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MAR DEL PLATA DOMINGO 16 DE ENERO DE 2011 IDA Y VUELTA: [email protected] 1 ¿Qué error le molesta más adver- tir en un texto literario y cuál es el último que halló en el libro que está leyendo o que acaba de leer? -Comprobar que el autor emplea pal- abras prestadas, que su voz es una im- postación, que su registro es ajeno y no re- sultado de una elaboración personal. Hoy se escribe cada vez más en una prosa cover y neutra que un sello propio: pienso co- mo ejemplos paradigmáticos en Faulkner, Onetti, Andrés Rivera, Belgrano Rawson, Briante, entre otros. Escritores que lograron fundar una manera propia, personal, inconfundible, de narrar. Las 8 preguntas para Guillermo Saccomanno (*) (*) Guillermo Saccomanno es autor de “El oficinista”, que obtu- vo el premio el Premio Biblioteca Breve 2010. Se presentará el jueves que viene a las 21 en Mar del Plata, dentro del ciclo Verano Planeta que se desarrolla en el hotel de Paso y la costa, con entra- da libre y gratuita. Nació en Buenos Aires en 1948. Fue creativo publicitario y uno de los guionista de historietas más renombra- dos, antes de volcarse por completo a la literatura. En la literatura infantil, hay un antes y un después de María Elena Walsh, dice la autora de este artículo. A días de su muerte, este texto recorre su vida, su carácter, su pensamiento y la importancia de su obra en el panorama cultural actual. En una cajita de fósforos yo tengo guardada una lágrima. María Elena Walsh Por Elena Stapich Integrante de la ONG Jitanjáfora M aría Elena Walsh nació en 1930 en Ramos Mejía, provincia de Buenos Ai- res. El entramado de su infancia con su obra dedicada a los niños es claro: la ascendencia inglesa e ir- landesa de su familia la puso tem- pranamente en contacto con una lengua y una tradición cultural que ella retomará posteriormente en su escritura. A los diecisiete años publicó su primer libro de poemas -Otoño imperdonable- que mereció una distinción importante y recibió críticas elogiosas. Juan Ramón Ji- ménez la invitó a su residencia en Maryland y este constituyó el pri- mero de muchos viajes, que la lle- varon por diversos lugares del mundo. Formó un dúo folklórico con Le- da Valladares, con el que actuaron en París y a través del cual se conec- tó con un mundo -el del espectácu- lo- por el que siempre experimen- tó una marcada fascinación, de la que da cuenta una de sus cancio- nes, que comienza diciendo: “En- ciéndanse las luces del viejo varie- té...” En 1956, de regreso en Argenti- na, inicia una etapa decisiva: la de la escritura orientada a un público infantil, con el libro de poesías Tu- tú Marambá, para el que no encon- tró editor y que recién sería publi- cado tiempo más tarde, gracias a un subsidio del Fondo Nacional de las Artes. Inicia un período de actividad teatral y televisiva. Gracias a la di- rectora María Herminia Avellane- da llegan a la televisión dos de sus personajes más queridos: Doña Disparate y Bambuco, en una apuesta cultural dirigida a los ni- ños que, hoy en día, resulta difícil de imaginar en las pantallas de nuestros televisores. En los años ‘60 se publican El rei- no del revés, Zoo loco, Dailan Kif- ki, Cuentopos de Gulubú y la anto- logía de textos folklóricos Versos tradicionales para cebollitas. En los ‘70 y ‘80 Chaucha y palito y No- vios de antaño. Se cierra así el ciclo más produc- tivo de su trabajo como escritora, aunque su vigencia es permanen- te, a través de las innumerables versiones de sus obras que se hacen para teatro, cine, y las ediciones discográficas de sus canciones, en su voz y en las de numerosos intér- pretes. Durante mucho tiempo de- sarrolló tareas en Sadaic, el sindi- cato en el que se agrupan los com- positores de música argentinos. AVENTURAS DE MARÍA ELENA EN EL PAÍS El nombre de María Elena Walsh se entreteje con el devenir históri- co de nuestro país, periódicamen- te atravesado por el autoritarismo y la violencia. En 1979 -plena dictadura mili- tar- su voz, esta vez a través de la es- critura periodística, resuena en el silencio generalizado, solitaria, arriesgada y polémica, con el artí- culo Desventuras en el País Jardín de Infantes, que se publicó en Cla- rín. En éste, denuncia la censura imperante en nuestro país, con- vertido por el gobierno de facto en un siniestro jardín de infantes, donde los ciudadanos, por efecto de la represión, han pasado a ser como alumnos a los que se obliga a permanecer calladitos. Dice María Elena Walsh: “Hace tiempo que so- mos como niños y no podemos de- cir lo que pensamos o imagina- mos. Cuando el censor desaparez- ca, porque alguna vez sucumbirá demolido por una autopista, esta- remos decrépitos y sin saber ya qué decir. Habremos olvidado el cómo, el dónde y el cuándo y nos sentare- mos en una plaza como la pareja de viejitos del dibujo de Quino que se preguntaban ‘¿Nosotros qué éramos?’” Su militancia democrática con- tinúa en 1984, con el retorno de la democracia, en la labor de la Cona- dep (Comisión Nacional de la De- saparición de Personas), que vio plasmada su tarea con la publica- ción del libro Nunca más, el que constituye uno de los aportes más valiosos para la revalorización de la memoria de un país. Durante el primer gobierno de Menem, que acostumbraba a soli- citar la pena máxima cada vez que un delito sacudía la opinión públi- ca, María Elena Walsh, también a través de su columna periodística, se planta con firmeza contra la pe- na de muerte: “Cada vez que se alu- de a este escarmiento la Humani- dad retrocede en cuatro patas.” UNA LENGUA FILOSA Irónica, mordaz, no se le esca- pan los dobles discursos que carac- terizan a nuestra sociedad. (Continúa en página 4). PERFIL DE UNA AR TIST A SIEMPRE LÚCIDA María Elena Walsh, una vida entramada en una obra “Ese es el gesto transgresor de María Elena Walsh: arrebatarle a la didáctica su dominio sobre la literatura infantil y devolverle a los niños su derecho al juego y a la imaginación” “Les diría que empezaran por leer ellas, las madres, si aún no lo hacen. O que recuperaran tan grato vicio si lo perdieron, y que los platos los lave Magoya”

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AVENTURAS DE MARÍA ELENA EN EL PAÍS En una cajita de fósforos yo tengo guardada una lágrima. María Elena Walsh aría Elena Walsh nació en 1930 en Ramos Mejía, provincia de Buenos Ai- res. El entramado de su infancia con su obra dedicada a los niños es claro: la ascendencia inglesa e ir- landesa de su familia la puso tem- pranamente en contacto con una lengua y una tradición cultural que ella retomará posteriormente IDA Y VUELTA: [email protected] UNA LENGUA FILOSA

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Page 1: cultura160111

■ MAR DEL PLATA ■ DOMINGO 16 DE ENERO DE 2011 IDA Y VUELTA: [email protected]

1¿Qué error le molesta más adver-tir en un texto literario y cuál esel último que halló en el libro

que está leyendo o que acaba de leer? -Comprobar que el autor emplea pal-

abras prestadas, que su voz es una im-postación, que su registro es ajeno y no re-sultado de una elaboración personal. Hoy

se escribe cada vez más en una prosa covery neutra que un sello propio: pienso co-mo ejemplos paradigmáticos enFaulkner, Onetti, Andrés Rivera, BelgranoRawson, Briante, entre otros. Escritoresque lograron fundar una manera propia,personal, inconfundible, de narrar.

Las 8 preguntas para Guillermo Saccomanno (*)(*) Guillermo Saccomanno es autor de “El oficinista”, que obtu-

vo el premio el Premio Biblioteca Breve 2010. Se presentará eljueves que viene a las 21 en Mar del Plata, dentro del ciclo Verano

Planeta que se desarrolla en el hotel de Paso y la costa, con entra-da libre y gratuita. Nació en Buenos Aires en 1948. Fue creativo

publicitario y uno de los guionista de historietas más renombra-dos, antes de volcarse por completo a la literatura.

En la literatura infantil,hay un antes y undespués de MaríaElena Walsh, dice laautora de este artículo.A días de su muerte,este texto recorre suvida, su carácter, supensamiento y laimportancia de su obraen el panoramacultural actual.

En una cajita de fósforos yo tengoguardada una lágrima.

María Elena Walsh

Por Elena StapichIntegrante de la ONG Jitanjáfora

María Elena Walsh nació en1930 en Ramos Mejía,provincia de Buenos Ai-

res. El entramado de su infanciacon su obra dedicada a los niños esclaro: la ascendencia inglesa e ir-landesa de su familia la puso tem-pranamente en contacto con unalengua y una tradición culturalque ella retomará posteriormente

en su escritura.A los diecisiete años publicó su

primer libro de poemas -Otoñoimperdonable- que mereció unadistinción importante y recibiócríticas elogiosas. Juan Ramón Ji-ménez la invitó a su residencia enMaryland y este constituyó el pri-mero de muchos viajes, que la lle-varon por diversos lugares delmundo.

Formó un dúo folklórico con Le-da Valladares, con el que actuaronen París y a través del cual se conec-tó con un mundo -el del espectácu-lo- por el que siempre experimen-tó una marcada fascinación, de laque da cuenta una de sus cancio-nes, que comienza diciendo: “En-ciéndanse las luces del viejo varie-té...”

En 1956, de regreso en Argenti-

na, inicia una etapa decisiva: la dela escritura orientada a un públicoinfantil, con el libro de poesías Tu-tú Marambá, para el que no encon-tró editor y que recién sería publi-cado tiempo más tarde, gracias aun subsidio del Fondo Nacional delas Artes.

Inicia un período de actividadteatral y televisiva. Gracias a la di-rectora María Herminia Avellane-da llegan a la televisión dos de suspersonajes más queridos: DoñaDisparate y Bambuco, en unaapuesta cultural dirigida a los ni-ños que, hoy en día, resulta difícilde imaginar en las pantallas denuestros televisores.

En los años ‘60 se publican El rei-no del revés, Zoo loco, Dailan Kif-ki, Cuentopos de Gulubú y la anto-logía de textos folklóricos Versos

tradicionales para cebollitas. Enlos ‘70 y ‘80 Chaucha y palito y No-vios de antaño.

Se cierra así el ciclo más produc-tivo de su trabajo como escritora,aunque su vigencia es permanen-te, a través de las innumerablesversiones de sus obras que se hacenpara teatro, cine, y las edicionesdiscográficas de sus canciones, ensu voz y en las de numerosos intér-pretes. Durante mucho tiempo de-sarrolló tareas en Sadaic, el sindi-cato en el que se agrupan los com-positores de música argentinos.

AVENTURAS DE MARÍA ELENA EN EL PAÍS

El nombre de María Elena Walshse entreteje con el devenir históri-co de nuestro país, periódicamen-

te atravesado por el autoritarismoy la violencia.

En 1979 -plena dictadura mili-tar- su voz, esta vez a través de la es-critura periodística, resuena en elsilencio generalizado, solitaria,arriesgada y polémica, con el artí-culo Desventuras en el País Jardínde Infantes, que se publicó en Cla-rín. En éste, denuncia la censuraimperante en nuestro país, con-vertido por el gobierno de facto enun siniestro jardín de infantes,donde los ciudadanos, por efectode la represión, han pasado a sercomo alumnos a los que se obliga apermanecer calladitos. Dice MaríaElena Walsh: “Hace tiempo que so-mos como niños y no podemos de-cir lo que pensamos o imagina-mos. Cuando el censor desaparez-ca, porque alguna vez sucumbirádemolido por una autopista, esta-remos decrépitos y sin saber ya quédecir. Habremos olvidado el cómo,el dónde y el cuándo y nos sentare-mos en una plaza como la parejade viejitos del dibujo de Quino quese preguntaban ‘¿Nosotros quééramos?’”

Su militancia democrática con-tinúa en 1984, con el retorno de lademocracia, en la labor de la Cona-dep (Comisión Nacional de la De-saparición de Personas), que vioplasmada su tarea con la publica-ción del libro Nunca más, el queconstituye uno de los aportes másvaliosos para la revalorización dela memoria de un país.

Durante el primer gobierno deMenem, que acostumbraba a soli-citar la pena máxima cada vez queun delito sacudía la opinión públi-ca, María Elena Walsh, también através de su columna periodística,se planta con firmeza contra la pe-na de muerte: “Cada vez que se alu-de a este escarmiento la Humani-dad retrocede en cuatro patas.”

UNA LENGUA FILOSA

Irónica, mordaz, no se le esca-pan los dobles discursos que carac-terizan a nuestra sociedad.

(Continúa en página 4).

PERFIL DE UNA ARTISTA SIEMPRE LÚCIDA

María Elena Walsh, una vida entramada en una obra

“Ese es el gestotransgresor de MaríaElena Walsh:arrebatarle a ladidáctica su dominiosobre la literaturainfantil y devolverlea los niños su derechoal juego y a laimaginación”

“Les diría que empezaran por leer ellas, las madres, si aún no lo hacen.O que recuperaran tan grato vicio si lo perdieron, y que los platos los lave Magoya”

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2 C U L T U R A Domingo 16•1•2011

Las 8 preguntas para Guillermo Saccomanno

2¿Qué situación de su vida cotidiana encontró refle-jada con sorpresiva exactitud en un libro, una pelí-

cula, una canción o cualquier otra obra de arte? -No son pocas las veces que en los buenos relatos de gran-

des autores uno encuentre un reflejo de su existencia, unaproyección de hechos y visiones. Es un fenómeno que sólosucede con la buena literatura. Leer El Extranjero y sentirseMersault. Leer Crimen y Castigo y sentirse Dostoievski.

Leer El Proceso y sentirse K. Y ni hablar de si uno lee La me-tamorfosis, porque nadie se salva de ser ese insecto huma-no.

Clausuraron la Casita Verde

Por Sebastián Chilanosebastianchilano.blogspot.com

Era temprano. Tan temprano que ni siquieraera el mediodía. Había un faja de clausura quecruzaba la puerta de un extremo a otro, pero senotaba que había sido arrancada y vuelto a pegar,todas las veces que había sido necesario abrir lapuerta. Márquez tocó timbre.

–Es temprano –dijo.René Conforti levantó la cabeza y miró el cielo.–¿Qué te hacés el que sabés la hora por la posi-

ción del sol? –se quejó de esa actitud la mujer queabrió la puerta.

–Yo... –empezó a justificarse René Conforti.–Ya, ya –siguió la mujer–. ¿Qué quieren? Es

temprano, las chicas duermen, y además nosclausuraron.

–Lo sabemos. Pero necesitamos una bailarinapara una despedida de soltero. Lo antes posible.Y, sobre todo, que sea muy discreta –dijo Már-quez.

–¿Y por qué no llamaron por teléfono?–Como te dije, esto tiene que ser muy discreto

–insistió Márquez–. Tanto que ni siquiera es bue-no hablar por teléfono.

–¿Y cómo quieren arreglar? Porque supongoque no podés darme una dirección –dijo la mujer.

–Nosotros la pasamos a buscar. Y a la hora quehaya que traerla nos encargamos de eso también.

–No creo que a muchas les guste ese arreglo.–No creo que muchas desprecien lo que vamos

a pagarte –dijo Márquez y mostró cinco dedos.–¿Y cuántos ceros? –preguntó la mujer.Márquez hizo otra vez un número con los de-

dos.–Sólo tengo una que puede hacer ese trabajo.

Pero ahora no está. Ahora no hay nadie –dijo lamujer.

–Dijiste que las chicas estaban durmiendo –in-tervino por primera vez René Conforti marcandola contradicción.

–Sí, ¿y? –lo desafió la mujer.–No, nada. Es que antes dijiste otra cosa.–Sí, ¿y qué?–Bueno –intervino Márquez –. ¿A qué hora po-

demos venir a verla?–Creo que ya te lo dije –la mujer cambió de to-

no–, pero no tengo problema en volver a repetir:nos clausuraron.

–No importa, es a domicilio...Márquez empezó a mover los dedos para mar-

car que aumentaba el precio, pero la mujer les ce-rró la puerta en la cara. René Conforti estiró lamano hacia el timbre, pero Márquez lo detuvo:

–¿Qué hacés? ¿Querés que nos maten?–Dijo que estaba sola –se defendió René Con-

forti.–¿Nunca viniste a estos lugares? Adentro está

lleno de gente. Mujeres y matones. La peor com-binación para los estúpidos. Mejor vamos. Ya senos va a ocurrir otra forma de contratar a La Tabla.

–Los voy a denunciar –dijo René Conforti.Márquez le puso una mano en el hombro y lo

hizo darse vuelta y caminar hacia el auto.–Me hacés reír. ¿Los vas a denunciar? No me ha-

gás reír... mejor vamos al auto. Dale, apurate ■

El espacio de arte Mundo Dios lanzó unprograma de becas dirigido a artistas inte-resados en desarrollar su proceso comoobra, dentro del campo de las prácticas ar-tísticas visuales y teniendo en cuenta laciudad de Mar del Plata como contextocreativo. La beca cuenta con el apoyo delFondo Nacional de las Artes.

El programa estará coordinado por ungrupo de artistas locales, quienes aborda-rán la tutoría en forma grupal o indivi-dual, asignada de acuerdo a la necesidad

de cada becario.Los interesados deberán presentar una

carpeta con fotografías impresas de su tra-bajo, sin anillar (no se admitirán carpetasen formato digital). En el caso de que laobra lo requiera, se admitirán DVD. Debeincluir también datos personales (direc-ción postal, mail, página web, blog, flickr,etc), curriculum vitae y como opción, sies necesario, textos que ayuden a la com-prensión del material. Las carpetas se reci-birán en sobre cerrado entre el 2 de enero

y el 20 de febrero de 2011 en Moreno2941, local 9 de Mar del Plata.

El jurado estará compuesto por el grupode tutores Mariana Pellejero, Adriana Sa-sali, Marcela Baltar, Juan Souto, DanielBasso, Mariano Ullua y Yamandu Rodrí-guez, ellos realizarán la selección confor-mando un grupo de trabajo heterogéneo.

La duración del programa será de nue-ve encuentros a lo largo de nueve mesesdivididos en tres etapas y cada encuentrotendrá una duración de dos o tres días ■

El ciclo de charlas gratuitas de autoreslocales en la Biblioteca Municipal (Cen-tro Cultural Osvaldo Soriano) comenzóde forma exitosa la semana pasada ycontinuará el próximo miércoles con lapresencia de Sebastián Chilano y Gas-tón Viñao.

Las charlas comienzan a las 19.30 yson de entrada libre y gratuita, y reco-rren la temática de las técnicas de las es-critura literaria abordada por los princi-pales referentes de la ciudad. Tanto Chi-lano como Viñao son integrantes de lanueva camada de escritores marplaten-ses que ya ha logrado trascender lasfronteras e instalarse en el orden nacio-nal con excelente repercusión.

Néstor Sebastián Chilano nació el 23de Agosto de 1976, y reside en Mar delPlata. Es autor del libro de cuentos: “Lasoledad del fuego”, premiado en el con-curso “Osvaldo Soriano 2007”. Obtuvomención especial en el concurso “Los

personajes de Mujica Lainez buscannuevo autor. Edición 2008” con el cuen-to “Historia cierta de un soldado” quefue publicado en la antología Tributo aManuel Mujica Lainez en su centenariopor la fundación René Baron.

En 2009, junto a Fernando del Rio,publicó la novela Furca. La cola del la-garto. En 2010, obtuvo el primer premiodel concurso internacional “El arte defluir” por el cuento “Los vendedores” yfue finalista del VII Concurso Nacionalde cuentos Macedonio Fernández conel libro de cuentos “La foto de la tercerapágina”. En julio de 2010 publicó, porEdiciones B, su segunda novela: Riña degallos.

Gonzalo Viñao estudió algunos añosla carrera de Letras en la Universidad pú-blica. Publicó cuentos en revistas y dia-rios locales, de España y de Colombia.Su primer libro de cuentos, “Despertar”,fue premiado en el año 2004 como ga-

nador del concurso de la asociación Ae-nigma de las Islas Canarias. En el 2009obtuvo el premio municipal “OsvaldoSoriano” en la categoría cuento, por sulibro “La bestia azul”. También escribepoesías. Dicta cursos y talleres literariosde manera privada desde el año 2007.Desde hace tres años escribe para sublog: www.costanegra.blogspot.com

El ciclo se inició de un modo brillanteel miércoles con la disertación de CarlosBalmaceda y Julio Neveleff. Ante unaimportante cantidad de público, ambosescritores brindaron una charla sobredistintos aspectos técnicos de la crea-ción literaria, abordando temas prima-rios como estructura, narrador, foco na-rrativo, etc.

Los miércoles venideros se presenta-rán Jorge Chiesa y Fernando del Rio, Da-niel Roncolli y Vito Amalfitano, GastónFranchini y Evangelina Aguilera, yMauricio Espil y Javier Chiabrando ■

Sólo escribió “PedroPáramo” y el libro decuentos “El llano enllamas”. Le bastó paraconvertirse en uno de losgrandes escritores de lasletras hispanas. Habíanacido en 1916, en plenaRevolución Mexicana.

La vida del escritor mexicano Juan Rul-fo se apagó un 7 de enero, hace veinti-

cinco años, con un legado literario brevepero contundente a más no poder, “Pe-dro Páramo” y “El llano en llamas”, ala-bados por las letras hispanas.

“Se le molesta siempre preguntándolecuándo tendrá otro libro. Es un error. (...)Si yo hubiera escrito Pedro Páramo no mepreocuparía ni volvería a escribir nuncaen mi vida”, valoraba Gabriel GarcíaMárquez en una cita recogida en una no-ta conmemorativa por el Consejo Nacio-

nal para la Cultura y las Artes (Conacul-ta) con motivo del aniversario.

El escritor había nacido en el estado deJalisco en 1916, en plena Revolución, unconflicto cuyas promesas incumplidas alMéxico rural retrataría mejor que nadieen los cuentos de “El llano en llamas”, en1953. Dos años después alumbraría la

Comala de Pedro Páramo. Desde entonces, de la pluma de Rulfo

sólo salieron guiones de cine y reseñas, loque no le impidió pasar a la historia co-mo uno de los nombres dorados de la li-teratura de México e Iberoamérica.

Jorge Luis Borges, Mario Benedetti,Carlos Fuentes, Günter Grass, y SusanSontag, además del ya mencionado No-bel García Márquez, han sido algunos delos escritores que han elogiado y analiza-do la obra de Rulfo, traducida a una mul-tiplicidad de idiomas.

El maestro Rulfo dejó asimismo unacantidad ingente de fotografías, otra delas artes que cultivó desde la década delos ‘30, sobre todo del medio rural quedespués retrató en sus páginas.

Pasó sus últimos veinte años dedicadoa su trabajo en el Instituto Nacional Indi-genista de México, al cargo de la ediciónde una importante colección de antropo-logía contemporánea y antigua de Méxi-co, en respuesta a una de sus vocaciones.

Falleció en Ciudad de México, haceveinticinco años. En 2010 se editó “JuanRulfo: otras miradas”, donde los grandesnombres de la literatura internacional re-flexionaban sobre el autor ■

Becas para artistas del espacio Mundo Dios

Juan Rulfo.

ADMIRADO POR BORGES, BENEDETTI, FUENTES Y SUSAN SONTAG

Veinticinco años sin Juan Rulfo, el padre de “Pedro Páramo”

Nueva charla de escritores locales en el Centro Cultural Osvaldo Soriano

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Domingo 16•1•2011 C U L T U R A 3

Las 8 preguntas para Guillermo Saccomanno

3¿De qué lugar, personaje común o circunstancia engeneral que ofrece Mar del Plata se apropiaría para

incorporarlo como pasaje central de alguna de susobras?

-Con seguridad la Rambla en invierno, el viento, la bru-ma, los bares, los balnearios desiertos. Esta zona tiene un en-canto decadente, una atmósfera y un paisaje aptísimos tan-to para una historia negra, un melodrama, lo que uno

quiera. Un territorio que tiene lo suyo y puede ser un fenom-enal detonador de historias.

EL LIBRO ‘MUSSOLINI SECRETO’ REVELA EXTRACTOS DE LOS DIARIOS DE SU AMANTE

Retrato de un dictador

El Duce en pantuflas

Bajo la mirada de Claretta Petacci,esta obra, compiladapor el periodista Mauro Suttora, reflejapensamientos y sentimientos deBenito Mussolini, aquien se muestracomo un hombreególatra, contendencia a la violencia y al racismo.

Bajo el título de ‘Mussolini se-creto’, se publicó un extrac-to de los diarios que ClarettaPetacci escribió desde 1937con la finalidad de testimo-

niar su tormentosa relación con el dic-tador italiano Benito Mussolini, aquien retrata como un hombre ególa-tra con tendencia a la violencia exacer-bada y al racismo.

‘‘Soy esclavo de tu carne. Tiemblomientras lo digo, siento fiebre al pensaren tu cuerpecito delicioso que me quie-ro comer entero a besos. Y tú tienes queadorar mi cuerpo, el de tu gigante. Tedeseo como un loco’’, anotó el 1º de fe-brero de 1938 la más famosa amante dela historia italiana.

La frase se la había dicho su adora-do ‘Ben’, como llamaba en la intimi-dad a Benito Mussolini, su amante. Yella, Claretta Petacci, tenía en la vidados pasiones: su ardiente amor por eldictador fascista y la obsesión desen-frenada de poner sobre el papel todolo que salía de la boca de su ilustreamante.

‘‘¿Sabes, amor? Anoche en el teatro tedesnudé por lo menos tres veces. Te mi-

raba, te quitaba la ropa mentalmente yte deseaba como un loco’’, es otra de lastantas declaraciones del líder fascistaconsignadas en el diario por la mujercon la que el Duceengañó a su esposa le-gal durante toda la vida.

UN AMOR ETERNO

La relación entre Claretta (1912-1945) y el dictador nació el 24 deabril de 1932 -cuando ella teníaveinte años- y desde entonces, y enparticular desde mayo de 1936 -cuando comienzan sus relacionesíntimas-, la vida de ambos quedaráunida por los lazos de pasión y loscelos hasta el trágico final de ambosen abril de 1945, cuando intenta-ban huir hacia Suiza.

Entre 1937 y 1938 la mujer escribiómil ochocientas diez páginas con todoslos detalles de su relación con el Duce,veintinueve años mayor que ella y al

que fue fiel hasta la muerte. No en vanofue asesinada junto a Mussolini en abrilde 1945 y su cuerpo colgado boca abajojunto al de él en una plaza de Milán paraescarnio público.

Durante todos los años que duró larelación, la mujer registró prolijamen-te sus intimidades y aportó reveladorasconfesiones que pintan a un Mussoliniracista, desdeñoso, violento y despia-dado en unos cuadernos, guardadoshasta principios de este año en los ar-chivos históricos protegidos hasta aho-ra por el Estado italiano.

El mayor hallazgo de estos docu-mentos compilados en un libro por elperiodista Mauro Suttora, es que en el-los el dictador se muestra sin disfraz al-guno, con sus frustraciones, sus mise-rias, sus aspiraciones de grandeza y has-ta con sus obsesiones sexuales, en unasconfidencias que fueron hechas sinpensar que algún día podrían llegar aver la luz pública.

‘Mussolini secreto’, editado en laArgentina por Editorial Crítica, re-trata a un hombre violento en supensamiento político y en sus senti-mientos, ferozmente antisemita,que reivindica un racismo ‘avant laleerte’ y que no ahorra su cínicaagresividad a nadie y nada.

DUROS PENSAMIENTOS

‘‘¿Los judíos deben hacer su tra-bajo y basta, sin invadir nuestroscampos. ¿Sabes lo que me ocurrióen un hotel en Milán cuando estuvecon judíos? No podía estar allí.Olían fatal. Quizás sea por lo que co-men. Fingí sentirme mal para podersalir. No tienen patria, ni Dios. Hoyson polacos, franceses, turcos... Sonuna raza maldita que dice que nues-tro Dios lo hemos cogido de ellos. Sihubiera sido de ellos no lo hubieranmatado’’, vocifera el Duce según suamante.

Incluso, el dictador italiano sepermite criticar a su par españolFrancisco Franco: ‘‘Ese Franco es unidiota. Cree haber ganado la guerracon una victoria diplomática, por-que algunos países le han reconoci-do, pero tiene al enemigo en casa’’,reproduce Claretta en su obra.

‘‘Si sólo tuvieran la mitad de lafuerza de los japoneses hubiera aca-bado todo hace cuatro meses. Sonapáticos, indolentes, tienen muchode los árabes. Hasta 1480 en Españadominaron los árabes, ocho siglosde dominación musulmana. Ahí es-tá la razón de por qué comen y duer-men tanto’’, aseguró.

El 4 de agosto de 1938, veinte díasdespués de la aparición del ‘Manifes-to della razza’ que teorizaba sobre lasuperioridad de la etnia itálica, Cla-retta pone en boca del dictador: ‘‘Yoera racista ya en 1921, no sé cómopueden pensar que imito a Hitler si élni siquiera había nacido. Los italia-nos tendrían que tener más sentidode la raza para no crear mestizos, quevan a estropear lo bonito que tene-mos’’.

Las críticas también alcanzan al pa-pa Pío XI: ‘‘Si siguen así los del Vaticanovoy a romper todo tipo de relación conellos. Son unos miserables hipócritas.Prohibí los matrimonios mixtos y aho-ra el papa me pide casar a un italiano yuna negra. ¡No! ¡Voy a romperles la caraa todos!’’.

Antes de seguir a su amante a sudestino final, Claretta tuvo una in-tuición y dejó su voluminoso diarioal cuidado de la condesa Rina Cer-vis: fue ella quien lo enterró en el jar-dín de su villa en Brescia, donde per-maneció hasta que en 1950 fue des-cubierto por una patrulla de carabi-nieri y confiscado.

El comprometedor contenido polí-tico de estos diarios explica que el go-bierno italiano los mantenga todavíaen secreto y que sólo haya autorizado lapublicación de esta primera parte, cuyadifusión pública ayudará a compren-der mejor la retórica de cartón piedradel fascismo italiano ■

E n 2015 será esclarecido otro enig-ma de la Segunda Guerra Mun-dial. ¿Claretta Petacci -la favo-

rita de Benito Mussolini- fue reclu-tada por el servicio de inteligenciabritánico? ¿La usó el dictador paramantener un canal abierto con Chur-chill hasta último momento? En cua-tro años se levantará por completo laférrea y sugestiva censura de setentaaños que impuso el Estado italiano alos diarios de Claretta. Hasta entoncespodremos disfrutar sólo de la primeraparte de los mismos. Abarcan desde

1932 hasta 1938 y ofrecen un retratominucioso del fascismo en su apo-geo y del Duce en pantuflas, por asídecirlo.

Los diarios tienen pasajes franca-mente cómicos. Que un déspota de53 años -uno de los hombres más po-derosos del mundo- se hinque de rodi-llas ante su querida para suplicarle per-dón tras haberlo sorprendido in fra-ganti con una de sus cien mil amantesocasionales no puede sino provocar ri-sa. Claretta satisfizo tanto las desa-foradas apetencias carnales de Mus-

solini como su necesidad de amorromántico y evasión. La chica, deveintipocos años, enloquecía de celos.Obligaba a su Benito a llamarla por te-léfono hasta doce veces por día.

El aficionado a la historia sabrá apre-ciar el volumen del sello Crítica (477 pági-nas). Revela el fastidio de Mussolini conFranco, su odio a los franceses y a la bur-guesía y su visceral antisemitismo. La cró-nica íntima no sólo está repleta de esceni-tas grotescas, también revela una cohe-rente y malvada visión del mundo. El Du-ce se creía una fuerza de la naturaleza y

pretendía modelar a su gusto a los ita-lianos, esos blandengues. También seincluyen pormenores de episodios tantrascendentales como el Anchluss o laConferencia de Munich. Claretta erauna grafómana o una espía concienzu-da. Si por un lado se humaniza al dicta-dor (como cuando se queja de su mujero come mandarinas o mira dibujitosanimados), por otro lado se nos recuerdapágina tras página que toda dictaduraes fuente inagotable de muerte, des-trucción y arbitrariedad. Aun en la dul-ce Italia ■

Claretta Petacci era casi treinta años menorque Mussolini. ¿Fue reclutada por los inglesescomo espía?

Un retrato del dictador en 1930. El Duce secreía una fuerza de la naturaleza.

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4 C U L T U R A Domingo 16•1•2011 C U L T U R A 5

Las 8 preguntas para Guillermo SaccomannoLas 8 preguntas para Guillermo Saccomanno

4¿Cuál es el mejor diálogo que recuerda entre dospersonajes de ficción?

-La conversación de la pareja de “Colinas como elefantesblancos” de Hemingway. Un prodigio de sutileza y capta-

ción de un entrelíneas inimitable. La parte de arriba del ice-berg que permite entrever por debajo la fluctuación del pat-

5Si le permitieran ingresar en una ficción y ayudar aun personaje, ¿cuál sería y qué haría?

-Ah, no. Que cada uno se las arregle como pueda. Justamen-

te el atractivo, el magnetismo de las historias inolvidablesconsiste en que los personajes caminan ciegos hacia su desti-no. El Capitán Ahab, Quentin Compson, Ema Bovary avan-

zan hacia el suicidio. Si pudiéramos salvarlos arruinaríamossin duda su inmortalidad. Por suerte ni los buenos escritores nilos buenos lectores pertenecen al Salvation Army.

(fotografía de autor)

(Viene de página 1)Así, por ejemplo, contraponien-

do la enorme bambolla que se haceen torno a la Feria del Libro con lapobreza de lectura imperante ennuestro medio, dice, en un artículode opinión publicado en Clarín: “Elniño lector, lamento decirlo, nopuede surgir sino de una casa dondehaya libros y se usen. No importaqué libros: recetarios, novelones,tratados, enciclopedias. Pero libros.Y que los mayores los devoren, ma-noseen, presten y comenten”.

En este sentido, la escritora ha cri-ticado de un modo incisivo la deter-minación social que pesa sobre lasmujeres y que contribuye a que nose incluya la pasión por la lecturadentro de lo que se considera propiode la identidad femenina. En el mis-mo artículo mencionado recién, yque tiene el sugerente título Infan-cia y bibliofobia, comenta: “Si anuestra sociedad le preocupara enserio el hábito de la lectura en loschicos, procuraría no seguir fomen-tando la existencia de madres igno-rantes. A la mujer se la disuade fir-memente, por todos los medios, decultivarse en profundidad. Pocosserán los hijos acostumbrados a ver–e imitar- a su santa madre dedicadaa la lectura, a respetar lo que signifi-can concentración, paciencia y so-ledad.” Y agrega más adelante:“Aunque los consejos fastidien, yen este caso especialmente a la con-sejera, les diría que empezaran porleer ellas, las madres, si aún no lo ha-cen. O que recuperaran tan grato vi-cio si lo perdieron, y que los platoslos lave Magoya.”

María Elena Walsh, por lo tanto,se ubica muy lejos de la imagen delintelectual encerrado en la torre demarfil. Ella prefiere, en cambio, laintervención, el debate, aunque al-gunas veces sus opiniones sean po-

lémicas o duelan, como el dedo quese apoya en la llaga.

VAMOS A VER CÓMO ES... O EL REINO DE LOS TEXTOS

En relación con su obra literaria ymusical dedicada a los chicos, esevidente que la misma marca unabisagra en la periodización de la lite-ratura infantil argentina. Hay unantes y un después de María ElenaWalsh.

¿En qué sentido podemos decirque la literatura para niños que pro-dujo esta escritora abre un nuevorumbo? Su innovación más profun-da consiste en haber sacado de los

textos para niños la impronta del di-dactismo, para instalarlos, rotunda-mente, en el territorio del juego ydel lenguaje, o del juego del lengua-je. Dice María Elena Walsh en unaconferencia para maestras jardine-ras, auspiciada hace cuatro décadaspor la Organización Mundial de En-señanza Preescolar: “La poesía noalude más que a sí misma, sopladonde quiere y es preferible que noforme parte del temario sino del re-creo, que se integre más en el juegoque en la instrucción”. Ese es el ges-to transgresor de María ElenaWalsh: arrebatarle a la didáctica sudominio sobre la literatura infantily devolverle a los niños su derecho

al juego y a la imaginación, su posi-bilidad de ser verdaderamente ni-ños y no réplicas de un adulto triste-mente domesticado.

Uno de los rasgos relevantes de supoética lo constituye el disparate, elsinsentido que ella supo rescatar dela poesía tradicional en lengua in-glesa y de Lewis Carroll, el autor deAlicia en el país de las maravillas,que se nutrió también de esta litera-tura popular, transmitida durantesiglos por la oralidad. En cualquierade sus textos estalla esta visión deuna realidad que no obedece a las le-yes de la lógica, o que instaura unalógica diferente: “El sol cuando salese llama José, pajarito chino cantaen japonés. A ver, a ver, a ver.”

A los ingredientes de una recetaque incluye elementos tradiciona-les (en lengua inglesa y española) yde la poesía surrealista, se agregauna afinidad, cierta predilecciónpor lo popular, que se expresa en lasformas musicales que elige para suscanciones (valsecitos, tangos, mi-longas, zambas, jazz) y en el uso deelementos del habla popular. Ellanos previene en el prólogo a su libroZooloco: “La última de estas chiripi-tifláuticas historietas está escrita enun idioma que se llama Vesre. Haygente que opina que es feísimo ha-blar al vesre, por eso la puse al final yescondida entre dos paréntesis, pa-ra que nadie la vea.” Y nos asesta, enla última página de este libro tan in-glés -compuesto por limericks, for-ma tradicional en la poesía de hablainglesa- el golpe porteño, reo, de es-te texto:

“(Un Nogüipín, un Greti, un Lo-dricoco,

Un Toquimos, un Mapu, una Rra-toco,

Una Faraji, un Toga,un Rrope, una Tavioga, un Lloba-

ca, un Norrizo y un Teyoco)” ■

María Elena Walsh, una vida... Fábula de Cocofantes y EledrilosPor María Elena Walsh

Los Cocofantes eran habitantesde la ciudad de Curuzú - Cuatiá.Allí vivían todos muy tranquilosacompañados por los Eledrilosy el papá y la mamá.

Los Eledrilos eran muy astutos.Los Cocofantes no, ni fu ni fa.A veces iban todos de paseoal cine o a la plaza o al correopero no más allá.

Había un Cocofante (nadie suponi cómo se llamaba ni la edad...)La cuestión es que en tal monotoníael pobre Cocofante se aburríauna barbaridad.

Por lo tanto, una noche de tormentaguardó su cédula de identidady se escapó en silencio y de costadohasta bajar -naturalmente a nado-el río Paraná.

Parece que tenía muchas ganasde ser un diputado nacionalporque compró un tratado de bostezoy lo estudió en el subte hasta Congresocon gran curiosidad.

Pero cuando llegó vio con asombroque pasaba un desfile militar.¡Eran los Eledrilos! Muy tempranosalieron y ganándole de manohabían triunfado ya.

Los Eledrilos lo llevaron presoy el Cocofante se dejó llevar.En el Zoológico, detrás de un pozo,estaba el horroroso calabozomás chico que un dedal.

Pero entonces los otros Cocofantesfuriosos lo vinieron a salvar.Lucharon en Palermo una semanatirándose zapallos y bananas,repollos y ananás.

Como la guerra les salía caraencendieron la pipa de la paz.Los Eledrilos, de muy mal talantefueron a liberar al Cocofante,que ya no estaba más.

Se había levantado tempranitoy aprovechando tal berenjenalse metió, con un lápiz y un cuaderno,adentro de la casa de gobiernocon mucha autoridad.

Los Eledrilos, al leer el diario,supieron la espantosa novedad.Y todos, con rencor y con inquina,a la confitería de la esquinafueron a conspirar.

Entonces, muchos Puntos Suspensivosllegaron, disfrazados de final...Porque sucede que este cuento de antes,con Eledrilos y con Cocofantes,no se termina más.

Con la muerte de María Elena Walsh se apagauna importante expresión de la cultura nacio-nal.

Este reconocimiento va a provocar asombros ycríticas por parte de muchos compañeros delcampo nacional, pues ella fue una de las tantasescritoras de la Argentina que no entendieron niquisieron tener nada que ver con los movimien-tos populares, en los que supuso autoritarismo,fascismo o cosas aún peores.

Pero ocurre, sin embargo, que la cultura nacio-nal no se nutre solamente de aquellos afiliados alviejo yrigoyenismo o luego al peronismo, así co-mo también muchos afiliados a ambos movi-mientos han producido obras lamentables quenada aportan a la cultura nacional.

Siempre tuve la intención de ir a verla un día -nunca nos tratamos- y provocarla diciéndoleque hacía cultura nacional sin saberlo, comoaquel personaje de Moliere que escribía en prosasin saberlo.

Seguramente hubiéramos discutido y no hu-biéramos llegado a entendimiento alguno. Paraquienes simplifican todo lo relativo a la cultura,tanto de un lado como de otro, enriquecen nues-tro acerbo nacional sólo aquellos que acompa-ñaban a las mayorías populares en su enfrenta-

miento con la oligarquía, puesto que siendo na-cionales en política, deberían serlo en sus obrasliterarias o teatrales.

Sin embargo, no es así. Esta mujer de ascen-dencia irlandesa se hundió primero en lo más re-cóndito de nuestras provincias junto a Leda Va-lladares para rescatar lo más profundamente au-téntico de aquel viejo aroma de la Patria.

Luego, tomó su rumbo propio y encontró sucamino en la poesía, en las coplas para alegrar alos pibes o burlarse de los ejecutivos, para meter-se con “el diablo inglés” o fulminar a un oligarcaen “Necrología” y aportó valiosas composicio-nes nacionales aunque no se llegase a compren-der los fenómenos políticos que le habían toca-do vivir. Sorprende quizás, pero se reitera en mu-chos grandes de la cultura nacional.

Atahualpa Yupanqui, por ejemplo, es indiscu-tiblemente “el canto de la patria profunda” loque no le permitió, sin embargo, comprender unfenómeno sociopolítico tan importante como elperonismo. Apenas se acercó algunas veces peroel incorregible Perón terminó de espantarlo conun comentario rotundo: -Pero, escuchame ne-gro, con esa cara, ¿cómo no sos peronista? Teníarazón el general pero no le cayó bien al “cantorde artes olvidadas”.

Caso semejante es el de Humberto Constanti-ni, otro de los grandes poetas que por haber bebi-do en las fuentes contaminadas del codovillismocriollo no pudo entender jamás al peronismo,pero cuya obra es incuestionablemente nacio-nal.

Los que se molesten por esta interpretación,podrán buscar alguna declaración de María Ele-na evidenciando simpatía por los Kirchner en losúltimos años o recurrir a su poema dedicado aEva Perón o aquel verso donde dice “el que te jedisalía al balcón”. Pero es tarea vana.

Aquí no juzgamos a la ciudadana Walsh en sudefiniciones políticas sino a la autora de unaobra poética valiosísima, inclusive transgresorapor momentos respecto a los grandes poderes dela Argentina reaccionaria, porque como señala-ba Hernández Arregui el terreno del arte es muyenigmático y en una misma persona se puedenencontrar muchos errores políticos producto deuna conciencia influida por “la colonizaciónpedagógica” y sin embargo, al explayar sus emo-ciones reencontrarnos con su obra donde expre-sa en sus versos los anhelos y las alegrías del pue-blo ■

(*) Historiador.

Rastros del géneropolicial, por un lado, yde Africa, por el otro,nutren esta novelaque ya se publicó ensueco en 2004 y queahora llega almercado hispano dela mano de Tusquets.Mankell creó alpersonaje Humlin, unpoeta que se conectacon el mundo de losinmigrantes en el senode la insensiblesociedad sueca.

En un registro muy distintoal de la saga sobre el detecti-ve Wallander -a la que dio

fin con la publicación de “Elhombre inquieto”- el escritorsueco Henning Mankell narra en“Tea-Bag”, las historias de ungrupo de inmigrantes ilegalesdesgarrados por las secuelas deldestierro y los obstáculos paraforjarse una vida aceptable.

En rigor de verdad no se tratade una obra gestada por el autorde “La leona blanca” y “Los pe-rros de Riga” luego de que deci-diera dar por terminada la exito-sa serie policial, sino de una no-vela que fue publicada en Sueciaen 2004, aunque recién ahora lle-ga a España y Latinoamérica de lamano del sello Tusquets.

En “Tea Bag”, Mankell reflejalas penosas condiciones de vida alas que son sometidos a diario los“sin papeles” y el drama de suéxodo hasta la decadente Suecia,aunque la vigencia del retratoqueda revalidada en todo el con-tinente europeo.

La novela se recorta furiosa-mente de las dos vetas mayor-mente exploradas por el escritor:por un lado el género policial -cu-yos últimos pasos fueron “decre-tar” la demencia senil para el per-sonaje del inspector Wallander- ypor el otro sus referencias a Afri-ca, la otra gran vertiente de su na-rrativa.

En esta incursión literaria, elescritor y dramaturgo sueco pre-senta una serie de territorios atra-vesados por el desgarro, la pobre-za, la inseguridad, la violencia, laexplotación sexual y el funda-mentalismo islámico, cuestionesque condenan a sus víctimas a un

largo periplo. Estas dramáticas historias es-

tán articuladas por la mirada deJesper Humlin, un poeta y escri-tor sueco que se conecta con elmundo de los “ilegales” y decidemostrar su rostro a la insensiblesociedad sueca.

Pese a esta pátina de “humani-dad”, Humlin es un hombre frí-volo y egoísta que mantiene unacierta sensibilidad a regañadien-tes hasta que empieza a cambiarsu modo de pensar e intenta ha-cer algo por su entorno.

Sumido en el desasosiego de lasociedad de la abundancia, elpersonaje conserva su dignidadal rechazar la propuesta de uneditor que le solicita que escribanovelas policiales bajo el argu-mento de que “son más rentablesque los libros de poesía”.

A partir de la negativa, conocea una joven inmigrante africanaquien trae consigo una historiade huida que terminará de redi-mir al poeta: Humlin no podrámantenerse ajeno ante el atrozperiplo al que Tea-Bag (así se lla-ma esta mujer) ha debido some-terse en búsqueda de un futuromejor.

Mankell no es un hombre desoluciones: su “progresismo” lehace ser sensible pero lo incapa-cita para encontrar un orden jus-to por sus inestables valores y surelativismo casi enfermizo.

De hecho, cuando al finalHumlin se decide a hacer algo lascosas le salen rematadamentemal, pero al menos aparece comoen camino para despojarse de lacostra de su yo superlativo, dis-puesto a registrar a los demás“humanos que sufren” y necesi-tan su solidaridad.

Autor de una saga que a partirde los ‘90 cautivó a los argentinos(“Asesinos sin rostro”, “Los pe-rros de Riga”, “La Leona Blanca”,“El hombre sonriente”, “La falsapista”, “La quinta mujer”, “Pi-sando los talones”, “Cortafue-gos” y “La pirámide”, publicadospor Tusquets), Mankell mantuvouna entrevista con Télam.

Nacido en Estocolmo hace 60años, es conocido internacional-mente por el éxito de una veinte-na de novelas entre las que sedestacan “La pirámide”, “Elhombre sonriente”, “El retornodel profesor de baile”, “La quintamujer”, “Profundidad”, “Zapa-tos italianos” y “El chino”, entreotras.

El autor de “El cerebro de Ken-nedy” y “Pisando los talones” es-tá casado con Eva Bergman -hijadel dramaturgo y cineasta Ing-mar Bergman- y vive actualmen-te entre Estocolmo y Mozambi-que, país al que llegó tras unirse

en 2000 a la organización Médi-cos sin Fronteras cuando el terri-torio fue desvastado por unainundación.

Fruto de su interés por Africapublicó “Moriré, pero mi memo-ria sobrevivirá”, una reflexiónsobre el devastador impacto de laepidemia del sida en ese conti-nente que llegó a Buenos Aires enagosto del año pasado editadopor Tusquets.

Mankell ha cautivado a milesde lectores en todo el mundo conuna serie de tramas que dejan aldescubierto el vacío y la tristezaque se instala en el hombre “rea-lizado” que propone la sociedadsueca, paradigma de sociedad li-bre e igualitaria.

El autor suele trabajar sobre lahipótesis de que la sociedad des-personalizada, autista y masifica-da que surge en sus libros es mu-chas veces la responsable de quelos seres marginados decidan ha-cer justicia por mano propia.

Mankell utiliza también la lite-ratura para denunciar la xenofo-bia, el racismo, las desigualdadessociales, el fanatismo religioso yla incapacidad de los seres huma-nos para expresar sus emociones,todo en el marco de tramas que sefortalecen con los mejores recur-sos de la novela policial.

Wallander, el célebre inspectorde policía que protagonizó másde una decena de libros e inspiróvarias adaptaciones cinemato-gráficas y hasta una serie televisi-va, nació con la novela “Asesinossin rostro” en 1991 y tuvo su últi-mo exponente con “El hombreinquieto”, publicado el año pasa-do.

Alguna vez Mankell contóque el nombre del comisario losacó de una guía telefónica de laciudad de Malmo y que la ideade que su personaje padezcadiabetes la tomó de una médicaamiga a la que le preguntó quéenfermedad podría sufrir el per-sonaje: “Con la vida que lleva,diabetes, sin duda”, le respon-dió ella.

Wallander, que arrastra la sen-sación permanente de fracasopor su matrimonio roto y la com-plicada relación con su hija, yque luce agobiado por el sobrepe-so y su afición al alcohol, se haconvertido en uno de los más in-teresante iconos de la novela ne-gra contemporánea.

Con todo, el mayor mérito deMankell es la capacidad que tienesu escritura para indagar en otrasrealidades más profundas que elpropio caso a resolver, algo qued e n o t a s u c o n o c i d a f r a s e :“¿Quién mató a quién? A mí loque me interesa es indagar qué hapasado y por qué” ■

sÉëíáÖáçë ÇÉ ìå~ ̈ éçÅ~Por Vanesa Mopty y Andrés Pereira Barreto

Mar del Plata cambió su fisonomía costera varias ve-ces durante sus ciento y pico de años de vida. Esoscambios exigieron sacrificios: edificios, villas, mo-

numentos o espacios verdes que desaparecieron para dejar lu-gar a otros que, luego de un tiempo, también siguieron idénti-cos caminos.

La fotografía y el relato oral son los únicos elementos quepueden testimoniar paisajes perdidos.

Combinando las fotografías antiguas con actuales, imagi-nando los lugares desde donde fueron tomadas, Ana Vacca yGonzalo Ibarra juegan a inventar una ciudad sin pérdidas, sinfaltantes en este rompecabezas incompleto que forma la Mardel Plata edilicia.

Ellos proponen un ejercicio de la imaginación, y a través deesta idea poner en valor lo que ya no existe pero también lo quenos queda, para defenderlo como patrimonio de la cultura y dela identidad marplatense.

(*) El texto corresponde a la muestra que recientemente inauguraron los artistas Ana Vacca y Gonzalo Ibarra en Casa del Mar.

No entendió a los movimientos popularespor Norberto Galasso (*)

“TEA-BAG”, NOVELA DEL ESCRITOR SUECO LLEGA A LATINOAMÉRICA

El drama de los ilegales, según la mirada de Henning Mankell

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6 C U L T U R A Domingo 16•1•2011

Las 8 preguntas para Guillermo Saccomanno

6¿Recuerda haber robado un libro alguna vez? ¿Cuálo cuáles?

-Cuando tenía dieciséis y formaba mi biblioteca junto con

una amiga y un amigo constituimos un equipo dedicadometódicamente a la expropiación. Por ejemplo, al entrar enuna librería, elegíamos los tres tomos de “Los caminos de la

libertad” de Sartre. Cada uno atacaba un tomo. “A la bús-queda del tiempo perdido” nos llevó más de un día.

Frikis en la ciudad

Por Ana Yohaillavedetinta.blogspot.com

Julia, de “Frikis MDP”, es una de las creadorasde este peculiar grupo de jóvenes que compartensus gustos no tan comunes. El grupo, fundadohace tan sólo un par de meses, no para de crecer apasos agigantados.

-¿Cómo surgió? ¿A qué se debe su nombre?-El grupo surgió de las ganas que teníamos los

que lo fundamos de conocer otras personas connuestros mismos intereses, para juntarnos a pa-sarlo bien y hacer actividades particulares, y conel objetivo de organizar eventos y cosas así. Elnombre proviene de un vocablo norteamerica-no, freak, que quiere decir “raro”. Nosotros lo to-mamos latinizado, y lo sentimos propio, no des-pectivo como era originalmente.

-¿Qué leen, qué miran?-Un montón de cosas... sobre todo, literatura,

cine y videojuegos de escasa difusión en nuestropaís. Comics norteamericanos, europeos, man-gas (comics japoneses), historietas argentinas,juegos de rol en computadora y de mesa, pelícu-las y libros de ciencia ficción, cine del género porafuera de los circuitos comerciales, series de culto(como Star Trek, Babylon 5, Dr. Who y muchasotras), etc.

-¿Qué actividades realizan?-Nos reunimos en algún café a charlar de lo que

nos gusta, de lo que leímos o estamos leyendo, delas series que seguimos, de los comics que estánllegando, etc. Vemos qué actividades surgen enel grupo, y organizamos para hacerlas. Fiestas te-máticas, talleres, cursos, mesas de juegos, tor-neos, y próximamente, paintball y campamen-tos temáticos. Y ahora en enero, estamos prepa-rando una caminata zombie. ¡Estén atentos!

-¿A qué se debe lo de vestirse raro?-Bueno, raro no... hay algo llamado “Cosplay”,

que viene del inglés Costume Playing. O sea, ha-cer un disfraz de un personaje, y representarlo.Puede ser de una serie, película, cómic, juego, loque sea. La gracia es que sea lo más parecido posi-ble, y el desafío es hacerlo uno mismo. Normal-mente hacemos concursos de Cosplay en las fies-tas y eventos.

-¿De dónde surge la necesidad de destacar-se?

-Como no somos una tribu urbana, no tende-mos a destacarnos, sino más bien a identificar-nos. A quien le gusta algo poco conocido por lamayor parte de la gente, suele llevar una remera ocollar o parche de ello, por puro gusto, y por en-contrar alguien más que lo comparta. Es genial sa-ber que no sos el único que jugó ese juego o leyóese comic, y poder hablar de ello con alguien más.

-¿En dónde podemos encontrarlos?-Somos una comunidad más bien virtual. La

mayor parte de los integrantes acceden a páginaspara buscar información sobre lo que está porafuera de los medios locales, por lo cual nos ma-nejamos mayormente por internet. Nacimos co-mo un perfil de facebook, y aunque planeamossacar una página, el face está muy vivo hoy endía, y pensamos conservarlo. Permite contactar amuchas personas y organizarse muy bien, parajuntarnos después.

La dirección es www.facebook.com/frikismdp ■

(literatura juvenil, blogs y rarezas)

WASHINGTON CUCURTO DIO FORMA A OTRO LIBRO SIN LIMITES CONVENCIONALES

Con un trasfondo de barrio

El autodenominado creador delrealismo atolondrado, o másbien el poeta y narrador Nor-berto Santiago Vega, nacido enQuilmes hace treinta y siete

años y fundador de la editorial EloísaCartonera, se despacha con un puña-do de relatos donde la irreverencia y lavoluptuosidad parecen ser el único ca-mino.

‘‘Oh, dónde estás mi amada de estanoche, agitadora de caderas, dónde es-tá tu c... portentoso chocando conotro gigantesco al son virtuoso de lacumbia, adónde están tus pechos apre-tados por la camisa de un machote.Oh, reina de Constitución, ya voy a tuencuentro, acalorado y borracho...’’,arremete en el primero de los cuentosque da título al libro (Emecé).

PROFUNDA BURLA

No hay sugestiones en los relatos deCucurto, todo se explaya y es desmesu-rado, mientras tanto, el autor se burlade todo y de todos, como en la contra-tapa de la obra, que se pueden leer laspalabras de Humberto Anachuri, uncrítico y electricista paraguayo.

‘‘Pese a los estereotipos, hay algo in-visible que me sostuvo aferrado hastala última página’’, dice desde la contra-portada esta otra voz de Norberto Ve-ga, quien califica de ‘‘atractivo’’ a ‘‘to-

do este mundo salvaje y prehistórico,ridículo por naturaleza, cumbiantero amorir’’.

‘‘No hay dudas de que el tal Cucur-to muestra la hilacha como si nosmostrara sus gigantescos testículosllenos de semen. Nos toma el pelocon su aire sarcástico y convencio-nal’’, dispara el electricista paraguayopara concluir que ‘‘no conocía Cons-titución antes de leer este libro y mehan entrado unas ganas locas de noir’’.

‘Flores robadas o el escritor que na-die lee’, ‘El combinado de dramatur-gos’, ‘María Inés’ y ‘Salida al mar’ sonalgunos de los relatos del libro, queacompañan el cuento central ‘Hastaquitarle Panamá a los yanquis’, subdi-vidido en breves capítulos que deno-tan los puntos de unión entre ellos, pe-ro que también pueden leerse de ma-nera independiente entre sí.

A lo largo de su obra, Cucurto supocrear un combo único de Buenos Aires,donde se entrelazan calles de Consti-tución, inmigrantes de países vecinos,ritmo de cumbia, cuerpos transpiradosy sensuales bailando que buscan em-borracharse y tener sexo.

ESCENA COTIDIANA

Uno de los personajes del libro, un

r e p o s i t o r d e s u p e r m e r c a d o-oficio que en la realidad desempeñó elautor- camina por las calles de BarrioParque (Palermo) y observa ‘‘el ladoalegre de la vida, la servidumbre, eldoctorado en hamburguesa y papasfritas, ésa mi raza choripán, mi razacien gramos de mortadela y un termi-dor en tetra’’.

‘‘Todo lo que yo escribo y hago es unhomenaje a la gente con la que yo viví,con la que trabajé, la que me encontréen el camino. Son homenajes, no quie-ro molestar ni ofender a nadie. Todoesto es simplemente mostrar un mun-do que antes no estaba en la literaturaargentina’’, dijo Vega alguna vez enuna entrevista.

‘‘Yo sentía -proseguía- que si yo nolo escribía, nadie lo iba a escribir. En-tonces todo eso tristemente se iba aperder o a olvidar’’, aseguró años atráseste agitador de la literatura argentina,autor de ‘Zelarayán’ y ‘La máquina dehacer paraguayitos’.

Desde su irrupción en el panoramaliterario local en 1998 con su particu-lar estilo, Cucurto ganó tantos adeptoscomo detractores, pero fue con los tí-tulos ‘Cosa de negros’, ‘Las aventurasdel Sr. Maíz’ y ‘El curandero del amor’que logró además reconocimiento anivel internacional ■

Polémico, desmesurado, hilarante, irreverente y hasta revulsivo, sale al ruedouna vez más con su agitado mix de cumbia villera y mujeres de Constitución

en su flamante libro de relatos ‘Hasta quitarle Panamá a los yanquis’.

Inclasificable Cucurto.

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Domingo 16•1•2011 C U L T U R A 7

Las 8 preguntas para Guillermo Saccomanno

7Un extraño hongo se esparce por su biblioteca yconsume de manera irrefrenable los libros. Sólo dis-

pone de unos segundos para actuar y salvar a tres de el-los. Lo que usted hace para ganar tiempo es arrojar a la

voracidad del hongo a otros tres libros. ¿Cuáles serían lossacrificados y cuáles los salvados?

-Demasiado laburo. Dejo que el hongo arrase y encaro ha-cia librerías de usados, donde siempre uno encuentra sor-

presas. Uno puede allí reencontrarse con lo perdido. Hastacon las ediciones más raras que uno tenía olvidadas en la bi-blioteca arrasada por el hongo.

Los libros más vendidos de la semanaFICCION

1 “EL CEMENTERIO DE PRAGA” Umberto Eco. Lumen. $85.2 “LOS PADECIENTES” Gabriel Rolón. Emecé. $72.3 “EL SUEÑO DEL CELTA” Mario Vargas Llosa. Alfaguara. $85.

NO FICCION

1 “LA VIDA POR EL FÚTBOL. MARCELO BIELSA, EL ÚLTIMO ROMÁNTICO”Román Iucht. Sudamericana. $69.

2 “CRISTINA” Olga Wornat. Planeta. $81.3 “ALGUNOS TIENEN NOCHE, A OTROS SE LES HACE TARDE”

Jacobo Winograd. Vergara. $52.

RECOMENDADOS

1 “YO NO VENGO A DECIR UN DISCURSO” Gabriel García Márquez. Sudamericana. $69.2 “CUENTOS” Roberto Bolaño. Anagrama. $95.3 “HORÓSCOPO CHINO 2011” Ludovica Squirru. Atlántida. $59.

■ Lecturas Fuente: Cámara de Libreros del Sudeste de la provincia de Buenos Aires.

“Los cuernos son como los dientes, que al salir due-len y luego se come con ellos”, dice un refrán español,que circula desde el siglo XVI con diferentes variantes,se refiere de forma directa a la cuestión de la infidelidady, en el caso del hombre cornudo, de la ofensa que im-plica esta situación.

Sea resultado de una sexualidad inadecuada, de unatradición o bien de un tópico literario, el término “cor-nudo” es ofensivo y violento, dado que implica pasivi-dad, engaño e incluso homosexualidad, tal como sos-tiene Maurice Daumas, investigador y docente en laUniversidad francesa de Pau.

Este autor reconoce tres tipologías en las historias decuernos. La primera pone en entredicho la virilidad delcornudo, dado que a un verdadero macho no se le esca-pan las hembras. La segunda se vincula con una tradi-ción literaria –con múltiples variantes- de engaños,

adulterios y bufonadas. Aquí los hombres reciben y po-nen cuernos, en un juego que refuerza la masculinidadde manera constante. La tercera tiene una vertientemoralizante, ya que el marido que recibe los cuernos lostiene merecidos, por ser viejo, bruto y antipático.

Pero lo peor de todo es que la infidelidad implicaadulterio y este remite a las dificultades sexuales delhombre, a su propia identidad sexual masculina, porun lado, y a la sacralización del matrimonio, por otro.En este juego de seducción, seducir la mujer de otrohombre genera una doble satisfacción erótica: el gocematerial de la mujer y el goce simbólico del hombre.

Según esta interpretación, los cuernos consagran laamistad homosexual (consciente o inconsciente) entrelos hombres: la mujer, al compartir su cuerpo aparececomo la mediadora de una relación de seducción mu-tua entre dos hombres, el engañador y el engañado ■

Fragmento de Adulterio y sexualidad masculina, artículo incluido por Gerardo Rodríguez en su libro Ni cenicienta ni princesa encantada

La bizarría de los héroes populares

Por Estela [email protected]

Cuando nos preguntamos silos bebés leen sabemos queellos pueden leer al nacer el

rostro de su madre. En realidad losbebés leen a través de las lecturasde sus padres.

La formación de la identidad delniño está íntimamente ligada no só-lo a los genes heredados de sus padresy abuelos, sino también a todo lo quelo rodea estéticamente. La música, lapintura, la literatura hacen a la for-mación de su identidad.

Está comprobado que a un niño aquien le han leído desde la gestacióntendrá mayor comprensión lectoracuando llegue a la edad escolar. Estose debe a que trae consigo una fami-liaridad con las palabras y su signifi-cado, trae una biblioteca personalque ha sido formada a través de la vozde sus seres más queridos y más cerca-nos. La voz de mamá, papá o losabuelos (la que nos da seguridad,tranquilidad, amor) vienen acompa-ñadas con caricias y con historias quesólo se pueden transmitir de genera-ción en generación. Esa que llama-mos literatura de tradición oral, actode ternura si los hay, que podemosaprovechar desde la gestación. Con-tarles cuentos, leerles poesías, cantar-les canciones a nuestros hijos es unamanera de abrazarlos con las pala-bras.

Cuando nos preguntan cómo seforma un lector, en realidad un lectorse forma leyéndole y si ese niño ve ensu casa a su madre o su padre leer,también a él le interesará hacerlo y amedida que vaya creciendo tambiénquerrá saber qué están leyendo. Estotraerá aparejado comentarios de esaslecturas, pero no como algo para ana-lizar (espacio, tiempo, o personajescomo en la escuela), sino por el “pla-cer de leer y compartir con entusias-mo y con pasión esa lectura que tantonos gustó”.

Dar de leer es como dar de comer.Es una manera de alimentar la rela-ción del bebé y del niño con su entor-no fortaleciendo el vínculo a travésdel libro y las palabras.

El hábito de la lectura comienza enel hogar. Los padres son los primerosmediadores entre los niños y los li-bros. Pero para concientizar a los pa-dres de ello es necesario que dichospadres reflexionen y construyan supropia autobiografía lectora para sa-ber qué recuerdos tienen de su infan-cia con respecto a la lectura, qué his-torias traemos de nuestra generaciónanterior para transmitirles a nuestroshijos. Por ejemplo: quiénes nos leían,qué nos leían, dónde nos leían, etc.

Recordemos por ejemplo, a la recien-temente desaparecida María ElenaWalsh, tan presente en la infancia detantas y tantas generaciones de ar-gentinos.

Cuando preparamos el ajuar delbebé, ¿pensaron los papis en incor-porarle un libro? Se puede comprar ola mamá puede hacerlo de tela, o elpapá o el abuelo esperarlo con algunacanción o poesía escrita especial-mente para él o ella. Todos esos pre-parativos son parte de la formaciónde su identidad y de su formación co-mo lector. Los niños cuando nacenestán rodeados de muchos regalospero pocas veces de libros.

Los primeros cuatro años de vidason los más importantes para estimu-lar a los niños con relación a la lectu-ra, y luego cuando ellos ya saben leersolos, es importante seguir acompa-ñándolos y compartir dichas lecturaso crear el espacio y el tiempo para ha-blar desde lo más íntimo con nues-tros hijos. Puede ser a la hora de la le-che y las tostadas o después de la ce-na. Siempre esas “escenas de lectu-ras” quedarán guardadas en la me-moria del lector, ya sea por la calidezdel encuentro mezclado con el olor ala leche tibia y las tostadas, el color dela voz, la mirada y el gesto al contarun cuento. ¡Ese tiempo tan abrigadi-to, no se olvida jamás!

Es importante también sacarles fo-tos a los niños cuando están en esemomento lector y tengan un recuer-do fotográfico de la relación con suslibros. No esperemos al primer día declases para sacarles una foto a nues-tros hijos con un libro y la maestra. Sibien, es un recuerdo muy importantepor lo que significa la primera maes-tra en la vida de un ser humano tam-bién relaciona la lectura con la obli-gación. Lo mismo pasa con la biblio-teca. La mayoría de los chicos cono-cen las bibliotecas públicas o escola-res cuando les piden algo en la escue-la, por lo tanto, conciben ese espaciocomo algo por obligación, para com-pletar la tarea escolar y no a la biblio-teca como un lugar de encuentrodonde podemos socializarnos conotros lectores y compartir poesías,cuentos, historias, revisar estantes,tocar los libros, abrirlos, olerlos, des-cubrirlos, simplemente por el placerde leer.

Si en cada casa hay libros y lectoreses muy fácil formar un lector.

Por esto, no puedo imaginar queun niño no tenga un libro en su casa,no puedo imaginar que haya niñosde cinco años a los que todavía nadieles leyó un cuento.

El mejor regalo para los chicos es lacalidad del tiempo que podamoscompartir con ellos y si es con libros ylecturas mucho mejor ■

¿Los bebés leen?

E l libro ‘Crónicas de coraje ypatriotismo en la Argentinadel siglo XIX’, del escritor y

columnista político HernánBrienza, enhebra una serie de rela-tos a partir de la bizarría en la ver-dadera acepción de esta palabra -valiente-, con la intención de res-catar a los héroes populares queno son parte del bronce tradicio-nal.

‘‘Hay una imposibilidad de re-tomar el acto de la palabra bizarríacuando te la roban y la transfor-man en algo que tiene que ver conel absurdo, con lo que es un sno-bismo en función de lo ridículo’’,sostiene el periodista, que presen-tó este libro en el marco del En-cuentro del Libro Social y Políticoen la Biblioteca Nacional.

En los partes de guerra de la re-volución de Mayo abunda la pala-bra bizarría. ‘‘Su desaparición y re-greso como un término traducidodel inglés habla de la baja autoes-tima de los argentinos’’, analizaBrienza en una entrevista con Té-lam.

Con este libro, publicado porMarea, ‘‘tuve la intención de ha-

cer los ‘lado B de la historia argen-tina’, contar aquellos actos de co-raje que no están muy vistos ni leí-dos’’. Pero hay una especie detrampa en estas crónicas dice suautor: ‘‘Rescatar el coraje de loshombres implica rescatar el cari-ño a la patria. Hay un poco de eso,y hacerlo desde un lugar dondetodos son héroes populares’’. Enese sentido ‘‘el libro es fuertemen-te político, viene a decir que el co-raje está permitido para los argen-tinos y además tiene una inten-cionalidad clara de defender a lapatria.’’

‘‘Me parece que es muy actual -desliza-, por eso digo que es un he-cho político rescatar el coraje, esun llamado a ese coraje que unode alguna manera hoy exige o ad-mira’’.

Brienza remarca que en la Ar-gentina se hizo ‘‘un cuento de fan-farrias y uniformes militarescuando en realidad muchas vecesel coraje sencillamente es un cora-je civil, un valor que va más alládel arte militar. En los últimosaños, con todo lo que pasó, la cul-tura del heroísmo fue atravesada

por la cultura del horror’’. La gente que participó de las lu-

chas emancipatorias, define el pe-riodista, ‘‘eran como milicias po-pulares, se juntaban a hacer laguerra. No eran ejércitos organi-zados. Hay mucho de voluntaris-mo en esa lucha por la indepen-dencia, que es diferente a la disci-plina y a la organización de lamuerte de los ejércitos actuales’’.

Entre las ideas que desarrollaestá la de la identidad como algomóvil: ‘‘es un existencialismo decoraje, uno es cuando actúa, y esvaliente cuando toma determina-da decisión, y el coraje en estascrónicas no es la valentía tonta,tiene que ver con la renuncia, enhacer lo que a uno no le convienepero cree que corresponde.’’

‘‘Hay una definición del corajecuando el sargento Cruz del Mar-tín Fierro dice: ‘No permito que semate así a un valiente’, y se davuelta y pelea contra la partida. Enesa idea se recupera una defini-ción de coraje que identifica mu-cho a los argentinos. Borges lo di-ce en ‘Nuestro pobre individualis-mo’’’, observa ■

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8 C U L T U R A Domingo 16•1•2011

Las 8 preguntas para Guillermo Saccomanno

8 Se le concede la extraordinaria excepción de ha-cerle una única pregunta a uno de sus tantos escri-

tores predilectos. ¿Qué le preguntaría?-Ninguna, cero preguntas. Todo lo que uno quiere saber

de un escritor está siempre en su obra.

A Maricel Vera—Soy Superman —explicó.Y se escondió detrás de un armario.

Reapareció unos minutos después,ahora con los anteojos puestos, tími-do, más ridículo que hacía un rato.Los hombres que estaban sentados alos escritorios, rieron.

—Nos tiene que informar todo loque sabe, amigo.

—Soy un simple periodista. Minombre es Clark Kent y conformouna especie de héroe de historietas.Todos los pibes del mundo me cono-cen. ¿Por qué no les preguntan a el-los?

Se miraron. El mastodonte, que sedestacaba entre todos, le gritó:

—No estamos para bromas. Se tra-ta del destino de la patria.

—Ya les dije: nací en Kripton, losKent me recogieron y...

—Llévenlo —ordenó el jefe.Dos días después volvió a repetirse

la escena. El tímido hombre había si-do presa de brutalidad. Ya no separecía a Clark Kent. Y muchomenos a Superman.

—Nada de hacer la pantomima deesconderse otra vez detrás del ar-mario —amenazó el mastodonte.

—Se hace el idiota, jefe —dijootro—. Nos carga...

—A ver: ¿Cómo es Kripton, en-tonces? —preguntó el jefe simulan-do una sonrisa.

—En verdad...no lo sé. Era bebécuando los Kent me hallaron en lanave... —comenzó a explicar.

—¿Nos tomás por idiotas, eh? —le

dijo el mastodonte.—¿Qué significa Kripton? —en-

caró el jefe—. ¿Hay más gente deKripton en el país? ¿Es una célula,acaso?

Se quedó mudo, abatido. “DanielArístides”, se leía en la carátula de lacarpeta. El hombre miró hacia la ven-tana. Era su oportunidad. Resultaríauna buena nota para la redacción desu diario. Ante los ojos perplejos delos inquisidores, se echó a volar.

LA ÚLTIMA HISTORIETA

A Carlos Débole i.m.A Adolfo Pérez EsquivelCavaron con ahínco. Muchos er-

an los que habían quedado atrapa-dos. ¿Acaso todo había sido calcula-

do por el misterio insondable? Elprimero en llegar fue Flash Gordon,acostumbrado a la lucha en las caver-nas. La fila era larga. SiguieronMisterix, Rip Kirby y el CorsarioNegro.

En la gran cavidad, apenas se nota-ba la luz.

En el medio de la larguísima hilera,Hópalong Cássidy, el Cisco Kid yPoncho Negro conversaban. Másatrás, Shazam, Bull Rocket y ElFantasma intercambiaban impre-siones sobre la posibilidad de ho-radar con rapidez.

Otros héroes más modernos comoEl Hombre Nuclear, La MujerMaravilla y He-Man bajaban la mon-taña. Se habían sumado para ayudara sus abuelos y padres de la Historieta.

Adelante, los primeros mostrabandesaliento. Y sus rostros, el cansan-cio. ¿Hasta dónde era penetrable elmisterio? Dick Tracy se había senta-do sobre una piedra, pensativo.Meteoro iba y venía, mientrasSuperman y Batman conjeturaban.En este lugar, la patria de los niñoshabía sido abruptamente saqueada.Un caballo suelto irrumpió al galope.Y un ladrido rompió el silencio pro-ducido por el agotamiento. EranFuria y Lassie.

El Eternauta, Patoruzito y elSargento Kirk agradecían el esfuerzode los compañeros extranjeros.Muchos de éstos apenas creían enesas noticias fantásticas.

Todos luchaban para que las histo-rietas tenga un final feliz ■

CUENTOHISTORIETAS

SupermanPor Sebastián Jorgi

Hubo algún tipo de asamblea en el predio. Alguien hablaba por un altavoz delante de unastrescientas personas, que aplaudían y gritaban cosas. Resolví ir a ver qué estaba pasando. El oradordecía: “Hasta mi hijito de tres años sabe que no hay que patear a una cabra”. Me mezclé con la gente. Una mujer exclamó: “¡Tenés una torta de cerezas enormeen la cabeza!” Y una docena más dijeron: “Sí, escierto”. El hombre prosiguió: “Y luego el perro nos comió el sillón. ¿Le dimos una patada? No, para nada.” Alguien gritó: “Se les escapó la tortuga a los santos ahí, eh.” El hombre dijo: “Yo he estado donde hasta los pajaritos temen meterse. Una vez encontré una serpiente iracunda en el bolsillo, pero me mantuve en el camino. Me esfumé con una nube escondida.” “¿Y nunca te perdiste?” chillaron muchos. Me adelantaba cada vez más. Se me contagiaba la emoción. “Si escupís en un sarténardiente, claro que chisporrotea y luego desaparece, ¿y qué es lo que te queda? Sólo la memoria del chisporroteo, pero luego desaparece eso también, yestás más pobre que antes.” “Tu pato se acaba de sentar en un cohete”, vociferé. El orador se detuvo yquiso encontrar al hombre que acababa de pronunciar esas palabras. La multitud también intentaba localizarlo. Yo hice como si lo estuviera buscando también. Después de una larga pausa, retomó: “Nunca antes hemos visto manos peludas con uñas largas enrularse por los pedos de la historia con tanta destreza milagrosa”. La multitud se enloqueció. Empezó a chocarse la frente. Yo también me la chocaba y ellos a mí. “No fue por casualidad que me tragué esa hormiga hoy a la mañana mientras preparaba mi discurso para esta asamblea. Claro que yo quería tragarme esahormiga”, dijo. La gente había dejado de chocarse la frente y ya muchos se secaban las lágrimas. Tuve que

admitir que era un orador impresionante: “Y ahoraestamos a punto de embarcarnos en el gran dolor de cabeza, y el chico también, y vemos las luciérnagas,que casi se habían olvidado de nosotros, batir las alas como los niños idiotas que vuelven tras una jornada aburrida en el parque, y es hermoso, ¿no ven lo hermoso que es?” dijo. “Amamos a los niños

idiotas,” gritó alguien. “Las luciérnagas no saben manejar los tractores”, aulló otro. “¿Qué le pasó alchancho?” dije yo. El hombre a mi costado me mirócon asco: “No hay ningún chancho,” dijo. ■

La asamblea Por James Tate (*)

Los animistas Por James Tate (*)

En el motel, el hombre dijo: “Este es un motel cristiano. Tienen que tener el acta dematrimonio”. “¿El acta de matrimonio?” dije. “Si noandamos con el acta de matrimonio. Ni siquiera sédónde está, pero estoy seguro de que no está en elauto”. “Entonces no pueden parar acá. No hospedamos a los paganos”, dijo él. “¿Paganos?” dije yo. “¿Nos estásdiciendo paganos?” “Están por todos lados”, dijo. “Que ustedes lo sean también, no sé. Pero yo no juego con eso.” “¿Y cómo sabemos que vos no sos un pedófilo ni un asesino serial?”, dijo Melissa. Me sentí orgulloso de ella. “Mostrale tus tetas,” dije. Melissa se levantó elsuéter y le mostró su dotes divinas y naturales. Elviejo quedó boquiabierto y farfulló: “Parecen... pareces.... cristiana.” “De ninguna manera”, dijo ella,“la izquierda es animista y la derecha es demasiado reservada como para hablar de la religión, pero me imagino que es animista también”. “Me gustan los animistas,” dijo, “me encantan los animistas. Son mis preferidos”. Dimos vuelta y nos dirigimos hacia la puerta. “Viejo verde”, le dije. “Tenés razón,” dijo, “soyun viejo verde y cristiano. No sabía eso. Gracias yvuelvan cuando quieran.”

(*) Ambas poesías fueron traducidas por el licenciado en Letras Daniel Fiztgerald, de origen ir-landés. Licenciado en Letras por la University College Dublin, reside en nuestra ciudad desde2006. Actualmente cursa la Maestría en letras en la Universidad Nacional de Mar del Plata.Cabe señalar que James Tate es un poeta norteamericano nacido en 1943. Su primera colec-ción ‘The Lost Pilot’ (‘El piloto perdido’) fue publicada en 1967 y hasta la fecha tiene 16 libros depoesía y prosa. Por sus ‘Selected Poems’ (1992) recibió el Pulitzer y el Premio William CarlosWilliams. Hace cuarenta años que dicta clases en la Universidad de Amherst, Massachussetts. Sus poemas se destacan por el uso de diálogo, el humor y el surrealismo. Sin embargo, tambiénposeen una gran sencillez y sutileza que siembran dudas tanto como provocan carcajadas. Tatees considerado uno de los mejores poetas vivos de Norteamérica.