.2.

Cruz de Guía. Editorial

3-4. Tres aros. Hno. Luis Miguel Zapico. 5-6-7-8-9. Paso a paso. 10-11-12. Tengo Sed.

Hno. Miguel Ángel Losada Villafañe. 13. Sueños de Vieja Dama. Hno. Alberto DiagoSantos. 14-15. Paponines. 16. Hermanos en Cristo. Cofradía de las Siete Palabras de Jeúsen la Cruz de Soria. 18-19. A vista de pájaro. Hna. Patricia González Martínez. 21-22-

23-24. Via Crucis. Javier Cuadrado Diago. 25-26-27-28-29-30. Historia. José María Ma-nuel García-Osuna y Rodríguez. 31-32-33-34. Crónica de los actos conmemorativos del

Cincuentenario. Hno. Javier Cuadrado Diago.

sumario

Dirige: Hno. Javier Cuadrado DiagoEscriben: Hno. Luis Miguel Zapico, Hno. Miguel Ángel Losada Villafañe, Hno. Alberto Diago Santos, José MaríaManuel García-Osuna y Rodríguez, Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz de Soria, Hno. JavierCuadrado Diago.Fotografía: Jesús Javier Quintana San Martín, Hna. Patricia González Martínez; Luis Alejandro López Reca, Hna.Aleyda Morán Lázaro, Hna. Belén Díaz Minguela, Rubén Gómez Álvarez, Archivo Cofradía Siete Palabras deJesús en la Cruz de Soria y Hno. Javier Cuadrado Diago.Portada: Jesús Javier Quintana San MartínDiseña y maqueta: Hno. Diego ChamorroCoordina la publicidad: Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz de LeónImprime: Punto y Seguido (León)Edita: Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz de León. www.sietepalabras.comApartado de correos nº 59, 24080 LEONDepósito Legal: LE-346-1993. ISSN: 1889-1918

Siete no se solidariza ni comparte necesariamente las opiniones vertidas en los artículos firmados, siendo éstas de la exclusivaresponsabilidad de sus autores. Se autoriza la reproducción total o parcial de contenidos, tanto escritos como gráficos, siemprey cuando se cite expresamente su procedencia.

Apunto está de abandonarnos el otoño, ya apenas quedanhojas ni en los árboles, ni en el suelo de las calzadas delRegio León y agoniza un año que ha sido inolvidable paralos hermanos de las Siete Palabras. Un año en el que hemoscelebrado los primeros cincuenta años de existencia y quesólo son el comienzo de otras muchas décadas del sobrioesplendor que le espera a nuestra penitencial. Así también,SIETE ha querido, y quiere, ser especial y, tras el número“extraordinario” de Semana Santa, este número 59 tambiénluce sus mejores y coloridas galas. Más páginas y más colorpara contar todos los actos que han tenido lugar desdemitad de la Cuaresma hasta hoy y que se rematan con unexhaustivo Via Crucis al que se ha dejado someter nuestrofundador y Abad Honorario Eduardo de Paz. Estamos ya inmersos en el Adviento, una época que nosprepara para vivir el nacimiento de Jesús de una maneracristiana, la única manera de vivir realmente la Navidad,más aún en estos tiempos difíciles que vivimos.■

¡FELIZ NAVIDAD Y QUE DIOS OS BENDIGA A TODOS!

Queridos hermanos

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Tres ArosHermano Luis Miguel Zapico AldeanoAbad de la Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz

scribiros como Abad del Cincuen-tenario en este número un tanto espe-cial de la revista de la Cofradía no hasido una tarea sencilla, puesto que miintención es tratar la conmemoración denuestros cincuenta años de historiasin repetir nada de lo que hemos idocontando en nuestras publicaciones yactos. Tenía distintos enfoques antemí pero usé el siguiente argumento: elAbad es, como dicen nuestros Estatu-tos, “la cabeza visible de la Cofradía, os-tenta la representación de la misma yasume las funciones de gobierno” y,bajo mi opinión, esas funciones sólo sepueden desempeñar con el apoyo de loshermanos (mi tan repetido lema de“esto será lo que vosotros queréis quesea”). Considerando esto, decidí que miartículo enunciaría aquellas frases mássignificativas que he escuchado comorepresentante de nuestra penitencialporque, en el fondo, el éxito que hemoscosechado no ha sido labor mía, sino detodos vosotros. «Enhorabuena, han sido unos actos sobriosy elegantes; tenéis el don de sobrecoger consencillez». Muchas otras han sido las fe-licitaciones que he recibido de otras Co-fradías y Juntas Mayores, de sus her-manos y Juntas Directivas, de Institu-ciones de diversa índole y, lo más im-portante, de vosotros mismos. Peroestas palabras de un Abad de otra Co-

fradía son el mejor resumen de lo queha sido, permitidme la licencia, tanto la“Semana Grande” del aniversario comodel resto del año, y porque nos hemosde enorgullecer, como así nos recono-cen, por cumplir nuestros deberes concompostura, devoción y seriedad.«Tienes razón pero no te quejes, ha sido es-pectacular y digno y, en el caso que hubie-se ido mal, al menos has podido hacerlo;otros cuantos lo han intentado sin lograr-lo», me dijo otro Abad al terminarnuestro cortejo procesional extraordi-nario cuando le estaba contando in-

dignado todos los impedimentos quehabíamos afrontado. Muchos obstácu-los ha tenido que afrontar la Junta deSeises a lo largo de este año, tanto de es-casez de recursos como de falta de co-laboración de quien menos te lo espe-rabas. Ha sido demasiado duro el ca-mino y los cambios que tuvimos queafrontar pero, tomándolo como peni-tencia ya que había que superarlo, al fi-nal incluso hasta se me hacía divertidoir sorteando las barreras que nos ibanponiendo (será esa mezcla mía de or-gullo asturiano con tozudez cazurra de

E

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la que no pienso renegar). Es en estosmomentos críticos donde realmentetuvimos la oportunidad de poner aprueba el espíritu de fraternidad entrehermanos de nuestra Cofradía, de otraspenitenciales y de otros colectivos: meresultó especialmente conmovedor verla amplia representación de Herman-dades y Hermanos Mayores en nuestrosactos extraordinarios y permitidmenombrar especialmente a la Cofradía dela Expiración y del Silencio por supresto auxilio cuando todas las opcio-nes se nos cerraban.«Ya sabes cómo es León y los leoneses: si dié-semos una medalla a quien cree que se la me-rece, agotaríamos el oro del mundo», medijo un cura de la diócesis en una so-bremesa al contarle alguna anécdotaque tuve en algún acto de este Cin-cuentenario. Y ello durante una con-versación cuya esencia era la queja deeste sacerdote por el hecho que las Co-fradías somos el colectivo que másgente movilizamos en la ciudad peroúnicamente en el periodo de Semana

Santa o en efemérides como la del Cin-cuentenario. Fue una fructífera charlade la que os resumo las conclusionesque obtuvimos. En primer lugar, pocopodemos justificarnos ante estas la-mentaciones porque manifiestan laprincipal debilidad de nuestra Cofradíay del resto de Penitenciales. Así, ex-traordinaria ha sido la asistencia de her-manos a los actos de este todo año, si lacomparamos con la participación tra-dicional, escasa si la comparación sehace con la totalidad de miembros enactivo. Por otra parte, cierto es que lasobligaciones personales pueden limitarla asistencia a algunos actos a lo largodel año, pero hemos de reconocer queno a todos. Lamentablemente, de seguirasí, al final habrá que darle la razón aquien critica que sólo se pertenece a unaCofradía para pujar una imagen y pre-sumir de ello, puesto que incluso ni seacude a las Procesiones cuando ame-naza mal tiempo (como la imagenigual no va a salir…) cuando no se sabeel tiempo final que hará y no deja de ser

un acto religioso del que tenemos al-ternativas preparadas. Y todo esto su-pone un fuerte contraste con el afán deobtención de reconocimientos y re-compensas varias que algunas pocaspersonas manifiestan, llegando en ca-sos hasta de cambiarse de Cofradíaspara lograrlo, o desentendiéndose de sucolaboración cuando ya han obtenidoel premio que buscaban. Es por ello quequiero agradecer a todos los que habéisasistido y disfrutado de los actos, es-pecialmente a Eduardo, Ubaldo y LuisJesús, mis predecesores en el cargo deAbad que han dado el mejor ejemplo decoherencia entre sus obligaciones conla Cofradía y los honores que de ella ob-tienen. A quienes no lo hayáis asistidoos animo a hacerlo en el futuro, más queapelando a que constituye un deber, re-conociendo el enriquecimiento perso-nal que de ello obtenemos.«Este ha sido el año de las Siete Palabras».No somos perfectos y los hermanos delas Siete Palabras hemos cometidoerrores y es algo normal; pero el balancede este Cincuentenario, que aún no he-mos terminado, es altamente satisfac-torio. Incluso lo negativo que os acabode contar se refiere a un mal generali-zado que, afortunadamente, es fácil-mente superable con un poco de com-promiso y humildad. Termino entoncescon esas palabras que me dijo un pe-riodista al reconocer que, de entre todaslas Cofradías que este año celebrabansus aniversarios, las Siete Palabras ha-bían destacado por la cantidad y cali-dad de sus actos. Una vez más, estemoscontentos, seguimos cumpliendo concreces nuestro objetivo de engrandecerla Semana Santa Leonesa.Gracias por hacer que las Siete Palabrasde Jesús en la Cruz hoy mantenga lasenda marcada hace cincuenta años pornuestros primeros hermanos, recibid uncordial saludo.■

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Paso a Paso

Concierto de CuaresmaEl domingo 18 de marzo a las 19,30 horas en el salónde actos del Nuevo Recreo Industrial tuvo lugar eltradicional Concierto de Cuaresma de la Banda deMúsica de las Siete Palabras que, esta ocasión,estuvo arropada por las bandas de música que nosacompañan cada Viernes Santo en nuestra Procesiónde las Siete Palabras. En dicho acto la Cofradía,como muestra de agradecimiento por sucolaboración fraternal para con nuestra penitencial,colocó un corbatín en los distintos guiones de laBanda Infantil de Cornetas y Tambores de laCofradía del Dulce Nombre de Jesús Nazareno, de laBanda de Cornetas, Tambores y Gaitas de la RealHermandad de Jesús Divino Obrero y de la Bandade Música de la Cofradía del Dulce Nombre de JesúsNazareno.■

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Paso a Paso

Solemne y Devoto Besapié en honor del “Balderas”

Como cada año, el sábado anterior alViernes de Dolores tuvo lugar, ennuestra sede canónica, la Iglesia de SanMarcelo, el Solemne y Devoto Besapiéen honor del Santísimo Cristo de laAgonía. Así, el pasado 24 de marzo to-dos los hermanos de la Cofradía de lasSiete Palabras y resto de fieles leone-ses pudieron observar, por segundoaño consecutivo, la imagen de nuestroTitular colocada en posición vertical;en una visión distinta e impactante, enun acto que cada año cuenta con másparticipación y mayor devoción porparte de la ciudad de León y, por supuesto, de los hermanos de nuestra pe-nitencial.■

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Paso a Paso

Solemne TriduoUnos días después del Besapié de nuestro Ti-tular, tuvo lugar el Solemne Triduo en honor delSantísimo Cristo de los Balderas. Como empiezaa ser ya costumbre, cada una de las tres Euca-ristías tuvo una dedicación especial. Así la ce-lebrada el día 27 de marzo estuvo centrada enla acogida de hermanos, la del día 28, en honorde los hermanos difuntos de la Cofradía y la úl-tima de las Eucaristías, la del día 29, finalizó conla bendición de túnicas y medallas de la Co-fradía. Además, esta celebración vino cargadade sorpresas, ya que el día 27 de marzo el Abadde la Cofradía anunció el nombramiento del her-mano Mario Díez-Ordás Berciano como HER-MANO DE HONOR DE LA COFRADÍA. Al díasiguiente, el hermano Alberto Diago Santos pusofin al segundo día del Triduo con una hermo-sa y emotiva alocución, un pregón cargado delamor, del sentimiento y de la devoción que Al-berto profesa a nuestro Titular y que puso másde un nudo en la garganta a los allí presentes.Por último, el tercer día del Triduo, la Cofradíapresentó la nueva cruz de guía y ciriales que for-man ya parte de nuestro patrimonio gracias ala desinteresada donación de varios hermanosde nuestra penitencial.■

Paso a Paso

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Presentación y bendición del nuevo trono de la Quinta Palabra

El viernes 16 de marzo, a las 20,00 horas, en la carpa de la terraza de El Cor-te Inglés tuvo lugar la presentación del nuevo trono de la Quinta Palabraelaborado en Baza (Granada) por los Talleres de Hijos de Esteba Jiménez.La Banda de Música de la Cofradía puso el cierre a la presentación de esteespectacular trono de estilo barroco realizado en madera de cedro brasile-ño tallado y modelado a mano que viene a aumentar y engrandecer el pa-trimonio de nuestra penitencial.

En la mañana del Jueves Santo, antes de que diera comienzo el Pregón aCaballo, en la carpa que la Cofradía instala en la Plaza de San Marcelo tuvolugar a cargo de nuestro Consiliario, el Reverendo Padre Félix Díez Alon-so la bendición del trono de la Quinta Palabra. Un acto sencillo con el queel nuevo trono quedó ya en manos (o en los hombros) de los braceros dela Quinta Palabra quienes, a buen seguro, lucirán con orgullo esta nuevajoya por las calles de León durante muchas Semanas Santas.■

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Paso a Paso

No todo es Semana SantaEl pasado 13 de mayo nuestra banda de música fue protagonis-ta, junto con la A.M. de las Bienaventuranzas, del primer domingodel ciclo de música organizado por el Excelentísimo Ayuntamientode León bajo el nombre de “No todo es Semana Santa” celebra-do en el templete de música del Paseo de la Condesa de Sagas-ta. Así, la banda de música de las Siete Palabras abrió el imagi-nario telón sobre las doce del mediodía y deleitaron al público asis-tente con las siguientes marchas: AL CIELO CON ELLA, TENGOSED, EL GATO MONTÉS, LAS CORSARIAS y ZALAMEA LAREAL.■

Celebración de la Invención de la CruzEn la iglesia de San Lorenzo, lugar donde recibe culto el Santísi-mo Cristo del Desamparo y Buen Amor, el jueves 3 de mayo, laCofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz celebró la fes-tividad de la Invención de la Cruz, fiesta en la que la Iglesia con-memora el descubrimiento que, en Jerusalén, realizó la empera-triz Elena, madre del emperador Constantino, del Lignum Cru-cis, allá por el año 326.Tras la celebración eucarística, nuestra banda de música nos de-leitó con unas marchas para concluir el día con la tradicional de-gustación en hermandad de los habituales dulces y la inevitablemistela.■

Misa de difuntosComo cada mes de noviembre la Cofradía de las Siete Palabrasde Jesús en la Cruz recordó a sus hermanos difuntos. En esta oca-sión fue el viernes 9 de noviembre a las 19,30 horas en la capillalateral de la Iglesia de Santo Toribio de Mogrovejo, donde se en-cuentra expuesta al culto la Tercera Palabra al completo. Allí setuvo un emotivo recuerdo por los hermanos fallecidos de la Co-fradía y en especial por los fallecidos en este último año, los her-manos Urbano González Santos Díaz-Caneja, María DoloresVázquez López, José Luis Perelétegui Pérez, Carlos Mellado Mar-tín, Leonor Pastrana Hoyos y Emilio José Álvarez-Prida Carrillo.Descansen en Paz. Lugar destacado en la Eucaristía tuvieron, como es ya habitual se-gún recoge el protocolo de difuntos de nuestra penitencial, la Cruzy el Libro de Difuntos.■

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Aún recuerdo cuando jugaba en elequipo de futbol del colegio. Éramos unequipo de chavales de 15 años, y cadapartido era un mundo, nunca sabías quete podías encontrar. Algunas veces, nisiquiera llegábamos a ser once jugado-res, otras veces éramos cinco y el par-tido acababa antes de empezar. Cuan-do conseguíamos hacer una alineacióncompleta, comenzaba el caos en elcampo, todos nos matábamos por des-tacar, todos queríamos meter gol, ser elfoco de las miradas y los aplausos, nosdaba igual la táctica y ninguno queríaser portero, ni defensa, eso era una tra-bajo que nadie quería hacer. Contába-mos los partidos por derrotas, cada vezmenos padres, madres, hermanos yfamiliares venían a vernos, ya que esono era fútbol, era un grupo de chicos de15 años, en el que cada uno jugaba a serprotagonista.Todo cambió cuando llegó Don Pedro,un hombre normal, un poco gordo y,casi, calvo por completo. Don Pedro eraun electricista que fue contratado por elcolegio para ser el entrenador del equi-po, él no tenía más idea de futbol queninguno de nosotros, era aficionado aeste deporte y todos los domingos ibaal antiguo estadio Antonio Amilivia aver los partidos de la Cultural pero, másallá de su afición, no tenía ningún co-nocimiento de cómo entrenar a unequipo, es decir, se trataba de uno másde nosotros, alguien al que lo único quele diferencia del resto del equipo era laedad y el poco pelo que le quedaba enla cabeza.

Haciendo equipoTodos estábamos indignados, esperá-bamos a alguien importante, a algún ju-gador de futbol retirado, o incluso a unentrenador con alguna experiencia, noesperábamos a alguien normal. Pero losentrenamientos comenzaron, y prontonos dimos cuenta de que el término“normal” tenía muchas interpretacio-nes. Don Pedro era un hombre normal,sí, pero siempre decía que él veía des-de fuera del campo lo que nosotros nopodíamos ver desde dentro, y así escomo empezamos a aprender a jugar enequipo. Entrenamiento tras entrena-miento, él nos enseñaba la importanciaque tenían todos y cada uno de los oncejugadores que se encontraban en el rec-tángulo de juego. El míster fue detec-tando nuestras habilidades, percatán-dose de cual era el punto fuerte de cadauno, y nos fue otorgando a cada uno unpuesto, no sé cuál sería el motivo, peroa ninguno nos molestó que nos cam-biaran nuestra posición en el campo,posiblemente sería porque sabíamosque Don Pedro, únicamente, era unomás de nosotros, alguien que lo únicoque hacía era vernos desde otra pers-pectiva y aconsejarnos para que fuéra-mos un equipo y disfrutásemos ju-gando a ese deporte que tanto nosgustaba. Por eso fue que Matías, quesiempre jugaba de delantero centro, aca-bó siendo el portero titular, Alfonso,que era el lateral izquierdo, pasó a lamedular y yo, que siempre estaba enposiciones de ataque, me convertí endefensa central.

Pronto comenzó la nueva temporada,y con ella los partidos, poco a poco nosíbamos compenetrando unos con otros,parecía que, por fin, empezábamos a ju-gar al futbol. Ninguno de nosotros fal-taba jamás a un partido y nos íbamosdando cuenta de que cada vez veníamás gente a vernos jugar, estábamosdisfrutando y los lazos entre todos loscompañeros cada vez eran más fuertes.Nunca olvidaré el 13 de septiembre de1985, teníamos el partido más impor-tante de la temporada, si ganábamos su-biríamos de categoría, pero no era esolo importante, lo importante era que mipadre que siempre estaba trabajando

Tengo SedHermano Miguel Ángel Losada VillafañeSeise de la Quinta Palabra

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había podido ir a verme, que el her-mano de Juan que estaba haciendo lamili estaba de permiso y acudió alcampo por primera vez en toda la tem-porada, todos nuestros familiares es-taban allí, nunca habíamos visto elcampo tan lleno de personas queridas,al igual que de otras muchas personasque venían ver a nuestros compañerosrivales. Al fin escuchamos el pitido ini-cial, y fue cuando nos dimos cuenta delo que todos juntos, los jugadores y DonPedro, lo habíamos conseguido. Laformación era inmaculada, el equipo semovía como uno solo, el portero y losdefensas vigilaban la retaguardia deuna forma impecable, los medio centrossostenían el equipo y evitaban que separtiese, los laterales y extremos se ha-cían coberturas entre sí, evitando el des-gaste, y los delanteros comenzaron amarcar goles, pero no sin darse cuen-ta que esos goles venían precedidos deltrabajo de un equipo compacto y quehacía posible que llegaran balones a lasposiciones adelantadas. Lo más sor-prendente fue cuando comenzaron losaplausos, vimos que el robo de un ba-

lón en defensa era tan aplaudido comoun gol a favor, que una parada del por-tero hacía enloquecer a la grada, y se es-cuchaba comentar entre la afición con-tinuas palabras de adulación por los pi-votes del equipo, aquellos que trabaja-ban en la sombra para ayudar al equi-po y que son tan importantes como elresto de jugadores. Al final ganamosaquel partido, vimos a nuestros fami-liares gritar de alegría y a la afición ri-val aplaudir con reconocimiento.Aún recordamos aquel partido en lascenas del instituto, y brindamos porDon Pedro, que aunque ya no está,siempre tendremos en nuestra mente suhumanidad, su compresión, todo lo quehizo por nosotros y todo lo que nos en-señó, en fin… siempre tendremos pre-sente su “normalidad”.Hoy en día pertenezco a una cofradía,siempre había querido formar partede una, pero hasta no hace muchos añosno me decidí por completo. Me encan-taba la idea de ser bracero y, al final, lofui de la Quinta Palabra, no me podíaimaginar lo difícil y duro que podía lle-gar a ser salir en procesión con un tro-

no de esas características, era muchomás pesado de lo que me imaginaba, to-dos queríamos ponernos en la parte defuera para que nos viesen nuestros fa-miliares y amigos, nadie quería ir en elinterior, ni en la parte de atrás y encimano todos los braceros participaban el díade procesión, me di cuenta de que pu-jar un trono no dista mucho de unequipo de futbol, parecía que había ol-vidado todo lo que me enseñó Don Pe-dro, no jugábamos en equipo, cadauno hacíamos la guerra por nuestracuenta y eso se convertía en caras seriasy agotadas al final de la festividad, a to-dos nos encantaba formar parte denuestra cofradía pero no estábamosdisfrutando con ello como deberíamos.Al final comprendí, que la figura del Sei-se del trono, no es otra que la figura deDon Pedro, otro compañero igual quenosotros, que nos ve desde fuera, des-de otra perspectiva y que trata de ana-lizar las habilidades de cada uno paraque todos actuemos en equipo, y en vezde ser muchos hermanos que actúan porsu cuenta, seamos un solo “un paso”, unequipo comprometido que se mueve enformación, que arranca los aplausos dela gente al pujar su paso tan pesado, sa-liendo en procesión por la calles de Leóny bailando al son de la banda de la co-fradía.Hace unas semanas que he aceptado elcargo de Seise de la Quinta Palabra, lohe aceptado porque tenía mi historiapara contar y porque creo nos será deayuda en el futuro. Todos tardaremosun tiempo en adaptarnos y en jugar jun-tos, al igual que en cualquier equipo,pero en este equipo, en la Quinta de lasSiete Palabras, todos somos necesariose importantes. Necesitamos que todoslos braceros estemos disponibles y así li-berarnos de excedernos en la carga, aligual que en mi equipo los reservas es-peraban con anhelo su oportunidadde echar una mano a sus compañeros;

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necesitamos ser comprometidos y ayu-dar a partes iguales dentro de nuestrasposibilidades y así aligerar con nuestraayuda la carga de los compañeros, aligual que los jugadores de banda se dancobertura en cada partido; debemos sa-ber que sin la ayuda de los braceros in-teriores sería imposible mantener esta-ble el trono, por lo que éstos son igualde importantes que el resto, como los pi-votes del centro del campo que realizanuna de las labores más importantesdel equipo; cada uno tenemos nuestrasfacultades y habilidades por lo quedesempeñaremos mejor nuestras fun-ciones en nuestra posición, al igual quemi amigo Matías que llegó a jugar en unequipo profesional defendiendo la por-tería; y sobretodo debemos ser cons-cientes de que la gente que disfruta dela Semana Santa, lo hace por las proce-siones, disfruta de la cofradía en su to-talidad y no de nadie en particular, dis-fruta de ver como los braceros están per-fectamente formados y consiguen llevarcon su esfuerzo una carga tan pesada,de verlos bailar al son de la música, y deverlos descansar después de un gran es-fuerzo, entonces las palabras de estos co-frades que visten sin túnica pero que nosacompañan cada Semana Santa, seránlas de “la procesión de Las Siete Pala-bras ha sido realmente impresionante”,al igual que aquel día 13 de septiembrede 1985 dijeron “nuestro equipo ha as-cendido de categoría”. Yo no soy Don Pedro, ni siquiera me pa-rezco a él. Yo sólo soy otro cofrade másque, únicamente, quiere disfrutar de sucofradía y de sus hermanos y que, al ter-minar la procesión, todos nos miremoscon caras sonrientes y orgullosas de ha-ber sido un equipo, unos amigos, unoscofrades que juntos han hecho emocio-narse a todos los seguidores de la co-fradía de “Las Siete Palabras” y de la Se-mana Santa leonesa.Que el Santísimo Cristo de la Sed nosguie y ayude.■

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Sueños de Vieja DamaHermano Alberto Diago Santos

Y en las Barandas del Cielo“A las manolas de nuestra Cofradía”

Y de blancos capirotesya se vuelve toda la tarde,y tus ojos son los luceros

que alumbra León a sus calles,y tu imperio es el arte

que ya tallara Gregorio Fernández.Y tus claveles rojizos

ya pudiste entregarmepues sólo tú me conoces,Señor, con todo tu alarde.

Quién pudiera ser pétalo vencidoy en tus brazos yo quedarme,

y en tu mirada serenarmey en tus plantas esperarme,

y en tu paso determepor las barandas del cielodonde navega ese amorque clavaste en mi almay la infancia me entregó.Eres copla llena de amor

que por Cuaresma me llamóaquella tarde de marzo,

donde revestiste mi vocación.Y sentiré tocar tu gracia

en tu donaire y tu alabanzadonde escribiste la Esperanza.

Pues sólo tú, Señor,eres el Cristo de León

el que Siete Palabras pronunció

que hasta el mismo Dios escribióposándose en tu peana

y enseñándonos el caminode la gubia celestial

por el balcón de la promesadonde fue Dios quien te hizo.Y con sólo decir tu nombre,suspiro del Miércoles Santo,

por aquel dulce lirioque en tu paso ya es el brillo

de la fe de aquel chiquilloque escribió aquella tarde

el amor de su caminoque te reza el penitente

en tus ojos que son el destinode tu gracia permanente

Pues mi sueño es tenerte cercadonde nace tu Cofradía

por el jardín de tu sonrisa,donde el clavel es la palabra

y tu amor es melodía¡Ay! verso que son los días

y Cruz de mis anheloseres, desde mi infancia,Señor de mis desvelos

donde te nombran aquellosque ya están en los altares

y para mecerte Señorbailan hasta los varales.

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Paponines

Hno. Alejandro Lozano González Hno. Pablo Ampudia Conejo (9 años)

Hno. Francisco Ibarrondo González (6 años)

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Paponines

Hno. Pablo Ampudia Conejo

Hno. Jorge Ampudia Conejo

Hno. Marco González Garcia

Hnos. Eloy y Martin Diez-Ordás Benavidescon sus padres Carmen y Mario

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Hermanos en CristoCofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz De Soria

Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz

de Soria

e fundó la Hermandad el día 6 deabril de 1949, está canónicamenteinstituida en la Iglesia de El Salvadorde Soria.El fin principal de la Hermandad esllevar la predicación de las SietePalabras a los fieles de la ciudad, he-cho que se lleva a cabo en la proce-sión de mediodía, el Viernes Santo,durante el recorrido que se realizadesde la Iglesia de El Salvador a laS. I. Concatedral de San Pedro. Unsacerdote designado por la Her-mandad predica las últimas Palabrasde Cristo desde siete balcones en-galanados con la insignia de la Co-fradía.Tiene la Cofradía dos pasos; “LaExaltación de la Santa Cruz”, unpaso austero que es portado enhombros de 20 cofrades y que se es-trenó en el año 1999 con motivo delcincuentenario de la Hermandad yel paso titular; “El Calvario de losFlorines”, espléndido conjunto for-mado por las imágenes de Cristo cru-cificado, talla atribuida al taller deBerrugete, La Virgen y San Juan, to-das obra de escuela castellana del si-glo XVI. “El Calvario” se coloca so-

bre un trono de traza plateresca.En la actualidad la Cofradía la for-man 400 hermanos. Es destacable “el Juramento de fi-delidad a la Hermandad” que pres-tan los nuevos hermanos numera-rios, en un acto solemne que se des-arrolla en la cripta de la Iglesia de ElSalvador momentos antes de la pro-cesión.Guiones, estandartes, siete faroles deartísticas vidrieras grabadas con la le-yenda de las Palabras, una numerosa

S

banda de tambores, timbales, cor-netas y clarines, varios hermanos queportan pesadas cruces penitencialesy decenas de cofrades acompañan-do “los pasos” a ambos lados. Así esnuestra procesión, sobria, austera ydevocional, como nuestra propiaSemana Santa.En este año jubiloso, en que celebráisvuestro 50 aniversario, recibid lafelicitación y el afecto de vuestroshermanos de las Siete Palabras de So-ria.■

Foto: Patricia González Martínez

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Via CrucisJavier Cuadrado Diago

Eduardo de Paz,la Cofradía en persona

Primera estación:Eduardo, ya han pasado cincuenta añosdesde aquella “sana locura” tuya de cre-ar una Cofradía. ¿Cómo nació la idea?

Estando yo en Valladolid estudiando elBachillerato, empecé a ir al museo de es-cultura donde siempre me llamaban laatención las imágenes de Gregorio Fer-nández. También iba a la Iglesia de San-tiago donde me maravillaban las copiasde los dos ladrones de Gregorio Fer-nández y el Cristo de Pompeio Leoni queprocesionan en Valladolid. A tal puntollegó mi obsesión que, después de haberfinalizado mis estudios universitarios, mevino a la cabeza el por qué no hacer unaCofradía de las Siete Palabras. Fue en-tonces cuando visité al entonces coad-jutor de San Marcelo, y buen amigomío, don José Luis Alvarez de la Riva, alque le presenté mi idea, la cual le gustótanto que se comprometió a darnos alCristo de los Balderas como Titular de laCofradía. Entonces empecé a tocar a mi familia, amis primos, Carlos, Adriano, Prida… yasí fue como nació la Cofradía.

Segunda estación:Desde 1962 hasta 2012, cincuenta añosque bien merecen una valoración porparte de su fundador.

Cincuenta años donde han ocurrido in-finidad de cosas. Al principio fueronaños muy difíciles, en primer lugar por-

que en aquellos momentos las Cofradíasestaban en horas bajas y costaba muchotrabajo hacer hermanos. Tanto es así queentre el paso de las Tres Cruces y el ter-cero pasaron veinticinco años. Años du-ros, en los que además cometimos el errorde no admitir niños, en la idea equivocadade que los mayores iban a perpetuarse ylos mayores, lógicamente, fueron des-apareciendo por distintos motivos. He-mos pasado por muchas penurias sobretodo económicas. Al principio tuvimosuna etapa de escasos, por no decir nulos,medios económicos, donde llegamos a te-ner cinco créditos avalados personal-mente por nosotros, que pagamos con di-ficultad y tras repetidos requerimientos,

trampeando… Y así fue como empeza-mos, porque se empezó de cero, hubo quehacer los guiones de las palabras, elguión de la Cofradía, hasta llegar a nues-tros días.

Tercera estación:¿Qué queda de aquella idea inicial?¿Qué se ha quedado en el camino?

La idea inicial quería basarse en evitar to-dos los errores que de aquélla se come-tían en la Semana Santa leonesa. Re-cuerdo el Encuentro de la Procesión delos Pasos donde dejábamos el paso en elsuelo y todos los hermanos, mayores yjóvenes, nos íbamos a los bares, se hací-

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an trayectos descubiertos… Yo queríaacabar con todo eso. De hecho, al prin-cipio, entrábamos en San Marcelo y sa-líamos tapados. Eso al principio resul-tó chocante entre la gente, pero creo queaquella seriedad fue, poco a poco, ca-lando en la gente y ha servido de mejo-ra, aunque ahora nos hemos relajado yeso hay que rectificarlo y volver a la ideainicial.

Cuarta estación:¿Cuál ha sido para ti el momento

más difícil de estos cincuenta años devida de la Cofradía y cuál ha sido elmás gratificante?

Sin duda los primeros años fueron los másdifíciles. Yo acudía al gremio que cono-cía, que era el de la abogacía, y medio co-legio de abogados pertenecía a la Cofra-día, o sea que hermanos éramos sufi-cientes, pero no había medios económi-cos y el crecimiento era muy complicadoy lento; hasta que vino el repunte en el quela gente se hacía de la Cofradía sin bus-carlos, empezamos a hacer pasos nuevosy a crecer rápidamente,Lo más gratificante para mí es llegar a lacarpa de San Marcelo, la tarde del Miér-coles Santo, y ver nuestros seis magnífi-cos pasos. Es una satisfacción enorme.

Quinta estación:Ya han pasado cincuenta años y ahoravienen otros cincuenta más. ¿Cómo cre-es que debe afrontar la Cofradía estanueva etapa?Desde mi modesta opinión, el proyecto

que debe afrontar la Cofradía es la com-pra o alquiler de una nave donde guar-dar todo nuestro patrimonio. Lo he dichoa lo largo de los años a todas las Juntas,incluso antes de hacer la Quinta y la Sex-ta Palabra, ya insistí en que había que ha-cerse con un lugar donde tener a buen re-caudo nuestro patrimonio y no andar deprestado. También la Cofradía debe con-cienciar a los hermanos para que acudana nuestros actos procesionales, ya que aho-ra estamos viviendo en la Semana Santade León una época de vacas flacas y po-demos encontrarnos con que no haya gen-te para sacar los pasos. Hay, por tanto, quedirigir los pasos en una doble vertiente,una dirigida al crecimiento patrimonial,que creo que pasa por hacerse con una

nave donde guardar nuestro extenso yrico patrimonio; y una segunda vertien-te dirigida al aumento y consolidación delpatrimonio humano de la Cofradía.

Sexta estación:Ahora hagamos un podo de autocríti-ca –siempre constructiva- que es fun-damental para poder afrontar el futu-ro con seguridad y firmeza. Coménta-nos los aspectos donde consideras quela Cofradía puede y debe mejorar sucomportamiento.

Yo creo que la autocritica va dirigida ala pérdida de seriedad. Al principio nose hablaba, los hermanos se giraban ha-cia al interior en las paradas de la pro-cesión, no se daba la mano a los niños(con las críticas que esto nos supuso ensu día). También es lamentable el follónque se forma en el reparto de las flores.Ésta es una costumbre que debíamoserradicar. Las flores deberían dejarsepara adornar las capillas donde tenemosexpuestos al culto nuestras imágenes,para cofrades fallecidos…Otro aspecto a mejorar es el hecho deque el noventa por ciento de los her-manos son cofrades de Viernes Santo,sólo están para la procesión, ya no estánni para el desmontaje. Creo que hay quesentir la Cofradía todo el año y ya no tedigo con respecto a los actos litúrgicos,de eso mejor ni hablamos, es algo quedeberíamos aprender de las Cofradías deSevilla. Creo que si sintiéramos más laCofradía y la viviéramos todo el año nohabría jaleos, ni disputas.

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Séptima estación:Ya un poco al margen de nuestra Co-fradía, y teniendo en cuenta tu larga ex-periencia como papón de los que ha vi-vido muy desde dentro nuestra Sema-na Santa, haznos una valoración per-sonal sobre cuál ha sido la evolución dela Semana Santa Leonesa a lo largo deestos últimos 75 años.

La Semana Santa ha evolucionado mu-chísimo en León. De aquella SemanaSanta del año 62, año de fundación de lasSiete Palabras y que coincidió con el añoen que se hizo el primer cartel de la Se-mana Santa, aquél de Zurdo que fue tanpolémico, que se retiró…, hasta hoy hacambiado muchísimo. Hemos ganado enseriedad, en respeto. Recuerdo que enuna ocasión la Universidad de León hizouna encuesta en uno de los primeros en-sayos del Titular en los talleres de Teje-rina y una de las preguntas era “¿porqué quieres pertenecer a esta Cofradía?”.Me lleve una grata sorpresa cuando lamayoría de las respuestas se inclinabanpor motivos religiosos. Ahora creo queen ese sentido de religiosidad hemosperdido bastante. Están peor las cosasque antes.

Octava estación:Durante lustros llevas siendo embaja-dor de nuestra Cofradía y de la Sema-na Santa leonesa por todo el país, ¿quéalcance y consideración se tiene denuestra Semana Santa por el resto deEspaña?, ¿existe, mundo allá, algo másde la Semana Santa sevillana?

Los sevillanos creen que sólo existe suSemana Santa y que su Semana Santaestá por encima del bien y del mal, esoes así y no les vamos a convencer de locontrario. Al margen de Sevilla y Má-laga, creo que sí está reconocida la Se-mana Santa Leonesa, como ejemplobaste decir que la Cofradía de las SietePalabras de Burgos están interesados envenir a nuestro Vía Crucis, hemos teni-do muy buena relación con Tarragona,donde hemos ido y han venido ellos.Pero es cierto que, en este sentido, es im-portante que la gente acuda a los Con-gresos de Cofradías para potenciar y dara conocer más la Semana Santa leonesa.

Novena estación:Sigamos con el análisis a la SemanaSanta leonesa, ahora toca hablar de la

Junta Mayor de Cofradías de León. Setrata de un organismo con poca fuerzaejecutiva dentro de la Semana Santa deLeón y de las Cofradías leonesas, qui-zás más figurativo que otra cosa. ¿Erespartidario de un organismo de este tipocon mayor fuerza y de carácter deciso-rio o, por el contrario, te inclinas por unórgano de tipo consultivo y de escasafuerza ejecutiva, como parece el actualmodelo?

Yo creo que la Junta Mayor debería te-ner más fuerza de la que tiene y que susdecisiones deberían ser vinculantes,respetadas y cumplidas por y para to-dos. Pero no para unas Cofradías sí yotras no, porque de esta manera la Jun-ta Mayor sirve para poco.

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Décima estación:Semana Santa de León, declarada de in-terés turístico internacional. ¿ExplotaLeón esta característica? ¿Tiene nuestraSemana Santa el suficiente apoyo ins-titucional, tanto político como ecle-siástico, así como del resto de los sec-tores de la sociedad leonesa.

Esta es una pregunta que se responde fá-cilmente. Los leoneses somos muy es-peciales y no valoramos lo que tenemos,ni lo sabemos vender, ni lo sabemos va-lorar. En ocasiones me cuesta saber porqué viene la gente a León a ver nuestraSemana Santa, creo que será por elboca a boca de los turistas, porque nos-otros, realmente, no hacemos nada porpromocionarla.

Undécima estación:16 Cofradías, innumerables actos yprocesiones. ¿Cabe todo en nuestraSemana Santa? ¿Cómo ves el futuro dela Semana Santa leonesa? ¿Se está no-tando ya en las Cofradías los efectos dela resaca semanasantera de los 80?

Por supuesto que en nuestra Semana San-ta cabe todo, pero creo hay demasiadasprocesiones, Vale más organizar másactos religiosos pero no tanta procesión,creo que hay 35 o 40 procesiones y parami gusto son demasiadas.Hoy día resulta más complicado impli-car a la gente en las Cofradías que, comobien dices, la gente se hacía hermana deuna Cofradía casi sin querer. Realmentehay un bajón importante en cuanto al pa-trimonio humano.

Duodécima estación:Dirijámonos hacia cuestiones más per-sonales. Tu amor a la Cofradía está fue-ra de toda duda y así lo has demostradodurante los cincuenta años de existenciade las Siete Palabras, permaneciendo,siempre, al pie del cañón, cuéntanos el se-creto para no aguantar todo este tiemposin desfallecer en el intento.

Yo he anunciado mi marcha en infinidadde ocasiones, pero algo en mi interior mehacía volver. Ahora con los años me vacostando más seguir al pie del cañón.Porque, realmente, en estos momentosme maravillo de cómo las Juntas de Sei-ses sacan las Cofradías adelante, porquehay demasiados líos, disgustos y dis-cusiones y no creo que ese sea el cami-no. Como he dicho anteriormente si exis-tiese un verdadero amor a la Cofradía nohabría tantos problemas y la gente, conindependencia de su relación con laspersonas que las dirigen, siempre tra-bajaría por su Cofradía y no hablaría malde ella, porque al final la que siemprepaga los platos rotos es la Cofradía.

Decimotercera estación:Vayamos aliviando el “sufrimiento” ycuéntanos de todos los actos que realizanuestra Cofradía, cuál es el que más tellena y por qué.

Sin dudarlo, el Via Crucis. Para mi es laverdadera Procesión por su seriedad yrigor que, como he dicho antes, se estáperdiendo bastante en la Procesión delViernes Santo ya la gente no guarda tan-to la compostura. Hay que tener en cuen-ta que según tú enseñes al público así teresponde el público.

Decimocuarta estación:Por fin, ha llegado el final de este cal-vario al que te hemos sometido y es elmomento de que nos desveles los se-cretos de tu Semana Santa y nos digas:

Una calle: Las Cercas

Una ubicación: Plaza de San Marcelocon “La Madrugá” en el Via Crucis.

Una imagen: El Santísimo Cristo de laAgonía.

Una banda: Las Siete Palabras

Una procesión: El Via Crucis de las Sie-te Palabras

Un acto al margen de las procesionespropiamente dichas: Me voy a olvidarun poco de la Cofradía y voy a decir ElEncuentro del Viernes Santo por la ma-ñana de Jesús Nazareno

Un momento especial: Cada vez que sesuspende la procesión y se comunica alos hermanos que no podemos salirpor culpa de la lluvia. Recuerdo que laúltima vez se me caían unos lagrimonesdebajo del capillo impresionantes, bue-no a mi y casi todos.■

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6.CONDENA A MUERTE DE CRUZ,POR EL PREFECTO DEL PRETORIO,LUCIO PONCIO PILATO. “INRI: IHESVSNAZARAENVS REX IVDAEORVM”-

Desde el año 6 d. C., el prefecto del pretoriotenía su cuartel general en Cesarea Marí-tima, pero si se encontraba en Jerusalén re-sidía en el vetusto palacio de Herodes I elGrande, que se llamaba Pretorio o Gab-batha (“el lugar desde el que se domina laciudad por el Este”). Delante del palaciohabía un enlosado de piedra o Lithostro-tos, donde el prefecto impartía justicia, demadrugada, y sentado en un estrado.“¿Eres tú el rey de los judíos? Tú lo dices”(Mc. 15, 16). La acusación, en principio, yaes muy grave y presenta un matiz clara-mente peyorativo para los judíos y, más sicabe, al ser empleada por su gran enemi-go romano. “Tras la muerte de Herodestoda Judea estaba llena de bandidos.Cualquiera podía proclamarse rey a la ca-beza de una banda de rebeldes, que oca-sionaban la ruina de la comunidad, cau-sando pequeños problemas a los romanos,pero provocando auténticas carnicerías so-bre su propio país” (Antigüedades Judí-as, XVII, 285. Flavio Josefo). Varios “re-beldes” o “patriotas”, según el color delcristal con que se mire, fueron ejecutados,entre ellos: Judas hijo de Ezequías; Simón,que era un esclavo de Herodes y que ha-bía incendiado Jericó; un pastor llamadoAhrongés: “que ciñó la diadema, pero si-guió arrasando la zona con sus hombres.Su principal objetivo era matar a los ro-

HistoriaJose María Manuel García-Osuna y RodríguezDoctor en historia y médico de familia

La historia de la Pasión del Cristo-Dios (tercera y última parte)

lato va a intentar canjearlo por un agita-dor de la secta de los zelotes, se llama Je-sús Barrabás (“Jesús hijo del padre”), re-alizando una liberación que eran ocasio-nales y al albur del juez romano de turno.

manos y a la gente delrey (años 278-284)”. Enel año 66 d. C., Mena-hem hijo de Judas elGalileo: “subió al Tem-plo a adorar, vestidocon el atuendo regio yllevando tras de sí asus partidarios en ar-mas” (Guerra de losJudíos, II, 434. Flavio Jo-sefo). La acusación con-tra Jesús de Nazaret escontemplada con es-cepticismo por PoncioPilato; inclusive el pre-fecto va a solicitar unapalangana y se lavarálas manos, inhibiéndo-se del drama, actua-ción inaceptable encualquier juez romanoque se preciase, peroPilato solo pretendedeshacerse, lo antes po-sible, de aquel caso tanestrafalario, ya que es-tos juicios extra ordi-nem contra extranjerosno estaban sometidos aninguna regla jurídica;lo va a intentar de nue-vo enviando a Cristo ante el tetrarca de laGalilea, la Perea, la Decápolis y la Traco-nítide que es Herodes Antipas, pero el tai-mado Herodes no cae en la trampa, no secomplica y devuelve al reo al prefecto. Pi-

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“Judea es el trigo, Galilea la paja, Perea lacizaña” (Talmud). Como todo le está sa-liendo mal, lo va a enviar a la muerte enla cruz, suplicio romano y no israelita, yaque los hebreos, cuando les era posible, la-pidaban a los reos de muerte y luego losclavaban, ya muertos, sobre un patíbulo demadera. Los esenios, otra de las sectas deIsrael, que solían vivir en cuevas en el des-ierto, por ejemplo en Qumrán, dirigidospor el denominado “Maestro de Justicia”,ataban a los condenados a muerte vivos aun madero, tras una crudelísima lapida-ción. No obstante hacia el año 88 a. C., elSumo Pontífice de Israel Alejandro Janneocrucificaría a 800 judíos rebeldes, en el cen-tro de la propia ciudad de Sión. Duranteel asedio de Jerusalén, el futuro empera-dor Tito, crucificaría 500 enemigos israe-litas cautivados diarios. “Los soldados lle-nos de cólera y de odio, ridiculizaban a los

prisioneros, clavándolos a cada uno en unaposición diferente” (Guerra de los Judíos,451. Flavio Josefo).

7.JESUCRISTO YA ESTÁ EN LA CRUZ-El terrible suplicio de la crucifixión solíacomenzar con una inmisericorde flagela-ción, que sirviera de escarmiento y debi-litase las fuerzas del reo de muerte, se ha-cía en público. Los soldados mercenarioso de las tropas auxiliares estacionados enPalestino, sirios y samaritanos de la TorreAntonia, disfrutarían con el hecho de po-der humillar el orgullo de un judío. Paraque el escarnio sea mayor, Cristo va a serdisfrazado de pseudo-monarca, con unaclámide roja, una corona de tipo casque-te, de espinas, y una caña remedando el ce-tro regio. La ejecución con los dos bandi-dos acompañantes será colectiva. El reo demuerte llevaba, siempre y solo, el pati-

bulum o madero transversal de la cruz ahombros, atravesando de esta guisa la ciu-dad. “Que lleve el patibulum a través dela ciudad y, después, que sea clavado enla cruz” (“Carbonaria”. 48, Plauto). “Te lle-varán por las calles, con el patibulum so-bre la nuca y te acribillarán a pinchazos”(“Mostelaria”, 56-57. Plauto). “César lo en-vió encadenado a Jerusalén, con la ordende que lo entregasen a los ultrajes de losjudíos y, una vez que lo arrastrasen portoda la ciudad, que lo decapitasen” (“Gue-rra de los Judíos”, II, 246. Flavio Josefo).Los reos de cruz perdían todos sus más mí-nimos derechos como personas. El condenado llevaba una tablilla, colga-da al cuello, con la causa escrita de su con-dena a muerte, en el caso de Cristo escri-ta en latín, griego y arameo. El reo no sepodía detener durante su recorrido, peroCristo va a ser una detenido por una es-

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pecie de “cofradía” de mujeres piadosas,que se encargaban de ofrecer bebidasnarcotizantes a los condenados con la fi-nalidad de aliviarles sus sufrimientos. Alatravesar la puerta de la ciudad, en vistadel claro agotamiento manifestado porCristo y temiendo, el centurión, que pu-diese fallecer por el camino, utilizando elprocedimiento legal romano de la “re-quisa”, va a obligar a Simón de Cirene, pa-dre de Alejandro y de Rufo, que eran unafamilia judía-helenizada muy conocida deJerusalén, a que cargase con el patíbulo. Enel año 1941, se descubrió, en el valle del Ce-drón, una tumba con la inscripción:”Ale-jandro hijo de Simón, QRNYT (Cirineo?)”.En el siglo II d. C., el gnóstico Basílides pre-tendió, en sus escritos, hacer morir a dichoSimón de Cirene en lugar de a Cristo, enla cruz y, entonces, más adelante el profeta

del Islam, Mahoma, retomará dicha cues-tión, en el Corán, de forma doctrinaria,dogmática e innegociable. “Te imagino enla postura en la que pronto tendrás quemorir a la puerta de la ciudad, con los bra-zos en cruz sobre el patíbulo” (“Miles Glo-riosus”, 358, 9. Plauto).Los romanos dejaban que los cuerpos delos crucificados se descompusiesen en lacruz y fuesen comidos por los buitres, losisraelitas no lo permitían. “La crucifixiónes el más cruel y el más horrible de los su-plicios” (M. Tulio Cicerón. “In Verrem”.II, 5, 168, ss.), y era la forma más habitualde ejecutar a los esclavos rebeldes, peronunca debería hacerse para los ciudada-nos romanos sensu stricto. El emperadorConstantino I el Grande (313-337) la va aabolir. Al reo se le dejaba completamen-te desnudo, aunque en el caso de los pu-

dorosos israelitas, los romanos podrían ha-ber contemplado algún tipo de proteccióntextil para su aparato genital externo. Lasmanos eran clavadas al patíbulo por el car-po, atravesando el ligamento transversodel carpo y nunca por las propias manosque se desgarrarían por el peso del cuer-po del crucificado, la zona anatómicaestá muy inervada y el dolor al introducirlos clavos debería ser espasmódico, con elreo en tierra y, luego, era izado sobre elpalo vertical (que estaría clavado en el lu-gar de la crucifixión) donde se encajaba elpatíbulo, y en esa posición se le clavaríanlos pies, con un solo clavo sobre el huesocalcáneo, en el medio del palo vertical secolocaba un trozo de madera o sedile, paraque el crucificado estuviese a horcajadasy no se desplomase, ya que el suplicio de-bería durar, ejemplarizante, lo máximo po-

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sible. En el año 1968, se descubrieron loshuesos de un crucificado llamado Yeho-hanan, en Giv’at ha-Mivtar, que han ser-vido para poder explicitar la secuencia delas crucifixiones. En el Palatino de Romase ha descubierto un graffiti, en el que estárepresentado el Cristo crucificado concabeza de asno y con un soporte bajo lospies. Los romanos solían calificar a los is-raelitas como de “asnos o burros”.Los soldados romanos de la crucifixión,pretendieron darle de beber por dos veces:1ª) vino mezclado con mirra que tenía unefecto de estupefaciente, para embotar sussentidos y, 2ª) la típica bebida avinagradade los legionarios de Roma, la denominada“posca”. Cristo lo va a rechazar en ambas

ocasiones. Los cuatro soldados de la cus-todia se van a repartir sus vestiduras, loque era lógico y correcto, como una especiede premio, la túnica no la van a romperpara el reparto, por ser de muy buena ca-lidad. El Cristo-Dios se va a despedir, condesesperación, de este planeta: “Ela (h) ilema shebaqtani”, mal traducido por“¡Dios mío, Dios mío, ¿por qué me hasabandonado?” (Mc. 15, 34), en realidad elnombre no se refiere al atributo propio delDios de los israelitas, Yahvéh o “Yo Soy”,sino a Elohim o “El Señor”. La causa pa-tológica final de la muerte en cruz, será porasfixia, el dolor era tan lacerante que el cru-cificado perdía el dominustecum y grita-ba su odio contra todos los circundantes.

Para apresurar la muerte de los condena-dos, se les rompían las tibias y los peronés,a golpes de maza (“CrurifragiumPoenu-lus”, 886. Plauto). Yahvéh-Dios-Padre To-dopoderoso clama por la muerte de suHijo Unigénito y “el velo del Sancta Sanc-torum del Templo (de Herodes el Grande,de Jerusalén), se rasgó en dos partes, dearriba abajo” (Mc. 15, 38), y “la Tierra tem-bló, las piedras se resquebrajaron, seabrieron los sepulcros y muchos justos(buenos o santos) que habían muerto re-sucitaron y se aparecieron a muchos”(Mt., 27, 50-54). Una lanzada en el corazónva a certificar la muerte del crucificado, re-alizada por el centurión (¿Gayo Casio-Longinos de Cesarea?) al mando del he-

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cho. En el caso de Cristo no se le quebra-ron las piernas, al haber ya fallecido y solola lanzada acreditará su deceso; “e inme-diatamente salió de él sangre y agua: Y elque ha visto, da testimonio de ello, y su tes-timonio es verdadero, y él sabe que dicela verdad, a fin de que también creáis vos-otros” (Jn. 19, 34-35). A continuación y tratándose de Cristo, elrico e importante componente del Sane-drín (de la Cámara de los Ancianos, jun-to a su amigo, de ideología farisea, Nico-demo), José de Arimatea (al que la Vulgatadefine como nobilisdecurio), conocidodel prefecto del pretorio, va a solicitar, po-niendo todas sus influencias en juego, que

se le entregue el ca-dáver de Cristo yamuerto, por ley lafamilia no podía ha-cerlo. Flavio Joseforefiere un caso aná-logo y precisa que:“a aquellos que fue-ron crucificados pordecisión judicial, losbajan y los entierranantes de la puestadel sol” (Guerra delos Judíos, IV, 317).Va a comenzar laPascua y es difícilaceptar a los cadá-veres tan cerca delas murallas de Je-rusalén. El entierrova a ser rápido y enuna tumba próximaal Calvario, peroque es nueva y noha sido utilizada to-davía. Los crucifica-dos no eran arroja-dos a una fosa co-mún. Una enormepiedra va a obstruirla entrada a la tum-ba de Jesús de Na-zaret. Además, Pi-lato puso guardiaspara evitar que el

cadáver fuese robado. “Al otro día, que erael día siguiente a la Preparación, los prín-cipes de los sacerdotes y los fariseos fue-ron juntos a ver a Pilato y le dijeron: Señor,nos hemos acordado de que aquel im-postor mientras aún estaba vivo, dijo:Después de tres días resucitaré. Ordena,pues, que el sepulcro sea vigilado hasta eltercer día, no vayan sus discípulos a robarel cuerpo y digan al pueblo: Ha resucita-do de entre los muertos: último engañoque sería peor que el primero. Ahí tenéisuna guardia –les dijo Pilato-, id y tomadlas medidas de seguridad que deseéis. Yellos fueron a asegurar el sepulcro, se-llando la piedra y poniendo allí la guardia”

(Mt. 27, 62-66). Pero, a pesar de los pesa-res, y de las cautelas de sus múltiples ene-migos, el primer día después de la Pascua,se va a producir el fenómeno más ex-traordinario y milagroso de todos lostiempos, que es la Resurrección del Dioshecho hombre por su propia voluntad di-vina. Pese a quien pese, la Sindone de Tu-rín lo explicita con toda claridad “Despuésdel Sábado, al alba del primer día de la se-mana, María de Magdala y la otra María(madre de Santiago el Menor y de José; enotros evangelios se cita, asimismo, a Ma-ría Salome esposa de Zebedeo y madre deSantiago el Mayor y de Juan el Evangelista)fueron a visitar el sepulcro. Y he aquí quehubo un gran terremoto; en efecto, un án-gel del Señor había descendido del cielo y,acercándose, había hecho rodar la piedray se había sentado encima. Tenía el aspectodel rayo, y la vestidura, blanca como la nie-ve. Por el miedo que tuvieron de él, losguardias se pusieron a temblar y se des-mayaron. Y el ángel, tomando la palabra,dijo a las mujeres: Vosotras, no temáis. Séque buscáis a Jesús, el crucificado. No estáaquí: ha resucitado, como dijo; venid y vedel lugar donde estaba depositado. Id a de-cir enseguida a sus discípulos: Ha resuci-tado de entre los muertos y he aquí que osprecede (precederá) en Galilea; allí lo ve-réis. He aquí que os lo he dicho. Y ellas, ale-jándose apresuradamente del sepulcro, contemor y gran gozo corrieron a dar la no-ticia a los discípulos de Jesús” (Mt. 28, 1-8). “Dicebatur”.

8.LA RESURRECCIÓN DE CRISTO ENLOS TEXTOS DE SAN PABLO (SAULO)DE TARSO-

“Subiendo luego a la montaña (de las Bien-aventuranzas), llamó a los que él quiso yacudieron a él. Y designó a doce, para quelo acompañaran y para enviarlos a predi-car con poder de arrojar a los demonios.Designó, pues, a los doce: a Simón, a quienpuso por nombre Cefas o Khefas (“Pie-dra”), luego Pedro; a los hijos de Zebedeoy de María Salomé: Santiago el Mayor, yJuan, su hermano, a quienes puso por

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nombre “Boanergués” (“Hijos del True-no”, del hebreo: bene y ra’am o bene-rigs-há o hijos del estruendo; probablemente uncalificativo zelote y no tanto por su carácterexplosivo); a Andrés (hermano de SimónPedro), a Felipe (de Betsaida); a Bartolo-mé, a Mateo (antes Leví el Publicano o re-caudador de impuestos), a Tomás (lla-mado “Dídimo” o el Mellizo), a Santiago,hijo de Alfeo (el Menor, primer obispo deJerusalén); a Tadeo (Judas de Santiago, yhermano de Santiago de Alfeo), a Simónel Cananeo o el Zelote (equivocación deltraductor primigenio, ya que era un zelo-te) y a Judas Iscariot o Iscariote, el que lue-go le entregó” (Mc. 3, 13-19)“Además os declaro, hermanos, el Evan-gelio que os he predicado, el que tambiénrecibisteis, en el que perseveráis; por el quesois salvos, si mantenéis la palabra que oshe predicado (de lo contrario, habríais cre-ído en vano). Porque, en primer lugar, oshe enseñado lo que yo recibí también: queel Mesías murió por nuestros pecados, deacuerdo con las Escrituras; y que fue se-pultado, y que resucitó al tercer día, deacuerdo con las Escrituras; y que se apa-reció a (Simón) Pedro, y después a losdoce. Después se apareció a más de qui-nientos hermanos a la vez, de los cualesmuchos viven todavía, y otros ya han

muerto. Después se apareció a Santiago;después a todos los apóstoles; y al últimode todos, como a un abortivo, se me apa-reció a mí. Yo, que soy el menor de losapóstoles, indigno de llamarme apóstolpor haber perseguido a la Iglesia de Dios(cuando era el fariseo Saulo de Tarso, fuequien sostuvo los mantos de los que ape-drearon a San Esteban, el primer mártir dela cristiandad). Pero por la gracia de Diossoy lo que soy, y la gracia de Dios no hasido estéril en mí” (I Corintios. 15, 1-10).“Ahora bien, si se anuncia que Cristo haresucitado de entre los muertos, ¿porquéalgunos de vosotros andan diciendo queno hay resurrección de los muertos? Si nohay resurrección de los muertos, tampo-co Cristo ha resucitado; y si Cristo no haresucitado, tanto mi anuncio como vues-tra fe carecen de sentido. Resulta inclusoque somos falsos testigos de Dios, porquedamos testimonio contra él al afirmarque ha resucitado a Jesucristo, siendo asíque no lo ha resucitado, si en verdad losmuertos no resucitan. Porque si los muer-tos no resucitan, tampoco Cristo ha resu-citado. Y si Cristo no ha resucitado, vues-tra fe carece de sentido y seguís aún hun-didos en vuestros pecados. Y por su-puesto también habremos de dar por per-didos a los que han muerto en Cristo. Si

nuestra esperanza en Cristo no va más alláde esta vida, somos los más miserables detodos los hombres” (I Corintios. 15, 12-19).“Pero él, lleno del Espíritu Santo, miró fi-jamente al cielo, vio la gloria de Dios y aJesús a la diestra de Dios; y dijo: Estoyviendo los cielos abiertos y al Hijo delhombre de pie a la diestra de Dios. En-tonces, gritando fuertemente, se taparonsus oídos y todos a una se abalanzaron so-bre él; le arrastraron fuera de la ciudad yempezaron a apedrearle. Los testigos de-pusieron (dispusieron o colocaron) susmantos a los pies de un joven llamado Sau-lo. Mientras le apedreaban, Esteban hacíaesta invocación: Señor Jesús, recibe mi es-píritu. Después dobló las rodillas y dijo confuerte voz: Señor, no les tengas en cuen-ta este pecado. Y diciendo esto, se durmió.Saulo aprobaba su muerte. Aquel día sedesató una gran persecución contra la igle-sia de Jerusalén. Todos se dispersaron porlas regiones de Judea y Samaria, a excep-ción de los apóstoles. Unos hombres pia-dosos sepultaron a Esteban e hicierongran duelo por él. Entretanto Saulo hacíaestragos en la Iglesia; entraba por las ca-sas, se llevaba por la fuerza hombres y mu-jeres, y los metía en la cárcel” (Hch. 7, 55-60; 8, 1-3). “Homo sum, humani nihil a mealienum puto”.■

-BIBLIOGRAFÍA-

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*JOSÉ MARÍA MANUEL GARCÍA-OSUNA Y RODRÍGUEZ

(Doctor en Historia y Médico de Familia)(De la Imperial Cofradía de Alfonso VII el Emperador y elPendón de Baeza. Año 1147. León)(Del Instituto de Estudios Zamoranos, “Florián de Ocam-po”. CSIC. Zamora)(De la Asociación Española de Médicos Escritores y Artis-tas. ASEMEYA)(Historiador-Colaborador de la Fundación Gustavo Bueno.Asturias)(Historiador de HISTORIA-16)(De la Asociación Cultural PROCULTO. Toro)(De la Asociación Cultural de Estudios Históricos de Gali-cia. La Coruña)(De la Asociación Cultural del Centro de Estudios Merin-dad de Tudela. Tudela)(Del Centro de Estudios Linarenses. Linares)(De la Asociación Cultural “Arte, Arqueología e Historia”.Córdoba)(De la Asociación Cultural Placentina Pedro de Trejo. Pla-sencia)(De la Asociación Cultural de Raíces Lacianiegas. Villablino)(De la Asociación Cátedra-PROMONUMENTA. León)(De la Asociación Cultural de ARS ET SAPIENTIA. Cáceres)(Del Ateneo de Valladolid, 1872. Valladolid)(Del Institutd’EstudisGironins. CSIC. Girona-Gerona)

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Crónica de los actos conmemorativosdel CincuentenarioHermano Javier Cuadrado Diago

Concurso de pintura rápidaSiguiendo con los actos que nuestra penitencial tenía previstos para la con-memoración de su cincuenta aniversario y continuando, fielmente, con laidea inicial de combinar arte, cultura y pasión, la Cofradía de la Siete Pa-labras organizó un evento innovador e inédito en nuestra Semana Santa,un concurso de pintura rápida, celebrado el Miércoles Santo y que las con-diciones climatológicas obligaron a realizar en el interior de nuestra car-pa de San Marcelo, en lugar de los lugares emblemáticos de la capital le-onesas que estaban previstos como ubicación de las imágenes, léase Bo-tines, San Isidoro, Catedral... Con una importante participación, desde pri-meras horas de la mañana del día 4 de abril (Miércoles Santo), los artis-tas participantes demostraron sus habilidades pictóricas hasta las cuatrode la tarde hora límite de entrega de los trabajos realizados. Las obras presentadas fueron expuestas en la Sala de Exposiciones delAyuntamiento de León, en la plaza de San Marcelo desde el día 9 hastael día 16 de abril, día en que se falló el concurso en el que resultó gana-dor del Primer Premio “Residecias Care”, dotado con 1.000 euros, don Gon-zalo Prieto Cordero, recayendo el Segundo Premio “DECOLESA”, dota-do con 400 euros en la persona de don Miguel González Segovia. La en-trega de premios estuvo presidida por los concejales del Cabildo leonésdon Julio Cayón y don Juan Pablo García Valadés

Triduo extraordinario en honor al Santísimo Cristo de la Agonía, “Cristo de los Balderas” Con motivo de los actos conmemorativos del Cincuentenario de la Cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz durante losdías 12, 13 y 14 de septiembre de 2012 se celebró un Solemne Triduo en honor del Titular de nuestra Cofradía, el Santísimo Cris-to de la Agonía, Las dos primeras Eucaristías se celebraron en nuestra sede canónica, la Iglesia de San Marcelo a las 20,15 horas.En la primera de ellas tuvo lugar la toma de posesión de la nueva junta de Seises, la segunda Eucaristía estuvo dedicada al recuerdode nuestros hermanos difuntos. El día 14 de septiembre, festividad de la Exaltación de la Cruz, fue un día largo y especialísimo para los hermanos de la Cofradíade las Siete Palabras que a las 18,30 horas se congregaron en la Iglesia de San Marcelo para, tras un breve acto en el interior de laIglesia, donde Abad y Abad Honorario dirigieron unas emotivas palabras a los allí presentes antes de dar comienzo al trasladodel Santísimo Cristo de la Agonía hasta la Santa Iglesia Catedral. Cinco hermanos sacaron la sagrada imagen de la sede canónicade la Cofradía para entregársela a un piquete militar de la Guardia Civil quien trasladó la imagen hasta la Pulchra Leonina; allí,tras escuchar unas sentidas palabras en forma de soneto del hermano Mario Díez-Ordás Berciano, se la entregaron a otro grupode cinco hermanos quienes llevaron la imagen hasta el interior de la Catedral donde se exaltó la imagen hasta situarla de pie en elaltar mayor donde tuvo lugar la tercera misa del Triduo presidida por el Obispo de León, Monseñor Julián López Martín. Al fi-nalizar la Solemne Eucaristía tuvo lugar el regreso en procesión de la imagen hasta su sede en San Marcelo que puso el fina a unajornada inolvidable para los hermanos de las Siete Palabras.

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Pza. San Marcos, 2 bajo - 24001 LeónTlfs.: 987 233 589 / 987 233 297 Fax: 987 241 684

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Descuento especiales para hermanos de la Cofradía. N.º Cliente: 1300557

Solemne Eucaristía conmemorativa del Cincuenta AniversarioEl sábado 22 de septiembre de 2012 se cumplieron cincuentaaños de la fundación de nuestra Cofradía para cuya con-memoración se celebró una Solemne Eucaristía presididapor nuestro Consiliario Honorario don Telmo Díez Villa-rroel. Al finalizar la Eucaristía, en el altar del Santísimo Cris-to de los Balderas tuvo lugar el descubrimiento de una pla-ca conmemorativa del cincuentenario de la Cofradía situadaa los pies del “Cristo de los Balderas” y, posteriormente, seprodujo la designación de nuestro hermano Mario Díez-Or-dás como HERMANO DE HONOR de la Cofradía, distin-ción resultado de una vida dedicada y entregada a las Sie-te Palabras, un amor a su Cofradía del que dejó notoria cons-tancia en el hermoso pregón oficial de la Semana Santa deLeón del presente año donde la parte final del mismo fueuna exaltación devocional, emotiva y llena de cariño hacianuestra Cofradía.Para finalizar este día de fiesta tuvo lugar, en un céntricorestaurante de la ciudad, la tradicional cena de hermandad donde se entregaron los diplomas de agradecimiento a las personasque, de una u otra manera, han colaborado a lo largo del año con la Cofradía. Este año los agradecimientos recayeron sobre loshermanos: Salvador Silva Alonso, Carlos Mellado Rodríguez, María Victoria García García y Diana Arias Gundín. También, y como no podía ser de otra manera en un día tan señalado, el Abad Honorario de la Cofradía, don Eduardo de Paz Díez,recibió un recuerdo de esta efeméride consistente en un cuadro con el Soneto del Cincuentenario que el hermano Mario Díez-Or-dás había escrito para la ocasión y que el propio autor entregó a Eduardo.