XII SEMINARIO REPSOL YPF-HARVARD

HARVARD UNIVERSITY JOHN F. KENNEDY SCHOOL OF GOVERNMENT

PALMA DE MALLORCA, ESPAÑA

JULIO, 2001

LIBERALIZACION Y REGULACION

DE LA ENERGIA – DE NUEVO

BIJAN MOSSAVAR-RAHMANI

EDITOR

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SERIES DE LOS SEMINARIOS REPSOL YPF-HARVARD JOHN F. KENNEDY SCHOOL OF GOVERNMENT HARVARD UNIVERSITY 79 John F. Kennedy Street Cambridge, MA 02138, USA REPSOL YPF Paseo de la Castellana, 278 28046 Madrid, España FUNDACIÓN REPSOL YPF Juan Bravo, 3B 28006 Madrid, España Edición española para distribución interna En el Grupo Repsol YPF Traducción del texto realizada por Elvira Luengo; traducción de gráficos y cuadros a cargo de Susan Meyers del Servicio de Traducción de REPSOL YPF Copyright 2002© FUNDACIÓN REPSOL YPF Servicio de Publicaciones

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CONTENIDO NOTA DEL EDITOR .................................................................................................... 5 SESIÓN DE APERTURA Bienvenida e Introducción...............................................................................................10

Alfonso Cortina La OPEP y su papel en el Mercado Internacional del Petróleo......................................14

Chakib Khelil Progreso y Retos en la Liberalización de la Electricidad ...............................................20

Kenneth L. Lay PANEL I LIBERALIZACIÓN Y REGULACIÓN: CRISIS EN CALIFORNIA Observaciones del Presidente .........................................................................................34

William W. Hogan Una Perspectiva del Servicio .........................................................................................38

Stephen L. Baum La Perspectiva desde la Visión del Consumidor ............................................................48

Michael P. Florio La Perspectiva del Productor Independiente .................................................................56

Jan Smutny-Jones La Perspectiva del Regulador ........................................................................................62

William L. Massey PANEL II LIBERALIZACIÓN Y REGULACIÓN: EL CAMINO ADELANTE Observaciones del Presidente .........................................................................................70

José Luis Díaz Fernández El Diseño del Mercado de la Electricidad y el Asunto de los Precios ............................74

Gerald Doucet Nuevas Direcciones para la Liberalización y la Regulación en Latino América ...........80

Julio Herrera Liberalización: El Punto de Vista de la Comisión Europea ...........................................86

Dominique Ristori La Liberalización Eléctrica y los Mercados Organizados en Europa .............................92

María Luisa Huidobro La Liberalización de la Energía en Venezuela..............................................................100

Alvaro Silva Calderón

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PANEL III LA IMAGEN PÚBLICA DE LAS COMPAÑÍAS ENERGÉTICAS Observaciones del Presidente .......................................................................................104

Anthony B. Hayward La Imagen Pública de las Compañías Petroleras ..........................................................110

Jane Collin Las Relaciones en un Mundo de Liberalización Energética .........................................116

Nemesio Fernández-Cuesta Los Beneficios de las Empresas Energéticas Frente a Responsabilidad Corporativa ..........................................................................122

Wayne Greenberg SESIÓN DE CLAUSURA Resumen y Comentarios ...............................................................................................128

Bijan Mossavar-Rahmani BIOGRAFÍAS DE LOS CONFERENCIANTES ...................................................136 LISTA DE PARTICIPANTES ..................................................................................142 PUBLICACIONES DE REPSOL YPF .....................................................................146

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NOTA DEL EDITOR Como en cada uno de los once Seminarios precedentes, el XII Seminario Repsol YPF-Harvard, que se celebró durante el mes de Julio de 2001 en Palma de Mallorca, España, reunió a un extraordinario grupo de participantes, en representación de los gobiernos, la industria y el mundo académico de más de una docena de países y durante dos días de presentaciones informales, debates y reflexiones acerca de los cambios en el mundo de los mercados de la energía y de las implicaciones para las políticas públicas y las estrategias corporativas. Pero, contrariamente a otras reuniones anteriores que se han dedicado ampliamente a tratar los temas del desarrollo del petróleo y del gas, Liberalización de la Energía y Regulación – De Nuevo se centró en la reestructuración de la electricidad, haciendo especial hincapié en la reciente crisis de California. Además de las dos conferencias magistrales, el Seminario se organizó alrededor de tres paneles, cada uno de los cuales ponía en marcha varias presentaciones cortas, seguidas de debates generalizados entre todos los presentes. Y una vez más, uno de los participantes tuvo la responsabilidad de actuar tanto de hilo conductor como de editor invitado responsable de que todo tenga un sentido y de que quede reflejado correctamente todo lo que sucedió. Primero, de forma oral al final del Seminario, y después en estos Resúmenes que se publican. Los participantes están en deuda con Repsol YPF y con la Universidad de Harvard, y, en especial, con Alfonso Cortina, Presidente Ejecutivo de Repsol YPF, José Luis Díaz Fernández, Presidente de la Fundación Repsol YPF y el Profesor William W. Hogan de la Kennedy School of Government en la Universidad de Harvard por sus esfuerzos este año, y todos los años, al reunir un grupo tan distinguido para debatir unos asuntos tan estimulantes en un entorno tan magnífico en España , y, el año pasado, en Argentina. Desde luego, hay también muchas otras personas en Repsol YPF y en Harvard que dedican tiempo y energía al Seminario, incluyendo a Juan Bachiller, Eduardo García, Nuria Henche, Susan Meyers y Sylvia Pilath. Kim Pederson de Editheads, Marblehead, Massachussets, de nuevo ocupó una parte considerable de su tiempo en convertir las transcripciones de las presentaciones en textos claros y concisos. La gente de Puritan Press vertió de manera experta los textos a su forma impresa.

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Es evidente que lo que aparece en estos Resúmenes refleja las opiniones de los conferenciantes y no necesariamente las de las entidades con las que están asociados o con las de los organizadores del Seminario. Como nota final, no puede haber mayor prueba de exactitud de la actualidad del tema de esta reunión, esto es, que los mercados energéticos cambian a una velocidad de vértigo y con consecuencias inesperadas, que los dos acontecimientos que han tenido lugar desde la última vez que nos encontramos en Palma de Mallorca. Enron, que participó de forma frecuente en estas sesiones a la cabeza de la batalla por la desregulación de la energía y la creación de nuevos mercados, se derrumbó bajo el peso de su contabilidad, aunque los mercados que ellos ayudaron a lanzar han sobrevivido a la desaparición de su creador. Y que Argentina ha descubierto que es imposible sostener el cambio fijo del dólar, con unas consecuencias para los inversores, incluyendo Repsol YPF, que todavía están por determinar. Estos y otros acontecimientos estarán sujetos a debates más amplios en nuestra reunión del año 2002, donde “pensaremos lo impensable”. Bijan Mossavar-Rhamani Mondoil Corporation Editor Invitado Constance Burns Universidad de Harvard Editora de la Serie

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LIBERALIZACIÓN DE LA ENERGIA Y REGULACIÓN – DE NUEVO

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SESIÓN DE APERTURA BIENVENIDA E INTRODUCCIÓN ALFONSO CORTINA REPSOL YPF Es un gran placer darles la bienvenida a este XII Seminario Repsol YPF-Harvard sobre Política Energética, que está enfocado en Liberalización y Regulación Energética – De Nuevo. El año pasado, en Diciembre de 2000, celebramos el Seminario fuera de España por primera vez. Aquellos de nosotros que tomamos parte en las memorables sesiones de Buenos Aires recordamos la acogedora bienvenida que recibimos por parte del gobierno argentino, de la industria energética y de los medios de comunicación. Este año disfrutamos de la misma hospitalidad en Palma de Mallorca, una ciudad y una isla cuya cultura excepcional refleja las civilizaciones que se establecieron aquí: los romanos, los árabes, los catalanes y los españoles. La ubicación estratégica de Mallorca en el centro de la civilización y del comercio del Mediterráneo permitió a sus ciudadanos acumular gran riqueza debido al comercio. A finales del Medioevo y a principios del Renacimiento, la ciudad consiguió una importancia especial, como atestiguan los magníficos edificios de Palma - que incluyen la Catedral y la Lonja. No es sorprendente, que esta riqueza atrajese los ataques de varios reinos guerreros de la zona, pero la ciudad y su cultura perduraron. En siglos más recientes, Mallorca ha descubierto una nueva fuente de riqueza. Su ubicación estratégica y su espléndida belleza natural la han convertido en una de las atracciones turísticas más importantes de Europa y de todo el mundo. Más de 16 millones de turistas pasan por su aeropuerto cada año. Mallorca sirve de representación de España ante el continuo flujo de visitantes internacionales al tiempo que mantiene muchas de sus formas tradicionales de vida. Sé que considerarán esta isla un lugar ideal para nuestras deliberaciones durante los próximos dos días. La liberalización del sector energético ha estado creciendo en todo el mundo, en alcance e importancia, durante más de una década. Ha tenido un gran impacto en los gobiernos y las economías nacionales, desde luego, así como en las compañías energéticas. Pero la crisis que se ha desatado en el programa de liberalización de California apunta la necesidad de una revisión del proceso y del progreso de la liberalización. Estructuramos el XII Seminario Repsol YPF-Harvard para ofrecerles ese punto de vista. Hemos

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centrado los debates en un detalle mínimo – lo que ha sucedido en California – y en un detalle máximo – lo que está sucediendo en todo el mundo. También hemos incluido un debate sobre la forma en que la liberalización ha afectado las relaciones entre las industrias energéticas y los medios de comunicación. El modelo californiano se ha presentado como un ejemplo perfecto de liberalización y se ha adoptado a formatos locales en muchos países, incluso en España. Ahora, según han pasado los años, el fracaso de este sistema nos lleva a cuestionarnos la fiabilidad de los modelos teóricos cuando se aplican a realidades económicas difíciles. Sus dificultades actuales lo hacen un caso para estudio y una fuente de preocupación para muchos gobiernos, organismos reguladores y compañías eléctricas en todo el mundo. Los rasgos principales de la desregulación de la electricidad en California incluían un tope para los precios al por menor, de utilización obligatoria en el mercado al detalle, libertad de elección en el suministrador y una desintegración vertical de las compañías de servicios para que separasen las actividades tradicionales de la generación de electricidad, transmisión, distribución, y comercialización. El nuevo sistema californiano pareció funcionar de manera adecuada desde marzo de 1998 hasta mayo de 2000, un período durante el que hubo exceso de oferta de energía. Desde el verano del año 2000 en adelante, cuando se rompió el equilibrio entre la oferta y la demanda, los precios de la electricidad al por mayor en el Estado se dispararon hasta niveles históricos. A la misma vez, hubo un descenso en la capacidad generadora disponible, lo cual resultó en una subida de los precios, escasez y cortes de suministro rotativos. Hasta hace unos pocos años, la mayoría de los ciudadanos no había oído hablar del término “cortes de suministro en cadena”; en la a actualidad, todo el mundo en California está familiarizado con él y muchas otras regiones de los Estados Unidos se preguntan si situaciones similares se convertirán en un suceso cotidiano en sus propios estados. Lo que es más, como resultado de la congelación de los precios y del techo de precios, varias compañías de electricidad de California se enfrentaron a un empeoramiento de su situación financiera, incluida la bancarrota. De acuerdo con los expertos, los problemas estructurales están en la base de la crisis de California. Entre ellos, los más importantes son los siguientes:

- Faltaban nueva capacidad de generación e instalaciones para gas natural y transmisión de energía. Esta laguna se debió a restricciones medioambientales, procedimientos largos y complicados para la aprobación de las instalaciones y una legislación reguladora inadecuada que falló en estimular la inversión.

- El mercado energético estaba estructurado de tal manera que las compañías se veían forzadas a separar sus actividades y privarse de las plantas de generación, lo cual provocó la debilitación de su estructura de negocios.

- El sistema de topes a los precios impidió que operasen los mecanismos normales de mercado, como por ejemplo, una respuesta en el mecanismo de la demanda.

Incluso aunque consideremos estos acontecimientos suceden en un rincón del globo terráqueo, no deberíamos olvidar los asuntos más importantes que se presentan con la liberalización. Las compañías y sus accionistas aceptan un riesgo al desarrollar los mercados energéticos por medio de las inversiones en nuevas infraestructuras y en plantas de producción. También se requieren grandes inversiones para asegurar la

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renovación y la eficiencia de las ya existentes. Estas se pueden financiar solamente si existe una buena y flexible relación entre las compañías, las instituciones financieras y los mercados de capital. Hablamos de las ventajas de un mercado libre pero los gobiernos y los reguladores muestran gran reticencia a dar rienda suelta a los mercados y sus agentes. De hecho, estas entidades a menudo intentan dirigir el mercado, imponiendo los precios y las políticas de suministro, incluso hasta el punto de controlar las inversiones, el empleo y las estrategias de diversificación. Estas acciones aumentan el riesgo inducido por las regulaciones y reducen las oportunidades para desarrollar proyectos viables financieramente. Cuando oímos hablar de la liberalización en todas partes deberíamos tener en mente las siguientes lecciones, muy valiosas, que hemos aprendido de la crisis de California:

- Es esencial la creación de mercados verdaderamente abiertos, donde los operadores y los agentes hagan negocios de forma libre.

- Se debería mantener la integración vertical de las compañías para reducir los costes de transacción, dar cobertura a los riesgos y optimizar las inversiones.

- Se debería fomentar la construcción de nuevas instalaciones por medio de una mejor coordinación entre las compañías y las agencias gubernamentales y reducir los tiempos en la concesión de permisos.

- Los operadores en un mercado liberalizado deberían recibir beneficios suficientes por sus inversiones.

- Se debería permitir que las fuerzas del mercado trabajen de forma libre, esto es, los usuarios finales deberían pagar precios realistas.

Una lección muy clara se puede aprender de la intervención de los gobiernos en los mercados, una que sin duda se debatirá de forma enérgica en nuestras sesiones, y es que la intromisión de medidas reguladoras excesivas puede provocar un endurecimiento en el mercado de la energía, en inevitable detrimento de los consumidores. Aunque el petróleo todavía es el combustible de mayor importancia para el público del Seminario, este año, por primera vez, nuestro Seminario no se concentrará en los mercados del petróleo. Más bien, el mercado de la energía eléctrica domina la agenda. Esto proporciona al Seminario un enfoque “pan-energético” que refleja la preocupación actual referente a la industria de la energía global. Sin embargo, nos mantendremos dentro de la tradición, al abrir nuestras sesiones con una revisión del mercado internacional del petróleo antes de proceder con los debates sobre el progreso de la liberalización en la industria energética. Nos complace tener a Chakib Khelil, Ministro de Energía y Minas de Argelia y Presidente de la Conferencia de la OPEP, como conferenciante de nuestra sesión de apertura. El Dr. Khelil debatirá la política de la OPEP en años recientes, haciendo hincapié en el intento de la organización por la estabilidad de los precios. En cuanto a nuestro otro conferenciante magistral, de nuevo disfrutaremos del privilegio de dar la bienvenida a Kenneth L. Lay, Presidente de Enron Corporation, quien nos hablará de “Progreso y Retos en la Liberalización de la Energía”. El Dr. Lay es un habitual participante de estos Seminarios. Su presentación en el Seminario de 1997 en

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Sevilla fue notable debido a la anticipación de sus observaciones sobre la liberalización del gas natural y de la energía. Nadie en la industria tiene una perspectiva más amplia en las tendencias internacionales y en los desarrollos que afectan a estos mercados. El panel inicial de nuestro Seminario nos proporcionará un análisis detallado de la crisis energética en California. William W. Hogan de la Universidad de Harvard, una autoridad en la liberalización tanto en California como en el ámbito mundial, presidirá la sesión. Para estimular un buen debate, el Profesor Hogan ha reunido a un panel de expertos con unas perspectivas muy variadas: escucharemos a un regulador de la Comisión Federal Reguladora de la Energía de los Estados Unidos, a un ejecutivo de una empresa de servicios de California, a un productor de energía independiente, y a un abogado que representa a los consumidores pequeños. El segundo panel del Seminario se ha organizado para comparar y contrastar la experiencia de California en el proceso de la liberalización en Europa, Latino América y en el resto del mundo. Un miembro eminente de la comunidad energética, José Luis Díaz Fernández presidirá esta sesión. El Sr. Díaz Fernández es Presidente de la Fundación Repsol YPF y del Consejo de Administración del Instituto Superior de la Energía de Repsol YPF. El panel incluirá representantes del Consejo Mundial de la Energía, del Ministerio Venezolano de Energía, de la Organización de Energía Latino Americana, de la Comisión Europea y de la Compañía Operadora del Mercado Español de la Electricidad. No es sorprendente que los medios de comunicación de todo el mundo hayan dedicado tanto espacio a la actual crisis energética de California. Nuestro tercer panel hará hincapié en el aspecto recurrente de la relación entre la industria y los medios de comunicación. Anthony B. Hayward, Vicepresidente Financiero del Grupo BP, presidirá esta sesión. Los conferenciantes representan tanto a la prensa de negocios como a la prensa en general: Energy Compass, Prensa Española y Financial Times Energy. En la sesión de clausura, Bijan Mossavar-Rahmani, Presidente de Mondoil Corporation, llevará a cabo la difícil tarea de resumir los debates y ofrecer sus comentarios finales. Bijan Mossavar-Rahmani ha sido uno de los motores detrás del Seminario desde su comienzo.

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LA OPEP Y SU PAPEL EN EL MERCADO INTERNACIONAL DEL PETROLEO CHAKIB KHELIL MINISTERIO DE ENERGÍA Y MINAS, ARGELIA Les agradezco la oportunidad que me dan de compartir con Vds. mis pensamientos sobre la OPEP, que es la organización que me honro en representar como Presidente de la Conferencia. El tema de este Seminario es la liberalización y la regulación de la energía. Aunque trataré estos temas en mi conferencia, principalmente haré hincapié en la OPEP y su papel en el mercado del petróleo, especialmente en los últimos tiempos. El principal objetivo de la OPEP, como estoy seguro de que Vds. sabrán, es conseguir la estabilidad del mercado del petróleo. Trabajamos tanto en benéfico de los productores como de los consumidores y alentamos a las naciones que todavía no pertenecen a la OPEP para que se unan a nosotros en esta campaña. Las actividades de la OPEP tratan del aspecto físico del mercado del petróleo, esto es, intentar equilibrar la demanda y la oferta por medio de ajustes en la producción. Como Vds. saben, los miembros de la OPEP disponen de poca capacidad de refino, relativamente, así que nos limitamos a ajustar la producción de crudo. Nuestra preocupación principal al hacerlo así tiene dos sentidos: primero, queremos asegurar que los refinadores disponen de crudo suficiente para hacer todos los productos que requiere el mercado; segundo, también queremos asegurar que el mercado no se vea inundado de un exceso de suministro. Permítaseme ahora reseñar las decisiones de la OPEP más significativas para el mercado en los últimos años para mostrarles de qué manera encarnan los principios y los objetivos de nuestra organización. En los últimos meses hemos sido testigos de una relativa estabilidad en el mercado del petróleo, tanto es así que resulta fácil olvidar el desastroso bajón de 1998 y de principios de 1999 cuando los precios cayeron. Toda la industria sufrió durante ese período. No sólo los ingresos de los países miembros de la OPEP sufrieron un descalabro sino que los productores más importantes también se vieron forzados a responder a la caída de los precios por medio de fusiones, instalaciones no utilizadas y gastos de producción y exploración reducidos.

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En 1999, sin embargo, la OPEP consiguió volver del revés la psicología del mercado. En enero y febrero bajaron de nuevo los precios pero la clave de la recuperación estuvo en la decisión que se tomó en marzo de cortar la producción en 1,7 millones de barriles diarios. Además, cuatro países que no eran miembros de la OPEP – México, Noruega, Omán y Rusia – retiraron otros 400.000 barriles diarios, lo cual hizo que el recorte total ascendiese a 2,1 millones de barriles diarios. En ese momento los precios empezaron a recuperarse de forma constante. Se dispararon de forma considerable en marzo de 2000, lo cual condujo a que la OPEP comenzase una serie de aumentos en la producción. En el año 2000, los precios se mantuvieron fuertes incluso a pesar de que la OPEP continuó el incremento de la producción – los incrementos llegaron a alcanzar alrededor de los 3,7 millones de barriles diarios – a lo largo del año. El incremento final en octubre consiguió la atención de los medios de comunicación ya que fue la primera vez, y de momento, la única, en que se disparó el mecanismo de precios de la OPEP. A medio camino de la marca de 2001, la OPEP había ajustado el suministro dos veces en sentido descendente. En la conferencia 113 que se celebró en enero de 2001, decidimos cortar la producción en 1,5 millones de barriles diarios y en la siguiente conferencia que se celebró en marzo, se tomó la decisión de reducirlo todavía más en 1 millón de barriles diarios. Los países que no eran miembros de la OPEP y con los que hemos trabajado en años recientes para estabilizar el mercado también se plegaron a nuestros deseos. Angola se unió esta vez, así como México, Noruega, Omán y Rusia. Estas reducciones tenían en consideración varios factores. Uno de ellos era, desde luego, las variaciones estacionales de la demanda: el segundo trimestre es tradicionalmente uno de los más bajos en lo que se refiere a la demanda de petróleo. También observamos cuidadosamente la economía mundial, especialmente la de Estados Unidos, que es el mayor consumidor mundial de petróleo. La perspectiva económica era un tanto pesimista, lo cual seguramente repercutirá en un menor crecimiento de la demanda y por lo tanto es vital que el mercado no se vea inundado de petróleo. Este es el motivo de que hayamos bajado la producción dos veces en lo que va de año y no dudaremos en hacerlo de nuevo si es necesario. Nadie en el mundo del petróleo desea ver una repetición de la caída de los precios como la de 1998. Igualmente, tampoco quiere nadie un mercado desabastecido, lo cual puede provocar una espiral de precios. Por este motivo, otro factor que nos preocupa es la inseguridad actual concerniente al nivel de oferta en el mercado. Por lo tanto, en las últimas reuniones de la OPEP se ha acordado por mayoría que una actitud prudente es la de evitar tomar decisiones precipitadas cuando la situación de la oferta es todavía un tanto incierta. El mercado aún no ha reaccionado de forma vigorosa ante esta inseguridad. Una de las razones es que el nivel de reservas de crudo y productos refinados en los países consumidores más importantes continúa siendo desahogado. El precio de la cesta de la OPEP ha seguido estando dentro del nivel de nuestras estimaciones de $22-28 por barril, lo cual indica un mercado estable y una ausencia de temor ante la seguridad del suministro. Es todavía muy pronto para decir de qué manera evolucionará la situación actual, de modo que me limitaré a hacer hincapié en que la OPEP seguirá el desarrollo de los acontecimientos muy de cerca y trabajará para asegurar el suministro adecuado.

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Permítaseme señalar que la OPEP no actúa así por motivos puramente altruistas. Es cierto que el estatuto de la OPEP especifica que uno de sus objetivos principales es asegurar el suministro constante de ingresos por hidrocarburos de los países miembros. Pero de hecho, un precio del petróleo estable es bueno no sólo para la OPEP y otros países exportadores de petróleo sino también para el resto de la economía mundial. Para comprobar por qué los precios estables son buenos para la economía mundial, hay que enfocar el asunto desde una perspectiva más amplia y a largo plazo. La industria del petróleo exige una inversión constante aguas arriba, tanto por parte de los países que sean miembros de la OPEP como los que no lo sean, para cumplir con la demanda de petróleo siempre creciente. Por lo tanto, las naciones productoras de petróleo necesitan los recursos financieros necesarios no sólo para las necesidades de su población sino también para recabar las inversiones adecuadas que reviertan en el mantenimiento, desarrollo y expansión del producto. Algunos países miembros de la OPEP poseen las tres cuartas partes de las reservas mundiales de petróleo, y lo más probable es que tengan mayor necesidad que otros de una inversión aguas arriba en el futuro. ¿Cuáles son las alternativas si no se mantiene la estabilidad de los precios? Tuvimos una idea de ello en 1998 y a principios de 1999, cuando los precios cayeron y las inversiones aguas arriba hicieron un alto. Afortunadamente, según he observado, la reducción en la producción de la OPEP en marzo de 1999 significó una revolución en el mercado. Pero ¿qué habría sucedido si la organización no lo hubiese llevado a cabo? ¿Qué habría sucedido si los precios hubiesen permanecido peligrosamente bajos y si las reducciones en las inversiones aguas arriba se hubiesen hecho permanentes? Una demanda de petróleo en creciente aumento, en unos cuantos años, hubiese adelantado a la oferta. El mundo entonces se habría enfrentado a una crisis energética que hubiese hecho parecer a la actual situación en California una nimiedad. Esto me trae al asunto de la crisis energética de California. Se pueden extraer varias lecciones del fallo del mercado en suministrar suficiente electricidad para satisfacer las necesidades del “Estado Dorado” en lo que se refiere a la industria del petróleo. Los precios de la energía deben ser lo suficientemente estables como para atraer las inversiones. Si no es así, los inversores llevarán su dinero a cualquier otro lugar y el sector de la energía – tanto si es electricidad como petróleo – sufrirá las consecuencias. No quiero decir con esto que a los suministradores de energía se les permita cobrar a los clientes lo que les parezca bien. Esto no es así. Lo que quiero decir es que los precios de la energía deberían ser razonables tanto para los productores como para los consumidores y a la vez lo suficientemente estables como para que atraigan a los inversores a la industria y así poder asegurar el futuro. Naturalmente, los consumidores de energía siempre intentarán conseguir precios más bajos, mientras que los productores intentarán lo contrario. De cualquier forma, debería ser posible acordar unos precios asequibles para todos, de acuerdo con el mecanismo de banda de precios de la OPEP. A propósito de los precios, es muy importante distinguir entre los precios del crudo, que pueden verse condicionados por las acciones de la OPEP y los precios de los artículos ya refinados, como gasolina o combustible de calefacción en los países consumidores, sobre los que no tenemos prácticamente ningún control. El motivo del diferencial en los precios es sencillo: los altos precios que pagan los usuarios finales por los productos

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refinados no son el resultado de la escasez de crudo sino la consecuencia directa de un pesado impuesto en los productos refinados por parte de los gobiernos de los países consumidores. En algunos de los países con el nivel de impuestos más altos, especialmente los de Europa Occidental, ha habido recientemente un debate público sobre los altos índices de imposición. Incluso hemos podido observar una serie de protestas y bloqueos en países donde nunca antes había sucedido tal cosa. Los consumidores finales, después de haber sido esquilmados por sus gobiernos durante tantos años, al fin se están hartando y están dando rienda suelta a su enfado. Los gobiernos de los países consumidores tienen derecho a tasar los productos refinados pero los ciudadanos también tienen derecho a protestar contra el nivel de estos impuestos. Volvamos ahora nuestra atención al panorama de la economía mundial y el efecto que tendrá en la demanda de petróleo y de gas natural. El ritmo de expansión de la economía global está previsto que se desacelere este año, principalmente debido a la creciente inseguridad sobre las perspectivas de la economía mundial en su conjunto, y especialmente en los Estados Unidos y Japón. El crecimiento del PIB se espera que baje del 4,8% del año 2000 a 3% este año, de acuerdo con las últimas estimaciones de la OPEP. Se da una previsión inicial de un 3,5% de crecimiento para el año 2001. La recesión económica en los Estados Unidos es especialmente preocupante, ya que es la mayor economía mundial. Cualquier reducción en la actividad económica tendrá un impacto considerable en cualquier otra. Esto se puede ver en las últimas estimaciones de la OPEP relativas a la demanda mundial de petróleo, que aumentó en 0,64 millones de barriles diarios a 75,76 millones de barriles diarios en 2000, un aumento de menos de 1%. La estimación de la demanda para 2001 es un poco más optimista: se estima que la demanda de petróleo aumente en más de 1 millón de barriles diarios, o bien, 1,4% hasta 76,83 millones de barriles diarios. Sin embargo, estos ratios de crecimiento son todavía mucho más bajos que los de los últimos años. También pueden ser objeto de una revisión a la baja si la perspectiva económica mundial empeorase. Por último, no puedo dejar de mencionar, con referencia a Estados Unidos, los recientes acontecimientos que han tenido lugar en ese país con relación al Protocolo de Kyoto. Durante muchos años la OPEP ha argumentado que la implantación del acuerdo causaría un grave daño económico a los países miembros. Permítaseme simplemente hacer hincapié en el detalle de que el medio ambiente a nivel mundial es de gran importancia para todos nosotros, y que se deben determinar formas y maneras de preservarlo para las generaciones futuras. Al mismo tiempo, no debemos sacrificar el crecimiento económico que proporciona la única salida real de la pobreza para muchos países en desarrollo, incluidos los que son miembros de la OPEP. Es difícil exagerar la importancia que el petróleo y el gas natural tienen en la sociedad moderna, ya que no sólo alimentan gran parte de la economía mundial sino que también son los pilares del crecimiento para las naciones exportadoras, tanto si son miembros de la OPEP como si no lo son. Permítaseme que utilice a mi propio país, Argelia, como ejemplo. El sector del petróleo y del gas natural es crucial para nosotros; representa más del 50% de los ingresos del presupuesto, 25% del PIB y 97% de las ganancias por exportación. A la vez que Argelia está impulsando reformas económicas y planes de privatización, también está maximizando las exportaciones de petróleo y gas

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natural a fin de financiar los cambios de los próximos años. Se está elaborando así mismo un marco legal para el sector energético, que incluirá leyes nuevas relativas a la generación de energía y a su transmisión, así como distribución de energía, gas natural o hidrocarburos. Es muy comprensible, por lo tanto, que nosotros – y, por supuesto, muchas otras naciones exportadoras de gas natural – estemos preocupados por los posibles cambios en el mercado europeo de gas natural. Lo que más nos preocupa, además de los cambios específicos propuestos, es que las naciones consumidoras de gas natural se sienten y debatan estas propuestas sin siquiera molestarse en informar a los países productores; asuntos que pueden afectar de forma vital nuestras economías se están debatiendo sin nuestra participación. Teniendo esto en mente, no es sorprendente que los países exportadores de gas natural que se reunieron recientemente en Teherán para debatir la forma en que sus intereses pueden verse afectados por estos acontecimientos y la mejor forma de protegerlos. La próxima reunión tendrá lugar en Argelia el año 2002. Utilizo este ejemplo para hacer hincapié en el hecho de que deseamos una cooperación más amplia. En un mundo cada vez mas interrelacionado y a la vez más interdependiente, esta es la forma de comportarse. La globalización no puede dar marcha atrás ni tampoco dejar de prestarle la atención que se merece. Hay que incorporarse a ella y atrapar las oportunidades y recompensas que pueda ofrecer. Permítaseme concluir haciendo una vez más hincapié en que el futuro de la industria energética global sólo puede asegurarse por medio de la cooperación de todas las partes implicadas. Así la OPEP ha hecho grandes esfuerzos para asegurar que su voz se escuche en una gran variedad de foros, incluyendo reuniones de la Organización Mundial de Comercio, las negociaciones sobre el cambio climático, el diálogo entre los productores de petróleo y los consumidores, la reciente conferencia de la ONU sobre los países menos desarrollados (LDC) en Bruselas, la reunión de los Ministros de Energía africanos en Argelia, y la reunión de países exportadores de gas natural en Teherán. En esta era de globalización y liberalización con el aumento del grado de interdependencia que une a todas las regiones y a todas las naciones, ningún país o grupo de países tiene nada que ganar al tratar de hacerlo por sí mismo. Los productores necesitan a los consumidores tanto como los consumidores necesitan a los productores. Todos nos necesitamos, así que trabajemos todos de manera conjunta para asegurar el futuro de nuestra industria, el futuro de los suministros mundiales de energía y el futuro de nuestro hogar común, el Planeta Tierra.

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PROGRESOS Y RETOS EN LA LIBERALIZACIÓN ELÉCTRICA KENNETH L. LAY ENRON CORPORATION Mi charla de hoy se refiere a los retos y progresos de la energía y de la liberalización del mercado en los Estados Unidos y en Europa. Los muchos retos a los que nos enfrentamos se han puesto se manifiesto debido a la reciente crisis en California. Por este motivo, revisaré primero los acontecimientos que han tenido lugar en ese Estado e identificaré las lecciones que California, los Estados Unidos y otros países comprometidos con la desregulación energética pueden cosechar de esta experiencia tan dolorosa. Los acontecimientos de California han generado una gran inseguridad sobre la dirección, incluso la conveniencia de la liberalización. Este aspecto sin duda alguna repercutirá en las futuras relaciones de los reguladores y los ejecutivos de las empresas en los Estados Unidos y en Europa en lo que se refiere a la rapidez y la forma de las futuras desregulaciones. Sin embargo, a pesar de alguna pérdida de confianza, la liberalización continuará su progreso. Para que se hagan Vds, una idea de hasta donde hemos llegado, les haré un resumen del progreso de la liberalización de la electricidad y el gas natural en los Estados Unidos y en Europa en la segunda parte de mi análisis. Concluiré con algunas ideas sobre lo que necesitamos para terminar el proceso de liberalización. Enron ha estado siempre muy interesado y comprometido en la liberalización del mercado energético en todo el mundo. En la mayoría de los foros de energía, Enron es un fabricante de mercados, que suministra un producto fiable a sus clientes a precios previsibles. Una de nuestras bazas es la gestión de riesgos. Somos el mayor suministrador de servicios de gestión de riesgos en todo el mundo, tanto al por menor como al por mayor. Gestionamos alrededor de $40 billones de contratos de energía de componentes de fuentes externas, principalmente en las áreas de la industria ligera y grandes superficies. Utilizamos nuestras capacidades de gestión de riesgo, así como nuestra estructura financiera en beneficio de nuestros clientes, muchos de los cuales están en California. De hecho, una parte poco conocida de la historia de California es que los clientes de Enron allí continuaron disfrutando de precios fijos en medio de todo el caos y por lo tanto, ahora están relativamente bien.

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Muchos ciudadanos de California, incluyendo funcionarios del gobierno y periodistas, han acusado a Enron, junto con otras cuantas empresas, de beneficiarse de la crisis y de sus carencias. A esto respondo que antes de la crisis de California, Enron ya estaba en muy buena posición. Según se ve en el gráfico nº 1, nuestro precio de acción ya era muy saludable antes de que los precios en California se disparasen de esa manera a principios del verano de 2000.

Gráfico 1 Precios al por mayor de electricidad en California comparados con el precio de la

acción de Enron desde junio de 1997 a junio de 2001

Desde que la crisis de California llegó a su apogeo, nuestros precios bajaron un tercio de su valor. Nosotros no nos beneficiamos de mercados caóticos o disfuncionales. Enron no se benefició debido al problema de California; más bien, compartimos el problema. Con la claridad que proporciona la experiencia, podemos identificar tres causas primordiales en el problema de California, que sucedieron en etapas sucesivas y entrelazadas:

• Primero, tuvieron lugar cambios tremendos en la oferta y en la demanda (que culminaron en el verano del año 2000 con la “tormenta perfecta”).

• Segundo, el plan para reestructurar la industria (no la “desregulación”) estuvo

políticamente amenazado.

• Tercero, cuando surgieron los problemas, las respuestas políticas que se dieron a los desvirtuados mercados causaron una espiral de dificultades que generó “muy mal ambiente” entre todas las partes implicadas.

Fuente: Enron

Precio Mid-Columbia ($/MWH) Precio de Acción de Enron ($/acción)

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Una de las causas principales de la emergencia energética en California fue la relación oferta-demanda que creció peligrosamente fuera de control. En el lado de la demanda, los cambios fueron reales y más allá del control de nadie. A finales de la década de 1990, las economías en California y en el oeste del país en general tomaron un drástico e inesperado rumbo desde una caída a un fuerte crecimiento; esto produjo el correspondiente aumento de demanda de la energía. A la vez, el tiempo atmosférico añadió un gran incremento a la demanda. El final de 1990 había sido muy apacible, pero todo esto cambió en el año 2000. El verano de ese año resultó ser en extremo caluroso en todo el oeste del país, lo cual aumentó increíblemente la demanda de electricidad. Y el comienzo del invierno, que por lo general, suele ser de poca demanda, resultó uno de los más fríos del siglo. También fue el más seco, lo cual redujo considerablemente los suministros de energía hidráulica, lo cual aumentó la dependencia de California de las importaciones desde otros Estados del oeste, a la vez que estos mismos Estados también se quedaban cortos en su exceso de capacidad. Las restricciones de suministro que se hicieron patentes en el mismo período tenían causas más complejas. En primer lugar, casi no se produjo ninguna capacidad de generación nueva durante la década previa (quizás solo lo suficiente para dar suministro al 10% del crecimiento de la demanda, que no tenía precedentes). En parte, la ausencia de nueva capacidad de generación ha resultado en un proceso muy costoso en tiempo y el fortalecimiento de la oposición local, que se ha caracterizado por una actitud que se designa por medio de las siglas EMPTN (En mi patio trasero, no), ante la construcción de nuevas capacidades. Añadido a todo esto, las regulaciones medioambientales, especialmente en la región de Los Ángeles, mandatos muy estrictos para limitaciones en las emisiones y el requerimiento de permisos para su utilización que aumentaron el tiempo, el coste y la complejidad en la nueva capacidad de generación. Al final, las exigencias de permisos sólo consiguieron que subiesen los precios en períodos de ajustes en el suministro. La escasez de nuevas construcciones significó que California tuvo que depender de plantas obsoletas y poco eficientes. Aproximadamente el 60% de las plantas de combustible fósil de California tienen más de 30 años; un tercio de estas instalaciones tienen más de 40 años. Estas unidades tan anticuadas son proclives a padecer averías, especialmente cuando se utilizan de forma continuada. La utilización de estas plantas, que queman más combustible que los nuevos modelos, también aumenta los costes de emisión y los costes de gas natural. Como punto culminante, los precios del gas natural se dispararon a principios del invierno del año 2000, cuando las existencias ya eran bajas en California. El incremento del precio del gas natural afectó a toda la nación pero fue especialmente duro en California, a lo que se añadieron los problemas de suministro de electricidad durante el crucial período de principios del invierno, cuando la climatología mantenía la demanda excepcionalmente alta. El mercado en el centro de la industria eléctrica de California recientemente estructurada se diseñó durante un período de varios años por medio de negociaciones muy enconadas, primero entre reguladores y accionistas bajo los auspicios de la Comisión de Servicios Públicos de California y después entre los políticos y los votantes por medio de debates en la asamblea legislativa de California. El diseño final que resultó de todo este proceso, ya bastante tocada por promesas que ofrecían “algo

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para todos”, se firmó por ley bajo el mandato del Gobernador Pete Wilson en diciembre de 1996 y se hizo efectiva el 1 de enero de 1998. Los defectos más importantes que aparecieron según se incrementó la demanda fueron los techos de los precios, regulaciones poco competitivas que hacían difícil que los suministradores independientes entrasen en el mercado, y una disposición que impedía que las empresas de servicios y otros compradores de energía pudiesen protegerse del riesgo de los precios por medio de contratos a largo plazo. En el nivel de precios al por menor, no tuvo lugar la liberalización. Los precios al detalle se redujeron en un 10% y se congelaron durante cuatro años. Esta media se tomó para recuperar los precios que se habían quedado colgados y para garantizar a los consumidores pequeños su parte del ahorro que se esperaba que trajese la desregulación. Cuando se consiguió el techo para los precios, sin embargo, las compañías de servicios no tenían forma de recuperar sus costes cuando los precios se dispararon y los consumidores no disponían de ningún incentivo para reducir la demanda. A pesar de que a los consumidores se les ofreció la posibilidad de elegir a su suministrador de energía, las fórmulas para los precios al por menor eran tales que los nuevos suministradores de servicios de energía que intentaban ganar nuevos clientes de otras empresas perdieron dinero con cada nuevo cliente que captaron. Enron y otras compañías independientes protestaron por estas medidas, pero la fórmula nunca se cambió. Como consecuencia, Enron se retiró de los mercados del pequeño comercio y zonas residenciales de California no mucho después de que el sistema se implantase este sistema. Mientras tanto, las compañías de servicios que ya estaban establecidas continuaron sirviendo a la mayoría de los clientes con precios ya establecidos. Según el plan de desregulación, tenían que comprar en el mercado libre al por mayor. Cuando se instituyó este requerimiento, se esperaba que los precios cayeran. El nuevo mercado energético al por mayor de California era libre. A las compañías de servicios más importantes se les exigió que vendiesen sus unidades térmicas de generación y que después comprasen la energía en el mercado libre para su distribución al por menor. Este nuevo mercado al por mayor tenía dos instituciones separadas pero relacionadas entre sí para llevar a cabo las compras dentro del Estado: la Bolsa de la Energía (PX) como el mercado principal y el Sistema de Operadores Independientes de California (CAISO) para equilibrar los servicios complementarios y otras necesidades. Según el reglamento de CPUC, casi todas las compras debían realizarse en el mercado al por menor, incluyendo las transacciones realizadas con antelación o en el mismo día. Cuando las compañías de servicios y otras empresas comentaron la posibilidad de emitir contratos a largo plazo u otras posibilidades igualmente difíciles, CPUC desalentó con fuerza estas acciones. Como resultado de todo ello, las compañías de servicios tuvieron que comprar en el volátil mercado al por mayor y vender en un controlado mercado al por menor. Esta situación los puso en gran desventaja con relación a las fluctuaciones de los precios al por menor. Para mayo de 2002, la escasez de suministros, el aumento en la demanda, y la continuada dependencia del mercado spot empezó a producir escasez, apagones y una escalada en los precios al por mayor. Los precios en el mercado de la electricidad al por mayor aumentaron en un 500% entre la segunda mitad de 1999 y la segunda mitad de 2000. Los precios al por menor continuaron igual, desde luego. Las dos empresas de

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servicios más importantes, Southern California Edison (SCE) y Pacific Gas & Electric (PG&E) compraban su energía al por mayor a precios exagerados y lo vendían al por menor a precios fijos. Se convirtieron más y más en poco fiables, y, según fueron aumentando sus problemas fiscales, los suministradores de energía al por mayor comenzaron a dejar de venderles energía debido al miedo a los impagos. La disparidad en los precios al por mayor / al por menor se hizo aparente por primera vez en mayo de 2000. Se convirtió en algo muy serio durante el verano, pero el Gobernador Gray Davis no hizo nada al respecto. Tampoco lo hizo en otoño, ni siquiera a principios del invierno, cuando el tiempo frío hizo que la demanda y los precios se disparasen a cotas sin precedentes. Finalmente, a mediados de diciembre, el gobernador celebró su primera reunión con relación a este problema con algunos representantes legislativos. En este punto, cuando ya era claro que algo había que hacer, el gobernador eligió una respuesta políticamente popular, en vez de una que fuese comercialmente responsable. Proclamó que no se haría ninguna subida de precios. Tampoco garantizaría ninguna renuncia medioambiental, lo cual significaba que los altos costes de la emisión de créditos y los aumentos en las emisiones seguirían igual. Mantuvo esta posición desde la mitad de diciembre hasta mediados de marzo, lo cual no supuso ningún alivio. Antes que tomar medidas, los líderes políticos prefirieron jugar a repartir culpabilidades. Sus chivos expiatorios favoritos fueron los cinco productores de energía independientes que vendían electricidad en el mercado mayorista – y Enron. A Enron se le señaló como responsable, a pesar de que no actuamos como generadores en California. Suministramos energía en California en cantidad significativa, especialmente en lo que se refiere al gas natural y la electricidad, pero no lo generamos. El Gobernador Davis culpó especialmente a “las empresas texanas”, para establecer una culpabilidad por asociación con la administración Bush en Washington. Sin embargo, sólo tres de estas seis compañías tenían su cuartel general en Texas. Los políticos llegaron a acusarnos de abuso de confianza. El Fiscal General incluso llegó a amenazar con la cárcel a esos dos generadores y a algunos otros más. Como nunca tuvieron un caso, jamás se presentaron cargos. Los generadores independientes, que soportaron toda la culpabilidad que tanto el Gobernador como otros les adjudicaron, sólo representan alrededor del 12,5% del total del suministro eléctrico en California. Más de 87% proviene de otras fuentes, y muchas de éstas, incluyendo el Departamento de Agua y Electricidad de los Ángeles, que es una empresa pública, exigieron y obtuvieron los mismos precios en este período de tiempo. Este juego de culpabilidades resultó contraproducente en el aspecto económico. Creó una gran inseguridad financiera, especialmente en los mercados de capital. El mercado eléctrico, por lo menos, decidió que los líderes de California no entendían el problema y no iban a resolverlo. Como resultado de todo ello, la curva de precios fue hacia arriba en vez de hacia abajo. También hubo más malas noticias para California. Las dos mayores empresas de servicios. PG&E y SCE presentaron suspensión de pagos en enero de 2001 y el Estado tuvo que hacerse cargo de ellas. Para impedir apagones masivos se ordenó al Departamento de Recursos Hidrológicos (DWR) que comprase energía para garantizar el suministro a las empresas de servicios. Este arreglo se formalizó legalmente en la primavera, y entre enero y mayo de 2001, el Estado se gastó $8 billones en electricidad.

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Los contratos del Estado se llevaron a cabo en el punto culminante de la crisis. En la actualidad, si se miran las curvas hacia delante, esos contratos suponen alrededor de $20 billones del dinero, o bien, alrededor de entre $15 y $16 billones de su valor básico actual. Hoy día, los mismos contratos en los mismos términos representarían $14 billones menos. Este importe es casi el doble de lo que suponían los costes que se quedaron plantados en California cuando empezamos el proceso hace cuatro o cinco años. Al revisar el desastre que supuso ese año, podemos estar de acuerdo en que si hemos aprendido la lección, se habrá ganado algo. Permítaseme identificar esas lecciones que yo veo como importantes. Mirando hacia atrás, la conclusión más evidente es que la liberalización no causó los problemas de California. Fueron el resultado de una serie de errores de cálculo (incluyendo barreras reguladoras a la infraestructura en expansión, utilizando protecciones y otros instrumentos financieros y estableciendo competencia al por menor) y oportunidades perdidas. Indudablemente, todo resultó exacerbado por los cambios desfavorables de la oferta y la demanda, que nadie podía controlar. Mirando hacia delante, la liberalización total puede ser una parte importante de la respuesta a los problemas de California. En estos momentos, hay gente en Sacramento trabajando mucho para encontrar una solución que mantenga a la SCE a salvo de la bancarrota y el resultado puede también extrapolarse para PG&E. La solución propuesta incluye acceso directo – este es la única forma de que los dirigentes políticos puedan obtener los votos necesarios. Los legisladores también son conscientes de la necesidad de dar a los votantes una oportunidad para que elijan. Al considerar de qué forma podemos proceder con la liberalización, es útil referirnos a la experiencia de California en la desregulación del gas natural. Esa ley estableció los clientes que eran importantes y los que lo eran menos y decretó que los que eran importantes – todos los grandes compradores de gas natural en California – deberían hacer los arreglos necesarios para conseguir sus propios suministros de energía por medio de un acceso directo a sus propios suministradores. Podemos ver que se está siguiendo el mismo camino en lo que se refiere al sector eléctrico. Esto significaría salir de un sistema con opciones muy limitadas en el suministro competitivo a otro que tiene varias opciones. Puede que lleve uno o dos años conseguir esta transición, pero este enfoque representa una posibilidad muy significativa. La crisis de California señaló también en la dirección de otra lección: si el mercado se resiente o se desestabiliza, cuanto antes se tome una decisión activa, menos costosa será. Todos ponderamos con arrepentimiento sobre la pregunta de oro del Gobernador Davis “Y si....” . El Gobernador Davis en marzo de este año comentó: “Si hubiese querido elevar las tarifas, habría resuelto el problema en 20 minutos”. Ciertamente, si las tarifas se hubiesen podido subir el otoño pasado, incluso a la mitad del nivel que alcanzaron al final, California ciertamente no habría sufrido ningún problema serio. Una vez más, cuanto antes se tomen medidas, mucho mejor. Aquí va otro ejemplo. En junio de 2000, cuando empezaron a aparecer los problemas, Enron y otros suministradores ofrecían a las empresas de servicios de California

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energía a largo plazo por 5,5 centavos/kw (Kwh.). CPUC se negó a que comprasen. Convencidos de estar en posesión de la verdad y de que los precios bajarían, CPUC estaba seguro de que las empresas de servicios perderían dinero con los contratos a largo plazo. Según se hizo patente, si una parte significativa de los suministradores del Estado hubiesen comprado energía a 5,5 centavos el pasado mes de junio, quizá habrían ahorrado $35 billones durante los últimos 12 meses. La “socialización” o “nacionalización” de la electricidad por medio de las compras sugeridas por el Estado de la transmisión de las redes no tiene ningún sentido en California. Desde luego, siempre hay aspectos a favor y en contra en la cuestión de la energía pública, pero la mayoría de los análisis demuestran que, comparativamente, la energía pública es menos eficiente. De cualquier manera, cuando todo el orbe se dirige hacia la privatización, parece irónico que California se encamine hacia la energía pública. Los directivos corporativos pueden forzar a que el Estado compre acciones, como la red de transmisión por razones propias, pero esta estrategia no tiene ningún sentido, en lo que se refiere al público. Lo que es más, el récord del Estado como suministrador de energía durante la mayor parte de este año no inspira confianza en los políticos y reguladores como directivos de un sistema tan complejo. Por ejemplo y como ya hice notar antes, los contratos a largo plazo en los que participó DWR en los meses recientes han costado al Estado millones, si no billones. El predominio de la actitud EMPTN en combinación con las restricciones medioambientales han impedido la construcción de nuevas plantas de energía en California. La crisis en el suministro demostró de manera fehaciente el lado negativo de no construir tecnología más moderna en los últimos años. La utilización – en algunos casos, de forma excesiva – de algunas plantas que son muy contaminantes, empeoraron la contaminación. Lo siguiente es un ejemplo de un informe reciente de la administración Bush sobre política energética:

El coste a corto plazo en el aumento de las emisiones contaminantes de estas medidas de emergencia ha sido tremendo. Las cifras preliminares suministradas por la Dirección del Distrito del Sur de California sobre la Calidad del Aire indican que las emisiones se han duplicado en los tres primeros meses del año, en comparación con el año pasado.

El contraste en las emisiones de las antiguas plantas de generación de energía y las nuevas es tremendo, según se muestra en los gráficos 2 y 3. Por lo que se refiere a emisiones de óxido de nitrógeno (NOx ) el cambio de las antiguas plantas de petróleo a las antiguas calderas de gas reduce las emisiones en un 83%. El cambio a las nuevas plantas de gas natural de ciclo combinado lo reduce en otro 87%. En otras palabras, las antiguas plantas de gas natural producen ocho veces tantas emisiones de NOx como las nuevas. Los quemadores de gas de cualquier época no generan tanto dióxido sulfúrico (SO2) , el contaminante de aire más potente, así que tampoco ahí existe mucha diferencia. Pero en el caso de las partículas (PM10) también hay una diferencia importante: el cambio de la tecnología del petróleo a la antigua de gas lo reduce en un 80%, y el cambio de la antigua tecnología de gas a la nueva lo reduce en otro 60%.

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Gráfico 2

Comparación de Emisiones – Generación de Electricidad en California (Libras de peso/MWH)

Gráfico 3 Comparación de Emisiones – Generación de Electricidad en California

(Libras de peso/MWH)

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En lo que se refiere al dióxido de carbono (CO2) el cambio de las plantas de petróleo a las antiguas de generación de gas natural las reduce en un 30%; el cambio a las nuevas plantas de ciclo combinado lo reduce en otro 30% o incluso más. La perspectiva de California está mejorando. Empezó a hacerlo antes de que la Comisión Federal de Regulación de la Energía (FERC) se interpusiese con su normativa sobre mitigación de precios. La oferta y la demanda estaban consiguiendo equilibrarse en el Estado y en todo el Suroeste. De hecho, para septiembre deberíamos disponer de unos 7.000 megavatios (MW) de nuevos suministros en el Oeste. También tendremos una reducción en la demanda de unos 7.000 MW; la demanda ya ha caído entre el 11 y el 12% en mayo y junio. Este descenso vendrá como resultado del ahorro espoleado por precios más altos y programas muy eficaces para hacer bajar la demanda. Los ahorros se verán compensados de alguna manera por un descenso de unos 5.000 MW en el suministro hidroeléctrico debido a la sequía. Sin embargo, todavía tendremos un exceso de suministro de 9.000 MW más que el año pasado. Mirando hacia el futuro, esperamos tener para el año 2003 una capacidad de generación de otros 20.000 MW en funcionamiento. Una advertencia: estas predicciones siempre presuponen que la normativa de mitigación de precios o cualquier otra normativa no pondrá a la gente nerviosa en lo referente a invertir capital en estas plantas. La liberalización ya lleva una década aquí – y ha funcionado. Véanse las industrias en los Estados Unidos que lo han hecho hasta ahora. Véanse las compañías de telecomunicaciones a larga distancia; véanse las líneas aéreas, el gas natural, el transporte por carretera, los ferrocarriles – en casi todos estos casos hemos visto reducciones en coste y precios de un 15/20% en los últimos tres a cinco años. En un período de diez años, la cifra es más bien del 30 al 40%. Esto significa grandes ahorros. En el caso del gas natural, hasta los últimos 12 meses habíamos ahorrado alrededor de $10 billones al año como resultado de la desregulación. Las telecomunicaciones a larga distancia ahorraron alrededor de $5 billones al año, las líneas aéreas alrededor de $20 billones, las compañías de transporte por carretera alrededor de $20 billones y los ferrocarriles alrededor de $10 billones. Esto se suma a los ahorros de entre $55 y $60 billones anuales en esas industrias debido a la competencia y a la desregulación. Los mercados abiertos hacen algo más que bajar los precios; mejoran la calidad. La liberalización ha producido innovación y creatividad en los servicios financieros, servicios de teléfonos locales, servicios de correo y paquetería de entrega urgente. Muchos podrían decir que no dispondríamos en la actualidad de teléfonos móviles o de Internet sin la competencia en estas respectivas industrias. No hay motivo para pensar que no podemos obtener los mismos resultados con la electricidad. El gas natural proporciona un buen ejemplo de la forma en que la liberalización ha funcionado en la práctica. Cuando los precios se dispararon el último diciembre a $10 por MMBtu, alcanzaron el nivel, ajustado por la inflación, de los precios de 1984 (justo al final de la década de la regulación). En el año 2000, los precios se dispararon al final del año y han vuelto a bajar de nuevo alrededor de $3 por MMBtu. Desde 1984 hasta el año 2000, la economía de Estados Unidos ahorró alrededor de $175 billones debido a la desregulación del gas natural.

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Se han documentado ahorros similares en el Reino Unido. Desde mayo de 1999, todos los clientes de electricidad en el Reino Unido han podido escoger las compañías que les iban a suministrar la electricidad. Los 6,5 millones de clientes que cambiaron su suministrador de electricidad antes de junio del año 2000 pudieron comprobar que sus facturas bajaban en 299 millones de libras (o el 15%). Los 19 millones de clientes que no cambiaron de suministrador habrían podido ahorrar hasta 674 millones de libras, o el 31% de su facturación anual, si lo hubiesen hecho, de acuerdo con un reciente estudio realizado por la Oficina de Mercados de Gas y Electricidad del Reino Unido. Después de todas estas noticias referentes a la crisis energética en California, es mucho más importante que tengamos una perspectiva amplia del progreso que la liberalización está teniendo en todo el mundo. Aparte de California, la historia de la energía en todo el país va a más y a mejor. Las cifras relativas a la nueva capacidad son impresionantes. En 1999, los Estados Unidos añadieron alrededor de 13.000 a 14.000 MW de nueva capacidad. En el año 2000, se pusieron en funcionamiento 32.000 MW. En 2001, esperamos que sean alrededor de 59.000 WW y en 2002, alrededor de 96.000 MW de nuevas plantas de energía (y alguna generación distribuida). Una vez más, una advertencia: esto no presupone una incertidumbre nueva en el mercado que pueda desalentar en la construcción de estas plantas. Esto suma un total de 200.000 MW de capacidad nueva en todo el país. Para un mercado de 400.000 a 500.000 MW, esto es mucha capacidad. Incluso puede que dispongamos de capacidad extra para el próximo año o así. Una historia específica en la desregulación que merece destacarse es la de Texas. Texas ha desregulado la energía eléctrica al por mayor desde 1995 y abrirá sus mercados al por menor el 1 de enero de 2001. Durante ese período, los texanos construyeron alrededor de 60 nuevas plantas de varios tamaños, totalizando 20.000 MW. El mercado texano, que es de 55.000 a 60.000 MW como máximo, es comparable al de California. Con toda esta nueva capacidad, hoy se pueden firmar contratos por cinco años en Texas por importes de 3,5 centavos por KWh. Si la economía texana y la población siguen creciendo, el Estado estará generando un porcentaje mayor de su energía de gas natural de lo que lo había hecho hasta ahora. Sin embargo, este verano quemaremos menos gas natural que el último verano, debido a la mejora de las tarifas de la nueva generación. Esta tendencia debería continuar al menos durante algunos veranos. Estado a Estado, esperamos que el 57% del mercado de la electricidad estará completamente desregulado en el año 2004. En Nevada, Arkansas, West Virginia y Montana, el proceso se ha detenido. Sin embargo, estos Estados representan solamente el 5% del total del país. Todos los demás Estados van camino de la desregulación. Según se ha observado, Texas ha empezado a abrir su mercado al por menor este año. El mercado eléctrico en Texas estará completamente abierto en el año 2002. También podemos informar de un progreso adecuado en todo el área del Noroeste y partes del Oeste. La mayoría de los Estados que estaban en período de desregulación siguen en ello. Por lo que se refiere a la liberalización del gas natural en los Estados Unidos es muy parecido. Los planes para la desregulación han cambiado poco. En su mayor parte, el mercado industrial en todo el país ya se ha desregulado.

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En cuanto al progreso la liberalización del gas natural y de la electricidad en Europa, los desarrollos positivos se han sucedido en toda la Unión Europea y muchos países han experimentado un cambio más rápido del esperado. Ciertamente, los procesos de Madrid y de Florencia han añadido un nuevo ímpetu a lo que Europa está intentado hacer. Sin duda alguna, algunas personas en Francia están utilizando los sucesos de California para ralentizar el proceso, pero en su mayor parte, la liberalización parece ir adelante según lo previsto, con una fecha límite del año 2004. En el mercado del gas natural, el Reino Unido ha exigido el 100% de la desregulación y ha conseguido este objetivo. Alemania ha exigido el 100% de la desregulación pero no ha conseguido casi nada. Entre medias, hay de todo. Según se muestra en el gráfico 4, España se está moviendo hacia adelante, igual que otros varios países. Muchos otros países europeos siguen en la brecha. Los planes están ahí, sin embargo, para que todos estos mercados estén abiertos en el 2003 o el 2004. El gráfico 5 muestra una situación similar en lo que se refiere a la liberalización de la electricidad. Finlandia ha autorizado una desregulación del mercado del 100% y lo ha conseguido. Una vez más, Alemania ha autorizado el 100% en la desregulación pero sólo ha conseguido un 10%. En España, se ha autorizado el 55% de la desregulación y probablemente la mitad se ha conseguido. Pero, una vez más, estos países se están moviendo en la dirección adecuada. Algunos de los obstáculos a los que se enfrentan estas naciones y algunas otras según se dirigen hacia la desregulación incluyen problemas de acceso en el cruce de fronteras en lo que se refiere al gas natural y la electricidad, falta de atención hacia los mercados al por mayor, resistencia a la directiva propuesta referente a la energía, accesos negociados a terceros, y problemas sin resolver, concentración del mercado con motivo de la integración o de las fusiones y estructuras de contratos a largo plazo presentes en el mercado continental del gas natural. Según Europa va hacia adelante es importante recordar las lecciones de California. Específicamente, me gustaría hacer hincapié en lo siguiente:

• Dejar que el mercado revele los desequilibrios entre oferta y demanda rápidamente y conectar los mercados al por menor y al por mayor.

• Evitar “favores” políticos / reguladores a partes privilegiadas de los mercados. • Salvaguardar el eficaz funcionamiento del mercado del gas natural.

En los Estados Unidos y en Europa, hemos hecho un progreso significativo en la liberalización de los mercados de la electricidad y del gas natural, pero todavía queda mucho por conseguir. La clave en lo que se refiere al progreso futuro es hacer hincapié en la importancia de la regulación para establecer unas reglas competitivas adecuadas. Según vamos liberalizando y haciendo competitivos los mercados, todavía se necesita una mano fuerte, un regulador independiente, para asegurarse de que los parámetros sean los adecuados y de que todas las partes en cuestión tienen acceso a la transmisión, el transporte y los mercados.

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Gráfico 4 Liberalización de Gas Natural en Europa

Gráfico 5 Liberalización de Electricidad en Europa

fG

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Suena irónico, pero necesitamos un regulador fuerte e independiente ahora más que nunca, según nos acercamos a la desregulación, la competencia y la liberalización. Por ejemplo, la experiencia nos muestra que, cuando los contratos negociados o las rutas de acceso negociadas están en juego sin la supervisión de un regulador fuerte, los planes no funcionan. No importa que las intenciones sean buenas, las compañías que tienen un monopolio gustan de seguir manteniendo ese monopolio. Esto es verdad en Europa, en los Estados Unidos y en el resto del mundo. Por lo tanto, un regulador fuerte e independiente que establezca reglas firmes y justas es imperativo para crear y mantener la competencia de los mercados.

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PANEL I LIBERALIZACIÓN Y REGULACIÓN: CRISIS EN CALIFORNIA Observaciones del Presidente WILLIAM W. HOGAN UNIVERSIDAD DE HARVARD A principios del verano del año 2000, estaba claro que la crisis energética de California había resultado ser mucho peor de lo que hubiese esperado cualquiera – peor incluso, según ya he escrito, de lo que hubiese imaginado nadie. La situación ha sido abrumadora desde todos los ángulos posibles. Siembra dudas sobre el proceso en marcha de la reestructuración de la electricidad en los Estados Unidos. Es un ejemplo terrible para los dirigentes europeos, de Australia, de Japón o de muchos otros lugares donde se está planificando el mismo proceso de reestructuración. Es costoso para la economía de California. Pone en entredicho la credibilidad de los reguladores y de los políticos que tienen que apechugar con ello. Por otra parte, deseo hacer hincapié de nuevo en que el desastre de California no debe ponerse en la cuenta de la reestructuración. Esta situación tan abrumadora se debió a decisiones políticas y reguladoras, que, desafortunadamente han tenido ramificaciones más allá de California. Fue muy preocupante oír a Alfonso Cortina calificando el enfoque de la liberalización en muchos países, incluyendo España, como construida según el modelo de California. Resultó especialmente preocupante para aquellos de nosotros – incluyendo algunos de los conferenciantes y yo mismo – que debatieron este asunto, hace años, al principio de diseñarse la reestructuración, que el modelo de California era “ gravemente defectuoso”. El hecho de que los defectos del modelo se convirtiesen en incluso mucho más graves de lo que nadie había anticipado no cambia el hecho de que ya se sabía, incluso antes de haberse implantado, que existían problemas en el plan californiano. A pesar de que ha sido un secreto bien guardado, entonces y ahora, el modelo de California estuvo en entredicho mucho antes de junio de 2000. Los problemas empezaron cuando el mercado se abrió en enero de 1998, y los problemas se amontonaron desde entonces. A finales de 1999, el Comisario William L. Massey y sus colegas en la Comisión Federal Reguladora de la Energía consideraron que la base estructural del diseño del mercado era “fundamentalmente defectuosa” y aconsejaron a los funcionarios que volviesen a diseñar todo el plan. Este proceso de diseño empezó a comienzos de enero de 2000, pero no estaba terminado cuando llegó el verano – y

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entonces se acabó el tiempo. Los acontecimientos se hicieron con el mando de una manera abrumadora, como ya escucharán Vds. a nuestros conferenciantes de hoy. Cuando estábamos planificando este Seminario, sabíamos que los ejecutivos y los reguladores, tanto en España como en Europa, desearían conocer la experiencia de California y las lecciones que se podían derivar de ello. Por lo tanto, enfocamos este Seminario en ese asunto y tuvimos gran cuidado en seleccionar a nuestros conferenciantes de entre el relativamente escaso número de personas que podían entender la situación de California y analizarla bien. El conferenciante que abrió la sesión esta mañana y los cuatro de este panel, estoy orgulloso de anunciar, incluyen a estos distinguidos individuos. Son las estrellas. De hecho, estoy un tanto preocupado por la acumulación de talento aquí en Mallorca, mientras que se están tomando decisiones tan importantes en Sacramento sobre la reestructuración en estos momentos. Al traer a tantos expertos en la materia, puede que no sea un servicio público para California. Sin embargo, los tenemos aquí, de modo que deberíamos aprovechar la oportunidad que se nos brinda para beneficiarnos de sus conocimientos y experiencia. Permítaseme presentar a los distinguidos conferenciantes. El primero será Stephen L. Baum, Presidente de Sempra Energy Corporation, de San Diego. Algunos de Vds. puede que conozcan mejor a Sempra a través de sus empresas afiliadas, Gas y Electricidad de San Diego y Gas del Sur de California. Ambas firmas son participantes muy importantes en el mercado de electricidad de California y Steve ha estado muy involucrado en los debates cuando la estructuración del mercado se estaba llevando a cabo. Para que quede constancia, puedo decir que los planes y recomendaciones que su compañía patrocinaba se desestimaron. Los acontecimientos han demostrado lo adecuadas que eran sus ideas. Nuestro segundo conferenciante, Michael P. Florio, es un abogado de California que ha estado trabajando durante muchos años para The Utility Reform Network (TURN). Esta organización representa a los pequeños consumidores en asuntos energéticos; los grandes consumidores suelen estar bien representados por sí mismos. Mike y TURN han estado involucrados en los debates de California desde el principio, y sé por mi propia experiencia que Mike está bien informado y es un gran experto en el asunto. En enero de 2000, lideró la Coalición de la Reforma, que estaba compuesta de consumidores, una gran empresa de servicios y varios de los grupos de productores – en un intento por proponer alternativas al defectuoso, pero todavía operacional, mercado californiano. El intento de reforma no tuvo éxito y ya podemos ver los resultados. Jan Smutny-Jones también ha estado trabajando en la reestructuración eléctrica de California desde la primera época. Ha tenido múltiples responsabilidades, la más reciente como cabeza de la Asociación de Productores Independientes de Electricidad en California, la nueva clase de productores de energía. Anteriormente, hizo durante algunos años penitencia como Presidente de la Junta Directiva de la ISO de California (CAISO). Yo trabajé para CAISO muchas veces y tuve la oportunidad de ver a Jan intentar manejar el proceso de los accionistas. Siempre le agradecí que no tuviese que hacerlo yo. Tratar con la variedad de presiones involucradas – económicas, técnicas, políticas, sociales - no es fácil.

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Nuestro último conferenciante es el Comisario Massey de FERC, quien resultará conocido a muchos participantes en este Seminario de ocasiones anteriores. Ha estado muy involucrado en todos los aspectos de la reestructuración de la electricidad desde la perspectiva del gobierno federal. En este proceso, ha sido muy franco en el ejercicio de sus responsabilidades. Bill también está muy versado en todo lo que está sucediendo en California y está muy involucrado en la búsqueda de remedios. Dada su posición en la reestructuración, se ha sentido un tanto solo en los últimos años, pero también ha ejercido mucha influencia. Como el gobierno federal está luchando con los problemas económicos, los problemas de diseño del mercado y los problemas políticos, la sabiduría de Bill se ha hecho manifiesta de forma evidente. Estos conferenciantes revisarán los acontecimientos y las decisiones que llevaron a la crisis de la electricidad en California, identificarán las medidas que se están llevando a cabo para remediarla y sugerirán lecciones que se pueden derivar de la experiencia californiana para que Vds. y sus respectivos países puedan proseguir su camino hacia la liberalización de la energía.

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CRISIS EN CALIFORNIA: UNA PERSPECTIVA DEL SERVICIO STEPHEN L. BAUM SEMPRA ENERGY Como muchos otros californianos, Sempra Energy ha luchado contra las consecuencias del maremoto energético que ha sacudido nuestras costas hace sólo 12 meses. Los ciudadanos de California se han enfrentado a muchos retos a través de los años, incluyendo terremotos, incendios y disturbios, pero los sucesos del año pasado seguro que merecen un lugar especial en el panteón de los desastres. La crisis actual ha llamado la atención de todo el mundo y no existe escasez alguna de opiniones al respecto sobre la forma de solucionar el problema. Muchas personas fuera de California se han visto tentadas, al debatir la crisis energética del Estado, en invocar el espíritu, si no las palabras del poeta escocés William Edmonstone Aytoun: “Vuestro es el pesar, además de la culpa”. Pocos dudan de que los californianos sientan un gran pesar por la situación energética en la parte Oeste de los Estados Unidos. Pero llegar a un acuerdo sobre la responsabilidad de la culpa, ya es otra cosa. La verdad es dura de asumir: todos los que están involucrados en este fracaso de la política pública son culpables. Y lo que es más importante: todos somos parte de la solución – y enfocarnos en la culpabilidad no produce ni un solo kilovatio de electricidad. Permítaseme que comience dando alguna información sobre la forma en que Sempra está relacionada con la crisis del mercado energético de California. Sempra está constituida por compañías de distribución de energía en California, desde luego, y también posee compañías de distribución de energía en México, Chile, Argentina y Perú. Tenemos en total alrededor de 9 millones de clientes, y unos ingresos anuales de unos 13 billones de $. Además, tenemos una excelente operación comercial que maneja servicios energéticos, petróleo y productos refinados en los Estados Unidos, Europa y el Sureste Asiático.

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En California, estamos a ambos lados de la “verja” energética: en el lado regulado, suministramos amplia distribución a los consumidores de electricidad y operamos una gran compañía de gas natural: en el lado que todavía no está “regulado”, participamos en la producción de energía, su venta y comercialización. Durante varias décadas, especialmente a principios de los años 90, los productores de California protestaron porque las tarifas eléctricas estaban un 40% por encima de las tarifas en el ámbito nacional. El sistema regulador no permitía que estos grandes consumidores se cambiasen a otros suministradores; estaban atados a las compañías de servicio de distribución locales. Estas tarifas tan altas hacían imposible que los grandes consumidores compitiesen con otras empresas de los Estados vecinos, especialmente debido al estancamiento económico de principios de los 90. El creciente clamor llegó a la Comisión de Servicios Públicos de California y al entonces Gobernador del Estado, Pete Wilson. La solución que se propuso – un mercado libre en los ámbitos de los mercados al por menor y al por mayor – parecía la adecuada, tanto a los reguladores como al Gobernador. Después de varios años de estudio, planificación y debates, se presentó un plan para la desregulación del mercado de la electricidad ante la Asamblea de California, como Proyecto de Ley AB 1890. El proyecto se aprobó en septiembre de 1996, lo firmó el gobernador y tuvo efectividad a partir del 1 de enero de 1998. El Proyecto de Ley AB 1890 reestructuraba la industria eléctrica de California, basándose de forma general en una experiencia inglesa de gran éxito. Sin embargo, fue un esfuerzo politizado de mala manera. AB 1890 parecía tener algo para todos; como lo describió la revista “The Economist” : “prevaleció la política del cerdo” (fondos o favores concedidos por un gobierno por razones políticas en vez de por necesidades públicas). Por ejemplo:

• En general, los consumidores de electricidad eran libres para elegir al suministrador más barato, en vez de al distribuidor habitual del servicio. Para los que no eligiesen esta opción, existía la posibilidad de elegir una tarifa tope del otro lado de la frontera, con duración de 4 años, por un importe de 9 centavos por kilovatio / hora.

• Para empresas pequeñas y clientes particulares (por debajo de 100 kilovatios), existía una rebaja del 10%, además de la tarifa tope.

• Las empresas de servicios tenían la oportunidad de recobrar sus costes, que se habían quedado estancados, basados en la diferencia entre la tarifa tope al por menor y sus costes reales, para poder comprar energía en el mercado al por mayor.

• Los políticos podían dar a los votantes una rebaja en las tarifas, cosa que era muy esperada.

• Las compañías independientes productoras de energía tenían la oportunidad de introducirse en el hasta entonces cerrado mercado californiano, de forma que se pudieron sustituir los precios marginales por el coste habitual de la electricidad al por mayor.

• Los inversores de Wall St. tenían la oportunidad de emitir billones de dólares en bonos del Estado para financiar la reducción en las tarifas y distribuir sus costes en el futuro.

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Y, si bien no se cumplieron todas las hermosas promesas, seguramente FERC haría lo posible para asegurarse de que los precios fuesen justos y razonables. Según se ha mencionado, la AB 1890 se aprobó por unanimidad y con grandes alharacas en septiembre de 1996. Entró en vigor en enero de 1999. Sin embargo, durante el largo periodo de discusión y debate, ni los políticos ni los accionistas se fijaron con detalle en algunos de los puntos críticos de los supuestos, que según se especifican más abajo, serían en los que descansaría el mercado:

• El suministro era, y seguiría siéndolo, adecuado en lo que se refería a la demanda. El plan de reestructuración del Estado no tenía en cuenta el crecimiento fundamental de la demanda en lo que se refería a la electricidad ni los efectos de las alzas económica y demográfica.

• El precio marginal, que se esperaba que subiese más que el coste histórico habitual en el mercado al por mayor, pronto crearía un exceso en la nueva producción de electricidad.

• Un mercado al por menor que fuese robusto y competitivo, relevando a las empresas de servicios de su obligación de suministrar electricidad por defecto a un gran número de clientes.

• Los precios del gas natural continuarían siendo bajos. • Quizás lo más importante, el mercado al por mayor sería factiblemente

competitivo y los precios al por mayor bajarían. El resultado de la Ley AB 1890 fue un sistema diseñado para que funcionase mientras hubiese exceso de capacidad – pero que se convirtió en una pesadilla cuando la demanda de electricidad se adelantó a la oferta. Al cabo de tres años, el escenario de pesadilla que se ha descrito más arriba se convirtió en realidad. En ausencia de exceso de capacidad y con una cantidad limitada de participantes en el mercado al por menor que dispusiesen de instalaciones de obligado funcionamiento, el precio marginal se convirtió en una licencia para cobrar lo que pudiese soportar el mercado. Y el mercado soportaba casi cualquier precio, porque el tope de precios al por menor evitaba que los consumidores al por menor recibiesen una verdadera señal referente a los precios. Por lo tanto, la demanda no descendió, lo cual mantuvo los precios al por mayor. Y lo peor, los generadores y comercializadores aprendieron a “jugar” con el sistema, aprovechándose de los fallos que había en el diseño del mercado. La subida de precios y los apagones que marcaron los últimos seis meses del año 2000 y que continuaron en el año siguiente causaron gran pesar a todos los segmentos sociales de California – consumidores, productores, políticos – y en especial a las tres compañías de servicios más importantes. Con una tarifa al por menor fija, y con la subida de los precios en el mercado al por mayor, la diferencia entre el coste de compra y el precio de venta tenía que absorberlo las empresas de servicios, que no tenían otra salida sino pedir prestadas grandes sumas de dinero. Dos de las empresas de servicios – Pacific Gas y Electric (PG&E) y Southern California Edison (SCE) – todavía tenían los precios congelados, de modo que mantenían las tarifas tope. Más adelante comentaremos con detenimiento este problema.

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Por contraste, San Diego Gas y Electric (SDG&E), una filial de Sempra, satisfacía las condiciones de la ley de reestructuraciones. Había pagado todos sus costes antiguos y estaba dispuesta a retirar su tarifa tope en julio de 1999. Por lo tanto, el mercado al por menor de San Diego se vio expuesto a precios de tiempo real. Fueron tolerables durante el siguiente año, hasta el verano del año 2000. El gráfico 1 muestra el contraste que representan los precios de 1999 y los del año 2000, en lo que se refiere a la electricidad en el California Power Exchange (Bolsa de Energía de California), esto es, en el mercado al contado.

Gráfico 1 Precios diarios de la Bolsa de Electricidad en California en 1999 y 2000

Los precios de la electricidad en junio, julio y agosto del año 2000 subieron entre cuatro y cinco veces más que los del año anterior. El promedio en la factura de la electricidad en San Diego fue desde los $60 al mes hasta casi $135. Según se muestra en la tabla 1, no tuvo lugar ningún cambio apreciable en la demanda entre esos dos periodos. De hecho, la demanda en 1999 fue mayor. Sin embargo, los precios en 1999, en ese día subieron de 2,1 a 2,7 céntimos por kw/hora (kWh); en el año 2000 fueron de 10,8 a 19,5 céntimos por kWh. Como es evidente, estos cambios no los causó un incremento en la demanda; más bien tuvieron lugar porque el tope de la tarifa al por menor ya no tenía efecto para los clientes de SDG&E, que tenían que pagar los costes reales.

Tabla 1

Foto Robot de los Precios en California

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Un paso total a un cambio de esta magnitud desde el precio al por menor no se tolera bien. Pronto se hizo evidente que los clientes de San Diego no consentirían a “tiempo real” una carrera de precios así. La vida, en San Diego ese año 2000, no resultaba fácil; era como vivir en una zona de guerra. En septiembre de 2000, la legislatura de California aprobó una nueva ley, AB 265, para el mercado de San Diego. Ponía un tope para las tarifas de electricidad al por menor a un precio de 6,5 céntimos por kWh, en una época en que los precios “reales” estaban en el ámbito de los 20 céntimos. A pesar de que la ley llevaba buenas intenciones, la AB 265 no hizo nada por mejorar los serios problemas y las disfunciones estructurales en el mercado eléctrico al por mayor y trajo el regreso de todos los tics del precio tope al por menor – especialmente la desaparición de cualquier reducción en la demanda como respuesta a la subida de los precios. Pero ofreció un ejemplo de libro sobre la elasticidad de la demanda eléctrica; la demanda en San Diego descendió casi un 10% cuando se eliminó el precio tope al por menor, pero subió a su nivel anterior casi inmediatamente cuando se volvió a instaurar el tope. El tope para el precio al por menor lo volvió a instaurar la ley AB 265, que exigía que SDG&E pagase el precio de mercado por la electricidad, pero que la vendiese a un precio fijo por debajo del precio de mercado. El resultado fue una disminución enorme en la recaudación de casi $147 millones para la compañía. La ley permite que las compañías recuperen sus menores recaudaciones (en los libros aparecen como activos), pero estos déficits pueden llevar a la bancarrota a cualquier empresa cuando alcanzan un cierto punto. A pesar de que la SDG&E no alcanzó este punto, las otras dos empresas de servicio de California sí lo alcanzaron. PG&E ha ido a la bancarrota bajo el peso de sus menores recaudaciones y SCE es insolvente, tambaleándose al borde de la ruina financiera. En estos momentos, a principios de julio de 2001, todavía no ha ido a la bancarrota, pero puede hacerlo en cualquier momento. En enero de 2001, después de seis meses de creciente desesperación financiera, dos de las mayores empresas de servicios del Estado se encontraban al borde de la bancarrota. PX ya no podía funcionar debido a que los generadores de energía no vendían a las empresas de servicios por temor a que no se les pagara. El gobierno del Estado tuvo que intervenir para asumir el riesgo financiero. Esta medida fue debidamente formalizada a principios de la primavera de 2001, cuando la legislatura de California aprobó una ley que permitía al Estado, por medio de su Departamento de Recursos Hidráulicos (DWR) que comprase energía en representación de los consumidores de las empresas de servicios, en todo el Estado. En esta función, California ahora tiene un coste medio de $73,2 millones diarios de energía, además de la factura de $6 billones a la que se ha llegado desde que las dos empresas de servicios más importantes dejaron de ser merecedoras de confianza. El precio medio de la energía continua subiendo, incluso a pesar de que el Estado ha empezado a hacer contratos a largo plazo con los suministradores.

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El diseño original de la desregulación en California había desalentado a las empresas de servicios para empezar estos contactos. En aquella época, se creía que se podría desarrollar un buen mercado al por menor siempre y cuando los clientes pudiesen elegir a suministradores que no fuesen las empresas de servicios locales. De esta forma, si la empresa de servicio hacía contratos adicionales de suministro a largo plazo, se crearía una segunda ola de costes varados debido a que estos contratos habrían sido para clientes que ya se estaban cambiando a otros suministradores. Sin embargo, el mercado al por menor nunca se desarrolló. Por lo tanto, la regulación que impedía que las compañías de servicio se comprometiesen en contratos a largo plazo tuvo un efecto adverso en los precios y en la disponibilidad de la oferta. Ahora el mismo Estado debe enfrentarse a este dilema. Con la debacle de California en su centro, la energía se ha convertido en una nube tormentosa sobre la economía nacional. La preocupación relativa a la dependencia de los Estados Unidos sobre la energía y en particular en lo que se refiere a los combustibles fósiles ha tomado una urgencia últimamente tal como no se había sentido desde finales de los años 70. Sugiero que las soluciones para esta crisis se centren en tres aspectos fundamentales de la ecuación de la energía: oferta, demanda e infraestructura. En todo el país, la demanda de electricidad se incrementó casi un 10% entre 1995 y 1999, pero la generación total de electricidad sólo se incrementó un 1,6%, de acuerdo con el informe emitido recientemente por el gobierno del Presidente Bush. Lo que es peor, la inversión en transmisión eléctrica – el mecanismo que hace posible el movimiento de la electricidad desde los generadores a los clientes – en realidad decreció. De acuerdo con la Comisión de Energía de California, la oferta y la demanda en el mercado eléctrico estuvieron equilibrados hasta 1995. Desde entonces, sin embargo, la demanda ha subido a un ritmo anual del 4,5%, mientras que la oferta se ha quedado detrás, con un crecimiento de solamente un 1%. Dada la situación, la parte occidental de los Estados Unidos necesita centrarse en la conservación a corto plazo por medio de incentivos económicos y mejoras en la tecnología. La eficacia debe convertirse en una forma de vida para los hogares y para las empresas que desean añadirlo al mínimo aceptable. En lo que se refiere a los incentivos económicos, existen intentos en California para llevar a cabo un programa que devuelva a los contribuyentes del Estado un 20% de la factura eléctrica durante el verano, si reducen su utilización de la electricidad en un 20% (15% en San Diego), según los niveles del verano anterior. Este intento es uno de las muchas estrategias potenciales diseñadas para ayudar al Estado a evitar los tremendos apagones de este verano y para recompensar a los clientes que realmente ahorren energía. Otra táctica económica para animar al ahorro sería instaurar tarifas de “plus de coste de servicio”, en otras palabras, incrementar las tarifas al por menor. Según se ha observado antes, la economía básica sugiere una gran correlación entre la demanda y el coste. A la vez que a los clientes se les debe proporcionar incentivos tangibles para que ahorren energía, también deberían existir multas para aquellos que no lo hagan.

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Por lo que se refiere a la tecnología, los edificios antiguos y las factorías tienen que ponerse al día y remozarse para consumir y contaminar menos. Para consumidores particulares, un enfoque adecuado para fomentar el ahorro sería la instalación de contadores eléctricos “inteligentes” que puedan informar a los propietarios en tiempo real de cuánta energía están utilizando y lo que les cuesta. Las compañías energéticas como Sempra están deseando comercializar otras tecnologías que ayuden a los consumidores a realizar las elecciones adecuadas. Estas mejoras tecnológicas necesitan algo más que buenas ideas, sin embargo. También necesitan inversión de capital. De manera encomiable, tanto el Gobernador Davis como el Presidente Bush han reconocido esta necesidad y proponen compartir los costes de la investigación y el desarrollo en la búsqueda de soluciones innovadoras que se puedan comercializar con prontitud. La aprobación de incentivos económicos y la instalación de tecnología mejorada no tendrá lugar de forma inmediata, sin embargo. Mientras tanto, de manera temporal, necesitamos controlar los precios en el mercado al por mayor. El 18 de junio de 2001, FERC adoptó unos límites de precio de 24 horas (reglas de mitigación del mercado) sobre la electricidad en la Costa Oeste. De manera unánime se votó que los comisarios diesen un paso hacia delante y devolviesen el buen juicio a los mercados energéticos al por mayor. Como forma de práctica política, esta petición y el procedimiento de devolución son probablemente los mejores remedios de que se dispone en estos momentos y la ayuda que darán para solucionar los precios de los mercados fuera de control es muy bienvenida. La decisión de la FERC no solamente aliviará la presión financiera sobre el Estado y sobre los clientes de las empresas de servicios sino que también puede reducir la posibilidad de que se produzcan apagones este verano. La acción de la FERC elimina los incentivos para los suministradores en los mercados energéticos a corto plazo a fin de retener los suministros y así subir los precios, ya que no tendrán nada que ganar de este comportamiento. Esto debería mejorar la disponibilidad de energía para este verano, especialmente durante los períodos de mayor demanda. Lo más importante que hay que aprender de la crisis energética de California es que la región occidental no ha comprado suministros “online”, necesarios para satisfacer la creciente demanda. California es el segundo Estado de todo el país más eficiente en lo que se refiere a energía, pero no ha sido capaz de construir una planta de energía lo suficientemente importante en la última década. Ni siquiera el esfuerzo de conservación más admirable del mundo podría mantener el ritmo de la demanda de electricidad del Estado. California necesita cuatro nuevas plantas de energía – o bien, 2.000 megavatios – cada año, sólo para mantener el equilibrio. Ya es tiempo de que empecemos a movernos en la dirección adecuada para solucionar este problema. El primer paso requiere enfrentarse a crudas realidades en lo que se refiere al gas natural, la elección de combustible para la mayor parte de los nuevos proyectos de generación de energía. El reciente informe del Presidente Bush acerca de la situación de la energía en el ámbito nacional prevé que el consumo de gas natural se incremente rápidamente, a la vez que las empresas de servicios eléctricos hacen un mayor uso del combustible no contaminante. Por ejemplo, una de las 50 plantas

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generadoras de energía cuya construcción se prevé en el suroeste utilizará gas natural. Para acomodar la demanda a la vez que se incrementa la utilización residencial e industrial, necesitamos nuevas tuberías para transportar mayor cantidad de gas natural – hasta 38.000 nuevas millas de tubería y 263.000 millas de líneas de distribución. Para que esto suceda, necesitamos superar dos obstáculos importantes. El primero, que nuestro país y nuestro hemisferio son ricos en reservas de gas natural, pero nuestra capacidad para desarrollarlas se ve impedida por las restricciones referentes a la exploración. El segundo, a pesar de que la creciente demanda de gas natural ha instado a las empresas a empezar a construir tuberías de transporte a paso acelerado, nuestra capacidad para entregar gas natural a los consumidores todavía se ve condicionada por la oposición existente a esta construcción. Necesitamos una ley que fomente la exploración, la producción y el transporte para traer los suministros necesarios al mercado, a la vez que mejoramos la seguridad de las tuberías y salvaguardamos el medioambiente. Además de construir industrias de generación de energía alimentadas por gas natural y asegurarnos de que disponen del combustible suficiente que las haga funcionar, también necesitamos reparar, modernizar y expandir las redes de transmisión de energía en los Estados Unidos. Las redes de transmisión de energía en California ilustran el problema. La red es una muestra de la congestión. Incluso aunque dispusiéramos de suficiente energía como para satisfacer la demanda, no podríamos enviarla a donde se necesita, ya que no existe capacidad de transmisión. De momento, sólo existen proyectos en sus etapas de planificación para solucionar estos problemas. La demanda de electricidad es enorme pero varía de lugar a lugar y es estacional. A medida que se vaya ampliando el sistema de redes podremos hacer frente a la demanda según se vaya presentando, enviando energía adonde se necesite desde algún lugar donde no sea necesaria. Si establecemos estas conexiones de forma adecuada, recorreremos un largo camino para evitar los apagones en el futuro. Igual que con la conservación, sólo con la expansión de la oferta y la capacidad de transporte no es suficiente para mitigar los problemas de California. No es solamente cuestión de que el sistema de suministro se haya quedado obsoleto. Otra parte importante del problema es que el sistema de transmisión no se ha abierto a la competencia. Por lo tanto, no existe el incentivo capital para invertir en el sistema. Una propuesta que ha hecho el Estado para intentar solventar el problema financiero de las empresas de servicios es comprar sus sistemas de transmisión de electricidad por una suma considerable de dinero. Esos fondos podrían entonces usarse para pagar las menores rentas en las que han incurrido las empresas de servicios. ¿Qué puede significar la propiedad por parte del Estado de un sistema de transmisión de electricidad? Mientras que a mí me puede parecer extraño, como Presidente de una empresa de servicios propiedad de los inversores, abogar por la propiedad del Estado de una empresa de servicios de inversión privada, creo que tiene sentido en California la compra de estas instalaciones al precio ofertado de 2,3 veces su valor de libro. ¿Por qué?

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• El Estado podría operar la red entera y estaría motivado para eliminar los cuellos de botella, de esta forma bajarían los precios al por mayor más altos, causados por la congestión.

• El Estado podría retomar el control del mercado al por mayor, que ahora está en manos del FERC, que no muestra mucha ligereza de movimientos. No sugiero que el Estado se muestre discriminatorio en las provisiones de los accesos, pero sí podría, por ejemplo, establecer un régimen de precios que incluyese un precio modélico y adjudicar alquileres entre los generadores y los consumidores.

• El Estado podría - a efectos prácticos – financiar el precio de compra a las tarifas existentes y los ingresos asociados a las instalaciones porque podría elevar el importe total por medio de bonos de coste bajo, evitando los costes del patrimonio y los impuestos derivados de ellos.

• El Estado podría financiar las nuevas construcciones de transmisión de forma más barata, por las mismas razones.

• Finalmente, nadie parece cuestionar el hecho de que la operación de las redes de transmisión no es un monopolio natural. En California, la electricidad ya es gestionada por una agencia gubernamental - la ISO – y existen muchos otros ejemplos de redes eficazmente gestionadas por el gobierno.

Los ingresos procedentes de la venta de redes podrían dedicarse a restaurar la salud financiera de la SCE y de la PG&E, al permitirles que pagasen las deudas que han contraído con los generadores independientes y los comercializadores y para restaurar la energía necesaria al mercado. Para Sempra y SDG&E, la venta de nuestro sistema de transmisión al Estado de California eliminará la deuda de 750 millones de dólares por menores ingresos de nuestros clientes. Este desarrollo representa un progreso importante, según los términos que son muy justos para los clientes y accionistas, en el camino para restaurar la estabilidad financiera y un suministro seguro en el mercado energético de California. Mi mensaje de hoy se aparta de la sabiduría tradicional. A pesar de lo que “todo el mundo sabe” o piensa que sabe, la desregulación no ha sido un fallo catastrófico. Es muy fácil olvidar que la desregulación en California estuvo muy lejos de ser “completa”. Muchos de nosotros estaríamos tentados de considerar que en eso radica mucho del problema actual. Los resultados de una desregulación parcial, según se han manifestado en California, han sido desalentadores. Como les gusta decir a los políticos en esta era en la que nadie se siente responsable, “se cometieron errores”. Debemos afrontar el hecho de que los políticos hicieron presunciones muy optimistas en lo que se refería a la rapidez con que la capacidad para la generación de energía se pondría en marcha, el ritmo de crecimiento de la población, y el ritmo necesario de crecimiento que los californianos darían a la utilización de la energía. Este último año ha sido verdaderamente memorable, una auténtica “Aventura Californiana” y todavía no ha terminado. Los precios de la electricidad son todavía altos, los cuellos de botella en las transmisiones siguen existiendo y se pueden seguir dando los apagones, lo cual resultará penoso, caro y potencialmente peligroso para la seguridad pública. Existen, sin embargo, más buenas que malas noticias. Se está ampliando la capacidad a buen ritmo. El Estado está aliviando un tanto las barreras reguladoras, que eran poco razonables, para la construcción de nuevas plantas de generación. Los precios de la

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energía tienen tendencia a bajar. La entrada del Estado en los mercados de compra de energía a largo plazo ha estabilizado los precios, aunque a mayor nivel que en el pasado. Puede que este tiempo no sea el adecuado para tanta euforia, pero tenemos más confianza en el futuro ahora que el año pasado. En estas circunstancias, creo que veremos el regreso de una cierta manera de estabilidad en California. A pesar de lo cual, el problema fundamental es el del mercado al por mayor, que todavía está por resolver.

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LA CRISIS DE CALIFORNIA La Perspectiva desde la Visión de un Defensor del Consumidor Michel. P.Florio The Utility Reform Network (TURN) Me gustaría compartir nuestras desafortunadas experiencias en California en los últimos tres años con la esperanza de que las lecciones puedan ayudar a todos Vds. a evitar nuestros errores. Comenzaré brevemente revisando algunos de los cambios que ha habido en California en lo que se refiere a los precios al por menor y al por mayor y después seguiré con la descripción de algunas de las causas que están detrás de estos cambios. Terminaré con algunas reflexiones sobre los esfuerzos que el gobierno de California está haciendo para remediar esta situación. Permítaseme que empiece con un gráfico que hace hincapié de forma extraordinaria en la dimensión de la subida de precios en California al por mayor durante los años 2000 y 2001. Considero que esto merece una descripción detallada. Durante dos años, desde la fecha de apertura del mercado en abril de 1998 hasta la primavera de 2000, los precios de la electricidad al por mayor fueron bajos – tanto, de hecho, que había poco incentivo para nuevas inversiones en la capacidad de generación. En 1999, los precios subieron de forma ocasional, tan alto como para llegar a los $225 por megavatio / hora /MWh) durante las épocas de mayor calor, lo cual llevó a la demanda a una subida exagerada en California. Sin embargo, estos precios sólo se dieron durante dos o tres días a las horas más cálidas de la tarde. En el año 2000, los precios permanecieron estables durante todo el mes de abril, pero según se ve en el gráfico 1, los picos empezaron en mayo y siguieron en junio y en julio. Este año, los picos no fueron breves, como en años anteriores; en lugar de eso, permanecieron altos incluso en los meses que no eran temporada alta. Entonces, en noviembre y diciembre del año 2000, que generalmente es temporada baja en California, otro factor vino a sumarse a la subida de precios. Los precios del gas natural, el combustible utilizado para la generación incremental en California, se dispararon en todo el país. En California, esta urgencia elevó los precios de la electricidad al por mayor a picos tan altos como $1.500 MWh. A principios de 2001, los precios alcanzaron picos horarios de $2.500 MWh. Con esta presión financiera, la Bolsa de la Energía (PX) cayó en la bancarrota y dejó de funcionar a finales de enero, y

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dos de las empresas de servicios más importantes que eran propiedad de los accionistas, Pacific Gas & Electric Company (PG&E) y Southern California Edison (SCE) se volvieron insolventes. En este punto, el Estado tuvo que intervenir y comprar energía, en lugar de PX que había quebrado, para distribuirla entre las empresas de servicios.

Gráfico 1

Precios medios diarios de la Bolsa de Electricidad de California desde 1998 a 2001

En términos de costes totales, las facturas eléctricas para los ciudadanos de California en 1999 subieron hasta los $7 billones. En el año 2000, la suma se cuadruplicó hasta totalizar los $28 billones. Las expectativas para 2001 eran originalmente de $70 billones. Con algunas mejoras en los mercados, estas estimaciones se han revisado a la baja en $50 billones, pero todavía existe un exceso de los máximos históricos del último año, muy por encima, siete veces el coste de 1999. En gran medida, los consumidores al por menor de California se vieron salvados de los efectos de los exorbitantes precios al por mayor debido a que se impuso una congelación de las tarifas, según la Ley 1890 aprobada por la Asamblea. Sin embargo, hubo una excepción en San Diego, donde el tope de la tarifa finalizó antes. En 1999, cuando SDG&E pagó sus costes desfasados y se terminó la congelación de las tarifas, se permitió que el precio de la electricidad al por menor subiese y bajase según el mercado, con sólo una semana de diferencia. De modo que los precios al por mayor empezaron a

Dólares/MWh

Mes/día Fuente: Utility Reform Network

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fluctuar hacia los consumidores finales de la zona de San Diego, contrariamente a lo que sucedía en el resto del Estado. En el verano del año 2000, según se muestra en el gráfico 2, el precio empezó a subir - desde unos 4 centavos por kilovatio / hora (kWh) a principios del verano hasta 21 centavos por kWh a finales de agosto.

Gráfico 2 Precio de electricidad para uso doméstico

en San Diego, Marzo-Noviembre 2000

En este punto, en respuesta al creciente clamor público, el gobierno del Estado se vio obligado a reinstaurar el tope de tarifas. Hubo muchos que cuestionaron la oportunidad de esta medida, pero pueden Vds. imaginarse las implicaciones políticas de los precios de la electricidad al por menor, especialmente en lo que se refería a las zonas residenciales y de pequeñas industrias, que aumentaron cinco veces en sólo tres meses. Para aquellos de nosotros que visitamos San Diego durante ese período, aquello parecía una zona de guerra. No había armas, desde luego, pero se sentía una atmósfera de crisis como nada que yo haya experimentado jamás antes. ¿Qué fue lo que salió mal? De lo que sucedió en California, “La Ley de Murphy” – si algo puede ir mal, irá mal – resulta muy esclarecedora a este respecto. Durante la reestructuración, se habían creado expectativas poco realistas por parte de todos; entre los consumidores, con lo que se iban a ahorrar, entre los generadores con las ganancias que iban a tener y entre los políticos acerca de los beneficios que repercutirían en sus electores. Empezamos con una situación donde todo el mundo esperaba sólo beneficios – sin ningún coste – y, por supuesto, todas esas expectativas no se podían cumplir. Todo el mundo quiere saber que está detrás de esos precios al por mayor tan increíblemente altos. Todo el mundo así mismo tiene una respuesta de algún tipo. El gráfico 3 muestra parte del análisis de lo que ocasionó la subida del precio al por mayor. El Sistema Independiente de Operadores del Departamento de Análisis de Mercados de

Centavos/Kwh

Fuente: Utility Reform Network

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California (CAISO) echó un vistazo a la subida de precios en el mercado al por mayor e intentó determinar qué parte de la subida estaba motivada por otros factores. El área gris (parte de abajo) de las barras del gráfico 3 refleja los cálculos realizados por CAISO acerca de los precios de producción en un mercado perfectamente competitivo. Nótese que, en el último período del año 2000, sólo los fundamentos del mercado llevaron los precios a niveles muy altos. La parte media de las barras (líneas diagonales) muestran la parte de la subida de precios que CAISO atribuyó a la escasez, esto es, la subida de precios que se dio cuando no había suficiente electricidad para todos. La sección negra (arriba) de la barra – y este segmento evidentemente, es muy controvertido – muestra la parte de la subida que, de acuerdo con CAISO, resultaba de los intentos por parte de algunas empresas con poder de mercado por inflar los precios por encima de niveles competitivos. Este es el quid de la cuestión.

Gráfico 3 Costes de la energía al por mayor en California

comparados con el precio base competitivo desde mayo 2000 a febrero 2001

Coste medio energético (PX + Tiempo Real, $/MWh)

Energía mercado (No ecasez) Exceso (Escasez) Base

Fuente:

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Cuánto de esta subida de precios reflejó el poder del mercado y cuánto los fundamentos del mercado ha sido algo muy debatido en California y en Washington D.C. Todavía no se ha llegado a una respuesta. La situación es mucho más compleja de lo que sugiere el gráfico. Mencionaré unos cuantos de los factores que son importantes aquí, sin ningún orden especial.

• El mercado al por menor no se sostuvo. Cuando California estrenó la competencia del mercado al por mayor, también ofreció la competencia al por menor. En 1998 y 1999, el sector industrial fue muy activo en el mercado al por menor; entre 25 y 35% de la capacidad industrial venía de fuentes que no pertenecían a las empresas de servicios. En otros sectores este número fue menor; 15% para el sector del comercio, 10% para la agricultura y por debajo del 5% para las zonas residenciales y las pequeñas empresas. Al llegar el año 2000, alrededor del 15% de la capacidad total del sistema y alrededor del 35% de la capacidad industrial la servían suministradores que no pertenecían a las empresas de servicio. De esa forma, por lo menos al principio, la competencia no fue absolutamente inexistente en el mercado al por menor. Cuando la crisis estalló totalmente en el invierno de 2000/2001, sin embargo, el acceso directo a los suministradores que no eran empresas de servicio se contuvo debido al caos que existía en el mercado. En los meses posteriores, descendió casi hasta cero. Ahora, existe muy poca competencia en el mercado al por menor.

• Los suministros de energía desde fuera del Estado se redujeron a nada. California está interconectado con el resto del Oeste de los Estados Unidos y ha importado entre el 15 y el 20% de su electricidad, a menudo el excedente de la energía de carbón o de plantas hidroeléctricas de otros sitios del Oeste, que se podía obtener a bajo precio. Cuando California pasó a un régimen desregulado, este excedente empezó a faltar, debido en parte al rápido aumento de la demanda en otras partes del Oeste, y debido también a la escasez de lluvia y de nieve en la región. La escasa precipitación llevó a la carestía de disponibilidad hidroeléctrica en todo el Oeste en el año 2000, una situación que se hizo incluso peor en el año 2001.

• Los precios del gas natural se dispararon. Según se ha observado antes, el gas natural proporciona combustible para la mayor parte de la generación incremental de electricidad en California. Con anterioridad a la crisis, el país había disfrutado de 15 años de precios bajos en gas natural, como consecuencia de la desregulación de este mercado en la década de 1980. Eso dejó de ser así a finales del año 2000. Los precios se dispararon, haciendo que los costes de la electricidad al por mayor incluso fuesen más altos.

• California tenía fe en los mercados “spot”. La dependencia de California de los mercados “spot” del gas natural se merece una observación. Durante 15 años el gas natural resultaba muy barato en el mercado “spot” y parecía que los precios bajos iban a durar siempre. Este hecho puede explicar en parte la fascinación de California, incluso la adicción, por los mercados “spot”. Los comercializadores intentaron vender contratos a más largo plazo, pero los clientes no estaban interesados y la Comisión Pública de Empresas de Servicios de California (CPUC) no fomentaba su utilización, temiendo que la dependencia de las empresas de servicios por los precios altos en los mercados a largo plazo propiciaría la aparición de costes estancados.

• No existía ningún requerimiento que exigiese suficiente reserva para la generación. En los planes para la reestructuración, los planificadores de

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California no habían caído en la cuenta de organizar el mercado de capacidad instalada adonde deberían dirigirse las entidades que pretendiesen contratar con antelación la suficiente capacidad generadora para cubrir sus necesidades. De modo que no existía ningún mecanismo que propiciase el desarrollo de nuevas instalaciones de generación de la energía que mantuviesen los márgenes de reserva adecuados. El único incentivo era el precio del mercado “spot”, que inicialmente resultaba demasiado bajo como para inspirar ningún interés en la construcción de más capacidad de generación.

• No existía ningún mecanismo efectivo de la demanda que estimulase la creciente demanda y la menguante oferta. El programa desregulador de California no se dirigía al aspecto de la demanda del mercado. Existían algunos programas tradicionales de interrupción, pero no se habían utilizado en muchos años. Por anticipado se había puesto un tope a las tarifas al por menor.

• La desinversión en las empresas de servicios en lo que se refería a plantas de generación podía haber proporcionado a los nuevos suministradores poder de mercado. CPUC alentó a las empresas de servicios para que desinvirtieran en sus plantas de gas natural que servían al margen como unidades de fijación de precios, a fin de impedir que las empresas de servicios consiguiesen poder de mercado. Estas unidades las compraron generadores independientes que, por lo menos y de acuerdo con las circunstancias, habrían tenido la capacidad de influir en los precios.

• El diseño de mercado para California era muy complejo y, muchos de nosotros consideramos, disfuncional. Sus múltiples sistemas secuenciales de subasta daban oportunidades legales perfectas para que jugasen los vendedores, quienes podían retener el suministro en un mercado a fin de vender en otro. El diseño tampoco fomentaba la estabilidad o la transparencia en los precios.

• Las compañías de distribución de servicios aceptaron el riesgo financiero de servir a sus clientes a un precio fijo. Como contraprestación, se verían rembolsados de sus costes paralizados. Como los demás, las compañías de servicios no esperaban que el riesgo fuese tan enorme. Sin embargo, PG&E y SCE ahora se encuentran en apuros financieros debido a que el peligro resultó ser mucho mayor de lo que suponían.

Durante este fracaso, tanto en el ámbito de la política como en el económico, y en busca de soluciones a la desesperada, el cuerpo legislativo del Estado ha estado recopilando votantes. La lista detallada más abajo identifica lo que los políticos de Sacramento consideran que sus votantes quieren como parte de la solución a la crisis energética:

• Regulación (para restaurar el equilibrio del sistema) • Pocos, si acaso alguno, incrementos en los precios • Seguridad en el suministro (no más apagones) • Ningún daño permanente al medioambiente, poniendo más énfasis en fuentes

renovables • Penalizaciones para los que hayan expoliado al Estado • Garantía de que no volvería a suceder

Las expectativas imposibles por parte del público explican parcialmente el pánico del gobierno del Estado. Los votantes sostienen que los políticos son los responsables de lo que suceda durante su mandato, independientemente de lo que hayan podido hacer o

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dejado de hacer para contribuir a crear ese estado de cosas. En California, el gobernador y el cuerpo legislativo compraron acciones durante la euforia que siguió a la desregulación. Para cuando la desregulación empezó a dar problemas, ya teníamos un nuevo gobernador y la mayoría de los legisladores también eran otros. El nuevo equipo se encontró con este enorme problema, pero ni el gobernador ni el cuerpo legislativo son expertos en asuntos de energía. De cualquier forma, su respuesta ha producido resultados muy diversos. Algo que sí han hecho ha sido parar las desinversiones de las plantas de energía de las empresas de servicio y mantener estas plantas bajo una regulación de costes según servicio. Esto representa un giro de 180º en el fomento de las desinversiones del principio. Los detalles legislativos no están completamente desarrollados, pero la intención general parece ser que el Estado sea totalmente responsable en asegurar un adecuado margen de reserva; suministrar financiación para el desarrollo de nueva generación si no se hiciese ya así por parte del capital privado, posiblemente en sociedad con empresarios privados; y como última instancia, incluso construir nuevas instalaciones de generación. Esa nueva agencia todavía no tiene autorización, y si se autoriza, sin duda alguna, habrá mucho forcejeo acerca del papel que deba tener en la industria eléctrica de California en el futuro. El Estado también se ha apropiado de $800 millones para programas de conservación de la energía – una inversión importante, además de los programas ya existentes – para reducir el uso de energía. Parece ser que los esfuerzos están dando su fruto. Las estimaciones recientes muestran que la demanda ha descendido un 10% o más de los niveles que por lo demás se habían estimado, según la tendencia histórica. La gran pregunta en California está en el futuro de la competencia al por menor. En enero de 2001, según hemos observado, el Estado adoptó el papel de comprador de energía, actuando en nombre de las empresas de servicios que estaban en la bancarrota y continúa con ese papel. De modo que ahora el Estado tiene interés en asegurar que haya un mercado para la electricidad que compra. California ha entrado en los acuerdos a muy largo plazo que las empresas de servicio y los generadores habían dejado de emprender al principio del experimento de la reestructuración. El Estado ha realizado contratos por grandes cantidades de energía para 10 años o más. Esto dejará poco espacio de maniobra para la competencia al por menor, ya que, si los clientes eligen a otros suministradores, el Estado se quedará con un exceso de energía. Se han realizado esfuerzos para encontrar una solución que mantuviese la competencia al por menor, al menos para grandes usuarios, pero parece ser que esto se está malogrando, debido a lo sobresaliente de los contratos a largo plazo firmados por el Estado cuando se convirtió en comprador como última instancia. Estos contratos se firmaron, por supuesto, en la época en que los precios eran muy altos. Lo que es irónico, y triste para algunos, es que, con el Estado como comprador de contratos a largo plazo, parece que hayamos vuelto a donde estábamos en 1994. Nos enfrentamos a un excedente de recursos con precios altos y a un mercado, que en estos momentos, sólo en el último mes, ha dado muestras de recesión a niveles históricos. Los precios futuros cotizados para 2002 han bajado hasta $58 por MWH, que es más o menos el nivel de precios de 1998 y 1999, pero menores que los costes de energía

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incluidos en los precios de cliente antes de que tuviese lugar la reestructuración. Los precios futuros para 2003 han bajado hasta $42 por MWH. La buena noticia es que California está saliendo de la crisis, si el mercado es un buen indicador. La mala noticia es que, sin embargo, los clientes no verán reflejado el beneficio en los precios, porque ahora estamos abocados a llevar a cabo contratos de suministro de energía a largo plazo. California probablemente encontrará una forma de superarlo. Será un camino espinoso, de todas formas, y ciertamente, emergerá un mundo energético muy distinto de lo que se previó al principio de la desregulación.

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CRISIS EN CALIFORNIA: LA PERSPECTIVA DEL PRODUCTOR INDEPENDIENTE Jan Smutny-Jones Asociación Independiente de Productores de Energía Agradezco la oportunidad de compartir con Vds. mi punto de vista sobre lo que ha sucedido en California en el asunto de la desregulación. Sin embargo, al momento de hacerlo, permítaseme que diga también que lo sucedido en California no fue inherente al proceso de liberalización. Deseo hacer hincapié en esto, ya que me ha resultado muy penoso escuchar en este Seminario a los colegas europeos y del Norte de África decirme que la experiencia de California ha tenido impactos negativos en los esfuerzos por conseguir reestructurar los mercados en sus países. La crisis energética en California no fue el resultado de la liberalización sino más bien de una conjunción de circunstancias imprevistas y respuestas inadecuadas. Me centraré en tres factores que se combinaron para provocar el desastre: recursos inadecuados, fallos en el diseño del mercado, y la incapacidad de los políticos para responder de forma rápida y adecuada a los problemas según se fueron desarrollando. Y terminaré con algunas conjeturas sobre el futuro de la industria de la electricidad en California. Mucho del problema provino de un vuelco importante en la oferta y la demanda. California es un Estado muy grande – acaba de sobrepasar a Francia como la quinta potencia económica del mundo. Pero California no es una isla en lo que se refiere a energía eléctrica. Más bien, se interconecta con 11 de los Estados del Oeste de los Estados Unidos, dos provincias canadienses, y dos Estados de México. Desde esta red integrada, California importa entre el 20 y el 25% de la energía que se utiliza diariamente. Una gran parte de estos recursos básicos provienen de la hidroelectricidad generada principalmente en el Noroeste. Además, como ya hemos escuchado, el Suroeste tiene algunos recursos provenientes del carbón. Cuando empezamos a planificar la reestructuración, estábamos en un periodo de recesión económica con poco crecimiento de la demanda. Al mismo tiempo, existía un enorme exceso de capacidad. Muchos de nosotros creímos, evidentemente, de forma equivocada, que la oferta seguiría siendo la adecuada durante algún tiempo. A mediados de la década, sin embargo, la economía de California dio un vuelco y creció de forma espectacular, igual

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que lo hicieron las economías en todo Occidente y el exceso de capacidad desapareció muy deprisa. Tuvimos un vuelco similar de la oferta y la demanda con relación al gas natural, que es en California el combustible de generación marginal. Durante 15 años, los precios del gas natural en los Estados Unidos habían sido muy bajos, y por lo tanto, se llevó a cabo muy poca exploración en busca de este combustible. Sin embargo, tuvo lugar una acumulación de precios en California (y en el resto del país); una economía en crecimiento necesitaba consumir más gas natural; especialmente, las empresas de servicios se expandieron debido a que estaban poniéndose en servicio las nuevas unidades de gas natural; y los altos precios del petróleo fueron causa de que los generadores de energía se volcasen al gas natural. No es de extrañar, que los precios del gas natural, que estaban por las nubes, hicieran que los precios de la energía al por mayor subiesen todavía más. Además, la infraestructura eléctrica de California empezaba a mostrar el deterioro de la edad. Más de dos tercios de las instalaciones de generación de energía superaban los 30 años de existencia. Estas unidades necesitan un mantenimiento ímprobo, especialmente cuando se utilizan mucho. Coma ya pudimos comprobar el invierno pasado, muchas necesitan una puesta a punto, con un equipo que controle la calidad del aire. La debilidad de la infraestructura tuvo un papel muy significativo en la tirantez del equilibrio oferta / demanda en los mercados eléctricos al por mayor. No es realmente correcto decir que California ha “desregulado” su mercado eléctrico. Para tener un sentido más adecuado de lo que significó el proceso, imaginen Vds. ir al puerto deportivo y ver a alguien que intenta mantener un pie en el muelle fijo y el otro en una lancha que se balancea. La lancha empieza a hacer agua porque se construyó de forma deficiente – con el resultado de que la lancha se hunde y el hombre se cae al agua y casi se ahoga. Esta imagen simboliza lo que sucedió en California: la lancha mal construida simboliza el mercado de electricidad defectuoso, mientras que el muelle fijo representa a los reguladores de la Comisión Pública de las Empresas de Servicio de California (CPUC). Muchos de los defectos del diseño del mercado provenían de que los reguladores no querían soltar amarras. Por ejemplo, los reguladores de California no permitían que las empresas de servicios suscribiesen contratos a largo plazo; los reguladores pensaban que el mercado “spot” daría mejores precios. De esta forma, al confiar en lo que después se vio que era un mercado imprevisible y volátil, denegaron a las empresas de servicios una manera importante de protegerse a sí mismas contra la subida de los precios. Por el contrario, en los Estados del Este de los Estados Unidos del 85 al 90% de las transacciones que se llevan a cabo por medio de los sistemas de operadores independientes, tienen contratos a largo plazo. Incluso en junio de 2000, cuando la crisis energética se hizo realmente evidente, nuestros reguladores no permitieron que las empresas de servicios comprasen contratos a largo plazo. Las tarifas para contratos a largo plazo en esa época eran razonables - entre $40 y $50 por MWH. Posteriormente, el Estado ha dado un vuelco a su posición y ha comprado contratos a largo plazo sí mismo. Volveremos sobre ello más adelante.

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Otro problema con el diseño del mercado eléctrico de California fue la ausencia de cualquier tipo de mecanismo de respuesta de la demanda. La subida de los precios al por mayor casi nunca llegó a los consumidores pequeños, quienes estaban protegidos por el tope de las tarifas. La demanda siguió siendo alta. Y entonces llegamos a la política en la experiencia de California - o, por mejor decir, lo que sucedió cuando la ley de la oferta y la demanda entró en colisión con las agendas de los políticos. Es un tópico que los políticos de todo el mundo desean mantener a sus votantes felices a casi cualquier precio. En California, en 1996, esto significaba la promesa de precios bajos debido a la desregulación, aumento de la disponibilidad, aire limpio, suministro eléctrico sin restricciones, etc., etc. En 1996, la ley AB 1890, que autorizaba la desregulación en California se aprobó por unanimidad en el Cuerpo Legislativo del Estado. Por lo general, el Cuerpo Legislativo de California no suele ponerse de acuerdo ni siquiera sobre el color del oro, y sin embargo, sin ningún tipo de disensión, se promulgó la ley. En aquella época, yo les hubiese dicho lo listos que habíamos sido por haber complacido a todos. Mirando hacia atrás, cuando sucedió lo imprevisto, no había manera de maniobrar. Cuando los precios al por mayor empezaron a dispararse, las empresas de servicios dijeron: “Un momento; vamos a recobrar nuestros costes ¿verdad?”. Los clientes dijeron: “Ni tocar la congelación de precios”. Según se ha observado, los consumidores pequeños estaban protegidos por un tope de precios y una disminución en el precio al por menor. Además, para mantener la demanda alta, la congelación de precios también tuvo una consecuencia adversa en el mercado. La congelación, aunque era una necesidad política y aceptable cuando los precios al por mayor estaban bajos, hizo casi imposible que las empresas de servicios se mantuviesen solventes una vez que los precios al por mayor se dispararon. Evidentemente, si no se puede recuperar en los precios al por menor lo que se está pagando por los costes al por mayor durante un largo periodo de tiempo, se va derecho a la bancarrota. No se habían contemplado estipulaciones en la ley que permitiese al Estado rapidez de movimientos para solucionar de forma efectiva estos conflictos. Y los dirigentes políticos se encontraron con que tenían que escoger entre las alternativas de los precios altos, que era inaceptable, los apagones, los aumentos de precios al por menor, o la degradación en la calidad del aire. No se hizo nada. Cuando tuvo lugar la primera subida seria, a principios del último verano, todavía podíamos haber controlado la situación, con una respuesta razonable. En lugar de eso, tomamos un problema que comenzaba y lo convertimos en una crisis de proporciones históricas. Hemos tenido que vivir con eso desde entonces. La última iniciativa política en California consiste en haber conseguido que el Estado comprase el sistema de transmisión de energía. Esto es una cortina de humo para que el Estado pueda intentar mantener a las empresas de servicios solventes. Comprar los cables de la transmisión puede parecer como si California estuviese comprando un activo, pero en realidad el Estado está pagándola fianza a Pacific Gas & Electric y a Southern California Edison. Aunque no del todo, debo añadir, ya que todavía tenemos que completar la diferencia entre los precios al por mayor y los del por menor, de alguna manera.

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Encargar al Cuerpo Legislativo de California que regule el comercio de energía dentro del Estado, a la vez que opera y mantiene el sistema de distribución, no es una buena cosa. Las experiencias recientes me han dejado una visión muy negativa de la habilidad reguladora y política del Estado en lo que se refiere a dar respuesta a los problemas energéticos. Habiendo relatado tantas cosas negativas, no quiero dejarles a Vds. con la impresión de que nos vamos a tirar por un barranco en un ataque de desesperación. Déjenme que les dé las buenas noticias. California ya ha pasado antes por crisis energéticas. En la década de 1970, tuvimos un problema muy importante debido a los altos precios del petróleo, pero salimos fortalecidos de la experiencia. Hemos establecido estrictos estándares de construcción, igualmente para los aparatos electrodomésticos. Nos hemos comprometido a construir una diversidad de fuentes de producción de energía en California. De hecho, muchas de las tecnologías solares, de viento y geotérmicas que se están aplicando en el ámbito internacional se probaron primero en California. Estos desarrollos han resultado ser de lo más positivo. Como resultado de la crisis eléctrica, nos estamos haciendo más fuertes. Tenemos un operador del sistema que es independiente y que, cuando se sale de madre, ha aprendido a llevar el sistema de transmisión de forma mucho más eficiente ahora que en el pasado. Además, ha llegado a California una cantidad importante de nuevo capital privado en inversiones. Se han emitido licencias para 9 nuevas plantas energéticas y ya se están construyendo; otras 15 o 20 están en proceso de obtención de las licencias. Esto significa, aproximadamente, una inversión de capital privado del orden de $10 a $15 billones. Esta tendencia debería continuar, siempre y cuando, desde luego, estos inversores no se marchen debido a la futura retórica política. En la actualidad, se está prestando mucha atención política al desarrollo de las estructuras. Por ejemplo, la mayor parte de los políticos ahora entienden que el sistema de transmisión de energía necesita expandirse y ponerse al día, así como las infraestructuras de gas natural, tanto fuera como dentro del Estado. Se ha debatido mucho sobre la creación de plantas de gas natural licuado en México que sirvan al mercado de California, y se han propuesto varias de estas instalaciones. La capacidad de respuesta de la demanda también está creciendo. Muchas compañías han invertido de forma significativa en nuevas tecnologías de Internet, que les permite controlar su utilización de la energía de una manera más cercana al tiempo real. Deberíamos pasar este verano sin contratiempos críticos. No hace mucho, estábamos estimando unas 200 horas de apagones para la estación, pero esta situación probablemente no se dará. Atribuyo esto a la política energética de California “basada en la fe”, hacemos plegarias para tener tiempo fresco. Hasta ahora, nuestras plegarias han sido escuchadas. Y lo que es más, probablemente veremos una reestructuración de las reglas del mercado, algo que ha tenido gran controversia en California recientemente. Los precios del mercado al por mayor se han estabilizado debido a una serie de diversas razones, pero está por ver la forma en que esta situación afectará a las medidas de mitigación del mercado a largo plazo. Algunos están preocupados porque los precios bajos pueden

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enviar señales adversas a los inversores. Por otro lado, estos precios pueden reducir la presión política en los gobernantes, lo cual también sería muy importante. De cualquier manera, no pensamos dar marcha atrás. “Los “buenos tiempos” nunca existieron. Siempre que la gente me pregunta si las cosas eran mejores antes de la reestructuración, yo les digo “No”. Si no hubiésemos puesto en marcha la reestructuración, estaríamos enfrentándonos a problemas similares, de todas formas. Antes de la reestructuración no estábamos construyendo plantas generadores de energía; tampoco invertíamos en infraestructuras. El experimento de California no se diseñó a propósito para que fallase y desde luego, no existió una conspiración para subir los precios. Personas excelentes se esforzaron muchísimo para llevar las cosas en la dirección adecuada. Pero la estructura de la desregulación no era lo suficientemente ágil ni flexible como para permitirnos reaccionar a tiempo y resolver los problemas que se fueron presentando. En conclusión, creo que se puede extraer una lección muy importante y esta es la necesidad de llevar a cabo una reforma del mercado lo suficientemente flexible como para que la industria y el gobierno puedan responder rápida y eficazmente ante circunstancias inesperadas. Esta observación no es novedosa, pero la experiencia reciente confirma su importancia manifiesta. La incapacidad de California para reaccionar nos llevó a hacer una crisis en los dos últimos años de lo que hubiese sido en principio un problema menor.

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CRISIS EN CALIFORNIA: LA PERSPECTIVA DEL REGULADOR WILLIAM L. MASSEY COMISIÓN FEDERAL REGULADORA DE LA ENERGÍA DE LOS ESTADOS UNIDOS En los Estados Unidos, el debate sobre cómo llevar a cabo las soluciones del mercado energético se ha tratado en términos de “regulación” contra “desregulación”. Sin embargo, yo considero que el término “liberalización” es mucho más apropiado que “desregulación”. Si los acontecimientos recientes en California han demostrado algo es que los reguladores todavía tienen un papel significativo al realizar la transición de los mercados para que haya disciplina en los precios y el servicio suministrado sea bueno. De esta forma, tiendo a pensar que este cambio en términos de liberalización es un descuido en la regulación, no la desregulación. Hablo como miembro de la Comisión Federal Reguladora de la Energía de los Estados Unidos (FERC), que tiene jurisdicción sobre los precios, los términos y las condiciones de transmisión del servicio – el cableado de alto voltaje, no el cableado local de la distribución, que se lleva a nivel estatal – y las ventas de electricidad al por mayor en los Estados Unidos. La reciente experiencia de California nos ha hecho caer en la cuenta de tres lecciones muy importantes, que me gustaría compartir con Vds.:

• En primer lugar, debemos insistir en un buen diseño de mercado. • En segundo lugar, poner la operación de la red de tendido eléctrico local y la

planificación en manos de organizaciones de transmisión regionales e independientes es esencial para la buena operación del mercado.

• Y en tercer lugar, la Comisión debe agudizar sus instrumentos de intervención reguladores y hacer uso de ellos rápidamente y de manera decisiva cuando los mercados no funcionen bien. Si vamos a contar con la disciplina de los precios, debemos asegurarnos de que disponemos de mercados que realmente funcionen así.

Comentaré todas estas lecciones de una en una. Debemos insistir en una buena estructura del mercado si queremos tener precios razonables. Un mercado funcional al por menor requiere un mercado al por mayor que funcione. Durante el ultimo año en los Estados Unidos nos hemos dado cuenta de forma

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muy abrupta de lo que funciona y de lo que no, en lo que se refiere a diseño de mercado, y hemos aprendido que existen varios elementos fundamentales que son necesarios para crear un mercado al por mayor bien estructurado y que opere de manera fluida. El mercado de la electricidad de California se definió como una política del Estado que potenciaba demasiada dependencia en el mercado “spot”. La política de California requería un proveedor al que vender y compradores a los que comprar, el mercado por horas. Y sin embargo, los mercados “spot” son volátiles por naturaleza. Imaginen el caos y los altos precios, si los pasajeros de una línea aérea, por ejemplo, sólo pudiesen comprar los billetes en las puertas de embarque, cuando fuesen a abordar el avión. La compra anticipada, los contratos a largo plazo y los instrumentos de protección tales como contratos futuros y adelantados son componentes fundamentales de un mercado funcional. Los reguladores deben insistir en que estos elementos de diseño de mercado están ahí para permitir a los compradores reunir una cartera necesaria y equilibrada de instrumentos de suministro. Otro elemento de una buena estructura de mercado es una seguridad en la adecuada capacidad de generación, incluyendo la necesidad de un margen de reserva. El diseño del mercado de California no exigía ninguna obligación en lo que se refería a la capacidad. Es de suponer, que se esperaba que la mano invisible del mercado asegurase la capacidad necesaria cuando se presentase la ocasión. Debido a que la electricidad no se puede almacenar, sin embargo, depender exclusivamente de las señales del mercado en lo relativo a la capacidad puede dar como resultado fluctuaciones muy significativas en los precios, así como en una disponibilidad muy ajustada entre la oferta y la demanda. El papel fundamental que la electricidad juega en los componentes de la sociedad en los ámbitos sociales, económicos, de sanidad, y seguridad pública exige que se minimice de forma sustancial las variaciones en disponibilidad y precios. Una forma de guardarse de estas fluctuaciones es exigir una reserva a las entidades de carga de servicios, que estas deberían cumplimentar siempre que lo consideren adecuado. Esta es práctica corriente en los mercados de los Estados de Pennsylvania, New Jersey y Maryland. La abundancia de los añadidos en la capacidad de generación planificadas allí sugiere que los suministradores tienen confianza en ese enfoque del mercado. Yo considero que es el mejor diseño de mercado que existe en los Estados Unidos. Para llevar a cabo un diseño así se necesitará nueva capacidad. Nueva capacidad significa nuevas aprobaciones de ubicación, y en los Estados Unidos cada Estado es responsable de aprobar las ubicaciones de cada nueva generación. En California el proceso es excesivamente lento y complicado, un hecho que ha disuadido la creación de nuevos recursos de capacidad en ese Estado. Tales impedimentos deben cambiar. El Estado debe ubicar la nueva generación en un periodo de tiempo adecuado para mantener la oferta y la demanda en un equilibrio razonable. Para que un mercado funcione bien los actores del mercado deben de poder responder a las señales de los precios, y aumentar la oferta es una respuesta crítica que debe hacerse tan fácil como sea posible. Por eso mismo, necesitamos estándares uniformes en todos los mercados para conectar la nueva generación a la red. Los nuevos generadores deberían basar sus decisiones de ubicación en la economía del mercado, y no en cuáles son las regiones que disponen de procesos de interconexión más fáciles. En los Estados

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Unidos, la red de procesos de interconexión y los estándares crean obstáculos innecesarios para los generadores que desean la interconexión. Este problema debe resolverse, y el proceso de interconexión se debe racionalizar de forma drástica. Los acontecimientos recientes también han hecho resaltar el valor de la fiabilidad de una buena gestión de la congestión, basada en el mercado y en las señales de los precios. La Comisión no exige un método específico de gestión de la congestión y yo considero de gran valor el modelo de precio marginal local (LMP). Al reconocer el incremento en costes de la generación de energía en varios puntos de la red, el LMP envía la señal adecuada para optimizar la utilización de los recursos de generación y transmisión ya existentes. El LMP también fomenta la ubicación adecuada de una expansión futura en el ámbito de la generación y de la transmisión. El valor del LMP se pone de manifiesto debido al logro extraordinario con la implantación del PJM / ISO del LMP. Los múltiples proyectos de nueva generación que hacen cola para participar en el PJM son una evidencia del éxito del LMP. La metodología de trabajo de congestión del PJM funciona y mi agencia debería promocionarla de forma efectiva en todos los Estados Unidos. Todo los elementos de diseño de mercados que se han mencionado anteriormente se enfocan en el lado del suministro. Pero los mercados también necesitan la respuesta de la demanda ante los precios. Las formas tradicionales de contención en los precios en la mayoría de los mercados se encuentran generalmente ausentes en los mercados eléctricos. Cuando los precios para otros artículos alcanzan niveles altos, los consumidores por lo general pueden responder comprando menos, y por lo tanto, frenando las subidas de precios. Si el precio, por ejemplo, de un repollo sube hasta $50, los consumidores directamente no lo compran. Sin embargo, si los consumidores finales no pueden responder ante los precios, los suministradores pueden conseguir precios casi ilimitados cuando lleguen los tiempos de escasez. Los monitores del mercado en California nos han dicho de manera repetida que a ciertas horas, el precio que debería soportar el mercado prácticamente no tenía límite. Y sin embargo, los consumidores veían las facturas desorbitadas sólo después de algún tiempo. Esta estructura no consigue un mercado realmente funcional. La necesidad de la respuesta de la demanda es un asunto muy complejo, algo que presenta un problema especialmente difícil de resolver en los Estados Unidos debido a que la jurisdicción está dividida entre FERC en el ámbito federal y en cada Estado en el ámbito al por menor. A pesar de lo cual, podemos y debemos asegurarnos de que este elemento se construya dentro del diseño del mercado. La creación de la respuesta en la demanda en los mercados eléctricos exige dos condiciones: la primera, que un número significativo de consumidores pueda ser capaz de ver los precios antes de su consumo, y segundo, que los consumidores deben disponer de medios razonables para ajustar la utilización de la energía en respuesta a esos precios. Conseguir ambos objetivos a gran escala requiere innovación técnica. La inversión merece la pena, sin embargo. Una respuesta modesta a la demanda puede tener una diferencia significativa en la moderación del precio, cada vez que la curva de la oferta vaya en picado. Una vez que el mercado incluya un grado significativo de respuesta en la demanda, a los consumidores se les debería permitir grandes reducciones en la demanda, o “negavatios”, en mercados organizados junto con los megavatios de los suministradores

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tradicionales. Esta oferta directa sería la forma más eficaz de incluir la parte de la demanda en el mercado. Repetimos, de cualquier forma que se consiga, el diseño del mercado simplemente no puede ignorar el lado de la demanda sin sufrir consecuencias penosas, especialmente durante la época de escasez. El mercado desregulado de California prácticamente no disponía de respuesta ante la demanda, lo cual dejaba a los consumidores sin medios efectivos de reducir su demanda cuando los precios subían. Mi próximo punto puede que sea uno de los más controvertidos que vaya a hacer. California nos ha enseñado que los mercados eléctricos pueden ser muy volátiles y que los precios pueden subir de forma escalofriante en un abrir y cerrar de ojos. Considerando esta experiencia, es evidente que debe existir algún mecanismo que impida, o al menos, mitigue, estas subidas, especialmente si se crea por medio del poder del mercado. El mecanismo más utilizado en los mercados de Estados Unidos mitiga las ofertas a un cierto precio prefijado de referencia, si se dan unas condiciones específicas. Estas condiciones pueden ser estructurales, tales como el mercado energético regional, o basado en un porcentaje de los incrementos de las ofertas, comparadas con un precio de referencia, que a menudo se basa en un promedio de las ofertas anteriores. Cualquiera que sea el método, es importante que exista alguna forma de romper el círculo. Este dispositivo protege mejor a los consumidores y evita el proceso necesario para una mitigación de precios “a posteriori” así como reembolsos. Recientemente, FERC aprobó un dispositivo similar para la ISO de Nueva York. El elemento absolutamente crítico y necesario para crear mercados eléctricos funcionales es una red de transmisión, fiable y eficazmente administrada, a la cual puedan tener acceso todos los participantes de manera imparcial. La red es la carretera sobre la cual debe viajar todo el comercio eléctrico. Y sin embargo, en los Estados Unidos, los problemas por la forma en que la red está organizada y administrada presenta grandes impedimentos para un buen rendimiento del mercado. La industria eléctrica de los Estados Unidos permanece integrada de forma vertical; esto es, las empresas de servicios que poseen la red de transmisión también tienen intereses comerciales en las instalaciones de generación. Estas empresas entran así en un conflicto de intereses al suministrar acceso a la red, y existen acusaciones continuas del mercado energético en relación a una conducta discriminatoria en contra de esos operadores de redes. Para evitar esto, es necesaria una separación total entre la transmisión y la generación. El segundo problema es la naturaleza fraccionada de la administración de redes. La operación y la planificación en las redes de los Estados Unidos están divididas entre varios cientos de operadores. Y sin embargo, la red se está utilizando ahora para dar apoyo a amplios mercados regionales y debe dar cabida a un aumento en el número y en la complejidad de las transacciones. La fiabilidad y eficacia sufren como resultado de todo esto. La administración de las redes, tan fracturada, también mantiene, de forma artificial, pequeños los mercados de energía al por mayor debido a que los comerciantes deben pagar múltiples tarifas de transmisiones para llevar la energía de los sistemas que estaban en poder de corporaciones diferentes. Estas tarifas múltiples hacen que la energía resulte excesivamente cara y que no se lleven a cabo los acuerdos.

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La actual administración de redes en los Estados Unidos no es proclive a un suministro de energía fiable y adecuado o a precios razonables para los consumidores. La estrategia de FERC para manejar estos problemas es intentar la creación de organizaciones regionales de transmisión (RTO). Estas comisiones tienen el objetivo de que exista un RTO funcionando en cada uno de los Estados antes del 15 de diciembre de 2001. Un RTO es un administrador de redes para una región grande, operada de forma independiente de los intereses de los comerciantes de generación y responsable de la fiabilidad a corto plazo, la planificación regional y el control del mercado. Los RTO son absolutamente imprescindibles para que los mercados eléctricos funcionen de forma fluida. Los RTO eliminarán los incentivos en conflicto que tienen ahora las firmas verticalmente integradas para suministrar el acceso. Los RTO racionalizarán los estándares en interconexiones y ayudarán a conseguir nueva generación en el mercado. Y los RTO asegurarán el acceso a los mercados de energía regionales; mejorarán los precios de transmisión, la planificación regional y la administración de la congestión; y producirán reglas de mercados coherentes para toda la región. Los recursos se comercializarán en el mercado de la forma más favorable para ellos; las decisiones se tomarán teniendo en consideración la economía, no las idiosincrasias de las distintas reglas del mercado en toda la región. Uno de los aspectos más críticos a los que se tiene que enfrentar RTO es el ámbito y la configuración, esto es, el tamaño de estas organizaciones en el ámbito geográfico. Para llevar a cabo sus muchos beneficios potenciales, las RTO deben ser verdaderamente regionales en el ámbito, ya que los mercados también son regionales en su ámbito. Esto quedó claro en el año 2000 cuando los precios de todos los Estados del Oeste subieron y cayeron de forma interconectada, debido a los acontecimientos de California. Desafortunadamente, las propuestas voluntarias que las RTO hicieron en los Estados Unidos han sido muy desproporcionadas. A la vez que la propuesta para la RTO Oeste es un excelente comienzo, las restantes propuestas, según se muestran en el gráfico 1, son demasiado pequeñas en su ámbito. A pesar de que estas mismas organizaciones prometen fluidez en el mercado, las fronteras que separan las RTO todavía presentan obstáculos innecesarios en el camino del comercio. De esta forma, cuantas mas RTO haya, mejor.

Gráfico 1 Propuestas para RTOs (Organizaciones Regionales de Transmisión) Voluntarias

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Como objetivo a lograr, yo propondría la creación de seis RTO en los Estados Unidos. Este número de RTO consolidadas, como se muestra en el gráfico 2, representa mejor las realidades del comercio que las propuestas por los propietarios de las transmisiones. Una mejora en las condiciones del comercio y la mejora en los medios de planificación y acceso ayudarán muchísimo a que los Estados Unidos se enfrenten de manera positiva con los retos actuales de la energía. Pero FERC debe llevar a cabo acciones positivas y audaces muy pronto, si queremos desarrollar todo el potencial de las RTO. Como parte de esta acción, debemos insistir en unas RTO bien diseñadas.

Gráfico 2 Posibles RTOs (Organizaciones Regionales de Transmisión) Consolidadas

Existe todavía una exigencia adicional para asegurarnos de que la red que se necesita proporcionará un apoyo eficiente y fiable a los mercados eléctricos de los Estados Unidos: la transferencia de la autoridad a las nuevas ubicaciones de las líneas de transmisión a nivel federal. Ahora, la autoridad está dividida entre los Estados y las autoridades locales. Una red adecuada de transmisión es esencial para dar apoyo a los mercados interestatales de electricidad, y sin embargo, las necesarias nuevas instalaciones a menudo se ven bloqueadas o retrasadas debido a intereses muy localistas. Para resolver este dilema, el Congreso debe aprobar una ley que traslade la autoridad de las transmisiones a un nivel federal. Incluso poniendo nuestra mejor voluntad para conseguir unos mercados eléctricos bien estructurados, indudablemente habrá veces en que estos mercados fallen en sus cometidos. Cuando suceda esto, los reguladores deben estar preparados para salir al paso de forma efectiva y asegurarse de que los consumidores continúen teniendo precios razonables. Después de todo, el objetivo de la liberalización es el beneficio de los consumidores de electricidad. En los nuevos mercados liberalizados, la tarea de asegurar precios razonables debe llevarse de forma diferente a como se hizo en otros tiempos. El reto es mucho más complejo ahora. Nuestra misión reguladora es la de alejarnos a toda prisa de la revisión de los precios de costes-base que imponían los vendedores individuales para asegurar un buen rendimiento de los mercados. Nuestro enfoque está cambiando y nuestros

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instrumentos de análisis deben seguir la trayectoria de esta nueva responsabilidad. Nuestras herramientas también deben dar cuenta de las extraordinarias complejidades de los mercados eléctricos. La oferta y la demanda deben estar equilibradas simultáneamente – y sin embargo, las condiciones de los mercados varían de forma significativa en unos intervalos de tiempo relativamente cortos, y en algunos aspectos, la oferta puede sólo venir de los generadores con unas ciertas características técnicas. El rendimiento del mercado se ve afectado de forma significativa por estas características, que exigen un análisis sofisticado. Ya que no podemos esperar que los mercados eléctricos consigan y mantengan una competencia perfecta, la introducción de estándares de “competencia razonable” puede resultar útil en el análisis del mercado. La competencia razonable se ha definido como una competencia que lleva a un rendimiento socialmente aceptable en las circunstancias de una industria en particular. Es una norma pragmática que tiene en consideración las condiciones especiales de la industria. Permítaseme que sugiera los tipos de factores que pueden ser los adecuados al considerar la decisión de si un mercado es razonablemente competitivo:

• Concentración de suministradores. Esto se debe definir de forma exacta al considerar los precios de la energía, la capacidad de transmisión, y los precios de transmisión – factores todos ellos que pueden afectar al ámbito del comercio. También se debe tener en consideración la dimensión del tiempo en la oferta y la demanda. Con esto, quiero decir el análisis de los tramos horizontales en la curva de la oferta en varios niveles de carga – tales como hora punta, super punta, hora baja y valle – para medir la concentración del suministrador. Se pueden necesitar incluso enfoques mucho más sofisticados para valorar la concentración de los mercados eléctricos hoy día.

• Las reglas del mercado. Aunque la concentración es una estadística útil, el análisis del mercado energético va más allá del asunto de la concentración de suministradores. También deberíamos determinar si las reglas del mercado crean incentivos perversos, o bien obstáculos al comportamiento eficaz y competitivo de los participantes en los mercados. Debemos comprobar si estas reglas del mercado facilitan los elementos necesarios para que el mercado funcione, tal como se comentó con anterioridad.

• Simulación por computadora. Estos modelos se están haciendo esenciales para determinar si los mercados son razonablemente competitivos, ya que pueden tomar en consideración la interacción de la estructura del mercado, las reglas del mercado, y otras condiciones del mismo, tales como la respuesta de la demanda para estimar el comportamiento del suministrador y del cliente, así como el efecto de los precios en el consumidor. Después de todo, en lo que estamos interesados es en los resultados del mercado.

• Historial del comportamiento. Como un paso final hacia el análisis de mercados, deberíamos mirar hacia atrás, lo cual nos proporcionaría pistas sobre los fallos del mercado, que no han sido detectados por las otras áreas del cuestionario.

Además de los sofisticados análisis de mercados, los reguladores necesitan desarrollar estándares claros para un comportamiento aceptable del mercado. No podemos esperar que los jugadores sigan reglas que no se han propuesto. También debemos asegurarnos de que los mercados están debidamente controlados, para que este control y esa fuerza de apoyo a la política vaya equipada con la información adecuada y suficientemente dotada de medios humanos para llevar a cabo su trabajo. Y cuando los controles del

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mercado – en California y en cualquier otro sitio – nos digan que se está ejerciendo el poder del mercado, debemos responder con fuerza en vez de desestimar sus llamadas. Finalmente, FERC debe intervenir de forma rigurosa cuando los mercados no den precios razonables. Hemos esperado demasiado en California y los precios se han ido de la mano. Lo sucedido allí casi ha destrozado el consenso sobre la dirección a seguir, con un enfoque basado en el mercado de los Estados Unidos. No debemos permitir que esto suceda. Sigo estando convencido de que los mercados que proporcionen los elementos de diseño adecuados, tal y como yo los he especificado hoy, producirán precios razonables y beneficios enjundiosos para los consumidores. Es importante recordar que los mercados eléctricos necesitan un control constante en todo el proceso de liberalización, pero especialmente en el periodo de transmisión. Estas industrias están emergiendo ahora, después de casi un siglo de monopolio regulador. Las características especiales del mercado eléctrico lo hacen excepcionalmente vulnerable al poder del mercado y a espectaculares subidas de precios cuando la oferta es escasa. Están en juego billones de los dólares de los consumidores, así que debemos ser muy rigurosos en nuestro control, así como en las investigaciones e intervenciones. Especialmente, debemos estar dispuestos a imponer “tiempos muertos” a los mercados disfuncionales. La electricidad no está sola en esto; todos los mercados de bienes de consumo más sofisticados del mundo llevan a cabo esa práctica. El año pasado en California el mercado eléctrico resultó penosamente instructivo. Debemos prestar atención y aprender todas las lecciones y aplicarlas en el futuro. En particular, debemos enfocarnos en crear un diseño de mercado que sea funcional, establecer las RTO e intervenir rápidamente con acciones reguladoras cuando los mercados no ofrezcan precios razonables. Si fallamos en esto, la liberalización del mercado eléctrico puede verse paralizado en los Estados Unidos.

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PANEL II LIBERALIZACIÓN Y REGULACIÓN: EL CAMINO ADELANTE OBSERVACIONES DEL PRESIDENTE JOSÉ LUIS DÍAZ FERNÁNDEZ FUNDACIÓN REPSOL YPF Durante la última década, según iban progresando la liberalización y privatización de los mercados energéticos en todo el mundo, muchos países han basado sus acciones en el modelo californiano. De esta forma, ha habido un gran interés en aprender por qué ha fallado el proceso en ese Estado. Además, la experiencia general en ese proceso ha suscitado importantes cuestiones, por ejemplo, referente a la volatilidad de los precios y la seguridad del suministro. Agradecemos el franco análisis que, de la experiencia California, han presentado los conferenciantes del Panel I. En el Panel II revisaremos las iniciativas de liberalización en otros sitios y aprenderemos de sus éxitos y de sus fracasos. Antes de que presente nuestro Panel, me gustaría hacer una serie de comentarios que pueden ayudar a enmarcar el debate. En primer lugar, me pregunto si la desintegración vertical, llevada a cabo de forma tan completa como la que tuvo lugar en California, es un ingrediente indispensable para la competitividad. ¿No es más probable que la integración vertical produzca un mercado más competitivo y optimice las inversiones y los activos para producir, al final, mejores precios y una mayor garantía en los suministros? La desintegración horizontal dentro del mercado energético, sin embargo, es un asunto completamente distinto. Actúa de forma positiva impidiendo la consolidación de un poder excesivo del mercado. La integración vertical corporativa es compatible con desintegración horizontal del sector mientras que ambos estén unidos por transportadores comunes en la transmisión y en la distribución. Desde luego, los monopolios naturales que se han visto involucrados en el transporte y la distribución deben ser accesibles a todas las firmas en condiciones universales y transparentes. Esto me lleva a la segunda reflexión, que tiene que ver con el papel de la planificación y de la regulación en mercados competitivos. Hoy en día, la planificación no está de moda, ni siquiera por motivos de transición. Lo que sí está de moda es presuponer que

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la “mano invisible” del mercado resolverá todos los problemas. Una suposición parecida es la de que si el mercado está verdaderamente abierto, las fuerzas del mercado crearán un sector energético competitivo. Yo me cuestiono estas presunciones. El problema en reconciliar iniciativas de empresarios independientes con un sistema eléctrico (y quizás también con un sistema de gas natural) que garantice la calidad, la cantidad y los precios de las necesarias ofertas es un tópico que no nos podemos permitir pasar por alto. En tercer lugar, me cuestiono el pensamiento, a menudo equivocado, de muchos ecologistas. Por ejemplo, como ya vimos en California, el fuerte impulso para conseguir un aire más limpio está unido a la resistencia para construir nuevas plantas de generación. Esta política permite que sigan funcionando plantas menos eficaces, más viejas y más contaminantes. Las emisiones de CO2 de las modernas plantas de energía de ciclo combinado son alrededor de un tercio menos de lo que emiten las plantas convencionales de carbón. La escasez de nuevas instalaciones de generación debida a las normativas burocráticas y a las exigencias ecologistas no sólo ha afectado a los problemas actuales de escasez de suministro sino que, si se prueba que el CO2 es responsable del efecto invernadero, también habrá exacerbado los problemas de cambio climático a nivel mundial. Otro tópico que sigue interesando a la gente es la regionalización de los mercados, un asunto que ya comentamos en el XI Seminario de Repsol YPF-Harvard, que tuvo lugar en Buenos Aires en Diciembre del año 2000. En esa época, Roberto Monti criticó fuertemente las “murallas chinas” de América del Sur, barreras que habían erigido los gobiernos para impedir la evolución de los mercados regionales. Vemos el mismo fenómeno en Europa, debido en parte a la resistencia de los monopolios u oligopolios que hasta hace muy poco han dominado los mercados locales de muchos países europeos. A pesar de lo cual, debemos continuar favoreciendo la integración porque la regionalización de los mercados de la electricidad y del gas natural puede ofrecer garantías en el suministro a un coste menor o bien mayores garantías con el mismo coste. Permítaseme ahora que presente nuestro panel, un grupo de conferenciantes que están muy cualificados para darnos una visión muy amplia de la liberalización y desregulación, basados en perspectivas que abarcan todo el mundo:

• Nuestro primer conferenciante, Gerald Doucet, ha sido Secretario General del Consejo Mundial de la Energía (WEC) desde 1998. Como director de la WEC, con 90 comités que son miembros del mismo, el Sr. Doucet tiene una visión muy amplia de los mercados energéticos en todo el mundo. Antes de asumir ese puesto en el WEC, el Sr. Doucet también ocupó varios otros en diversos gobiernos, organizaciones industriales y relaciones internacionales, y más recientemente, fue Presidente y Director General de la Asociación Canadiense de Gas.

• Julio Herrera, Secretario Ejecutivo de la Organización Latinoamericana de la Energía (OLADE) es nuestro segundo conferenciante. El Dr. Herrera fue Ministro de Industria, Energía y Minas de Uruguay, desde 1996 hasta 2000, así como Presidente del Comité Uruguayo del Consejo Mundial de la Energía. Es gran conocedor de los asuntos de la energía, de los que también escribe, en lo

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referente a la privatización y el papel del sector público en los negocios. Hoy revisará el progreso de la liberalización en Latinoamérica.

• Dominique Ristori, Director de Asuntos Generales de la Comisión Europea de la nueva Dirección General de la Energía y el Transporte, revisará la liberalización en la Unión Europea. En la Comisión, el Sr. Ristori supervisa la política general sobre liberalizaciones y relaciones intra-institucionales; todos los aspectos del mercado interno, incluyendo la competencia y el servicio público; y las relaciones internacionales.

• María Luisa Huidobro está muy cualificada para hablarnos de la liberalización de la electricidad en España. La Sra. Huidobro es la Presidenta de la Compañía Operadora del Mercado Español de la Electricidad (OMEL) y miembro del Consejo de Administración de la Red Eléctrica de España (REE). Durante la década de 1990 fue Directora General de la Energía en el Ministerio de Industria y Energía, donde tuvo un papel muy importante en el trabajo preparatorio para la liberalización de la industria energética española.

• Nuestro último conferenciante, Álvaro Silva Calderón, es Ministro de Energía y Minas de Venezuela y miembro del Consejo Nacional de Energía de su país. Como tal, está en muy buena posición para revisar los recientes acontecimientos en la liberalización en su poderoso país.

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EL DISEÑO DEL MERCADO DE LA ELECTRICIDAD Y EL ASUNTO DE LOS PRECIOS GERALD DOUCET CONSEJO MUNDIAL DE LA ENERGÍA El Consejo Mundial de la Energía (WEC) tiene más de 90 comisiones miembros en todo el mundo y trata de asuntos relacionados con la energía en el ámbito mundial en un contexto multienergético. Esto significa que yo viajo muchísimo y tengo ocasión de comentar los asuntos energéticos con muchas personas en lugares muy diversos. Últimamente, a cualquier sitio que vaya o con quienquiera que hable, invariablemente, se me hacen tres preguntas: “¿Puede suceder aquí lo de California?”, “¿Se debería salvar lo de Kyoto?”, y “¿La energía fiable es barata?”. Mi respuesta para las tres preguntas es: “No”. Nuestra preocupación hoy día se centra en la primera pregunta: “¿Puede suceder aquí lo de California?”. Como contestación, presentaré los objetivos mundiales del Consejo Mundial de la Energía, revisaremos someramente algunos ejemplos de crisis energéticas y como conclusión, examinaremos el diseño para el mercado eléctrico y el asunto de los precios. Este último punto tiene mucho que ver con el debate de hoy. En una reciente publicación, Energía para el Mundo del Futuro – ¡Actuemos Ahora!, el CME identifica tres objetivos específicos en el ámbito mundial, que suministran una base perfecta para la reforma del mercado eléctrico. El primer objetivo es dar accesibilidad. En esta época, un tercio de la población mundial no tiene acceso a un suministro adecuado de energía eléctrica. Este problema fundamental es tanto asunto del gobierno como empresarial y por lo tanto, debemos involucrarnos todos. La forma en que resolvamos esta cuestión está relacionada muy de cerca con las reformas de los mercados y de los precios. La segunda meta de la CME en lo que se refiere a la energía es asegurar su disponibilidad. Una vez que la sociedad gane acceso a la energía, sus miembros querrán que también esté disponible y de esta forma los aspectos de la disponibilidad del suministro y de su calidad se ponen en cabeza de sus prioridades.

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Por último, la tercera meta del CME es asegurar la aceptación de la forma en que se produce y se distribuye la energía. En otras palabras, queremos distribuir energía comercial a fin de crear una economía sostenible, pero queremos hacerlo de forma que se respeten las consideraciones de la sociedad en los ámbitos locales, regionales y mundiales, así como las exigencias medioambientales. En el CME creemos que estas tres metas se conseguirán mucho mejor por medio de la reforma del mercado. Antes de concentrarnos en la reforma del mercado, permítaseme que mencione unos cuantos ejemplos de lo crítica que se está haciendo la situación energética. Cuando miro hacia California, no me hago a la idea de utilizar la palabra “crisis”. Considero que la palabra “elección” sería más adecuada, ya que lo que sucedió allí fue el resultado de decisiones deliberadas. Si desean Vds. ver una crisis energética de verdad, vayan a India. Ya sé que algunos de Vds. ya lo han hecho y puede que ya lo estén lamentando. Esa nación necesita 25.000 megavatios de capacidad nueva instalada antes del año 2005, lo cual representa un reto formidable. Pero los problemas con el sistema actual también son abrumadores. Por ejemplo, el 51% de la capacidad instalada en India hoy día se pierde debido a razones no técnicas. Esto supone unos 45.000 megavatios – una pérdida enorme para el sistema. Así que, por una parte, India necesita nueva capacidad instalada incluso aunque el país dé a los inversores potenciales mucho miedo en términos de las normativas de inversión. India padece una crisis enorme en lo que se refiere a las pérdidas, tanto técnicas como no técnicas, en su actual sistema eléctrico. En América Latina la integración del mercado está progresando bastante bien. Sin embargo, Brasil ofrece un ejemplo de otra clase de crisis en el futuro: la demanda que no se puede satisfacer, que exige una cantidad enorme de energía. Brasil ha sido demasiado lenta en abrir su mercado eléctrico a la inversión privada. Está deseando renegociar los contratos de gas con Bolivia, pero no desea la responsabilidad del gran reto que supone acelerar la desregulación para abrir su mercado eléctrico. En vez de eso, el gobierno ha empezado a reducir los suministros eléctricos en base a las cuotas. Esta forma de racionamiento parece que hace disminuir la demanda en un 20%. En África contemplamos otra clase de crisis, una que es mucho más fundamental. Estamos trabajando con gobiernos africanos para diseñar los mercados eléctricos allí, pero el obstáculo principal es la falta de datos básicos. No sabemos realmente lo que es la energía básica; no podemos unir la oferta con la demanda. No existe una base de datos de la energía en África. Estamos empezando a construirla, pero el continente apenas comienza ahora a crear un sistema eléctrico. Cuando consideramos la forma de proceder con la reforma del mercado, está claro que la regulación adecuada es el requisito indispensable para una solución con éxito. Si la experiencia de California nos ha enseñado algo es el peligro de levantar falsas expectativas, utilizando los términos “privatización” o “desregulación” para definir lo que realmente significa la reforma del mercado. Tales términos pueden sugerir la idea de que, de alguna manera, nos encaminamos hacia un mundo de mercados completamente libres. Y está muy lejos de ser así. La creación de una regulación fuerte e independiente es la prioridad principal para establecer las reglas del mercado y dirigirnos hacia la elección del cliente. Mezclar las características del mercado con la

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regulación simplificará la reforma del mercado en muchas circunstancias y reportará beneficios similares a los diseños de mercado más complejos. Otro requisito indispensable para la reforma del mercado es mantener abiertas las opciones energéticas en términos de diversificación de la cartera. California nos ha dado un ejemplo útil, aunque penoso, de la importancia de este asunto. Lo de California no puede suceder en Europa porque la liberalización europea incluye una diversificación en la cartera energética. En California el mercado “spot” resultaba prácticamente la única alternativa posible. En el Reino Unido, y en otras partes de Europa, las compañías energéticas disponen de varias carteras. También hacemos hincapié en este punto para el resto del mundo. El enfoque más sencillo a menudo consigue los beneficios deseados. No hay que intentar conseguirlo todo a la vez. La privatización, por ejemplo, no tiene que formar parte del paquete inicial. En muchos mercados, equiparar la privatización totalmente con el concepto de reforma del mercado causa mucha confusión. Por mencionar un ejemplo, Rumania se ha encaminado diligentemente hacia la privatización de su sistema de distribución de gas natural con el fin de utilizar la financiación que necesita para modernizar el resto de su sistema, incluyendo la infraestructura eléctrica. Pero Rumania sólo está privatizando parte de su sistema de gas natural. No estoy excesivamente preocupado por la rapidez con que vayan a privatizarse las compañías. La privatización es un asunto que está muy unido a la financiación. Para la reforma del mercado, lo realmente importante es la forma en que las compañías funcionan en el mercado. El éxito en este aspecto significa poner en marcha las reglas adecuadas, asegurarse de que sean transparentes y de esta forma otorgar poder a los clientes. Cuando se considera la liberalización, el CME hace hincapié especialmente en asegurar la transparencia y la elección del cliente. La desintegración vertical de las compañías es también un asunto menos prioritario. En los mercados globales, las compañías que son muy grandes a menudo necesitan permiso para operar de forma transnacional, a fin de poder liderar la reforma en lo que han sido hasta ahora mercados cerrados. Si al tamaño de la corporación se añaden los mercados abiertos y la elección por parte del cliente, las compañías grandes pueden conseguir efectos positivos dentro del mercado. En otras palabras, la integración vertical no se debería ver de forma tan negativa. Como ya han descubierto muchos funcionarios del gobierno y ejecutivos de la industria que se están encaminando hacia la desregulación, el diseño del mercado es muy importante. Para dar ejemplos de un trabajo específico en lo que se refiere al diseño del mercado eléctrico, un estudio reciente del CME, Creación y Diseño en el Mercado Eléctrico, proporciona un ejemplo específico de este asunto. Este estudio hace hincapié en nueve mercados del Pacífico Asiático e incluye las lecciones que hemos aprendido de la desregulación, según se ha ido llevando a cabo. ¿Cuáles son las conclusiones principales de este estudio? Las principales conclusiones hacen hincapié en un equilibrio aleccionador al considerar los mercados. Por una parte, al introducir la competencia en los mercados eléctricos se pueden conseguir beneficios reales en costes de eficiencia, presión a la baja en los precios y enfoque en el cliente. Sin embargo, los costes de la introducción en el

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mercado y la fiabilidad pueden resultar excesivos. Los precios netos pueden subir. La realidad – una que no tuvieron en cuenta los políticos de California - es que el mercado lleva aparejado un riesgo. Deben hacer frente a aspectos tales como volatilidad en los precios a corto y largo plazos, o quién paga los costes de la capacidad, o quién paga los costes de la fiabilidad del sistema. Es necesario llevar a cabo un análisis riguroso del coste-beneficio de las previsibles medidas del mercado para asegurar que los beneficios se compensan con los costes. Otra conclusión, quizá más compleja todavía, es que el potencial competitivo en cada etapa de la cadena energética se debe examinar cuidadosamente al diseñar un mercado adecuado – no solamente la etapa inicial de la generación de electricidad, por ejemplo, o el de los usuarios finales. Para algunos de los implicados en la energía, la discusión sobre la convergencia del gas natural-electricidad se enfoca principalmente en el final de la cadena, esto es, en el aspecto de la elección del consumidor. Esta perspectiva hace aparecer al suministro eléctrico como un servicio, no un producto. Presupone que para la convergencia de las empresas de gas natural-electricidad o gas natural-electricidad renovable, el aspecto del servicio es todo lo que importa. Sin embargo, si se mira el sistema de generación de electricidad sin considerar el sistema de gas natural – o viceversa – se enfrentarán con serios problemas. Nuestros estudios demuestran que la competencia en una de las etapas, por ejemplo, en la generación, puede comprometer los objetivos en otra, por ejemplo, inversiones en la capacidad de construcción. Introducir la competencia en la generación puede disminuir los valores de los activos para repagar la deuda. Esta es una realidad que los políticos deben tomar en consideración cuando vayan a introducir las reformas y a diseñar los procesos de regulación. La modificación del mercado puede ser necesaria para conseguir metas sociales y nacionales. La competencia pura y simple y una política energética razonable no resultan muy compatibles. Una tercera conclusión hace hincapié en la importancia fundamental de los precios y la recaudación de ingresos para el establecimiento y mantenimiento de sistemas energéticos comerciales. Los países que se enfrentan a problemas muy serios de accesibilidad también se enfrentan a los problemas de conocer los costes de las estructuras para el suministro de energía. Incluir la recuperación del coste total del combustible y una determinación adecuada del coste del servicio se encuentran entre los principales motivos en la política de precios de la energía en los países en vías de desarrollo. El precio de los costes marginales y de los costes de oportunidad de los precios son don conceptos que no están muy bien desarrollados debido a su coste de base. La mayor parte de los países en vías de desarrollo no consideran que el precio de la energía en su país por debajo del coste oportuno – esto es, por debajo del precio que podrían conseguir al exportarlo – sea un verdadero subsidio. También consideran que cualquier ventaja que consigan de su base de recursos o de los métodos por los que se hayan desarrollado, primero y principalmente deberían servir para beneficio de su propio pueblo. Sin embargo, cuando se examinan los subsidios en muchos países en vías de desarrollo, encontramos que la concesión de subsidios tiene efectos perversos. En la mayoría de los casos, los subsidios que se ofrecen los consiguen los grupos menos adecuados. En otras palabras, que los que más necesitarían subsidios son justamente los que no los consiguen.

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La medición, la facturación y la recaudación son sistemas muy primitivos en las economías en transición y en los países en vías de desarrollo. Según he observado ya, las perdidas no tecnológicas y las tasas no recaudadas en muchos de los países en vías de desarrollo son excesivas. Mientras no consigamos unos precios adecuados y un sistema de recaudación bien establecido, no tendremos éxito en solucionar el problema de la accesibilidad y no conseguiremos asegurar que esta energía comercial se pueda repartir. La electricidad fiable y adecuada no es barata. Un diseño de mercado de la electricidad que sea inteligente y eficaz así como un precio adecuado es absolutamente primordial para suministrar accesibilidad, asegurar la disponibilidad y ganar la aceptación social y medioambiental para la producción y transmisión de energía en todo el mundo. Debido a nuestro trabajo en plantas eléctricas en todo el mundo, puedo afirmar que estos factores no sólo conducen los aspectos de eficacia y ahorro en términos de inversión necesarios para generar nueva capacidad, sino que también consiguen controlar las emisiones de carbón así como otras preocupaciones medioambientales de una forma muy fundamental. Son estos asuntos, y no el futuro del Protocolo de Kyoto, lo que llega al corazón de un control eficaz de los gases de efecto invernadero en cualquier rincón del universo.

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NUEVAS DIRECCIONES PARA LA LIBERALIZACIÓN Y LA REGULACIÓN EN LATINOAMÉRICA JULIO HERRERA ORGANIZACIÓN DE LA ENERGIA EN LATINOAMÉRICA (OLADE) Una tendencia de expansión económica y política – identificada con el término “globalización” y con el comercio internacional como su componente principal – ha alcanzado las tierras de Latinoamérica y del Caribe. Muchos países de estas regiones han decidido trabajar a fin de unirse al mundo globalizado y beneficiarse de los aspectos positivos y así mitigar cualquier impacto negativo. En este nuevo escenario, la forma en que se desarrollan los mercados determinará, en gran medida, el futuro de los pueblos que viven allí. Los países de Latinoamérica y el Caribe están abandonando los nacionalismos que los han caracterizado desde la década de 1960. Durante esos años, la energía se veía como una fuente estratégica para la soberanía y la seguridad nacional. Ahora, la percepción ha cambiado de forma sustancial; la energía se ha convertido en un elemento estratégico en los esfuerzos por conseguir competitividad económica en el ámbito internacional y mejorar la calidad de vida de forma general. Este nuevo enfoque ha reemplazado la autosuficiencia económica y energética con las economías integradas y los mercados energéticos. En este proceso, la región está esforzando en desarrollar sus recursos, de acuerdo con sus nuevos intereses. En el siguiente debate, describiré de forma somera el estado actual de la integración del mercado energético en Latinoamérica y el Caribe, disertaré sobre el futuro de la liberalización energética en la región y ofreceré algunas conclusiones y propuestas. En 1997, las inversiones totales en Latinoamérica y el Caribe alcanzaron los $23 billones, una cifra record. La inversión en el sector energético representó el 42% del total de las inversiones realizadas en el área. Sin embargo, a pesar de estas ganancias impresionantes, todavía hay mucho que hacer para fomentar el consumo de energía en Latinoamérica. El consumo total de energía en Latinoamérica y el Caribe experimentó un aumento anual del 2,6% anual durante la última década. Esta cifra sigue siendo baja, hablando de forma relativa, y el crecimiento es desigual entre los países de la región. El crecimiento

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desigual indica diferencias en el desarrollo relativo de las economías nacionales. El bajo consumo general de energía proviene de una pobreza generalizada y de una renta per cápita muy baja en la población en general. La renta anual per cápita sólo creció un 1,2% durante ese periodo, e impidió que hubiese una expansión significativa en los mercados de bienes y servicios. Dada esta situación, no parece muy probable que la región vaya a acercarse al nivel de consumo de los países industrializados, lo cual hace más difícil la integración total en un mundo ya globalizado, a falta de un proceso de desarrollo más eficaz. Y este proceso para ser eficaz debería incluir la integración y liberalización del mercado energético. Algunas organizaciones interregionales en Latinoamérica han tenido un papel primordial en el progreso de la liberalización del mercado energético. En las mismas se incluyen, entre otras, OLADE, Mercosur y la Comunidad Andina de Naciones. Los países de Centro América y del Caribe también se han unido para promocionar la liberalización de la energía y el proceso de integración. OLADE, que ha enfocado sus esfuerzos en la integración de los mercados energéticos en los 26 países que son miembros desde su fundación en 1973, ahora ha incluido también la globalización en su misión. Además, OLADE ha reafirmado su compromiso para trabajar en una dimensión más humana de la energía, una que asegurase una vida adecuada para los pueblos de estas regiones. Los resultados de los esfuerzos de las reformas han sido alentadores. Por ejemplo, bajo los auspicios de OLADE, tres países – Colombia, Ecuador y Perú – han acordado interconectar sus sistemas de energía eléctrica y armonizar sus marcos de regulaciones y sus estándares. Mercosur ha patrocinado actividades relacionadas con la energía eléctrica, el gas natural y el petróleo, incluyendo gasoductos entre Bolivia y Brasil, así como interconexiones entre Argentina y Chile, a través de diversos pasos fronterizos en los Andes, interconexiones de gas natural y energía eléctrica entre Uruguay y Brasil, y comercio de crudo y productos refinados entre varios países de la región. En la renovada Comunidad Andina, también se debería hacer hincapié en los esfuerzos que se llevan a cabo para el desarrollo de sus abundantes reservas de gas natural, lo cual permitirá que los estados miembros dependan menos del volátil mercado internacional del petróleo. Existen en la región importantes proyectos para desarrollar la expansión del gas natural en Colombia, la nueva política de diversificación del uso del gas natural en Venezuela y una posible interconexión entre ambos países, con la perspectiva de extender a América Central el gasoducto que conecta Bolivia con Brasil y una tubería multifunción entre Bolivia y Perú. En cuanto a actividades relacionadas con la energía eléctrica, se realizarán interconexiones desde Venezuela, primero con Colombia y después con Brasil, así como un proyecto de interconexión entre Perú, Ecuador y Colombia, que se está llevando a cabo. En América Central, se ha alcanzado un acuerdo por el cual se realizará una operación de integración de la energía eléctrica, con la perspectiva de incorporar también gas natural desde ambos lados del istmo. Los proyectos SIEPAC, las tuberías de gas natural desde México y Colombia, y el proyecto de gas natural licuado (GNL) en Trinidad y Tobago ofrecen suministros alternativos que nunca antes habían parecido posibles. Y

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todavía ha llegado más apoyo desde Venezuela y México a América Central a través del Acuerdo de San José y por mediación del Acuerdo de Cooperación de Energía de Caracas. En el Caribe, la preocupación acuciante en estos momentos es encontrar sustitutos energéticos tales como gas natural comprimido (GNC) y GNL para suplementar o incluso reemplazar al GPL, diesel y fuel oil. La planta de GNL antes mencionada ubicada en Trinidad y Tobago, ya realiza exportaciones a Europa y a los Estados Unidos. Para ampliar más la integración de estos nuevos recursos y de otros en los mercados energéticos regionales, se fundó recientemente la Comisión de Cooperación de Hidrocarburos del Caribe. La decisión de introducir reformas energéticas en Latinoamérica significa muchos cambios. El viejo modelo perpetuaba la centralización de las políticas económicas del control de precios, donde el Estado ostentaba el monopolio y un papel preponderante en las actividades energéticas. Ahora la región está haciendo grandes esfuerzos para crear mercados competitivos y modernizar las estructuras de las instituciones y las normativas nacionales. Un ejemplo de los cambios que se están llevando a cabo está relacionada con la Iniciativa de la Energía Hemisférica (IEH), que se fundó en la Cumbre de las Américas en diciembre de 1994. Se establecieron grupos de trabajo para llevar a cabo estudios relativos a la energía y al desarrollo social, energía y medio ambiente, energía e integración, y energía y regulación. OLADE, como parte de su papel de suministrador de cooperación técnica, participa en el IEH en calidad de miembro de la Secretaría de Coordinación. OLADE también ha tenido un papel muy importante en el desarrollo de la Comisión de Cooperación de Hidrocarburos del Caribe. Según se vayan realizando las reformas, se hará más aparente la tendencia hacia la liberalización del mercado, lo cual llevará a una gran expansión en las oportunidades de negocios y en la participación activa de nuevos protagonistas. Por ejemplo, los mercados de gas natural y de energía eléctrica han experimentado cambios estructurales y de regulación durante la última década. Se ha llevado a cabo su privatización, se han creado instituciones reguladoras, han irrumpido en el escenario las actividades de la energía eléctrica y se ha facilitado el acceso a la transmisión. Se introdujeron los mecanismos de regulación que impusieron tarifas razonables, para atraer la inversión privada, y para garantizar el suministro a un coste razonable para el consumidor. Según he mencionado con anterioridad, hay un punto brillante en el cuadro de las inversiones y es que existe un flujo de capital desde fuera de la región. El Reino Unido, Alemania y especialmente, España, han sido grandes inversores en el sector energético de Latinoamérica y el Caribe. Repsol YPF ha sido el líder en esta área, siendo la operación más arriesgada. Esta firma ha estado muy involucrada en el desarrollo energético de la zona durante la última década y ha hecho manifiesta su presencia por medio de actividades, tanto aguas arriba como aguas abajo, en casi todos los países miembros de la OLADE; Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela, Trinidad y Tobago y Guayana. Los mercados energéticos en Latinoamérica y el Caribe se están abriendo de forma gradual y se están convirtiendo en más competitivos. A pesar de sus esfuerzos, sin

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embargo, todavía existen monopolios, tanto en el sector público como en el privado. Esto causa impactos no deseables que distorsionan el mercado. Los efectos más importantes incluyen la restricción de las inversiones; resistencia a la innovación; obstáculos en el proceso de integración de mercados; y creación de excesivos costes energéticos. Otro reto importante para el desarrollo de la energía en la región es la erradicación de la pobreza endémica. En verdad, los problemas económicos y la dureza de las condiciones físicas son los peores problemas sociales a los que se enfrentan la mayor parte de nuestros países. La situación está implícita en muchas regiones en el tipo de energía disponible y en su forma de consumo. Los combustibles asequibles, tales como la madera o incluso los excrementos de animales, son poco eficaces, de mucho trabajo, de poca calidad y muy contaminantes. La falta de fuentes energéticas sostenibles, fácilmente asequibles, eficaces y de fácil disposición alimenta la forma de vida en condiciones deprimidas y crea grandes obstáculos para unificar las economías globalizadas. La contaminación es otra importante consideración en la motivación de la modernización de los recursos energéticos de Latinoamérica. En la actualidad, la región contribuye con menos de un 5% del total global de las emisiones de CO2 . La creación de mejores condiciones de vida para nuestros pueblos por medio de la facilitación del acceso y la utilización de los recursos energéticos, de cualquier tipo, aumentaría este porcentaje. De esta forma, necesitaremos enfocarnos en solicitar la cooperación internacional para la transferencia y la aplicación de tecnologías limpias en condiciones que sean factibles para nuestros pueblos. No existe ninguna duda de que Latinoamérica y el Caribe necesitan ir hacia delante en términos de liberalización de la energía y de la integración del mercado para mejorar la calidad de vida en general y el bienestar económico lo más rápidamente posible. Estamos buscando fuentes de energía que beneficien a nuestros pueblos, no solamente a unos pocos escogidos en algunas industrias o sectores económicos. Este concepto de la solidaridad en la energía se debe llevar a la práctica por el bien de todos los ciudadanos. La región ya ha empezado a integrar sus mercados. Esto hace posible compartir las fuentes energéticas entre los países vecinos de una manera que puede compensar cualquier desequilibrio en disponibilidad o accesibilidad. Se ha denominado a este desarrollo “energía complementaria”, lo cual converge en el concepto de solidaridad energética. Sin la cooperación activa entre los países en términos energéticos – así como en términos de bienes, servicios y tecnología - la solidaridad energética está falta de sustancia. Todavía hay mucho que hacer en lo que se refiere a la liberalización. Un objetivo especialmente importante es la consolidación de las reformas. Conseguir esto ayudará al crecimiento continuado de las inversiones foráneas, y salvaguardará las que ya se hayan realizado. Otro elemento importante en nuestro futuro energético es la cooperación internacional, en el ámbito multilateral y en el bilateral. Esta cooperación, tanto si lleva aparejada transferencia de tecnología o el desarrollo conjunto de oportunidades de negocios, proporcionará los fundamentos para la expansión continuada de la región y los avances sociales.

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La principal motivación para nuestros esfuerzos hacia la liberalización y la integración, sin embargo, debe ser la eliminación de la pobreza. Hacer hincapié en las fuentes energéticas, en el crecimiento económico, en el desarrollo sostenible, en la globalización o en muchos otros conceptos que han dominado los foros políticos e internacionales es inútil si al final siguen existiendo pueblos subdesarrollados o deprimidos que viven en la pobreza, que utilizan leña o excremento de animal como principal fuente de energía y que no tienen acceso a un destino decente como seres humanos. La integración económica de los países de la región es la clave para el desarrollo de sus pueblos y de sus intereses como región. En particular, Latinoamérica y el Caribe están esforzándose, y deberían seguir por ese camino, en desarrollar sus recursos, teniendo muy presentes también sus intereses. Considerando todo lo dicho anteriormente y en atención al concepto de cooperación estratégica, los planes futuros para las naciones y las organizaciones regionales deberían dirigirse hacia las siguientes metas:

• Apoyar los esfuerzos de la región por integrarse, a fin de desarrollar sus países en beneficio de sus habitantes.

• Establecer una estrategia energética regional que reconozca las diferencias entre las subregiones y los países del continente y contribuya al desarrollo sostenible de la población.

• Participación en el desarrollo y en la expansión del conocimiento para el beneficio de la población por medio de la utilización de equipos e instrumentos modernos y eficaces, adaptados a las diferentes realidades de la región.

• Facilitar el acceso a nuevas tecnologías; conseguir competitividad en el ámbito internacional, mejorando la gestión y la capacidad organizativa, modernizando las formas de mercadotecnia y proporcionando a los consumidores mayor libertad para elegir.

• Promocionar el desarrollo de reservas energéticas y recursos para suministrar y diversificar la mezcla de energía de los países, de modo que se proporcione a la población energía fiable y de bajo coste, contribuyendo de esta forma a reducir los niveles de pobreza y facilitando una calidad de vida adecuada para toda la población.

• Conceder incentivos para el desarrollo de fuentes de energía nuevas, limpias y renovables, basadas en tecnologías compartidas para beneficio de los habitantes de la región.

Estos puntos destacan el nuevo enfoque que OLADE se compromete a apoyar, en lo que se refiere a la energía. Es un enfoque en el cual los aspectos energéticos transcienden los limites de la economía, el medioambiente, la tecnología y los aspectos meramente operativos, a fin de visualizar al hombre como el centro de atención y el principal beneficiario de los recursos energéticos. Todos los que estamos involucrados en actividades energéticas estamos obligados a dar una dimensión humana a la energía.

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LIBERALIZACIÓN: EL PUNTO DE VISTA DE LA COMISIÓN EUROPEA DOMINIQUE RISTORI COMISIÓN EUROPEA La creación de un mercado interno europeo para la electricidad y el gas natural es el objetivo principal de la Comisión Europea, y todos sus miembros continúan apoyando los esfuerzos de la Dirección General de la Energía y el Transporte para reforzar este mercado. La Comisión recientemente ha propuesto acelerar el proceso de liberalización, previendo la terminación del mercado interno, con una apertura total del mercado a todos los clientes para el año 2005. Así mismo, en fecha reciente ha confirmado la necesidad de abordar las distorsiones del mercado energético. La Comisión planea perseguir cuatro vías de desarrollo en los próximos meses:

• Realizar un progreso encaminado a la total liberalización del mercado, esto es, a su “apertura”.

• Asegurar que las aperturas se llevan a cabo, tanto cuantitativa como cualitativamente..

• Crear un verdadero mercado integrado interno, mejor que 15 mercados nacionales liberalizados por separado.

• Conseguir objetivos esenciales, tales como el mantenimiento de la seguridad del suministro, la facilitación del servicio público, la desactivación de los impactos en el empleo y la conservación del medioambiente.

Un mercado interno integrado en Europa requiere nuevas formas de regulación y un enfoque consistente. Por lo tanto, una de las características importantes del modelo europeo es la operación que ya se encuentra en marcha entre los participantes en el mercado, que incluyen instituciones europeas, Estados miembros, reguladores, operadores de sistemas de transmisión, compañías de gas natural y de electricidad, empresarios, consumidores, etc. Esta cooperación deberá controlarse y fortalecerse según progrese el proyecto interno de mercado. La apertura del mercado no significa que desaparezca la necesidad de regulación Muy al contrario, mucho países se han dado cuenta de que la apertura de sus mercados exige tantos esfuerzos reguladores como los que ya están regulados.

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Los primeros pasos para la creación de un mercado integral de la energía se llevaron a cabo en 1996 y en 1998 con la adopción de las Directrices para Gas y Electricidad. Nuestra experiencia hasta hoy es que estas directrices han resultado muy positivas: el 65% de la demanda de electricidad y el 70% de la de gas natural ya se ha abierto a la competencia en toda Europa. Nuestras expectativas iniciales se han visto superadas y los precios de la electricidad han bajado en casi todos los Estados miembros y para todos los grupos de consumidores. Al mismo tiempo, sin embargo, algunos de los Estados miembros, han limitado las aperturas de sus mercados al mínimo legal. Además, dos países todavía tienen que implantar por completo la Directriz de Gas. Por lo tanto, la diferencia entre el alto nivel de apertura del mercado, totalmente inesperado, en muchos de los países y mercados donde los Estados miembros se limitaron al mínimo legal, ha hecho renacer la preocupación relativa a las distorsiones de las condiciones de competencia entre las compañías de la Unión Europea. Esta situación también es aplicable a las compañías de electricidad y gas natural y a los consumidores de energía. Algunas personas argumentan que ciertos operadores están utilizando su posición preeminente en su propio mercado nacional para ayudar a la expansión de sus propios mercados, mientras que a la vez están disfrutando de las ventajas competitivas en sus propios mercados, debido a las restricciones impuestas a los operadores extranjeros. La “cláusula de reciprocidad” en las directrices existentes no es la adecuada para resolver esa discrepancia y la Comisión considera que es muy urgente el establecimiento de condiciones para una competencia justa. Este es el motivo por el cual la Comisión considera que el progreso hacia la total apertura de mercados es imperativo. Todas las compañías deberían tener derecho a elegir a sus suministradores de electricidad antes del año 2003 y a sus suministradores de gas natural para el año 2004, y todos los ciudadanos deberían disfrutar de estos derechos en el año 2005. Los Comisarios están tan preocupados con este asunto que están considerando poner en práctica estas medidas, haciendo uso del Artículo 86 del Tratado. El periodo de transición también ha demostrado que las distorsiones pueden venir de las divergencias en los aspectos tanto cuantitativos como cualitativos de las aperturas de los mercados. Algunos Estados miembros han abierto totalmente sus mercados, pero la evidencia demuestra, por ejemplo, que los nuevos competidores encuentran dificultades para entrar en los mercados y que sólo unos pocos clientes han cambiado de suministrador. Esto indica que los aspectos cualitativos del proceso de apertura de los mercados – las leyes y los reglamentos que establecen los marcos para un campo de juego equitativo para todos los involucrados – faltan todavía. Estos aspectos cualitativos son tan importantes, o incluso más, que los cuantitativos, para los aspectos técnicos de la apertura de mercados. Por ejemplo, los operadores deben tener la garantía de que no se discriminará su acceso a las redes de transmisión y distribución, así como a la estructura de las tarifas de coste efectivo. Este es el motivo por el que la Comisión propone que la operación de transmisión y las redes de distribución sean independientes y legalmente estén separadas de cualquier otra función, tales como la generación o las ventas, que las tarifas de acceso a la red estén

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supervisadas por reguladores nacionales y que los reguladores independientes tengan un número mínimo de responsabilidades comunes y comparables en toda Europa. Los legisladores europeos deben garantizar que las compañías pueden llevar a cabo sus estrategias de negocios, tanto si implica a varias compañías de servicios o la expansión internacional, en el mejor escenario de negocios posible, así como igualdad de oportunidades y conceder el mismo tratamiento a todas las compañías. El Consejo Europeo reunido en Estocolmo, pidió a la Comisión que valorase la situación en los sectores eléctrico y de gas natural para la celebración del Consejo Europeo que tendrá lugar en la primavera del año 2002, lo que permitirá tomar más medidas. La Comisión tiene intención, por lo tanto, de emitir un informe en el que se recojan y comparen los diferentes enfoques adoptados por cada uno de los Estados miembros en términos de la regulación de los mercados para asegurar una competencia justa; la realización de objetivos sociales y medioambientales; precios y condiciones para el acceso a la red, incluyendo almacenamiento y equilibrado; desarrollo de mercados al por mayor para la electricidad y el gas natural; transacciones internacionales y administración del interconector; movimientos en precio y servicio a los clientes finales, así como la respuesta de los consumidores a la apertura del mercado; y el efecto que la apertura del mercado tendrá sobre el empleo. El informe también describirá los diversos regímenes reguladores existentes en cada uno de los Estados miembros según las directrices actuales y mostrará las consecuencias que estas diferencias tienen en el funcionamiento de los mercados únicos, tanto en los ya existentes como en los que están en pleno desarrollo para los clientes idóneos. El informe también especificará lo que la Comisión considera la mejor práctica para la gestión de la regulación y de los accesos. Para que el mercado interno de gas natural y electricidad en la Unión Europea sea una realidad es necesario que se facilite el comercio intracomunitario. El objetivo no es la creación de 15 mercados nacionales abiertos, sino un solo mercado interno integrado. Todas las compañías deben tener libre acceso a y poder ser capaces de desarrollar mercados en toda la Unión Europea tan fácilmente como lo pueden hacer en sus propios mercados nacionales. Evidentemente, la disponibilidad de la infraestructura de conexión entre los diferentes Estados miembros es importante para conseguir este objetivo. La Comisión está revisando la situación en lo que se refiere a la capacidad de la infraestructura y próximamente presentará un plan encaminado a eliminar los cuellos de botella existentes y a construir las conexiones que faltan en la actualidad. Además, el desarrollo del mercado interno exige una serie de medidas comerciales. El borrador de la regulación emitido por la Comisión examina las cuestiones de las tarifas para las transacciones internacionales en base a unos principios de sencillez, no discriminatorios, transparentes y que reflejen los costes. También trata de la ubicación así como de la administración de la capacidad del interconector. Estas regulaciones comerciales para transacciones internacionales en electricidad también necesita de un sistema permanentemente armonizado par las tarifas de transmisiones internacionales y reglamentaciones consistentes para la ubicación y la administración de la capacidad del interconector.

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La Comisión no alcanzó un acuerdo final en lo referente a la necesidad de un mecanismo provisional para establecer las tarifas eléctricas antes de septiembre de 2001 en la última reunión celebrada en el Foro de Florencia, a pesar de que la abrumadora mayoría de los Estados miembros habían accedido a los principios de las tarifas basados en costes reales así como la desaparición de gastos de importación o transporte. En lo que se refiere al gas natural, es necesario que el Foro de Madrid continúe con sus esfuerzos para establecer una transparencia en la capacidad del interconector, así como en el establecimiento de un sistema de tarifas en el que se vean reflejados los costes en el ámbito europeo. La Comisión mantendrá los trabajos muy relacionados con reguladores, Estados miembros y operadores del sistema de transmisión con el fin de desarrollar unas reglas básicas muy importantes a fin de dirigir los mercados europeos de gas natural y electricidad. La necesidad de una regulación estatal no ha desaparecido con la apertura del mercado. Proporcionar servicios esenciales, el compromiso de cumplir con las obligaciones al público, tales como el servicio universal, la protección a los clientes que sean más vulnerables, la preservación de los derechos de los consumidores, el mantenimiento de la seguridad en el suministro, calidad en el servicio y precios razonables así como la protección del medio ambiente, son necesidades sociales básicas, que los gobiernos deben asegurase de cumplir por medio de regulaciones, aunque no se detenten derechos estatales de propiedad. Y siempre es importante recordar que los estándares de regulación deben estar claramente definidos y ser transparentes, no discriminatorios y sujetos a su cumplimentación. El establecimiento y el mantenimiento de la seguridad en el suministro es un objetivo fundamental de nuestra política energética. Este asunto se ha debatido en la Unión Europea gracias a nuestro Informe Verde publicado a finales del año 2000. Ignorar la creciente dependencia de la Unión Europea en las importaciones de energía primaria sería un gran error. Europa en la actualidad importa la mitad de sus necesidades energéticas, y esta cifra se verá aumentada en un 70% en los próximos 30 años. La crisis de California nos ha hecho darnos cuenta de los problemas que podrían presentarse en Europa si no prestamos suficiente atención a la seguridad del suministro. Sin embargo, los otros errores cometidos en California no son tan importantes en Europa, ya que se refieren a los obstáculos de construir nueva generación en un mercado en crecimiento, a la ausencia de acuerdos adecuados con los Estados vecinos y a la creación de un consorcio obligatorio de la electricidad. La Comisión también intentó fomentar una regulación fuerte sobre todos los demás aspectos de los acuerdos de los nuevos mercados. Por ejemplo, la Directriz para la Electricidad y las nuevas propuestas de la Comisión no impidieron que los gobiernos concediesen incentivos a las compañías de generación con el fin de mantener una reserva de capacidad suficiente para evitar apagones y otros riesgos. Esta es una de las obligaciones de un servicio público. Los reguladores, al confeccionar la reglamentación del comercio, pueden tener en consideración estos asuntos. Lo que es más, también proponemos el fortalecimiento de las provisiones en las directrices existentes para obligar a los Estados miembros y a la Comisión a que controle el equilibrio entre oferta y demanda y por medio de lanzamientos de ofertas para capacidad de nueva generación, siempre que se considere necesario. Las propuestas de la Comisión evitarán las

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dificultades creadas en California relativas a la seguridad en el suministro, ya que pretenden integrar e interconectar los mercados europeos. También necesitamos prestar atención de forma continuada a la diversificación del suministro en términos de productos y recursos. En este contexto, la promoción de energías renovables es primordial. La intensificación de nuestros esfuerzos por aumentar la administración energética, la eficacia energética, y la conservación tienen que ver con la seguridad en el suministro y con los objetivos medio ambientales. Por ejemplo, necesitamos mantener nuestra generación nuclear. Esta fuente de energía representa un tercio de la generación de electricidad en la Unión Europea, pero también tiene un papel importante en la reducción de las emisiones de CO2 . Los altos estándares en el servicio público son otra característica de nuestro modelo europeo. Estos no son de ninguna forma incompatibles con un mercado abierto. Muy al contrario, un estudio detallado llevado a cabo por la Comisión ha demostrado que en los países en los que sus mercados están totalmente abiertos, tales como en el Reino Unido, los estándares se han elevado para convertirse en los más altos de la Unión Europea. Esto resulta de una reglamentación efectiva. Nuestra nueva propuesta contiene este progreso. Mantiene las seguridades actuales y añade otras nuevas: la obligación, para todos los Estados miembros de asegurar un servicio eléctrico universal; la obligación de adoptar las medidas adecuadas para la protección del consumidor; y la introducción de un proceso de estudio en marcha en lo que se refiere a servicios públicos. Los ciudadanos europeos ya cuentan con los estándares más altos del mundo en lo que se refiere a la protección de los servicios públicos; estas propuestas garantizarán esta posición privilegiada e incluso la mejorarán. Se debe prestar atención al impacto que la apertura del mercado pueda tener en el empleo. Debido a que los monopolios ya existentes de la electricidad y del gas natural se ven forzados a competir, los niveles de empleos se reducirán. Puede incluso que esta situación ya haya empezado a producirse. Sin embargo, un estudio reciente emitido por la Comisión ha demostrado que hasta ahora esas firmas han podido competir en el mercado sin necesidad de despedir a ningún empleado, utilizando retiros anticipados y voluntarios y formación. Lo que es más, según se especificó en el Consejo Europeo durante la reunión de Lisboa, los precios competitivos en la energía ayudan a mantener el aumento de la competitividad en la comunidad en estas industrias que dan empleo a millones de personas. Hasta la fecha, por lo tanto, los resultados en términos de empleo han sido satisfactorios. Sin embargo, debemos mantener la actividad in esta área, colaborando con los Estados miembros a fin de introducir la ayuda necesaria para la formación, por ejemplo, y fomentado contactos permanentes entre los empleadores y los sindicatos. Nuestros estudios, en lo que se refiere a la protección del medio ambiente, también han demostrado que la apertura del mercado hasta la fecha ha reducido las emisiones del efecto invernadero, debido al rápido reemplazo de capacidad de generación de energía obsoleta y contaminante. Esto es muy alentador, pero los bajos precios de la energía presentan unas cuestiones en lo que se refiere a la competitividad de las energías renovables y a su eficacia. Los Estados miembros tienen la libertad de elegir las obligaciones de su servicio público por razones de medio ambiente y puede dar las prioridades de la electricidad o las energías renovables.

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La Comisión está complementando las medidas medioambientales existentes con la propuesta de una directriz relativa a electricidad desde las energías renovables. Esta directriz debería establecer los objetivos para cada país así como los porcentajes del suministro total de electricidad que se va a generar desde las energías renovables y para el ahorro de energía en los edificios. El objetivo prioritario es la creación en Europa de una electricidad lo más segura posible en lo que se refiere al medio ambiente, generada a partir de energías renovables en el año 2010. Esta electricidad limpia que estamos proponiendo debería representar alrededor del 22% de la producción mundial. Otras acciones, por ejemplo, referentes al comercio de las emisiones y a los estándares de emisiones, están en diferentes etapas de desarrollo. La mejora de los estándares medioambientales es el objetivo fundamental de la política energética europea, y la evidencia hasta la fecha demuestra que los estándares medioambientales pueden continuar avanzando en mercados abiertos. Lo que ahora proponemos es nada menos que la creación de los mercados de electricidad y gas natural más abiertos y seguros del mundo. Este logro dará a los consumidores y a la industria europeos más libertad de elección y un mayor grado de eficacia del que en estos momentos disponen los consumidores en cualquier lugar del mundo. Según recorramos este camino, podremos sacar varias conclusiones de la experiencia:

• La apertura del mercado de gas natural y electricidad ha llevado, y continuará haciéndolo, a cambios muy importantes. Estos cambios se deben gestionar de forma adecuada y de manera tranquila.

• La desregulación total del mercado no está en la agenda. No sería de interés para los consumidores debido a que aumenta la posibilidad del monopolio energético. También pondría en peligro otras políticas de objetivos tales como la protección del medioambiente y la seguridad del suministro.

• Esta nueva situación crea retos reguladores para los Estados miembros y la Comisión según vayan procurando la integración y consistencia del mercado en general. Con la cooperación de todas las partes involucradas, estamos seguros de que saldremos adelante con estos retos y, al final, se alcanzará un buen equilibrio entre las fuerzas del mercado y la regulación.

• Debido a que la apertura del mercado exige un cierto grado de consistencia en el enfoque, una importancia añadida en la característica del modelo europeo es la intensa y permanente cooperación que se exige entre todas las partes implicadas, incluyendo las instituciones europeas, los estados miembros, los reguladores, los operadores de sistemas de transmisión, las compañías eléctricas y de gas natural, los empresarios y los consumidores.

• Por último, es evidente que también es necesario un aumento en la cooperación internacional. Ya hemos empezado las negociaciones con otros países y el primer grupo de Estados miembros se afiliarán a la Unión Europea en el año 2004. Además, hemos establecido una asociación energética con Rusia y estamos desarrollando nuevos cauces para una cooperación con China. En el futuro, trabajaremos para establecer un diálogo energético con los Estados Unidos y para desarrollar nuestra relación con Latinoamérica y los países del Mediterráneo.

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LA LIBERALIZACIÓN ENERGÉTICA Y LOS MERCADOS ORGANIZADOS EN EUROPA MARÍA LUIS HUIDOBRO COMPAÑÍA OPERADORA DEL MERCADO ESPAÑOL DE LA ELECTRICIDAD (OMEL) Los mercados organizados de la electricidad juegan un papel importante en el movimiento continuo hacia la liberalización de la industria de la energía en la Unión Europea y en el resto del mundo. Los mercados organizados de electricidad pueden promover transacciones internacionales a la que vez que suministran la liquidez necesaria y otras condiciones que necesitan tanto los compradores como los vendedores. Además, la cooperación entre los operadores de los mercados nacionales puede contribuir a la creación de más oportunidades empresariales en todos los países de Europa. En este debate, me centraré en las decisiones inversoras relativas a la electricidad y a la seguridad del suministro, el progreso de liberalización del mercado energético en Europa, la relación entre los mercados eléctricos y los sistemas de transmisión en la región y en la estructura del mercado español de la electricidad. Terminaré ofreciendo unas cuantas opiniones sobre las diferencias existentes entre la situación en España y la de California. Según progresa la liberalización del mercado, se presentan preocupaciones sobre los efectos que tendrá en la seguridad del suministro. Permítanme que haga hincapié en la convicción que tengo relativa a que la liberalización del mercado y la seguridad del suministro son compatibles. Ambos se benefician de factores comunes: la construcción de nuevas plantas de energía según se vayan necesitando, un tratamiento realista de la capacidad de reserva (la electricidad no puede almacenarse, lo cual convierte el exceso de capacidad en algo absolutamente necesario), el desarrollo adecuado de las redes de transmisión y distribución; y el valor de las conexiones internacionales para la capacidad comercial de un país. Igualmente, somos conscientes de los cuellos de botella en las infraestructuras, tanto en la generación como en la transmisión, que entorpecen la seguridad del suministro e impiden el desarrollo de mercados competitivos. Un mercado energético que funcione de forma adecuada da las señales pertinentes a los participantes del mercado. Estas señales fomentan nuevas inversiones en las plantas de

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energía y en la infraestructura de las transmisiones en un sistema no regulado, o bien, guía los cambios que se llevan a cabo en la infraestructura de la transmisión en los sistemas regulados. En un contexto así, un mercado organizado ofrece importante ventajas, ya que proporciona acceso igualitario a los contratos comerciales para todos los participantes, siempre y cuando los precios sean los adecuados. Para que esto sea así, es decir, que los precios sean los adecuados, el mercado debe tener liquidez, ofrecer transacciones con términos y horarios diferentes y tener el número suficiente de compradores y vendedores. Cualquiera que sea la estructura del mercado, el aspecto esencial es proporcionar acceso en condiciones iguales a todos los participantes del mercado. Todos los programas de liberalización deben resolver varios asuntos muy difíciles, con el fin de proporcionar una verdadera competencia a todos los participantes y mantener la seguridad y fiabilidad en el suministro. Mencionaré dos. La primera tiene que ver con la forma de deshacer la madeja. ¿Qué función o funciones deberían considerarse un monopolio natural y, por tanto, sujetas a regulación? Y también ¿cuáles son las ventajas y las desventajas de la integración corporativa en contra de la desintegración? Asegurar el suministro, cuando tanto la transmisión como la generación no son actividades reguladas, plantea retos importantes. Para las compañías que están integradas de forma vertical, el desarrollo, tanto de las instalaciones de transmisión como las de generación, se puede llevar a cabo por la misma compañía, pero esto no proporciona la misma eficacia para el sistema eléctrico. Las decisiones para invertir se pueden tomar por el propio interés de la compañía, sin tener en consideración lo que es mejor para el sistema eléctrico en general. Las compañías que no están integradas, por otra parte, persiguen actividades separadas tanto de transmisión como de generación en un escenario competitivo, lo cual puede llevar a resultados poco eficaces. Este es especialmente el caso para la transmisión cuando existen sistemas de redes muy mezcladas. Cuando se considera la generación como una actividad competitiva y la transmisión está regulada, se deberían abordar otras cuestiones. Las compañías que están integradas verticalmente deben encontrar los medios para hacer compatibles y coherentes las decisiones de inversión, teniendo en consideración que algunas de ellas, por ejemplo, la construcción de nuevas plantas, conseguirán su compensación de esas inversiones según lo decida el mercado mientras que las inversiones de la red las pagarán las tarifas de forma regular. Asimismo, las compañías que no están integradas dependerán de las señales del mercado para decidir sobre los desarrollos de las plantas de energía y en la planificación regulada para nuevas infraestructuras de transmisión. Un segundo asunto crítico lo presenta el uso de suministro energético a largo plazo, o los contratos de reservas de capacidad, que garanticen el suministro o la capacidad. Esto es especialmente importante en la Unión Europea en la actualidad, debido a los contratos a largo plazo que se firmaron años antes de que tuviese lugar la liberalización. Esos compromisos, que se llevaron a cabo bajo esas condiciones de contratos pueden crear problemas cuando los países pretendan negociar los términos de la liberalización.

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Según se muestra en el gráfico nº 1, el progreso de la liberalización de la energía en Europa no ha sido uniforme y la capacidad comercial proporcionada por las conexiones internacionales también es muy diferente.

Gráfico 1 Liberalización de la energía en Europa

Algunos países están más avanzados que otros en la práctica – el Reino Unido, los países escandinavos y España – y algunos lo están menos - Alemania, Francia, Italia y Europa del Este. El Reino Unido, que ha estado liberalizado durante más de una década, ofrece un modelo muy valioso. Su mercado empezó un servicio obligatorio que no permitía la participación directa o contratos físicos bilaterales. Esta estructura ha producido un aumento en la inversión y ha propiciado que tanto los grandes consumidores industriales como a los pequeños consumidores domésticos puedan elegir a sus suministradores. Recientemente, esta estructura ha cambiado a un sistema organizado y mercados bilaterales, incluyendo mercados avanzados incluso en dos o tres años y en tan poco tiempo como tres horas. Los países nórdicos también tienen más de una década de experiencia en la liberalización de la electricidad, y su experiencia, así mismo, ofrece un modelo muy útil. Su sistema también está basado en un mercado organizado que ha incluido desde el principio contratos bilaterales así como “spot” y comercio avanzado.- Noruega creó su mercado en 1993, y su éxito hizo que se uniesen Finlandia y Suecia. Dinamarca es el país de más reciente incorporación. Noruega, Finlandia y Suecia ya han liberalizado el 100% de su oferta y Dinamarca lo hará con la electricidad en el año 2003. El sector al por menor, que ha sido desregulado más recientemente, también se está mostrando muy activo. En los últimos dos años, alrededor de un 10% de los consumidores domésticos han cambiado de suministradores.

PAISES MÁS ADELANTADOS EN RESULTADOS DE DESREGULACION Mercado organizado y contratos bilaterales Acceso regulado de terceros Operador independiente de sistema de transmisión Todos los consumidores pueden elegir suministrador o existe programa definido para hacerlo Como mínimo, división legal de mercado entre actividades eléctricas Medición de servicios en competencia Red doméstica muy mezclada y bajo nivel de conexiones con la red europea central

PAISES MENOS ADELANTADOS EN RESULTADOS DE DESREGULACION Red muy mezclada gestionada por diversos operadores nacionales Apertura reducida del mercado real ITALIA Se espera nuevo modelo: similar a los ya existentes en los países más adelantados, con un mercado organizado de electricidad y un operador independiente de sistema

Gráfico 1- Liberalización de la energía en Europa

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El mercado liberalizado en España es mucho más nuevo y se estrenó en 1998. Esperamos que se consiga la completa liberalización del suministro en 2003. Esta es una meta muy ambiciosa. Nos da alientos, sin embargo, el hecho de que un número significativo de buenos clientes ya han cambiado de suministrador. Entre los otros países europeos, algunos han avanzado en los programas de liberalización en la ley pero no en la práctica. En Alemania, por ejemplo, la desregulación total ha sido autorizada de acuerdo con la Directriz Europea, pero sólo del 2 al 3% de consumidores domésticos han cambiado de suministrador. En la práctica, el mercado alemán no está muy abierto y tiene dificultades técnicas y obstáculos en el tránsito. Sin embargo, se están creando ahora en Frankfurt y en Leipzig dos mercados organizados. En toda la Unión Europea, los mercados organizados de energía son por lo general gestionados por un operador independiente del mercado, mientras que los aspectos técnicos los gestiona el operador del sistema. Los contratos en los mercados europeos incluyen transacciones en el mercado “spot” , así como ajustes de mercados que permiten transacciones hasta muy pocas horas previas al tiempo real, transacciones en zonas de otros Estados de la Unión y transacciones en contratos avanzados y futuros. Estos mercados son públicos en el sentido de que cualquiera puede participar si sigue las mismas reglas de independencia, objetividad y transparencia. La tabla nº 1 se muestra los tipos de contratos de energía existentes en varios países europeos.

Tabla 1

Bolsas de Electricidad en Europa

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España forma parte del Mercado Único Europeo, pero podemos prever dificultades para conseguir una integración real. ¿Cuáles son las barreras para liberar las transacciones internacionales dentro de una red europea integrada? A pesar de los esfuerzos del Foro de Florencia, un foro de reguladores creado por la Comisión Europea, los operadores del sistema de transmisión continúan siguiendo unos criterios que no conducen al aumento comercial de los intercambios de electricidad. La Asociación Europea de los Operadores de los Sistemas de Transmisión hace propuestas para facilitar una mayor participación internacional, pero puede que no sean las adecuadas. Por ejemplo, se han realizado esfuerzos para evitar una serie de pagos sucesivos debido a las tarifas por la utilización de las redes de transmisión y de distribución, que puede resultar en consecuencias muy negativas, como una tasa en las exportaciones e importaciones. Las subastas referidas a la capacidad también representan un pago en la frontera y sería un gasto extra en las importaciones y exportaciones. Estos asuntos están relacionados y necesitan estudiarse más a fondo. Otras barreras son técnicas. La experiencia demuestra que es muy difícil operar las partes técnicas de una red muy mezclada, como sistemas eléctricos nacionales separados, y, a la vez, aumentar las transacciones y los tránsitos a través de las fronteras. Las transacciones por medio de mercados organizados y contratos bilaterales necesitan un contexto de operaciones técnicas coordinadas y unos servicios comunes auxiliares. Europa Central tiene problemas especiales a este respecto, dada su red tan mezclada de interconexiones y la ausencia de la necesaria coordinación técnica. Esta situación hace muy necesario un aumento en la coordinación técnica entre los operadores de sistemas de transmisión. Estamos muy interesados en los planes de la Comisión Reguladora de Energía de los Estados Unidos para exigir a las organizaciones regionales de transmisión (RTO) que coordinen las redes de transmisión en todo el país. Estas grandes organizaciones pueden ofrecer sugerencias a Europa para integrar sus redes de transmisión. En España, como en muchos países europeos, existe un mercado oficial de la electricidad que proporciona acceso libre para todos los productores, minoristas, consumidores especiales y agentes externos. El mercado español comenzó su operación en enero de 1998. El volumen actual es de 6.000 millones de euros para 180.000 gigawatios-hora. Las transacciones totalizan más de 3,5 millones anuales, y el precio de mercado sirve como referencia para muchas transacciones comerciales. El creciente aumento de la energía que se negocia en las transacciones libres en el mercado indica que los clientes más idóneos han decidido abandonar las tarifas reguladas a favor de la desregulación del suministro. El mercado diario lo gestiona el operador del mercado. Después, el operador del sistema y el operador del mercado, de forma conjunta, resuelven las limitaciones y el operador del sistema subasta los servicios auxiliares. También existen los mercados internos, en la actualidad en número de seis, que operan hasta con tres horas de antelación al tiempo real. Finalmente, el operador del sistema equilibra en todo momento la oferta y la demanda por medio de servicios auxiliares y la energía por medio de generación terciaria y secundaria. Nuestro sistema tiene una interrelación financiera muy eficaz: los participantes del mercado reciben una única factura con todos los cargos y los pagos.

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De esta forma, el mercado está involucrado en las mediciones y la facturación. El operador del sistema nos envía los resultados de la medición y se comparan con la liquidación, lo cual ayuda a la transparencia de la liquidación final. Los cargos y los pagos que resultan de la liquidación y la facturación se hacen por medio de una cuenta bancaria que sólo dispone de dinero media hora al mes. Este es el tiempo en el que los participantes del mercado que son deudores tienen para hacer sus depósitos. Más tarde, el dinero se envía a los productores netos. Todo esto tiene lugar en un importante sistema de garantías. España, como otros mercados europeos, permite un amplio espectro de posibilidades en los contratos fuera del mercado organizado. Estos incluyen contratos bilaterales entre productores y consumidores, contratos bilaterales en el ámbito internacional, contratos bilaterales entre productores y minoristas y contratos bilaterales entre minoristas y consumidores. Esta última clase de contrato actualmente es el que es más numeroso. La dramática caída del mercado liberalizado de electricidad en California consiguió que los europeos se preguntasen si nuestros mercados podían pasar también por una experiencia similar. Encontramos que existían diferencias significativas entre el mercado de California y el español en varios aspectos muy importantes. España, como California, está comprometida con un sistema de funciones separadas, pero con diferencias significativas. En California, las empresas de servicios de distribución vendieron sus instalaciones termales de generación, que eran el grueso de sus instalaciones de generación. Debido a esto, se les recompensó con la recuperación de sus costes perdidos. En España, nos enfocamos menos en la estructura de la compañía y más en la distinción entre las actividades reguladas y desreguladas. Durante la transición hasta la completa liberalización del mercado, la red de actividades de transmisión no debe tener ataduras, pero las empresas de servicios integradas de forma vertical pueden retener la propiedad de las compañías de la red. Al final del proceso, cuando todos los clientes hayan elegido a su suministrador, la red de distribución se convierte en una actividad regulada, enfocada exclusivamente en la transmisión. Las compañías eléctricas, con sus instalaciones de generación y de venta al por menor, pueden elegir entre crear dos subsidiaras – una para la venta al por menor y otra para la generación – o bien, llevar a cabo ambas funciones en una única compañía. En España, contrariamente a lo que sucede en California, los reembolsos por los costes perdidos se hacen a los productores en vez de a los distribuidores. Y lo que es más, la recuperación de los costes perdidos en España va unido a los precios de mercado en lugar de a las ventas de las plantas de generación. También existen claras diferencias en el diseño del mercado organizado. El mercado de California tenía como característica un fondo común obligatorio, esencialmente un mercado “spot” que no dejaba posibilidad para contratos bilaterales a largo plazo. En España, permitimos los contratos bilaterales, especialmente los contratos entre productores y clientes. Estas últimas transacciones no se han desarrollado aquí como lo han hecho en otros países europeos, pero no se ha debido a ninguna restricción de tipo legal.

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España no dispone de precios nodales y tampoco tiene tantas limitaciones técnicas; los grandes cuellos de botella no se dan en la red española pero sí están presentes en las fronteras, especialmente en las interconexiones entre España y Francia. El sistema español no dispone de un operador de sistema independiente, como sucedía en California, sino que el propietario del sistema de transmisión también actúa como operador del sistema. El operador del mercado se ocupa de la gestión económica del mercado. Si resultase evidente la existencia de un abuso de poder en el mercado, tal y como sucedió en California por medio de la manipulación de las peticiones de ofertas para servicios auxiliares, el operador del mercado debería estar dispuesto a intervenir y notificarlo a las autoridades competentes. Y el abuso se hubiese parado. Los aspectos de la capacidad de reserva son distintos en España, simplemente por motivos de desarrollo histórico. Por ejemplo, las unidades combinadas de fuel-gas representan el 53% de la capacidad de reserva de California, mientras que en España sólo constituyen el 15% de la capacidad de reserva. Por lo tanto, la influencia de los altos precios de gas natural en España es menor que en California. En España tenemos un pago de capacidad que sólo se hará si las instalaciones están disponibles, lo cual fomenta la disponibilidad en la generación. Durante la peor época de la crisis de California, el número de plantas de generación que no estaban disponibles era absolutamente irracional, desde cualquier punto de vista. Las redes de transmisión también difieren de forma significativa por motivos históricos, España ha disfrutado de una red que tenía el tamaño adecuado y resultaba muy mezclada, mientras que la de California era una red muy cargada y con muchos cuellos de botella. En nuestra opinión, se debería llevar a cabo un análisis en profundidad para determinar con total claridad los factores que incidieron en la crisis eléctrica de California.

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LA LIBERALIZACIÓN DE LA ENERGÍA EN VENEZUELA ÁLVARO SILVA CALDERÓN MINISTRO DE MINAS Y ENERGÍA, VENEZUELA El propósito de nuestro panel es revisar y valorar los recientes acontecimientos que han tenido lugar en la liberalización energética. Esta valoración resulta siempre una actividad muy útil. En cualquier actividad de ámbito tan extenso como es la liberalización, es muy importante tomarse el tiempo suficiente para ver adonde llevan los acontecimientos y qué podemos hacer para cambiarlos. Debido a que la liberalización no es una abstracción sino más bien una serie de acontecimientos muy importantes que afectan a las regiones y a los países, tenemos que enfocar nuestra visión en áreas específicas. Yo lo haré en la situación energética de Venezuela, y en particular en los objetivos e iniciativas del país en lo que se refiere a la liberalización. Venezuela es un país que dispone de muchos recursos energéticos, incluyendo tanto reservas de hidrocarburos como potencial de generación hidroeléctrica. Nuestras reservas de petróleo son muy importantes: las reservas convencionales de petróleo totalizan casi 78 billones de barriles; las reservas de petróleo bituminoso en el centro del Orinoco se estiman en 270 millones de barriles. Nuestras grandes reservas de gas natural, que se estiman en 143 trillones de pies cúbicos, no se han desarrollado tanto como el petróleo. Alrededor del 90% del gas natural que se obtiene en la actualidad está asociado a la producción de petróleo. Nos gustaría complementar nuestro uso tradicional del petróleo incrementando nuestro uso del gas natural, tanto como una fuente de energía primaria como materia prima para otras utilizaciones, especialmente para la generación de energía. Nuestro objetivo es construir un sistema de gas natural que cubra la demanda doméstica y regional, completando nuestros sistemas de tuberías de gas natural. También tenemos intención de construir una industria petroquímica y exportar gas natural por medio de un gasoducto como GNL. Según ya he mencionado anteriormente, y como parte del proceso de liberalización del sector del gas natural, estamos empezando un programa que fomente el desarrollo privado de los campos de gas natural, tanto en tierra como en el mar. Para finales de junio, hemos concluimos una oferta en Caracas con resultados muy alentadores.

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Nuestro sistema eléctrico utiliza tanto energía hidráulica como térmica para la generación, con la hidráulica en la actualidad proporcionando el 70% del suministro nacional. Nuestro potencial total de recursos hidráulicos es de unos 46.000 megavatios (MW). En la actualidad tenemos una capacidad total instalada de 18.900 MW en plantas de energía repartidas por todo el país. Para 2003, esperamos tener otros 2.800 MW disponibles. De esta cifra, el sector público instalará 2.200 MW y el privado otros 600 MW. Venezuela dispone de dos principales sistemas eléctricos. El mayor de ellos está ubicado en la parte suroeste del país y capitaliza las reservas potenciales del Río Caroni, que son de 26.000 MW. Las actuales instalaciones de generación disponen de unos 12.500 MW de capacidad instalados. Otra planta, actualmente en construcción, proporcionará otros 2.100 MW. El sector público es el responsable de la explotación del gran potencial energético del Río Caroni, así como de otros recursos hidráulicos menores en la región occidental. Al mismo tiempo, se han construido plantas de generación térmica así como una extensa red de transmisión y distribución. También se han llevado a cabo inversiones privadas de menor cuantía. La energía tiene una importancia vital en toda nuestra sociedad, incluyendo el bienestar público, el crecimiento económico, incluso la seguridad del Estado. En Venezuela, los recursos energéticos están reservados al Estado. El Seminario ha confirmado nuestra creencia de que el gas natural y la electricidad son fundamentalmente servicios públicos que el gobierno debe gestionar. El Estado no puede ni debe abandonar esta responsabilidad. No sólo debería regular la industria energética sino que también debería ser el proveedor en último caso. Sin embargo, los sectores públicos y privados pueden coexistir dentro de esta industria para el beneficio del país. Estamos comprometidos en la liberalización, y hemos aprobado varias leyes que establecen la participación privada. La Ley del Servicio Eléctrico (de septiembre de 1999) dio comienzo a la transición a un nuevo régimen económico para la electricidad en Venezuela, que, entre otras cosas, permite el libre acceso a los grandes consumidores (acero, aluminio, petróleo y otros), se concentra en la creación de una red nacional de transmisión, estableciendo compañías independientes de distribución. La ley también hace hincapié en la necesidad de fomentar la competencia en los sectores donde esto ocasionaría una mayor eficacia. De este modo, se gestiona un mercado de electricidad al por mayor para grandes consumidores, lo que permite la competencia entre los generadores públicos y privados, a la vez que establece beneficios e incentivos para el mercado, que garantizan los intereses de los usuarios en lo referente a seguridad, calidad y precio. Además, esta ley exige la racionalización del sistema de precios y tarifas y especifica compensaciones adecuadas para cada actividad, a la vez que garantiza los beneficios correspondientes. El Estado continuará teniendo un papel importante en el sector eléctrico. En particular, se ha reservado para sí mismo la actividad de generación hidroeléctrica en las cuencas de los ríos Caroni, Paraguay y Caura. El Estado también continuará siendo el principal

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planificador, regulador y supervisor de la industria. El Ministro de Energía y Minas llevará a cabo la planificación a la vez que encauzará los esfuerzos del sector privado y del Estado encaminados a satisfacer la demanda de forma adecuada. En lo que se refiere al gas natural, la ley básica de liberalización continúa con la propiedad actual del gobierno en todos los campos referentes al gas natural en tierra y en mar, los cuales “pertenecen a la República y son, por lo tanto, de dominio público, inajenables y que no prescriben”. Pero se continúan creando las condiciones que permiten la participación de entidades privadas, tanto nacionales como extranjeras, en la exploración y desarrollo de los yacimientos. La ley también establece una autoridad reguladora que supervise este sector recientemente liberalizado. La autoridad, el Ente Nacional de Gas (ENAGAS) es una organización autónoma dentro del Ministerio de Energía y Minas con un amplio espectro de objetivos. Estos incluyen la garantía del suministro de gas natural del país a largo plazo, lo cual significa entre otras cosas, el desarrollo del gas natural que no está asociado, el desarrollo, transporte y distribución de la infraestructura y la capacidad industrial, y la coordinación de los pagos a los diversos participantes. La ley también fomenta la participación de capital privado, tanto nacional como extranjero. Los incentivos para el capital privado incluyen licencias para 35 años, ampliables a otros 30; el derecho a explorar y explotar gas natural no asociado en áreas cuyos recursos todavía no se hayan puesto al descubierto y se hayan desarrollado; oportunidades para explorar buscando gas asociado; producción opcional o por medio de pago durante siete años; y un incentivo adicional del 10% para inversores extranjeros. La ley establece reglas muy claras para el fomento del desarrollo del sector por medio de la competencia y de la eficacia. Facilita la recuperación de las inversiones por medio de beneficios razonables a la vez que asegura un coste mínimo para los consumidores. Autoriza al capital venezolano para que pueda incorporarse a las licencias que se den para las áreas con reservas probadas. Además, se fomenta la utilización de la gestión y del empleo de ciudadanos venezolanos por medio de la creación de compañías de operación y servicios. Para asegurar la competencia y en prevención del ejercicio del poder del mercado, la ley exige la separación de las actividades de producción y transporte, distribución, y comercialización. Sin embargo, la integración vertical se permitirá en aquellos casos en los que el proyecto sólo sea viable si está gestionado por una organización integrada. Los precios y los derechos procedentes del gas natural están bien clarificados en la ley. Estos incluyen una revisión anual de precios y la posibilidad de aprobar los acuerdos relativos a los precios de metano que sean diferentes de los establecidos por el Ministerio de Minas y Energía. También incluye los derechos del 20% del gas natural que no esté asociado; un nuevo impuesto del 34%; la creación de un programa de derechos para cada yacimiento, de acuerdo con los costes, las características del gas natural y las condiciones del mercado. El anuncio de las ofertas de los yacimientos de gas natural ha puesto de relieve nuestro compromiso con la liberalización. La oferta más reciente, que tuvo lugar en Caracas el

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29 de junio de 2001, tuvo resultados muy positivos. El concurso de los derechos para los yacimientos de Yucal Placer Norte y Sur lo ganó un consorcio internacional. El consorcio lo componen TotalFinaElf, de Francia, Repsol YPF, de España, y dos firmas de Venezuela, Inepetrol y Otepi, que planean invertir $380 millones para producir hasta 300 metros cúbicos diarios (MMcf(d) de gas natural procedente de estos campos. En la fase inicial, el consorcio invertirá $80 millones para producir 70 MMcf/d para el año 2004. Además, Repsol YPF, ofertando en solitario, ganó los derechos para el yacimiento de Barrancas, donde planea invertir $10 millones en su desarrollo.

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PANEL III LA IMAGEN PÚBLICA DE LAS COMPAÑÍAS ENERGÉTICAS OBSERVACIONES DEL PRESIDENTE ANTHONY B. HAYWARD BP LC Permítaseme que empiece el panel III declarando una gran verdad: el público percibe generalmente a las compañías energéticas como demasiado grandes, poderosas, herméticas, arrogantes y exclusivistas. Esta imagen negativa es una paradoja cuando se considera que las compañías energéticas proporcionan calefacción, luz y movilidad para el mundo moderno. Las compañías energéticas son los motores del crecimiento y del desarrollo. El tercio del mundo que no tiene acceso a una fuente adecuada de energía es mucho más pobre por ese motivo. Quizás hayamos hecho un trabajo tan bueno que la gente supone que la energía es un derecho inalienable, como el agua y el aire. Y sin embargo, persiste la imagen negativa en el público. Antes de presentar a los conferenciantes, me gustaría hacer unos breves comentarios relativos a la percepción del público en cuanto se refiere a las compañías energéticas y cómo podemos responder ante eso. ¿Qué es lo que dicen los medios de comunicación en el Reino Unido sobre BP, mientras que nosotros trabajamos para procurar electricidad, productos petrolíferos y gas natural? El gráfico nº 1 presenta unos cuantos ejemplos. Estos titulares muestran la forma en que la mayor parte de la población del Reino Unido percibe a BP. Cualquiera que haya viajado en uno de los taxis de color negro de Londres en los últimos seis meses probablemente lo habrá escuchado de los labios del taxista. Las protestas que se recogen en estos titulares recorren todo el espectro – derechos humanos, ética, beneficios, el medioambiente, y, principalmente, el tamaño - . Desearía incluir también algunas diapositivas con ejemplos para equilibrar este aluvión negativo, pero no las hay, al menos en la prensa popular. Desde luego, BP no es su único objetivo. El gráfico nº 2 muestra unos cuantos ejemplares más de los medios de comunicación refiriéndose a nuestros competidores. Tuve gran cuidado de no incluir nada que se refiriese a Repsol YPF o a Enron, pero podría haber encontrado algo muy fácilmente.

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Gráfico 1 Comentarios de la prensa sobre BP

Gráfico 2 Comentarios de la Prensa sobre la Industria de la Energía

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¿Deberíamos por lo tanto preocuparnos por la percepción que tiene el público de las compañías energéticas? La respuesta es sí. Pero ¿qué se puede hacer? Antes de ver la forma de responder, permítanme que primero haga notar la diferencia entre los papeles de los gobiernos, de las compañías y de las ONGs. Las compañías como BP pueden conseguir una imagen positiva solamente si son conscientes del escenario en el que se desarrolla el mundo actual y sensibles ante sus problemas, y si tienen perfectamente claro su papel en este escenario. El papel de los gobiernos es muy amplio: nada más que promocionar el bien común de toda la sociedad. Las responsabilidades gubernamentales van desde la defensa a la educación y a los sistemas de alcantarillado. Los jefes de gobierno deben equilibrar todas estas obligaciones y ser responsables ante sus ciudadanos y en representación de los mismos. Por contraste, el papel de las compañías es mucho más limitado. Las empresas se concentran en unas cuantas actividades de acuerdo con sus conocimientos. Son principalmente responsables de su actuación ante los inversores. Desde luego, para tener éxito en este cometido, se necesita asumir de forma implícita un papel mucho más amplio. Necesitan ser conscientes de tener una buena relación con los clientes y con las comunidades con las que se relacionan. Las compañías, fundamentalmente, dependen de que el público elija sus productos para hacer negocios con ellos. En lo que se refiere a BP, y probablemente para la mayor parte de las compañías, conseguir y conservar los clientes es una actividad continuada y a largo plazo. Los beneficios que declaramos en este trimestre vienen de las inversiones que realizamos hace 10 o 20 años. Este énfasis a largo plazo exige tanto como demuestra nuestro interés directo en la salud y en el éxito de las comunidades en las que trabajamos. El papel de las ONGs, por supuesto, también es diferente. Su función varía grandemente según cada organización, pero tienen una característica común: existen para abogar para una causa determinada. Son responsables principalmente ante ellas mismas. La imagen negativa que tiene el público de la industria está basada en una serie de percepciones igualmente negativas. Algunos de estos puntos de vista tan negativos son exactos, y la industria debería intentar cambiar las realidades que existen detrás de las mismas. Pero algunas de estas percepciones son erróneas: al público se le debería educar para que perciban la verdadera realidad de estas situaciones. ¿Por qué el público siente tanta aversión hacia nosotros? En gran medida, el rencor deriva de nuestro tamaño – una desconfianza debido al tamaño y una percepción del poder más allá del control público. Nuestro tamaño no es algo que podamos o debamos cambiar. Pero la importancia del tamaño es algo que se debe explicar. El tamaño es esencial. Nos permite ser más competitivos, especialmente en mercados cerrados. El tamaño ayuda a hacer que funcionen los mercados mundiales. Los problemas de la energía principalmente suceden en los mercados donde no se da ese caso, como ya hemos escuchado hasta la saciedad en el transcurso de este seminario. Otra percepción equivocada que debemos explicar es la creencia de que las fuentes de energía alternativas están o estarán disponibles a corto plazo – y que las compañías energéticas se están resistiendo al cambio. Sabemos que no existen opciones

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alternativas a las fuentes convencionales de energía a medio plazo. Las fuentes de energía alternativas son demasiado insignificantes para poder cubrir la demanda. La energía solar es un buen ejemplo; tenemos la compañía de energía solar mayor del mundo. La semana pasada, anunciamos la construcción de una nueva planta en Madrid de 60 megawatios que, muy probablemente, duplicará nuestra capacidad en el ámbito mundial. Y sin embargo, la realidad es que la energía solar en la actualidad solamente proporciona el 0,02% de la demanda mundial de electricidad. Si continúa a este ritmo de crecimiento del 25 al 30% anual y la demanda de electricidad a nivel mundial crece al ritmo de un 2 al 3% anual, la energía solar sólo representará el 0,15% para el año 2015. En total, en un futuro previsible, el mundo debe depender de las fuentes de energía convencionales de las que disponemos en estos momentos. Otro error de interpretación está en lo que se refiere a la utilización de la tecnología. Nuestra industria se percibe como que está comprometida con tecnologías obsoletas. Todos nos damos cuenta de que esto no es así, pero necesitamos hacer ver a los demás que utilizamos equipos de tecnología punta. Por citar un ejemplo importante, una de las mayores palancas para reducir la emisión de emisiones de CO2 en la actualidad es la generación de energía actual. Una planta de energía de tipo convencional es eficaz al 25%, mientras que una planta de turbina de gas de ciclo combinado lo es al 90%. La diferencia proporciona una palanca extraordinaria para la reducción de emisiones. BP está comprometida en la utilización de este tipo de tecnología tanto como nos es posible, ya que proporcionamos gas natural a clientes del mundo entero – a China, por ejemplo. Algunas de las percepciones negativas por parte del público son verdad, sin embargo, y estas son las áreas que debemos cambiar. Esta percepción tiene que ver con nuestra fama de arrogantes. Debemos reconocer que no siempre disponemos de todas las respuestas. Debemos trabajar para crear con los demás relaciones fuertes y duraderas, construidas sobre ventajas mutuas y a largo plazo. Otra área que necesita cambiar tiene que ver con el reconocimiento de nuestra responsabilidad con el medioambiente. BP ha sido muy clara en ese aspecto. Por ejemplo, hemos reconocido el impacto que la humanidad tiene en el clima, y en respuesta a ello, hemos establecido de forma interna un objetivo para la reducción de CO2. Hasta ahora, hemos reducido estas emisiones en un 5% relativo sobre la base de la década de 1990 y en los próximos tres años, las reduciremos en otro 5%. También hemos establecido dentro de BP un sistema de intercambio de emisiones a nivel mundial con el Fondo para la Defensa de la Naturaleza. Además de todo esto, hemos establecido un programa para conseguir aire limpio en 70 ciudades de todo el mundo, incluyendo Valencia y Castellón en España. Para el año 2005, con un coste de un billón de dólares, el 40% de todo lo que producimos cumplirá con los mismos estándares de emisión que se exigen en California. Y lo que es más importante es observar que el beneficio corporativo de todo esto se destina a mejorar nuestra imagen pública. Mejor que simplemente incrementar los costes, nuestros esfuerzos en este aspecto deberían ir a la creación de nuevas oportunidades empresariales. Una tercera área que también necesita un cambio es la relacionada con la asunción de nuestra responsabilidad social. En BP describimos esto como la manera de trabajar para formar parte de cada comunidad en la que trabajamos y prestarles un servicio. Para

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nosotros, el desarrollo sostenible tiene que ver con el avance de las capacidades humanas en todas las sociedades en las que trabajamos. Una cuarta área en la que la industria podría hacer cambios tiene que ver con nuestra exclusividad. Soy el responsable de la contratación de recursos humanos en BP y he tenido conversaciones de lo más interesantes con algunos graduados recientes. Nos ven como una industria sin futuro, vieja, dominada por el elemento masculino, estratificada jerárquicamente, y dependiente de tecnologías obsoletas. Un graduado reciente me dijo que somos una industria de “hombres de negro con camisas blancas”. Recientemente, pregunté a un grupo de 150 directivos si ellos alentarían a sus hijos e hijas a que entrasen a trabajar para BP. La respuesta fue de lo más reveladora: sólo el 30% de ellos dijo que aconsejarían a sus hijos para que trabajasen con BP; y sólo el 10% de ellos dijo que aconsejarían a sus hijas que lo hiciesen. De modo que tenemos que construir una cultura más inclusiva, y trabajar sobre la base de que una buena idea es una buena idea, venga de donde venga. Si continuamos con el estilo excluyente del pasado, perderemos la oportunidad de acceso a un buen montón de talento. Otra consecuencia igualmente importante de no cambiar nuestro estilo va implícita en esta lección de la historia: las sociedades terminan por eliminar los clubes exclusivos. De los ejemplos que he dado se puede sacar la evidencia de que la imagen pública de la industria es muy deficiente. En los Estados Unidos, puede que haya sido incluso peor que la de la industria del tabaco. Esa percepción negativa es algo que nos debería preocupar. Si no resolvemos esta paradoja entre los servicios vitales y los productos que proporcionamos al mundo y la percepción negativa que el público tiene de nosotros, la sociedad puede finalmente retirarnos nuestras licencias de operación. Estas cosas las podemos cambiar y podemos trabajar en los siguientes aspectos: la arrogancia, el rendimiento medioambiental, la responsabilidad social y la inclusión en la sociedad. Y yo sugiero que hagamos este trabajo de la forma más discreta posible, sin grandes alharacas. También debemos tener muy claras las siguientes realidades:

• La industria está comprometida con el desarrollo y la utilización de tecnología innovadora.

• Apenas existen alternativas a medio plazo para cambiar las fuentes de energía convencionales.

• El tamaño es un beneficio real, ya que proporciona mayor poder de competencia y mayor eficacia, y en último caso, se consiguen precios más bajos para los consumidores.

Ahora que ya he conseguido que empezase el debate, pasaré el testigo a nuestro panel de expertos conferenciantes procedentes del mundo de la comunicación. Estas personas provienen de una gran variedad de orígenes y espero que cada uno de ellos ofrecerá su propia perspectiva del asunto, que sin duda será muy distinta de la mía.

• Nuestro primer conferenciante será Jane Collin, Editora de la revista londinense Energy Compass, que se dedica a dar noticias de la relación entre el petróleo y la

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política. Como miembro del Grupo de Inteligencia de la Energía, ha realizado sondeos de los mercados del petróleo, en ambos lados del Atlántico y en Oriente Medio.

• Nemesio Fernández-Cuesta, nuestro segundo conferenciante, es un participante habitual a estos Seminarios. En la actualidad es Presidente de Prensa Española y ha tenido una distinguida carrera, tanto en el sector público como en el privado del mundo energético español, como Vicepresidente Ejecutivo de Repsol Comercial y como Secretario de Estado de la Energía y Recursos Minerales, en el Ministerio de Energía e Industria español.

• Wayne Greenberg cerrará nuestro panel. Es un ejecutivo de Financial Times Energy y tiene gran experiencia en las industrias de la tecnología y de la información.

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LA IMAGEN PÚBLICA DE LAS COMPAÑÍAS PETROLERAS JANE COLLIN ENERGY COMPASS El tema de este panel es la imagen pública de las compañías energéticas, pero yo me limitaré a enfocarlo sobre las empresas petroleras. Quizás algunas de las cosas que diga pueden tener importancia en el futuro para una industria energética más ampliada, según se vayan liberalizando los mercados, la competencia eleve su temperatura y las compañías se pregunten de qué forma puede repercutir finalmente una imagen pública favorable. Pero esto es especulativo. En contraste, la imagen pública de las empresas petroleras es un tópico muy real, algo que ha sido inamovible prácticamente desde el comienzo de la industria. La relación del público con la industria petrolera es una de amor y odio. A pesar del historial de la industria como motor del crecimiento económico – y uno que permite al público de los Estados Unidos, en particular, a continuar con su gran amor por el automóvil – el poder y el tamaño del sector inspiran iguales cantidades de aversión. Durante mi conferencia, exploraré algunos de los aspectos más sobresalientes del punto de vista que tiene el público acerca de la industria del petróleo. También comentaré los diferentes enfoques en las relaciones públicas que han tomado las empresas petroleras, así como sus resultados, finalizando con un breve comentario referente a si esta forma es la “mejor” para controlar la imagen pública en el negocio del petróleo. Los críticos de la industria del petróleo han sido muy activos desde el comienzo, desde que se perforó el primer pozo de petróleo en Pennsylvania, hace unos 150 años. En el espacio de dos décadas. John D. Rockfeller se convirtió en uno de los hombres de negocios más odiados del mundo, y su empresa, la Standard Oil Trust, el objeto de intenso escrutinio. Rockfeller por lo general nunca prestó la más mínima atención a sus críticos. Y en los siguientes cien años, la mayor parte de las empresas petroleras siguieron su ejemplo. No fue hasta la crisis del petróleo en la década de 1970 cuando las compañías tomaron conciencia del problema y empezaron a hacer algunos esfuerzos para ganarse a la opinión pública, especialmente en lo relacionado con los aspectos medioambientales.

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La implantación de la OPEP, del movimiento a nivel mundial para racionalizar los recursos energéticos, de los boicots y de la volatilidad en los precios, cambió para siempre el escenario de la industria. Los recuerdos de las prácticas empresariales en el pasado – centrándose en alegatos sobre precios fijos, connivencia e influencias políticas – volvieron a salir a la luz, y resurgieron nuevas polémicas, centradas esta vez en la contaminación, así como denuncias sobre racismo y sexismo. Mientras que el malestar por el alto coste de la gasolina había remitido en el último año, existen sospechas de que las compañías están intentando “sacar” los ojos a los ciudadanos de Estados Unidos que son consumidores de gasolina por medio de la fijación de los precios y de la connivencia, a pesar de que las investigaciones demuestran lo contrario. Estas encuestas – junto con un mayor escrutinio por parte de las autoridades en contra de los monopolios – pueden resultar vitales para las compañías energéticas. Pero hasta que las quejas se conviertan en acción, las compañías se pueden permitir no hacerles ningún caso. En Europa, las sospechas públicas – alimentadas, todo hay que decirlo, por los medios de comunicación – también enfocaron su interés en la fijación de precios, así como en la creencia de que las compañías petroleras no bajaban el precio de las gasolinas al mismo ritmo con que las subían. Igual que en los Estados Unidos, las investigaciones realizadas, por lo general, exculparon a las empresas. Más recientemente, siete empresas petroleras italianas apelaron con éxito las multas que les impusieron el año pasado por fijar presuntamente los precios. En el Reino Unido, la llamada “prensa amarilla”, recientemente estableció que los beneficios obtenidos por las principales empresas petroleras en el primer trimestre eran prueba suficiente de su avaricia más que de su excelencia empresarial, como sería lo lógico en cualquier otro negocio. “Aquí existen grandes beneficios”, anunció el Mirror. “Los gigantes del petróleo toman el pelo a los conductores”, dijo el Express. Ambos periódicos hicieron hincapié, bien es verdad que lo expresaron en sus artículos, que el principal motivo de los altísimos precios de la gasolina se debía a que los gobiernos se llevaban de la misma la parte de león en impuestos, que eran de los más altos en la Unión Europea. De hecho, los precios de la gasolina, antes de impuestos, en el Reino Unido, son los más bajos de Europa. El pasado otoño se sucedieron las protestas por los altos costes de la gasolina en todo el continente. En Inglaterra, los agricultores y los camioneros bloquearon algunas refinerías y depósitos en protestas que llevaron a un alto a gran parte del país y culminaron en la inesperada bajada de impuestos por parte de las compañías petroleras del Mar del Norte. Sin embargo, las compañías consiguieron desviar la furia del público hacia el gobierno, en parte por medio de anuncios que contrastaban sus ganancias con los altísimos ingresos obtenidos por el gobierno por medio de los impuestos. A pesar de que las protestas se han esfumado, se ha puesto de relieve otro fenómeno, la creciente tendencia hacia la acción directa, mediante la cual las organizaciones de abogados esquivaron a los representantes del gobierno y establecieron unos grupos de presión que tomaron la iniciativa. Algunos de los grupos están deseando quebrantar la ley en lo que ellos consideran asuntos de conciencia. La reciente acometida de los buques petroleros por parte de Greenpeace que protestaban por la postura del

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Presidente Bush en lo referente al cambio climático y su escalada a las instalaciones de una compañía petrolera para impedir las perforaciones, son sólo dos ejemplos. La industria del petróleo ha sido durante mucho tiempo el blanco de los grupos ecologistas y de la legislación, suscitado por los debates sobre la contaminación, vertidos de petróleo como el del Exxon Valdez, y la discusión sobre el impacto de las perforaciones en lugares tales como Alaska y el Golfo de México. Una de las últimas disputas tiene que ver con la mejor forma de combatir el crecimiento de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Exxon, por ejemplo, sugiere un enfoque voluntario de reducción de las emisiones similar a la del Presidente Bush. La perspectiva de Exxon es de hecho tan parecida a la del Presidente, que algunas organizaciones no gubernamentales consideran a la compañía responsable de la decisión de esta administración de volver la espalda a los acuerdos tomados en Tokio. El enojo ante esta decisión proporcionó un reparto de primeras estrellas, incluyendo a la activista pro derechos humanos Bianca Jagger, que en abril lanzaron una campaña exigiendo a los conductores británicos que boicoteasen las estaciones de servicio de Exxon. El mes siguiente, algunos parlamentarios de centro izquierda exigieron que los conductores europeos hiciesen lo mismo. Esta semana, The Body Shop, una cadena de tiendas que se dedica a la venta de productos de belleza y cuidado corporal en el Reino Unido anunció que pediría a sus transportistas que no utilizasen las estaciones de servicio de Exxon y anunciaría el boicot en todas las 200 tiendas de su franquicia. Estas acciones subrayan el nivel del enojo público en sus enfrentamientos con la industria del petróleo. Otro foco que Exxon no puede ignorar en estos momentos es la percepción por parte del público que ella y otras compañías petroleras están recibiendo tratamiento político preferencial. Como el resto de la industria petrolera en los Estados Unidos, Exxon se está enfrentando al escrutinio público en relación con sus vínculos con la Casa Blanca. En la toma de posesión del Presidente Bush, muchas compañías petroleras consideraban a la nueva administración como una especie de “Dream Team” del petróleo, que tendría muy presentes sus intereses y preocupaciones. Y quizás es así, pero los legisladores y el público en general no tienen por qué sentir de la misma forma. El plan energético del Presidente Bush, que se diseñó para controlar una amenazadora crisis energética, recibió una acogida negativa por parte de la mayoría del público de ese país, que la veían poco ecológica. Hacer asequibles partes de Alaska para las prospecciones petroleras puede estar condenado al fracaso. Lo que es más, la Oficina General de Contabilidad, que es el brazo investigador del Congreso, está intentando probar los vínculos existentes entre las compañías petroleras y la Casa Blanca. Y está amenazando con llevar a la administración a los tribunales si se niega a proporcionar más detalles de las reuniones privadas mantenidas al diseñar las estrategias energéticas. La intención es determinar si los miembros del grupo de trabajo energético se reunieron secretamente con los contribuyentes más importantes a la campaña, incluyendo las compañías energéticas. Algunos Demócratas están sugiriendo que las compañías petroleras intentaron “comprar” a la administración. Muestran cifras recogidas por el Centro para una Respuesta Política, un grupo con base en Washington que sigue los costes de las elecciones, y estas cifras demuestran que las compañías de gas y petróleo donaron

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alrededor de $33 millones durante la campaña de las elecciones de 1999/2000, de los cuales casi $26 millones fueron para el Partido Republicano. Se pueden obtener otras señales de desconfianza por parte del público hacia la industria leyendo las decisiones de los jurados en casos que involucran a las compañías petroleras. En Estados Unidos, el jurado, más que juzgar, tiende a decidir daños punitivos, y los jurados suelen ser menos conservadores que los jueces. Exxon, por ejemplo, está apelando las multas que le impusieron por valor de casi $10 billones – de las cuales, $5 billones provienen del vertido del Valdez, más $3,4 billones que provienen del menor pago por las regalías de gas natural de Alabama y más de $1 millón como causante de la contaminación de la tierra de Luisiana con materiales radioactivos. Sólo es una entre las muchas empresas que se enfrentan a demandas judiciales por presuntas contaminaciones del agua debido al empleo del aditivo éter de metilterciariobutilo (MTBE) en la gasolina, que posiblemente sea cancerígeno. Dada la afición que muestran los ciudadanos de Estados Unidos por los litigios, es muy posible que los casos relacionados con la salud y en los que están involucradas las compañías petroleras puedan convertirse en una repetición de las guerras llevadas a cabo contra las compañías tabaqueras, que comenzaron a mediados de la década de 1990, con el petróleo siendo el villano, más que el tabaco. Aunque las cuatro grandes compañías tabaqueras pactaron en 1998 con 46 Estados una indemnización de $206 billones para subvencionar de alguna manera las enfermedades ocasionadas por el tabaco, todavía siguen pendientes de resolución unos 1.500 litigios. Y a pesar de todo, las compañías tabaqueras no se han visto perjudicadas financieramente. Phillip Morris, que es la mayor tabaquera mundial, tuvo el mejor rendimiento el año pasado, según el Dow Jones, con un incremento del 91%. R.J. Reynolds Tobacco y British American Tobacco – respectivamente, los números dos y tres de la lista - también obtuvieron beneficios históricos. Puede que suceda lo mismo con el petróleo. Las valoraciones del mercado actual en lo que se refiere a importantes empresas petroleras son muy respetables y los fundamentos de la oferta y la demanda a largo plazo sugieren un prometedor futuro. En otras palabras, puede que dispongan de bolsillos lo suficientemente grandes como para que no les afecten demasiado las multas relacionadas con el medioambiente, en lo que se refiere a la cuenta de resultados – o incluso a sus políticas. Por lo que se refiere a las compañías petroleras en la actualidad, la gran pregunta es si deberían intentar conseguir la confianza de sus clientes y del público en general. La reputación de las corporaciones es algo muy frágil así como muy subjetivo. Las definiciones de los accionistas de las empresas responsables pueden variar muchísimo de las de los consumidores. Incluso una buena imagen entre los consumidores necesariamente no tiene por qué convertirse en mayor negocio. Los estudios parecen probar que la confianza, una vez que se pierde, es muy difícil de recuperar. Muchos ciudadanos de los Estados Unidos continúan dando a Exxon una nota muy baja en lo que se refiere a responsabilidad medioambiental, después de 12 años del desastre del Exxon Valdez, a pesar de su buen historial medioambiental posterior. TotalFinaElf pareció haber aprendido pocas lecciones en 1999, cuando respondió muy lentamente ante un vertido en la costa francesa, que provocó graves críticas por parte de los ecologistas y del público en general.

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Sin embargo, Exxon, a pesar del incidente del Valdez y de la controversia relativa a su posición sobre el cambio climático, sigue siendo una de las compañías con mejor rendimiento en términos financieros y continua sobresaliendo de entre los primeros puestos, igual que BP, una empresa muy consciente de su imagen, en la bolsa. BP ha estado dando mucha publicidad a sus políticas diseñadas para prevenir, o cuando menos controlar, las críticas relativas a las empresas petroleras. Como ya pudimos escuchar durante la presentación de este panel, la compañía trata de forma muy activa con asuntos tales como el medioambiente y los derechos humanos, su promesa para reducir las emisiones, invertir en energía renovable, y comprometerse con ONGs ecologistas. Pero su política no siempre trabaja a favor de BP. Cuanto más saca su cabeza de detrás del parapeto, parece atraer más las críticas. Como resultado de todo esto, me pregunto si BP no va a adoptar una postura más discreta – esto es, continuar con las mismas estrategias pero de una manera menos ruidosa. Uno de los problemas es que sus oponentes, como por ejemplo las ONGs, ven a BP como mucho más abierta y responsable en lo que se refiere al medioambiente que la mayoría de sus colegas, por lo cual, la consideran más susceptible a la persuasión. Para muchos de los grupos de presión, es una cuestión de recursos y eficacia, de ir adonde creen que va a tener algún significado. Enfrentarse a un monolito como Exxon puede resultar en un esfuerzo desperdiciado. Como las subvenciones se van convirtiendo en algo menos importante para los grupos ecologistas, puede resultarles a las empresas petroleras más difícil mantener su discreción. Internet, en especial, proporciona a los oponentes de las empresas petroleras un apoyo que es barato y llega muy lejos. Por ejemplo, la campaña en contra de las actividades desarrolladas en Sudán por parte de la empresa canadiense Talismán, se ha llevado a cabo principalmente por medio del correo electrónico e Internet. Exxón, la empresa petrolera que más gasta en publicidad en el ámbito mundial, rara vez contrata a sus críticos. Se limita a reaccionar por medio de la publicación de sus puntos de vista y otro tipo de información en su página web. Estos cuestionan los argumentos científicos que relacionan las emisiones de dióxido de carbono con el cambio climático, y declaran la oposición de Exxon al Protocolo de Kyoto, con la argumentación de que el protocolo podría dañar la economía de los Estados Unidos y propiciar subidas en los impuestos del gas y de la gasolina. A pesar de todas las protestas que hemos mencionado antes, existen pocas señales de que Exxon vaya a cambiar de forma radical su enfoque de las relaciones públicas. Esto contrasta con el enfoque de BP que hemos mencionado antes, así como con la respuesta de Shell ante el boicot de los consumidores y de las controversias que tuvieron lugar en Europa después de la debacle de la plataforma petrolífera de Brent Spar y la ejecución de activistas pro derechos humanos en Nigeria en la década de 1990. Shell actuó para terminar con las críticas, a la vez que intentó un cambio en su cultura corporativa a largo plazo. Esto a Exxon, aparentemente, no le importa. ¿Por qué? Puede que tenga algo que ver con la arrogancia que nace de su tamaño y de su espectacular rendimiento financiero. En lo que se refiere al poder de los accionistas, los de Exxon son mucho más poderosos que los de BP y Shell, que son más conscientes de su imagen pública. También puede ser que, si por una vez responde a las críticas, se puede convertir – lo mismo que Shell y BP – en blanco de todas las protestas.

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Por lo que se refiere al control de la imagen y de la estrategia, Exxon y BP están a ambos extremos del espectro, mientras que el resto de las compañías – tanto en Estados Unidos como en Europa – están entre ambas. En una simplificación extrema, se podría decir que el enfoque de Exxon ante las relaciones públicas es la de enterrar su cabeza en la arena y rehusar el compromiso, mientras que se concentra en una implantación sin piedad de sus planes de negocios. Las recompensas en los mercados financieros son claras. El enfoque de BP es el de compromiso – mejorando su imagen pública e involucrándose en problemas sociales. Pero esto no tiene nada que ver con hacer buenos negocios. Por ejemplo, BP de forma periódica, ha retado a Greenpeace, asegurando que las energías renovables son factibles y financieramente seguras y ha mantenido tanto el gas como el petróleo en el centro de su estrategia, a pesar de su lema “Innovaciones más allá del petróleo”. ¿Cuál de los enfoques es le mejor? La imagen es algo efímero. El exquisito cuidado que pone BP en cultivar su personalidad publica se convirtió de repente en algo inútil cuando intentó absorber a Atlantic Richfield hace un par de años. Los controladores de los monopolios en Estados Unidos la consideraron una empresa manipuladora que de forma deliberada exportaba el petróleo de los Estados Unidos para subir los precios de las gasolinas de los conductores de ese país y la empresa se vio forzada a realizar enormes desinversiones antes de que la absorción se pudiese llevar a cabo. BP todavía no se ha recuperado del todo en los Estados Unidos. Lo que es más, en lo que se refiere a grandes decisiones empresariales, tales como la adjudicación de contratos en Arabia Saudita, una buena imagen pública no tiene ninguna importancia. En Arabia Saudita, Exxon consiguió dos de las tres opciones en oferta, gracias a su poderío tecnológico y comercial. Existen multitud de motivos por los que se pueden elegir diferentes enfoques, tanto internos como externos. Algunos reflejan los puntos de vista de los directivos ú otras personas con influencia dentro de la empresa. En ocasiones, reflejan el activismo creciente del accionista. Pero en el fondo, la diferencia en las estrategias de las relaciones públicas pueden que digan más acerca de las culturas políticas en las que se desenvuelven las compañías. Exxon pertenece a la misma cultura que Microsoft, otra compañía que no parece preocuparse mucho por su imagen. BP y Shell tienen que funcionar en una Europa más liberal y consciente a nivel social. Pero al final, ¿se puede permitir Exxon continuar como hasta ahora? Véase lo que ha sucedido con Microsoft y los intentos del gobierno de los Estados Unidos por desglosar la empresa, alegando presunto abuso del mercado. Y yéndonos al principio del debate, véase lo que ha sucedido con Rockefeller y Standard Oil.

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LAS RELACIONES EN UN MUNDO DE LIBERALIZACIÓN ENERGÉTICA NEMESIO FERNÁNDEZ-CUESTA PRENSA ESPAÑOLA Antes de que empezase la liberalización, los mercados energéticos en la mayoría de los mercados estaban regulados, formando un “sistema solar” en el que cada gobierno nacional era el sol. Este sol enviaba radiaciones de calor y tenía un fuerte efecto gravitatorio, con los planetas dando vueltas a su alrededor. Los planetas más importantes de este sistema solar eran compañías energéticas, por supuesto, pero también existían cuerpos menores que formaban los consumidores, los medios de comunicación y la comunidad financiera. Estos elementos todos tenían orbitas alrededor del sol de forma perfectamente ordenada y regulada. Entonces, llegó la liberalización y el sistema habitual dejó de funcionar. Con la llegada de la liberalización, el sol “regulador” de cada uno de los sistemas solares bajó la temperatura y redujo su tamaño. En cierto sentido, dejó de ser un sol, y se convirtió sencillamente en un planeta más grande. Perdió mucho del efecto gravitatorio sobre los otros planetas, así como la posibilidad de establecer y mantener orden dentro del sistema. Por lo tanto, todos los planetas originales comenzaron a dejar sus orbitas, a la vez que de forma indiscriminada se iban repeliendo y atrayendo mutuamente, con movimientos erráticos. El sistema, que había estado perfectamente integrado en el pasado, comenzó a desintegrarse según los planetas empezaban a desarrollar sus propios objetivos, que a menudo eran contrarios a los propósitos de otros planetas, y por lo tanto, sus orbitas comenzaron a cruzarse. Resultado, confusión. Considerando esta realidad, las empresas energéticas deberían estar en estos momentos diseñando estrategias que permitan a los planetas realinearse por sí mismos en un mercado desregulado. Este proceso es complicado y difícil y exige paciencia, perseverancia y un poco de suerte. Así que, ¿cómo deberían los planetas de este sistema conducirse los unos con los otros? En los párrafos siguientes expondré la nueva situación. Me centraré en los planetas más importantes – gobiernos y consumidores – y después haré mención de la comunidad financiera y de los medios de comunicación.

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En este nuevo sistema solar de energía liberalizada, los gobiernos son los planetas más complicados – debido a que no son realmente planetas sino soles dormidos. En los países liberalizados, cada gobierno ha reducido su poder y su control, pero estas entidades empequeñecidas pueden muy bien decidir que van a reavivarse de nuevo y convertirse en soles. Si esto sucediese, las compañías energéticas se podrían quemar. La crisis de California proporciona un crudo ejemplo de la forma en que un gobierno puede ganar de nuevo su poder cuando lo considera necesario. Está claro que las decisiones para resolver los problemas de la crisis energética de California provendrán del gobierno y de los políticos. Esto no debería resultar una sorpresa. Todos los gobiernos tienen como obligación primordial la protección del bienestar social y todos los funcionarios así elegidos tienen como primera prioridad ganar la siguiente elección. Para que las compañías energéticas puedan operar con éxito en este nuevo ámbito, deben darse cuenta de que la primera obligación del gobierno está en garantizar el bienestar social. En asuntos de energía, la primera prioridad del gobierno es mantener una fuente fiable de energía para el público; la segunda prioridad es mantener los precios bajos; y la tercera es preservar el medio ambiente. Si cualquiera de estas metas sociales se ve amenazada, el gobierno intentará reinstaurar una regulación más estricta del mercado. Por lo tanto, las compañías energéticas que intentan ajustar su desregulación para hacerlas lo más eficaces y eficientes posibles, deberían proporcionar incluso sugerir formas y mecanismos que protejan al gobierno de estas situaciones amenazadoras. El proceso de liberalización implica las negociaciones existentes entre las empresas energéticas y los gobiernos. Para que este proceso tenga éxito todas las partes deben conceder a las demás opciones viables que se dirijan a sus metas e inquietudes particulares. Por ejemplo, según he observado más arriba, la primera prioridad del gobierno es la fiabilidad del suministro. El diseño del nuevo mercado español contiene un elemento de “garantía de la energía” a fin de asegurar el exceso de capacidad y de este modo la fiabilidad dentro de los componentes del precio de la electricidad – un elemento establecido por el gobierno. Cuando se propuso este elemento, las compañías energéticas protestaron; creían que era un elemento relacionado con el mercado y en uno liberalizado, el gobierno no debería tener ese poder. Sin embargo, es muy importante darse cuenta de que el elemento refleja la prioridad concedida por el gobierno a la fiabilidad del suministro. Esta política también ofrece beneficios a las compañías. Por ejemplo, en el negocio de la electricidad, como en otras industrias, deben existir algunos costes fijos a largo plazo. Debido a que el conjunto de la electricidad funciona con un precio basado en costes variables a medio plazo, es muy buena cosa tener un elemento que represente los costes fijos a largo plazo, incluso aunque los establezca el gobierno. Y todavía hay otra virtud. El gobierno no puede incrementar el componente de garantía de la electricidad a capricho, pero puede incrementarlo cada cuatro años. Esto significa que a pesar de no poder incrementar los costes ahora, el gobierno puede ayudar a garantizar el beneficio para futuras inversiones. Los modelos de desregulación que colocan al gobierno fuera de la toma de decisiones pueden tener, y a menudo tienen, muchos problemas y antes mejor que después. Es muy importante que las compañías energéticas acepten la necesidad de que algunas veces los gobiernos participen en las operaciones del mercado y también acepten que los

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mercados son susceptibles de sufrir cambios de forma permanente, debido a las negociaciones en curso con los reguladores. Las compañías que se entregan a ese proceso en curso se benefician de una perspectiva de comparación a largo plazo. A las empresas hay que recordarles que ahora están muchísimo mejor que antes. Están en un mercado más libre, y los recursos se utilizan de forma más efectiva y eficaz. Pensar en términos relativos a largo plazo es más útil que mantener una meta inamovible en un mercado desregulado y liberalizado. Según ya hemos observado, llegar a esta meta a menudo sólo causa problemas. Las compañías deben tener claro que aceptan y entienden la necesidad que tiene el gobierno de proteger sus prioridades y también deberían trabajar de manera que el gobierno disponga de opciones para satisfacer estas inquietudes. El gobierno necesita opciones políticas para acometer acontecimientos que no son previsibles, de la misma manera que las compañías necesitan disponer de opciones económicas para acometer acontecimientos que no son económicamente previsibles. Las compañías se dan cuenta de que no pueden conocer lo que lloverá en los próximos cinco años o si la economía crecerá un 4 o un 5% en los próximos cinco años, o si el consumo aumentará en un 6%, o un 7% o sólo en un 4%, y tienen esas incertidumbres en consideración al planificar. Los gobiernos se enfrentan a las mismas incertidumbres. Con el añadido de que se les mide por los resultados políticos, lo mismo que a las compañías se les mide por su rendimiento financiero. Acercarse a la liberalización con un ojo puesto en unir estas dos posiciones tan antagónicas es la mejor forma de mantener la desregulación en marcha. En el nuevo sistema de energía solar, los consumidores están entre los planetas más importantes, y las compañías deben reconocer de esta realidad. Los consumidores tienen ahora los medios de demostrar su agrado o su desagrado a sus proveedores y, desde luego, a las industrias. Por lo tanto, es muy importante que dispongan de la información necesaria para entender las complejidades del mundo de la energía que, muy a menudo, se dan por seguras. Se requiere dinero y tiempo para explicar estas cosas a los clientes, pero también es importante hacerlo. Necesitan entender, por ejemplo, que cuando encienden la luz se debe generar instantáneamente un kilovatio de luz en algún sitio, porque la electricidad no puede almacenarse. Necesitan entender que encender el gas en la cocina no es algo tan simple como parece. Necesitan darse cuenta de que todo ello se basa en una estructura muy compleja – una, por ejemplo, que puede empezar en Trinidad y Tobago, donde existe una planta que licua el gas metano; después hay tanques especiales que transportan el producto a España, donde las plantas de regasificación lo convierten en gas; y después de eso, cientos de kilómetros de tubería de gas natural a diferentes presiones lo reparten por los mercados y finalmente llega a los consumidores. Los consumidores también necesitan saber que las compañías energéticas se ocupan de sus clientes. Las compañías deberían hacer ver de forma muy clara que consideran a sus clientes los proveedores de sus negocios, no sólo una fuente de ingresos. Sabemos que las compañías tienen muchas preocupaciones - relativas al gobierno, al medio ambiente, a la responsabilidad social, etc. Pero los consumidores necesitan saber que las compañías también tienen en mente sus preocupaciones.

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Existen muchas maneras de hacerlo. Para sus clientes industriales y comerciales, las compañías podrían, por ejemplo, ofrecer descuentos por mayor consumo mensual. Pueden asegurarse de que estos clientes lo entienden y pueden aprovecharse de las tarifas más económicas. Para todos los consumidores, tanto grandes como pequeños, comerciales o al por menor, las compañías pueden hacer ver muy claramente su deseo de garantizar un suministro energético fiable y a precios razonables. Una vez más, cuesta dinero informar a los consumidores de lo que las compañías están haciendo a ese respecto pero es una tarea muy importante. Por lo que se refiere al medio ambiente, los consumidores tienen unos sentimientos muy contradictorios al respecto. Están preocupados por la contaminación y por el calentamiento de la tierra, pero asimismo son muy conscientes de que también se contamina el aire al poner en marcha los motores de sus coches, o al calentar sus casas o al encender la luz en sus viviendas. Cuando una compañía energética gasta demasiado esfuerzo en hacer ver su preocupación por los asuntos medioambientales, los consumidores pueden interpretar esto como una forma de enmascarar otras prácticas posiblemente muy desfavorables. Desde luego, las compañías cumplirán la ley e intentarán hacer lo posible por aliviar el cambio climático, pero no pondría estas acciones en la vanguardia de las actividades relacionadas con sus clientes. Los medios de comunicación y los mercados financieros son también planetas muy importantes en el sistema solar energético. Las compañías energéticas deben tratar con estos grupos de forma humilde y perseverante. La perseverancia es especialmente importante porque las compañías energéticas tienen que insistir una y otra vez, en una estrategia en la que el gobierno mantiene un cierto grado de regulación. Esta regulación se puede utilizar para un buen fin por parte de las compañías. Las relaciones de cada compañía con los medios de comunicación son muy complejas. Muy a menudo se basan en una presunción errónea: la industria energética espera que los medios de comunicación entiendan perfectamente todos sus problemas y por consiguiente, los vean reflejados de forma adecuada. Esto es imposible. Los periodistas sólo tienen una educación de grado medio; son a medias analistas financieros y consumidores. Para que las compañías energéticas puedan conseguir resultados satisfactorios en sus relaciones con los periodistas ú otras personas de los medios de comunicación necesitan suministrar información, tener mucha paciencia, y crear mecanismos que promuevan un entendimiento de los problemas y de las preocupaciones de la industria energética. Y dado el poder de los medios de comunicación para formar la opinión del público, este es un esfuerzo que merece la pena hacerse. No les he proporcionado ninguna solución para que Vds. se puedan integrar en un nuevo sistema solar, pero tampoco tenía esa intención. Espero, sin embargo, que estas reflexiones les resulten útiles en sus forcejeos diarios para conseguir los propósitos contradictorios que se dan dentro de la industria. Su preocupación principal debería ser establecer y mantener una imagen de una compañía sólida, fiable y que garantice el suministro. Otra meta importante es conseguir los mejores precios para su empresa y sus clientes, sin comprometer demasiado la competencia o violar la ley. Para establecer y mantener esas metas la paciencia y la perseverancia son fundamentales y al final

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ayudarán a crear una imagen que suene bien a los gobiernos, a los consumidores, a los medios de comunicación y a los mercados financieros. Sin embargo, considerando la volatilidad de la industria energética y la posibilidad siempre presente de un accidente nuclear o de un desastre natural que puedan cambiar la percepción del público de sus compañías en un abrir y cerrar de ojos, es muy importante que todos los planetas – gobiernos, consumidores, mercados financieros y los medios de comunicación – estén continuamente informados de tal manera que se ganen Vds. su confianza en todo momento y se vaya reforzando.

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LOS BENEFICIOS DE LAS EMPRESAS ENERGÉTICAS FRENTE A LA RESPONSABILIDAD CORPORATIVA WAYNE GREENBERG FINANCIAL TIMES ENERGY Vivimos en una sociedad “adicta a los desastres”. El público tiene una gran afición por las catástrofes. Los medios de comunicación prosperan con las calamidades – cuanto mayor, más horrenda, mejor. Desafortunadamente, el negocio de la energía es proclive a sufrir desastres espectaculares. El más emblemático, seguramente, será el del vertido del Exxon Valdez en 1989. Pero el Exxon Valdez está bien acompañado: Three Mile Island, por ejemplo, o más recientemente, los espectaculares apagones de California. Estos sucesos, se graban a fuego de forma indeleble en las mentes de los consumidores, porque son espectaculares y debido a que la presencia de la industria en la sociedad es tan penetrante. No es sorprendente, entonces que las compañías energéticas estén preocupadas por su imagen pública, considerando su gran visibilidad y el efecto inmediato que las acciones y sucesos de la industria tienen en los clientes y en los reguladores. Dedicaré la primera parte de esta conferencia a ponderar la forma en que los nuevos segmentos desregulados de la industria han empezado a definir su imagen y la manera en que ha reaccionado el público ante ello. Concluiré mirando hacia el futuro de la nueva realidad social, que hace hincapié en una mayor responsabilidad y en la forma en que la industria puede reaccionar ante esta realidad. En el negocio de la energía, operamos en un entorno donde todas nuestras acciones se ven magnificadas más allá de lo razonable. A decir verdad, sin embargo, nuestros actos tienen una incidencia directa en las vidas de las personas, lo cual significa que somos el foco de atención en todo lo que hacemos y decimos y que se dan cuenta de cualquier disparidad entre una cosa y la otra. Hemos escuchado la larga, adversa y bien documentada relación con el público, y los problemas de imagen que han resultado de ella. La industria petrolera, sin embargo, en su mayor parte está desregulada y orientada hacia el mercado. Por el contrario, haré hincapié en aquellos segmentos de la industria que sí han estado regulados y que han tenido estatuto de monopolio: el gas natural y la energía eléctrica. De ahora en adelante, siempre que utilice el término “industria energética”, me estaré refiriendo exclusivamente al gas natural y a la electricidad.

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Durante décadas, estos dos sectores han estado protegidos de la opinión pública por la intervención reguladora de las instituciones gubernamentales, así como de las vicisitudes del mercado debido a su estatus de monopolios regulados. Con la llegada de la reestructuración – un término más adecuado que el de desregulación – estas industrias ahora deben establecer sus propias imágenes públicas y deben competir con otras empresas. Esta es la nueva y cruda realidad. Hemos escuchado lo que los medios de comunicación han dicho sobre las compañías energéticas. Quiero dar la vuelta a la perspectiva y preguntar lo que las compañías energéticas están diciendo sobre ellas mismas por medio de la publicidad. Tradicionalmente, las compañías energéticas se han anunciado en las publicaciones profesionales, no en los medios de comunicación de masas. Con la llegada de la reestructuración, que trajo consigo la publicidad y aumentó la conciencia del público, esto ha cambiado. Ahora, revistas como Forbes, Fortune o Business Week publican docenas de anuncios muy caros y elaborados de las empresas energéticas. En todo el mundo, las empresas de relaciones públicas, las agencias de publicidad y los departamentos internos de relaciones públicas trabajan mucho para intentar crear imágenes corporativas para las empresas energéticas que salen de un entorno de monopolios. Merece la pena hacer una revisión del resultado de todos estos esfuerzos. Estas empresas parecen esforzarse por crear dos impresiones principales – ambas diseñadas para corregir los estereotipos negativos que el público tiene de ellas. El primer estereotipo es que la mayoría de las empresas energéticas carece de conciencia social y especialmente en lo que se refiere al medio ambiente. El segundo es que las compañías energéticas son monolíticas, jerarquizadas, lentas y pasadas de moda. De ahí que hayamos visto una serie de anuncios de las compañías energéticas que sugieren que, o bien son los salvadores del medioambiente, o bien son unos veinteañeros bien intencionados, haciendo kayak o corriendo los toros. Parece que esta es la esencia de la estrategia actual de las empresas energéticas. Los problemas surgen, sin embargo, cuando las marcas se enfrentan con la realidad. Por ejemplo, Savannah Electric, como parte de Southern Company, una de las mayores empresas de servicios de los Estados Unidos utiliza un poema humorístico de Ogden Nash (“Mira el pato / que no cloquea / Le falta un cloqueo / pero grazna”) en uno de sus anuncios publicitarios en prensa para crear un sentimiento positivo. El anuncio hace hincapié en la forma en que Savannah Electric intenta preservar el medio ambiente. En mi opinión, esto no habla a su favor en la mente del público, debido a que los receptores no perciben con claridad la forma en que la compañía cumple con sus compromisos. Otro anuncio en prensa de Pacific Gas & Electric (PG&E) es mi candidato para el menos eficaz. Muestra una salamandra yuxtapuesta a un tractor y el texto “¿Quién gana?”. El anuncio también propone otra pregunta, “¿La creciente necesidad humana de energía debe ser a expensas del medio ambiente?”. Según el ejemplo que se da con la salamandra, se supone que la respuesta debería ser “No”, y que PG&E muestra interés en “la exigencia del país en encontrar soluciones energéticas que respeten el medio ambiente”. Esta afirmación carece de credibilidad debido a la forma en que la compañía ha salido en la película Erin Brockovich hace sólo dos años.

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Reliant Energy hace hincapié en otra forma de responsabilidad social en uno de sus anuncios en prensa. Reliant es uno de los operadores independientes de energía involucrado en las subidas de precios del mercado eléctrico de California. En este anuncio en concreto, la compañía hace hincapié en la forma en que ha sugerido “una solución innovadora al problema de los apagones durante los meses de verano” ante las autoridades federales y nacionales. Las propuestas se rehusaron, y sin embargo en el anuncio, Reliant intenta construir la imagen de “chico bueno”, que al menos ha ofrecido el remedio. La compañía continúa – es un anuncio de dos páginas – afirmando que está “ayudando a California a mantener las luces encendidas”. “Los hechos demuestran la historia. Reliant Energy está comprometida con California” La discontinuidad entre estas dos afirmaciones y la percepción del público de las actos llevados a cabo por Reliant es sorprendente. Otro tema para la publicidad de la industria energética es contrarrestar el estereotipo que tiene el público de las empresas energéticas como entidades monolíticas, jerarquizadas, lentas y pasadas de moda. Un anuncio de Dynegy proporciona un ejemplo. En el anuncio, un texto en grandes letras equipara las actividades de Dynegy en el mercado de la energía con “correr los toros en Pamplona” y “hacer kayak en rápidos de clase V”. Dynegy es una de las empresas de energía más progresistas de Estados Unidos, así que existe una cierta similitud entre su anuncio y los métodos de la compañía para hacer negocios. Sin embargo, nada en el anuncio sugiere la forma en que actúa Dynegy en relación con el medio ambiente y su responsabilidad social. Lo mismo se puede decir de Carolina Power & Light, una empresa de servicios de mediano tamaño que se fusionó con Florida Progress para convertirse en Progress Energy. En uno de sus anuncios en prensa, la nueva compañía se equipara con un luchador de sumo en una tabla de monopatín y ofrece el siguiente eslogan: “ La Fuerza se une al Espíritu”, dando a entender que la compañía es fuerte, ágil, rápida y “con gancho”. Otro anuncio muestra a un elefante galopando al lado de gacelas. Esta imagen de las empresas energéticas como paquidermos que intentan competir con gacelas es quizás el más adecuado que veremos hoy, aunque nuestra percepción del mismo puede ser distinta del que tenía en mente Progress Energy. Me enfocaré ahora a señalar lo que los clientes desean de sus empresas energéticas. Un estudio realizado por E-Source – una compañía que se centra en mercados al por menor en los Estados Unidos y en Europa – muestra que los grandes clientes industriales y comerciales están razonablemente a gusto con sus suministradores de energía, pero – y este “pero” es muy grande – sólo en cuanto que son compañías energéticas. “Convergencia” se ha convertido en un cliché en los Estados Unidos en las conferencias sobre energía, en las reuniones de márketing y en las conversaciones de negocios. Pero nótese que la convergencia de la que hablamos no es la de las compañías de petróleo y gas natural, ni la de las de las compañías de gas natural y eléctricas; más bien, es la unión de la electricidad, las telecomunicaciones, el cable y la seguridad – en otras palabras, todas las conexiones que llegan a las empresas o al hogar. Esta convergencia se convertirá en realidad muy pronto, pero los consumidores no confían en que las compañías energéticas sean parte de ese desarrollo. De hecho, los consumidores colocan a las compañías de telecomunicación muy por encima de las compañías energéticas, en lo que se refiere a las meteduras de pata en el servicio. Es irónico que las

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empresas energéticas tengan que ver a otra empresa monolítica colocada por encima de ellas en la estimación del público. En lo que se refiere a operaciones, mantenimiento o servicios externos, las compañías energéticas ni siquiera están en la lista de los rendimientos notables. Teniendo en consideración que estas empresas están tomando una dirección hacia el servicio, este pensamiento no es de los más confortables. Así que, ¿qué ven los clientes como diferencias? Flexibilidad, respuesta rápida, y servicio son los factores más importantes para los clientes comerciales e industriales. Sin embargo, también vemos señales de que si una compañía ofrece una imagen de una institución socialmente responsable está teniendo un efecto que va en aumento al decidir las compras. Acumular evidencia demuestra que más y más consumidores basan sus compras en, por ejemplo, citando a la revista Fortune , “quién hizo sus zapatillas Nike o dónde consiguió Exxon la gasolina o qué hace McDonald con el papel que sobra”. Esta es la nueva realidad que las empresas energéticas deben tener en cuenta al ir hacia adelante. Y entonces, ¿hacia donde dirigimos?. Para un número creciente de consumidores, la cuestión de la imagen se define al final como capitalismo frente a responsabilidad social. Según Milton Friedman, las empresas sólo deben tener en mente una responsabilidad social: “utilizar sus recursos y comprometerse en actividades diseñadas para aumentar sus beneficios, siempre que sigan las reglas del juego”. Esto sugiere que la responsabilidad social y los beneficios se excluyen mutuamente. Pero no es así en absoluto. Existe una alternativa. Paul Hawken, Amory Lovins y L. Hunter Lovins describen el “capitalismo natural” en su libro del mismo título. El precepto fundamental del capitalismo natural es que “los balances de las corporaciones no tienen en consideración los costes del capital natural”. Los autores definen capital natural como “los recursos naturales y los servicios del ecosistema que hacen posible la actividad económica, incluso más todavía, la vida”. El viaje hacia el capitalismo natural tiene cuatro fases: aumento drástico de la productividad de los recursos naturales; rediseño industrial basado en modelos biológicos con procesos que no produzcan toxinas y/o desperdicios; suministrar servicios mejor que productos (por ejemplo, servicios de luz, en lugar de luz, confort en vez de aire acondicionado); y reinvertir en capital natural para restaurar, sostener o expandir el ecosistema. La edición de The Economist de fecha 13 de noviembre de 1999, publicó la siguiente crítica del libro “Mucho de lo que argumentan estos autores es sensato y deseable. Pero lo que hace que el libro merezca la pena leerse es el hecho de que han tomado como principios de su utopía las duras verdades del capitalismo de Darwin: las empresas y los individuos actúan en su propio interés y los mercados guían este impulso por medio de los precios”. El capitalismo natural es una idea que se verá con el tiempo; los beneficios y la responsabilidad social no se excluyen mutuamente. La Domini Social Equity Fund, por ejemplo, ha conseguido un beneficio del 25,4% en los últimos tres años. Existirán barreras gubernamentales e institucionales que habrá que desmantelar por el camino para seguir adelante. La tecnología, en especial la distribuida, proporcionará muchas de las respuestas. Independientemente de lo que resulte en el ámbito de las prácticas

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empresariales, sin embargo, la motivación por conseguir beneficios prevalecerá en un futuro próximo y seguramente a largo plazo también. Permítaseme que termine con una cita de Jack Kroll, presidente de Dupont: “ Nuestra capacidad para mejorar de forma continuada las propiedades inherentes de nuestras películas permite que este proceso de desarrollar material más productivo con costes más bajos y beneficios más altos pueda seguir así de manera indefinida”. La mejora continuada por mediación de los avances tecnológicos resolverán muchos de los problemas sociales y del medioambiente que el sector energético y otras industrias afrontan ahora. También creo que las compañías energéticas pueden mejorar sus servicios y el rendimiento social y medioambiental, a la vez que mantienen un modelo sostenible de negocio. Si tienen éxito, la personalidad corporativa que resulte de ello será la adecuada para un mercado muy vigilante. También quedarán ratificadas las imágenes que se muestran en los anuncios de las corporaciones.

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SESIÓN DE CLAUSURA RESUMEN Y COMENTARIOS BIJAN MOSSAVAR-RAHMANI MONDOIL CORPORATION Cada tres años me llega el turno de actuar como “cuenta cuentos” y hacer un resumen de estos Seminarios Repsol YPF-Harvard sobre Política Energética. Y cada vez que el Seminario se celebra en una maravillosa ciudad de España – y el año pasado, en Buenos Aires – a mí, al menos, me parece que cuantas mayores ocasiones hay para la diversión, el clima es más bonancible y la playa está más cerca, es más probable que se me pida que asuma esa tarea. Además de haber estado dos días encerrado, esta misión me ha exigido que asistiese a todas las reuniones, escuchase con mucha atención lo que se decía y reflexionar sobre cada presentación e intentar que tenga sentido lo que se manifestó allí, y después trasladar al Seminario mi versión del resumen y mi intento de conectar todos los puntos y ver si consigo realizar un dibujo medianamente coherente de un rinconcito del escenario de la energía global, según ya lo he descrito. Es un gran reto pero a la vez, y de muchas maneras, una tarea muy gratificante. Voy a comenzar. Este XII Seminario Repsol YPF-Harvard, Liberalización de la Energía y Regulación – De nuevo, que también es el duodécimo al que he tenido el privilegio de asistir, se ha diferenciado de los otros Seminarios en aspectos muy importantes. La diferencia más evidente es que hemos cambiado el enfoque para que esté lejos de los mercados de petróleo. Y así lo hicimos, en efecto, no obstante, el discurso de apertura del Ministro Chakib Khelil, Presidente de la Conferencia de la OPEP, que estuvo centrado en la OPEP, y para utilizar el término empleado, su “política de estabilización del precio del petróleo”. Y eso a pesar de que la mayoría de los participantes en esta conferencia siguen procediendo de manera predominante de las actividades del gas y del petróleo. Indudablemente, Chakib Khelil se preguntó en voz alta, “¿Por qué está patrocinando una empresa de gas y petróleo una reunión que trata esencialmente sobre la electricidad?”. Parte del motivo es la curiosidad intelectual: aprender del trabajo que se lleva a cabo actualmente en la Universidad de Harvard, bajo la dirección de Bill Hogan, referente a

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los mercados eléctricos en los Estados Unidos. Otra explicación es que el negocio del gas y el petróleo se relaciona cada vez más con el de la electricidad, ya que sigue creciendo la importancia de la generación de petróleo y gas natural como combustible día a día. Muchas compañías están ahora mismo ocupadas en ambas actividades. Ken Lay es un ejemplo de una compañía que ha combinado estupendamente la producción, el transporte y el comercio de gas natural y de electricidad, según se ha ido transformando ella misma. Este es un modelo de negocio que nuestro anfitrión, Repsol YPF, también ha contemplado aunque quizás a una escala distinta y de forma diferente. De modo que el enfoque de la reunión de este año no es en absoluto una sorpresa. Lo que no es tan evidente es por qué todo el mundo, habiendo escuchado el debate que se ha llevado a cabo sobre California, desea seguir permaneciendo en un negocio que es tan cambiante, caótico y lleno de carga política, al menos tal y como se lleva a cabo en algunas partes del oeste de los Estados Unidos. La desregulación del sector eléctrico debería haber tenido un resultado completamente opuesto a la carnicería que tuvo lugar en California, tan perfectamente descrita por nuestros conferenciantes del día de ayer. Según se nos ha recordado maliciosamente por parte de varios de nuestros amigos europeos, incluyendo a Alfonso Cortina en sus observaciones de introducción, en el transcurso de los últimos años los participantes estadounidenses del Seminario - incluyendo a Bill Hogan, pero también algunos otros antiguos alumnos del Seminario, presentes hoy aquí, tales como Vicky Bailey, Ira Jolles, Ken Lay y Bill Massey – han predicado que inyectar competencia a la última industria monopolística de los Estados Unidos, significaría, de alguna manera, el aumento de la oferta eléctrica, mejoraría la selección del consumidor e incluso podría abaratar los precios para los consumidores. En lugar de eso, hemos visto escaladas de precios, al menos al por mayor, y apagones en cadena en California, un Estado que, debo hacer notar, al menos en lo que se refiere a la climatología, al temperamento, a la belleza física, y de forma creciente, al idioma, se parece más a Mallorca que a Michigan. Y a la vez que hago esta observación, algunas de las similitudes entre Mallorca y California, al menos en lo que se refiere a la electricidad, ya que California ha sufrido este año más de media docena de apagones en cadena, recuerdan más a Brasil, incluso a Nigeria, dos países que afrontan carestías similares en electricidad, aunque bien es verdad que se deben a otros motivos. Cito ahora un reciente artículo de primera página de un diario de San Francisco avisando de otros apagones en cadena y ofreciendo las siguientes instrucciones a sus lectores:

• Tener a mano una linterna y una radio con baterías nuevas. • Decir a los niños que estén solos en casa que permanezcan tranquilos, apaguen

los ordenadores y los televisores y que no utilicen velas. • Durante los apagones, desenchufar todos los aparatos eléctricos pero dejando

una luz encendida que nos avise cuando vuelva la electricidad. Y aquí está el más preocupante pero quizá el consejo más sorprendente:

• No enchufe un generador a la pared. Cuando vuelva la electricidad, puede enviar una corriente de alto voltaje al sistema y puede electrocutar a los trabajadores de la compañía de electricidad.

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Lo menciono como “sorprendente” porque aquí está, al estilo americano, un castigo capital que puede hacer uno mismo y que se puede aplicar a aquellos que están en la periferia del proceso que desmanteló el viejo, previsible, barato, fiable, y si se me permite el añadido, régimen regulador de la electricidad en California. Esta, por supuesto, no fue la solución que favorecían nuestros conferenciantes del Panel I, quienes, al menos para mi sorpresa, y no obstante sus diferentes antecedentes, afiliaciones e intereses, parecen estar de acuerdo en lo que constituyó la equivocación en la desregulación de California y el por qué de la misma, y por lo mismo, qué es lo que hay que hacer para evitarla. Quizás lo menos sorprendente fuese que los conferenciantes del Panel II, especialmente los europeos, parecían sugerir que ellos ya saben lo que se hizo mal en California y por qué declararon que ya habían llevado a cabo las maniobras pertinentes para evitar el desastre del modelo de California. Más adelante me extenderé sobre Europa y los europeos. Lo que sucedió en California, en palabras de Bill Hogan, fue “el peor fallo de reestructuración eléctrica que se haya dado nunca, o incluso imaginado”. Steve Baum lo llamó “el tsunami de la energía”, esto es, un maremoto. Mike Florio dijo que lo que fue mal en California fue casi todo, un comentario que parece haber divertido a José Luis Díaz Fernández. Jan Smutny-Jones lo llamó “la tormenta perfecta”, según una reciente película de Hollywood que trataba de una violenta tormenta que hundió un barco pesquero en la costa de Massachussets hace algunos años, matando a todos los que iban a bordo, incluyendo a George Clooney. La única persona que dijo algo positivo sobre el asunto fue el Ministro Khelil, quien, en sus propias palabras, va diciendo a sus “socios”, es decir, a sus votantes, que él sólo desearía que Argelia fuese California. Ya he dicho que los conferenciantes del Panel I estaban de acuerdo en lo que había ido mal, y por qué y cómo evitarlo. No haré un catálogo de toda el debate. Creo que todos estaremos de acuerdo en que este panel ha sido tan coherente, claro, inteligible y considerado como cualquier otro de los que han tenido lugar en los Seminarios, tal y como Bill Hogan prometió que sería. Pero merece la pena repetir que parecía existir un consenso referente al experimento de la desregulación en California, que tuvo un defecto desde su comienzo, que las expectativas no fueron realistas, que la capacidad instalada de generación no era suficiente para satisfacer el crecimiento de la demanda, que los precios del gas natural, que no se esperaba que se fuesen tan altos, desbarataron los planes, y que no sólo los políticos sino casi todo el mundo a ambos lados del sistema de transmisión y los de las partes intermedias, desbarataron el proceso. Jan Smutny-Jones hizo notar que, a pesar de estos fallos evidentes, los habitantes de California alegremente culparon de sus problemas a Washington D.C. y, entre otros, a gente como Bill Massey, al menos, antes de que tuviese lugar su reglamentación sobre limitación de precios. Los habitantes de California también culparon, y cito textualmente al Gobernador Gray Davis, “ese panda de carroñeros, los amigos del Presidente en la industria energética de Texas, que fijaron los precios”, refiriéndose, supongo, nada más y nada menos que a nuestro conferenciante principal, como el mismo Ken Lay admitió. También hemos visto que

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Ken Lay da lo mismo que recibe. En palabras de Steve Baum “hay suficiente culpa como para repartir” y Steve fue lo suficientemente rápido como para incluirse a sí mismo. Pero también hizo notar que la culpa no produce un solo kilovatio de electricidad. Puede que la ayuda esté en camino. La ley de la oferta y la demanda, como nos recordaron acertadamente Bill Massey y Jan Smutny-Jones, ya está funcionando en California y parece que, entre otras cosas, va a traer nuevas inversiones para la capacidad de generación. Kathleen Brown, hija y hermana de los anteriores gobernadores de California, que también ha estado involucrada personalmente en la política del Estado y probablemente tiene muy buen olfato para estas cosas, nos ha recordado, de manera esperanzadora, que en épocas de crisis, los californianos han estrechado filas. Adrian Lajous ofreció su ayuda desde México en forma de terminales de GNL en Baja California. Y Gwyn Morgan ofreció su ayuda desde Canadá en forma de almacenamiento de gas natural, así como suministros adicionales de gas natural. Y hablando de crisis, varios de los participantes recordaron que el Estado ha tenido su parte de crisis en forma de terremotos, fuegos, deslizamientos de tierras y disturbios, a pesar de que Gerald Doucet puso objeciones a la utilización de la palabra “crisis” en el contexto del desastre de la electricidad en California. Si queremos crisis de verdad, dijo él, deberíamos fijarnos en lo que sucede en India. Gerald Doucet habló en el Panel II, que realmente fue una extensión del Panel I, en la que los conferenciantes trataron sobre las lecciones aprendidas en California y lo que se podía hacer en Europa, y lo que es muy importante, en España y en Latino América y el Este de Asia. “¿Puede ayudar la experiencia de California?” comentó Gerald Doucet que le habían preguntado muchas personas durante sus viajes alrededor del mundo. Y su respuesta, nos dijo él, siempre es “No”. La experiencia de California, explicó es única y particular al caso de California – y sus especiales – condiciones. Otros países, si se lo permiten las Directrices del Consejo Mundial de la Energía, deberían estar diversificando sus fuentes de suministro, estableciendo regímenes reguladores distintos, incluyendo más asociaciones privadas y públicas. También informó de que cuando se le preguntaba si la energía fiable podría ser también barata, su respuesta clarísima es igualmente “No”. Los europeos, también, han mantenido de siempre un lazo entre los costes y los precios de la energía, pero esa parte de los costes incluye así mismo, según las palabras de Dominique Ristori, consideraciones en la seguridad del suministro, en el medio ambiente, en el empleo e incluso en los costes del desarrollo de las fuentes de energía renovable. Efectivamente, para él, la lección de California tiene que ver con la seguridad en el suministro de electricidad y de energía. Este desastre podría suceder también en Europa, advirtió él, si la Comisión Europea no presta suficiente atención a la construcción de generación de energía suficiente y en exceso y a unos sistemas de transmisión que sean fiables. La desregulación total de los mercados energéticos no es lo prioritario en Europa, aunque se ha progresado algo, según manifestó de forma optimista, en dirección al mercado único y abierto en el continente, aunque convenientemente regulado. No dio muchos mas detalles: en lo que se refiere a la apertura de los mercados nacionales de la electricidad y el gas natural, lo que propone la Comisión Europea, su propio país,

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Francia, se opone a ello, o al menos, no le da ninguna importancia. Luis Javier Navarro recogió el testigo y continuó expresando un escepticismo muy sano sobre el ambicioso calendario de la Comisión por conseguir un verdadero, único y competitivo mercado energético. Dominique Ristori, con verdadero estilo eurocrático, nos aseguró que la Comisión “ha emitido el análisis”. María Luisa Huidobro anunció que España ha ido mucho mas del análisis en lo referente a la desregulación de su mercado eléctrico, que existen algunas similitudes, pero también grandes diferencias, entre los modelos de California y de España, que España es sabedora de la tensión existente en el mercado liberalizado y en la seguridad del suministro, y lo que es más importante, existe aquí un reconocimiento de la importancia de haber logrado con éxito la eliminación de los cuellos de botella en las infraestructuras de la generación y de la transmisión. Los dos conferenciantes de Latino América, el Ministro Álvaro Silva Calderón y Julio Herrera, nos transmitieron el mensaje de que su continente, también esta procediendo a llevar a cabo una transformación muy importante, lejos del pasado protector de la industria energética a una apertura hacia el comercio, tanto al sector privado interno como a las inversiones externas. Julio Herrera observó que Repsol YPF ha sido un participante muy importante en los mercados energéticos de Latino América, en aquellos que están más liberalizados, más privatizados y más globalizados. Y, según hemos podido observar en el video que nos mostró Álvaro Silva Calderón, otros participantes de otros países también se ven igualmente atraídos hacia las oportunidades que ofrece Venezuela, a pesar de que, aparentemente, su número no es lo suficientemente sustancial como para satisfacer a Humberto Calderón Berti. El mensaje de Ken Lay a los demás conferenciantes fue que no hiciesen caso del desorden ocasionado en California y que sigan adelante con la liberalización de la energía. De hecho, su mensaje para California fue que no hiciese ningún caso del desorden ocasionado y siguiesen adelante con la liberalización. Lo que sucedió en California, dijo, no se debió a la liberalización ni a la desregulación, sino simplemente a una reestructuración industrial políticamente comprometida. En sus observaciones de presentación, Alfonso Cortina especuló sobre el impacto de los medios de comunicación sobre la política del gobierno, así como en la estrategia corporativa. El Panel III; La Imagen Pública de las Compañías Energéticas, trató sobre esta cuestión; la primera vez en este seminario que se ha dedicado una sesión al asunto. Los medios de comunicación de masas han descubierto de nuevo, con gran regocijo por su parte, las compañías energéticas y las políticas energéticas así como los precios del petróleo y del gas natural y, por supuesto, la carnicería de California. En los Estados Unidos, y según nos ha comentado Tony Hayward, en el Reino Unido también, las compañías energéticas han lanzado una campaña de sus departamentos de relaciones públicas a los medios de comunicación para intentar explicar por qué los precios del petróleo, del gas natural y de la electricidad han subido tanto, inconveniente pero no sorprendentemente, a la vez que los beneficios corporativos a niveles históricos. A menudo la imagen es que los consumidores de un país en especial no son los únicos que tienen que pagar más por la energía sino que éste es un fenómeno global. Asimismo, que la culpa no es de las compañías energéticas sino que existen una serie de factores muy complejos que han llevado a la subida de los precios; una mezcla potente

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de gran demanda, escasez de suministros, impuestos altos, cuellos de botella en la disponibilidad de las mezclas de gasolinas exigidas para cumplir con la demanda de las regulaciones medioambientales, y por último pero no menos importante, reducciones en la producción por parte de los países más importantes de la OPEP. Ciertamente, Chakib Khelil puso la mejor cara posible en relación con las reducciones en la producción por parte de la OPEP, al denominarles esfuerzos por parte de la OPEP para estabilizar los mercados del petróleo en interés de los consumidores y los productores por igual. Dudo que muchos consumidores de los Estados Unidos serían de fácil persuasión en lo que se refiere a que las subidas en los precios de las gasolinas y del petróleo es lo mejor para ellos, tanto a largo como a corto plazo. Mientras tanto, el mensaje de las compañías energéticas de los Estados Unidos se ve reforzado por la administración Bush, que por sí misma ha declarado el comienzo de una crisis energética en los Estados Unidos, y ha pasado la culpa a su predecesor, la administración Clinton, por propiciar políticas que conducen a la nula inversión en las infraestructuras, estándares medioambientales rígidos y una desregulación chapucera. ¿Se reciben bien los mensajes de las compañías energéticas? ¿Tiene algún éxito al desviar la atención del consumidor lejos de las sustanciosas hojas de balance a una política pública que tenga en cuenta las exigencias de la oferta y la demanda y las consideraciones geopolíticas? Tony Hayward sugirió que la industria debería ir más allá de estos problemas inmediatos de las relaciones públicas y hacer un esfuerzo considerable, tanto en continente como en contenido, para volverse a posicionar a sí misma más cercana a los deseos y necesidades de los consumidores. Otro conferenciante del Panel III, Jane Collin, nos recordó que el problema de la imagen pública de las compañías petroleras viene de lejos. Quizás es la naturaleza de la bestia, sugirió la conferenciante. Las compañías petroleras lo tendrían muy difícil para cambiar su imagen por otra más amable, y probablemente, ni siquiera deberían intentarlo. Nemesio Fernández-Cuesta habló de la interacción entre las compañías energéticas y los gobiernos, los inversores, los consumidores y los medios de comunicación – y sugirió que las compañías necesitaban ser más sensibles y prestar más atención a todos estos componentes. Wayne Greenberg nos dio la tendencia de los mensajes en los medios de comunicación y de la publicidad que las empresas de gas natural y electricidad han utilizado en los Estados Unidos y sugirió que estas compañías son en gran medida responsables de la mala prensa generada por ellas mismas, no sólo por acción ú omisión en asuntos sociales y de medio ambiente sino también por su escasa respuesta en la publicidad. Comencé las observaciones haciendo hincapié en la diferencia existente en el Seminario de este año en comparación con los de años precedentes en más de un aspecto. Permítaseme que todavía proporcione un ejemplo más. A pesar del entorno tan maravilloso en el que nos encontramos, este año hemos expresado un alto grado de pesimismo y un sentimiento de crisis, mucho más que en años anteriores. Luis Mañas observó que, como modelo a seguir, lo sucedido en California podría significar un retraso en los esfuerzos encaminados a conseguir la desregulación y liberalización de los mercados en otras partes del mundo. Humberto Calderón Berti nos avisó, igual que hizo el año pasado en Buenos Aires, de que la

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OPEP ya se había olvidado de las lecciones que recibió en la década de 1980, y que mantendrá los precios del petróleo demasiado altos y durante demasiado tiempo, lo cual repercutirá en una menor demanda de petróleo, hasta que los precios bajen a un nivel sostenible y vuelta a empezar. Y tiene razón, a pesar de que ni él ni nadie en esta habitación puede prever la duración del ciclo con alguna precisión. Tanto puede ser un año como cinco. Pero la administración Bush, no va a esperar para saberlo. En respuesta a los actuales precios del petróleo, que son tan altos, y debido a otras alteraciones en los mercados energéticos, los Estados Unidos se dirige dando bandazos hacia alguna forma de política nacional energética y cuando la consiga el impacto en Europa, Latino América, África y otros continentes y países representados aquí será considerable. “Los Estados Unidos se enfrentan en el año 2001 a la peor crisis energética desde el embargo del petróleo de la década de los 70”, de acuerdo con el plan energético dado a conocer por la administración a mediados de mayo. El plan hace hincapié en el estímulo concedido al suministro energético del país por el apoyo de la apertura de las tierras federales, que hasta ahora se habían mantenido cerradas, incluyendo el Refugio Nacional de Vida Salvaje del Ártico, a la exploración de gas natural y petróleo. Significa el incremento en el rendimiento de la energía nuclear y del carbón, así como un gran esfuerzo para evitar los cuellos de botella en la infraestructura energética de los Estados Unidos, incluyendo los obstáculos, muchos de ellos obligatorios y medioambientales, para la construcción de plantas nucleares, refinerías y líneas de transmisión. A la vez, con toda justicia, también contiene recomendaciones que hacen hincapié en energías eficaces y renovables. Se ha criticado este plan, ya que se considera que ha sido diseñado en su mayor parte por y para las compañías energéticas. Evidentemente, el largo periodo de buena salud en la economía estadounidense, como motor que es de la economía mundial, se verá afectado por la forma en que resuelva este país sus problemas energéticos internos. Como el mayor consumidor mundial de combustibles sólidos y el mayor emisor de gases de efecto invernadero, lo que hagan los Estados Unidos para resolver la tensión entre la energía y el medio ambiente tendrá un gran impacto, es evidente, en el cambio climático. Los Estados Unidos es el mayor importador de petróleo y un país de lo más propenso a utilizar la energía como un arma en su política exterior; ya la ha utilizado en forma de sanciones, a fin de mantener a las compañías petroleras fuera de al menos tres países productores de petróleo – Irán, Irak y Libia – y algunos no tan importantes, en lo que se refiere a producción, como son Myanmar y Sudan. Los Estados Unidos también han intentado, aunque con menos fortuna, mantener a las compañías petroleras de otros países lejos de esos países sancionados. Los altos precios del petróleo han llevado a renovar las llamadas, incluyendo una realizada por un antiguo participante en el Seminario, Irwin M. Stelzer, a interceder ante México, Kuwait y Arabia Saudita para que abriesen sus espitas de petróleo, a fin de aumentar la producción y bajar los precios, como una condición para que los Estados Unidos siguiese apoyándoles, o bien, tuviese un trato de favor hacia estos países. Los Presidentes Bush y Cheney ya han dado señales de querer una política energética nacional que incluya una gran parte del mercado y lo considere un asunto de seguridad nacional. Llevar este plan intacto al Congreso se ha complicado ahora con motivo del

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secuestro del Senado por parte de los Demócratas, como respuesta, en parte, a un anterior secuestro de la Casa Blanca por parte de los Republicanos. Sin embargo, se puede esperar con alguna razón que habrá alguna forma de plan energético nacional para cuando nos volvamos a encontrar el próximo año y que no será del agrado de todos los que han estado presentes en este Seminario o los que estarán en el próximo. Me pareció gracioso lo que leí recientemente en un editorial del periódico conservador de ese país, el Wall Street Journal, una defensa del plan energético propuesto por la administración, que hacía hincapié en el hecho de que los Estados Unidos ya consumen alrededor de tropecientos millones de energía al año – que significa una cantidad enorme de ceros – y seguía afirmando que sólo este hecho describe de forma muy sencilla la vida diaria de los ciudadanos de ese país en el siglo 21. “Así somos y es lo que somos”. Y ahora para terminar, me he referido en varias ocasiones a la forma en que este Seminario ha evolucionado a lo largo de las 11 ediciones que le han precedido. Lo que no ha cambiado, sin embargo, ha sido la elegante hospitalidad de nuestro anfitrión, Repsol YPF, y los esfuerzos realizados en la preparación y organización de las reuniones por parte de Repsol YPF, la Fundación Repsol YPF y la Universidad de Harvard. Me gustaría hacer extensivo este agradecimiento a Alfonso Cortina, José Luis Díaz Fernández y Bill Hogan y a sus equipos respectivos, por reunirnos de nuevo en esta maravillosa ubicación durante dos días de debates tan entretenidos, pero a la vez de tranquila reflexión sobre una variada gama de asuntos relacionados con la energía, que nos afectan como productores que somos y también como consumidores, o como políticos, o como directivos de corporaciones, o como académicos. Finalmente, en nombre de todos los que hemos llegado de fuera, agradezco a todos nuestros colegas españoles y a nuestro anfitrión su cortés acogida, su cálida amistad, y por compartir con nosotros, durante unos cuantos días cada año, otro rincón espectacular de su bello país.

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BIOGRAFIAS DE LOS CONFERENCIANTES Stephen L. Baum es Presidente Ejecutivo y CEO de Sempra Energy, una corporación ubicada en San Diego, que suministra electricidad, gas natural y otro productos y servicios en el ámbito internacional a más de nueve millones de clientes. El Sr. Baum ha dirigido Sempra desde su fundación en 1998, donde ha ejercido las funciones de Vicepresidente, Presidente y Director de Operaciones. Antes de eso, desde 1996 a 1997, fue directivo de Enova Corp., la compañía predecesora de Sempra, y desde 1993 a 1997, fue Vicepresidente Ejecutivo de San Diego Gas & Electric Co. (SDG&E), una de las principales empresas subsidiarias de Sempra. El Sr. Baum, de hecho, fue Director de Sempra durante el periodo de la reestructuración de la electricidad en California. Además, ha estado involucrado de forma activa en dirigir el desarrollo de las operaciones internacionales de Sempra Energy, incluyendo la conclusión de las negociaciones llevadas a cabo con total éxito para construir, junto con sus socios, los sistemas de distribución de gas natural en Mexicali y Chihuahua, México. Antes de unirse a SDG&E en 1985, el Sr. Baum estuvo relacionado con la ley de servicios en la Costa Este, incluyendo un periodo en el que actuó como Vicepresidente y Consejero General de la New York Power Authority desde 1982 hasta 1985. El Sr. Baum es licenciado en Leyes por las Universidades de Virginia y de Harvard Jane Collin es editora de Energy Compass con base en Londres, una publicación semanal que examina las relaciones en el ámbito internacional entre el petróleo y la política. Esta publicación es una de las de Grupo Energy Intelligence (EIG) que incluye, entre otras, Petroleum Intelligence Weekly. Antes de regresar a Londres en 1999, la Srta. Collin trabajó en las oficinas de EIG en Estados Unidos durante una década, como editora de The Oil Daily y asimismo publicó artículos en otras publicaciones del Grupo EIG. Antes de unirse al Grupo EIG, la Srta. Collin trabajó en Midldle East Economic Digest en Londres. Es licenciada por la Universidad de Oxford, Colegio Lady Margaret May. Alfonso Cortina de Alcocer ha sido Presidente Ejecutivo de Repsol YPF desde Julio de 1999 y miembro del Consejo de Administración de YPF desde Febrero de 1999. Con anterioridad a la fusión, fue Presidente Ejecutivo de Repsol S.A. desde 1996 hasta 1999.

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Desde 1984 hasta 1996 fue Vicepresidente-Consejero Delegado y Presidente de la Comisión Delegada, Presidente-Consejero Delegado y Presidente del Consejo de Administración de Portland-Valderribas. El Sr. Cortina tiene gran experiencia en el negocio de la banca, ya que ha ocupado puestos de gran responsabilidad en el Grupo del Banco de Vizcaya, Banco Hispano Hipotecario, Sociedad de Crédito Hipotecario y Banco Zaragozano. Sus actividades profesionales incluyen la Presidencia de la Asociación Hipotecaria Española, también es miembro del Comité Ejecutivo de la Federación Hipotecaria Europea. En 1995 fue nombrado “Empresario del Año” por la Cámara de Comercio e Industria de Madrid. El Sr. Cortina es Ingeniero Superior Industrial por la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales (ETSII) y Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad de Madrid, respectivamente. José Luis Díaz Fernández ha sido Presidente de la Fundación Repsol YPF desde su creación en Enero de 1996, con la misión de coordinar el esfuerzo de Repsol YPF en la promoción de las actividades culturales, educativas y de investigación relacionadas con la energía y la sociedad en general. También es Vicepresidente de la Fundación YPF. Fue Director General de Energía en el Ministerio de Industria, puesto que dejó para pasar a la industria privada en 1975, formando parte de Repsol desde su creación en 1987. En Repsol ha ocupado cargos tales como el de Presidente de Repsol Petróleo S.A. y Presidente de CAMPSA. El Sr. Díaz Fernández es miembro del Consejo de Administración y del Comité Ejecutivo de CLH y Petronor, S.A. así como miembro de la Academia Española de Ingeniería. Es Doctor Ingeniero de Minas por la Universidad Politécnica de Madrid, donde también forma parte de la Facultad de la Escuela de Minas. Gerald Doucet se convirtió en Secretario General del Consejo Mundial de la Energía (CME) en septiembre de 1998. Radicado en Londres desde 1923, el Consejo Mundial de la Energía cuenta en la actualidad con 90 comités y su trabajo está dirigido a un amplio abanico de aspectos de la energía, incluyendo los escenarios de la energía, las estructuras de mercados energéticos, el medio ambiente, y la pobreza energética. Antes de acceder al cargo, el Sr. Doucet tuvo varios puestos en organizaciones del gobierno y de la industria, así como en relaciones internacionales. Comenzó su carrera con el gobierno de Canadá en asuntos de economía y política, y después pasó a ser Vicepresidente del Consejo de Detallistas de Canadá desde 1982 hasta 1987. Desde 1988 hasta 1992 fue Agente General de Ontario en Europa. Fue Director Fundador y sirvió como Presidente de la Asociación de Desarrollo Europa-Canadá desde 1992 hasta 1994. Desde 1994 hasta 1998 fue Presidente Ejecutivo de la Asociación Canadiense de Gas. El Sr. Doucet es graduado en Económicas por la Universidad de Carleton. Nemesio Fernández-Cuesta es Presidente de Prensa Española, un gran grupo de prensa español que publica el influyente diario ABC . Antes de pasarse al periodismo, el Sr. Fernández-Cuesta tuvo puestos de mucha responsabilidad en la industria energética española, tanto en el sector público como en el privado. En la década de los 80, ocupó diversos puestos en el gobierno, tales como Subdirector de Petróleo, Gas y Agua. Pasó a formar parte del Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH) y después a Repsol en la época de su fundación. Ocupó el cargo de Vicepresidente Ejecutivo de Repsol Comercial desde 1991 hasta 1996. En 1996 volvió a formar parte del gobierno, como Secretario de Estado de la Energía y Recursos Mineros, en el Ministerio de Industria y Energía. El Sr. Fernández-Cuesta es graduado en Económicas y Dirección de Empresas

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por la Universidad Autónoma de Madrid. Es miembro del Grupo Español de la Comisión Trilateral. Michel P. Florio es Abogado Senior en The Utility Reform Network (TURN) un destacado bufete de abogados de defensa de los consumidores en California. En este puesto, el Sr. Florio supervisa todo el programa legal de TURN y tiene responsabilidad principal en los importantes trabajos de TURN relacionados con los aspectos energéticos. Desde que se unió a esta organización en 1978, el Sr. Florio ha participado en los procedimientos más importantes relacionados con la energía en la Comisión de Servicios Públicos de California y así mismo ha testificado como experto en gran número de casos, incluyendo requisitos de impuestos, políticas de compra de gas, ubicación de costes y diseño de impuestos. En la era actual de la reestructuración de la electricidad, forma parte de la Junta de Gobierno del Operador del Sistema Independiente de California (CAISO). Antes de volver su atención a los servicios, el Sr. Florio fue propietario de un club de blues. Se graduó en Derecho por la Universidad de Nueva York, tiene un Master en Relaciones Públicas de la Universidad de Princeton y un título de la Universidad del Estado de Bowling Green. Wayne Greenberg fue Presidente del Financial Times Energy (FTE) desde julio de 1999 hasta septiembre de 2001. En ese puesto, supervisó las operaciones comerciales de varios diarios relacionados con la energía, que publicaba ese grupo. Después de dejar FTE, el Sr. Greenberg ha continuado sus relaciones con la industria energética como capitalista independiente y como miembro de los Consejos de varias empresas. Anteriormente, el Sr. Greenberg ocupó varios puestos de responsabilidad en editoriales, incluso el de Presidente de E Source, así como el de Presidente de Shepards/McGraw-Hill, el arma legal de las compañías McGraw-Hill. Antes de unirse a Shepard’s, ocupó puestos directivos en Lexis-Nexis, el mayor suministrador de información en la red para mercados profesionales. El Sr. Greenberg también pasó varios años como Decano Asociado en la Facultad de Derecho de la Universidad de Tulane. Previamente, en su carrera, estuvo involucrado en varias empresas comerciales. El Sr. Greenberg tiene un título de la Facultad de Derecho de la Universidad de Tulane y un Master de esa misma Universidad, así como un título en Comunicaciones Públicas de la Universidad de Boston. Anthony B. Hayward ha sido Vicepresidente de Finanzas del Grupo en BP desde septiembre de 2000. Es responsable del día a día de la marcha del Grupo de Tesorería y Operaciones de Fusiones y Adquisiciones Globales. Anteriormente a este puesto, el Sr. Hayward pasó más de tres años como Vicepresidente y Director del Grupo para BP Amoco Exploration & Production CO. Ha realizado un trabajo muy importante para BP Exploration, enfocándose principalmente en Venezuela y Colombia. El Sr. Hayward fue nombrado Director del Instituto de las Américas y Presidente del Consejo Superior de la Escuela Británica en Caracas, Venezuela. Escribió más de 30 documentos científicos desde 1980 hasta 1994. El Sr. Hayward obtuvo su título de la Universidad de Birmingham y su doctorado de la Universidad de Edimburgo, ambos en geología. Julio Herrera Oneto y Viana ha sido Secretario Ejecutivo de la Organización de Energía de Latino América (OLADE) desde 2000. Anteriormente, fue Ministro de Industria, Energía y Minas de Uruguay desde 1996 hasta 2000 y Presidente del Comité del Consejo Mundial de la Energía. Escribe y da conferencias habitualmente sobre asuntos de la energía, la privatización y el papel que debería desempeñar el sector

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público en este negocio. El Dr. Herrera da clases en la Facultad de Derecho y en la Universidad de la República Oriental de Uruguay. Obtuvo su doctorado en Derecho y Ciencias Sociales en la Facultad de Derecho de Uruguay y en la de Ciencias Sociales. William W. Hogan es profesor de la Cátedra Lucius N. Littauer de Política Pública y Administración en la JFK School of Government, en la Universidad de Harvard. El Prof. Hogan es Director de Investigación en HEPG, Grupo de Política Eléctrica de Harvard, que está explorando los aspectos relacionados con la transición a un mercado eléctrico más competitivo. Es Director de LECG, LLC, donde lleva a cabo estudios relativos a la reestructuración de la industria energética, precios, redes y accesos así como privatización a escala mundial. El Prof. Hogan está comprometido en el diseño y mejora de mercados de electricidad competitivos en muchas partes de los Estados Unidos y en el resto del mundo. Es Licenciado de la Academia Aérea de los Estados Unidos y Doctor por la UCLA. Maria Luisa Huidobro y Arreba es Presidenta Ejecutiva de OMEL (Compañía Operadora del Mercado Español de Electricidad). También forma parte del Consejo de Administración de la REE (Red Eléctrica de España). Desde 1990 hasta 1997, la Sra. Huidobro ocupó el cargo de Directora General de la Energía en el Ministerio de Industria y Energía, durante el crítico periodo en el que se llevó a cabo el trabajo de base para la liberalización de la industria energética. Es asimismo miembro del cuerpo docente de ICADE (Universidad Pontificia de Comillas) en Madrid. Chakib Khelil fue designado Ministro de Energía y Minas de Argelia en 1999, con un mandato que incluye el desarrollo de la estrategia internacional de negocios de Sonatrach. Esta designación es el punto culminante del trabajo llevado a cabo durante tres décadas por el Dr. Khelil en el campo de la energía en el ámbito internacional. Su carrera comenzó trabajando para Shell y Phillips en Oklahoma en 1968. Regresó a Argelia en 1970 para ponerse a la cabeza del Departamento de Ingeniería del Petróleo de Sonatrach. Fue Presidente de Sonatrach hasta 1976. Mientras estuvo con Sonatrach, escribió un estudio que tuvo gran influencia, que trataba sobre el desarrollo de la industria del gas natural en Argelia, y examinaba las formas de mejorar la producción y la exportación de los recursos del gas argelino, que estaban hasta entonces infrautilizados. Posteriormente, el Dr. Khelil ocupó un cargo en el Banco Mundial con sede en Washington D.C., en el que se concentró en los problemas de aguas arriba en lo relacionado a la exploración y producción de petróleo y gas. El Dr. Khelil fue Presidente de la Conferencia de la OPEP en 2001. El Dr. Khelil obtuvo su Doctorado en Ingeniería del Petróleo en la Universidad A&M de Texas. Kenneth L. Lay ha sido Presidente de Enron desde 1986 y también ocupó el cargo de Director General de la Corporación desde 1985 hasta febrero de 2001. El. Dr. Lay ha formado parte de Enron desde su fundación en 1985, después de la fusión con Houston Gas Natural, donde ocupó el cargo de Presidente Ejecutivo y en InterNorth INC. El Dr. Lay forma parte de los Consejo de Administración de muchas empresas y también tiene grandes compromisos con el sector público, incluyendo una temporada con Recursos para el Futuro, el Consejo de Gobierno de la Universidad de Howard, las Becas de Intercambio Eisenhower, el Instituto de Empresa Americano, y la Comisión Trilateral. El Dr. Lay obtuvo su Doctorado en Ciencias Económicas en la Universidad de Houston. Obtuvo también un título en Phi Beta Kappa en Económicas y un Master en Economía, ambos de la Universidad de Misuri.

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William L. Massey ha sido Comisario de la FERC (U.S. Federal Energy Regulatory Commission) desde 1993. Ha participado de forma activa en la reestructuración de la industria del gas natural llevada a cabo por la FERC, especialmente por medio de la Ley nº 636, y fue uno de los principales arquitectos del desarrollo de la Ley nº 888, que fue la iniciativa histórica de la reestructuración de la electricidad por parte de la FERC. Desde 1997, el Sr. Massey ocupa el puesto de Comisario Jefe de la FERC en relación con la política de fusiones. Tiene amplia experiencia legal y política, tanto en las ramas judicial como legislativa del Gobierno Federal, incluyendo un puesto en el Comité para los Asuntos de la Energía y de Recursos Naturales en el Senado de los Estados Unidos. Antes de formar parte de FERC, el Sr. Massey se ocupó de la práctica legal en el sector privado. Obtuvo un título de la Facultad de Derecho de la Universidad de Georgetown y otro de la Facultad de Derecho de la Universidad de Arkansas. Bijan Mossavar-Rahmani es Presidente de Mondoil Corp., una compañía privada activa en operaciones internacionales petroleras y gasíferas, especialmente en África Occidental. Entre 1988 y 1996, fue Presidente de Apache International, Inc. Con anterioridad a esta fecha, ocupó el puesto de Director de Estudios Internacionales de la Energía, en el Centro de Política Medioambiental en la JFK School of Government, Universidad de Harvard. También fue Delegado en las Conferencias Ministeriales de la OPEP. El Sr. Mossavar-Rahmani ha publicado más de diez libros y docenas de artículos sobre mercados energéticos mundiales. Sus libros incluyen OPEC and the World Oil Outlook, Natural Gas in Western Europe, Energy Security Revisited, y The OPEC Natural Gas Dilemma. Ha formado parte de varios Grupos, tales como el Grupo Internacional Consultivo de Oriente Medio, Presidente de del consejo de Administración de Foxtrot Intl. LDC., Director del Consejo Americano-Iraní, ha sido miembro del Consejo de Corporación Consultiva del Grupo Eurasia, y Director de la Fundación Persépolis. Se licenció en las Universidades de Princeton y Harvard y es Commandeur de l’Ordre de la Côte d‘Ivoire. Dominique Ristori es Director de Asuntos Generales de la Comisión Europea para la nueva Dirección General de Energía y Transporte. En este puesto tan importante para dirigir la liberalización en Europa, supervisó la política general y las relaciones entre las instituciones, todos los aspectos internos de los mercados, incluyendo las competencias y el servicio público y las relaciones internacionales. En la Comisión Europea, donde está desde 1978, el Sr. Ristori ocupó varios cargos, incluyendo el de Director de Política Energética. El Sr. Ristori tiene un diploma del Instituto de Estudios Políticos (París), es titulado en Derecho (Niza) y tiene un Certificado Internacional de Estudios (Niza). Álvaro Silva Calderón es Ministro de Energía y Minas de Venezuela y miembro del Consejo Mundial de la Energía. Anteriormente, había ocupado el cargo de Viceministro y asesor legal del Ministro de Energía y Minas. Como miembro del Parlamento de Venezuela, formó parte de la Cámara de Representantes, en la Comisión de Energía y Minas y fue Presidente de la Subcomisión de los Tratados. El Dr. Silva Calderón es licenciado en Derecho por la Universidad Central de Venezuela y ha formado parte del cuerpo docente de esta institución. Jan Smutny-Jones es Director Ejecutivo de la Asociación Independiente de Productores de Energía de California. Ha tenido un papel muy principal en la reestructuración, y ha tomado parte en la emisión de la Escritura Pública de Constitución (MOU) en 1995, así como en la legislación de la reestructuración del Estado de California, que se llevó a cabo en 1996. También ha presidido la Junta de

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Gobierno del Sistema de Operadores Independientes de California y ha formado parte de la Junta de Gobierno del Comité de Electricidad y de la Junta Asesora de la Reestructuración de California. El Sr. Smutny-Jones obtuvo su titulación en la Facultad de Derecho de Loyola y ha llevado a cabo trabajo de postgraduado en asuntos del medio ambiente en la Universidad del Sur de California.

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LISTA DE PARTICIPANTES Juan Bachiller Director de Relaciones Internacionales Repsol YPF Paseo de la Castellana, 280 28046 Madrid, España

Carmen Becerril Martínez Directora General de Política Energética y Minas Ministerio de Economía Paseo de la Castellana, 160 28071 Madrid, España

Juan Badosa Pages Vicepresidente Ejecutivo de Química Repsol YPF Paseo de la Castellana, 280 28046 Madrid, España

Abdelbaki Benabdoun Asesor Ministerio de Energía y Minas 80 Avenue Ahmed Ghermoul Argel, Argelia

Vicky Bailey Secretario Adjunto para Asuntos Internacionales y Política Nacional U.S. Department of Energy 1000 Independence Avenue, SW Washington, DC 20585, EEUU

Abdelkrim Benghanem Director General Somelgaz 2 Boulevard Krim Belkacem Argel, Argelia

Safiatou Ba-N’Daw Directora Unidad Especial para la Cooperación Técnica entre los Países en Vías de Desarrollo United Nations Development Program 304 East 45th Street New York, NY 10017, EEUU

Moulay Baghdad Benmahdi Asesor Ministerio de Energía y Minas 80 Avenue Ahmed Ghermoul Argel, Argelia

Stephen L. Baum Presidente y Consejero Delegado Sempra Energy 101 Ash Street San Diego, CA 92101, EEUU

Khaled Boukhelifa Director General de Energía Ministerio de Energía y Minas 80 Avenue Ahmed Ghermoul Argel, Argelia

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Noureddine Boutarfa CEO Algerian Energy Company (AEC) 12 Boulevard Krim Belkacem Argel, Argelia

Nemesio Fernández- Cuesta y Luca de Tena Presidente Prensa Española Juan Ignacio Luca de Tena, 7 28027 Madrid, España

Kathleen Brown Managing Director Goldman Sachs 85 Broad Street New York, NY 10004, EEUU

Michel P. Florio Senior Attorney The Utility Reform Network (TURN) 711 Van Ness Avenue San Francisco, CA 94102, EEUU

Humberto H. Calderón Berti Presidente Calderón Berti y Asociados Avenida Circunvalación del Sol Centro Profesional Santa Paula 1050 Caracas, Venezuela

Eduardo García Moreno Coordinador Internacional Repsol YPF Paseo de la Castellana, 278 28046 Madrid, España

Jane Collin Editor Energy Compass Holborn Towers 137-144 High Holborn London, WC1V 6PW, Reino Unido

Mariano Gentilini Spain and Portugal Country Manager Enron Corporation Príncipe de Vergara, 132 28002 Madrid, España

Clara Coro Directora de Economía y Planificación de Hidrocarburos Ministerio de Energía y Minas Avenida Lecuna, Torre Oeste, Parque Central Urbanidad El Conde, Parroquia de San Agustín 1010 Caracas, Venezuela

Antonio González-Adalid García-Zozaya Vicepresidente Ejecutivo, Gas y Electricidad Repsol YPF Paseo de la Castellana, 280 28046 Madrid, España

Alfonso Cortina de Alcocer Presidente Ejecutivo Repsol YPF Paseo de la Castellana, 278 28046 Madrid, España

Wayne Greenberg 2371 Linden Drive Boulder, CO 80304, EEUU

José Luis Díaz Fernández Presidente Fundación Repsol YPF Calle Juan Bravo, 3B 28006 Madrid, España

Ali Hached Vice President Sonatrach Djenane el Malik Hydra, Argelia

Gerald Doucet Secretary General World Energy Council Regency House, 1-4 Warwick Street London, W1B5LT, Reino Unido

Anthony B. Hayward Group Vice President-Finance BP PLC Britannic House, 1 Finsbury Circus London, EC2M 7BA, Reino Unido

Joan Fageda Aubert Alcalde Palma de Mallorca Plaza de Cort 07001 Palma de Mallorca, España

Nuria Henche Ruiz Departamento de Relaciones Internacionales Repsol YPF Paseo de la Castellana, 278 28046 Madrid, España

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Julio Herrera Oneto y Viana Executive Secretary Latin American Energy Organization (OLADE) Avenida Occidental - N5863 Sector San Carlos Quito, Ecuador

William L. Massey Commissioner U.S. Federal Energy Regulatory Commission 888 First Street, NE Washington, DC 20426, EEUU

William W. Hogan Lucius N. Littauer Professor of Public Policy and Administration Kennedy School of Government Harvard University 79 John F. Kennedy Street Cambridge, MA 02138, EEUU

Gian Marco Moratti President SARAS SpA Galleria de Cristoforis, 8 20122 Milan, Italia

María Luisa Huidobro y Arreba Presidenta Compañia Operadora del Mercado Español de Electricidad (OMEL) Calle Alfonso XI, 6 28014 Madrid, España

Carmelo de las Morenas López Chief Financial Officer Repsol YPF Paseo de la Castellana, 278 28046 Madrid, España

Ira Jolles Senior Vice President and General Counsel GPU 300 Madison Avenue Morristown, NJ 07960, EEUU

Gwyn Morgan President and CEO Alberta Energy Company 3900, 421-7 Avenue, SW Calgary, Alberta T2P 4K9, Canadá

Chakib Khelil Minister of Energy and Mines 80 Avenue Ahmed Ghermoul Argel, Argelia

Bijan Mossavar-Rahmani Chaiman Mundoil Corporation Monte Aplanado Mora, NM 87732-1010, EEUU

Adrián Lajous 4 Grosvenor Place London, SW1X 7DL, Reino Unido

Raúl Muñoz Leos Director General Petróleos Mexicanos (PEMEX) Marina Nacional, 329 Colónia Huasteca, Delegación Miguel Hidalgo C.P. 11311 México D.F., México

Kenneth Lay Chairman Enron Corporation 1400 Smith Street Houston, TX 77251, EEUU

Luis Javier Navarro Vigil Presidente BP Oil Spain María de Molina, 6 28006 Madrid, España

José Luis López de Silanes Director General Gas Natural SDG, S.A. Avenida de América, 38 28028 Madrid, España

Juan Antonio Ortega Díaz-Ambrona Director Corporativo de Asuntos Institucionales y Corporativos Repsol YPF Paseo de la Castellana, 278 28046 Madrid, España

Luis Mañas Director Corporativo de Planificación y Control Repsol YPF Paseo de la Castellana, 278 28046 Madrid, España

Joan Perchés Escandell Director General de Energía Comunidad Autónoma de las Isalas Baleares Llotja de Mar, 3 07012 Palma de Mallorca, España

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Ramón Pérez Simarro General Director, Electricidad Repsol YPF Paseo de la Castellana, 280 28046 Madrid, España

Jorge Segrelles Director General Refino y Marketing, Europa Repsol YPF Paseo de la Castellana, 278 28046 Madrid, España

Rafael Piqueras Director Corporativo de Asuntos Jurídicos Repsol YPF Paseo de la Castellana, 278 28046 Madrid, España

José Antonio Segurado Presidente Segurado and Galobart (SG) Calle Capitán Haya, 3 28020 Madrid, España

Paul Portney President Resources for the Future 1616 P Street, NW Washington, DC 20036, EEUU

Eric Shaw Head of Continental Europe Operations Enron Corporation Enron Europe Ltd. Enron House, 40 Grosvenor Place London, SW1X 7EN, Reino Unido

Miguel Angel Remón Gil Vicepresidente Ejecutivo de Exploración y Producción Repsol YPF Paseo de la Castellana, 278 28046 Madrid, España

Álvaro Silva Calderón Ministro de Energía y Minas Avenida Lecuna, Torre Oeste, Parque Central Urbanidad El Conde, Parroquia de San Agustín Caracas, Venezuela

José Manuel Revuelta Lapique Director Corporativo Adjunto al Presidente Repsol YPF Paseo de la Castellana, 278 28046 Madrid, España

Jan Smutny-Jones Executive Director Independent Energy Producers Association (IEPA) 1112 I Street Sacramento, CA 95814, EEUU

Dominique Ristori Director of General Affairs Directorate General for Energy and Transport European Commission 200 Rue de la Loi 1049 Bruselas, Bélgica

Guzmán Solana Presidente Ejecutivo Enagas Paseo de los Olmos, 19 28005 Madrid, España

Pascual Sala Secretario General UNESA Calle Francisco Gervás, 3 28020 Madrid, España

Robert N. Stavins Albert Pratt Professor of Business and Government Kennedy School of Government Harvard University 79 John F. Kennedy Street Cambridge, MA 02138, EEUU r

Juan Sancho Rof Vicepresidente Ejecutivo de Refino y Marketing Repsol YPF Paseo de la Castellana 28046 Madrid, España

Pablo Terán Ribadeneira Ministro de Energía y Minas Juan León Mero N26-220 y Avenida Orellana Edificio MOP Quito, Ecuador

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PUBLICACIONES DE REPSOL YPF Repsol YPF publica material de referencia para facilitar el conocimiento de asuntos de la mayor importancia en la industria energética, así como otros asuntos de interés. Ensayos, libros, seminarios / conferencias se publican tanto en ingles, castellano o francés. El material publicado expresa únicamente la opinión de sus autores y no necesariamente la de la Fundación Repsol YPF, Repsol YPF y su Grupo de empresas. LAS SERIES DE REPSOL YPF-HARVARD • Repsol-Harvard Executive Session on Petroleum Policy, 1988. • Repsol-Harvard Executive Session on Petroleum Policy, 1989. • Repsol-Harvard Exeuctive Session on Petroleum Policy, 1994. • Repsol-Harvard Seminar on Energy Policy, 1995. • Repsol-Harvard Seminar on Energy Policy, 1996:

Competition and Realignment in Global Energy Markets. • Repsol-Harvard Seminar on Energy Policy, 1997:

Energy After 2000. • Repsol-Harvard Seminar on Energy Policy, 1998:

Geopolitics, Energy and the Future. • Repsol-Harvard Seminar on Energy Policy, 1999:

Preparing for the Twenty-first Century. • Repsol-Harvard Seminar on Energy Policy, 1999:

10 Años Universidad, Empresa, Energía / 10 Years Education, Enterprise, Energy

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• Repsol YPF-Harvard Seminar on Energy Policy, 2000: Energy Policies and Markets: New Trends or Old Cycles?/ ¿Nuevas Tendencias o Antiguos Ciclos?

• Repsol YPF-Harvard Seminar on Energy Policy, 2001: Energy Liberalization and Regulation Revisited/ Liberalización y Regulación de la Energía – De Nuevo

LA COLECCION REPSOL YPF • Repsol-Universidad Internacional Menéndez Pelayo, Seminario Clima y Ecología:

La influencia humana en los cambios climáticos, 1989. • Repsol-Universidad Internacional Menéndez-Pelayo, Seminario La Inteligencia

Artificial y el Control en Tiempo Real, 1991. LAS SERIES DE LA FUNDACION REPSOL YPF • Seminario Nuevas Tendencias sobre Control Avanzado: Redes Neuronales, 1997. • Conferencia de José Manuel Sánchez Ron – Falsos Mitos: Ciencia vs. Tecnología.

Reflexiones sobre política científica, 1997. • Seminario El subsuelo como medio estratégico de almacenamiento, 1997. • Seminario Relaciones entre Marruecos, La Unión Europea y España, 1997. • La UEM y el mercado de trabajo en España: Costes y Beneficios, Juan J.

Dolado/Daniel Gros/Juan Jimeno, 1998. • Seminario Nuevas tecnologías en exploración-producción de hidrocarburos y su

impacto en el nivel mundial de reservas, 1998. • Gestión del mantenimiento industrial – Traducción del libro de A. Kelley y M. J.

Harris, Management of Industrial Maintenance, 1998. • Seminario Refino 2000, 1998. • Foro Formentor. El Mediterráneo en la encrucijada de un nuevo milenio, 1999. • Foro Formentor. La seguridad en el Mediterráneo, 2000. • Seminario Aprender a conocerse. Percepciones sociales y culturales entre España

y Marruecos, 2000. • Las tecnologías de la información en la nueva economía, Leandro Pérez

Manzanera, 2001.

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