24 NOVIEMBRE 201936 CatalunyaCristiana CULTURA

La pereza, de Oriol Quintana, y La envidia, de Marina Porras, han ini-ciado una serie sobre los pecados capitales que Fragmenta Editorial publica en la colección Ensayo. Los próximos volúmenes (La avaricia, La gula, La lujuria, La soberbia y La ira) irán apareciendo hasta febrero de 2020. Simultáneamente se publica la versión en catalán.

Ignasi Moreta, editor de Frag-menta, que presentó esta serie el 4 de noviembre en rueda de pren-sa en la Librería Laie de Barcelona, acompañado por los siete autores, considera que «es una apuesta generacional de Fragmenta por el talento de ensayistas catalanes me-nores de 45 años, a los que hemos invitado a reflexionar sobre los pe-cados capitales».

«Les pedimos —explicaba Mo-reta— que el tratamiento del tema fuera realizado con el máximo rigor y lejos de cualquier tipo de mora-lismo. La idea es que fueran textos ensayísticos, es decir, textos en los que sea tan importante lo que se di-ce como la manera en cómo se dice y con un enfoque interdisciplinario

Fragmenta Editorial publica una colección sobre los pecados capitales

Desde una mirada de hoy

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(filosófico, antropológico, literario, artístico...).» Y añadía: «Teníamos una lista de siete autores y una pro-puesta de pecado para cada uno de ellos y todos aceptaron el pecado que les habíamos sugerido.»

Con estas pequeñas monogra-fías sobre los pecados capitales, Ignasi Moreta quiere reivindicar el ensayo como género literario. «No tiene la presencia que se merece y que debería tener en el mundo editorial actual», constató.

Condición humana

El profesor y escritor Oriol Quin-tana, autor de La pereza, reconoció, con cierta ironía, que «para escribir bien debes ir contra alguien o con-tra algo» y, en este libro, «he escrito contra la idea del perfeccionismo moral». También dijo que «todos so-mos al mismo tiempo Don Quijote y Sancho Panza» y que los pecados capitales «forman parte de nuestra condición humana».

En La envidia, la filóloga Marina Porras se acerca al tema a través de las grandes voces de la literatura (Proust, Balzac, Pla...), sobre todo de Mercè Rodoreda y de su novela Portada de los dos primeros títulos ya aparecidos: «La pereza» y «La envidia».

definió la gula como «la madre de todos los pecados». Y constató que esta «no-medida» de las cosas fue considerada «una virtud más que una tara» en algunos momentos de la historia. Terminó su intervención recordando que Sócrates asegu-raba que «con el estómago lleno resulta mucho más difícil pensar».

En La lujuria, la periodista y escri-tora Anna Punsoda tuvo que partir, como premisa, de «la sabiduría po-pular de nuestra tierra» para poder reflexionar sobre este pecado capi-tal. Según ella, «separar el mundo de los deseos y de los afectos» fue lo más complejo. Expresó que «la lujuria es como un termómetro de nuestra salud física y mental».

El filósofo Jordi Graupera puso de manifiesto que «la soberbia es un pecado que detectan inmediata-mente los demás, pero que es mu-cho más difícil verlo en nosotros». Esta «percepción de superioridad» representa una «equivocación en nuestra mirada del mundo», consta-tó el autor de La soberbia. Asimismo recordó que los pecados capitales eran, originariamente, ocho. Fue el papa Gregorio el Grande quien confeccionó la lista definitiva.

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Mirall trencat, que calificó de «mag-nífico tratado sobre la envidia». Se-ñaló que «la envidia es el pecado más terrible de todos; es como un pozo sin fondo».

En su ensayo, el traductor y helenista Raül Garrigasait reflexio-na sobre la ira desde la tradición y la filosofía griegas. «El guerrero homérico es impetuoso, capaz de sentir ira», afirmó. Asimismo, puso de relieve que «hay varias formas de ira: el resentimiento, la rabia, el rencor...» y se preguntó si, en deter-minadas circunstancias, la ira pue-de llegar a ser «útil» o «aceptable».

Dificultad de definición

El propósito esencial del edi-tor Oriol Ponsatí-Murlà, al hablar de la avaricia, fue «desmontar el concepto», ya que es «imposible definir qué es». El actual director de la Institució de les Lletres Ca-talanes manifestó que a lo largo del tiempo se ha percibido «tanto como algo positivo o negativo» y que «en determinados ámbitos se ha convertido en un motor —no pe-cado— capital».

El antropólogo Adrià Pujol Cruells

Con estas pequeñas monografías sobre los pecados capitales, se quiere reivindicar el ensayo como género literario

Ignasi Moreta, en el centro, acompañado por los siete autores de la nueva serie de Fragmenta.