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Curso de Forrajicultura y Praticultura
Año 2018
TOMO II
M. E. Oyhamburu
M. C. Vecchio
B. Heguy
M. I. Lissarrague
V. A. Bolaños
F. Fernández
J. Delgado
Material de circulación interna, elaborado por los docentes del Curso de
Forrajicultura y Praticultura
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Índice
Métodos de pastoreo 2
Evolución de la biomasa en gramíneas 7
Interacción pastura-animal 11
Utilización de pasturas perennes 41
Utilización de verdeos de invierno 45
Utilización de verdeos de verano 49
Meteorismo 54
Métodos de conservación de forrajes 59
Semillas forrajeras 84
2
METODOS DE PASTOREO
Introducción
El manejo del pastoreo implica un grado de control tanto de la pastura como del animal por
lo tanto es necesario considerar:
1. Tipo de animal (bovino, para carne o leche, ovinos, etc.).
2. Carga animal: se refiere a la cantidad de animales presentes en una superficie
considerada (ha) durante un periodo definido, normalmente un año. Se recomienda para
facilitar la descripción de la carga animal y poder hacer comparaciones, emplear unidades
tales como Equivalente Vaca (EV) y expresarlas por mes o año.
3. La cantidad de biomasa aérea por unidad de superficie.
4. La asignación de forraje por animal, determinada por la cantidad de forraje ofrecida a un
animal por día, (considerando lo que el animal consumirá y lo que desperdiciará por pisoteo,
deyecciones, rechazo).
5. Método de pastoreo: define principalmente tres aspectos de la defoliación con animales:
a. el tiempo de ocupación de un potrero, lote o franja,
b. el tiempo de descanso y,
c. el momento del año elegido para la defoliación.
El método de pastoreo y la carga es lo que aplica el productor para cosechar la pastura, por
lo tanto, esto es lo que determina la eficiencia de la cosecha y a su vez la productividad del
sistema, siempre dentro de los límites de la productividad potencial del recurso forrajero.
Se busca la máxima eficiencia de cosecha del forraje disponible por el animal sin afectar
sensiblemente su producción individual. El animal debe consumir y transformar en producto
la mayor cantidad posible del forraje producido y conservar a lo largo del tiempo la
composición botánica deseada de la pastura o pastizal para que no disminuya su
productividad.
Métodos de pastoreo:
A. Pastoreo continuo.
B. Pastoreo rotativo.
C. Pastoreo mecánico.
A. Pastoreo continuo:
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Los animales permanecen durante largos periodos sobre una misma área (mínimo 10
meses) y en consecuencia tienen la posibilidad de seleccionar y de pastorear el rebrote ni bien
comienza el mismo. La carga animal es el principal factor que controla la frecuencia e
intensidad de las defoliaciones.
Con carga animal fija: se establece una carga fija para todo el periodo de pastoreo (10
meses o un año), mientras que con carga variable se realizan ajustes estacionales de la carga
aplicada para satisfacer los requerimientos del animal siguiendo la curva de producción del
recurso forrajero. El pastoreo continuo con carga fija ha sido históricamente el más aplicado
y se menciona como el factor determinante de la degradación de los pastizales de la Pampa
Deprimida (Jacobo et al., 2006).
Pastoreo rotativo:
Consiste en dividir el campo, con alambrados fijos y/o electrificados, en lotes que se
utilizarán uno por vez, con un rodeo en forma rotativa. Los animales permanecen en el
potrero el tiempo necesario para pastorear el forraje disponible y luego pasan a otro. Este
tiempo se conoce como tiempo de permanencia u ocupación y, será mayor o menor según la
carga animal instantánea utilizada y la disponibilidad de forraje. Puede durar de medio día a
una semana o meses, dependiendo del recurso forrajero y el sistema de producción.
Al intervalo que pasa entre un pastoreo y otro del mismo recurso forrajero, se lo denomina
tiempo de descanso, frecuencia de defoliación o frecuencia de pastoreo y depende
principalmente de las/s especie/s y de las condiciones ambientales. El objetivo es: dar
descanso a las plantas para que rebroten, alcancen una determinada disponibilidad y en
algunos casos para que semillen o acumulen sustancias hidrocarbonadas.
Nos permite controlar la intensidad de defoliación o remanente, que es la altura de corte a
la cual se someterá la pastura, verdeo o pastizal. Se fija en función de la/s especie/s presentes
sin afectar, en lo posible, el consumo de los animales.
La rigidez o flexibilidad del método, en lo que hace al orden de rotación entre los distintos
lotes, al tiempo de ocupación y al tiempo de descanso en distintas estaciones del año, está
muy ligado a los recursos forrajeros, las condiciones ambientales, tipo de sistema de
producción (invernada, cría, tambo, etc.) y animales bovinos (distintas categorías) u ovinos.
Las modalidades del pastoreo rotativo pueden ser:
- Alternado: los animales rotan entre no más de 4 lotes, generalmente de alambrado fijo, con
tiempos de ocupación largos (más de 15 días hasta meses). La carga animal instantánea es
moderada a baja, 1 a 5 EV/ha. Es característico de campos grandes, de cría y/o zona
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semiárida. Existe selección por parte de los animales y en algunas estaciones del año
consumo de los rebrotes.
- Rotacional: los lotes son subdivididos mediante alambrado eléctrico o suspendido, los
tiempos de ocupación son de 5 a 12 días. La carga animal instantánea es mediana a alta de 8 a
25 EV/ha. El cambio de lote se decide en función del forraje remanente. Existe selección, en
los primeros días, por parte de los animales y en algunas estaciones del año, probable
consumo de los rebrotes.
- En franjas: la subdivisión se efectúa casi siempre con alambrado eléctrico (carretel con
hilo). Los tiempos de ocupación son cortos, desde pocas horas a 2-4 días. La carga animal
instantánea es alta a muy alta, 50 o más EV/ha. Se evita el consumo de rebrotes.
En franjas diarias: los cambios de lote se realizan todos los días, se haya o no completado la
defoliación o en franjas ajustadas: se restringe el área de pastoreo a la que proveerá el
forraje necesario para el consumo diario del animal. Se ajusta en función de la disponibilidad
de forraje (kg de materia seca/ha), las perdidas por pisoteo y deyecciones, el remanente
necesario para el rebrote posterior y los requerimientos del animal (kg de materia seca).
Ejemplo: si la disponibilidad del recurso es de 2000 kgMS/ha, que descontando un 50% de
pérdidas y por remanente (eficiencia de cosecha de 0,5), dará una oferta útil de 1000
kgMS/ha. Si el requerimiento de los animales es de 10 kgMS/día y el sistema tiene 100
animales, la demanda diaria será de 1000 kgMS/día, por lo tanto el tamaño de la parcela será
de una hectárea por día.
En el rotacional y en franjas se pueden utilizar las siguientes prácticas de manejo:
Grupos distintos de animales: de cabeza y de cola: Cada lote o franja se pastorea con dos
grupos distintos de animales. El primer grupo, cabeza o punta, es de mayores requerimientos,
selecciona y despunta el forraje, por ejemplo, novillos en terminación o vacas en ordeñe, en
el primer tercio de lactación; el segundo grupo: cola, de menores requerimientos, consume el
forraje sobrante, por ejemplo, novillos de menor peso, recría, vacas en ordeñe, en el último
tercio de lactación o vacas secas.
Encierre nocturno: se encierran los animales durante la noche en otro potrero o en el
callejón, con o sin suplemento (silaje o heno), a los efectos de evitar daños por pisoteo sobre
la pastura o verdeo de invierno, cuando llueve o en época de heladas y/o rocío.
Pastoreo mecánico: consiste en cortar el forraje por medios mecánicos y suministrárselo, en
comederos, al ganado. Los animales permanecen encerrados en un corral o en otro lote, sin
tener acceso a la pastura o verdeo. El forraje es utilizado de manera uniforme, se eliminan los
típicos manchones de sobre o subpastoreo y se evita la contaminación con heces y orina y
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como consecuencia aumenta la eficiencia de utilización a 0,7-0,8, a la disponibilidad sólo se
resta el remanente (aproximadamente 20-30%). Es muy útil su implementación con recursos
tales como alfalfa, maíz y sorgo.
- Permanente: el animal es alimentado a lo largo de todo el año con forraje cortado, como el
caso de los feed-lot o tambos estabulados.
- Temporario: el animal recibe forraje cortado durante un periodo limitado del año. Se tiene
que disponer de maquinaria y personal capacitado.
Las dificultades que presenta esta modalidad son:
Costo inicial de la maquinaria y posterior mantenimiento para asegurar las
condiciones de trabajo todos los días de la semana y la distribución de excrementos
que se acumulan en los corrales donde permanecen los animales.
Previsiones de mano de obra.
Mantenimiento de la calidad del forraje, teniendo en cuenta la reducción de la
selección por parte del animal.
No hay devolución de nutrientes por las deyecciones de los animales.
Dado el avance actual de la agricultura sobre la ganadería, esta modalidad se ha
incrementado notablemente.
Pastoreo rotativo vs pastoreo continuo con carga variable
No existe suficiente evidencia como para asegurar que una de las modalidades sea
marcadamente superior a la otra. Las pocas diferencias registradas en performance entre
sistemas podrían explicarse por cambios en comportamiento según las condiciones y/o tipo
de forraje (pastura anual, perenne, mono o polifítica, pastizal).
Recordar que: El pastoreo continuo con carga variable no implica una defoliación
constante de las plantas, sino de la pastura como un todo y que la frecuencia con que el
animal vuelva a pastorear la planta individual dependerá de la carga animal.
Las características morfofisiológicas de las distintas especies forrajeras, hacen que
requieran, diferentes frecuencias de defoliación, para lograr su máxima producción. En
general, especies de porte rastrero, estoloníferas y/o rizomatosas, de crecimiento continuo, se
adaptan o toleran mejor defoliaciones o pastoreos frecuentes (trébol blanco). Especies de
porte erecto, de crecimiento cíclico, como la alfalfa y trébol rojo, se adaptarán a defoliaciones
o pastoreos más espaciados.
La experiencia indicaría que el rotativo con alta carga animal instantánea, es más sencillo
de operar, facilita la evaluación de la disponibilidad y valor nutritivo de la pastura y permite
una mayor eficiencia en la utilización del forraje. Se disminuye la posibilidad de que el
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animal seleccione el forraje a consumir, ya sea entre las distintas especies, en diferentes
lugares del lote o entre distintas partes de la planta, mientras que en pastoreo continuo con
carga variable, la selección por parte del animal es mayor.
El pastoreo rotativo, permite que el excedente estacional de forraje (primavera) pueda ser
utilizado en conservación (heno, henolaje o silaje) y facilita el control de malezas, pasando
una desmalezadora, una vez desocupado el lote o franja. La desmalezadora elimina restos de
vegetación, generalmente tallos de bajo valor nutritivo, y mejora la llegada de luz, para el
rebrote posterior.
Este método, exige personal y dedicación y una aplicación correcta de la tecnología, lo
cual lo convierte sensible a errores.
La carga animal es el principal determinante de la producción por unidad de superficie,
independientemente de la modalidad de pastoreo. ¿Cómo establecer la correcta carga
animal?, en general, se puede concluir que cada situación es de por sí un caso particular y se
deberán tener en cuenta una sumatoria de experiencias, datos de los animales y del forraje.
Bibliografia
AACREA. 1985. Forrajes. Utilización eficiente mediante pastoreo directo. Cuaderno de Actualización técnica
Nº 36.
Battro, P. 1995. Utilización de pasturas. Seminario Taller sobre Producción, nutrición y utilización de
Pastizales. FAO.UNESCO. MAB. INTA.
Brizuela, M. & Cibils, A. 2011. Capítulo 13. Implicancias de la carga animal, distribución de los animales y
métodos de pastoreo en la utilización de pasturas. pp. 349-376. En: Producción Animal en Pastoreo. Editado
por Cangiano, A & Brizuela, M. Ediciones INTA.
Carambula, M. Producción y manejo de pasturas sembradas. Ed. Hemisferio Sur.
Danelón, J. L. 1991. Consumo de rumiantes en pastoreo. Estudio Ledesma & Arocena. Capital Federal.
Gardner, A. 1982. Producción y utilización de pasturas. INTA. E.E.R.A. Balcarce.
Giordani, C. 1974. Métodos de aprovechamiento de pasturas. Rev. CREA. Nº 46. 28-49.
Jacobo, E., Rodríguez, A., Bartoloni, N., & Deregibus, V. 2006. Rotational Grazing Effects on Rangeland
Vegetation at farm scale. Rangeland Ecol. Manage. 59:249-257.
Lundberg, G. A. 1992. Planteos de pastoreo continuo, mecánico y rotativo y racional intensivo: sus diferencias.
Conferencia del Primer Congreso Mundial sobre producción, utilización y conservación de forrajes
empleados en la alimentación de la ganadería vacuna - Forrajes"92. 438-443.
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EVOLUCIÓN DE LA BIOMASA EN GRAMINEAS
Evolución de la biomasa durante la fase vegetativa en gramíneas
La producción de biomasa en las especies forrajeras se expresa en kilogramos de
materia seca por unidad de superficie y de tiempo (kgMS/ha). Ésta generalmente no está
constituida por un solo órgano (semillas o granos como los cereales), sino, que es el
resultado de un crecimiento casi continuo de hojas y tallos. Dicha producción,
generalmente se aprovechará mediante cortes o pastoreos.
Es importante entonces conocer cómo se forma y evoluciona la producción o
rendimiento después de una siembra, corte, pastoreo o período de reposo (Figura 1).
Situación inicial (1):
La biomasa de una pastura está constituido por los órganos aéreos: hojas, macollos,
que se encuentran por encima del nivel de un posible corte. Es nulo o muy bajo después
de una siembra, aprovechamiento o reposo estacional (invierno o verano). El
crecimiento después de una siembra estará en función de las sustancias de reserva
situadas en las semillas. Después de un corte o pastoreo dependerá del área foliar
remanente que asegure cierto nivel de fotosíntesis.
Iniciación del rebrote (2):
Al principio, el crecimiento será muy lento porque depende mucho de los órganos
verdes presentes. Si se trata de una siembra, el rendimiento será nulo al iniciarse el
crecimiento ya que hay que esperar la aparición de hojas y macollos. En caso de un
corte o pastoreo, el peso total de la planta, incluidas las raíces, generalmente disminuye
por pérdidas debidas a la respiración, sobre todo si no hay restos de órganos verdes que
mediante su fotosíntesis compense dichas pérdidas. Las sustancias hidrocarbonadas en
este caso son utilizadas como sustrato de respiración.
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Figura 1: Crecimiento vegetativo de una gramínea. Gillet, 1984.
Fase en que el crecimiento es cada vez más rápido (3):
Al comienzo la pastura es abierta, no cubre totalmente el suelo. Como la cantidad de
luz interceptada es proporcional al área foliar, cada nueva hoja formada permite captar
mayor cantidad de luz. Así, en este estadio temprano de la curva el aumento de la
biomasa genera incrementos de la fotosíntesis que permite una disponibilidad mayor de
energía que se ve reflejada en la velocidad de crecimiento, cada vez mayor (hay
aceleración positiva). Es decir, a groso modo, en esta etapa el crecimiento es
exponencial.
Por tal razón, la velocidad de crecimiento está relacionada con la cantidad de hojas
presentes y órganos verdes (área foliar) existentes al comienzo del rebrote.
Fase en que el crecimiento es cada vez menos rápido (4):
Al cabo de unas semanas, la pastura se va cerrando, llegando al umbral de máxima
captación de luz (mayor índice de área foliar (IAF) de la especie).
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En esta situación a medida que aumenta el crecimiento de órganos verdes (en número
y altura), las zonas más bajas se ven sombreadas, reduciendo su capacidad de
fotosíntesis. La respiración, en conjunto con la masa vegetal, continúa aumentando y la
energía recibida varía en función de las de la iluminación que llega a las hojas; también
disminuye el contenido de proteínas que influye sobre la fotosíntesis y en consecuencia
en el crecimiento. La velocidad de crecimiento es cada vez menor, hay incremento de
biomasa vegetal, pero a menor ritmo.
Generalmente en esta fase se utiliza la pastura (E): en caso de utilizarse antes se
perdería parcialmente el crecimiento exponencial y la pastura iniciaría el rebrote, lo que
implica un debilitamiento; también se afecta el tamaño del bocado del animal.
Fase de estabilización (5):
Si se utiliza en esta fase la pastura acumulará materia seca, lo que afectará su calidad
nutricional. La muerte de órganos se produce tan rápida como su aparición; la cantidad
de biomasa total aumenta, pero ese aumento está formado por material muerto, que poco
a poco se desprende y cae (broza).
Evolución de la biomasa durante la fase reproductiva en gramíneas
Al iniciarse la fase de la diferenciación la biomasa está constituida solo por hojas
(Figura 2). Posteriormente los entrenudos del tallo se alargan por sus meristemas
intercalares (encañazón), elevando el ápice diferenciado. El crecimiento en este estadio
presenta características particulares:
- Los tallos encañan casi todos a la vez.
- La biomasa está constituido por hojas y tallos.
- La velocidad de crecimiento es dos veces más que durante el estado vegetativo.
- El crecimiento es menos sensible a los factores del medio (fertilización,
humedad, etc.).
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Figura 2: Formación de la producción durante el encañado de primavera. (1) Curva tipo de
crecimiento vegetativo. Gillet, 1984.
Una vez iniciada la diferenciación del tallo se inicia un periodo de dominancia
apical, en el cual se inhibe la producción de macollos y se ejerce competencia por agua
y nutrientes, desapareciendo los macollos vegetativos. Dicho fenómeno de dominancia
apical puede detenerse al eliminar el ápice del tallo mediante un pastoreo o corte. Si se
permite a la planta continuar con sus fases, el efecto de dominancia apical va
desapareciendo a partir de espigazón o panojamiento. Se redistribuye la asignación de
nutrientes y fotoasimilados en la planta y reinicia el macollaje.
Bibliografía
Gillet, 1984. El rendimiento Pp. 167-188. En Las gramíneas forrajeras. Ed.
ACRIBIA.
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INTERACCIÓN PASTURA - ANIMAL
Efecto de la pastura sobre el animal
Introducción
En nuestro país la producción animal (leche, carne, lana) sobre pasturas o pastizales depende
en gran parte de: La cantidad y calidad del forraje producido, de la capacidad del animal para
cosecharlo y utilizarlo eficientemente, y de la capacidad del productor para manejar los recursos
disponibles.
A igualdad de condiciones ambientales, genéticas y sanitarias la cantidad de alimento
consumido es el principal factor que determina la productividad en rumiantes, conjuntamente
con la cantidad de nutrientes digestibles presentes y la eficiencia con que esos nutrientes son
utilizados y transformados en productos.
Existen tres principales limitantes al consumo de forraje:
Metabólicas, digestivas o físicas, e ingestivas (comportamiento ingestivo).
En los rumiantes estabulados o animales con genotipo de alto rendimiento, las principales
limitantes que controlan el consumo de forraje son metabólicas y físicas. El mecanismo de
distensión (limitante física) está relacionado con la capacidad de distensión del tubo digestivo,
por lo tanto se asume un límite de llenado ruminal, que cuando es alcanzado, el consumo es
determinado por el tiempo de retención. Este tiempo de retención depende de las tasas de
digestión y de pasaje del material a través del tracto digestivo y se da principalmente cuando el
forraje es de baja calidad. Asimismo, existen factores inherentes al animal que pueden estar
actuando como la grasa abdominal o la preñez.
El mecanismo metabólico asume un límite superior en el consumo de energía digestible, que
cuando es alcanzado, el consumo es determinado por la concentración de energía digestible de la
dieta. Se asocia con alimentos de alta digestibilidad que proveen una alta tasa de liberación en el
rumen, lo que causa una sobrecarga metabólica que conduce a una reducción del consumo (Illius
& Jessop, 1996).
En condiciones de pastoreo el consumo está controlado por limitantes ingestivas y
digestivas, adquiriendo importancia aquellos factores relacionados con el comportamiento
ingestivo, como son: la capacidad del animal para mantener una alta tasa de consumo o el
incremento del tiempo de pastoreo para compensar los efectos de una tasa de consumo reducida,
cuando las condiciones estructurales de las pasturas sean limitantes.
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El animal trata de mantener un nivel de consumo para satisfacer sus requerimientos
energéticos de mantenimiento, crecimiento y producción y está limitado por factores de la
pastura, del animal, del ambiente, del manejo y sus interacciones.
Factores de la pastura
- Factor no nutricional (Estructura de la pastura).
- Factor nutricional (Calidad: contenido de agua o materia seca y composición química).
Factores del animal
En los bovinos, el peso vivo, edad y estado fisiológico (preñez, fase de lactancia, número
de lactancias, nivel de producción, etc.) son los principales factores relacionados con el
consumo. Como secundarios se pueden mencionar la raza, el estado corporal (nivel de
reservas), el potencial genético y la sanidad.
El consumo de materia seca aumenta con el peso vivo y es máximo a los 300-350 kg en
las razas británicas (Aberdeen Angus y Hereford). La edad se relaciona con el desarrollo del
tubo digestivo, el cual se desarrolla hasta los 14-16 meses y el estado fisiológico (engorde o
preñez) actuarían negativamente por disminuir la capacidad abdominal.
Factores del ambiente y de manejo
En condiciones de alta temperatura los rumiantes deprimen su consumo. En el rango de
temperaturas de 15-20ºC estaría la condición de termo neutralidad en ovinos y bovinos. El
genotipo influye en este sentido dado que Bos índicus tolera mejor la temperatura que Bos
taurus y los animales Holando son de clima templado-frío, por lo cual el calor incide
significativamente en el consumo.
Los temporales de viento y lluvia alteran los hábitos y restringen el consumo. Otros
factores pueden ser: la longitud del día, humedad del aire, velocidad del viento.
Agua; accesibilidad; asignación de forraje por animal/día; método de pastoreo; frecuencia
de alimentación; tipo de suplementación; dietas totalmente mezcladas (TMR) stress;
interacciones sociales.
Consumo en pastoreo: El pastoreo involucra las interacciones entre las características del
animal y de la pastura (Prache & Peyraud, 2001) Las características de la pastura pueden
afectar el consumo a través de su efecto en los componentes del comportamiento ingestivo
(CI).
El comportamiento ingestivo comprende tres variables:
1. Peso del bocado (PB): expresado en gramos, del forraje cosechado.
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2. Tasa de bocado (TB): la cantidad de bocados que el animal por unidad de tiempo
durante el pastoreo.
3. Tiempo diario de pastoreo (TP): las horas que los animales emplean por día para
pastorear.
El consumo diario de materia seca de un animal en pastoreo puede calcularse a partir de:
CD = PB x TB x TP
La tasa de consumo (TC) surge del producto de PB y TB. Por lo tanto:
CD = TC x TP
Si consideramos las dimensiones del bocado, el peso del mismo se puede componer a
través de su volumen (área x profundidad) y de la densidad del forraje en el horizonte de
pastoreo (Figura 1).
Figura 1: Componentes del comportamiento ingestivo (Galli et al., 1996).
1. Peso del bocado
El peso del bocado es la variable del comportamiento ingestivo más importante ya que
explica el mayor porcentaje de la variación en el consumo diario de forraje, mientras que la tasa
de bocado y el tiempo de pastoreo tienen un rol secundario.
CONSUMO DIARIO
TIEMPO DE PASTOREO
TASA DE
CONSUMO
PESO DEL BOCADO
TASA DE BOCADO
VOLUMEN DEL BOCADO
DENSIDAD DEL FORRAJE EN EL HORIZONTE DEL
PASTOREO
PROFUNDIDAD DEL BOCADO
AREA DE BOCADO
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Para poder explicar las variaciones en el peso del bocado es necesario conocer las
dimensiones del bocado individual tales como:
I - Área: superficie horizontal que abarca un bocado.
II - Profundidad: diferencia entre la altura superficial de la pastura previa al pastoreo y la
altura remanente del forraje después de un bocado.
III - Volumen: producto del área por la profundidad del bocado.
Dimensiones del bocado:
I- Área del bocado: Está relacionada directamente con las dimensiones de la boca y ésta con
el peso vivo del animal. La aprehensión en los bovinos se realiza con la ayuda de movimientos
circulares de la lengua para introducir el forraje en la cavidad bucal y luego ser cortado por los
incisivos inferiores y el rodete dentario superior, acompañado de un balanceo de la cabeza.
El área de bocado está afectada positivamente por la altura de la pastura y de manera
negativa por la densidad en el horizonte de pastoreo y la dureza de los tallos. Cuando las
pasturas son muy cortas los tallos escapan a la aprehensión y las hojas tienden a “resbalarse”
aunque estén dentro del alcance de la lengua, cuando el animal intenta cortar el bocado. Por eso,
en pasturas foliosas, el área es mayor cuando aumenta la altura y disminuye la densidad foliar.
II- Profundidad del bocado:
Es una fracción más o menos constante de la altura de la pastura disponible y no un valor
determinado por las dimensiones de la boca. La profundidad promedio de bocado es
aproximadamente el 50 % de la altura de la pastura, independientemente de su composición
botánica, de su altura total (Figura 3) y del peso vivo del animal.
Figura 3: Profundidad promedio del bocado (%) en pasturas de altura (Galli, 1998).
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Cuando la vaca pastorea en los horizontes más cercanos al suelo, a pesar de que en la
mayoría de los casos la densidad del forraje aumenta, el peso del bocado disminuye debido a una
menor profundidad y área de bocado y, por lo tanto, menor volumen.
El peso del bocado será igual al volumen por la densidad de forraje (Figura 2).
Figura 2: Esquema de las variables que determinan el peso del bocado (Galli, 1996).
El aumento en la densidad del forraje en los horizontes más cercanos al suelo no compensa la
reducción en las dimensiones del bocado, resultando en un bocado más liviano (Figura 4).
Figura 4: Variación del volumen de los bocados en cada horizonte de pastoreo en una defoliación
progresiva.
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Factor no nutricional: Efecto de la estructura de la pastura sobre el
comportamiento ingestivo
La estructura de una pastura se puede describir a través de la distribución de la biomasa
aérea, la altura, la cobertura y la densidad del forraje en los distintos horizontes.
Modificaciones en cualquiera de estas variables afectan el área de bocado y la
profundidad, y en consecuencia el peso del mismo y la tasa de consumo, pero la magnitud y
dirección de la respuesta es compleja y difícil de predecir sin la ayuda de un modelo
matemático.
El peso del bocado y la tasa de consumo están directamente relacionados y son muy
sensibles a cambios en la biomasa aérea, altura, cobertura y densidad de la biomasa de la
pastura. Estas características están relacionadas entre sí y la definición de tres de ellas determina
el valor de la cuarta:
Densidad de la biomasa (g.cm3) = Biomasa aérea (g.cm
2)
Altura (cm) x Cobertura (%)
Por lo tanto, la tasa de consumo a una cantidad dada de biomasa de forraje, depende en
gran medida de su organización espacial. Las variaciones en la tasa de consumo ante cambios en
la densidad, cobertura y altura dependen de qué otra variable esté asociada.
En gramíneas templadas, los ensayos bajo pastoreo indican que la variable que determina
el peso del bocado es la altura de la pastura; a partir de los 8 cm de altura se limitaría el
consumo en pasturas consociadas. En pasturas tropicales el peso del bocado estaría más
influenciado por la densidad de la hoja y la relación tallo/hoja más que por la altura, debido a su
mayor altura y menor densidad.
La distribución vertical de la biomasa de las pasturas no es uniforme y, en el horizonte
superficial de pastoreo, las gramíneas tienen una menor densidad (20-30%) que las leguminosas
tipo alfalfa (50%). Esto demuestra la importancia de describir los horizontes inferiores donde el
animal puede, en ciertos casos, concentrar su pastoreo o acceder a través de la defoliación
progresiva (Figura 5).
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Figura 5: Distribución vertical de la biomasa en distintas pasturas.
2. Tasa de bocado
La tasa de bocado y la tasa de consumo están conectadas a través del tiempo necesario
que tarda un animal para ingerir un bocado.
Los mecanismos que determinan el tiempo necesario están relacionados con el proceso
de pastoreo que consiste en la:
Búsqueda de los sitios de alimentación: incluye el movimiento del animal y la decisión
de tomar un bocado en un lugar específico de la pastura. El sitio de alimentación es el
lugar donde el animal pastorea sin necesidad de trasladarse (sin mover sus pezuñas)
alcanzando el alimento con movimientos de cabeza.
Manipulación: comprende aprehender (movimientos de la cabeza y boca para colocar el
forraje dentro de la boca), cortar, masticar y tragar el forraje (Figura 6). No todos
estos procesos son exclusivos, por ejemplo un animal puede masticar y buscar (caminar)
a la vez.
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Figura 6: El proceso de pastoreo.
El tiempo de manipulación de un bocado es la suma del tiempo de aprehensión (reunir el
forraje dentro de la boca y cortarlo) y el tiempo de masticación (masticar y tragar) que
dependerán de las características de cada bocado.
Los tiempos de búsqueda y manipulación generalmente se superponen, es decir, el
animal se traslada buscando nuevos sitios, mientras mastica los bocados. La tasa de bocado
generalmente tiende a disminuir con el incremento de la altura o biomasa a medida que aumenta
el peso del bocado, principalmente porque la relación entre movimientos de aprehensión y
mandibulares totales aumenta a medida que crece el peso del bocado. Por lo tanto, la
modificación en la tasa de bocado es una respuesta directa a variaciones en la pastura, más que a
un intento del animal por compensar una variación en el peso del bocado.
El tiempo de aprehensión es el tiempo requerido para reunir el forraje dentro de la boca y
cortarlo y, en general, se lo considera constante e independiente del peso del bocado. Cuando el
peso del bocado disminuye, aumenta la tasa del bocado, debido a los menores tiempos de
masticación, pero como existe un “costo fijo” que es el tiempo de aprehensión, la tasa de
consumo se reduce. Este mecanismo explicaría por qué la tasa de bocado no tiene un efecto
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compensador capaz de mantener la velocidad de la ingesta frente a una reducción del peso del
bocado.
Para pasturas templadas el rango de valores citados es de 20 a 66 bocados/minuto (1200 a
4000 bocados/hora) y para pasturas tropicales un máximo de 52 a 60 bocados/minuto.
La composición del bocado puede influir en el tiempo necesario por bocado. Los
alimentos más fibrosos requieren mayor tiempo de masticación por unidad de peso y por lo
tanto se puede esperar que la relación hoja/tallo, material vivo/muerto o la madurez de los
tejidos influyan en el tiempo de masticación.
3. Tiempo de pastoreo
Las horas de pastoreo registradas para bovinos son entre 4 a 14 horas diarias, con el mayor
número de observaciones entre 6 y 11 horas. El promedio del tiempo de pastoreo es mayor en
bovinos de carne que en bovinos lecheros, posiblemente por el tipo de pasturas y el nivel de
suplementación que tiene cada sistema.
Jamieson & Hodgson (1979) encontraron que los bovinos y ovinos rara vez toman más de
36.000 bocados por día, independientemente del peso del bocado. Si la disponibilidad es muy
baja el animal toma una cantidad menor de pasto por bocado, aumentando el número de bocados
por unidad de tiempo y también las horas de pastoreo, con lo que trata de compensar el menor
peso de bocado hasta que la compensación tiende a tornarse incompleta y el consumo decae.
Si la biomasa o disponibilidad aumenta, el consumo se incrementa hasta un punto en el cual
éste se mantiene constante (determinado por la edad, el tamaño y el estado fisiológico del
animal).
La zona de inflexión varía de acuerdo a la pastura y tipo de animal; para ganado vacuno en
pastoreo ésta se encuentra entre 1100 - 1200 kgMS/ha para pasturas polifíticas y 1500
kgMS/ha para pasturas monofíticas.
Por otro lado, ese mayor esfuerzo por mantener su nivel de consumo, que implica un mayor
tiempo destinado a pastoreo, hace que el animal aumente sus requerimientos energéticos para
mantenimiento en detrimento de la energía disponible para producir.
A pesar de la importancia del tiempo de pastoreo, no están claros los mecanismos que
determinan su duración y su relación con otras actividades como la rumia, el descanso y la
actividad social.
Selección
20
La selección también puede afectar el tiempo necesario por bocado y en consecuencia
las variables del comportamiento ingestivo.
Cuando el animal pastorea, busca los sitios de alimentación mientras camina y, del total de
estos sitios, selecciona unos y rechaza otros. Por lo tanto, el tiempo de búsqueda dependerá de la
velocidad de traslado, de la cantidad de sitios de alimentación por unidad de superficie y de la
selectividad.
La selección está muy ligada a la heterogeneidad y a la estructura, ya que para que el animal
consuma un determinado alimento y rechace otro, debe ser capaz de diferenciarlo y cosecharlo
(accesibilidad). La heterogeneidad puede ser percibida por el animal a distintos niveles y
entonces, la selección puede ser:
- a nivel de sitio de alimentación dentro de una pastura,
- de especies dentro de un sitio,
- de órganos dentro de una planta.
Esto depende no sólo de las características del tapiz, sino también de la capacidad de
selección del animal (identificación y aprehensión).
En pasturas que ofrecen bocados pequeños el tiempo de búsqueda sería limitante,
mientras que en aquellas que ofrecen bocados más pesados lo sería el tiempo de
masticación.
El tiempo de búsqueda adquiere importancia en pasturas de baja cobertura y cuando el animal
pastorea selectivamente.
Cuando hay exceso de forraje con respecto a la demanda y heterogeneidad en calidad los
animales tienen oportunidad de seleccionar algunas áreas y rechazar otras. Como resultado, en el
tapiz se desarrollan sitios de alta cantidad y bajo valor nutritivo y sitios de baja cantidad y alto
valor nutritivo y el animal volverá a seleccionar los manchones ya pastoreados. Los lugares de
alto valor nutritivo serán sobrepastoreados y los de alta cantidad subpastoreados. En este caso la
selección es por calidad del forraje y tiende a acentuar el manchoneo.
Una alta selectividad de la dieta por valor nutritivo, cuando por ejemplo se seleccionan
hojas jóvenes, puede producir una caída en el consumo total, si hay una reducción en el peso
del bocado que determine una baja tasa de consumo.
Factor nutricional
Efecto de la calidad de la pastura sobre el comportamiento ingestivo.
21
1. Composición química
2. Contenido de agua
3. Contaminación externa con tierra o heces
1. Composición química
En condiciones de pastoreo, el aporte de nutrientes para satisfacer la demanda productiva
de carne y/o leche depende de varios factores:
a. El contenido de nutrientes del forraje
b. La capacidad de selección del animal en pastoreo
c. La cantidad consumida de los componentes seleccionados
d. Las modificaciones que sufren los nutrientes como consecuencia de los procesos de digestión
e. La eficiencia de transformación de los nutrientes absorbidos en producto animal
El conocimiento de la composición química (Figura 7) y del valor nutritivo de los
alimentos es indispensable para proponer estrategias de alimentación adaptadas a los
requerimientos de los animales. Los valores analíticos obtenidos constituyen la base para
alimentar correctamente y predecir la respuesta productiva de los animales a partir de una
determinada dieta.
Figura 7: Composición química de los alimentos.
22
Los diferentes sistemas de evaluación de requerimientos y aportes para rumiantes (ARC,
NRC, INRA, etc.) han propuesto ecuaciones y tablas para cuantificar las cantidades de energía,
proteína, minerales, etc. y satisfacer las funciones productivas (aumento diario de peso vivo,
leche, lana, etc.). La existencia de programas de computación aplicados a la nutrición de
bovinos, facilitan la cuantificación de tales requerimientos.
Clasificación de los alimentos
Se clasifican en base a dos parámetros, el contenido de materia seca y el porcentaje de fibra
(Figura 8).
% MS
90
CONCENTRADOS VOLUMINOSOS
Energéticos y
proteicos Pasturas, verdeos, heno, silaje
35
SUCULENTOS > limita
0 18 30 40 50 % de fibra
Entre 34 y 36 comienza la restricción
Figura 8: Clasificación de los alimentos.
Componentes principales de un forraje:
1. Contenido celular (CC)
2. Pared celular (PC).
1. Contenido celular (disponibilidad nutricional total o muy alta)
Los hidratos de carbono pueden clasificarse en solubles o de reserva. Los solubles
están presentes, generalmente en los forrajes, en no más del 10 % de la MS. Los de reserva
están constituidos por almidones y fundamentalmente se encuentran en granos, subproductos y
tubérculos.
Es importante conocer la contribución de las distintas fracciones que componen el forraje
debido a que las diferentes tasas de disponibilidad de las mismas, afectan la sincronización del
aporte de energía y proteína a nivel de rumen y el crecimiento microbiano.
23
Los compuestos nitrogenados constituyen de un 5–60 % de la MS y están compuestos por
proteínas solubles, polipéptidos, aminoácidos libres, amidas y nitrógeno no proteico (NNP). Las
proporciones de proteínas solubles y de NNP son variables que están en función de: la especie
forrajera, el estado fenológico y el nivel y momento de aplicación de fertilizantes.
Los lípidos están presentes en cantidades bajas (2-5 %) en los alimentos de origen vegetal y
sólo un 50% de los lípidos están como ácidos grasos. El porcentaje de los ácidos grasos de los
forrajes verdes puede alcanzar un 3 % de la MS en el caso de pastos tiernos. Los granos de
oleaginosas tienen entre 20–40 % de la MS y los granos de cereales entre 2 a 7 %.
El contenido celular incluye también la mayor parte de los minerales y vitaminas
aprovechables para el animal.
Para componer dietas balanceadas en energía y proteína son muy importantes los
hidratos de carbono solubles y los compuestos nitrogenados solubles.
Las condiciones climáticas otoñales (baja intensidad luminosa) reducen el contenido de H de
C solubles e incrementan el contenido de NNP, proteína soluble y agua en el forraje, generando
desbalances a nivel de rumen con un exceso de producción de NH3.
2. Pared celular o fibra (disponibilidad nutricional variable)
Los constituyentes químicos de las paredes celulares vegetales son esencialmente polímeros
de naturaleza glucosídica: celulosa, hemicelulosas y sustancias pécticas o no glucosídicas
como la lignina.
La celulosa es el constituyente más importante de la pared celular de los forrajes (11 - 30%
de la MS) y de los tegumentos de los granos (40 - 50% de la MS). Está poco presente en los
cereales (1 - 5%, salvo en avena: 10% de la MS).
La hemicelulosa constituye de un 10 a un 25% de la MS de los forrajes y subproductos agro-
industriales y del 2 a 12% de la MS de los granos.
La celulosa y la hemicelulosa son las principales fuentes energéticas para los
microorganismos del rumen e indirectamente para el rumiante. Ambas fracciones pueden ser
metabolizadas en el rumen y la disponibilidad nutricional de las mismas disminuye con la
presencia de la lignina.
La lignina es indigestible y altamente resistente a los agentes químicos. Está presente en
pequeña cantidad en los alimentos concentrados y en los forrajes jóvenes (< 5% de la MS). Su
contenido aumenta con la madurez del forraje y puede alcanzar el 15% de la MS.
24
El contenido de FDN (celulosa, hemicelulosa y lignina) puede afectar el consumo de MS, la
digestibilidad y la energía neta del alimento (Figura 9).
(+) (+)
(-)
(-)
(-) (-)
Figura 9: Pared celular (FDN), consumo y energía neta del forraje (Adaptado de Van Soest, 1982).
Sin embargo, la fibra es necesaria para una adecuada actividad de rumia, lo que garantiza a su
vez un adecuado flujo de saliva y el mantenimiento de la capacidad buffer del rumen
(amortiguación de las oscilaciones de pH). Asimismo, asegura una adecuada relación ácido
acético/ácido propiónico para una eficiente síntesis de grasa butirosa en vacas lecheras.
Existen niveles de FDN en la dieta de los rumiantes considerados óptimos para maximizar la
respuesta productiva. Por debajo de dichos niveles, la producción de ácidos grasos volátiles en
rumen estaría limitando la respuesta productiva de los animales y por encima de un 34-36 % de
FDN el consumo podría estar restringido limitando el potencial de producción.
Dada la importancia que tiene la pared celular y la lignina sobre la digestibilidad del recurso
alimenticio, es importante analizar el efecto del grado de madurez de la planta sobre la relación
contenido/pared celular.
Entre los componentes del alimento se generan interacciones no deseables con la consecuente
disminución de la digestibilidad, ya que aumentan los constituyentes estructurales que no son
PARED CELULAR (FDN)
TIEMPO DE RUMIA TIEMPO DE PASTOREO
LLENADO RUMINAL
DIGESTIBILIDAD
INCREMENTO CALORICO
ENERGIA NETA
CONSUMO
25
digeridos en el retículo –rumen, con una tasa de pasaje más lenta lo que se traduce en una
reducción del consumo (Tabla 1).
Tabla 1: Estado fisiológico y composición química (%) en alfalfa (Martín, 1994).
ESTADO PROTEINA FDA FDN DMS
Vegetativo > 22 < 25 < 24 > 69
Botón floral 22-20 25-31 34-41 69-65
Inicio de floración 19-18 32-36 42-46 64-61
Floración tardía 17-16 37-40 47-50 60-58
Semillado < 16 > 41 > 50 < 58
Se observa como a medida que el grado de madurez fisiológica aumenta, el material se
enriquece en FDA y FDN.
El contenido de pared celular y de celulosa afecta negativamente a la digestibilidad y al
consumo. La lignina no afecta directamente al consumo, pero disminuye la digestibilidad.
La digestibilidad está positivamente correlacionada con el consumo, a mayor digestibilidad
mayor es el contenido de PB y menor la proporción de FDN del forraje y viceversa. En las
Tablas 2 y 3 se muestra una interpretación práctica de los datos de digestibilidad y del contenido
de pared celular (FDN) de un forraje.
Tabla 2: Interpretación del valor de digestibilidad de un forraje.
Digestibilidad Concepto Comentarios
> 68% Alta No hay limitantes en cuanto al consumo o funcionamiento
ruminal.
En animales de alto potencial de crecimiento (ganancia
de peso) o en vacas lecheras de alta producción, será
necesario suplementar para que puedan expresar su
potencial genético, pues las pasturas, aún las excelentes,
no alcanzan a cubrir sus requerimientos.
60-66% Media Puede haber limitantes al consumo o funcionamiento
del rumen. Dependerá de la PB del forraje, FDN y su
grado de lignificación.
26
52-58% Baja Limitan la producción. Permiten ganancias de peso
medias o bajas. No aptas para media o altas
producciones de leche.
< 50% Muy baja Sólo permiten el mantenimiento de los animales o una
leve ganancia de peso.
Tabla 3: Interpretación del contenido de pared celular (FDN) de un forraje.
FDN Concepto Comentarios
< 50 % Baja No limita el consumo. Se corresponde con alta
digestibilidad. Apta para cualquier tipo de producción.
50-60 % Moderada Puede limitar el consumo, es importante el grado de
lignificación. Se corresponde con digestibilidad media.
60-70 % Alta Limitan el consumo. Se corresponde con digestibilidad baja.
Posibilitan ganancias de peso medias a bajas. No aptas para
producción de leche.
> 70 % Muy alta Limitan severamente el consumo. Se corresponde con
digestibilidad muy baja. Permiten mantenimiento de los
animales o muy poca ganancia de peso.
Proteína
En el rumiante una correcta alimentación nitrogenada debe satisfacer en primer lugar los
requerimientos de los microorganismos del rumen. Una intensa actividad microbiana permite
una adecuada degradación de la pared celular de los forrajes y una alta eficiencia global de
utilización del alimento.
El valor proteico de los alimentos se puede esquematizar:
a. Contenido de proteína bruta (PB)
b. Degradabilidad
c. Contenido de materia orgánica fermentecible (MOD)
d. Digestibilidad de los aminoácidos en intestino delgado
Una fracción de la proteína del alimento es degradada por los microorganismos (proteolisis)
con la producción de amoníaco (NH3) que será a su vez utilizado para la síntesis microbiana.
Esta proteína microbiana es la principal fuente de aminoácidos para el rumiante los que serán
absorbidos en el intestino con una eficiencia de alrededor de 80 %.
27
La otra fracción de la proteína del alimento es la no degradable o proteína pasante
(proteína by-pass) en rumen, que llega al intestino delgado sin ser modificada y será absorbida
con una eficiencia variable (0,5-0,9 %). La cantidad de proteína microbiana sintetizada depende
de la cantidad de nitrógeno (NH3) y de la cantidad de energía fermentecible en el rumen. Estas
fracciones son importantes, pues permiten saber si una proteína es adecuada para suplementar al
sistema ruminal o al animal per se (Tabla 4).
Tabla 4: Degradabilidad ruminal de la proteína de diferentes alimentos.
ALIMENTO DEGRADABILIDAD RUMINAL DE LA PROTEINA (%)
Grano de avena 83
Pastura de alfalfa 79
Silaje de raigrás 78
Heno de alfalfa 72
Pastura de gramíneas 60
Grano de maíz 47
Harina de pescado 20
Harina de soja (secada a 140º C). 18
Existe interacción entre la nutrición nitrogenada de los microorganismos del rumen, la
nutrición proteica y la nutrición energética del animal (INRA, 1988).
Proteína no Aminoácidos
degradable del alimento
Aminoácidos
Proteína microbianos
degradable Microorganismos
Ingestión de forraje
Digestibilidad del forraje
La digestibilidad de la fibra depende de la actividad de los microorganismos del rumen y del
tiempo que el material se encuentre expuesto a dicha acción, el cual estará inversamente
relacionado a la velocidad de pasaje por el rumen. El pH óptimo del líquido ruminal para la
actividad bacteriana está en 6,6 - 6,8. Descensos de pH por debajo de 6 provocan una severa
ANIMAL
Nutrición
proteica
Nutrición
energética
28
pérdida de la actividad celulolítica, con cese completo de la digestión de la fibra cuando el pH
llega a 4,5 - 5.
La masa bacteriana es muy importante en los bovinos, no solo porque será responsable
de la digestión de la pared celular de los pastos, sino también por la contribución de proteína
bacteriana con que contará el rumiante, para ser absorbida luego en el intestino delgado. La
producción de materia bacteriana se verá afectada a medida que baja el pH, disminuyendo de
esta forma el aporte de proteína bacteriana a nivel de intestino.
El consumo de forraje está limitado con concentraciones menores del 7 % de
proteína, ya que baja la concentración de amoníaco y se afecta la actividad fermentativa del
rumen, se aumenta el tiempo de retención del material fibroso y con ello se restringen los
nuevos consumos.
Utilización de nutrientes
Las pasturas templadas de alto valor nutritivo presentan una gran variación en el
contenido proteico dependiendo éste de las especies y de su estado de crecimiento. En las
leguminosas el contenido proteico es mayor que en las gramíneas, pero con menor variación en
los distintos estados de crecimiento. Las elevadas concentraciones amoniacales registradas con
animales que consumen pasturas, si bien satisfacen los requerimientos bacterianos, afectan la
eficiencia de utilización de los compuestos nitrogenados por parte del animal, ya que
importantes cantidades de NH3 son absorbidas por las paredes del rumen, metabolizadas a urea
en hígado y luego excretadas a través de la orina.
Para que el NH3 liberado en rumen pueda ser utilizado por las bacterias ruminales, es
indispensable que las mismas cuenten simultáneamente con un suministro importante de energía.
La energía proveniente de la digestión de la fibra de los forrajes no satisface el
requerimiento energético de las bacterias, ya que existe un desfasaje en el tiempo de digestión de
la celulosa y hemicelulosa con respecto a la digestión de la proteína de los pastos. Se generan
altas concentraciones de NH3 en forma rápida (1 a 2 hs) y, de no ser aprovechado por las
bacterias, es absorbido por la pared ruminal, parte se reciclará vía saliva y el resto se
metabolizará a urea en hígado.
La eficiencia de utilización de amoníaco ruminal dependerá de la energía rápidamente
disponible, originada en la digestión del forraje, siendo los H de C solubles el principal
componente de las pasturas que permitirán aumentar dicha aptitud.
29
Esta eficiencia se refleja en la menor concentración amoniacal en rumen durante la
primavera, en aumentos en la síntesis de proteína bruta bacteriana (SPBb) y en las pérdidas de N
a nivel de rumen en otoño-invierno expresado en los bajos % de PB consumida que llega al
intestino delgado (Tabla 5).
Tabla 5: Composición química de la avena en los distintos pastoreos y metabolismo proteico de los
novillos que la pastorean (Elizalde et al, 1992 a, 1992 b).
FECHAS 20 MAYO 25 JUNIO 9 AGOSTO 20
SETIEMBRE
22
OCTUBRE
Digestibilidad in vitro
MO (%)
68 65 70 71 56
Pared celular (%) 46 47 46 43 57
H de C solubles (%) 3,7 8,2 6,8 20,7 10,6
Proteína bruta (%) 23 21 22 12 10
Proteína soluble (%) 13 10 8 6 5
NH ruminal (mg/dl) 33 a 15 b 20 b 5 c 5 c
SPBb g/kg de MO
digerida en rumen
197 b 286 ab 257 ab 228 ab 287 a
PB intest. delg./CPB % 56 a 81 bc 69c 116 a 108 a
Números con idénticas letras no difieren estadísticamente.
Las gramíneas en general, tienden a tener mayor contenido de H de C solubles y de PC,
principalmente celulosa y hemicelulosa. Las leguminosas poseen menor cantidad de
hemicelulosa y mayor cantidad de lignina. La diferencia en la relación H de C: proteína de los
forrajes, definirá en gran medida la eficiencia de utilización del nitrógeno en rumen.
Si bien las leguminosas proveen más proteína a nivel de intestino delgado que las
gramíneas, el proceso digestivo como un todo es ineficiente si se tienen en cuenta las pérdidas
del N consumido (aproximadamente un 25% de la dieta).
El desbalance energía: proteína que se presenta con el pastoreo directo de forraje como
único componente de la dieta, puede ser atenuado con una suplementación estratégica.
b.2. Contenido de agua
30
Aunque no existan restricciones en la disponibilidad de forraje = o> a 1200-1500 kgMS/ha,
existirían otras causas que podrían disminuir la cantidad cosechada por el animal. El agua
intracelular contenida en los forrajes incrementa el llenado que un forraje es capaz de producir y
con ello afecta negativamente el consumo.
El elevado contenido de agua del forraje puede provocar una reducción en el peso del bocado
o una disminución en el tiempo total del consumo. También podría ocurrir una restricción física
del consumo debido a la presencia de grandes cantidades de agua en el tracto digestivo.
El contenido de materia seca, se obtiene secando el forraje con aire caliente (60ºC) o
utilizando hornos de microondas, lo que requiere repetidas pesadas de las muestras hasta obtener
peso constante y con un mínimo de tiempo para no quemar las muestras (Anexo 3 de la Guía de
elaboración del trabajo de planificación forrajera).
Por debajo de 15-18 % de MS en el forraje, el consumo estaría muy afectado y entre valores
de 13 a 22 % de MS el consumo aumenta en forma lineal a razón de 208 gr/día por cada
incremento porcentual en la materia seca del forraje.
b.3. Contaminación externa con heces y barro
La deposición de heces y la contaminación del forraje con barro en condiciones de mucha
humedad reducen el consumo y la producción. El forraje alrededor de las heces es rechazado
inicialmente debido al olor y posteriormente debido a que el forraje tiene mayor madurez.
Con baja carga animal instantánea, el efecto de la contaminación sobre el consumo de forraje
podría ser despreciable, pero con cargas moderadas a altas, el consumo puede ser un 30% más
bajo sobre pasturas contaminadas sobre todo en bovino lechero.
Resumen. Factores de la pastura
No nutricionales. Estructura:
a) Biomasa aérea o disponibilidad: 1100 a 1200 kg MS/ha (Pasturas polifíticas).
1500 kg MS/ha (Pasturas monofíticas).
b) Altura (cm) No menor a 8 cm.
c) Cobertura (%)
d) Densidad de forraje en los diferentes horizontes: a/b x c.
Afectan la profundidad y el área del bocado, por lo tanto el peso del bocado y la tasa de
consumo.
Nutricionales. Calidad:
31
a) Materia seca (%)
b) Composición química
c) Contaminación con heces y tierra.
Conclusiones:
El consumo en condiciones de pastoreo directo está controlado por el balance en los
límites físico - metabólicos y el comportamiento ingestivo del animal.
Es importante estimar la densidad del forraje en el horizonte de pastoreo dado que, junto a
la altura, será determinante del área, profundidad y peso del bocado. La cobertura adquiere
importancia cuando los bocados son pequeños y el tiempo de búsqueda limita la tasa de
consumo.
La cantidad de contenido celular en la materia seca del alimento determina la proporción de
nutrientes total e inmediatamente disponibles para los microorganismos del rumen. Los
componentes asociados a la pared celular (FDN) son la principal fuente energética para los
microorganismos del rumen e indirectamente para el animal alimentado a base de forrajes. La
disponibilidad nutricional de la fracción FDN estará dada por el grado de lignificación de la
misma. A mayor contenido de lignina, menor digestibilidad y menor disponibilidad de energía.
A mayor contenido de pared celular, es de esperar un menor consumo de MS.
La producción animal en pastoreo refleja el balance entre los requerimientos de nutrientes
y el consumo de los mismos que el ganado pueda hacer.
32
INTERACCIÓN PASTURA /ANIMAL
Efecto del animal sobre la pastura
En condiciones de pastoreo directo el animal influye sobre el crecimiento y la utilización
del forraje a través de:
1. Pisoteo
2. Deyecciones
3. Defoliación
1. PISOTEO
Puede disminuir la producción y utilización de las pasturas al afectarlas en forma directa o
bien indirectamente al afectar el suelo, por lo que debemos distinguir el daño sobre la planta
misma del efecto sobre el suelo.
a. Sobre la planta: las especies forrajeras están adaptadas en un grado variable al pisoteo y
sólo cuando éste excede su tolerancia se produce un daño evidente sobre los tallos y coronas;
destrucción de hojas y heridas en raíces superficiales, estolones y ápices de crecimiento,
más notorios en condiciones de alta humedad o heladas y acentuados en zonas de tránsito como
callejones y entrada a la parcela.
En todos los casos el elemento actuante es la pezuña del animal que no solo presenta
bordes filosos, sino que con su pequeña superficie sostiene el peso del animal, por lo que existe
una relación directa con la carga animal (Tabla 6).
Tabla 6: Relación entre el área total de pezuña, peso del animal y presión ejercida por los bovinos.
Área total de pezuña Peso del animal Presión
cm2/animal kg gr/cm
2
Bovinos 350 500-560 1430-1600
250 320-365 1280-1460
La composición botánica puede ser afectada por la diferente tolerancia de las especies
al pisoteo. Edmond, (1964), estableció una escala de susceptibilidad donde el raigrás perenne
es la más tolerante y le siguen trébol blanco, pasto ovillo y trébol rojo.
33
b. Sobre el suelo: el principal síntoma de daño en la estructura superficial del suelo, es la baja
infiltración de agua, que normalmente está asociado con una disminución del tamaño de los
poros y de la capilaridad del suelo.
La porosidad está estrechamente vinculada con la estructura del suelo. La estabilidad de la
estructura se refiere a la capacidad que posee un suelo para conservar el ordenamiento de sólidos
y espacio poroso, cuando está sujeto a disturbios externos.
El tamaño de los poros del suelo varía desde 0,003 micrones (separación entre láminas de
arcilla) a decenas de cm (grietas). Los poros de diámetro equivalente superior a 100 micrones
son importantes, porque este tamaño coincide, aproximadamente, con el diámetro mínimo que
poseen las raíces de la mayoría de las plantas. Por ello, la presencia de poros, con diámetros
iguales o superiores, es crítico para el crecimiento y la extensión de los sistemas radicales.
El sistema radical crece dentro de los poros preexistentes con diámetros mayores que el
propio. De lo contrario, debe agrandar poros más pequeños o crear poros nuevos, lo cual está
determinado por la resistencia de la masa del suelo.
El pisoteo del ganado constituye un severo disturbio de la estructura edáfica y causa cambios
en la porosidad y en la distribución de tamaño de poros. A medida que el disturbio aumenta los
poros más grandes colapsan.
El contenido de humedad presente en el suelo es el principal factor que controla el
efecto del pisoteo.
En suelos muy secos aparecen poros llenos de aire en la superficie del suelo que lo vuelve a
éste susceptible al daño estructural por pisoteo. Ello sucede debido a la destrucción de agregados
superficiales por el impacto de la pezuña animal sobre suelo seco ("crushing"). Este daño no
genera una compactación excesiva, pues el suelo posee alta capacidad portante, pero da lugar a
la generación de agregados de menor tamaño, y por ende se traduce en descensos de estabilidad
estructural.
Cuando un suelo es transitado con una humedad por encima de la humedad crítica, existe una
leve recuperación de la capacidad portante del suelo, debida a que los poros llenos de agua
resisten mejor la cargas compactantes. Esta teoría explica perfectamente porque los suelos no
muestran daños de la estructura en invierno, con el suelo muy húmedo o encharcado, sino en
verano con el suelo más seco (Taboada & Lavado, 1993).
Otro factor que incide es el método de pastoreo utilizado y la carga animal. En este sentido,
existe coincidencia en que el daño se incrementa con carga animal muy alta y continua todo el
año (pastoreo continuo). Con referencia al pastoreo rotativo (con altas cargas instantáneas),
existen divergencias sobre su efecto sobre el suelo.
34
En un ensayo, llevado a cabo en un suelo alcalino en Rauch (Bs. As.), no se hallaron
diferencias significativas en densidad aparente entre una situación no pastoreada por varios años
y otra sometida a pastoreo rotativo (alta carga instantánea). En cambio, se observó deterioro
estructural bajo pastoreo continuo, pero únicamente en los períodos en que el suelo estaba
húmedo. Ello permite afirmar que la susceptibilidad de este suelo al daño por pisoteo depende
del efecto del tránsito repetido y continuado de hacienda sobre el suelo y del nivel de humedad.
El otorgamiento de descansos periódicos contribuye a que el suelo recupere su porosidad.
En el sistema, actúa una compleja interacción de factores, dentro de los que se encuentran el
tipo, peso y carga animal, la distancia caminada y recorrida diariamente (que oscila para los
bovinos entre 3 y 6,5 km/día), la cobertura y altura de la pastura, la fertilidad y humedad del
suelo y el clima.
2. DEYECCIONES
La contaminación del forraje con deposiciones es un factor que limita la eficiente cosecha del
pasto por parte del animal.
Las heces destruyen la vegetación por obstrucción y sombreado. La orina llega a provocar
mortandad de plantas debido a la concentración de sales, sobre todo en períodos de sequía.
Por otra parte las deyecciones pueden provocar cambios en la composición botánica de la
pastura, debido al efecto asociado de la respuesta diferencial al cambio de fertilidad y a la
selección del animal por rechazo.
Es conveniente conocer la cantidad de heces producidas, la frecuencia y su distribución en el
campo, el área total cubierta y el área circundante rechazada, para clarificar el efecto de las
deyecciones (Tabla 7).
Tabla 7: Producción de heces, frecuencia de deyecciones, área cubierta y área rechazada.
Producción de Frecuencia Área cubierta (A) Área rechazada
heces/animal de deyecciones por animal
0,4 a 0,7 m2/día 3 a 6 veces A
28 kg/día 10 a 12/día 200-400 m2/año 6 a 12 veces A
La distribución de las deyecciones es desuniforme. Un factor de importancia es el área
rechazada por el animal que guarda generalmente una relación inversa con la carga animal. El
35
tiempo durante el cual se produce el rechazo es variable, dependiendo principalmente del
ambiente que condiciona la degradación de las deyecciones, variando de 3 a 5 meses.
La degradación se relaciona con las precipitaciones, los invertebrados microbiológicos y con
la actividad de los pájaros.
La reducción del área foliar fotosintéticamente activa de la pastura, causada por las heces y el
incremento de la senescencia en el área rechazada, conduce a una reducción en el nivel de
utilización del forraje. Por otra parte, las deyecciones son positivas, ya que devuelven parte de
los nutrientes del suelo.
La mayor parte del nitrógeno (N) es excretado por la orina (aproximadamente el 70 %),
mientras que el resto procede de las heces. El N de la orina se encuentra en forma de urea (70 %)
y aminoácidos que derivan a amonio y nitratos, formas rápidamente disponibles para los
microorganismos del suelo. Por el contrario el N de las heces está en combinaciones orgánicas,
por lo que primero debe producirse su ruptura física y mineralización por parte de los
microorganismos del suelo.
El fósforo (P) es excretado principalmente en las heces y se reincorpora al suelo en forma
inorgánica, rápidamente asimilable para las plantas (80 %).
3. DEFOLIACION
La defoliación es el proceso de remoción total o parcial de la parte aérea de las plantas, viva o
muerta, por corte mecánico o pastoreo (Hodgson, 1979). Según Harris (1978) caracterizar la
defoliación requiere la definición de tres parámetros:
Intensidad
Frecuencia
Momento
La intensidad o severidad de defoliación representa la cantidad de biomasa que es
removida en relación a la disponible durante un corte o pastoreo y está estrechamente
relacionada con la carga animal y el tiempo de permanencia.
Afecta el rendimiento de cada corte o pastoreo, condiciona el rebrote de las pasturas y
por lo tanto las producciones subsiguientes y la persistencia o longevidad de las mismas.
Considerando que las especies difieren en su capacidad para soportar pastoreos intensos, esta
particularidad puede conducir a cambios en la composición botánica.
La frecuencia de defoliación es el tiempo transcurrido entre defoliaciones sucesivas y puede
influir sobre la productividad y el valor nutritivo del recurso forrajero.
36
Cuanto más frecuente son las defoliaciones, más baja parece ser la producción de MS luego
de las mismas y para la estación en conjunto.
En la Figura 10 se puede observar la forma en que la frecuencia de defoliación puede afectar
la producción total de MS de una pastura y modificar la curva de crecimiento de la misma.
Figura 10: Efecto de la frecuencia de defoliación sobre la curva de crecimiento estacional de las pasturas.
Pese a que la frecuencia de defoliación se relaciona más con la modalidad de pastoreo que
con la carga animal, la magnitud de sus efectos se halla altamente condicionada por la
intensidad de defoliación.
Si se extraen cantidades muy pequeñas de pasto por vez, la frecuencia pierde importancia,
pero si las proporciones extraídas son considerables las pasturas demorarán más en recuperarse,
de ahí la importancia del momento, que se relaciona con el estado fenológico de las plantas y
época del año cuando se realiza la defoliación.
Receptividad: ver Calculo de receptividad ganadera de Golluscio (2009). A partir de cambios
producidos en la carga animal o en la presión de pastoreo, pueden generarse cambios de distinta
magnitud en la producción por animal y por unidad de superficie. Mott (1960) conjugó tales
relaciones en su clásico modelo teórico (Figura 12).
37
Figura 12: Modelo que relaciona la carga animal con la producción por hectárea y por animal. Mott, 1960.
Una carga animal baja genera situaciones de subpastoreo y producción por animal
elevada, debido a la reducida competencia entre animales sobre los nutrientes de la pastura. Ello
induce a una tasa de utilización forrajera baja y a una escasa producción animal por hectárea.
Dentro de ciertos límites, a medida que la carga animal aumenta, se produce un
crecimiento lineal de la producción por hectárea, en tanto la producción por animal tiende a
mantenerse estable.
Cargas crecientes deprimen la producción por animal y determinan sucesivos aumentos
en la producción por hectárea hasta un nivel máximo, a partir del cual la producción por animal
se resienta tan drásticamente que induce una caída en la producción por hectárea. Se llega así a
una situación de sobrepastoreo, a una fuerte competencia entre animales por el pasto
disponible, y a una condición subnutricional que afecta la producción individual.
La carga animal, lejos de ser una constante dentro del sistema, pueden experimentar
grandes variaciones, según:
Los cambios de disponibilidad forrajera que se producen dentro de un mismo año y entre
años.
La unidad de tiempo considerada (semana, mes, año, etc.)
El área de referencia (hectárea, hectáreas ganaderas, hectáreas totales del sistema).
El tipo de animal que pastorea (vaca lactante, vaca seca, animales en crecimiento, etc.).
Acción selectiva sobre las plantas
La selección está relacionada y varía con la especie animal, el tamaño, características
intrínsecas y extrínsecas de la planta, carga animal y modalidad de pastoreo.
Las características específicas de los aparatos bucales marcan patrones de pastoreo
distintos para bovinos y ovinos, siendo estos últimos más selectivos.
38
El animal elige el forraje que consume, selecciona especies o variedades y además partes
de la planta siendo la presión selectiva mayor sobre las partes apicales que sobre las
basales, puesto que aquellas son las de mayor valor nutritivo, dependiendo de la cantidad
ofrecida y de la composición botánica.
Cuando la disponibilidad del forraje es suficiente para permitir la selección del ganado,
las porciones ingeridas son más digestibles, con mayor porcentaje de proteínas, grasas y
azúcares, y pobres en fibras, que el remanente no pastoreado.
El forraje seleccionado tiene una digestibilidad del 3-10 % más alta que el promedio de
lo ofrecido.
Cuando esta selección se centra en una especie, al corto tiempo la especie asociada no
defoliada tiende a dominar en la pastura al favorecerse su capacidad competitiva,
provocando cambios en la composición botánica.
La selección se hace mayor a bajas cargas ya que se impiden situaciones de
competitividad nutricional entre los animales. Al aumentar la carga, se incrementa
también la competencia por las partes valiosas de la planta y se reducen las posibilidades
de seleccionar.
39
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41
UTILIZACIÓN DE PASTURAS PERENNES
Introducción
Las pasturas constituidas por especies perennes son la forma más rentable de generar
alimentos para la producción animal en el universo de las pasturas sembradas en nuestro país.
El hecho de que con un solo barbecho, una sola siembra y un solo período de crecimiento
inicial se logre un período de pastoreo de por lo menos de tres a cinco años, determina
rentabilidades insuperables comparadas con pasturas anuales. A estas ventajas debemos
considerar los beneficios de mantener alta cobertura en los suelos y contar con plantas que
presentan una relación baja de parte aérea/raíz que incorporan una buena cantidad de materia
orgánica en el interior del suelo. Todo esto es cierto en la medida que la implantación,
establecimiento y utilización de la pastura se realiza con sumo cuidado. Veremos algunas
prácticas de manejo de pasturas perennes durante el primer año y establecidas.
Utilización Inicial
El Objetivo de la utilización inicial, durante el primer año, de pastura es lograr una pastura
vigorosa y longeva, promoviendo el desarrollo de una población balanceada de plantas en la que
todas las especies incluidas en la mezcla tengan igual oportunidad de crecer. Para
alcanzar este objetivo es necesario que todas las plantas dispongan de buena cantidad de luz. En
general, las especies forrajeras tienen un crecimiento inicial lento y se encuentran expuestas a la
competencia de malezas de germinación otoño-invernal. En la instalación de una pastura
tenemos que tener en cuenta tres etapas:
Germinación (puede tardar de 7 a 15 días, según las condiciones de humedad y temperatura).
Emergencia: es la aparición de la plántula sobre la superficie del suelo.
Establecimiento: es el número de plántulas logradas y se expresa como porcentaje del número
de semillas viables sembradas. En este período se establece la competencia por agua, nutrientes,
luz y es muy crítico entre los 45 y 90 días desde la siembra. La eficiencia de implantación en
nuestro país es baja, oscila entre un 30 a 70%. El efecto de las malezas durante este período
implica:
42
Reducción del número de plantas logradas.
Establecimiento de Plantas débiles.
Atraso en el primer pastoreo.
Menor producción de forraje en el primer pastoreo.
Menor "calidad" del forraje.
Disminución en la capacidad fijadora de N de las leguminosas.
Existen muchas especies que pueden acompañar a la pastura en el período de implantación, pero
su presencia no siempre causa daños o es difícil saber si causarán mermas en la producción. Para
determinar la necesidad de control, hay que considerar el tipo de especie, la frecuencia de
aparición, la severidad con que la afecta, época del año, fertilidad del lote, etc.
Especies poco importantes: corto ciclo de crecimiento y/o escaso porte y cobertura, y
fructificación temprana: Bowlesia, bolsita de pastor, mastuerzo.
Especies más importantes: capiquí (Stellaria media), ortiga mansa (Lamiun amplexicaule),
mostacilla (Hirschfeldia incana), nabo (Brassica nigra); raigrás anual; en otros casos las
especies invasoras son las mencionadas anteriormente acompañadas por cardos (Carduus
acanthoides, Silybum marianum, Cynara cardunculus, Circium vulgare) y abrepuño amarillo
(Centaurea solstitialis). Canchalagua o verónica (Veronica persica), apio cimarrón (Ammi
majus), manzanilla (Matricaria chamomilla), pensamiento silvestre (Viola arvensis), rama
negra (Conyza spp), y flor morada (Echium plantagineum) entre otras
.
Primer pastoreo
El momento de decidir cuándo y cómo realizar el primer pastoreo es muy importante para
mantener la composición original de la mezcla.
La época o momento depende de factores tales como:
Especie/es, condiciones ambientales desde la siembra, tipo de suelo, humedad del mismo y
grado de enmalezamiento. Las especies con mayor velocidad de crecimiento inicial, en
condiciones ambientales normales, son: raigrás anual, raigrás perenne, cebadilla, alfalfa,
trébol rojo, trébol de olor, trébol blanco. Con valores medios a bajos: pasto ovillo, festuca,
falaris, Lotus tenuis, L. corniculatus, agropiro y pasto llorón.
Las pasturas pueden ser: base alfalfa; base trébol rojo o base gramíneas. La especie base es la
que tiene mayor productividad, generalmente el mejor valor nutritivo y da la persistencia de la
mezcla.
El primer pastoreo en pasturas
43
en base a gramíneas se define en función a la disponibilidad (kgMS/ha) que se puede
calcular a través de estimaciones visuales o mediante cortes al ras del suelo.
en base a alfalfa esperar el 10% de floración y/o una altura de 3-5 cm de los rebrotes
basales.
en base a trébol rojo el primer pastoreo se realiza considerando la disponibilidad de la
gramíneas (por ser más agresivas), para el segundo pastoreo se deberá observar el estado de
desarrollo del trébol rojo si aún está en estado de roseta será nuevamente en función de la
disponibilidad y sino se realiza siguiendo el mismo criterio que el de las pasturas base alfalfa.
Independientemente del tipo de pastura que se haya implantado, el primer pastoreo debe
realizarse con:
antánea para disminuir la selección.
-10 cm porque las gramíneas necesitan área foliar
fotosintéticamente activa para favorecer un rápido rebrote y la alfalfa y trébol rojo aún no han
tenido oportunidad de acumular sustancias hidrocarbonadas.
Se recomienda no utilizar las pasturas de primer año para la producción de reservas forrajeras, no
solo porque las especies de mayor crecimiento prosperarán más que las otras sino que, además,
habrá poco macollaje y al cortarse su parte aérea, aparecerán espacios libres que pueden ser
ocupados por malezas de ciclo PVO, en general muy agresivas.
Utilización de pasturas establecidas
Cada especie requiere una defoliación particular, pero existen pautas generales que deben ser
consideradas en la utilización de todas las pasturas a lo largo del año.
1. La frecuencia de pastoreo o tiempo de descanso:
Para las gramíneas: es en función de las tasas de crecimiento de las especies, que están
directamente relacionadas con las condiciones ambientales.
Para las leguminosas tipo alfalfa (alfalfa y trébol rojo) que poseen crecimiento cíclico: en
función del 10 % de floración o cuando la altura de los tallos de la nueva onda de crecimiento sea
de entre 3-5 cm.
2. La intensidad de pastoreo:
44
Es la altura que quedará de remanente luego del pastoreo. Debe dejarse en promedio de 8 a
10 cm de altura de área foliar remanente, y se relaciona con las hojas fotosintéticamente activas
que quedan después de la defoliación. Además se relaciona con la manera en que almacenan y
removilizan el C y el N las diferentes especies de gramíneas y con el consumo por parte de los
animales.
Utilización estacional
El verano y el otoño son las estaciones en que las pasturas necesitan ser utilizadas con más
cuidado porque la producción de materia seca durante todo el año, dependerá de cómo se
realizaron los pastoreos (intensidad y frecuencia) en esas épocas.
Verano
Los pastoreos deben dejar área foliar remanente (8-10 cm) en plena actividad fotosintética
para sobrellevar la deficiencia de agua, mantener la actividad radical, proteger la corona, evitar el
recalentamiento del suelo y lo mencionado anteriormente en intensidad de pastoreo.
Las gramíneas OIP en esta estación disminuyen su crecimiento por efecto de las altas
temperaturas y bajo régimen de lluvia, por lo tanto el tiempo de descanso para que se recuperen
será mayor y en algunos casos se cerrará al pastoreo.
El pasto llorón (PVO), disminuye sus tasas de crecimiento, con respecto a la primavera, por
las condiciones ambientales.
En las leguminosas tipo alfalfa (alfalfa y trébol rojo cv. Quiñequeli) se debe esperar la
floración o rebrote basal (yemas de la corona o de las yemas de las hojas basales).
Otoño
Las condiciones climáticas son apropiadas para el macollaje, las plantas no deben crecer en
exceso porque se reduce la cantidad de luz recibida, produciéndose menos macollos o macollos
más débiles.
La época de utilización dependerá de las especies, pero debe reducir la competencia entre las
mismas, favorecer el rebrote en las invernales y la acumulación de sustancias hidrocarbonadas.
En el caso del género Lotus, es el único momento de acumulación para afrontar la estación
desfavorable para su crecimiento.
En el caso de las leguminosas tipo alfalfa (alfalfa y trébol rojo cv. Quiñequeli), se acortan los
días, por lo tanto ya no habrá floración y la frecuencia estará dada por la presencia del rebrote
basal.
Las refertilizaciones se recomiendan en esta estación, con fertilizantes fosfatados, para
mantener un stand apropiado de leguminosas que sean capaces de efectuar un aporte importante
45
de nitrógeno, con lo que se favorecerá a las gramíneas y se logrará una mayor productividad
anual de la pastura.
Invierno
Las bajas temperaturas disminuyen el crecimiento de las especies invernales y la
disponibilidad de forraje en esta época dependerá de la intensidad y frecuencia de pastoreo
efectuada durante el otoño.
Los pastoreos deberán ser poco frecuentes porque las tasas de crecimiento son bajas.
Primavera
Se produce un aumento de la tasa de crecimiento (kgMS/día) debido al pasaje al estado
reproductivo, visualizándose los tallos e inflorescencias. En las leguminosas tipo alfalfa se debe
esperar la floración o el rebrote basal para ingresar a pastorear.
En esta época se produce inevitablemente un excedente de forraje que puede destinarse a
reservas (heno-silaje). También es frecuente la presencia de malezas cuyos efectos son:
Reducción del número de plantas de las especies forrajeras.
Menor "calidad" y producción de forraje.
Menor persistencia de la pastura.
Las especies más comunes son: gramón (Cynodon dactylon), cardos, cebollín (Cyperus sp.),
altamisa (Ambrosia tenuifolia), senecio (Senecio sp.), rama negra (Conyza sp.), sorgo de Alepo
(Sorghum halepensis), pasto cuaresma (Digitaria sanguinalis), quinoa (Chenopodium albus),
abrepuño (Centaurea solstitialis).
El control de las malezas de hoja ancha será preferentemente químico y el de las gramíneas
mecánico o mediante pastoreos.
UTILIZACION DE VERDEOS DE INVIERNO
La implantación de verdeos significa un costo importante por lo que su aprovechamiento debe
ajustarse a pautas estrictas tratando así de obtener la máxima productividad de los mismos. Para
cualquier sistema de producción en que queramos mantener una alta perfomance individual de
carne o leche, los verdeos, sobre todo con altas dotaciones de animales, son imprescindibles.
La utilización incorrecta de un verdeo de invierno tiene no solo una incidencia negativa
desde el punto de vista económico sino que además implica el riesgo de quedarse sin pasto
en una época crítica, donde no existen otras alternativas forrajeras.
46
A medida que seatrasa la fecha óptima de siembra, se prolonga el período que va desde la
siembra hasta el primer pastoreo, con lo cual se disminuye el período total de utilización del
verdeo lo que contribuye a aumentar el costo del mismo. A menor período de crecimiento, si
todas las demás variables se mantienen constantes (humedad, fertilidad, etc.), se produce una
menor cantidad de MS/ha.
Los verdeos de invierno son utilizados desde el otoño (mediados de abril-mayo) hasta fines de
invierno- primavera (fines de agosto-septiembre-octubre).
La decisión de cuándo un verdeo está en condiciones de ser pastoreado se toma en base
a diversos parámetros:
El más preciso es determinar la disponibilidad: cantidad de materia seca que existe en el
momento de ingresar los animales, expresada en kg/ha.
Se considera que el momento adecuado para el ingreso de los animales es cuando existen
entre 1200 y 1500 kg de MS/ha; la determinación no es engorrosa y, si se la utiliza con cierta
continuidad durante un tiempo, el "ojo" se hace lo suficientemente práctico como para no llegar a
cometer errores importantes en la estimación visual.
Otros métodos visuales o empíricos son:
a- Las líneas de siembra (en siembras a 15-20 cm) pierden su identidad, es decir las hojas se
entrecruzan y no dejan ver el entresurco.
b- Las hojas inferiores comienzan a amarillear (esto en realidad no debería ocurrir ya que
indica senescencia y menor cantidad de material verde).
c- La altura es de unos 20-25 cm y tirando de las hojas se cortan sin desarraigarse.
d- El piso debe estar firme de manera que no haya peligro de que los animales destruyan el
verdeo por efecto del pisoteo.
Es tan conveniente saber cuándo ingresar los animales en el lote como saber el momento
de retirarlos porque el rebrote depende exclusivamente de la cantidad de área foliar remanente
para realizar fotosíntesis y obtener la energía necesaria para desarrollar nuevas hojas y macollos.
En todos los casos se recomienda el uso del pastoreo rotativo, este método permite la
asignación de forraje diaria, con poca permanencia de los animales en el lote, siendo lo ideal un
pastoreo que dure algunas horas o un día a lo sumo; con esto se consume la mayor cantidad y
calidad de forraje con un mínimo de pérdidas (20-25%) por pisoteo, deyecciones, etc. Conviene
recordar que cuanto más tiempo permanezcan los animales en el lote más ineficiente será la
utilización (Figura1).
47
Figura 1: Porcentaje de eficiencia en la recolección del forraje de acuerdo al número de
días de pastoreo.
El momento de retirar los animales del lote será cuando el remanente que haya quedado
tenga en promedio de 8 a10 cm de altura.
Este área foliar remanente permitirá a la planta rebrotar rápido y de manera eficiente; por otra
parte no afectará el consumo de los animales dado que, con alturas menores, por menor tamaño
de bocado, se afecta el consumo voluntario.
El período de descanso entre pastoreos puede variar según zonas agroecológicas, especie,
cultivar, momento del primer pastoreo, condiciones climáticas y remanente a la salida del
pastoreo en general será de alrededor de 45 días a fin de obtener la disponibilidad adecuada.
En la utilización de los verdeos de invierno existen algunas otras precauciones que deben
considerarse:
*Controlar el arraigue de las plantas antes del primer pastoreo, teniendo la precaución de que
los animales no arranquen las plantas. Se debe controlar que exista "piso" antes del ingreso de
los mismos porque si el suelo está muy blando o encharcado el pisoteo destruirá una cantidad
importante de plantas.
*Evitar que los animales estén sobre el mismo en los momentos de heladas donde el pisoteo
arruina muchas plantas; lo ideal será hacer un encierre nocturno, que se puede realizar (según
zonas y sistemas de producción) sobre un lote vecino de campo natural, pastura degradada, pasto
llorón, o en una "ensenada", calle o corral de encierre donde se le da heno o silaje.
Esta práctica tiene como objetivo dos aspectos:
Preservar el verdeo de daños innecesarios aumentando así la eficiencia de cosecha y la
receptividad de este recurso.
48
El suministro de un alimento fundamentalmente fibroso (heno, silaje, etc.) con elevado
contenido de materia seca que, compensa el bajo porcentaje de MS (12 -15%) del verdeo
y evita el problema de diarreas, común en verdeos no sazonados. El heno debe ser de
buena calidad para no provocar importantes reducciones en el consumo del verdeo por un
efecto de llenado del rumen con forraje de baja digestibilidad.
Con los verdeos se pueden cubrir las necesidades de mantenimiento y de medianos a altos
niveles de producción (carne o leche) siempre y cuando la utilización sea correcta y sobre todo la
asignación de pasto por animal. Para aumentar la producción se puede recurrir a la
suplementación (heno, silaje, grano); los concentrados energéticos son más efectivos que el heno
para obtener mayores niveles de producción de los animales.
Aplicando la totalidad de las técnicas mencionadas, se lograrán ganancias diarias de
peso promedio de entre 0,6 a 0,9 kg, de lo contrario no superarán los 0,5 kg.
Resumen de utilización de verdeos de invierno
Debemos conciliar:
Aumento diario de peso vivo (ADPV) esperado con la productividad por hectárea. El
ADPV depende de la cantidad y valor nutritivo del forraje ofrecido por animal/día para
el período completo de utilización.
Dependerá de cada empresa utilizar el verdeo para:
Mantener una alta carga invernal, con discretos ADPV o,
Privilegiar altos ADPV.
Primer pastoreo
Pleno estado de macollaje.
Bajo % de MS (12-16%). Que haya piso.
Evaluar previamente si es necesario suministrar heno de calidad o concentrados
energéticos.
Sistema de pastoreo: Debemos controlar:
Momento de pastoreo.
Duración del pastoreo o tiempo de permanencia.
Intensidad de defoliación.
Frecuencia de defoliación o tiempo de descanso.
Requiere: Subdivisión de los potreros y manejo de los rodeos.
El descanso varía según: el tipo de pastura (especie, cultivar), la fertilidad del suelo, el
momento del primer pastoreo, la intensidad de pastoreo y la estación del año.
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UTILIZACION DE LOS VERDEOS DE VERANO
Sorgo forrajero
El primer pastoreo debe realizarse cuando las plantas alcancen 60-70 cm de altura. Los
pastoreos con mayor altura hacen que los animales seleccionen solamente las hojas y como
consecuencia queda un rastrojo formado por tallos que inhiben el desarrollo de nuevos macollos,
se pierde biomasa y se retrasa el rebrote. En general, puede efectuarse a los 45-50 días de la
siembra, con valores de alrededor de: 18% de MS; 14 % de PB y 2,15 Mcal de Energía
metabolizable (EM). Estará nuevamente en condiciones de ser pastoreado después de un período
de 20 a 30 días (enero), disminuyendo el valor nutritivo en el último corte (fines de febrero-
marzo) a: 9,7% de PB y 2,0 Mcal de EM con un aumento en el contenido de MS de hasta un 23-
25% o más.
Un manejo correcto implica utilizar alta carga animal instantánea, en superficies limitadas,
de tal forma que el ganado utilice el forraje disponible en el menor tiempo posible (no más de 4-
5 días).
Al finalizar cada pastoreo se dejará un remanente de aproximadamente 10-15 cm, esto
permite un rebrote equilibrado porque no solo se eliminan los ápices terminales de los macollos
más desarrollados, lo que implica favorecer el desarrollo de yemas basales y axilares, sino que
además se permite el desarrollo de macollos cuyos ápices terminales están por debajo del nivel
de defoliación.
Una característica del sorgo es que puede llegar a tener 3 o 4 rebrotes. El pastoreo inicial tiene
una mayor oferta que los sucesivos (aproximadamente 45-50 %, el segundo 25-30 %, el tercero
15 a 20 % y el último alrededor del 10 % de la producción total) por lo tanto, tendremos que
variar la carga animal instantánea, la superficie o el tiempo de pastoreo para no tener variaciones
en las ganancias de peso vivo del animal o en la producción de leche.
En los primeros estadios el sorgo es un forraje apto para animales en crecimiento, engorde o
producción de leche, alcanzando ganancias diarias de 700 a 800 gr; a medida que avanza su ciclo
disminuye el contenido de PB e hidratos de carbono solubles lo cual determina ganancias de 400
a 600 gr/día o menos.
Una de las causas que han sido asociadas a las ganancias de peso relativamente bajas logradas
en sorgos forrajeros, es la presencia de ácido cianhídrico en concentraciones subclínicas
(Wheeler, Hedges&Till. (1975); Said et al., 1977). En el rumiante opera en rumen e hígado un
50
mecanismo de detoxificación, mediante el cual se transforma el ácido cianhídrico en tiocianato,
proceso que generaría una demanda adicional de azufre.
Una experiencia llevada a cabo en la E. E. A. de Concepción del Uruguay INTA ha logrado
ganancias diarias significativamente superiores suplementando los animales con una mezcla
constituida por un 80 % de ClNa y un 20 % de S elemento con consumo ad-libitum.
Es un cultivo en el cual se debe considerar muy especialmente el porcentaje de pérdidas
durante su utilización, con valores que oscilan entre un 25 a 45 % de la oferta total de cada
aprovechamiento.Otro aspecto importante a tener en cuenta es la capacidad de las aguadas
durante el pastoreo, ya que la alta disponibilidad de forraje, determina una elevada cantidad de
animales en superficies reducidas.
Cultivares: Los sorgos forrajeros más utilizados son híbridos, lo que determina la constante
aparición de nuevos cultivares con características distintas según sea su finalidad de uso o zona
de implantación. La nómina que se detalla a continuación es orientativa y se debe actualizar.
Funk's G191 F y G192 F; Jumbo; NK 308; Trudan 9; Sordan 79; Sucrosorgo 405; Sudax SX
121; Grazer; Novillero, etc.
Maíz
Existen diferentes alternativas de utilización del maíz:
Pastoreo directo (prefloración o granado)
Ensilaje (Guía T.P. Conservación de forrajes en este Tomo)
Rastrojo
Pastoreo directo
Tiene un período de aprovechamiento muy amplio, pudiendo comenzar con alturas de
alrededor de 1 m hasta el estado de grano lechoso-pastoso.
En el primer caso, el animal consume toda la planta y no se deja remanente dado que el maíz
no tiene posibilidad de rebrote. Hasta prefloración la disponibilidad será alrededor de 5000
a8000 kg de MS/ha, con un porcentaje de pérdidas variable, de acuerdo al método de pastoreo
utilizado de entre el 25 y 50 %.
La calidad en este caso es muy buena, con 20 a 25 % de MS, alta digestibilidad (> del 75 %),
EM: 2,4 a 2,5 Mcal/kgMS y 9 % de PB. Se utiliza para vacas en ordeñe o en invernada, con
ganancias de peso de aproximadamente 1 kg/día.
Si se realiza el pastoreo en estado de grano lechoso-pastoso la disponibilidad rondará los
16000 a20000 kg de MS/ha, las pérdidas serán mayores debido a que los animales no consumen
51
totalmente los tallos.El porcentaje de MS es de 30 a 35 %, la digestibilidad del 70 al 75 %, PB:
7-8 %; EM: 2,6 a 2,7 Mcal/kg MS (por la presencia del grano).
Se debe tener en cuenta que si se utiliza un híbridoes un cultivo muy caro de implantar, al
tener sólo un pastoreo y competir con la agricultura. Actualmente, se están utilizando cultivares
de maíz RR para pastoreo y de esa forma se elimina el gramón.
Método de pastoreo: ídem sorgo, pero teniendo en cuenta que la altura remanente no es tan
importante porque no existe posibilidad de rebrote.
Rastrojo
El rastrojo de maíz se compone básicamente de tallos, chalas, hojas, marlo, grano y malezas.
El volumen del residuo dependerá del híbrido sembrado, condiciones climáticas, fertilidad del
suelo, rendimiento de grano y de la época de siembra. En términos generales se puede asumir
que por cada kilogramo de grano cosechado queda un residuo de 1 a1,5 kg de MS. La cantidad
de grano presente en el rastrojo dependerá de la oportunidad y eficiencia en la cosecha.
Las malezas pueden representar una porción muy variable, a medida que el cultivo se realiza
en mejores condiciones, este componente tiende a desaparecer.
De los tres componentes del rastrojo (residuo, maleza y grano), el orden de calidad sería:
grano, malezas y residuo, dentro de este último, la chala se considera el componente de mayor
digestibilidad seguido por las hojas, tallos y marlo.
De acuerdo al análisis realizado por Borras et al., 1989 en la E. E. A. de Pergamino se pueden
observar los siguientes valores de un rastrojo de maíz: N: 0,66 %, Pared celular: 82,2 %,
Celulosa: 39 %, Lignina: 6,7%, Digestibilidad "in Vitro": 48% y EM: 1,7 Mcal/kgMS.
En caso de utilizarlo, el contenido de grano en el rastrojo influirá sobre la ganancia animal a
obtener y no convendrá extender el tiempo de permanencia de los animales debido a las bajas
ganancias de peso que pueden esperarse y al efecto contraproducente sobre el cultivo posterior.
La carga animal instantánea se debe ajustar a la disponibilidad del rastrojo. La ganancia del
animal en pastoreo puede ser de 300 gr/animal/día durante los primeros 30 días de utilización, ya
que, en este período, el consumo de grano es un fuerte determinante del aumento de peso.
El pastoreo de rastrojo se manifiesta en el suelo con dos efectos: efecto positivo, dado que el
paso del material vegetal por el tracto digestivo del animal reduciría el tiempo que el rastrojo
tarda en descomponerse en humus, calculado entre 3 y 10 meses, además de facilitar el laboreo
posterior. El efecto negativo es provocado por el pisoteo y la extracción del material vegetal que
de no ser extraído por el animal se incorporaría al suelo como parte del componente materia
orgánica.
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Ventajas
Posibilidad de contar con una fuente de alimento de gran volumen y alto contenido de
MS.
Permite el mantenimiento de animales de bajos requerimientos.
Desventajas
El pastoreo prolongado y excesivo durante el otoño y el invierno provoca un efecto
negativo sobre las propiedades físicas y químicas del suelo (compactación superficial,
reducción de la porosidad y permeabilidad, menor aireación y drenaje, disminución de la
fertilidad actual)
Efectos negativos sobre el rendimiento del cultivo posterior.
Residuo de difícil descomposición.
Mijo: Es un cultivo poco utilizado bajo pastoreo directo.
Heno (Guía de Conservación de forrajes en este Tomo).
Pastoreo directo:Su crecimiento inicial es rápido, con tasas de crecimiento de noviembre a
enero de hasta 80 kgMS/ha/día. Se lo puede comenzar a pastorear a los 45 días. Si se lo pastorea
antes de la floración (en siembras tempranas) su rebrote es bueno. En floración y aún granado es
palatable, aunque menos que la moha por ser pubescente. Variedades: Tipo amarillo o Xanaes,
Tipo verde cv. Trinidad.
Moha: El aprovechamiento de la moha puede ser: Pastoreo directo (Poco utilizado).
Heno (Guía de T.P. Conservación de forrajes).
Pastoreo directo: Posee un rápido crecimiento inicial; el primer pastoreo (macollaje) puede
realizarse a los 30-35 días de implantada y en este caso se obtiene un rebrote aceptable; el
rendimiento total esperado será del orden de los 3500-4000 kgMS/ha. Si se espera para hacer un
único aprovechamiento en estado de panojamiento el rendimiento puede alcanzar los 4000-6000
kgMS/ha. Variedades: Ñandú INTA, Yaguané INTA, Carapé INTA y Colorada Gigante.
Soja (Glycine max) para pastoreo: Se trata de un cultivo de ciclo estival que constituye un
aporte importante de forraje en los sistemas de producción de leche, principalmente en aquellas
zonas donde no puede ser utilizada la alfalfa.
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Conviene utilizar genotipos de ciclo largo (Grupo 7-8) que son los que permiten un mayor
período de utilización. Se siembra en el mes de octubre, a razón de 60-70 kg/ha y a 35 cm
entre surcos para lograr tallos finos y de mayor calidad.
Para lograr alta productividad el pastoreo se debe iniciar a una altura de alrededor de 45
cm, momento en que presenta valores de proteína bruta de aproximadamente 18 %, una
digestibilidad de 70 % y EM: 2,5 Mcal/kgMS. Se debe pastorear dejando área foliar
remanente (10-12 cm) y no desmalezar porque el rebrote se produce de las yemas ubicadas
en las hojas basales del tallo. El número de pastoreos varía entre dos y cuatro, según el
cultivar, época de siembra y condiciones ambientales.
Conclusiones
Los verdeos anuales son recursos estratégicos de alto costo.
Aportan forraje en períodos críticos.
Para implantarlos deben elegirse potreros fértiles y libres de malezas.
Respetar la época de siembra.
Presentan corto tiempo de utilización y alto % de pérdidas.
Verdeos de invierno: Alto contenido de agua. Aportan energía y proteína.
Verdeos de verano: Especies C4, con alta producción de MS/ha. Bajo valor proteico (entre 8
y 13%). El sorgo y maíz aportan energía.
Sin rebrote: maíz. Escaso rebrote: moha y mijo.
Método de pastoreo rotativo, con altas cargas instantáneas para controlar: selección,
intensidad y frecuencia de defoliación.
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METEORISMO
Efecto sobre la salud animal
El meteorismo espumoso, timpanismo o empaste es una alteración digestiva que consiste
en la formación de pequeñas burbujas, muy estables, que atrapan los gases producidos durante
la fermentación ruminal (CO2 principalmente y metano), impidiendo su normal eliminación
por eructación. El trébol blanco se encuentra dentro de las leguminosas forrajeras que
producen con más frecuencia meteorismo, junto con la alfalfa y el trébol rojo, en estado tierno
y con altas tasas de crecimiento.
Mecanismo desencadenante (Teoría de la ruptura celular)
Como agentes causales se han propuesto muchos factores, pero para las leguminosas
templadas, se han encontrado como importantes los compuestos proteicos solubles.
Las proteínas solubles son macromoléculas localizadas intracelularmente que necesitan
llegar al medio ruminal, para desarrollar su acción espumógena. Como son incapaces de
atravesar la membrana celular, debe producirse la ruptura de las células foliares, en forma
mecánica durante la masticación o por degradación microbiana de la pared celular en el
rumen.
De acuerdo con la teoría de la ruptura celular, en las leguminosas meteoriozantes (alfalfa,
trébol blanco y trébol rojo), las células del mesófilo parecen ser más susceptibles a la ruptura
y por lo tanto, las proteínas solubles serán liberadas rápidamente al medio ruminal,
alcanzando la concentración necesaria para provocar el timpanismo. En las leguminosas no
meteorizantes (Lotus sp.), las proteínas solubles serán liberadas más lentamente al medio
ruminal sin alcanzar la concentración que provoque el meteorismo.
Sintomatología
La intensidad del proceso puede variar desde una moderada distensión ruminal, hasta un
cuadro severo, con muerte del animal. El primer síntoma: pequeña distensión del lado
izquierdo, mientras el animal sigue pastoreando (puede darse a veces en menos de una hora de
pastoreo). Posteriormente el lado izquierdo adquiere mayor tensión y el animal deja de pastorear.
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Luego ambos lados están hinchados, la gran distensión de los compartimientos gástricos (rumen
y retículo) ejercen una gran presión sobre el diafragma, que es el principal músculo de la
respiración, no permitiendo la inspiración de aire a los pulmones, lo que conduce a un shock
cardio-respiratorio con muerte aguda del animal.
¿Qué pérdidas ocasiona?
Directas: por muerte de los animales.
Subclínicas: disminución de la ganancia de peso y la producción de leche en los animales
afectados por un grado moderado de meteorismo.
Costos de prevención del empaste (productos, maquinaria, hs/hombre).
Alto nivel de stress que este problema provoca en el encargado o propietario de los
animales expuestos.
Factores de riesgo
La aparición de meteorismo responde a un origen multifactorial. Es el resultado de la
interacción entre factores de riesgo propios de las pasturas, la susceptibilidad de los animales,
del manejo de los mismos y del ambiente.
Composición de la mezcla forrajera: la consociación de gramíneas con leguminosas
disminuye el riesgo.
Estado fenológico: el potencial meteorizante de las leguminosas disminuye con el
avance del estado fenológico, debido a una disminución de la concentración de los
componentes solubles de la planta y principalmente a una disminución de la relación
hoja: tallo, en el caso de la alfalfa. Sin embargo, no debe ser un estado muy avanzado
porque aparece el riesgo del consumo de los tallos tiernos de la nueva onda de
crecimiento.
Susceptibilidad de los animales: es hereditaria y las diferencias entre razas no son tan
importantes como las que ocurren entre individuos de la misma raza.
El ganado de carne es menos susceptible que el ganado lechero y en este último las vacas
de mayor producción son las más expuestas.
Existen diferencias en ciertos parámetros funcionales entre animales con mayor a menor
susceptibilidad, por ejemplo, animales con mayor susceptibilidad poseen mayor volumen
ruminal, mayor concentración de partículas de forraje en digestión en rumen, menor
producción de saliva, menor pH ruminal (a menor pH, espuma más estable), menor tasa
de pasaje de líquidos, etc.
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Manejo de los animales: el ayuno provoca que el animal al ingresar a pastorear lo haga
con alta tasa de consumo y por lo tanto, mayor peligro. Asimismo hay menor actividad
proteolítica microbiana del rumen, lo que permite una mayor vida media de las proteínas
solubles, creando condiciones propicias para el meteorismo.
Ambiente: las condiciones ambientales de suelo, fertilidad y clima podrían afectar la
factibilidad de que un forraje se presente con mayor o menor probabilidad de causarlo.
Por ejemplo:
Períodos de temperaturas moderadas (18ºC
– 26
ºC), alta radiación solar y buena
humedad.
Etapas de sequía, en pasturas mixtas base alfalfa, debido a su mayor capacidad de
crecimiento con respecto a las gramíneas.
Presencia de rocío, las células aumentan su turgencia facilitando su ruptura.
El consumo de forraje inmediatamente después de una helada, esta congela el agua
intracelular ocupando mayor volumen y provocando la ruptura de las paredes celulares.
Prevención
Podemos actuar sobre el manejo de los animales y de la pastura o administrando productos
químicos.
Manejo del ganado y la pastura:
Evitar el pastoreo de pasturas con alta presencia o coberturas de leguminosas cuando se
encuentran en fase de crecimiento rápido y con brotes tiernos (primavera y otoño).
Suministrar a los animales alimentos voluminosos como heno o silaje, previo a la
utilización de la alfalfa u leguminosa meteorizante.
Evitar el pastoreo de la pastura con leguminosas en época de heladas o rocío.
Pastoreo rotativo con alta carga animal instantánea, con asignación diaria u horaria de
forraje. De esta manera se disminuye la selección que el animal realiza de las hojas
tiernas, forzándolo a consumir toda la planta (tallos y hojas); quizás menos apetecible y
de inferior calidad, pero de menor riesgo. Esta práctica no sería muy efectiva en estados
fenológicos tempranos, cuando la alfalfa está muy madura y existen gran cantidad de
rebrotes o cuando la biomasa de trébol blanco es alta.
Marchitamiento del forraje por corte o por la acción de agentes desecantes.
57
Por corte: el forraje se corta y se deja orear en las andanas entre 48 y 72 hs (dependiendo de
la temperatura y humedad relativa del aire) hasta alcanzar un contenido de agua del 50%,
antes de ser consumido. Con rodillos acondicionadores, el tiempo de oreo puede reducirse a
menos de 24 hs.
Por desecante: con herbicidas, el producto más usado es el paraquat, asperjado sobre la
pastura 48 hs antes de su uso, en dosis entre 150 y 250 ml.ha-1
según se use o no un
humectante, este facilita el contacto del producto con las hojas. El forraje tratado puede perder
hojas y sufrirá una disminución de la digestibilidad por esta pérdida.
Productos químicos
Los productos se clasifican según su modo de acción en:
Tensioactivos sintéticos o carminativos: poloxaleno (Bloker), teric.
Son más efectivos que los antiespumantes, disminuyen el tamaño de la burbuja y la tensión
superficial. En forma de polvo o en bloques para lamer.
Antiespumantes (dimetilpolisiloxano, aceites vegetales, vaselina líquida).
Son los más usados en nuestro país, por cuestiones económicas. Se suministran en el agua de
bebida, con dosificadores automáticos. También puede administrarse en toma individual o con la
ración, en el caso de los tambos.
Antibióticos: monensina (Rumensín).
En cápsulas de liberación lenta que se colocan en el rumen, los bolos disponibles en el
mercado dan 100 días de protección, actuando sobre las bacterias gasificadoras de metano. Una
vez que la cápsula drenó su contenido, se torna quebradiza y es expulsada naturalmente por los
animales.
Animal empastado
Si es leve, deben ser vigilados; si la meteorización avanza deben ser retirados de la pastura en
forma lenta y suministrarles un antiespumante por vía oral o intraruminal. Con animales con
síntomas de asfixia, se debe realizar una incisión con cuchillo o trócar de 3 cm de diámetro para
provocar la salida del gas.
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Por último, el problema conjuga múltiples factores en su desarrollo, hay que identificar las
situaciones de riesgo, tomar medidas preventivas y ejecutarlas a tiempo. El mejor control se
obtendrá combinando dos o más medidas.
BIBLIOGRAFÍA
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59
60
MÉTODOS DE CONSERVACIÓN DE FORRAJES
Generalidades
La variación de la producción forrajera a través del año y la variación de los requerimientos
de los animales provoca un desajuste que debe corregirse para asegurar que la productividad
secundaria sea creciente o por lo menos constante.
Las grandes diferencias de producción entre años así como las estacionales dentro de un
mismo año, pueden ser solucionadas en parte o totalmente cuando se cuenta con reservas
forrajeras; esto es, forraje que excede en ciertas épocas o que se siembra para ese fin y se
conserva por distintos métodos para ser usado en el momento oportuno. La mecanización de la
cosecha de forrajes se plantea como la herramienta que permite a los sistemas ganaderos ser
estables y previsibles a lo largo del tiempo (Cattani et al., 2008).
La producción de carne o leche no debe depender de las variaciones o inclemencias climáticas
y es por ello que la producción de forrajes conservados de alta calidad se convierte en la
herramienta fundamental en los sistemas ganaderos.
La utilización de reservas deberá incluirse en la planificación forrajera con un objetivo
primordial: lograr reservas de alta calidad nutritiva, minimizando las pérdidas en materia seca
y en valor nutritivo. Si bien en la actualidad existen sistemas de conservación altamente
eficientes, estos no permiten garantizar que la calidad final del producto sea similar al forraje
utilizado directamente por los animales bajo pastoreo.
Es importante transformar lo más rápido posible y con las menores pérdidas, el estado
inestable de un forraje recién cortado en un estado estable para lograr una conservación
prolongada del producto sin degradaciones suplementarias.
La diversidad de recursos utilizados en reservas implica también una gran variabilidad en la
productividad (kg MS/ha) y en la calidad (DMS, PB, FDN, EM, etc.) destacándose que el valor
nutritivo de un forraje conservado está necesariamente relacionado con la composición botánica
de la pastura o verdeo; el momento de corte (fenología y condiciones agroclimáticas); la técnica
empleada; maquinaria utilizada y estado en que se encuentra.
Diferentes tipos de conservación de forrajes
Los forrajes se pueden clasificar, de acuerdo a como se procede para su conservación:
1. Conservación física: se realiza mediante agentes climáticos (luz solar, calor, viento),
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favoreciendo la evaporación o eliminación del agua de los tejidos de la planta para que
no sufra procesos de descomposición en el futuro. Una vez seco se lo almacena como
fardos, rollos o parvas.
2. Conservación química: se realiza mediante la acción de microorganismos
(principalmente bacterias), los que en ausencia de oxígeno, producen ácidos que
ayudan a la conservación del forraje ya que se inhiben los procesos de descomposición
por la acidificación del medio.
Para la producción de algunos forrajes conservados se utiliza solamente la
conservación física (henos), para otros la química (silaje de maíz o sorgo granífero) y otros
necesitan procesos físicos y químicos como los silajes de pasturas o el henolaje empaquetado.
Otra clasificación es por su confección si se pica la fibra o no y con conservación
química (CQ) o física (CF) (Figura 1).
Figura 1: Clasificación de los forrajes según el tratamiento de la fibra (Bragachini, et al., 2008).
Diferencias entre reservas y concentrados
Existen algunas diferencias entre el uso de granos y concentrados y el de reservas forrajeras
en la suplementación de animales en pastoreo.
Las reservas forrajeras tienen mayor variación en su composición química comparada con la
de los concentrados. Están afectadas por una serie de factores (momento de corte, condiciones
climáticas durante la confección, etc.) que generan grandes variaciones en su calidad aún dentro
de una misma especie.
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Tienen alto contenido de fibra (con respecto a los granos); ésta fibra se degrada lentamente en
el rumen y muchas veces puede limitar su utilización para balancear pasturas. Si la fibra tiene
baja digestibilidad no aporta energía en las proporciones y en el ritmo necesario para acompañar
la degradación de los componentes químicos de las pasturas.
Las fracciones indigestibles son más elevadas que en los concentrados, lo cual puede
comprometer el consumo si este material no digerido no abandona el rumen rápidamente.
Tienen un tiempo de consumo mucho mayor (40 a 50 minutos/kg MS) que el de los
concentrados (2 a 3 minutos). Este es un factor muy importante cuando se definen el tipo y
suministro de suplementos, el momento del día y el tiempo necesario para consumirlos.
Funciones de la incorporación de los forrajes conservados a los procesos productivos
Estabilizar y/o aumentar la producción
A lo largo del año existen baches en la oferta forrajera constituyen un problema en la
planificación de la carga animal de los establecimientos. Se hace necesario programar los
procesos de conservación de forrajes a los fines de diferir los alimentos para épocas de escasez.
HENIFICACION
La henificación es un método de conservación de forraje seco, producido por una rápida
evaporación del agua contenida en los tejidos de la planta con el objeto de disminuir pérdidas y
lograr máxima calidad del producto final. Este se caracteriza por poseer un bajo contenido de
humedad lo que permite su almacenamiento sin peligro de fermentaciones y desarrollo de
hongos. Esta humedad debe estar siempre por debajo del 20 % y se estabiliza alrededor del 15 %
durante el almacenaje. La calidad potencial del heno está determinada por el material que le da
origen y nunca será superior al material verde en pie. La utilidad de los henos depende de la
interacción de éstos con la dieta base.
Hasta el presente no es fácil obtener un heno de buena calidad esto se debe, en general, a que
el corte se realiza en estados avanzados de desarrollo del cultivo, a excesivas pérdidas de
carbohidratos solubles durante el secado o a la presencia de lluvias que impiden el rápido secado
del material.
Factores que inciden en la calidad del heno
1. Condiciones climáticas.
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2. Material apto para henificar.
3. Proceso de confección.
3.1. Corte
3.2. Secado
3.3. Hilerado
3.4. Empaquetado
3.5. Almacenamiento
1. Condiciones climáticas
La calidad del heno está muy vinculada con los factores climáticos:
Variaciones entre regiones o zonas.
La época del año.
Las condiciones durante el momento de corte y el proceso de secado.
2. Material apto para henificar
Para la henificación se emplean especies de gramíneas o leguminosas puras o pasturas
polifíticas de gramíneas y leguminosas.
Para lograr un producto de calidad se debe tener en cuenta la correcta elección del lote de
acuerdo a la composición de la pastura, la presencia de malezas, la sanidad, la densidad de
plantas, el estadío fenológico al momento de corte y la estructura de la planta.
3. Proceso de confección
3.1. Corte
El corte es la primera labor mecánica a realizar y a partir de ese momento la pérdida de
calidad del forraje es inevitable. Los puntos a tener en cuenta son: momento, altura y ancho de
corte, prevención del repicado del forraje, horario del corte, cantidad de forraje a cortar, calidad
de corte y sistemas de corte.
En lo posible el corte se realizará por la mañana (evitando las horas de rocío) para que el
forraje se seque durante las horas de mayor temperatura. Un corte vespertino implica pequeña
tasa de deshidratación durante la noche y muchas pérdidas por respiración.
Se debe lograr un corte lo más neto posible, de tal manera de no retrasar el rebrote posterior y
no permitir por el efecto del deshilachado la entrada de patógenos que producirán enfermedades.
Se destaca la importancia de contar con maquinaria de corte que tenga acondicionadores
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mecánicos que permita la reducción en el tiempo del secado, que este sea uniforme y facilite la
compactación del material.
Es conveniente cortar la cantidad de material de acuerdo a la capacidad de henificar en un día,
debido a que el forraje se conserva mejor en planta que en la andana cuando ya ha completado su
secado. De esta forma se disminuye el tiempo de permanencia del forraje cortado en el campo y
por consiguiente el riesgo de ocurrencia de lluvias sobre la andana, así como también el excesivo
secado con pérdida de hojas y/o color, lo que indica una destrucción de proteínas y minerales.
Las pérdidas producidas por lavado de agua de lluvia son mayores cuando el pasto está seco que
cuando éste todavía contiene humedad. Esto se debe a que las células al estar muertas, pierden su
capacidad de permeabilidad selectiva produciéndose una gran pérdida de calidad por lavado de
nutrientes.
Momento óptimo de corte (Estado fisiológico)
El momento adecuado de corte desde el punto de vista de la cantidad y calidad del forraje,
debe coincidir con una estación en la cual se den condiciones favorables para un rápido secado.
Depende exclusivamente de cada cultivo y no es común a todas las especies. Por lo tanto si se
pretende lograr mayor calidad de heno (máximo valor nutritivo), se deberá cosechar el forraje en
un estadío fenológico anticipado; mientras que si el objetivo es obtener cantidad (kg MS/ha), el
corte podrá realizarse en un estado de madurez más avanzado. La planta está constituida
básicamente por tallos y hojas y a medida que avanza en su madurez, aumenta la proporción de
tallos y disminuye la de hojas en detrimento de la digestibilidad, del consumo y por consiguiente
del valor nutritivo del forraje. Por tal motivo se destaca el papel fundamental de las hojas, ya que
es la parte de la planta que sufre menos cambios en su composición química a lo largo del tiempo
(Figura 2).
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Figura 2: Relaciones entre digestibilidad de la planta entera de alfalfa y la relación hoja/tallo.
Adaptado de Christian, Jones & Freer (USA). PROPEFO.
Alfalfa
Para compatibilizar calidad y cantidad de alfalfa, se deberá cortar cuando el cultivo presenta
un 10 % de floración. El momento de inicio de corte dependerá de la capacidad de trabajo del
equipo y de la superficie a cortar, como regla práctica conviene comenzar a cortar cuando se
observa la primera flor en el cultivo ya que al terminar la operación de corte, se logrará un buen
promedio entre la cantidad de materia seca digestible (MSD) y alto valor nutritivo.
La digestibilidad de la MS tiende a decrecer al avanzar el ciclo vegetativo (Figura 3). Esta
variación se atribuye a modificaciones en la proporción y digestibilidad de las hojas y tallos en
distintos momentos del ciclo.
Figura 3: Producción de MS, digestibilidad y de MSD de alfalfa en distintos momentos del ciclo
vegetativo.
La alta digestibilidad de la planta entera en estados vegetativos tempranos se debe atribuir a la
alta proporción y digestibilidad de las hojas; la disminución posterior es por el predominio de
tallos que tienen baja digestibilidad en estados avanzados.
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Antes de botón floral 10% de floración 100 % de floración
Mayor calidad y menor cantidad Optima cantidad y calidad Mayor cantidad y menor
calidad
Trébol rojo
Cultivo similar a la alfalfa. En el trébol rojo, al poco tiempo del corte (horas) las hojas
expuestas a la luz del sol se ennegrecen, y al tener alta proporción de tallos, provoca un heno de
menor calidad que la alfalfa.
Por otro lado, si se atrasa la henificación, los folíolos se secan rápidamente y se desprenden,
provocando valores de digestibilidad menores.
Para obtener la mayor calidad el momento óptimo de corte deberá realizarse en prefloración.
Si queremos obtener los máximos rendimientos de MS/ha el corte se efectuará al 10 % de
floración o en floración.
Gramíneas perennes
El heno de las gramíneas en general es más rico en carbohidratos y más pobre en proteínas y
minerales que el de las leguminosas. Para confeccionar el heno de gramíneas perennes, como el
raigrás perenne, festuca, pasto ovillo, falaris bulbosa, pasto llorón o gatton panic (Panicum
maximun) es conveniente hacer el corte en prefloración (antes de la emergencia de las flores)
para lograr la máxima materia seca.
Antes de prefloración Prefloración 100 % de floración
Mayor calidad y menor cantidad Optima cantidad y calidad Mayor cantidad y menor calidad
Gramíneas y leguminosas
Cuando se desea henificar forraje proveniente de una pastura consociada se debe tener en
cuenta:
Qué especies y en qué proporción se encuentran en la asociación.
Objetivo del corte: máxima cantidad o buen valor nutritivo.
Las gramíneas tienen menor valor de digestibilidad de la MS que las leguminosas en
estados avanzados del ciclo.
En praderas de alfalfa y gramíneas, con predominio de alfalfa, el corte se efectuará en el
momento óptimo de la alfalfa (10 % de floración). Cuando haya equilibrio entre densidad de
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alfalfa y gramínea, también deberá optarse por cortar en función de la leguminosa, ya que ésta
aporta forraje de mayor digestibilidad y mayor porcentaje de proteína. Cuando exista predominio
de gramíneas el corte se efectuará de acuerdo a los objetivos planteados: máxima materia seca o
máximo valor nutritivo.
Avena
Para la confección de heno de avena se recomienda efectuar el corte en el estadío de grano
lechoso, donde se obtiene un considerable volumen de materia seca, ya que este cultivo mantiene
la palatabilidad aún en madurez avanzada mejorando el valor nutritivo por la presencia del
grano.
Si el corte es realizado anticipadamente, se obtendrá mayor calidad de heno y si se realiza en
el estadio de grano pastoso se obtiene mayor cantidad pero de menor calidad (Figura 4).
En este cultivo se debe tener especial cuidado de no atrasar demasiado el corte para evitar el
riesgo de caída de los granos debido a un excesivo secado.
Figura 4: Evolución de la materia seca, materia seca digestible y digestibilidad de la avena.
Adaptado de Meyer et al., (USA). PROPEFO. 1995.
Moha de Hungría
La prefloración es el momento de corte ideal para obtener un heno con alto valor nutritivo.
Contrariamente a lo que se piensa, no es aconsejable henificar moha semillada dado que además
de perder calidad, no se aprovechará la energía de las semillas debido a que éstas se caen del
rollo, o bien terminan pudriéndose dentro de él, además la moha tiene tallos más gruesos que
demoran el secado.
68
Las variedades a sembrar también ayudan a la obtención de calidad o cantidad. Si el objetivo
es obtener altos volúmenes conviene sembrar mohas tipo Colorada Gigante, mientras que las tipo
Carapé INTA producen menores volúmenes pero de mayor calidad.
3.2. Secado o acondicionado
El proceso de secado es aquel en el cual el forraje cortado pierde agua hasta llegar al 20% de
humedad.
La tasa de deshidratación del forraje depende de:
La especie forrajera.
El estado fenológico.
La relación hoja/tallo.
El microambiente del forraje tendido (radiación, temperatura, humedad, viento).
Por su menor relación hoja/tallo y mayor contenido de humedad, las leguminosas requieren
generalmente mayor tiempo de secado que las gramíneas.
El acondicionado del heno se torna muy importante en dos épocas del año, principios de
primavera y otoño, en las cuales la henificación de calidad se ve dificultada por las condiciones
climáticas. Durante el proceso de henificación el forraje sufre pérdidas provocadas
principalmente por:
Procesos enzimáticos
Respiración: la planta recién cortada continúa viviendo (hasta que su tenor en MS alcance
65-70%). Este proceso fisiológico equivale a una combustión en la que los azúcares son
quemados y esto se traduce en una pérdida de materia seca. La respiración es más activa cuando
la cantidad de agua del forraje y la temperatura exterior son altas (Figura 5).
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Figura 5: Efecto de la humedad y la temperatura sobre las pérdidas durante la henificación
(Parke, Dumont & Boyce, 1978).
Proteólisis: durante la henificación, principalmente durante las primeras horas, una parte
de las proteínas insolubles son degradadas en compuestos nitrogenados solubles y la cantidad de
nitrógeno no proteico en estos compuestos solubles, aumenta. Esta proteólisis es más intensa
cuando el período de secado es más lento. Los productos finales son ácidos aminados libres y si
el secado es más lento el resultado final es la formación de amidas. Otra modificación
relacionada a los procesos enzimáticos, que concierne principalmente a las vitaminas, así por
ejemplo, la provitamina A disminuye durante el secado de la planta en la andana y esta actividad
enzimática es estimulada por la acción fotoquímica del sol. En el caso de las gramíneas la
pérdida es prácticamente total, lo mismo ocurre con las vitaminas B1 y C.
Pérdidas mecánicas
Durante el corte, secado, hilerado y empaquetado del forraje, las hojas se desprenden y caen
al suelo (principalmente de las leguminosas). Teniendo en cuenta que en las hojas se encuentra el
70 % de los nutrientes de la planta y que además tienen un contenido de fibra muy inferior a los
tallos, resulta de suma importancia conservar las hojas en la confección del heno que son
también las más ricas en componentes nitrogenados, vitaminas y minerales.
Pérdidas por acción de las lluvias
La lluvia que cae sobre una pastura o verdeo recién cortado tiene varias consecuencias:
aumentan las pérdidas por respiración, acción mecánica, lixiviado o lavado de componentes
70
hidrosolubles (azúcares, componentes nitrogenados, minerales y cierto tipo de vitaminas). Si el
período lluvioso se prolonga se favorece además, el desarrollo de hongos y bacterias.
3.3. Hilerado
Tiene dos objetivos:
Juntar dos o más hileras en una para lograr una correcta densidad en la andana.
Rápido secado: el dar vuelta las hileras ayuda a un rápido secado, sobre todo en andanas
densas y de secado más lento. En aquellas hileras sobre las cuales ha caído lluvia se
secarán más rápido y uniformemente si se dan vuelta después que la parte superior de la
hilera se ha secado.
El rastrillado o andanado deberá realizarse antes de que el forraje esté totalmente seco para
evitar pérdidas por manipuleo mecánico. Si estuviese excesivamente seco se lo efectuará en las
horas de menor radiación solar. En esta etapa es de suma importancia no incorporar tierra.
3.4. Empaquetado
Consiste en la recolección del material hilerado y su transformación en unidades compactas
que facilitan su transporte y almacenamiento.
Existen en el mercado distintos tipos de empaquetadoras:
a) Enfardadora
b) Enrolladora
c) Megaenfardadora
a)Fardos: medidas aprox. 0,35 x 0,40 x 1 m. Peso: 22 - 28 kg.
Consiste en el prensado y posterior atado con alambre o hilo de polipropileno. El prensado
depende de la regulación a que se somete la enfardadora de acuerdo con el material a enfardar
(a mayor humedad del material, menor tensión para favorecer la aireación).
b) Rollos: medidas aprox. 1,80 x 1,50/1,80 x 1,20. Peso: 500 - 700 kg.
El método consiste en el enrollado del material que es sometido a presión, con dos variantes.
En una de ellas el material es sometido a presión desde el inicio hasta el final, constituyendo los
rollos de núcleo compacto. En la otra, el rollo adquiere cierto volumen antes de comenzar con el
prensado, esta variante se denomina rollo de núcleo flojo y es esta modalidad apta para trabajar
con un material de mayor humedad. En ambos casos los rollos son atados con hilos de
polipropileno.
c) Megafardos: Medidas: 0,8 m ancho x 0,90 m alto x 2,2 m largo. Peso: 350 a 450 kg cada uno.
71
Características de fardos y rollos
El fardo se adapta mejor a su recolección, almacenaje y comercialización. El costo por kg de
MS es mayor que en el rollo.
La enrolladora es una máquina de mayor capacidad de trabajo, más económica. La
recolección, almacenaje y distribución de los rollos requiere de máquinas especiales. Su
comercialización es más engorrosa.
Las megaenfardadoras son máquinas que tienen gran capacidad de trabajo que puede
superar los 40 tn MS/hora (rotoenfardadoras: 16 tn MS/h), debido a que si bien producen el
llenado de cámara a una velocidad similar al de las rotoenfardadoras, las megas no se detienen
para atar y expulsar cada megafardo. A su vez, su sistema de compactación logra una gran
densidad de compactación cercana 250 kg/m3 (rotoenfardadoras: 160 kg/m
3). A su vez, por su
forma rectangular, poseen mayor eficiencia en el transporte y almacenaje bajo galpón y un
menor costo de cobertura por m3 de heno. Respecto a su uso en formulación de raciones, al
estar confeccionado en panes, permite una mayor facilidad de suministro, dado que solo se
debe cortar los hilos. Si además estos panes están conformados por fibras procesadas con un
sistema cutter, no hay necesidad de utilizar mixer verticales para su desmenuzado como lo es
en el caso de los rollos.
Pérdidas durante el empaquetado
En cualquier proceso de empaquetado se producen pérdidas que pueden llegar hasta el 10 %,
para minimizar estas pérdidas debemos trabajar con la humedad adecuada. Si la humedad es muy
elevada las pérdidas se deberán a procesos de calentamiento, enmohecimiento y ardido, lo que
trae aparejado una disminución en la calidad. Si la humedad es muy baja, las pérdidas serán
sobre todo mecánicas, por desprendimiento de las hojas durante el manipuleo. Esto dará un heno
de menor valor nutritivo. Las pérdidas totales en todo el proceso fluctúan entre 10 y 50 % (sin
incluir las ocurridas durante el suministro del heno a los animales).
3.5. Almacenamiento
Los fardos se los estiba en galpones o tinglados, en cambio los rollos se estiban al aire libre.
Lo importante al elegir el lugar es ver la funcionalidad tanto para la estiba, como para su
posterior uso. Conviene ubicarlos "pegados entre sí, por sus caras planas", para disminuir el
desperdicio durante el almacenamiento.
72
Ubicar las estibas a favor de los vientos, para lograr un mejor oreado luego de una lluvia.
Tener en cuenta que entre estibas se dejan 1,50 m como mínimo (debe evitarse que se toquen).
Es importante cuando se hacen rollos de distintas calidades, separar correctamente las estibas
para así facilitar su utilización conforme a los requerimientos del rodeo.
Calidad del heno
Características organolépticas
El color verde depende del contenido en caroteno o provitamina A. Este aumenta en la hoja
durante la floración, pero la pérdida progresiva de hojas en la planta adulta disminuye su
proporción en el forraje. El color verde es el que nos garantiza la calidad del heno.
El color amarillento significa que el heno fue expuesto durante demasiado tiempo al sol,
culminando con el color blanco (destrucción de carotenos y provitamina A).
El color castaño, indica la acción de la lluvia durante el período de secado o que el corte se
realizó en un estado de madurez avanzado.
El color oscuro o negro muestra un exceso de fermentación y elevación de la temperatura
por exceso de humedad al almacenar o enfardar.
Aroma - olor: todo heno bien seco tiene un aroma agradable y característico. El que ha sufrido
fermentaciones o enmohecimientos presentará un olor fuerte y será rechazado por los animales.
Cantidad de hojas: si solo se observan tallos y muy pocas hojas, será un heno de poco valor
nutritivo.
Un heno de buena calidad deberá poseer no menos del 50 % de su peso total en hojas.
Porcentaje de malezas: no deben existir, y si existiesen, que sean otras plantas forrajeras que se
hallan como impurezas en el cultivo.
Análisis químicos (Tablas 1 y 2)
- Proteína bruta (PB)
- Digestibilidad "in vitro" de la MS (DIVMS): indica qué porcentaje en peso del forraje es
realmente utilizado por el animal.
- Fibra detergente neutro (FDN): se la utiliza para estimar la calidad del forraje y se
relaciona inversamente con el consumo.
Ensayos biológicos
- Consumo voluntario (a mayor digestibilidad, mayor consumo).
- Producción de leche y de carne.
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Índices de calidades de heno
Tabla 1.
Valores
orientativos de
calidad de
heno (Oddino,
1990).
74
75
ENSILAJE
Definiciones
Silo: Son depósitos donde se acumula el forraje a ensilar.
Silaje: Es el producto final que se obtiene, alimento con alto contenido de humedad.
Proceso de ensilaje: el vegetal cortado pasa por una sucesión de fenómenos físicos, químicos y
biológicos.
Factores que inciden en la calidad del silaje:
1. La especie forrajera y el momento de corte.
2. Proceso de confección.
3. Almacenamiento.
1. La especie forrajera y el momento de corte.
Cultivos aptos
o Maíz planta entera.
o Sorgo granífero.
o Sorgo silero (2,5 m).
o Sorgo fotosensitivo (4 m), no tienen grano. Alto stay-green (se mantienen verdes).
o Pasturas.
o Cultivos de invierno (cebada, trigo, raigrás).
o Alfalfa.
o Soja.
Maíz: posee buena digestibilidad y palatabilidad, con rendimientos que oscilan entre 8 a 15 tn
/ha, según zonas, capacidad de uso de los suelos y tecnologías empleadas.
Sorgo: tiene como ventaja un alto rendimiento de MS/ha (de 15 a 30 tn), adaptación a
condiciones de suelo y clima muy amplias por lo que suplanta al maíz en zonas marginales.
Momento de corte
76
El porcentaje de humedad óptimo para realizar el corte se encuentra entre un 65 a 70 %. Estos
valores aseguran que la fermentación se realice en forma correcta, además de facilitar la
eliminación del oxígeno durante el proceso de llenado y compactado.
El estado en que se encuentra el grano es el que determina el momento óptimo de corte; la
línea de leche es la que marca la transición entre el endosperma sólido y líquido del grano.
Cuando la línea se encuentra en “un cuarto de leche” (la cuarta parte del grano está líquida) se
puede afirmar que el cultivo se encuentra en el momento óptimo de picado ya que habrá
alcanzado un alto grado de concentración de almidón en el grano y presenta aún la facilidad de
ser partido por efecto mecánico de la picadora. Los materiales desarrollados para silaje poseen
tallos más finos y permiten que el grano llegue a estadio de grano pastoso duro o ¾ de línea de
leche, con la planta aún verde. Esto es lo que se denomina stay green y es la característica que le
permite a las diferentes variedades permanecer verdes, con buenas condiciones para ser
fermentadas pero con el grano maduro. Esta aptitud se da naturalmente en el sorgo ya que
siempre el grano madura cuando la planta aun cuenta con un buen nivel de humedad para la
fermentación. En maíz y en especial el sorgo, deberían buscarse variedades que presenten granos
grandes para favorecer el quebrado de los mismos al momento del picado.
Con respecto al sorgo hay que tener en cuenta que no se observa una línea de leche en sus
granos, sino el estado de maduración o “secado” de los mismos de la panoja. Dado que ésta
madura de a tercios, debería picarse el cultivo cuando el tercio superior se encuentra duro, el
tercio medio pastoso y el tercio inferior lechoso.
Pasturas: Es un alimento que brinda buen contenido de fibra que se traduce en alto porcentaje
de proteína, alta digestibilidad que complementa el aporte de energía de los concentrados, del
silaje de maíz y de los granos. Las especies más utilizadas son el raigrás y pasturas consociadas
(tréboles y alfalfa con diferentes gramíneas).
Los momentos de corte son variables, la guía serán las gramíneas en estado de floración o
floración temprana. Es necesario trabajar con porcentajes de humedad de alrededor de 70-75 %
como máximo, de lo contrario se recurrirá al premarchitado. En caso de alfalfa, si bien se obtiene
un silaje con alto nivel de proteínas y minerales tiene escasa cantidad de hidratos de carbono
fermentecibles, por lo que se debe cortar y dejar orear hasta alcanzar mayor porcentaje de
materia seca o tratar al material con melazas para favorecer una buena fermentación.
2. Proceso de confección
Corte
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El picado fino es la mejor alternativa, el vegetal es cortado y lacerado, lo que facilita un
rápido contacto de las bacterias con los jugos fermentecibles. Se define como correcto, un picado
aproximado a los 1,5 cm con el grano bien partido, que tenga entre 7 y 12 % de partículas de más
de 2,5 cm pero nunca mayor a 8-10 cm.
Método empleado para la extracción del aire
Para la eliminación del aire se dispone de dos métodos: vacío y compresión mecánica. Las
bombas de vacío tienen mayor eficiencia. Si se usa acción mecánica ya sea ejercida por el
propio peso de las capas superiores o con el uso del tractor, rolo o pata de cabra, la eliminación
del aire no será completa.
Proceso fermentativo
A continuación se describen las fases que ocurren durante el proceso fermentativo:
Fase I: Proceso de respiración aeróbica
La fase aeróbica comienza con el picado y continua hasta que el oxígeno es desplazado del
silo, en un período muy corto posterior a la compactación. Durante este estado, los azúcares de la
planta recién picada se descomponen en dióxido de carbono y agua liberando calor en el proceso
conocido como respiración. Microorganismos aeróbicos como los hongos, levaduras y
bacterias, presentes en el forraje picado, utilizan los hidratos de carbono durante esta fase, como
principal fuente de energía para la respiración.
Esta primera fase es indeseable y debe tratarse que sea lo más corta posible (no más de 2
horas), debido a que las bacterias aeróbicas al respirar, consumen carbohidratos solubles que
contienen energía altamente digestible, que de otra manera deberían estar disponibles para las
bacterias benéficas productoras de ácido láctico y lo que es más importante para el consumo
animal.
Fase II: Fermentación anaeróbica de tipo acética
Una vez que el oxígeno fue desplazado, comienza la fase anaeróbica y se produce el
crecimiento y desarrollo de las bacterias productoras de ácido acético. Estas bacterias fermentan
carbohidratos solubles generando ácido acético como producto final, a pesar de ser este un
proceso indeseable resulta importante dado que es utilizado por los rumiantes como un
catalizador para obtener el pH necesario para el proceso digestión.
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Cuando el pH de la masa ensilada cae por debajo de 5, la población de las bacterias acéticas
disminuye porque ese nivel de acidez inhibe su crecimiento. Esto señala la finalización de la
fase, que en condiciones normales ocurre dentro de las 24 a 72 horas de iniciado el proceso. Un
claro indicador de la fermentación acética prolongada es un olor avinagrado fuerte y un color
amorronado oscuro.
Fase III: Etapa de transición
Es una fase de transición donde las bacterias acéticas dan lugar a las productoras de ácido
láctico, las que aumentan su población debido al continuo descenso del pH. La tasa de
fermentación va a depender de la cantidad y tipo de bacterias presentes en el cultivo a ensilar y
del contenido de humedad del silaje. Este período se prolonga hasta los 30 o 40 días de
confeccionado el silo.
En silajes bien conservados la presencia de acido láctico es de por lo menos un 70%.
Fase IV: Incremento de la producción de ácido láctico y estabilización del silo
Esta fase dura hasta que se abre el silo para comenzar el suministro. Es la más larga, ya que
continua hasta que el pH del forraje es lo suficientemente bajo como para inhibir el crecimiento
de todas las bacterias, llegando al punto de conservación y estabilización. Si el silaje es
mantenido en forma anaeróbica, el pH del material ensilado permanece relativamente estable y
existe mínima actividad microbiana o enzimática.
El pH final dependerá del tipo de forraje ensilado y de las condiciones de confección y
almacenaje. Cuando se trabaja con materiales de alto contenido proteico como las pasturas, se
dificulta el descenso del pH, por el efecto buffer ejercido por el Nitrógeno, alcanzando un pH
final de alrededor de 4,5 mientras que en el maíz ese valor puede llegar a 3,8 – 4.
Fase V: Respiración y oxidación secundaria por la apertura del silo
Esta fase comienza una vez que el silo es abierto y finaliza cuando todo el silaje fue
consumido. Una vez que el silaje es re-expuesto al oxígeno, los hongos y levaduras comienzan a
activarse nuevamente, convirtiendo el azúcar residual, los ácidos de la fermentación y otros
nutrientes solubles en dióxido de carbono, agua y calor. Es una fase importante ya que cerca del
40% del total de pérdidas de la materia seca ocurren por descomposición aeróbica secundaria,
durante la extracción y suministro.
Forrajes ensilados con niveles de humedad superiores al 70%, pueden sufrir una versión
diferente a la fase III descripta y en lugar de desarrollarse bacterias lácticas crecerán grandes
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poblaciones del género Clostridium presentes en la tierra, que producen ácido dando como
resultado final un silaje de color oscuro y olor rancio, con un pH superior a 5. Este tipo de
fermentación puede ocurrir también cuando, trabajando en forma incorrecta, se agrega tierra al
silo con las ruedas del tractor o carros de acarreo del material, o cuando se agregan restos del
bosteo con el rastrillo, en los silajes de pastura de lotes que fueron previamente pastoreado.
Aditivos para silaje: Los aditivos se pueden dividir en dos grupos: estimulantes e inhibidores.
Estimulantes: promueven el desarrollo de bacterias lácticas. Los más utilizados son los
inoculantes bacterianos que mejoran la velocidad de fermentación y la disminución del pH.
Otros son los sustitutos del sustrato, que incluyen enzimas y azúcares, constituyendo la base
para una buena multiplicación de la colonia bacteriana.
Inhibidores: Retardan el proceso de degradación: actúan en forma selectiva tanto sobre los
procesos indeseables como sobre los microorganismos aeróbicos, impidiendo el desarrollo o
la solubilización de proteínas. Se pueden dividir en los que actúan sobre los procesos
anaeróbicos y los que lo hacen sobre los procesos aeróbicos. Entre los primeros se encuentran
los que restringen a las bacterias indeseables (Clostridium) (Figura 6).
Figura 6: Clasificación de aditivos (Bragachini et al., 2008).
Tipos de silos
A. Temporarios: construidos en forma precaria y sin el empleo de materiales de larga duración.
Pueden ser:
1. Subterráneos:
Largo y poco profundo: TRINCHERA.
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Corto y muy profundo: CUBA.
2. Aéreos:
Horizontales: TORTA O PUENTE.
Verticales: COVAS O FRIGERI.
B. Permanentes: Construidos con mampostería, hierro, hormigón, etc. Generalmente con piso
firme.
1. Subterráneos:
Largo y poco profundo: TRINCHERA.
Corto y muy profundo: CUBA.
2. Aéreos:
Horizontales: PUENTE, CUÑA, DOBLE CUÑA.
Verticales: TORRE: Harverstone.
Harverstone: es un silo metálico, hermético y esto permite independizarse en gran medida
de las condiciones de humedad del material a ensilar, ya que no necesita compactado. Este tipo
de silo también nos permite su utilización esporádica, así como el agregado de nuevo material en
cualquier momento. Su desventaja es el alto costo.
El silo más usado en nuestro país es el silo PUENTE, que puede ser temporario o
permanente, en el caso de tener las paredes laterales de mampostería, madera, hormigón, etc. El
material se va acumulando en el centro con caídas hacia ambos lados por donde asciende o
desciende el carro transportador. Al mismo tiempo del llenado se va compactando con los
carros abastecedores y un tractor que lo pisa continuamente. El silo queda finalmente con una
elevación en su centro y caída hacia ambos extremos por lo que también se lo denomina DOBLE
CUÑA. Un silo CUÑA SIMPLE será similar, generalmente son construcciones permanentes,
con dos paredes y un frente de algún material resistente.
Ubicación del silo
La ubicación del silo, si se trata de una instalación permanente deberá ser en un lugar de fácil
acceso, lo más equidistante posible de los lotes que provean el material para su llenado y cerca
de los lugares donde deba distribuirse. Tanto en los temporarios como permanentes deberá
elegirse un lugar alto y seco, teniendo en cuenta que su distribución puede verse dificultada por
tiempo lluvioso. Conviene en lo posible que este ubicado con su eje mayor de S a N para evitar
un excesivo lavado por lluvias.
Extracción y distribución
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La extracción y distribución del silaje debe planificarse porque es difícil y engorrosa si no se
tiene la maquinaria necesaria para su realización. Existen diversos tipos de extractores, los más
comunes son aquellos accionados por mordazas hidráulicas que se accionan por la TPP del
tractor. En otras oportunidades se pueden usar palas cargadoras que son útiles, fáciles de manejar
y efectivas. La extracción manual es una tarea muy engorrosa y poco rendidora.
Para la distribución se puede contar con los carros racionadores, que descargan a través de
cintas transportadoras o carros mezcladores (mixer), cuando deseamos mezclar el silaje con
algún otro alimento antes de entregarlo a los animales.
La mejor forma de entregar el silaje a los animales es en bateas de cemento o madera.
También se puede distribuir al costado de un alambrado, sacando uno o dos alambres del mismo
para que los animales puedan comerlo desde el lado opuesto a donde se lo distribuyó. No es
conveniente distribuirlo directamente sobre el suelo porque se producen abundantes pérdidas por
pisoteo y deyecciones.
Ventajas del ensilaje
Altos rindes por hectárea de alimento de alto nivel energético.
Inmediato almacenaje después del corte con bajo nivel de pérdidas a campo y en el
momento de confección, siempre y cuando se trabaje de forma correcta.
Permite independizarse de las condiciones del tiempo durante la construcción del silo. Se
puede ensilar con escasa irradiación, bajas temperaturas, alta humedad relativa o tiempo
lluvioso sin modificar la calidad del forraje a ensilar.
Permite conservar forrajes que serían de difícil henificación.
Una vez terminado el proceso de ensilaje, puede conservarse más tiempo que el heno, en
condiciones óptimas para ambos.
El material cosechado se retira inmediatamente del campo, sin interferir en el rebrote
posterior, en el caso de las pasturas.
Desventajas del ensilaje
Transporta tres veces más material para almacenar la misma cantidad de nutrientes
por el porcentaje de humedad del forraje, aproximadamente 60-70 %.
Se debe controlar el proceso de fermentación mediante la compactación para
mantener la calidad del forraje almacenado.
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En caso de estar mal compactado, puede perderse totalmente.
Distribución y racionamiento más engorrosa que el heno.
Difícil de comercializar.
Necesita un período de acostumbramiento al suministrarlo a los animales.
No se recomienda como único alimento.
HENOLAJE
El HENOLAJE se puede definir como el forraje, que luego de cosechado se deja premarchitar
o preorear hasta lograr un contenido de humedad que varía entre 63 - 65 % (henolajes de alta
humedad) o 40 - 45 % (henolajes de baja humedad). En ambos casos se desarrolla una
fermentación controlada (principalmente del tipo láctica), creando de esta manera un ambiente
adecuado para la obtención de un producto de buena calidad nutritiva.
Esta técnica si bien se encuentra en nuestro país y es una alternativa interesante para aquellas
regiones con alto riesgo climático para la elaboración de henos de calidad, no es muy utilizada.
Aspectos de esta técnica a tener en cuenta:
Tipo de forraje utilizado (trébol rojo, alfalfa, raigrás).
Naturaleza de los plásticos (espesor, estiramiento, color y número de capas o bandas).
Tenor en materia seca.
Tipo de maquinarias.
Tiempos operativos.
Los principales puntos que condicionan esta técnica son:
Calidad del forraje cosechado: es imprescindible cosechar un forraje en un estado
fenológico correcto (por ejemplo en gramíneas antes de la aparición de las espigas o
panojas).
Evitar la contaminación con tierra: a fin de limitar todo riesgo de desarrollo clostridial.
Porcentaje de materia seca del forraje cosechado: las recomendaciones varían en un
rango de 35 a 60 %. Porcentajes muy elevados de materia seca provocan restricciones en
la fermentación.
A. Silo prensa - Silo press
Son bolsas de plástico de 2 - 3 m de diámetro y 25 - 40 m de largo. El forraje picado se llena
por presión por medio de una prensa especial transportable. Un topo trasero y unos cables que se
ajustan con la prensa controlan el llenado y compactado. Según el tamaño del tubo de plástico y
83
la densidad y humedad del material se pueden almacenar 50 - 180 tn en cada bolsa. Una vez
lleno se deben sellar muy bien los extremos. Las bolsas se dejan en el campo hasta su
aprovechamiento.
B. Rollos
El rollo empaquetado es de gran ayuda para el manejo de pasturas en los tambos, donde es
necesario realizar pequeñas cantidades de silaje además del silaje principal, o cuando los silos
están llenos.
Un buen rollo empaquetado requiere cuidados y atención no solo durante la confección, sino
también en el manipuleo y manejo durante la alimentación. Las llaves para realizar rollos
empaquetados de buena calidad son:
Evitar contaminaciones de tierra. La altura de corte debería ser por lo menos 5 cm.
Las maquinarias enrolladoras trabajan mejor con material de mayor longitud.
Velocidades lentas para lograr alta densidad en los rollos.
Preparar un lugar apropiado para el almacenamiento (evitar roedores y otros animales).
Asegurar un sellado bien ajustado en el caso de envolver el rollo. Utilizar 50 % de
superposición y plástico de buena calidad.
Evitar daños en el plástico durante el manipuleo, almacenamiento y movida de los rollos.
Durante el suministro de deben utilizar comederos apropiados para minimizar las
pérdidas.
B1. En bolsas
En este método se realizan rollos de núcleo compacto de la misma manera que para el
henificado. La diferencia radica en el mayor porcentaje de humedad (55 - 65 %) con que se
enrolla el forraje. Una vez terminado el rollo se lo coloca en una bolsa de polietileno y se lo
cierra lo más hermético posible. Dado que es fundamental obtener un medio anaeróbico es muy
importante que el tamaño de la bolsa coincida perfectamente con el diámetro del rollo. Se pueden
colocar uno o dos rollos por bolsa.
Es un sistema que no requiere maquinaria especial (se utiliza la rotoenfardadora común). El
costo se debe al uso del plástico, pero el mayor inconveniente se relaciona con la imposibilidad
de lograr un medio anaeróbico adecuado, por lo que, en la mayoría de los casos se debe agregar
aditivos. Además el forraje no debe tener gran cantidad de tallos porque rompen frecuentemente
la bolsa.
B2. Strech o film de polietileno - sistema "silo pack"
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En este sistema el rollo se coloca dentro de un aparato que lo hace girar, envolviéndolo con
una cinta elástica muy delgada de polietileno. La cinta se adhiere al rollo por medio de una
sustancia pegajosa que lleva en su cara interna, lográndose así un hermetismo casi total.
Ventajas de los rollos embolsados o envueltos (silo pack)
Permite utilizar el mismo equipamiento que para hacer rollos secos.
Permite realizar reservas cuando las condiciones climáticas no son favorables (tiempo
húmedo no facilita un buen secado).
El forraje permanece menos tiempo cortado en el campo.
Se evita el desprendimiento de hojas en el caso de las leguminosas, obteniéndose un
material de mejor calidad.
Se obtienen microsilos ideales para transportar y distribuir. Se elimina la necesidad de
extractores, carros distribuidores, piso firme, etc.
Ahorro de energía, se elimina el trabajo de picado, pues la compactación la hace la
arrolladora y no los tractores pisando el silaje.
Ensilaje de grano de maíz húmedo
Se entiende genéricamente por grano de maíz húmedo (GMH) o "high moisture corn"
(HMC), al grano cosechado con 23 a 30 % de humedad, molido o no y conservado en
condiciones de anaerobiosis para su posterior utilización en la alimentación de animales de
carne o leche.
Forma de realización y extracción: con una cosechadora convencional se cosecha el maíz
con la humedad indicada, pudiendo incluir algo de marlo o no. El grano aplastado o quebrado se
ensila por ejemplo en silos torta, cubiertos con polietileno o en bolsas de silopress.
La extracción se efectúa con palas cargadoras o con sinfín.
Características nutricionales: al igual que el maíz seco es una importante fuente de
ENERGIA, con un mayor contenido de proteína debido a la anticipación de la cosecha (10-12 %
vs. 8-9 %). La degrabilidad ruminal del almidón proveniente del GMH es mayor que la del maíz
seco y similar a la de la cebada. Esta mayor digestión ruminal de los H de C en el GMH respecto
del seco, tiene importancia en los sistemas lecheros que apuntan a producciones individuales
superiores a los 20 l/día durante todo el año, con animales que consumen forrajes frescos como
raigrás o leguminosas de gran calidad y alto contenido de nitrógeno no proteico.
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Bibliografia
Bragachini, M; Catan, P.; Gallardo, M. & Peiretti, J. 2008. Forrajes conservados de alta
calidad y aspectos relacionados al manejo nutricional. INTA – PRECOP II: Manual
Técnico Nº 6. Ediciones Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria.
86
SEMILLAS FORRAJERAS
Identificación de semillas de gramíneas
Pasto ovillo (Dactylis glomerata)
La inflorescencia es una panoja de ramificaciones inferiores pedunculadas, con las
espiguillas densamente aglomeradas en las extremidades. Las glumas son persistentes, oval
lanceoladas y mucho más cortas que las semillas.
La semilla está compuesta por la lemma lanceolada con cinco nervaduras, la central
aquillada rígida y ciliada que se prolonga en una arista corta y fuerte, arqueada hacia el lado
ventral (en forma de coma). La palea presenta dos quillas ciliadas y termina en dos dientes.
Festuca (Festuca arundinácea ) y Raigrás ( Lolium sp.)
Festuca: la inflorescencia es una panoja laxa de espiguillas multifloras, pediceladas y
desarticuladas encima de las glumas y entre los antecios. Cada espiguilla contiene 3 a 10
flores.
Lolium: la inflorescencia es una espiga dística de raquis tenaz, con entrenudos gruesos
y acanalados en la base. El raquis posee una espiguilla en cada nudo alternando en lados
opuestos. Las espiguillas son sésiles y multifloras.
Lolium multiflorum: La lemma posee 5 nervaduras y una arista fina y recta. Tiene
una sóla gluma externa y la espiguilla apical las 2 glumas. La raicilla presenta
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fluorescencia azul con la luz ultravioleta.
Lolium perenne: La lemma posee 2 nervaduras y no presenta arista. La raicilla no
presenta fluorescencia con luz ultravioleta.
Diferenciación entre festuca y raigrás
Observando las semillas desde la cara ventral con la cara dorsal apoyada sobre una
superficie plana, se visualizan cuatro detalles:
Caracteres Festuca Raigrás
Raquilla o
pedicelo
Más alargada en relación al ancho, con
apariencia cilíndrica, sin diferencia en
ancho entre la parte superior e inferior
Aparece más ancha en relación al
largo y con cierta tendencia a
parecer como un cono invertido
truncado
Lemma y palea En la parte superior de la semilla, las dos
laminillas que la recubren, lemma y palea,
se acompañan en toda su longitud,
formando el borde de la semilla.
Este acompañamiento termina antes
del tercio o cuarto superior viéndose
solamente la lemma formar el ápice
de la semilla.
Transparencia Si se observa, toda la semilla presenta una
opacidad muy característica.
En esta semilla alcanza 2/3 de la
misma, está en el grano.
Punto de apoyo Al apoyar la semilla sobre una superficie
plana y se la mira de costado, presenta una
forma de quilla, apoyando sólo la parte
central.
La semilla apoya perfectamente los
extremos dejando a veces un espacio
libre en la parte central.
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Cebadilla criolla (Bromus catharticus)
La inflorescencia es una panoja laxa con espiguillas pediceladas y desarticuladas por
encima de las glumas. Las espiguillas son multifloras (6 a 12 flores) y comprimidas
lateralmente.
Las glumas son persistentes y de menor tamaño que los antecios inferiores. La lemma es
aquillada y posee una arista subapical recta entre los dientes del ápice.
Agropiro (Thynopirum ponticum)
La inflorescencia es una espiga dística con espiguillas solitarias en cada nudo del raquis;
éstas son multifloras, comprimidas lateralmente y de raquilla que se desarticula a la madurez.
Las glumas y lemma son lineal lanceolada y no poseen diente subapical. Cariopse anchamente
acanalado.
Falaris (Phalaris sp.)
La inflorescencia es una panoja compacta densa, de forma regular. Cada espiguilla posee
una flor hermafrodita terminal y dos flores rudimentarias en su base, todas ubicadas sobre una
raquilla corta y articulada arriba de las glumas. El cariopse es ovoide, de aspecto brillante y
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piloso, dado por un bello blanquecino, que recubre la lemma, de color pardo oscuro. Presenta
escamas basales.
Para distinguir las semillas de P. minor de P. aquática, es necesario ponerlos a germinar.
En P. minor: las raicillas presentan una tonalidad rosada en toda su extensión, con un ápice
rojizo y P. aquática: las raicillas permanecen blancas.
Moha (Setaria itálica)
La inflorescencia es una panoja densa, especiforme, con raquis piloso. Antecio fértil,
amarillento o castaño dorado que se desprende con facilidad de las glumas. Cariopse blanco-
grisáceo de 2 mm de longitud por 1,5 mm de diámetro.
Mijo (Panicum miliaceum)
La inflorescencia es una panoja con numerosas ramas. Lemma estéril igual a la gluma
superior; palea estéril reducida, antecio fértil elíptico, brillante, amarillo o pardo de 3 mm de
longitud por 2 mm de ancho.
Grama rhodes (Chloris gayana)
La inflorescencia está formada por 12 a 24 espigas en el ápice de las cañas. Espiguillas 4
floras. Glumas desiguales lanceoladas. Antecio fértil con lemma bidentada, con pocas cilias,
prolongada en una arista. El segundo antecio generalmente masculino, aristado, los otros dos
vacíos, rudimentarios.
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Pasto llorón (Eragrostis cúrvula)
La inflorescencia es una panoja de hasta 40 cm, que presenta pelos largos y abundantes en
los nudos inferiores. Las espiguillas son multifloras (9 a 12) brevemente pediceladas. Glumas
lanceoladas. Cariopse oblongo, comprimido dorsoventralmente, castaño claro.
Identificación de semillas de Leguminosas
Las semillas de leguminosas son de forma variada, globosas, ovoides, acorazonadas,
reniformes y generalmente más ó menos aplastadas lateralmente. El embrión ocupa casi toda
la semilla con cotiledones grandes, anchos y gruesos.
El tegumento de las semillas por lo común es liso y brillante, aunque son frecuentes los
tonos mates debido a una rugosidad fina sólo visible con una lupa. Las coloraciones más
frecuentes son las amarillas, ocres y verdes, también las tonalidades amoratadas y rojizas.
Dichas coloraciones son variables dentro de una especie, variedad y aún dentro de una
planta.
Para su identificación son importantes ciertos caracteres morfológicos entre los que deben
destacarse: el hilo, la chalaza, la radícula y el surco radicular.
A: Albúmen. C: Cotiledón. Ch: Chalaza. R: Radícula. Sr: Surco radicular. T: Tegumento.
Para establecer las características de las semillas de los distintos géneros, se usa
principalmente la forma, color y tamaño.
1.- Forma arriñonada
Tamaño de 2-2,5 mm de lado por 1,2-1,5 mm de ancho. Tegumento amarillo castaño, a
veces oliváceo. Las semillas viejas se tornan de color rojizo-amarronado. Pueden presentar
otras formas derivadas de la posición de las semillas en el fruto. Surco poco visible.
Medicago sativa n.v: ALFALFA
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2.- Forma ovoidal- acorazonada
2.1. No achatadas
2.1.1. Su tamaño no es uniforme 1,7 a 2 mm. La mayoría de las semillas son bicolores,
varían entre el amarillo, amarillo verdoso y violeta; dentro de cada semilla las coloraciones
más oscuras se encuentran en la zona de la radícula, siendo ésta saliente, abultada y recta.
Trifolium pratense n.v: TREBOL ROJO
2.1.2. Su tamaño varía entre 1-1,5 mm de largo por 0,6 a 1 mm de ancho. De coloración
verde oliva claro y en ocasiones amarillo oscuro, brillante. Radícula gruesa, casi tan larga
como la semilla. El surco radicular está dado por una depresión.
T. resupinatum n.v.: TREBOL PERSA
2.2. Achatadas
2.2.1. Tegumento castaño - amarillento, castaño rojizo, sin manchitas violáceas. Surco
entre la radícula y los cotiledones algo más claro.
Melilotus albus n.v: TREBOL de OLOR BLANCO
2.2.2. Tegumento castaño - amarillento, castaño rojizo con alrededor del 25 % de las
semillas con manchitas violáceas (ver con lupa).
M. officinalis n.v: TREBOL de OLOR AMARILLO
3.- Forma acorazonada
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3.1. Tamaño de 0,9 - 1,2 mm de largo por 0,8 - 1,1 mm de ancho, algo achatadas,
semillas que ruedan poco, tegumento castaño claro a amarillo dorado; rojizos en semillas
viejas. La radícula por lo general no sobrepasa a los cotiledones. Surco radicular muy visible.
Trifolium repens n.v.: TREBOL BLANCO
3.2. Semilla globosa o aplastada. Su tamaño es variable entre 1,2 - 1,5 mm de largo por 1
a 1,2 mm de ancho. La coloración es amarillento verdosa frecuentemente con puntos de color
violeta oscuro, lo cual le da una coloración oscura opaca atigrada. El surco radicular es bien
marcado.
T. fragiferum o bonanni n.v.: TREBOL FRUTILLA
4.- Formas esféricas
4.1. Esférica achatada, de 3-4 mm de diámetro, de color castaño violáceo, con manchitas
oscuras. Vicia sativa n.v.: VICIA COMUN
4.2.1. Esférica ovoidal o algo irregulares, semillas que ruedan bien. Tamaño muy
variable entre 1 - 1,7 mm de largo por 0,8-1,3 mm de ancho. Superficie lisa más o menos
brillante de color castaño claro - castaño oscuro. No se ve el surco radicular, porque la
radícula está poco o nada visible exteriormente.
Lotus corniculatus n.v.: TREBOL de los CUERNITOS o PATA de PAJARO
4.2.2. Las semillas de L. tenuis y L. corniculatus son difíciles de diferenciar entre sí,
aunque puede distinguírselas morfológicamente a través de la comparación del arilo. Otro
método para identificarlas es el recuento cromosómico, ya que el número de semillas por
unidad de peso es variable.
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Calidad de semillas forrajeras
Introducción
La calidad de las semillas es un factor clave que condiciona los logros de la implantación y
producción: la alta calidad de las semillas y en particular su pureza genética permiten
alcanzarlos.
En la Argentina la promulgación de la Ley Nacional de Semillas Nº 20247/73 PEN, con fecha
del 30/3/73 que modifica Ley N°12253, es una herramienta básica para sistematizar el vasto
programa de certificación y control de la producción y comercialización de cultivares superiores.
Con ello se han introducido normas cuyo cumplimiento tiene por meta asegurar la creación,
producción y distribución de material fitogenético de alta calidad, adaptado a diferentes
requerimientos agro-climáticos. Los artículos 9° y 10° de la mencionada Ley son referentes a las
características de las semillas.
Capítulo III - de la semilla Artículo 9º. La semilla expuesta al público entregada a usuarios a cualquier título, deberá
estar debidamente identificada, especificándose en el rótulo del envase, como mínimo, las
siguientes indicaciones:
a) Nombre y dirección del identificador de la semilla y su número de registro.
b) Nombre y dirección del comerciante expendedor de la semilla y su número de registro,
cuando no sea el identificador.
c) Nombre común de la especie y el botánico para aquellas especies que se establezca
reglamentariamente; en el caso de ser un conjunto de dos (2) o más especies se deberá
especificar "Mezcla" y hacer constar nombres y porcentajes de cada uno de los componentes
que, individualmente o en conjunto, supere el porcentaje total que establecerá la reglamentación.
d) Nombre del cultivar y pureza varietal de mismo si correspondiere; en caso contrario
deberá indicarse la mención "Común”.
e) Porcentaje de pureza físico-botánica, en peso, cuando ésta sea inferior a los valores que
reglamentariamente se establezcan.
f) Porcentaje de germinación, en número y fecha del análisis (mes y año), cuando éste sea
inferior a los valores que reglamentariamente se establezcan. g) Porcentaje de malezas, para
aquellas especies que se establezca reglamentariamente. h) Contenido neto. i) Año de cosecha. j)
Procedencia, para la simiente importada. k) "Categoría" de la semilla, si la tuviere. l) "Semilla
Curada - Veneno", con letras rojas, si la semilla ha sido tratada con sustancia tóxica.
Artículo 10. Se establecen las siguientes "Clases" de semillas:
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a) "Identificada". Es aquella que cumple con los requisitos del artículo 9º. Rotulada pero
no es sometida a control fiscal durante su ciclo de producción.
b) "Fiscalizada". Es aquella que, además de cumplir con los requisitos exigidos para la
simiente "Identificada" es sometida a control fiscal durante su producción.
Dentro de esta clase se reconocen las "Categorías": "Original" (Básica o Fundación) y
"Certificada" en distintos grados. La reglamentación podrá establecer otras categorías dentro de
las clases citadas. El Ministerio de Agricultura y Ganadería, con el asesoramiento de la Comisión
Nacional de Semillas, mantendrá bajo un sistema de producción fiscalizada todas las especies
que a la fecha de la sanción de la presente ley se encontraren en tal situación y podrá incorporar
obligatoriamente al régimen de semilla "Fiscalizada", la producción de las especies que
considere conveniente por motivos agronómicos o de interés general.
Uno de los factores que se requiere conocer para la implantación de un cultivo (pastura,
verdeo, cosecha, etc.) es la identificación y calidad de la semilla que se va a sembrar. Una
buena semilla asegura:
Buena instalación del cultivo.
Buen comportamiento durante su desarrollo.
Mayor producción.
La calidad de una semilla es un concepto basado en la valoración de las distintas
características e implica:
1. Ser la especie o cultivar que se necesite.
2. No contener impurezas (semillas de malezas u otras especies cultivadas que dificulten el
establecimiento del cultivo y/o contaminen el suelo).
3. Poseer buen poder germinativo.
Los puntos 1 y 2 pueden cubrirse comprando a instituciones como el INTA o en casas
comerciales con cierto renombre o antecedentes y con análisis de pureza. El punto 3 con
análisis de germinación.
La semilla es un ser vivo y por consiguiente al contrario de lo que ocurre con la materia inerte
o productos no biológicos, nada puede predecirse acerca de su comportamiento. Los métodos
que se utilizan para estudiar sus características deben basarse, por una parte, en el conocimiento
científico de las semillas y, por otra, en la experiencia de los analistas.
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Análisis de calidad
Muestreo
Objetivo: obtener una muestra de tamaño adecuado para el análisis, en la cual estén presentes
los mismos constituyentes y en las mismas proporciones que en el lote de semillas.
Muestra de trabajo: es una muestra reducida en el laboratorio tomada de la muestra
remitida, con un peso mínimo establecido en tablas para las diferentes clases de semillas y para
cada uno de los ensayos.
Obtención de la muestra de trabajo: la muestra remitida debe mezclarse cuidadosamente;
la muestra de trabajo se obtiene por divisiones sucesivas o tomando pequeñas porciones al azar
que se reunirán posteriormente.
Almacenamiento de las muestras: se debe realizar el ensayo en el mismo día de la
recepción; de lo contrario almacenar la muestra en una habitación fría y ventilada.
Análisis de pureza
Objetivo: determinar:
la composición en peso de la muestra que se analiza y por lo tanto del lote de semillas.
la identidad de las distintas especies de semillas y las partículas de materia inerte
presentes en la muestra.
Definiciones:
1) Semilla pura: semilla de la especie y variedad declarada (enteras o cuyo tamaño sea
superior a la mitad de su tamaño original).
2) Semillas de otras plantas cultivadas: esto incluye semillas de otras especies o
variedades sembradas que son diferentes a las semillas puras.
3) Semillas de malezas: incluye las semillas de plantas reconocidas como malezas:
inocuas y nocivas (ej. cuscuta).
4) Materia inerte: incluye trozos de semillas de la mitad de su tamaño original o menor,
ya sea de la especie analizada, otras especies o malezas y todo aquello que sin ser semilla se
encuentra en la muestra: tegumento de semilla, paja, tierra, arena, ramitas, hojas, glumas vacías.
Aparatos: pueden utilizarse cribas y aventadores para separar los componentes de la
muestra.
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Metodología y expresión de resultados: una vez identificados los distintos componentes y
separados las cuatro partes, deberán pesarse en gramos y expresarlo en porcentaje (%),
referido al peso de los cuatro componentes y no al de la muestra original. La tolerancia es del
1 % con respecto a la muestra original, si es más o menos se deberá repetir.
Ensayo de germinación
Objetivo: obtener información acerca del valor de las semillas, desde el punto de vista de su
siembra en terreno y proporcionar resultados que permitan comparar el valor de los diferentes
lotes de semillas.
Los ensayos realizados a campo no son, generalmente, satisfactorios ya que sus resultados no
se pueden reproducir fielmente. Esta es la razón por la cual se han desarrollado los métodos de
laboratorio en los que se controlan algunas o todas las condiciones externas, con el fin de obtener
la germinación más regular, rápida y completa posible, para la mayoría de las muestras de una
especie determinada de semillas.
Estas condiciones han sido normalizadas para que los resultados de los ensayos se puedan
reproducir.
Germinación: el ensayo de germinación pone de manifiesto el porcentaje de semilla que
germinan y originan plántulas normales. No se admiten en la evaluación de la capacidad
germinativa de las semillas las plántulas anormales, ni las semillas frescas no germinadas (con
dormición).
Porcentaje de germinación: indica la proporción en número de las semillas que han
producido plántulas clasificadas como normales bajo las condiciones y dentro del período
especificado.
Definiciones:
A. Plántulas normales: para lograr uniformidad en la valoración de las plántulas normales
deberán estar de acuerdo con una de las definiciones siguientes:
a. Plántulas que manifiestan la capacidad para continuar su desarrollo hacia plantas
normales, cuando crecen en suelo de buena calidad y bajo condiciones favorables de
agua, temperatura y luz.
b. Plántulas que poseen todas las estructuras esenciales siguientes cuando se ensayan en
sustrato artificial:
Sistema radical bien desarrollado.
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Hipocótilo bien desarrollado e intacto y/o epicótilo sin lesiones y en las dicotiledóneas una
plúmula normal.
En las gramíneas, una hoja primaria bien desarrollada en el interior o emergiendo a través del
coleóptilo.
Un cotiledón para plántulas de monocotiledóneas y dos cotiledones para plántulas de
dicotiledóneas.
c. Plántulas con ligeros defectos, con tal que manifiesten un desarrollo vigoroso y
equilibrado.
d. Plántulas alteradas por hongos o bacterias, pero solamente si es evidente que la semilla de
la cual proceden no es el foco de infección y se puede determinar que todas las
estructuras esenciales están presentes.
B. Plántulas anormales: son aquellas que no manifiestan capacidad para continuar su
desarrollo hacia plantas normales cuando crecen en un suelo de buena calidad y bajo condiciones
favorables de agua, temperatura y luz.
Se clasifican como anormales, las plántulas con los defectos siguientes, cuando se ensayan
sobre un sustrato artificial:
a) plántulas dañadas.
b) plántulas deformadas: desarrollo débil o desequilibrado de las estructuras esenciales.
c) plántulas con signos de podredumbre.
C. Semillas duras: no absorben agua a causa de la impermeabilidad de su tegumento
(firmes al presionarlas).
D. Semillas frescas o hinchadas pero no germinadas: permanecen cerradas y
aparentemente viables, incluso después de un tratamiento apropiado para interrumpir la latencia.
E. Semillas muertas: semillas que no han producido gérmenes al finalizar el período del
ensayo.
Metodología
Los ensayos de germinación deberán efectuarse con semillas puras, procedente del análisis
de pureza. Las semillas no deberán recibir ningún pretratamiento. La semilla pura se mezclará
bien y se contarán 400 semillas al azar en repetición de 100, 50 o 25 semillas.
Las semillas se distribuirán uniformemente sobre el sustrato húmedo; bastante separadas las
unas de las otras para evitar en lo posible que se toquen entre sí antes de que se cuenten y retiren.
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Valoración: cada plántula se valorará de acuerdo de acuerdo a las definiciones de los puntos A,
B, C, D, E y para ello el estado de desarrollo de los órganos esenciales deberá ser suficiente
como para detectar cualquier plántula anormal.
Expresión de los resultados: los resultados se expresarán como porcentaje (%) en número,
promedio de todas las repeticiones.
Un bajo poder germinativo puede deberse a:
a. Edad de la semilla.
b. Semillas muertas.
c. Daños mecánicos en la trilla.
d. Fallas del almacenamiento.
e. Condiciones de latencia o dormancia inicial.
f. Semillas duras.
a. Edad de la semilla: podemos clasificar a las semillas como de vida corta: menos de 3
años; vida media: entre 3 y 15 años y de vida larga más de 15 años.
Las semillas forrajeras son de vida corta o media. Las especies mantienen su poder
germinativo durante un período distinto para cada una de ellas, por ejemplo:
Lolium multiflorum: 3 a 4 años. Festuca arundinácea: 1 a 2 años. Phalaris aquática: 1 año.
Medicago sativa: 2 años. Trifolium repens: 3 años. T. pratense: 1 a 2 años. Lotus
corniculatus: 1 año.
Una semilla vieja es de lenta germinación y las plántulas no tienen vigor.
b. Semillas muertas: se hinchan y presentan signos de podredumbre, por ser viejas o por
ataques de hongos.
c. Daños mecánicos en la trilla: estos daños alcanzan tres niveles:
1. Daños leves en forma de roturas microscópicas especialmente del tegumento.
2. Daños graves visibles fácilmente.
3. Daños internos que afectan a menudo el germen o embrión y solo son detectados al
germinar la semilla.
Las consecuencias de los daños mecánicos son básicamente: pérdidas de tejidos y pérdida
de viabilidad, pérdida de capacidad para regular el contenido de agua, incremento en la
susceptibilidad a ataque de microorganismos y/o a efectos fitotóxicos.
d. Fallas del almacenamiento: los factores más importantes que afectan la longevidad de
las semillas son la humedad y la temperatura.
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La vida de la semilla se duplica con cada reducción del 1% en el contenido de humedad y
con cada reducción de 5ºC de la temperatura.
Estas reglas dan una idea de la importancia de ambas variables como determinantes de la
viabilidad de las semillas y la necesidad de mantener un ambiente seco y frío para alcanzar las
mejores condiciones de conservación.
Humedad: un alto contenido de humedad de la semilla constituye el principal obstáculo para
lograr una buena conservación. A mayor porcentaje de humedad, mayor será la tasa de
respiración de la semilla y por lo tanto mayores los gastos de reserva, lo que conduce a pérdida
de longevidad.
En condiciones normales de almacenamiento, la semilla no deberá poseer un contenido de
humedad superior al 14 %, preferiblemente del 12 %. Este es el límite de seguridad exigible para
semillas a ser mantenidas hasta por un año en depósitos comunes. Si se pretende conservarla por
períodos más prolongados deberá tener entre 8 y 10 %.
En el rango entre 14 y 18 %, la temperatura puede elevarse por encima de umbrales seguros y
la población de hongos y enfermedades desarrollarse rápidamente provocando la muerte de
muchas semillas y reduciendo la viabilidad. La humedad ambiente no deberá ser superior a 60 –
65 %.
Temperatura: en general es posible afirmar que se alcanza una buena conservación
manteniendo la temperatura entre 0 - 12ºC, ya que se logra un buen balance en el ritmo
metabólico de las semillas y por consiguiente mayores posibilidades de prolongar su vida.
A medida que aumentan las temperaturas y en especial entre 21 - 27ºC, la actividad de los
hongos e insectos se ve muy favorecida.
Aireación: La aireación es el movimiento forzado de aire ambiente adecuado a través de la
masa de granos, con el objetivo específico de disminuir y uniformar la temperatura,
propiciando condiciones favorables para la conservación de la calidad del producto durante un
período de tiempo prolongado.
La aireación de los granos es el método de control ambiental más difundido y usado en la
preservación de la calidad de los granos almacenados. Esta tecnología se usa para modificar el
microclima de la masa de granos provocando ciertas condiciones que son desfavorables para
el crecimiento de organismos perjudiciales. Se recomienda por lo tanto asegurar una buena
ventilación al realizar las estibas.
Control de hongos e insectos: limpieza y desinfección. Insecticidas preventivos en las bolsas
a usar.
100
e. Condiciones de latencia o dormancia inicial: las semillas no germinan mientras sus
embriones no sufran una serie de cambios fisiológicos y químicos previos. Muchas gramíneas lo
presentan luego de su cosecha y para conocer por adelantado la verdadera viabilidad de las
semillas, es necesario someterlas a diferentes tratamientos.
Entre los métodos para interrumpir la latencia pueden citarse: prerefrigeración, diferentes
combinaciones de temperatura, solución de nitrato de potasio (NO3K) al 0,2%, ácido giberélico,
prelavado y presecado de acuerdo con las instalaciones del ISTA (International Seed Testing
Association) para cada especie. Como normalmente las semillas son sembradas varios meses
después de su cosecha, este factor no afecta seriamente la calidad de las semillas y por lo tanto la
población de las pasturas.
f. Semillas duras: se trata de una característica de muchas leguminosas y del pasto llorón
(Eragrostis cúrvula), cuyas semillas no germinan durante períodos variables, como consecuencia
de que el tegumento de la semilla es impermeable e impide la penetración del agua.
Previo a la cosecha los porcentajes de dureza son elevados, pero decrecen luego de la trilla
debido al efecto escarificador de la maquina o recurriendo a procesos específicos tales como:
mecánico (escarificado o golpes) químico (con abrasivos: ácido sulfúrico); microbiológicos
(ataques de hongos) o físicos (alternancia de temperaturas).
Ensayo para determinar la viabilidad
Objetivo: determinar rápidamente la viabilidad de las muestras de semillas de especies que
germinan normalmente con lentitud o que presentan latencia.
Principio: en un ensayo bioquímico la presencia de los procesos de reducción que tienen
lugar en las células vivas se hacen visibles por la reducción de un indicador. El indicador
empleado es una solución incolora, acuosa al 1% de cloruro o bromuro de tetrazolio, que es
embebida por la semilla. Esta solución penetra en los tejidos de la semilla y en los procesos de
reducción de las células vivas toma el hidrógeno liberado por la deshidrogenasa. Por
hidrogenación del cloruro o bromuro de 2-3-5-trifenil-tetrazolio se forma en las células vivas,
una sustancia roja, estable y no difusible, el trifenil-formazan.
De esta forma se pueden distinguir las partes vivas de las semillas, que se colorean de rojo, de
las muertas no coloreadas. Además pueden aparecer semillas parcialmente coloreadas,
encontrándose diversas proporciones de tejido necrótico en diferentes zonas de estas semillas
parcialmente teñidas.
La localización y el tamaño de las superficies necróticas en el embrión y/o endosperma, y no
la intensidad de la coloración, determinan si tales semillas deben clasificarse como viables o no
101
viables. Las diferencias de color permiten el reconocimiento y la localización del tejido sano,
débil y muerto. Por estas razones el ensayo se lo conoce como "Ensayo topográfico al tetrazolio".
Determinación: las semillas deberán prepararse para facilitar la penetración de la solución. Las
semillas o embriones se sumergen completamente en la solución de tetrazolio y se mantienen a
una temperatura de 30ºC en la oscuridad durante un período de tiempo que depende de las
especies. Al final del período se decanta la solución, se lavan con agua y las semillas o
embriones se mantienen húmedos durante la valoración. Cada semilla se valora como viable o no
comparándola con el patrón de tinción.
Resultados: se expresan como porcentajes promedio de las repeticiones efectuadas.
Otras determinaciones
Las semillas pueden someterse a otros controles que permiten disponer de una mayor
información sobre los lotes en estudio, estos pueden ser: utilización de radiación ultravioleta y
ácido pícrico para diferenciar especies y cultivares; determinaciones de humedad; presencia de
insectos, microorganismos patógenos; pruebas de vigor; determinación del peso de 1.000
semillas; etc.
Valor cultural (VC)
Con los resultados obtenidos en los análisis de pureza y germinación, es posible fijar el valor
cultural del lote de semillas en estudio mediante la siguiente fórmula:
Valor cultural (%) = pureza física (%) x germinación (%)
100
El valor cultural expresa el porcentaje de semillas puras viables que contiene el lote. Es
necesario conocer el VC de las semillas para realizar el cálculo de densidad de siembra.
Kilogramos/hectárea = Plantas/m2 x Peso 1000 semillas (PMS)
Valor cultural
102
Bibliografía
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