demos el paso, el reencuentro

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Talleres Semana por La Paz 2020

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Page 1: Demos el paso, EL REENCUENTRO

Talleres Semana por La Paz 2020

Page 2: Demos el paso, EL REENCUENTRO

Secretariado Nacional de Pastoral Social Cáritas Colombiana – SNPS/CC

Talleres Semana por la Paz 2020

Director del SNPS/CCMonseñor Héctor Fabio Henao Gaviria

AutoresPadre Enán Xavier Humánez AlmarioMary Nelcy Castro ContrerasDepartamentos SPEC

AgradecimientoDirectoresSecretariado Permanente del EpiscopadoColombiano

Diseño y Diagramación

María Alejandra Cárdenas Torres

Corrección de estiloDanyth Fandiño

Cr. 58 N° 80-87 Barrio Entre RíosTel: (571) 4377150Bogotá, Colombia 2020

@pastoralsocialc

EL REENCUENTROES CON

Demos el paso,

DEL 6 AL 13 DE SEPTIEMBRE

Convocan:

www.caritascolombiana.org

Page 3: Demos el paso, EL REENCUENTRO

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IntroducciónObjetivoEstrategia metodológicaTalleres

Demos el paso hacia la fe en Dios.“Que descienda la Paz sobre esta casa”.

Jóvenes, niñas y niños artesanos de paz. Demos el paso hacia la alegría yla esperanza.

Familia y paz. Demos el paso hacia la paz desde la familia.

Víctimas artífices de construcción de paz y de reconciliación. Demos el paso hacia la reconciliación y la paz desde las víctimas

Vocación, vida consagrada y religiosa construyen la paz. Demos el paso hacia la solidaridad

Educación y culturas. Demos el paso hacia la ética y el bien común

Organizaciones políticas y sociales. Demos el paso hacia la unidad

Parroquias y construcción de paz.

CONTENIDO IntroducciónDurante años la Iglesia Católica ha acompañado las comunidades en todo el territorio de Colombia, llevando un mensaje de paz y esperanza, que fue reafirmado con la visita del Papa Francisco a Colombia (septiembre 2017), quien con su presencia y mensajes despertó en los corazones colombianos signos de esperanza y gestos de reconciliación.Esta cartilla tiene como propósito que las palabras del Santo Padre sean escuchadas de nuevo en las Jurisdicciones Eclesiásticas, parroquias, grupos y movimientos apostólicos, religiosas, fieles, laicos y pueblo colombiano. Reflexionaremos bajo la inspiración de las homilías y discursos del Papa durante su visita a Colombia, conscientes que son una fuente inagotable que ilumina el compromiso de todos los ciudadanos.

En el marco de la Semana por la Paz se presentan ocho talleres orientados con los mensajes del Papa Francisco durante su permanencia en Colombia y con el mensaje de los Obispos Católicos al pueblo colombiano en la Asamblea de Obispos del 9 de julio de 2020. Con estos contenidos se extiende la invitación a vivir cada momento, revivir la alegría y desde los diferentes territorios, caminar hacia una Colombia nueva, reconciliada y en paz.

Como lo señala el Santo Padre en la despedida, estamos todas y todos invitados a dar el primer paso: “Queridos hermanos, quisiera dejarles una última palabra: no nos quedemos en ‘dar el primer paso’, sino que sigamos caminando juntos cada día para ir caminando al encuentro del otro, en busca de la armonía y de la fraternidad. No podemos quedarnos parados”.

Estos materiales han sido construidos colaborativamente entre los diferentes departamentos del Secretariado Permanente de la Conferencia Episcopal-SPEC y se ponen a disposición de toda la Iglesia y personas de buena voluntad, esperando que sirvan como alimento de las reflexiones y la oración conjunta, para que la paz esté en la vida de cada persona y comunidad.

El Señor Jesucristo, príncipe de paz, nos bendiga.

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OBJETIVO Animar la sinodalidad de la Iglesia Católica en Colombia en torno a la construcción de la paz y la reconciliación, con una reflexión pastoral encarnada y profética que nos ayude a poner la mirada en la paz como camino de esperanza por encima de las dificultades del momento.

ESTRATEGIA METODOLÓGICAPara el desarrollo de la temática propuesta, se propone el método pastoral: Ver, Juzgar y Actuar, donde los ejercicios tendrán énfasis en cuatro momentos: evocar, comprender, iluminar y celebrar la vida.

- Evocar la vida: una experiencia de paz y reconciliación.- Iluminar la vida: un instante de oración a la luz de un texto bíblico.- Comprender la vida: citar una de las homilías o mensajes del Papa Francisco durante su visita a Colombia.- Celebrar la vida: el momento de agradecer a través de un signo.

Los talleres están dirigidos a todos los fieles cristianos, parroquias, sacerdotes, religiosas y laicos que deseen tener un encuentro con la reconciliación y la paz desde la inspiración de las homilías y mensajes del Papa Francisco durante su visita a Colombia.

El tiempo que se requiere es de ocho días, del domingo 6 al domingo 13 de septiembre para

acudir a la invitación de tener esperanza, como lo menciona el Santo Padre al decir: “el optimismo es una actitud psicológica, la esperanza es un don de Dios, esa virtud que Dios te mete en el corazón y que radica en la promesa de Dios no te hace perder el rumbo”. El ideal es realizar un taller por día, con una duración entre una hora y media y dos horas.

Para el desarrollo de los talleres, invita a las personas que conviven contigo, con las que compartes en casa. Vivan juntos un momento de reflexión y oración. Se pueden contemplar los siguientes pasos que permiten guiar el proceso:

Para el desarrollo de la temática propuesta, se propone el método pastoral: Ver, Juzgar y Actuar, donde los ejercicios tendrán énfasis en cuatro momentos: evocar, comprender, iluminar y celebrar la vida.

- Evocar la vida: una experiencia de paz y reconciliación.- Iluminar la vida: un instante de oración a la luz de un texto bíblico.- Comprender la vida: citar una de las homilías o mensajes del Papa Francisco durante su visita a Colombia.- Celebrar la vida: el momento de agradecer a través de un signo.

Los talleres están dirigidos a todos los fieles cristianos, parroquias, sacerdotes, religiosas y laicos que deseen tener un encuentro con la reconciliación y la paz desde la inspiración de las homilías y mensajes del Papa Francisco durante su visita a Colombia.

El tiempo que se requiere es de ocho días, del domingo 6 al domingo 13 de septiembre para

acudir a la invitación de tener esperanza, como lo menciona el Santo Padre al decir: “el optimismo es una actitud psicológica, la esperanza es un don de Dios, esa virtud que Dios te mete en el corazón y que radica en la promesa de Dios no te hace perder el rumbo”. El ideal es realizar un taller por día, con una duración entre una hora y media y dos horas.

Para el desarrollo de los talleres, invita a las personas que conviven contigo, con las que compartes en casa. Vivan juntos un momento de reflexión y oración. Se pueden contemplar los siguientes pasos que permiten guiar el proceso:

4. Preparar la canción o video

que se sugiera en alguno de los

ejercicios.

5. Lo más importante: disponer del espíritu

para recibir la gracia de Dios y dejarnos

reconciliar por Él.

1. Ambientar el lugar con un cirio,

el cual se enciende solamente en el tiempo del taller.

2. Colocar la Biblia en un lugar visible

y mantenerla abierta.

3. Preparar el texto bíblico de

cada taller.

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DÍA 1

Cuando la palabra de Dios toca corazones no solo bendice a esa persona, también bendice a su familia, trayendo a su casa esperanza, reconciliación y paz. Así es la experiencia de vida de Deisy Sánchez, quien tuvo la oportunidad de contar su testimonio al Papa Francisco en el gran encuentro de oración por la reconciliación nacional.

Deisy Sánchez Rey está convencida que la guerra en Colombia solo se termina, cuando se brindan más oportunidades de educación. Lo sabe porque participó de esta, y solo pudo dejarla cuando se encontró con Dios y con el estudio, según cuenta. Fue reclutada a los 16

años de edad por su hermano para que hiciera parte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Desde ese momento la guerra se convirtió en su vida, y no porque fuera el camino que eligió: su hermano lo eligió por ella.La mujer, proveniente de Barrancabermeja, Santander, estuvo 3 años en las AUC hasta que fue capturada por las autoridades, “a causa de mis decisiones equivocadas”. Al salir de la cárcel no encontró otro camino y decidió volver a empuñar un arma porque, explica, “la guerra me absorbió y fui de nuevo obligada a continuar en el grupo”.Pero encontró una oportunidad cuando se desmovilizó en el año 2006. Ahí encontró un nuevo aliado: se acercó a la Iglesia y Dios se volvió parte fundamental de su vida. Desde ese momento comprendió que ella también es

Demos el paso hacia la fe en Dios. “Que descienda la Paz sobre esta casa”Taller elaborado por el Equipo del SNPS/CC

una víctima del conflicto armado en Colombia, cosa que sentía desde tiempo atrás. “Tenía necesidad de que me fuese concebida una oportunidad”, dijo al Papa.

Sintió la necesidad de aportar a la sociedad a la que había hecho daño en el pasado. “Decidí ser una mujer emprendedora, perseverante y con un enfoque social muy activo”. Deisy le dijo al Papa y al mundo, que sí se puede salir adelante a pesar de las situaciones complejas que puede tener una persona.

VidaEVOCAR LA

Cuando la palabra de Dios toca corazones no solo bendice a esa persona, también bendice a su familia, trayendo a su casa esperanza, reconciliación y paz. Así es la experiencia de vida de Deisy Sánchez, quien tuvo la oportunidad de contar su testimonio al Papa Francisco en el gran encuentro de oración por la reconciliación nacional.

Deisy Sánchez Rey está convencida que la guerra en Colombia solo se termina, cuando se brindan más oportunidades de educación. Lo sabe porque participó de esta, y solo pudo dejarla cuando se encontró con Dios y con el estudio, según cuenta. Fue reclutada a los 16

años de edad por su hermano para que hiciera parte de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). Desde ese momento la guerra se convirtió en su vida, y no porque fuera el camino que eligió: su hermano lo eligió por ella.La mujer, proveniente de Barrancabermeja, Santander, estuvo 3 años en las AUC hasta que fue capturada por las autoridades, “a causa de mis decisiones equivocadas”. Al salir de la cárcel no encontró otro camino y decidió volver a empuñar un arma porque, explica, “la guerra me absorbió y fui de nuevo obligada a continuar en el grupo”.Pero encontró una oportunidad cuando se desmovilizó en el año 2006. Ahí encontró un nuevo aliado: se acercó a la Iglesia y Dios se volvió parte fundamental de su vida. Desde ese momento comprendió que ella también es

una víctima del conflicto armado en Colombia, cosa que sentía desde tiempo atrás. “Tenía necesidad de que me fuese concebida una oportunidad”, dijo al Papa.

Sintió la necesidad de aportar a la sociedad a la que había hecho daño en el pasado. “Decidí ser una mujer emprendedora, perseverante y con un enfoque social muy activo”. Deisy le dijo al Papa y al mundo, que sí se puede salir adelante a pesar de las situaciones complejas que puede tener una persona. (Reportaje Periódico El tiempo.com, viernes 8 de septiembre

2017 Encuentro de oración por la reconciliación nacional)

VidaILUMINA LA

Evangelio Según San Lucas, 10,4-6

Jesús dijo a sus discípulos: "No lleven bolsa, ni alforja, ni sandalias; y a nadie saluden por el camino. En cualquier casa que entren, primero digan: 'Paz a esta casa.' Y si hay allí un hijo de paz, la paz de ustedes reposará sobre él; pero si no, se volverá a ustedes.

Palabra del Señor ¡Gloria a Ti señor Jesús!

Dejemos un momento de silencio para reflexionar sobre la palabra que se ha proclamado.

Anne Nygård @polarmermaid

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VidaCOMPRENDER LA

La visita del Santo Padre a Colombia reaviva la esperanza en cada ciudadano, invitando a volver la mirada a Dios y confiando que cada paso que damos está pensado en forjar sendas de amor, alegría, solidaridad, paz y

principalmente fe. Es el momento de abrir las puertas del corazón y reconocer que Dios nos ama con amor de Padre.Recordemos alguno de sus mensajes: Dirigiéndose al pueblo colombiano:

“Hoy entro a esta casa que es Colombia diciéndoles, ¡La paz con ustedes! Así era la expresión de saludo de todo judío y también de Jesús. Porque quise venir hasta aquí como peregrino de paz y de esperanza, y deseo vivir estos momentos de encuentro con alegría, dando gracias a Dios por todo el bien que ha hecho en esta Nación y en cada una de sus vidas”. (Saludo del Santo Padre al pueblo colombiano.Jueves, 7 sept.2017)

Más adelante nos anima: “Me dirijo ahora a todos, queridos hermanos y hermanas de este amado País: niños, jóvenes, adultos, ancianos, que quieren ser portadores de esperanza: que las dificultades no los opriman, que la violencia no los derrumbe, que el mal no los venza. Creemos que Jesús, con su amor y misericordia que permanecen para siempre, ha vencido el mal, ha vencido el pecado y la muerte. Jesús ha vencido el mal, el pecado y la muerte. ¿Lo repetimos? [Repitan: «Jesús ha vencido, el mal, el pecado y la muerte»] Sólo basta salir a su encuentro. Salgan al encuentro de Jesús, los invito al compromiso, no al cumplimiento”.

(Saludo del Santo Padre al pueblo colombiano. Jueves, 7 sept.2017)

Fuente: López Doriga Digital, 2017.

Signo: el rosario. Velones.Los invitamos a que, en familia, promovamos el rosario por la reconciliación y la paz.Las parroquias unidas en un solo sentir, estarán a cargo de organizar un Velatón por la paz.Vida

CELEBRAR LA

Mike Labrum @labrum777

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DÍA 2

PINTANDO NUEVAS ESPERANZAS. Elabora tu propio mural.

En el marco de la Semana por la Paz, desde los contextos territoriales y ancestrales, los semilleros juveniles de pastoral Afro, junto con la pastoral juvenil colombiana, se propone como símbolo y aporte a esta temática, la realización de un mural virtual, con técnica libre.

Este mural virtual tiene como objetivo hacer un llamado al pueblo colombiano, para que paren las guerras y renazca la esperanza en medio de un país que tiene tanto por ofrecer.

Este mural se convierte en la voz visible de toda la juventud colombiana, que está en la búsqueda de un país más justo, más humano, más equitativo y en paz.

Se espera que la voz visible de los jóvenes, por medio de estos murales virtuales, sean expuestos y Colombia entera se concientice y lleve al corazón el ideal de tantos jóvenes que desean pintar nuevas esperanzas. Que, en este mural virtual, se refleje la ilusión y lucha por un país diferente, donde todos tengamos cabida y exista oportunidad de desarrollo para todos.

JÓVENES, NIÑAS Y NIÑOS: ARTESANOS DE PAZ.Demos el paso hacia la alegríay la esperanzaTaller elaborado por la Hermana Arelis Gaviria,responsable del Departamento de Vida Laical de la CEC.

EVOCAR LA

Elabora tu propio mural de paz y reconciliación, súbelo al siguiente enlace para ser compartido por las diferentes redes sociales.

Dediquemos un momento para dar gracias a Dios por el don de la vida, el amor, la paz y la reconciliación, especialmente, por esta maravillosa tierra colombiana que nos ha regalado y su biodiversidad.Acompaña este momento de oración con esta hermosa canción:

ILUMINA LA1ª Carta del apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 5,15-16

“Procuren que nadie devuelva mal por mal. Por el contrario, esfuércense por hacer siempre el bien entre ustedes y con todo el mundo. Estén siempre alegres”.

Palabra del Señor ¡Gloria a Ti señor Jesús!

“Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia. Diga la casa de Israel: eterna es su misericordia”. Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo; como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén (Salmo 117)

Dejemos un momento de silencio para reflexionar sobre la palabra que se ha proclamado.

Mural realizado por el Semillero juvenil de pastoral Afro. Cali, Colombia 2018.

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COMPRENDER LA La visita del Papa Francisco llega con un mensaje esperanzador, en el que los niños, niñas y jóvenes se identifican. Una generación que está dispuesta al cambio, que no teme a luchar por un país más justo, en el que hay lugar para todos y todas sin distinción alguna.Recordemos algunos de sus mensajes:

“Muchas gracias, por la alegría que tienen, muchas gracias por el esfuerzo que han hecho, muchas gracias por el camino que se han animado a realizar, eso se llama heroísmo. Hasta los más chicos pueden ser héroes, los más jóvenes, cuando vienen engañados o se equivocan, se levantan y son héroes y van adelante. ¡Sigan adelante! ¡Sigan adelante, así! No se dejen vencer, no se dejen engañar, no pierdan la alegría, no pierdan la esperanza, no pierdan la sonrisa, ¡sigan así! Y ahora les voy a dar una bendición a todos, le vamos a rezar a la Virgen, nuestra Madre, para que nos bendiga.¿Y les puedo pedir un favor? que recen por mí, ¿lo van a hacer? ¡Sí!Que Dios los bendiga. Y gracias porque es muy lindo. Gracias”.

(Mensaje del Papa Francisco, desde la Nunciatura Apostólica, miércoles 6 de septiembre de 2017)

“Colombia es una Nación bendecida de muchísimas maneras; la naturaleza pródiga no sólo permite la admiración por su belleza, sino que también invita a un cuidadoso respeto por su biodiversidad. Colombia es el segundo país del mundo en biodiversidad y, al recorrerlo, se puede gustar y ver qué bueno ha sido el Señor (cf. Sal 33,9) al regalarles tan inmensa variedad de flora, fauna en sus selvas lluviosas, en sus páramos, en el Chocó, los farallones de Cali o las sierras como las de Macarena y tantos otros lugares. Igual de exuberante es su cultura y, lo más importante, Colombia es rica por la calidad humana de sus gentes, hombres y mujeres de espíritu acogedor y bondadoso; personas con tesón y valentía para sobreponerse a los obstáculos”.

(Saludo del Santo Padre al pueblo colombiano. Jueves, 7 sept. 2017)

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Realicemos la siguiente sopa de letras y escribamos un compromiso de paz y esperanza.

CELEBRAR LA Signo: una imagen de la Santísima Virgen María y una luz encendida.Liturgia: rezo del santo rosario.Pedagogía: juntos oramos por nuestra patria colombiana, imploramos la protección y el consuelo de nuestra Madre del cielo.

Misterios Gozosos.

1. El anuncio del ángel a la Virgen MaríaOramos por el Santo Padre, el Papa Francisco, por todas las madres embarazadas, por los que promueven la paz y trabajan para conseguirla.

2. La visita de La virgen María a su prima Santa IsabelOramos por nuestros niños y niñas para que sean instrumentos de paz y reconciliación.

3. El nacimiento del Niño Dios, en el portal de BelénOramos por nuestros jóvenes en las escuelas, colegios y universidades, para que sean promotores de esperanza y artesanos de paz.

4. La presentación del Niños Jesús en el temploOramos por nuestra patria Colombia y su realidad política, social y sanitaria.

5. El Niño Jesús perdido y hallado en el temploOramos por las víctimas de la violencia, para que sus corazones perdonen y den testimonio del amor de Cristo que sana y salva.

Por las intenciones del Santo Padre y de la Iglesia: Padre Nuestro, Ave María, Gloria.Por la paz en nuestra patria colombiana: Dios te salve.

Marco Ceschi @spantax

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DÍA 3

Tan solo es cerrar los ojos y dejarnos tocar por el aliento del Espíritu Santo, quien con su suave caricia transforma nuestros corazones, llenándolos con su paz. En su infinito amor Dios le concede a Claudia Yesenia García una nueva familia en la que la Luz de Jesucristo es quien le guía.

“Mi nombre es Claudia Yesenia García Ramírez. A mis dos años de edad, perdí a mi familia en una masacre provocada por la guerrilla, en San Carlos, Antioquia. Solo sobrevivimos 10 niños y mi tía. Desde ese momento nuestras vidas cambiaron. Yo también me vi afectada, recibí un disparo en el

abdomen y una bala rozó mi cabeza y me dejó esquirlas, por lo que estuve mucho tiempo hospitalizada.

A mi tía se le cerró el mundo y no sabía qué hacer, porque quedamos 10 niños entre 2 y 8 años para sacar adelante, pero Dios es tan grande, se dio cuenta de la obra de la Arquidiócesis de Medellín, los Hogares Infantiles San José y acudió a Monseñor Armando Santamaría, pidiendo ayuda. Él nos recibió a todos en los hogares, como nuestra segunda familia.

Llegué al hogar a los 2 años, hoy tengo 13 años y con alegría puedo contar que soy una niña feliz, porque sané mis dolores y tristezas con el amor recibido y la oportunidad de una vida nueva.

Familia y paz. Demos el paso hacia la paz desde la familia.Taller elaborado por el P. Juan Carlos Liévano, directordel Departamento de vida y familia de la CEC.

EVOCAR LA

Tengo todo lo que necesita una hija de Dios para ser feliz: la fe, el calor de hogar, buena formación, salud, alimento y estudio. Estoy en la Normal Antioqueña en el grado octavo, preparándome para ser maestra y enseñar los valores que he aprendido.

Padre Francisco: le comparto mi agradecimiento con Dios y con la Iglesia, porque hoy soy una mujer nueva y con esperanza. Dios lo bendiga en su Santa Misión”.

ILUMINA LA

Meditemos el teto evangélico de San Mateo 2,13-16. Huida a Egipto y matanza de los inocentes

Cuando ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por el profeta: «De Egipto llamé a mi hijo». Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos.

Palabra del Señor ¡Gloria a Ti señor Jesús!

Dejemos un momento de silencio para reflexionar sobre la palabra que se ha proclamado.

Tan solo es cerrar los ojos y dejarnos tocar por el aliento del Espíritu Santo, quien con su suave caricia transforma nuestros corazones, llenándolos con su paz. En su infinito amor Dios le concede a Claudia Yesenia García una nueva familia en la que la Luz de Jesucristo es quien le guía.

“Mi nombre es Claudia Yesenia García Ramírez. A mis dos años de edad, perdí a mi familia en una masacre provocada por la guerrilla, en San Carlos, Antioquia. Solo sobrevivimos 10 niños y mi tía. Desde ese momento nuestras vidas cambiaron. Yo también me vi afectada, recibí un disparo en el

abdomen y una bala rozó mi cabeza y me dejó esquirlas, por lo que estuve mucho tiempo hospitalizada.

A mi tía se le cerró el mundo y no sabía qué hacer, porque quedamos 10 niños entre 2 y 8 años para sacar adelante, pero Dios es tan grande, se dio cuenta de la obra de la Arquidiócesis de Medellín, los Hogares Infantiles San José y acudió a Monseñor Armando Santamaría, pidiendo ayuda. Él nos recibió a todos en los hogares, como nuestra segunda familia.

Llegué al hogar a los 2 años, hoy tengo 13 años y con alegría puedo contar que soy una niña feliz, porque sané mis dolores y tristezas con el amor recibido y la oportunidad de una vida nueva.

Tengo todo lo que necesita una hija de Dios para ser feliz: la fe, el calor de hogar, buena formación, salud, alimento y estudio. Estoy en la Normal Antioqueña en el grado octavo, preparándome para ser maestra y enseñar los valores que he aprendido.

Padre Francisco: le comparto mi agradecimiento con Dios y con la Iglesia, porque hoy soy una mujer nueva y con esperanza. Dios lo bendiga en su Santa Misión”.

Patrick Fore @patrickian4

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COMPRENDER LA El Papa Francisco llega con un mensaje fraterno en el que podemos acoger toda oportunidad que nos permite no perder la esperanza en un mundo mejor y con mayores posibilidades. Son tiempos de hogar, de familia, de mirar al que tenemos al lado y caminar juntos.Recordemos algunos de sus mensajes:

En el Hogar San José - Papa Francisco: “(…) te doy las gracias a ti, Claudia Yesenia, por tu valiente testimonio —te digo que eras valiente—. Escuchando todas las dificultades por las que has pasado me venía a la memoria del corazón el sufrimiento injusto de tantos niños y niñas en todo el mundo, que han sido y siguen siendo víctimas inocentes de la maldad de algunos.

También el Niño Jesús fue víctima del odio y de la persecución; también Él tuvo que huir con su familia, dejar su tierra y su casa, para escapar de la muerte. Ver sufrir a los niños hace mal al alma porque los niños son los predilectos de Jesús. No podemos aceptar que se les maltrate, que se les impida el derecho a vivir su niñez con serenidad y alegría, que se les niegue un futuro de esperanza”.

Después nos dice: “Jesús no abandona a nadie que sufre, mucho menos a ustedes, niños y niñas, que son sus preferidos. Claudia Yesenia, al lado

de tanto horror sucedido, Dios te regaló una tía que te cuidó, un hospital que te atendió y finalmente una comunidad que te recibió. Este «hogar» es una prueba del amor que Jesús les tiene a ustedes y de su deseo de estar muy cerca de ustedes. Y lo hace a través y con el cuidado amoroso de todas las personas buenas que los acompañan, que los quieren y que los educan. Pienso en los responsables de esta casa, en las hermanas, en el personal y en tanta gente que ya son parte de la familia porque vienen, se integran, conocen. Porque eso es lo que hace que este lugar sea un «hogar»: el calor de una familia donde nos sentimos amados, protegidos, aceptados, cuidados y acompañados”.

Y finaliza diciendo: “A ustedes hermanos y hermanas, … que cuidan con amor a estos niños que desde chicos ya han experimentado el sufrimiento y el dolor, a ustedes quisiera recordarles dos realidades que no deben faltar porque son parte de la identidad cristiana: el amor que sabe ver a Jesús presente en los más pequeños y débiles, y el deber sagrado de llevar a los niños a Jesús. En esta tarea, con sus gozos y sus penas, los encomiendo también a la protección de san José. Aprendan de él, que su ejemplo los inspire y los ayude en el cuidado amoroso de estos pequeños, que son el futuro de la sociedad colombiana, del mundo y de la Iglesia, para que, como el mismo Jesús, ellos puedan crecer, robustecerse en sabiduría, en gracia, delante de Dios y de los demás (cf. Lc 2,52). Que Jesús y María, junto con san José, los acompañen y los protejan, los llenen de su ternura, su alegría y su fortaleza.

Me comprometo a rezar por ustedes, para que en este ambiente de amor familiar crezcan en amor, paz y felicidad, y así puedan ir sanando las heridas del cuerpo y del corazón. Dios no los abandona, Dios los protege y los asiste. Y el Papa los lleva en su corazón; no dejen de rezar por mí, no se olviden”. ¡Gracias!“el amor que sabe

ver a Jesús presente en los más pequeños

y débiles, y el deber sagrado de llevar a

los niños a Jesús.”

Fuente: Presidencia de la República de Colombia, 2017, citado por AA.

En el Hogar San José - Papa Francisco: “(…) te doy las gracias a ti, Claudia Yesenia, por tu valiente testimonio —te digo que eras valiente—. Escuchando todas las dificultades por las que has pasado me venía a la memoria del corazón el sufrimiento injusto de tantos niños y niñas en todo el mundo, que han sido y siguen siendo víctimas inocentes de la maldad de algunos.

También el Niño Jesús fue víctima del odio y de la persecución; también Él tuvo que huir con su familia, dejar su tierra y su casa, para escapar de la muerte. Ver sufrir a los niños hace mal al alma porque los niños son los predilectos de Jesús. No podemos aceptar que se les maltrate, que se les impida el derecho a vivir su niñez con serenidad y alegría, que se les niegue un futuro de esperanza”.

Después nos dice: “Jesús no abandona a nadie que sufre, mucho menos a ustedes, niños y niñas, que son sus preferidos. Claudia Yesenia, al lado

de tanto horror sucedido, Dios te regaló una tía que te cuidó, un hospital que te atendió y finalmente una comunidad que te recibió. Este «hogar» es una prueba del amor que Jesús les tiene a ustedes y de su deseo de estar muy cerca de ustedes. Y lo hace a través y con el cuidado amoroso de todas las personas buenas que los acompañan, que los quieren y que los educan. Pienso en los responsables de esta casa, en las hermanas, en el personal y en tanta gente que ya son parte de la familia porque vienen, se integran, conocen. Porque eso es lo que hace que este lugar sea un «hogar»: el calor de una familia donde nos sentimos amados, protegidos, aceptados, cuidados y acompañados”.

Y finaliza diciendo: “A ustedes hermanos y hermanas, … que cuidan con amor a estos niños que desde chicos ya han experimentado el sufrimiento y el dolor, a ustedes quisiera recordarles dos realidades que no deben faltar porque son parte de la identidad cristiana: el amor que sabe ver a Jesús presente en los más pequeños y débiles, y el deber sagrado de llevar a los niños a Jesús. En esta tarea, con sus gozos y sus penas, los encomiendo también a la protección de san José. Aprendan de él, que su ejemplo los inspire y los ayude en el cuidado amoroso de estos pequeños, que son el futuro de la sociedad colombiana, del mundo y de la Iglesia, para que, como el mismo Jesús, ellos puedan crecer, robustecerse en sabiduría, en gracia, delante de Dios y de los demás (cf. Lc 2,52). Que Jesús y María, junto con san José, los acompañen y los protejan, los llenen de su ternura, su alegría y su fortaleza.

Me comprometo a rezar por ustedes, para que en este ambiente de amor familiar crezcan en amor, paz y felicidad, y así puedan ir sanando las heridas del cuerpo y del corazón. Dios no los abandona, Dios los protege y los asiste. Y el Papa los lleva en su corazón; no dejen de rezar por mí, no se olviden”. ¡Gracias!

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Menciona el Papa Francisco que la reconciliación es abrir una puerta a todas y cada una de las personas que ha vivido la dramática realidad del conflicto. Pastora Mina con su ejemplo de perdón le dice a la sociedad colombiana que si se puede perdonar y reconciliar con aquellos que causaron daño; ahora en su corazón habita la gracia de Dios.

La antioqueña Pastora Mira García, a quien la guerra le quitó de su vida a su padre, sus dos hijos y a su esposo, logró conmover con su testimonio de perdón y reconciliación al Papa Francisco durante su visita a Villavicencio.

"Todo el sufrimiento me hizo más sensible frente al dolor ajeno y a partir del año 2004 vengo acompañando y trabajando con familias víctimas de la desaparición forzada y en condición de desplazamiento", contó la antioqueña

"Pastora Mira, tú lo has dicho muy bien: Quieres poner todo tu dolor y el de miles de víctimas, a los pies de Jesús Crucificado, para que se una al suyo y así sea transformado en bendición y capacidad de perdón para romper el ciclo de violencia que ha imperado en Colombia. Tienes razón: la violencia engendra más violencia, el odio más odio y la muerte más muerte. Tenemos que romper esa cadena que se presenta como ineludible, y

Signo: Hacer un gesto de solidaridad con alguna institución que se dedica al cuidado de niños huérfanos.

CELEBRAR LA

Dialogamos en familia:1.

2. 3.

¿Qué enseñanza nos deja el testimonio de la niña Claudia Yesenia?¿Cuánto valoro los miembros de mi familia?¿Cómo creen que están contribuyendo a construir caminos de paz?

Sagrada Familia de Nazaret;enséñanos el recogimiento, la interioridad;danos la disposición de escuchar las buenas inspiracionesy las palabras de los verdaderos maestros.Revístenos de sentimientos de misericordia de bondad,de humildad, de dulzura, de paciencia y de paz.Ayúdanos a comprendernos mutuamente cuandotenemos algún motivo de queja, sobre todo, danos esa caridad,que es vínculo de perfecciónEnséñanos la necesidad del trabajo de reparación,del estudio, de la vida interior personal, de la oración,enséñanos lo que es la familia, su comunión de amor,su belleza simple y austera, su carácter sagrado e inviolable.Amén

ORACIÓN

eso sólo es posible con el perdón y la reconciliación. Y tú, querida Pastora, y tantos otros como tú, nos han demostrado que es posible. Sí, con la ayuda de Cristo vivo en medio de la comunidad es posible vencer el odio, es posible vencer la muerte, es posible comenzar de nuevo y alumbrar una Colombia nueva".

DÍA 4

Menciona el Papa Francisco que la reconciliación es abrir una puerta a todas y cada una de las personas que ha vivido la dramática realidad del conflicto. Pastora Mina con su ejemplo de perdón le dice a la sociedad colombiana que si se puede perdonar y reconciliar con aquellos que causaron daño; ahora en su corazón habita la gracia de Dios.

La antioqueña Pastora Mira García, a quien la guerra le quitó de su vida a su padre, sus dos hijos y a su esposo, logró conmover con su testimonio de perdón y reconciliación al Papa Francisco durante su visita a Villavicencio.

"Todo el sufrimiento me hizo más sensible frente al dolor ajeno y a partir del año 2004 vengo acompañando y trabajando con familias víctimas de la desaparición forzada y en condición de desplazamiento", contó la antioqueña

"Pastora Mira, tú lo has dicho muy bien: Quieres poner todo tu dolor y el de miles de víctimas, a los pies de Jesús Crucificado, para que se una al suyo y así sea transformado en bendición y capacidad de perdón para romper el ciclo de violencia que ha imperado en Colombia. Tienes razón: la violencia engendra más violencia, el odio más odio y la muerte más muerte. Tenemos que romper esa cadena que se presenta como ineludible, y

Víctimas artífices de construcción de paz y de reconciliación: Demos el paso hacia la reconciliación y la paz desde las víctimas

EVOCAR LA

Taller elaborado por el equipo del SNPS/CC

eso sólo es posible con el perdón y la reconciliación. Y tú, querida Pastora, y tantos otros como tú, nos han demostrado que es posible. Sí, con la ayuda de Cristo vivo en medio de la comunidad es posible vencer el odio, es posible vencer la muerte, es posible comenzar de nuevo y alumbrar una Colombia nueva".

Fuente

Page 13: Demos el paso, EL REENCUENTRO

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Menciona el Papa Francisco que la reconciliación es abrir una puerta a todas y cada una de las personas que ha vivido la dramática realidad del conflicto. Pastora Mina con su ejemplo de perdón le dice a la sociedad colombiana que si se puede perdonar y reconciliar con aquellos que causaron daño; ahora en su corazón habita la gracia de Dios.

La antioqueña Pastora Mira García, a quien la guerra le quitó de su vida a su padre, sus dos hijos y a su esposo, logró conmover con su testimonio de perdón y reconciliación al Papa Francisco durante su visita a Villavicencio.

"Todo el sufrimiento me hizo más sensible frente al dolor ajeno y a partir del año 2004 vengo acompañando y trabajando con familias víctimas de la desaparición forzada y en condición de desplazamiento", contó la antioqueña

"Pastora Mira, tú lo has dicho muy bien: Quieres poner todo tu dolor y el de miles de víctimas, a los pies de Jesús Crucificado, para que se una al suyo y así sea transformado en bendición y capacidad de perdón para romper el ciclo de violencia que ha imperado en Colombia. Tienes razón: la violencia engendra más violencia, el odio más odio y la muerte más muerte. Tenemos que romper esa cadena que se presenta como ineludible, y

ILUMINA LA

Señor, has sido bueno con tu tierra: hiciste volver a los cautivos de Jacob. Suprimiste la deuda de tu pueblo, perdonaste totalmente su pecado. Depusiste todo tu furor, y volviste del ardor de tu cólera.

Restablécenos, Dios, salvador nuestro, pon fin a tu resentimiento con nosotros. ¿Estarás siempre irritado con nosotros, de edad en edad proseguirá tu cólera?, ¿No volverás, acaso, a darnos vida para que tu pueblo en ti se regocije?

¡Haz, Señor, que veamos tu bondad y danos tu salvación!

Quiero escuchar lo que dice el Señor, pues Dios habla de paz a su pueblo y a sus servidores, con tal que en su locura no recaigan.

"Cerca está su salvación de los que le temen y habitará su Gloria en nuestra tierra. La Gracia y la Verdad se han encontrado, la Justicia y la Paz se han abrazado; de la tierra está brotando la verdad, y del cielo se asoma la justicia.

El Señor mismo dará la felicidad, y dará sus frutos nuestra tierra. La rectitud andará delante de él, la paz irá siguiendo sus pisadas.Gloria al Padre, y al Hijo y al Espíritu Santo; como era en un principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén

Dejemos un momento de silencio para reflexionar sobre la palabra que se ha proclamado.

Durante el encuentro de oración por la reconciliación nacional: “Desde el primer día deseaba que llegara este momento de nuestro encuentro. Ustedes llevan en su corazón y en su carne huellas, las huellas de la historia viva y reciente de su pueblo, marcada por eventos trágicos, pero también llena de gestos heroicos, de gran humanidad y de alto valor espiritual de fe y esperanza. Los hemos escuchado. Vengo aquí con respeto y con una conciencia clara de estar, como Moisés, pisando un terreno sagrado (cf. Ex 3,5). Una tierra regada con la sangre de miles de víctimas inocentes y el dolor desgarrador de sus familiares y conocidos. Heridas que cuesta cicatrizar y que nos duelen a todos, porque cada violencia cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad; cada muerte violenta nos disminuye como personas”

Nos invita a perdonar y caminar en fe y esperanza: “Y estoy aquí no tanto para hablar yo sino para estar cerca de ustedes, mirarlos a los ojos, para escucharlos, abrir mi corazón a vuestro testimonio de

eso sólo es posible con el perdón y la reconciliación. Y tú, querida Pastora, y tantos otros como tú, nos han demostrado que es posible. Sí, con la ayuda de Cristo vivo en medio de la comunidad es posible vencer el odio, es posible vencer la muerte, es posible comenzar de nuevo y alumbrar una Colombia nueva". (Gran encuentro de oración por la reconciliación nacional,

palabras del Santo Padre, parque Las Malocas, Villavicencio, viernes, 8 de septiembre de 2017).

Salmo 85vida y de fe. Y si me lo permiten, desearía también abrazarlos y, si Dios me da la gracia, porque es una gracia, quisiera llorar con ustedes, quisiera que recemos juntos y que nos perdonemos - yo también tengo que pedir perdón - y que así, todos juntos, podamos mirar y caminar hacia delante con fe y esperanza”

Nos recuerda que el amor es más fuerte que el odio y la violencia: “Nos reunimos a los pies del Crucificado de Bojayá, que el 2 de mayo de 2002 presenció y sufrió la masacre de decenas de personas refugiadas en su iglesia. Esta imagen tiene un fuerte valor simbólico y espiritual. Al mirarla contemplamos no sólo lo que ocurrió aquel día, sino también tanto dolor, tanta muerte, tantas vidas rotas, tanta sangre derramada en la Colombia de los últimos decenios. Ver a Cristo así, mutilado y herido, nos interpela. Ya no tiene brazos y su cuerpo ya no está, pero conserva su rostro y con él nos mira y nos ama. Cristo roto y amputado, para nosotros es «más Cristo» aún, porque nos muestra una vez más que Él vino para sufrir por su pueblo y con su pueblo; y

para enseñarnos también que el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. Nos enseña a transformar el dolor en fuente de vida y resurrección, para que junto a Él y con Él aprendamos la fuerza del perdón, la grandeza del amor”.

Nos invita a dejarnos reconciliar y ser constructores de paz: “Quisiera, finalmente, como hermano y como padre, decir: Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar. No le temas a la verdad ni a la justicia. Queridos colombianos: No tengan miedo a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno. Que podamos habitar en armonía y fraternidad, como desea el Señor. Pidámosle ser constructores de paz, que allá donde haya odio y resentimiento, pongamos amor y misericordia (cf. Oración atribuida a san Francisco de Asís).”

Menciona el Papa Francisco que la reconciliación es abrir una puerta a todas y cada una de las personas que ha vivido la dramática realidad del conflicto. Pastora Mina con su ejemplo de perdón le dice a la sociedad colombiana que si se puede perdonar y reconciliar con aquellos que causaron daño; ahora en su corazón habita la gracia de Dios.

La antioqueña Pastora Mira García, a quien la guerra le quitó de su vida a su padre, sus dos hijos y a su esposo, logró conmover con su testimonio de perdón y reconciliación al Papa Francisco durante su visita a Villavicencio.

"Todo el sufrimiento me hizo más sensible frente al dolor ajeno y a partir del año 2004 vengo acompañando y trabajando con familias víctimas de la desaparición forzada y en condición de desplazamiento", contó la antioqueña

"Pastora Mira, tú lo has dicho muy bien: Quieres poner todo tu dolor y el de miles de víctimas, a los pies de Jesús Crucificado, para que se una al suyo y así sea transformado en bendición y capacidad de perdón para romper el ciclo de violencia que ha imperado en Colombia. Tienes razón: la violencia engendra más violencia, el odio más odio y la muerte más muerte. Tenemos que romper esa cadena que se presenta como ineludible, y

COMPRENDER LAHistóricamente Colombia ha pasado por situaciones violentas que ha llevado a diferentes conflictos políticos, sociales, ambientales y culturales. Con la visita del Papa Francisco se reanima la esperanza de un pueblo fuerte, luchador, capaz de superar las crisis, dispuesto a dejarse reconciliar.

Recordemos algunos de sus mensajes:

Durante el encuentro de oración por la reconciliación nacional: “Desde el primer día deseaba que llegara este momento de nuestro encuentro. Ustedes llevan en su corazón y en su carne huellas, las huellas de la historia viva y reciente de su pueblo, marcada por eventos trágicos, pero también llena de gestos heroicos, de gran humanidad y de alto valor espiritual de fe y esperanza. Los hemos escuchado. Vengo aquí con respeto y con una conciencia clara de estar, como Moisés, pisando un terreno sagrado (cf. Ex 3,5). Una tierra regada con la sangre de miles de víctimas inocentes y el dolor desgarrador de sus familiares y conocidos. Heridas que cuesta cicatrizar y que nos duelen a todos, porque cada violencia cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad; cada muerte violenta nos disminuye como personas”

Nos invita a perdonar y caminar en fe y esperanza: “Y estoy aquí no tanto para hablar yo sino para estar cerca de ustedes, mirarlos a los ojos, para escucharlos, abrir mi corazón a vuestro testimonio de

eso sólo es posible con el perdón y la reconciliación. Y tú, querida Pastora, y tantos otros como tú, nos han demostrado que es posible. Sí, con la ayuda de Cristo vivo en medio de la comunidad es posible vencer el odio, es posible vencer la muerte, es posible comenzar de nuevo y alumbrar una Colombia nueva".

vida y de fe. Y si me lo permiten, desearía también abrazarlos y, si Dios me da la gracia, porque es una gracia, quisiera llorar con ustedes, quisiera que recemos juntos y que nos perdonemos - yo también tengo que pedir perdón - y que así, todos juntos, podamos mirar y caminar hacia delante con fe y esperanza”

Nos recuerda que el amor es más fuerte que el odio y la violencia: “Nos reunimos a los pies del Crucificado de Bojayá, que el 2 de mayo de 2002 presenció y sufrió la masacre de decenas de personas refugiadas en su iglesia. Esta imagen tiene un fuerte valor simbólico y espiritual. Al mirarla contemplamos no sólo lo que ocurrió aquel día, sino también tanto dolor, tanta muerte, tantas vidas rotas, tanta sangre derramada en la Colombia de los últimos decenios. Ver a Cristo así, mutilado y herido, nos interpela. Ya no tiene brazos y su cuerpo ya no está, pero conserva su rostro y con él nos mira y nos ama. Cristo roto y amputado, para nosotros es «más Cristo» aún, porque nos muestra una vez más que Él vino para sufrir por su pueblo y con su pueblo; y

para enseñarnos también que el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. Nos enseña a transformar el dolor en fuente de vida y resurrección, para que junto a Él y con Él aprendamos la fuerza del perdón, la grandeza del amor”.

Nos invita a dejarnos reconciliar y ser constructores de paz: “Quisiera, finalmente, como hermano y como padre, decir: Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar. No le temas a la verdad ni a la justicia. Queridos colombianos: No tengan miedo a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno. Que podamos habitar en armonía y fraternidad, como desea el Señor. Pidámosle ser constructores de paz, que allá donde haya odio y resentimiento, pongamos amor y misericordia (cf. Oración atribuida a san Francisco de Asís).”

Page 14: Demos el paso, EL REENCUENTRO

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Somos un pueblo que avanza en busca la paz y la reconciliación, dispuesta a dar el primer paso hacia la hermana y el hermano. No dejemos de soñar, de reír, de vivir en armonía. De vivir el testimonio de alegría y de esperanza.

CELEBRAR LA

Durante el encuentro de oración por la reconciliación nacional: “Desde el primer día deseaba que llegara este momento de nuestro encuentro. Ustedes llevan en su corazón y en su carne huellas, las huellas de la historia viva y reciente de su pueblo, marcada por eventos trágicos, pero también llena de gestos heroicos, de gran humanidad y de alto valor espiritual de fe y esperanza. Los hemos escuchado. Vengo aquí con respeto y con una conciencia clara de estar, como Moisés, pisando un terreno sagrado (cf. Ex 3,5). Una tierra regada con la sangre de miles de víctimas inocentes y el dolor desgarrador de sus familiares y conocidos. Heridas que cuesta cicatrizar y que nos duelen a todos, porque cada violencia cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad; cada muerte violenta nos disminuye como personas”

Nos invita a perdonar y caminar en fe y esperanza: “Y estoy aquí no tanto para hablar yo sino para estar cerca de ustedes, mirarlos a los ojos, para escucharlos, abrir mi corazón a vuestro testimonio de

vida y de fe. Y si me lo permiten, desearía también abrazarlos y, si Dios me da la gracia, porque es una gracia, quisiera llorar con ustedes, quisiera que recemos juntos y que nos perdonemos - yo también tengo que pedir perdón - y que así, todos juntos, podamos mirar y caminar hacia delante con fe y esperanza”

Nos recuerda que el amor es más fuerte que el odio y la violencia: “Nos reunimos a los pies del Crucificado de Bojayá, que el 2 de mayo de 2002 presenció y sufrió la masacre de decenas de personas refugiadas en su iglesia. Esta imagen tiene un fuerte valor simbólico y espiritual. Al mirarla contemplamos no sólo lo que ocurrió aquel día, sino también tanto dolor, tanta muerte, tantas vidas rotas, tanta sangre derramada en la Colombia de los últimos decenios. Ver a Cristo así, mutilado y herido, nos interpela. Ya no tiene brazos y su cuerpo ya no está, pero conserva su rostro y con él nos mira y nos ama. Cristo roto y amputado, para nosotros es «más Cristo» aún, porque nos muestra una vez más que Él vino para sufrir por su pueblo y con su pueblo; y

para enseñarnos también que el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. Nos enseña a transformar el dolor en fuente de vida y resurrección, para que junto a Él y con Él aprendamos la fuerza del perdón, la grandeza del amor”.

Nos invita a dejarnos reconciliar y ser constructores de paz: “Quisiera, finalmente, como hermano y como padre, decir: Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar. No le temas a la verdad ni a la justicia. Queridos colombianos: No tengan miedo a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno. Que podamos habitar en armonía y fraternidad, como desea el Señor. Pidámosle ser constructores de paz, que allá donde haya odio y resentimiento, pongamos amor y misericordia (cf. Oración atribuida a san Francisco de Asís).”

Signo: imagen del Cristo de Bojayá.

Fuente: Presidencia de la República de Colombia, 2017.

Durante el encuentro de oración por la reconciliación nacional: “Desde el primer día deseaba que llegara este momento de nuestro encuentro. Ustedes llevan en su corazón y en su carne huellas, las huellas de la historia viva y reciente de su pueblo, marcada por eventos trágicos, pero también llena de gestos heroicos, de gran humanidad y de alto valor espiritual de fe y esperanza. Los hemos escuchado. Vengo aquí con respeto y con una conciencia clara de estar, como Moisés, pisando un terreno sagrado (cf. Ex 3,5). Una tierra regada con la sangre de miles de víctimas inocentes y el dolor desgarrador de sus familiares y conocidos. Heridas que cuesta cicatrizar y que nos duelen a todos, porque cada violencia cometida contra un ser humano es una herida en la carne de la humanidad; cada muerte violenta nos disminuye como personas”

Nos invita a perdonar y caminar en fe y esperanza: “Y estoy aquí no tanto para hablar yo sino para estar cerca de ustedes, mirarlos a los ojos, para escucharlos, abrir mi corazón a vuestro testimonio de

Oh Cristo negro de Bojayá,que nos recuerdas tu pasión y muerte;junto con tus brazos y pieste han arrancado a tus hijosque buscaron refugio en ti.Oh Cristo negro de Bojayá,que nos miras con ternuray en tu rostro hay serenidad;palpita también tu corazónpara acogernos en tu amor.Oh Cristo negro de Bojayá,haz que nos comprometamosa restaurar tu cuerpo.Que seamos tus pies para salir al encuentrodel hermano necesitado;tus brazos para abrazaral que ha perdido su dignidad;tus manos para bendecir y consolaral que llora en soledad.Haz que seamos testigosde tu amor y de tu infinita misericordia

ORACIÓN

vida y de fe. Y si me lo permiten, desearía también abrazarlos y, si Dios me da la gracia, porque es una gracia, quisiera llorar con ustedes, quisiera que recemos juntos y que nos perdonemos - yo también tengo que pedir perdón - y que así, todos juntos, podamos mirar y caminar hacia delante con fe y esperanza”

Nos recuerda que el amor es más fuerte que el odio y la violencia: “Nos reunimos a los pies del Crucificado de Bojayá, que el 2 de mayo de 2002 presenció y sufrió la masacre de decenas de personas refugiadas en su iglesia. Esta imagen tiene un fuerte valor simbólico y espiritual. Al mirarla contemplamos no sólo lo que ocurrió aquel día, sino también tanto dolor, tanta muerte, tantas vidas rotas, tanta sangre derramada en la Colombia de los últimos decenios. Ver a Cristo así, mutilado y herido, nos interpela. Ya no tiene brazos y su cuerpo ya no está, pero conserva su rostro y con él nos mira y nos ama. Cristo roto y amputado, para nosotros es «más Cristo» aún, porque nos muestra una vez más que Él vino para sufrir por su pueblo y con su pueblo; y

para enseñarnos también que el odio no tiene la última palabra, que el amor es más fuerte que la muerte y la violencia. Nos enseña a transformar el dolor en fuente de vida y resurrección, para que junto a Él y con Él aprendamos la fuerza del perdón, la grandeza del amor”.

Nos invita a dejarnos reconciliar y ser constructores de paz: “Quisiera, finalmente, como hermano y como padre, decir: Colombia, abre tu corazón de pueblo de Dios, déjate reconciliar. No le temas a la verdad ni a la justicia. Queridos colombianos: No tengan miedo a pedir y a ofrecer el perdón. No se resistan a la reconciliación para acercarse, reencontrarse como hermanos y superar las enemistades. Es hora de sanar heridas, de tender puentes, de limar diferencias. Es la hora para desactivar los odios, y renunciar a las venganzas, y abrirse a la convivencia basada en la justicia, en la verdad y en la creación de una verdadera cultura del encuentro fraterno. Que podamos habitar en armonía y fraternidad, como desea el Señor. Pidámosle ser constructores de paz, que allá donde haya odio y resentimiento, pongamos amor y misericordia (cf. Oración atribuida a san Francisco de Asís).”

Reflexionemos en familia1.

2.

¿Qué experiencia de reconciliación has vivido?Piensa en el término reconciliación y con qué los asociarías. ¿Qué significa, qué te recuerda y qué sinónimos hay?¿Qué esperara Dios de cada uno, ante la petición de paz y reconciliación?

Page 15: Demos el paso, EL REENCUENTRO

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DÍA 5

No podemos desconocer que, en la actualidad, los sacerdotes y consagrados están gastando la vida en el anuncio del Evangelio y la construcción de un mundo mejor, más justo y en paz.

Los seminarios y casas de formación, han dedicado sus esfuerzos para formar en los candidatos a la vida sacerdotal o consagrada, los principios y criterios pastorales, que con el paso del tiempo se convierten en acciones concretas que inciden en las comunidades parroquiales y en las distintas obras sociales que realizan los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica.

Son muchos los testimonios y los ejemplos tangibles de sacerdotes y consagrados, hombres y mujeres de Dios, que, en zonas rurales, en ciudades y en los rincones más inhóspitos de la geografía colombiana, están trabajando a favor de la educación, la salud, el bienestar de las comunidades, llevando palabras de esperanza, consuelo y solidaridad.

Las Diócesis del país han organizado desde la Pastoral Social, diferentes iniciativas a favor de las familias y de las comunidades más necesitadas, el pan compartido, la asistencia en salud, educación, en proyectos sociales de bienestar con los niños,

Vocación, ministros ordenados y consagrados construyen la paz. Demos el paso hacia la solidaridad

EVOCAR LA

Taller Elaborado por el P. Manuel Hernando Vega,Director del Departamento de ministerios ordenados,vida consagrada y sociedades de vida apostólica de la CEC.

los jóvenes y los ancianos, son algunas de las actividades que los consagrados y los sacerdotes, realizan a favor de la paz y la reconciliación del pueblo colombiano.

Para profundizar, los invito a conocer los siguientes testimonios:

ILUMINA LA

Evangelio Según San Mateo 9, 35 - 10,1

“En aquel tiempo, Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en sus sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor. Entonces dijo a sus discípulos: «La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rogad al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para su cosecha». Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de curar cualquier enfermedad o dolencia.”

Palabra del Señor. ¡Gloria a Ti señor Jesús!

Dejémonos iluminar por la Palabra de Dios. Invoquemos la asistencia del Espíritu Santo para que Él nos ilumine y ayude a comprender el mensaje del Evangelio. (Luego de un momento de silencio leemos de manera pausada el texto)

No podemos desconocer que, en la actualidad, los sacerdotes y consagrados están gastando la vida en el anuncio del Evangelio y la construcción de un mundo mejor, más justo y en paz.

Los seminarios y casas de formación, han dedicado sus esfuerzos para formar en los candidatos a la vida sacerdotal o consagrada, los principios y criterios pastorales, que con el paso del tiempo se convierten en acciones concretas que inciden en las comunidades parroquiales y en las distintas obras sociales que realizan los institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica.

Son muchos los testimonios y los ejemplos tangibles de sacerdotes y consagrados, hombres y mujeres de Dios, que, en zonas rurales, en ciudades y en los rincones más inhóspitos de la geografía colombiana, están trabajando a favor de la educación, la salud, el bienestar de las comunidades, llevando palabras de esperanza, consuelo y solidaridad.

Las Diócesis del país han organizado desde la Pastoral Social, diferentes iniciativas a favor de las familias y de las comunidades más necesitadas, el pan compartido, la asistencia en salud, educación, en proyectos sociales de bienestar con los niños,

los jóvenes y los ancianos, son algunas de las actividades que los consagrados y los sacerdotes, realizan a favor de la paz y la reconciliación del pueblo colombiano.

Para profundizar, los invito a conocer los siguientes testimonios:

¿Qué me llama la atención de este texto bíblico?¿A qué me invita hoy el Señor?La Iglesia nos invita a edificar un mundo nuevo ¿Cómo puedo ayudar a la misión de la Iglesia?

Testimonio 1

Testimonio 2

Testimonio 3

Page 16: Demos el paso, EL REENCUENTRO

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COMPRENDER LALa visita del Papa Francisco a Colombia en el 2017, fue sin duda un acontecimiento histórico que alentó al pueblo colombiano a dar pasos firmes en la construcción de la paz, favoreciendo la “cultura del encuentro” con la persona de Jesús y entre nosotros mismos, abriendo espacios de diálogo, de escucha, de perdón y de solidaridad.Recordemos algunos de sus mensajes:

Dirigiéndose a los obispos les dijo: “Todos sabemos que la paz exige de los hombres un coraje moral diverso. La guerra sigue lo que hay de más bajo en nuestro corazón, la paz nos impulsa a ser más grandes que nosotros mismos”. La misión de la Iglesia es exaltar lo más noble y bueno que hay en el corazón de sus gentes, se trata entonces de enaltecer las virtudes que hay en cada persona, para ponerlas al servicio de la justicia social y de la solidaridad.

Más adelante les decía: “Muchos pueden contribuir al desafío de esta Nación, pero la misión de ustedes es singular. Ustedes no son técnicos, ni políticos, son pastores. Cristo es la palabra de reconciliación escrita en sus corazones y tienen la fuerza de poder pronunciarla no solamente en los púlpitos, en los documentos eclesiales o en los artículos de periódicos, sino más bien en el corazón de las personas, en el secreto sagrario de sus conciencias, en el calor esperanzado que los atrae a la escucha de la voz del cielo que proclama «paz a los hombres

amados por Dios» (Lc 2,14)”. El anuncio del Evangelio es y será tarea primordial de los obispos, los presbíteros, diáconos y consagrados, para poner en el corazón del pueblo colombiano la esperanza de tiempos nuevos y la fuerza para hacerlo realidad, mediante el trabajo, la protección de la vida y el cuidado del mundo en el que vivimos.

En la reunión con las directivas del CELAM, el Santo Padre insistió en que la Iglesia “debe continuar prestando el humilde servicio al verdadero bien del hombre latinoamericano. Debe trabajar sin cansarse para construir puentes, abatir muros, integrar la diversidad, promover la cultura del encuentro y del diálogo, educar al perdón y a la reconciliación, al sentido de justicia, al rechazo de la violencia y al coraje de la paz”. En este encuentro el Santo

Padre, amplia la visión de la misión de la Iglesia, no solo porque la extiende a la Iglesia en el continente latinoamericano, sino por las líneas de trabajo en la tarea de edificar y educar para la

cultura del encuentro, el diálogo, la reconciliación, la justicia y el rechazo de la violencia.Siguiendo con su mensaje afirmó: “Si bien se invirtió mucho esfuerzo y algunos pasos han sido dados, los grandes desafíos del continente permanecen sobre la mesa y continúan esperando la concretización serena, responsable, competente, visionaria, articulada, consciente, de un laicado cristiano que, como creyente, esté dispuesto a contribuir en los procesos de un auténtico desarrollo humano, en la consolidación de la democracia política y social, en la superación estructural de la pobreza endémica, en la construcción de una prosperidad inclusiva fundada en reformas duraderas y capaces de preservar el bien social, en la superación de la desigualdad y la custodia de la estabilidad, en la delineación de modelos de desarrollo económico sostenibles que respeten la naturaleza y el verdadero futuro del hombre, que no se resuelve con el consumismo desmesurado, así como también en el rechazo de la violencia y la defensa de la paz.”

Hoy son muchos más los laicos que están trabajando junto con los ministros ordenados y los consagrados presentes en el país. La nueva cultura vocacional nos abre a la comprensión más amplia de la misión de todos los bautizados en la Iglesia, la llamada a derrotar la desigualdad, la pobreza, la violencia, es tarea de todos.

El 8 de septiembre de 2017, frente a la nunciatura apostólica, el Papa Francisco dio las gracias por el testimonio de unas de las víctimas de la violencia en nuestro país. “Gracias por aceptar tanto despojo, por saber que uno quedó sin nada y que aun lo que podía hacer todavía no lo logra… pero proclamar delante de toda esa frase que nunca me la voy a olvidar: «Dios perdona en mí»” y añadió “La reconciliación concreta con la verdad, la justicia y la misericordia sólo la puede hacer Él. Que la haga. Y nosotros aprenderemos, detrás de Él, a hacerla”. Reconciliación, perdón, brotan de un corazón capaz de contemplar en Cristo, solo en Él podemos comprender como llegar a la verdadera paz y reconciliación.

La visita del Papa Francisco a Colombia en el 2017, fue sin duda un acontecimiento histórico que alentó al pueblo colombiano a dar pasos firmes en la construcción de la paz, favoreciendo la “cultura del encuentro” con la persona de Jesús y entre nosotros mismos, abriendo espacios de diálogo, de escucha, de perdón y de solidaridad.Recordemos algunos de sus mensajes:

Dirigiéndose a los obispos les dijo: “Todos sabemos que la paz exige de los hombres un coraje moral diverso. La guerra sigue lo que hay de más bajo en nuestro corazón, la paz nos impulsa a ser más grandes que nosotros mismos”. La misión de la Iglesia es exaltar lo más noble y bueno que hay en el corazón de sus gentes, se trata entonces de enaltecer las virtudes que hay en cada persona, para ponerlas al servicio de la justicia social y de la solidaridad.

Más adelante les decía: “Muchos pueden contribuir al desafío de esta Nación, pero la misión de ustedes es singular. Ustedes no son técnicos, ni políticos, son pastores. Cristo es la palabra de reconciliación escrita en sus corazones y tienen la fuerza de poder pronunciarla no solamente en los púlpitos, en los documentos eclesiales o en los artículos de periódicos, sino más bien en el corazón de las personas, en el secreto sagrario de sus conciencias, en el calor esperanzado que los atrae a la escucha de la voz del cielo que proclama «paz a los hombres

amados por Dios» (Lc 2,14)”. El anuncio del Evangelio es y será tarea primordial de los obispos, los presbíteros, diáconos y consagrados, para poner en el corazón del pueblo colombiano la esperanza de tiempos nuevos y la fuerza para hacerlo realidad, mediante el trabajo, la protección de la vida y el cuidado del mundo en el que vivimos.

En la reunión con las directivas del CELAM, el Santo Padre insistió en que la Iglesia “debe continuar prestando el humilde servicio al verdadero bien del hombre latinoamericano. Debe trabajar sin cansarse para construir puentes, abatir muros, integrar la diversidad, promover la cultura del encuentro y del diálogo, educar al perdón y a la reconciliación, al sentido de justicia, al rechazo de la violencia y al coraje de la paz”. En este encuentro el Santo

Padre, amplia la visión de la misión de la Iglesia, no solo porque la extiende a la Iglesia en el continente latinoamericano, sino por las líneas de trabajo en la tarea de edificar y educar para la

cultura del encuentro, el diálogo, la reconciliación, la justicia y el rechazo de la violencia.Siguiendo con su mensaje afirmó: “Si bien se invirtió mucho esfuerzo y algunos pasos han sido dados, los grandes desafíos del continente permanecen sobre la mesa y continúan esperando la concretización serena, responsable, competente, visionaria, articulada, consciente, de un laicado cristiano que, como creyente, esté dispuesto a contribuir en los procesos de un auténtico desarrollo humano, en la consolidación de la democracia política y social, en la superación estructural de la pobreza endémica, en la construcción de una prosperidad inclusiva fundada en reformas duraderas y capaces de preservar el bien social, en la superación de la desigualdad y la custodia de la estabilidad, en la delineación de modelos de desarrollo económico sostenibles que respeten la naturaleza y el verdadero futuro del hombre, que no se resuelve con el consumismo desmesurado, así como también en el rechazo de la violencia y la defensa de la paz.”

Hoy son muchos más los laicos que están trabajando junto con los ministros ordenados y los consagrados presentes en el país. La nueva cultura vocacional nos abre a la comprensión más amplia de la misión de todos los bautizados en la Iglesia, la llamada a derrotar la desigualdad, la pobreza, la violencia, es tarea de todos.

El 8 de septiembre de 2017, frente a la nunciatura apostólica, el Papa Francisco dio las gracias por el testimonio de unas de las víctimas de la violencia en nuestro país. “Gracias por aceptar tanto despojo, por saber que uno quedó sin nada y que aun lo que podía hacer todavía no lo logra… pero proclamar delante de toda esa frase que nunca me la voy a olvidar: «Dios perdona en mí»” y añadió “La reconciliación concreta con la verdad, la justicia y la misericordia sólo la puede hacer Él. Que la haga. Y nosotros aprenderemos, detrás de Él, a hacerla”. Reconciliación, perdón, brotan de un corazón capaz de contemplar en Cristo, solo en Él podemos comprender como llegar a la verdadera paz y reconciliación.

Fuente: Conferencia Episcopal de Colombia, 2017.

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El mensaje de esperanza que dejó el Papa Francisco lleva a penarnos en una sociedad justa, en la que los derechos humanos sean respetados y la persona en el encuentro con el otro redescubra la fraternidad universal.

María dijo una cosa tan linda, que lo humano se ve más cuando… repítelo… linda María, léelo, quiero que te escuchen de nuevo, sólo esta parte que te digo.

Niña: “Queremos un mundo en el que la vulnerabilidad sea reconocida como esencial en lo humano. Que lejos de debilitarnos

nos fortalece y dignifica. Un lugar de encuentro común que nos humaniza”.

Todo esto es su mensaje, un mundo en que la vulnerabilidad sea considerada como la esencia de lo humano, porque todos somos vulnerables, todos. Adentro en los sentimientos, tantas cosas que ya no funcionan adentro, pero nadie las ve. Y otras las ven, todos. Y necesitamos que esa vulnerabilidad sea respetada, acariciada, curada en la medida de lo posible, y que dé frutos para los demás. Somos vulnerables todos. ¿Linda María te animas a responder una pregunta? ¿Quién es la única persona que no es vulnerable?Niña: “Dios”.

Ofrecemos nuestra oración por todos los que trabajan por la paz, de manera especial por los obispos, sacerdotes, diáconos y consagrados, muchos de ellos lejos de sus hogares, sirviendo en lugares con muchas limitaciones, trabajando en la construcción de un mundo mejor.

CELEBRAR LA

Padre de bondad, Tú que eres rico en amor y misericordia, que nos enviaste a tu Hijo Jesús para nuestra salvación, escucha a tu Iglesia que suplica la paz, te pedimos para que todos los bautizados sepamos responder al llamado de Jesús: "Vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos". Fortalece con el fuego de tu Espíritu a todos los obispos, presbíteros, diáconos y consagrados, que en tu nombre anuncian la Buena Nueva del Reino. María, Madre de la Iglesia y estrella de la nueva Evangelización, acompáñanos y concédenos el don de la perseverancia en nuestro compromiso de trabajar por la paz y la reconciliación. Amén

Padre nuestro, Ave María y Gloria.

Luego encendemos un cirioy hacemos la siguiente oración:

Los invitamos a escribir en una hoja los nombres de los ministros ordenados y consagrados que conocemos, nuestro obispo, nuestro párroco, la religiosa o religioso presente en nuestra vida. Dejemos un espacio para los que no conocemos, que están allá, trabajando en otros lugares en el anuncio del Evangelio.

¡Dios! Dios es el único no vulnerable, todos los demás somos vulnerables, en algunos se ve, en otros no se ve. Pero es la esencia de lo humano esa necesidad de ser sostenido por Dios, todos. Por eso no se debe, no se puede descartar a nadie, ¿está claro? Porque cada uno de nosotros es un tesoro, que se ofrece a Dios, para que Dios lo haga crecer según su manera. Gracias por el testimonio que dan. Gracias por tu palabra.

DÍA 6

El mensaje de esperanza que dejó el Papa Francisco lleva a penarnos en una sociedad justa, en la que los derechos humanos sean respetados y la persona en el encuentro con el otro redescubra la fraternidad universal.

María dijo una cosa tan linda, que lo humano se ve más cuando… repítelo… linda María, léelo, quiero que te escuchen de nuevo, sólo esta parte que te digo.

Niña: “Queremos un mundo en el que la vulnerabilidad sea reconocida como esencial en lo humano. Que lejos de debilitarnos

nos fortalece y dignifica. Un lugar de encuentro común que nos humaniza”.

Todo esto es su mensaje, un mundo en que la vulnerabilidad sea considerada como la esencia de lo humano, porque todos somos vulnerables, todos. Adentro en los sentimientos, tantas cosas que ya no funcionan adentro, pero nadie las ve. Y otras las ven, todos. Y necesitamos que esa vulnerabilidad sea respetada, acariciada, curada en la medida de lo posible, y que dé frutos para los demás. Somos vulnerables todos. ¿Linda María te animas a responder una pregunta? ¿Quién es la única persona que no es vulnerable?Niña: “Dios”.

Educación y culturas. Demos el paso hacia laética y el bien común

EVOCAR LA

¡Dios! Dios es el único no vulnerable, todos los demás somos vulnerables, en algunos se ve, en otros no se ve. Pero es la esencia de lo humano esa necesidad de ser sostenido por Dios, todos. Por eso no se debe, no se puede descartar a nadie, ¿está claro? Porque cada uno de nosotros es un tesoro, que se ofrece a Dios, para que Dios lo haga crecer según su manera. Gracias por el testimonio que dan. Gracias por tu palabra.

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El mensaje de esperanza que dejó el Papa Francisco lleva a penarnos en una sociedad justa, en la que los derechos humanos sean respetados y la persona en el encuentro con el otro redescubra la fraternidad universal.

María dijo una cosa tan linda, que lo humano se ve más cuando… repítelo… linda María, léelo, quiero que te escuchen de nuevo, sólo esta parte que te digo.

Niña: “Queremos un mundo en el que la vulnerabilidad sea reconocida como esencial en lo humano. Que lejos de debilitarnos

nos fortalece y dignifica. Un lugar de encuentro común que nos humaniza”.

Todo esto es su mensaje, un mundo en que la vulnerabilidad sea considerada como la esencia de lo humano, porque todos somos vulnerables, todos. Adentro en los sentimientos, tantas cosas que ya no funcionan adentro, pero nadie las ve. Y otras las ven, todos. Y necesitamos que esa vulnerabilidad sea respetada, acariciada, curada en la medida de lo posible, y que dé frutos para los demás. Somos vulnerables todos. ¿Linda María te animas a responder una pregunta? ¿Quién es la única persona que no es vulnerable?Niña: “Dios”.

¡Dios! Dios es el único no vulnerable, todos los demás somos vulnerables, en algunos se ve, en otros no se ve. Pero es la esencia de lo humano esa necesidad de ser sostenido por Dios, todos. Por eso no se debe, no se puede descartar a nadie, ¿está claro? Porque cada uno de nosotros es un tesoro, que se ofrece a Dios, para que Dios lo haga crecer según su manera. Gracias por el testimonio que dan. Gracias por tu palabra.

COMPRENDER LA Cada ser humano es único, que lucha por sus derechos y la responsabilidad frente a la comunidad. El Santo Padre llega a Colombia con un mensaje de igualdad, de sinodalidad, que clamemos juntos por desarraigar de nuestra sociedad la mentira, el engaño y nos dejemos contagiar por la solidaridad, la fraternidad y el encuentro con los hermanos.

Recordemos algunos de sus mensajes:

Dignidad de la persona y derechos humanos es el mensaje del Papa Francisco: “Hemos aprendido que estos caminos de pacificación, de primacía de la razón sobre la venganza, de delicada armonía entre la política y el derecho, no pueden obviar los procesos de la gente. No se alcanza con el diseño de marcos normativos y arreglos institucionales entre grupos políticos o económicos de buena voluntad. Jesús encuentra la solución al daño realizado en el encuentro personal entre las partes. Además, siempre es rico incorporar en nuestros procesos de paz la experiencia de sectores que, en muchas ocasiones, han sido invisibilizados, para que sean precisamente las comunidades quienes coloreen los procesos de memoria colectiva. «El autor principal, es el sujeto histórico de este proceso, es la gente y su cultura, no es una clase, una fracción, un grupo, una élite. Toda la gente y su cultura” (Santa Misa. Homilía del Santo Padre. Domingo, 10 de septiembre de 2017)Más adelante nos dice que necesitamos un pacto social y cultural: “No necesitamos un proyecto de unos pocos para unos pocos, o una minoría ilustrada o testimonial que se apropie de un sentimiento colectivo. Se trata de un acuerdo para vivir juntos, de un pacto social y cultural» (Exhort. ap. Evangelii Gaudium, 239)” (Santa Misa. Homilía del Santo Padre. Domingo, 10 de septiembre de 2017).Nos recuerda que la casa común es de todos: “En el encuentro entre nosotros redescubrimos nuestros derechos, recreamos la vida para que vuelva a ser auténticamente humana. «La casa común de todos los

Fuente: El Tiempo, 2017.

El mensaje de esperanza que dejó el Papa Francisco lleva a penarnos en una sociedad justa, en la que los derechos humanos sean respetados y la persona en el encuentro con el otro redescubra la fraternidad universal.

María dijo una cosa tan linda, que lo humano se ve más cuando… repítelo… linda María, léelo, quiero que te escuchen de nuevo, sólo esta parte que te digo.

Niña: “Queremos un mundo en el que la vulnerabilidad sea reconocida como esencial en lo humano. Que lejos de debilitarnos

nos fortalece y dignifica. Un lugar de encuentro común que nos humaniza”.

Todo esto es su mensaje, un mundo en que la vulnerabilidad sea considerada como la esencia de lo humano, porque todos somos vulnerables, todos. Adentro en los sentimientos, tantas cosas que ya no funcionan adentro, pero nadie las ve. Y otras las ven, todos. Y necesitamos que esa vulnerabilidad sea respetada, acariciada, curada en la medida de lo posible, y que dé frutos para los demás. Somos vulnerables todos. ¿Linda María te animas a responder una pregunta? ¿Quién es la única persona que no es vulnerable?Niña: “Dios”.

ILUMINA LA

¡Dios! Dios es el único no vulnerable, todos los demás somos vulnerables, en algunos se ve, en otros no se ve. Pero es la esencia de lo humano esa necesidad de ser sostenido por Dios, todos. Por eso no se debe, no se puede descartar a nadie, ¿está claro? Porque cada uno de nosotros es un tesoro, que se ofrece a Dios, para que Dios lo haga crecer según su manera. Gracias por el testimonio que dan. Gracias por tu palabra.

Del santo Evangelio según Mateo 5,1-12

Viendo la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y, tomando la palabra, les enseñaba diciendo:«Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Bienaventurados seréis cuando os injurien y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros.

Palabra del Señor. Gloria a Ti señor Jesús.

Dejemos un momento de silencio para reflexionar sobre la palabra que se ha proclamado.

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hombres debe continuar levantándose sobre una recta comprensión de la fraternidad universal y sobre el respeto de la sacralidad de cada vida humana, de cada hombre y cada mujer; de los pobres, de los ancianos, de los niños, de los enfermos, de los no nacidos, de los desocupados, de los abandonados, de los que se juzgan descartables porque no se los considera

más que números de una u otra estadística. La casa común de todos los hombres debe también edificarse sobre la comprensión de una cierta sacralidad de la naturaleza creada» (Discurso a las Naciones Unidas, 25 septiembre 2015) (Santa Misa. Homilía del Santo Padre. Domingo, 10 de septiembre de 2017).

Nos invita a dar un paso en dirección al bien común. “Dar el primer paso» es, sobre todo, salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor. Y Él nos pide siempre dar un paso decidido y seguro hacia los hermanos, renunciando a la pretensión de ser perdonados sin perdonar, de ser amados sin amar. Si Colombia quiere una paz estable y duradera, tiene que dar urgentemente un paso en esta dirección, que es aquella del bien común, de la equidad, de la justicia, del respeto de la naturaleza humana y de sus exigencias” (Santa Misa. Homilía del Santo Padre. Domingo, 10 de septiembre de 2017).

Signo: Dialoguemos en familia.Pueden hacer una lista de las cosas y actitudes que más valoran. Ponerlas en orden.¿Cuáles son los valores más importantes?Reflexionar sobre el cómo se nota que algo es importante en mi vida.Si te enteras que en tu familia hay una persona que ha cometido algún acto de corrupción, ¿qué harías?

CELEBRAR LA

Bendito seas, Señor, Dios de misericordia,que en tu Hijo nos has dadoun admirable ejemplo de caridady por Él nos has recomendado vivamenteel mandato del amor;dígnate colmar de tus bendiciones aestos servidores tuyos,que quieren dedicarse generosamentea la ayuda de los hermanos;haz que, en las necesidades urgentes,te sirvan fielmente con una entrega totalen la persona del prójimo.Por Jesucristo nuestro Señor.Amén

Dediquemos un momentoa la oración.

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DÍA 7

Cuando ya se disponía a partir El Santo Padre, mencionó que le gustaría que Colombia diera “el segundo paso”. ¿Pero qué necesitamos para lograrlo? Principalmente volver la mirada a Dios, así, podremos vivir en armonía, pensando en cómo tender puentes de esperanza y solidaridad.

Durante el vuelo de regreso a Roma el periodista César Moreno de Caracol Radio le pregunta a su santidad: Usted llegó a un país dividido por cuenta de un proceso de paz, entre los que aceptan y no aceptan ese proceso. ¿Qué hacer concretamente?, ¿Qué pasos hay que dar para acercar a las partes

divididas? Si su Santidad pudiera volver a nuestro país en unos años, ¿cómo le gustaría ver a Colombia?

El Santo Padre responde: “A mí me gustaría que el lema al menos fuese: ‘Demos el segundo paso’. Que al menos fuera ese. Yo pensaba que eran más. Calculaba por los 60, pero me dijeron 54 años de guerrilla, más o menos. Y ahí se acumula mucho, mucho. Mucho odio, mucho rencor, mucha alma enferma. Y la enfermedad no es culpable. Viene. Te la arrastra un sarampión y te agarra ¡Ah, perdona!, hablo italiano. La enfermedad no es algo culpable, viene.

Con estas guerrillas que de verdad había hecho, sea la guerrilla, sean los paramilitares, sean aquellos del aire y también la corrupción tantas

Organizaciones políticas y sociales. Demos el paso haciala unidadTaller elaborado por el equipo del SNPS/CC

EVOCAR LA

veces en el país, han cometido pecados malos que han provocado esta enfermedad del odio, pero se han dado pasos que dan esperanza, pasos en la negociación, pero ha sido el último. Se ha dado el cese del fuego del ELN, y lo agradezco mucho, agradezco mucho eso. Pero hay algo más que yo he percibido: el querer de ir adelante en este proceso va más allá de las negociaciones que se están haciendo o se deben hacer.

Es una querencia espontánea, y allí está la fuerza del pueblo. Yo tengo esperanza en esto. El pueblo quiere respirar, pero debemos ayudarlo con la cercanía, la oración, y sobre todo con la comprensión de cuánto dolor hay dentro de tanta gente”.

Cuando ya se disponía a partir El Santo Padre, mencionó que le gustaría que Colombia diera “el segundo paso”. ¿Pero qué necesitamos para lograrlo? Principalmente volver la mirada a Dios, así, podremos vivir en armonía, pensando en cómo tender puentes de esperanza y solidaridad.

Durante el vuelo de regreso a Roma el periodista César Moreno de Caracol Radio le pregunta a su santidad: Usted llegó a un país dividido por cuenta de un proceso de paz, entre los que aceptan y no aceptan ese proceso. ¿Qué hacer concretamente?, ¿Qué pasos hay que dar para acercar a las partes

divididas? Si su Santidad pudiera volver a nuestro país en unos años, ¿cómo le gustaría ver a Colombia?

El Santo Padre responde: “A mí me gustaría que el lema al menos fuese: ‘Demos el segundo paso’. Que al menos fuera ese. Yo pensaba que eran más. Calculaba por los 60, pero me dijeron 54 años de guerrilla, más o menos. Y ahí se acumula mucho, mucho. Mucho odio, mucho rencor, mucha alma enferma. Y la enfermedad no es culpable. Viene. Te la arrastra un sarampión y te agarra ¡Ah, perdona!, hablo italiano. La enfermedad no es algo culpable, viene.

Con estas guerrillas que de verdad había hecho, sea la guerrilla, sean los paramilitares, sean aquellos del aire y también la corrupción tantas

veces en el país, han cometido pecados malos que han provocado esta enfermedad del odio, pero se han dado pasos que dan esperanza, pasos en la negociación, pero ha sido el último. Se ha dado el cese del fuego del ELN, y lo agradezco mucho, agradezco mucho eso. Pero hay algo más que yo he percibido: el querer de ir adelante en este proceso va más allá de las negociaciones que se están haciendo o se deben hacer.

Es una querencia espontánea, y allí está la fuerza del pueblo. Yo tengo esperanza en esto. El pueblo quiere respirar, pero debemos ayudarlo con la cercanía, la oración, y sobre todo con la comprensión de cuánto dolor hay dentro de tanta gente”.

ILUMINA LA

Hechos de los Apóstoles 2, 42-47

"Acudían asiduamente a la enseñanza de los apóstoles, a la convivencia, a la fracción del pan y a las oraciones. Toda la gente sentía un santo temor, ya que los prodigios y señales milagrosas se multiplicaban por medio de los apóstoles. Todos los que habían creído vivían unidos; compartían todo cuanto tenían, vendían sus bienes y propiedades y repartían

después el dinero entre todos según las necesidades de cada uno. Todos los días se reunían en el Templo con entusiasmo, partían el pan en sus casas y compartían sus comidas con alegría y con gran sencillez de corazón. Alababan a Dios y se ganaban la simpatía de todo el pueblo; y el Señor agregaba cada día a la comunidad a los que quería salvar."

Palabra de Dios. Te alabamos Señor

Dejemos un momento de silencio para reflexionar sobre la palabra que se ha proclamado

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COMPRENDER LA Todos juntos podemos cambiar las heridas y el dolor en amor. Es con este mensaje que el Papa se acerca al pueblo colombiano. Con la voluntad de cada uno, la unión de las organizaciones y el interés personal de cada persona es que lograremos la unidad.Recordemos algunos de sus mensajes.

Nos pide no decaer en el esfuerzo por construir la unidad: “Este encuentro me ofrece la oportunidad para expresar el aprecio por los esfuerzos que se hacen, a lo largo de las últimas décadas, para poner fin a la violencia armada y encontrar caminos de reconciliación. En el último año ciertamente se ha avanzado de modo particular; los pasos dados hacen crecer la esperanza, en la convicción de que la búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto, una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos. Trabajo que nos pide no decaer en el esfuerzo por construir la unidad de la nación y, a pesar de los obstáculos, diferencias y distintos enfoques sobre la manera de lograr la convivencia pacífica, persistir en la lucha para favorecer la cultura del encuentro, que exige colocar en el centro de toda acción política, social y económica, a la persona humana, su altísima dignidad, y el respeto por el bien común. Que este esfuerzo nos haga huir de toda tentación de venganza y búsqueda de intereses sólo particulares y a corto plazo. Oíamos recién cantar: «Andar el camino lleva su tiempo». Es a largo plazo. Cuanto más difícil es el camino que conduce a la paz y al entendimiento, más empeño hemos de poner en reconocer al otro, en sanar las heridas y construir puentes, en estrechar lazos y ayudarnos mutuamente (cf. Exhort. ap. Evangelii Gaudium, 67)”. (Encuentro con las autoridades, el cuerpo diplomático y algunos representantes de la sociedad civil)

Luego nos recuerda que todos tienen cabida y todos son importantes: “los animo a poner la mirada en todos aquellos que hoy son excluidos y marginados por la sociedad, aquellos que no cuentan para la mayoría y son postergados y arrinconados. Todos somos necesarios para crear y formar la sociedad. Esta no se hace sólo con algunos de «pura sangre», sino con todos. Y aquí radica la grandeza y belleza de un País, en que todos tienen cabida y todos son importantes”. (Encuentro con las autoridades, el cuerpo diplomático y algunos representantes de la sociedad civil)

Nos recuerda en donde se encuentra la unidad: “Dónde está la unidad? Siempre en Jesús, lo que hace permanente la misión no es el entusiasmo que inflama el corazón generoso del misionero, aunque siempre es necesario; más bien es la compasión de Jesús mediante su Espíritu. (Encuentro con el comité directivo del CELAM. Nunciatura Apostólica jueves, 7 de septiembre de 2017)

El Papa en Colombia, 2017

Todos juntos podemos cambiar las heridas y el dolor en amor. Es con este mensaje que el Papa se acerca al pueblo colombiano. Con la voluntad de cada uno, la unión de las organizaciones y el interés personal de cada persona es que lograremos la unidad.Recordemos algunos de sus mensajes.

Nos pide no decaer en el esfuerzo por construir la unidad: “Este encuentro me ofrece la oportunidad para expresar el aprecio por los esfuerzos que se hacen, a lo largo de las últimas décadas, para poner fin a la violencia armada y encontrar caminos de reconciliación. En el último año ciertamente se ha avanzado de modo particular; los pasos dados hacen crecer la esperanza, en la convicción de que la búsqueda de la paz es un trabajo siempre abierto, una tarea que no da tregua y que exige el compromiso de todos. Trabajo que nos pide no decaer en el esfuerzo por construir la unidad de la nación y, a pesar de los obstáculos, diferencias y distintos enfoques sobre la manera de lograr la convivencia pacífica, persistir en la lucha para favorecer la cultura del encuentro, que exige colocar en el centro de toda acción política, social y económica, a la persona humana, su altísima dignidad, y el respeto por el bien común. Que este esfuerzo nos haga huir de toda tentación de venganza y búsqueda de intereses sólo particulares y a corto plazo. Oíamos recién cantar: «Andar el camino lleva su tiempo». Es a largo plazo. Cuanto más difícil es el camino que conduce a la paz y al entendimiento, más empeño hemos de poner en reconocer al otro, en sanar las heridas y construir puentes, en estrechar lazos y ayudarnos mutuamente (cf. Exhort. ap. Evangelii Gaudium, 67)”. (Encuentro con las autoridades, el cuerpo diplomático y algunos representantes de la sociedad civil)

Luego nos recuerda que todos tienen cabida y todos son importantes: “los animo a poner la mirada en todos aquellos que hoy son excluidos y marginados por la sociedad, aquellos que no cuentan para la mayoría y son postergados y arrinconados. Todos somos necesarios para crear y formar la sociedad. Esta no se hace sólo con algunos de «pura sangre», sino con todos. Y aquí radica la grandeza y belleza de un País, en que todos tienen cabida y todos son importantes”. (Encuentro con las autoridades, el cuerpo diplomático y algunos representantes de la sociedad civil)

Nos recuerda en donde se encuentra la unidad: “Dónde está la unidad? Siempre en Jesús, lo que hace permanente la misión no es el entusiasmo que inflama el corazón generoso del misionero, aunque siempre es necesario; más bien es la compasión de Jesús mediante su Espíritu. (Encuentro con el comité directivo del CELAM. Nunciatura Apostólica jueves, 7 de septiembre de 2017)

CELEBRAR LA

Signo:Se invita a personas, niños, niñas,

jóvenes, familias, miembros de las organizaciones civiles y

eclesiásticas, que dibujen unos pasos, o que con sus zapatos realicen gestos de caminar

dejando huellas al frente de sus casas, colegios, universidades,

instituciones estatales, militares, comunidades o centros de cultos,

parroquias y que dirijan estas huellas hacia símbolos de la paz,

como la paloma, la bandera blanca, la bandera de Colombia, la Cruz entre otros; y mediten el himno de huellas en la arena.

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Bendito seas, Señor, Dios de misericordia,que en tu Hijo nos has dadoun admirable ejemplo de caridady por Él nos has recomendado vivamenteel mandato del amor;dígnate colmar de tus bendiciones aestos servidores tuyos,que quieren dedicarse generosamentea la ayuda de los hermanos;haz que, en las necesidades urgentes,te sirvan fielmente con una entrega totalen la persona del prójimo.Por Jesucristo nuestro Señor.Amén

Dediquemos un momentoa la oración.

DÍA 8

La presencia del Santo Padre en Colombia anima a continuar dando pasos de fe, avivando los procesos de reconciliación. Este es un pueblo que tiene futuro.

Palabras del Papa Francisco a Colombia durante el de regreso a Roma: Muchas gracias por vuestro trabajo. Y una vez más quisiera agradecer el ejemplo del pueblo colombiano. Y querría terminar con una imagen. Lo que más me ha llegado de los colombianos en las cuatro ciudades ha sido la gente en las calles, saludándome.

Lo que más me ha llegado es que el papá, la mamá, alzaban a sus

niños para hacérselo ver al Papa para que el Papa lo bendijera. Como diciendo: este es mi tesoro, esta es mi esperanza. Este es mi futuro. Yo te creo. Esto me ha llegado. La ternura, los ojos de esos padres, de esas madres. Precioso, precioso. Esto es un símbolo. Símbolo de esperanza, de futuro. Un pueblo que es capaz de hacer hijos y después los muestra, los hace ver así, como diciendo: este es mi tesoro, es un pueblo que tiene esperanza y tiene futuro. Muchas gracias. (Conferencia de prensa del Santo Padre durante el vuelo de regreso a Roma)

Este viaje se hizo para llevar la bendición de Cristo, la bendición de la Iglesia al deseo de vida y de paz que desborda el corazón de esa nación: he podido verlo en los ojos de los miles y miles de niños y jóvenes que llenaron la plaza de Bogotá y que encontré en todas

Parroquias yconstrucción de pazTaller elaborado por el Equipo del SNPS/CC

EVOCAR LA

partes; esa fuerza de vida que también la naturaleza misma proclama con su exuberancia y su biodiversidad.

Colombia es el segundo país del mundo en biodiversidad. En Bogotá pude encontrar a todos los obispos del país y también al comité directivo de la Conferencia Episcopal Latinoamericana. Agradezco a Dios por haber podido abrazarles y por haberles dado mi ánimo pastoral, para su misión al servicio de la Iglesia sacramento de Cristo, nuestra paz y nuestra esperanza. (Papa Francisco. Audiencia General. Miércoles 13 de septiembre de 2017)

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ILUMINA LA Lectura del santo evangelio según san Mateo (18,21-35):En aquel tiempo, se adelantó Pedro y preguntó a Jesús: «Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces le tengo que perdonar? ¿Hasta siete veces?» Jesús le contesta:

La presencia del Santo Padre en Colombia anima a continuar dando pasos de fe, avivando los procesos de reconciliación. Este es un pueblo que tiene futuro.

Palabras del Papa Francisco a Colombia durante el de regreso a Roma: Muchas gracias por vuestro trabajo. Y una vez más quisiera agradecer el ejemplo del pueblo colombiano. Y querría terminar con una imagen. Lo que más me ha llegado de los colombianos en las cuatro ciudades ha sido la gente en las calles, saludándome.

Lo que más me ha llegado es que el papá, la mamá, alzaban a sus

niños para hacérselo ver al Papa para que el Papa lo bendijera. Como diciendo: este es mi tesoro, esta es mi esperanza. Este es mi futuro. Yo te creo. Esto me ha llegado. La ternura, los ojos de esos padres, de esas madres. Precioso, precioso. Esto es un símbolo. Símbolo de esperanza, de futuro. Un pueblo que es capaz de hacer hijos y después los muestra, los hace ver así, como diciendo: este es mi tesoro, es un pueblo que tiene esperanza y tiene futuro. Muchas gracias. (Conferencia de prensa del Santo Padre durante el vuelo de regreso a Roma)

Este viaje se hizo para llevar la bendición de Cristo, la bendición de la Iglesia al deseo de vida y de paz que desborda el corazón de esa nación: he podido verlo en los ojos de los miles y miles de niños y jóvenes que llenaron la plaza de Bogotá y que encontré en todas

partes; esa fuerza de vida que también la naturaleza misma proclama con su exuberancia y su biodiversidad.

Colombia es el segundo país del mundo en biodiversidad. En Bogotá pude encontrar a todos los obispos del país y también al comité directivo de la Conferencia Episcopal Latinoamericana. Agradezco a Dios por haber podido abrazarles y por haberles dado mi ánimo pastoral, para su misión al servicio de la Iglesia sacramento de Cristo, nuestra paz y nuestra esperanza. (Papa Francisco. Audiencia General. Miércoles 13 de septiembre de 2017)

«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Y a propósito de esto, el reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus empleados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así. El empleado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré todo." El señor tuvo lástima de aquel empleado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero, al salir, el empleado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba, diciendo: "Págame lo que me debes." El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba, diciendo: "Ten paciencia conmigo, y te lo pagaré." Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía. Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo: "¡Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo pediste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?" Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda. Lo mismo hará con vosotros mi Padre del cielo, si cada cual no perdona de corazón a su hermano.»Palabra del Señor ¡Gloria a Ti señor Jesús!

COMPRENDER LA

Recordemos algunos de sus mensajesNo es posible convivir en paz, sin dar el primer paso. “Jesús nos pide que recemos juntos; que nuestra oración sea sinfónica, con matices personales, diversas acentuaciones, pero que alce de modo conjunto un mismo clamor. Estoy seguro de que hoy rezamos juntos por el rescate de aquellos que estuvieron errados y no por su destrucción, por la justicia y no la venganza, por la reparación en la verdad y no el olvido. Rezamos para cumplir con el lema de esta visita: «¡Demos el primer paso!», y que este primer paso sea en una dirección común.” (Santa Misa. Homilía del santo Padre. Domingo, 10 de septiembre de 2017)

Para dar el primer paso, es salir al encuentro de los demás: “Dar el primer paso» es, sobre todo, salir al encuentro de los demás con Cristo, el Señor. Y Él nos pide siempre dar un paso decidido y seguro hacia los hermanos, renunciando a la pretensión de ser perdonados sin perdonar, de ser amados sin amar. Si Colombia quiere una paz estable y duradera, tiene que dar urgentemente un paso en esta dirección, que es aquella del bien común, de la equidad, de la justicia, del respeto de la naturaleza humana y de sus exigencias. Sólo si ayudamos a desatar los nudos de la violencia, desenredaremos la compleja madeja de los desencuentros: se nos pide dar el paso del encuentro con los hermanos, atrevernos a una corrección que no quiere expulsar sino integrar; se nos pide ser caritativamente firmes en aquello que no es negociable; en definitiva, la exigencia es construir la paz, «hablando no con la lengua sino con manos y obras» (San Pedro Claver), y levantar juntos los ojos al cielo: Él es capaz de desatar aquello que para nosotros parece imposible, Él nos prometió acompañarnos hasta el fin de los tiempos, y Él no va a dejar estéril tanto esfuerzo” (Santa Misa. Homilía del santo Padre. Domingo, 10 de septiembre de 2017).

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Padre de misericordia,Tú has sembrado en nosotros la semilla de la fe,

para que seamos hijos tuyos y discípulos misioneros de Jesucristo.Haz que nuestra vida sea testimonio visible de tu Reino

y demos a conocer a todos tu Palabra.Te damos gracias por el papa Francisco,y te suplicamos que su visita a Colombia

sea un tiempo de bendición,que nos confirme en la fe

y nos ayude a dar el primer paso,para comenzar con Cristo algo nuevo

en bien de todos los colombianos.Suscita en nuestros corazonesesperanza, perdón, amor y paz,

para que con la ayuda de tu Espírituhagamos posible el reencuentro entre los colombianos

por medio de la reconciliación.Te suplicamos, Padre de bondad,

que, por intercesión de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá,esta visita del santo padre, nos abra la mente y el corazón

al Evangelio de Cristo nuestro Señor.

Amén.

Oración por la visita delpapa Francisco a Colombia

CELEBRAR LA Signo: Campanazo por la paz.

Las parroquias colombianas tocaran sus campanas por la paz, esto será a una misma hora nacional, 12 m y se rezará el ángelus por la paz del país.

Oremos en familia

Page 25: Demos el paso, EL REENCUENTRO

DEL 6 AL 13 DE SEPTIEMBRE