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OPINIÓN POLÍTICA SALUD MEDIO AMBIENTE AGRO CIENCIA Y TECNOLOGÍA CIUDAD CULTURAS 2 4 12 15 16 18 20 22 DIVERSIDAD OPINIÓN EXPRESIÓN SANTAFÉ DE BOGOTÁ, D.C., No. 8, MARZO 12 DE 2000 ¿ESTADO O MERCADO? PARAMILITARISMO Y FASCISMO EL MERCADO NO PERDONA NUEVOS MATERIALES MUJER Y TIERRA LA REDENCIÓN DEL CERDO LO URBANO Y LO REGIONAL EL AÑO DE NIETZSCHE Cuando mi casa es el barrio y el barrio la ciudad Colombia al Nafta ¿Es viable el modelo sueco? Un software para el agua La reconstrucción del Eje Cafetero ha tocado las fibras más frágiles de la sociedad. El terremoto que hace un año devastó esta zona no sólo dejó sin vivienda a miles de familias sino que también evidenció e intensificó la problemática social. Un recorrido por la Zona 13 de Armenia, ejemplo de superación para el país. Pág. 10 ILUSTRACIÓN DE GIOVANNI CLAVIJO Un primer análisis revela lo que la información difundida ha ocultado. El caso mexicano como ejemplo. Pág. 6 Por qué al Gobierno y a las FARC les sedujo tanto el modelo sueco y hasta dónde están dispuestos a apostar por él. Pág. 8 Científicos colombianos desarrollaron un programa que permite entender los ciclos hidrológicos. Pág. 19

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OPINIÓN

POLÍTICA

SALUD

MEDIO AMBIENTE

AGRO

CIENCIA Y TECNOLOGÍA

CIUDAD

CULTURAS

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22

D I V E R S I D A D O P I N I Ó N E X P R E S I Ó N SANTAFÉ DE BOGOTÁ, D.C., No. 8, MARZO 12 DE 2000

¿ESTADO O MERCADO?

PARAMILITARISMO Y FASCISMO

EL MERCADO NO PERDONA

NUEVOS MATERIALES

MUJER Y TIERRA

LA REDENCIÓN DEL CERDO

LO URBANO Y LO REGIONAL

EL AÑO DE NIETZSCHE

Cuando mi casaes el barrioy el barrio

la ciudad

Colombiaal Nafta

¿Es viable elmodelo sueco?

Un softwarepara el agua

La reconstrucción del Eje Cafeteroha tocado las fibras más frágiles

de la sociedad.El terremoto que hace un año

devastó esta zona no sólo dejó sinvivienda a miles de familias sino

que también evidenció e intensificóla problemática social. Un

recorrido por la Zona 13 deArmenia, ejemplo de superación

para el país. Pág. 10

ILUSTRACIÓN DE GIOVANNI CLAVIJO

Un primer análisis revela lo que la información difundida haocultado. El caso mexicano como ejemplo. Pág. 6

Por qué al Gobierno y a las FARC les sedujo tanto el modelo sueco yhasta dónde están dispuestos a apostar por él. Pág. 8

Científicos colombianos desarrollaron un programa que permiteentender los ciclos hidrológicos. Pág. 19

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000

OPINIÓN

RECTOR UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA Víctor Manuel Moncayo CruzEDICIÓN Equipo Periodístico Unidad de Medios de Comunicación, Unimedios:Marisol Cano Busquets, Olga Marín Arango, Yolima Suárez, María Claudia Rojas,Nelly Mendivelso, Consuelo Aguirre, Diana ManriqueCORRECCIÓN DE ESTILO Francisco Díaz-GranadosCONCEPTO DE DISEÑO Diego Giovanni Bermúdez Aguirre ([email protected])E- MAIL [email protected]ÉFONOS 3165348, 3165000 ext.18384 FAX 3165232DIRECCIÓN Ed. Uriel Gutiérrez, 5to piso, Transversal 38 Diagonal 40

SANTAFÉ DE BOGOTÁ, No. 8, MARZO 12 DE 2000

Editorial ¿Estadoo mercado?En torno al Estado a veces la izquierda olvida loque hace unas décadas tenía claro: que representaunos intereses de la sociedad que se oponen aotros. De manera que antes que defender elintervencionismo de Estado porque sí, más bienhay que preguntarse qué intereses estánrepresentados dentro del Estado en la actualidad.

César GiraldoProfesorFacultad de Ciencias Económicas

Se dice que el neoliberalismo se caracte-riza por la defensa a ultranza del mercado yla reducción de la intervención estatal. Encontraste, a los oponentes del neoliberalismo selos presenta como defensores del Estado y enemi-gos del mercado. A partir de lo anterior se ha crea-do la ficción de que los amigos del mercado seidentifican con la derecha y los amigos del Estadocon la izquierda.

La crítica al exceso de intervencionismo estatalseñala que ello crea privilegios que son aprove-chados por los grupos que logran acceso a losaparatos de poder: regulaciones y recursos subsi-diados que benefician a determinados sectores opersonas (rent...), manejo ineficiente de las enti-dades públicas cuyos recursos se consumen endecisiones incorrectas y en favores clientelistas,controles excesivos que estimulan la corrupción.

Con estas críticas la llamada derecha justificóel desmonte del intervencionismo estatal que seestá llevando adelante hoy en día. Precisamenteéstas eran las críticas que la izquierda le hacía alEstado en los años sesenta y setenta. De maneraque cuando la izquierda por reacción defiende elintervencionismo estatal aparece defendiendo loque hace dos décadas criticaba. Por esta razónsus argumentos no tienen la contundencia quequisieran.

Y es que resulta ser un error plantear la discu-sión como un dilema entre Estado y mercado,porque hace aparecer como defensores del viejoorden a quienes se oponen a las reformas dirigi-das a desmontar los beneficios sociales garantiza-dos a través del Estado.

Esto ha deslegitimado las movilizaciones so-ciales contra las privatizaciones, contra el recortede los subsidios públicos, contra las reformas la-borales que arrebatan derechos conquistados porlos trabajadores, contra el desmonte del créditode fomento, contra el aumento de los impuestos,contra la usura de un sistema financiero que hasido desregulado con el argumento de permitir lacompetencia del mercado.

Vistas así las cosas, la restitución de todos losderechos que reclaman los movimientos socialesaparentemente significaría volver al viejo Estadocepalino, el que entró en crisis con la moratoria dela deuda externa de 1982, el que se desmontócon la apertura económica. Significaría retrocederel reloj de la historia.

En torno al Estado a veces la izquierda olvidalo que hace unas décadas tenía claro: que repre-senta unos intereses de la sociedad que se opo-nen a otros. De manera que antes que defender elintervencionismo de Estado porque sí, más bienhay que preguntarse qué intereses están represen-tados dentro del Estado en la actualidad.

Sobre esto naturalmente puede haber diversasinterpretaciones, y el debate apenas comienza.Pero lo que se ha evidenciado durante las refor-mas y conflictos sociales que se han presentadoen las dos últimas décadas es que en el Estadoestá muy bien representado el capital financieroespeculativo.

Ésta es una afirmación que habría que sus-tentar y no existe el espacio para hacerlo. Sim-plemente una anotación. Si se mira la evoluciónde América Latina en las últimas tres décadas,nos encontramos que la economía de la regiónha estado destrozada por dos burbujas especu-lativas creadas por el capital financiero: la prime-ra, el boom de la deuda externa que se dio du-rante la década del setenta y que reventó con lacrisis de la deuda externa de 1982, haciendo quela década del ochenta fuera de ajuste y recesión;la segunda, los ataques de los capitales especu-lativos de los que ha sido preso el continente enla década del noventa y cuya fuga en la actuali-dad está llevando a la región a una segunda olade ajustes fondomonetaristas por el estilo de losaplicados en los años ochenta.

Después de la crisis de 1982 la economía dela región ha sido supervisada por los represen-tantes del capital financiero internacional, lláme-se FMI, Banco Mundial, BID o firmas clasificado-ras de riesgo. Basta con leer los periódicos parapercatarse de ello.

Si es lo especulativo el factor dominante, en-tonces el dilema válido está entre lo especulativo ylo productivo. La dicotomía entre Estado y merca-do pasa por allí. Quienes se oponen al modeloespeculativo deben reclamar un tipo de Estado yuno de mercado que se oriente al apoyo de lo pro-ductivo, al desarrollo de las fuerzas materiales dela sociedad.

La pregunta reside en la diferencia de una pro-puesta de esta naturaleza de la que la Cepal eje-cutó en su momento. La respuesta está en las cla-ses sociales que deben dirigir el proceso desde elEstado. Y esto coloca el debate en el terreno polí-tico. ¿Quién pide la palabra?

La responsabilidadestatal y el sistemade salud

Hace más de 400 años, cuando aún no se habíaorganizado el Estado nacional, ni Santafé de Bogotáera la urbe gigantesca de hoy, la Iglesia Católica asumióla responsabilidad de prestar atención en salud a los des-validos de entonces. Fue así como surgió a la vida jurídi-ca, en 1564, la Fundación San Juan de Dios, gracias a lavoluntad testamentaria de Fray Juan de los Barrios y To-ledo. Transcurrieron los años y los servicios hospitalariosde esa Fundación llegaron a ser los más importantes dela ciudad y del país, especialmente para los sectores másdesprotegidos de la población, y se erigieron paulatina-mente en el escenario privilegiado de la historia de lamedicina colombiana, bajo la orientación académica dela Facultad de Medicina de la Universidad Nacional deColombia.

Con anterioridad a la Constitución de 1991, esa insti-tución de utilidad común (pues efectivamente no perte-nece a nadie en particular, ya que se trata de un patrimo-nio afectado a un servicio para la sociedad), colaborabacon el Estado en la responsabilidad que tenía de prestarigualmente asistencia pública en el área de la salud. Poresa razón el Estado y los gobiernos que lo han represen-tado estuvieron, a lo largo del siglo que ya culminó, liga-dos a la organización y funcionamiento de la Fundación,hasta el punto que, en distintos‚ pocos y durante largosperíodos, fue el propio Gobierno Nacional quien dirigía laFundación y le daba el soporte financiero indispensable.

Con la Reforma Constitucional de 1991, que cambióesencialmente el carácter de la misión del Estado y borrósu responsabilidad asistencial en muchas materias socia-les, como la de la salud, para asumir más bien un carácterregulador, y que tuvo su expresión más concreta en elnuevo sistema de seguridad social en salud organizadopor la Ley 100 de 1993, tanto la Fundación San Juan deDios, como todas las instituciones de utilidad común delsector salud, y aún las instituciones públicas que veníancumpliendo funciones con el mismo carácter, quedaronsometidas al mismo régimen mercantil que desde enton-ces viene rigiendo y que ha puesto en evidencia sus efec-tos inequitativos.

Esa es la causa principal de la situación crítica de laFundación San Juan de Dios, a la cual se suman obvia-mente muchas otras que se han ido acumulando históri-camente. La solución a los problemas de la salud, por con-siguiente, no pasa por la superación de las situacionesparticulares de cada una de las instituciones en crisis, sinopor un análisis juicioso del modelo de seguridad social ensalud vigente y por su reformulación, bajo nuevos princi-pios, como muy bien lo ha advertido recientemente enlos medios de comunicación el ex rector de la UniversidadNacional de Colombia doctor José Félix Patiño, reconoci-da figura de la ciencia médica colombiana.

En ese sentido, tanto la Fundación como muchas otrasinstituciones de utilidad común, y los propios hospitales yclínicas del Seguro Social, definitivamente no pueden serviables bajo ese modelo, a no ser que dejen de respondera los criterios sociales que les dieron origen. En esa direc-ción, en el caso específico de la Fundación San Juan deDios, la agudización de su crisis, la desintegración de suJunta Directiva y la acefaléa en su dirección, tienen queabrir prontamente el paso a una intervención presidencialque aporte soluciones eficaces, que inicialmente puedenser adoptadas con fundamento en las funciones constitu-cionales relacionadas con las instituciones de utilidad co-mún, y que de manera más orgánica exigen una reformadel sistema de seguridad social en salud, bajo nuevas orien-taciones, que definitivamente rescaten la salud de las cie-gas e inequitativas condiciones a las que la ha sometido elrégimen de mercado.

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000OPINIÓN

CARICATURA

ILUSTRAC

IÓN

DE ALBERTO

BARRETO

La verdadera riquezade una Nación

está en su gente

Adolfo Salamanca CorreaProfesor

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

Hubiera podido titular este artículo como“Música, barullo y urbanidad”. Apropiado yhasta chic, ese nombre sería engañoso. Porque ala vuelta de tantos años, intuyo que nombres pom-posos y teorías resultan ser entre nosotros fetiches.No porque ése sea el destino de toda teoría, sinoporque nuestra actitud inclinada ante los grandespensadores (trátese de Marx, de Friedman, de De-rrida o de cualquier gurú) devela que nuestro teo-ricismo sirve muchas veces más para encubrirnos,que para revelarnos.

Por eso prefiero encabezar con el fraseo inicialde la canción de Lisandro Mesa: El Polvorete. Y,con ese pretexto, quisiera hablar del pito y del pin-go. Por ejemplo, con más ají que el empleado pornuestro burgomaestre, pudiéramos declarar no “eldía del no pito”, sino “el día de más pito”. Añadirun poco de exceso al exceso no nos haría mal,porque nuestro grado de tolerancia para el desas-tre parece ser más elástico que la demanda de ja-bones. Y ello nos llevaría a descifrar qué significael pito como expresión de la elocuencia más audi-ble de la calle.

La mano diestra o siniestra del(a) conductor(a)se goza en ese pulso impulsivo que llamamos unpitazo emitido ante cualquier pretexto: trancón,transeúnte, otro carro, verde y hasta pelirrojas(os).No importa que esa señal del pito no resuelva nada.Hay que pitar y pitar y pitar.

Una física elemental transfiere estas pulsionesen ondas periféricas que laceran por doquiera finasmembranas de los oídos capturados por la expan-sión sonora, mal protegidas en los laberintos auri-culares, laberintos simétricos a los citadinos y tanfaltos de hilos salvíficos como los de Ariadna.

¡Violación! ¡Pura violación a la intimidad sono-ra! ¡Al derecho al silencio! Añadida a los vallenatosde busetas, pick-ups, Land Rovers con puertas y par-lantes abiertos (martirio de ir a un parque en do-mingo porque parece haber horror al vacío, en estecaso al silencio), ventas septimeras o chapinerunasde salsa o vallenatos, esa intrusión, a menudo im-perativa (“cómase un chicle”) o voyerista (“la chicaquiere chorizo”) nos saca de quicio.

Uno estaría tentado a aceptar, si no fuera por laadvertencia enunciada al principio de este texto, queesa cadena de voyerismo, impulso, pulso, onda,membranas heridas devela “una metonimia sexual”,como dice ese otro amo que es Lancan. Es decir,que el pito es una extensión del pingo. Otra forma

de entretenerse con la “cosita”. Con una cosita sá-dica. Con esa “cosita“ de quitar y poner.

Como sea, todo ese ruido, esa algarabía depitos es cuestión de simples pingos volátiles, nodomiciliados, no disciplinados. ¿Qué es pingo?Averígüelo Barichara. Tal vez un ave migratoria.Una disposición, digamos, a exhibirse envalento-nado. A maniobrar. A cabriolar. A muñequear. Apavonearse.

Dejos de la Colonia cuando las manos solta-ban las riendas del animal para echar las bestias,caballos y perros sobre los peones, hoy el pingadoarroja el horse power por aceras o charcos y pre-cede su paso narciso e imponente con el infalta-ble pito. El carro es una prótesis de un cuerpo amenudo obeso y obseso, y el claxon una exten-sión del ombligo y del pingo.

La calle es así una especie de gallera, con ca-poneras, capones y capados. La canción que in-terpreta de modo más fiel nuestra castrada urba-nidad no puede ser más significativa: “Quién pu-diera tener la dicha que tiene el gallo, racatapúnchin chin el gallo sube y echa su polvorete racata-pún chin chin y se sacude”.

Sacudidas y sacudidas. Para un pesimista sóloquedaría una conclusión: ninguna revolución esposible en estos lares, porque los únicos movimien-tos exitosos hasta el momento en Colombia son elmovimiento telúrico y el movimiento genital. Porlo demás tan afines.

No seamos pingos. Aquí, como en la Comalade Pedro Páramo, el padre y todo lo que entrañacomo aceptación de domicilios, respeto a la madretierra y a la madre carnal, piedad, ley y cultura esun fantasma. Un retal. Un fragmento. Un pingo.Un dejo de esos “desperaos” que en la “Conquis-ta” instauraron un “orden” en la violación y en lospolvoretes, con sacudidas y sacudidas (racatapúnchin chin) que aún nos estremecen con toda clasede fuegos y de juegos fatuos. ¡Qué falla!

[email protected]

Quién pudieratener la dicha

Añadir un poco de exceso al exceso no nosharía mal, porque nuestro grado detolerancia para el desastre parece ser máselástico que la demanda de jabones.

Gabriel RestrepoProfesorFacultad de Ciencias Humanas

En América Latina, las instituciones democráticas, lossistemas judiciales y legislativos, los partidos políticos e incluso lospresidentes están débiles y desacreditados en la mayoría de países.Sin embargo, la libertad de prensa ha sido respetada a pesar de quelos medios tienen fuertes restricciones en Argentina, Chile, México yPerú, según Peter Hakim, Presidente de Diálogo Interamericano, en-tidad perteneciente al Banco Interamericano de Desarrollo.

A propósito del debate nacional e internacionalsobre lo que acontece en nuestro país y sobre la ne-cesidad de construir la maqueta de la Colombia delfuturo, es imprescindible hacer referencia al Informe so-bre Desarrollo Humano de las Naciones Unidas.

La verdadera riqueza de una Nación está en su gente.El objetivo básico del desarrollo es crear un ambiente pro-picio para que los seres humanos disfruten de una vidaprolongada, saludable y creativa. Ésta puede parecer unaverdad obvia, aunque con frecuencia se olvida debido a lapreocupación inmediata de acumular bienes de consumoy riqueza financiera. Así se consignaba en las primeras lí-neas del primer Informe sobre Desarrollo Humano publica-do en 1990.

El último informe, presentado en 1999, obviamentetambién se refiere a la gente. Se refiere a la interdependen-cia cada vez mayor de la gente en el estadio actual de lamundialización, caracterizado fundamentalmente por la re-ducción del tiempo (los mercados y las tecnologías cam-bian ahora con rapidez sin precedentes y las comunicacio-nes son instantáneas), la reducción del espacio (la vida dela gente se ve afectada por acontecimientos que tienenlugar al otro lado del mundo y que ellas ni perciben niconocen) y por la eliminación de las fronteras (no sólo delcomercio, los capitales y la información sino además de lasideas, las normas, la cultura y los valores).

Y si bien la mundialización tiene aspectos innovadores ydinámicos, son más los aspectos negativos, perturbadores ymarginantes. En efecto, los escenarios de esa nueva econo-mía son el desempleo de millones de seres humanos, el con-sumismo materialista carente de toda ética y de todo huma-nitarismo, y la concentración del poder y la riqueza*, hastael punto de que los 200 multimillonarios de los Estados Uni-dos manejan recursos superiores al PIB de 48 países habita-dos por 600 millones de personas y sus costos han corrido acargo de la precarización del trabajo y la degradación delmedio ambiente.

En otras palabras, no todos los habitantes del planetason ciudadanos en ese mundo mundializado, pues si bienla élite mundial seguramente no encuentra fronteras, mi-les de millones de seres humanos encuentran fronteras tanelevadas como siempre: más de una cuarta parte de los4.500 millones de personas que viven en los países en de-sarrollo todavía no cuentan con alguna de las opcionesbásicas de vida: supervivencia, acceso al conocimiento o alos servicios públicos y privados mínimos; casi 1.300 millo-nes de personas no cuentan con agua potable; uno de cadasiete niños en edad de escuela primaria no asiste a ella;unos 840 millones de personas están desnutridas; se esti-ma que 1.300 millones viven con ingreso diario inferior aun dólar; y también en los países industrializados la pobre-za humana y la exclusión están ocultas en las estadísticasdel éxito, y revelan enormes disparidades internas, paramencionar sólo lo más protuberante.

Lo que se requiere, entonces, si queremos avanzar enla construcción de una mejor sociedad, es una discusiónfranca y profunda sobre lo que algunos han llamado el“horror económico” y la búsqueda de un modelo verdade-ramente respetuoso de la capacidad humana de ser, deaprender y de producir, en el que el crecimiento económi-co pueda traducirse en desarrollo humano, lo cual sólo selogra si ese crecimiento genera riqueza colectiva, posibili-dad de acceso de todas las personas a los bienes materia-les y recursos económicos con destino a lo público paraque se inviertan en educación, en salud y en asistencia so-cial. Lo demás no es riqueza ni desarrollo humano sino laexpansión de los ingresos privados.

*“El horror económico y la guerra y la paz”, intervención del coordinador residente de Nacio-nes Unidas en Colombia en la instalación de la Asamblea Permanente por la Paz.

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4 POLÍTICA ILU

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La fumigación de cultivos ilícitos puede ser calificada como un”fracaso matemático”, según Aura María Puyana, socióloga de la Universidad Nacio-nal. Entre 1985 y 1994, cuando se fumigaron 1.156 hectáreas de coca promedioanual, la siembra creció de 13.500 a 44.800 hectáreas; pero cuando la aspersiónllegó a 35.790 hectáreas entre 1995 y 1998, la siembra se disparó de 50.900 a78.350 hectáreas, en cifras de la Policía Antinarcóticos de Colombia, o a 101.800hectáreas según el Departamento de Estado de los Estados Unidos.

Alguna vez un antiguo veterano de lasguerras esmeralderas del occidente boyacen-se explicaba su predisposición a la violenciaachacándola al peso de la herencia prehis-pánica. “Es que aquí somos jodidos como losMuzos que aquí vivían antes”, decía; “usted sepone a ver y hasta con los que no nos gustan so-mos caníbales y todo”. En otro testimonio, un per-sonaje similar aseguraba: “Somos unos guerreros.Le heredamos a los indios el gusto por la sangre”.

Esta autoafirmación simbólica como caníbalesva de la mano con varios elementos del imagina-rio esmeraldero, también prominentes en el dis-curso paramilitar. Éstos son el poder coercitivo dela sangre y la investidura de los jefes políticos comocaciques. No en vano las conexiones entre la se-gunda guerra esmeraldera y el advenimiento delparamilitarimo en Puerto Boyacá ya han sido am-pliamente reseñadas.

En el contexto esmeraldero, una de las razonessustentadas para ir a la guerra es la venganza con-cebida como resarcimiento de la sangre derrama-da. “La sangre tira”, reza la frecuente justificación.La sangre derramada de cualquiera del grupo al quese pertenece es sangre que ha perdido el jefe, eldueño (y a veces fundador) del pueblo, máximo ins-taurador del orden social. Pudiera entonces inter-pretarse al canibalismo como la ingestión (en estecaso metafórica) de la sangre del bando enemigo,una que recupera la sangre propia perdida.

Cuando hablamos de esmeralderos y paramili-tares, hablamos de sociedades de caníbales y caci-ques. Sociedades en las cuales la venganza es unmóvil fundamental para el ejercicio de la guerra.Aunque no pretendemos hallar en este motivo larazón práctica del procedimiento y la expansiónparamilitar, valga la pena recordar que el tema dela venganza aflora en la mitología fundacional delos ejércitos privados del Magdalena Medio, e in-cluso en las causas que condujeron a los herma-nos Castaño a la clandestinidad.

Por ello mismo, no es desechable en el mundoparamilitar la imagen del caníbal. Porque el cani-

Rienda sueltaa nuestraspesadillas

Una historia como lacolombiana puede ser un

caldo de cultivo de discursosfascistas, el de los

paramilitares es uno de ellos.

El éxito del proyectoparamilitar radica, en unabuena medida, en lareferencia constante a eselado obscuro de nuestromundo posible que serepresenta en la barbarie.

Carlos GuillermoPáramo*Especial para U.N. Periódico

balismo es venganza. La lógica implícita en la de-formación del cuerpo enemigo, el eventual uso derestos humanos como trofeos presentes en lasmasacres perpetradas por grupos paramilitares,demuestran una intencionalidad metódica. Hay unmensaje que se busca enunciar con la desarticula-ción (e ingestión simbólica) de la víctima, un ges-to de retaliación frente a aquellos seres considera-dos como descomponedores del orden social.

La misma idea de canibalismo indica la sub-versión del cosmos. Se gesta en aquel mundo de“naciones bárbaras y fieras, sin policía, sin cultu-ra, sin artes y sin noticias,... de gentes que no sepueden llamar personas, sino fieras”, que identi-ficara Baltasar Gracián en su Criticón, en el ima-ginario de la era colonial. Se sitúa en la fronterade la cultura y la naturaleza para producir -me-diante la violación del tabú- una devolución delenemigo al seno social. En la lógica caníbal, lamuerte y el desmembramiento de la víctima sonun sacrificio, cuyo objeto es el de retornar al or-den primigenio a través de ese desorden que esla barbarie.

La lógica de las tres vacas

La antropóloga María Victoria Uribe cita el con-tundente juicio de un jefe esmeraldero: “Matar bienes limpiar la tierra, es matar ladrones, eso es va-lentía”. La idea de limpiar la tierra es la más ade-

cuada metáfora del sacrificio realizado en la bar-barie, pues la estrategia paramilitar es la de tum-ba, quema y siembra. Ello se demuestra en el másreciente viraje de su injerencia regional. Una vez“limpiada” la población hostil, el paramilitarismose ha mimetizado en la actividad política oficial.

Desde esta posición, se ha proyectado hacia laconstrucción de un imaginario nacional, cimenta-do en el origen mítico de una sociedad posterioral holocausto. En zonas como el sur de Bolívar, lasmasacres paramilitares han comenzado a centrar-se en la aniquilación y deformación de los másancianos de las comunidades. La memoria del pa-sado se aniquila y la historia se reinventa.

Un confeso líder paramilitar, oriundo del occi-dente de Boyacá, planteaba alguna vez un con-creto ideario de lucha. La guerrilla, decía, bajaba a

ILUSTRACION DE EDIN RIVERA

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000

5POLÍTICA

t r í p t i c o

Facultad de Ciencias AgropecuariasConsejo Directivo

La figura del caníbalprevalece como unarquetipo que troquelanuestra historia, desdelas crónicas de losconquistadoresespañoles hasta eltestimonio contundentede la masacre anónimao reivindicada.

la casa del campesino, le quitaba su vaca en nom-bre de la revolución, la repartía entre el frente y nose la pagaba; la autodefensa (pues así se autode-nominaba), estimulaba en cambio al campesino,ofreciéndole tres vacas en vez de una. Su fin, con-cluía, era el de cambiar la sociedad por medio deuna revolución “realista”. Este proceso autárqui-co aproxima al paramilitar (en sus propios siste-mas de referencia) al procedimiento de su ene-migo. Su causa es revolucionaria. Es, por ello,transformadora, gestora de un nuevo orden apartir del caos.

Aunque el sentido paramilitar de la revoluciónrebasa una connotación de clase, ésta tambiénpuede hallarse en la espina dorsal de su discurso.Las evidencias indican una fuerte participación delas clases medias rurales en zonas fuertemente in-fluenciadas por el control guerrillero, empareda-das entre el micropoder (muchas veces bandoleril)de la izquierda armada y la ausencia efectiva deprotección estatal.

La lógica de las “tres vacas en vez de una”,que es también la del patrocinio al minifundio y lapromoción de la libre competencia, nutre un dis-curso que es fundamentalmente el del “sentidocomún”, tal y como ya lo hubiera definido Vico ensu Ciencia Nueva: “un juicio sin reflexión alguna”.Es decir, apela a valores asentados en la estructuraprofunda de la sociedad y la cultura, carentes decualquier proyección utópica (como pueden serlael comunismo y sus vías de acceso), apuntando aun retorno a los valores imperantes en la sociedadagraria previos al cooperativismo y la ideografíaproletaria.

El eterno retorno

Acaso la revolución paramilitar, una revoluciónque apunta a la involución, sea más que una ma-nifestación de la derecha armada o un simple apén-dice a la salvaguarda del establecimiento. Acaso

ésta sostenga un profundo discurso de transfor-mación cultural de matices muy similares a aque-llos postulados (en el sentido más riguroso e his-toriográfico del término) por el fascismo. “El nú-cleo mítico que forma la base (del) tipo genéricode facismo” -escribe Roger Griffin- “es la visión deuna (presunta) crisis de la nación como presagiode las primeras manifestaciones de un nuevo or-den. Éste cristaliza en la imagen de una comuni-dad nacional, purgada y rejuvenecida, que surgecomo fénix de las cenizas de un sistema estatal enbancarrota moral y la cultura decadente que se leasocia”. Es, por lo tanto, un discurso civilizatorioque inventa la tradición.

Una historia como la colombiana puede ser uncaldo de cultivo particularmente propicio para laerección de discursos fascistas. Aquel culto a lasvíctimas de la violencia, convertidas en efímera-mente heroicas por el hecho de haber sido sacrifi-cadas en una conflagración “justa”, sigue per-meando la construcción de nuestros proyectosnacionales. No más recuérdese cualquiera de losmiles de panegíricos a la muerte violenta de tur-no: siempre la sangre de los caídos reclama emu-lación y, por ende, siempre precisa venganza. Allíse emula el grito de “Viva la muerte”, que profirie-ra el general falangista Millán Astray para silenciara Unamuno. Ésa es la esencia discursiva del fascis-mo y, tal vez tan sólo por ello, el paramilitarismoya haya ganado la guerra.

Este caos de eterno retorno a los comienzos,ha impuesto una pragmática perversa a la guerraen Colombia. En ella, la figura del caníbal prevale-ce como un arquetipo que troquela nuestra histo-ria, desde las crónicas de los conquistadores espa-ñoles hasta el testimonio contundente de la ma-sacre anónima o reivindicada. El éxito del proyec-to paramilitar radica, en una buena medida, en lareferencia constante a ese lado obscuro de nues-tro mundo posible que se representa en la barba-rie. Rompe el tabú y, con ello, se hace a sí mismo

El Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de laUniversidad Nacional de Colombia, Sede Palmira, previa autorizaciónde la Vicerrectoría de Sede, convoca a inscripción de candidatos paraproveer los siguientes cargos:

• DOCENTE DE TIEMPO COMPLETO,CARGO: 4-4000-2-035. Un (1) profesor de Tiempo Completopara Matemáticas y Física. Título Profesional Ingeniero. Conconocimientos básicos de Sistemas. Con experiencia mínima dedos (2) años en docencia universitaria en Matemáticas y Física ocon posgrado en esta área.• DOCENTE DE MEDIO TIEMPO,CARGO: 4-4000-3-001. Un (1) Profesor de Medio Tiempo paraMatemáticas y Física. Título Profesional Ingeniero. Conconocimientos básicos de Sistemas. Con experiencia mínima dedos (2) años en docencia universitaria en Matemáticas y Física ócon posgrado en esta área.• DOCENTE DE MEDIO TIEMPO,CARGO: 4-4000-3-005, Un (1) Ingeniero Agrónomo con estudiosde posgrado en las modalidades de cursos de educacióncontinuada y/o especialización y/o Maestría en el área de Sistemasde Cultivos o Sistemas de Producción Vegetal; o con experienciamínima de un (1) año en docencia y/o investigación y/o Extensióny/o Producción de Cultivos Tropicales.• DOCENTE DE TIEMPO COMPLETO,CARGO: 4-4000-2-006. Un Diseñador Industrial con Títuloprofesional, con al menos un (1) año de experiencia docente en lasáreas a desempeñar: Taller de Diseño, Medios de Expresión yTeoría del Diseño, con un buen manejo de programas graficadoresy portafolio de trabajos académicos actualizado.• DOCENTE DE TIEMPO COMPLETO,CARGO: 4-4000-2-005. Un (1) Ingeniero Agrícola o IngenieroAgroindustrial o Ingeniero de Alimentos o Ingeniero Químico conexperiencia y/o posgrado en Procesos Agroindustriales.• DOCENTE DE TIEMPO COMPLETO,CARGO: 4-4000-2-045. Un (1) Ingeniero Agroindustrial conexperiencia y/o posgrado en Procesos Agroindustriales.• DOCENTE DE TIEMPO COMPLETO,CARGO: 4-400-2-046.Un (1) Administrador de Empresas conTítulo Profesional, con posgrado preferiblemente en el áreaSocioeconómica.• DOCENTE DE MEDIO TIEMPO,CARGO :4-4000-3-006. Un (1) Ingeniero Industrial con estudiosde posgrado en Administración de Empresas.

• DOCENTE DE TIEMPO COMPLETO,CARGO: 4-4000-2-047. Un (1) Médico Veterinario o MédicoVeterinario Zootecnista, preferiblemente con especialización enFisiología y/o Salud Pública.

Los candidatos deben cumplir estríctamente los requisitos exigidos;adicionalmente deben presentar:• Fotocopia del documento de identidad y libreta militar; losextranjeros residentes en Colombia deberán presentar cédula deextranjería.• Hoja de vida. El análisis de la hoja de vida considerará los siguientesaspectos debidamente sustentados:- Calificaciones de pre y posgrado (si lo tiene).- Fotocopias de actas de grado y diplomas.- Constancia de experiencia profesional e investigativa, asistencia aseminarios y/o cursos de actualización, duración y entidad que ofreció elevento, distinciones, publicaciones, trabajos de investigación, etc.- Oficio dirigido al Consejo Directivo de Facultad, especificando el áreaen que desea concursar.

Publicación de la convocatoria: Marzo 5 y marzo 12.Fecha límite para la recepción de documentos: Marzo 31.Estudio de Hoja de Vida por el Comité de PersonalDocente: Abril 4 al 7.Estudio en Consejo de Facultad: Abril 10.Información a los aspirantes seleccionados y citación apruebas: Abril 12.Pruebas de habilidad docente y de conocimiento: Abril 25,27 y 28.Cómputo de resultados en Comité de Personal Docente:Mayo 2 y 3.Aprobación en Consejo Directivo de Facultad: Mayo 12.Publicación de resultados en la Secretaría de la Facultad:Mayo 19.

Informes:Secretaría Académica de la Facultad de CienciasAgropecuárias.Universidad Nacional de ColombiaSede PalmiraA.A. 237, Fax: 2717001E-mail: [email protected]

Sede Palmira

Convocatoria a concurso docente

SEÑAL COLOMBIA, LUNES 5:30 P.M.

•Lunes 13 de marzo

EL QUE NO HACE LOS GOLES...

•Lunes 27 de marzo

ESO QUE SE LLAMABA VALENTÍA

•Lunes 3 de abril

HI-FI (ALTA FIDELIDAD)

•Lunes 10 de abril

¿DÓNDE QUEDA LA VIRGINIDAD?

Información: Sandra MolanoTelefax: 3165400 - 3165000

Ext: 18360-18363

tríptico, tres veces bueno

tabú: contaminante y sagrado, como las estirpesfundadoras del Génesis. Ha llevado a los demásactores a imitar a ciegas su juego, con igual dosisde terror pero sin esa teleología coherente -aun-que tenebrosa- que predica la renovación a travésde la limpieza de la tierra. En su propio beneficio,hemos negado lógica al paramilitarismo. Le he-mos barbarizado, sin darnos cuenta que, con ello,hemos dado rienda suelta a nuestras propias pe-sadillas.

*Antropólogo Universidad Nacional.

ILUSTRACION DE EDIN RIVERA

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000

ECONOMÍA

ILUSTRACIÓN DE GIOVANNI CLAVIJO

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El ingresode Colombia

al Nafta:una relectura

Más allá de la factibilidadpolítica del posible ingreso al

Nafta, los resultados que se hanpublicitado como beneficiosos

para México y que seargumentan para sustentar el

ingreso colombiano al Tratadoameritan un primer análisis.

Orlando GutiérrezRozo

ProfesorFacultad de Ciencias

Económicas

El mercado global de servicio de telecomunicacionesrepresenta el 8.5% del PIB mundial, es decir que 700 de los6.000 millones de habitantes del planeta estarían dedicados atrabajar y recibir ingresos exclusivamente del sector. De acuer-do con pronósticos de la empresa Motorola, para el 2005 seespera que existan 1.000 millones de líneas fijas, e igual nú-mero de usuarios de Internet y celular.

Resulta por demás simplista evaluar tan-to el hipotético ingreso de Colombia al Naf-ta como sus eventuales beneficios para el paístomando como referencia solamente el im-pacto comercial que ello traería. La ligerezacon la cual se ha hecho el anuncio de solicitar for-malmente al próximo gobierno estadounidense laincorporación al Tratado de Libre Comercio deAmérica del Norte (Tlcan) -como también se de-

nomina el Nafta-, podría contener una intencio-nalidad propagandística de las bondades de unmodelo que finca sus esperanzas en el comercioexterior como eje fundamental de la dinamizacióneconómica.

No solamente se han presentado cifras incom-pletas o quizá engañosas respecto a los logros al-canzados por la economía mexicana como resul-tado de su ingreso al Tratado, sino que también lainformación oficial y periodística se ha cuidado enomitir los otros aspectos que rodean un acuerdocomo el que en esta oportunidad se pretende com-prometer al país. Más allá de la factibilidad políti-ca del posible ingreso al Nafta -habida cuenta delescaso interés que ello ha suscitado en los medioseconómicos y parlamentarios norteamericanos-, asícomo del quebrantamiento de los compromisosadquiridos con la integración andina -un país per-teneciente a la Comunidad Andina de Nacionesno podrá adelantar individualmente negociacio-nes con otro bloque económico-,los resultados que se han plubli-citado como beneficiosos paraMéxico y que se argumentan parasustentar el ingreso colombianoal Tratado ameritan una primerarelectura. Ciertamente han creci-do las exportaciones de este paísen los últimos años, pero es tam-bién cierto que sus importacionesigualmente lo han hecho pero enmayor proporción, con lo cual eldéficit comercial se colocó al fi-nalizar 1998 en -7.913 millonesde dólares, constituyéndose estoen una tendencia que no ha po-dido revertirse desde la vigenciadel Tlcan.

Por otra parte, los registros deInversión Extranjera (IE) mexicanavienen mostrando un crecimien-to notable, pero sin duda la remi-sión de utilidades generada portales inversiones sumadas al servicio de la deudaexterna han agravado el déficit en cuenta corrien-te de ese país, el cual alcanzó cerca de los 13.750millones de dólares en 1999. Relacionado con laIE se han fortalecido las maquilas, cuyos efectossobre la producción nacional son sumamente exi-guos en la medida que los insumos de origen na-cional allí utilizados alcanzan solamente un 2%.Esto puede estar relacionado con el hecho de quelas normas de origen pactadas en el Tlcan no exi-gen componentes mínimos de insumos naciona-les en los productos exportados a la región Nafta,con lo cual se garantiza el funcionamiento exitosode las maquilas en beneficio de la producción es-tadounidense. Se trata pues de una actividad deenclave que no ha contribuido ni al encadenamien-to de procesos productivos ni a convertir a lasempresas mexicanas en exportadoras, así comotampoco a constituir esta estrategia productiva endinamizadora de la economía azteca.

Más que intercambio de mercancías

En lo referente a la cuestión salarial, los bene-ficios del Tlcan para los trabajadores mexicanostampoco han sido precisamente algo manifiesta-mente satisfactorio ni digno de tomarse como unlogro positivo al que se pudiera aspirar en Colom-bia. En efecto, no solamente la profundizaciónde la apertura que deviene del Tratado ha desme-jorado sustancialmente las condiciones del traba-jo y ha conducido a la sustitución de empleo es-table por trabajos de tiempo parcial, sino que tam-

bién se ha registrado una caída en las remunera-ciones salariales. Entre 1994 -año en el cual entraen vigencia el Tlcan para México- y 1997, el sala-rio medio de los trabajadores que cotizan en laseguridad social disminuyó en 26%. Además, enese país el deterioro de la actividad industrial ge-neradora de bienes materiales, que algunos ana-listas han denominado desindustrialización, harestado capacidad de creación de empleo y el cre-cimiento de puestos de trabajo se da recientementeen los sectores de servicios y comercio. Sin duda eldesarrollo de ellos está relacionado con los capí-tulos del Tratado referentes a la liberalización deservicios, actividades éstas que se caracterizan porlos bajos niveles salariales. Parece razonable cole-gir de este aspecto que los reducidos índices dedesempleo mexicano no sugieren una relación decausalidad entre empleo y Nafta, sino en buenamedida entre tercerización y generación de nue-vos puestos de trabajo.

Otro de los aspectos que seha omitido en la sustentaciónpublicitaria del eventual ingresode nuestro país al Nafta, es el re-lacionado con los regímenes depropiedad intelectual negociadosen el Tratado. En esta materia bá-sicamente se han seguido los cri-terios de la OMC (OrganizaciónMundial del Comercio), los que asu vez reflejan los intereses de lasEmpresas Transnacionales (ET). Setrata de los acuerdos sobre dere-chos de autor, patentes, marcas,procesos tecnológicos, secretosindustriales y diseños de produc-tos, mediante los cuales se con-cede al creador de un invento elderecho exclusivo de toda la ex-plotación comercial relacionadacon dicha invención.

La aplicación de esta normaha reñido en no pocas ocasiones

con la ética y ha garantizado expropiaciones desaberes históricos del pueblo mexicano, así comola monopolización del conocimiento dificultandola transferencia de tecnología. El principio de Tra-to Nacional (trato no menos favorable del que seconcede a los nacionales de un país respecto alextranjero) que en el contexto del Tlcan es aplica-ble tanto a la propiedad intelectual como a otrosintereses extranjeros, inhibe la posibilidad de apli-cación de regulaciones específicas por parte delEstado mexicano. Esto es particularmente relevanteen el caso de las patentes de productos farmacéu-ticos, lo cual ha permitido la extracción de rentasmonopólicas a través, entre otras cosas, de la ma-nipulación de los precios. Con ello, igualmente sereproduce un alto grado de dependencia y con-trol sobre la salud pública por parte de las ET, asícomo también sobre el uso de los productos agro-químicos.

Claramente estamos ante un Nafta que no essolamente un acuerdo con implicaciones comer-ciales, sino ante un Tratado que, trascendiendoel intercambio de mercancías, se constituye enun proyecto cuyo impacto sobre el desarrollo eco-nómico y social debe someterse a un debate másserio, amplio y democrático. Las posibilidades deque las negociaciones con Colombia puedan mo-dificar sustancialmente los criterios y contenidosdel Tlcan son muy reducidas e igualmente lo esla eventualidad de que nuestro país logre mejo-res condiciones que las de México. No sería de-seable que el proceso terminara siendo más unaadhesión que una negociación.

No solamente se hanpresentado cifras incompletas oquizá engañosas respecto a los

logros alcanzados por laeconomía mexicana comoresultado de su ingreso al

Tratado, sino que también lainformación oficial y periodística

se ha cuidado en omitir losotros aspectos que rodean unacuerdo como a que en esta

oportunidad se pretendecomprometer al país.

COLOMBIA

su compromiso con

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000ECONOMÍA

ILUSTRAC

IÓN

DE VÍC

TOR BARRERA

El descubrimiento y explotación de los pozos petroleros de Cusianay Cupiagua, desde 1989, convirtieron al departamento del Casanareen el principal productor de petróleo crudo en Colombia, y llevaron aque se duplicara la producción petrolera nacional en menos de 10años: el país pasó de producir 176.000 barriles diarios en 1985 a404.000 en 1989 y algo más de 900.000 en 1998, según la Direc-ción Nacional de Planeación.

La profunda y ya prolongada recesión porla que atraviesa la economía colombiana nosólo se ha caracterizado por las altas tasas dedesempleo alcanzadas. También, esta recesiónha estado acompañada por crecientes tasas de par-ticipación de la población en los mercados de tra-bajo. En las siete áreas metropolitanas, en junio de1999 esta tasa de participación llegaba a un 62.9%cuando en el mismo mes de 1995 era tan sólo de59.4% (ver gráfico 1). Participación

laboraly asistenciaescolaren la recesión

Observatorio de CoyunturaSocioeconómica CidFacultad de Ciencias Económicas

El comportamiento regional de las tasas departicipación de los jóvenes ha sido dispar. Mien-tras que en Barranquilla, Bucaramanga, Medellín,Manizales e incluso Bogotá, la tasa de participa-ción laboral para la población joven se incremen-tó desde 1995 a 1999 entre uno y cinco puntos,la tendencia creciente es impulsada principalmen-te por las ciudades de Cali y Pasto. La ciudad de

Aunque el incremento en la tasa de participa-ción ha sido un fenómeno generalizado en todoslos grupos de edad, es en los jóvenes -edades entre12 y 24 años– en donde dicho incremento ha sidomás acelerado. En el mismo período y para las sieteáreas, el incremento fue del orden de 4.2 puntos,al pasar de un 41.3% a un 45.5%

A pesar de que la población activa joven tieneuna baja participación en la total (23%), el granincremento en sus tasas de participación es res-ponsable, en cierto grado, de los mayores nivelesalcanzados por éstas en el total de la población.

Cali presenta las cifras más sobresalientes al pasarsu tasa de participación juvenil de un 42.3% enjunio de 1995 a un 55.5% en junio del 99.

Las cifras resultan más preocupantes si se ana-lizan por grupos de edad. En el caso de Cali lapoblación joven tuvo un incremento notable ensu tasa de participación laboral, incluso en el gru-po entre 12 y 14 años.

El costo social de larecesión -medido por elcapital humanoperdido- ha sidoextraordinariamenteelevado y seguramentetendrá repercusionesfuturas sobre ladistribución del ingreso,los niveles de pobreza ylas oportunidades deempleo de los jóvenes.

Cada vez con mayor frecuencia los jóvenescambian el salón de clases por el trabajo,con el fin de apoyar económicamente a sufamilia, y se convierten en capital humanoperdido. Cifras de la deserción escolar.

En general, las crecientes tasas de participa-ción de los jóvenes en los mercados laborales res-ponden a estrategias de superviviencia familiar antelas condiciones de desempleo de los miembrosfamiliares adultos (jefes de hogar). Si bien a travésde esta estrategia las familias logran sostener suingreso o al menos impedir que éste llegue a nive-les en extremo reducidos, la misma estrategia tie-ne un elevado costo privado y social: la inasisten-cia escolar, que ha sido la contrapartida a las cre-cientes tasas de participación juvenil.

La tasa de asistencia escolar de los jóvenes paralas siete áreas metropolitanas pasó de un 58.1%en 1995 a un 53.6% en 1999; los más afectadosfueron los jóvenes entre 15 y 19 años, grupo don-de la presencia en las aulas cayó en cerca de ochopuntos en este período. La ciudad de Cali es laque presenta las cifras más dramáticas de deser-ción escolar. Allí, en el grupo de 15-19 años latasa de asistencia se redujo en 14 puntos en estemismo período.

Pero el costo social que representa este com-portamiento se concentró en las familias pobres y

de estratos medios. Además del desempleo y lascondiciones de ingreso de las familias, los costosde la educación han sido responsables de esta cre-ciente tasa de ausentismo escolar. La recesión hasido inclemente con estos grupos sociales: al ladode los que representan las altas tasas de desem-pleo y la reducción de ingresos, han tenido quepagar un costo quizás más alto como lo es la ina-sistencia escolar.

El costo social de la recesión -medido por elcapital humano perdido- ha sido extraordinaria-mente elevado y seguro tendrá repercusiones fu-turas sobre la distribución del ingreso, los nivelesde pobreza y las oportunidades de empleo de losjóvenes.

Naturalmente, es muy probable que con la reac-tivación económica las tasas de participación labo-ral de los jóvenes se reduzcan y, simultáneamente,se incremente la tasa de asistencia escolar. Estopodrá facilitar la reducción en las tasas de desem-pleo. En la actualidad, el desempleo de los jóvenesrepresenta un 42.4 % del desempleo total. Una re-ducción en la participación de los jóvenes podrá asícontribuir a una menor tasa de desempleo. Pero,¿regresarán a la escuela todos los jóvenes que laabandonaron por culpa de la recesión?

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000

INTERNACIONAL ILU

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ILUSTRACIÓN DE LEONARDO VÁSQUEZ

¿Se puedeimplantar el

modelo suecoen Colombia?

Pistas para acercarse a la historia sueca, a lamanera como se construyó un modelo desociedad que hoy miran con admiración

representantes del gobierno colombiano y de lasFuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

Víctor RojasEspecial para U.N. Periódico

Jönköping,Suecia

La pregunta es si estapareja tercermundista estáespiritualmente preparaday con voluntad política parainvertir en el diseño de una

casa al estilo de Suecia.

En Cuba fue inaugurado el primer negocio de propiedadnorteamericana desde el comienzo del bloqueo económico. Philip Agee, exoficial de la CIA y autor de libros en los que denuncia operaciones encubier-tas de los Estados Unidos inició Cuba Linda.com Inter-Active Travel, unaagencia de viajes virtual diseñada para que los usuarios de cualquier partedel mundo seleccionen todas sus reservaciones en línea. Con su empresa,Agee busca contribuir a la interrupción del bloqueo.

Eso que la violencia crea es dudoso y efímero y muere como un remolino en el lejano desierto.

Isaías Tegnér

El gobierno y la guerrilla de Colombia,como un par de novios antes del matrimo-nio, se han dado a la tarea de buscar el modelode casa donde habrán de cohabitar. Juntos hanviajado por el mundo informándose acerca de losdiferentes tipos de vivienda que les permita convi-vir como los matrimonios de antaño donde la pa-reja se soportaba a pesar de no gustarse. De losmodelos que más les ha llamado la atención es lacasa sueca, porque es bastante transparente y tie-ne detalles que satisfacen sus gustos antagónicos.Veamos sobre cuáles cimientos se construyó estemodelo nórdico.

Una década después de la aparición en Ingla-terra del Manifiesto Comunista, Suecia se queda-ba casi totalmente despoblada. Los leñadores yjornaleros agrícolas de la extensa región deSmåland, se embarcaron hacia Nueva York huyen-

do de la hambruna, el régimendictatorial y las enfermedades.Sin embargo, los postuladosde Engels y Marx no fueron loselegidos por quienes se que-daron enfrentando las penosascondiciones de vida. Uno delos escritores de la época ex-presó con palabras precisasque los sufrimientos de la so-ciedad se empezaron a mitigarcon la papa, la vacuna y la paz.Las peripecias sufridas por lasfamilias que abandonaron elpaís en busca de mejores opor-tunidades fueron recogidas ,100 años después, en forma detextos literarios por WilhelmMoberg y un grupo de escri-tores autodidactas salidos defamilias obreras. De esa mane-ra Suecia recuperaba con algode vergüenza su pasado pau-pérrimo que, sin embargo, leayudaría a entender y a encon-trar el camino del desarrollo yla construcción de la sociedadde bienestar.

El famoso modelo sueco, diseñado como lacasa de todos, se fue gestando por movimientospopulares que se configuraron a partir de proble-mas concretos y de interés común entre los súbdi-tos de la corona. Pero así mismo es el resultado deuna serie de voluntades políticas y culturales quevan desde el concepto luterano del trabajo hastala educación de las generaciones en la coexisten-cia sin violencia. Miremos un poco hacia atrás, parailustrar someramente estas apreciaciones.

Corrientes cívicas

La papa no sólo sirvió para mitigar el hambrede leñadores y campesinos sino también para in-crementar la producción del aguardiente casero.Fue así como pronto se propagó un consumo des-mesurado de bebidas alcohólicas por todos los rin-cones y estamentos del país.

Las fatales consecuencias que la embriaguezgeneraba, propiciaron entre las clases altas unareflexión de tipo moral que de inmediato fue reto-mada como bandera de agitación por las iglesias.Con el paso de los días este emblema social fuellevado de los púlpitos a los aserraderos y las gran-jas. De esta manera nació desde el pueblo la ligaantialcohólica. Lo que inicialmentefue una gran cruzada por la aboli-ción absoluta del consumo de bebi-das embriagantes, un siglo más tar-de aún existe como una manifesta-ción ciudadana que propone, comoalternativa a la libación etílica, elconsumo de arte, música, literaturay la participación de los individuosen la vida política de la Nación. Laaparición de la liga antialcohólicatambién sentó las bases de otros movimientos so-ciales de gran envergadura como la liga de muje-res, el movimiento por la educación popular y laliga obrera, entre otros. Estas corrientes cívicas ayu-darían en su accionar a fortalecer la mundialmen-te admirada tradición democrática de Suecia.

Uno de los aspectos culturales que tambiéninfluyó en grande fue la concepción luterana deltrabajo. Mientras en los países católicos el trabajoes considerado como un castigo divino, en la Sue-cia protestante es la fuente de la dignidad del serhumano. Por ello ser poeta o médico es tan válidocomo ser recogedor de basuras o policía de la es-

quina. Es muy raro encontrar a alguien que sientavergüenza de su oficio. En cambio, estar desem-pleado no sólo produce rubor sino también an-gustia existencial. Ello a pesar de la legislación so-cial existente que le permite al desempleado sue-co vivir con la misma holgura que vive un políticocorrupto en Colombia.

Reformas sociales

En lo referente a la voluntad política del noejercicio de la violencia es justo sorprenderse, por-que esta patria, otrora cuna de implacables vikin-gos, ya casi lleva dos siglos sin conocer los horro-res de la guerra. El concepto de que hay que hacerla guerra para alcanzar la paz pierde su razón deser en la memoria de estos bosques inmensos. Loscampesinos de antaño se negaron a empuñar lasarmas cuando se preguntaron, ¿por qué hemosde defender un país en el cuál no nos es permitidovotar? Esta simpática interrogación no sólo gene-ró una costumbre pacifista sino que también mos-tró que la verdadera democracia se forja no en lascúpulas políticas sino en la voluntad participativade los ciudadanos. Toda esta enseñanza de la noviolencia se ha venido incrementando con una se-rie de reformas sociales que van desde la prohibi-ción de cualquier tipo de castigo a los niños hastalos acuerdos tácitos del usufructo y cuidado de losbosques y de los seres animales que en ellos viven.

Sin embargo, debe contarse también comoinfluyente factor cultural la auténtica y casi inge-nua creencia sueca de que el ser humano no es unente malvado. Aunque todo lo contrario les hayanmostrado las dos guerras mundiales de Europa ylas infames guerras civiles que se han dado por losdemás rincones de la tierra. La Segunda GuerraMundial, a pesar de que fue la que más desmintióesta sana creencia, ayudó también en gran partea la consolidación y perfección del modelo sueco.Mientras las grandes ciudades europeas y sus fá-bricas fueron destruidas, la industria de Sueciapermaneció intacta gracias, sobre todo, a la polí-tica de neutralidad ejercida por anhelo de la con-ciencia colectiva.

En fin, muchos fueron los factores y coyuntu-ras históricas que permitieron hacer de esta socie-dad, formada por campesinos pobres, una Naciónmoderna y de bienestar social. Para que ello fueraposible, como ya lo vimos, se emprendieron gran-des movilizaciones radicales pero pacíficas. La únicaexcepción, tal vez, fue el trágico suceso de 1931en la ciudad de Ådala, donde los militares mata-ron a cinco personas cuando dispararon contra

una marcha de mineros. Aparte deesta infortunada acción, la cons-trucción de la casa sueca, desde suscimientos hasta su techo y orna-mentación, se hizo posible sin ne-cesidad de utilizar las armas perosí con una gran responsabilidad po-lítica de los diferentes estamentossociales.

Ideas que conviven

Esa fue la envidiable mansión que vinieron aobservar el gobierno y los guerrilleros de Colom-bia. Pero por cuestiones de tiempo, apenas si lesfue posible ver la fachada. Sin embargo, el solohecho de que hayan venido a Suecia y visto enesta casa de todos la fuente de inspiración de sufutura vivienda, es muy alentador.

Ojalá los representantes del gobierno centralde Bogotá hayan observado, mientras viajaban enlos cómodos trenes, que en los periódicos de de-recha expone sus puntos de vista la gente de iz-quierda. Y viceversa, porque acá hace años se en-

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000INTERNACIONALLas sanciones que el Consejo de Seguridad de la ONU impuso

en 1994 contra el régimen militar en Haití tuvieron efectos devastadores en la pobla-ción. Un estudio de Elizabeth D. Gibbons, representante de la Unicef en ese país, diceque el ingreso per cápita disminuyó en un 30%, se perdieron 250.000 puestos detrabajo y las tasas de desnutrición infantil se incrementaron en un 100%.

ILUSTRAC

IÓN

DE VÍC

TOR BARRERA

La Conferencia Mundial de Río de Janeirosobre Medio Ambiente y Desarrollo (1992),representa el más amplio compromiso de la socie-dad mundial para el desenvolvimiento equilibradode la especie humana en espacios de grave dete-rioro de la base natural de recursos y de incontro-ladas competencias por su apropiación y uso.

Las nuevas revoluciones científicas y tecnoló-gicas exacerban las ventajas comparativas de lospaíses industrializados en todos los campos delsaber y de la producción de bienes y servicios fren-te a los países más pobres y les restan a éstostoda posibilidad para acercarse a niveles de bien-estar y calidad de vida comparables. La compe-tencia indiscriminada de bienes altamente prote-gidos de las naciones afluentes frente a la pro-ducción de alimentos y manufacturas de los paí-ses en vía de desarrollo convierten a la globaliza-ción y a la “democratización de los mercados” enla más poderosa máquina para la perpetuaciónde las inequidades de la sociedad moderna.

Las protestas de Seattle durante la recienteconferencia de la Organización Mundial del Co-mercio (OMC), la crisis de las espartanas fórmu-las del Fondo Monetario Internacional para la reac-tivación de la economía de los países asiáticos y

Desarrollo sostenible

Reto dela Amazonia

parael siglo XXI

Con la urgencia de definir políticas desostenibilidad en los países menos

desarrollados y sus regiones, la UniversidadNacional sede Leticia participa en un proyectocoordinado por la Unión Europea que acoge a

naciones como Venezuela, Brasil y Bolivia.

Las nuevasrevolucionescientíficas y

tecnológicas de lospaíses desarrolladosperpetúan, a través

de la globalización yla “democratización

de los mercados”,las inequidades de

la sociedadmoderna.

FernandoFranco

ProfesorInstituto Amazónico

de Investigaciones

latinoamericanos, la rebelión de países como Tai-landia y Japón frente al “modelo”, la humaniza-ción del desarrollo capitalista con la inclusión deindicadores de impacto social que comienzan aser aceptados por el Banco Mundial y el triunfopolítico de los partidos socialdemócratas y de ladenominada tercera vía en las principales nacio-nes de la Unión Europea, constituyen signos alen-tadores para el desarrollo de los países pobres.

Estas observaciones se articulan con la urgen-cia de definir, en el marco de las recomendacionesde la Conferencia de Río, opciones posibles de de-sarrollo sostenible en los países menos desarrolla-dos y sus regiones. De esta manera, el ProyectoPerfiles Operacionales para el Manejo Sustentabledel Desarrollo en la Amazonia, “Amazonia 21”, ac-tualmente en ejecución entre seis organismos deinvestigación y universidades de Austria, Alema-nia, Holanda y el Reino Unido, y cuatro universida-des amazónicas de Colombia (Universidad Nacio-nal a través de su sede Leticia), Venezuela, Brasil yBolivia, ha permitido la canalización de recursosde cooperación de la Unión Europea hacia la granregión amazónica con una perspectiva de desarro-llo sostenible que incluya los más amplios factoresque condicionan dicho desarrollo.

Propósitos de “Amazonia 21”

El proyecto aborda asuntos básicos como lasconclusiones que pueden desprenderse del actualdebate sobre desarrollo sostenible en la Unión Eu-ropea y acerca de la situación ecológica, económi-ca y social en los países panamazónicos, así comolas coincidencias y diferencias que se identifican alenfrentar el reto del desarrollo sostenible en regio-nes tan diferentes como la Amazonia y Europa.

Otro asunto es si el flujo de materiales y ener-gía se ajusta como un instrumento de operacio-nalización del desarrollo sostenible a los proble-mas especiales, desafíos y requisitos instituciona-les en los países panamazónicos.

Intenta responder además, a la posibilidad dedesarrollar estrategias políticas e instrumentospara el manejo del cambio estructural orientadoa la reducción de los flujos de materia y los ries-gos ecológicos relacionados.

Dentro de este proyecto se busca considerarlos aspectos gerenciales y organizacionales másrecomendables para la ejecución del desarrollosostenible en el nivel local, regional, nacional einternacional.

Finalmente, el proyecto Perfiles Operaciona-les para el Manejo Sustentable del Desarrollo enla Amazonia, “Amazonia 21“, retomará las con-clusiones que se pueden derivar de la agendade investigación propuesta para el diseño de pro-gramas académicos de investigación y educaciónde posgrado en universidades de los países pa-namazónicos.

En el mes de diciembre de 1999 se llevó a caboen Leticia una reunión de expertos colombianosen el tema de la economía ambiental, con el pro-pósito de analizar los logros alcanzados por el paísen esta materia. Durante la segunda semana deenero del presente año se congregaron en la sedede la Universidad Nacional en la ciudad de Leticiarepresentantes de todos los organismos, con elproyecto a fin de evaluar los resultados alcanza-dos por el proyecto al cabo de su primer año deejecución y trazar las metas para el año 2000.

Con referencia a las áreas de investigación acargo de la Universidad Nacional se profundizarániniciativas como las siguientes: identificación y for-mulación de indicadores de sostenibilidad, análisisde flujos de materiales y energía en sectores estra-tégicos del desarrollo amazónico tales como el fo-restal y el pesquero, y un estudio detallado de de-sarrollo regional para el municipio de PuertoNariño en el departamento del Amazonas.

tendió que el pilar de la democracia es la prensahonesta y objetiva y que la expresión y conjuga-ción de las diferentes ideas políticas no paraliza alEstado, sino por el contrario lo revitaliza y oxige-na. Pueda ser que los enviados de Pastrana cuan-do fueron a encontrarse con los dueños de las fá-bricas hayan notado que los capitalistas suecos sontan poco prepotentes que bien pueden tomar elcafé en la misma mesa donde lo toman los em-pleados. Dios haya querido que alguien en el par-lamento les haya contado que acá las campañaspolíticas se llevan a cabo exponiendo claros y con-cretos programas de gobierno y no discursos vein-tejulieros encaminados a ridiculizar los aspectosfísicos del contrincante. Lo que si es lamentable esque no hayan venido en el mes de mayo para quese hubieran dado cuenta de que las manifestacio-nes obreras están encabezadas por un piquete dealegres policías. Y si hubieran llegado unas sema-nas antes, habrían alcanzado a comprender quenadie aquí puede ser condenado sin la plena se-guridad de culpabilidad.

Importante también que, a su turno, los gue-rrilleros hayan descubierto, mientras viajaban porlas rápidas autopistas, que en Suecia los anarquis-tas son la gente más organizada del mundo y lamás respetuosa del orden establecido. Pueda serque los enviados de Tirofijo cuando se toparoncon los obreros del campo, hayan notado quehasta los cerdos en ceba tienen derecho a un es-pacio bajo el sol (cuando hay), donde puedanmoverse libremente. Dios haya querido que algu-no de los ministros que los atendió les haya expli-cado en forma sencilla cómo funciona con efica-cia el sector público, y ellos hayan caído en cuentaque Marx estaba equivocado cuando decía que esdeber de todo buen ciudadano no pagar impues-tos. Lo que sí es lamentable es que no hayan veni-do en el mes de junio para que hubieran tenido laoportunidad de tender sus carpas veraniegas enmedio del bosque y disfrutar de la naturaleza sintemor alguno de ser asaltados o emboscados porgrupos paramilitares. Y si se hubieran desplazadoa Suecia dos meses antes, hubieran podido notarcon mayor facilidad que los súbditos se trasladande una ciudad a otra, sin temor alguno de conver-tirse en víctimas de una “pesca milagrosa”.

Cultura en la base

Es de esperarse, por lo menos, que el gobiernoy la guerrilla de Colombia hayan tenido juntos laoportunidad de escuchar que el proceso de demo-cratización en Suecia incluyó la creación de biblio-tecas y escuelas superiores para las masas. Y quefue por ello que el ya mencionado escritor WilhelmMoberg contaba orgulloso que una biblioteca am-bulante se había convertido para él en una alterna-tiva a las borracheras y riñas callejeras de los sába-dos. También es de esperarse que hayan podidocaminar por las calles de Estocolmo desprevenida-mente, sin pensar en el cuchillo afilado del rapone-ro o la pistola silenciosa del sicario.

Ahora cuando los enviados del Gobierno y dela guerrilla se han marchado, la pregunta que afloraes que si esta pareja tercermundista está espiri-tualmente preparada y con voluntad política parainvertir en el diseño de una casa al estilo de sue-cia. Esperamos que sí, pero para ello primero senecesita que contraigan nupcias y que tenganmuchos invitados. Y que después comprendan quela mejor enseñanza que se puede tomar del reinosueco es que la paz no se puede hacer sin la parti-cipación efectiva del pueblo y que la democraciasin la movilización honesta de las masas no es po-sible. Ese es el secreto del modelo sueco.

FOTOGRAFÍA CORTESÍA DE FERNANDO URBINA

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FOTOGRAFÍAS DE FERNEY TAFUR CAMACHO

Armenia - Zona 13. Bajo esta categoría se tra-zan los límites de un fragmento de ciudad que, porsus características sociales y económicas, es de losmás complejos en la reconstrucción del Eje Cafete-ro después del sismo del 25 de enero de 1999.

355 hectáreas, 65.000 habitantes. La Zona 13reúne la quinta parte de la población de Armenia,una sociedad diversa, de estratos uno, dos y tres;familias de cinco miembros, en promedio, que an-tes del terremoto residían en el lugar como arren-datarios (al comparar, los propietarios son pocos)en viviendas frágiles en su construcción o localiza-ción y que si no fueron totalmente devastas con elsismo, requieren ser reparadas, reconstruidas oreubicadas.

Un buen número de estas familias (1.705) ha-bita hoy bajo un techo improvisado. En la Zona13 se encuentran nueve asentamientos de los 62que hay en la ciudad y seis alojamientos de 59.Unos y otros son hogares de paso pero con carac-terísticas diferentes. Los primeros son barrios quelevantó la gente en una o dos semanas sobre pre-dios de urbanizadores; conformados por casas deseis por 12 metros, con paredes de esterilla cu-biertas por una lata zinc, cocina individual y servi-cios públicos no legalizados. Los segundos, cuar-tos de tres por cuatro metros, en madera, con ser-vicios sanitarios y cocina compartidos a manerade salón comunal, y ubicados en canchas deporti-vas o predios del municipio. En un asentamientohabitan alrededor de 360 familias, en un aloja-miento, 150.

Adicionalmente, reside en el sector otro grupode familias (cerca de 500), catalogadas como po-seedores, que se encuentran en zona de alto ries-go y precisan ser reubicadas.

Los 59 barrios que conforman en la actualidadla Zona 13 se levantan sobre laderas y taludes cuyageografía se asemeja a los dedos tendidos y abier-tos de una mano, entre los cuales corren ríos yquebradas. Estas pequeñas islas o valles –señala eldiagnóstico del Centro de Estudios para la Preven-ción de Desastres de la Universidad Nacional, Ce-preve- son territorios de gran fragilidad ecológicaque han recibido un uso inadecuado en el proce-so de construcción de la ciudad.

“Los taludes -enfantiza el Cepreve- creados porla acción de las aguas son abruptos, con pendien-tes superiores a 30°, propensos a los deslizamien-tos por exceso de humedad causada por aguaslluvias o servidas, por sobrecarga o por sacudidassísmicas”. El Centro agrega que muchos de estosespacios deberían ser destinados a otros usos dis-tintos a la vivienda.

La tierra está escasa

Un habitante más, pero neutro, reside en la13: la Universidad Nacional de Colombia. La insti-tución forma parte de los 15 organismos no gu-bernamentales (ONG) a los que el Fondo para laReconstrucción y Desarrollo Social del Eje Cafete-

ro (Forec) entregó la gerencia de las 15 zonas enque fue organizada la ciudad después de la trage-dia. La Nacional y la de Antioquia son los centrosuniversitarios que participan como gerentes zo-nales; los demás son fundaciones: Restrepo Bar-co, Conconcreto-Codesarrollo, Comfama, Funda-ción Fes, Cenaprov, Cámara de Comercio Arme-nia, Fundación Carvajal, Fundación Solidaridad porColombia, Acodal, Corporación Minuto de Dios,Fedevivienda y Fundecomercio.

En sus proyectos de reconstrucción las geren-cias deben abarcar cinco áreas: jurídica, adminis-trativa, social, económica y física o técnica. Dadaslas condiciones o problemáticas de su zona, algu-nas gerencias han concentrado esfuerzos en ge-nerar programas de vivienda o seleccionar cons-tructores. No es el caso de la 13. El trabajo aquí,antes de hallar una solución al drama habitacio-nal, ha sido construir o reconstruir el tejido socialde las comunidades para que sean éstas las queplanteen soluciones.

De tal forma, hoy se sabe quiénes residen en laZona 13, de dónde vienen y cómo viven. El áreade Vivienda de la Gerencia cuenta con la informa-ción completa y sistematizada sobre propietariosy poseedores afectados. Cada persona tiene unacarpeta con su respectiva documentación y datosno sólo sobre valoración de daños (con levanta-miento de planos y fotografías), también con in-formación que permite elaborar un perfil sociola-boral de la población, en ello trabaja la Facultadde Economía.

También se conoce qué esperan. Si bien se halogrado obtener un registro de población, que seconfrontó con el censo del Ministerio de Desarro-llo, las comunidades se han dado a la tarea deidentificar necesidades no sólo del orden econó-mico, sino de carácter sociocultural, esto les per-mite plantear con mayor claridad sus expectati-vas. Es decir, hay una demanda organizada paracuando se llame a una vitrina inmobiliaria que co-ordinará la Cámara de Comercio.

Cerca de 2.000 familias precisan vivienda deinterés social. El subsidio del Forec contempla$4.000.000 para un lote de aproximadamente 50metros cuadrados, con servicios, y $8.039.640para una vivienda básica de 37 a 42 metros cua-drados.

Sin embargo, en Armenia la tierra está escasa ypor lo tanto, sobrevalorada. Palabras más palabrasmenos, no hay sitios disponibles para urbanizar, biensea por el precio, las condiciones del terreno o lasrestricciones del Plan de Ordenamiento Territorial(Porte) 1999-2006, que reglamenta, entre otrascosas, construcciones a partir de los 12 metros delquiebre de pendiente. Motivo por el cual algunascomunidades empiezan a contemplar la posibilidadde establecerse fuera del perímetro urbano e inclu-sive en otros municipios. En este proceso la Univer-sidad Nacional las acompaña y asesora, es su debergarantizar que la reubicación o relocalización se llevea cabo en terrenos estables y bajo las condicionesque ofrece el Forec.

De la cañada, un parque

El Forec asignó a la reconstrucción de la Zona13 un presupuesto de $50.509,798 de los cualesse han comprometido cerca de $11.122 millones,

Cuando mi casa esel barrio y el barriola ciudad

Con el terremoto, los habitantesdel suroccidente de Armenia se

quedaron sin dónde vivir; desolucionar el drama de la vivienda

pasaron a reflexionar sobre susproblemáticas. Hoy la comunidad

da ejemplo al país enreconstrucción de tejido social.

En Armenia la tierraestá escasa, por lo

tanto, sobrevalorada.No hay sitios

disponibles para unaurbanización de

vivienda de interéssocial, bien sea por elprecio, las condiciones

del terreno o lasrestricciones del Plan de

OrdenamientoTerritorial.

Olga MarínArangoPeriodista

Unimedios

Éstos son alojamientos, hogares transitorios mientraslas familias reconstruyen su casa.

En los asentamientos los niños inventan sus juegos o encuentranrecreadores de la comunidad que les enseñan a utilizar el tiempo libre.

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000U.N. REPORTAJEequivalentes a un 22% de la inversión; compro-

metidos en vivienda $8.628,9 millones y en equi-pamiento urbano $938.270 millones.

Como obras físicas son responsabilidad de laUniversidad Nacional 16 proyectos de equipamien-to y amoblamiento urbano, manejo de aguas resi-duales, infraestructura de servicios públicos y man-tenimiento de la red vial, cuyos estudios estructu-rales, ambientales, arquitectónicos y económicos,y los diseños son desarrollados conjuntamente porla Facultades de Artes de Bogotá, Arquitectura eIngeniería de Manizales y el Instituto de EstudiosAmbientales (Idea) de Palmira.

En este grupo se encuentran, entre otras obras,la reconstrucción de dos colegios y tres centros desalud; la adecuación del matadero que será con-vertido en frigorífico; la rehabilitación de tres igle-sias y la construcción del Centro RecreodeportivoCiudad Dorada, cuya área se estima en dos hectá-reas. La ejecución de las obras será adjudicada porlicitación y la interventoría estará a cargo de laUniversidad.

En 1996 el Departamento Nacional de Esta-dística, Dane, llama la atención sobre la formacomo se está construyendo la ciudad: con una vi-sión individual y una ausencia marcada de valorescolectivos sobre lo urbano. La Zona 13, ademásde estar densamente poblada, carece de espaciospúblicos, zonas recreativas, áreas comunes y pai-saje, a pesar de sus montañas y quebradas. LaUniversidad Nacional además de entregar señali-zación y demarcación de paraderos, propone paraArmenia un gran parque natural, refugio de espe-cies y lugar de encuentro de la sociedad, que seextienda como un corredor verde por las cañadasde la Zona 13.

Este “parque ecológico metropolitano” con-templa la construcción de circuitos peatonales yciclopistas, obras de infraestructura para la segu-ridad de los taludes y equipamiento urbano.

Los unos y los otros

Si bien los proyectos físicos están sobre planosy serán visibles en el segundo semestre del año,otros de distinto carácter llevan ya un buen trechorecorrido. Organizados en mesas de trabajo -Em-pleo, Madres Comunitarias, Juventudes, AdultosMayores y Alojamientos y Asentamientos- los po-bladores de la Zona 13 abordan temas relaciona-

“Tres días después del terremoto, un peque-ño grupo de personas que vivíamos en el barrioEl Milagro llegamos a este lote, comenzamos porlimpiarlo y aquí levantamos nuestra casa. Una se-mana después había 30 familias; seguía llegandogente y en menos de 10 días éramos casi 500.No sé, apareció entonces un sentido de perte-nencia, tal vez egoismo, y empezamos a impedirel ingreso de personas que quisieron “pescar enrío revuelto”, avivatos que, incluso, tenían casa.Se despertó un sentido de comunidad, nos iden-tificamos los unos a los otros y supimos a quie-nes nos unía la pérdida de familiares, vecinos, ami-gos, enseres.

“Ésta no es una invasión. Aquí trazamos, hom-bro a hombro, cada calle, mis manos hicieron estacasa, hicieron este barrio compuesto por manza-nas. Es cierto, en Renacer I y II hemos hecho po-sesión colectiva, y frente a los dueños de los pre-dios tenemos una actitud propositiva, hemos fir-mado compromisos. Pedimos, eso sí, que no nosdiscriminen, somos personas dignas. Frente a unaamenaza de desalojo, contamos para dialogar conuna Junta Directiva, pertenecemos a la Asocia-ción Municipal de Organizaciones Comunitarias,asistimos a las Mesas de Negociación donde tie-nen voz todos los asentamientos. Es decir, coninteligencia y apoyados en una negociación bus-camos alternativas.

“Como yo, han surgido de la tragedia otroslíderes. Y como yo, en la tragedia hemos apren-dido a soñar con la ciudad, el barrio, la comuni-dad. Hemos aprendido qué es la democracia. Yahora sabemos que queremos hacer del lugardonde vivamos una ciudadela de reflexión, ejem-plo de convivencia, donde las soluciones a nues-tros problemas sean concertadas. El verdadero lí-der no es el que gestiona la ayuda, es el que sen-sibiliza, el que hace comunidad”.

Fernando Criollo, 36 años

Mis manoslo hicieron

Testimonio

dos con la salud, la educación, la gestión públicay la cultura. Es evidente que el terremoto no sólotrajo consigo su propia tragedia, agudizó proble-máticas sociales existentes, tales como la insegu-ridad, el consumo de drogas, la desprotección enmateria de salud, el abandono de la población in-fantil, la pérdida de valores.

A través de las mesas de trabajo y medianteun proceso pedagógico y participativo que acom-paña la Universidad Nacional, la comunidad haformulado 23 proyectos de fortalecimiento socialque cubren población en riesgo de indigencia,adultos mayores, madres cabeza de hogar, niños,jóvenes y padres de familia, y plantea programasde capacitación, aprovechamiento del tiempo li-bre, recuperación sicológica y afectiva, atenciónen salud mental y atención primaria en salud.

Trabajo lento, cotidiano, de diálogos y partici-pación que ha permitido generar solidaridad, per-tenencia e identidad, hacer de la Zona 13 un gru-po humano que se siente actor participativo en elmomento de tomar decisiones que se traduzcanen beneficios no sólo personales sino también fa-miliares y comunitarios. Un logro si se revisa comoen su informe inicial Cepreve señala lo débil quese encuentra la participación ciudadana, comuni-taria y política de los habitantes de Armenia.

Este proceso se apoya en seminarios y talleresque desarrolla tanto la Universidad como otras ins-tituciones, orientados a la formación de líderes opersonas comprometidas en la búsqueda y mejora-miento de las condiciones de vida de la población.Se han trabajado componentes artísticos, deporti-vos, recreativos y culturales; también se ofrece ca-pacitación en áreas como panadería, confección,cárnicos, autoconstrucción sismorresistente.

Resultado de estos esfuerzos ha sido disminuiren un 70% la morbilidad en la zona, en casos deenfermedad diarreica aguda y enfermedad respi-ratoria. Lo es igualmente un sistema de organiza-ción cooperativa como el que logró el alojamientoNuevo Amanecer, donde no sólo se produjeronbienes de consumo sino que también los merca-dos que entregaba el Forec fueron vendidos a unbajo precio entre la comunidad, lo que les ha per-mitido contar hoy con un ahorro base para la ad-quisición del lote donde construirán sus viviendas.Una mirada que proyecta el territorio que se habi-ta como posibilidad de desarrollo y polo econó-mico y cultural.

Las mujeres juegan un papel fundamentalen la reconstrucción de Armenia.

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000

LA U.N. PREGUNTA

Rodrigo PardoTurriagoProfesorFacultad de Medicina

Nunca antes habíamos asistido a una crisis enel sector de la salud de la magnitud actual. Resultallamativo igualmente que nunca se habían asigna-do recursos económicos en tan cuantioso monto ala salud como en las actuales circunstancias. La cri-sis hospitalaria parece convertirse en un lugar co-mún. Desde el escenario de la academia hasta lasmesas de trabajo de los líderes sindicales, pasandopor las agendas del sector financiero y de los fun-cionarios estatales, el análisis de la crisis actual harecibido cumplida y diversa atención, reflexión conprofundidad variable y formulación de soluciones,viables o no, para lo que parece ser un problemasobre-diagnosticado.

Muchas variables contribuyen a configurar la cri-sis actual; como ha sido puesto de relieve, ésta nodescansa exclusivamente en aspectos económicos.

Los líderes sindicales han denunciado la inefi-ciencia administrativa, la corrupción y el clientelis-mo como algunos de los factores que nos han lleva-do a la actual situación. Ellos mismos y no pocosanalistas en el campo de la política y la economía nodudan en responsabilizar a los planes de desarrollo,al modelo neoliberal, a la globalización e interna-cionalización de la economía como los principalesresponsables.

El sector financiero nunca como antes encon-tró presupuestos tan auspiciosos en el sector de lasalud como en el momento presente y en su lógicade mercado y de eficiencia económica no encon-tró obstáculos para convertir a los usuarios en clien-tes (y no pacientes) a quienes dispensar serviciosrestringidos sin arriesgar fugas de capital. Así mis-mo el espacio a la intermediación financiera havenido adquiriendo cada vez mayor importancia ycolocando recursos muy lejos de su verdadero des-tino social y de beneficio comunitario. Los profe-sionales de la salud, en gran parte excluidos poracción u omisión en la etapa que antecedió a ladiscusión y aprobación de la Ley, hemos visto uncambio gigantesco en el marco de referencia delejercicio de las otras profesiones liberales de la sa-lud: el paciente como cliente, las IPS como emplea-dores autocráticos y las Entidades Promotoras deSalud -EPS- como extraños intermediarios posee-dores de la verdad y jueces supremos del acto mé-dico bajo criterios económicos de rentabilidad.

Los principios de servicios, beneficencia y aten-ción, que por años inspiraron el quehacer de nues-tros centros hospitalarios, claudicaron en su vigen-cia para dar paso a una confusa y dudosa éticacorporativa. La calidad en la atención cedió su lu-gar a las consideraciones de rentabilidad, sosteni-bilidad y rendimiento financiero. La ampliación decobertura lejos de procurar ser una extensión cali-ficada, oportuna y asequible de servicios se convir-tió en un ejercicio matemático de incrementar losdivisores para mejorar los cocientes.

En este número de U.N. Periódico hemos que-rido consultar la opinión de tres autorizados exper-tos en el tema, quienes desde diferente óptica per-ciben el problema y aventuran soluciones de cortoy largo plazo.

¿Cómo interpreta usted el papel de laintermediación financiera entre quienaporta y quien recibe los servicios de salud?

José Félix PatiñoLa Ley 100, cuyos propósitos y objetivos en cuanto a

aseguramiento universal y equidad todos alabamos, po-see un grave defecto estructural: creó la figura del inter-mediario financiero -no la del verdadero asegurador- enel sistema. El lucro, la oportunidad de negocio, en uncampo que es claramente de servicio público aparececomo contrario a la moral social. Quien recibe los servi-cios ya no es tratado como paciente sino como cliente.Quien usa los servicios no es visto como persona mere-cedora de la mejor calidad de atención, sino como unsujeto que consume recursos y disminuye la oportuni-dad de lucro.

En el país existe angustia por el desastre que sepresenta en el sector de la salud. Lo que ha pasado esrealmente paradójico. Los recursos se han incremen-tado desde menos del 4.0% del PIB en 1993, a másdel 10% en 1999, pero no han llegado a su destino,que es la atención del paciente. Recientemente el mi-nistro de Salud anunció que se han perdido dos billo-nes de pesos de los recursos del sector.

Con la recuperación de esta suma, en dos años seresolvería el problema de los hospitales públicos, tantoen lo pertinente a actualización de tecnología como aarreglos laborales. Pero el ex ministro Juan Luis Londo-ño ha dicho que se pierde la mitad de los recursos. Siéstos corresponden al 10% del PIB, estaríamos frente auna pérdida de 3.500 millones de dólares, es decir sietebillones de pesos. La Superintendencia Nacional de Sa-lud ya inició investigación por pérdidas debidas a múlti-ples afiliaciones en el Sistema General de Seguridad So-cial en Salud -SGSS-. Es decir, que la intermediación apa-rece como un gran factor de culpa en el despilfarro delos recursos en el sector. Por eso vemos hoy gananciasde los intermediarios frente a una ruina de los hospita-les públicos.

Jaime AriasLa intermediación financiera y operativa es muy útil

cuando está regulada, existen condiciones de compe-tencia y no se establecen con el propósito de engañaral sistema. Cada cual debe especializarse en su traba-jo, las EPS en las tareas de aseguramiento y control ylas IPS en prestar servicios de atención médica en con-diciones de oportunidad, calidad y efectividad. La lí-nea de intermediación deber ser mínima y sencilla.

Jorge Iván GonzálezEl flujo financiero es vital para la supervivencia del

sistema. Como lo señalé en el punto anterior, la ten-dencia a la concentración y al fortalecimiento de algu-

Equipoperiodístico

Unimedios

¿Cuál ha sido el impacto real de los nuevosmodelos de prestación de servicios desalud en la viabilidad de las institucioneshospitalarias?

José Félix PatiñoLa respuesta tiene que ser: desastroso. Esto es evi-

dente. Ha producido una crisis sin antecedentes en lahistoria del país. Y lo más grave: ha afectado princi-palmente a la red pública de hospitales, o sea a aque-llos que prestan servicios a las clases económicas másdesvalidas y que, por otra parte, son los principalesescenarios para la docencia y los mejores equipadospara realizar investigación.

Jaime AriasEn general, las entidades hospitalarias no han po-

dido acomodarse al nuevo ambiente competitivo y demayores requerimientos (facturación, requisitos míni-mos, costeos, comercialización, etc.) y mucho menosal manejo del subsidio a la demanda. Los hospitalespúblicos, los del Seguro Social y algunos privados sinlucro funcionaron por décadas basados en presupues-tos asignados desde otras instancias y jamás se vieronobligados a generar otro tipo de ingresos ni a contro-lar sus gastos para maximizar los rendimientos de suoperación.

Jorge Iván GonzálezEl modelo de prestación de servicios implemen-

tado a partir de la Ley 100 del 93 ha puesto en evi-dencia tres hechos: el desarrollo de un mercado seg-mentado, el ahogo financiero y los problemas de fun-cionamiento y gerencia de los hospitales.

El mercado se ha segmentado en el sentido deque las Instituciones Promotoras de Salud -IPS- pri-vadas y públicas que pueden hacerlo, han tratado deconcentrarse en actividades de baja y media comple-jidad, que desde el punto de vista financiero son másviables que las de alta complejidad. Esta tendenciaha llevado a que las atenciones más costosas recai-gan en unos pocos hospitales, generalmente públi-cos. Esta segmentación va en contra del espíritu dela Ley 100, que suponía iguales condiciones de com-petencia para todos. Los retrasos en los pagos de lasEPS ha ahogado financieramente a los hospitales. Des-pués de la Ley 100 no sólo se ha segmentado el mer-cado entre los hospitales. También se ha dado un pro-ceso de concentración, que coloca a unas EPS en unasituación privilegiada. La falta de una verdadera com-petencia entre las instituciones aseguradoras facilitaprácticas monopólicas, como la decisión unilateral deaplazamiento de los pagos.

La Ley 100 ha puesto en evidencia la mala geren-cia y la pésima administración de muchas IPS.

Jaime Arias,Presidentedel Institutode Seguros Sociales.

Múltiples variables entran en juego al analizar la actualsituación de los hospitales en nuestro país.

Aproximaciones a un tema que afecta sensiblemente alos usuarios de los servicios de salud.En

los hospitales el

Los verdaderos responsables deldesequilibrio estructural de las

finanzas de muchos hospitales ysistemas más complejos como el del

Seguro Social no son los sindicatosque hábilmente han ganado terreno

sino los negociadores de las entidadesque por ignorancia o debilidad han

cedido para calmar la presión sindicalsin entender el impacto de lasconcesiones en el largo plazo.

FOTOGRAFÍAS DE GUILLERMO FLÓREZ

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José Félix Patiño,Presidentede la AcademiaColombianade Medicina.

papel fundamental. Creo que es equivocado y utópicopretender que todos los hospitales se autofinancien.Pero, de todas maneras, los hospitales sí tienen quereducir los costos y evitar el despilfarro de recursos hu-manos y financieros.

¿La privatización de los servicios de saludno está precipitando de una maneraacelerada la crisis del sector?

José Félix PatiñoClaro que sí, especialmente en el régimen subsidia-

do. Es allí donde hay una clara subordinación del inte-rés público en favor del interés privado. Pero el proble-ma no es lo privado. Las empresas privadas de serviciosocial, o sea sin ánimo de lucro -pongo como ejemploa la Fundación Santa Fe de Bogotá, que conozco bien,y a la Fundación Valle de Lili- pueden ser modelos deservicio social, de eficiencia y alta calidad de servicio. Elproblema es la deslegitimación del Estado, de la capa-cidad de servicio de las secretarías de salud en favor deintermediarios financieros que vieron la oportunidad denegocio, y que en forma rampante han consumido granparte de los recursos destinados a la atención de lossectores más pobres de la población. Por el contrario,personalmente veo bien la privatización en el régimencontributivo, siempre y cuando se mantenga concomi-tante la presencia reguladora del ISS.

Jaime AriasLa privatización ha existido siempre en Colombia.

Los hospitales públicos siguen siendo públicos. Las em-presas de medicina prepagada existían antes de la Ley100 del 93, lo mismo que las aseguradoras. En el siste-ma de seguridad social se permitió la competencia yapareció el capital privado en muchas EPS, lo cual en síno es malo (si existe competencia y regulación pública).Lo grave sería el debilitamiento del ISS pues éste es unvalioso instrumento de moderación del mercado en ma-nos del Estado.

Jorge Iván GonzálezLa Ley 100 pensó ingenuamente que la oferta y la

demanda funcionan de manera transparente en el mer-cado de los servicios médicos. Los hechos están demos-trando que hay tendencias concentradoras y segmen-tadoras. Además de las que he mencionado, la integra-ción vertical EPS-IPS-laboratorios es otra de las prácti-

cas anti-mercado, contrarias al espíritu de la Ley 100,que buscaba la separación entre asegurador y presta-dor. Si el mercado no está operando como lo habíaconcebido la Ley 100, el proceso de privatización -ex-presado en el paso de los subsidios a la oferta a lossubsidios a la demanda- se ha quedado a mitad de ca-mino. Las evidencias muestran que no se lograrán eli-minar los subsidios a la oferta. Pero, por otro lado, sesigue manejando el sector con los criterios de deman-da que inspiraron la Ley 100. El híbrido ha acentuadola crisis del sector.

¿Cómo ve en el corto plazo la solución alproblema hospitalario y su repercusión ennuestros índices de capital humano?

José Félix PatiñoCuando anunciaba Juan Luis Londoño la promul-

gación de la Ley 100 -hace seis años-, claramente expli-có cómo los nuevos y grandes recursos que llegarían alsector, permitirían que los hospitales públicos saldaransus pasivos laborales y actualizaran su tecnología parahacerlos competitivos en el nuevo mercado de la salud.Los recursos llegaron, en enorme cuantía, pero el mis-mo Londoño ha dicho que la mitad se pierde. Enton-ces, ¿dónde están esos recursos?, ¿quién se los ha lle-vado? Ciertamente no han sido los hospitales. La solu-ción es sencilla, por lo menos en su planteamiento: hayque recuperar los dineros que han sido sustraídos odesviados y hay que impedir que se sigan despilfarran-do, a fin de aplicarlos donde debe ser: el servicio a lacomunidad. En este sentido, la Superintendencia Na-cional de Salud y el Ministerio de Salud adelantan im-portantes acciones que merecen todo el apoyo de laNación.

Jaime AriasEl problema hospitalario es delicado por el trauma-

tismo que causa a los trabajadores del sector. No estoyseguro que en Colombia tengamos un déficit de camashospitalarias. De hecho el estudio más profundo reali-zado sobre la materia con el apoyo de La Previsora,demostró lo contrario. No olvidemos que existe unamarcada tendencia mundial a la disminución de las ca-mas hospitalarias per cápita debido a las nuevas ten-dencias del manejo de los pacientes y su patología: hos-pital de día, clínicas socio sanitarias, cirugías ambula-torias y otros.

Jorge Iván GonzálezEstudios realizados por la Misión Social del Depar-

tamento Nacional de Planeación muestran que el gastopúblico destinado a los hospitales no tiene un impac-to redistributivo, en el sentido de que los pobres noson los mayores beneficiarios. En estos momentos decrisis el deterioro del capital humano de los pobres hasido evidente. Desde 1985, cuando se empezó a me-dir, el Índice de Condiciones de Vida mejoraba cadaaño. En el 97 y el 98 el índice se estancó.

nas EPS ha distorsionado el espíritu de competenciaque motivó la Ley 100. Una EPS poderosa pone en ja-que la estabilidad financiera de cualquier hospital. Es-tamos en mora de hacer estudios que nos permitansaber qué porcentaje de los recursos del sistema desalud se está quedando en manos de las aseguradoras.

¿En su opinión, son en realidad lasorganizaciones sindicales las responsablesde la crisis estructural de los hospitales?

José Félix PatiñoYo no creo que sean las responsables. Todos los ana-

listas coinciden en que es la implementación de la Ley100, el mecanismo administrativo para el flujo de loscuantiosos fondos que aporta la reforma, la causa prin-cipal del problema. Hemos oído a autorizados vocerosde los hospitales decir que si los dineros fluyeran a loshospitales, tendríamos el mejor servicio de salud deAmérica Latina. Pero, ojo: sí es evidente que algunasconvenciones colectivas han colocado a muchos hos-pitales en situaciones muy difíciles. Aquí también hayculpa, y todos queremos ver una solución socialmentejusta que, por lo demás, ya no da espera.

Jaime AriasLos verdaderos responsables del desequilibrio es-

tructural de las finanzas de muchos hospitales y siste-mas más complejos como el del Seguro Social no sonlos sindicatos que hábilmente han ganado terreno, sinolos negociadores de las entidades que por ignorancia odebilidad han cedido para calmar la presión sindicalsin entender el impacto de las concesiones en el largoplazo. Los enormes sobrecostos convencionales estáncausando el cierre de muchos hospitales y aún aplican-do hoy fuertes correctivos el daño causado por los efec-tos de esas negociaciones no es corregible sino en mí-nimo grado.

Jorge Iván GonzálezLas organizaciones sindicales no son las responsa-

bles de la crisis estructural de los hospitales. Pero, sinduda, hay ineficiencias que deben ser corregidas, conel fin de reducir los costos de la prestación de los servi-cios. Hay hospitales que tienen una pésima administra-ción y que despilfarran recursos. Estas malas prácticasdeben subsanarse. En este proceso de reestructuración,las organizaciones sindicales están llamadas a jugar un

mercado noperdona

Quien usa los serviciosno es visto como

persona merecedora dela mejor calidad de

atención, sino como unsujeto que consume

recursos y disminuye laoportunidad de lucro.

Desde el mundo del mercado se entiende y se defiende la ética corporativa.¿Cómo se ve esto desde el mundo de los médicos?

José Félix PatiñoLas corporaciones tienen como objetivo el lucro, pero conocemos muchas de gran responsabilidad

social que han hecho cuantiosas inversiones de beneficio público. La ética corporativa se mide pordiferentes parámetros; en el caso del sector de la salud, tales parámetros deben incluir a aquellos quetienen que ver con el cumplimiento de su obligación social, el respeto por los derechos del paciente, lagarantía de calidad del servicio, el fortalecimiento de profesionalismo médico y su autonomía intelec-tual. Si eso se cumple, la ética corporativa resulta compatible y aliada con la ética médica, con la éticahipocrática. Si no se cumple, entonces es antagónica con ella, cuyo fundamento, cuya obligaciónmoral, es el mejor servicio al paciente y a la sociedad.

Jorge Iván Gónzález,profesor de la Facultad deCiencias Económicas de laUniversidad Nacional.

El mercado se hasegmentado en el sentidode que las IPS privadas y

públicas que puedenhacerlo, han tratado de

concentrarse en actividadesde baja y media

complejidad, que desde elpunto de vista financiero

son más viables que las dealta complejidad.

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Más allá del reino de las mentiras concertadas, existenrincones donde aún florecen minúsculas certezas; lejos

del mundo de las máscaras, donde se reconoce el eco delsilencio, la utopía y el ruido del desasosiego, brilla con luz

propia la verdad.Carlos Mario Orozco Castañeda

Desde muy tempranas horas de la maña-na un grupo de hombres indígenas de la co-munidad Embera de Jaidukamá emprendecamino al bosque para regresar, seis días des-pués, cargado de una, dos o tres arrobas de beju-cos, cortados en tiras, enrollados y unidos conguascas, que se convierten en la materia primapara la elaboración de uno de los productos másrepresentativos de la comunidad: la cestería.

Procesoartesanal en

vía deextinción

Los bejucos, considerados por algunos comomalezas y por otros como el segundo tipo biológico

de mayor importancia, después de los árboles,fueron la materia prima de un trabajo ganador delConcurso Otto de Greiff de excelencia investigativa.

Luz Enit AriasRestrepo

PeriodistaUnimedios

Este oficio encierra un bagaje de conocimien-to y de facultades que han sido adaptados por lascomunidades indígenas a su entorno natural, ex-presando en él toda la riqueza creativa de su cul-tura. Para la mayoría de los integrantes de la co-munidad Embera la cestería es la principal fuentede ingresos, pero son múltiples los factores quedesestimulan hoy la práctica de este oficio artesa-nal y amenazan con su extinción.

El resguardo de los Embera de Jaidukamá oSan Matías tiene una población de 213 habitan-tes y está ubicado en las estribaciones de la Serra-nía de Ayapel, en el margen izquierdo del río SanMatías, municipio de Ituango, Antioquia. Tradicio-nalmente, la mayor demanda de objetos de ceste-ría producidos por esta comunidad respondía auna necesidad real del medio local, pero la apari-ción de los recipientes plásticos y de metal sustitu-yó los canastos utilizados por los campesinos dela región en la recolección de cosechas de café,fríjol y maíz. De igual modo, las escobas de fibrasartificiales suplieron las de palma amarga e iraka yla sustitución de los fogones de leña por los eléc-tricos determinó la casi desaparición de las chinas(pepenas) porque ya no se necesitaban para avi-var el fuego.

Hoy, sin embargo, continúan ofreciéndoloscomo productos artesanales, pero las relacionesde intercambio son desventajosas para los indíge-nas, pues el valor comercial dado a estos produc-tos, generalmente impuesto por los demandan-tes, no corresponde a los costos reales de la pro-ducción, los cuales son estimados arbitrariamentey sin tener en cuenta aspectos como el valor de lamateria prima; el tiempo invertido en la recolec-ción, procesamiento y fabricación del artículo; elcosto del desplazamiento a los mercados y la maes-tría de quien lo elabora.

Por esta razón, muchos de los artesanos califi-cados, ante la imposibilidad de satisfacer sus ne-cesidades básicas de manera directa a través de laventa de productos de cestería, han recurrido aljornaleo, la extracción esporádica de oro, la ventade excedentes agrícolas y la cría de bovinos comoúnicas alternativas viables.

Además, resulta paradójico que la adopciónde nuevas técnicas y la fabricación de objetos fo-ráneos, que temporalmente mejoran el acceso alos bienes de consumo, simultáneamente deter-minen en gran medida la desaparición de los ob-jetos inherentes a su cultura, de sus técnicas deelaboración y del contenido simbólico y emotivoinmerso en éstos.

Utilidad de las malezas

La disminución en la oferta natural de materiaprima en las fuentes silvestres de abastecimiento esuno de los factores que más influye en la desesti-mulación de la práctica de la cestería en la comuni-dad Embera de Jaidukamá. Por ello, Carlos MarioOrozco Castañeda, estudiante de la carrera de In-geniería Agronómica de la Universidad Nacional deColombia, sede Medellín, realizó la investigación:“Plantas útiles en cestería y sus estrategias de apro-vechamiento en la comunidad Embera de Jaiduka-má, Ituango (Antioquia)”, ganadora del concursoOtto de Greiff-Excelencia Investigativa 1999, con elfin de aportar algunos elementos referentes a lascaracterísticas botánicas y ecológicas más impor-tantes de las principales especies empleadas en ces-tería y como un aporte a la conservación de la cul-tura material de dicha comunidad.

Según Orozco, las plantas denominadas vul-garmente “iraka” y “congo” son la materia primautilizada por las mujeres Embera para la elabora-ción de sus productos de cestería; dichas plantas

son relativamente abundantes y se encuentran enlos rastrojos, en áreas de cultivos y en las riberasde los ríos y quebradas cerca de los tambos (vi-vienda Embera). La recolección de estas plantasno interfiere en las labores domésticas, lo que lesfacilita la elaboración de chinas, esteras, escobas ysombreros, entre otros.

Los bejucos, que según la Unesco (1980) sonel segundo tipo biológico de mayor importanciadespués de los árboles en los bosques, son la ma-teria prima para la fabricación de canastos (gran-des y pequeños). Éstos son recolectados únicamen-te por los hombres debido al tiempo y el excelenteestado físico que requiere dicha actividad.

Carlos Mario Orozco afirma que tradicionalmen-te las ciencias forestales y agrícolas se han referidoa las plantas útiles en cestería como “malezas”, bajola hipótesis de su “reducido valor comercial”, hábi-tos de crecimiento y estrategias de supervivencia.Hoy, bajo el concepto de “recursos forestales nomadereros” o “recursos vegetales promisorios”, sereconoce en estas plantas la posibilidad de una uti-lización y ordenación más racional, y se constitu-yen en elementos potencializadores de estrategiasde desarrollo de comunidades marginales y conser-vación de los recursos naturales.

Sin embargo, la necesidad de buscar nuevasestrategias de supervivencia ha llevado a los Embe-ra de Jaidukamá a implementar un sistema agrícolaque desfavorece la propagación de las especies úti-les de cestería, debido a que la aplicación de losmétodos de tumba y quema que utilizan inhibensu germinación, establecimiento y rebrote.

Para una cestería competente

La reducción del territorio tradicional indígenaal área limitada de un resguardo, las condicionesambientales, la introducción gradual de caracterís-ticas del sistema de explotación capitalista de losrecursos naturales y humanos, los procesos de sin-cretismo cultural, el acompañamiento paternalistay superficial que han hecho distintas institucionesen la zona, han influido en la adopción de formasde explotación de los recursos naturales desfasadasde los contextos natural, cultural, económico, so-cial y político de los Embera de San Matías.

La Secretaría de Agricultura del Departamentode Antioquia, en busca de una alternativa para lapreservación de la cultura artesanal, adelantó elPrograma Agropecuario y de Recursos Naturalespara la Comunidad Indígena de Jaidukamá con elfin de evitar el deterioro de las materias primas dela cestería. Pero hasta ahora no se ha logrado unalegítima asesoría agropecuaria que, según CarlosMario Orozco, quien desarrolló su investigacióncomo parte de este programa, “debe caracterizardetalladamente todo el proceso de producción,elaborar un calendario agrícola y evaluar, de for-ma comparativa, los sistemas de tumba y pudre yde tumba y quema, para detectar las ventajas ydesventajas de cada uno. Una vez se posea unmejor conocimiento sobre dichos sistemas, quizásse puedan aportar algunos elementos para mejo-rarlos, fortaleciendo e integrando técnicas ances-trales de manejo y elementos de tecnología agrí-cola modernos”.

En caso de que se logre implementar una ade-cuada manera de preservar y propagar las mate-rias primas de la cestería, es posible comenzar apensar en una comercialización masiva de estosproductos. Pero, ¿usted cuánto pagaría por un ca-nasto de bejuco o una china de iraka? Sin duda,eso no alcanzaría para cubrir el costo del despla-zamiento de un indígena a la ciudad o municipiomás cercano para vender una de sus artesaníastradicionales.

La cestería embera

En Colombia, una persona produce un kilogramo debasura al día. La lignina, componente del papel, tarda tres mesesen degradarse; un cigarrillo con filtro tarda de uno a dos años;una lata de acero, 10 años; el plástico, 100 años o más, y elvidrio no se degrada. Entre tanto, por cada tonelada de papelperiódico reciclado hay siete kilogramos menos de contamina-ción arrojada a la atmósfera.

La cestería es la principalfuente de ingresos de la

comunidad Embera.

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000MEDIO AMBIENTEEn la Amazonia, cada día desaparecen

5.100 hectáreas de bosque tropical; durante30 años, las empresas madereras han devastadoel 14% de la región de forma ilegal, sin control niproyectos de reforestación. Mientras tanto, en elembalse del Muña, ubicado en la Sabana de Bo-gotá, el buchón, una planta acuática con fibra parala producción de papel, se reproduce en abun-dancia y genera problemas de sobrepoblación.

Se estima que si el buchón encontrara unanutrición adecuada podría alfombrar todos losmares de la Tierra en dos años y acabaría con lavida acuática al impedir el paso de la luz solar a lasprofundidades. Esta planta es considerada el co-nejo del reino vegetal, pero también es un recursodesaprovechado.

Un egresado de Diseño Industrial de la Univer-sidad Nacional hizo ensayos para elaborar papel apartir de las 78 toneladas de buchón que debenser cosechadas diariamente para mantener limpioel embalse. De ellas, sólo un 5% (la fibra con ma-yores grados de contaminación) estaría destinadoa la elaboración de pulpa.

El resultado del trabajo de Martín Solarte Gutié-rrez es la obtención de un papel hecho a mano,de buena calidad para impresión y de mayor du-ración y resistencia que los pliegos industriales.

Con otros desarrollos, la fibra del buchón po-dría utilizarse en materiales de construcción.“Buscamos alternativas de utilización a materia-les que pueden resultar desventajosos en nues-tro entorno y nos están ahogando de basura”,dice Arturo Jiménez, profesor de Diseño Indus-trial y asesor de los proyectos de investigaciónen nuevos materiales.

Los vasos para tomar tinto, que también seproducen y desechan en gran cantidad, puedentener una segunda vida como mobiliario infantil,e incluso como esculturas. Los estudiantes YaffaNaber Gómez y Jaiber Rueda los trituraron y mez-claron como aserrín para obtener un productodenominado Serrinplast. El aserrín mejora las po-sibilidades del polipropileno y lo hace más versá-til y amoldable. Con el “Serrinplast”, losestudiantes pueden desarrollar sus propios mo-delos pedagógicos. El primero en ser realizadofue un molde dental de grandes dimensiones parala práctica en aplicaciones de coronas que usual-mente hubiera sido hecho en yeso. “La idea esautoabastecernos con los desechos que genera-mos”, explica Jiménez.

Casas biodegradables

Los muebles son de trigo; el techo y las pare-des de arroz; las lámparas de cebada y los jugue-tes de avena. Ésta sería la casa del futuro si la celu-losa de los residuos o tamos que deja la cosecha

Diseñadores industriales conviertenobjetos de desecho y fibras naturalessubutilizadas en novedososmateriales con múltiples usos.

Es preciso poner acircular el conocimiento

para generar nuestrapropia tecnología y

dejar atrás ladependencia.

Consuelo Aguirre M.PeriodistaUnimedios

de cereales fuera utilizada. Al ser mezcladas conresina natural de la nuez del marañón, conocidacomo Cnls, las “pajas” que los agricultores usual-mente desechan tienen la posibilidad de conver-tirse en toda clase de objetos.

Debido a que el Cnls está aún en investiga-ción, Lyda Amparo Huertas y María Cristina Rojasintervinieron en el campo de los artículos desecha-bles: empaques, bandejas y vajilla, para lo que serequiere mezclar los tamos de cereal con alcoholpolivinílico.

En Colombia, la mayoría de productos desecha-bles son de plástico, y por lo tanto, difíciles detransformar, mientras que los objetos obtenidos apartir de celulosa son biodegradables en un 90%.Con su trabajo, además de elaborar productos conconsideraciones ecológicas y tecnologías limpias,las investigadoras buscan dar un valor agregado alas fibras nativas y reducir la dependencia externacon respecto a los materiales.

Otra posibilidad de desarrollar nuevos produc-tos está en la mezcla de fibras tradicionales conpolipropileno. El fique es un material de uso ex-tendido en empaques de productos perecederos,y en menor proporción en tejidos, refuerzos parala construcción y papel. Sin embargo, los sacos defique han sido reemplazados por costales de ma-terial sintético, lo que desencadenó desde 1994un descenso en los precios de la fibra.

Boris Villamil y Jackeline Rincón, también egre-sados de Diseño Industrial, procesaron el fique des-de sus materias vírgenes por medio de la adición desoda cáustica y plástico para obtener el Plastifique.

Este material da mayor resistencia y rigidez ala pieza que se elabore, iguala la homogeneidadde las propiedades del plástico, es impermeable,liviano, puede ser usado como aislante acústico ysu período de vida es de cinco años.

Conocimiento archivado

En los ríos de la Amazonia, los nativos utilizansogas de chiqui-chiqui para amarrar las canoas yevitar que aguas torrentosas se las lleven. Las plan-tas de chiqui-chiqui crecen en abundancia a lasombra de los grandes árboles de la selva y pue-den llegar a medir 12 metros. El uso de su fibra encestería es una tradición milenaria entre las comu-nidades indígenas del sur de Guainía. Sin embar-go, el chiqui-chiqui es un producto desconocidopara el resto del país.

Un estudio del diseñador Geffey Rodríguezbuscó darle nuevas oportunidades a la fibra. Laspruebas dieron como resultado una rápida des-proteinización del material, que se logra con laaplicación de hipoclorito de sodio. Así se reduceel proceso normal de obtención de papel por lapronta separación de la celulosa y la lignina.

Otra aplicación es la mezcla del chiqui-chiquicon otros materiales sintéticos y naturales, lo quepermite pasar de la cestería al mobiliario.

Alejandro Otálora, profesor de Diseño Indus-trial de la Universidad Nacional, sostiene que es-tos materiales tienen grandes posibilidades de seraceptados en el mercado, pero existe poco inte-rés por parte de las empresas, “hoy la industriaestá buscando materiales amigables con el am-biente, pero no apoya los procesos de normaliza-ción”. Agrega que existe el riesgo de que las in-vestigaciones de los estudiantes queden archiva-das en una biblioteca porque no existen los re-cursos para completar la ficha técnica de los ma-teriales. “Es preciso poner a circular este conoci-miento, generar nuestra propia tecnología y de-jar atrás la dependencia, y para ello necesitamosel apoyo de la industria”, sostiene.

Muebles detrigo, juguetesde avena...

La Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia con-voca a los interesados a presentar sus solicitudes de admisión al programa de Doc-torado en Ciencias Económicas aprobado por el Consejo Superior Universitariomediante el Acuerdo No. 50 de mayo 30 de 1996. El programa crea nuevos espa-cios para la investigación fundamental en ciencias económicas, contribuye en for-ma sistemática el avance del conocimiento, forma investigadores con autonomíapara dirigir proyectos y programas de investigación, y profundiza en el estudio dela economía nacional y latinoamericana. Está dirigido a personas con título de pre-grado o posgrado, excelencia en su desempeño académico y una capacidad de-mostrada para la investigación.El programa tiene una duración de tres años y requiere dedicación exclusiva. El pro-grama ofrece el título de Doctor en Ciencias Económicas.

INSCRIPCIONES PARA EL SEGUNDO SEMESTRE DE 2000Fechas de inscripción: 1 de marzo al 5 de abril de 2000, 8:30 a.m. a 12:30 p.m.Informes e inscripciones: Doctorado en Ciencias Económicas, edificio 218, calle26, oficina 123, Telefax: 316 5361. Ciudad Universitaria, Bogotá.E-mail: [email protected]

Facultad de Ciencias EconómicasConvocatoriaDOCTORADO EN CIENCIAS ECONÓMICAS

FOTOGRAFÍA CORTESÍA DE BORIS VILLAMIL

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Derechosde la mujer

a la tierra enAmérica Latina

La jefatura de hogar, en el pasado, fueuna forma para excluir a las mujeres de lasreformas agrarias. Las prácticas legales y so-ciales favorecieron a los hombres como jefes dehogar y como beneficiarios de las reformas. Estose acentuó porque la agricultura se definía comoocupación masculina, y por una ideología fami-liar que suponía que al beneficiar a los jefes dehogar, también favorecía a todos en la familia.Fue tal el peso de los mecanismos de exclusiónlegales, estructurales, culturales e institucionalesque incluso el grupo de madres en hogares endonde no había varones adultos estuvo subre-presentado entre las beneficiarias.

Uno de los avances principales respecto a losderechos de propiedad de la mujer rural en Amé-rica Latina, en los noventa tiene que ver con laentrega de la tierra a parejas. La titulación conjun-ta es un avance en términos de la igualdad de gé-nero, porque establece explícitamente que los de-rechos corresponden tanto al hombre como a lamujer que conforman una pareja. Evita, hasta cier-to punto, que uno de los cónyuges tome decisio-nes con las que no está de acuerdo el otro, comola venta, el arrendamiento o la hipoteca. Tambiénprotege a las mujeres de ser desposeídas como

Aunque no ha sido fácil romper los mecanismos deexclusión legales, culturales e institucionales, las

condiciones de la mujer rural frente a la propiedadde la tierra han mejorado en los últimos años.

Carmen Diana DeereProfesora

Universidad de Massachusetts,Amherst

Magdalena LeónProfesora

Facultad de Ciencias Humanas

resultado de abandono, separación y divorcio, o sison viudas, contra la posibilidad de ser deshereda-das. La titulación conjunta incrementa el poder denegociación de las mujeres al fortalecer su papel enla toma de decisiones sobre el hogar y la finca.

Otro mecanismo que ha permitido a las muje-res acceder a la propiedad de la tierra y tener segu-ridad de tenencia ha sido la prioridad que algunosprogramas de tierras han otorgado. Éste es unmecanismo proactivo de inclusión, pues busca su-perar la discriminación que las jefas de hogar hansufrido en el pasado, y provee protección especial alos hogares rurales más vulnerables.

Panorama actual

Entre 1988 y 1995, cinco países en AméricaLatina incluyeron en su legislación agraria normasque favorecen la titulación conjunta de tierras a lapareja. En Colombia, Costa Rica y Nicaragua esobligatoria tanto para las parejas casadas comopara las que viven en unión de hecho; en Brasil yHonduras es una opción que las pa-rejas pueden pedir; en Honduras estaopción sólo es válida para las pare-jas formalmente casadas.

Desde la Conferencia de las Na-ciones Unidas sobre la Mujer en Bei-jín, en 1995, Perú adoptó la titula-ción conjunta obligatoria de la tie-rra, pero sólo para parejas casadas,en su programa de titulación parabeneficiarios anteriores de la refor-ma agraria. Algún tiempo después,la República Dominicana la hizo obli-gatoria tanto para las parejas casa-das como para las que viven en unio-nes de hecho. Guatemala hizo lo propio en su le-gislación de 1999. En las regulaciones de 1999que rigen las actividades de titulación de su insti-tuto agrario, Ecuador la convirtió en un requisitoobligatorio para las parejas casadas, en tanto quelas parejas que viven en uniones de hecho debenser designadas copropietarias.

En Perú se siguen realizando esfuerzos para ex-tender los beneficios a los integrantes de las unio-nes de hecho en calidad de copropietarios. En Hon-duras, aún se trabaja con miras a lograr que seaobligatoria y no una opción, y a facilitarla para pa-rejas que viven en unión libre. Esto se propuso en elPlan para la Igualdad de Género en Agricultura,1999-2000, que todavía espera ser aprobado. En

El Salvador, la titulaciónconjunta de la tierra a pa-rejas formales y de hechose propuso en las versio-nes preliminares del có-digo agrario que aún seestá discutiéndose.

En los países en don-de se han adoptado e im-plementado mecanismosde inclusión, la participa-ción de beneficiarias mu-jeres ha aumentadonotablemente, en com-paración con los resulta-dos de las reformasagrarias en el pasado. EnColombia, por ejemplo,durante todo el períodode vigencia de la reformaagraria, desde 1961 has-ta 1991, las mujeres sólorepresentaron un 11% delos beneficiarios. Cuandose le asignó carácter obli-gatorio comenzó a apli-

Los códigos agrarios quegarantizan los derechos

formales de la mujer a latierra son una condiciónnecesaria, aunque no

suficiente, para afianzaren las mujeres la

propiedad y el control dela tierra.

Entre 1964 y 1994, el Incora devolvió a las comunidadesindígenas 22 millones de hectáreas, en el programa que mayor superficie ha en-tregado a sus dueños originales. Se pasó de restituir 140.000 hectáreas por añoen un primer período, a 2,5 millones en un segundo período. Según Alcídez Gó-mez, fundador de la Corporación Latinoamericana Misión Rural, la definición deColombia como un ”Estado social de Derecho“ en la Constitución Política de 1991fue determinante en dicha restitución de tierras.

carse la legislación, al tiempo que se otorgaba prio-ridad a la inclusión a mujeres jefas de hogar y otrasque han sufrido desprotección; esta participación au-mentó al 45% (1995-1998). Durante la reforma agra-ria sandinista en Nicaragua, que buscó beneficiar alas mujeres independientemente de su estado civil,éstas sólo representaron el 10% de los beneficiarios(1979-1989). Una vez que se implementaron meca-nismos específicos de inclusión (titulación conjuntay asignación de prioridad a las mujeres jefas de ho-gar), se pasó a un 29% (1993-1998).

Los programas de reforma agraria basados enla expropiación, la compra y la distribución de latierra por parte del Estado, prácticamente se hansuspendido en casi toda América Latina. La mayorparte de los países centran actualmente su aten-ción en programas de titulación de tierras tendien-tes a establecer la seguridad de posesión yfomentar un mercado de tierras más eficiente. Es-tos programas benefician a la mujer que ya poseetierra. En América Latina, casi todas las mujeres

propietarias de parcelas han adqui-rido la tierra mediante herencia, y noa través de programas estatales o porla vía del mercado. Los países quehan adoptado medidas obligatoriasde inclusión como apoyo a la igual-dad de género están beneficiando aun número relativamente mayor demujeres que los países que suponenque los programas de titulación sonneutrales ante el género.

El programa chileno de titulaciónde tierras para pequeños propieta-rios otorgó prioridad a las mujeresjefas de hogar. Los datos revelan quelas mujeres representaron el 43% de

los beneficiarios (1993-1996). Un programa de de-sarrollo rural en Ecuador, Pronader, otorgó priori-dad en los planes de titulación a las parejas, inde-pendientemente de su condición marital. En él,las mujeres representaron el 49% de los beneficia-rios (1992-1996).

Códigos agrarios no sexistas

Esta alta participación de mujeres beneficiariasno hubiera sido posible en ninguno de estos doscasos de no haber sido por la existencia de prácti-cas de herencia favorables. Sin embargo, la adop-ción de mecanismos obligatorios de inclusión enestos programas permitió la superación del sexis-mo institucional y la oposición de los parientesvarones. Esto es evidente si se compara el resulta-do de estos programas con los planes de titula-ción de Honduras y México, que no tenían meca-nismos de inclusión obligatorios. En Honduras, lasmujeres sólo representaron el 25% de los benefi-ciarios (1995-1997) y en México apenas el 21%(1993-1997).

Infortunadamente, muchos países todavía nohan recopilado datos sobre los beneficiarios porsexo, lo cual impide una evaluación global de losdiversos medios para fortalecer los derechos de lamujer a la tierra. No obstante, los datos disponi-bles reafirman la conclusión de que los códigosagrarios que garantizan los derechos formales dela mujer a la tierra son una condición necesaria,aunque no suficiente, para afianzar en las mujeresla propiedad y el control de la tierra. El fortaleci-miento de la propiedad de la tierra por parte delas mujeres exige mecanismos de inclusión obliga-torios. Además, las mujeres rurales también de-ben estar conscientes de sus derechos y manteneruna posición que les permita sacar provecho deellos, lo que a su vez se facilita con la existencia deorganizaciones de mujeres campesinas y procesosde empoderamiento sólidos.

La mujer fortalecerá su controlsobre la tierra en la medida en quetenga conciencia de sus derechos.

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TOR BARRERA

Lo que identificamos hoy como crisis dela agricultura no es sino una expresión ex-trema de algo intrínseco a nuestra realidad:en crisis está desde hace muchos años una granparte de la gente que vive en el campo. Lo que haocasionado la apertura y la actividad del narcotrá-fico en general, la baja de precios y la incidenciade plagas en algunos cultivos como el café, esampliarla y profundizarla.

Las raíces de la crisis hay que buscarlas esen-cialmente en la manera como se originó y conso-lidó la estructura agraria, en las políticas estatalesque nunca afectaron sensiblemente las relacionesrurales y en la limitada conciencia y capacidad or-ganizativa de la población.

Estas circunstancias han generado un caldode cultivo favorable para el desplazamiento delos productores y la desocupación del campo,condiciones propicias para el “reor-denamiento” político-militar en queestán empeñadas las distintas faccio-nes en lucha por la hegemoníageopolítica del país.

Expropiación y paternalismo hansido las dos caras de la misma mone-da con que se ha venido agenciandola descomposición campesina, con elcorrespondiente acondicionamientodel sistema educativo a esta situación.

Efectivamente, hemos sido cóm-plices de ello al no haber contribuidoa desarrollar en la población la iden-tidad cultural necesaria para garanti-zar el proyecto de convivencia y desa-rrollo que está requiriendo este país.

Es justamente la identidad cultu-ral la que le plantea a la academia elreto de promover la consolidación de la educa-ción rural en el concierto de políticas y progra-mas nacionales, y de lograr que el sector educa-tivo trascienda en el medio socioeconómico y po-lítico del país.

Si bien disfrutamos de un ambiente favorablepara la determinación y acuerdo de misiones yplanes que consideran estratégica la identidadcultural, estamos lejos aún de contribuir eficaz-mente desde el sistema educativo a construirla,porque, en la práctica, estamos presos aún de laidea de que la función de la academia se limita ala formación del conocimiento cuando no a susimple transmisión.

Sería necesario que desde las distintas instan-cias y niveles educativos se promovieran y genera-lizaran visiones y metodologías orientadas a trans-formar la manera como “el intelectual” concibe ypractica el acercamiento a la realidad en lo local,regional y nacional, y a la manera como compartela construcción de propósitos comunes, reglas deljuego, normas de convivencia, maneras de resol-ver los conflictos, aspectos necesarios en la for-mación de una nueva sociedad civil, comprometi-da efectivamente con el desarrollo de la democra-cia y la equidad.

Mientras estos puntos no se vuelvan retos efec-tivos en la práctica académica, seguiremos identi-ficándonos con principios y verdades generalescuya aceptación sólo compromete el mundo delas ideas.

La cultura del campo

Contra la construcción de identidad cultural através de la educación rural atenta de manera sen-

Crisis agraria,educacióny ruralidad

¡Sí! ¡Hay que volver al campo!,pero volver bien.

William Pérez RiveraProfesorFacultad de Agronomía

sible el hecho de que existe en la conciencia y enlos hechos una supremacía de lo urbano sobre lorural, lo que se expresa en concepciones y lengua-jes ajenos a la cultura del campo, en la considera-ción del poblador rural sólo en su función de pro-ductor, en la baja autoestima y en la falta de sen-tido de pertenencia de los campesinos a una co-munidad, a un entorno, a una posibilidad de tras-cendencia y de poder.

Cambiar esta circunstancia, buscar la identidadcultural significa, en primera instancia, reconocerla ruralidad como el ámbito dentro del cual podre-mos entender integralmente, por más especialistasque seamos, la ciencia y la técnica, en el contextodonde se desenvuelve la vida del campo.

La ruralidad, que incluye además de la produc-ción primaria, la artesanal, la industrial, el comer-cio, el turismo, los recursos naturales, lo institu-

cional, no conforma un ámbito ais-lado; por el contrario, está ligadaeconómica y culturalmente a lo ur-bano y sigue constituyendo el es-pacio a partir del cual se puede ge-nerar nuestra mayor dinámica dedesarrollo.

¡Sí! ¡Hay que volver al campo!,pero volver bien: es necesario reco-nocer la riqueza de la cultura endonde hay todo un mundo por des-cubrir en términos de lo técnico, delos valores y de las formas de con-cebir la vida.

De la misma manera que bus-camos en nuestra biodiversidad lariqueza de especies promisorias,valdría la pena volver a nuestras raí-ces culturales, que se encuentran en

el campo, para recrear valores que aún se conser-van allí y que los procesos de modernización hanignorado o marginado.

Nuestro desarrollo supone educar sobre la ru-ralidad, no sólo a la gente del campo sino tam-

bién a la de la ciudad: que el ciudadano entiendael agro, lo respete y lo aprenda a utilizar. Esto im-plica poner en juego el conocimiento científico conla evidencia empírica para desarrollar una inter-pretación más equilibrada entre la teoría y la prác-tica, entre la ciencia y el arte, entre la agronomía yla agricultura, entre lo urbano y lo rural. La prácti-ca del respeto por la palabra, la dignidad, la res-ponsabilidad y la solidaridad, es ejercicio que au-nado a la promoción del gusto por aprender, porhacer, por gestionar, por convivir, por ser, debeconformar un conjunto de acciones que vinculeneste esfuerzo formativo al desarrollo integral y ar-mónico de la gente.

Promocionar la ruralidad supone también re-lacionar lo productivo con lo académico, los pro-blemas con la investigación, los resultados de lainvestigación con la extensión y lo institucionalcon lo comunitario, todo ello en función de undesarrollo cada vez más equitativo y solidario dela sociedad.

Expropiación ypaternalismo han sido las

dos caras de la mismamoneda con que se havenido agenciando la

descomposicióncampesina, con elcorrespondiente

acondicionamiento delsistema educativo a esta

situación.

En el mundo, la producción de alimentos está en manos de lospaíses desarrollados. La periferia produce apenas materias primas agrícolas yproductos exóticos. América Latina, por ejemplo, sólo participa con un 6% de laproducción total de cereales, el 1% de tubérculos, el 9% de legumbres y el 5%de las verduras, mientras que participa en el 23% de la producción de frutas, el25% del azúcar, el 27% del cacao, el 63% del café y proporciones cercanas al10% en carne, leche y huevos.

FOTOGRAFÍA CORTESÍA DE FERNANDO URBINA

Es necesario volver a lasraíces culturales que seencuentran en el campo.

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000

CIENCIA Y TECNOLOGÍA

FOTOGRAFÍA GUILLERMO FLÓREZ

Hoy en día el cerdo sigue siendo un mito.Tanto porque la mayoría de las religiones catalo-gan su consumo como una tentación maligna,como porque supone consecuencias de salud in-deseables para el ser humano.

Por mucho tiempo fue rechazado por las po-blaciones nómades, en su mayoría localizadas enzonas desérticas, que veían en este herbívoro unodiado competidor de sus recursos: alimento,agua, sombra, humedad y, sin proponérselo, unacompañía frecuente del homo sapiens en sus mi-graciones, pues como él, su andar es lento. En elsiglo XVII, el odio se agudizó al descubrirse queera transmisor de parásitos y responsable de en-fermedades como la triquinosis.

Lo que nunca llegaron a saber los hombres delpasado es el profundo parecido que tenemos.Aunque las apariencias engañen, el corazón, lasarterias coronarias, la frecuencia cardiaca, la coa-gulación, las respuestas a estímulos de los órga-nos y funciones son tan similares a las nuestras,

La redencióndel cerdo

María ClaudiaRojas R.

PeriodistaUnimedios

que actualmente la ciencia lostoma como modelos para adelan-tar investigación cardiovascular yneurológica. De esa arrogancia noha quedado sino la desconfianzaal contenido de grasa de su carne,por demás la menos desabrida ymás apetitosa en sabor, y los nue-vos pecados que se le atribuyen enla enfermedad coronaria a partir desu consumo.

Así, la industria porcícola y laciencia médica están trabajando enla disminución de los porcentajesde grasa en cerdos como para labúsqueda de salidas a los proble-mas asociados con colesterol alto.

No es comolo pintan

La principal causa de mortali-dad en el mundo occidental es laarteriosclerosis y en Colombia la se-gunda después de la violencia, endonde ha venido cambiando en tér-minos de la población que la pa-dece. “Cada vez vemos más muje-res y jóvenes con tres o cuatro ar-terias coronarias obstruidas. Dos otres de cada diez pacientes son me-nores de 40 años”, revela el doc-tor Darío Echeverry, Jefe del Labo-ratorio de Hemodinamia del Insti-tuto de Cardiología de la Funda-ción Cardioinfantil.

Frente a ello, este demonizado animal estámenos asociado a la enfermedad de lo que se pien-sa, por los esfuerzos de la industria para producircerdos de carne magra, bajos en grasa, teniendoincluso menores contenidos de colesterol que lacarne magra de res.

Un convenio entre la Universidad Nacional y laAsociación Colombiana de Porcicultores encami-nado a evaluar la carne de cerdo que se consumey sacrifica en el país, demuestra que del espesorpromedio de 25 milímetros en grasa dorsal hacecinco años, se ha descendido a 17 milímetros porcerdo, cuando lo ideal está entre 15 y 18. ”Estoquiere decir que el chancho vendido en Colombiaya no es el tradicional marrano alimentado condesperdicios caseros, libre en el campo y señaladocomo riesgoso para la salud huma-na”, indica el profesor Ignacio Ama-dor Gómez del Instituto de Ciencia yTecnología de Alimentos de la U.N. ycoordinador del proyecto.

Existe una confusión en cuantoa la relación entre el tipo y la canti-dad de grasa, el colesterol y la enfer-medad coronaria. Según la tesis deMartha Carolina Hernández y Cami-lo Muñoz de la Facultad de Veteri-naria de la Universidad de La Salle,“los adelantos genéticos y el mejo-ramiento en los sistemas de producción, manejo ynutrición, han logrado disminuir hasta en un 29%el contenido de grasas saturadas en la carne decerdo, que sin embargo ha mantenido su aporteproteico”.

Los promedios para la carne de cerdo en el país,luego del análisis de una muestra de 72 animalesprocedentes de frigoríficos de Bogotá, Cali y Me-dellín fueron por porción de 85 gramos, de 9.3gramos de grasa (apenas el 18% de los requeri-mientos en niños, el 8% en hombres y el 12% enmujeres), entre 25 y 36 miligramos de colesterol(frente a 66 según la recomendación internacio-

nal) y entre 17 y 19 gramos de proteína (por enci-ma de los 15 sugeridos por el Instituto Colombia-no de Bienestar Familiar).

En consecuencia, para países con serios pro-blemas de desnutrición proteico-calórica, las car-nes son una fuente importante de proteína. Sinembargo, el promedio nacional de consumo decerdo no supera los tres kilos por persona al año,excepto en la zona cafetera, el viejo Caldas y An-tioquia, donde alcanza los 10 kilos.

Villano sin causa

La modernización de la industria porcícola hafavorecido la confianza del consumidor colombia-no en la calidad del producto. Una base de datosimplementada por la Universidad Nacional y laAsociación Colombiana de Porcicultores para co-lectar información en las plantas de sacrificio so-bre el espesor de grasa dorsal al momento del sa-crificio y determinar la influencia de la alimenta-ción sobre la calidad final, permite tener un con-trol desde las granjas hasta el punto de comercia-lización. Hasta el momento se tiene funcionandoen dos plantas de Bogotá, tres de Antioquia, unade Manizales y otra entre Caldas y Cartago dondese han evaluado 145 mil canales.

Según el profesor Amador Gómez, “median-te este sistema de información se unen todos loseslabones desde la producción hasta el expen-dio, con el fin de eliminar intermediación innece-saria que incremente costos”. Igualmente regis-tra la procedencia de los cerdos y a dónde van: auna fama, una feria, un supermercado o un hi-permercado, con lo cual se recoge informaciónsobre la tendencia del mercado y el productorconoce lo que quiere el consumidor. “Muchasempresas han logrado ubicar, a través de la red,criadores que le generen el tipo de cerdo quenecesitan comercializar”.

A su turno, la Fundación Cardioinfantil desdehace cinco años está desarrollando modelos expe-rimentales con cerdos para simular la enfermedadcoronaria y plantear hipótesis de manejo con usode drogas o terapias mecánicas con el objeto detratarla, prevenirla o revertirla. La reestenosis, la rein-cidencia en el taponamiento de una arteria despuésde haber sido abierta mediante cirugía, es uno delos mayores temas de investigación mundial, puesocurre entre el 20% y el 50% de los pacientes ope-rados por problemas cardiovasculares.

Luego de inducir la enfermedad en los cerdos,un grupo de investigadores, dirigi-dos por el doctor Darío Echeverry,encontró que el Octreotido de so-matostatina, una droga usada parael manejo de tumores y cáncer enhumanos, lograba reducir la reeste-nosis en un 27%, porque mantuvode manera más amplia la luz de laarteria -sin formaciones celularesque la taparan nuevamente-, que enaquellos cerdos a los cuales no seles administró el medicamento.

Posteriormente, otro estudio enel que utilizaron anticuerpos para bloquear la ac-ción de la Endotelina-1, la hormona liberada local-mente en las arterias para inducir proliferacióncelular, disminuyó la reestenosis de un 45% a un50%. Este trabajo fue presentado en el pasadoCongreso Suramericano de Cardiología Interven-cionista en Santiago de Chile y fue premiado comola mejor investigación científica del congreso.

El villano de otras épocas, hoy es alimento yprototipo para la cura de dolencias humanas. Aun-que el refrán diga “crea fama y échate a dormir”,el temerario cochinito es mucho menos malo delo que lo pintan.

La carne de cerdoconsumida en Colombiaya no es el tradicional

marrano alimentado condesperdicios caseros, libreen el campo y señaladocomo riesgoso para la

salud humana.

La mala reputación de la carne de cerdoes reevaluada por zootecnistas, médicos yporcicultores, quienes están demostrando

que es menos grasosa y dañina, inclusoque la de res y algunos mariscos.

Facultad de CienciasInstituto de Ciencias Naturales

1er CONGRESO NACIONAL DE ZOOLOGÍAAÑO 2000, MAYO 8 AL 12

El Instituto de Ciencias Naturales de la UniversidadNacional de Colombia invita al 1er Congreso nacionalde Zoología año 2000FechaMayo 8 al 12 de 2000.

INFORMESProf. Paulina MúñozEl Instituto de Ciencias Naturales,Universidad Nacional de Colombia.Teléfonos: (091) 3165000 ext. 11533 y 11520Fax: (091) 3165365Apartado aéreo: 7495 Santafé de BogotáE-mail: [email protected]ágina web:http:www.icn.unal.edu.co/eventos/congrzoo/ppal/html

Los cerdos pueden ser más útiles a la humanidad de lo que el hombre se imagina.

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000CIENCIA Y TECNOLOGÍA

ILUSTRAC

IÓN

DE VÍC

TOR BARRERA

Paraaprovecharel aguay el medioambienteCientíficos colombianos desarrollaron unsoftware interactivo para entender, analizary desplegar la hidrología de Colombia.

Hidro-Sig se constituyeen una herramientaclave para los sectoresde generación eléctrica,salud humana, riesgosnaturales, desarrollosostenible, agricultura yplanificación delterritorio nacional.

Luz Enit Arias RestrepoPeriodistaUnimedios

La pantalla principal de Hidro–Sig, enlazaal usuario con varias posibilidades deinformación hidrológica.

Ciencia interactiva

Cultivos celulares de tejido de córnea, testículo y pulmónprovenientes de bovinos en gestación son desarrollados en el Laboratoriode Células de la línea de Microbiología y Epidemiología de la Facultad deMedicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional para estudiarel comportamiento del virus de la diarrea viral, la rinotraquetitis infecciosay el virus de la leucosis bovina, que afectan enormemente a la reproduc-ción de esa especie.

Un grupo entusiasta de niños se reúne al-rededor de un estudiante de la UniversidadNacional de Colombia, sede Medellín, que lesexplica, a través de una enorme pantalla de com-putador, qué es la lluvia, de dónde sale el agua delos ríos, por qué el ciclo hidrológico no es lineal yno tiene principio ni fin. Los niños recorren la geo-grafía de Colombia, buscan un municipio, un río,el sitio más lluvioso, el más seco, aprenden a leermapas, a interpretar la codificación con coloresde variables cuantitativas como la temperatura ola altura sobre el nivel del mar y otras más queestán contenidas en la base de datos del proyecto“Balances hidrológicos de Colombia”.

Pero no sólo son los niños quienes se detieneny se asombran, los directores de las Corporacio-nes Regionales, los agrónomos, los ingenieros fo-restales y otros, no pueden creer que algo comoesto sea hecho en Colombia. El asombro es mayorcuando se explica la ciencia que hay detrás, la Hi-drología, la Matemática, la Física y la Geografíaque encierra el estudio. La escena ocurre en Ex-pouniversidad y en la Feria de la Ciencia del Plane-tario de Medellín, realizadas el año pasado, don-de el proyecto recibió el segundo premio en Cien-cia y Tecnología otorgado por la Secretaría de Edu-cación y el Departamento de Divulgación Científi-ca del Planetario de Medellín.

Según la Evaluación General de Agua Dulceen el Mundo, hecha por la ONU en 1997, du-rante el siglo XX la proporción de agua utiliza-da aumentó en más del 50% con relación a latasa de crecimiento de la población y se estimaque para el año 2025 dos terceras partes de lapoblación mundial (aproximadamente 5.500 mi-llones de personas) vivirán en países que enfren-tarán problemas serios relativos al agua, si secontinúan las políticas actuales del uso y mane-jo de este recurso.

Además, la mitad de la población mundial nocuenta con agua para una higiene adecuada, seismillones de personas mueren anualmente por fal-ta del líquido y las enfermedades asociadas conagua contaminada representan el 80% de las pa-tologías en los países del Tercer Mundo, según in-forme presentado en 1999 por la ONG españolaAcción Contra el Hambre.

Se suman a esto las miles de vidas que se per-dieron en el último decenio en Bangladesh, Chi-na, Guatemala, Honduras, Somalia, Suráfrica yVenezuela producto de desbordamientos e inun-daciones de sus ríos, muchas de ellas ocasionadaspor las alteraciones en el medio ambiente cuyasrepercusiones inciden sobre los sistemas físicos,biológicos y humanos del planeta modificando elrégimen climático e hidrológico, la cobertura ve-getal y los suelos.

Mitigar riesgos

La realización de un balance hidrológico na-cional permite la cuantificación actualizada y pre-cisa de la oferta hídrica en las diferentes regionesdel país, en cualquier época del año, para ordenarsu uso en función de su disponibilidad; teniendoen cuenta la ecuación del balance hídrico que sebasa en el principio de que durante cierto interva-lo de tiempo el aporte total a una cuenca o cuer-po de agua debe ser igual a la salida total de aguamás la variación neta en el almacenamiento dedicha cuenca o cuerpo de agua.

Por ello, áreas como planeación territorial, es-tudios de impacto ambiental, evaluación poten-

cial de aprovechamiento hidráulico y planeaciónagrícola, requieren de un conocimiento de la hi-drología colombiana que les permita entenderadecuadamente el ciclo del agua; realizar estudiosy obras para su regulación, aprovechamiento, pre-dicción y evaluación cuantitativa y cualitativa delos recursos hídricos y determinar su potencial eco-nómicamente utilizable, a fin de satisfacer las ne-cesidades de todos los sectores de la sociedad ycontribuir con la mitigación de riesgos relaciona-dos con el agua.

Un grupo de científicos conformado por pro-fesores y estudiantes del posgrado en Aprovecha-miento de Recursos Hidráulicos y el pregrado enIngeniería Civil de la Universidad Nacional de Co-lombia, sede Medellín, se dio a la tarea de investi-gar y evaluar los componentes del ciclo hidrológi-co en Colombia, a nivel de promedios de largoplazo y a una escala espacial con retículas deaproximadamente nueve km de lado y realizaronel estudio “Balances Hidrológicos de Colombia”en el que se consideraron las componentes del ci-clo del agua, como son: lluvia, evapotranspiracióny caudal medio.

Según el profesor Óscar Mesa, director del pro-yecto, para este trabajo se desarrollaron mapascon las variables de precipitación, evaporación yescorrentía, y de variables climáticas, tales comopresión atmosférica superficial, temperatura, ra-diación solar de onda corta y de onda larga inci-dente y neta, zonas de vida, entre otras, necesa-rias para la estimación de las variables básicas delciclo hidrológico.

Con el objeto de estimar los balances hídricos,en el marco del proyecto fue desarrollado el soft-ware denominado Cuencas que sirve para el aná-lisis de cuencas hidrográficas obtenidas a partir demodelos digitales de terreno y para la extracciónde información hidrológica a escala de cuenca. Esteprograma permite calcular, en tiempo real, el ba-lance hídrico para cualquier cuenca hidrográfica,es decir, la precipitación y evaporación promediosobre el área, el caudal de largo plazo y su variabi-lidad en el tiempo.

Una de las cosas más importantes de este tra-bajo, dice el profesor Germán Poveda, investiga-dor del proyecto, es que fue desarrollado por cien-tíficos colombianos que, en busca de resultadosque tuvieran múltiples aplicaciones ambientales,económicas y sociales, desarrollaron un softwarepropio que permite entender, analizar y desplegarla hidrología de Colombia.

Tecnología al alcance de todos

Los resultados del proyecto “Balances Hidro-lógicos de Colombia” se entregan en un sistemade información geográfico (SIG) propio, Hidro-Sig, cuyo objetivo principal es convertirse en unaherramienta de consulta versátil y fácil de mane-jar en todos los proyectos en los que se requie-ran conocer las características climáticas e hidro-lógicas de una región, su potencial hídrico y/osus características topográficas. Hidro–Sig está di-señado para dar al usuario un amplio menú deposibilidades de búsqueda de la información hi-drológica, por lo que es una herramienta que be-neficia tanto a instituciones que realizan trabajosespecializados en la materia como a estudiantesde colegios y universidades, quienes podrán ma-nipular el programa “a su antojo” y conocer as-pectos relacionados con la geografía e hidrocli-matología colombiana.

Es por esto que Hidro-Sig se constituye en unaherramienta clave para la elaboración de proyec-tos de desarrollo agrícola y ganadero en Colom-

bia. En el área de salud pública será de gran ayu-da, puesto que permite conocer el comportamien-to de algunas variables hidroclimáticas relaciona-das con enfermedades. El sector eléctrico tambiénse beneficia con Hidro-Sig y Cuencas, debido a quese convierten en herramientas para la elaboraciónde estudios de prefactibilidad en proyectos de ge-neración de energía. En un futuro, ayudará a lasautoridades ambientales en la elaboración de ba-lances hidrológicos a una escala tal que les permi-ta hacer una asignación precisa de mercedes deagua, al igual que será de gran utilidad en la rea-lización de proyectos relacionados con el análisisy medición de riesgos naturales, crecientes, inun-daciones y caudales extremos asociados a distin-tos períodos de retorno.

Para las instituciones que estén interesadas enadquirir este novedoso sistema, muy pronto esta-rá circulando un libro acompañado de un CD conlos resultados de la investigación y los programascon las bases de datos.

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000

CIUDAD

Facultad de IngenieríaInstituto de Ensayos e Investigaciones (I.E.I.)

La Facultad de Ingeniería informa a la comunidad universitaria, a los lectores de U.N.Periódico y al público en general, que tiene para la venta más de 30 títulos nuevos (1999),en distintas áreas de la Ingeniería.Informes: Instituto de Ensayos e Investigación (I.E.I.)Recepción 2o piso. Teléfono: 316 5459

Historias desueños

reciclados

El trabajo de los recicladores es poco valorado, apesar de que la sociedad entera se beneficia de

él. Un antropólogo encuentra el camino paraque los bogotanos reevalúen el imaginario que

han construido con respecto a quienes evitanque su ciudad se ahogue en basura.

Consuelo Aguirre M.Periodista Unimedios

La Negra y una zorra pintada de rojo y verdeson las compañeras con las que realiza un trabajodesapercibido para los bogotanos. Cada día reco-rre cuatro barrios y recupera el material reciclableque los ciudadanos mezclan sin misericordia condesechos orgánicos y perecederos.

Gilberto es una de las 15.000 personas queviven del reciclaje y se mimetizan con la ciudadhasta volverse invisibles. Para descubrirlos, en sutesis de grado un antropólogo de la UniversidadNacional inventó un instrumento que, como unmicroscopio o telescopio permite ver las cosasocultas a simple vista. El Recicloscopio descubreel trabajo de quienes viven a partir de lo que otrosdesechan.

Federico Parra construyó el instrumento con unvideo, un texto y un cómic cuyo contenido demues-tra aspectos que se alejan del imaginario de losbogotanos con respecto a los recicladores, asocia-do a la delincuencia, el desaseo, la drogadicción yla indigencia. “Hace un tiempo veía a los recicla-dores como unos hombrecillos oscuros y malolien-tes, habitantes de la calle y hurgadores de basura.Ahora, luego de más de dos años de trabajo condiferentes grupos de ese sector, encuentro difícildefinir la multiplicidad de personas que se dedi-can a esta actividad”, comenta.

Entre los recicladores existe un sinnúmero degrupos e individuos muy particulares, heterogé-neos, con sus propios orígenes y recorridos, tec-nologías e intereses. De acuerdo con los instru-mentos de trabajo, Federico encontró los aspec-tos que los diferencian. “Si nos fijamos un pocoen ellos o evitamos ignorarlos, podemos ver queexisten medios diferentes para cargar el material:el costal, el carro esferado, el zorro y la zorra”.

Los medios de transporte determinan la dura-ción de los recorridos, la cantidad de material quepueden cargar y los ingresos. Un estudio minucio-so de los vehículos arrojó que no es lo mismo unreciclador de costal que uno de zorra. El primerogira en torno de la bodega que le compra el mate-rial y sólo puede cargar 60 kilos por viaje. Mien-tras tanto, el de zorra puede cargar hasta 500 ki-los o una tonelada. ”Entre estos dos puntos hayheterogeneidad, y más si encontramos que un re-ciclador del Cartucho se diferencia mucho del quevive en Usaquén o en Suba”.

Además, el vehículo va ligado a su vida fami-liar. Quienes usan costal y carro esferado usual-mente duermen en la calle, viven solos o en parejay mantienen a su lado a varios perros. Los recicla-dores de zorra tienen hijos, vivienda y una vidabarrial. ”El asunto de la zorra es más complejoporque deben tener donde guardarla, conocimien-tos básicos de veterinaria del caballo. Son perso-nas que alcanzan un nivel de organización de tipoempresarial”, explica.

Cadena sin fin

Anualmente, en Bogotá se podrían reciclar 500mil toneladas de papel y cartón y evitar la tala de10 millones de árboles. Entre tanto, al relleno sa-nitario de Doña Juana llegan a diario 5.000 tone-ladas de basura. De ellas, los recicladores logranrecuperar 800, y son los únicos que lo hacen, por-que las empresas de aseo no están autorizadaspara ello.

Esto los convierte en importantes agentes am-bientales, y en parte imprescindible de la cadenadel reciclaje. En el otro extremo están las indus-trias y en el medio, los bodegueros que compranel material.

En este círculo, el reciclador es el que más tra-baja y menos gana. Para alguien que maniobra uncarro esferado o un costal, una jornada o ”viaje”

puede durar dos días de camino, durmiendo a laintemperie y realizando un gran esfuerzo físico por-que debe empujar un vehículo que se hace máspesado a medida que recoge cartón, chatarra,papel o vidrio.

Un reciclador que trabaja con costal puedeganar de $3.600 a $5.000 en un día, el de carroesferado gana entre $3.600 y $24.000 en dos días,y el de zorra entre $6.000 y $24.000 por viaje.

Pero los ingresos dependen de la relación queel recolector tenga con el bodeguero, “si es miparcero, es probable que sea mejor pago, me dadulces y me deja guardar el carro”, dice Pedro, unreciclador que trabaja con Ceci, su pareja.

Los precios también están determinados porlas necesidades de la industria. Si se da una im-portación de vidrio, hierro o cartón, los precioscaen considerablemente. Otro factor es la situa-ción económica de las empresas. Con la crisisde Acerías Paz del Río, el kilo de chatarra pasóde $120 a principios de 1998, a $30 en la ac-tualidad.

Un tercer elemento es la calidad del mate-rial. El cartón y el papel no pueden estar mojadosni engrasados, las botellas no deben tener nadaadentro. Hay plásticos que no se pueden reciclar,dificultan el proceso de selección y son muy malpagados por los bodegueros.

“La industria fija los precios, los intermediariosse ajustan a ellos y cuadran sus ganancias conpobres pagos para el reciclador. En otras palabras,lo que recibe por ingreso no corresponde a la can-tidad de trabajo invertido: ésa es una característi-ca de la informalidad“, comenta Federico.

De este tira y afloje, el principal beneficiado esla industria porque paga cantidades insignifican-tes por un material que producirá una buena par-te de los insumos. En el caso del cartón y del vi-drio, un 30% provienen del reciclaje.

El agujero negro

Federico trabajó con cinco comunidades derecicladores: Bilbao, Suba, Prado Veraniego, Ma-tatigres y Chapinero. Con Gilberto Mendoza, dePrado Veraniego, aprendió a reciclar y compartiósu cotidianidad. Gracias a ello se encontró con cir-cunstancias de degradación social y humana quelo obligaron a confrontar dos visiones del recicla-dor. “Esto me ayudó a desarrollar una concepciónintegral sobre ellos, entender su condición de tra-bajadores y de seres humanos, reconocer los pro-blemas que sufren y buscar soluciones”.

El reciclaje es, para pobres y desplazados, laúltima alternativa de trabajo digno. Sin embargo,la ciudadanía no lo ve así. Los recicladores estánexpuestos a las agresiones de los propietarios dela basura porque en el proceso de selección dematerial la esparcen, en parte por falta de educa-ción ambiental y también porque la mezcla entrebasura orgánica y elementos recuperables hacedifícil el trabajo.

Por otra parte, los programas orientados a me-jorar su calidad de vida no toman en cuenta lasdiferencias entre recicladores. “El programa de laAlcaldía denominado ‘Misión Bogotá’ está dirigi-do sólo a los recicladores de cooperativas, que nollegan a ser 800”, asegura Federico, quien miracon inquietud las propuestas del Distrito de priva-tizar el reciclaje. “Ojalá se pregunten por el futurode los 15.000 recicladores que hay en la ciudad.Por ahora podemos encontrar un punto de equili-brio si separamos en nuestras casas el material re-ciclable; si nos fijamos un poco en ellos y los ayu-damos a salir de ese agujero negro que los haceinvisibles: la indiferencia“.

A las cinco de la mañana, en medio de unadensa capa de niebla se pueden entrever las silue-tas estáticas de los caballos dormidos. A medidaque se desvanece la oscuridad matutina aparecenlas lanzas o brazos de la zorra apuntando al cielo.

Mientras tanto, detrás del gran portón metáli-co, Gilberto Mendoza ya se ha levantado, se vistecon su ropa de trabajo, sin bañarse, porque ”si alfrío de la madrugada le sumamos el frío de la du-cha, no trabajaríamos“.

En el patio lo espera la Negra, una yegua fuer-te que con los años se ha acostumbrado a su man-do. Gilberto la prepara para una jornada que ter-minará a las 10 de la noche.

El recorrido de un zorrero vistoa través del Recicloscopio.

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000CUIDAD

ILUSTRAC

IÓN

DE PILAR BERRÍO

En Colombia existe una tradición aprecia-ble de investigación científica en temas rela-cionados con el territorio. Y esto no es de ex-trañar, porque la dimensión socioespacial ha ju-gado un papel destacado en nuestro desarrollo,tanto como limitante (hemos tenido muchos “pro-blemas” en este sentido), como en términos deposibilidad (las peculiaridades denuestra estructura territorial tambiénhan sido fuente de dinamismo). Launificación efectiva de nuestro espa-cio nacional, por ejemplo, ha sidodificultosa y tardía, y esto sin duda esun lastre para la acumulación econó-mica. Pero también nos ha dotado deuna red urbana relativamente equili-brada y un conjunto de regiones di-versas que enriquecen nuestra vidanacional, que han sido un factor depluralismo en nuestra estructura po-lítica, y que son un recurso a su vezpara el desarrollo económico en lafase actual en la que el ámbito re-gional juega un papel decisivo.

Nuestras ciudades crecieron ver-tiginosamente, ocasionando enor-mes problemas de dotación de ser-vicios públicos y vivienda, de exclusión y margi-nalidad, de caos socioespacial. Pero al mismotiempo ellas han sido polos dinamizadores y facto-res de modernización de una importancia incues-tionable. Entre otros, estos han sido temas deindagación colectiva de una comunidad científicaque desde distintos ángulos ha abordado el estu-dio de la dinámica de nuestra red de ciudades, dela trayectoria de nuestras regiones, de los proble-mas de la marginalidad urbana y la heterogenei-dad de los procesos de producción de la ciudad.En ello se han obtenido logros apreciables de co-nocimiento que son reconocidos no solamente enel ámbito nacional, sino también en la órbita lati-noamericana y en el plano internacional.

En la actualidad, sin embargo, existen muta-ciones importantes en el orden global, que exigencambios en la orientación y en la temática de lainvestigación sobre este campo. El cambio en lasestrategias de acumulación hacia la internaciona-lización de la economía no sólo tendrá repercu-siones profundas en nuestra estructura territorial,sino que también impone adaptaciones de consi-deración en las políticas públicas al respecto.

El compromiso del país en un ambicioso pro-ceso de descentralización que se destaca por elalcance de sus objetivos en el ámbito latinoameri-cano, con sus tropiezos y sus conquistas, es unnuevo factor con una pertinencia insoslayable. Elgrave conflicto que vive nuestra sociedad, en cu-yas raíces posiblemente se encuentran graves des-ajustes en nuestro desarrollo territorial demandala atención rigurosa de este aspecto por parte denuestros académicos. La consolidación de los pro-cesos socioespaciales precedentes abre nuevas di-mensiones y genera transformaciones cualitati-vas: las ciudades han acumulado su propia tra-yectoria histórica y no sólo enfrentan nuevos re-tos, como los que se derivan de su control am-biental, de los problemas de congestión, sino quehan hecho emerger nuevos procesos: cambiossubstanciales en su estructura interna, nuevas for-mas de exclusión, prácticas culturales inéditas, al-gunas de ellas muy conflictivas.

Cambio deterritorio

Las actuales e importantesmutaciones en el orden global exigentransformaciones en la orientación yen la temática de la investigaciónsobre lo urbano y lo regional.

Samuel Jaramillo*Especial para U.N. Periódico

Nuevas líneas, nuevas temáticas

Todo lo anterior ha propiciado la emergenciade nuevas líneas de investigación, con nuevos en-foques, y el replanteamiento y desarrollo de tra-yectorias de investigación anteriores. Entre las nue-vas temáticas es importante destacar la eclosiónde los estudios sobre la dimensión cultural de lasprácticas urbanas en que se estudian los procesosde formación de identidades y de arraigo, nuevasformas de segregación socioespacial, la dimensiónterritorial de las violencias.

Existe un renovado interés por lahistoria de las regiones y las ciuda-des como mecanismo para recupe-rar la complejidad de las realidadesactuales. Los estudios que relacio-nan la lógica espacial con las res-tricciones e impactos sobre el am-biente natural son temas que atraenun nuevo interés. Y en las líneas yaconsolidadas existen preocupacio-nes distintas , indagaciones sobreel impacto de las nuevas formas deproducción y regulación de la ciu-dad que ha tenido mutaciones im-portantes con la ola de privatizacio-nes y de transferencia de responsa-bilidades hacia lo local, sobre el im-pacto de procesos económicos glo-balizados sobre el territorio y el pro-fundo cambio sectorial de la econo-

mía, para no hablar de las redefiniciones substan-ciales entre el Estado, los agentes privados y la so-ciedad civil. Y por supuesto, está el tema del con-flicto que atraviesa prácticamente todas las bús-quedas investigativas, así como permea la socie-dad colombiana en su conjunto.

Éstas y otras preocupaciones sobre la investi-gación en este campo serán el objeto de reflexióncolectiva del Tercer Seminario Nacional de Inves-tigación Urbana y Regional que organizan con-juntamente la Asociación Colombiana de Investi-

Las ciudades hanacumulado su propia

trayectoria histórica y nosólo enfrentan nuevosretos, como los que sederivan de su controlambiental o de los

problemas de congestión,sino que han hecho

emerger nuevos procesossociales.

gadores Urbano-Regionales -Aciur- y la Facultadde Artes de la Universidad Nacional de Colom-bia, sede Bogotá, y que tendrá lugar en las insta-laciones de esta última los próximos 13, 14 y 15de abril en Bogotá.

La Aciur ha obtenido importantes logros enuna tarea que es muy difícil en nuestro medio ydecisiva para el desarrollo de la investigación encualquier campo: la consolidación de una comu-nidad científica que permita la sinergia y la acu-mulación colectiva del conocimiento. El seminarioaspira a reunir y discutir los principales avances deinvestigación durante los últimos tres años en lasdiversas subáreas y tendrá como eje central las pre-guntas sobre los requerimientos en el orden epis-temológico y teórico que exige el actual momen-to de redefiniciones objetivas e ideológicas por elque atravesamos. Habrá invitados de 8 países lati-noamericanos y de los países centrales y se esperareunir, como en el pasado, a lo más destacado delos investigadores de todo el país.

* Economista, Doctor en Urbanismo, Presidente de la Asociación Colombianade Investigadores en Temas Urbano-Regionales, Aciur.

Las temperaturas de la Tierra dependen de la energía del sol. Porestar en el trópico, Bogotá recibe alrededor del 75% de la energíasolar, y como todas las ciudades grandes, forma lo que se lla-ma una ”isla de calor“ porque los materiales de construccióncomo el cemento y el asfalto absorben el calor de día y lo libe-ran lentamente en la noche. Esto hace que Bogotá sea unosgrados más cálida que el resto de la sabana.

ILUSTRACIÓN DE DANIEL PADILLA

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000

CULTURAS25

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Espere las próximas ediciones de U.N. Periódico: Domingos 9 deabril, 14 de mayo, 11 de junio, 9 de julio, 13 de agosto, 10 de

septiembre, 8 de octubre, 12 de noviembre, 10 de diciembre.

D I V E R S I D A D O P I N I Ó N E X P R E S I Ó N

Algo grande clama por ingresar en lamemoria, se lo hace objeto de conmemoración.Tanto más presta, inofensiva y firmemente regresaal olvido. Así, con la complicidad que nos une enla superstición consistente en asociar la idea de unnuevo comienzo con el término de toda centena

y, con mayor razón, de todo millar, el 2000 se vaperfilando como el año de las más simuladas re-cordaciones.

Resulta irónico y significativo que el primer cen-tenario de la muerte de Friedrich Nietzsche coinci-da con los actos conmemorativos del milenio. Pues,si algo hay que de la forma más directa se prestecomo motivo de recordación en su vida y obra,ello sería justamente su insistente conminación ala humanidad a someterse a un acto de profundarecapacitación.

“Mi tarea de preparar un instante desuprema recapacitación de la humanidad, un

gran mediodía, desde el cual mire hacia atrás yhacia delante, en el que se sustraiga al dominio

del azar y de los sacerdotes y plantee por vezprimera, en su integridad, la pregunta del por

qué, del para qué; esta tarea surge comoconsecuencia necesaria de comprender que la

humanidad no se halla de suyo por el buencamino, que no es en absoluto divinamente

gobernada, que, por el contrario, bajo sus mássagrados conceptos valorativos, ha sido el

instinto de la negación, de la corrupción, elinstinto de la décadence el que ha regido con

su seducción.Quien aquí toma la palabra no ha hecho…

cosa distinta a recapacitar… como un espíritu deave profética que mira hacia atrás cuando narra

lo que vendrá…”

Lo que Nietzsche narra en su obra es, comoquizá se sepa, una tragedia, más exactamente, sucomienzo (“incipit tragoedia”, escribe, anuncian-do la aparición de su Zaratustra). Su trabajo defilósofo ha de concebírselo como la representa-ción, en el aparente aislamiento del individuo, deun drama que Nietzsche reconoce como univer-sal. Se trata, en comienzo, del drama de la supre-sión de la moral a manos de… la moral misma.Sin embargo, lo que, tras la forma de esta enig-mática contradicción, se descubre como el verda-dero objeto de representación no es, en el fondo,otra cosa que “la ley de la vida“: “la ley de la ‘au-tosuperación‘ necesaria que existe en la esenciade la vida“. “Yo soy lo que tiene que superarsesiempre a sí mismo”: éste es el esquivo secreto quela vida confía al filósofo. ¿Hay acaso un acontecermás universal que el que así se describe? No paraNietzsche, de todas maneras. El destino trágicode la moral constituye apenas la más reciente pues-ta en escena de tal acontecer; el destino de Nie-tzsche, a su turno: tan sólo la condensación indi-vidual de tal destino.

Aflora aquí la idea de que la grandeza de unindividuo radica en un máximo de entereza con-sistente en asumirse como compendio vivo de lahumanidad.

“La naturaleza más poderosa y formidable secaracterizaría por un sentido histórico que

careciera de límites a partir de los cuales éstepudiera tener un efecto perjudicial; atraería yasimilaría todo lo pasado, tanto propio comomuy ajeno, transformándolo, por así decir, en

sangre. Lo que una tal naturaleza no logradominar, lo sabe olvidar…”

No fue Nietzsche, es justo decirlo, ni el úniconi el primero en acogerse a un ideal semejante deformación: recorrer por cuenta propia el largo ca-mino seguido por la historia de la humanidad. Dis-tintivo es, sin embargo, su intento de narrarla comotragedia y, más aún, de vivirla como tal en carnepropia. Más que narrar, Nietzsche personifica. Suobra es, por ello, en pleno sentido, dramática. En

ella se desdibuja la diferencia entre el autor, el ac-tor y lo representado.

“Vuelve sobre tus pasos, pisando las huellasdejadas por la humanidad... Y al querer con

todas tus fuerzas atisbar de antemano cómo seatará el nudo del futuro, tu propia vida cobra el

valor de un instrumento y medio de conocimien-to. Tienes en tu mano lograr que todas tus

vivencias... sean absorbidas sin residuos por tumeta. Esta meta es la de convertirse uno mismoen una cadena necesaria de eslabones culturales

y deducir de esta necesidad la necesidad en lamarcha de la cultura universal.”

No concebía Nietzsche sus solitarias medita-ciones como algo cuya suerte hubiese de ser inde-finidamente la de lo marginal. Nietzsche no sóloauguraba que el contenido de sus extemporáneasconsideraciones iría penetrando lentamente elcuerpo entero de la cultura contemporánea. (Losúltimos cien años, dicho entre paréntesis, han co-menzado por darle amplia razón en este respecto,como lo demuestra la inmensa resonancia que enel siglo pasado adquiriera su pensar acerca de lametafísica, del nihilismo, del arte, de la verdad,del poder, de la moral, etc.). Nietzsche conjetura-ba, además, que el estilo mismo de su pensamientotendría futuro. Como característica del mismo he-mos destacado aquí la extremada amplitud de su“sentido histórico“. Y no poco es, en efecto, loque de él se promete, cuando Nietzsche hace queéste (el sentido histórico) se contemple con todasu propia amplitud de miras:

“Cuando miro hacia esta época con los ojosde una época lejana, no encuentro nada más

asombroso en el hombre actual que su peculiarvirtud y enfermedad llamada “el sentido históri-

co“. Es un punto de partida para algo completa-mente nuevo y extraño en la historia: si se le

diera a esta semilla algunos siglos y algo más, alfinal podría salir de allí una maravillosa cose-

cha… Nosotros, los hombres de hoy, comenza-mos precisamente a formar la cadena de un

sentimiento futuro muy poderoso, eslabón poreslabón… asumir sobre la propia alma lo másantiguo, lo más nuevo, pérdidas, esperanzas,conquistas, victorias de la humanidad; tener

todo esto finalmente en un alma y comprimirloen un sentimiento; esto tendría que producir

efectivamente una felicidad desconocida hastaahora por el hombre… Este sentimiento divino

se llamaría entonces ¡humanidad!”

Hacer memoria no es, por lo visto, para Nietz-sche un simple asunto de ocasión. Tampoco de-bería serlo la conmemoración de su muerte. Paraevitarlo, sería necesario rememorar, en primer lu-gar, su forma de revivirlo todo.

Lo otro sería, claro está, saber olvidar. No hayvida sin olvido. De inmediato, empero, se podríaquerer recordar de la vida, de su olvido, la injus-ticia. Se podría querer hacerlo para su condena.Pero en este preciso punto querría Nietzsche, porsu parte, plantear su delicada pregunta: ¿No ha-bremos sido nosotros ciegamente injustos contoda injusticia? ¿No lo habrán sido, en particu-lar, nuestros “más sagrados conceptos valorati-vos“? Aquí, ¿por qué no?, fuese quizá necesariorecapacitar. Para ello se hace, de nuevo, paradó-jicamente imperioso recordar a Nietzsche. “Lohistórico y lo ahistórico son por igual necesariospara la salud de los individuos, de los pueblos ylas culturas”, escribía, esforzándose precisamen-te por ser lo más justo posible.

FriedrichNietzsche

(1844-1900)In memoriam

En el año Nietzsche, unareflexión sobre el autor que

conminó a la humanidad a unacto de recapacitación.

GermánMeléndez Acuña

ProfesorFacultad

Ciencias Humanas

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000CULTURAS

ILUSTRAC

IÓN

DE ALBERTO

BARRETO

Ya sea por interés académico opor puro divertimento, resultainteresante seguir de cerca elaffair Sokal. Editoriales en TheNew York Times y Le Monde, asícomo páginas y más páginas eninternet para acusar y recusarnos enfrentan a una nueva“Guerra de las ciencias”.Reflexiones a propósito del libroImposturas intelectuales deSokal y Bricmont.

Román Castañeda yZbigniew Jaroszewicz

Facultad de CienciasSede Medellín

“Oh Dios,qué enorme estu zoológico”

Entre tres y cuatro millones de colombianos profesan hoy unareligión diferente a la Católica, mientras que sólo el 15% de los latinoamericanosson católicos militantes. La fragmentación del campo religioso latinoamericano estan significativa que se sitúa, junto con el avance del fundamentalismo islámico,como uno de los mayores cambios religiosos culturales con impacto en la confor-mación del orden internacional en el siglo XXI, según Ana María Bidegain, profeso-ra de la Universidad Nacional de Colombia.

Frecuenté mucho el trato de sabios yde doctos en mi edad juvenil.

Grandemente admiraba doctrinas, teorías...Pero, al dejar sus aulas estaba más confuso

que al penetrar en ellas.Omar Kheyyam, Rubaiyat, 132

Alan Sokal, profesor de física teórica dela Universidad de Nueva York, desató una tor-menta que se veía venir, empleando una pilatunade dos pasos deliciosamente perversos. Primero,logró la publicación del artículo “Transgrediendofronteras: hacia la hermenéutica transformativa dela gravedad cuántica”, en el volumen 46/47 de1996 de la prestigiosa revista posmodernista nor-teamericana Social Text. Segundo, denunció pú-blicamente en el artículo ”Experimen-tos de un físico con estudios cultu-rales“, publicado en el volumen demayo-junio de la revista Lingua Fran-ca del mismo año, que dicho traba-jo fue un refinado ardid, preparadopara dejar desnudo frente al mundoel mal que aquejaba a los gurús másreputados del posmodernismo, ycuya peligrosidad consistía en suenorme capacidad de contamina-ción de los espíritus jóvenes: su des-carrío en un delta de palabras lúci-das con sentido extraviado.

Una circunstancia adicional proporcionó unaderezo que aumentó la exquisitez del plato. Elcitado volumen de Social Text estaba dedicado es-pecialmente al conflicto que se ha dado en llamar“La Guerra de las ciencias”, con un papel prota-gónico otorgado al artículo de Sokal.

Nada tuvo que envidiar este caballo de Troya alde la Ilíada en espectacularidad, belleza y eficacia.Sus inutilizadas víctimas sólo tuvieron opción a lapoco convincente respuesta de la ira, medio disfra-zada con reclamos éticos, morales o políticos. Ape-lar a la falta de decoro, decencia e incluso refina-miento del autor ha resultado aún más deshonroso.

Pero el éxito rotundo del affaire ha sido, sinduda alguna, su impacto en la opinión pública.Editoriales en The New York Times y Le Monde,páginas y más páginas de internet para acusar yrecusar; incluso en Colombia el asunto fue pre-sentado en El Tiempo (14 de junio y 16 de agostode 1998), El Colombiano (28 de febrero y 2 demayo de 1999) y El Malpensante (diciembre-ene-ro 1998/1998, febrero-marzo 1999). No obstan-te, la desgracia de los profetas no le ha sido ajenaa Sokal. Revistas de física como Physics Today ma-nifestaron su preocupación por la intensificacióndel conflicto y la abertura de la brecha entre lasciencias exactas y naturales y las humanidades.

La guerra de las ciencias

Tal vez la magnitud de dicho impacto, tal vezel temor a despertar fundamentalismos ideológi-cos inoportunos, tal vez la necesidad de darle alconflicto su justa medida condujeron a Sokal, fi-nalmente, a asociarse con el profesor de física teó-rica de la Universidad de Lovaina, Jean Bricmont,para escribir el libro que bautizaron con el títulode Imposturas Intelectuales (Paidós, Barcelona,1999). Además de incluir los legendarios artículosde Sokal, el grueso del libro es una exhaustiva re-copilación de oscuros y confusos gazapos proferi-dos por notables, animados por intenciones nodel todo claras.

¿De qué otra manera podrían tomarse la To-pología Sicoanalítica de Lacán, el cruce entre poe-sía y Teoría de Conjuntos al estilo de Kristeva, elataque al espíritu masculino implícito en la Mecá-nica de los Fluidos emprendido por Irigaray, el sexis-mo generalizado de Física proclamado por Har-ding? Las citas compiladas en la enciclopedia deSokal y Bricmont son innumerables y salpican porigual a Gilles Deleuze, Jaques Derrida, Bruno La-tour, Jean Baudrillard, en fin ”Herr Gott, wie grossist Dein Tiergarten” (Oh Dios, qué enorme es tuzoológico).

Pero, ¿quienes son los convocados por esta“Guerra de las ciencias”, de la que las travesurasde Sokal son apenas los episodios más recientes?

Dedicaremos el resto de esta cortareseña a una descripción del conflic-to, a todas luces esquemática que,lejos de ser objetiva, esperamos útilpara elegir palco de espectador, yasea por interés académico o por purodivertimento.

Del escepticismo cognitivoal anarquismoepistemológico

Unidos por la causa del irracio-nalismo y del relativismo epistemo-

lógico, se advierten de un lado los partidarios delsolipsismo, del escepticismo cognitivo, de la her-menéutica al estilo de Heidegger, los que invocanla inconmensurabilidad de los paradigmas en lahistoria de la ciencia siguiendo a Kuhn, y los anar-quistas epistemológicos del “todo vale”, guiadospor Feyerabend.

En las últimas décadas se les unió un aliadonuevo, bastante nebuloso, al cual, quizá por faltade un mejor término, se le denomina Posmoder-nismo. Sus gentes llevaron conceptos de sus ante-cesores hasta límites a veces absurdos, como seadvierte por ejemplo en el Programa Fuerte de laSociología de la Ciencia. Latour y Woolgar procla-man en su libro La vida en el labora-torio: la construcción de hechos cien-tíficos que no sólo el proceso de crea-ción de las teorías científicas es influi-do por el contexto social, sino inclusi-ve sus contenidos. Así, su posiciónepistemológica no difiere de la de losmitos y las narraciones. Más aún, porsu condicionamiento social se las su-pone instrumentos directos del poder.

Del otro lado, se mueven con in-quietud los defensores del racionalis-mo en la filosofía y en las ciencias hu-manas, apoyados por la indignaciónde algunos representantes de las ciencias exactasante lo que perciben como un ataque directo asus disciplinas, arduamente cultivadas durante lar-gos siglos de civilización. Su acuerdo categóricosobre la existencia de la realidad objetiva y el mun-do externo es inamovible. El rigor monástico dedi-cado a este acuerdo los ha conducido a la com-prensión de la diferencia entre las teorías científi-cas y las narraciones literarias, a pesar de la relati-va fragilidad de una validez apoyada en la efica-cia. Incluso, los ha llevado al más exigente enten-dimiento de la distancia entre la autonomía su-pracultural de una teoría vigente y las condicionesde su creación en el crisol de la personalidad y delcontexto social de su autor.

Chambelanes del emperador

Uno de los aspectos mas curiosos del enfrenta-miento lo constituye el comportamiento ambiva-lente demostrado por los posmodernistas, al consi-derar que el discurso científico no es otra cosa queuna narración más y, sin embargo, codiciar el pres-tigio de su lenguaje para maquillar su propio dis-curso. Pero, no es necesario apelar al patetismo deldiscurso posmodernista para proveerse de alguna

sonrisa. Tal vez sea más elegante em-plear los principios de generalidad yautorrefutación propuestos por Sokaly Bricmont. El primero opera por re-ducción al absurdo cuando se exa-mina la consistencia del discurso delos posmodernistas con sus actitu-des cotidianas. Lo que les impide ser-vir con plenitud a sus doctrinas esesa sensación de desamparo queenfría los huesos al cruzar una callecon la única y desmirriada defensade que la realidad física es un artifi-

cio de la ciencia y con la consigna en mente de nodejarse intimidar por un respeto pazguato a loshechos objetivos.

El segundo es menos sutil: convencerse de quetodos los discursos son narraciones con igual valorconduce necesariamente a la devaluación del pro-pio discurso posmodernista. ¿Habría acaso algunamotivación particular para reflexionar con base entales discursos, que además proponen vivir conmárgenes de seguridad efectivamente temerarios?

A parte del divertimiento que el affaire Sokal nosprodiga, creemos sana su advertencia de ser cuida-dosos frente a retóricas atractivas pero vacías, parano terminar como los chambelanes del emperador,arrastrando la cola de su inexistente traje.

Imposturas IntelectualesSokal, Alan yBricmont, JeanPaidós, Barcelona. 1999315 pág.

Convencerse de que todoslos discursos son

narraciones con igualvalor conduce

necesariamente a ladevaluación del propiodiscurso posmodernista.

Uno de los aspectos máscuriosos del

enfrentamiento loconstituye el

comportamientoambivalente demostradopor los posmodernistas.

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NÚMERO 8 MARZO 12 DE 2000

ÚLTIMA

I-ECOINSTITUTO DE ESTUDIOS EN COMUNICACIÓN

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

HUMOR