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Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo Con este bello y significativo nombre se designa la celebración de la Eucaristía según el Rito Bizantino, el más ampliamente seguido en las Iglesias del Oriente cristiano. Con diferencias mínimas en el ceremonial, esta forma de liturgia es usada por los Ritos subsidiarios del gran Rito bizantino, como, por ejemplo el Rito Bizantino Rumano. La Liturgia Bizantina recibe su denominación de la antigua Constantinopla o Bizancio, capital del antiguo Imperio Romano de Oriente, hoy Estambul (Turquía), y se remite a los grandes Padres de la Iglesia, San Basilio y San Juan Crisóstomo, que configuraron la liturgia y crearon sus principales textos eucológicos, en concreto, las plegarias eucarísticas. La Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo se celebra en una atmósfera de gran belleza y sentido de la adoración a Dios, realzada por el canto de los ministros y del pueblo, el iconostasio y el ceremonial. En Oriente se tiene un concepto muy rico de lo que es la participación de los fieles, del que se suele tener en Occidente, en el que no pocas veces se ha olvidado el carácter sagrado, o mejor santo, de toda celebración litúrgica, y se tiende a destacar la actuación del pueblo o del ministro que preside, como si ellos fueran realmente el centro de la celebración. centro de la celebración. Otro importantísimo aspecto de la Liturgia Bizantina es la sensación que transmite de comunión entre la Iglesia terrena y la Jerusalén celeste, convirtiendo, en realidad, la celebración en la antesala o en la participación anticipada en la liturgia que se oficia eternamente en la presencia de Dios y del Cordero glorificado, liturgia descrita en el Apocalipsis. La Divina Liturgia de San Juan Crisóstomo no difiere substancialmente del Rito de la Misa según la Liturgia Romana o según otras formas de celebrar el Misterio de nuestra fe. En ella se distinguen perfectamente la Liturgia de la Palabra, cuyo vértice es siempre el Evangelio y llamándoles a la conversión

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Divina Liturgia de San Juan Crisstomo

Divina Liturgia de San Juan Crisstomo

Con este bello y significativo nombre se designa la celebracin de la Eucarista segn el Rito Bizantino, el ms ampliamente seguido en las Iglesias del Oriente cristiano. Con diferencias mnimas en el ceremonial, esta forma de liturgia es usada por los Ritos subsidiarios del gran Rito bizantino, como, por ejemplo el Rito Bizantino Rumano. La Liturgia Bizantina recibe su denominacin de la antigua Constantinopla o Bizancio, capital del antiguo Imperio Romano de Oriente, hoy Estambul (Turqua), y se remite a los grandes Padres de la Iglesia, San Basilio y San Juan Crisstomo, que configuraron la liturgia y crearon sus principales textos eucolgicos, en concreto, las plegarias eucarsticas.

La Divina Liturgia de San Juan Crisstomo se celebra en una atmsfera de gran belleza y sentido de la adoracin a Dios, realzada por el canto de los ministros y del pueblo, el iconostasio y el ceremonial. En Oriente se tiene un concepto muy rico de lo que es la participacin de los fieles, del que se suele tener en Occidente, en el que no pocas veces se ha olvidado el carcter sagrado, o mejor santo, de toda celebracin litrgica, y se tiende a destacar la actuacin del pueblo o del ministro que preside, como si ellos fueran realmente el centro de la celebracin. centro de la celebracin.

Otro importantsimo aspecto de la Liturgia Bizantina es la sensacin que transmite de comunin entre la Iglesia terrena y la Jerusaln celeste, convirtiendo, en realidad, la celebracin en la antesala o en la participacin anticipada en la liturgia que se oficia eternamente en la presencia de Dios y del Cordero glorificado, liturgia descrita en el Apocalipsis.

La Divina Liturgia de San Juan Crisstomo no difiere substancialmente del Rito de la Misa segn la Liturgia Romana o segn otras formas de celebrar el Misterio de nuestra fe. En ella se distinguen perfectamente la Liturgia de la Palabra, cuyo vrtice es siempre el Evangelio y llamndoles a la conversin antes de acercarse a recibir el Cuerpo del Seor: Lo Santo para los santos. Por cierto, este rito se encuentra tambin en nuestra Liturgia Hispano-Mozrabe. Sin embargo, la Divina Liturgia de San Juan Crisstomo tiene una singularidad, muy valiosa. Se trata de la Preparacin de los dones, antes de comenzar la Eucarista propiamente dicha, en una mesa a la entrada del Santuario. Se trata de un rito que ilustra de antemano el acontecimiento tremendo que va a tener lugar en los dones del pan y del vino, y de este modo dispone en los ministros y en los fieles las actitudes adecuadas.

Como Obispo de Len, dicesis que ha acogido en su Presbiterio y en la comunidad eclesial, al presbtero de la Iglesia local de Oradea (Rumania), Reverendo P. Clin-Ioan Bgcian, llegado para atender a los fieles rumanos y a todos los catlicos de Rito Bizantino segn las Normas de la Conferencia Episcopal Espaola, doy gracias al Seor por lo que considero un gran regalo para todos nosotros, la presencia de este hermano sacerdote y de la Divina Liturgia de San Juan Crisstomo, a la vez que invito a los fieles catlicos a conocer, a celebrar y a vivir el Misterio de la fe segn este venerable testimonio de la Tradicin de la Iglesia, que nos remonta a los tiempos de la Iglesia indivisa, con el deseo tambin de que un da nos encontremos participando del nico Pan y del mismo Cliz del Seor todos los creyentes en Cristo.

+ Julin Lpez Martn

Obispo de Len

***Divina Liturgia de San Juan CrisstomoArzobispo de Constantinopla

Dicono: Bendice, Seor.

Sacerdote: Bendito sea el reino del Padre, del Hijo y del Espritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Gran letana (de la Paz) Dicono: En paz, roguemos al Seor.

Coro: Seor, ten piedad

Dicono:

Por la paz que es don de lo alto y por la salvacin de nuestras almas, roguemos al Seor.

Por la paz del mundo entero, por la prosperidad de las santas Iglesias de Dios, y por la unin de todos, roguemos al Seor.

Por este santo templo, y por los que a l vienen con fe, piedad y temor de Dios, roguemos al Seor.

Por nuestro santo Padre el Papa (N), por nuestro Metropolita (N), por nuestro Obispo (N), por el colegio de presbteros, por los diconos que sirven en Cristo, por todo el clero y el pueblo, roguemos al Seor.

Por las autoridades y gobernantes de nuestro pas, roguemos al Seor.

Por nuestro pueblo, por esta ciudad, por todas las ciudades y comarcas, y por los fieles que en ellas habitan, roguemos al Seor.

Por un clima favorable, por la abundancia de los frutos de la tierra, y por los tiempos pacficos, roguemos al Seor.

Por los que viajan, por los enfermos, por los oprimidos y cautivos, y por su salvacin, roguemos al Seor.

Para vernos libres de toda desgracia, castigo, peligro y angustia, roguemos al Seor.

Aydanos, slvanos, ten piedad de nosotros, oh Dios, y protgenos con tu gracia.

Haciendo memoria de nuestra santsima Seora, la inmaculada, bendita y gloriosa Madre de Dios y siempre Virgen Mara, y de todos los santos, encomendmonos a nosotros mismos, y los unos a los otros y nuestra vida entera a Cristo Dios.

Coro: A Ti, Seor.

Oracin de la primera antfona Seor Dios nuestro, sin par en el poder e incomprensible en la gloria, sin lmites en la clemencia e inefable en tu amor al hombre: pon los ojos con ternura sobre nosotros y sobre este santo templo, y multiplica tus misericordias y tus bondades con nosotros, que juntamente oramos.

Sacerdote: Porque t mereces toda gloria, honor y adoracin, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Primera antfona Coro: Gloria al Padre y al Hijo y al Espritu Santo. Bendice, alma ma, al Seor; y todo mi ser a su santo nombre. Bendito eres, Seor.

Pequea letana Dicono: Una y otra vez, en paz roguemos al Seor.

Coro: Seor, ten piedad.

Dicono: Aydanos, slvanos, ten piedad de nosotros, oh Dios, y protgenos con tu gracia.

Coro: Seor, ten piedad.

Dicono: Haciendo memoria de nuestra santsima Seora, la inmaculada, bendita, y gloriosa Madre de Dios y siempre Virgen Mara, y de todos los santos, encomendmonos a nosotros mismos, y los unos a los otros y nuestra vida entera a Cristo Dios.

Coro: A Ti Seor.

Oracin de la segunda antfona Seor Dios nuestro, salva a tu pueblo y bendice tu heredad. Guarda en paz a tu Iglesia entera. Santifica a los que aman el esplendor de tu morada; exltalos t con tu divino poder, y no nos abandones a nosotros, oh Dios, que ponemos en ti nuestra esperanza.

Sacerdote: Porque t eres bueno y tuyo es el reino, el poder y la gloria, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn

Segunda antfona Coro: Ahora y siempre por todos los siglos de los siglos. Amn. Oh Hijo unignito y Verbo de Dios! T, que eres inmortal, te dignaste, para salvarnos, tomar carne de la santa Madre de Dios y siempre Virgen Mara. T, Cristo Dios, sin sufrir cambio te hiciste hombre y, en la Cruz, con tu muerte venciste a la muerte. T, Uno de la Santsima Trinidad, glorificado con el Padre y el Espritu Santo, slvanos!

Pequea letana Dicono: Una y otra vez, en paz roguemos al Seor.

Coro: Seor, ten piedad.

Dicono: Aydanos, slvanos, ten piedad de nosotros, oh Dios, y protgenos con tu gracia.

Coro: Seor, ten piedad.

Dicono: Haciendo memoria de nuestra santsima Seora, la inmaculada, bendita, y gloriosa Madre de Dios y siempre Virgen Mara, y de todos los santos, encomendmonos a nosotros mismos, y los unos a los otros y nuestra vida entera a Cristo Dios.

Coro: A Ti Seor.

Oracin de la tercera antfona T que nos has concedido la gracia de orar juntos uniendo nuestras voces, y que has prometido or los ruegos de dos o tres reunidos en tu nombre, accede ahora para nuestro bien a las splicas de tus siervos, danos en este mundo la inteligencia de tu verdad, y en el futuro la vida eterna.

Sacerdote: Porque eres Dios bueno y amigo de los hombres, y mereces toda gloria, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Tercera antfona:

Coro: Acurdate de nosotros, Seor, cuando vengas, en tu reino.

Dichosos los pobres en el espritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Dichosos los que lloran, porque ellos sern consolados.

Dichosos los sufridos, porque ellos heredarn la tierra.

Dichosos los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarn saciados.

Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarn misericordia.

Dichosos los limpios de corazn, porque ellos vern a Dios.

Dichosos los que trabajan por la paz, porque ellos se llamarn los Hijos de Dios.

Dichosos los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Dichosos vosotros cuando os insulten, y os persigan y os calumnien de cualquier modo por mi causa.

Estad alegres y contentos, porque vuestra recompensa ser grande en el cielo.

Oracin de la Entrada Soberano Seor y Dios nuestro, que has dispuesto en los cielos rdenes y ejrcitos de ngeles y arcngeles para la liturgia de tu gloria: haz que a nuestra entrada se asocie la de los santos ngeles, para que celebren con nosotros y glorifiquen con nosotros tu bondad. Porque t mereces toda gloria, honor y adoracin, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amn.

Entrada Dicono: Sabidura! De pie.

Coro: Venid, adoremos y postrmonos ante Cristo. OH Hijo de Dios, resucitado de entre los muertos! Salva a los que te cantamos! Aleluya.

(En los das de semana) Oh Hijo de Dios, admirable en tus santos...!

Los troparios...

Oracin del Trisagio Dios santo, que en lo santo encuentras tu reposo, a quien los Serafines alaban clamando el triple santo, a quien glorifican los Querubines y adora todo el ejrcito celestial! T sacaste el universo de la nada al ser; t creaste al hombre a tu imagen y semejanza, adornndolo con todos tus dones; t das sabidura e inteligencia a quien te lo pide; t no te desentiendes del pecador, sino que has dispuesto una conversin que lo salve; t nos permites a nosotros, tus humildes e indignos siervos, presentarnos una vez ms ante la gloria de tu santo altar y tributarte la debida adoracin y alabanza: acepta, pues, tambin de nuestra boca de pecadores el canto del trisagio, oh Dueo nuestro, y vistanos en tu bondad. Perdona nuestras culpas de malicia y de fragilidad, santifica nuestras almas y cuerpos, y concdenos que santamente te demos culto todos los das de nuestra vida, por la intercesin de la santa Madre de Dios y de todos los santos en los que desde antiguo te has complacido.

Sacerdote: Porque t eres santo, Dios nuestro, y a ti te glorificamos, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Santo Dios, santo Fuerte, santo Inmortal! Ten piedad de nosotros! (se repite este himno tres veces).

Gloria al Padre, al Hijo y al Espritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amn.

Santo Inmortal! Ten piedad de nosotros!

Santo Dios, santo Fuerte, santo Inmortal! Ten piedad de nosotros!

Lectura del Apstol Dicono: Estemos atentos.

Sacerdote: Paz a todos.

Lector: Y con tu espritu.

Dicono: Sabidura!

Lector: Lectura de la carta...

Dicono: Estemos atentos.

Sacerdote: Paz a ti, lector.

Lector: Y con tu espritu

Coro: Aleluya! Aleluya! Aleluya!

*Mientras se canta el Aleluya, se inciensa la sagrada Mesa en de rededor, el santuario, los iconos y los sacerdotes que concelebran.

Oracin antes del Evangelio Haz brillar en nuestros corazones, Seor que amas al hombre, la pura luz de tu divino conocimiento, y abre los ojos de nuestra mente a la inteligencia de tu mensaje evanglico. Infndenos el respeto a tus benditos mandamientos, para que, sojuzgando las concupiscencias de la carne, entremos en una vida segn el Espritu, y te agrademos en todos nuestros pensamientos y acciones: porque t eres la luz de nuestras almas y de nuestros cuerpos, Cristo Dios, y a ti glorificamos, con tu eterno Padre y tu Santo Espritu, todo bondad y vida, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amn.

Lectura del Santo Evangelio Sacerdote: Sabidura! Escuchemos en pie el santo Evangelio.

Paz a todos!

Coro: Y con tu espritu.

Dicono: Lectura del santo Evangelio segn San (N).

Coro: Gloria a Ti, Seor, gloria a Ti.

Sacerdote: Estemos atentos!

Y lee el santo Evangelio

Coro: Gloria a Ti, Seor, gloria a Ti.

Letana de la splica insistente Dicono: Digamos todos, y digamos con toda nuestra alma y con toda nuestra mente:

Coro: Seor, ten piedad.

Dicono: Seor Omnipotente, Dios de nuestros Padres! Te rogamos: escchanos y ten piedad de nosotros.

Coro: Seor, ten piedad.

Dicono: Ten piedad de nosotros, oh Dios, segn tu gran misericordia, te rogamos, escchanos y ten piedad de nosotros.

Coro: Seor, ten piedad (tres veces se repite a cada nueva invocacin).

Oracin de la splica insistente Sacerdote (en secreto): Seor Dios nuestro, acepta de tus siervos esta splica insistente, apidate de nosotros segn tu gran misericordia, y derrama tus bondades sobre nosotros y sobre todo tu pueblo, que de ti espera las riquezas de tu piedad.

Dicono: Tambin te rogamos por nuestro santo Padre el Papa (N), por nuestro Metropolita (N), por nuestro Obispo (N), y por todos nuestros hermanos en Cristo.

Tambin te rogamos por nuestras autoridades y gobernantes del pas, por la paz, salud y salvacin de todos.

Tambin te rogamos por nuestros hermanos, sacerdotes, monjes, diconos, religiosos y religiosas, y por todos nuestros hermanos en Cristo.

Tambin te rogamos por la misericordia, vida, paz, salud, salvacin, favor, perdn y remisin de los pecados de los siervos de Dios y hermanos de este santo templo.

Tambin te rogamos por los fundadores siempre recordados de este templo, y por todos nuestros padres y hermanos difuntos que piadosamente reposan en la verdadera fe, aqu y en todo lugar.

Tambin te rogamos por los que ofrecen frutos y hacen buenas obras en este santo y venerable templo, por los que trabajan y cantan, y por todo el pueblo presente, que espera de Ti grande y abundante misericordia.

Sacerdote: Porque t eres Dios misericordioso y amigo de los hombres, y a ti glorificamos, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

*Cuando se hace la letana de conmemoraciones de los difuntos, el sacerdote o el dicono dice la siguiente letana. Dicono: Ten piedad de nosotros, oh Dios, por tu inmensa bondad, te suplicamos, escchanos y ten piedad.

Coro: Seor, ten piedad (tres veces).

Dicono: Tambin te rogamos por el descanso del (las) alma(s) del (los) siervo(s) de Dios (N), que han partido de esta vida, y para que Le(s) perdones todos sus pecados, tanto voluntarios como involuntarios.

Coro: Seor, ten piedad, (tres veces).

Dicono: Para que el Seor Dios ponga su(s) alma(s) en el lugar de reposo de los justos.

Coro: Seor, ten piedad, (tres veces).

Dicono: Pedimos a Cristo, Rey inmortal y Dios nuestro, la misericordia de Dios, el reino celestial y la remisin de sus pecados.

Coro: Concdelo, Seor, (tres veces).

Dicono: Roguemos al Seor.

Coro: Seor, ten piedad, (tres veces).

Sacerdote: Dios de nuestra alma y de nuestro cuerpo, que venciste la muerte y derrotaste al diablo y has dado vida al mundo: Concede, Seor, el descanso del (las) alma(s) de Tu(s) siervo(s) difunto(s), N., en un lugar de luz, un lugar de abundancia, un lugar de descanso, donde toda enfermedad, tristeza y llanto hayan desaparecido. Como Dios misericordioso, que amas al hombre, perdona toda trasgresin que l (ella, ellos) haya(n) cometido de palabra, obra o pensamiento. Porque solo T ests por encima de todo pecado, y Tu justicia permanece por toda la eternidad, y Tu palabra es verdad. Porque T eres la Resurreccin, y la Vida, y el descanso de tus siervo(s) difunto(s) N. Cristo, Dios nuestro, y a Ti damos gloria, junto con tu eterno Padre y tu Santsimo Espritu de bondad y de vida, ahora y siempre y por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Primera oracin de los fieles despus de desdoblar el antimensio Te damos gracias, Seor Dios de los ejrcitos, porque permites que nos presentemos una vez ms ante tu santo altar y nos postremos para implorar tu misericordia sobre nuestros pecados, y sobre las faltas del pueblo. Acoge, oh Dios, nuestro ruego: haz que seamos dignos de ofrecerte oraciones, splicas y sacrificios incruentos en favor de todo tu pueblo; y, ya que nos has destinado a este tu servicio, concdenos que, por la fuerza de tu Santo Espritu, seamos capaces de invocarte en todo tiempo y en todo lugar, sin merecer tu reproche ni incurrir en falta, con el testimonio de una conciencia pura; de modo que t nos escuches, y, por tu inmensa bondad, nos seas propicio.

Dicono: Una y otra vez, en paz, roguemos al Seor.

Coro: Seor ten piedad.

Segunda oracin de los fieles Una y otra vez nos postramos ante ti y te rogamos, t que eres bueno y amas al hombre: mira nuestra splica, purifica nuestras almas y cuerpos de toda mancha de la carne y del espritu, y haz que podamos presentarnos, sin incurrir en culpa ni merecer castigo, ante tu santo altar. Y a los que oran con nosotros, concdeles tambin, oh Dios, la gracia de que, al avanzar en la vida, adelanten en la fe y en el conocimiento espiritual. Otrgales que en todo tiempo te den culto con reverencia y amor, que participen de tus santos misterios sin incurrir en culpa ni merecer castigo, y que se hagan dignos de tu Reino celestial.

Dicono: Aydanos, slvanos, ten piedad de nosotros oh Dios, y protgenos con tu gracia.

Dicono: Sabidura!

Sacerdote: De modo que, protegidos siempre por tu poder, te alabemos y glorifiquemos, Padre, Hijo y Espritu Santo ahora y siempre por los siglos de los siglos.

*Mientras se canta el himno querbico, se inciensa la sagrada Mesa y todo alrededor, el altar, los iconos, todo el pueblo y los sacerdotes que concelebran. Coro: Amn. Nosotros, smbolo y figura de los Querubines, que cantamos el triple santo a la Trinidad, fuente de vida, despojmonos de todo afn temporal:

Oracin en secreto mientras se canta el Himno querbico Nadie que est ligado por los deseos y placeres de la carne es digno de presentarse ni de acercarse a ti, ni de oficiar ante ti, oh Rey de la gloria, porque a los mismos ejrcitos celestiales impone y amedrenta el servirte. Sin embargo, por tu inefable e inmenso amor hacia nosotros, fuiste constituido Sumo Sacerdote nuestro y, como Soberano del universo, nos confiaste la accin sagrada de esta liturgia y sacrificio incruento. Porque t solo, Seor Dios nuestro, eres dueo del cielo y de la tierra, t que eres llevado en un trono de Querubines, Seor de los Serafines y Rey de Israel, el nico santo y que en lo santo encuentras tu reposo. A ti, pues, el nico bueno y propicio, te suplico: pon tus ojos en m, tu siervo pecador e intil; purifica mi alma y mi corazn de toda intencin mala y, ya que estoy revestido de la gracia del sacerdocio, hazme capaz, con la fuerza de tu Santo Espritu, de presentarme ante esta tu santa Mesa, y de consagrar tu santo y puro Cuerpo y tu preciosa Sangre. A ti me acerco, inclinando mi frente, y te suplico: no me vuelvas el rostro ni me excluyas del nmero de tus servidores, antes permite que yo, tu siervo, aunque pecador e indigno, te ofrezca estos dones: porque t eres el Oferente y la Ofrenda, Cristo Dios nuestro, el que la acepta y el que se distribuye, y a ti glorificamos, con tu eterno Padre y tu Santo Espritu, todo bondad y vida, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amn.

Nosotros, smbolo, y figura de los Querubines, que cantamos el triple santo a la Trinidad fuente de vida, despojmonos de todo afn temporal.

Pues vamos a recibir al Rey del universo, invisiblemente escoltado por legiones de ngeles. Aleluya, aleluya, aleluya, (tres veces).

Oh Dios, perdname a m, pecador, y ten piedad de mi.

Tended las manos hacia lo santo, y bendecid al Seor.

Entrada con los santos Dones Dicono: Que el Seor Dios se acuerde de todos vosotros en su Reino, en todo tiempo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Sacerdote: Que el Seor Dios se acuerde en su Reino, de nuestro santo Padre el Papa N., de nuestro Metropolita N., de nuestro Obispo N.

Que el Seor Dios se acuerde en su Reino de los gobernantes de nuestro pas.

Que el Seor Dios se acuerde en su Reino de todos nuestros hermanos: presbteros, monjes, diconos, religiosos y religiosas, y de todo el clero.

Que el Seor Dios se acuerde en su Reino de los fundadores y benefactores de este santo templo.

Que el Seor Dios se acuerde de todos vosotros en su Reino, vivos y difuntos, en todo tiempo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn. Pues vamos a recibir al Rey del universo, invisiblemente escoltado por legiones de ngeles. Aleluya, aleluya, aleluya.

El noble Jos baj del madero tu inmaculado Cuerpo, lo envolvi con aromas en un lienzo limpio, y le dio sepultura en un sepulcro nuevo; al tercer da resucitaste, Cristo Seor, dando misericordia al mundo.

Como un Dios fuiste al sepulcro con el cuerpo, al limbo con tu alma, al paraso con el ladrn, y en el trono, Cristo, con el Padre y con el Espritu, cumpliendo todo, t que eres infinito.

Cristo, tu sepulcro es portador de vida, verdaderamente ms bello que el paraso y ms luminoso que los palacios reales, origen de nuestra resurreccin.

El noble Jos baj del madero tu inmaculado Cuerpo, lo envolvi con aromas en un lienzo limpio, y le dio sepultura en un sepulcro nuevo; al tercer da resucitaste, Cristo Seor, dando misericordia al mundo.

Seor, por tu bondad, favorece a Sin, reconstruye las murallas de Jerusaln (dos veces).

Entonces aceptars los sacrificios rituales, ofrendas y holocaustos, sobre tu altar se inmolarn novillos.

Dicono: Completemos nuestra oracin al Seor.

Coro: Seor, ten piedad.

Por los preciosos dones aqu presentados, roguemos al Seor.

Por este santo templo y por los que a l vienen con fe, piedad y temor de Dios, roguemos al Seor.

Para vernos libres de toda desgracia, castigo, peligro y angustia, roguemos al Seor.

Oracin despus de colocar los santos Dones Seor Dios omnipotente, nico santo! T que aceptas el sacrificio de alabanza de los que te invocan de todo corazn, acepta tambin de nosotros, pecadores, esta splica: acrcanos a tu santo altar, haz que seamos capaces de ofrecerte dones y sacrificios espirituales por nuestros pecados y por las faltas del pueblo, y jzganos dignos de encontrar favor en tu presencia, para que nuestro sacrificio te sea agradable y el Espritu bueno de tu gracia descienda a habitar en nosotros, en estos dones aqu presentes y en todo tu pueblo.

Dicono: Aydanos, slvanos, ten piedad de nosotros, oh Dios, y protgenos con tu gracia.

Coro: Seor, ten piedad.

Dicono: Pidamos al Seor que todo este da sea perfecto, Santo, en paz y sin pecado.

Coro: Concdelo, Seor.

Pidamos al Seor un ngel de paz, gua fiel, guardin de nuestras almas y de nuestros cuerpos.

Pidamos al Seor indulgencia y perdn por nuestros pecados y culpas.

Pidamos al Seor lo que es bueno y til para nuestras almas, y la paz para el mundo.

Pidamos al Seor pasar en paz y convertidos de corazn el tiempo que nos queda por vivir.

Pidamos al Seor un final cristiano de nuestra vida, sin dolor, en paz, y una respuesta buena ante el temible tribunal de Cristo.

Haciendo memoria de nuestra santsima Seora, la inmaculada, bendita y gloriosa Madre de Dios y siempre Virgen Mara, y de todos los Santos, encomendmonos a nosotros mismos, y los unos a los otros, y nuestra vida entera a Cristo Dios.

Coro: A ti, Seor.

Sacerdote: Por la misericordia de tu Hijo unignito con el cua1 eres bendito, juntamente con tu santo Espritu, todo bondad y vida, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Sacerdote: Paz a todos.

Coro: Y con tu espritu.

Dicono: Ammonos los unos a los otros, para profesar unnimes nuestra fe.

Coro: En el Padre y en el Hijo y en el Espritu Santo, Trinidad consustancial e indivisible.

Sacerdote en secreto: Te amar, Seor, fuerza ma el Seor es mi firmeza, mi refugio y mi liberador.

*Y besa los santos dones, cubiertos como estn: primero, la patena y luego el cliz, y por ltimo, la sagrada mesa ante s mismo. Si celebran dos o ms sacerdotes, cada uno besa los santos dones y luego a los otros en el hombro. El presidente dice:

Cristo est entre nosotros!

Y se le responde: Est y estar!

Dicono: Las puertas, las puertas! Con sabidura estemos atentos!

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador de cielo y tierra, de todo lo visible y lo invisible.Creo en un solo Seor Jesucristo, Hijo nico de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos. Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza que el Padre, por quien todo fue hecho. Que por nosotros los hombres y por nuestra salvacin baj del cielo, y por obra del Espritu Santo se encarn en Mara, la Virgen, y se hizo hombre. Y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeci y fue sepultado, y resucit al tercer da, segn las. Escrituras. Y subi al cielo, y est sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendr con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendr fin.Creo en el Espritu Santo, seor y dador de vida, que procede del Padre, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoracin y gloria, y que habl por los profetas.Y en la Iglesia, que es una, santa, catlica y apostlica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdn de los pecados. Espero la resurreccin de los muertos y la vida del mundo futuro. Amn.

Anfora Dicono: Con orden y reverencia estemos atentos, para ofrecer en paz la santa oblacin.

Coro: Misericordia de paz, sacrificio de alabanza.

Sacerdote: La gracia de nuestro Seor Jesucristo, el amor del Padre, y la comunin en el Espritu Santo estn con todos vosotros.

Coro: Y con tu espritu.

Sacerdote: Levantemos el corazn!

Coro: Lo tenemos levantado hacia el Seor.

Sacerdote: Demos gracias al Seor.

Coro: Es justo y necesario adorar al Padre y al Hijo y al Espritu Santo, Trinidad consustancial e indivisible.

Es justo y debido cantarte, bendecirte, alabarte, darte gracias y adorarte en todo lugar de tu reino. Porque t eres Dios, el que est por encima de todo nombre y mas all de todo entendimiento, el invisible y fuera de todo alcance, que existes eterno e inmutable con tu Hijo Unignito y tu Espritu Santo. T nos sacaste de la nada al ser; tras la cada, de nuevo nos alzaste, y nada has dejado de poner por obra, hasta llevarnos al cielo y darnos el reino venidero. Por todo esto te damos gracias, a ti, y a tu Hijo unignito y a tu Espritu Santo, por todos los beneficios, conocidos de nosotros o ignorados por nosotros, manifiestos u ocultos, realizados en favor nuestro. Te damos gracias tambin por esta liturgia que te dignas aceptar de nuestras manos, aunque tienes ante ti millares de arcngeles y ngeles sin nmero, Querubines y Serafines de seis alas y mltiples ojos, que se ciernen alados.

Sacerdote: Cantan el himno de victoria, gritan, aclaman y dicen:

Coro: Santo, Santo, Santo es el Seor Dios de los ejrcitos. Llenos estn el cielo y la tierra de tu gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Seor. Hosanna en el cielo.

Con estos ejrcitos bienaventurados, Seor que amas al hombre, nosotros tambin te aclamamos: Santo y santsimo eres, t con tu Hijo unignito y tu Espritu Santo. Santo y santsimo eres, y magnfica es tu gloria. T que has amado este mundo tuyo hasta darle tu Hijo unignito, para que ninguno perezca de los que creen en l, sino que tengan vida eterna. Y l, consumando con su venida todo el plan de nuestra salvacin, en la noche en que iba a entregarse por la vida del mundo, tom un pan en sus santas, puras e inmaculadas manos, dio gracias, pronunci la bendici6n (+), lo consagr, lo parti y lo dio a sus santos discpulos y apstoles, diciendo:

Sacerdote: Tomad, comed, ste es mi Cuerpo, que por vosotros se parte en remisin de los pecados. ** (Ver nota al final del texto).

Coro: Amn.

Del mismo modo el Cliz (+), terminada la cena, diciendo:

Sacerdote: Bebed todos de l, sta es mi Sangre, la de la Nueva Alianza, que se derrama por vosotros y por muchos en remisin de los pecados. Coro: Amn.

Haciendo, pues, memoria de este mandato del Salvador y de cuanto acaeci por nosotros: de la Cruz, de la Sepultura, de la Resurreccin al tercer da, de la Ascensin a los cielos, del Trono a tu derecha, de la segunda y gloriosa Venida futura.

Sacerdote (en voz alta): Te ofrecemos lo que es tuyo, de lo que es tuyo; en todo y por todo.

Coro: Te alabamos, te bendecimos, te damos gracias, Seor, y te rogamos, oh Dios nuestro.

Te ofrecemos tambin este culto espiritual e incruento, y te pedimos, te rogamos y te suplicamos: enva tu Santo Espritu sobre nosotros y sobre estos dones aqu presentes.

Seor, que a la hora tercia enviaste a tus Apstoles tu Espritu Santo, no lo apartes de nosotros, por tu bondad, sino renuvalo en nosotros los que a ti oramos.

OH Dios, crea en m un corazn puro, renuvame por dentro con espritu firme.

Seor, que a la hora tercia...

No me arrojes lejos de tu rostro, no me quites tu Santo Espritu.

Seor, que a la hora tercia...

Y haz de este Pan (+), el Cuerpo precioso de tu Cristo. Amn.

Y de lo que est en este Cliz (+), la Sangre preciosa de tu Cristo. Amn.

Transformndolos con la virtud de tu santo Espritu. Amn, amn, amn.

Para que sirvan a los que de ellos participaren, para la limpieza del alma, para la remisin de los pecados, para la comunin en tu santo Espritu, para la plenitud del reino de los cielos, para la confianza filial ante ti, y no para reprobacin o para castigo.

Te ofrecemos tambin este culto espiritual por todos los que descansaron en la fe, por los Progenitores, Padres, Patriarcas, Profetas, Apstoles, Predicadores, Evangelistas, Mrtires, Confesores, Ascetas, y por toda alma justa perfecta en la fe.

Sacerdote (en voz alta): Especialmente por nuestra santsima Seora, la inmaculada, bendita y gloriosa Madre de Dios y siempre Virgen Maria.

Coro: Justo es llamarte bienaventurada, a ti, que diste a luz a Dios, a ti, siempre dichosa e inmaculada, Madre de nuestro Dios. A ti, ms excelsa que los Querubines y sin comparacin ms gloriosa que los Serafines, a ti que sin perder la integridad diste a luz a Dios Verbo, a ti, verdadera Madre de Dios, te ensalzamos.

*Se inciensa la sagrada mesa en de rededor. Por san Juan Bautista, profeta y precursor, por los santos, gloriosos e ilustres Apstoles, por san N., cuya memoria celebramos y por todos tus Santos: por su intercesin, vistanos, oh Dios, y acurdate de todos los que durmieron en la esperanza de resucitar para la vida eterna.

Por la salvacin, juicio y perdn de los pecados de tus siervos (N).

Por el descanso y perdn de tu siervo (N) en el lugar de la luz, donde no hay tristeza ni angustia. Que descansen, Dios nuestro, donde brilla la luz de la fe.

Tambin te pedimos: acurdate, Seor, de todo el episcopado fiel a la verdad, que ensea tu verdadera Palabra, de todo el colegio de presbteros, de los diconos que sirven en el Seor, y de todo orden sagrado.

Te ofrecemos tambin este culto espiritual por el mundo entero, por la santa Iglesia catlica y apostlica, por los que viven en venerable profesin de castidad, por nuestros gobernantes y autoridades. Dales, Seor, un gobierno pacfico, para que, gozando de esta calma, llevemos tambin nosotros una vida tranquila y apacible, piadosa y digna en todo.

Sacerdote (en voz alta): Primeramente acurdate, Seor, de nuestro santo Padre el Papa N., de nuestro Metropolita N., de nuestro Obispo N. Concede a tus Iglesias que gocen de paz, de seguridad, de honor, de salud y de largos das, y que repartan fielmente la Palabra de tu verdad.

Coro: Y de todos y de todas.

Acurdate, Seor, de esta ciudad (o lugar) en que vivimos, de toda ciudad y comarca, y de los fieles que en ellas habitan. Acurdate, Seor, de los que viajan, de los oprimidos y cautivos y dales libertad.

Acurdate, Seor, de los que en tus santas Iglesias ofrecen frutos, hacen buenas obras y se acuerdan de los pobres, y enva tus misericordias sobre todos nosotros.

Sacerdote (en voz alta): Y concdenos que con una sola voz y un solo corazn glorifiquemos y alabemos tu Nombre, digno de todo honor y grandeza, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Sacerdote: Y que la misericordia del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo (+) estn con todos vosotros.

Coro: Y con tu espritu.

Dicono: Hecha memoria de todos los Santos, una y otra vez, en paz, roguemos al Seor.

Coro: Seor, ten piedad.

Por los preciosos dones ofrecidos y consagrados, roguemos al Seor.

Para que nuestro Dios, que ama al hombre y que ha recibido estos dones en su santo e inmaterial altar celeste como perfume de fragancia espiritual, nos enve su divina gracia y el don del Espritu Santo.

Para vernos libres de toda desgracia, castigo, peligro y angustia, roguemos al Seor.

A ti encomendamos nuestra vida entera y nuestra esperanza, Seor que amas al hombre, y te pedimos, te rogamos y te suplicamos: haz que podamos participar con pura conciencia de tus celestes y sobrecogedores Misterios, de esta mesa santa y espiritual, para la remisin de los pecados, para el perdn de las faltas, para la comunin en el Espritu Santo, para la herencia del reino de los cielos, para la confianza filial ante ti, y no para reprobacin o para castigo.

Dicono: Aydanos, slvanos, ten piedad de nosotros, oh Dios, y protgenos con tu gracia.

Coro: Seor, ten piedad.

Pidamos al Seor que todo este da sea perfecto, santo, en paz y sin pecado.

Coro: Concdelo, Seor.

Pidamos al Seor un ngel de paz, gua fiel, guardin de nuestras almas y de nuestros cuerpos.

Pidamos al Seor indulgencia y perdn por nuestros pecados y culpas.

Pidamos al Seor lo que es bueno y til para nuestras almas, y la paz para el mundo.

Pidamos al Seor pasar en paz y convertidos de corazn, el tiempo que nos queda por vivir.

Pidamos al Seor un final cristiano de nuestra vida, sin dolor ni sonrojo, en paz y una respuesta buena ante el temible tribunal de Cristo.

Pidamos la unidad en la fe y la comunin en el Espritu Santo, y encomendmonos a nosotros mismos, y los unos a los otros y nuestra vida entera a Cristo Dios.

Coro: A ti, Seor.

Sacerdote: Y concdenos, Seor, que, con filial confianza y sin merecer castigo, podamos atrevernos a llamarte Padre, Dios del cielo, y a decirte:

Padre nuestro que ests en el cielo, santificado sea tu Nombre, venga a nosotros tu Reino, hgase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada da, perdona nuestras ofensas como tambin nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos dejes caer en la tentacin y lbranos del mal. Sacerdote: Porque tuyo es el reino, el poder y la gloria, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Sacerdote: Paz a todos.

Coro: Y con tu espritu.

Dicono: Inclinad vuestras cabezas ante el Seor.

Coro: Ante ti, Seor.

Te damos gracias, oh Rey invisible, que con tu poder sin medida, todo lo creaste y por tu misericordia sin lmite sacaste el universo de la nada al ser. T, Dueo nuestro, pon tus ojos desde el cielo sobre los que inclinan su cabeza ante ti, porque no la inclinan ante la carne y la sangre, sino ante ti, Dios temible. En cambio, Seor, allnanos a todos, para el bien, el camino presente, segn la necesidad peculiar de cada uno: navega con los que van por el mar, acompaa a los que estn en camino, cura a los enfermos, porque t eres mdico de nuestras almas y de nuestros cuerpos.

Sacerdote (en voz alta): Por la gracia y la misericordia y el amor al hombre de tu Hijo nico con el cual eres bendito, juntamente con tu Espritu bueno y vivificante, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Escchanos, Seor Jesucristo y Dios nuestro, desde tu santa morada y desde el trono glorioso de tu reino, t que all en lo alto reinas con el Padre y aqu invisiblemente ests con nosotros. Con tu mano poderosa, dgnate distribuirnos tu puro Cuerpo y tu preciosa Sangre y, por nuestro medio, a todo el pueblo.

Oh Dios, perdname y ten piedad de m, pecador (tres veces).

Dicono: Estemos atentos.

Sacerdote: Lo Santo a los santos.

Coro: Uno solo es Santo, uno solo es Seor, Jesucristo, para gloria de Dios Padre. Amn.

Se parte y se fracciona el Cordero de Dios, el que se parte sin dividirse, el que se hace alimento en todo tiempo y nunca se consume: el que santifica a los que participan de El.

ISNI+KAHS

Plenitud de fe en el Espritu Santo. Amn.

Bendito sea (+) el fervor de tus santos en todo tiempo, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amn

Fervor de la fe, lleno de Espritu Santo. Amn.

Dicono: Acercaos con fe, caridad y temor de Dios.

Coro: Amn. Bendito el que viene en nombre del Seor. El Seor es Dios y se nos ha manifestado para gloria de Dios Padre. Amn.

Creo, Seor, y confieso que t eres Cristo, el Hijo de Dios vivo, el que vino al mundo para salvar a los pecadores, de los que yo soy el primero. Creo tambin que ste es tu Cuerpo inmaculado y sta tu preciosa Sangre. Por eso te ruego: ten piedad de m y perdona mis culpas, las de malicia y las de fragilidad, las de palabra y las de obra, cometidas a conciencia o por descuido. Y hazme capaz de participar, sin merecer castigo, de tus inmaculados Misterios, que me sirvan para el perdn de mis pecados y para la vida eterna. Amn.

A tomar parte en tu Cena sacramental invtame hoy, Hijo de Dios: no revelar a tus enemigos el misterio, no te dar el beso de Judas; antes como el ladrn te reconozco y te suplico: Acurdate de mi, Seor, en tu reino.

Que la recepcin de tus santos Misterios, Seor, no se me convierta en reprobacin o en castigo, sino en medicina de alma y cuerpo.

Oracin de accin de gracias Te damos gracias, Seor que amas al hombre, bienhechor de nuestras almas, por habernos admitido de nuevo en este da a participar de tus celestiales y perennes Misterios. Endereza nuestro camino, afinzanos en tu temor, vela por nuestra vida, afirma nuestros pasos, por las oraciones y la intercesin de la gloriosa Madre de Dios y siempre Virgen Mara y de todos tus santos.

Sacerdote (en voz alta): Salva, oh Dios, a tu pueblo, y bendice (+) tu heredad.

Coro: Hemos visto la verdadera Luz, hemos recibido el Espritu celestial, hemos encontrado la verdadera fe, adorando a la Trinidad indivisible: porque Ella nos ha salvado.

Elvate sobre el cielo, Dios mo, y llene la tierra tu gloria! (tres veces).

Bendito sea nuestro Dios.

Sacerdote: En todo tiempo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn. Llnese nuestra boca de tu alabanza, Seor, para cantar tu gloria, porque nos has admitido a participar de tus santos misterios, perennes y sin mancha. Consrvanos en tu santidad, todo el da meditando tu justicia. Aleluya, aleluya, aleluya.

Dicono: En pie! Ya que hemos recibido los divinos, santos, inmaculados, perennes, celestiales, vivificantes y sobrecogedores Misterios de Cristo, demos gracias, como es justo, al Seor.

Coro: Seor, ten piedad.

Aydanos, slvanos, ten piedad de nosotros, oh Dios, y protgenos con tu gracia.

Pidamos que este da sea perfecto, santo, tranquilo y sin pecado, y encomendmonos a nosotros mismos, y los unos a los otros y nuestra vida entera a Cristo Dios.

Coro: A ti, Seor.

Sacerdote: Porque t eres nuestra santificacin y a ti glorificamos, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Sacerdote: Salgamos en paz.

Coro: En nombre del Seor.

Dicono: Roguemos al Seor.

Coro: Seor, ten piedad.

Oracin del Ambn Seor que bendices a los que te bendicen y santificas a los que ponen su esperanza en ti, salva a tu pueblo y bendice (+) tu heredad. Vela por la plenitud de tu Iglesia, santifica a los que aman el esplendor de tu morada, exltalos con tu divino poder, y no nos abandones a nosotros, que ponemos en ti nuestra esperanza. Concede la paz a este mundo tuyo, a tus Iglesias, a los sacerdotes, a nuestros gobernantes y a todo tu pueblo, ya que todo beneficio y todo don perfecto procede de lo alto, pues desciende de ti, oh Padre de las luces, y a ti glorificamos, damos gracias y adoramos, Padre, Hijo y Espritu Santo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn. Bendito sea el nombre del Seor ahora y por siempre, (tres veces).

T que eres la plenitud de la Ley y de los Profetas, Cristo Dios nuestro, y cumpliste todo el plan salvador del Padre, colma nuestros corazones de alegra y de gozo en todo tiempo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Sacerdote: La bendicin del Seor descienda sobre nosotros, por su gracia y su amor al hombre, en todo tiempo, ahora y siempre por los siglos de los siglos.

Coro: Amn.

Sacerdote: Gloria a ti, Cristo Dios, esperanza nuestra, gloria a ti.

Coro: Gloria al Padre y al Hijo y al Espritu Santo, ahora y siempre, por los siglos de los siglos Amn. Seor, ten piedad (tres veces). Bendice, seor santo.

Sacerdote: Cristo, verdadero Dios nuestro (si es domingo se aade: Que ha resucitado de entre los muertos) por la intercesin de su Madre inmaculada, de nuestro Padre san Juan Crisstomo, arzobispo de Constantinopla, y de todos los Santos, tenga piedad de nosotros y nos salve, por su bondad y su amor al hombre.

Coro: Ahora, Seor, segn tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz, porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos, luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel.

**Respecto a la traduccin, desde el rumano, de las palabras de la Consagracin: se frnge = se parte, es una traduccin directa del eslavo antiguo de Mateo 26, 26-28. El verbo partir aqu se usa, no para reemplazar el verbo entregar, sino en el sentido de romper. Romper el cuerpo, es decir, entregarlo para que te maten; por tanto, para morir; de ningn modo debe entenderse en el sentido de dividir. Aqu se esconde una comparacin: cuerpo-muerte, rompindose como el pan, en pedacitos para que cada uno de nosotros lo pueda comer. No se divide, sino que se rompe.