como los
consumidores son los que dan significado a su espacio. Éstos habitan de la forma que
32
consideran necesario, aunque su lugar no esté compuesto de cuatro paredes como es el
caso de las personas que duermen en la calle. También, establecen su sentido de
pertenencia y ocupan un cubículo minúsculo en cualquier lugar dentro de la ciudad de
Buenos Aires al mejor estilo como lo hacían los hombres de la edad de piedra que
encontraban una cueva para refugiarse del frío o de la lluvia. Así mismo, grupos de
personas se establecen en asientos desocupados, plazas o bajo puentes y construyen sus
propios barrios, hoy conocidos como villas o sectores de bajos recursos porque consideran
que es ése su lugar para vivir. Al otro extremo, se encuentran las personas que exigen
seguridad y deciden marcharse hacia las afueras de la ciudad en barrios de categoría y
cerrados por una extensa muralla o alambrado, los conocidos como countries.
Por lo tanto, el ser humano es capaz de dar forma al espacio y hacerlo propio colocándole
sus características y particularidades, pudiendo transformar así un lugar cuya función u
objetivo en un principio era otra, otorgarle un nuevo significado y convertirlo en su hogar.
Para terminar, el morar de una persona no solo está relacionado al vivir en un espacio o
lugar, sino que se trata de una experiencia fundamental que sitúa y coloca al hombre en
un tiempo y en un contexto concreto. Por ello, se desencadenan una sucesión de
vinculaciones entre los disímiles modos de vivir y de esperar vivir, en el plano individual,
en el familiar y en el colectivo. El habitar no solo está relacionado con lo tangible como los
diferentes usos que se le puede dar al espacio, el tipo de actividades que se desarrollan
en él, las características que presenta, el tamaño sino también con algo intangible como la
cantidad de tiempo que se pasa en ese lugar, el sentido de pertenencia y afecto que una
persona adquiere con ese lugar que ha vivido y se ha desarrollado en algún momento.
2.1 Psicología ambiental
Existe una variedad de definiciones que describen la disciplina, aunque a nivel básico se
puede decir que es un área dentro de la psicología que tiene su comienzo hacia los años
sesenta, cuyo objeto de estudio radica en la compleja relación entre el hombre y el
33
ambiente físico. Otros coinciden en que está disciplina consiste en el estudio de la psiquis
del ser humano en relación con sus ambientes donde se desarrolla.
A su vez, se focaliza en los ambientes construidos y recientemente también hace hincapié
los ambientes naturales. Zimmermann (2010) explica que:
El entorno percibido e interpretado por la persona es también escenario en el cual esta persona se comporta para realizar en él sus proyectos de vida y sus acciones cotidianas. Este ambiente es complejo, ya que no se limita a unas pocas variables como las del experimentador de laboratorio. Cada lugar urbano tiene componentes históricos, físicos, sociales, comunitarios, y culturales. No se trata de espacios neutros, ya que todos ellos son valorizados por el sujeto con base en estos referentes. (p.15)
El autor del libro Psicología ambiental. Calidad de vida. Desarrollo Sostenible manifiesta
que el ambiente que experimentado una persona en su día a día interviene en ese ser y lo
transforma generando un vínculo entre ellos. Hay un sentido de reciprocidad ya que el
medio acciona sobre el hombre, pero éste también lo hace hacia el medio. Este autor
desarrolla una serie de conceptos interesantes para entender un poco más el significado
de la psicología ambiental y que aplicación se le puede dar en los ambientes físicos como
la casa, el departamento, la habitación, el espacio de lectura. Uno de los conceptos viene
de la mano de diferentes áreas psicológicas que ofrecen su aporte acerca de los más
importantes paradigmas investigativos de la psicología ambiental.
Uno de ellos es el paradigma relacionado con la personalidad-ambiente, en el que explica
la importancia de los antecedentes personales junto con los situacionales poniéndole
mayor énfasis a los primeros, debido a los diferentes escenarios particulares que puede
atravesar un ser humano. Como ejemplo de esto, se puede citar uno de los estudios
realizados por Zimmermann, los cuales demostraron la relación que establece la
personalidad y los ambientes en los que las personas se pueden manifestar. Éstos crearon
una escala de introversión-extroversión en el que ubicaban a jóvenes estudiantes en edad
escolar relacionándolos con su grado de participación en diferentes tipos de actividades,
en espacios específicos de la escuela. El resultado arrojó que los alumnos extrovertidos
eligieron espacios de acción que les permitieran tener contacto social como las canchas
34
deportivas. Los que fueron calificados como introvertidos prefirieron los espacios propios,
como la biblioteca. (Zimmermann, 2010).
Adicionalmente, habla de otro paradigma significativo que mancomuna con la psicología
cognoscitiva, la cual hace una distinción entre cognición ambiental y cognición espacial.
La primera se refiere a los procesos psicológicos (percepción, pensamiento y afectividad), por medio de los cuales la gente conoce los ambientes socio físicos naturales; p.ej., cómo percibe y evalúa la persona un paisaje o un parque. La segunda, más restringida, se refiere a los procesos específicos por medio de los cuales el individuo adquiere, codifica, repertorio, recuerda y descodifica información sobre ubicación y atributos de fenómenos dentro del ambiente espacial; p.ej., cómo el individuo percibe su vivienda, o un entorno urbano, o un ambiente escolar. (Zimmermann, 2010, p.21)
Estas dos definiciones describen perfectamente la forma de percibir los espacios. Por un
lado, se refiere al proceso mental que hace una persona al evaluar un espacio natural como
es un parque, una plaza, un country. Y el segundo, es más específico, relacionado con el
proceso mediante el cual una persona decodifica la información que recibe del ambiente
donde se encuentra, sus características y propiedades.
Adicionalmente, Kruse (1980) habla acerca del espacio caracterizado haciendo referencia
al proceso de interiorización que realiza una persona, poniendo su subjetividad en ello, al
referirse a un espacio público o privado. Hace referencia a la relación que desarrolla una
persona según su estado de ánimo y un entorno determinado. Para un individuo, por
ejemplo, un espacio puede ser frío, cálido, corriente, vivaz, sombrío, tétrico, entre muchas
más opciones. El ambiente, por otro lado, también presenta características anímicas por lo
que la persona puede percibir un lugar como acogedor, encantador, íntimo, solemne,
relajante, entre otros. Esto es el proceso de interiorización que realiza una persona frente
a un lugar determinado. Por lo tanto, por más concreto y real que sea un espacio, no puede
reflejar características objetivas si interviene una persona dentro de él y a su vez, si vive
ese lugar y lo afecta anímicamente o si conmueve sus sentimientos y su manera de percibir
ese espacio, si o si, modifica su ánimo. En paralelo, se recurre al psicólogo ambiental,
Kruse (1980) ya que determina que los objetos del mismo modo son parte de este proceso
35
de interiorización, son parte de este engranaje y permite determinar cómo es el
relacionamiento del hombre y hábitat.
Los objetos tienen una gran importancia en este proceso de conexión con los espacios. La
forma, el color y el sonido de un objeto tiene características propias que hace que una
persona conecte afectivamente con la presencia de este, otorgándole así ciertas
cualidades expresivas. Tal como lo ejemplifica Kruse psicólogo contemporáneo que
entiende en la materia: “determinados colores, por ejemplo, dejan ver un espacio más
angosto o más amplio, más alto o más bajo, más cálido o más frío. Las paredes blancas
amplían los volúmenes, los colores obscuros los reducen.” (1980, p.72). Está definición
hace pensar acerca de la relación hombre-ambiente que tiene como resultado este
denominado proceso de interiorización que reside en la elaboración que realiza una
persona en su interior haciendo conexión con sus vivencias ambientales.
Asimismo, es posible comprender que existen ciertos factores que determinan las
conductas ambientales. Al respecto, Hines y Cols (1986) por medio de un análisis han
identificado cuatro bloques relacionados con las diferentes conductas ambientales.
En primera instancia los factores socio-demográficos, en los que figuran la edad, el nivel
educativo, sexo y llegado el caso un nivel de ingresos, relacionados con comportamientos
habituales que generan una sensación diferente en relación al medio-ambiente en el que
éstos viven.
En relación con el sexo, es posible observar que las mujeres se han visto más dispuestas
a proteger al ambiente más que el sexo masculino. En segundo lugar, los factores
cognitivos, todos los que refieren a un conocimiento específico sobre el medio ambiente y
las condiciones ambientales generales y específicas de éste.
En la tercera colocación, se mencionan a los factores de intervención ambiental, lo que irá
a expresarse en relación con los conocimientos que tienen las personas para modificar las
conductas y los conocimientos sobre estrategias posibles para cambiar la actualidad
medioambiental.
36
Finalmente, en lo que hace a los factores psicosociales se mencionan las “variables
personales y representacionales, en las que se incluyen la propia responsabilidad sobre la
acción y el locus de control, así como, actitudes, creencias y valores” (p.7), donde será
lógicamente entendible dar cuenta de aquellos aspectos que generan un cierto nivel de
entendimiento de la voluntad que tienen los sujetos para entender, al ambiente como un
recurso clave al momento de generar conciencia en cuanto a la calidad de vida que se irá
generando en el sujeto al momento de cristalizar sus deseos en conjunto con los pares y
con la esencia social respectiva.
En consecuencia, la psicología ambiental tiene la intencionalidad de convertirse en objeto
de estudio de la relación entre el ámbito físico y la conducta humana, comprendiendo al
ambiente y a la conducta humana como partes que se ven interactuando de manera
conjunta.
La misma otorga una serie de conocimientos prioritarios al momento de generar un nivel
de unión entre los participantes en cuanto a la planificación, el diseño y la construcción de
los ambientes físicos, dando cuenta de procesos cognitivos en los individuos que influirán
en cuanto a los modos de desempeñarse tanto en el ámbito laboral como en escolar, en el
afectivo o el del hogar, entre otros.
El grado de interés de la psicología ambiental se basará en comprender los efectos de las
condiciones ambientales como también en dar cuenta del modo en el que el individuo actúa
sobre el medio ambiente mencionado.
Se trata de la comprensión de un nivel de simbiosis entre lo que representa el aspecto
individual del sujeto y su interacción con las pautas prácticas del contexto ambiental, ya
sean físico, como es el caso del ruido, la contaminación, el acondicionamiento urbano, o
sociales, tal es el caso de la densidad, la heterogeneidad poblacional, entre otros aspectos,
para el caso referenciado.
37
Ello implica que estos aspectos generan una incidencia sobre la población que influirá
sobre la percepción y el comportamiento del individuo en lo que hace a su entendimiento
del contexto ambiental y su relación con el medio ambiente del que forma parte.
2.2 Ámbitos de convivencia
Proxémica, es un término que viene de la palabra proximal y fue utilizado por Zimmermann
(2010) para referirse a la ciencia social que estudia las distancias métricas existentes entre
un individuo y otro, específicamente señala como ejemplo a la distancia publica,
semipública, privada o íntima. El autor señala que este saber puede estudiar el sentido que
las personas le dan a los espacios en el que se mueven y como estos son utilizados para
generar diferentes interacciones que ellos hacen con otras personas y como esto permite
la comunicación. Se establecen varios conceptos asociados con esta definición como:
privacidad, territorialidad, espacio personal y hacinamiento.
Sommer (1969) expone el concepto de espacio personal acercándolo al término privacidad
que tiene una persona adjudicándole un enfoque psicosocial. Se enfoca en el estudio de
los lugares físicos y la relación que las personas mantienen con éstos. A su vez, este
psicólogo ambiental explica el concepto hacinamiento, diciendo que es una falta de control
que tiene la persona sobre el medio ambiente. Para Freedman (1975), la aglomeración o
hacinamiento es explicado a través del “modelo de la densidad-intensidad según la cual,
la densidad física de gente ayuda a realzar e intensificar la calidad y la forma predominante
de las situaciones sociales”. (p.12)
Adicionalmente, Moser (2003) sostiene que es posible entender que la psicología
ambiental tiene su funcionalidad sobre distintos niveles de referencia espacial. Tal es así
que se pueden distinguir cuatro niveles de graduaciones. En primera instancia el micro-
ambiente, o sea el espacio privado, como lo es la habitación o el espacio privado en el
lugar de trabajo; en segundo término, los ambientes de proximidad, donde destacarán los
espacios compartidos, los semipúblicos, la habitación colectiva, el barrio, el lugar de
38
trabajo, los parques, los espacios verdes, entre otros afines. Seguidamente los ambientes
públicos, apreciándose las ciudades, los pueblos, el campo, el paisaje, entre otros.
Finalmente, el ambiente global que implicará al ambiente en su totalidad, ya sea el aspecto
del ambiente construido y el ambiente natural, respectivamente en recursos naturales. Los
términos aquí mencionados abarcan una orientación física, pero al mismo tiempo un
aspecto mental que implica con recurrencia un nivel mayor de personas y relaciones más
distantes.
De esta manera, es factible tomar conciencia de los ámbitos de convivencia en donde los
sujetos tienen relación y vinculación constantemente, pero que al mismo tiempo se
constituye en un espacio en el que las decisiones son globales, donde existe un nivel de
participación social de gran importancia en cuanto a la construcción de modos de
interpretación orientados a la idea de generar mayores relaciones pero que al mismo
tiempo son escasas como consecuencia del insuficiente impacto mental que existe entre
conglomerados urbanos respecto a la posibilidad de convivir en un mismo espacio.
En los espacios compartidos, así como en los semipúblicos, tal es el caso de las
habitaciones colectivas como también el barrio o el lugar de trabajo, las opciones de control
y dominio traspasan la cuestión individual y se constituyen en compartidas por otras
personas, siendo la participación un resultado de la idea de tener un sentido de
pertenencia, aunque el control no es a menudo colectivo, basado en un cierto consenso.
En paralelo, tal como lo considera Moser (2003) a nivel público, el control se esboza más
allá del alcance del sujeto, por lo cual puede ser un examen colectivo mediado por un gran
número de personas. Se trata de un control que va mucho más allá del poder del individuo
aquí expresado, ya que hace a un entendimiento más global y general.
Como se puede apreciar, este modo de entender las convivencias que se expresan y se
evidencian en estos contextos macro genera cierta tendencia a la conflictividad e invitan al
usuario a reflexionar sobre la posibilidad de entender si este recurso es o no efectivamente
algo de renombre.
39
Consecuentemente, el modo en que el ambiente ha de afectar a todos los individuos se ve
como una gama de elementos que invitan a entender la convivencia en los términos de
estrategias de confrontación y no en función del dominio, motivo por el cual las
posibilidades de control individual, compartido o mediado no existen y no inciden en estos
términos.
Como resultado de ello, se debe abogar por conseguir un bienestar que permita a los
individuos tener conciencia de lo que representa el ambiente en términos de la salud mental
que guarda el sujeto afectada y la comodidad de este en esos escenarios.
Por ende, es necesario encontrar una manera de entender el contexto global desde
apartados que inviten a los sujetos a dar cuenta de nuevos modos de entender la
convivencia en relación con lo actual.
Otras de las variables que es aportada por Moser (2003) está relacionada con el bienestar
individual, éste por medio de una apropiación ambiental, otorga al mismo tiempo una suerte
de predisposición positiva hacia el ambiente. Este hecho constituye una condición
importante para los comportamientos ecológicos.
Como resultante, el individuo está dispuesto a adoptar comportamientos pro-ambientales
si esboza una identificación del problema, junto al hecho de si el contexto social es
favorable, por lo que en el caso de que el individuo experimente un sentimiento de
pertenencia a una comunidad con la cual se siente solidario y de poseer un sentimiento de
poder ejercer algún grado de control tenderá a generar maneras de interpretar la realidad
habitual.
Paralelamente, Moser (2003) habla de la necesidad de incorporación de estrategias que
contribuyan a satisfacer la identificación comunitaria de los habitantes con los espacios
para generar un anclaje social para que se otorgue un uso sostenible del espacio y del
cuidado por la estructura física, la calidad y el valor del espacio.
En tal sentido, la participación y la comunicación se constituyen en mecanismos que
favorecen la apropiación. Mientras que la primera permite coordinar acciones orientadas a
40
la transformación, la segunda confiere de contenido a la identificación del espacio público
del barrio.
Estas prácticas disciplinarias brindan a los usuarios la posibilidad de tomar un nivel de
conciencia vinculante con la intención de comprender lo que representan los espacios
sociales en cuanto a la interacción humana, con las dificultades consecuentes por las
cuales se irá aconteciendo el devenir interactivo entre los participantes cumpliendo así, con
el objetivo de estas disciplinas que tiene que ver con generar conciencia de la vida en
sociedad.
Es fundamental comprender el valor de la participación de las comunidades en los
procesos de transformación de sus entornos espaciales, ya que a partir de esto la persona
puede darse una idea de lo que significa vivir en comunidad.
Como sostiene Pol (2000), esto tendría dos sentidos complementarios: por un lado, un
sentido dinámico, que remite a la política, así como al mismo momento a la gestión
colectiva y a la idea de modificar, transformar o simultáneamente cambiar la realidad. Por
el otro uno estático, que refiere a la implicación con el entorno, sintiéndose como lo que es,
una parte importante del grupo, de la comunidad y de la sociedad, respectivamente.
2.3 Espacios comunitarios
Tal como se ha definido en el apartado anterior, el término territorialidad asociado a las
personas genera otros conceptos que estarán ligados a sus comportamientos. Esta
definición es más conocida en las espacies animales, pero también se lo puede vincular al
hombre. En este sentido, cabe mencionar, el ejemplo de los vendedores ambulantes que
desplegaban sus mercancías en el barrio porteño de Once y que luego, fueron trasladados
a un galpón transformado en feria, ubicado en las calles Boulogne Sur Mer y Perón. Ellos
habían plantado su derecho de habitar en ese espacio comercial y no querían ceder su
lugar, aunque este hecho se comprenda como una situación ilegal. Ellos claramente, se
habían adueñado de un espacio público ocupando parte de la calle. Lo mismo sucede en
41
una familia, los integrantes de la misma eligen su lugar en la casa. La madre, su espacio
de lectura. Los niños, su lugar de estudio o juego. Todos de alguna forma también
conquistan su territorio. De esta manera, Zimmermann (2010) introduce la idea de
predominio relativo que según este psicólogo ambientalista, se refiere a “comportamientos
de apropiación de determinados espacios, por la presencia física en dichos espacios,
durante intervalos de tiempo relativamente frecuentes. Es equivalente a las estructuras de
poder observadas en las colonias de monos.” (2010, p.50). Está definición merece ser
tenida en cuenta ya que marca uno de los aspectos que denomina a las personas, la
posibilidad de tener su propio lugar y desarrollarse allí adentro. Al otro extremo, se
encuentro el hacinamiento que perfectamente se ha podido explicar en palabras de varios
psicólogos ambientales citados en el apartado anterior.
Sumado a esto, aparece Zimmermann (2010) citando en su libro a Hall (1978) para
establecer el significado de proximidad personal, definiéndola como “la distancia
interpersonal y de densidad social en el manejo privado y público de los espacios
cotidianos” (p. 46). Para un mejor entendimiento ejemplifica algunos casos, de los cuales
se toma el de habitantes de Santafé de Bogotá. Aquí, se muestra de manera interesante
el nivel de conexión que existe entre las personas y sus espacios, ya que algunos vecinos
de esta región se mostraron satisfechos y conformes con su vivienda, a pesar de presentar
deficiencias en la construcción y ser considerablemente pequeña adicionando que las
reglas mínimas de proximidad entre las personas no eran las más convenientes. Lo mismo
observaron de otros ciudadanos que viviendo o trabajando en el centro de este lugar, no
experimentaban el ruido cotidiano de autos y bocinas a los que estaban expuestos
diariamente. Éstos parecían no percibir lo ensordecedor de esos ruidos a pensar de
sobrepasar los umbrales de tolerancia definidos por la psicofisiológica. Este excelente
ejemplo, es de gran utilidad para poder explicar la percepción que tienen algunas personas
respecto a los espacios comunitarios. Mientras que para alguno es sumamente invasivo
para otros es una posibilidad de sociabilización. Cabe mencionar, por lo tanto, que el ser
42
humano es considerado un ser gregario, por ello, se considera que al final es posible
coexistir en un mismo lugar, aunque estén presentes condiciones deplorables y
dimensiones mínimas, como es el caso extremo de las literas que eran utilizados para los
prisioneros judíos, en los campos de concentración.
A su vez, existen otros estudios desarrollados por Holahan (2000), los cuales buscan
establecer el nivel de satisfacción que experimentan los estudiantes universitarios acerca
de su residencia, descubriendo que para aquellos residentes de torres altas valoran de
forma distinta su lugar, dependiendo la ubicación que podía ser en los pisos altos o en los
bajos. Los que fueron ubicados en los departamentos superiores, se mostraron más
descontentos respecto de aquellos que estaban ubicados en los inferiores, debido a la falta
de relacionamiento e interrelación social que, sí podían experimentar los que estaban en
los pisos bajos, ya que los ubicados allí les resultaba más fácil conocer y establecer
amistad con otras personas debido a que existe una mayor circulación de gente en los
espacios comunes dentro de las residencias universitarios.
La explicación se puede vincular con la psicología comunitaria, cuya definición está
asociada con los procesos comunitarios que suceden y se construyen dentro de las
comunidades. A su vez, dicha materia enfoca sus actividades en el desarrollo y la
construcción de espacios donde las personas se puedan comunicar y relacionar entre sí.
Por ello, puede decirse que dichos espacios son un lugar de encuentro y convivencia que
favorece el establecimiento de relaciones entre personas de diferentes características y
que permiten generar vínculos con el otro que pueden resultar antes de la interrelación,
unos perfectos desconocidos. Barrault cita a Sawaia (1996), quién manifiesta que:
la psicología social al calificarse de comunitaria hoy, explicita el objetivo de colaborar con la creación de esos espacios relacionales, que vinculan a los individuos a territorios físicos o simbólicos y a temporalidades compartidas en un mundo asolado por la ética de sacar ventaja en todo y de es dando que se recibe (Barrault, 2007, p.157)
Así como se presentan las ventajas de este fenómeno, cabe destacar que para otros les
parece incómodo e innecesario. Puede fomentar la idea de espacio integrador e
43
intercambio de experiencias, pero para algunas personas compartir una gran mesa para
tomar un café dentro del Starbucks con desconocidos no termina de ser de su agrado.
Los espacios comunitarios son clave al momento de esbozar prácticas que permitan a los
participantes entender lo que hace a vivir en sociedad en un marco que posibilite a la
persona tener el conocimiento acerca de lo que significa convivencia, participación en
sociedad y respeto hacia el otro. De esta manera, se establecen modos de interpretación
que orienten de manera global a los participantes de la sociedad y les permita tomar
conciencia de su realidad de manera colectiva y conjunta. Desde un aspecto psicosocial,
Vidal (2008) entiende que:
La participación puede ser entendida como el desarrollo, en el entorno más inmediato, de los ámbitos de acción de la persona, el que repercute en la sensación de control y en la implicación con el propio entorno. Mediante la participación el entorno se transforma, dejando impronta e incorporándose en los procesos cognitivos y afectivos de manera activa. Y a la inversa, a través de la identificación simbólica, el espacio pasa a ser un factor de continuidad y estabilidad del self, a la vez que un factor de estabilidad de la identidad y la cohesión del grupo.
Desde esta perspectiva los procesos psicosociales se engloban en fenómenos colectivos,
como es el caso de la identidad comunitaria o el sentido de comunidad, para el caso. A
partir de estudios realizados en la ciudad de Barcelona, Pol y Valera (1998) brindan dos
conclusiones de importancia al momento de generar un diseño en cuanto a la gestión
espacial.
En primera instancia, los espacios que más velozmente contemplan el universo simbólico
referencial para la comunidad son los que permiten su uso para actividades de carácter
social, sean formales o informales. En segundo aspecto, se deben crear nuevas
interacciones o acciones en el espacio que la colectividad afectada sea capaz de
sostenerlos como positivos, al momento mismo de generar conciencia en lo que representa
el hecho de vivir en un contexto comunitario y lo que implica a la propia vida de los sujetos.
De esta manera, se podrán discutir los límites y las posibilidades de este tipo de
intervenciones a la luz de los elementos conceptuales y metodológicos de la psicología
44
comunitaria y ambiental en la gestión de los espacios públicos, al momento de generar un
nivel de entendimiento de lo que implican estas facetas en la propia vida social.
A lo largo del presente capitulo, fue posible comprender lo que representa el ambiente en
cuanto modificador de las conductas sociales, ya que en éste se genera la disposición de
vida de los individuos, los cuales deben de sentirse efectivamente acordes en relación
directa con la disposición del mismo en relación con todas las oportunidades que éste
ofrece. Sin embargo, como se logró comprender, no ocurre con frecuencia que, dado el
carácter social y las vastas cantidades de individuos, el sujeto sienta que está cómodo
conforme sus tendencias. En relación a ello, se hizo hincapié en lo que hace a la
generación de elementos que tiendan a brindar un marco acorde con la incorporación de
tendencias de participación entre los individuos que fomenten el creciente interés por vivir
interactuando.
Son varias las maneras por las cuales el humano vive en sociedad y debe orientar la
conducta hacia la toma de conciencia que está en sociedad y que debe aceptar a los demás
como sujetos similares a éste, con derechos y deberes pertinentes a las partes.
Paralelamente, tal como se logró interpretar, no es un hecho sencillo el vivir en sociedad y
generar una buena convivencia, aunque, en definitiva, el hombre es un ser gregario. Para
ello, se deberá de tener amplios criterios que permitan brindar el apoyo necesario para la
generación de costumbres que permitan a los individuos sentirse cómodos en sociedad en
cuanto a las maneras de aceptarse y de vincularse entre sí.
En el próximo apartado, se buscará interpretar una temática vinculante con los espacios
reducidos, a fin de arribar de manera progresiva a lo que implica la esencia del presente
Proyecto de Graduación, en donde se expresen orientaciones que puedan otorgar a los
sujetos la idea de ambientarse a pequeños segmentos donde sea posible vivir y de manera
cómoda y acordes a las tendencias del mercado a relevar.
45
Capítulo 3: Espacios reducidos
Vivir en pocos metros es un desafío constante que se presenta en la actualidad para
aquellos que deciden establecerse en Capital Federal. Cada vez más, las construcciones
de edificios nuevos que se realizan apuntan a cubrir necesidades de personas jóvenes o
recién casados que, debido al valor de la propiedad y sus necesidades, se ven obligados
a elegir un espacio en el centro de la ciudad, pero con pocos metros. Por definición son
aquellos espacios cuyas medidas se ven acotadas en relación a la media, existen
características morfológicas de estos departamentos, aunque son variadas, lo que es claro
es que más allá de esto, la superficie total es poca. Es cierto que esta nueva elección
pensada por los jóvenes se relaciona a cambios en los modelos familiares que termina
impactando en la decisión de compra que tiene que ver con menos habitaciones para su
hogar. A su vez, el crecimiento demográfico y la ubicación del lugar de trabajo alrededor
del obelisco porteño demanda la edificación de mayor cantidad de viviendas. Es una
realidad que deriva en proyectos de construcción de departamentos que deben entrar en
menos metros cuadrados y donde la única alternativa posible es que se minimicen y
flexibilicen para poder optimizarlos y ganar en costos de obra.
En los últimos años, a medida que el precio de la vivienda va aumentando se ha
manifestado una nueva tendencia que tiene que ver con la creación de casas pequeñas.
Este estilo de habitar es tomado como una forma de ocupar el espacio de manera más
simple y económica. Por otro lado, las casas pequeñas permiten una manera más flexible
de vivir. A su vez, organizaciones benéficas como la Fundación Tiny Homes en Australia
ha planteado un proyecto de construcción de este estilo de casas para abordar el problema
de la falta de vivienda en las ciudades y la necesidad de viviendas sociales.
Estos hogares en pocos metros que en algunos casos son rodantes pueden encontrarse
en áreas rurales y urbanas en cualquier parte del mundo debido al principal beneficio que
tienen que es la característica de flexibilidad. Son una solución asequible y respetuosa del
46
medio ambiente, vienen en muchas formas y tamaños, desde micro-apartamentos y
espacios de oficinas hasta cabinas con ruedas y remolques.
Por otro lado, Parodi (2005) describe la Petite Maison o la casa pequeña que Le Corbusier
edificó para sus padres en 1923 a orillas del Lago Leman en la ciudad de Corseaux, Suiza.
Según el relato desarrollado por el escritor de Puertas adentro. Interioridad y espacio
doméstico en el S. XX, este arquitecto suizo ha investigado acerca del espacio mínimo,
encadenamiento y fluidez espacial y al construir esta vivienda la ha transformado en un
ambiente familiar y confortable para vivir a pesar de su tamaño. Aunque para estos
tiempos, es una casa de buenas dimensiones ya que son poco menos de 60 metros
cuadrados para la época y las obras desarrolladas por este artista parece ser ínfima. Al
enfrentarse al texto de Parodi, claramente, se observan los recursos que ha aplicado Le
Corbusier para aprovechar un espacio que es reducido, por ejemplo, un espejo y lavabo
que se ocultan en el muro y que ingeniosamente se puede cubrir o destapar según lo que
se demande. Por esto, es interesante mencionar lo que Parodi señala en su libro,
el diseño del espacio mínimo requiere precisión. Deseos y necesidades se filtran, sobreviviendo únicamente lo esencial. Una ventana mínima no posee forma hasta que la vista deseada y la condición de luz imaginada son definidas. Lo mínimo puede ser grande pero nunca sobredimensionado. Se puede soñar en grande y pensar económicamente. (Parodi, 2005, p. 97)
A la hora de diseñar y teniendo en cuenta la definición dada, es necesario saber que al
mezclar los gustos que el usuario pueda tener versus sus requerimientos deben convergir
en un sitio funcional en el cual el habitante de éste lo sienta cómodo y lo haga propio.
Adicionalmente a esto, la interiorista mexicana Mariángel Coghlan (2012) habla acerca de
las dimensiones que puede tener un ambiente y de las características del mismo. Para esta
artista del diseño, la superficie que ocupa el espacio no es lo que determina que en ese
lugar no se puedan realizar ciertas actividades de forma cómoda y eficaz y tampoco se
descarta que es posible convertirlo en un escenario acogedor y que a su vez sea funcional.
Tal como lo describe, “lo más importante no son los muebles, el color o los materiales; más
47
importantes son el orden, el concepto de diseño y, lo más fundamental, el calor humano
que ofrezca la familia que habita el espacio” (2012)
Otros de los puntos interesantes respecto de las casas diminutas es el material que se
utiliza para decorar el espacio. Cada elección de material es importante, ya que el espacio
es tan pequeño que cada superficie cuenta. Uno de los materiales por excelencia que
agrandan el espacio y dan luminosidad son los espejos, elemento importante para ampliar
el espacio, ya que su reflejo se percibe como una multiplicación del espacio. Por lo tanto,
la clave está en utilizar muebles que sean adecuados para esto.
Con una planificación cuidadosa e inteligente, un espacio de escasos metros cuadrados
puede sentirse mucho más grande y más cómoda para vivir. Una forma clave de lograr
esto es mediante el uso de un mobiliario flexible y funcional. Por esto, las medidas que se
tomen para componer el espacio reducido deben ser exactas, ya que un mínimo error en
el proceso puede ocasionar que deje de ser funcional. Adicionalmente, uno de los aspectos
a tener en cuenta al momento de pensar en espacios reducidos, es saber que será
necesario explorar la multifuncionalidad, preguntando si cada mueble puede tener múltiples
usos, como camas que tengan doble rol, el de descanso y el de almacenamiento o la
posibilidad que una estantería se transforme en un escritorio. La adaptabilidad de los
espacios también podría extenderse a la arquitectura misma, con paredes adaptables que
se retiran para quedar escondidas cuando no están en uso. Las posibilidades son infinitas,
y el potencial para los pequeños espacios son variados siempre y cuando se piense de
manera innovadora.
48
3.1 Dimensiones mínimas para vivir un espacio
Si se piensa diseñar ambientes reducidos es importante no perder de vista la superficie
necesaria que requiere una persona para poder desarrollar sus actividades cotidianas con
comodidad y holgura. Para ello, se tiene en cuenta el concepto de antropometría que
permite entender y analizar cuáles son las extensiones mínimas y precisas para vivir y
desplegarse en un lugar. La antropometría como ciencia, estudia “las dimensiones del
cuerpo humano sobre una base comparativa. Su aplicación al proceso de diseño se
observa en la adaptación física o interface, entre el cuerpo humano y los diversos
componentes del espacio interior” (Panero, 1996, p.2). Gracias a esto es que se tiene una
noción básica de lo que puede medir un cuerpo sentado o una persona parada con sus
brazos extendidos hacia arriba.
Por otro lado, para construir una casa se manejan dos variables en el momento de pensar
en sus dimensiones, una está asociada con la cantidad de habitantes que vivirán en ella y
la otra está relacionada con cómo se habitará, básicamente qué situaciones se
desenvolverán en ella, conociendo esos detalles se tendrán en cuenta los metros
necesarios para éstos. En el artículo periodístico denominado Espacio, por favor escrito
por Jarque (2009) aparece publicado las palabras del especialista argentino en
supervivencia, Pablo Edronkin, que explica para el diario online La Vanguardia que "la
Organización Mundial de la Salud considera que por cada ser humano adulto se requiere
una superficie mínima de dos metros cuadrados y un volumen de seis metros cúbicos". De
todas maneras, hay personas viviendo en ocho metros en total y se encuentran bien
organizados y cómodos, pero existen otros que manifiestan agobio en un espacio de treinta
metros cuadrados. El concepto de habitar en poco espacio fue pensado bastante tiempo
atrás por el arquitecto japonés, Kisho Kurokaw quien propuso en 1972 cápsulas que miden
4 por 2,5 metros para que una persona la ocupe plácidamente y funcione allí su pequeña
residencia, éstas fueron instaladas en el ya monumento histórico conocido como Nakagin
49
Capsule Tower. Estas cajas fueron creadas para los hombres de negocios que durante la
semana debían trabajar en el centro de Tokio.
En Argentina, aparece una tendencia cada vez más aceptada entre los porteños que
hablan de vivir en alrededor de treinta metros. Cerca de 300.000 personas habitan en este
tipo de departamentos según cifras oficiales citadas por el diario Clarín en el 2015. De
hecho, en el mismo recorte se sostiene que los pedidos de edificación concuerdan con esta
predilección, ya que el ochenta por ciento de las peticiones que efectúan las empresas
constructoras están vinculadas a emprendimientos que consisten en edificar uno o dos
ambientes como máximo. (Etchenique, 2015). Cabe destacar, que se trata también de una
disposición casi obligatoria que deben tomar los ciudadanos de Buenos Aires por el valor
que alcanzan las propiedades en estas zonas. Esta nota informativa también colabora con
el dato que hacia el 2014 emergieron los microdepartamentos que son unidades pequeñas
de entre 18 y 30 metros cuadrados aportando otra opción de vivienda al mercado
inmobiliario argentino. Éstos ya han sido lanzados en Estados Unidos, Canadá y China.
De hecho, en el país americano se animan a alojarse en mucho menos medidas,
aproximadamente existen allí cinco mil tiny houses, y, por lo tanto, personas que utilizan
esta modalidad de habitar estas casas de 19 metros con todas las comodidades necesarias
para desarrollarse allí, ya que han sido inteligentemente distribuidas pues contemplan todo
lo que una vivienda de más dimensiones necesita como por ejemplo baño, cocina,
comedor, zona de estudio o recreación y dormitorio. En las ciudades capitales del mundo
como Nueva York, París o Tokio existe una dificultad para obtener una vivienda debido a
los altos precios que éstas representan o por la falta de lugares disponibles para la gran
cantidad de personas que deciden vivir en los centros metropolitanos. Por ello, muchas de
ellas se mudan a departamentos cada vez más chicos. Éste es el caso de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, que no escapa a la realidad de precios inaccesibles que
desalientan el objetivo de muchos de la casa propia, por ello, se vuelcan a vivir en
monoambientes de cerca de 29 metros cuadrados. Éste es el escenario de muchos jóvenes
50
que adquieren su primera casa ya sea porque vienen del interior a estudiar a la capital o
de aquellos que viven en Buenos Aires, pero quieren salir de la casa de sus padres para
independizarse. Según números expuestos por Penedo en una nota de Infobae explica que
“el 30% de las viviendas en Buenos Aires son para gente que vive sola.” (Putruele, 2016).
Aunque este contexto tiene sus pro y contras, ya que algunos opinan que se trata de
especulación realiza por los inversores y empresarios que pretenden vender más unidades.
Por otro lado, existe una legislación que estudia la construcción de unidades habitacionales
de no más de 24 metros cuadrados como el Código de 1944 y el Código de Edificación. El
código de edificación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires clasifica los locales según
la utilización que se le dará y establece para ellos las dimensiones mínimas que deben
tener. Esta clasificación está dividida en cinco, comenzando por los locales de primera
clase o de permanencia hasta terminar con los de quinta clase que son aquellos espacios
auxiliares que sirven como servicios generales de un edificio, como es el caso de la
portería, administración o cuarto de máquinas. Para este trabajo de graduación se tendrán
en cuenta los espacios de primera clase que son aquellos considerados para trabajar y/o
habitar de manera permanente o transitoria y los de segundo tipo que sirven de
permanencia. A su vez, los locales de tercera clase o permanencia eventual son aquellos
utilizados para comercio y/o trabajo. Los de cuarta clase o de tránsito son los considerados
de paso o servicio entre otros locales y actividades. (Código de Edificación, 2017, p.128)
Este documento permite entender cuál es la altura básica que un espacio debe tener para
poder ser calificado como habitable. Según, dicho instrumento
La altura libre mínima de un local, es la distancia comprendida entre el solado y el cielorraso terminados. En caso de existir vigas aparentes, el fondo del cielorraso ocupará una superficie no menor que los 2/3 del área del local y las vigas dejarán una altura libre no menor a 2,30 m. (Código de Edificación, 2017)
La altura libre y la distancia mínima entre solados para los locales de primera y segunda
clase es entre 2,40 y 2,60 metros respectivamente, aunque el cuarto de baño, retrete o
lavadero considerados dentro de los locales de segunda clase pueden tener una altura
51
básica de 2,10 metros. (Código de Edificación, 2017, p.129). Adicionalmente, se detalla el
lado mínimo que se debe tener en cuenta para una habitación individual. El tamaño es de
2,50 metros para cada lado, mientras que el área requerida es de 9 metros. En cuanto a
un monoambiente, las medidas son otras. Necesita de una superficie total de 21 metros,
donde cada pared debe tener 3 metros mínimamente. Esta información permite la
comprensión que lleva a la conclusión que una superficie que pretende ser utilizada para
vivir o trabajar no debe tener menos de estas medidas reglamentadas en este código de
edificación de la ciudad ya que se considera que no cumple con las normas de habitabilidad
y principalmente no es funcional y cómodo.
3.2 El mono-ambiente
El término monoambiente hace referencia a los departamentos o viviendas que están
formados por un solo ambiente. Es decir, tanto el dormitorio como el living se encuentran
integrados, mientras que el baño y la cocina también forman parte del mismo. Los
habitantes predilectos de estos espacios son parejas o personas que viven solas, ya que
son lugares pequeños, pero con todas las comodidades necesarias. A su vez, el precio no
es alto y está al alcance de los jóvenes cuando les llega el momento de independizarse.
En general, poseen formas cuadrangulares o rectangulares, con superficies y paredes de
formas variadas. Casi nunca faltan columnas que permiten diversificar la distribución de
los espacios. Es muy importante la elección de la decoración y la organización de los
muebles, con el fin de aprovechar al máximo cada rincón. La iluminación también juega un
papel fundamental, ya que permite dar amplitud y frescura, combinando la natural con la
artificial en forma adecuada. Además, en muchos casos los monoambientes poseen
construcciones adicionales como entrepisos para lograr un mejor aprovechamiento del
lugar. Por ejemplo, es muy común dividir los departamentos con techos altos en dos partes
e incorporar un pequeño dormitorio en la sección superior. Esto permite ampliar la parte
inferior dándole más lugar a la cocina y el baño. Por otra parte, las inmobiliarias dan cuenta
52
que deben apuntar a jóvenes, estudiantes, parejas y grupos reducidos, tal vez con menos
recursos económicos y que no tengan pretensiones de grandes lugares para vivir. De
hecho, son aquellos que saben arreglarse con poco lugar ya que están casi todo el día
afuera trabajando y estudiando y vuelven a sus casas al final de la jornada para comer algo
y descansar. De hecho, en la ciudad de Buenos Aires hay una serie de universidades,
institutos terciarios, colegios, entre otras instituciones educativas que reúnen a jóvenes de
todo el país y del extranjero con necesidad de contar con una vivienda cercana a su lugar
de estudio. Por lo tanto, el monoambiente es una construcción que, por su precio accesible,
cuadra perfectamente para ellos, tanto sea para compra como para alquiler. En paralelo,
cabe mencionar que este tipo de espacios reducidos también trae aparejado algunos
inconvenientes a la hora de desarrollar las tareas cotidianas y de convivencia. Esto sucede
en el intento por lograr una mayor comodidad y aprovechamiento del diseñando y la
distribución. Con este fin, numerosos programas de televisión y revistas de todo tipo
aportan ideas que guían a los interesados hacia el objetivo de saber convivir en espacios
reducidos. Como ya se ha mencionado con anterioridad en otros apartados, en este
espacio también el mobiliario utilizado juega un rol fundamental. Camas cuchetas, sillas
plegables, mesas que se extienden y luego se achican, entre otras alternativas. A la hora
de imaginar un diseño compacto y funcional, no hay límites. Pero también esto origina
algunas complicaciones ya que muchas veces se deben sacar los objetos apoyados en
una mesa para desarmarla y guardarla, lo cual implica retirarlos y colocarlos todos los días,
con la molestia que esto ocasiona. Por otro lado, respecto a la iluminación, es fundamental
lograr una gran cantidad de luz natural para que le dé mayor amplitud al estudio. En caso
de no contar con ella en grandes proporciones, se deberá colocar luz artificial de tal manera
que el direccionamiento de la misma otorgue la sensación deseada. Siempre teniendo en
cuenta una distribución amigable y compatible con el tipo de uso que se le da al lugar. Es
decir, tanto la luz como los muebles deben combinarse en armonía para que la
funcionalidad aumente y permita una convivencia mucho más placentera. Los techos altos
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juegan un rol fundamental y generalmente aparecen en construcciones antiguas. Brindan
la posibilidad de realizar construcciones adicionales como la de algún dormitorio o un lugar
de guardado para ropa, zapatos o cualquier tipo de objeto. Lo típico es dividir el ambiente
en dos partes, agregando el nuevo espacio en la parte superior, cuyo acceso será mediante
una pequeña escalera. Es importante mencionar que estos arreglos profundizan aún más
la idea que el monoambiente suele ser habitado por personas solas o parejas sin chicos,
debido a que éstos no tienen lugar para jugar o se enfrentan a reiterados peligros con la
proliferación de muebles funcionales y también, en algunos casos, por el dormitorio
agregado en la parte superior. Además, tanto la cocina como el baño se encuentran
integrados en el mismo ambiente. Sin dudas que esto facilita el aprovechamiento del
espacio, pero también implica la falta de independencia e intimidad. Esto se explica
refiriendo que mientras se desarrollan tareas culinarias, justo al lado alguien puede estar
tratando de conciliar el sueño, lo cual genera cierta incomodidad difícil de franquear debido
a las dimensiones intrínsecas que implica el concepto de monoambiente. Esta falta de
intimidad es uno de los puntos que podrían considerarse negativos a la hora de seleccionar
un estudio para vivir dos o más personas. Pero, por otro lado, es de gran comodidad para
ser habitado por una sola persona. En este caso, la simpleza y la unificación del espacio
se conjugan brindando la satisfacción deseada. En las ciudades de muchos habitantes, el
monoambiente representa una opción más que ideal. Los inversionistas saben que
construirlos les permitirá un mejor proceso de venta con una más rápida definición, debido
no sólo a su precio poco elevado sino también a que los potenciales compradores o
inquilinos proliferan y será más fácil llegar a ellos. Debido a la superpoblación que existe
en las metrópolis, la sociedad ha tratado de lograr una maximización de los espacios y una
organización que permita a las personas vivir de manera ordenada. En sintonía con este
concepto, el estudio o monoambiente es un eslabón orientado a darle una oportunidad a
aquellos que solos, en pareja o en pequeños grupos tratan de conseguir un lugar
económico y funcional donde habitar. Es aquí donde convive el buen gusto del diseño con
54
la correcta funcionalidad del mismo, conjunción ineludible para lograr que un espacio
reducido brinde a sus habitantes las comodidades y el confort necesarios.
3.3 Medidas antropométricas para definir el espacio
Para este apartado, se utilizan las definiciones existentes en los libros Las dimensiones
humanas en los espacios interiores de Panero (1996) y el Arte de proyectar en arquitectura
desarrollado por Neufert (2007) para poder conocer cuáles son las medidas
antropométricas que se necesitan para proyectar un espacio reducido para dormir. Se
llama antropometría “al estudio de las dimensiones del cuerpo humano sobre una base
comparativa. Su aplicación al proceso de diseño se observa en la adaptación física, o
interfase, entre el cuerpo humano y los diversos componentes del espacio interior.”
(Panero, 1996, p. 23). Hay dos tipos de medidas corporales tenidas en cuenta para ser
aplicadas en la disciplina de diseño de interiores, una de ellas es la denominadas
estructurales y la otra, funcionales. Las estructurales son las métricas que están
relacionadas con la cabeza, tronco y extremidades. Por otro lado, las funcionales son las
que se toman en posiciones de trabajo o durante algún movimiento determinado. También,
se las conoce como también llamadas dinámicas. En cuanto a las proporciones humanas,
lo correcto sería diseñar un espacio para un cliente con el que se tenga contacto, y de esta
manera, poder proyectar el espacio en función a sus medidas corporales y adaptar a ellas
mobiliario, para garantizar una adecuada funcionalidad del espacio y la comodidad del
usuario. Si no se conoce al futuro ocupante lo conveniente es tomar medidas estándar.
Siempre hay que tener en cuenta todos los elementos y parámetros que pueden
condicionar la forma de la vivienda, antes de realizar el proyecto.
Cuando se trata del diseño de los dormitorios muchas veces se dejan de lado las
dimensiones básicas antropométricas y se busca la belleza del espacio, como sucede con
los espacios de los pasillos entre la cama y la pared, la altura de los espejos y estantes, la
altura que hay entre dos camas cuchetas y el espacio que queda entre los cajones de la
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mesita de luz y la cama, entre otras cuestiones. Para una cama doble la medida mínima
de ancho deberá ser 120 cm por 198 de largo. Para una cama simple la medida mínima de
ancho debe ser 90 cm por 198 de largo. El espacio que quede entre dos camas simples
debe alcanzar para realizar los movimientos que se necesitan para hacer la cama, una
medida adecuada sería de 91 cm y en el caso de que se cuente con lugar de guardado
debajo de la cama, el espacio que se deberá dejar es mayor, lo suficiente como para que
una persona puede agachase para abrir un cajón o sacar algo debajo de la cama, la medida
aproximada del pasillo debería de ser de 117 a 157,5 centímetros. Estos aspectos
mencionados son fundamentales para este Proyecto de Graduación ya que resulta
interesante tener en cuenta las medidas estudiadas con los espacios destinados para
dormir y descansar en un lugar reducido.
Las literas o camas cuchetas son un sistema habitual que se usa en Argentina y en el
mundo para descansar en lechos ubicados uno arriba del otro con un espacio en el medio
que sirve a la persona para poder sentarse. Es común el uso de las mismas ya que
permiten ahorrar espacio y especialmente cuando el tamaño de la habitación es reducido.
Para este tipo de camas, el punto más importante a nivel antropométrico es la altura que
ocupa la persona sentada. Según lo explica Panero (1996), “el 95% de las personas de 18
a 79 años de edad tienen una altura sentados de 98,8 cm (38,9 pulgadas) o inferior.”
(Panero, 1996, p. 150). Es decir, este autor toma una estatura promedio que se considera
es de 1, 70 metro y considera que a partir de esa edad la gente en general deja de crecer,
entiende que es casi de 1 metro el espacio que se debe tener en cuenta para que este
cómodamente sentado en su lecho. A su vez, el autor establece que el espacio óptimo
entre la cara superior del colchón y el objeto elevado más cercano como sería el caso del
elástico de la cama, debe ser de 101,6 centímetros. Por otro lado, aclara las medidas
necesarias que se debe tener en cuenta en el caso que un adulto de aproximadamente
una altura de 1,80 metros quiera pararse en la cama superior de la cucheta, tendrá que
56
tenerse en cuenta la distancia de la cama inferior más los anchos de ambas camas para
que una persona pueda caber parado.
En cuanto al guardado de la ropa, Panero afirma que los estantes y espacio de
almacenamiento deben ser prácticos y de acceso fácil para el alcance la mano de la
persona humana.
La altura del estante más elevado se atiene a los datos masculinos y femeninos del quinto grado de percentil, con el fin de situarla en la extensión de las personas de menor tamaño. Toda estantería que se coloque superando dicha altura se destinará fundamentalmente a almacenaje de objetos de empleo poco habitual. (1996, p.152)
Las alturas varían según el sexo, en promedio el hombre cuenta con mayor estatura, por
lo tanto, alcanza lugares de guardados más altos que lo que alcanza la mujer. Si no se
conoce la persona que habitará el espacio, la medida aproximada de la altura máxima que
puede tener un estante hasta donde alcance un hombre es de 1,83 metros y para la mujer
1,75 metros. Resulta interesante tener en cuenta estas medidas al momento de diseñar el
espacio ya que, una vez construido el lugar, resultará difícil y costoso volver a desarmar si
algo se calculó mal. Es interesante saber si existe lugar para pasar la aspiradora debajo
de la cama o si cuando se abre el cajón de alguna cómoda no se termina por chocar otro
mueble o es simplemente incomodo poder buscar algo allí cuando las dimensiones no son
las más recomendables.
En paralelo, para hacer la cama el autor recomienda una altura para la cama de sesenta y
un centímetros a partir del suelo. Estos detalles posibilitan una mejor circulación del
espacio y a su vez, el pensar el uso que va a hacer la persona del lugar. Por ejemplo,
teniendo en cuenta esos sesenta y un centímetros, la persona se evitará dolores de cama
al momento de inclinarse para hacerla.
Termina siendo muy importante más allá de los recursos técnicos que significa tener en
cuenta medidas y métricas del mobiliario en función del espacio, pero en realidad es de
suma utilidad finalmente para los auténticos beneficiarios de esos lugares que podrán
disponer de un ambiente bien estudiado y diseñado.
57
Capítulo 4: Descansar en lugares pequeños
La oferta hotelera en la ciudad de Buenos Aires es amplia en cuanto a las categorías
disponibles y las diferentes zonas en la que se encuentra, esto incluye establecimientos
del tipo apart, boutique, hostels, hosterías y hasta los alojamientos sindicales. La última
investigación realizada por la Dirección General de Estadística y Censos (2017) revela que
existe una cantidad total de quinientos noventa y siete hoteles hasta diciembre del pasado
año.
Éstos, así mismo, presentan una variedad respecto a sus dimensiones tanto para el edificio
en sí como para las habitaciones. Por ello, se observa que dormir en un espacio pequeño
no es una novedad, como se dijo anteriormente, en otras épocas ya existían familias
enteras que vivían en cuevas o lugares muy precarios en medio de la naturaleza. En la
actualidad, lo que podría asemejarse a esto, son los hoteles cápsula que están destinados
al descanso en un pequeño espacio dentro de la ciudad japonesa de Tokio. Esta clase de
hospedería es reconocida como una de las primeras opciones mínimas para descansar,
cuya aparición está relacionada con el hombre de negocio japonés que por razones de
trabajo no puede volver a su casa debido a que la jornada laboral se extiende en general
más de lo habitual. En este mismo sentido, México diagramó una especie de copia de esta
solución creativa nacida en Oriente, aunque con un diseño más futurista y ubicada en el
aeropuerto internacional de la ciudad capital. Allí, los pasajeros utilizan este producto
ingenioso para pasar algunas horas durmiendo sin tener que salir de la terminal y correr el
riesgo de perder su vuelo.
Por el contrario, en Argentina no se han desarrollado emprendimientos semejantes todavía,
pero podrían ser una buena alternativa para solucionar problemas de distancia que tienen
las personas cuyo hogar radica a muchas horas de la Capital Federal. Tal como expresa
la necesidad, el titular de la fundación Ciudad Limpia en la ciudad del Chaco, el cual dice
que esta organización “viene trabajando intensamente para adquirir una propiedad en la
ciudad de Buenos Aires y acondicionarla para instalar un refugio o albergue para personas
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que viajan a la Capital Federal por tratamientos médicos o cuestiones de salud”. (Diario
Chaco, 2017). Esta persona expresa al mismo tiempo lo duro que es ver dormir a sus
coterráneos en el suelo. Por lo que, se puede cubrir esta realidad con la propuesta de
construir pequeñas cabinas para descansar y también, se puede abordar la necesidad de
algunos que buscan una estadía corta en el centro porteño. Aunque en este país, sí existen
los siestarios, uno está ubicado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y el otro dentro
de un hotel en Alta Gracia, Córdoba, los cuales permiten al trabajador tomar un descanso
en medio de la jornada laboral para disfrutar de una siesta reparadora.
4.1 Dormir en una cápsula
El arquitecto nipón Kisho Kurokawa fue quien ideó y construyó el primer ejemplo de
arquitectura de cápsulas intercambiables del mundo en Tokio en el año 1972. Este gran
proyectista tuvo la visión y la capacidad para desarrollar un inmenso edificio llamado
Nakagin Capsule Tower, el cual consta de dos torres, una de once pisos y la otra de trece
con un total de ciento cuarenta cápsulas. Algunas de ellas se encuentran interconectadas
para poder ampliar los espacios si fuera necesario. (Ver figura 1). Estos módulos de
mínimas dimensiones presentan como característica, la flexibilidad ya que un principio se
planeó que puedan ser sustituidas individualmente en caso que se necesite reparación o
restauración. (Sveiven, 2015).
Este creativo nipón se inspiró en la estructura de un árbol para crear el proyecto. En
relación a esto, es que se presenta un esqueleto vertical principal que contiene los servicios
básicos y adosados a éste se colocan los cubículos habitacionales como si fueran ramas
de esta especie arbórea. Las dos torres centrales son la base estructural de este proyecto
y desde allí se accede a las entradas al edificio y a los núcleos de comunicación vertical,
como ascensores y escaleras. A su vez, se ubican también allí las instalaciones del
inmueble. Luego, cada cápsula se conecta a través de un hueco inferior a estas
distribuciones principales para contar con electricidad y tuberías de agua y desagüe. La
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base de esta construcción y las torres se construyeron con una estructura rígida de acero
y hormigón armado, usando materiales plásticos más livianos para la fabricación de los
cubículos. (Flores Soto, 2015)
Cada cápsula mide 4 x 2,5 metros y fue prefabricado y ensamblado en el lugar, tal como
lo explica Sveiven (2015) en su artículo periodístico publicado en el sitio web Plataforma
Arquitectura este espacio cuenta con:
una ventana circular, una cama y baño incorporados estructuralmente y está equipada con una TV, radio y despertador. Mediante el uso de una grúa, las cápsulas se insertaron en containers de carga para ser transportadas a Tokio, donde después otra grúa las empotró al núcleo de hormigón. (Sveiven, 2015)
En este mismo sentido, Soto Flores señala que el hombre podía ubicarse allí como si se
tratase del propio seno materno poseyendo todo lo necesario en tan solo nueve metros
cuadrados. Es un lugar mínimo que puede ser utilizado como habitación o mini oficina ya
que se encuentra en barrio céntrico de Ginza y contiene todo lo indispensable como aseo,
electrodomésticos y mobiliario para el imaginado hombre del futuro y tecnológico.
En la actualidad, este edificio se considera peligroso e inseguro debido a los materiales de
amianto que han sido utilizados para su construcción y a su vez, no posee una buena
estructura robusta que permita afrontar los terremotos y tifones típicos en Japón. A su vez,
las instalaciones de provisión y evacuación de agua, como los canales y cables de
electricidad y teléfono sumado al equipamiento también han quedado obsoleto. (Flores
Soto, 2017). Por este motivo, en el 2007 se llegó a la conclusión que su estructura debía
ser demolida, lo cual no sucedió debido a peticiones del mismo Kurokawa y por parte de
los propietarios de estas cápsulas. Hasta hoy no se ha logrado conseguir financiamiento ni
empresas que quieran asumir la tarea de restaurarlo y ajustarlo a los tiempos modernos.
De hecho, éste es uno de los últimos edificios metabolista en Japón, este movimiento
iniciado por Kenso Tange, discípulo de Le Corbusier, quien trabajó en el planeamiento
urbano para la reconstrucción de Hiroshima, cuyos seguidores fueron el creador de la torre
Nakagin Capsule, Kiyonori Kikutake, Fumihiko Maki y Masato Otaka y los que originaron
esta corriente en 1959. La idolología que éstos perseguían consistía en crear edificios y
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ciudades que puedan desarrollarse como células vivas, ya que sostenían que estos no son
entes inmóviles, sino que se mueven y están en constante cambio orgánico con un
metabolismo propio, como un ser vivo. (Maderuelo, 2008).
Kurokawa llevó su proyecto de construcción de cápsulas a la hotelería, así fue que la
ciudad de Osaka en Japón tuvo su primer hotel de este estilo en 1977, el mismo se
denominó Inn Capsule Osaka. (Ver figura 3). Por lo tanto, este tipo de hospedaje es típico
de los ciudadanos japoneses, es un establecimiento que cuenta con un gran número de
habitaciones de tamaño reducido, que se encuentran colocadas en filas y como máximo
se apilan una encima de otra, las mismas son llamadas cápsulas. Básicamente, son
hospedajes que ofrecen una especie de camillas dispuestas como si fueran cuchetas a las
que se accede obteniendo en recepción un número de identificación para la cama. Este
cubículo se encuentra cerrado por todos los lados excepto por los pies, que es por donde
se entra a descansar. Por lo general, se encuentran construidos de un material plástico.
Este minúsculo aposento no es recomendable para las personas que presentan
claustrofobia ya que pueden sufrir enormemente por las pequeñas dimensiones que este
tiene. En una nota del diario digital El país, Zigor describe en detalle con lo que se puede
encontrar un usuario de este producto:
Con la luz encendida, la cápsula provoca una sensación de agobio que va derivando en claustrofobia según pasa el tiempo. Mantener la persiana subida ayuda, pero resulta inevitable atraer con ello indiscretas miradas. Una vez apagada la luz, el espacio parece hacerse aún más pequeño, y cualquier movimiento puede acabar en un golpe seco contra las paredes del cubículo. La respiración resuena en las paredes. Es la sensación más cercana a ser enterrado vivo. (Zigor, 2006)
Sus medidas son diminutas de aproximadamente dos metros de largo por ciento veinticinco
centímetros de ancho por un metro de alto y tienen como objetivo brindar un alojamiento
por noche en casos particulares pero muy habituales. En Japón, con frecuencia muchas
personas deben quedarse trabajando o tienen una fiesta o evento hasta altas horas de la
noche, motivo por el cual les resulta muy difícil volver a sus hogares ya que la ciudad es
muy grande y viven muy alejados de esta. Por lo tanto, la opción de pasar la noche en las
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cápsulas les permite contar con un lugar cómodo, más económico que un hotel tradicional
y, a su vez, cerca de sus lugares de trabajo.
Estas mínimas habitaciones están fabricadas en su mayoría por plástico o fibra de vidrio y
están equipadas con televisión, conexión inalámbrica a internet y lockers. Por otro lado,
presentan baños comunes, restaurantes, piscina, spa en algunos casos y espacio para
entretenimientos como cable o juegos para entregar al pasajero una estadía más
agradable. Existe una gran variedad de tamaños de hoteles, algunos poseen cincuenta
habitaciones y otros llegan a tener hasta setecientas. Ofrecen ropa, calzado y toalla y los
precios son accesibles y ventajosos. A su vez, no está permitido fumar ni comer dentro de
las cápsulas y dependiendo de la empresa constan de diferentes pisos para ubicar en
forma separada los hombres de las mujeres.
En la actualidad, Japón está atravesando una recesión que afecta al mercado hotelero, por
lo que algunas cápsulas no pueden ser rentadas y están medianamente estancadas en su
comercialización. Se espera que una vez superada la crisis vuelvan a recuperar su normal
funcionamiento.
4.2 Dormir en el aeropuerto, la experiencia mexicana
La idea innovadora de Kurokawa ha inspirado a otros arquitectos y continúa teniendo una
vigencia absoluta. De hecho, se han desarrollado en el mundo nipón versiones nuevas de
este producto que proponen dormir en un espacio reducido rodeados de libros, con la
intención de realizar el primer hotel cápsula temático del mundo. La idea fue diseñada en
el 2015 por los arquitectos Makoto Tanijiri y Ai Yoshida del estudio Suppose Design Office
quienes proponen leer un libro antes de irse a dormir. Las camas siguen el detallado estilo
de cubículo reducido y cuentan con dos tipos de habitaciones, una es descripta como
compacta y mide doscientos cinco por ochenta y cinco centímetros, y la estándar tiene una
dimensión de 2,05 por 1,29 metros. El diario La Nación en su versión digital describe este
lugar como un espacio acogedor cuyas paredes son reemplazadas por las bibliotecas. Los
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textos ornamentan el espacio hasta aparecen colgando del techo. En este artículo se puede
conocer que “los lujos son pocos, como en todos los hoteles de este tipo, y la tarifa es
promedio: alrededor de 40 dólares la noche. Con cada colchón vienen cortinas, perchas,
wifi, enchufe y, por supuesto, una lámpara para leer”. (La Nación, 2016). Los viajeros
intelectuales podrán encontrar su hospedaje en el piso siete de un edificio del barrio de
Ikebukuro, en Tokio, a unos pocos minutos de la estación de tren cuyo nombre alusivo y
significativo es Book and Bed, cumpliendo con el desafío de ser los únicos en desarrollar
esta idea hasta el momento de habitar en una especie de biblioteca.
Este invento japonés de descansar en pequeñas cápsulas llegó a algunos pocos países
de Europa como España y Países Bajos, pero también consiguió cruzar otros continentes
como la India, Nueva Zelanda y Australia. En Barcelona, especialmente, el Hotel Box abrió
sus puertas en el 2012, al cual le siguió el Dream Cube en el 2014 aunque éstos son
hospedajes pensados para mochileros y millennials compuesto por cubículos de madera
cuya división está dada por cortinas de tela siendo la única alternativa para tener
privacidad. (Molins, 2017).
En América, el único país que trasladó este concepto de dormir en muy poco espacio fue
México debido a que plasmó una idea muy original orientada a cubrir las necesidades de
hospedaje comunes en los pasajeros en tránsito en los aeropuertos, aunque este tipo de
opciones ya se puede encontrar en las terminales de Ámsterdam y Londres lanzadas por
la cadena nipona de hoteles de lujo denominada Yotel, como así lo describe Molins (2017).
En diversas oportunidades los viajeros sufren demoras en sus vuelos o se encuentran
realizando un trasbordo con varias horas de espera que los lleva a sobrellevar un cansancio
singular, muchas veces acrecentado por el jet-lag, que es el malestar que siente el
organismo por las diferencias horarias al viajar de un país a otro. Éstos son motivos más
que suficientes para haber implementado el primer hotel cápsula en el Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México. Para adaptar este producto a las costumbres
occidentales, “durante dos meses realizaron pruebas con viajeros reales para afinar y
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adaptar el concepto a la cultura occidental; en ese periodo atendieron a mil 700 clientes de
57 nacionalidades distintas.” (Coronado, 2017)
Estas experiencias para probar la aceptación que tendrían en el público local dio un muy
buen resultado ya que recibieron más de mil personas en pocos meses. Izzzleep es el
nombre de esta empresa mexicana que ya lanzó al mercado sus cuarenta habitaciones
cápsulas que podrán ser accedidas a través de la terminal B en Monterrey. (Ver figura 5).
Su equivalente japonés existe en la terminal de pasajeros del aeropuerto de Haneda, en
Tokio. Éste es conocido como First Cabin (Ver figura 6) y presenta dentro de sus
prestaciones 32 habitaciones, las cuales ocupan 120 metros cuadrados, poseen conexión
inalámbrica a internet y hasta servicios de spa. (First Cabin, 2016)
La versión mexicana está equipada con servicios similares a los que muestra la empresa
japonesa entre los más comunes se encuentra el servicio de conexión inalámbrica a
internet, cajas de seguridad, puertos USB, espejo, televisión de alta definición, controles
de luces, matafuegos, botones de emergencia en caso de necesitar ayuda y hasta la
posibilidad de obtener una buena ducha.
El precio también es un factor importante, ya que posibilita el acceso a estas habitaciones
diminutas por un costo accesible, convirtiéndose en una opción tentadora a la hora de
tomar un descanso en el aeropuerto. Lo destacable es que ofrecen cápsulas para una sola
persona y allí es donde si decide disfrutar de este lugar una pareja o una familia que consta
de cuatro personas, el importe cambia y se eleva un poco al tratarse de más personas. En
dinero mexicano el valor por noche de cada habitación es de seiscientos cuarenta y siete
pesos a esto se le debe sumar el IVA de dieciséis porcientos y un tres más del impuesto
local. Es decir, casi un monto de 40 dólares estadounidenses. (Izzzleep, 2018)
José Martín Alonso, director general de la compañía, dijo en una entrevista al diario El
financiero que piensa extender su empresa a otros sectores del territorio mexicano donde
encuentre la posibilidad de obtener dentro de los aeródromos disponibles la extensión de
su ambicioso plan para que Izzzleep crezca, se extienda hacia otros lugares y se haga
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conocida no solo a nivel local sino también internacionalmente. Por ello, señaló que “el
proyecto es mucho más grande que eso porque tenemos la intención de abrir, de aquí al
primer semestre del próximo año, un total de cinco hoteles, en Monterrey, Tijuana, Cancún,
Guadalajara y la Terminal 2 del AICM”. (Coronado, 2017)
La idea parece ser absolutamente rentable y en la Argentina todavía no se ha escuchado
que alguna empresa quiera desarrollar para alguno de sus aeropuertos semejante
emprendimiento por lo que hace motivante el diseño de este Proyecto de Graduación
teniendo como desafío aún más amplio el llevar este producto no solo a los hospitales de
Buenos Aires como el Garrahan, sino también a todas las posibles terminales como lo son
Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini en Ezeiza, Aeroparque Jorge Newbery y hasta
la Estación de Ómnibus de Retiro como opción de salidas de viajes a nivel terrestre.
4.3 Dormir una siesta en Buenos Aires
La costumbre de descansar durante el horario de la tarde, después de almorzar, es una
práctica que comúnmente estuvo implantada en el interior del país, pero parece ser que
ahora se la comparte desde el 2011 en el centro porteño. Esto es gracias a una psicóloga
y un contador que se unieron para dar forma a un novedoso emprendimiento que no tiene
precedente en Buenos Aires. Viviana Vega y Daniel Leynaud crearon Selfishness con el
objetivo de que las empresas promuevan buenos hábitos de salud a sus empleados, entre
ellos, el descanso. (Ver figura 7)
Selfishness, el primer siestario de América Latina, ofrece el servicio de alojamiento en
pequeñas habitaciones a modo de camillas para dormir y luego reintegrarse al trabajo
renovado. Están ambientadas con cascadas feng shui, luces naranjas y azules, velas,
piedras y cañas de bambú. También poseen una música relajante similar a la que se
escucha en los aviones antes del despegue. Dividen a la gente en tres tipos: los
hiperactivos a los cuales les cuesta dormir, los pasivos que se duermen fácilmente y los
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intermedios. Por lo tanto, desarrollan un tipo de habitación para cada uno, preparándola
con luces y música según corresponda.
Estos gabinetes, además de estar orientados al público en general, como método de
descanso pueden ayudar a las personas que hayan tenido ataques de pánico, trastornos
de ansiedad, estrés postraumático, fobias y ansiedad. Les permite lograr un equilibrio,
despabilarse y rendir más en el trabajo. (Ensinck, 2012)
En este sentido, Diego Golombek, biólogo del Conicet, señala que:
hay un estudio que dice que dormimos entre una y dos horas menos que hace cincuenta o cien años: eso es muchísimo y las consecuencias son muy importantes. Si se duerme menos se vive peor. Hay más accidentes, tenés peor ánimo, te equivocas y te enfermás más. (Conicet, 2018)
Por ello, es necesario tomar conciencia de la importancia que tiene el buen descanso, tal
como lo marca en su preocupación acerca de la calidad del descanso en el país este
investigador. (Kemelmajer, 2018).
En Argentina, las estadísticas expresan que el cincuenta y un porciento de los habitantes
duerme alrededor de seis horas o menos tiempo en general. (Randazzo, 2017). Así mismo,
la Asociación Argentina de Medicina del Sueño citando a National Sleep Foundation
recomienda a los adultos dormir 8 horas diarias (Amsue, 2017) pero rara vez se cumple,
ya que se vive de forma muy acelerada en medio de una vorágine de compromisos y
responsabilidades que llevan a la falta de concentración y al insomnio.
Empresas como Google y Arredo en Argentina ya cuentan con los beneficios que resulta
de tener una siesta reparadora en medio del día ajetreado, ayudando a recomponer el
trastorno del sueño. Florencia Sabatini, gerente de Comunicaciones para Google
Argentina, por ejemplo, declara que:
en esta compañía es fundamental que nuestros empleados se alimenten sanamente y lo mismo sucede con el descanso. Tener la posibilidad de contar con un espacio de distensión permite que podamos volver a las tareas mucho más relajados, motivados y enfocados. (Randazzo, 2017).
Algunos puff de considerables tamaños en colores azul, alfombras y espacios para colocar
objetos personales completan los espacios minimalistas que desarrolló esta empresa para
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que sus personales los usen en descansos de veinticinco minutos y así puedan mejorar su
productividad.
La cadena de ropa para la casa, en el 2016 inauguró un cuarto cerrado para el descanso
de sus empleados, el mismo está decorado con maderas claras y colores cálidos. En
cuanto al mobiliario, cuenta con una cama y una biblioteca. Se puede reservar el lugar de
11 a 17 y tienen 20 minutos para poder llevar a cabo una siesta sin ser interrumpidos. (Ver
figura 8). Ésta es una iniciativa anual en colaboración con el Conicet quien ha presentado
las bases para organizar este programa renovador.
En las universidades argentinas como la Universidad de Buenos Aires, especialmente en
la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo ya se ha implementado esta tendencia
que viene creciendo desde el 2012. Por ejemplo, en la Universidad Argentina de Empresas
ya se dispuso de una zona para los siestarios, los mismos ocupan un espacio de siete
metros cuadrados. En el caso de la FADU, seis alumnos resultaron ganadores de un
concurso organizado por esta institución y desarrollaron este innovador proyecto. En un
sector de la facultad, se instalaron pendientes y rampas realizadas con una estructura
metálica que fue recubierta en su totalidad con pasto sintético y madera, con la idea de
aludir a elementos que sean percibidos como sinónimos de esparcimiento y recreación.
(Ver figura 9). El espacio fue pensado teniendo en cuenta detalles ergonométricos para
que cumplan con su función de ocio y descanso, por ello, se puede encontrar hasta divanes
para el reposo. (Listek, 2017)
Japón, China, Estados Unidos, Inglaterra, Suiza, Francia, España y Australia son algunos
de los países que ya han implementado la realización de siestas para cortar el horario
laboral. Parece ser que descansar entre veinte y cuarenta minutos al mediodía permite
refrescar el cerebro y reponer energías.
Cabe destacar, que funcionan muy bien en las grandes ciudades donde la gente vive lejos
de su trabajo y no tiene el tiempo suficiente para ir a su casa a descansar. Por el contrario,
en las ciudades más pequeñas con menos habitantes, suele ser común ir a la casa a comer
67
y dormir una siesta para luego volver al trabajo. En Alta Gracia, Córdoba en el Hotel
Hispania se reserva habitaciones para dormir la siesta ya que se puede acceder de 13 a
17 horas, teniendo la posibilidad de disponer de cuatro horas para descansar y recuperar
fuerzas para continuar un viaje o simplemente para volver a trabajar. (Ver figura 10). Según
una de las dueñas del lugar, el servicio es usado más frecuentemente por visitadores
médicos y otros que visitan el hotel para almorzar, luego de comer, les aparece el sueño.
El valor de las habitaciones también es accesible, tal como lo describe su dueña, “por 265
pesos se accede a una cama simple para dormir la siesta y por 465 pesos la cama es
doble”. (Cortez, 2016). Es cierto también, que los aposentos son sencillos y no presentan
lujo alguno.
Los espacios para dormir durante el día parece ser una idea que crece poco a poco no solo
en Argentina sino también en otras partes del mundo ya que presenta una solución
habitacional útil y beneficiosa con la actual falta de tiempo y ritmo vertiginoso en que se
vive. Relajarse unos minutos, conciliar el sueño para continuar luego y poder seguir con
las actividades del día puede ser un excelente acto de concentración que ayudar a mejorar
el estado de salud de las personas tal como se señaló en los distintos estudios
mencionados anteriormente. Por lo tanto, teniendo en cuenta estos beneficios parece ser
una antigua costumbre que no pierde vigencia.
4.4 Estudio de posibles usuarios
Con el fin de determinar la viabilidad de un espacio cápsula para dormir en la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires, Argentina, se han desarrollado varias encuestas orientativas.
Si bien las mismas no representan la opinión de la totalidad de los habitantes, sin embargo,
permiten llegar a un análisis muy aproximado de la situación. Además, manifiestan la
opinión de los potenciales usuarios con respecto a lo que podrían incluir además de la
cama, como beneficios extra para que resulten aún más tentadoras.
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Nadie desconoce que en la actualidad el consumidor es cada vez más exigente, por lo que
es necesario ofrecerle, no sólo un lugar para dormir, sino también la posibilidad de contar
con servicios adicionales como microondas, frigorbar, entre otros elementos. Todo esto lo
han tenido en cuenta a la hora de elaborar los sondeos para lograr un resultado de mayor
profundidad y relevancia.
Con respecto a la gente que pasa la noche en los hospitales por tener algún familiar o
amigo enfermo, la mayoría de ellos, un 54%, contestó que debe dormir en la sala de espera
o en los bancos de los pasillos por falta de un lugar adecuado para descansar.
Se les preguntó, además, si estarían dispuestos a pasar la noche en un lugar pequeño
como el camarote de un tren ubicado cerca del sanatorio. El 86% respondió que sí. Por lo
que se puede establecer que es factible la posibilidad de desarrollar un espacio, aunque
sea un poco más cómodo para dormir ya que estas personas demuestran interés en
utilizarlo.
De todos modos, en una comunicación personal que se tuvo con la arquitecta Lucia López,
directora de obra en el estudio Swiecicki Arquitectos y profesora de la carrera de diseño de
interiores en la Universidad de Palermo, para establecer la viabilidad de este producto en
el mercado argentino, ella manifestó que:
Históricamente, lo que suele suceder es que los procesos de transculturación son complicados, es decir, lo que funciona en un lugar no necesariamente funciona en otro. Por ejemplo, en la cultura japonesa están muy acostumbrados a los espacios reducidos, no sé si nosotros podríamos adaptarnos a algo similar. Pensá que en algunos casos generan claustrofobia, es como si te estuvieras metiendo en una especie de nicho como los de los cementerios. Por eso, habría que investigar sociológicamente que sucedería en la Argentina, como repercutiría. Con respecto a su aplicación, la veo viable en aquellos casos en que los padres tienen que acompañar a sus hijos a los hospitales por algún tratamiento o enfermedad y deben estar sentados esperando en una silla. Pero, te reitero, habría que analizarlo primero sociológicamente. (Comunicación personal, 12 de junio 2018)
Estas palabras se han podido corroborar al tener dentro de los encuestados dos personas
que manifestaron sentir claustrofobia y por este motivo no usarían estas cápsulas, aunque
la referencia que éstas tenían respecto al cubículo propuesto estaba asociada con el
camarote de un tren. Para este diseño, se tendrá en cuenta estos casos y la propuesta no
69
es similar a las desarrolladas en Japón ya que los cubículos que se está pensando para
este proyecto tienen lugar en la parte superior, otorgándole amplitud y apertura de
movimiento para el usuario o comitente. Se deberá tener en cuenta que estos módulos
tienen una medida de 2,10 x 2,10 metros y se podrían asociar más a los cubículos
desarrollados por el arquitecto nipón Kurokawa quien construyó un espacio de estas
características en 1972. Esto muestra que hay una necesidad por satisfacer y que bien
podría ser cubierta por este espacio para descansar.
En este orden de cosas, los encuestados también expresaron su intención de que las
habitaciones estuvieran equipadas con ciertos servicios que brinden un mayor confort. El
79% desea que posean microondas y frigobar, en clara alusión a poder comer o tomar algo
mientras descansan cuidando a un ser querido. Por lo que se considera necesario al
momento de pensar en la propuesta de un espacio reducido de descanso en la ciudad de
Buenos Aires tener en cuenta algunos servicios que debe contener este cubículo
respetando así los deseos y necesidades de estos posibles clientes. Adicionalmente, es
importante que para esbozar esta idea se tenga en cuenta las medidas que tienen el
microondas y frigobar que por pedido de los encuestados resulta sustancial incluirlos en la
cabina para descansar. Aunque esta alternativa sumaría costos por lo que puede que no
sea factible tenerlo en cuenta.
Los beneficios y las ventajas de tener este lugar reducido para pasar la noche también
fueron medidos, llegando a la conclusión de que el 77% está de acuerdo en que ahorran
tiempo y mejoran su descanso. Todo esto está en concordancia con la idea original de
brindar una ayuda y permitir que no sea tan desgastante acompañar al enfermo en su
recuperación.
En cuanto a la materialidad, se considera interesante las propuestas planteadas por Lucía
López como entrevistada ya que ella plantea que:
Hay que tener en cuenta que además de ser económicos deben ser resistentes. Como van a transitar muchas personas, habrá que limpiar el lugar frecuentemente, por lo tanto, deben ser fácilmente lavables. No creo que sea bueno el Durlock. Yo usaría las placas reconstituidas como MDF y HDF que simulan ser madera, de la marca Maciza, o algún
70
tipo de plástico o polietileno expandido o de alta densidad como es el telgopor, placas cementicias, perfiles de chapa de acero galvanizado, entre otras cosas. (Comunicación personal, 12 de junio 2018)
Teniendo en cuenta estas sugerencias de la arquitecta del estudio Swiecicki y habiendo
analizado las actividades posibles a desarrollar por parte de los clientes y los distintos
materiales disponibles en el mercado para el desarrollo de estas pequeñas cabinas se
piensa en utilizar el MDF o un material parecido por la variedad de colores y la posibilidad
de limpieza que provee este elemento y a su vez, perfiles de chapa de acero galvanizado
para la estructura.
Un factor muy importante a tener en cuenta es el precio del servicio del alojamiento, el cual
fue investigado y arrojó el siguiente resultado: el 63% estaría dispuesto a pagar alrededor
de $300 por cada noche. Por supuesto, podrían considerarse promociones especiales por
cantidad o agregar servicios adicionales como televisión, conexión inalámbrica a internet o
WIFI, consolas de juegos, entre otros ofrecimientos. Por otro lado, también los resultados
arrojados por las encuestas revelaron que algunas personas consideran que es un servicio
que ya lo debería brindar el hospital o sanatorio donde se encuentre la persona cuidando
a un enfermo. Por lo que se obtiene una favorable interpretación al especular que es un
producto que las personas que ya asisten a los hospitales por razones de salud propias o
de un familiar, lo consideran sumamente necesario.
En este mismo sentido, también se podrían segmentar los precios con el objetivo de ofrecer
distintas opciones como ejemplo, una cabina para parejas que tenga camas cuchetas u
ofrecer diferentes categorías de módulos y dependiendo el poder adquisitivo de cada uno
se accede al servicio que mejor se ajusta a la necesidad del ocupante y de esta forma,
lograr quizás una rentabilidad mayor. En cuanto a la opinión de la entrevista, se supo que:
Si van a estar instaladas en un hospital público como el Garrahan creo que no deberían pagar nada, habría que encontrar un mecanismo para solventarlas y hacerlas sustentables. Si estuvieran instaladas en un aeropuerto o en una terminal de ómnibus deberían tener un costo muy bajo, ser ofrecidas como un servicio, buscar alguna forma de financiamiento o subsidio para que el costo de mantenimiento sea bajo. (Comunicación personal, 12 de junio 2018)
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A modo de conclusión, se puede esbozar que las encuestas realizadas permitieron verificar
y proyectar la viabilidad del producto y establecen en forma orientativa, pero bastante
certera a la vez, que estos hoteles diminutos pueden considerarse como una opción muy
interesante para la población de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ofrecen un servicio
que aún no existe y satisfacen las necesidades de un gran número de personas.
72
Capítulo 5. Diseño de espacio reducido de descanso en CABA En el marco del desarrollo de este trabajo se piensa en un mínimo espacio que refleje la
información adquirida a lo largo de este proceso de investigación y se desarrolla las
características más destacadas de lo aprendido acerca de los sitios pequeños tanto a nivel
espacial como psicológico y emocional.
Por lo tanto, es importante destacar que este proyecto se imagina para uno de los
hospitales de la Ciudad de Buenos Aires, el cual se especializa en la atención de niños y
es conocido comúnmente como Hospital de Pediatría Garrahan. Dicho establecimiento
cuenta con tres plantas y una superficie superior a 110.000 metros cuadrados. Este
policlínico se seleccionó debido a que es el nosocomio pediátrico más importante de la
Argentina y por ello tiene una gran afluencia de personas que lo visitan en búsqueda de
tratamiento y en general, vienen de ciudades situadas a más de 100 kilómetros de Buenos
Aires, es decir, viven lejos del barrio porteño de Parque Patricio donde se ubica el
establecimiento de salud.
5.1 Problemática analizada
Muchos familiares de los niños que quedan internados necesitan de un lugar para dormir
y descansar que sea limpio, seguro y cerca de esta institución. Cabe destacar que, durante
el 2017 tuvo más de 600 mil consultas. En cuanto internación, egresaron 27.639 pacientes
y se realizaron 11.779 cirugías según se publica en la sección de indicadores de la página
oficial de este lugar. (Garrahan, 2018). Es decir, 75 pacientes por día necesitaron una
cama donde realizar su tratamiento. Si se piensa que los mismos son acompañados por
un familiar, se podría establecer que el mismo número de personas precisa un lugar donde
hospedarse mientras su familiar está internado. Este análisis cabe solamente tomando
como referencia este hospital, pero se entiende que estas situaciones se pueden repetir
en otras entidades sanitarias de Buenos Aires.
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Por otro lado, se conoce la existencia de la Casa Garrahan o la Casita como la llaman
coloquialmente algunas personas, la cual fue creada en marzo de 1997. Esta institución
tiene como función principal proveer un lugar donde quedarse a niños en tratamiento
ambulatorios o en espera de su diagnóstico junto a sus padres y que se atienden en los
hospitales pediátricos Elizalde, Garrahan o Gutiérrez. Esta Fundación ya ha refugiado a un
total de 20.500 pequeños y básicamente, brinda alojamiento a alrededor de 1000 niños por
año. (Fundación Garrahan, 2018). Por lo tanto, el propósito que sigue está relacionado a
cobijar personas en estado de tránsito o espera, pero no ofrecen un lugar para aquellos
que tienen un familiar internado.
A su vez, se observa que otros nosocomios no especializados en pediatría como el Hospital
Ramos Mejía tienen en su sala de espera personas durmiendo en incómodas sillas o
directamente en el suelo. El periódico norteño Diario Chaco explica esta situación de la
mano del titular de la ONG Ciudad limpia, Carlos Alabe, manifestando que es muy duro ver
a chaqueños durmiendo en el piso de hospitales de Buenos Aires. Este arquitecto
chaqueño sostiene que “la gente en su desesperación o urgencia se tira a dormir en el
patio de un hospital, una galería o tal vez en una plaza o un parque cercano al hospital
donde son blanco fácil de malvivientes”. (Diario Chaco, 2017). Para graficar estos hechos
desarrollados por este medio se ha incorporado una imagen que describe con crudeza lo
que deben pasar algunas personas que no tienen un lugar adecuado para descansar y
deciden y necesitan quedarse dentro del hospital. (Ver Figura 11).
Por este motivo, se pensó en una cabina de dimensiones mínimas que pueda ser
implantada en la institución sanitaria, específicamente en el tercer Piso del Hospital de
Pediatría Garrahan, aunque la misma puede ser perfectamente trasladada a otro
establecimiento que lo necesite y no solamente en instituciones sanitarias, sino que la
flexibilidad de la idea permite que se haga lo mismo en aeropuertos de Argentina o en las
terminales de ómnibus y trenes como la de Retiro en Buenos Aires.
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Esta cabina trae consigo las características analizada durante los capítulo tercero y cuarto,
en los cuales se han precisado las propiedades de los espacios reducidos, sus
dimensiones y las medidas antropométricas que se deben tener en cuenta, como así
también el desarrollo de ejemplos existentes en Argentina y en el mundo, especialmente
la cápsula japonesa.
Adicionalmente, se refuerza la idea de creación de este espacio debido a lo expresado en
las encuestas realizadas ya que las respuestas surgieron de usuarios presenciando la
problemática de no disponer de un lugar cómodo de descanso debido a que se hicieron en
instituciones médicas públicas. Por lo tanto, dicha pesquisa obtuvo un resultado positivo
acerca de la necesidad de disponer de un lugar para descanso en base a sus propias
vivencias. A su vez, se toma en consideración el plan de necesidades y las actividades que
los posibles usuarios y profesionales entrevistados plantearon durante la investigación para
utilizar y disponer de dicho espacio. En paralelo, se detalla el equipamiento a utilizar para
estas cabinas, el color en función del entorno y los materiales subrayando la accesibilidad
y posibilidad de limpieza de los mismos.
5.1 Propuesta de diseño
Se propone la creación de un modelo habitable que invite a descansar en el interior de su
receptáculo y contenga las medidas mínimas para poder desplegarse a través de él en
forma cómoda. Por lo tanto, se proyecta que dicho módulo comprenda los elementos
básicos para recostarse y relajarse por un período de tiempo corto. Éste puede ser
adquirido por las personas a través de un alquiler o reserva para dicho fin o meramente
para que les sirva de guardado para sus pertenencias.
Se pretende que este prototipo sea instalado en el tercer piso del Hospital de Pediatría
Garrahan, cerca de las habitaciones de los médicos y de baños que son propiedad de este
recinto de salud. Se ha seleccionado el último piso ya que es un lugar donde no existe
ningún paciente de riesgo internado y es un ambiente de recreación donde la gente hoy lo
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utilizada para comer ya que tiene varias mesas con sillas. Merece la pena resaltar, que en
este arquetipo no se incluye la opción de un sanitario o zona de aseo para hacer más limpio
el lugar y sin olores, considerando nuevamente el diseño de la cápsula nipona que también
tiene la zona de baños apartado al espacio de descanso.
El objetivo de esta creación está asociado a ofrecer una experiencia innovadora e
inesperada como espacio de alojamiento para los habitantes de Argentina, tal como sucede
en otras ciudades del mundo como Tokio o Ámsterdam con sus cápsulas tipo nicho.
En este caso, se propone una cabina de 2,10 x 2,10 metros y una altura total de 2 metros
para asegurar una mejor habitabilidad del espacio a diferencia de las cajas mínimas para
dormir que ofrecen en Japón. Según lo estudiado en el libro de Paunero, Las dimensiones
humanas en los espacios interiores, se entiende que una persona necesita una cama de
90 cm de ancho x 1, 80 metros de largo como espacio básico para poder dormir, mientras
que dos pueden relajarse en 1,50 de ancho. (Ver figura 12). La distancia entre la cabeza y
el techo debe ser básicamente de 70 centímetros, mientras que la circulación dentro de
una habitación debe poseer al menos 60 centímetros de ancho. Se planea para este
habitáculo una cama estándar de los metros recomendados por el mencionado autor en
caso de ser adoptado por una sola persona. De todos modos, se ha analizado la posibilidad
de que sea requerido por más individuos, por lo que se comprendió que una cama nido
entra perfectamente en la cabina ubicándola en forma perpendicular a la puerta supliendo
esta necesidad de ser utilizado por dos.
La parte estética responde a la problemática mencionada con anterioridad que tiene que
ver con el hecho de que algunas personas que visitan los hospitales de Buenos Aires
duermen en el piso. Por ello, se plantea como idea la creación de una morfología en forma
de nube, respondiendo a la pregunta: ¿Porqué dormir en el piso, si podés dormir en las
nubes? Se puede decir, que esta representación tan poco convencional es uno de los
principales aspectos de este proyecto. Básicamente, se pretende combinar diseño,
comodidad e innovación con la posibilidad de traer nuevas experiencias al público
76
argentino que ya son conocidas en otros lugares del mundo tal como se mencionó con en
el cuarto capítulo, buscando de esta forma resolver también el problema habitacional
existente en lo que respecta a las personas que tienen internado un familiar en los
hospitales.
Lo interesante de este proyecto es que su concepto es flexible en el sentido de que estuvo
pensado para que sea adoptado por las personas que hacen uso de los servicios de este
nosocomio, pero perfectamente puede ser trasladado a otro lugar que requiera de la misma
solución y no solo tenga que ver con la medicina sino también en lugares de transito como
las terminales de ómnibus o los aeropuertos en Argentina que hoy no tienen esta
prestación.
5.3 Característica del proyecto
El diseño de este espacio reducido presenta una morfología semejante a una nube
transformándolo en una pequeña unidad para descansar. Las dimensiones de este módulo
orgánico son de 2,10 x 2,10 metros cuadrados, cuya superficie permite disponer de una
cama y una mesa rebatible con una sola silla. Se proyecta que dentro del tercer piso del
Garrahan se implanten 12 nubes ya que son la cantidad de prototipos que entran en ese
lugar, el cual consta de 6,70 de ancho x 17,40 de largo en total.
Detrás de este Proyecto de Graduación asociado a ofrecer un lugar reducido de descanso,
existe un concepto, una idea que surge de la observación de la realidad que sucede con
las personas que duermen el suelo en algunos hospitales. Desde este análisis subjetivo se
pregunta por qué dormir en el piso cuando se puede dormir en las nubes. Este interrogante
está relacionado con la percepción que se tiene acerca de dormir cómodamente y en un
lugar acogedor y mullido. En paralelo, se considera este tipo de morfología para
diferenciarse de las capsulas japonesas que tienen un aspecto rectangular o cuadrado. De
esta manera, no solo se puede llamar la atención visualmente, sino que también el usuario
77
se puede encontrar con mayores dimensiones en comparación con las que posee la opción
nipona.
La morfología escogida en forma de nube está compuesta por líneas suaves y curvas que
inducen al sueño y son percibidas como una invitación al descanso buscando comunicar
contención tal como si fuera una madre arropando a su hijo.
Se puede establecer que la forma geométrica principal que contiene esta concepción es el
círculo. Por lo tanto, se puede decir que la forma de nube viene de la simplificación de 4
círculos dispuestos como anillos. Dos de ellos ubicados uno al lado del otro en un primer
nivel y los otros dos ubicados sobre ellos creando una segunda altura, pero de manera
desfasada de los primeros. Para ocupar el mobiliario que acompañará esta morfología se
aplica el estiramiento de estos discos. Es decir, esta representación redonda se transforma
y extiende sus dimensiones, pero no por ello pierde su origen geométrico al que pertenece.
Adicionalmente, se puede decir que se aplica la operación de adición y repetición tal como
lo explica Ching en su libro Arquitectura: Forma, Espacio y Orden ya que estos discos
sufren una metamorfosis incrementando su volumen. Este proceso aditivo modifica la
identidad original de esta figura. (Ching, 1982)
A su vez, este prisma adquiere una significación sensorial relacionada con la protección y
calidez, dos de las características que se quiere transmitir en este trabajo. Los espacios,
los colores y las figuras transmiten un mensaje por si solos y los seres humanos, gracias a
sus sentidos, logran percibirlo. Una vez que es recibida y decodificada esa comunicación,
la persona elabora una reacción o respuesta. Tal como lo explica Ching, “la organización
de los distintos espacios de una construcción, así como la configuración de sus volúmenes
se ajustan a un orden perceptivo intencional, el cual es posible reconocer al experimentar
los elementos físicos en una secuencia temporal”. Ching (1982, 189). Cuando se habla de
percepción de un individuo es siempre subjetiva, tiene su propia interpretación y está
condicionada por tres factores como la luz, el cerebro y la experiencia, sin los cuales no se
llevaría a cabo un correcto discernimiento. Cuando se habla de percepción de la forma, no
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se habla de la forma material que éste tiene, sino del entendimiento e interpretación que
tiene una persona a través de ella. En unión con este concepto, se puede mencionar a
Paola Gallarato, quien señala que existe en morfología un tipo de tejido que es el más
abstracto y es el que:
conecta la forma (lo concreto y lo hueco) con su justificación conceptual, con la intención que ha hecho que lo que está frente a nuestros ojos sea así y no de otra manera, y sobre todo por qué. Es aquel hilo trasparente y cuántico que enreda las ideas y los sueños con la forma visible, que le regala el aspecto poético, metafórico, a veces místico, así como podemos observar en muchas de las culturas antiguas. (Gallarato, 2017)
Para que una representación tenga significación se requiere de un concepto que le de
contenido, pero a su vez es necesario pasar por el filtro de la interpretación de cada
persona para que esta le otorgue un sentido, único y propio de ella.
Por otro lado, los materiales a utilizar son muy importantes para la realización de esta idea
ya que deben acompañan al concepto y las sensaciones que se quiere comunicar. Por este
motivo, se han analizado varias alternativas que podían acercarse a la construcción ideal
de este producto. Se ha considerado que sea elástico y flexible asociado a la campaña de
tapitas plásticas que el hospital realiza desde finales del 2006, por lo que se lo asoció a la
fibra de vidrio. Este elemento consta de varias características positivas como, por ejemplo,
tiene una gran variedad de colores incluido el celeste y blanco que son los que se
decidieron para este diseño, adicionalmente, posee una excelente resistencia necesaria
para el desarrollo de la cápsula. Aunque esta es instalada en el interior del hospital, es
óptimo que también pueda resistir al sol, al agua, a la lluvia y a la corrosión por la utilización
asidua que se le puede llegar a dar. De todos modos, este material fue descartado por su
textura que es rugosa debido a que esa aspereza propicia la aparición de microbios los
cuales no son recomendados para la función que se le quiere dar a estas cabinas.
Por otro lado, se buscó como opción placas reconstituidas o placas aglomeradas como lo
son la melamina, MDF, entre otros. Específicamente, se pensó en recurrir a una
combinación de OSB y HPL en color celeste y en blanco. Estos son elegidos por aportar
una versión más económica. OSB significa oriented strand board que quiere decir, panel
79
de tiras de madera orientadas. Básicamente es una tabla de astillas o virutas acomodadas
en una misma dirección y pegadas entre sí para formar una gran capa, la cual se prensa
para obtener un tablón macizo. El espesor elegido es de 9 milímetros y se utiliza
principalmente para soporte de está nube y como parte del piso. Este material es
sumamente acústico y blando. En general, se ve la aplicación del OSB en casas
prefabricadas.
Al mismo tiempo, se usa tableros fenólicos con laminado plástico fabricados a partir de
fibras húmedas a gran presión y a elevada temperatura o su sigla en inglés high pressure
laminates que significa laminados de alta presión. Para unir las fibras se humedecen con
fenol y aceites para luego calentarse a altas temperaturas obteniendo un material más
fuerte, impermeable y resistente a la abrasión. Se ha seleccionado este tipo de elemento
debido a la variedad de sus aplicaciones en juegos infantiles en parques, en separadores
y mamparas de duchas en baños públicos. Están disponibles para la ejecución de este tipo
de trabajo los tablones que tienen 13 mm de volumen. Es un producto altamente resistente
e impermeable, por el proceso húmedo que lleva. Es un producto que no es poroso y es
práctica su limpieza. A su vez, posee dentro de su multiplicidad de colores, el azul o celeste
para llevar a cabo esta obra. En Argentina, lo comercializa Coama con su marca
denominada Sylt. Además, puede amoldarse a curvas, aunque presenta mayor dureza que
un plástico como es el caso de HDPE.
Su significado es high density polyethylene que quiere decir, polietileno de alta densidad o
polímero sintético. Generalmente, se lo encuentra en envases plásticos, diseño de juegos
o la utilización más conocida es para los tanques de aguas Rotoplas. Es sumamente
flexible, invulnerable y de una gran adaptabilidad. También cuenta con los colores
necesarios para este proyecto y es más liviano que el HPL. En cuanto a precios no hay
mucha variación entre uno y otro.
El problema que presentan ambos materiales es la terminación y la textura si bien ninguno
de los dos es rugoso, no complace la imagen visual última que se quiere crear de este
80
alojamiento que está relacionada con la elegancia, pulcritud y comodidad. Debido a esto
finalmente, se decide utilizar Corian que es un producto de la marca DuPont. (Ver figura
13). Este es “un material macizo, no poroso y homogéneo, compuesto por un tercio de
resina acrílica conocida como polimetil metacrilato y dos tercios de minerales naturales”.
(Corian, 2018). Fundamentalmente, es un sintético modificado que contiene una
composición de polímero acrílico puro. Este compuesto permite un termoformado utilizando
el color diamond blue, básicamente se lo transforma a la morfología necesaria colocando
una estructura metálica que luego se recubre con este elemento como si fuera un
caparazón. Al no ser poroso, evita la aparición de bacterias, por ello es muy utilizado en
entornos sanitarios además de cocinas, lavabos y baños. Permite el tallado, modelado del
material y es sencillo montarlo. Se ensambla sin juntas por lo que se resalta la importancia
del uso de este producto para este diseño. A su vez, se pueden realizar incrustaciones
como por ejemplo colocar la marca de la empresa. Es el material elegido debido a que
tiene multiplicidad de uso y un gran sentido estético y de terminación, de hecho, se lo
emplea también para piezas escultóricas y para la industria joyera. Es respetuoso con el
medioambiente ya que puede ser reciclable, reparable y renovable por lo que se entiende
a su vez, que es duradero y muy fácil de limpiar. Finalmente, es el componente
seleccionado por su flexibilidad para lograr las curvas que componen este diseño. Así
mismo, aporta elegancia, calidez y confort. (Corian, 2018). En Argentina lo comercializa
aparte de DuPont, la empresa Metama, entre otras.
Por otro lado, para el sector elegido donde se colocan las nubes, se opta por un cambio en
la pintura de las paredes y en el solado ya que precisa una transformación. Se propone
colocar una pintura blanca en las paredes y cambiar a baldosas del mismo color, esto
otorga al espacio mayor pulcritud e iluminación. Al mismo tiempo, dos de los muros de la
sección seleccionada se intervienen con revestimiento símil madera en búsqueda de
calidez. Esta intervención se pensó para las zonas de relax junto a las máquinas de café
ya disponibles en el hospital.
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Esto aporta una sensación mayor de relajación en el espacio, invitando al visitante a
zambullirse en esta zona de descanso. El mantenimiento de este material es sumamente
simple ya que al ser imitación de la madera real y estar compuesto por granito, reconoce
una limpieza seguida sin lastimar el producto. A su vez, estos cerámicos imitan la textura
por lo que doblemente cumple su función de llevar un aspecto cálido al ambiente y
proporcionar elegancia simultáneamente.
El color es otra de las propiedades de la forma. En cuanto a la selección de los pigmentos,
se toman en cuenta las dimensiones y las actividades que se realizan en el espacio, que
principalmente se utilizará para descansar. Por lo que se inclina por la paleta de los colores
claros o pasteles ya que transfieren una sensación de relax, pulcritud y amplitud necesarios
para trasmitir el concepto buscado.
El color entonces, se lo ha relacionado con el objeto pensado y específicamente muta entre
blanco y celeste, haciendo referencia a los colores del cielo y con los cuales, por lo general,
se identifican las nubes. Se pensó en celeste para la parte exterior con terminaciones en
color blanco junto a la puerta de acceso y en la parte interior, color blanco para dar
sensación de tranquilidad y limpieza.
La iluminación es LED ya que se incurre en menos gastos y debido a que tiene mayor
duración y la cual posibilita tener un menor mantenimiento en este sentido. Se tiene en
cuenta la necesidad de una luz cercana a la cama, en forma de velador y otra más general
diseñada en la parte trasera de la nube. Por esto, es obligatorio disponer de un canal para
que pueda pasar la electricidad y hacer la conexión allí. Al ser un ambiente chico, la
elección es muy efectiva ya que su haz se dispersa en todas las direcciones. Por otra parte,
promueve un aspecto decorativo al recorrer la nube en la parte posterior transmitiendo la
paz que se quiere lograr. Adicionalmente, tiene un Smart TV por lo que, en la parte frontal
de la caja, es necesario la instalación eléctrica para poder hacer funcionar dicho artefacto.
En cuanto al mobiliario, se ofrece una cama de una plaza, una pequeña zona de guardado
que se ubica bajo ésta y una mesa rebatible, la cual sirve de apoyo para el usuario que
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necesite colocar sus pertenencias en este lugar. Por fuera, las personas cuentan con una
máquina de café y sillas de un cuerpo distribuidas en distintas zonas del piso para
establecer pequeñas reuniones allí, ya que también se ubica en esos livings una mesa
ratona cuya tapa tiene forma de nube y tiene el mismo color que las cápsulas.
Al mismo tiempo, el desarrollo de estas zonas de relax por fuera de la nube se piensa
teniendo en cuenta las necesidades expresadas por los diferentes entrevistados durante
la investigación realizada en el capítulo número cuatro.
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Conclusiones
Al recurrir a la pregunta problema trazada a lo largo de este Proyecto de Graduación y con
la que se inició el tema de esta investigación, se puede responder perfectamente al planteo
¿cuán útil sería que las personas cuenten con un espacio reducido para descansar en
Capital Federal? Argumentando que es preciso disponer de un lugar con estas
características ya que algunas personas en la actualidad utilizan el pasillo o la sala de
espera para dormir debido a que están a la espera de una respuesta de su tratamiento o
el de algún pariente en un hospital, en general porque viven lejos de esa institución o por
necesidad de cuidar al familiar internado. Así mismo, se analizó que el prototipo diseñado
de 2,10 x 2,10 metros para dormir puede ser una muy buena alternativa para otro tipo de
situaciones como es el caso de las personas que están aguardando su transporte en los
aeropuertos y terminales de ómnibus. En realidad, se entiende que esta idea aplica también
para todos aquellos que pretenden acotar el momento dedicado al traslado o no tienen
intención de movilizarse a sus casas porque no es cerca del establecimiento sanitario o del
lugar de trabajo. Adicionalmente, se entiende que estas personas ven de gran utilidad no
tener que desplazarse y pueden radicalmente mejorar su calidad de vida y tener mayor
satisfacción en su experiencia de descanso, cumpliendo de esta forma con la intención de
este proyecto.
Esto se descubre a partir de la inmersión en el capítulo primero en el cual llama la atención
el manejo del tiempo que se tiene hoy y principalmente, en las ciudades grandes como es
el caso de Buenos Aires. Tal cual se vio en ese apartado, el hecho de que los bancos,
importantes nosocomios, empresas reconocidas funcionen en esta ciudad hace que
inevitablemente exista un trajín excesivo que transforma todos los días a la capital en un
hormiguero. Esto incide, aunque no se quiera en la estructura, función y densidad de la
ciudad. Efectivamente, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es un fiel reflejo de esa
descripción que no sólo está compuesta por hombres, sino que, al ser una localidad muy
extensa, parte de la postal es el tránsito que se manifiesta en ella por los motivos que sean
84
como el laboral, el turismo o diversión. Todo lo expuesto deriva en estrés general, tráfico
automovilístico y superpoblación que van en contra de la salud de las personas y su calidad
de vida, ya que estos seres humanos no pueden tener una sensación de bienestar ni físico,
ni psicológico ni social, tal como se expresó en esta primera sección.
En el segundo apartado se revelan los modos de habitar en relación al comportamiento de
las personas y su utilización del espacio. El cual aporta aspectos muy interesantes para el
entendimiento y la realización de un pequeño sitio permitiendo conocer cómo se convive
en lugares particulares y comunitarios. Por lo tanto, se entiende que se puede establecer
que hospedarse en espacios reducidos aumenta la capacidad de adaptación de una
persona y puede hacerla más flexible, quizás la situación no es la misma cuando dentro de
ese lugar conviven dos personas al mismo tiempo y la sensación de agobio puede ser
evidente, aunque es recomendable que sean utilizados por un corto periodo de tiempo. A
su vez, se encuentran más beneficios que desventajas al dormir en estas cabinas partiendo
simplemente desde el punto de vista de la calidad de vida y optimización del tiempo. Por
ello, cuando se consulta el capítulo segundo de este PG, se trae a cuenta que las personas
gustan de su propio espacio. Aunque actualmente hay una mayor tendencia a convivir en
espacios comunitarios como lo son algunos bares, psicológicamente no todos están
preparados para soportar tanto acercamiento. Todo el mundo tiene una especie de burbuja
invisible alrededor que, en determinado momento, como puede ser por estrés, no quiera
ser invadida. A pesar de esto, es claro que el ser humano es un ser social que necesita
compartir con el otro, aunque guste simultáneamente de intimidad.
Se propone el diseño de un espacio de dimensiones reducidas ya que se piensa que tiene
una buena aplicación dentro del interior de cualquier establecimiento, pero para este
Proyecto de Graduación se pensó especialmente el tercer piso del Hospital de Pediatría
Garrahan. Por ello durante el tercer enunciado, se recurre al libro Arte de proyectar en
arquitectura, de Neufert para deducir cuáles son las medidas básicas y precisas para que
una persona se desplace cómodamente en el espacio.
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Adicionalmente, en el cuarto manifiesto se tiene como referencia y han sido materia de
estudio, las cápsulas japonesas ya que, por las características del terreno nipón, las
personas se acomodan fácilmente en pocos metros y volver a sus hogares no es
alternativa, debido a la gran distancia que deben recorrer para poder llegar a sus hogares.
A partir de estos conceptos y habiendo analizado profundamente las posibilidades
existentes en el mercado y sobretodo el argentino, se crea un proyecto de diseño
considerando las necesidades observadas en posibles usuarios, que han marcado a través
de expresiones descubiertas en las encuestas realizadas que buscan un lugar con las
características desarrolladas en esta propuesta, que les permita pasar un momento
agradable y que sea limpio y práctico.
En base a esto, se puede decir que el principal objetivo planteado para este trabajo que
consiste en definir si existe aceptación de la creación de este tipo de producto y si en el
mercado local argentino puede funcionar. Se cree que es altamente probable con las
dimensiones planteadas ya que el estilo japonés no es tan bien admitido por las personas
que tienen claustrofobia. A su vez, se escuchan las recomendaciones dadas por
profesionales como es el caso de Lucía López, quien es arquitecta, profesora de la
Universidad y responsable de la materia Tecnología I, advierte que los procesos de
transculturación son complicados, es decir, lo que funciona en un lugar no necesariamente
funciona en otro, refiriéndose a que un espacio tan milimétrico como se usa en Japón
puede que no tenga éxito en Argentina.
Al mismo tiempo, el total de los encuestados que participaron para obtener un trabajo de
investigación en profundidad, manifiesta que es necesario disponer de un pequeño
hospedaje cerca del hospital o en la misma habitación donde se encuentre el familiar
internado para poder acompañarlo, descansar correctamente y renovar energías para
subsistir al siguiente día de internación. De esta forma, se entiende que se ayuda a estas
personas a mejorar su calidad de vida y pueden tener mayor satisfacción en su experiencia
de descanso cuando tienen que pasar por este tipo de situaciones. Tal como lo refleja, uno
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de los enfermeros del Garrahan, un acompañante bien descansado no aporta gérmenes al
nosocomio y está atento a todas las indicaciones del médico o enfermero que atiende a su
pariente, de esta forma, se convierte en un aliado de su salud.
En base a la experiencia adquirida durante el desarrollo de todo este Proyecto de
Graduación, se llega al último postulado con una clara idea de la propuesta a difundir. Ésta
tiene que ver con la creación de una unidad pequeña de 2,10 x 2,10 metros que invite a
descansar y trasmita comodidad y relajación. El prototipo presenta una forma poco
convencional y equidistante a la afamada cápsula proveniente de Oriente, ya que es una
nube. Esta morfología responde a la problemática mencionada que tiene que ver con el
hecho que algunas personas que visitan los hospitales de Buenos Aires duermen en el
piso. Por ello, se plantea: ¿Porqué dormir en el piso, si podés dormir en las nubes? El
objetivo de esta creación está asociado a ofrecer una experiencia innovadora e inesperada
como espacio de alojamiento para los habitantes de Argentina, tal como sucede en otras
ciudades del mundo como Tokio o Ámsterdam con sus cápsulas tipo nicho.
A nivel diseño y metros disponible de esta nube se considera que no agobia justamente
por haberse realizado el estudio de dimensiones y por haberse tenido en cuenta las
sugerencias de las personas entrevistadas. Así mismo, se entiende que se pudo transmitir
delicadeza, suavidad, relajación y paz por la forma redondeada y colores utilizados en esta
nube. Se observó que este tipo de morfología son percibidas por el ser humano como
símbolo de protección, contención y calidez.
El material elegido para la representación de esta cabina es un hallazgo interesante ya que
permitió expandir y ampliar el conocimiento que no había sido tenido en cuenta hasta la
realización de este trabajo. A su vez, resulta ser el correcto para el planteo de la idea y el
mensaje que se quiere transmitir. A pesar de haber averiguado otras opciones más
económicas, se decidió por este compuesto por el nivel de terminación que se puede lograr
con el mismo, ya que no utiliza juntas. Éste es Corian de la marca DuPont, un combinado
muy utilizado para la realización de mostradores de recepción, muebles de cocina, entre
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otros elementos. El mismo permite ser curvado a la medida que sea necesaria ya que una
de sus cualidades es la flexibilidad. Al mismo tiempo, es reciclable por lo contrario que se
puede pensar al tener como elemento el acrílico. Además, acompaña otro de los fines que
persigue este trabajo que tiene que ver con el respeto al medioambiente. Es un sintético
modificado que contiene una composición de polímero acrílico puro. Por lo tanto, permite
un termoformado, es decir, a través del calor convierte el material a la morfología deseada
recubriendo una estructura metálica que sirve de sostén de ésta. No es poroso como la
fibra de vidrio por lo que la limpieza es más penetrante y evita la aparición de hongos o
bacterias muy importante para los centros de salud. Ni el HPL o tableros fenólicos con
laminado plástico usados para juegos infantiles, ni el HDPE o polietileno de alta densidad,
visto en las puertas o separadores de baños públicos, pueden ser la alternativa más
asequible ya que no poseen la misma plasticidad y acabado que Corian.
Realmente en diseño, el manejo correcto del material es crítico en el momento de
acercamiento del usuario con el producto ya que puede modificar el concepto de éste y el
mensaje que se quiere comunicar. Así como la desprolijidad habla de falta de interés, el
elemento que recubra estas cápsulas debe responder con elegancia, calidez y confort. De
hecho, otra de las razones por la que se elige este recurso es porque a simple vista posee
un gran sentido estético, tal es el caso que se lo emplea para piezas escultóricas y para la
creación de joyas.
Con la creación de este proyecto, se considera importante que las personas puedan
descansar en un lugar apropiado ya que en base a lo expresado en todas las encuestas
se supone que es un deber del hospital otorgar este tipo de servicio sin costo alguno. Aquí
se piensa en la falta de camas como problemática adicional que presentan la mayoría de
los establecimientos públicos de Argentina y en muchos casos las condiciones edilicias de
estos espacios no son los mejores y mucho menos si se acostumbra a dormir en el piso.
Se puede decir, que se ha generado una propuesta innovadora y un aporte distinto en
relación al mercado argentino que no tiene ningún plan ni oferta parecida, el único ejemplo
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encontrado ha sido los siestarios que existen en el microcentro porteño, aunque la idea no
supera a esta presentación, ya que se trata de camillas dispuestas en pequeños cubículos
y la propuesta consiste en descansar solo unas horas.
Como parte del aprendizaje en la construcción de este Proyecto de Graduación, se observa
que, en cuanto a la disponibilidad de plazas, se ofrece solo una para descansar, pero cabe
destacar que se ha analizado la posibilidad de que sea para dos personas ya que el tamaño
de la cabina lo permite. Por lo que se ha esbozado como alternativa, colocar una cama
nido que admite ser habitado por dos. Por otro lado, en el tercer piso del Garrahan entran
12 nubes y esto es solamente contando el sector elegido, claramente se puede disponer
de otras zonas que no se han considerado para este trabajo.
Se cree que tanto la forma como el color elegido han sido acertadas ya que cumplen con
la propuesta de dar cobijo, relajación, calidez y limpieza logrando de esta forma empatía
con la problemática encontrada, con los pedidos realizados en las encuestas y las
conversaciones informales que se ha tenido con personas interesadas en este tema.
Por último, se espera que esta obra pueda servir como disparador para resolver esta
situación que no solamente atañe al interiorismo, sino que tiene un tinte social importante
que hoy no se tiene en cuenta ni se proyecta solución.
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