las sucesivas lesiones le impidie-ron dar el nivel.

Pero unas horas antes de que se cerrase el plazo de fi chajes, el Barcelona pagó la cláusula de rescisión del contrato de Rivaldo sin ni siquiera consultar al club coruñés. El Deportivo era como un rico a rabiar que sale a com-prar y no puede hacerlo porque está todo cerrado.

Por la tarde el Barcelona ha-bía hablado con el representante Lito Míguez con la encomienda de trasladarle de inmediato una oferta a Rivaldo. Lo hizo, la aceptó y tuvieron que redactar los con-tratos en tiempo récord. El Barce-lona pagó por Rivaldo cuatro mil millones de pesetas (24 millones de euros) más IVA, sólo seiscien-tos millones de pesetas menos de lo que el Inter de Milán le había abonado ese verano al propio club catalán por Ronaldo en lo que se consideró el negocio del siglo. Ri-valdo pasó a percibir 450 millones de pesetas por temporada cuando en el Deportivo ganaba 140.

Sin tiempo para reaccionar, se había instalado el caos en las re-dacciones de periódicos y radios porque la noticia era de alcance mundial. Carlos Alberto Sánchez -compañero mío en Radio Nacio-nal en aquella época-, un perro de presa de pedigrí garantizado en lo de los fi chajes y traspasos, pensó rápido y se le ocurrió llamar a teletaxi para tratar de dar con el taxista que había llevado a Rivaldo de madrugada al aeropuerto. Lo localizó y el taxista le contó que, al enterarse de que su famoso cliente se iba, fue todo el trayecto echándole la bronca.

Tan a última hora hizo el Barce-lona la operación de contratación de Rivaldo, y tan a prisa tuvo que marcharse el futbolista de A Co-ruña que, ya en la ciudad condal, llamó a Ernesto Rumbo para que viajase hasta allí y le llevase las botas para poder jugar en su pre-sentación en el trofeo Joan Gam-per. Ernesto realizó el encargo.

El ‘rivaldazo’

Rivaldazo: abuso de poder amparado por la ley. Este verano lo ha sufrido el Barça. Hace 20 años lo hicieron con el Deportivo

Tras una gran temporada Rivaldo se marchó al Barça | ARCHIVO IG

Rivaldazo signifi ca, en el fútbol, abuso de poder amparado por la ley. Este verano lo ha sufrido el Barça con Neymar, pero hace 20 años fue ese club el verdugo del ilusionante proyecto del Dépor.

Bebeto le había puesto fi nal a su brillantísima etapa en A Co-ruña en junio del 96. Y Lendoiro ya tenía acotada la zona de caza del relevo. El Palmeiras había re-unido una camada de futbolistas excepcionales y era el club que practicaba el fútbol más vistoso que se recordaba en Brasil. Y el presidente deportivista estaba dispuesto a fi char a todos los ju-gadores que pudiera de ese equi-po, sobre todo mediocampistas creativos y delanteros.

Lo de Rivaldo fue una bendita carambola porque las gestiones más avanzadas las habían man-tenido para fi char a Amaral. Lo que ocurre es que se entrometió el Parma italiano, donde sólo es-tuvo un año antes de fi char por el Benfica. Amaral era un gran futbolista de corte defensivo, pero en otros aspectos no era tan agraciado. Era muy feo, bizco y con los lados de la cara asimé-tricos. Cuentan que en un partido con la selección, creo que en una gira de amistosos por Asia, un ri-val le propinó una patada. Al ver a Amaral retorciéndose de dolor en el césped se acercó a intere-sarse y, al verlo, se echó a llorar gritando que le había desfi gura-do la cara. Los brasileños fueron corriendo a ver y tranquilizaron al rival diciéndole que el golpe ha-bía sido en una pierna y que lo de la cara ya era así. Posiblemente sólo se trate de un maldad….

Con Rivaldo, a pesar de que llevaba tres años jugando a gran nivel, Lendoiro tenía dudas por-que todo el mundo le decía que era demasiado enclenque y con un físico poco apropiado para el exigente fútbol europeo. Recor-dar el aspecto de Bebeto le ayudó a decidirse.

Para el gusto de muchos, Ri-valdo jugó demasiado pegado a la banda izquierda, casi siempre so-bre la línea de cal, pero aún así cua-jó una temporada sobresaliente y la adornó con 21 goles en la liga.

En el verano del 97 Lendoiro adquirió otras dos piezas del puzle idealizado del Palmeiras fi chando a Djalminha y Luizao: otro talento sideral y un goleador. Aquel equi-po, con Mauro en plenitud, tenía muy buena pinta. Más tarde tam-bién jugaría en el club coruñés otro producto de la factoría del Palmeiras, Cesar Sampaio, que atesoraba ofi cio y calidad, aunque

MONCHO VIÑAEDICIÓN: ADRIÁN MENÉNDEZ

VOL VIIISe aproxima el día uno de septiembre, el fi nal del mer-cado de fi chajes será este viernes. Una de las más sonoras jugadas en estos mercados estivales fue, sin duda, la marcha de Rivaldo.

5 dxtcampeón LUNES 28 | 8 | 2017 Deporwww.dxtcampeon.com