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Viernes 28 de junio de 2019 EL UNIVERSAL C14 CULTURA PROYECTO UNAM Texto: Fernando Guzmán Aguilar [email protected] Congreso internacional sobre el año 1519 El Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM invita al congreso internacional “1519: contactos y conexiones”, que se realizará los días 13, 14, 15 y 16 de agosto, de 10:00 a 18:00 horas, en el citado instituto, en CU. Descargue el programa detallado en la siguiente dirección electrónica: http://1519.historicas.unam.mx/wp-content/uploads/2019/05/progra- m a _ c o n g re s o _ 1 5 19 _ m ay _ 2 3.p d f ESPECIAL Consejo Universitario aprueba nueva licenciatura El Consejo Universitario de la UNAM aprobó la creación de la li- cenciatura en Ciencias Agroforesta- les, la número 128 que ofrecerá esta casa de estudios. Se impartirá en la Escuela Nacional de Estudios Supe- riores, unidad Morelia. Al estar ca- pacitados para proponer alternati- vas a escenarios socioecológicos emergentes, como el cambio climá- tico y las crisis de combustibles fó- siles y alimentaria, los próximos egresados de esta carrera contribui- rán a la solución de una de las más hondas problemáticas de México y el resto del planeta: la conservación del medio ambiente. CORTESÍA UNAM Compuestos de veneno de alacrán, contra la tuberculosis Un grupo de investigadores del Ins- tituto de Biotecnología de la UNAM, encabezado por Lourival Domingos Possani, descubrió en el veneno de alacrán dos compuestos capaces de combatir cepas de la tuberculosis re- sistentes a antibióticos, así como la bacteria Staphylococcus aureus; ade- más, estos compuestos son efectivos para inhibir el crecimiento de células cancerígenas como Jurkat (leucemia de células T), TE 671 (células de rab- domiosarcoma) y SH-SYSY (neuro- blastoma de médula ósea), sin causar daño a células del tejido pulmonar. Describen fósil de tortuga marina del Cretácico Tardío Pertenece a la familia Protostegidae y al género Desmatochelys; fue descubierta en 2008 en una cantera de la Formación Austin, al norte de Coahuila Hace 83 millones de años, a principios del Campaniano (Cretácico Tardío), un mar somero dividía dos enormes masas continentales llama- das Appalachia y Laramidia. En ese Mar In- terior de Norteamérica vivieron, entre otros animales marinos, tortugas de la familia Protostegidae. En 2008, un ejemplar fósil de esa familia de quelonios fue descubierto en una cantera de la Formación Austin, cerca de Ciudad de Jimé- nez, al norte de Coahuila, y posteriormente resguardado en la colección del Museo de Pa- leontología de Múzquiz. Del género Desmatochelys se han encontra- do y descrito hasta la fecha siete ejemplares en lo que ahora es Canadá (uno), Colombia (uno), Estados Unidos (cuatro) y norte de Mé- xico (uno). Con base en el ejemplar colectado en Coa- huila, y como parte de su investigación doc- toral “Taxonomía y sistemática de las tortugas fósiles del Mesozoico de México”, el paleon- tólogo universitario Oliver Ariel López Conde ha llevado a cabo el primer registro de la tor- tuga marina fósil más grande descrita para México; pertenece a la familia Protostegidae y al género D esmatochelys . “Hasta ahora no se había descrito formal- mente nada sobre este género de tortugas en el país”, comenta el estudiante del Posgrado en Ciencias Biológicas del Instituto de Geología de la UNAM. Además, el ejemplar mexicano es el regis- tro más sureño del Cretácico Tardío, con lo cual se amplía la distribución geográfica de estas tortugas a lo largo del Mar Interior de Norteamérica. El más grande de México El fósil colectado en Coahuila es el ejemplar más grande que se conoce en México: mide un metro de largo por 80 centímetros de ancho, si bien de la familia Protostegidae hay otros géneros más grandes, como Arch el o n , con más de cuatro metros de longitud, y P rotostega, con tres. Todos los ejemplares de estas tortugas ex- tintas han sido colectados en Estados Unidos, principalmente en Dakota del Norte, Dakota del Sur y Texas. “Pese a que no se puede realizar una des- cripción más completa del fósil coahuilense porque carece de cráneo (de seguro se perdió durante el trabajo de lajeado), hay elementos óseos conservados que permiten afirmar que es una tortuga marina del género Desmatoche- l y s”, refiere López Conde. A diferencia de otros ejemplares del mis- mo género colectados en Norteamérica, se describieron por primera vez las extremida- des posteriores (ambas están bien conserva- das y articuladas), lo que enriquece la des- cripción de este género de tortugas del Cre- tácico Tardío. “Antes sólo se habían descrito algunas falanges, pero no las extremidades posteriores, de menor tamaño pero también con forma de aleta.” El fósil fue fotografiado para facilitar su análisis comparativo y su descripción taxo- nómica. Las imágenes obtenidas se pasaron por un filtro de luz, con lo cual fue posible elaborar un esquema de su estructura ósea que López Conde incluyó en un artículo que reportará por primera vez este género de tor- tuga para México. Descripción ¿Cuáles son los elementos óseos que permiten saber que se trata de una tortuga del género D esmatochelys ? Se pudo identificar a nivel de familia y de género, debido a la forma del caparazón y su reducción en la osificación; a las placas peri- féricas largas y delgadas con contactos serra- dos; al hioplastrón y el hipoplastrón, que son dos placas óseas de la zona abdominal del ca- parazón, cuyos bordes presentan terminacio- nes ramificadas; y al entoplastrón, con su ca- racterística forma en “T”. “Mediante el filtro de luz se aprecian mejor todos los elementos óseos de relevancia taxo- FOTOS CORTESÍA DE MARÍA LUISA CHAVARRÍA ARELLANO “Pese a que no se puede realizar una descripción más completa del fósil coahuilense porque carece de cráneo (de seguro se perdió durante el trabajo de lajeado), hay elementos óseos conservados que permiten afirmar que es una tortuga marina del género Desmatochelys” OLIVER ARIEL LÓPEZ CONDE Paleontólogo y estudiante del Posgrado en Ciencias Biológicas del Instituto de Geología de la UNAM Ejemplar de Desmatochelys observado después de realizar trabajos de edición. Trabajos para fotografiar al ejemplar. Durante los trabajos de descripción. Museo de Paleontolgía de Múzquiz, Coahuila. Imagen en blanco y negro. nómica: las vértebras caudales y el húmero, más grande y robusto que el fémur, porque es- te tipo de aleta es la que hacía la mayor fuerza para nadar”, apunta López Conde. A pesar de que se encontraron diferencias para clasificarla como una especie diferente de las dos previamente descritas ( Desmato- chelys lowii y Desmatochelys padillai), el ejem- plar de Múzquiz sería asignado a una especie ya descrita. En la actualidad, hay tortugas marinas gran- des que pueden medir hasta dos metros de longitud, como la tortuga laúd; pertenecen a la familia Dermochelyidae, que en su momen- to también tuvo representantes durante el Cre- tácico Tardío. Los principales géneros colectados en lo que fue el Mar Interior de Norteamérica son Archelon, Protostega y Desmatochelys, los cuales se extinguieron a finales del Cretácico Tardío. En una siguiente fase, López Conde traba- jará en la taxonomía de otra tortuga cuya des- cripción rápida indica que pertenece a la mis- ma familia Protostegidae, pero podría tratarse de un nuevo género-especie aún no descrito en el mundo. El ejemplar está prácticamente completo, vivió hace 90 millones de años, en el Turonia- no (Cretácico Tardío), y fue colectado en la cantera Venustiano Carranza, también en C oahuila. “Mi proyecto doctoral aborda la descripción de tortugas fósiles del Mesozoico que vivieron en el territorio que hoy en día ocupa México, así como la obtención de sus relaciones filo- genéticas, a fin de aportar conocimiento sobre un grupo de reptiles relativamente olvidados en los estudios paleontológicos del país”, fina- liza López Conde. El paleontólogo universitario contó con la colaboración de la doctora Juliana Sterli, del Museo Paleontológico Egidio Feruglio; del doctor Jesús Alvarado Ortega, del Instituto de Geología de la UNAM; de la maestra en cien- cias María Luisa Chavarría Arellano, profesora de la Facultad de Ciencias de la UNAM; y de Héctor Porras Múzquiz, director del Museo de Paleontología de Múzquiz. b

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Page 1: Describen fÒsil de tortuga marina del CretÀcico TardÌo · cual se amplÌa la distribuciÒn geogrÀfica de estas tortugas a lo largo del Mar Interior de amÈrica.or teN El mÀs

Viernes 28 de junio de 2019 EL UNIVERSALC14 CU LT U R A

PROYECTO UNAMTexto: Fernando Guzmán Aguilar

alazul10 @hotmail.com

Congreso internacional sobre el año 1519El Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM invita al congresointernacional “1519: contactos y conexiones”, que se realizará los días 13,14, 15 y 16 de agosto, de 10:00 a 18:00 horas, en el citado instituto, en CU.Descargue el programa detallado en la siguiente dirección electrónica:http://1519.historicas.unam.mx/wp-content/uploads/2019/05/progra -m a _ c o n g re s o _ 1 5 19 _ m ay _ 2 3.p d f

E S P E

C I A L Consejo Universitario

aprueba nueval i ce n c i at u raEl Consejo Universitario de laUNAM aprobó la creación de la li-cenciatura en Ciencias Agroforesta-les, la número 128 que ofrecerá estacasa de estudios. Se impartirá en laEscuela Nacional de Estudios Supe-riores, unidad Morelia. Al estar ca-pacitados para proponer alternati-vas a escenarios socioecológicosemergentes, como el cambio climá-tico y las crisis de combustibles fó-siles y alimentaria, los próximosegresados de esta carrera contribui-rán a la solución de una de las máshondas problemáticas de México yel resto del planeta: la conservacióndel medio ambiente.

CORT

ESÍA

UN

AM Compuestos deveneno de alacrán,contra lat u b e rc u l os i sUn grupo de investigadores del Ins-tituto de Biotecnología de la UNAM,encabezado por Lourival DomingosPossani, descubrió en el veneno dealacrán dos compuestos capaces decombatir cepas de la tuberculosis re-sistentes a antibióticos, así como labacteria Staphylococcus aureus; ade -más, estos compuestos son efectivospara inhibir el crecimiento de célulascancerígenas como Jurkat (leucemiade células T), TE 671 (células de rab-domiosarcoma) y SH-SYSY (neuro-blastoma de médula ósea), sin causardaño a células del tejido pulmonar.

Describen fósil de tortugamarina del Cretácico Tardío

Pertenece a la familia Protostegidae y al géneroDes matochelys; fue descubierta en 2008 en unacantera de la Formación Austin, al norte de Coahuila

Hace 83 millones de años, aprincipios del Campaniano(Cretácico Tardío), un marsomero dividía dos enormesmasas continentales llama-

das Appalachia y Laramidia. En ese Mar In-terior de Norteamérica vivieron, entre otrosanimales marinos, tortugas de la familiaP rotostegidae.

En 2008, un ejemplar fósil de esa familia dequelonios fue descubierto en una cantera de laFormación Austin, cerca de Ciudad de Jimé-nez, al norte de Coahuila, y posteriormenteresguardado en la colección del Museo de Pa-leontología de Múzquiz.

Del género D esmatochelys se han encontra-do y descrito hasta la fecha siete ejemplaresen lo que ahora es Canadá (uno), Colombia(uno), Estados Unidos (cuatro) y norte de Mé-xico (uno).

Con base en el ejemplar colectado en Coa-huila, y como parte de su investigación doc-toral “Taxonomía y sistemática de las tortugasfósiles del Mesozoico de México”, el paleon-tólogo universitario Oliver Ariel López Condeha llevado a cabo el primer registro de la tor-tuga marina fósil más grande descrita paraMéxico; pertenece a la familia Protostegidae yal género D esmatochelys.

“Hasta ahora no se había descrito formal-mente nada sobre este género de tortugas enel país”, comenta el estudiante del Posgrado enCiencias Biológicas del Instituto de Geologíade la UNAM.

Además, el ejemplar mexicano es el regis-tro más sureño del Cretácico Tardío, con locual se amplía la distribución geográfica deestas tortugas a lo largo del Mar Interior deNor teamérica.

El más grande de MéxicoEl fósil colectado en Coahuila es el ejemplarmás grande que se conoce en México: mide unmetro de largo por 80 centímetros de ancho,si bien de la familia Protostegidae hay otrosgéneros más grandes, como Arch el o n , con másde cuatro metros de longitud, y P rotostega, contres. Todos los ejemplares de estas tortugas ex-tintas han sido colectados en Estados Unidos,principalmente en Dakota del Norte, Dakotadel Sur y Texas.

“Pese a que no se puede realizar una des-cripción más completa del fósil coahuilenseporque carece de cráneo (de seguro se perdiódurante el trabajo de lajeado), hay elementosóseos conservados que permiten afirmar quees una tortuga marina del género Desmatoche -l y s”, refiere López Conde.

A diferencia de otros ejemplares del mis-mo género colectados en Norteamérica, sedescribieron por primera vez las extremida-des posteriores (ambas están bien conserva-das y articuladas), lo que enriquece la des-cripción de este género de tortugas del Cre-tácico Tardío. “Antes sólo se habían descritoalgunas falanges, pero no las extremidadesposteriores, de menor tamaño pero tambiéncon forma de aleta.”

El fósil fue fotografiado para facilitar suanálisis comparativo y su descripción taxo-

nómica. Las imágenes obtenidas se pasaronpor un filtro de luz, con lo cual fue posibleelaborar un esquema de su estructura óseaque López Conde incluyó en un artículo quereportará por primera vez este género de tor-tuga para México.

D esc r i p c i ó n¿Cuáles son los elementos óseos que permitensaber que se trata de una tortuga del géneroD esmatochelys?

Se pudo identificar a nivel de familia y degénero, debido a la forma del caparazón y sureducción en la osificación; a las placas peri-féricas largas y delgadas con contactos serra-dos; al hioplastrón y el hipoplastrón, que sondos placas óseas de la zona abdominal del ca-parazón, cuyos bordes presentan terminacio-nes ramificadas; y al entoplastrón, con su ca-racterística forma en “T”.

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Ejemplar de D esmatochelys observado después de realizar trabajos de edición.

Trabajos para fotografiar al ejemplar. Durante los trabajos de descripción.Museo de Paleontolgía de Múzquiz, Coahuila. Imagen en blanco y negro.

nómica: las vértebras caudales y el húmero,más grande y robusto que el fémur, porque es-te tipo de aleta es la que hacía la mayor fuerzapara nadar”, apunta López Conde.

A pesar de que se encontraron diferenciaspara clasificarla como una especie diferentede las dos previamente descritas (Desmato -chelys lowii yDesmatochelys padillai), el ejem-plar de Múzquiz sería asignado a una especieya descrita.

En la actualidad, hay tortugas marinas gran-des que pueden medir hasta dos metros delongitud, como la tortuga laúd; pertenecen ala familia Dermochelyidae, que en su momen-to también tuvo representantes durante el Cre-tácico Tardío.

Los principales géneros colectados en loque fue el Mar Interior de Norteamérica sonArchelon, Protostega y D esmatochelys, loscuales se extinguieron a finales del CretácicoTa rd í o.

En una siguiente fase, López Conde traba-jará en la taxonomía de otra tortuga cuya des-cripción rápida indica que pertenece a la mis-ma familia Protostegidae, pero podría tratarsede un nuevo género-especie aún no descritoen el mundo.

El ejemplar está prácticamente completo,vivió hace 90 millones de años, en el Turonia-no (Cretácico Tardío), y fue colectado en lacantera Venustiano Carranza, también enC oahuila.

“Mi proyecto doctoral aborda la descripciónde tortugas fósiles del Mesozoico que vivieronen el territorio que hoy en día ocupa México,así como la obtención de sus relaciones filo-genéticas, a fin de aportar conocimiento sobreun grupo de reptiles relativamente olvidadosen los estudios paleontológicos del país”, fina-liza López Conde.

El paleontólogo universitario contó con lacolaboración de la doctora Juliana Sterli, delMuseo Paleontológico Egidio Feruglio; deldoctor Jesús Alvarado Ortega, del Instituto deGeología de la UNAM; de la maestra en cien-cias María Luisa Chavarría Arellano, profesorade la Facultad de Ciencias de la UNAM; y deHéctor Porras Múzquiz, director del Museo dePaleontología de Múzquiz. b