decursos nro 29

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revista de analisis politico bolivia

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  • DECURSOSRevista en Ciencias Sociales

    Ao XVI, Nmero 29Septiembre 2014

    ContenidoPresentacin 5

    EntrevistaSobre la dcada ganada, las polticas sociales y la descentralizacin 11Entrevista a Flix Bombarolo

    HomenajeJoseph Barnadas 27

    Tema central: Autonomas

    El sistema electoral y la representacin polticasub nacional: el caso de las asambleas legislativasdepartamentales de Cochabamba y de Oruro 31Erika Brockman

    El derecho a la ciudad y los desafos de la gestinmetropolitana del suelo 71Alberto Borda

    lites autonmicas (municipales) de base estrecha.De licitaciones, municipios productivos y bonanzaeconmica en la Bolivia de Evo Morales 105Diego Ayo

    Territorios y pueblos indgenas en Bolivia 157Gonzalo Vargas

    Democracia directa indgena: elementos para una democracia post liberal? el caso de Bolivia 195Moira Suazo

    La participacin social en la construccin de lo pblico 227Daro Restrepo

    Reseas Bibliogrficas 245

  • DECURSOSRevista de Ciencias Sociales N 29

    Responsable del nmero

    Manuel De La Fuente Patio

    Comit Editorial

    Luis H. Antezana J., Carlos Crespo, Manuel de La Fuente, Fernando Mayorga, Mara EstherPozo, Alejandra Ramrez y Tania Ricaldi.

    Colaboradores en este nmero

    Flix Bombarolo, Ramn Rocha Monroy, Moira Suazo, Erika Brockmann, Alberto Borda,Gonzalo Vargas, Daro Restrepo, Diego Ayo.Las ideas de los autores no comprometen, no reflejan ni comparten necesariamente la opinindel CESU-UMSS

    Informes y suscripciones

    CESU-UMSSCentro de Estudios Superiores UniversitariosUniversidad Mayor de San Simn

    Calle Calama 0235, 1 pisoTelfonos (591-4) 4220317-4252951, Fax (591-4) 4254625P.O. Box 5389www.cesu.umss.edu.boE-mail: [email protected], Bolivia

    Centro de Estudios Superiores Universitarios,Universidad Mayor de San Simn Decursos. Revista de Ciencias Sociales. Autores

    Depsito Legal: N 2 - 3 - 100 - 11ISBN: 978-99954-97-11-8

    Impreso en Grupo Editorial Kipus Telfs.: 4730176, CochabambaPrinted in Bolivia

  • Presentacin

    El nmero actual de Decursos tiene como tema central elanlisis del derrotero que estn tomando las autonomas. Un temade crucial importancia para el futuro del pas. Adems, en elprimer trimestre del 2015, Bolivia estar inmersa en las eleccionessubnacionales. Es entonces un momento apropiado paraexaminar los logros, los problemas y los desafos en laimplementacin del complicado rgimen autonmico boliviano.

    Pero antes de detallar los artculos referidos a estaimportante temtica, es bueno indicar, que como es nuestracostumbre, la Revista de Ciencias Sociales del CESU se inicia conuna entrevista, en esta ocasin realizada por Manuel de La Fuentea Flix Bombarolo; argentino, arquitecto, con estudios ensociologa, desarrollo local y poltica social; trabaja colaborandoen procesos de diseo, gestin y evaluacin poltica y programassociales en Amrica Latina; dicta clases en varias universidadesde la regin.

    Se convers de manera amena, sobre tpicos de granactualidad. Examinamos los logros de la mayor parte de losGobiernos de Amrica Latina en estos 10 ltimos aos, resultadosque tienen que ver particularmente con la reduccin de lapobreza. Pero tambin vimos las limitaciones, por ejemplo, elhecho que los pases latinoamericanos no hayan podido salir delextractivismo. Igualmente dialogamos sobre la actualidad de laclasificacin, otrora muy marcada, entre la izquierda y la derecha.

  • Segn Bombarolo, a la izquierda latinoamericana, le ha quedadopoco, tan solo pelear por el discurso reformista, un discursopropio de los partidos populistas histricos, o de los partidossocialdemcratas.

    Por otra parte, se examinaron las polticas sociales, elenfoque de derechos que se proclama y la realidad que muestramltiples carencias en cuanto a la concrecin de los variadosderechos inscritos en las Constituciones latinoamericanas.Finalmente hablamos de la descentralizacin y sus dificultades deimplementacin, en contextos donde la centralizacin del capitaly del poder poltico es la norma.

    La seccin Homenaje recuerda al destacado historiadorcataln Josep Mara Barnadas, quien falleci el 26 de septiembrepasado, a los 73 aos, en Cochabamba. Fue profesor del CESU envarias oportunidades, honrndonos con su presencia y dandorealce a los cursos de posgrado que imparte la institucin. Graciaspor habernos enseado tanto de nuestra historia. Por su parte,Ramn Rocha Monroy en el Homenaje a su memoria seala conjusta razn, que la obra ms importante de Barnadas fue suDiccionario Histrico de Bolivia, un proyecto en dos tomosgigantes elaborado por un grupo de expertos que l dirigi. Esuna obra de consulta imprescindible para conocer nuestro pasado.

    La seccin temtica se inicia con un artculo de ErikaBrockmann, que enfoca su anlisis en el nivel del departamento.En El sistema electoral y la representacin poltica sub nacional:el caso de las asambleas legislativas departamentales deCochabamba y de Oruro. Ella analiza la conformacin, larepresentacin poltica y el avance institucional de las dosAsambleas Legislativas Departamentales mencionadas en el ttulode su artculo. Plantea que en la medida que se toma a laprovincia como referente electoral, se crea una distorsin en favorde las reas rurales, en detrimento de las ciudades comoCochabamba y Oruro, que tienen una importante poblacinurbana.

    Algunos de los hallazgos de su investigacin muestran, quemientras el Estatuto Autonmico de Cochabamba hace referencia

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  • al paradigma del Vivir Bien, a la Madre Tierra y a lo indgenaancestral, la produccin legislativa revela contenidos asociados aun imaginario ruralista en clave campesina, modernizadora,desarrollista y republicana. Otro hallazgo seala que tanto enOruro como en Cochabamba, los asamblestas departamentalesse han convertido en gestores de proyectos y que para mantenersu legitimidad, tienen que concretar realizaciones a partir de lasdenominadas obras concurrentes con los municipios de suprovincia. Concluye con varias recomendaciones, entre otras,realizar una reingeniera territorial sub nacional, que contribuyaa corregir las distorsiones (urbano/rural y la sobre representacindel partido mayoritario) por ser contrarias al principio de igualdady de proporcionalidad de la democracia electoral.

    El texto de Alberto Borda, es uno de los dos artculos quecentran su mirada en el mbito municipal. En Los desafos de lagestin metropolitana del suelo y el derecho a la ciudad muestrala creciente urbanizacin del rea metropolitana de Cochabamba.Crecimiento urbano catico que genera desigualdades sociales yespaciales, debido a la falta de una apropiada gestin municipal,que admite entre otros, la especulacin del suelo y de la vivienda.Especulacin que beneficia a unos cuantos: constructoras einmobiliarias; en detrimento de un amplio sector de la poblacinque no tiene acceso a una vivienda digna. Borda por otra parte,resea varias experiencias de otros pases: Brasil, Ecuador, Mxicoy Colombia, donde tratan de convertir el derecho a la ciudad enuna realidad. Un derecho que tiene que ver, con el derecho a lavivienda, al hbitat y a la conservacin del ambiente, derechosmuy ligados con la eliminacin de prcticas especulativas sobreel uso del suelo.

    Finalmente, Borda plantea una serie de recomendaciones,teniendo en cuenta las experiencias de dichos pases, el marcoconstitucional y legal boliviano para el desarrollo urbano, y laconstitucin reciente de la Regin Metropolitana Kanata deCochabamba, como espacio de planificacin y gestin.Recomendaciones que van, principalmente, en el sentido dedesincentivar la especulacin inmobiliaria y del suelo, permitiendoadems capturar parte de la plusvala urbana, como una fuente de

    Presentacin 7

  • financiamiento del desarrollo urbano en condiciones de equidad.El proceso de cambio y las declaraciones del buen vivir tienenya un buen tiempo de existencia, sin embargo, las gestionesmunicipales actuales no se diferencian mucho de aquellas de lapoca del neoliberalismo. Es imperativo entonces laimplementacin de esas recomendaciones ya que planteantrasformaciones sustantivas en el modelo de gestin municipal, enun sentido progresista.

    Diego Ayo en Elites autonmicas (municipales) de baseestrecha. De licitaciones, municipios productivos y bonanzaeconmica en la Bolivia de Evo Morales trata de ver si elmunicipio posibilita la aparicin de nuevas lites y toma comocasos de estudio a Quillacollo, Viacha y la Guardia. En estosmunicipios, los grupos empresariales que se benefician de laslicitaciones, que ahora son ms numerosas, son compaasexternas al municipio, de las ciudades del eje central del pas.Esto contradice al ideal del municipio productivo que planteabala consolidacin de empresarios ligados a la produccin local.Esa situacin produce una subordinacin de las ciudadesintermedias a las capitales de los departamentos; adicionalmenteestas ciudades mantienen una base estrecha de desarrollo local.Adems, Ayo seala que los Gobiernos Municipales no estnapoyando a los sectores productivos, no obstante que lanormativa legal lo permite y a pesar que tienen una enormecantidad de recursos provenientes del IDH, que no ha hecho msque crecer estos ltimos aos. Por otra parte, plantea que eldesorden asistencial del gobierno central ha quebrado el formatoinstitucional municipal y que el neopatrimonialismo, elautoritarismo subnacional y el capitalismo poltico son sntomasque se pueden visualizar en los municipios. Finalmente concluyeque los actores del proceso descentralizador, ya no estnpresentes, los neoliberales desaparecieron, y los izquierdistas ylos multiculturalistas o estn en el gobierno o han sido cooptadoso marginados.

    Gonzalo Vargas en Territorios y pueblos indgenas enBolivia examina lo que son los territorios indgenas (TI), lasriquezas que contienen y la manera como estos fueron avasallados

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  • durante la Colonia y en buena parte de la Repblica. Igualmente,analiza el tratamiento que se otorga a los TI en el nuevo marcoconstitucional. Vargas seala con mucha precisin los nuevosderechos que son concedidos a los pueblos indgenas en la nuevaCPE y las posibilidades que se les confiere para unareconfiguracin y un control de sus territorios. Igualmente presentalos lmites a dichos derechos y deja ver las trabas burocrticas queimpediran, la concrecin de las autonomas indgena originariocampesinas. Por otra parte, plantea la necesidad de implementarel nuevo modelo de desarrollo del vivir bien, un modelo deetnodesarrollo que por un lado revitalice y fortalezca la economade los pueblos indgenas; y por el otro, logre una equilibradarelacin entre el mercado y la economa comunitaria. Finaliza suartculo, sealando algunas tareas que deben ser desarrolladasrpidamente, en particular, buscando: la consolidacin de losterritorios indgenas y el financiamiento de programas querevitalicen la economa comunitaria.

    Por su parte, Moira Zuazo focaliza su atencin en lasautonomas indgena originario campesinas. En Democraciadirecta indgena: elementos para una democracia post liberal? elcaso de Bolivia, evala las autonomas indgenas en construccin,desde la perspectiva de las races de la democracia griega clsicay desde la perspectiva de las enseanzas que podemos extraerpara pensar elementos de democracia post liberal. Luego de hacerun repaso de la historia del pas y de examinar los postulados delEstado Plurinacional, trata de entender lo que es la identidadboliviana, la cuestin de la nacin y la conformacin reciente dela nacin de naciones. A continuacin presenta un rico anlisisde los Estatutos de la nacin originaria Uru Chipaya; de Aullagas;y de las autonomas: Guaran Charagua Iyambae, Totora Marka yMojocoya. De este anlisis comparativo se puede resaltar, el hechoque la base de la identidad colectiva de la nacin indgena, es unaconcepcin holista de la realidad que establece la relacin de lacomunidad con el todo/naturaleza. Por otra parte, se puedesealar que en tres de esas autonomas la asamblea congregativaes la instancia de poder soberano. En los otros dos casos, existeuna dualidad de poderes: la asamblea y un poder legislativo

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  • representativo. Estas formas de democracia congregativa, permitea Zuazo, al final de su texto, inferir algunos elementos de lo quepodra ser una democracia post liberal.

    El artculo de Daro Restrepo cierra la seccin temtica. Laparticipacin social en la construccin de lo pblico plantea unaimportante reflexin sobre estos dos importantes conceptos. Juntocon Nuria Cunill, Daro define lo pblico como una construccinhistrica as como una aspiracin social, que demanda leyes,instituciones, garantes, promocin y vigilancia contra losobstculos que se levantan ante un anhelo histrico emergente.En cuanto a la participacin social es algo complejo y Daromuestra bien los dilemas fundamentales de las prcticasparticipativas y las fallas frecuentes en la oferta de participacin.Concluye su ponencia con varios criterios que podran lograr unaverdadera participacin social, entre otros plantea, que lapoblacin debe estar lo suficientemente bien informada,permitindole elegir entre diferentes opciones de polticaspblicas, conociendo los impactos y efectos de dichas polticas.Adems, la participacin debe ser vista como un proceso, elseguimiento es fundamental, clave en la formacin ciudadana.De igual manera la rendicin pblica de cuentas, debe ser unescenario pedaggico y no una simple justificacin del activismogubernamental. Por ltimo, el autor seala que la participacintiene que tener una capacidad de incidencia, ya que es la nicaforma de fortalecer a la sociedad civil y a sus organizaciones.

    Con las colaboraciones de Sergio Villena y Manuel De LaFuente, en la seccin Reseas se presentan publicacionesrecientes sobre Ciencias Sociales y Humanidades en Bolivia.Finalmente, en la ltima pgina se encuentra la convocatoria alos lectores de Decursos para que escriban en la Revista del CESU.

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  • Sobre la dcada ganada, las polticassociales y la descentralizacin

    Un dilogo con Flix Bombarolo1

    DECURSOS (D:) La mayor parte de los pases de AmricaLatina han estado creciendo a tasas significativas en los ltimosaos. Tasas de crecimientos del PIB del orden de los 5% y 6 %, engran parte en razn de los altos precios de las materias primas.Es por este motivo que se habla de la dcada ganada o la dcadade oro como el Gobierno la llama aqu en Bolivia?

    Flix Bombarolo (FB:) Dcada ganada es el slogan que elgobierno kirchnerista plant en su discurso y en los medios en2013 como forma de conmemorar y, de paso, autocalificar los 10aos de gobierno del matrimonio Kirchner en la Argentina. Porqu ganada? Bueno, los argumentos que el gobierno esgrima porentonces y an esgrime-, hablan de:

    i. progreso econmico aumento del PBI, desendeudamientoexterno, industrializacin, incremento del salario bsico y delpoder de compra de los salarios-,

    ii. progreso social disminucin de los ndices de pobreza,ampliacin del nmero de jubilados y aumento de sushaberes, instauracin de la Asignacin Universal por Hijo(AUH), implantacin y sostenimiento de las paritarias2,

    1 Para comunicarse con l escribir a [email protected] Hablamos de convenciones colectivas de trabajo, acuerdos salariales entre empresas,sindicatos y gobierno.

  • descenso de los niveles de desocupacin, aumento delconsumo-

    iii. progresos en la promocin y restitucin de derechoshumanos - los juicios a los genocidas de la ltima dictaduramilitar, promulgacin de leyes de proteccin al menor, dematrimonio igualitario, de medios, de igualdad de gnero,de trata, entre otras-;

    iv. progresos en la inclusin y por momentos, liderazgo dela Argentina en la construccin de espacios de articulacin yfortalecimiento del bloque regional MERCOSUR, UNASUR,CELAC, y otros-.

    Cunto de cierto hay en estos argumentos? Los argumentosson casi incontrastables: mucho de esto que se dice,efectivamente ha ocurrido en estos aos en la Argentina, conmatices, pero as ha sido: las leyes estn, los jubilados estn, lasfamilias pobres cobran su AUH, los militares genocidas estnsiendo juzgados y muchos estn presos, el pas participaactivamente en los espacios regionales, etc., etc. El gobierno,entonces, habla de una dcada ganada en todos estos aspectos;y en verdad que comparndolos con la situacin poltica, socialy econmica del 2000-2002, ha habido ganancias; as ha sido.

    Esta situacin puede asimilarse en mayor o menor medida,con lo ocurrido en casi todos los pases de Amrica Latina (AL),que abandonaron una era de gobiernos militares y neoliberalesochentas y noventas- y abrazaron caminos polticos conducidospor gobiernos democrticos de orientacin segn su propiaautodenominacin- progresistas.

    D: Pero es una dcada que en lo econmico nos deja un sabor untanto amargo ya que la insercin de Amrica Latina al mercadomundial sigue siendo primario exportadora. El grueso de lasexportaciones de la casi totalidad de los pases latinoamericanos,incluyendo a Brasil y exceptuando Mxico y algn otro pascentro americano, son materias primas: minerales,hidridocarburos y/o productos agropecuarios. Tal vez en loeconmico se podra decir entonces que es una nueva dcadaperdida?

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  • FB: No soy economista y en verdad la economa no es mifuerte. Menos an para opinar sobre estos temas con certezasobre algn pas que no sea Argentina. Sin embargo, es posibledecir que, en el caso de mi pas, aqu comienzan los debatessobre la ganancia o no de la dcada que acabamos de transitar.Hay quienes sealan que, efectivamente, ms all de los discursosdel gobierno, no hemos abandonado ni un poco la matriz deproduccin primaria; de hecho, dependemos en gran medida dela produccin de soja y otras materias primas para sobrevivir minera, ganadera, etc.-, para mantener ms o menos equilibradala balanza comercial ingresos vs. egresos-. Qu pas entoncescon el discurso industrializador difundido en los ltimos aos?Porque parece que s existe acuerdo sobre la necesidad deagregar valor a los productos primarios, de generar ms trabajoa partir de una mayor tecnificacin e industrializacin del pas.Pero los nmeros an no parecen indicar que esto se hayaconseguido, ni mucho menos. Y es aqu donde aparece otro delos signos de estos tiempos: quin nos dice cunto aumenta odisminuye la produccin primaria en proporcin?, de dndeprovienen las cifras que nos permiten saber si crecimos y cuntocrecimos en los ltimos aos?, cmo se generan los datos sobrela pobreza, la inflacin, la desocupacin, el consumo, etc? Enla Argentina y tengo la impresin de que esto tambin sucedeen otros pases de Amrica Latina- hemos perdido la confianzaen las estadsticas, en las oficiales y tambin en las no oficiales.Y esto no es un dato menor. Dira ms: es un dato muy relevantey significativo, un reflejo de lo que sucede en la regin por estosdas. Tambalea nuestra confianza. En realidad no sabemosdemasiado de lo que nos pasa, porque una porcin importanteentre quienes miden y analizan nuestra realidad como pas, nosla presenta a travs de los medios, o a travs de consultoras,institutos, universidades, que han decidido jugar el partido delpro vs anti gobierno. Y entonces sesgan los datos, y miden unascosas u otras segn su parecer, y fuerzan la informacin para querefleje la parte de la realidad que ms les conviene presentar. Estose aprecia claramente en el tema seguridad: la prensa opositoraencuentra cada da un par de hechos sangrientos para mostrar yrepetir hasta el cansancio, amplifica estos hechos, busca datos

    Entrevista a Flix Bombarolo 13

  • que refuercen sus argumentos y presenten una situacin socialinsoportable, inadmisible: culpa del gobierno, dicen. Mientras losgobiernos, a su vez, relativizan los hechos de inseguridad ymuestran cifras en las que se demuestra todo lo contrario de lopresentado por los medios y la oposicin, argumentando que nosolo la inseguridad es una sensacin y no una realidad, sino que,adems, el delito ha disminuido en los ltimos aos: culpa de losmedios, aseguran. Cul es la realidad? Esto sucede con cada temarelevante incluido en la agenda cotidiana: inflacin, corrupcin,calidad de vida, medioambiente, etc. Y entonces, volviendo a tupregunta, y reiterando mi desconocimiento profundo sobre temaseconmicos, te dira que para el gobierno (para los gobiernosde AL?) la dcada pasada es tambin ganada en trminoseconmicos incremento del PBI, del poder adquisitivo delsalario, etc.), mientras que para la oposicin medios, partidos-la dcada ha sido perdida -primarizacin de la produccin,extranjerizacin de la industria, inflacin alta, etc) Quizs hayahabido avances y retrocesos, quizs se haya podido hacer msde lo que se hizo, o en otra direccin.

    D: En lo social sin duda hubo avances, la pobreza ha disminuidoen prcticamente todos los pases de Amrica Latina, no as lasdesigualdades que se han mantenido en muchos pases. Ser estala reduccin de las desigualdades lo que diferencia a los pasescon gobiernos de izquierda y aquellos que tienen gobiernos dederecha? Y una pregunta adicional, es vlida todava estaclasificacin izquierda, derecha?

    FB: Bonita pregunta. A m juicio, vivimos en una pocadonde los grandes relatos del siglo XX van desapareciendo, vandejando paso al pragmatismo: hago lo que se puede en el marcode posibilidades que el contexto permite. Heterodoxia pura ydura. En este sentido, lo que ha cado definitivamente enapariencia, al menos- es el discurso y la organizacin poltica deizquierda tal como la conocimos hasta la cada del muro deBerln. Ya no hay quien reivindique el sistema de produccincomunista ni los cubanos, dira yo-, ya no existe quienreivindique - seriamente, con una legitimidad social razonable- elcambio de modelo, el abandono del patrn de produccin,

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  • distribucin y consumo capitalista. Y si todos son/somoscapitalistas asumidos: qu le ha quedado a la izquierdalatinoamericana? Poco. Le ha quedado poco, le ha quedadopelear por el discurso reformista, un discurso propio de lospartidos populistas histricos, o de los partidos socialdemcratas.Se han limado las aristas, se ha estrechado el espacio ideolgico,la distancia entre los bordes entre izquierda y derecha. Porquetambin ha sufrido este recorte la derecha ms recalcitrante queha padecido la regin el siglo pasado. Porque as como la cadadel muro transform el rol de la izquierda en el mundo, esposible decir que el fin de las dictaduras militares de los 70s y80s y de los gobiernos ultraconservadores de los 80s y 90s,aparecen como el fin al menos momentneo- de los partidos ymovimientos despojados de sensibilidad social, autoritarios,ultraliberales, fcticos. Sin izquierdas revolucionarias y sinderechas ultraconservadoras, la arena poltica regional se muevedentro de una gama de grises bastante similar. Todo mundo seacomoda en ese rango neblinoso. Se corre de un lado al otro conmucha facilidad se acomoda-. Y quin ayer estuvo en Brasilcon el PT, hoy puede disputarle el poder desde fuera del partido,y quin ayer estuvo con el Kirchnerismo, hoy puede erigirse enprimera fuerza opositora, en ambos casos, con un levecorrimiento ideolgico. Lo que pocos hacen volviendo ahora ala primera parte de tu pregunta- es poner efectivamente en elcentro del debate la distribucin del ingreso, el acortamiento dela brecha entre ricos y pobres. Est en los discursos, s, pero seve muy poco en los hechos, en las polticas, en las propuestas.3

    Pocos pases del abanico progresista han realizado reformastributarias profundas y progresivas. Pocos pases han invertidoen serio en servicios pblicos de calidad vivienda, salud,transporte, educacin, seguridad-. Pocos pases -o ninguno?-han apostado a un cambio de patrones de produccin yconsumo, alentando la austeridad, impulsando con accionesconcretas la igualdad, la cohesin, la equidad social. Ser que

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    3 Estudios sobre la distribucin del ingreso en AL, y propuestas orientadas al desarrollocon equidad, son impulsadas des inicios de los aos 90 por organismos internacionalescomo CEPAL y el mismsimo Banco Mundial, sin embargo, poco se ha podido avanzaren ese camino.

  • el normal desarrollo del capitalismo no permite ir contra suspropias leyes de desarrollo y crecimiento? Ser que las fuerzaspolticas y econmicas concentradas en la regin no hanpermitido movimientos ms hondos? O ser que en realidad noha sido de inters verdadero de los gobiernos achicar la brechaentre los que ms y los que menos tienen, regulando losmercados, reformando los sistemas impositivos, invirtiendo enserio en servicios pblicos, promoviendo una cultura diferentedel consumo y el cuidado de los recursos naturales?

    D: Las polticas sociales en la poca neoliberal fueron msfocalizadas, dirigidas hacia los sectores pobres, se descuidaronpor lo tanto las polticas sociales universales. Esta situacin se hamodificado en la dcada ganada? Nos estamos acercando alanhelado enfoque de derechos?

    FB: El enfoque de derechos es, hasta el momento, solo unadeclamacin, una intensin. Y bienvenida sea! Definitivamentees mejor ir en la direccin del enfoque de derechos que reincidiren enfoques focalizados, cortoplacistas, asistenciales, estigma-tizantes. El enfoque de derechos est entre nosotros, excelente.Pero: cunto de lo dicho, de lo expresado y proclamado sobreeste enfoque por acadmicos, por organismos internacionales,por polticos, movimientos sociales, gobiernos, se hace efectivo?Poco. Muy poco an. Los movimientos de sin techo, las ONGsde hbitat y vivienda reclaman desde hace aos el derecho a unavivienda digna para todos los ciudadanos, reclamo transformadoltimamente en el derecho a la ciudad; los movimientosfeministas reclaman la equidad de gnero, los juveniles, elcumplimiento de las leyes de juventud, etc. etc. Se proclama y sereclama que el estado cumpla y haga cumplir lo acordado,firmado, legitimado y venerado: las constituciones nacionales,provinciales, estatales. Pactos sociales reformados, modernizadosen todos nuestros pases en la dcada de los 90, constitucionesrepletas de derechos para todas y todos los ciudadanos. Sinembargo, la distancia que existe an entre lo establecido y larealidad es amplia, muy amplia. Es posible pensar que se va enel camino correcto, pero que llevar tiempo alcanzar lo anheladoy escrito en esos documentos fundacionales; pero tambin es

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  • posible dudar de que algn da todo aquello que lasconstituciones ordenan, se cumpla. Porque en el fondo, hay unacontradiccin existencial en la normativa latinoamericana que serdifcil de remover, de saldar: se trata de constituciones, en esencia,liberales, defensoras en general de la propiedad privada, delderecho individual de las personas por sobre los derechoscolectivos. Y entonces sobreviene la pregunta: cmo afectar,intervenir desde el estado sobre la propiedad privada, sobre laacumulacin desmedida, sobre la explotacin de los recursosnaturales, sobre la herencia, etc., etc., si quienes disfrutan de talesbeneficios se encuentran amparados por derechos establecidosen las constituciones? Y si no se interviene sobre esto, sobre larenta obscena, sobre la especulacin inmobiliaria o financiera,sobre la concentracin del poder, sobre las corporacionesformadoras de precios, etc., cmo recaudar e intervenir desde elEstado en los mercados para hacer valer los derechos de aquellosque no accedieron a ellos an? Hay un conflicto de interesesen el que, por ahora, casi siempre, gana el inters privado. Y ganabsicamente por dos motivos: por un lado, porque quienadministra justicia en nuestros pases -el poder judicial-, se inclinahabitualmente por la ideologa dominante en nuestrasconstituciones, por la cultura dominante de nuestras sociedades,porque las propias sociedades estn presas de un cultura forjadaen las ltimas dcadas: la cultura del slvese quien pueda, la delemprendedor exitoso, la del tu puedes, la del mercado, la desoy un ciudadano, pago mis impuestos. Tenemos entonces,volviendo a la pregunta, un cuerpo de ideas en desarrollo, uncuerpo de normas formadas al calor de estas ideas pero, an, unamanera de ver y de hacer el mundo cultura- que al parecer vaen otra direccin. Pensamos entonces que con declamar, desdeel enfoque de derechos, que los ciudadanos tiene derecho a unavivienda digna, alcanza; mientras decimos esto -y cito el caso dela Ciudad de Buenos Aires, la ms rica en PBI de toda AmricaLatina- sucede que cientos de miles de habitantes de la ciudadviven en condiciones infrahumanas mientras cientos de miles deviviendas estn desocupadas, vacas, utilizadas como medio deespeculacin econmica. Pensamos entonces que con declamar,desde el enfoque de derechos, que todos tenemos derecho a la

    Entrevista a Flix Bombarolo 17

  • educacin, alcanza; y mientras decimos esto y cito el caso deChile y de muchos otros pases de Amrica Latina - quienesquieren acceder a educacin universitaria tienen que pagar cifrassiderales que excluyen, que cercenan el derecho proclamado. Obien nombramos con enfoque de derechos acciones que nadatienen que ver con este enfoque, como AUH de Argentina, o elfamoso Bolsa Familia, de Brasil o tantos otros programas detransferencias condicionadas de ingresos, programas focalizadosdisfrazado de universales, programas, por lo general, asistenciales,donde lo que se promueve es la estigmatizacin de la pobreza,ms que los derechos ciudadanos, que bien podran haberserestituido como tales a travs de leyes de ingreso ciudadano.Luego de este rodeo, respondo tu pregunta: parece que nosestamos acercando al enfoque de derechos, pero an es solo unparecer, y para colmo nadie nos asegura de que todos estemoshablando de la misma cosa cuando nombramos este enfoque.

    D: Pareciera que las polticas sociales buscan solamente aumentarlos ingresos monetarios y bienes de los ms pobres. No estncontribuyendo, como se afirmaba en uno de los encuentros deVinos e ideas 4 a mejorar los bienes pblicos y menos adesarrollar una sociedad ms segura, ms educada, msparticipativa y ms responsable ante el mundo natural y social.Cul es tu opinin al respecto?

    FB: Efectivamente, y retomando lo conversado a partir dealguna de tus preguntas, el incremento de ingresos y lapromocin del consumo estuvo en el centro de las polticaspblicas de nuestros pases durante la ltima dcada. Por qusucede esto? Por un lado, porque prevalece una concepcin de

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    4 VINO E IDEAS (VeI) es un espacio de debate y reflexin sobre cuestiones polticas,sociales y culturales que afectan la vida de millones de habitantes de Amrica Latina. Esun ciclo de encuentros que se realiza desde el ao 2000 en Argentina (Buenos Aires,Chaco, Tucumn, Santa Fe) y otros pases de la regin (Uruguay, Colombia). En sus casiquince aos de existencia, se han realizado cuarenta encuentros. En estos aos, hemosdiscutido abiertamente temas sensibles a la realidad de la regin: polticas sociales,desarrollo econmico, militancia juvenil, progresismo, participacin ciudadana,violencias, rol de la sociedad civil, entre otros temas. El ciclo es coordinado desde BuenosAires por Emilio Pauselli y Flix Bombarolo. Una mejor descripcin del ciclo y el resultadode lo conversado en los encuentros realizados, puede apreciarse en:https://sites.google.com/site/vinoeideas/

  • desarrollo sostenida en la satisfaccin de dos necesidadesbsicas: subsistencia y proteccin; a parir de all, la necesidad derepartir o generar condiciones para que las personas accedan aesos bienes o al dinero para comprarlo alimento, vestimenta,vivienda, infraestructura, etc.-. Por el otro, porque los indicadoresde pobreza en nuestros pases, an, se rigen por esta norma, poresta concepcin del bienestar humano; y entonces lo que indicael progreso y la superacin de la pobreza es el abordaje de lasllamadas necesidades bsicas insatisfechas y es lograr que losingresos de las familias superen la llamada lnea de pobreza.Ingresos, consumo, ingresos, consumo. De eso se trata eldesarrollo, an. Ms consumimos, ms se necesita producir, mstrabajo hay para la poblacin, que puede acceder al dinero paraconsumir, cubrir sus necesidades bsicas y superar la lnea depobreza, y volcar ms y ms dinero al mercado. Un aparentenegocio redondo para todos: para los empresarios que vendenms y que pueden contratar y explotar a ms trabajadores msganancia-, para los sindicatos que incrementan el nmero deafiliados -y tambin sus ingresos-, para los trabajadores, quetienen ms trabajo, para los comerciantes, que venden ms, paralos gobiernos, que exhiben logros aparentementeincontrastables, para la poblacin toda, que siente que tiene mspoder de compra para acceder al bienestar. Pero de qubienestar estamos hablando?, dnde queda en este esquema elimpulso de una sociedad menos fragmentada, ms cohesionada,dnde queda el sentido de pertenencia, los proyectos colectivos,dnde la promocin del respeto por la diversidad, la bsquedade acercamiento entre sectores sociales diversos?, qu pasa connecesidades humanas no incluidas en el esquema clsico delconsumo sin lmite: participacin, entendimiento, afecto, ocio,trascendencia? ver Max Neef 5.

    Muestra de esta manera de ver el desarrollo y las polticassociales es la importancia que se le ha dado durante esta dcada

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    5 Artur Manfred Max Neef (Valparaso, 26 de octubre de 1932 1 2) es un economista,ambientalista y poltico chileno, autor de varios libros, ganador del Right Livelihood Award en1983 y candidato a la presidencia de Chile en 1993. En ese mismo ao se editDESARROLLO A ESCALA HUMANA, un enfoque diferente a los modelos desarrollotradicionales: http://www.max-neef.cl/descargas/Max_Neef- Desarrollo a_escala_humana.pdf

  • a lo pblico, a lo comn, lo de todos, que sigue siendo por logeneral deficiente, precario, poco cuidado, poco mantenido, pocovalorado. Escuelas pblicas derruidas, de mala calidad educativa;hospitales pblicos sin equipamiento necesario; transportepblico de psima calidad; telfonos pblicos que ya casi noexisten; espacios pblicos calles, plazas, terminales de buses,etc.- maltratados, arruinados, precarizados. La inversin principalestuvo siempre focalizada, y lo sigue estando, en el logro deldesarrollo individual, personal. Mejor que la familia se compredos autos a que mejoremos el transporte pblico; mejor que sedesarrolle la medicina y la educacin privada, a que invirtamosfuertemente y crezcan la educacin y la salud pblica; mejor quela gente se compre el lote en las afueras con fondo y piscina, aque arreglemos y ofrezcamos parques y natatorios pblicos deexcelencia; y as sucesivamente. En esta lnea del slvese quienpueda consumiendo todo lo que quiera y pueda, ser difcillograr una vida plena, amena, amable, tranquila, trascendente, debuena vecindad, de respeto por el otro, bsicamente porque elotro importa poco en este esquema; poco y nada. En este sentidoes posible decir que, a pesar de los esfuerzos que algunos estadoshan realizado, la batalla cultural en favor de una sociedad msjusta, segura, equitativa, ambientalmente sostenible, pluralista,respetuosa, democrtica, solidaria, equitativa, etc -todasbanderas tradicionales del progresismo universal-, no se haganado ni mucho menos, lamentablemente.

    D: En la actualidad existen tensiones entre los interesescorporativos de ciertos sectores y el bienestar colectivo. Por ejemploen Bolivia tenemos las cooperativas mineras que defienden aultranza sus ganancias, muchas veces en detrimento de unhbitat saludable, de una efectiva proteccin del medio ambiente.Qu debera hacer el Estado en estos casos? Y las organizacionesdel tercer sector tienen algn rol que jugar?

    FB: Tu pregunta se alinea con el comentario anterior: estndispuestos nuestros estados a pelearse con las corporaciones, aabrir el espacio para el desarrollo de un mercado ms amplio,repartido, a interceder a favor del inters colectivo? A mi entender,hay aqu tres cuestiones que obstruyen esta posibilidad de

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  • intervencin estatal: por un lado, las corporaciones, en mercadoshiperconcentrados como los nuestros, son muy fuertes y sedefienden bien, claro -hasta dnde pueden luchar los estadoscontra las corporaciones y su ejrcito de abogados y la justicia que,por lo general, las ampara?-; por el otro, siguiendo con alguno delos argumentos compartidos, buena parte de las estructuraspartidarias que ejercen el poder en nuestros pases est, ms allde los discursos progresistas, ntimamente asociada a lascorporaciones poderosas -por qu enfrentarlas entonces?-; porltimo, el factor empleo, cmo pelearse con empresas que danempleo a miles de trabajadores? El caso de la minera se haconvertido en paradigmtico: es un negocio fabuloso para lasempresas mineras que obtienen en Amrica Latina ganancias queno podran obtener en ninguna regin del planeta-, para susempleados -que tienen un empleo, en general, bien pago-, paralos estados -que recaudan cantidades importante de dinero-. Peroes negocio para el conjunto de la sociedad?, para las poblacionesque viven a la vera de paisajes depredados, contaminados, para elconjunto de la poblacin que s paga impuestos y que no tiene losbeneficios impositivos que s tiene las mineras? Una nuevacontradiccin an no resuelta. Gobiernos que levantan la banderade la participacin pero que estn bastante poco dispuestos aldebate de ideas, al pluralismo; gobiernos que promuevensociedades ms justas pero que no han logrado disminuirsustancialmente la brecha entre ricos y pobres; gobiernos quepromueven lo colectivo, pero terminan impulsando el desarrolloindividual; gobiernos que se pelean en apariencia contra lasmaldades del capitalismo y su usina ideolgica, el liberalismo, peroque, en la prctica, no han generado en sus pases nada demasiadodiferente; gobiernos que hablan del proyecto colectivo,ciudadano, pero que son, en s mismos, la plena exaltacin delpersonalismo. Y contradiccin, tambin, porque: ms all de lacrtica, de exponer esta sensacin agridulce que nos deja tenerque poner en tela de juicio a gobiernos que levantan unas banderasque han sido motivo de lucha durante dcadas, hay que reconocerque no es mucho ms poderoso o estimulante lo que se apreciaen el espectro poltico de la oposicin. Contradiccin pura y durapues. Una sensacin extraa. Una necesidad de poner en cuestin.

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  • Pero a la vez, un deseo ntimo de que todo aquello que se dice ennombre del progresismo, efectivamente, se haga. Y sobre el rolde las llamadas organizaciones del tercer sector, qu decir. Hebregado durante varios aos contra enfoque trisectorial que senos ha querido imponer desde la sociologa funcionalistanorteamericana. Veo poca utilidad en organizar el anlisis de lasociedad, de las relaciones sociales, de los procesos de desarrollo,desde este enfoque. No creo que haya un tal tercer sectorhomogneo que tenga un rol particular asignado por la sociedad.No es lo mismo que el estado, no tiene mandato social, hay detodo bajo el paraguas del tercer sector: clubes de ftbolmultimillonarios, movimientos sociales combativos, pequeosgrupos de damas caritativas, asociaciones vecinales, institutos deinvestigacin, etc. Y dentro de ese aquelarre organizacional dedifcil parangn, cada organizacin hace cosas bien diferentes ycon ideologas de sostn bien diferentes tambin. A mi entendersu rol en estos momentos en AL, es secundario; un poco por elpapel centralsimo que ha asumido el estado, otro tanto, porqueen muchos casos se ha utilizado la figura supuestamenteindependiente de las ONGs para sumar apoyos o enfrentar a losgobiernos. Su credibilidad, entonces, tambalea. Hace unos aosescrib un artculo para una revista de la Universidad de Los Andes,Venezuela, se llama MITOS, MISERIAS Y EPOPEYAS DE LASORGANIZACIONES SOCIALES EN AMRICA LATINA. El artculodesarrolla el tema del tercer sector en la regin, su rol, suscontradicciones. Quizs lo encuentren an en la red. Quin loquiera, puede pedrmelo.

    D: La descentralizacin en algunos pases de Amrica Latina hacontribuido a una mayor participacin e inclusin social.Igualmente ha permitido mejorar el acceso a la educacin, a lasalud y a otros bienes pblicos. Se puede entonces considerar alas polticas descentralizadoras como una ms, tal vez la msimportante de las polticas sociales?

    FB: Bueno, estamos aqu ante otra de las cuestiones quenos ponen a pensar: qu cosa entra en las llamadas polticassociales? O mejor dicho: qu de todo lo que realizan losgobiernos -sus polticas pblicas-, no tiene un sentido social? Un

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  • amigo me dice siempre que la poltica social ms importante esla poltica econmica que, en el marco del capitalismo, es la quecondiciona principalmente la vida de las personas. Porqueestamos habituados a denominar poltica social -desde la Ley dePobres de la Inglaterra del siglo XVII hasta el momento, a pesarde la llegada del enfoque de derechos-, a la ayuda al desvalido,a las acciones de asistencia al pobre, al menesteroso, aldiscapacitado, al que se cay del sistema, o al que an no halogrado entrar. Pero en realidad, todo lo que hacen los gobiernoscon sus polticas es social, en tanto afecta, condiciona y definela cultura, las condiciones de produccin y reproduccin, lasrelaciones sociales, la calidad de vida de toda la poblacin, etc.No obstante esto, y regresando a tu pregunta, entiendo que s,que desde inicios de los noventa hemos depositado una fuerteesperanza en que los procesos de descentralizacin nos ayudena generar un desarrollo ms democrtico, ms horizontal, mspotente el famoso desarrollo local-. Todas las reformasconstitucionales de los 90s incluyen artculos que promueven ladescentralizacin del poder. Colombia y Ecuador picaron enpunta en estos procesos, tambin Chile aunque se trate de unpas unitario-. Pero el resto no se qued atrs. A mi entender, lasexperiencias de descentralizacin no han sido homogneas: porun lado, pueden verse localidades que han visto fortalecida suautonoma y han hecho con ella maravillas; estn los casos deMedelln Colombia-, Maip Chile-, Canelones Uruguay-,Morn Argentina-. Localidades que efectivamente han ganadoen democratizacin, en calidad de vida, en transparencia, endesarrollo econmico y social si es que fueran estas dos cosasdistintas-. Pero tambin existen otros casos que ponen enduda que el solo hecho de descentralizar alcance para generartodo aquello que anhelamos; no nombraremos aqu estasexperiencias, pero son claramente identificables: ciudades dondese han establecido caudillos que no abandonan el poder, quemanejan todo a su antojo, donde la corrupcin es ley, ciudadestomadas por la violencia, el narcotrfico, y donde la pobreza y elclientelismo poltico estn a la orden del da. O sea: ladescentralizacin puede ser un buen instrumento para generarun mejor desarrollo, pero no es garanta para que esto suceda.

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  • D: Y cundo puede ser un buen instrumento? Tal vez si noscuentas un poco de las experiencias que has citado, las deMedelln, Maip, Canelones o Morn, puedas mostrar lascondiciones o las premisas para que un Gobierno localefectivamente pueda generar un mejor desarrollo

    FB: Bueno, la definicin de lo que es bueno y lo que esmalo siempre es subjetiva. Sin embargo, podemos acordar en elmarco de esta entrevista, que existe cierta objetividad entendidacomo todo aquello considerado objetivo por la mayor parte de lasociedad en un determinado tiempo y lugar. Si as fuera, quizspodramos arriesgarnos y decir que entendemos que undesarrollo local es bueno, deseable, cuando genera mayorbienestar general, desarrollo econmico, inclusin social, libertadde expresin, participacin ciudadana, valorizacin e inversinen la cosa pblica, cultura democrtica, cuidado delmedioambiente, transparencia en la gestin, desarrollo culturalpleno, etc Pues en eso se han basado las administraciones delas ciudades citadas como ejemplo ms arriba.

    D: Al nivel intermedio (en nuestro caso los departamentos, enArgentina las provincias) tambin se le ha otorgado mayoresrecursos y competencias, Estn pudiendo hacer algo con ello, porejemplo en el caso de Santa Fe, donde existe un gobierno socialista?Y una pregunta adicional es posible un gobierno regionaldiferente, en pases que siguen siendo muy centralizados?

    FB: Parte de esta pregunta est respondida en la anterior.Me concentrar en la segunda parte de tus interrogantes: esposible descentralizar, en pases de economas y poder cada vezms concentrados? Veo all una contradiccin de difcil resolucin.Vivimos en pases en donde, en su mayora, la concentracin esnorma: grandes porciones de poblacin concentradas en pocasmegaciudades; grandes porciones de poder poltico concentradoen pocas o en una- personas; grandes proporciones de larenta acumulada en pocas muy pocas- empresas/familias;grandes corporaciones que ocupan y dominan amplios sectoresdel mercado. Es posible descentralizar en ese marco? En miopinin, los niveles de descentralizacin estn en relacin directa

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  • con la cultura de las sociedades, con la forma en que lassociedades organizan su forma de vivir, de distribuir el poder, eluso del suelo, la renta, las decisiones, etc. Y entonces: cmopodr Amrica Latina descentralizar en serio, si su cultura es,an, plenamente centralista? Se podr? En verdad ser difcil. Enmi pas, por ejemplo un pas federal con una constitucin de1994 altamente descentralizadora-, se aprecia poco de federalismoy descentralizacin. El gobierno central tiene atrapadas a lasprovincias a travs del dinero que les enva o les deja de enviar,porque es el estado central el que ms recauda por lejos-; porotra parte, los municipios estn atrapados, en su mayora, porcaciques locales que hace aos que ejercen el poder a travs dereelecciones indefinidas. Y tampoco es mucho lo que consiguenhacer con los recursos que pueden que tienen potestad- derecaudar. Por otra parte, es necesario estar atentos a lo siguiente:cmo resolver el problema de la inequidad de origen a la horade descentralizar? Vivimos en sociedades tremendamentedesiguales, ser justo que cada localidad se independice ydesentienda de lo que le pasa a otras localidades?, ser que, enalgn punto, la descentralizacin se transforma en injusta enpases donde existen municipios y comunas tremendamentepobres, y otras tremendamente ricas? Temas para debatir yaprender de la experiencia pues.

    Y sobre el caso de Santa Fe efectivamente, la nicaprovincia gobernada por una alianza entre el Socialismo, elRadicalismo y otros partidos menores- hay mucho por aprender.La alianza multipartidaria de centroizquierda gobierna la ciudadde Rosario capital de la provincia, tercera en cantidad depoblacin entre las ciudades del pas- desde hace ms de 20 aos;y lo ha hecho bien, con altos niveles de aceptacin, contransparencia, con amplios procesos de participacin, y con unarobusta y sostenida inversin social de calidad (salud yeducacin principalmente). Ese fue el trampoln el gobiernolocal- para que la alianza ganara la provincia y se proyectara atodo el pas: Hermes Binner, ex alcalde de Rosario y exgobernador de Santa Fe, sali segundo en las ltimas eleccionesdel 2011 con el 17% de los votos, detrs de Cristina Kirchner, que

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  • gan con el 54%. La experiencia sigue su marcha; quien suscribetiene la fortuna de colaborar con el Ministerio de Desarrollo Socialsantafesino desde hace varios aos, el trabajo es serio y sostenido.Un mojn, una luz en el panorama poltico argentino. Sinembargo, la pregunta que aparece en el horizonteinexorablemente es: es posible trasladar ese modelo al conjuntodel pas? En ese proceso de construccin nacional se est en estosmomentos; un proceso difcil. Difcil bsicamente por tresrazones: la primera, porque a medida que se ensancha el margende las alianzas a nivel nacional, se diluye, se desdibuja lapropuesta original, la de la gestin socialista rosarina; la segunda,porque buena parte de las provincias argentinas estndominadas polticamente por el justicialismo desde hacedcadas, y all el socialismo casi no tiene predicamento; y tercero,porque en el afn de sumar votos, la alianza liderada porSocialismo y Radicalismo se ha inclinado hacia la derecha, decideasumir el discurso republicanista-antikirchnerista para captaramplios sectores de clase media descontentos, y entoncesconfunde su discurso, el discurso que sostuvo la prctica de sugestin, una gestin posibilista, pero interesante. El socialismorosarino es primo hermano del frenteamplimo montevideano,comparten miradas, estilos de gestin austeros, apertura deespacios de dilogo, enfoque de derechos; a diferencia delproceso uruguayo, habr que ver si la alianza UNEN, que liderael socialismo en Argentina, puede acceder al poder y reproducirall esta mirada de la poltica pblica.

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  • Homenaje Barnadas

    Josep Mara Barnadas

    La ltima semana de septiembre muri acaso el msimportante historiador de la Colonia en Bolivia: Josep MaraBarnadas Andiach. Nacido en Catalua, se nacionaliz bolivianoa principios de los 90, se cas con Consuelo Jordn y tuvo 2 hijosvarones y 2 mujeres, pero igual conmemor el 50 aniversario desu ingreso a la Compaa de Jess.

    En la misa previa a su entierro, record que Barnadas habahecho suficientes mritos para obtener el Premio Nacional deCulturas, que desde 1999 se desdobl porque paralelamente, secre el Premio Gunnar Mendoza a la gestin cultural. Losgalardonados que son pocos, reciben un premio nico de 3.000dlares americanos, suma difcil de concebir para galardn tanimportante, pues por una consultora ellos cobraran mucho ms.Por eso insisto en hacer llegar al Ministerio de Culturas unproyecto de ley de pensin vitalicia a los Premios Nacionales deCulturas y a los Premios Gunnar Mendoza, a la gestin cultural.Para ello ya tenemos el nombre: se llamar Ley Josep Barnadas.Ley Barnadas.

    Barnadas fue director del Archivo y Biblioteca Nacionales,con sede en Sucre y su partida ha sido una enorme prdida parael pas. Entre muchas obras, le debemos el Diccionario Histricode Bolivia, un proyecto en dos tomos gigantes elaborado por ungrupo de expertos que l dirigi. Es una obra de consultaimprescindible para conocer nuestro pasado e incluso parapolemizar, como ocurre con el nombre del Primer Cancelario de

  • la Universidad Mayor de San Simn, que segn el Diccionario eraAndrs Mara Torrico y no Julin Mara Lpez. En el Diccionarioencontramos asimismo un archivo valioso sobre religiosos yreligiosas que vivieron en Bolivia.

    Barnadas se emparent con la familia Jordn muy queridaen Cochabamba, que ha dado numerosos ciudadanos valiosos alpas. Era una figura familiar en nuestra ciudad, que sola medirlaa pie, sin saber acaso que un da lo sorprendera la citaimpostergable con la muerte, como para pensar que todosestamos en la sala de preembarque y que a ninguna edadtenemos la vida comprada.

    Como miembro del directorio del Archivo y BibliotecaNacionales, cuyo director actual es Juan Carlos Fernndez y queforma parte de la Fundacin Cultural del Banco Central de Bolivia,me siento muy dolido por tan terrible prdida. Pero adems meune a los deudos un sentimiento de solidaridad y cario que seredoblan por la ausencia de una personalidad tan valiosa.

    Su nombre completo era Josep Mara Barnadas Andiach.Era cataln de nacimiento (nacido en Alella en 1941) pero sehaba especializado en la historia colonial de Bolivia, donde vivibuena parte de su vida. Sali bachiller en Quito, en 1961 ylicenciado en Humanidades Clsicas en la Universidad Catlicadel Ecuador, ttulos a los cuales agreg el de Licenciado enFilosofa y en Doctor en Filosofa y Letras por la Universidad deSevilla en 1971.

    A su celo se debe la fundacin del Archivo Eclesistico deChuquisaca y de la Academia Boliviana de Historia Eclesistica,como tambin la Revista Historia Boliviana, de la cual fue fundadory director. Era miembro de nmero de la Academia Boliviana deHistoria, de la Sociedad de Geografa e Historia de Sucre, de laSociedad Boliviana de Estudios Clsicos y Acadmico de la RealAcademia de la Historia, incorporado en Madrid en 2002.

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  • Su aporte al conocimientode Charcas se refleja en su obraCharcas, 1535-1565. Orgeneshistricos de una sociedadcolonial (1973); el Diccionariohistrico de Bolivia, (2 tomos,2002) y Bibliotheca BolivianaAntiqva. Impresos coloniales(1534-1825) publicada en dostomos en 2008. Charcas fueinicialmente publicada porCIPCA hace como cuatrodcadas; el Diccionario contienems de 3.800 entradas sobrenuestra historia escritos por msde 300 autores, y est basado enuna iniciativa original de AlfonsoCrespo Rodas. La Bibliotheca esuna de las grandes fuentes dereferencia documental en elperodo 1534 y 1825.

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    Josep Mara Barnadasen su biblioteca.

    Gentileza de Los Tiempos

  • Su actividad infatigable de investigador en fuentes primariasle hizo rescatar varios libros valiosos como Relaciones jesuticasde Mojos, La descripcin del Per de Pedro de la Gasca y la Brevedescripcin de las reducciones de Mojos, del jesuita Francisco Eder.A estos estudios se debe la biografa de Gabriel Ren Moreno yel estudio sobre el Padre Barba, autor del Arte de los Metales; deCarlos Felipe Beltrn, prroco precursor de la educacinintercultural; del cronista Pedro Ramrez del Aguila, del hroe dela independencia Mariscal Otto Felipe Braun, del filsofo AlfonsoQuerejazu Urriolagoitia y del cardenal Clemente Maurer.

    No es el menor de sus mritos reconocer la cara indgena ycampesina de nuestra historia subrayada por Jrgen Riester yXavier Alb, as como la historia del pueblo aymara. A ello sesuma la revista Historia Boliviana, que apareci durante 7 aos,135 artculos de revistas especializadas y traducidas al alemn,latn, italiano e ingls, as como aquellos textos compilados enhomenaje a Gunnar Mendoza y a Werner Guttentag y lacolaboracin que realiz para publicar los artculos del presbteroEnrique Jimnez.

    Pero estos son datos que uno puede encontrar en Internet.Lo importante es la certeza de haber perdido un hombre dotadode un tesn infatigable y una voluntad de hierro para ejecutaruna obra cumbre de las letras bolivianas, que lo emparenta ahistoriadores y archivistas como Gunnar Mendoza y Ren ArzeAguirre.

    Ramn Rocha Monroy

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  • El sistema electoral y la representacinpoltica sub nacional: El caso de las

    asambleas legislativas departamentalesde Cochabamba y de Oruro

    Erika Brockmann Quiroga1

    1. INTRODUCCIN NECESARIA

    A partir de la reforma constitucional de febrero del 2009,el Estado boliviano adopt una organizacin multi autonmicacompuesta por tres niveles territoriales de gobierno subnacionales reconocindole capacidades legislativas e igualjerarqua. Se trata de los niveles departamental, municipal eIndgena Originario Campesino (IOC), incluyendo a la AutonomaRegional de tipo hbrido por no contar con capacidadeslegislativas y ser un espacio a definirse con fines de planificacin.En este marco, a cuatro aos de instalarse los nueve GobiernosAutnomos Departamentales (GAD) y de aprobarse la Ley Marcode Autonomas y Descentralizacin (LMAD) 2 , el presente estudiotiene por objeto analizar la conformacin, rasgos de larepresentacin poltica y el avance institucional de las Asambleas

    1 Psicloga de profesin, con estudios de post grado en Gnero, Magister en Ciencia Poltica/ CIDES-UMSA y con un Diplomado en Educacin Superior (CEPIES-UMSA).Parte delpresente estudio cont con el patrocinio de la Fundacin de Apoyo al Parlamento y laParticipacin Ciudadana (FUNDAPPAC) En su versin preliminar, fue presentado en elXXXII Congreso de la Asociacin de Estudios Latino Americanos (LASA), Chicago, ILMayo21 - 24, 2014. La autora quiere agradecer al Lic. Juan Jos Ayaviri por su colaboracin.

    2 Ley Marco de Autonomas y Descentralizacin Andrs Ibez Ley n 031. Ley de 19 dejulio de 2010.

  • Legislativas Departamentales (ALD) de Cochabamba y de Oruro(ALDO) constituidas el ao 2010.3

    El documento incluye, en su parte introductoria laspreguntas centrales que orientan esta indagacin, as comoreferencias metodolgicas y conceptuales imprescindibles. Lossiguientes segmentos resumen los principales hallazgos derivadosde la observacin de la realidad de las ALD de Oruro yCochabamba.

    Finalmente, una ltima seccin resume los problemas mssignificativos detectados, plantea algunas conclusiones a fin dereformular o validar las premisas subyacentes en las preguntasplanteadas, las mismas que se sealan a continuacin.

    Cul es el perfil y el desempeo de las y los asamblestasque, como representantes electos, liderizan el procesoestatuyente del primer GAD en Oruro y Cochabamba?

    Son varias las investigaciones que se refieren a laruralizacin de la representacin y la gestin poltica y ala sobre representacin rural de las Asambleas Cmo semanifiesta y explica este rasgo en las ALD de Oruro,Cochabamba y otras aqu referidas?4

    Qu tipo de subsistema poltico se configura en ambosdepartamentos?

    Cul ha sido la orientacin y alcance de la produccinlegislativa departamental?

    Existe alguna relacin o influencia del sistema electoral ydel sistema de gobierno (presidencialismo reforzado) sobre

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    3 El 30 de mayo del 2010, se posicionaron por vez primera, nueve gobernadores, 267asamblestas departamentales, ocho subgobernadores provinciales en el caso del Beni y11 ejecutivos seccionales en Tarija a nivel de los 9 departamentos, inaugurando el EstadoPlurinacional con Autonomas. Adems de los 9 Gobernadores y sus Asamblestas seeligieron 337 alcaldes y los 1851 concejales municipales que hacen parte del nivelautonmico local municipal vigente desde el ao 1995. As mismo 11 municipiosiniciaron su proceso de conversin en Entidades Autnomas Indgenas OriginariasCampesinas (EAIOC) las Leyes de Rgimen Electoral Transitorio 4021de abril de 2009 y017 de mayo del 2010) constituyeron el marco normativo transitorio de este proceso.

    4 Moira Zuazo 2008; Zuazo y otros, 2012; Do Alto y Stefanoni, 2010 y Stefanoni, 2010.

  • la gestin poltica, institucional y territorial de los GAD yen el tipo de relacionamiento inter-gubernativo?

    En base a estas preguntas, se hizo la aproximacin a lanueva realidad territorial del Estado Plurinacional con Autonomas(EPA) en estos dos departamentos tomando en cuenta los avancesen la consolidacin de la estructura y organizacin de las ALD enel marco del proceso estatuyente5. Se observ su funcionamiento,el perfil y el desempeo de la funcin representativa de susmiembros, a la luz de la influencia de los sistemas electorales yotras variables polticas relevantes en cada espacio territorial subnacional.

    En trminos metodolgicos, se realiz una serie deentrevistas cortas y otras en profundidad a AsamblestasDepartamentales de Oruro y Cochabamba tomando en cuentacriterios de pluralidad poltica y de equilibrio generacional y degnero. Se entrevist tambin a un conjunto de asesores deambas ALD. Se procedi al anlisis de informacin secundariarelacionada con la produccin legislativa y normativa generadahasta el mes de diciembre del 20013, haciendo nfasis en losaspectos relativos a la elaboracin de los Estatutos Autonmicos(EA), de los Planes de Desarrollo Departamental (PDD), PlanesOperativos Anuales (POA) y otros productos pertinentesgenerados por las ALD tales como sus Gacetas oficiales.Paralelamente, se revis la informacin electoral con nfasis enla geografa electoral, en los equilibrios territoriales ypoblacionales de la representacin y en el comportamiento delvoto ciudadano. Por la relevancia y el valor metodolgico delanlisis de la gestin de conflictos, se hizo referencia a algunosproblemas registrados durante estos primeros aos de la gestinautonmica sub nacional.

    El sistema electoral y la representacin poltica sub nacional 33

    5 Siguiendo a Joan Prats (2009), la nocin de Estatuyente alude al itinerario eminentementepoltico que abarca la demanda autonmica, el reconocimiento constitucional de esederecho y el consiguiente desarrollo (concertacin, formulacin, aprobacin) del EstatutoAutonmico (EA) a fin de asumir la condicin de Entidad Territorial Autnoma (ETA).En suma, el proceso trasciende la fase del trmite de formalizacin del EA, que deacuerdo a ley entran en vigencia una vez cumplido el control constitucional y sersometidos a referndum de aprobacin.

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    1.1. Antecedentes y aspectos conceptuales

    Las elecciones de los nueve GAD se realizaron bajo elmarco normativo establecido en un rgimen electoral transitorioen el cual, salvo algunos matices, la eleccin de la mximaautoridad ejecutiva (Gobernador) se daba por sufragio universalde manera directa, por mayora simple y separada de susrespectivos rganos legislativos. La conformacin de las nueveALD se produjo en el marco de sistemas electorales diferenciados.Por un lado, los departamentos de Pando, Beni, Santa Cruz yTarija denominados en su momento como la media lunatensionaron su relacin con el gobierno central y se basaron enmodalidades electorales distintas segn las disposiciones de suspropios Estatutos Autonmicos (EA), los mismos que debanadecuarse a los trminos establecidos por la Constitucin Polticadel Estado (CPE).

    Por otra parte, los primeros GAD en Cochabamba, Oruro,Chuquisaca y Potos, inicialmente opuestos a la autonoma6, seconstituyeron teniendo como marco normativo un sistemaelectoral transitorio uniforme de tipo mixto, entre tanto adoptasenel suyo propio en sus respectivos EA. Esta normativa defini laconformacin de las ALD en base a un nmero equivalente derepresentantes por territorio electos por mayora simple encircunscripciones uninominales provinciales y de representanteselectos por poblacin en circunscripcin departamentalplurinominal en base a sistema de asignacin de escaosproporcional. Corresponde indicar que, una vez realizados loscomicios el 2010, la frmula de clculo y asignacin de escaosse defini y aclar mediante la Directiva N. 31 del rganoElectoral. En esta directiva, se estableci una modalidad paralelae independiente de asignacin de escaos territoriales ypoblacionales sin frmula de ajuste proporcional. Por otra parte,en todos los casos, excepto el departamento de Potos, el sistemaincorpor cuotas de representacin de los pueblos indgenas

    6 En el referndum autonmico del 2006, esos departamentos se opusieron a lasAutonomas siguiendo la consigna del Movimiento al Socialismo (MAS) liderado por EvoMorales, opuesto a la propuesta autonmica de la media luna.

  • minoritarios presentes en el departamento. (Ver Anexo I,Composicin y Sistemas Electorales de las 9 ALD).

    Ahora bien, a fin de abordar las respuestas a las preguntasarriba establecidas, el anlisis del comportamiento de las ALD nosremite a considerar la problemtica de la representacin poltica,en tanto tema complejo y persistente en la teora poltica y social,tomando como referencia general la tipologa desarrollada en lasltimas dcadas por Pitkin (1985)7. Tambin se hace referencia ala representacin /representatividad, como mandato imperativotambin concebido como delegativo, contrapuesto al mandato detipo fiduciario con mrgenes mayores de libertad en el desempeodel representante. El mandato imperativo implica la obligatoriedadde honrar la definicin establecida por la base de representadosen corporaciones y partidos restringiendo el grado de libertad yautonoma o visin basada en el inters general del mandatofiduciario (en Zegada y Komadina, 2014:102) o de la idea de larepresentacin como responsabilidad que plantea Pitkin.

    Por otra parte, se recurre al concepto de ruralizacin de larepresentacin desarrollado por Moira Zuazo (2008, 2014) quiense refiere al carcter eminente ruralista en la que se ancla la visindel pas de actores campesinos e indgenas. Se trata de actores deorigen rural empoderados polticamente a partir del impulsoincluyente de la ley de Participacin Popular de 1994 en losmunicipios y de la legitimacin, mediante el voto, de diputadoselegidos en circunscripcin uninominal. Paradjicamente, segnZuazo (2014: 270) esta tendencia a la ruralizacin se consumaraal aprobarse una CPE cuyo horizonte ruralista irrumpe cuandoBolivia confirma su condicin de pas predominantemente urbano.

    El concepto ruralizacin de la poltica no se restringe ala condicin de origen y residencia geogrfica o territorial de

    El sistema electoral y la representacin poltica sub nacional 35

    7 Segn Cotta Maurizio ( 1995:265-308) Hanna Pitkin reconoce cinco variantes , larepresentacin (1)como cesin de autoridad, (2) como responsabilidad , (3)espejo ofotografa de una realidad o rasgos - tambin llamada descriptiva o sociolgica, (4), comoevocacin simblica y (5)como accin e intereses de alguien que no puede o no deseaparticipar, o sustantiva. A la de espejo se asocia la nocin de proximidad recuperadaen el estudio de Zegada Komadina ( 2014:109) en base al aporte de terico de lademocracia radical de Le Bart y Le Lefebvre.

  • los actores empoderados. Como seala Zuazo esta inclusin yempoderamiento poltico de actores fundamentalmente ruralescoincide con la movilizacin de poblacin migrante rural yoriginaria quechua y aimara que engrosa los cordones perifricosde las ciudades. En este proceso el poblador rural migrante vivela ciudad como ciudadano de segunda clase experimentandola marginalidad, la desigualdad en el acceso a los servicios, queson promesa de la urbanizacin. La frustracin revivida o pobrezarevivida en la ciudad (Zuazo, 2014:204) acumula sentimientosque, lejos de contribuir a procesos de individuacin yconstruccin de una ciudadana consciente de deberes yderechos, confronta la institucionalidad y exacerba la nostalgia yun imaginario que idealiza el pasado rural, campesino y de lavida en comunidad homognea.

    Por otra parte, conceptualmente se toma la idea de laconstruccin, desarrollo y funcionamiento institucional de unaentidad representativa como la ALD que est influenciada por eldiseo que modela sus instituciones polticas. Ya Nohlen (1991)demostr la mutua influencia e interrelacin de los sistemas degobierno, electoral y de partidos8 (u organizaciones polticas) enla dinmica del comportamiento del sistema poltico y en laconstruccin de su institucionalidad. En Bolivia, tambin existedocumentacin que permite comprender este tipo deinterrelaciones (Ayo, D. 2007; Mayorga, F. 2011; Brockmann,2013). En este marco, tambin se destaca el aporte de ODonnel(1992) respecto a la idea de la omnipotencia presidencial de lasDemocracias delegativas e institucionalmente dbiles y delPresidencialismo reforzado (Lanzaro, 2001).

    Finalmente, la relacin existente entre representacinpoltica, territorio y planificacin de la gestin pblica subnacional se funda en la nocin de territorio trabajada por GloriaArdaya (2009: 58) a partir de diversos autores, entendiendo alterritorio como laextensin terrestre delimitada que incluye una

    Decursos N 2936

    8 Se adopta el trmino Sistema de Partidos para aludir al Sistema de OrganizacionesPolticas. Desde el 2004 y la legislacin electoral, establece que la representacin polticapuede ser ejercida por Particos Polticos, Agrupaciones Ciudadanas y Pueblos Indgenas.An no se ha actualizado la legislacin aplicable a las Organizaciones Polticas.

  • El sistema electoral y la representacin poltica sub nacional 37

    relacin de poder o posesin por parte de un individuo o ungrupos social La territorialidad est asociada a la idea de poderpblico, estatal o privado en todas las escalas. La territorialidades apropiada en trminos de derechos, hechos y afectivamente,a partir de ello se desencadenan dinmicas cambiantes yconflictivas que derivan en regionalismos que se expresaran endistinta dimensin e intensidad.

    Bajo estas premisas conceptuales, subyace la hiptesisrelativa a la importancia del diseo institucional y del sistemaelectoral vigente como factores que contribuyen a lafragmentacin/atomizacin de la gestin y la representacin desus miembros. Complementariamente, se apela a la nocin decorporativismo asociada a comportamientos particularistas de laorganizacin colectiva, expresando la dificultad de ampliar elhorizonte de visibilidad de la comarca o de los interesessectoriales diluyendo la nocin del inters general y comn de lacomunidad poltica diversa.

    2. LA ASAMBLEA LEGISLATIVA DEPARTAMENTAL DECOCHABAMBA9

    La ALD de Cochabamba est compuesta por 34 repre-sentantes electos bajo un sistema mixto, mayoritario yproporcional, incluyendo a 16 representantes por territorio,electos bajo sistema de mayora simple en circunscripcinuninominal en cada una de las 16 provincias del departamento10.Otros 16 conocidos como Asamblestas por poblacin, electos encircunscripcin departamental plurinominal por sistema

    9 Segn el Censo Nacional de Poblacin y Vivienda 2012 (CNPV 2012), el Departamentode Cochabamba cuenta con 1.758.143 habitantes. Es el tercero ms poblado en el pasy con mayor densidad poblacional (31.6 hab/km2). Poltica y administrativamente estdividido en 16 provincias y 47 municipios. Segn el Censo 2012 su poblacin urbanarepresenta el 68% siendo un departamento de contrastes y con mayores desigualdadesDe acuerdo al ndice de Desarrollo Humano (IDH) el municipio de Cochabamba tieneel mayor ndice IDH de Bolivia y Arque el ms bajo del pas. 17 de sus municipios, estnentre los 167 ms pobres del pas. Su aporte al Producto Interno Bruto (PIB) nacionaldescendi de 18.3% a 14.3 % debido al significativo incremento y distorsin que generaextraordinario crecimiento de los sectores hidrocarburfero y minero.

    10 La Provincia es una unidad poltica administrativa reconocida por el ordenamientoconstitucional republicano, no constituye nivel de gobierno, no tiene competencias, noes generador de recursos ni sujeto de transferencias fiscales.

  • proporcional y, finalmente, dos representantes de circunscrip-ciones especiales indgenas, pertenecientes a los pueblosminoritarios Yuqui y Yuracar11 asentados en el trpico deCochabamba electos segn usos y costumbres.

    Corresponde destacar que la ALD, adems de aprobar elPlan Departamental de Cochabamba para Vivir Bien (PDCVB 2013-2017), luego de tres aos - el 13 de noviembre de 2014- aprob elEA por dos tercios de votos de la mayora del Movimiento alSocialismo (MAS) continuando su tramitacin ante el TCP. Ahorabien, en ambos instrumentos normativos se reconoce a la regincomo espacio de planificacin y gestin pblica e institucionalizanla figura de subgobernadores regionales, hecho que ampla lanocin de la gestin territorial ms all de los lmites de entendidacomo un espacio que comparte caractersticas comunes y puedeabarcar a mas de una provincia y sus respectivos municipios. ElPlan reconoce las siguientes regiones: 1. Regin Andina; 2, ConoSur, 3) Valles Alto y Bajo, 4) Trpico y 5) la Metropolitana, siendosu propsito lograr una gestin ms integral del desarrollo ycorregir las tendencias atomizadoras de la inversin pblica en elDepartamento.

    La ALD est organizada en una Directiva compuesta porcinco miembros contando con seis Comisiones de trabajoconformadas por cuatro a seis miembros12. El Orden del Da y sela determina en reunin de Directiva con representantes de lasfuerzas polticas, aunque debido a su presencia dominante, elMAS impone la agenda a tratarse.

    Polticamente, desde las elecciones presidenciales realizadasel 2002 hasta las ltimas sub nacionales de abril del 2010, eldepartamento de Cochabamba es considerado bastin del MASliderado por el Presidente Evo Morales. En las elecciones

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    11 De acuerdo al CNPV 2012, la poblacin Yuqui y Yuracar sera de 202 y 3394respectivamente.

    12 En orden correlativo las Comisiones son. Comisin I: Desarrollo Institucional,Administrativo y de Transparencia, II: Desarrollo Econmico Plural, Produccin eIndustria III: Desarrollo Humano Integral y Poltica Social, IV: Organizacin Territorial yEntidades Territoriales Autnomas V: Interculturalidad, Derechos Humanos y SeguridadIntegral y VI: Madre Tierra y Medio Ambiente

  • presidenciales del 2005 y del 2009 obtuvo un 64.9% y 68.9% devotos respectivamente. En las elecciones municipales del 2004obtuvo la primera mayora en 34 de los 45 municipios existentesentonces, aunque en la primera eleccin de Prefectos del ao 2006,se dio el triunfo a una fuerza de oposicin liderada por ManfredReyes Villa, ex alcalde del municipio de Cercado y jefe de NuevaFuerza Republicana (NFR) partido de origen regional con una fugazpresencia nacional desde el ao 2002. En las eleccionesmunicipales del 2010 el MAS obtuvo el 50% logrando la primeramayora en todos los municipios excepto en seis. Ese mismo ao,accedi a la gobernacin con un 61.9% de votos a favor de sucandidato. Estos son los antecedentes poltico electorales querodearon la constitucin de la primera ALD aqu estudiada.

    Es importante precisar que, del total de votos emitidos(819.601) en las elecciones sub nacionales del 2010, dos provincias(Cercado y Quillacollo) aportaron con el 59% de los votos,mientras que las 14 provincias con el saldo; del cual Chapare yCarrasco cubren el 51% restante. Resulta evidente la desproporcinque tiene la votacin de asamblestas territoriales. As, mientras elAsamblesta de Cercado representa un distrito con 332.142 votosemitidos, la suma de los votos para los cuatro asamblestas deprovincias escasas de poblacin no supera los 30.000, en ningunade ellas se registr la emisin de ms de 10.000 votos.

    De los 34 miembros titulares de, 29 miembros pertenecena la fuerza mayoritaria (MAS), a la que se alinearon los dosasamblestas representantes de los pueblos Yuqui y Yuracar. Elbloque minoritario de la oposicin est representado por cuatromiembros de por Cochabamba (TPC)13 y uno del Movimiento SinMiedo (MSM) todos representantes poblacionales. El siguientecuadro refleja que el MAS con 60.7 y 64.0 por ciento de los votospara sus asamblestas obtuvo el 86% de los escaos. Mientrastanto, el TPC con un 24.8 y 21.6 por ciento tiene el 11% de losespacios y el MSM, con 10.7 y 11.6 por ciento logr apenas el 2%de los escaos.

    El sistema electoral y la representacin poltica sub nacional 39

    13 Alianza de Unidad Nacional (UN) con Consenso Popular (CP) hoy desarticulada.

  • Adems de la desproporcin de la representacin territorialbasada en la provincia, es posible observar la sobrerepresentacin del MAS y el efecto excluyente de esta modalidadelectoral respecto al partido o partidos minoritarios. Para Mayorga(2011) este efecto del sistema mayoritario fue agravado comoresultado de la antes mencionada Directiva 31 del organismoelectoral emitida tardamente a fin de aclarar la frmula deasignacin de escaos poblacionales y territoriales. Mediante estadirectiva, se impidieron ajustes que aseguren mayor equilibrio yproporcionalidad en la representacin de las fuerzas polticasrepresentadas.

    Las distorsiones afectaron a provincias predominantementeurbanas y con poblaciones intermedias, en los que el partido opartidos minoritarios obtuvieron entre 30 y 50% de votos vlidos.En el otro extremo, se observan provincias en las que la oposicinestuvo ausente del proceso electoral. Esta ausencia de laoposicin en distritos eminentemente rurales se explic a partirde la debilidad de sus organizaciones, a la dificultad de accedera ciertas reas donde el voto consigna de la comunidad ruralcierra el paso a opciones plurales.

    Cuadro N 1 Cochabamba: Votacin obtenida por las fuerzas polticas y

    porcentaje de representacin en la ALD(En porcentajes)

    No incluye a los dos representantes indgenas electos por procedimientos propios

    Fuente: Elaboracin propia en base al Atlas Electoral de Bolivia, 2013.

    Llama la atencin que, en cinco de las 16 provincias, losvotos nulos y blancos superaron el 40% de los votos emitidos

    Tipo de Voto MAS TCP MSM Blancos Nulos

    Asamblestaspor poblacin 60.7 24.8 10.7 30.8 6.9

    Asamblestaspor territorio 64 21.6 11.6 25.7 5.1

    No. y Porcentaje escaos

    2986%

    411%

    12%

    Decursos N 2940

  • para la votacin de los asamblestas territoriales. El menorporcentaje de votos blancos y nulos se registr en la provinciaCercado con 24%. De hecho este abultado porcentaje de votosblancos y nulos, podra atribuirse al desconocimiento y falta deinformacin de los electores sobre un nivel de gobierno, tipo yprocedimiento de votacin antes desconocido que contemplabael marcado de votos diferenciados para el gobernador y losrespectivos asamblestas territoriales y por poblacin.

    Pese al principio de paridad y alternancia reconocido porla legislacin electoral, solo siete mujeres son asamblestastitulares, electas de la lista proporcional por poblacin. Ningunamujer accedi a la titularidad de la representacin territorial.Luego de tres aos de gestin y, en virtud de acuerdos dealternabilidad con sus respectivos titulares, 12 mujeres figurancomo miembros titulares de las comisiones. Dos de las cualesforman parte de la directiva. Por otra parte, la edad promediode sus asamblestas es de 40 aos, siendo el menor de 20 aosy el mayor de 68.

    En relacin a la composicin y perfil personal de susmiembros, salvando excepciones vinculadas a profesionalesinvitados por el MAS y de aquellos representantes de TPC, la granmayora naci y tiene una experiencia de vida relacionada a laprovincia, al mundo rural, a la actividad sindical campesina. Sepercibe una diferenciacin en la percepcin, roles y tipo dedesempeo de los representantes citadinos urbanos, invitadosdel MAS y de la oposicin y aquellos de pertenencia rural ycorporativizada.

    El rasgo de la ruralizacin de la poltica en suscomponentes indgena, campesino, minero o de vecino de capitalde provincia se vera expresado en 14 de los AsamblestasTerritoriales sumando 16 con los dos representantes decircunscripcin especial indgena. En el caso de los Asamblestaspor Poblacin, el representante del MSM y siete del MAS, en totalocho de los 16 reconocen tener origen campesino y base derepresentacin eminentemente rural. En trminos cuantitativos,se confirma que 24 de los 34 Asamblestas, tiene un origen y base

    El sistema electoral y la representacin poltica sub nacional 41

  • de representacin rural, cifra que representa aproximadamente70% de los escaos de los escaos de la Asamblea.

    En otras palabras, adems del efecto excluyente de larepresentacin de organizaciones polticas minoritarias en lacomposicin porcentual general de, este desequilibrio se expresatambin en trminos de rea urbano/rural. En este sentido,tomando en cuenta la distribucin poblacional urbano /rural delcenso 2012, aproximadamente el 70% de los escaoscorresponden al 36% de la poblacin rural. Mientras el 30% delos escaos representaran al 68% de la poblacin urbana.

    En el caso analizado, la presencia ruralista mayoritaria serefuerza por el efecto combinado no solo del sistema electoralque plantea un equilibrio entre representantes por poblacin ypor territorio, sino tambin por el carcter y origeneminentemente rural campesino del MAS14 como fuerzadominante, donde no solo los asamblestas territoriales sinotambin una cuota importante de los poblacionales, tienen racesagrarias vinculadas al sindicalismo campesino del valle y de losproductores de la hoja de coca, de cuyas seis Federaciones, EvoMorales es Presidente.

    Respecto al rol y desempeo de los asamblestas, en eloficialismo, un grupo de asamblestas con formacin universitariase encargaron del trabajo de elaboracin del EA; otros, unamayora, encararon las tareas en el territorio, es decir, encuentros,cumbres, reuniones, talleres, etc. Estos ltimos valoran supermanente contacto con las organizaciones sociales queoriginaron su mandato, entre las que se destacan los sindicatoscampesinos y de productores de coca que tienen un vnculohistrico y orgnico con el MAS, as como otras organizacionesgremiales y fabriles alineadas corporativamente al partido degobierno.

    Decursos N 2942

    14 Siguiendo a tericos de los partidos, el MAS seria tipificada como una organizacin deorigen campesino y de filiacin indirecta. Tres organizaciones sociales propiciaron suconstitucin (trillizas)La Confederacin Sindical nica de trabajadores Campesinos deBolivia (CSUTCB),La Confederacin Nacional de mujeres campesinas, IndgenasOriginarias de Bolivia Bartolina Sisa (CNMCIOB-BS) y la Confederacin Nacional deComunidades Interculturales del Bolivia (CNCIB) (antes de campesinos colonizadores).

  • La oposicin, por otra parte, tendra relacin actual ypasada con actividades del mbito urbano, siendo en su mayoraprofesionales. Polticamente, no constituye un bloque articuladoni estratgico para el proceso decisional, es ms bien una minoradispersa vinculada a distintas organizaciones polticas emergentesy minoritarias a nivel nacional.

    Respecto a la produccin legislativa, la documentacinrevisada y el testimonio de los entrevistados confirma laaprobacin de una significativa cantidad de leyes de ajustespresupuestarios y transferencias de a favor de los Municipios15.Revisado su contenido, se detectan disonancias en la orientacinruralista. Mientras los EA hacen referencia al paradigma del VivirBien, a la Madre Tierra a lo indgena ancestral, como elementostransversales al contenido de la CPE, la produccin legislativa,especialmente la declarativa de la ALD cochabambina revelacontenidos asociados a un imaginario ruralista en clavecampesina, modernizadora, desarrollista y republicana16.

    Por otra parte, la oposicin trabaj en una propuesta deestatutos manifestando que sus propuestas no fueronconsideradas por la mayora. Sucedi lo propio con otras 16iniciativas legislativas. Se report la aprobacin de algunas leyesy declaratorias que fueron canalizadas a partir de miembros deloficialismo a fin de evitar su bloqueo.

    Una mayor parte de los asamblestas apuntaron que sutrabajo se limita a la fiscalizacin y a rendir cuentas a sus bases.Reconocieron las limitaciones polticas impuestas por una mayoray el peso del rgano ejecutivo departamental. A las limitacionesde orden poltico se sealaron las logsticas y tcnicas queenfrenta la institucin. Se aprecia que el GAD experimenta

    El sistema electoral y la representacin poltica sub nacional 43

    15 De acuerdo a del GAD entre el mes de junio del 2010 y agosto del 2012, se aprobaronun total de 205 leyes departamentales. Aproximadamente 85% de las leyesdepartamentales tienen relacin con modificaciones y ajustes presupuestarios,transferencias a proyectos de inversin concurrentes con los municipios.

    16 Ejemplos: Declaratoria, de de cuna de las gestas libertarias por la independencia del AltoPer; de Origen del Ejercito de Bolivia y tierra del Comandante Esteban Arce. EntreRos: Capital hidrocarburfera del Departamento; Municipio de Santibez, capital de laindustria, Villa Tunari, capital turstica, etc. Ocurea: centro histrico, cuna de laorganizacin y lucha sindical agraria de Cochabamba.

  • problemas metodolgicos de diseo, planificacin, programaciny ejecucin de sus recursos, ms aun considerando el incrementosustantivo de stos ltimos debido a las condicionesexcepcionales del intercambio comercial de materias primas enel mercado internacional. Esta deficiencia tambin se refleja enuna dinmica altamente condicionada a la agenda impuesta porla instancia ejecutiva.

    En el campo de las relaciones inter gubernativas, destacauna relacin cooperativa del GAD respecto a los GAM,mayoritariamente del MAS, relacin que es mediada por laintervencin y gestin directa de los asamblestas territoriales cuyalegitimidad descansa en su capacidad de llevar obras a su Distritoa partir de las denominadas obras concurrentes con losmunicipios de su provincia. Se reconoce que esta dinmicainduce a la dispersin de recursos en proyectos cuyo impacto esreducido y a veces no sostenible. Esta prctica dominante no esnueva, fue aplicada en el antiguo orden prefectural, en el que elPrefecto basaba su estrategia de gobernabilidad medianteconvenios con los Consejeros de entonces cuya eleccin indirectase procesaba en los Concejos Municipales.

    En la relacin establecida entre el Gobierno Nacional y elGAD de Cochabamba, se anota la existencia de un conjunto deiniciativas presidenciales gestadas desde el gobierno nacional queson determinantes en su relacionamiento vertical con los nivelesde gobierno sub nacional. En primer lugar, se tienen lasinversiones realizadas en el Trpico de Cochabamba, reginconsiderada bastin del proceso de cambio y cuyosrepresentantes hacen parte del ncleo ms influyente no solo anivel nacional, sino tambin en la dinmica poltica del GAD yde la ALD17. Por otra parte, el programa Bolivia Cambia- EvoCumple, ejecutado desde Proyectos Especiales (UPRE)dependientes, ha impulsado, desde el ao 2006 hasta el ao 2012

    Decursos N 2944

    17 Estas iniciativas presidenciales colocaron al Departamento como centro de referencia deimportantes inversiones realizadas al margen de la normativa de contrataciones y controlgubernamental vigente en el pas. Ej. Planta industrializadora de urea y amoniaco, con840 millones de dlares y la construccin de un aeropuerto internacional en el Trpicode Cochabamba zona hegemonizada por las influyentes Federaciones de Productoresde Coca.

  • un total de 886 proyectos por un monto de 1,158 millones debolivianos en coordinacin con los 47 municipios y el GAD.

    Por otra parte, revisada la relacin del sistema electoral ylos procesos de planificacin, legislacin y su expresin en elterritorio, el caso da cuenta que la provincia como referentergido/preexistente de la circunscripcin electoral uninominaltiene su efecto en la gestin y priorizacin de recursos en elterritorio. Al provincializar la representacin poltica, no secontribuye de manera coherente al fortalecimiento del enfoquede organizacin y ordenamiento territorial regionalizado clave delPDCVB (qu significa?), en los EA y en la estructuracin orgnicade la instancia ejecutiva del GAD18. Ello se manifiesta en laprctica ya que, polticamente el asamblesta territorial legitimasu gestin al adoptar una representacin territorial imperativa atiempo de definir prioridades en la planificacin o de lidiar conconflictividades interterritoriales que enfrentan provincias ymunicipios entre s. La ratificacin en el EA de este diseo fueuna opcin conservadora que bien pudo replantearse.

    Finalmente, en trminos polticos, dada la recurrencia delas victorias del MAS en Cochabamba se viene configurando unsubsistema de representacin de partido dominante, con rasgoshegemnicos, con un bloque opositor disperso y orgnicamentedbil. Ello ocurre, no obstante el registro de tendencias y pre-ferencias electorales polarizantes, en distritos predominantementeurbanos. Es el caso de los resultados electorales para AlcaldeMunicipal en cuatro de los ocho municipios del reametropolitana, en los cuales el conjunto de fuerzas de laoposicin obtuvieron entre 62 y 72 por ciento de los votos. En elcaso de la eleccin de gobernadores, se acorta la distancia entrevotos oficiales y de oposicin en seis de los ocho municipios delrea metropolitana, la cual concentra el 65,7% de la poblacindel Departamento.

    Asociada a la presencia dominante del MAS se identificandficits en la convivencia plural y democrtica con autoridades

    El sistema electoral y la representacin poltica sub nacional 45

    18 El EA en sus artculos 21 y 42 introduce la figura del Subgobernador regional con susrespectivas unidades tcnicas regionales descentralizadas y desconcentradas.

  • sub nacionales de otras fuerzas polticas en el departamento. Loscasos de Quillacollo, de Colomi y de Punata19 son referencia deuna estrategia exitosa de cooptacin, desestabilizacin y/oposicionamiento poltico del MAS en dichos municipios. Se lohizo en otros GAD y GAM del pas, a travs de distintosmecanismos, entre ellos el proceso de suspensin dispuesto porimpugnado por la oposicin y, como se explica adelante,declarado inconstitucional por el TCP. En estos municipios, lavotacin reflej una alta polarizacin no solo poltica partidariasino tambin entre sectores urbanos y rurales (comunitarios,campesinos) de la poblacin. Segn los entrevistados deoposicin, el MAS tiene prcticas y una retrica poltica altamenteideologizada, rasgo que limita la capacidad deliberativa y lasposibilidades de generar pactos y consensos sustantivos al interiorde la ALD.

    La regin metropolitana conurbana refleja una sociedadpolticamente dividida y tensionada en su relacin con el poderdominante del MAS aunque carente de un bloque polticoarticulado que canalice y efectivice sus demandas en el mbitoinstitucional. As lo revelan las respuestas registradas por lasencuestas respecto al apoyo de la gestin sub nacional del MASy de la preferencia electoral.

    Hechas estas consideraciones, queda claro que en larelacin entre poltica, poblacin y territorio cobra relevancia elanlisis de la influencia del diseo electoral. De hecho, alprovincializar la representacin poltica se exacerba laatomizacin y los rasgos imperativos de la representacinterritorial. Estas consideraciones son crticas debiendo evaluarsela posibilidad de introducir criterios territoriales ms flexibles aldiseo de circunscripciones electorales. En Cochabamba,pareciera que las posibilidades de generar una visin estratgica

    Decursos N 2946

    19 En Punata y en Colomi se destituyeron a los alcaldes electos, mediante presiones de lasorganizaciones sociales alineadas al MAS y otros mecanismo legales. En Quillacollo, elAlcalde electo el