domingo de ramos 2013

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para salvamos, sea para todos los cristianos un motivo para reavivar nuestra fe y nuestra cercanía a nuestro Salvador. Roguemos al Señor. Ven y sálvanos. Para que los enfermos, los que sufren hambre, enfermedad, injusticia o discriminación, experimenten la fuerza de Dios y, como Jesús, no desfallezcan. Roguemos al Señor. Ven y sálvanos. Para que la proclamación de Jesucristo como nuestro Dios y Mesías, agrande nuestra capacidad de entrega a nuestros hermanos más necesitados. Roguemos al Señor. Ven y sálvanos. AVISOS - sPORTELLO MEDICO GRATUITO per emi- granti, ogni giovedì dalle ore 17:00 alle ore 19:00. Parrocchia Santa Lucia, piazzale Clo- dio. - Centro d’ascolto lunes, martes, jueves y viernes 10.00 a 12.00 - El segundo domingo de cada mes, se realiza en la Iglesia de Santa María de la Luz, el almuerzo de la Pastoral de la caridad. - Son abiertas las inscripciones para la iniciación sacramental, Iglesia Santa María de la Luz. SEMANA SANTA EN IGLESIA SANTA MARIA DE LA LUZ TODOS LOS CENTROS SON CONVOCADOS A PARTICIPAR EN LA SEDE DE LA CAPELLANIA - Lunes 25, Martes, 26, Miércoles 27, Vísperas y Santo Rosario hora 18:00, - Jueves 28, Vísperas y Santo Rosario hora 18:00 - Jueves 28, hora 19.00Santa Misa Cena del Señor, lavanda de los pies. - Viernes 29, Viernes Santo Hora 15:00 Procesión Señor del Santo Sepulcro, Señor de los Milagros, Señor de Cachuy, Señor de la Justicia. Celebración de la Palabra, Distribución del Algodón Bendito - Viernes 29, Vía Crucis al Coliseo - Sábado 30, Vísperas y Santo Rosario hora 18:00. Liturgia del Sábado de Gloria hora 19:00.- - Domingo 31, hora 12.00 Pascua de Resurrección ( Cada Centro Celebra en su Sede) - sigue la misa en Internet en www.altarsm.blogspot.com ESTA HOJA ES PARA USTEDES! Roma, Domingo de Ramos, 24 de Marzo 2013 Pág. 8 BIENVENIDOS A LA CASA DEL SEÑOR PROCESIÓN DE RAMOS: Lc 19, 28-40: “¡Bendito el que viene en nombre del Señor!” En aquel tiempo Jesús acompañado de sus discípulos caminaba adelante, subiendo a Jerusalén. Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan al pueblo que está enfrente; al entrar, encontrarán un burrito atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo. Y si alguien les pregunta: “¿Por qué lo desatan?”, contéstenle: “El Señor lo necesita”». Ellos fueron y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban el burrito, los dueños les preguntaron: «¿Por qué lo desatan?» Ellos contestaron: «El Señor lo necesita». Luego llevaron el burrito adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, le ayudaron a montar. Según iba avanzando, la gente alfombraba el camino con los mantos. Y, cuando se acercaba ya la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos, por todos los milagros que habían visto, diciendo: «¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en las alturas». Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos». Él replicó: «Les aseguro que, si éstos callan, gritarán las piedras». PRIMERA LECTURA Lectura del libro del profeta Isaías (50, 4-7) Mi Señor me ha dado una lengua de discípulo, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me despierta el oído, para que escuche como los discípulos. El Señor me abrió el oído. Y yo no me resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me golpeaban, las mejillas a los que tiraban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como roca, sabiendo que no quedaría defraudado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. SALMO RESPONSORIAL Salmo 21 “DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?” Al verme, se burlan de mí, Roma, Domingo de Ramos, 24 de Marzo 2013 Pág. 1

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domingo de ramos 2013

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para salvamos, sea para todos los cristianos un motivo para reavivar nuestra fe y nuestra cercanía a nuestro Salvador. Roguemos al Señor. Ven y sálvanos. Para que los enfermos, los que sufren hambre, enfermedad, in just icia o discriminación , experimenten la fuerza de Dios y, como Jesús, no desfallezcan. Roguemos al Señor. Ven y sálvanos. Para que la proclamación de Jesucristo como nuestro Dios y Mesías, agrande nuestra capacidad de entrega a nuestros hermanos más necesitados. Roguemos al Señor. Ven y sálvanos.

AVISOS

- sPORTELLO MEDICO GRATUITO per emi-granti, ogni giovedì dalle ore 17:00 alle ore 19:00. Parrocchia Santa Lucia, piazzale Clo-dio. - Centro d’ascolto lunes, martes, jueves y viernes 10.00 a 12.00 - El segundo domingo de cada mes, se realiza en la Iglesia de Santa María de la Luz, el almuerzo de la Pastoral de la caridad. - Son abiertas las inscripciones para la iniciación sacramental, Iglesia Santa María de la Luz.

SEMANA SANTA EN IGLESIA SANTA MARIA DE LA LUZ

TODOS LOS CENTROS SON

CONVOCADOS A PARTICIPAR EN LA SEDE DE LA CAPELLANIA

- Lunes 25, Martes, 26, Miércoles 27, Vísperas y Santo Rosario hora 18:00,

- Jueves 28, Vísperas y Santo Rosario hora 18:00 - Jueves 28, hora 19.00Santa Misa Cena del Señor, lavanda de los pies. - Viernes 29, Viernes Santo Hora 15:00 Procesión Señor del Santo Sepulcro, Señor de los Milagros, Señor de

Cachuy, Señor de la Justicia. Celebración de la Palabra, Distribución del Algodón Bendito - Viernes 29, Vía Crucis al Coliseo - Sábado 30, Vísperas y Santo Rosario hora 18:00. Liturgia del Sábado de Gloria hora 19:00.- - Domingo 31, hora 12.00 Pascua de

Resurrección ( Cada Centro Celebra en su Sede)

- sigue la misa en Internet en www.altarsm.blogspot.com

ESTA HOJA ES PARA USTEDES!

Roma, Domingo de Ramos, 24 de Marzo 2013 Pág. 8

BIENVENIDOS A LA CASA DEL

SEÑOR PROCESIÓN DE RAMOS: Lc 19, 28-40: “¡Bendito el que viene en

nombre del Señor!” En aquel tiempo Jesús acompañado de sus discípulos caminaba adelante, subiendo a Jerusalén. Al acercarse a Betfagé y Betania, junto al monte llamado de los Olivos, mandó a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan al pueblo que está enfrente; al entrar, encontrarán un burrito atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo. Y si alguien les pregunta: “¿Por qué lo desatan?”, contéstenle: “El Señor lo necesita”». Ellos fueron y lo encontraron como les había dicho. Mientras desataban el burrito, los dueños les preguntaron: «¿Por qué lo desatan?» Ellos contestaron: «El Señor lo necesita». Luego llevaron el burrito adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, le ayudaron a montar. Según iba avanzando, la gente alfombraba el camino con los mantos. Y, cuando se acercaba ya la bajada del monte de los Olivos, la multitud de los discípulos, entusiasmados, se pusieron a alabar a Dios a gritos, por todos los milagros que habían visto, diciendo:

«¡Bendito el que viene como rey, en nombre del Señor! Paz en el cielo y gloria en las alturas». Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron: «Maestro, reprende a tus discípulos». Él replicó: «Les aseguro que, si éstos callan, gritarán las piedras».

PRIMERA LECTURA Lectura del libro del profeta Isaías (50, 4-7) Mi Señor me ha dado una lengua de discípulo, para saber decir al abatido una palabra de aliento. Cada mañana me despierta el oído, para que escuche como los discípulos. El Señor me abrió el oído. Y yo no me resistí ni me eché atrás: ofrecí la espalda a los que me golpeaban, las mejillas a los que tiraban mi barba; no me tapé el rostro ante ultrajes ni salivazos. El Señor me ayuda, por eso no sentía los ultrajes; por eso endurecí el rostro como roca, sabiendo que no quedaría defraudado. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

SALMO RESPONSORIAL Salmo 21

“DIOS MÍO, DIOS MÍO, ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?”

Al verme, se burlan de mí,

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hacen muecas, menean la cabeza: «Acudió al Señor, que lo ponga a salvo;

que lo libre, si tanto lo quiere». “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has

abandonado?”

Me acorrala una jauría de mastines, me cerca una banda de malhechores;

me taladran las manos y los pies, puedo contar mis huesos.

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”

Se reparten mi ropa,

echan a suertes mi túnica. Pero tú, Señor, no te quedes lejos;

fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has

abandonado?”

Contaré tu fama a mis hermanos, en medio de la asamblea te alabaré.

Fieles del Señor, alábenlo; linaje de Jacob, glorifíquenlo;

témanlo, linaje de Israel. “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has

abandonado?”

SEGUNDA LECTURA Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Filipenses (2, 6-11) Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y t o m ó l a condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se r eba jó hasta someterse incluso

a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el «Nombre-sobre-todo-nombre»; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

Cristo, por nosotros, se sometió incluso a la muerte, y una muerte de cruz.

Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el “Nombre-sobre-todo-

nombre”

EVANGELIO Pasión de nuestro Señor Jesucristo según San Lucas (22, 14—23, 56) C. Llegada la hora, se sentó Jesús con sus discípulos y les dijo: †. “He deseado enormemente comer esta comida pascual con ustedes, antes de padecer, porque les digo que ya no la volveré a comer, hasta que se cumpla en el Reino de Dios”. C. Y tomando una copa, pronunció la acción de gracias y dijo:

†. “Tomen esto, repártanlo entre ustedes; Porque les digo que no beberé desde ahora del fruto de la vid, hasta que venga el reino de Dios”. C. Y, tomando pan, pronunció la acción de gracias, lo partió

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mantenían a distancia contemplando lo que había sucedido. C. Un hombre llamado José, que era senador, hombre bueno y honrado, que no había votado a favor de la decisión y del crimen de ellos, que era natural de Arimatea, pueblo de Judea, y que aguardaba el Reino de Dios, acudió a Pilato a pedirle el cuerpo de Jesús. Y bajándolo, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro excavado en la roca, donde no habían puesto a nadie todavía. Era el día de la Preparación y ya comenzaba el sábado. Las mujeres que lo habían acompañado desde Galilea fueron detrás para observar el sepulcro y cómo habían colocado el cadáver. Luego regresaron y prepararon aromas y ungüentos. Y el sábado guardaron descanso, según el precepto. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.

CREDO Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su Único hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos. subió a los cielos, y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso.

Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén. ORACION DE LOS FIELES

Celebrante: Oremos a Cristo que sube a Jerusalén para dar su vida por la nuestra, y sabiendo que Él nos colma de bienes, digámosle: VEN Y

SÁLVANOS. Para que la Iglesia, mirando a Jesucristo que dio su vida para salvar a todos los hombres, sepa llevar a todos los corazones un mensaje de esperanza, de alegría y de paz. Roguemos al Señor. Ven y sálvanos. Para que Jesucristo, que se hizo hombre y dio su vida por amor, dé al Santo Padre y a todos los obispos entrañas de misericordia y comprensión, para manifestar el amor de Dios. Roguemos al Señor. Ven y sálvanos. Para que reine la paz en nuestro mundo, cesen los odios y violencias y todos los hombres nos comprometamos a construir una sociedad justa, fraterna y solidaria en la que la victoria de Cristo se manifieste con todo su esplendor. Roguemos al Señor. Ven y sálvanos. Para que esta semana, en la que vamos a acompañar a Jesús en su misterio de entrega y amor que lo llevará a dar su vida en la cruz

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petición; soltó al que ellos pedían, (al que había metido en la cárcel por revuelta y homicidio), y a Jesús lo entregó al arbitrio de ellos. C. Mientras lo conducía, echaron mano a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo obligaron a cargar la cruz, para que la llevase detrás de Jesús. Lo seguía mucha gente del pueblo, y mujeres que se dolían y se lamentaban por él. Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: †. “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren mas bien por ustedes y por sus hijos, porque miren que llegará el día en que dirán: ‘¡Dichosas las estériles y los vientres que no han dado a luz y los pechos que no amamantaron!’ Entonces empezaran a decirles a los montes: ‘Desplómense sobre nosotros’, y a las colinas: ‘Sepúltennos’, porque si así tratan al leño verde, ¿qué pasará con el seco?” C. Conducían, también a otros dos malhechores, para ser ejecutados con él. Y cuando llegaron al lugar llamado “la Calavera”, lo crucificaron allí, a él y a los malhechores, uno a la derecha y el otro a la izquierda. Jesús decía: †. “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. C. Y se repartieron sus ropas, echándolas a suertes. C. El pueblo estaba mirando. Las autoridades le hacían muecas, diciendo: S. “A otros ha salvado; que se salve a sí mismo, si él es el Mesías de Dios, el Elegido”. C. Se burlaban de él también los soldados, ofreciéndole vinagre y

diciendo: S. “Si tú eres el rey de los judíos, sálvate a ti mismo”. C. Había, encima de él una inscripción: “Este es el rey de los judíos”. C. Uno de los malhechores crucificado insultaba, diciendo: S. “¿No eres tú el Mesías, sálvate a ti mismo y a nosotros”. C. Pero el otro le increpaba: S. “¿Es que no temes a Dios tú que sufres la misma condena? Nosotros la sufrimos justamente, porque recibimos el pago de lo que hicimos; en cambio, él no ha hecho nada malo”. C. Y decía: S. “Jesús, acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”. C. Jesús le respondió: †. “Te lo aseguro: hoy estarás conmigo en el paraíso”. C. Era ya cerca del mediodía, el sol se oscureció y las tinieblas cubrieron toda la tierra hasta las tres de la tarde. El velo del templo se rasgó por el medio. Y Jesús, clamando con voz potente, dijo: †. “¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!” C. Y dicho esto, expiró. Aquí se arrodillan todos y se hace una breve pausa. C. El centurión, al ver lo que pasaba, daba gloria a Dios, diciendo: S. “Verdaderamente este hombre era justo”. C. Toda la muchedumbre que había acudido para contemplar este espectáculo, al ver lo que había pasado, regresaba dándose golpes de pecho. Todos sus conocidos lays mujeres que lo habían seguido desde Galilea se

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y se lo dio, diciendo: †. “Esto es mi cuerpo, que se entrega p or u s t ed es ; ha ga n es t o en conmemoración mía”. C. Después de cenar, hizo lo mismo con una copa, diciendo: †. “Esta copa es la nueva alianza, sellada con mi sangre, que se derrama por ustedes”. Pero miren: la mano del traidor está sobre la mesa, junto a mí. Porque el Hijo del hombre se va, según lo establecido; pero ¡ay de aquel que lo va a entregar!” C. Ellos empezaron a preguntarse unos a otros quién de ellos podía ser el que lo iba a traicionar. C. Los discípulos se pusieron a discutir sobre quien debería ser considerado como el más importante. Jesús les dijo: †. “Los reyes de las naciones las dominan, y los que ejercen la autoridad se hacen llamar bienhechores. Pero entre ustedes no debe ser así; y el que gobierna, como un servidor. Porque, ¿quién es mas importante, el que está a la mesa o el que sirve? ¿Verdad que es el que está a la mesa? Pues yo estoy en medio de ustedes como el que sirve. Ustedes son los que han perseverado conmigo en mis pruebas, y yo les transmito el reino, como me lo transmitió mi Padre a mí, comerán y beberán a mi mesa en el Reino, y se sentaran en tronos para juzgar a las doce tribus de Israel”. C. Y añadió: †. “Simón, Simón, mira que Satanás los ha pedido a ustedes para zarandearlos como trigo. Pero yo he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Y tú,

después que hayas vuelto, confirma a tus hermanos”. C. El le contestó: S. “Señor, contigo estoy dispuesto a ir incluso a la cárcel y a la muerte”. C. Jesús le replicó: †. “Yo te aseguro, Pedro, que hoy, antes de que cante el gallo, habrás negado tres veces que me conoces”. C. Y dijo a todos: †. “Cuando los envié sin bolsas, ni alforjas, ni sandalias, ¿les faltó algo?” C. Contestaron: S. “Nada”. C. El añadió: †. “Pero ahora, el que tenga bolsa que la coja, y lo mismo la alforja; y el que no tiene espada, que venda su manto y compre una. Porque les aseguro que tiene que cumplirse en my lo que esta escrito: Fue contado entre los malhechores. Lo que se refiere a mí toca a su fin”. C. Ellos dijeron: S. “Señor, aquí hay dos espadas”. C. El les contestó: †. “¡Basta !” C. Y salió Jesús, como de costumbre, al monte de los Olivos y lo siguieron sus discípulos. Al llegar a ese sitio, les dijo: †. “Oren, para no caer en la tentación”. C. Después se alejó de ellos, mas o menos a la distancia de un tiro de piedra, y puesto de rodillas, oraba diciendo: †. “Padre, si quieres, aparta de mí este cáliz; pero que no se haga mi voluntad,

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sino la tuya”. C. Y se le apareció un ángel del cielo, que lo reconfortaba. En medio de su angustia, oraba con mas insistencia. Y su sudor era como gotas de sangre que caían hasta el suelo. Después de orar se levantó, y fue hacia sus discípulos: los encontró dormidos por la tristeza. Jesús les dijo: †. “¿Por qué duermen? Levántense y oren, para no caer en la tentación”. C. Todavía estaba hablando, cuando llegó una multitud encabezada por Judas, uno de los Doce, quien se acercó a Jesús para besarlo. Jesús le dijo: †. “Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del Hombre?” C. Al darse cuenta de lo que iba a suceder, los que estaban con él dijeron: S. “Señor, ¿sacamos la espada?” C. Y uno de ellos hirió al criado del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha. Jesús intervino, diciendo: †. “¡Déjenlo, basta ya !” C. Y, tocándole la oreja, lo curó. Después Jesús dijo a los sumos sacerdotes, y a los jefes de la guardia del templo, y a los ancianos que habían venido contra él: †. “¿Han salido con espadas y palos, como si yo fuera un ladrón?. A diario estaba en el templo con ustedes, y no trataron de arrestarme. Pero ésta es la hora de ustedes y el poder de las tinieblas”. C. Después de arrestarlo, lo condujeron a la casa del sumo sacerdote. Pedro los seguía de lejos. Ellos encendieron fuego en medio del patio, se sentaron alrededor y Pedro se sentó entre ellos. Una criada que lo vio sentado junto al

fuego lo miró fijamente y dijo:. “También éste estaba con él”. C. Pero él lo negó diciendo: S. “No lo conozco, mujer”. C. Poco después lo vio otro y le dijo: S. “Tú también eres uno de ellos”. C. Pedro replicó: S. “¡Hombre, no lo soy!” C. Como una hora después, otro insistía: S. “Sin duda éste estaba con él, pues también es galileo”. C. Pedro contestó: S. “¡Hombre, no sé de qué me hablas!” C. y en aquel mismo momento, cuando aun estaba hablando, cantó un gallo. El Señor, se volvió y miró a Pedro. recordó Pedro las palabras que le había dicho el Señor: ‘Hoy, antes que cante el gallo, me habrás negado tres veces’, y saliendo afuera, lloró amargamente. C. Los hombres que tenían preso a Jesús se burlaban de él, dándole golpes. Y tapándole la cara, le preguntaban: S. “Adivina ¿quién te ha pegado?” C. Y proferían contra él toda clase de insultos. C. Cuando se hizo de día, se reunió el consejo de los ancianos con los sumos sacerdotes y los escribas, y haciéndole comparecer ante el Sanedrín le dijeron: S. “Dinos si tú eres el Mesías”. C. El les contestó: †. “Si se lo digo, no lo van a creer, y si les pregunto, no me van a responder. Desde ahora, el Hijo del hombre estará sentado a la derecha de Dios todopoderoso”. C. Dijeron todos: S. “Entonces, ¿tú eres el Hijo de Dios?” C. El les contestó: †. “Ustedes lo dicen, yo lo soy”. C. Ellos dijeron:

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S. “¿Qué necesidad t e n e m o s y a d e testimonios? Nosotros mismos lo hemos oído de su propia boca”. C. Se levantó toda la asamblea, y llevaron a Jesús a presencia de Pilato. C. Y se pusieron a acusarlo, diciendo: S. “Hemos comprobado que este hombre anda amotinando a nuestra nación y oponiéndose a que se paguen tributos al César; y diciendo que él es el Mesías rey”. C. Pilato preguntó a Jesús: S. “¿Eres tú el rey de los judíos?” C. El le contesto: †. “Tú lo dices”. C. Pilato dijo a los sumos sacerdotes y a la gente: S. “No encuentro ninguna culpa en este hombre”. C. Ellos insistían con más fuerza, diciendo: S. “Solivianta al pueblo enseñando por toda Judea, desde Galilea hasta aquí”. C. Pilato al oírlo, preguntó si era galileo; y al enterarse de que era de la jurisdicción de Herodes, se lo envió. Herodes estaba precisamente en Jerusalén por aquellos días. C. Herodes, al ver a Jesús, se puso muy contento, pues hacía bastante tiempo que quería verlo, porque oía hablar de él y esperaba verle hacer algún milagro. Le hizo un interrogatorio bastante largo, pero él no le respondió nada. Estaban allí los sumos sacerdotes y los escribas, acusándolo con insistencia.

Herodes, con su escolta, lo trató con desprecio y se burló de él; y poniéndole una vestidura blanca, se lo envió de nuevo a Pilato. Aquel mismo día Herodes y Pilato se hicieron amigos, pues antes estaban enemistados. C. Pilato convocando

a los sumos sacerdotes, a las autoridades y al pueblo, y les dijo: S. “Me han traído a este hombre, alegando que alborota al pueblo; y resulta que yo lo he interrogado delante de ustedes y no he encontrado ninguna de las culpas de que le imputan, ni tampoco Herodes, ya que él lo ha devuelto a este tribunal. Así que le daré un escarmiento y lo soltaré”. C. Por la fiesta tenía que soltarles a un preso. Toda la muchedumbre se puso a gritar a una: S. “¡Fuera ése! ¡Suéltanos a Barrabás!” C. A éste lo habían metido en la cárcel por una revuelta que tuvo lugar en la ciudad y por un homicidio. Pilato volvió a dirigirles la palabra, con intención de soltar a Jesús. Pero ellos seguían gritando: S. “¡Crucifícalo, crucifícalo!” C. El les dijo por tercera vez: S. “Pues ¿qué mal ha hecho este hombre? No he encontrado en él ningún delito que merezca la muerte. Así es que le daré un escarmiento y lo soltaré”. C. Pero ellos insistían a gritos que lo crucificara; e iba creciendo el griterío. Pilato decidió que se cumpliera su

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