cv 4 c8 afrontamiento y locus de control
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Primer ensayo de una clase virtual. Es la versión 0. Está en elaboración la clase virtual completa en una próxima publicación. V. 1.1TRANSCRIPT
Por: Orlando Tipismana Neyra
La necesidad de plantear un constructo para comprender, cómo las personas
evalúan y perciben las demandas de los estímulos y respuestas frente al estrés, según
el contexto y la situación, han sido ampliamente discutido a partir de los trabajos de
Susan Folkman y Richard Lazarus (1984, 1988 respectivamente). Éste factor, requiere
ser analizado en la estructura del promotor del cambio (Líder), como de la gestión del
cambio (Liderazgo), para no sólo entender su dinámica, cómo afecta al organismos y
cómo, se han desarrollado estrategias para su manejo en las diversas condiciones que
se presentan en las organizaciones. Condiciones relacionadas a la incertidumbre,
cambios rápidos tecnológicos, fusiones o, la misma dinámica de las relaciones
interpersonales entre los diversos actores de las empresas, siempre están
involucradas en este rasgo de la personalidad.
Sucede lo mismo con el Concepto Locus de Control (acuñado por Rotter) exige
precisar, el por qué, las personas que se forman para líderes, deberán comprender los
estilos de orientar sus atribuciones, creencias y expectativas a condiciones,
situaciones, personas u objetos externos o; en su defecto, atribuir a sus propias
capacidades para la toma de decisiones, frente a la tarea o la situación, como lo
plantean los modelos de liderazgo transaccional, transformador u otros.
Afrontamiento y Locus de Control, por tanto no son conceptos disjuntos, todo lo
contrario, son componentes conjuntos e integrados a la dinámica del comportamiento
del líder y su ejercicio (liderazgo) para la adecuada adaptación a las demandas
(P.ejm., afrontamiento al estrés) o, tomar decisiones atribuidas a influencias internas o
externas (p. ejm., Locus de control interno o externo frente a la demanda).
Afrontamiento
Se entiende por afrontamiento los esfuerzos cognitivos y conductuales
del individuo para hacer frente al estrés, es decir, para manejar tanto las
AFRONTAMIENTO Y LOCUS DE
CONTROL
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demandas externas como las internas generadoras del estrés, así como el
estado emocional desagradable vinculado a él (Lazarus, 1979). En la
actualidad se tiende a considerar que el afrontamiento ejerce un papel destacado
como componente mediador entre las circunstancias estresantes y la salud. Así,
algunas investigaciones han sugerido que los efectos que acompañan a un
afrontamiento activo (aumento de la tasa cardíaca y de la presión sistólica)
pueden tener importancia en el desarrollo de la hipertensión arterial y en la
cardiopatía coronaria (Obrist, 1981; Krantz y Manuck, 1984)
Las personas difieren en su estilo de afrontar, cuando tratan de modificar el
contexto; algunas personas tienden a utilizar distintos tipos de estrategias de
afrontamiento, considerando sus aprendizajes, experiencias, entrenamiento,
capacitación y/o la formación recibida a lo largo de su proceso de adquisición de
habilidades y destrezas personales, sociales. Estos estilos, por lo general, se orientan
al manejo de diferentes tipos de estrés y, la variabilidad de ese afrontamiento es
comúnmente conocida como Afrontamiento Flexible (Cheng C., 2010) La flexibilidad,
refleja por lo general, la tendencia de las personas a diseñar estrategias flexibles
para gestionar diferentes tipos de exigencias según las nuevas circunstancias que
se van presentando en el contexto (por ejemplo
El afrontamiento flexible comporta por lo menos tres elementos; a) Evaluación
Cognitiva Flexible; b) Patrón de Afrontamiento Flexible y; c) Adecuada Estrategia de
Ajuste frente a la situación. Diversos estudios demuestran que el uso de las
estrategias de afrontamiento flexible, tienen a utilizar una mayor gama de estrategias
en relación con un afrontamiento poco flexible; éstos, utilizan por lo regular un solo tipo
de estrategias frente a diferentes situaciones y, tienden a persistir siempre en la
misma, sin los resultados esperados para el control de la situación (Haythornthwaite,
Menefee, Heinberg, & Clark, 1998; Kaluza, 2000; Slangen-de Kort, Midden, Aarts, &
Van Wagenberg, 2001; Watanabe et al., 2002: cit por Cecilia Cheng, 2009, págs.472)
El patrón de afrontamiento variable garantiza mejores resultados físicos y
psicológicos frente a la demanda del estrés, esta cualidad quizás, estaría condicionada
por el factor de la Variabilidad Individual. Pero, ¿cuáles serían los fundamentos
cognitivos que subyacen a las diferencias individuales en la formas de la estrategia? Al
parecer estas personas utilizan diferentes heurísticas en la orientación de su proceso
de toma de decisiones que a su vez puede contribuir a diferentes formas de flexibilidad
para hacer frente a las situaciones que se presenten.
Una de las estrategias más comunes de la heurística desarrollada en el marco
intuitivo, creativo e innovador de las personas que aspiran a liderar, es el pensamiento
dialéctico. Este pensamiento se propone como un estilo relevante de la flexibilidad de
afrontamiento. Por lo general, se caracterizas por ser “aparentemente” la única
perspectiva para comprender el cambio, las paradojas, y el significado de los
acontecimientos (Hou y Zhu 2002; Peng y Nisbett 1999) En virtud de estas nuevas
tendencias en la investigación del afrontamiento, los pensadores dialécticos tienden a
percibir a percibir que el mundo y todos los eventos inherentes a ella son siempre
cambiantes. En esa aparente contradicción, las personas tienden a aceptar que las
proposiciones aparentemente contradictorias pueden coexistir de una manera
equilibrada y armoniosa. Tienden a considerar que el significado de un evento puede
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ser reflejado por su opuesto, predicación u otras alternativas pertinentes. El significado
específico de cualquier caso está enmarcado por el contexto en el que se encuentra
presente cotidianamente. La propuesta de la relación entre pensamiento dialéctico y
flexibilidad para hacer frente al estrés (Cheng 2003) se basa en la relación inversa
entre la variable motivacional de la necesidad de cierre y la flexibilidad para hacerle
frente.
Esta propuesta relacional y predictiva entre el pensamiento dialéctico y el
afrontamiento flexible resulta esencial para comprender la relación interpersonal en las
organizaciones, sobre todo que se propone según Cheng (2003) saber por qué existe
una relación inversa entre la relación de la variable motivacional –necesidad de cierre-
y la flexibilidad para hacer frente a las demandas externas como internas. La
necesidad de cierre –cabe aclarar- se refiere al deseo de certeza y la intolerancia de la
ambigüedad (Kruglanski & Webster, 1996). Estos estudios revelan que las personas
con una alta flexibilidad para hacer frente a las exigencias, tienen una baja necesidad
de cierre, lo que indica que son más tolerantes a la incertidumbre y la ambigüedad.
Los individuos con una alta necesidad de cierre, indican que son menos propensos a
tolerar la incertidumbre y la ambigüedad.
Debido a los cambios y paradojas que implican a la incertidumbre y
ambigüedad, las personas con alta flexibilidad para hacerle frente pueden
proponérseles un modo dialéctico de pensar. En concreto, el pensamiento dialéctico
puede ser predecido por estar relacionados con dos aspectos centrales de la
flexibilidad al afrontamiento:
a. Desarrollar un perfil de afrontamiento equilibrado
b. Desarrolla una capacidad de ajuste entre el uso de las estrategias de
afrontamiento y las demandas específicas de situaciones del estrés.
En primer lugar, las personas con una mayor capacidad de pensamiento
dialéctico, son más propensos a reconocer y aceptas las aparentes
contradicciones que los que tienen una menor capacidad para el pensamiento
dialéctico.
En síntesis el afrontamiento como proceso establece dos funciones principales,
una focalizada en el problema y dirigida a cambiar la relación ambiente-persona
actuando sobre uno u otra para alterar la fuente generadora de estrés, y otra
focalizada en la emoción y dirigida a regular la respuesta emocional del estrés
cambiando el modo en que se trata (p.ej., vigilancia, evitación) o interpreta lo que está
ocurriendo (p. ej., negación, reevaluación) para mitigar el estrés. En la práctica, ambas
formas de afrontamiento pueden facilitarse o interferirse mutuamente.
Locus de Control
Tal como hemos descrito el afrontamiento, el locus de control es un
constructo que corresponde al ámbito de las autoatribuciones. En general,
atribuimos nuestros actos o sus resultados a causas internas o externas. A
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menudo, estas atribuciones adolecen del sesgo de la beneficiencia, uno que sin
duda resguarda la autoestima. Pero no todos estamos protegidos por la
beneficiencia en el mismo grado. Las opiniones propias sobre las causas de
nuestros éxitos o fracasos varían considerablemente y más en general acerca de
lo que produce los resultados, buenos o malos, que nos tocan en la vida diaria.
Las investigaciones han mostrado que cada cual tiene, de manera
consistente, diferentes percepciones de las causas de los resultados de su
conducta (Rotter, 1966; Phares, 1984; Lefcourt, 1982). Algunos individuos
perciben un locus de control interno de control; piensan que son los controladores
de su destino y que tienen su suerte en las manos. Otros creen que lo que les
ocurre está determinado por factores externos (suerte, hado o casualidad). Rotter
argumentaba que nuestras experiencias nos llevan a abrigar esperanzas
generalizadas de que los resultados estén controlados desde el interior o el
exterior. Luego, concibió una escala que mide el grado en que percibimos un locus
de control interno o externo.
Aquellos que perciben un locus de control interno, los llamados
“internos”, creen que lo que acontece en su vida depende de cuánto se esfuercen
y que nadie va a darles nada, pero que todo está a su alcance si se empeñan. Por
tanto, los internos trabajan. Les va bien el lema “Nos esforzamos más”. Jackie
Joyner-Kersee es el ejemplo característico de muchos internos. Cree que tiene el
control de sus triunfos en las pistas y trabaja con intensidad para que vengan las
victorias. Las personas con un locus de control externo perciben que su destino
está controlado por factores fuera de ellas mismas. Como creen que no tienen
control sobre lo que les sucede, no se esfuerzan mucho en la vida. Por ejemplo,
en un estudio las actitudes de los enfermos de tuberculosis hospitalizados
difirieron notablemente dependiendo de su locus de control percibido. Los internos
se empeñaban en averiguar la causa de la enfermedad y qué estaba en sus
manos hacer, mientras que los externos eran más pasivos (Seeman y Evans,
1962). Langer (1981) argumenta que muchos ancianos son pasivos no porque
sean seniles, sino porque las dificultades de la vida los empujan a percibir un
locus de control externo.
En estos últimos años se intentan relacionar el constructo Bornout –
entendido como el agotamiento en el trabajo, y que se refiere al conjunto de
síndromes psicológico que se producen debido al estrés crónico y la vida
académica de estudiantes en el nivel superior. Las características más relevantes
están relacionadas con manifestaciones de agotamiento, sentimientos de cinismo
relacionados al aprendizaje de tareas y su consecuente reducción con la eficacia
profesional. Schaufeli, Martínes, Marques-Pinto, Salanova y Bakker (2002)
desarrollaron una versión para estudiantes del Maslach Burnout Inventory (MBI-
SS) y demostró la validez intercultural de esta medida.
Muchos estudios están interesados en predictores de personalidad de
burnout Externo – Interno (Locus de Control) que es uno de los predictores más
citados en las investigaciones del concepto de Locus de Control a partir de los
postulados de Rotter (1966) –citados líneas arriba, además de su relación con la
teoría del aprendizaje social de Rotter. Se parte del principio que los diferentes
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grados de interioridad y exterioridad conciben las creencias que las recompensas
que reciben están sujetas a su propio comportamiento y se confía en que estas
personas pueden controlar sus destinos. En cambio cuando los elementos
externos es todo lo contrario. Las personas que tienen ese sentido de
externalización no dependen de sus acciones, y consideran que los
acontecimientos que suceden en el entorno, son el resultado de sus acciones y
por consiguiente atribuyen a la suerte o a los demás su influencia.
Desde la perspectiva de la investigación se está considerando que éstos
constructos (Afrontamiento, Locos de Control, serían variables muy importantes de
la personalidad que afectan la salud mental de las personas. La relación entre el
locus de control y los síntomas psicológicos ha sido el enfoque de mucha
investigación a partir de los trabajos de Presson y Benassi (1996). Ellos, llevaron a
cabo un meta-análisis de 97 estudios de investigación acerca del locus de control
y la depresión; se establece que el coeficiente de correlación promedio entre
externalidad y depresión es de .31. Una gran parte de la investigación fue llevada
a cabo en América del Norte. El locus de control se considera como un concepto
relacionado culturalmente en gran medida como el reflejo del valor que la cultura
occidental le otorga a la actuación de las personas en diferentes contextos y
situaciones. Este valor, se relaciona con el de independencia y autonomía (Marks,
1998), Wang (1991) teniendo en cuenta los postulados de Rotter (1966). El locus
de control interno – externo se encuentra en los estudiantes universitarios Chinos
y ellos muestra un mayor locus de control externo en la escala de control que sus
pares americanos. En una situación particular, los resultados pueden incluso
haberse revertido. Hipps y Malpin (1991) midieron el locus de control interno en
los directores de secundario sometidos a una gran presión de amenaza de
desempleo. Ellos encontraron que los más altos del locus de control interno
obtenido en principios, estaba más relacionado con un mayor nivel de Bournout en
la escala del MBI.
Los resultados de estas relaciones y la personalidad sugieren que el locus
de control es un constructo que indica un factor general de esperanza, pero no es
un determinante del síndrome de burnout. En su lugar, la capacidad de modificar
las propias percepciones de control son las que se ajustan a la situación que lo
requiere y resulta ser más importante (Wong & Sproule, 1984). En otras palabras,
lo que se puede prevenir en el desgaste, no es un locus de control interno, sino la
percepción exacta de la capacidad de control de la situación y, una evaluación
adecuada (afrontamiento) y sus estrategias de las mismas que están relacionadas
para control y afrontar la situación. Dada esta comprensión, el concepto de
flexibilidad emerge como una estrategia clave para hacer frente a la situación y el
contexto donde se produce la demanda.
En resumen como resultado de la interacción social, aprendemos muchos
más de nosotros mismos. La imagen propia de un líder es crucial para entender
cómo deberá orientar sus aprendizajes. Es evidente que esta imagen también está
influencia tanto por la valoración reflejada –lo que piensan los demás de nosotros-
como por las comparaciones sociales –la forma de evaluarnos cotejándonos con
los otros. Por lo general nos comparamos con personas que se nos asemejan en
atributos relacionados, aunque también lo hacemos con quienes son malos (o más
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negativos) para aumentar nuestra sensación de bienestar. En ocasiones,
“maquillamos” la información de las comparaciones sociales con fines utilitarios:
subestimamos el consenso de los comportamientos deseables. Y, en ese sentido
el constructo de evaluación y reevaluación, locus de control y flexibilidad cognitiva,
resultan claves para comprender la dinámica formativa de los futuros líderes o de
los líderes formales.
Quizás sea conveniente, formularnos tres preguntas al respecto, para los
fines de nuestro trabajo integrador: ¿Cómo influiría el afrontamiento flexible y el
locus de control en la formación de futuros líderes?, ¿Qué componentes claves
surgen de ese análisis y de las lecturas contenidas en el OA4?, ¿Cuáles son sus
características principales en términos de habilidades y destrezas, que puedan ser
medidas en cualquier tipo de organización?
PLAN DE ACTIVIDADES OA 4
Contenidos Actividad
Lecturas Obligatorias
Leer a: 1. Orlando Tipismana: CV_08_Afrontamiento y Locus de
Control 2. Javier No y Sergio Ortega: La teoría de la flexibilidad
cognitiva y su aplicación a los entornos hipermedia 3. Yigun G., Jiayin S., Zeng Y. (2007) Coping Flexibility and
Locus of Control as Predictors of Burnout among Chinese College Students.En SOCIAL BEHAVIOR AND PERSONALITY.
Exposición en Live Room
Subir: Word sobre matriz de componentes de Afrontamiento flexible y Locus de Control: Fecha 08/11/2013, antes del cierre de la sesión del aula virtual.
Vídeo http://youtu.be/3UhgQU4sgzI (Análisis obligatorio)
Fórum
Precisar los componentes de la matriz, definición y componentes para el PI. Extraer información del Educoblog: Fecha 08/11/2013, antes del término de la sesión del aula virtual
Simulación Completar información en el educoblog: Fecha 07/11/2013
antes de las 12:00 p.m. (Cierre del Educoblog)
Evaluación
Cuestionario de Evaluación de la Matriz de Componentes: Fecha 15/11/2013 hasta las 12:00 p.m. Obligatorio. Avances para el PI (Diseñado por el grupo de trabajo)
Inventariar el Taking Stock (Opcional) Sesión presencial
Cuestionario “Comprender Estilo de planificación (opcional) Sesión presencial
Agradeceré ajustarse a los lineamientos contemplados en la Guía y en el
presente documento. ¡Estamos con contacto!