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Escuela Normal Superior del Estado de Coahuila
Curso Mixto
INTRODUCCIÓN A LA ENSEÑANZA DEL ESPAÑOL
Profr. Juan Cisneros Cortés
ALUMNA: ENEDELIA ARIZPE RANGEL
Español Segundo Grado
Saltillo, Coahuila. 24 de enero de 2009
Una nochebuena inolvidable.
Era una tarde fría y lluviosa de invierno, en víspera de nochebuena y un niño
vestido muy humilde y con sus pies descalzos recorría las calles de la ciudad
con una cajita de conos la cual tenía que vender para ayudar en los gastos de
su casa, ya que su mamá se encontraba enferma y no podía trabajar, y de su
padre no sabía nada, ya que desde antes que él naciera desapareció de sus
vidas.
El niño se paseaba sin rumbo y muy triste ya que no había podido vender todo
y por lo tanto no podría llevarle un regalo a su madre. Al pasar por diferentes
casas veía como las familias celebraban la víspera de la navidad, con bellos
adornos y exquisitos bocadillos de los cuales hasta él llegaban los olores.
Su deseo era poder celebrar con su mamá la nochebuena y le entristecía
enormemente el no tener ni para una pieza de pan.
El niño pensaba que para las personas como él no existía la navidad, y se
preguntaba si algún día su vida cambiaría. Pensando en ello entró a una Iglesia
y junto al nacimiento se puso a llorar su desdicha y en ese momento un hombre
toca su hombro y le pregunta el por qué de su tristeza. El niño le cuenta todas
sus desventuras y los apuros que ha pasado desde que su madre enfermó.
Cuando el niño termina de contarle su vida, se da cuenta que el hombre tiene
lágrimas en los ojos y ahora él le dice que le cuenta su pena. El hombre seca
sus lágrimas y con la voz quebrada por la emoción comienza: - encontré en mi
camino una mujer maravillosa, con quien me casé y después abandoné
estando ella embarazada, en busca de fortuna. Después de un largo tiempo de
andar probando suerte logré mi cometido, pero tan absorto estaba en
conseguir fortuna que me olvidé de que había prometido volver. Hoy tengo
dinero pero mi mesa está sola y mi casa vacía-.
Al terminar de relatar los dos sus desventuras, se dan cuenta que son padre e
hijo.
El hombre le pide perdón al niño ante Dios, tomando aquellas manitas
entumecidas entre las suyas.
Ambos se funden en un abrazo y salen en busca de la madre para iniciar una
nueva vida.
A partir de esa nochebuena se acabaron sus angustias y sus temores y nunca
más volvió a faltar qué comer en su casa.