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Cronística e historia andina, siglos XVI y XVII Henrique Urbano J. Cronística andina, siglos XVI y XVII Obras generales Franklin Pease O.Y., Las Crónicas y los Andes (Sección Obras de Historia), PUCP, Instituto Riva-Agüero / Fondo de Cultura Económica, Lima, 1995, 632 p. Aunque no se señale en ninguna parte, muchos de los capítulos, sino todos, de esta obra han sido publicados anteriormente. Saberlo ayudaría a explicar algunas orientaciones del autor y a navegar en medio de las opiniones que vierte sobre todo y sobre nada. Con- veniente sería también saber las fechas en que fueron escritas estas páginas para poder explicar por qué Franklin Pease G. Y. ignora algunas referencias importantes y en algunos casos imperdonables. Luego de un primer capítulo en que nos hace conocer su opinión sobre algunos informes y crónicas de los tempranos años de la Conquista y presencia española, con una división algo curiosa en términos de cronología de la cronística y con errores garrafales relativos a Bartolomé de Las Casas, de quien ni siquiera sabe escribir correctamente el nombre (pp. 31-32), sigue un segundo capítulo con una serie de consideraciones que habían s id o materia del primero. En el tercero rastrea "mitos e historias diversas" con referencias a la concepción de la historia en Europa y en los Andes, al mito antiguo y contemporáneo. Todo ello con la preocupación de comprender el estatus de la memoria andina: "La estructuración de tal memoria - y de tal visión del pasado- funcionó ritualmente, de una N 2 1, julio 1996 235

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Cronística e historia andina, siglos XVI y XVII

Henrique Urbano

J. Cronística andina, siglos XVI y XVII

Obras generales

Franklin Pease O.Y., Las Crónicas y los Andes (Sección Obras de Historia), PUCP, Instituto Riva-Agüero / Fondo de Cultura Económica, Lima, 1995, 632 p.

Aunque no se señale en ninguna parte, muchos de los capítulos, sino todos, de esta obra han sido publicados anteriormente. Saberlo ayudaría a explicar algunas orientaciones del autor y a navegar en medio de las opiniones que vierte sobre todo y sobre nada. Con­veniente sería también saber las fechas en que fueron escritas estas páginas para poder explicar por qué Franklin Pease G. Y. ignora algunas referencias importantes y en algunos casos imperdonables.

Luego de un primer capítulo en que nos hace conocer su opinión sobre algunos informes y crónicas de los tempranos años de la Conquista y presencia española, con una división algo curiosa en términos de cronología de la cronística y con errores garrafales relativos a Bartolomé de Las Casas , de quien ni siquiera sabe escribir correctamente el nombre (pp. 31-32), sigue un segundo capítulo con una serie de consideraciones que habían sido materia del primero. En el tercero rastrea "mitos e historias diversas" con referencias a la concepción de la historia en Europa y en los Andes, al mito antiguo y contemporáneo. Todo ello con la preocupación de comprender el estatus de la memoria andina: "La estructuración de tal memoria - y de tal visión del pasado- funcionó ritualmente, de una

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Crónicas Bibliográficas --------------------------

manera que los cronistas hispánicos alcanzaron a registrar, a duras penas, como si se tratara de un teatro" (p. 100). ¡Ni más ni menos!

Algunos párrafos analizan aspectos de textos cronísticos publicados anteriormente por el autor y sin que tal hecho se mencione: Zárate, Cieza de León, Betanzos, Murúa, Guamán Poma, García, Garcilaso y Las Casas. Los temas abordados son, todos , bastante conocidos. Termina el libro con apéndices en que se registran , en primer lugar, la "relación de ediciones principales de crónicas del Perú" y en segundo lugar, "bibliografía sobre cronistas peruanos". No escasean en ellos omisiones y numerosos errores. Valdría la pena revisarlos.

Algunos de los temas abordados por Franklin Pease G. Y. tienen en las últimas décadas excelentes cultores. Y la etnografía andina también recogió algunos testimonios recientes de palabras populares acerca de la manera de concebir el relato mítico y la historia en los Andes. Si no quiere leer lo que yo escribí hay muchos otros investigadores que también estudiaron el asunto, hasta en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Nada de esto tuvo eco en las páginas del libro Las Crónicas y los Andes. Más bien aparecen unas míseras referencias a unos párrafos sobre el inkarri que permiten al autor verter unas cuantas tonterías sobre el tema. Manifiestamente, Franklin Pease G. Y. no tiene la más mínima idea de lo que escribe y mucho menos de lo que podría ser, en estos tiempos de cambio, ese personaje del folclore andino.

Haciendo alarde de una dudosa actualidad, Franklin Pease G. Y. se lanza en búsqueda de la "percepción andina del otro". El tema del "otro" es de factura reciente . Todorov le ha dado bastante publicidad. Para nuestro autor "el otro es un personaje que adquiere así nueva importancia y reflexión" (p. 137). Los párrafos se reagrupan en torno a "los andinos traicio­neros" y a "los españoles como dioses". Y anali za el problema de Wiracocha como nombre de "españoles". Pero su pluma se estanca en la opinión de Antoinnette Molinié-Fioravanti, folclorista parisina, cuya teoría sobre la "grasa" es un caso notable de "grasa ignorancia". De ahí " [ ... ] es posible que la noción de grasa haya sido asociada con los recién llegados españoles" (p. 150). De paso, por si acaso, sepa Franklin Pease G. Y. que Ayar Cachi no es el "único que derriba cerros .. . " (p. 149).

Otro tema que me llamó mucho la atención es lo que el autor afirma de Bartolomé de Las Casas. Franklin Pease G. Y. no parece haber leído algunas páginas fundamentales sobre el tema y hasta da la impresión de nunca haber leído al propio Las Casas. Por eso, con toda modestia, le recomiendo, a modo de iniciación, lo que escribió uno de los más eminentes especialistas en asuntos lascasianos, Isacio Pérez Fernández: Bartolomé de Las Casas en el Perú. Está editado en el Cusco. Con ello, Franklin Pease G. Y. aprendería, por lo menos, a escribir el nombre de Las Casas y luego comprendería mejor algunas de las razones que llevaron el obispo de Chiapas a escribir sobre el Perú.

Me reprochará sin duda el lector que yo no abunde en una crítica más detallada de este libro. Pero la verdad es que estas páginas son la expresión de una inteligencia sorda y de una manifiesta falta de cultura histórica y antropológica. El autor practica un tipo de comentario del texto cronístico que corresponde a lo que se podría llamar "glosa". Es decir, elige unos cuantos temas, opina sobre ellos y recuerda alguna circunstancia anedóctica que parece aclarar lo que el cronista escribió. Repito, "glosa" el texto. Se trata, pues, de un género literario, no de una producción histórica. Ahora bien, aquellos que optan por este género literario y no poseen una sólida cultura en el campo de las letras y de lo que se

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llamaba antiguamente "historia de las ideas" caen fácilmente en comentarios del tipo que nos proporciona Franklin Pease G. Y., es decir de una gran banalidad. Sirven, es cierto, para hablar en salones acriollados limeños o en giras por Estados Unidos y Japón. Pero cuando se trata de explicar algo con una cierta elegancia y profundidad, le falta cuerda, aliento y sobre todo, saber.

Daré un ejemplo para explicar mejor mi punto de vista. Uno de los temas que llena la boca de Franklin Pease G. Y. en este libro es el del "pensamiento mítico andino" o "manera andina de pensar" o algo parecido. Sobre esto escribió él, hace unos años, una antología. Muy bien. En mi opinión, ese librito es un bodrio. Franklin Pease G. Y. no conoce los más elementales principios de la crítica, las más recientes corrientes de discusión sobre temas míticos, fundamentales lecturas contemporáneas de tratamiento del relato. En fin, ignora todo. Y en Las Crónicas y los Andes esa ignorancia es aun manifiesta, casi diría, connatural. Ahora bien, en estos casos, es muy difícil entablar un diálogo serio porque no hay materia para tal. Y obviamente Franklin Pease G.Y. es incapaz de hacerlo porque no conoce un mínimo de literatura sobre la cual sería oportuno y conveniente reflexionar. De ahí, pues , unas cuantas opiniones "que si la grasa .. . ", "que si el otro ... ", "que si inkarri .. . ", "que si esto ... ", "que si aquello ... ". Decir eso o no decir nada es perfectamente igual, porque sus conocimientos son primarios y sus opiniones insignificantes. En estas circunstancias, pienso yo que no vendría mal a Franklin Pease G. Y. darse un baño de buenas y significa­tivas lecturas para oxigenarse el seso y producir algo más atrayente, tanto para el lector que busca alguna información útil como para el que un poco más actualizado, busca una opinión autorizada.

Francisco López de Gómara

Francisco López de Gómara, Historia general de las Indias, Edición de la Comisión peruana del V Centenario; presentación de Aurelio Miró Quesada, transcripciones por Dña. Laura Gutiérrez Arbulú, D. Carlos Gálvez y D. Nicanor Domínguez, Lima, 1993, s/p.

En 1982, la Historia general de las Indias - "Hispania Vitrix " de Francisco López de Gómara había sido editada por la Editora de los Amigos del Círculo del Bibliófilo, S.A. Es una edición lujuosa y muy hermosa, en dos tomos con transcripción moderna de Pilar Guibelalde y notas prologales de Emiliano M. Aguilera. Esta nueva edición facsimilar de la Historia general de las Indias de Francisco López de Gómara, patrocinada por La Comisión peruana del V Centenario, reproduce el ejemplar de 1554 de la Biblioteca Nacional (Lima), sin la Segun­da parte referida a la historia de México. La importancia del ejemplar de Lima viene del hecho de haber pasado por las manos del Inca Garcilaso de la Vega y de guardar sus comentarios escritos, aunque otros lectores lo poseyeron. Aurelio Miró Quesada cuenta en la "Presenta­ción" que una veintena de anotaciones pueden ser atribuidas al autor de los Comentarios reales. Al final de esta edición se transcriben las "Notas de Garcilaso a la edición de Gómara", a cargo de Dña. Laura Gutiérrez Arbulú, D. Carlos Gálvez y D. Nicanor Domínguez.

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Crónicas Bibliográficas --------------------------

Agustín de Zárate

Agustín de Zárate, Historia del descubrimiento y conquista del Perú. Edición , notas y estudio preliminar de Franklin Pease G. Y. y Teodoro Hampe Martínez, Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1995, CIII - 435 p.

Un excelente y erudito estudio biográfico de Hampe Martínez (p. U-LXXVIII), ubica al lector en el contexto de producción y difusión de la obra de Zárate, cuya importancia no hace falta resaltar. La personalidad del cronista y su trayectoria son excepcionales. Hombre que se movía en las altas esferas del poder, el cargo de contador de la Real Hacienda le daba prestigio y honorabilidad. Su misión en el Perú y Tierra Firme empieza en la década de 1540, precisamente en 1544. La fama de riqueza del Perú era ya un hecho consumado en España. Por eso, Zárate viaja con un séquito constituido por familiares y amigos. Lo que encontró en Lima no lo alejó de su misión de contador, pero las disensiones políticas eran tan grandes que todos aquellos que entraban en el reino debían optar por uno de los bandos en guerra. Hampe Martínez da amplia noticia de los pleitos y de las razones que servían a los contendores.

El texto que ahora se publica tuvo una primera edición en 1555, en Amberes. Zárate lo revisó y republicó en 1577. Sin ser muy culto, el cronista conocía muchos autores de la época. En términos americanos, su fuente fue Rodrigo Lozano, vecino de Trujillo, porque no permaneció mucho tiempo en el Perú para poder recoger materiales más específicos y propios. Sin embargo, es una fuente importante de información y tanto más siendo su obra relativamente temprana. Llaman la atención algunos relatos relativos a "mitos" que circula­ban entre españoles. Zárate menciona algunos como la existencia de gigantes y amazonas. Franklin Pease G. Y. resume otros detalles y temas de la crónica. Un índice onomástico y toponímico (pp. 405-435) permite que el lector consulte ciertos textos con mucha facilidad.

Relación de los agustinos de Huamachuco

Fray Juan de San Pedro, La persecución del demonio. Crónica de Los primeros agustinos en el n01te del Perú (1560 ). Transcripción por Eric E. Deeds, introducción por Teresa van Ronzelen; estudios preliminares de Luis Millones , John R.Topic y José L.González, Editorial Algazara, Málaga, 1992, 247 p.

Relación de Los agustinos de Huamachuco. Edición, estudio preliminar y notas de Lucila Castro de Trelles, Fondo Editorial, Pontificia Universidad Católica del Perú, 1992, XCII - 76 p.

Con un título bastante curioso, "La persecución del demonio" , el Centro Andino y Mesoamericano de Estudios Interdisciplinarios (CAMEI) editó el texto generalmente conocido con el nombre de "Crónica de los agustinos de Huamachuco ( 1560)". El texto posee inne­gab le interés, de fecha bastante temprana, habla de una región y de costumbres menos conocidas o por lo menos menos tratadas que las de los incas o de los pueblos más cercanos

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a la ciudad de Cusco. Las ediciones que conocíamos eran algo anticuadas. La vers1on paleográfica de Deeds es, a primera vista, cuidada. Sin embargo, no hay ninguna indicación del paleógrafo sobre el origen de su manuscrito, lo que resulta inaceptable en una edición rigurosa y seria. Las notas de pie de página hacen referencia a un "1918 and 1952 ... ". Lo de "and" que aparece en varios lugares muestra el poco cuidado en la traducción de las notas de Deeds y en cuanto a las fechas referidas nadie sabe dónde apuntan. No sé si el paleógrafo tiene razón en atribuir la crónica a Juan de San Pedro. Pero hay razones para ello. Los textos vienen ilustrados con dibujos de Guamán Poma. No sabría decir si es una buena idea, me inclino más bien por lo contrario. Con ello dan a entender los autores que estamos ante una visión común o compartida por autores que, de hecho, están muy alejados en el tiempo y en los objetivos.

Los estudios que acompañan la edición de la crónica tratan de temas variados . González escribe sobre "La Crónica y su concepto de la cosmovisión andina: indios, dioses y demo­nios" (p. 5-38). Compara las ideas del autor con el texto de Pedro de Quiroga de los Coloquios de verdad, en su mayoría estrafalarias y con errores garrafales (sería conveniente leer la nueva edición reseñada más adelante), y recuerda algunas ideas vertidas sobre la difusión del cato­licismo en México. Dado el número de generalidades en las que cae González es difícil entablar un diálogo en que se pueda avanzar en temas relacionados con la presencia de los agustinos en la región norperuana. En el mismo tono escribe Millones sobre la "Relación de las cosas que yo alcanzo" pero como aparentemente "no alcanza" gran cosa, tampoco su texto nos ocu­pará por largo tiempo. Como he tenido la oportunidad de subrayarlo en otras ocasiones, los textos de Millones emplean a veces expresiones manifiestamente poco adecuadas como en este caso el de tildar esta relación de "documento administrativo ... " (p. 106). El arqueólogo John Topic abre su texto con frases como éstas: "Una de las funciones de la religión es proveer a la gente de un contexto para su experiencia vital" (p. 41), "Una cosmología o visión mun­dial. .. ", "La religión andina enfatiza muy frecuentemente el carácter sagrado de lugares na­turales ... " (p. 41 ). Con semejante aperitivo nos resulta difícil proseguir la marcha. Según el arqueólogo "muchos documentos que tratan de idolatrías fueron el resultado del Taqui Ongoy al final de la década de 1560 .. . o de la campaña contra las idolatrías ... etc." (p. 43). Creo que Topic debería revisar seriamente sus conocimientos históricos acerca de la producción de do­cumentos sobre las religiones andinas. Lo más útil en sus notas es el esfuerzo por ubicar los lugares mencionados en el texto. Pero, en algunos casos, me llaman la atención comentarios como el que se refiere a la vigencia del "concepto de ceqque" en la región, a propósito de una celebración en tomo a un tronco de árbol (p. 58). No sé si el autor quiere decir que la palabra ceque se emplea en la región. Pero la referencia a Zuidema sugiere otra cosa. Si es lo que sospecho, también en este caso creo que valdría la pena que Topic revisara o ampliara sus conocimientos. No es muy difícil. Unas cuantas lecturas sobre folclore y basta .. .

La edición de Lucila Castro de Trelles tiene por título Relación de la religión y ritos del Perú hecha por los padres agustinos. Opina la editora que de hecho se puede aceptar como razonable la opinión que atribuye a fray Juan de San Pedro la autoría de la Relación. Apoyándose en la documentación existente la señora de Trelles nos da una visión general de lo que fue en tiempos incaicos y coloniales la región de Huamachuco. Y finalmente ataca el tema de la "evangelización y los agustinos" . Luego de caracterizarla como un sistema represivo al cual responden los indios con movimientos de corte mesiánico, concluye: "Lo

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fundamental de estos movimientos mesiánicos o cultos de crisis, es que reflejan una proble­mática del hombre andino frente a la conquista" (XLI-XLII). Dudo que el Taqui onqor lo haya sido.

Siguen algunas consideraciones sobre los agustinos en el Perú. La señora de Trelles nos recuerda las principales etapas de sus actividades a partir de los estudios de historiadores conocidos. Y más específicamente aborda el tema de la presencia de los agustinos en Huamachuco. Como ya había escrito en páginas anteriores, para la editora la represión y "extirpación de idolatrías" con sus movimientos de repulsión del catolicismo por pa11e de los indígenas es la característica principal de esa acción evangelizadora. De paso, corrobora la función de las cofradías hace años definida por Meyers y Celestino, la de transformarse en nido del hombre andino para llevar a cabo formas organizativas prehispánicas. Creo que es una de esas "verdades" que merecen urgente revisión crítica.

Finalmente, la señora de Trelles nos informa sobre la religión andina en Huamachuco. Va siguiendo -mejor diría repitiendo- algunas opiniones sobre el tema, sobre las cuales he tenido la oportunidad de pronunciarme en su momento. Lo que dice de Wiracocha me parece descabellado y la opinión sobre la "concepción plana del mundo" es simplemente una aberración mental, no sé si andina pero, con toda seguridad, criolla. En cuanto a la división tripartita del mundo puedo asegurarle que es una división bien cristiana.

Tiene la señora de Tre\les otras ocurrencias en esta parte de su introducción, tan míticas y equivocadas como las de los agustinos en el siglo XVI. La comparación entre Catequil y el inkarri es digna de las historietas contadas por los predicadores de pueblo en tiempos de Femando VII. Barrunto que el problema no será tanto Catequil de quien la autora y yo no sabemos gran cosa, sino de inkarri. Concretamente, para la editora, los dos perso­najes tienen como característica común "perder la cabeza". Frente a semejante disparate, añadiría yo también al respetable duo mítico la no menos respetable cabeza de la señora de Trelles.

Pese a las profundas discrepancias que me separan de la señora de Trel\es hay que felicitarla y agradecerle por el esfuerzo de proporcionarnos un texto que hace mucho no había sido editado con los cuidados de la presente edición. Los despropósitos de la intro­ducción, si bien es cierto no sirven para gran cosa en términos de comprensión del texto, tampoco nos impiden acceder a la letra de la Relación a la que el lector puede recurrir, pasando por alto las muestras evidentes de falta de sentido crítico e histórico de la editora.

Juan de Betanzos

Juan de Betanzos, Narrative of the Incas, translated and edited by Roland Hamilton and Dana Buchanan, University of Texas Press, Austin, 1996, 326 p.

Esta edición en inglés de la crónica de Betanzos va acompañada de unas palabras introductorias de Hamilton y de un glosario en que se traducen los términos quechuas al inglés.

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Inca Titu Cusí Yupanqui

Inca Titu Cusi Yupanqui, Instrucción al Licenciado Lope García de Castro ( 1570). Estudio preliminar y edición de Liliana Regalado de Hurtado, paleografía de Deolinda Villa E. , índices de Juan Dejo B., Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima, 1992, 85 p.

El estudio introductorio trata de ubicar el documento en el momento político y explicar las grandes líneas de las acciones desarrolladas por este Inca. Es un momento trágico de la historia de las relaciones entre indios y españoles. En cuanto al lugar geográfico en que se desarrollan los hechos, Vilcabamba, son encontradas las razones que justifican su elección . Las de Edmundo Guillén deben ser escuchadas por ser este autor, uno de los mejores conocedores del problema y del lugar. Hablar de "sentido ritual" es inapropiado (pp. XX-XXI).

El gran problema planteado por el texto es el del peso de los que vertieron en castellano las opiniones del Inca. Regalado de Hurtado trata el tema en términos, algo tontitos, de "andino" y "no andino". No es ésa la manera de alcanzar una adecuada com­prensión del texto. Mejor sería ir por los senderos de los personajes comprometidos en la producción del documento. Todo lo que se pueda juntar para diseñarles las figuras servirá para deslindar prejuicios y establecer la autoría de las razones. Por eso, es de máxima importancia volver sobre otros documentos anteriormente publicados por el mencionado escritor, Edmundo Guillén, "Documentos inéditos para la historia de los Incas de Vilcabamba. La Capitulación del gobierno español con Titu Cusi Yupanqui", Historia y Cultura, Nº LO (1976-1977) y su más reciente libro, La guerra de la reconquista inka. Vilcabamba: Epílogo trágico del Tawantinsuyo, Lima, 1994.

Felipe Guamán Poma de Ayala

Felipe Guamán Poma de Ayala, Nueva coronica y buen gobierno, I-II-III. Edición y prólogo de Franklin Pease G. Y.; vocabulario y traducciones de Ian Szerninski, Fondo de Cultura Económica, México, 1993, XLIX-943-290.

Phelipe Guarnan Poma de Aiala, Y no ay remedio ... . Edición de Mons. Elías Prado Tello y Alfredo Prado Prado, Centro de Investigación y Promoción Amazónica, Lima, 1991, 4!0 p.

Esta nueva edición de la Nueva Coronica y Buen Gobierno consta del texto de Guamán Poma, "trabajado a base de la edición facsimilar del texto conservado en Copenhague" y de las ediciones más recientes. Se modernizó la escritura. El tomo tercero está dedicado al vocabulario y traducciones . Las traducciones de Szeminski del quechua al castellano son pésimas. Lo mismo había ocurrido con la edición de Murra, Adorno y Urioste. Resulta curioso que habiendo excelentes quechuistas en el Perú se sigan editando traducciones tan deficientes.

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Franklin Pease G. Y. escribió el prólogo en que evoca algunos temas que suelen tratarse en este género de introducciones con una escritura castellana que valdría la pena mandar revisar por alguien que sepa hacer una puntuación adecuada y desarrollar un argu­mento con alguna lógica. Algunos de los puntos señalados son ya conocidos por sus otros escritos. No vale la pena volver sobre las críticas de esos puntos que, en otras ocasiones, mencioné.

Haré dos observaciones. La primera, sobre el taqui onqoy: contrariamente a lo que escribe Franklin Pease G.Y. ,

en ninguna parte de la Nueva coronica y buen gobierno se dice que Albornoz estuvo involucrado en lo que algunos intelectuales llaman "movimiento del taqui onqoy". Sigo pensando que Guamán Poma es más bien un excelente testigo de la no existencia de ese movimiento, si se entiende "movimiento" en los términos generalmente referidos por dichos intelectuales. Como en otras oportunidades, hay razones muy poderosas para pensar que el taqui onqoy es una superchería de Albornoz y otros curas cuzqueños.

La segunda, sobre la Virgen de la Peña de Francia: El santuario de la Virgen de Peña de Francia en España está a cargo de los dominicos del convento de San Esteban de Salamanca, ubicado en la sierra de Peña de Francia muy cercana a la frontera con Portugal. He tenido la oportunidad de pasar ahí varios meses en dos ocasiones, en la década de 1960. Me imagino, pues, que Guamán Poma recibió esa devoción a través de los dominicos que llegaron al Perú.

No sé por qué razones no se ha dado más publicidad al documento publicado por Mons. Prado Tello y Prado Prado. En este texto, la personalidad de Guamán Poma aparece con rasgos muy distintos de los que nos pintaron en estos últimos años la lectura americana propiciada por John Murra y Rolena Adorno, expresiones de un indigenismo agringado y de una dudosa información literaria. Los documentos ahora publicados hacen parte de una herencia más general en posesión de los Prado de Ayacucho. Su importancia se debe a lo que nos informan acerca de las actividades económicas del cronista, de sus familiares y de los pleitos que mantiene con vecinos y poblaciones linderas.

En la Presentación, Mons. Elías Prado y Prado Prado describen en términos generales el documento y resumen el contenido destacando los temas principales. Pablo Macera escribe una larga Introducción, en que ubica el documento en el contexto familiar de los Guamán Poma y en la sociedad en que se va desarrollando la acción económica del cronista. Macera trata de comprender lo que pasa con los dos nombres de figuras paternas del cronista, Domingo y Martín. Imposible de explicarlos.

Macera revisa otros datos del documento, retratos y mapas . Y finalmente toma el tiempo de verter unas cuantas opiniones acerca de la cosmovisión andina a partir de la Nueva Coronica y Buen Gobierno. Son reflexiones muy curiosas y extrañas. Los párrafos consa­grados a Wiracocha y al Sol no tienen el más mínimo fundamento y se inspiran en una lectura totalmente equivocada del texto. Desgraciadamente no son más clarividentes las páginas siguientes que se esfuman en una serie de hipótesis descabelladas acerca del "Inca descabezado" . Por suerte, en este libro se publican documentos para que el lector pueda asirse a algo real y no pierda el tiempo con fantasiosas hipótesis acerca de una imaginaria cosmología andina.

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Urbano: Cronística e historia andina

Fray Bartolomé de Las Casas

Fray Bartolomé de Las Casas, Obras completas, 6-7-8: Apologética historia sumaria­l-J/-lll. Edición de Vida! Abril Castelló, Jesús A. Barreda, Berta Ares Queija y Miguel J. Abril Stoffels, Alianza Editorial, Madrid, 1992, 1627 p.

Fray Bartolomé de Las Casas, Obras completas, 3: Historia de las Indias, l. Ed. del Dr. Miguel Angel Medina, Dr. Jesús Angel Barreda y estudio preliminar del Dr. lsacio Pérez Femández, Alianza Editorial, Madrid, 1994, 824 p.

Tercera edición de Historia de las Indias I-J/-IJ/ (Biblioteca americana). Fondo de Cultura Económica, México, Estudio preliminar de Lewis Hanke, LXXXVIII - 517.

El primer tomo de la Apologética historia consta de un conjunto de estudios sobre esta obra de Las Casas, escritos por Vida! Abril y los colaboradores mencionados en la referencia. Vida! Abril analiza los derechos de las naciones según Las Casas y la Escuela de Salamanca. El tema suscita siempre mucho interés y Abril es uno de los que más lo estudió. Algunos autores españoles tienden a olvidar el aporte de Las Casas a esta discusión, que posee, por cierto, una parte importante de argumentación jurídica como lo señalan algunos de los estudios reseñados en esta crónica bibliográfica. Vida! Abril , por el contrario, comparte la opinión de que Las Casas es una pieza fundamental en este debate. Refiriéndose a los Andes, Abril analiza detenidamente la "agonía del lascasismo en el Perú durante el virreinato de Toledo" y concluye con la justa apreciación de Las Casas como el Padre de los Derechos humanos de las minorías y de las naciones.

La interpretación de la obra en su conjunto cabe a Abril Stoffels. Muy importantes son los párrafos consagrados al origen y desarrollo de la obra de Las Casas. Merece también ser leído el esquema interpretativo, por las luces que proporciona para la lectura de la Apologética historia. El texto de Ares sobre la naturaleza del indio es muy escolar y sin gran alcance. No es fácil escribir sobre un tema muy tratado y conocido hasta por el gran público. No así el estudio de Barreda cuya erudición constituye un aporte indispensable para la comprensión de la obra lascasiana. No se puede decir lo mismo de los párrafos escritos por López-Ocón. Pero le cupo un tema difícil por la ausencia de fuentes, excepto las que todos conocemos.

Las notas a los capítulos de la obra van dilucidando los autores referidos por Las Casas. Pero después de todo lo que más importa es la existencia de una nueva edición y la posibilidad de tener acceso al texto cotejado con las fuentes . Los Andes representan una parte importante en las páginas de la Apologética historia. Y aunque no conozcamos las fuentes, es siempre interesante contar con estas páginas por ser ellas uno de los primeros testimonios sobre los Andes.

Teodoro de Bry

Teodoro de Bry, América ( 1590-1634 ). Prólogo de John H. Elliott, edición de Gereon Sievernich, traducción de Adán Kovacsics, Siruela, Madrid, 1992, 479 p.

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Crónicas Bibliográficas -------------------------

Es una bellísima edición de la casa editorial Siruela especializada en la publicación de obras maestras y raras. La importancia de la obra de Bry es muy conocida. La influencia que ella ejerció fue inmensa, sobre todo en medios protestantes y adversos a la España católica y contrarreformista. Y de esa popularidad quienes más sufrieron fueron los que en ese entonces se levantaban como los nuevos dueños de un Mundo Nuevo. Estas imágenes y el texto que las acompaña son muchas veces fantasiosos e imaginativos. Pues aun así fueron ellas las que nutrieron la gran mayoría de los discursos sobre las tierras descubiertas por los españoles y portugueses en el continente que luego se llamaría América.

Esta edición reproduce la totalidad de los grabados en cobre, 342 en total , producidos por John White, Jacques Le Moyne y otros artistas, siendo los dos primeros conocedores de las tierras de Florida y Virginia y de sus gentes. Los grabados ganan en verdad y son prnebas realistas de los hechos relatados. Son argumentos que escaparon a otro hugonote de renom­bre, Jean de Léry, que se quejaba de no poder diseñar lo que tenía que explicar en luengos textos sobre las tierras de Brasil en 1578.

El estudio introductorio "De Bry y la imagen europea de América" de Elliott es erudito y de mucha utilidad para los que se interesan por el origen y evolución del discurso sobre América en las mentalidades europeas a partir del siglo XVI. Gereon Sievemich escribió el epílogo, "De indios y protestantes". Y como complemento hay notas eruditas acerca del taller de los Bry, sobre la edición presente con mapas, fuentes de los textos y otras indispensables referencias para comprender la importancia de tan trascendente obra.

Polo de Ondegardo

Polo de Ondegardo, El mundo de los incas (Crónicas de América, 58). Edición de Laura González y Alicia Alonso, Historia-! 6, Madrid, 1990, 173 p.

Laura González Pujana, La vida y la obra del licenciado Polo de Ondegardo (Serie Historia y sociedad, 32) , Secretariado de Publicaciones, Seminario de Historia de América, Universidad de Valladolid, 1993, 259 p.

La figura de Polo de Ondegardo es excepcional y curiosamente no muy estudiada. González Pujana tiene el gran mérito de interesarse por ella y de ir aumentando nuestros conocimientos con piezas que poco a poco nos ayudarán a reconstituir el carácter y la proyección del personaje y de la obra. En El mundo de los incas publicado en la colección hoy día desaparecida de Crónicas de América, el lector encontrará una sencilla biografía de Polo y el texto de los Notables daños de no guardar a los indios sus fueros (1571). Hace bastante tiempo que no se editaba este texto de capital importancia para los estudios incaicos y andinos en general. La anterior edición que mencionan las autoras es de 1916. La de 1917 no estaba completa. Por eso nos interesa señalar esta nueva edición con notas al pie de página que ayudan el lector a comprender el texto.

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Pedro de Quiroga

Pedro de Quiroga, Coloquios de verdad. Estudio preliminar y edición de Daisy Rípodas Ardanaz. Instituto de Cooperación Iberoamericana/ Casa-Museo de Colón y Semi­nario americanista, Valladolid, 1992, 167 p.

Quiroga desempeña un papel importante en la historia de las ideas en el siglo XVI pe­ruano, no sólo porque, en esa época, los escritos no abundan sino también porque los temas de los Coloquios de verdad son objeto de vivas discusiones. Algunos descubren en ellos influencias lascasistas o por lo menos un temperamento abierto a las quejas de los indios frente a las ma­nifiestas injusticias de los españoles. Gran conocedor de la obra de Las Casas y de su influen­cia en el Perú, Pérez Femández lo incluye entre los que pueden ser considerados favorables a ciertas ideas de corte lascasista. Y al referirse a Quiroga se pregunta quién era ese clérigo de quien sospecha que haya podido acompañar al obispo Solano en su viaje a Europa. No hace referencia Rípodas Ardanaz a esta opinión, pero responde a otras y a alguna<; más complejas. Verbi gratia, la de la identidad religiosa de Quiroga: franciscano y luego clérigo, o sea primero religioso y por razones desconocidas o poco conocidas, clérigo diocesano. Es un dato que revela algo de la personalidad del autor y que tiene su peso en la comprensión de la obra.

Pero quizá el aporte más interesante de Rípodas Ardanaz es el que se refiere a una dimensión del texto de los Coloquios: la identificación literaria del personaje Tito. Algunos de los rasgos del indio coinciden con los del personaje Villano del Danubio, cuya figura, trazada por el franciscano Antonio Guevara, había salido a correr mundo en 1528 desde los folios impresos del Libro áureo de Marco Aurelio. Las pruebas que alcanza la autora del estudio son convincentes y los hechos concuerdan entre sí. Como complemento, las reflexio­nes sobre la forma literaria del diálogo y el manierismo echan novedosas luces sobre la estructura de la obra y sobre algunos antecedentes de que ella se hace eco. Sin embargo, la editora ignora el estudio del linguista Cerrón Palomino sobre el quechua de Quiroga, publicado en Revista Andina.

Inca Garcilaso de la Vega

Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios Reales de los Incas, /-11. Edición, índice analítico y glosario de Carlos Araníbar, Fondo de Cultura Económica, México, 1995, XXXIX-880.

Esta reimpresión de la edición de 1991 sigue los principios que Araníbar emplea en ediciones de otros textos de la cronística. La crónica va acompañada de un "indice analítico y glosario" en que el editor comenta el texto, las palabras y las ideas del Inca Garcilaso de la Vega. No cabe duda, que muchas de ellas son de innegable utilidad. De esa manera, al lado del texto, el lector tendrá muchas referencias a otros textos y crónicas.

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Crónicas Bibliográficas -------------------------

Joan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua

loan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua, Relación de antigüedades de.He reyno del Pirú, Introducción y notas de Ana Sánchez, Varios, Antigüedades del Perú, edición de Ana Sánchez y Henrique Urbano (Crónicas de América, 70), Historia-16, Madrid, 1992, 123-271.

loan de Santa Cruz Pachacuti Y amqui Salcamaygua, Relación de antigüedades deste reyno del Pirú. Estudio etnohistórico y lingüístico de Pierre Duviols y Cesar Itier, Centro de Estudios Regionales Andinos "Bartolomé de Las Casas"/ Institut Franc;ais d'Études Andines, Cusco / Lima, 1993, 276 p.

Juan de Santa Cruz Pachacuti, Relación de Antigüedades de este Reino del Perú. Edición, índice analítico y glosario de Carlos Araníbar, Fondo de Cultura Económica, Perú, 1995, 427 p.

En pocos años, tres ediciones de Pachacuti Y amqui llenaron los estómagos ávidos del texto de este cronista. Las tres responden a preocupaciones editoriales distintas y el público al que se dirigen no es exactamente el mismo. En 1992, Ana Sánchez publicó en la conocida y popular colección Crónicas de América el texto del cronista con una introducción novedosa y una transcripción paleográfica que corregía algunos errores de las anteriores ediciones; a fines de 1993, Duviols volvía sobre el texto y publicaba una nueva versión paleográfica con el texto facsimilar; y recientemente, 1995, Carlos Araníbar repite la dosis sin el texto facsimilar pero con la transcripción paleográfica y una versión "más castellana".

La edición de Sánchez es la más asequible en términos de texto introductorio y notas. La colección en que fue publicada no es para eruditos ni para un público especializado. La introducción de Sánchez llama la atención del lector hacia las ideas fundamentales expre­sadas en el texto, la importancia del cronista para la comprensión de algunos temas religiosos de la época y de las características de algunas de las ideas y expresiones empleadas en el texto.

La introducción de Duviols sí es para un público especializado. Al igual que Sánchez también describe el panorama intelectual en que se mueve el cronista, subraya algunas de sus ideas religiosas y trata de explicar ciertas expresiones empleadas en el texto. Acompañan estas disquisiciones un estudio lingüístico de César Itier con lo que ya nos había mostrado en Revista Andina, año 6, nº 2, diciembre 1988, "Las oraciones en quechua de la Relación de loan de Santa Cruz Pachacuti Yamqui Salcamaygua", pp. 555-580 y con algunas varia­ciones más sobre el tema.

La introducción de Carlos Araníbar es algo más general que la de Duviols y de Sánchez. Insiste el editor en algunos rasgos literarios de la crónica y trata de ubicar el texto en el ámbito de la cronística americana. Y concluye: "No cabe duda, el Yamque es un apologista de los incas y su pueblo. Es patente la distorsión de su lectura histórica en aras de una defensa generosa y continua. Pero, como hombre tesado entre dos mundos de creencias, sus analogías cristianas no sofocan del todo a sus otras verdades, andinas e íntimas. Unas y otras conviven con él" (p. LXXIII).

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Urbano: Cronística e historia andina

Araníbar añadió a su edición un largo "índice analítico y glosario" que comenta las principales dudas planteadas por el texto y algunos términos empleados por el cronista. Las referencias a otros cronistas o a vocabularios antiguos ayudarán sin duda al lector a com­prender este texto que ahuyentaría a más de uno si no existieran abundantes notas explicativas.

Uno de los temas de esta crónica que más ha llamado la atención de los andinólogos es el de los dibujos que acompañan el texto. Han sido famosos los estudios de Lehmann­Nitsche, particulannente interesantes sus estudios astronómicos (Coricancha. Un templo del Sol en el Cuzco y las imágenes de su altar mayor. La Plata, 1929). El diseño del "altar mayor del templo del Sol" es, sin duda, el que más comentarios provocó. Ha sido utilizado en un sinnúmero de hipótesis sobre el pensamiento religioso andino. En los últimos años, no faltaron lecturas disparatadas de estos dibujos, de que son ejemplos las propuestas por John Earls y R. T. Zuidema. Quizá la última y más descabellada es la que puso en circulación el etnólogo cuzqueño Jorge Flores Ochoa, al comparar la ubicación de las imágenes de los santos en la Catedral del Cuzco durante la procesión de la fiesta del Corpus Christi con las figuras de Pachacuti Salcamaygua. Ocurrencia idiota, que ha dado ocasión a que algunos desprevenidos la hayan engullido inconsideradamente.

Siguiendo los pasos de Mónica Bames, Ana Sánchez acertó en la fonna de leer estos dibujos. Se trata, en realidad, de un diseño de un retablo, o si se quiere, de la transcripción, bajo la fonna de "altar mayor prehispánico", de un simple y sencillo "altar mayor" católico como muchos que, en ese entonces, ya existían en las iglesias de los Andes. Las portadas de muchas iglesias andinas también obedecen a los mismos cánones. Pierre Duviols añadió a la lectura de Sánchez y de Bames un matiz galo gracioso -la foto de los Oblatos de su tierra, Aix-en-Provence- la cual debe ser interpretada a la luz de su curiosa y estimulante teología del "huevo". En mi entender, esta opinión del jubilado profesor "aixenprovinciano" me parece excesiva y casi me atrevería a decir, sin intención malévola, que posee tiernos rasgos obsesivos.

En todos estos temas, lo que yo lamento es que Pierre Duviols no haya tenido la oportunidad de conocer los Andes, particulannente el valle del Colea. En este hennoso rincón andino, donde existe además un pueblito que se llama Yamque, hay otras formas de "huevo" que, probablemente, se transformarían en algo concreto, sino para el jubilado profesor, por lo menos para la iconografía andina. Fue mirando esas capillas e iglesias y no el "huevo" del profesor galo que me vino la idea de que el "altar mayor del Coricancha" hubiera podido servir de inspiración al cronista (Revista Andina, año 5, Nº 2, diciembre 1987: 596). Bames me reprochó la insistencia en el lado "cristiano" del "altar mayor" en un texto que, años más tarde, fue publicado en Mito y simbolismo en los Andes. La figura y la palabra: "Un análisis de la iconografía y la arquitectura andinas: San Cristóbal de Pampachiri (Apurímac)", del que hace uso Duviols cubie110 con una falsa referencia a una publicación inexistente.

Las transcripciones de algunos vocablos han sido materia de opiniones variadas. Las sugerencias de la transcripción de Ana Sánchez relativas a los vocablos de la figura del "altar mayor" han sido recogidas acertadamente por Pierre Duviols que las ha hecho suyas. Me llamó la atención la del término caua, que acompaña la imagen de "granisso" (p. 208). Al retomar la transcripción de Ana Sánchez, Duviols se olvidó de corregir lo que había escrito en la introducción (p. 32). Araníbar opta por coua y luego cohua y se sirve de la autoridad del actual relato popular para justificar su opinión. No la considero acertada. Estos y otros

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Crónicas Bibliográficas --------------------------

comentarios de Araníbar de calidad muy dudosa y de franca incomprensión del texto no ayudan en nada a mejorar la lectura del cronista.

Debo señalar otro punto que me parece fundamental y que va más allá de todo lo que cada uno de los tres editores escribe acerca del universo literario en que se mueve el cronista. Se trata del personaje Pachacuti Yamqui . Ni Duviols ni Araníbar hicieron investigaciones para saber quién es Pachacuti Yamqui. Tampoco las ha hecho Sánchez. Me parece urgente hacerla porque sospecho que hay posibilidades de llegar a resultados exitosos. Para eso hay que ir a los archivos y conocer de visu los Andes, en lugar de " inventárselos" por enésima vez.

Lo más importante de todas estas versiones es el hecho de que los lectores puedan contar con variadas opiniones, algunas de ellas más acertadas que otras, y con puntos de vista que, sin duda, enriquecen los estudios de la cronística. Con ellas, espero, quedan desterrados del campo de las explicaciones, con algún fundamento , los mil y uno disparates que la imagen del "altar mayor" provocó en los últimos cien años. Ya era tiempo que todo eso desapareciera.

Fray Diego de Hojeda, O.P.

Fray Diego de Hojeda, O.P., La Cristiada. Vida de Jesús Nuestro Sefior. Edición facsimilar, Edibesa, Madrid, 1996, 511 p.

Se trata de una edición facsimilar sacada de una edición monumental de Barcelona del año 1896 a cargo de D. Francisco Miguel y Badía. Para conmemorar esta edición, el prior del Convento de Santo Domingo de Lima promovió la reimpresión en Edibesa de esta obra muy poco conocida. Hojeda nació en Sevilla hacia el año 1571 pero viajó a Indias y entró en el Convento de Santo Domingo de Lima hacia los años 1591. Vivió en Lima, Cusco y Huánuco, y falleció en esta última ciudad en 1615.

La obra fue reeditada en el siglo XIX en España más de una vez y no faltaron elogios a sus características literarias y piadosas. Quizá sean éstas las que más impactaron en el siglo pasado. Hablando con propiedad, no hay en ella una apertura hacia las prácticas religiosas amerindias. Hojeda habla desde el punto de vista de la Iglesia sin preocuparse sobre el origen de los fieles o sobre los problemas de evangelización a infieles. Probablemente para él como para muchos misioneros de su tiempo, la Iglesia era una y eterna, tanto en los Andes como en España.

JI. Otros autores, siglo XVI

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Fray Luis de Granada

Varios, Fray Luis de Granada. Su obra y su tiempo, /-11, Actas del Congreso interna­cional, Granada, 27-30 de septiembre 1988. Edición de fray Antonio García del Moral , O.P. , y de fray Urbano Alonso del Campo, O.P. , Universidad de Granada, 1993.

Revista Andina, Año 14

Urbano: Cronística e historia andina

Fray Luis de Granada, Obras completas, T.IX-X: Introducción del Símbolo de la Fe, l-11. Edición y nota crítica de Alvaro Huerga, Fundación Universitaria Española, Madrid, 1996, 373 y 365.

En 1988 se conmemoraba el IV Centenario de fray Luis de Granada ( 1504-1588), lo que motivó un sinnúmero de eventos científicos que llenaron las páginas de muchos libros editados desde esa fecha. Entre los que pueden ayudar a los interesados por temáticas andinas señalo estos dos tomos del congreso llevado a cabo en Granada y editado en 1993. Lo seleccioné porque trata de muy variados temas y puede por lo tanto interesar a un número más amplio de historiadores y antropólogos. Algunos estudios son de gran agudeza y erudición, otros más amenos y superficiales. Pero todos ellos, por la variedad de temas que abordan producen una visión general y actualizada de la obra del maestro Luis de Granada.

Algunas sesiones son particularmente importantes para los estudios andinos, como las que se refieren al área del lenguaje y del pensamiento antropológico. En ellas se tratan temas de estética y de estructura en los escritos del granadino. Importante el trabajo de Herrero Salgado sobre la Rethorica ecclesiastica (Tomo I, pp. 265-302). Y el Segundo Tomo contiene un conjunto de estudios más largos de especial interés sobre la parte de la Biblia en la construcción de la obra de Granada y algunos aspectos de la obra literaria y teológica del autor. Por todo ello, pues, creo útil acercarse a estas páginas y emplearlas en el trato de algunos textos de procedencia andina.

La edición de las obras completas de fray Luis de Granada es un acontecimiento importante en las letras hispánicas. Algunas de sus obras ejercieron gran influencia en América desde su publicación. Es el caso de la Introducción del Símbolo de la Fe, que ahora se edita en dos tomos. Es una de las obras más leídas de Granada y una de las más bellas. Hay muchas ediciones de esta obra donde ocupa un lugar singular la de José María Balcells, Introducción del Símbolo de la Fe, Cátedra, Madrid, 1989.

Francisco de Vitoria

Ramón Hemández Martín, Francisco de Vitoria. Vida y pensamiento internacionalista (Biblioteca de autores cristianos, 554), Madrid, 1995, 381 p.

Antonio-Enrique Pérez Luño, La polémica sobre el Nuevo Mundo. Los clásicos es­pañoles de la Filosofía del Derecho (Colección Estructuras y Procesos, Serie Derecho), 2ª edición, Editorial Trotta, Madrid, 1995, 231 p.

Para los que buscan una introducción al tema de las discusiones sobre el Nuevo Mundo, las obras de Pérez Luño y Hemández, con objetivos distintos, les son de gran provecho. Como lo señala el título La polémica del Nuevo Mundo, trata de variados temas jurídicos y amplios, donde resaltan las páginas consagradas al iusnaturalismo español, los estudios sobre Las Casas y Ginés de Sepúlveda. El libro de Hemández se ciñe a la vida y obra de Vitoria. Muy didáctico y de una claridad cristalina, el estudio repasa la vida y la trayectoria intelectual de Vitoria, su influencia en el pensamiento ético de la época moderna

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Crónicas Bibliográficas --------------------------

y su actualidad. Hernández dividió su libro en cinco partes: la primera trata de la vida de Vitoria, la segunda de la doctrina internacionalista, la tercera de la proyección europea del internacionalismo vitoriano, la cuarta de la doctrina americanista y la quinta y última de Vitoria y Las Casas. Como se echa de ver, el lector encuentra en estas páginas muchos motivos para reflexionar sobre algunos de los temas más candentes y apasionantes de la historia de las ideas modernas.

111. Estudios de historia religiosa

Pedro Borges, dir., Historia de la Iglesia en Hispanoamérica y Filipinas, 1-11 (BAC­Mayor, 37 y 42), Biblioteca de autores cristianos, Madrid, 1992, 855 p. y 801 p.

No cabe la menor duda de que esta obra monumental se transformará en la obra de referencia de todos los estudios sobre el catolicismo latinoamericano. Hasta ahora la obra que todos frecuentaban era la de Antonio de Egaña, S.J., también publicada en la misma editorial, Historia de la Iglesia en la América española, Desde el Descubrimiento hnsta comienzas del siglo XIX, Hemisferio Sur, Madrid, 1966. La que ahora se publica es diferente en la forma. Una masa impresionante de colaboradores trata de todos los temas relativos a la historia religiosa de América a partir del Descubrimiento hasta nuestros días. La gran mayoría de colaboradores son historiadores españoles especialistas en los distintos campos de la historiografía americana.

En el primer tomo se tratan "Cuestiones globales", como por ejemplo, el problema de la historiografía de la Iglesia, el descubrimiento de América y la Iglesia, el Patronato, el regalismo. La segunda parte trata de la Iglesia diocesana, de las instituciones eclesiásticas, del clero, de las órdenes religiosas, del clero indígena, de la Inquisición. La tercera parte lleva por título "La Iglesia misional" y en ella se tratan temas como estructura y características de la evangelización, dificultades de la evangelización, metodología de la evangelización, el sistema de reducciones, métodos de catequización y temas afines. En la cuarta parte se estudia la "irradiación de la Iglesia": La anexión de América a la luz de la teología, el problema del indio, la Iglesia y las culturas prehispánicas, la enseñanza, y muchos otros temas relacionados con los más variados dominios del saber.

El segundo volumen lleva por subtítulo "Aspectos regionales". La distribución regio­nal guía el tema: Desde las Antillas hasta Filipinas, los distintos autores revisan la literatura y ofrecen una visión sucinta de cada uno de los países. Todo esto es de gran utilidad para los que deseen informarse rápidamente sobre la historia religiosa de esta región.

Los índices de nombres son de gran utilidad sobre todo en este género de publicacio­nes que abarcan períodos muy largos y temáticas muy variadas. Los estudios van acompa­ñados de bibliografías en que se mencionan los estudios más importantes. Sería pretencioso comentar todos estos estudios. Lo cierto es que los estudiosos tienen ahora al alcance de la mano una obra que les servirá de guía actualizada para sus investigaciones.

250 Revista Andina, Año 14

Urbano: Cronística e historia andina

Melquíades Andrés, Historia de la mística de la Edad de Oro en España y América (BAC-Mayor, 44). Biblioteca de autores cristianos, Madrid, 1994, 491 p.

Enhorabuena, uno de los más grandes especialistas en la literatura religiosa española amplió sus estudios a América en una época particularmente importante para los estudiosos del Nuevo Mundo. Para los menos familiarizados con estos asuntos recordaré que Andrés publicó hace algunos años una obra monumental en dos tomos, La teología española en el siglo XVI, Biblioteca de autores cristianos, Madrid, 1976, obra clásica para el estudio de las corrientes de ideas teológicas. En la presente obra, la inmensa erudición del autor le permite abordar temas bastante difíciles con una sobriedad y autoridad poco comunes. Cada capítulo va acompañado de una bibliografía lo que hace aún más atrayente la obra.

No me atrevo a resumir lo que se dice en estas páginas tan densas y ricas. Para que el lector pueda por lo menos tener una leve sombra del contenido referiré algunos temas tratados. En los primeros capítulos, el autor establece el marco de su investigación y estudia los diferentes aspectos de lo que se entiende por la mística en la Edad de Oro. Luego ataca algunos temas más doctrinales como el ideal místico, los procesos y el discernimiento. Y desemboca en el capítulo de una notable erudición: "Mil doscientas obras espirituales por orden cronológico ( 1485-1750)". Los capítulos siguientes tratan en orden cronológico de los orígenes de la mística española: fuentes mediterráneas y nórdicas, semíticas y árabes, y luego de la reforma española y de la devoción moderna. A estos capítulos añade Melquíades uno sobre los primeros pasos ( 1500-1530) y otro sobre la crisis (1525-1560). Son dos capítulos excepcionales y de variadísima riqueza. A estos dos capítulos se les aúnan el estudio de los procesos de clarificación (1530-1570) con sus protagonistas en que desfilan, franciscanos, dominicos, agustinos y jesuitas; y el capítulo "La cima (1560-1600)", aquí el autor aborda los grandes maestros espirituales con jugosas referencias a los alumbrados americanos. El estudio del siglo XVII está dividido en dos capítulos, el primero consagrado a la mística por sectores religiosos, y el segundo y último, a la racionalización y declive.

Recomendar la lectura de esta obra es decir poco. Pienso yo que todos los que se interesan por la historia de las ideas en América la deben guardar y consultar en todo momento.

Melquíades Andrés Martín, dir., Misioneros extremeños en Hispanoamérica y Fili­pinas. Diccionario biográfico y bibliográfico, presentación de Antonio Montero, obispo de Badajoz, Biblioteca de Autores Cristianos, 1993, 427 p.

La dirección de Melquíades Andrés Martín es señal de erudición y calidad. Este diccionario contiene informaciones inéditas y bibliografía sobre los misioneros extremeños. Los índices facilitan la búsqueda. Hay un índice toponímico, un índice de misioneros reagru­pados por sus órdenes religiosas, un índice del clero secular, y miembros de las órdenes militares. Mirando los índices llamará la atención el número de miembros de la Orden Franciscana que pasaron a América y Filipinas. No hay que olvidar que el monasterio de Guadalupe se encuentra en territorio extremeño, Trujillo también, al igual que muchos otros lugares cuyos nombres figuran en la cartografía americana.

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Crónicas Bibliográficas --------------------------

Aurelio Valladares Reguero y Rocío Ruiz García, La emigración jiennense a las In­dias en el siglo XVI, 1495-1599, Diputación Provincial de Jaén, Instituto de Estudios Giennenses, Jaén, 1994.

La importancia de la emigración andaluza hacia los Andes recomienda la consulta de esta pequeña obra, escrita sin pretensiones pero muy útil. Además de un estudio general sobre la estadística migratoria, el libro contiene un índice general de los nombres de los migrantes, lo que pennite ubicar rápidamente a la persona que se busca, y si existe, obtener información sobre ella.

Luis Resines Llorente, Catecismos americanos del siglo XVI, 1-11, Junta de Castilla y León, Consejería de Cultura y Turismo, 1992, 757 p.

Los dos tomos con una presentación gráfica muy cuidada y elegante publican un largo estudio sobre el problema de la enseñanza y de los catecismos. Luego de una introducción ge­neral, Resines consagra la primera parte al inventario de los autores que publicaron catecismos, unos setenta en total. En la segunda parte se reproduce el catecismo pictórico atribuido a Sahagún. El segundo tomo reproduce los catecismos de Zumárraga y de Juan de la Plaza. A los estudios que los precedieron añade el autor índices que facilitan el manejo de su estudio. Estas páginas contienen información rigurosa que servirá a todos los que se interesan por este tema y a los que se ocupan por la historia de la evangelización y educación.

Alonso de la Peña Montenegro

Alonso de la Peña Montenegro. Itinerario para párrocos de indios. Libros 1-11 (Cor­pus hispanorum de pace, segunda serie, 11), edición crítica por C. Baciero, M. Corrales, J. M. García Añoveros y F. Maseda, CSIC, Madrid, 1995, 698 p.

Entre las obras religiosas o pastorales más editadas se encuentra la de Montenegro. Esta nueva edición se distingue de las anteriores por los estudios que acompañan la edición del texto y por los cuidados puestos en la edición. Los tres estudios preliminares tratan de la personalidad de Alonso de la Peña Montenegro, de las características del cristianismo indígena y de la obra y sus fuentes . Como es sabido Montenegro nació en la Coruña en 1596, pasó a Quito en 1654 y murió en 1687. Su larga experiencia en las Indias le lleva a escribir este Itinerario que servirá hasta nuestros días para guiar a muchos de los sacerdotes que trabajan con poblaciones indígenas. Como lo demuestran los estudios preliminares, las ideas vertidas por Montenegro se inspiran en la literatura anterior y sobre todo en el III Concilio limense que fijó, por decirlo así, las normas que deberían seguirse en la pastoral indígena. Pero Montenegro fue profesor universitario y conocía muy bien los autores de su tiempo. Impresiona su cultura teológica y moral. Esta es una dimensión de su obra que los estudios preliminares subrayan con justicia y que no siempre ha sido puesta en evidencia.

252 Revista Andina, Año 14

Urbano: Cronística e historia andina

Juan de Solórzano Pereira

Juan de Solórzano Pereira, De lndiarum iure (Lib. fil : De retentione lndiarum) (Corpus hispanorum de pace, segunda serie, /). Edición de C. Baciero, F. Cantelar, A García, J. M. García Añoveros, F. Maseda, L. Pereña, J. M. Pérez-Prendes, CSIC, Madrid , 1994: 521 p.

La edición de esta parte de la obra de Solórzano Pereira inaugura la Nueva Serie de la famosa colección Corpus hispanorum de pace cuyos numerosos trabajos constituyen una excelente biblioteca de autores españoles, especialmente los más allegados a la Escuela de Salamanca. Fieles colaboradores y artífices de esta empresa son los que también colaboran en la edición del texto de Solórzano: Baciero, Cantelar, García, García Añoveros, Maseda, Pereña y Pérez-Prendes. Los estudios preliminares tratan de variados temas: Solórzano, defensor oficial de la Corona; fundamentación filosófica de la defensa de la Corona; la idea de "status" y función del indio; el derecho común medieval en la argumentación de Solórzano y el Patronato regio de Indias . Todos estos temas son objeto de estudios amplios y docu­mentados. Las primeras 200 páginas de la presente edición dan cuenta de ello.

Nº 1 , julio 1996

Henrique Urbano Universidad Laval, Québec

Centro Las Casas, Apartado-477

Cuzco, Perú

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