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El Tiempo .

No tengo mas que regresar las horas

que corren a la urgencia de los días

para enlazar tus manos que son mías

entre mis manos tuyas , sin demoras .

Retuerzo manecillas trasgresoras

en relojes que dictan monarquías

sobre las vidas tristes y vacías

que del amor son víctimas , deudoras .

Cronometrar tu ausencia me lastima ,

por ello me declaro en rebeldía

hasta que el tiempo de su andar me exima

del paso de la noche hacia el día ,

dejando atrás minuto que reprima

el deseo de soñarte , prenda mía .

© Oscar Hernández Benavente

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Debo Enseñarte.

Debo enseñarte , ahora , que has estado

descubriendo que existe otro camino ,

que nunca has permitido que el destino

borrase aquel amor que me hayas dado :

Si al llegar la noche , ante tu almohada ,

repites una a una mis palabras ,

y al despertar , cuando tus ojos abras ,

persisten en tu alma , Enamorada ,

si al recordarte en mi , si al mirarte

retratada en espejos solitarios

añoras con tristeza aniversarios

que debimos cumplir . Debo enseñarte :

Debo enseñarte que no habré partido ,

que en tus mañanas soy el alimento

primero entre tus labios , tu sustento

del día y de tu anochecer querido .

Debo enseñarte : peino tus cabellos

en la ternura de tus propias manos .

Cuando suspiras pensamientos vanos

soy el suspiro ...y la esencia en ellos.

Cuando sonríes cariñosamente ,

y cuando lloras , cuando sientes frío ,

ya soy sonrisa , lágrima de hastío ,

un "siempre tuyo" y tu calor presente .

Y , si nostalgia sufres de caricia

de amor , la que nos dimos esa tarde ,

tienes mi boca en la tuya que arde

de desnudez ausente de malicia ,

Debo enseñarte así , en otra era ,

en otro espacio , dulce , imaginarte ,

nuestro ideal del corazón amante

y la utopía de darnos sin espera .

© Oscar Hernández Benavente.

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Alquimista de espejos.

I

En tu rostro se anidan cicatrices

de curar tantas ánimas heridas .

Tu mirada delata sufrimientos

cuando por las rendijas de tus ideas

escapan ríos de lágrimas secas

con el rancio sabor de ayeres desgastados .

Recoges cúmulos de desconcierto ajeno

y los trastocas con la magia infinita de tus manos .

Conviertes desconsuelo en regocijo .

Mudas rechazo por cariños inauditos.

Elevas el regocijo a plenitudes celestiales .

Conviertes un ego desahuciado

en envidiable espada incendiaria de pasiones .

Alquimista de espejismos ,

¿ Que cielos miran tus ojos ? ,

¿ que llanos acarician las yemas de tus dulces dedos ? ...

te arrinconas en el desesperado intento

de resistir otro embate de infortunio ,

tu fetalismo no funciona como antes

en este recurrente castigo autoinfringido

que te agobia en cada nuevo ocaso .

Tuviste un pasado . Y lo extraviaste

buscando la palabra que se cruza

en dos vocales horizontales del crucigrama

que define el objetivo de la existencia .

Cuatro letras perdidas . Tu acertijo .

II

En tu rostro se anidan soledades

de tantas y tantas vidas que has bebido .

Guarecerse en el refugio de una mentira

ya no te da la suerte del placebo espiritual

si en la constancia de tu oficio te alimentas

del turbio líquido de la satisfacción ajena .

¿ Te imaginabas así ? ,

¿serían tus pechos el refugio de fijaciones infantiles

? ...

Hoy eres el consuelo de todos los deseos ,

entre tus piernas se anidan mil promesas

de trascendencias extraviadas , inconclusas ;

las heridas no se cosen con saliva de mil besos ,

ni el tintineo de copas en noches de embrujos ,

No habrá mieles de luna para sembrar tu campo

generoso .

Nunca serás amada de amar tanto ...

La hiel inoculada en el laberinto de tus venas

imprime sendas llagas en las áureas

sábanas que desganadamente cubren

el amoroso encanto de tu indecencia .

Desengrana poco a poco la pesada maquinaria

que sustenta tu pensamiento corrompido ,

libérate en mis brazos , que aun así te quiero ,

amorosa ...

encanta mis decencias y hazme tuyo .

© Oscar Hernández Benavente .

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Desde ayer.

Te escribo desde Ayer , en este ahora ,

abrazando tu abrazo en un banca

del mismo parque en que la vida franca

me regaló de ti el primer suspiro

alejado del ruido de las cosas ;

desde el mismo verano , mariposas

pinceladas de un cielo que se antoja

de caricias , de risas y palomas ,

misma tarde soleada , de aromas

de las flores , de tierra y de humedades .

Ayer , tarde de siempre , tarde plena ;

y no son otras manos que te escriben ,

son estas , que ventura no conciben

si con las tuyas ya no son cadena .

Te escribo desde ayer . Así lo hago

a cada paso y cada desmotivo

en esta absurda cuesta que he sentido ,

sintiendo como cuesta estar andando .

Me pregunto que ha sido de tu vida ...

me pregunto , ¿ existe despedida

que duela mas que el puño de cristales

que he llevado en las venas día con día ,

desde tu adiós por siempre ? . Agonía .

Tu recuerdo me sangra lentamente .

Revelarme tan solo me sofoca .

Por eso escribo ayer , mismo destino ,

con estas mismas manos en camino

de tu abrazo al suspiro de tu boca .

© Oscar Hernández Benavente .

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Miradas .

Silencio . Hay miradas que gritan ,

olas y rocas que se abrazan ,

emociones desnudas ,

parajes verdes ,

agua...

Hay miradas que atan la ternura

y la visten de complicidad ,

mascarada y fiesta ,

juego prohibido ,

huida...

Hay miradas eternas que delatan

su amor incomprensible :

siempre te he amado ,

¿ porque te alejaste ,

Vida ? ...

Hay miradas que hacen mañanas ,

hacen días , hacen noches ,

nos hacen eternidad .

Un día nos hacen

completos...

© Oscar Hernández Benavente

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Lepidóptera .

Despertaste en la angustia de otro mismo sueño extraño

masticando el umbral de la soledad que te procuras .

Has libado veneno de tu llanto y tus ojeras negras .

Un congelado escrúpulo te huye receloso , afligido ,

no hallará mas resguardo , ni cabida entre tu juicio ,

será preso entre los climas de cada latitud de piel .

¿ A quien has fascinado hoy ? ...

¿ Que duelo has provocado en la quietud de un alma buena ? ...

Tu eres la inconsciencia de la carne ,

de tu parte inmaterial se alimentan otras pupas

que algún día de verano tendrán color . O nunca .

No eres el vuelo de una alas , ni abandonas el

trance de una dolorosa metamorfosis .

Escribes con invisible tinta entre muslos extraños ,

derramando la sombra de dos pequeños soles

que apuntan hacia un sur que vibra ambicioso .

Gritarás un nombre ; cada vez distintas consonantes ;

palpitando en el tañer de la voz de tus entrañas

en la exigencia inescrutable del deseo .

Brillarás otra vez . Que se llene el rocío de luces singulares ,

que transiten por tu espalda , por su pecho complacido ,

haciendo consonancia a tu destino . O nunca lo hagas .

© Oscar Hernández Benavente .

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Lluvia.

Música de agua .

Devenir asombroso de viajeros lejanos

que en masivo suicidio escapan a sus cuerpos

obsequiando olor a tierra exuberante y generosa ,

a caricia fresca , alegre nostalgia , ansiado reencuentro ,

No me seduces .

Me abandonas en el peso de los días , de los años ,

fingiendo exageradas pulcritudes en el cielo .

Llueve en mis parajes somnolientes y ficticios ;

inmaterial cadencia de recuerdos que no existen .

Llueve y despiertan , se desnudan

al sollozo de algún cielo que macera inquietudes

en la copa de un rotundo desconsuelo .

! Cuantas hojas yaciendo en estos suelos ! ,

! cuantas víctimas del golpe de una gota ,

de dos gotas , de mil gotas ! .

Cuanta lluvia de diluvios tan tempranos que no llegan ,

que se esperan entre meses ordinarios ,

deslavados , insaboros , angustiantes ,

llueve por todo y por nada .

Llueve en los paisajes de mi adentro ,

en los ojos que no han visto tu luz , tu sombra ,

Llueve tras los cristales empañados

que conocen de tu nombre por la huella de mi dedo ,

Llueve en mi cuerpo sin tu abrazo

hoy , que no te conozco aun ,

que cuanta lluvia no has estado .

© Oscar Hernández Benavente .

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Despertar contigo .

Amaneceres quiero de tus días

descubriendo la luz de tu mirada ,

el perfume sereno de tu almohada ,

y el instante primero en que sonrías .

Quiero tu despertar , que sean mías

las memorias escritas en la nada ,

de tu noche en mi vida , abrazada

a tu entrega en sublimes fantasías .

Quiero tu devenir por las mañanas ;

el recuerdo tangible de tu beso

tendré cuando me insistas : " tengo

ganas

de sentir nuevamente todo el peso

de tu cuerpo hacia mi cuando me

amas"...

y vuelva a amanecer ... ya quiero eso .

© Oscar Hernandez Benavente

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No te deseo.

No intento de tu vientre ser un preso ,

ni que tu cuerpo sea mi geografía ,

no quiero continuar la fantasía

de ver tu desnudez con embeleso ,

no quiero alimentarme con tu beso ,

ni busco hacer de la ilusión tardía

la nube gris que rompa contra el día

en que me encuentres libre , a tu

regreso .

No te deseo , no , hoy lo has sabido .

Lo que siento por ti no tiene nombre ,

ni religión , ni signo conocido,

no tiene explicación , no admite olvido

:

es mas que eternidad , es alma de

hombre

con mas que amor por darte en un

latido .

© Oscar Hernández Benavente

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Encantado.

Este deseo de verla nuevamente .

Esta inquietud de estar cerca de ella

envuelto en la tibieza de su calma ,

encantado en su encanto

y abrazado de su alma .

Esta necesidad constante en los oídos

de saciarme la sed de las palabras

en el sereno cauce de su charla ,

sus medios tonos ,

su voz tan dulce .

Si perdí el pensamiento en sus sonidos ,

si extravíe la noción en su mirada ,

si detuvo mi tiempo y lo hizo suyo y su presencia aceleró mi pulso

robándolo sin pena a cada instante ;

ahora tengo en ella el tiempo y pulso

con que puedo escribir que ya la extraño .

© Oscar Hernández Benavente

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Nada en ti.

Hundido entre la sabana del alba ,

escucho el frágil paso de tu sombra ,

escucho tu latir cuando me nombra

con la voz que redime , que me salva ,

me abrigo en tu mirada de ternura ,

mas en el alma tu sentir es fuego

al que me doy solícito en el juego

de rendirme a tu aliento con premura ...

pero despierto ardiendo en la caricia

ungida con fervor desde mi sueño ,

para enterarme solo que soy dueño

de nada en ti ...y todo es injusticia .

¿ Porque sabe a mentira esta suerte ? ,

¿ porque este corazón asi me engaña?

¿ porque me arden las venas con tal saña ,

despues de imaginarte ...y no tenerte ?

Maldigo el devenir de mi suceso ,

maldigo la cadena del destino ,

malditas decisiones que sin tino

son la maldita carcel de este preso .

Quisiera ahogar la vida con mi llanto

pero estos viejos ojos se han secado ,

por eso , secuestrarte es el pecado

que sostiene mi fe , que abrigo tanto...

Esperaré la faz de la mañana

envejecida en nuevas soledades ,

vendrá la tarde y luego las verdades

serán siempre las mismas : vida vana .

Regresaré a la noche con el arte

fugaz y escapatorio del descanso

siempre lo haré dispuesto , manso ,

a soñar que un minuto puedo amarte .

© Oscar Hernández Benavente

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Donde estés.

¿ Como darle color a la distancia ? .

¿ Como cortar los nudos de la ausencia ? ,

¿ como vivirte lejos ? ... la existencia

de un yo , con un sin ti , es insustancia

que lastima implacable la constancia

con que mi alma exige tu presencia .

¿ Como dejarme ungir de indiferencia ,

si en esta piel se gesta tu fragancia ? .

Procuro no pensar que fuiste mía ...

...¿ a quien quiero engañar ? : ! te pienso tanto ! ,

que hilvanado demencias noche y día ,

me hundo en las arenas del quebranto

conjurando en favor de la osadía

de volver a tu tiempo , con mi llanto .

© Oscar Hernández Benavente

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Oscar Hernández Benavente

La presente producción digital es un pequeño pero

sincero reconocimiento a un buen amigo, escultor y

escritor por convicción.

El contenido escrito e intelectual de estas páginas es

totalmente autoría de Oscar y refleja mucho más que

pensamientos, anécdotas o sentimientos plasmados.

Con mucho cariño, respeto y admiración,

Tu amigo:

Lic. Gerardo Ramírez González

Jerry Toretto