declaración de independencia

1
1 L a República Dominicana, desde sus inicios se ha apartado del Dios Verdadero (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y se ha ido tras las abominaciones que hacen que ese Dios Trino, Dios uno, se aparte de nosotros como nación. 2 Desde la caida del hombre en el Edén, la voluntad del hombre ha estado cautiva, por tanto no hace el bien que quiere, sino que de continuo se inclina a ha- cer el mal que no quiere. 3 Los corazones de los hombres y mujeres, se han endurecido por causa del pecado. El orgullo, la arrogancia, la soberbia y la altivez, han tomado lugar causando con el paso de los años, una mayor separa- ción del hombre con Dios. 4 Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevale- cen, y homicidio tras homicidio se suceden”. Oseas 4:2 5 Hemos torcido el derecho, hemos hecho acepción de personas, hemos tomado soborno, hemos sido cegados y hemos pervertido las palabras de los justos. 6 Hemos traicionado los ideales independentistas y de libertad, a cambio de riquezas pasajeras y pri- vilegios privados de políticos y comerciantes, que sólo piensan en ellos y no en el bienestar de la nación. 7 Nos hemos inclinado ante dioses falsos, dioses pa- ganos y sobre todo ante el “dios dinero”, trayendo sobre la nación cautiverio, pobreza, miseria, hambre, desnudez, esclavitud, ignorancia, inmundicia y todo tipo de desórdenes, que sólo han dado ventajas al ene- migo de nuestras almas sobre esta nación. 8 En la nación hemos derramado sangre inocente y nos hemos dejado arrastrar, por el flagelo de las drogas y el alcohol. 9 La hechicería y la corrupción, han sido refugios de políticos, gobernantes, empresarios y en ocasiones del pueblo en general, dando pie a que el enemigo de nuestras almas regule los destinos de nuestra nación. 10 Hemos vendido nuestra tierra una y otra vez, violando el derecho de territorialidad que tene- mos sobre ella como Dominicanos, libres, soberanos e independientes. 11 Los gobernantes de turno, han endeudado la nación sin reservas, sin límites, sin reparo algu- no, pensando solamente en las tajadas y los beneficios personales o partidarios, que pudieran obtener de cada transacción, traicionando así los ideales independentis- tas y provocando que otras naciones e instituciones, re- gulen las prácticas económicas del país, porque el que presta se convierte en señor del que toma prestado, ol- vidando que fueron nombrados para guardar los bienes del estado y sus acciones han perjudicado al país y no representan, la intención de libertad de nuestra patria. 12 Se ha violado de continuo, el derecho a la justi- cia, la libertad y la equidad de los Dominicanos. POR ESTAS Y OTRAS MÚLTIPLES CAUSAS: 1 Nuestra nación, ha permanecido bajo el cautiverio y bajo la aflicción continua del enemigo de nues- tras almas. 2 La injusticia, se ha enseñoreado de los Dominica- nos, hasta el punto de parecer normal. 3 La impiedad de los impíos, es cada vez mayor. 4 Nos apartamos de la verdad. 5 No hay quien haga el bien. 6 No buscamos la paz y la seguimos. 7 El robo y la especulación, enriquecimientos rápidos e ilícitos prevalecen. 8 La educación, la salud, la vivienda y todo lo básico del ser humano, se han ausentado. 9 La impunidad se ha enseñoreado y el crimen de estado, pareciera no tener freno. 10 Los ríos sin cauce, las minas vacías, y la agricul- tura, ya no es el soporte de la alimentación, ni la base de la producción, la ganadería desaparece, las industrias se van, mientras la esclavitud del pluriem- pleo crece. 11 Las mujeres ya no están en casa, cuidando y velando el carácter de la generación que sube, sin control ni supervisión. 12 Nos hemos convertido en esclavos y prisione- ros. Mandados y dirigidos por los llamados in- tereses, de personas sin escrúpulos que nunca dan la cara pero deciden en favor de nuestra esclavitud, en favor de nuestro cautiverio, en favor de la violencia, en favor de la pobreza y la ignorancia de la nación. Hoy, como Dominicanos que somos, reconociendo que hemos pecado contra el cielo y contra ti Señor Jesús, pedimos perdón por todos y cada uno de los pecados que como nación, como familia, como individuo, he- mos cometido. Reconocemos que tú Jesús, El Cristo eres, El Hijo del Dios Viviente. Eres el Dios hecho hombre. Reconocemos que moriste en la cruz, y derramaste tu sangre, por el perdón de nuestros pecados. Reconocemos el poder de tu sangre derramada y pedi- mos que esa sangre nos cubra, y que cubra a República Dominicana. Reconocemos que por medio de la cruz, viniste a recon- ciliar al hombre con el hombre, y el hombre con Dios, por lo que pedimos que esa reconciliación sea entre los Dominicanos y que la nación entera, sea reconciliada con nuestro Padre Dios. Reconocemos que resucitaste al tercer día y estás vivo, sentado a la diestra del Padre, por lo que te pedimos que esa vida sea en nuestra nación, y que ese poder de la re- surrección y la vida, sea manifestado en nuestra nación Dominicana. POR LO QUE DECLARAMOS: 1 Jesús es el Señor de la República Dominicana. 2 La libertad en Cristo Jesús, de nuestra nación. 3 Que la República Dominicana, es libre del poder de Mamón y sus demonios. 4 Que la República Dominicana, es libre del poder de Apolión y sus malas noticias. 5 Que la República Dominicana, es libre del poder de Jezabel y sus torceduras. 6 Que la República Dominicana, es libre del poder de la corrupción y sus aliados. 7 Que la República Dominicana, es libre del rechazo y la división intrafamiliar. 8 Que la República Dominicana, es libre del poder de la religión, sus adormecimientos, y su ceguera. 9 Que la República Dominicana, es libre del poder de Satanás, la Serpiente Antigua, de Baphomet, y de todos sus dominios, que su trono en esta nación es re- vocado, su libertad de acción en esta nación queda re- vocada, que todo lo que estaba bajo su dominio a partir de este día, es libre en el nombre poderoso de Jesús. Las vidas son libres, las almas son libres, las volunta- des son libres, las riquezas son libres, el gobierno es libre, los jóvenes y niños son libres, las mujeres son li- bres, los hombres y las familias son libres, el alma de la República Dominicana y de los Dominicanos, son li- bres y se compactan en el nombre de Jesús. Todo pacto que se haya hecho en el pasado, presente o se haga en el futuro, con Satanás o su reino, hoy, que- dan invalidados en el nombre de Jesús. El único pacto que como Dominicanos reconocemos, es el nuevo pacto, pacto de vida en Cristo Jesús. “La plenitud del que lo llena todo en todo”. Efesios 1:23 Declaramos la unidad y la paz del pueblo Dominicano en Cristo Jesús. Declaramos hoy, que los extranjeros que habiten en esta nación, serán bien tratados y considerados gratos, si no alteran el bienestar, la justicia y la paz, de esta nación. No podrán nunca más saquear, robar, especu- lar, ni defalcar a los Dominicanos de ninguna manera, ni podrán ser portadores de creencias, ni adoración, a dioses falsos. Sus demonios no tienen derecho a subir en la República Dominicana, por invocación de ellos, ni de nadie. A partir de este día, declaramos que la voluntad de cada Dominicano es libre, que podrá decidir libremente en- tre el bien y el mal. Ningún Dominicano, ni extranjero, tiene autoridad ni potestad, de hacer el mal de nuevo en esta nación. Declaramos, que cada Dominicano tiene derecho a una vivienda digna, educación, salud, alimento, y a buscar su felicidad, y su estabilidad familiar. DECLARO HOY, CON LA AUTORIDAD DEL NOMBRE DE JESÚS: Que los ríos llenan sus cauces. Que la tierra es libre de maldición, libre de toda forma de esterilidad y a partir de hoy, dará frutos de propor- ciones sobrenaturales. Declaramos la sobreabundancia de peces y mariscos, en los mares y los ríos. Declaramos la lluvia temprana y la tardía, para prospe- rar la agricultura en toda la nación. Los animales se reproducirán, se multiplicarán y nunca más habrá escasez, ni carestía de ningún bien. República Dominicana, será suplidor por excelencia de los grandes mercados internacionales, convirtiéndose en fuente principal de producción de alimentos, en to- das sus categorías. A partir de este día, los productos Dominicanos tendrán prioridad en la compra y serán los mejores pagados en las plazas del mundo. Las minas producirán al ciento por uno, oro, petróleo, plata, cobre, bauxita, sal y demás minerales, de forma sobreabundante. Declaro la sumisión y obediencia de esta nación, a nuestro Rey de Reyes y Señor de Señores, Jesucristo, El Hijo del Dios Viviente. Declaro hoy, a la República Dominicana totalmente li- bre de deudas. Declaro a la República Dominicana, punta de lanza para la liberación de otras naciones. Declaro que todo lo que ha sido robado desde la fun- dación de este país, hasta el día de hoy, será restituido siete veces, en el nombre de Jesús. La República Dominicana, es y será por siempre, Trono de Dios, nación libre, próspera, plena, sobreabundante y llena de la gracia y el favor de Dios. A partir de hoy todas las naciones del mundo dirán: “Grandes cosas ha hecho Dios con este pueblo, nación santa, pueblo adquirido por Dios para anunciar sus gran- dezas y manifestar su gloria”. La República Dominicana y los Dominicanos, a partir de este día, son y serán por siempre, libres en Cristo Jesús. DECLARACION DE REPUBLICA DE LA INDEPENDENCIA DOMINICANA E l Espíritu de Jehová el Señor está sobre mi, porque me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebranta- dos de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel”. Isaías 61:1

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1 La República Dominicana, desde sus inicios se ha apartado del Dios Verdadero (Padre, Hijo y Espíritu

Santo) y se ha ido tras las abominaciones que hacen que ese Dios Trino, Dios uno, se aparte de nosotros como nación.

2 Desde la caida del hombre en el Edén, la voluntad del hombre ha estado cautiva, por tanto no hace el

bien que quiere, sino que de continuo se inclina a ha-cer el mal que no quiere.

3 Los corazones de los hombres y mujeres, se han endurecido por causa del pecado. El orgullo, la

arrogancia, la soberbia y la altivez, han tomado lugar causando con el paso de los años, una mayor separa-ción del hombre con Dios.

4 “Perjurar, mentir, matar, hurtar y adulterar prevale-cen, y homicidio tras homicidio se suceden”. Oseas 4:2

5 Hemos torcido el derecho, hemos hecho acepción de personas, hemos tomado soborno, hemos sido

cegados y hemos pervertido las palabras de los justos.

6 Hemos traicionado los ideales independentistas y de libertad, a cambio de riquezas pasajeras y pri-

vilegios privados de políticos y comerciantes, que sólo piensan en ellos y no en el bienestar de la nación.

7 Nos hemos inclinado ante dioses falsos, dioses pa-ganos y sobre todo ante el “dios dinero”, trayendo

sobre la nación cautiverio, pobreza, miseria, hambre, desnudez, esclavitud, ignorancia, inmundicia y todo tipo de desórdenes, que sólo han dado ventajas al ene-migo de nuestras almas sobre esta nación.

8 En la nación hemos derramado sangre inocente y nos hemos dejado arrastrar, por el flagelo de las

drogas y el alcohol.

9 La hechicería y la corrupción, han sido refugios de políticos, gobernantes, empresarios y en ocasiones

del pueblo en general, dando pie a que el enemigo de nuestras almas regule los destinos de nuestra nación.

10 Hemos vendido nuestra tierra una y otra vez, violando el derecho de territorialidad que tene-

mos sobre ella como Dominicanos, libres, soberanos e independientes.

11 Los gobernantes de turno, han endeudado la nación sin reservas, sin límites, sin reparo algu-

no, pensando solamente en las tajadas y los beneficios personales o partidarios, que pudieran obtener de cada transacción, traicionando así los ideales independentis-tas y provocando que otras naciones e instituciones, re-gulen las prácticas económicas del país, porque el que presta se convierte en señor del que toma prestado, ol-vidando que fueron nombrados para guardar los bienes del estado y sus acciones han perjudicado al país y no representan, la intención de libertad de nuestra patria.

12 Se ha violado de continuo, el derecho a la justi-cia, la libertad y la equidad de los Dominicanos.

POR ESTAS Y OTRAS MÚLTIPLES CAUSAS:

1 Nuestra nación, ha permanecido bajo el cautiverio y bajo la aflicción continua del enemigo de nues-

tras almas.

2 La injusticia, se ha enseñoreado de los Dominica-nos, hasta el punto de parecer normal.

3 La impiedad de los impíos, es cada vez mayor.

4 Nos apartamos de la verdad.

5 No hay quien haga el bien.

6 No buscamos la paz y la seguimos.

7 El robo y la especulación, enriquecimientos rápidos e ilícitos prevalecen.

8 La educación, la salud, la vivienda y todo lo básico del ser humano, se han ausentado.

9 La impunidad se ha enseñoreado y el crimen de estado, pareciera no tener freno.

10 Los ríos sin cauce, las minas vacías, y la agricul-tura, ya no es el soporte de la alimentación, ni

la base de la producción, la ganadería desaparece, las industrias se van, mientras la esclavitud del pluriem-pleo crece.

11 Las mujeres ya no están en casa, cuidando y velando el carácter de la generación que sube,

sin control ni supervisión.

12 Nos hemos convertido en esclavos y prisione-ros. Mandados y dirigidos por los llamados in-

tereses, de personas sin escrúpulos que nunca dan la cara pero deciden en favor de nuestra esclavitud, en favor de nuestro cautiverio, en favor de la violencia, en favor de la pobreza y la ignorancia de la nación.

Hoy, como Dominicanos que somos, reconociendo que hemos pecado contra el cielo y contra ti Señor Jesús, pedimos perdón por todos y cada uno de los pecados que como nación, como familia, como individuo, he-mos cometido.Reconocemos que tú Jesús, El Cristo eres, El Hijo del Dios Viviente. Eres el Dios hecho hombre. Reconocemos que moriste en la cruz, y derramaste tu sangre, por el perdón de nuestros pecados.Reconocemos el poder de tu sangre derramada y pedi-mos que esa sangre nos cubra, y que cubra a República Dominicana.Reconocemos que por medio de la cruz, viniste a recon-ciliar al hombre con el hombre, y el hombre con Dios, por lo que pedimos que esa reconciliación sea entre los Dominicanos y que la nación entera, sea reconciliada con nuestro Padre Dios.Reconocemos que resucitaste al tercer día y estás vivo, sentado a la diestra del Padre, por lo que te pedimos que esa vida sea en nuestra nación, y que ese poder de la re-surrección y la vida, sea manifestado en nuestra nación Dominicana.

POR LO QUE DECLARAMOS:

1 Jesús es el Señor de la República Dominicana.

2 La libertad en Cristo Jesús, de nuestra nación.

3 Que la República Dominicana, es libre del poder de Mamón y sus demonios.

4 Que la República Dominicana, es libre del poder de Apolión y sus malas noticias.

5 Que la República Dominicana, es libre del poder de Jezabel y sus torceduras.

6 Que la República Dominicana, es libre del poder de la corrupción y sus aliados.

7 Que la República Dominicana, es libre del rechazo y la división intrafamiliar.

8 Que la República Dominicana, es libre del poder de la religión, sus adormecimientos, y su ceguera.

9 Que la República Dominicana, es libre del poder de Satanás, la Serpiente Antigua, de Baphomet, y de

todos sus dominios, que su trono en esta nación es re-vocado, su libertad de acción en esta nación queda re-vocada, que todo lo que estaba bajo su dominio a partir de este día, es libre en el nombre poderoso de Jesús.

Las vidas son libres, las almas son libres, las volunta-des son libres, las riquezas son libres, el gobierno es libre, los jóvenes y niños son libres, las mujeres son li-

bres, los hombres y las familias son libres, el alma de la República Dominicana y de los Dominicanos, son li-bres y se compactan en el nombre de Jesús.Todo pacto que se haya hecho en el pasado, presente o se haga en el futuro, con Satanás o su reino, hoy, que-dan invalidados en el nombre de Jesús.El único pacto que como Dominicanos reconocemos, es el nuevo pacto, pacto de vida en Cristo Jesús.“La plenitud del que lo llena todo en todo”. Efesios 1:23

Declaramos la unidad y la paz del pueblo Dominicano en Cristo Jesús.Declaramos hoy, que los extranjeros que habiten en esta nación, serán bien tratados y considerados gratos, si no alteran el bienestar, la justicia y la paz, de esta nación. No podrán nunca más saquear, robar, especu-lar, ni defalcar a los Dominicanos de ninguna manera, ni podrán ser portadores de creencias, ni adoración, a dioses falsos.Sus demonios no tienen derecho a subir en la RepúblicaDominicana, por invocación de ellos, ni de nadie.A partir de este día, declaramos que la voluntad de cada Dominicano es libre, que podrá decidir libremente en-tre el bien y el mal.Ningún Dominicano, ni extranjero, tiene autoridad ni potestad, de hacer el mal de nuevo en esta nación.Declaramos, que cada Dominicano tiene derecho a una vivienda digna, educación, salud, alimento, y a buscar su felicidad, y su estabilidad familiar.

DECLARO HOY, CON LA AUTORIDAD DEL NOMBRE DE JESÚS:Que los ríos llenan sus cauces.Que la tierra es libre de maldición, libre de toda forma de esterilidad y a partir de hoy, dará frutos de propor-ciones sobrenaturales.Declaramos la sobreabundancia de peces y mariscos, en los mares y los ríos.Declaramos la lluvia temprana y la tardía, para prospe-rar la agricultura en toda la nación.Los animales se reproducirán, se multiplicarán y nunca más habrá escasez, ni carestía de ningún bien.República Dominicana, será suplidor por excelencia de los grandes mercados internacionales, convirtiéndose en fuente principal de producción de alimentos, en to-das sus categorías.A partir de este día, los productos Dominicanos tendrán prioridad en la compra y serán los mejores pagados en las plazas del mundo.Las minas producirán al ciento por uno, oro, petróleo, plata, cobre, bauxita, sal y demás minerales, de forma sobreabundante.Declaro la sumisión y obediencia de esta nación, a nuestro Rey de Reyes y Señor de Señores, Jesucristo, El Hijo del Dios Viviente.Declaro hoy, a la República Dominicana totalmente li-bre de deudas.Declaro a la República Dominicana, punta de lanza para la liberación de otras naciones.Declaro que todo lo que ha sido robado desde la fun-dación de este país, hasta el día de hoy, será restituido siete veces, en el nombre de Jesús.La República Dominicana, es y será por siempre, Trono de Dios, nación libre, próspera, plena, sobreabundante y llena de la gracia y el favor de Dios.A partir de hoy todas las naciones del mundo dirán: “Grandes cosas ha hecho Dios con este pueblo, nación santa, pueblo adquirido por Dios para anunciar sus gran-dezas y manifestar su gloria”.

La República Dominicana y los Dominicanos, a partir de este día, son y serán por siempre, libres en Cristo Jesús.

DECLARACIONDE

REPUBLICADE LAINDEPENDENCIA

DOMINICANA“E l Espíritu de Jehová el Señor está sobre mi,

porque me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebranta-dos de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel”. Isaías 61:1