dialectica de los procesos subjetivos

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65 1 Profesor Titular, Departamento de Psicología, Universidad de Chile. [email protected] Dialectica de los Procesos Subjetivos Subjectivity and Dialectic Guy Santibañez – H. 1 Resumen Este trabajo está dedicado a analizar en una perspectiva dinámica las características más importantes de las funciones subjetivas del Sistema Neuroendocrino. Estas fun- ciones se originan en la interacción entre los individuos de diversas especies y sus medios. Son fenómenos fenotípicos, es decir que están basados en una disposición genética que permite la aparición de la base neural de la subjetividad, pero el conteni- do de los procesos subjetivos depende del medio o de los medios con los cuales el individuo interactúa. Sin cerebro no hay subjetividad, sin medios en interacción tam- poco la hay. Las funciones subjetivas - subjetividad - son una de las funciones integrativas del cerebro, conjuntamente con la reactividad y la plasticidad. Durante un largo tiempo la subjetividad fue tratada como un fenómeno peculiar de diferentes denominaciones: mente, conciencia, alma, espíritu. Estas categorías son producto de la reflexión, de fuerte significado ideológico. Todas ellas se refieren a procesos subjetivos. El cerebro tiene la habilidad de «subjetivar” la información que recibe a través de la codificación de la actividad de los canales sensoriales aferentes. Este fenómeno con- siste básicamente en transformar la información en un fenómeno virtual accesible directamente al cerebro que lo produce, y a través de la introspección y el lenguaje, a otras personas. La subjetividad es un fenómeno psicológico plástico analítico-sintético de carácter histórico. Esta función es capaz de «producir” (imágenes y percepciones) y “reprodu- cir” (percibir sus propias percepciones) los fenómenos subjetivos en una permanente dinámica dialéctica. Oscila entre la «realidad» y la «fantasía», entre la percepción sensorial y la producción más endógena. Es capaz de generar estímulos inhibitorios o excitatorios que pueden operar sobre el Sistema Neuroendocrino.

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1 Profesor Titular, Departamento de Psicología, Universidad de Chile. [email protected]

Dialectica de los Procesos Subjetivos

Subjectivity and Dialectic

Guy Santibañez – H.1

Resumen

Este trabajo está dedicado a analizar en una perspectiva dinámica las características

más importantes de las funciones subjetivas del Sistema Neuroendocrino. Estas fun-

ciones se originan en la interacción entre los individuos de diversas especies y sus

medios. Son fenómenos fenotípicos, es decir que están basados en una disposición

genética que permite la aparición de la base neural de la subjetividad, pero el conteni-

do de los procesos subjetivos depende del medio o de los medios con los cuales el

individuo interactúa. Sin cerebro no hay subjetividad, sin medios en interacción tam-

poco la hay.

Las funciones subjetivas - subjetividad - son una de las funciones integrativas del

cerebro, conjuntamente con la reactividad y la plasticidad.

Durante un largo tiempo la subjetividad fue tratada como un fenómeno peculiar de

diferentes denominaciones: mente, conciencia, alma, espíritu. Estas categorías son

producto de la reflexión, de fuerte significado ideológico. Todas ellas se refieren a

procesos subjetivos.

El cerebro tiene la habilidad de «subjetivar” la información que recibe a través de la

codificación de la actividad de los canales sensoriales aferentes. Este fenómeno con-

siste básicamente en transformar la información en un fenómeno virtual accesible

directamente al cerebro que lo produce, y a través de la introspección y el lenguaje, a

otras personas.

La subjetividad es un fenómeno psicológico plástico analítico-sintético de carácter

histórico. Esta función es capaz de «producir” (imágenes y percepciones) y “reprodu-

cir” (percibir sus propias percepciones) los fenómenos subjetivos en una permanente

dinámica dialéctica. Oscila entre la «realidad» y la «fantasía», entre la percepción

sensorial y la producción más endógena. Es capaz de generar estímulos inhibitorios o

excitatorios que pueden operar sobre el Sistema Neuroendocrino.

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La subjetividad es el proceso psicológico que permite operar sobre los medios exter-

nos e internos de una manera intencional, anticipatoria, predictiva y planificada.

Palabras claves: subjetividad, interacción sujeto-objeto, consciencia

Summary

This paper analyses the most important subjective functions of the Neuroendocrine

System from a dynamic perspective. These functions emerge from the interaction of the

individuals of different species with their environments. They are phenotypic

phenomena, i.e., they have a genetic basis that allows the expression of the neural

framework of subjectivity; thus, the contents of the subjective processes depend on the

environment or environments the individual interacts with. There is no subjectivity

without a brain, and none without an environment

Subjective functions - subjectivity - constitute one of the integrative functions of the

brain, together with reactivity and plasticity.

For a long time subjectivity was treated as a peculiar phenomenon with different

denominations: mind, conscience, soul, spirit. These categories are a product of

reflection, have a strong ideological significance and all refer to subjective processes.

The brain has the capacity to “subjectivise” the information it receives by coding the

activity of the afferent sensory channels. This consists basically in transforming the

information into a virtual phenomenon directly accessible to the brain that produces

it, and transmitting it to other people through introspection and language. At present,

by means of recent tomographic research methods (proton emission, single photon

emission, registration of magnetic activity), it is possible to establish correlations

between neural activity and subjective processes.

Subjectivity is a historically conditioned plastic analytic-synthetic psychological

process. It is able to “produce” (images and perceptions) and “reproduce” (perceive

its own perceptions) subjective phenomena in a permanent dialectical flow. It oscillates

between “reality” and “phantasy”, between sensory perception and more endogenous

production. it is able to generate inhibitory or excitatory stimuli that can operate on

the Neuroendocrine System.

Subjectivity is a psychological process that permits the operation on external and

internal environments in an intentional, anticipatory, predictive and planned fashion.

Key words: subjectivity, subject-object interaction, consciousness

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Dialéctica de los Procesos Subjetivos

Introducción

Este artículo es un intento de presentarlas funciones subjetivas del cerebro desdeuna perspectiva dinámica, como una activi-dad integrativa del cerebro (Santibañez-H.,1984) de un tipo análogo a la reactividad yla plasticidad (Konorski 1967). Los fenó-menos “reactivos” son automáticos, pre-ponderantemente, generados por modifi-caciones funcionales del tejido neural decarácter bioquímico y biofísico como la ex-citabilidad, conductividad y la transmisibi-lidad. Los fenómenos “plásticos”, fenóme-nos de aprendizaje los cuales pueden des-cribirse como la habilidad del Sistema Neu-roendocrino de modificar su reactividad ensu interacción con el medio y así adquirirnuevos hábitos o reacciones. Los fenóme-nos “subjetivos”, son fenómenos aprendi-dos, basados en la propiedad del SistemaNeuroendocrino de generar fenómenos vir-tuales, accesibles directamente al cerebroque los produce y hasta ahora, comunica-bles indirectamente a otras personas a tra-vés de un sistema de comunicación.

Las diferentes funciones integrativas hanaparecido en sucesivos estadios evolutivosde las especies dotadas de sistemasneuroendocrinos: un Sistema Nerviosomono o bineuronal genera funciones prác-ticamente solo de carácter reactivo. La apa-rición de una o dos interneuronas entre lasneuronas aferentes y eferentes permite unaactividad plástica de tipo asociativo. Lasfunciones virtuales o subjetivas aparecen encerebros de complicadas estructurasneuronales con diversas entradas y salidasneuronales y un sistema interneuronal com-plejo y flexible.

La historia del estudio de los procesosvirtuales muestra que les han sido atribui-das diversas funciones -supuestas o reales-,designadas con diferentes denominaciones.Tengamos presente, entre otras: espíritu,alma, anima, mente, esencia, halito, moral,conciencia, sentimientos, conocimiento.Todos estos nombres se refieren a fenóme-

nos operantes en el mundo interno de laspersonas. Son subjetivos. Este mundo in-terno, virtual, es rico en contenidos. Hayallí desde imágenes hasta ideas, desde sen-timientos a conocimientos, desde impresio-nes hasta pensamientos, desde percepcio-nes hasta alucinaciones, desde conciencia aautomatismo.

Cada periodo evolutivo del Homosapiens ha favorecido diversos conceptosfuncionales. Las sociedades primitivas co-munitarias y sus sucedáneos modernos hanconstruido el reino del “espíritu” el cual hasido considerado requisito esencial de losfenómenos vivientes.

Este espíritu ha sido la única forma deconexión que nuestros antepasados habríantenido con el mundo natural del cual for-maban parte. Era especialmente importan-te en la obtención de alimentos, como unaposibilidad terapéutica, o como medio decontrol de ciertos fenómenos naturales. Asípor ejemplo, el espíritu era la última rela-ción que existía con quienes habían muer-to. Los espíritus tenían la facultad de visi-tar los lugares en los cuales habían vivido.Dejarles presentes era una costumbre muydifundida para recordarles en importantesceremoniales, etc.

La sociedad primitiva se transformó enuna sociedad organizada. La relaciones conlos espíritus pasó a manos de un grupo de“expertos”, entendidos en estas materias -chamanes, machis, brujos, sacerdotes, etc.-Los cuales organizaron instituciones perma-nentes para abordar y desarrollar estasmaterias.

La discusión acerca de los procesos sub-jetivos es característica en cada época. Enlas comunidades primarias se conversabasobre el espíritu y sus variantes. Duranteel feudalismo medieval la polémica ha sidosobre el alma. En la época del capitalismomonopolista transnacional la discusión essobre la conciencia, la moral y la mente.(Santibañez-H. y Osorio, 1998, 1999).

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Delimitación, Fenomenología y Génesis de la Subjetividad

El pensamiento formal acostumbra adefinir los problemas que trata. Nosotrosno estamos interesados en definir nuestroproblema, sino más bien en delimitar elámbito en el cual el fenómeno tiene lugar.El objeto de nuestro trabajo está restringi-do a la así llamada “experiencia interna” o“mundo interno” de un individuo eninteracción con un medio externo, con unmedio interno y con su propio mundo sub-jetivo, el cual le damos la categoría de “me-dio subjetivo”.

Es decir, concebimos el “mundo subjeti-vo” como un fenómeno en movimiento. Ladinámica de la “experiencia interna” vienede la interacción del individuo con el me-dio interno y el medio externo. Ambasentidades son dinámicas y en consecuenciatambién las interacciones en las cuales par-ticipan. Y, si el “medio subjetivo” es partede estas interacciones consecutivamente esun proceso dinámico. Esta propiedad hacede la subjetividad un proceso dialéctico.

Una definición implica considerar un fe-nómeno fuera de sus condiciones espacio-temporales, no necesariamente incluye elmovimiento o los cambios implícitos en elfenómeno y por supuesto no incluye ni sugénesis, ni su desarrollo. La subjetividades una neurofunción categorial e integrativa(Santibañez-H., 1976, 1984 p. 43-76), asícomo lo son la reactividad y el aprendizaje.Es el resultado, entonces, de la actividadde la materia viviente. No surge de la acti-vidad neuronal en abstracto, sino de la ac-tividad neuronal en la interacción de losindividuos concretos con elementos (obje-tos, procesos, fenómenos) pertenecientes alos medios interactuantes. Es la informa-ción proveniente de estos medios, adecua-da para activar conjuntos de áreas recepto-ras específicas, la cual es codificada en di-versos niveles del Sistema Neuroendocrino.

Entendemos por “subjetivo” todo pro-ceso generado por el cerebro, como unareacción a influjos provenientes de cualquie-ra de los medios, o simplemente de pro-ducción cerebral endógena. En el primercaso el proceso subjetivo refleja o representafenómenos reales, en el segundo opera conprocesos de proveniencia subjetiva.

Los fenómenos subjetivos son virtuales.La génesis de un proceso subjetivo equiva-le a la virtualización de fenómenos del me-dio externo e interno y a la revirtualizaciónde un proceso subjetivo ya existente.

Fenomenología de los Procesos

Subjetivos

La génesis de los procesos subjetivos esun factor definitivo para discutir sus carac-terísticas ontológicas.

Tengamos presente que la adaptación -la subsistencia del individuo y la especie endeterminadas condiciones ecológicas-. es elfenómeno o la condición que ha permitidola evolución de las especies, a pesar de lasvariaciones, sufridas por los medios exter-nos que han aparecido y cambiado en trans-cursos variables. Dejando de lado el as-pecto genético, los individuos de una espe-cie son capaces de sobrevivir a cambiosambientales si devienen capaces de adop-tar nuevas reacciones para afrontar las exi-gencias del medio que se ha transformadoo ha sido cambiado.

Las especies dotadas de sistemasneuroendocrinos, en especial el Homosapiens, han mostrado una gran capacidadadaptativa, lo cual les ha permitido sobre-vivir en condiciones ecológicas extremada-mente difíciles, sea debido a cambiosclimáticos o cambios de hábitat.

La adaptación implica modificacionestanto comportamentales como subjetivas.Ambos procesos responden integralmente

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a las demandas del medio externo, para locual el Sistema Neuroendocrino debe ge-nerar aspectos funcionales de ajuste con losmedios con los cuales interactúa y necesa-riamente debe reflejar o mejor generar re-presentaciones tanto del medio externo,como del medio interno y de sus propiosprocesos subjetivos.

El Sistema Neuroendocrino es el órga-no regulador, armonizador de los procesossubjetivos, viscerales y ecológicos. Sin em-bargo este sistema, como todo el organis-mo, tiene su base ontológica en fenómenosfísicos, químicos, biofísicos, bioquímicos ysu desarrollo funcional de ningún modo esautónomo, independiente de las funcionesque desempeña en el proceso de adapta-ción individual. Si el Sistema Nervioso esexperimentalmente impedido de ejercer susfunciones entra en un proceso degenerativo.Reflexionar sobre el Sistema Nervioso enabstracto es un camino equivocado paraconocer su funcionamiento. Esto es crucialen el proceso de conocimiento de los fenó-menos subjetivos. Las funciones inte-grativas del Sistema Neuroendocrino no segeneran en un Sistema Nervioso o en uncerebro abstraído, ni de sus bases fisico-químicas, ni tampoco de sus funciones decoordinación de la interacción de los indi-viduos con sus medios, incluida lainteracción del Sistema Neuroendocrino conel medio subjetivo, con los procesos subje-tivos. La subjetividad y el comportamien-to son objetos clásicos de preocupación dela Psicología, lo cual hace del sistema coor-dinador de las funciones ecológicas,viscerales y subjetivo-comportamentales elnúcleo básico de los procesos psicológicos(Santibañez H. y Osorio 1998, 1999).

Es interesante hacer un comentario so-bre las opiniones de J. Searle (1990,1992)quien se refiere a un fenómeno subjetivocomo la “conciencia” de la siguiente mane-ra: “Ante todo la conciencia es un fenóme-no biológico. Debemos pensar que la con-

ciencia es parte de nuestra ordinaria histo-ria biológica, conjuntamente con la diges-tión, el crecimiento, la mitosis y la meiosis.No obstante, aunque es un fenómeno bio-lógico, tiene algunas importantes caracte-rísticas que otros fenómenos biológicos notienen”. Desde un punto de vista de unalógica elemental la frase citada conlleva unacontradicción interna. Si la conciencia tie-ne otras “características que otros fenóme-nos biológicos”, Searle afirma que es y noes un fenómeno biológico como otros. Locual es razonable, pues la conciencia es unfenómeno psicológico, donde se integran losfenómenos biológicos con los ambientales.Más adelante, al ocuparse de la subjetivi-dad, sostiene que es necesario “explicarcómo un set de procesos neurobiológicospuede determinar que un sistema adquieraun estado subjetivo de sensibilidad o con-ciencia... Lo que propongo aquí es si pode-mos tener epistemicamente una ciencia ob-jetiva en un dominio ontológicamente sub-jetivo”. Esta afirmación no deja de ser in-teresante y a nuestro parecer también en-cierra una contradicción básica. El carácterepistémico de las técnicas científicas son denaturaleza tal que sólo pueden operar so-bre entidades reales, sobre configuracionesdinámicas de “materia-energía” y no sobreconstructos de ideas carentes de correlatosobjetivos.

Tengamos presente que Aristóteles (384-302 A.C.) concebía la ontología como una“metafísica general”, que Hartmann (1882-1950) precisó que esta disciplina estudia el“ser en cuanto a tal” y que Jacoby (1881-1969) la describe como la doctrina del “sien-do bajo el punto de vista de su condición, ycaracterizó la “nueva ontología ... como ladoctrina que no depende de la concienciacognoscente sino que tiene existencia pro-pia” (Santibañez-H. , 2000). En esta pers-pectiva es interesante lo mencionado porSearle: El autor afirma enfáticamente (Searle1992) que la subjetividad está más allá delos recursos descriptivos de la ciencia. Afir-

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ma categóricamente que jamás podrá “exis-tir una teoría de la conciencia, a menos quelos irreductibles elementos subjetivos (comopor ejemplo los “sentimientos”) puedan serobjetivados de manera tal que se alinien conlos objetos básicos de la ciencia como áto-mos, campos de fuerza, etc. Opina que algoque no puede ser observable, no puede serobjeto de tratamiento científico, que la no-ción de observación presupone la distinciónentre la representación creadora de repre-sentaciones subjetivas y el caso observado.Según el autor, como la conciencia es acce-sible a sí misma solamente, nunca se podráconstruir una representación objetiva de laconciencia. Searle aconseja “dejar de con-cebir la subjetividad como parte de nuestravisión, tenerse en el punto que estamos yaceptar los hechos. Estos hechos indicanque son procesos biológicos, los cuales pro-ducen los fenómenos mentales conscientesy que estos son irreductiblemente subjeti-vos”. Nuestro autor nos propone que es-tudiemos la “consciencia” al margen de suórgano productor. En esto parece coinci-dir con Greenberg (1983) quien propone unaPsicología sin cerebro.

Los procesos subjetivos se generan cuan-do, y sólo cuando, el individuo, o si se quie-re el Sistema Neuroendocrino individualestá en interacción con el medio externo einterno. Esta interacción permite al Siste-ma Neuroendocrino un desarrollo normal.El aislamiento del individuo del medio ex-terno afecta gravemente la maduración deeste sistema. En otros términos, la subjeti-vidad es una función que perfecciona la fun-ción neural, es decir, la subjetividad es tan-to una función del Sistema Neuroendocrino,como el Sistema Neuroendocrino es unafunción de los procesos subjetivos y de losprocesos efectores entre los cuales inclui-mos al comportamiento. Por ello debe con-siderarse al Sistema Neuroendocrino comoun órgano psicológico. La subjetivación esuna función psicológica. Es la capacidad delSistema Neuroendocrino de abducir infor-

mación, transducirla, codificarla y luegotransformarla en procesos virtuales.

Los procesos subjetivos son procesosreales, producto del metabolismo neuronal,pero no de neuronas abstraídas de sus con-figuraciones anatómicas, de susinteracciones, de sus niveles excitorio-inhibitorios, de sus interacciones con con-juntos neuronales que tienen acumuladainformación abstraída a lo largo de la ex-periencia. Estos conjuntos neuronales soncapaces de configurar el mundo interno, elmedio subjetivo. Este medio es virtual, depercepciones sensoriales y subjetivas, deimágenes complejas, de pensamientos, etc.La virtualidad de estos procesos no les im-pide ser producto de la actividad neuronal.Ellos subsisten – en potencia o acto – tantocuanto las neuronas generadores funcionan.Muertos estos recursos desaparece el fenó-meno virtual. Alterada la estructuraneuronal subyacente se altera la subjetivi-dad (como sucede en diversos formas deafasia).

Volviendo a Searle. Al parecer, tiene unaconcepción muy popular de la actividadcientífica. Parece creer que hacer ciencia,obtener conocimientos, es exclusivamenteel producto del trabajo con la percepcióndirecta del objeto de estudio. No obstan-te, un fenómeno puede ser conocido en di-versas condiciones objetales en relación alinvestigador: A saber: por percepción di-recta del objeto, por la percepción de hue-llas dejadas por el objeto, por la observa-ción de la acción del objeto sobre otrosobjetos, por la modificación intencional delobjeto; la última etapa del conocimiento esadquirir la habilidad para reproducirfactualmente el objeto, hacer el objeto. To-dos o casi todos los objetos de estudio queenvuelven formas de energía han sido co-nocidos por los efectos que provocan, aun-que la percepción directa no haya sido po-sible nunca. La realidad de un fenómenono directamente perceptible se encuentra

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muy a menudo en la historia de la ciencia.Pensemos, por ejemplo, en el magnetismoy en la electricidad.

En la actualidad conocemos muchas pro-piedades de la subjetividad. Esta es unafunción neural que envuelve la representa-ción directa o indirecta de los trozos delmedio envueltos en el proceso de conoci-miento. Los procesos subjetivos sonmanipulables de una manera inhibitoria oexitatoria. Son observables por sus carac-terísticas intencionales, anticipatorias ycomunicativas (Ginsburg y Koslowski,1996).

Como los productos de la actividadneuroendocrina son fenómenos aprendidos,tienen un tiempo de génesis, y ciertalatencia para entrar en acción, tienen unacierta duración fásica o tónica, son suscep-tibles de ser activados o inhibidos, sonmodulados por los cambios de excitabili-dad que afectan al Sistema Neuroendocrino,se alteran si los grupos neuronales específi-cos envueltos en su producción sufren pro-cesos patológicos, son modulados por losciclos de actividad-reposo etc. Los conteni-dos de estos procesos subjetivos sonvirtuales, esto signifca que aunque comoproductos de la actividad neuroendocrinason generados en espacio-tiempo real, suscontenidos pueden escapar del tiempo li-neal y del espacio real (Knight yGrabowecky, 1995). Esta liberación de latiranía espacio-temporal permite una reor-ganización de la experiencia de una mane-ra creativa, personal, novedosa o absurda.Situación que posibilita desde crear una obrade arte hasta formular una hipótesis, quedemanda una comprobación. Pero al mis-mo tiempo puede generar condiciones dealienación.

De esta manera los puntos de vista deSearle parecen no concordar con el estadoactual del conocimiento de los fenómenossubjetivos. Estos son fenómenosfenotípicos, de factura individual, resultan

de procesos de aprendizaje-intencionales olatentes, epistémicos o empíricos- acumu-lados en el transcurso de la existencia decada individuo, los cuales pueden o no seruna representación de la realidad. Son pro-ducidos por la actividad del SistemaNeuroendocrino hecho que les confiere unarealidad funcional objetiva aunque sus con-tenidos puedan ser puramente virtuales(Hilgard, 1980).

Searle piensa que los fenómenos subjeti-vos son ontológicamente diferentes de losfenómenos biológicos. Este dualismo notiene asidero real puesto que las funcionestienen su origen ontológico en los órganosque las producen. Los fenómenos subjeti-vos son fenómenos psicológicos en conte-nido y forma. El dualismo de Searle estáun poco “démodé”. Los procesos subjeti-vos son reales pero sus contenidos virtuales,y no son separables de las neuronas.

La subjetividad es una función de Siste-ma Neuroendocrino. Su forma es biológi-ca, y sus contenidos son ambientales. Es unanueva dimensión de la transformación demateria en energía; un nuevo nivel en laevolución de la materia en el cual un proce-so social se vuelve biológico y un procesobiológico se vuelve social. De esta manerase generan los procesos psicológicos.

Uno de los fenómenos subjetivos mássencillos es el de la percepción. Algunoscreen que la percepción puede ser tratadacomo una hipótesis que establece el indivi-duo a partir de la información que actúasobre su Sistema Neuroendocrino. Es difí-cil aceptar esta idea, ya que una hipótesisrepresenta un juicio sobre algo. Los elemen-tos analíticos parciales y los elementos no-configurados de la información sensorialno pueden ser objeto de una “hipótesis” yaque no configuran al objeto correspondien-te. Si esta hipótesis es la representación deun objeto ya configurado, entonces no nosayuda a entender lo que es la percepción.McKay (1970, 1978) tiene una explicación

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alternativa. Él prefiere pensar en la percep-ción como un proceso en el cuál se encuen-tran representados las ciertas propiedadesdel objeto que se percibe. En su opinión unapersona percibe en la medida que actualizasu potencialidad para poder tomar en cuen-ta la fuente del estímulo.

Tengamos presente en primer lugar, elproceso subjetivo es un hecho objetivo, enlo esencial es el resultado de la interacciónentre el cerebro de un individuo y los me-dios. En segundo lugar, el cerebrointeractúa con tres medios claramentediferenciables: el medio externo oextracutáneo, el medio interno ointracutáneo, y el medio intracerebral osubjetivo (Koref-Santibáñez y Santibáñez-H., 1986, pgs. 108-113). En tercer lugar, estainteracción se da en una configuración es-pacial definida por el campo perceptual encuanto este es activado. En cuarto lugar,esta interacción tiene una funcióndiacrónica, es decir, comienza en una eta-pa temprana de la vida de la persona y sedesarrolla hasta alcanzar un máximo. Setrata de un proceso de aprendizaje. Enquinto lugar, la “percepción pura” delmundo externo no existe, por lo menos nosin una elaboración secundaria, ya que elcerebro procesa toda la información sen-sorial a través de la cual obtiene losperceptos necesarios, y los cuales se inte-gran con alguna información intracerebral.Lo que existe es una integración subjetivade varias corrientes informacionales. Paralimpiar la información externa se requie-re, al parecer, de un largo aprendizaje quepuede ser, a veces, imposible. Una percep-ción visual es una reacción subjetiva apren-dida, el producto de la unificación del cho-que visual con estímulos auditivos,kinestésicos, etc. Cada percepción tienetodas las características de un fenómenoplástico, habituación, (inhibición), gene-ralización, integración representacional,integración en unidades de aprendizaje,sociabilidad, transformación en un estereo-

tipo, instrumentación, transferencia, etc.Lo más interesante de la subjetividad esque se trata de una actividad aprendida.

Evolución y Subjetividad

Las características asociativas y plásticasdel fenómeno subjetivo son fácilmentereconocibles en la así llamada experienciagnóstica. En estudios sobre la configuraciónperceptual y semántica, algunos autores handescubierto que no todos los elementoscontenidos en una categoría tienen un sig-nificado idéntico. Rosh (1973) descubrió queexisten “categorías naturales” que se com-ponen de un “significado nuclear” compues-to por “casos prototípicos” de la catego-ría. Una categoría encierra miembros quetienen una semejanza decreciente con elnúcleo semántico. Algunos colores desig-nados como rojo son “más rojos” que otros;algunas razas de perros son más represen-tativas para el concepto perro que otras.(op.cit. p 111). Rosh llamó a estos elemen-tos “prototipos naturales” y señaló que enel aprendizaje de nombres de categorías seasocia primero un estímulo predominante(solo después de esto se generaliza sobreotros casos) de modo que los prototiposnaturales son el punto clave en la organiza-ción de categorías.

El desarrollo ontogénico de las capaci-dades perceptivas demuestra que las imá-genes y la percepción son productos de pro-cesos de aprendizaje que se dan a partir dela experiencia perceptiva, de la integraciónde esta experiencia con la experiencia acu-mulada en la memoria.

Como la comunicación permite un acce-so indirecto, pero aún así fiable, a la expe-riencia interna, hay investigadores que hanintentado enseñar a hablar a algunos ani-males. K. y C. Hayes (1971) lograron congran dificultad enseñarle a un chimpancéalgunas palabras (“mamá”, “papá”, “taza”,

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“sobre”). Allen y Beatriz Gardner (1969)enseñaron a la chimpancé Washoe, y mástarde a cuatro más, el lenguaje norteameri-cano de señales para sordos como mediode comunicación. Washoe logró aprenderun vocabulario de 132 signos. Se dijo queera capaz de establecer nuevas combinacio-nes como “tu entenderme” y “tu sacarmede aquí rápido”. Premack (1976) enseñó ala chimpancé Sarah a sacar la ficha desea-da entre un grupo de fichas y ordenar has-ta cinco fichas en el orden deseado. Estabaprincipalmente interesado en las capacida-des de comprensión del animal. Se le pe-día a Sarah distinguir entre una ficha consignificado y otra sin significado. Los ex-perimentos de Premack probaron claramen-te que las fichas eran distinguidas, no porsus características físicas, sino por su con-tenido semántico. Los experimentos proba-ron convincentemente que la chimpancéSarah poseía las habilidades lógicas nece-sarias para el desarrollo de la comunicaciónhablada. Rumbaugh, Gill, van Glaserfeld,Warner y Pisani (1975) desarrollaron el idio-ma artificial “Yerkis”, con ayuda de siste-mas computacionales, pusieron en acción unsistema similar a un jeroglífico con el cualse pedía comunicar el investigador con elanimal o dos animales entre si. De estamanera tenían un medio comunicacional adisposición. Sus experimentos fueron rea-lizados con la joven chimpancé Lana (3 añosy medio de edad). Lana comunicaba me-diante la elección de los botones adecua-dos. Sue Savage-Rumbaugh, et al, (1978)mostraron que puede establecerse una co-municación simbólica entre dos chimpancés.Todos estos experimentos pusieron en evi-dencia claramente que los chimpancés per-ciben diversos procesos subjetivos, piensan,sienten y comunican, así como evocan si-tuaciones no actuales, y virtuales con lascuales pueden manejarse (Savage-Rumbaugh y cols., 1980).

Estos experimentos indican fuertemen-te que los procesos subjetivos no se encuen-

tran limitados al cerebro humano. Estehecho sugiere que las funciones subjetivascorresponden a un modelo de sistema Neu-roendocrino al cual pertenece también el delchimpancé. Esto apunta a que la funciónintegrativa del Sistema Neuroendocrinoaparece, en forma elemental en un ciertonivel evolutivo, previo al del Homo sapiens.Surgió mas tarde que la habilidad de apren-der.

La subjetividad no es una característica

exclusiva del Homo sapiens

Es una creencia muy popular la de sos-tener que los procesos subjetivos son unatributo puramente humano. Esta actitudantropocentrica de base puramente ideo-lógica, tiene sus raíces históricas en el cam-bio de la estructura social que tuvo lugaren el paso de la comunidad primitiva a lasociedad estructurada en clases. Mientrasel Homo sapiens formó y se sintió partede la naturaleza, aceptaba en los hechos,tener una habilidad comunicativabidireccional entre individuos de la espe-cie y los fenómenos naturales. Con el na-cimiento de la sociedad organizada en con-frontación con la naturaleza, con la divi-sión del trabajo y con la división de loshombres en grupos sociales, aparece tam-bién la división de los “espíritus natura-les”. Estos se jerarquizan de acuerdo conesquemas que permiten un entendimientoordenado de la naturaleza, y de este modoun mejor acceso a las autoridades espiri-tuales, misión era poner orden en sus do-minios específicos. Así fue más sencilloentenderse con Tlaloc, el Dios de la lluvia,que con la masa informe de los espíritusde la lluvia. Se formó, entonces,, unainterfaces psicológico-social de expertosen los avatares del Dios de todas las llu-vias. Este hecho fue importante, pues losintermediarios terminaron por saber másde algo acerca de las lluvias y adquirieron

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así un merecido respeto en sus comunida-des. No quedaba nunca claro si el respetoestaba basado en los conocimientos realesmostrados por los intermediarios o si pro-venía de su comunicación con la divinidad.Creer en las divinidades por medio de co-nocimientos reales, ha sido una de las ra-zones por las cuales a los incrédulos de lasandanzas de los dioses se les llamó “ag-nósticos”, sin conocimiento. Naturalmen-te la entidad psicológico-individual res-ponsable de la capacidad de conocer pasóa ser una “entidad espiritual” más o me-nos inserta en alguna parte del cuerpo odel alma, el espíritu, la conciencia, la cualaún hoy para muchos de los “gnósticos”es de origen divino o al menosextramaterial, lo cual significa no pertene-cer al cuerpo.

La subjetividad ha sido la función clási-ca a la cual se le ha atribuido las propieda-des funcionales de almas, espíritus, concien-cia o como se quiera llamar. Esto tal vez hacontribuido a negar esta función a los ani-males. Sin embargo, hay numerosas con-tribuciones dedicadas al tema, entre otratengamos presente el trabajo de Walker(1983) acerca del pensamiento animal, y elreciente libro de Franz de Waal (2001) don-de compara la opinión de católicos ybudistas sobre el particular.

Ahora bien, es un problema importantesaber cual es el nivel evolutivo donde apa-rece el nivel subjetivo de las funciones delSistema Neuroendocrino. Obviamente losprimates poseen la función subjetiva, pro-bablemente se extienda a todos los mamí-feros y tal vez a todos los vertebrados. Hayademás índices que algunos invertebradosmarinos tiene habilidades abstractivas no-tables. Darwin, junto a muchos otros estu-diosos, estaba convencido que “conciencia”puede encontrarse en todo nivel evolutivo(Smith, 1978). Esta hipótesis es difícil deprobar.

Propiedades de los procesos subjetivos

Griffin (1976, 1978, 1981) propone cier-tos criterios, los cuales podrían señalar as-pectos de los procesos subjetivos, como el“hacerse consciente” o como el “pensamien-to”. Señala además que en estos procesospareciera estar implícita la existencia de una“comunicación intencional” entre dos re-presentantes de la misma especie.

Es necesario tener presente ciertas con-diciones para que la comunicación exista.Ella implica un “portador informacional”,un “emisor de la información” y un “recep-tor de la información”.

Una señal se convierte en portadora deinformación, porque el emisor y el recep-tor han aprendido darle un significado. Enotras palabras la comunicación, verbal ono verbal, es un fenómeno concreto cuyacaracterística como portadora de informa-ción tiene diversos grados de probabili-dad, que dependen de la experiencia quelos sujetos comunicantes tienen en comúnentre si, y con el portador. Mientras másestrecho es el contacto social, más informa-tivo es el sistema comunicativo. Latransitividad del portador puede ser uni obilateral, es decir, cada reacción de un in-dividuo puede ser tratada por el receptorcomo portador de información, aunque po-siblemente no tenga significado para el pro-ductor. El vuelo circular de las moscas entorno a un terrón de azúcar podría ser in-terpretado como su intención de probar elazúcar. En efecto las moscas probarán elazúcar, pero nadie podrá asegurar si que-rían comunicar sus intenciones (Shaffer,1976). La liberación de una hormona tieneel mismo significado para el análisis de losprocesos subjetivos, pues ésta es claramen-te un portador de información que, sinembargo, puede provocar una respuestanetamente reactiva y no subjetiva de lossujetos. Intencionalidad quiere decir “he-cho con propósito”, con finalidad, con una

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meta. Es muy difícil decidir si una acciónes un proceso subjetivo o simplementereactivo, desprovisto de propósito ygenéticamente determinado. La categoríafinalista llamada por Aristóteles causa finalse ha atribuido desde la antigüedad a unapropiedad de los fenómenos biológicos. Laintencionalidad no es un claro criterio queindique activación subjetiva, ni siquiera enuna situación experimental como en el clá-sico reflejo de salivación. Si observamos aun perro que saliva ante un estímulo, nopodríamos distinguir si se trata de una re-acción defensiva o alimentaria y por supues-to no podríamos decir nada sobre suinvolucramiento subjetivo. Si bien losestándares propuestos por Griffin para ac-ceder a los fenómenos subjetivo son pro-bablemente necesarios en no primates, noson suficientes, especialmente cuando elcontexto histórico de la experiencia concre-ta de un solo animal es desconocida. Cuan-do Griffin habla de “comunicación inten-cional” está implícito que el animal emiteun juicio. El comportamiento puede ser unbuen portador de información subjetivacuando el “juicio - comportamiento” llenaalgunos requisitos, principalmente que loscontenidos del juicio no se restringen a unasola experiencia pasada o presente, es de-cir que el contexto del “juicio - comporta-miento” sea potencial o virtual, aún cuan-do algunas experiencias sean integradas enestos contenidos. Intentemos dar un ejem-plo. Cuando un gato me invita a hacer algo,lo interpreto como una señal de que quie-re que abra la puerta. Entonces la voy aabrir. Solo después de haber abierto lapuerta puedo saber si este era el objetivodel gato. Es posible que realmente necesi-taba usar la puerta, así como puede ser quequería otra cosa. Este proceso puede serinterpretado como una compleja interacciónconductual de reacciones instrumentalesentre individuos de diferentes especies.

Esch et al. (2001) han estudiado las dan-zas de las abejas que comunican a sus con-

géneres las distancias a las cuales se en-cuentran fuentes alimenticias, con una me-tódica muy precisa. Rosin (1978) afirmóque un detenido análisis de los resultadosde este tipo de experimentos, no indica ne-cesariamente la existencia de procesos sub-jetivos en las abejas, aunque utilizan una for-ma de comunicación análoga a un idiomade símbolos abstractos. Naturalmente es-tos experimentos no niegan esta posibili-dad. Habría comunicación, aunque los me-canismos puestos en marcha por las abejaspara transmitir la información fueran pura-mente reactivos.

La constatación del nivel evolutivo enque apareció la subjetividad es importantepara establecer la relación entre estructuraneuroendocrina y función subjetiva, comotambién la relación entre subjetividad e in-tegración neuronal de los procesos plásti-cos.

Al parecer el comportamiento de las abe-jas pone en evidencia una clara transferen-cia de información generada por el SistemaNeuroendocrino. Si esta transferencia noestuviere basada en procesos subjetivos se-ría muy interesante, pues podría ser unaventana al estudio de una funcióncomunicativa cuya integración neural seríapuramente reactiva.

Los procesos subjetivos son reales, perorepresentan fenómenos virtuales. Sonintencionales, justamente porque están com-prometidos con los fenómenos que han ge-nerado las representaciones virtuales.Como ellos, tienen parámetros espacio-tem-porales virtuales que pueden adelantarse alos cambios que experimentan los procesosreales, pueden anticiparse a ellos, y prede-cir los cursos de sus cambios. Como ope-ran sobre el Sistema Neuroendocrino ofre-cen la posibilidad de ser comunicados, gra-cias a diversas posibilidades expresivas.Además pueden ser factualmente reprodu-cidos como procesos creativos tanto artís-ticos o científicos.

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La Gradiente de Subjetivación: de laSubjetivación al Automatismo

La interacción entre subjetividad y mo-vimiento es de larga data un proceso que hallamado la atención de los psicofisiólogos.Cuando hablamos de movimiento incluimoslos fenómenos motores que dan origen allenguaje. Sin embargo, la expresión de unfenómeno subjetivo no es solamente unacuestión de movimientos de la musculaturaque controla la emisión de fonemas. Hayotros movimientos concomitantes los cua-les de alguna manera intervienen en la co-municación. Hay un antiguo chiste judío,tal vez citado por Freud, el cual ilustra lainteracción entre movimientos y procesossubjetivos. En tiempos lejanos sucedió enBasra que Moische, un habitante del barriojudío, fue tomado preso por la guardia dela ciudad, acusado de robo y llevado ante lajusticia. Moische compareció ante el Cadipara escuchar su sentencia. El juez, siguien-do las normas tradicionales, le impuso lapena correspondiente: amputación de am-bas manos. Moische suspiró, y dando unamirada triste dijo resignadamente “Oh Diosmío, ¿Cómo voy a hablar ahora?”. Cualquierestímulo capaz de activar reaccionesperceptuales es procesado por el SistemaNeuroendocrino de una manera integrada,con estímulos sensoriales de diferente mo-dalidades, generados por el ambiente, ade-más de las propiocepciones derivadas delreflejo de enfoque. Por otra parte, un niñoen sus primeros años de vida, frente a unestímulo suficientemente interesante, tien-de sus manos hacia el objeto. La personaque ha mostrado el objeto oye decir: “déja-me verlo” si se responde al niño: “Pero si loestás viendo”. Este hace un gesto de extra-ñeza y puede responder: “quiero tocarlo”.Efectivamente explora el objeto utilizandootras modalidades sensoriales, además dela visual. Un percepto interesante estimulala necesidad de explorar el objeto corres-pondiente.

Setchenov en 1863 (1965) se preocupó delas relaciones entre movimientos y proce-sos subjetivos. Citaremos en extenso algu-nos de los juicios del célebre antecesor dePavlov. “La asociación es una serie ininte-rrumpida de encadenamientos entre el finde un reflejo y el comienzo de otro. El finde un reflejo es siempre un movimiento, yeste último se acompaña siempre de unapercepción muscular” (op.cit. p.170). El pro-ceso de memorización o fijación mnémica seconsolida por la repetición de la asociación,de manera tal que la evocación de una partede información perteneciente al conjuntosubjetivo perceptual activa o reproduce latotalidad del fenómeno. (op. cit. p. 171).

He aquí un ejemplo interesante tomadopor Setchenov del campo de las percepcio-nes cutáneas: “conozco una persona que escapaz de provocarse la carne de gallina, aúnen una habitación caldeada; le basta imagi-narse que tiene frío”, (op. cit. p.174). Eneste caso la percepción activada por la ima-ginación produce un ejemplo idéntico al deuna excitación perceptual real.

“Entre la impresión real y sus consecuen-cias, y el recuerdo de esta impresión, no hayen realidad ninguna diferencia en cuanto ala naturaleza del proceso” (op.cit. p. 174).Es el mismo reflejo psíquico, sólo que losestímulos difieren: la percepción sensorialse produce por acción del estímulo del me-dio externo, mientras que la percepción sub-jetiva, previamente adquirida, produce unaactivación del mismo patrón neuronal quela percepción sensorial percibida directamen-te.

Frente a la cuestión de cómo surge elpensamiento, Setchenov (op. cit. p. 179-191)constató dos hechos básicos de la actividadmuscular. Esta puede ser activada o serinhibida . Tanto los procesos muscularesexcitatorios como los inhibitorios operansobre grupos musculares que trabajan aso-ciados en conjuntos funcionales. La habili-

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dad de excitar o inhibir selectivamente de-terminados grupos obedece a procesos deaprendizaje. «Por lo tanto, mientras quepor repetición frecuente de reflejos asocia-dos, el hombre aprende a agrupar sus mo-vimientos, adquiere igualmente (por la mis-ma vía refleja) la capacidad de inhibirlos.De ahí proviene esa sucesión inmensa defenómenos en que la actividad permaneceexteriormente inexpresada bajo forma depensamiento, de intención, de deseo, etc.”(op.cit p. 186).

Setchenov (op.cit p. 156) propone unahipótesis con respecto a las bases neuralesdel pensamiento, a la capacidad de pensar.La inhibición de la fase efectora (el últimoeslabón) de un reflejo es “la facultad depensar, de reflexionar de razonar”.. “Elpensamiento es los dos primeros tercios deun reflejo psíquico”. Sostiene que “el pen-samiento es extremadamente subjetivo”.. lahistoria de su desenvolvimiento indica quereposa sobre toda la experiencia perceptual,procedente de todas las áreas sensoriales,las cuales aún teniendo un origen objetivo,pueden hacerse subjetivas e incorporarse alas corrientes de pensamientos (op.cit p. 188,189).

El problema de la separaciónintrasubjetiva del pensamiento y la activi-dad motora correspondiente, fue discuti-do por Setchenov: “Aunque el pensamien-to se refiere a cosas concretas, a represen-taciones e imágenes, no por eso deja de sersubjetivo. A todos nos sucede que, bajo lainfluencia de una excitación sensorial, elproceso subjetivo siga su curso. El pensa-miento, luego de una segunda interrupción,puede aún continuar y la acción permane-cer inhibida, pero bajo la influencia del pen-samiento mismo, puede que el proceso psí-quico termine su ciclo, generándose unarespuesta concreta. El pensamiento y laacción se separan. Habitualmente la aso-ciación entre dos actos es considerada unarelación causal (post hoc, ergo propter hoc).El pensamiento es naturalmente tomado

por la causa inicial del acto, sin embargo,esto es la más grande mentira. La causainicial de todo acto psíquico se encuentrasiempre en una excitación sensorialexógena. Entre los reflejos psíquicos, haymuchos cuyo último eslabón es inhibido”(op.cit p. 190).

Tanto sobre Setchenov 1863. Veamos laopinión de P. Janet en 1921.

Janet en su famoso trabajo (1921) al tra-tar la relación entre movimiento y proce-sos subjetivos comenta: “Pensar, decía enefecto Bain, es abstenerse de hablar y deactuar. Eso es justo para nosotros que po-demos inhibir (los movimientos), pero paralos individuos que describimos, pensar eshablar y actuar” (op.cit p. 199). Janet en eltrabajo citado estudia los fenómenos suges-tivos en diferentes pacientes bajo hipnosis.“Nunca se podrá estudiar más fácilmenteesta acción del pensamiento sobre el movi-miento, tanto bajo las influencias sugesti-vas como en condiciones espontáneas, queen esos individuos cuya conciencia está res-tringida y en consecuencia tienen aneste-sias numerosas y consecutivas amnesias”(op.cit p.199). “La conciencia de estos en-fermos está de tal manera restringida quepuede contener solamente un solo fenóme-no a la vez; este hecho se presenta bajo laforma de percepción o imagen y, estudian-do las acciones de los individuos catalépti-cos, podemos observar el automatismo delas imágenes subjetivas. El autor llama aeste fenómeno “automatismo perceptual”.

Janet (op.cit p.482), después de haberobservado la configuración de fenómenossugestivos de inducción positiva (hacer algo,decir algo) o de inducción negativa (anes-tesias), en diversos tipos de personas con-cluye diciendo: “En una palabra, indepen-dientemente de la perspectiva en que unose coloque, no hay dos facultades, una, elpensamiento, la otra, la actividad; no haymás que un solo y el mismo fenómeno quese manifiesta de dos maneras diferentes. Se

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trata de la misma cosa que es conocida yestudiada de dos maneras diferentes”.

Es interesante destacar que Janet, 60años después de Setchenov, llega a una con-clusión análoga en lo que respecta a la rela-ción moviemiento-pensamiento, a pesar dehaber seguido un camino completamentediferente. Sin embargo para, Setchenov elcerebro es responsable en su totalidad tan-to de los fenómenos subjetivos como mo-tores. Janet piensa que son fenómenos dedos dominios científicos diferentes: la Fi-siología y la Psicología. Formula una hipó-tesis general: la conciencia se desagrega, demanera que pierde la unidad funcional pro-ducto de su “actividad sintetizante. De estamanera se generan los “fenómenossubconcientes”, elementos separados de laconciencia general, los cuales sonautomatismos (Jacoby 1991; et al., 1997).

La unidad “subjetiva-comportamental”,o sí se prefiere, la unidad “virtual-instru-mental”, es la base de los procesosadaptativos ontogenéticos. La repeticiónde las condiciones en las cuales transcurrenlos procesos adaptativos o experimentalesconduce a la perfección de los movimien-tos que el medio demanda y, al mismo tiem-po acorta el tiempo en el cual el conjuntoperceptual es capaz de desencadenar elmovimiento. Esto siempre que contribu-yan a la adaptación o satisfagan una deman-da motivacional. En el caso opuesto, suce-de lo contrario: el estímulo se hace inefec-tivo y el movimiento no aparece. En el pri-mer caso el conjunto perceptual queda es-trechamente ligado al movimiento; en elsegundo caso se disocian, se desligan.

A medida que el primer caso se repitehay una modificación de la relación estímuloperceptual- movimiento. Hay un aprendi-zaje consistente en que cada vez el estímu-lo se hace efectivo cuando solo una partedel mismo ha entrado en acción. El movi-miento es activado con el mero comienzo,con el esbozo inicial del conjunto perceptual,

o con una situación que tenga alguna rela-ción asociativa con el, como por ejemplo, ladecisión de necesitar el movimiento. He-mos denominado este fenómeno: la situa-ción “pars pro toto”, que es característicade un proceso de automatización. El com-ponente subjetivo o virtual lentamente pue-de hacerse innecesario para ajustar el mo-vimiento a la situación. Este ajuste se haceautomático y corre sin participación de lasubjetividad. Las reacciones automáticas secaracterizan, porque la componente moto-ra sigue un curso sin intervención del co-rrespondiente proceso subjetivo. Aún más,la subjetividad puede estar activada porcuestiones totalmente diferentes a las queinteresan a la reacción motora. Esta puedereaparecer si la fluidez del automatismo esimpedida por una situación imprevista operturbadora.

Por su parte, el movimiento, una vezdisociado del contexto perceptivo original,puede reaparecer circunstancialmente si seconfiguran elementos medio ambientalesque de alguna manera sean análogos al con-junto perceptual original. Esto puede suce-der sí la unidad subjetivo-comportamentalha estado fuera de acción por periodos muylargos. Una vez ejecutado el movimiento,el proceso subjetivo puede ser reactivadocomo un recuerdo de la situación anterior.La reacción motora puede sercomportamental, verbal o simplemente ac-tivada por algún estímulo ambiental.

La mayor parte del control del mediointerno se regula de una manera automáti-ca. Algo similar sucede con actividadesefectoras aprendidas (verbalizaciones, mo-vimientos), las cuales envuelven en sus co-mienzos reacciones subjetivas. En la medi-da que estos aprendizajes se perfeccionanalcanzando un nivel de consolidación muysólido, el proceso efector se disocia de sucomponente subjetiva. Los estímulos quelos activan no necesariamente alcanzan losniveles de subjetivación.

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Las percepciones, o mejor la percepciónde un objeto discreto, no son sólo el pro-ducto de la activación de neuronas que re-accionan a modalidades sensoriales simplescomo temperatura, luz o sonidos sino sonel producto de la actividad de una serie deneuronas ubicadas a diferentes niveles delSistema Nervioso, las cuales divergen oconvergen sobre diversas neuronas. Estasdisposiciones estructuradas de las neuronaspermiten al sistema neuronal, envuelto enel proceso, analizar y sintetizar “cuantosinformacionales” incorporados al percepto(Santibañez-H. 2001). Como ha sido de-mostrado hace mucho tiempo, en el cere-bro hay estructuras celulares que poseen laincondicionada capacidad de reaccionarante líneas, bordes, esquinas, palos, lenguas(Hubel y Wisel 1961, 1965); estas neuronasconvergen sobre conjuntos de unidadesneurales ubicadas en un piso superior delSistema Neuroendocrino, donde se van in-tegrando los datos codificados con datosapartados por otras neuronas (Konorski1967, Barlow 1995). De esta manera la co-dificación de la información sensorial ana-lizada e integrada en algún sistemaperceptual, se convierte en un fenómenovirtual. Este fenómeno virtual reproducecon cierta fidelidad las características mássobresalientes del fenómeno percibido, quehan sido entregadas en la información co-rrespondiente. La percepción se perfeccio-na en la medida que ella es repetida. Lapercepción primera de un objeto es una abs-tracción del objeto, pues la información asíobtenida ha transmitido los rasgos más so-bresalientes del fenómeno. En la medidaque la experiencia perceptiva se repite, larepresentación virtual del objeto se va en-riqueciendo en connotaciones y va lentamen-te perdiendo su carácter abstracto. Alcan-za así un grado de concreción que puedellegar a reproducir con éxito al objeto per-cibido..

Hay un segundo elemento en la forma-ción de la “percepción endógena o subjeti-

va”, la cual resulta de la incorporación de lapercepción primaria o sensorial al flujoneural. Si en el cerebro existe una percep-ción subjetiva previa similar a la de recientecreación, el Sistema Neuroendocrino las in-tegra. Si no existe nada similar, la nuevapercepción sensorial es integrada con la per-cepción subjetiva existente que guarda lamayor similitud en la nueva. García Marquezen “Cien Años de Soledad” cuenta que loshabitantes de la selva tropical colombiana laprimera vez que vieron una locomotora ladescribieron como una «estufa con ruedas».Esta no es una historia inventada por el au-tor, sino una buena observaciónantropológica (Levi-Strauss, 1973).

La percepción es, al igual que toda fun-ción integrativa del cerebro, un momentode un desarrollo histórico, un proceso.

Lo que hemos descrito es el primer nivelde subjetivación. Hay otros niveles. La exis-tencia de una percepción sensorialsubjetivada, portadora de información, pue-de ser integrada a un contexto perceptualexistente, pasando a constituir una nuevapercepción subjetiva, la cual es diferente decada una de las que se han integrado, en unnuevo contexto. Este es un fenómeno muyinteresante, porque los procesos subjetivosproducidos se reproducen. Sea esto por in-tegración o por desintegración, como pro-ponía Janet. Cada estado reproductivo de-termina un cierto nivel de subjetivación.

La llamada “experiencia interna”, “mun-do subjetivo” o “mente”, es un inmensocauce de procesos subjetivos integrados engradientes subjetivas que tienden a su per-manente reproducción (Fischer, 1975).

Tanto la subjetivación primaria como lasubjetivación reproductiva son procesos deaprendizaje, que implican tanto la genera-ción de nuevos hábitos como la eliminaciónde antiguos. Cuanto mayor es la consoli-dación de un proceso subjetivo, más difíciles su modificación; de esta manera su ac-

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tualización es más económica desde un pun-to de vista de la cantidad de informaciónnecesaria (Cutting 1987).

La transformación asociativa de una per-cepción puede ser considerada como un es-labón más elevado del proceso desubjetivación. Si una percepción tiene un sig-nificado adaptativo, es decir, si a través deella, de una manera directa o indirecta, sepuede satisfacer una motivación, tiene estarepresentación subjetiva que estar dotado deuna cantidad tal de connotaciones que seafácilmente diferenciable de objetos de carac-terísticas similares. En este nivel desubjetivación hay formas de asociaciones queoperan a un nivel puramente subjetivo. Re-cordemos las “asociaciones percepto-verba-les-perceptuales”, por ejemplo. La existen-cia de estas asociaciones ha sido puesta enevidencia experimentalmente. Todo el mun-do sabe que la descripción de un limón evo-ca la imagen de la fruta y activa la salivacióncorrespondiente. Este fenómeno es muyinteresante, porque la “percepción limón” nosólo reproduce la imagen sensorial de la fru-ta sino el efecto que ella produce en el orga-nismo. La instrumentalización de un proce-so subjetivo corresponde a un grado muyelevado del nivel de subjetivación. Ella pue-de ser dirigida al medio interno, o puedejugar el rol de un estímulo subjetivo capazde poner en marcha procesos deverbalización comunicacionales, o facilitarla formación de planes para alcanzar metaso cumplir propósitos. Así la producciónsubjetiva comienza a operar en el ámbitode las probabilidades, de las virtualidadesy potencialidades.

De la Imagen e Ilusión al PensamientoGnóstico y a la Desintegración

La génesis y desarrollo de los procesossubjetivos no pueden ser conocidos sin con-siderar que cada ser vivo y su medio inter-no y externo se encuentran funcionalmente

integrados en un ecosistema (Santibáñez-H1986, p. 111). El ecosistema de una especiesocial se compone principalmente de ele-mentos culturales y sociales del medio. Marxy Engels destacaron que los seres humanosno son más que meras abstracciones fuerade su mundo (Marx y Engels, 1969, p. 25).Este ecosistema tiene una expresión concre-ta en la interacción interconductual (Smith1984) e intersubjetiva, una especie de pega-mento que mantiene unidos a los elementosde la red social. La comunicación, verbal yno verbal, conecta intersubjetivamente a losindividuos, siempre que esté referida a unmedio que se comparte total o parcial-mente.

¿Que es lo que está representado en losprocesos subjetivos, como por ejemplo enla percepción? Ellos representan la estruc-tura del medio en relación a los objetos.Las percepciones son el resultado del apren-dizaje que realiza el cerebro al integrar lainformación proveniente de la fuente. Esteaprendizaje no solo recibe informaciónexógena sobre la fuente-objeto, sino tam-bién informaciones que provienen al mis-mo tiempo de otras fuentes. Lo más inte-resante es que puede integrar a ella infor-mación endógena que ha sido producidapor el cerebro mismo. Por esto la percep-ción en particular, y la subjetividad en ge-neral, pueden seguir dos direcciones evo-lutivas: una que refleja principalmente alobjeto, y otra, que esencialmente integrainformación endógena; es decir en direc-ción reflectiva o alienante. Así, las imáge-nes y la percepción pueden ser mas o me-nos ilusorias. Oscilan entre realidad e ilu-sión, entre reflexión y extrañamiento. Poresta razón, es un serio error llamar hechosgnósticos a los hechos subjetivos(Santibañez-H., 2001). Imaginarse una sire-na no es lo mismo que tener el conocimien-to sobre el mundo externo. Esta sirena esde producción endógena. El camino delextrañamiento o alienación puede llevar dela ilusión y externalización, a través de la

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alucinación y locura, a perturbaciones pa-tológicas del pensamiento (Frith,1979;Phillipson y Harris, 1985). El caminoreflectivo lleva de la imagen y la percep-ción, a través de la delimitación del mundosubjetivo, al pensamiento en el sentidognóstico. Como ambas formas de elabora-ción integran la realidad en diferentes pro-porciones, solo hay que pensar que el Homosapiens ha superado las limitaciones delpensamiento mágico o salvaje, creando uncomplejo sistema procesal para separar lailusión de los hechos: la metodología cien-tífica, específicamente el método inductivoy deductivo. Sin embargo, el conocimientopuede solo ser adquirido en la medida queexista contacto directo con el objeto, y nocon ideas acerca del objeto, es decir cuan-do en la práctica se puede modificar elmedio de manera predecible (Engels 1969,p. 276-296; Marx y Engels 1969, p. 5-7). Lasubjetividad como tal no es una funcióngnóstica. Puede ejercer una tal función,cuando elabora la información en formareflexiva, lo cual a su vez, es solo posiblecuando existe una interacción permanenteentre el sujeto y el objeto de conocimiento.Esta interacción deviene gnóstica sólo ycuando sólo ella permita a quien conoce,predecir el comportamiento del fenómenoestudiado, interferirlo intencionalmente yen último término crearlo, recrearlo o pro-ducirlo.

Subjetividad y Abstracción

La curiosidad, búsqueda e investigacióndeben ser consideradas como necesidadesbásicas para los seres vivos (Konorski, 1967,p. 16-18, 36-39). Las radicales diferenciasentre la vida intelectual y emocional tienenuna raíz común. Las diferencias entre lapulsión del hambre y una pulsión de infor-mación, no son mayores que, entre laspulsiones de hambre y de miedo. Los im-pulsos informacionales generados a partir

de las necesidades informacionales, curio-sidad, necesidad de saber, etc., tienen elmismo significado psicofisiológico de cual-quier necesidad homeoestásica. Son gene-radores de las reacciones preparatorias -reacciones efectoras (conductuales yviscerales)- originadoras de las reaccionesnecesarias que llevan al objetivo, lugar don-de tiene lugar la reacción consumatoria -encuentro y recepción de la informaciónbuscada-. Esta reacción consumatoriainformacional, contrariamente a lo que su-cede con las reacciones consumatoriashomeostasicas, no inhibe el impulso, por elcontrario, generalmente lo acrecienta y loprolonga. Esta situación se observa con cla-ridad meridiana en la actividad creadora(artística o científica). Así sucede también,porque el refuerzo-homeostasis es general-mente concreto, mientras el refuerzo-informacional es abstraído del objeto enreferencia, es perceptivo. Como hemos se-ñalado, la percepción lleva al conocimien-to, y el conocimiento sigue llevando a lapercepción. El refuerzo informacional en-tra al flujo neural configurando elementosmnémicos, al medio subjetivo y no al me-dio interno, como sucede con los refuerzoshomeostásicos. El presentar un ciertoquantum de abstracción con respecto alobjeto es lo que impide la saciedadinformacional.

Por otra parte, la abstracción es una ca-racterística de todas las funcionesintegrativas del Sistema Neuroendocrino.I.P.Pavlov (1953) señaló que el cerebro escapaz de sintetizar y analizar informaciónproveniente de los medios interno y exter-no. Este análisis comienza en los recepto-res, limitados al ámbito de su capacidad dereaccionar a las variaciones energéticas delmundo externo. Discriminación y generali-zación representan el nivel plástico de lascapacidades analíticas y sintéticas del cere-bro. La abstracción representa el nivel sub-jetivo de la función cerebral: la unidad dia-léctica de análisis y síntesis. Esta integra-

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ción entre análisis y síntesis que se da den-tro del proceso de abstracción no es nece-sariamente simétrica, sin embargo la “vir-tualidad” del proceso ocurre solamente alinterior de nuestro cerebro. Esta “separa-ción virtual” es necesaria para el análisisde objetos que pertenecen al mundo exter-no (Hintzman, 1986). Por otro lado, el pro-ceso de abstracción lleva operar con ideas,ya que los elementos sintéticos subjetivos(Marx y Engels, 1973, p. 532, 447), que tie-nen una existencia autónoma, pueden ope-rar con independencia del mundo externo.Este “reino de la abstracción” se basta a simismo, mientras no sea confrontado conel objeto (Marx y Engels, 1973, p. 218).

Puesto que los productos de la abstrac-ción pueden ser directamente comunicados,existe la posibilidad de realizar un inter-cambio comunicativo con una débil o enabsoluto desarrollada capacidad de refle-jar el objeto. Así los productos subjetivospueden no reflejar las propiedades de unobjeto al cuál se refieren. Mas aun, puedenno tener significado cuando adoptan unaforma abstracta. No son más que una for-ma abstracta sin el contexto de la acciónreal y su contenido no es más que la abs-tracción de contenidos, en otras palabras,son contenidos creados (Marx y Engels,1973, p. 585). Este tipo de producción sub-jetiva no es más que una forma vacía sin uncontenido real, justamente el “reino de laabstracción” (Engels y Marx, 1974, p. 60).En otras palabras, los fenómenos subjeti-vos pueden no referirse necesariamente aobjetos del medio; pueden ser productosde abstracciones sin significado gnóstico.Ilusión, extrañamiento, alucinación y locu-ra, pertenecen todas a este tipo de abstrac-ción. Esto es lo que Marx y Engels llaman,falsas abstracciones: “Dicho de otro modohay abstracciones capaces de reflejar losobjetos en sus características más sobresa-lientes “abstracciones verdaderas”, mien-tras que otras no poseen dicha propiedad.

Existe un segundo tipo de abstracción.Hasta ahora hemos hablado de la abstrac-ción de las ideas, pero también existe unaabstracción figurativa. La fotografía deuna gato representa a una gato específi-co. Un artista puede representar a un gatoa partir de sus rasgos distintivos, tambiénpuede representar una serie de gatosconstruyendo un dibujo que reúna los ras-gos comunes de todos los tipos conoci-dos de gatos. Esto querría decir que eldibujo tiene una amplia variedad de con-notaciones sensoriales para representaruna imagen realista de los gatos. Estasconnotaciones podrían encerrar solo unao dos características generales. Animalesabstraídos se encuentran en los dibujosorientales, por ejemplo en China, perotambién en las pinturas rupestresCromagnon, de Altamira y enKasachastan (Medoev, 1979). Mientras lafigura permanezca dentro de los limitesdel proceso reflexivo, el objeto al que serefiere puede ser fácilmente identificado.

Los objetos del medio interno ointracutáneo, como los cambios orgánicos,los cambios vasculares, la concentraciónde azúcar en la sangre, etc., son estímu-los que pueden alcanzar el aspecto subje-tivo de la función cerebral por medio dela producción de algo que comúnmentese llama “humor”. Los aspectos subjeti-vos de la experiencia emocional son prin-cipalmente efecto de una retroalimenta-ción propio-interoceptiva de la reacciónque fue activada por medio de estímulosemotógenos (Santibáñez-H., 1976;Santibáñez-H., Bloch, 1986; Bloch,Orthous y Santibáñez-H., 1987).Estos fe-nómenos han sido poco investigados des-de el punto de vista de la abstracción pro-bablemente, porque tal vez la abstracciónha sido considerada un fenómenognóstico, lo que parecería inadecuadopara el análisis de las emociones.

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La Subjetivación como Medio Virtual:sus Funciones

¿Qué es la subjetividad?. Es el conjuntode los fenómenos virtuales productos delproceso de transformación que sufren lasinformaciones tanto pertenecientes al me-dio interno, como al medio externo, los cua-les después de activar las superficies recep-toras del organismo sufren una primeratransformación en energía bioelectrica co-dificada por las neuronas -células nervio-sas-, las cuales constituyen sistemas funcio-nales de significado específico. Estos gru-pos funcionales tienen como misión gene-ral coordinar los medios con los cuales losindividuos interactúan, operando sobreellos de manera tal que sus variaciones, lascuales son inevitables, se mantengan den-tro de ciertos límites compatibles con di-versos equilibrios necesarios para subsistiren condiciones que podemos intentar cali-ficar de “normalidad”. Esta coordinaciónpuede llevarse a cabo sólo si los sistemasfuncionales configuran un panorama de losmedios reales reflejados en el medio vir-tual.

El medio subjetivo envuelve virtualmen-te a nuestros organismos, y como cualquiermedio, está siempre presente. Es un cons-tante flujo de ideas, imágenes, conceptos,algunos de los cuales vienen del pasado,otros que simplemente están, o acontece-rán en ciertas condiciones que deben cum-plirse en el futuro; hay proyectos, deseos,circulan personas. Este flujo de aconteci-mientos parece tener una dinámica propia,siguen líneas asociativas imprevistas. Sinembargo, en condiciones normales no pro-ducen ninguna impresión caótica. Tienenun cierto orden. A veces se enganchan afenómenos que los vinculan a los mediosobjetivos.

Lo más importante de este medio subje-tivo, tal vez una de sus características másnotables, la cual le confiere la condición de

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medio, es su capacidad de activar el Siste-ma Neuroendocrino, generando reaccionesdiscretas las cuales pueden operar sobre elmismo medio subjetivo, sobre el medio ex-terno o sobre el medio interno. Estos estí-mulos pueden ser operativos sobre la mar-cha, o hacerse efectivos con una latenciavariable. Hay planes que tardan muchotiempo en convertirse en acciones. Otrosquedan en proyecto, incorporados a la di-námica subjetiva. Los individuos puedenaprender a acomodarse, a adaptarse a susmedios subjetivos, como se acomodan a susmedios externos e internos. Pero al con-trario de estos dos medios, sus contenidosson virtuales, ideas o imágenes intenciona-les, anticipatorias y probabilisticas. Algu-nos elementos de este medio se instrumen-talizan convirtiéndose en realizaciones queoperan sobre el medio externo o interno.

El medio subjetivo oscila permanente-mente entre la reflexión de los hechos y laalienación de las abstracciones (Parks, 1986).Comúnmente este medio subjetivo tienedos nombres: “mente y conciencia”. Men-te (del latín mens, mentis) en nuestro idio-ma, es una forma de designar las habilida-des intelectuales del alma que implica pro-pósito, voluntad, designio o pensamiento;mientras que conciencia (del latínconscientia), sería la propiedad del espírituhumano de reconocerse en sus atributosesenciales y en todas las modificaciones queen sí mismo experimenta tales como el co-nocimiento interno del bien y el mal, o elconocimiento exacto y reflexión de las co-sas (Diccionario de la Lengua Española1856).

Tanto el concepto de “mente” como elde “conciencia” se refieren a procesos vin-culados con el alma o con el espíritu en elejercicio de funciones intelectuales que im-plican el conocimiento de preceptos mora-les o la reflexión, y el conocimiento de lascosas. Son entonces procesos plenamentesubjetivos, los cuales serían parcialmente

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responsables de motivaciones, pensamien-tos, del conocimiento de ciertas normasmorales y de los reflejos subjetivos de larealidad. En nuestra lengua, concienciacomprende tanto el conocimiento de lasreglas morales como el conocimiento delmedio externo. En alemán o en ingles hayuna palabra para el aspecto moral y otrapara el conocimiento del medio externo.Tradicionalmente tanto mente como con-ciencia tienen una fuerte componente ideo-lógica. En castellano la palabra “agnósti-co”, se usa también como sustantivo, sirvepara designar a las personas que no son cre-yentes, lo cual equivale a negar que el en-tendimiento humano tenga acceso a todanoción de lo absoluto o divino (agnosticis-mo), y por lo tanto indica la permanenciaen un estado de desconocimiento o igno-rancia.

Estamos proponiendo designar como“subjetivos” a los procesos virtuales que tie-nen lugar directamente en el cerebro. Es-tos, hasta ahora, han sido accesibles a tra-vés de introspección. En la actualidad elincremento de los conocimientos de las fun-ciones neuronales abren posibilidades rea-les para abordar este nivel de funciones contécnicas que registran directamente la acti-vidad de las unidades neuronalesgeneradoras de los fenómenos subjetivos.Esperamos que en un tiempo no muy dis-tante la actividad neuronal, obtenida porvía analítica, podrá ser resintetizada demanera tal que la virtualidad de los fenó-menos subjetivos sea objetivamente repro-ducida.

Los procesos subjetivos forman un con-junto impresionante de informaciones lascuales están permanentemente variando sugrado de subjetivación. Existen instanciasque van desde automatismos de un gradode muy débil subjetivación hasta otras quealcanzan un alto grado. Los altos nivelesde subjetivación constituyen las percepcio-nes sensoriales (exógenas) y las subjetivas(endógenas), mientras los bajos niveles de

subjetivación corresponden a fenómenossubjetivos difusos pre o post perceptuales.

Las percepciones exógenas se generan através de las conexiones sensoriales indivi-duales –activación de los analizadores sen-soriales correspondientes- y los elementoso fenómenos pertinentes de un determina-do medio (interno o externo). Las percep-ciones endógenas –la habilidad de percibiro subjetivar fenómenos virtuales almacena-dos en los sistemas neuronales mnémicos-tienen lugar por medio de la activación deestos grupos neuronales, verdaderos depó-sitos informacionales, los cuales son pues-tos en condiciones de activar los sistemasneuronales capaces de reactivar lavirtualización, o sea, resubjetivar la infor-mación almacenada.

Aunque las funciones neurales subyacen-tes a la virtualización no son totalmente co-nocidas, algo de esto es conocido. Por ejem-plo, algunas condiciones necesarias paraproducir la resubjetivación de memoriasalmacenadas en unidades neuronales espe-cíficas.

Es un hecho conocido. Personas que hanenfrentado una situación estimada como depeligro mortal, refieren una activación sub-jetiva especial. Estas personas han obser-vado introspectivamente un panorama sub-jetivo secuencial, de ocurrencia espontánea,donde episodios vividos, muchos olvida-dos, aparecen en la pantalla subjetiva en unasecuencia histórica, casi fílmica, y a granvelocidad. Probablemente este fenómenoes debido a una activación generalizada delSistema Neuroendocrino.

Hay una cierta cantidad de asociacionessubjetivas espontaneas o involuntarias ba-sadas en principios asociativos. Determi-nadas acciones o posturas pueden evocarsituaciones donde análogas acciones estu-vieron integradas total o parcialmente, aun-que el contexto evocado haya sido totalmen-te diferente del contexto evocante.

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Determinadas percepciones exógenas opartes de ellas son capaces de evocar situa-ciones endógenas mnémicas en las cuales lasituación exógena evocante o un elementoasociado de ella estuvo integrada espacio-temporalmente.

Algo similar sucede si procesos subjeti-vos exógenos evocan procesos subjetivosendógenos con los cuales se identifican ose intenta identificar el objeto o la situaciónpercibida. Esto puede suceder cuando lapercepción exógena es completamente nue-va para el sujeto.

Las evocaciones anteriores son espontá-neas e involuntarias. Pero existen evoca-ciones voluntarias. En estas condiciones loselementos evocados no aparecen inmedia-tamente al hacerse presente en el panora-ma subjetivo el elemento evocante (exógenoo endogeno). Aparece el recuerdo o la me-moria de la “existencia” del elemento a evo-car. Se está así frente a una “memoria deuna memoria”: elemento a evocar existepero no se conoce su configuraciónperceptual. Dicho de otro modo, la evoca-ción está dirigido por un elemento abstrac-to cuyas connotaciones sensoriales han sidoolvidadas o son hipotéticas. En estas con-diciones el cerebro, a través de sus funcio-nes críticas, rastrea, compara las exigenciasdel modelo abstracto y las característicasofrecidas por los diversos modelos concre-tos acumulados en las estructuras mnémicas.Estas comparaciones siguen diferentes es-trategias y terminan también de diferentesmodos, dependiendo de las condiciones delas funciones neurales.

Homeoestasis Subjetiva

El medio subjetivo requiere un ciertoequilibrio necesario para mantener la uni-dad del ecosistema al cual pertenecen losindividuos concretos, y la integridad fun-cional del Sistema Neuroendocrino. Esteequilibrio no sólo es dependiente de la re-

lación entre el medio interno y el medioexterno, sino también es un equilibrio fun-cional del medio subjetivo. Esto es lo quehemos llamado “homeoestasis del mediosubjetivo”. Este equilibrio se refiere a laproporción entre los contenidos subjetivosrepresentacionales de los medios externo einterno y de los contenidos subjetivos sincorrelatos objetivos reales, ilusorios, aliena-dos, fantásticos, hipotéticos, interpretati-vos, etc. La supresión total de cualquierade estos dos polos produce una alteraciónde la actividad integrativa del Sistema Neu-roendocrino, pues impide una de las fun-ciones más importantes que este medio po-see: la de operar anticipada y predictiva-mente sobre los medios objetivos. La rup-tura del equilibrio homeoestático subjetivoal afectar al individuo opera sobre el eco-sistema. En el caso del Homo sapiens, afec-ta al medio naturo-social con el cual los in-dividuos interactúan, en primer lugar. Afec-ta la habilidad para adquirir conocimien-tos o aplicar estos conocimientos a finali-dades prácticas, lo cual tiene una influenciainmediata en los medios objetivos. El desa-rrollo armónico del Sistema Neuroendocri-no depende en una medida importante delmedio subjetivo: la imaginación, la acumu-lación de información, el ejercicio de lashabilidades abstractivas tienen directa in-fluencia en el desarrollo neuronal, en lashabilidades motoras, en las funciones vis-cerales y obviamente en el desarrollo emo-cional. Un caso interesante de alteración dela homeoestasis subjetiva es producida poruna sobrecarga informacional, la cual tienelugar cuando el cerebro trabaja un ciertotiempo bajo tres condiciones: necesidad deincorporar una gran cantidad de informa-ción, bajo un deficit temporal permanentey con un alto nivel motivacional. Esto ge-nera una patología que ha sido denomina-da “neurosis informacional (Chananas-chwili 1984, p.275 y sig.). Es justamente estemedio subjetivo la sede de las habilidadesreflexivas y del diálogo interno que cadaindividuo lleva a cabo.

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El medio subjetivo, como dijimos ya, escapaz de “resubjetivar” procesos subjetivos.El Sistema Neuroendocrino tiene, entonces,la propiedad de producir y reproducir losprocesos virtuales. Esta propiedad permitela comunicación de los contenidos virtualesde la subjetividad, como también la orga-nización anticipada de la interacción entreindividuos, agrupados o no en conjuntos,con determinados aspectos de los mediosobjetivos. La operación sobre un futuro vir-tual, provee ventajas adaptativas enormesa cualquier especie que la posea.

La habilidad de la subjetividad de pro-cesar sus propios productos, ha recibido ladenominación de “conciencia”, hecho esteque ha contribuido eficientemente a asig-narle la categoria de entidad. Con ello seha enmascarado una importante función dela actividad integrativa del SistemaNeuroendocrino: la función de reproducirsus propios productos. La consciencia noes otra cosa que la resubjetivación de pro-cesos subjetivos.

Conclusiones

La subjetividad es la tercera actividadintegrativa del Sistema Neuroendocrino(Santibañez-H., 1984) de un tipo análogo ala reactividad y la plasticidad.

Los fenómenos subjetivos son fenóme-nos aprendidos, fenotípicos, de carácter vir-tual, generados en la interacción de indivi-duos de diferentes especies, incluida Homosapiens, con los diferentes medios con loscuales interactúan.

Como producto de la actividad neuro-nal los fenómenos subjetivos son perfecta-mente reales y objetivos. Sin embargo suscontenidos virtuales escapan a la linealidadtemporo-espacial confiriéndoles una propie-dad de supratemporalidad y supraespacia-lidad.

Estas propiedades permiten a los indi-viduos operar fuera del presente -en el pa-sado o el futuro-, y de una manera general,fuera del tiempo.

La subjetivación es el procesoneurofisiológico –conocido hasta ahora sóloparcialmente- que permite a los individuosno sólo responder a los estímulos de losmedios, sino que a convertirlos en fenóme-nos virtuales.

La información psicofisiológica muestraque la gran variedad de procesos subjeti-vos son elaborados estrictamente en diver-sas estructuras del cerebro, las cuales tra-bajan integradamente.

La subjetividad tiene variadas funciones.Entre ellas, la de producir estímulos queoperan sobre el Sistema Neuroendocrinogenerando movimientos; la de reprocesarestímulos subjetivos (resubjetivación), locual determina una intensidad perceptualmáxima, generalmente conocida como con-ciencia; la de abstraer elementos esencialesde los perceptos, generando ideas; la dereflejar la realidad generando conocimien-tos, o falseando la realidad produciendoilusiones o alucinaciones.

La repetición de un proceso subjetivo li-gado a un movimiento, termina por auto-matizar el movimiento de inhibición delproceso subjetivo. Los automatismos sonel polo opuesto a la consciencia. Toda in-formación que entra al SistemaNeuroendocrino entra en una gradiente queva desde la subjetividad al automatismo.

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