cuentos por convicción

31
Pablo leyendo su cuento, “Un tesoro inca”

Upload: jose-maria-pizarro-azores

Post on 24-Jul-2015

218 views

Category:

Education


0 download

TRANSCRIPT

Pablo leyendo su cuento, “Un tesoro inca”

UN TESORO INCA

Pablo D. Fdez.

Érase una vez un niño que quería ser arqueólogo de civilizaciones antiguas…

Iraia presentando “El niño que hablaba con los

animales”

Había una vez, en una ciudad de Valencia llamada Gandía, un niño de nombre Pablo…

Iraia Gómez

El niño que hablaba con los animales

Giovanni con “Los chicos de blanco negro”

LOS CHICOS DE BLANCO Y NEGRO

Éranse una vez dos equipos de rugby de dos colores, unos negros y otros blancos…

Giovanni López

Isune, en colaboración

Aiora, con“La máquina del

tiempo”

Había una vez una niña que se llamaba Cristina.

LA MÁQUINA DEL TIEMPO

Isune GómezAiora Lizarralde

Sus padres habían muerto y no paraba de llorar.

Fue entonces cuando vio que necesitaba ir al pasado para encontrarlos.

Para pensar en cómo conseguirlo se fue a dar un paseo por la playa.

Fue entonces cuando, misteriosamente, encontró un mapa en una botella.

Cuando leyó el mapa vio que las indicaciones la llevaron a una cueva.

En la cueva se encontró con un cartel en el que había un mensaje.

“Si sigues un pasadizo encontrarás un plano y las piezas y herramientas para

construir una máquina del tiempo”

Siguió el pasadizo sin saber hasta dónde le conduciría.

El pasadizo era interminable, pero sus ansias por ver a sus padres lo eran más.

El camino cada vez se estrechaba más.

Por un momento pensó que de seguir andando llegaría hasta el centro de la

Tierra

Y que ardería a consecuencia del magma.

Hasta que a lo lejos le pareció divisar algo en la oscuridad.

Cuando se acercó pudo contemplar piezas con las que construir la máquina del

tiempo.

Empezó a ajustar piezas como si fuera un relojero.

Una tras otra las fue montando todas inspirada por las ganas de ver a sus padres

Cuando la activó, la rodeó un aro de fuego acompañado de una enorme explosión.

Montada en ella, el tiempo tomó una nueva dimensión yendo hacia atrás.

El espacio y el tiempo cambiaron ante sus ojos de una forma nunca vista.

Hasta que sin saber cómo ni por qué volvió a ver la playa de la que salió.

En ese momento sonó el despertador, que apagó sin despertarse.

Al poco rato sintió que una mano zarandeaba su cuerpo.

Y se despertó con un susto de muerte.

¡Qué miedo!

Hasta que se abrazó a su madre al verla viva y a su lado. ¡Todo había sido un

sueño!