criterios explicativos en psicopatologia miguel

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Conceptos básicos en psicopatología Normalidad y anormalidad La persona “promedio”, tiende a considerarse a sí misma como la medida de lo saludable y mira con signos de anormalidad, todas las actitudes y respuestas que difieren de la suya. Este criterio, aunque parezca razonable al individuo que lo emplea, carece totalmente de valor como principio de aplicación general; pues por un lado se asume que cada ser es el solo juez de su propia conducta y por otra parte implica que todo sujeto es en un momento dado normal. Una alternativa a este criterio individualista, es el que han ideado ciertos investigadores al juzgar la conducta de las personas en una cultura conocida. Para ello se utilizan individuos que pertenezcan al mismo sexo y dentro de una edad similar. A través de este procedimiento es posible encontrar normas que hagan comparable una muestra determinada de conducta, localizar las desviaciones de la normalidad y así demarcar las distintas variables que se encuentren. Al utilizar este procedimiento casi siempre se termina por emplear la estadística y la conclusión a la que se llega habitualmente es la de definir a una persona como anormal, cuando difiere del promedio. Algunos sociólogos y psicólogos han encontrado bases para denominar anormales a todos los procesos que tienen lugar en la sociedad que tiende a disminuir su equilibrio reduciendo las posibilidades de sobrevivencia de la especie humana. De acuerdo con este criterio pueden identificarse los síntomas de desintegración social, no obstante, el problema con el que nos enfrentamos aquí es el de localizar las metas que se persiguen; puesto que las ventajas para un grupo dado pueden ser políticas o económicas y no necesariamente positivas para los demás miembros de la sociedad. Guarner, Enrique. (1984) psicopatología clínica y tratamiento analítico.

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Conceptos bsicos en psicopatologa Normalidad y anormalidad La persona promedio, tiende a considerarse a s misma como la medida de lo saludable y mira con signos de anormalidad, todas las actitudes y respuestas que difieren de la suya. Este criterio, aunque parezca razonable al individuo que lo emplea, carece totalmente de valor como principio de aplicacin general; pues por un lado se asume que cada ser es el solo juez de su propia conducta y por otra parte implica que todo sujeto es en un momento dado normal.Una alternativa a este criterio individualista, es el que han ideado ciertos investigadores al juzgar la conducta de las personas en una cultura conocida. Para ello se utilizan individuos que pertenezcan al mismo sexo y dentro de una edad similar. A travs de este procedimiento es posible encontrar normas que hagan comparable una muestra determinada de conducta, localizar las desviaciones de la normalidad y as demarcar las distintas variables que se encuentren. Al utilizar este procedimiento casi siempre se termina por emplear la estadstica y la conclusin a la que se llega habitualmente es la de definir a una persona como anormal, cuando difiere del promedio.Algunos socilogos y psiclogos han encontrado bases para denominar anormales a todos los procesos que tienen lugar en la sociedad que tiende a disminuir su equilibrio reduciendo las posibilidades de sobrevivencia de la especie humana. De acuerdo con este criterio pueden identificarse los sntomas de desintegracin social, no obstante, el problema con el que nos enfrentamos aqu es el de localizar las metas que se persiguen; puesto que las ventajas para un grupo dado pueden ser polticas o econmicas y no necesariamente positivas para los dems miembros de la sociedad.Un criterio menos simple aunque ms comn para determinar lo anormal, es el de considera las conductas patolgicas como desviaciones. Las reglas para llevarlo a cabo, han varado desde los tiempos antiguos haya nuestra poca. Aunque la enfermedad es una experiencia bsica de la existencia humana, cada estado de civilizacin ha variado su propio concepto de aquello que perturba la salud.Dos puntos de vista han predominado a travs de la historia: el primero de ellos hace nfasis en la discontinuidad y afirma que la persona normal est separada de la anormal y nunca puede colocarse en el lugar de ella. De acuerdo con el segundo criterio existe una continuidad entre lo llamado saludable y lo patolgico. Es decir, los lmites entre estas dos situaciones no pueden ser distinguidos ms que con una demarcacin relativa.Qu es la conducta anormal?Definir la conducta anormal es uno de los retos ms formidables para la psicopatologa de la conducta anormal. Se han propuesto varios componentes de la misma que se estudian a continuacin.Infrecuencia estadsticaUn componente de la conducta anormal es que es infrecuente. Quienes estudian este aspecto por lo general miden caractersticas especficas de la gente, como son rasos de la personalidad, formas de comportarse y la distribucin de dichas caractersticas en la poblacin. Cierto tipo de distribucin poblacional, sea la curva normal, indica que la mayora de la gente se encuentra en un punto medio en lo que respecta a determinada caracterstica particular. Al afirmar que alguien es normal, se da a entender que no se desva gran cosa del promedio en que se refiere a un rasgo o paro de conducta en particular. La infrecuencia estadstica se emplea explcitamente para diagnosticar el retraso mental.Violacin de normasSe ha dicho que la conducta anormal es tambin aquella que viola las normas sociales y constituye una amenaza o produce ansiedad en quienes la observan. Este componente tambin es vlido, aunque solo en parte. Segn este componente, la anormalidad es un concepto relativo; es decir, se pueden tolerar distintas formas de conducta inusitada, dependiendo de las normas culturales que rijan. Las llamadas normas sociales pueden depender de lo que se considera como normal o no en cada cultura.Afliccin personalLa anormalidad sugiere la idea de sufrimiento persona. En este sentido, la conducta es anorma si les produce a quienes la manifiestan una gran afliccin y tormento. Es claro que la afliccin personal es uno de los sntomas de varias de las formas de conducta anormal.Incapacidad o disfuncin Otro componente de la conducta anormal es la incapacidad, es decir, el individuo est imposibilitado de alcanzar alguna meta debido a su estado anormal. En relacin con la idea de que el trastorno constituye una incapacidad, Wakefield (1992) sugiere que un componente fundamental de la enfermedad o el trastorno es una disfuncin perjudicial, es decir, alguna anomala del funcionamiento normal de cierta estructura o mecanismo del organismo, que le ocasiona daos a la persona.Los modelos: psicoanaltico, cognitivo conductual, humanista, Biologicista y sociocultural.Modelo psicoanaltico Tal vez el paradigma ms extendido en psicopatologia y terapia es el psicoanaltico o psicodinmico, originalmente desarrollado por Sigmund Freud. Este paradigma se basa esencialmente en la suposicin de que la psicopatologa es consecuencia de conflictos inconscientes. Freud dividi la mente o psique en tres partes principales, ello, yo y supery; cada una de una metfora de funciones o energas especficas. El ello est presente desde el nacimiento, y es la parte de la personalidad que representa toda la energa que fase funcionar la psique. Consta de las necesidades bsicas de alimento, agua, eliminacin, calor, afecto y sexo. Freud pensaba que la fuente de toda la energa del ello era fisiolgica. Dentro del ello, Freud postulo dos instintos bsicos: Eros y Tnatos. El ms importante es Eros, que Freud concibi como la fuerza integradora de vida, principalmente sexual. La energa del instinto eros se denomina libido. En ocasiones los trminos Eros, libido y energa sexual se considera como sinnimos, pero a veces la libido y Eros pueden incluir asimismo, todas las fuerzas integradoras y enriquecedoras de la vida, algunas de las cuales no son estrictamente sexuales. Tnatos, el instinto de muerte, desempea la funcin relativamente secundaria en el pensamiento freudiano, y de, hecho su energa jams recibi nombre. El ello busca gratificacin inmediata, y opera segn lo que Freud llamo el principio del placer. Cuando no se satisface el ello, se genera tensin y el ello se esfuerza por eliminarla cuanto antes. El ello, con su necesidad de reducir y eliminar la tensin, busca un estado de tranquilidad que tal vez, irnicamente, se consigue solo en la muerte.El segundo elemento de la personalidad, que bsicamente es consciente, se denomina yo, y comienza a desarrollarse a partir del ello durante la segunda mitad del primer ao de vida. Su tarea es afrontar la realidad. Al yo no le satisface el proceso primario, ya que el organismo no puede sobrevivir con la fantasa. A travs de sus funciones de planificacin y toma de decisiones, denominadas proceso secundario, el yo se percata de que si se deja que el principio de placer asuma el control en todo momento, como quisiera el ello, puede haber problemas. El to se sujeta al principio de realidad, que es un punto medio entre las exigencias de la realidad y la gratificacin inmediata deseada por el ello.El yo obtiene toda su energa del ello; el yo deriva toda su energa del ello, y aun as debe dirigir aquello de lo que depende totalmente para obtener energa.El supery es el tercer componente de la personalidad. En esencia, encierra las normas morales de la sociedad como las han interpretado los padres del nio. El supery se desarrolla al resolver el conflicto de Edipo, y por lo general equivale a lo que se llama conciencia. Cuando el ello presiona al yo para que satisfaga sus necesidades, el segundo no solo debe enfrentarse a las limitaciones que le impone la realidad, sino tambin al juicio moral de lo que es bueno y lo que es malo, proveniente del supery.La conducta del ser humano consiste en una compleja interaccin de tres sistemas psquicos, todos en pos de objetivos que no siempre coinciden entre s. Esta interaccin de fuerzas activas se conoce como psicodinmica de la personalidad.Freud pensaba que la personalidad se desarrolla a travs de cuatro fases psicosexuales independientes. En cada una de ellas, hay una parte del cuerpo ms sensible a la excitacin sexual, y por tanto es la ms capaz de proporcionar satisfaccin libidinal al ello. La primera es la fase oral, durante la cual el lactante obtiene la mxima gratificacin de los impulsos del ello a partir de la excitacin de las terminaciones nerviosas que ha alrededor de la boca. Succiona y alimentarse constituye los principales placeres. En el segundo ao de vida, el nio entra en la fase anal, y ahora disfruta ms en la zona anal con la eliminacin y retencin de heces fecales. En la fase flica, que se extiende de los tres aos de edad hasta los cinco o seis, la mxima gratificacin proviene de la estimulacin de los genitales. Entre los seis y los doce aos, el nio se encuentra en un periodo de latencia, que no se cataloga como etapa psicosexual. Durante estos aos, son menos intensos los impulsos del ello, y no influyen directamente en la motivacin de la conducta. El pequeo se comporta de manera asexual, aunque segn ese esquema terico de Freud, toda la conducta es guiada bsicamente por impulsos del ello. La fase final y adulta es la genital, en la que predominan intereses heterosexuales. Durante cada etapa, la persona en desarrollo debe resolver los conflictos entre lo que quiere el ello y lo que le ofrece el ambiente. La manera como consiga esto determinara los rasgos bsicos de personalidad que perduraran a lo largo de su existencia. La forma en que la persona en desarrollo resuelva durante cada fase los conflictos entre lo que desea el ello y lo que le proporciona el ambiente determina los rasgos bsicos de personalidad que perduraran a lo largo de su vida.Modelo cognitivoCognicin es un trmino que agrupa los procesos mentales de percibir, reconocer, concebir, juzgar y razonar. El paradigma cognoscitivo se ocupa de cmo la gente estructura sus experiencias y les da sentido, al transformar estmulos ambientales en informacin que puede ser aprovechada.En todo momento las personas son bombardeadas por mucho ms estmulos de los que pueden responder. Los psiclogos cognoscitivos consideran que el proceso de aprendizaje es mucho ms complejo que el acto pasivo de formar nuevas asociaciones entre estmulos y respuestas. Piensan que la persona que aprende es un ser consciente que interpreta activamente una situacin con base en sus experiencias por una especie de embudo perceptual. Esta persona acomoda la informacin nueva en una red organizada de conocimientos ya acumulados, que suele denominarse esquema. Los datos nuevos pueden encajar o si no lo hacen el individuo que aprende reorganiza su esquema en la medida que lo requiera. La psicologa experimental contempornea est muy interesada en la cognicin. Los psiclogos cognoscitivos estudian la manera como la gente adquiere, almacena y emplea la informacin. Pero los conductistas formales, quienes como skinner describen la conducta de acuerdo con sucesos abiertamente observables, no aceptan explicaciones cognoscitivas. Ahora las explicaciones cognoscitivas se utilizan cada vez ms en la bsqueda de causas de anormalidad, as como de nuevos mtodos de intervencin. Algunos clnicos afirman que las teoras cognoscitivas no son ms que un anlisis mediacional estimulo-respuesta de la conducta similar a las importantes aportaciones de Mowrer y Miller. Una explicacin cognoscitiva de la conducta es fundamentalmente distinta de un anlisis mediacional estimulo-respuesta. El investigador de enfoque mediacional afirma que un estmulo ambiental evoca automticamente una respuesta mediacional interna sujeta a los mismos principios de reforzamiento que las respuestas manifiestas. En cambio el investigador cognoscitivo no concibe la percepcin o el pensamiento como respuestas pequeas. Ms bien se ocupa de la manera como la gente interpreta activamente los estmulos ambientales y como estos estmulos transformados afectan la conducta. El reforzamiento desempea una funcin secundaria en las teoras de psiclogos cognoscitivos.Lo importante del paradigma cognoscitivo es que las ideas asumen un carcter causal esto es, se considera que estas dan lugar a las otras caractersticas del trastorno. Las explicaciones cognoscitivas de psicopatologa tienden a enfocar las determinantes actuales del trastorno, no sus antecedentes histricos.La perspectiva cognoscitiva ha adquirido recientemente un lugar preponderante en la terapia conductual. Los terapeutas cognoscitivos intentan modificar los procesos de pensamiento de sus pacientes, a fin de influir en sus emociones y conducta.Una modalidad algo diferente la terapia cognoscitiva es la que sustentan las ideas del prominente terapeuta cognoscitivo Albert Ellis (1962), quien afirma que los sentimientos y la conducta inadaptativos son originados por creencias irracionales. Debido a suposiciones equivocadas, la gente se impone exigencias excesivas. Albert Bandura (1977) seala que una manera sintetizada de explicar cmo funcionan las diferentes terapias que aumentan el sentido de capacidad de la persona, y su convencimiento de que puede alcanzar las metas que se fije. Pero al mismo tiempo, explica que la modificacin de conducta, a travs de tcnicas conductuales, es el arma ms poderosa para acrecentar la confianza en uno mismo. Los especialistas como Ellis insisten en la modificacin directa de cogniciones, a travs de explicacin, persuasin, dilogos socrticos y mtodos afines, para obtener mejoras en las emociones y la conducta. Ellis y sus seguidores otorgan gran importancia a las tareas en casa que requieren que los clientes se comporten de maneras que hasta entonces les han parecido imposibles, quizs por estar bloqueados por ideas negativas.Modelo Conductual El paradigma de aprendizaje es un conjunto de suposiciones segn las cuales la conducta anormal se aprende del mismo modo que otra conducta humana. John B. Watson revoluciono la psicologa con afirmaciones tales como estaLa psicologa, como la concibe el conductista, es una rama experimental puramente objetiva de las ciencias naturales. Su objetivo terico es predecir y controlar la conducta. La introspeccin no es parte esencial de sus mtodos, como tampoco depende el valor cientfico de sus datos de la facilidad con que pueden interpretarse en trminos de conciencia.Watson dirigi su atencin hacia los procedimientos experimentales de los psiclogos que investigaban el aprendizaje de animales. Fue as como el aprendizaje en vez del pensamiento, se convirti en el tema dominante de la psicologa posterior a Watson. Ahora se considera que la tarea de la psicologa era descubrir cuales estmulos generaban que respuestas directamente observables. El conductismo es un mtodo que se ocupa del estudio de conducta observable ms bien que de la conciencia.Ahora que la psicologa estaba enfocada al aprendizaje se gener una enorme cantidad de investigaciones y teoras sobre el mismo. El primer tipo, el condicionamiento clsico originalmente lo descubri por accidente el fisilogo ruso Ivn Pavlov a principios de siglo. En sus estudios sobre el sistema proporcionaba a un perro carne en polvo para hacerlo salivar. Poco despus los ayudantes de pavlov se percataron que el animal comenzaba a salivar cuando vea a la persona que lo alimentaba y a medida que continuo el experimento el perro empez a salivar desde el momento en que escuchaba los pasos de esta persona. Pavlov estaba intrigado y muy interesado por lo que haba ocurrido en su laboratorio y decidi estudiar sistemticamente las reacciones del animal.Puesto que la carne en polvo genera de manera automtica la salivacin, sin ningn aprendizaje previo, se considera que dicho polvo es un estmulo incondicionado (EI), y la respuesta de salivacin una respuesta incondicionada (RI). Despus, cuando la entrega del polvo la precedida en varias ocasiones por un estmulo neutral, o solo sonido (el estmulo condicionado, EC), puede generar la respuesta salival (la respuesta condicionada, RC). A medida que aumenta el nmero de presentaciones pareadas de la campana y la carne en polvo, tambin se incrementa la cantidad de salivaciones generadas por la primera. La curva de la extincin indica lo que ocurre a la RC establecida cuando los sonidos repetidos de la campana no son seguidos de la carne en polvo. Se generan cada vez menos salivaciones, por lo que se extingue la RC.Hace ms de 50 aos, skinner comenz a aplicar la ley del efecto a muchos aspectos de la conducta humana. El reformulo la ley del efecto, al ocuparse unos del nexo entre estimulo respuestas y ms de las relaciones entre las respuestas y sus consecuencias o contingencias. Esta diferencia es sutil, pero reflejar la idea de skinner de que los estmulos no estn, propiamente asociados con respuestas, sino que ms bien so ocasiones para que se generen las mismas si, con anterioridad, estas han sido reforzadas. Por tanto, skinner estableci el concepto de estmulo discriminativos para calificar a sucesos exteriores que, en efecto, le indican al organismo que si ejecuta determinada conducta, tendr ciertas consecuencias. En este sentido, era un terico R-R (respuesta-reforzamiento) ms bien que uno E-R (estimulo-respuesta).Al cambiar la denominacin ley del efecto por la de principio de reforzamiento, skinner diferenciaba dos tipos de reforzamiento. El reforzamiento positivo consiste en fortalecer la tendencia a responder ante la presentacin de un evento, denominado reforzador positivo. Los reforzadores negativos tambin robustecen una respuesta, pero esta vez eliminando el evento como cuando se suspende un choque elctrico; skinner denomino a tales consecuencias reforzadores negativos. Afirmaba que la libertad de eleccin es un mito, y que toda conducta est determinada por los reforzadores positivos y negativos que previenen el ambiente social. La meta de skinner era la prediccin y control de la conducta. Estos experimentadores suponen que al analizar la conducta de acuerdo con estmulos, respuestas observables y reforzamiento, podrn determinar cundo ocurrir una conducta en particular. La informacin obtenida servir ms adelante para saber cmo se adquiere, mantiene, modifica y elimina la conducta. El enfoque skinneriano, a menudo conocido como operante porque estudia la conducta que opera sobre el ambiente, evita trminos y conceptos abstractos.La aplicacin del condicionamiento operante a la etiologa de una forma de anormalidad se pone de manifiesto con la depresin. Existe gran inters por un tercer tipo de aprendizaje, el modelamiento. Toda la gente aprende al observar e imitar a los dems. Los experimentos demuestran que al mirar a alguien ejecutar ciertas actividades, se pueden incrementar o reducir distintas clases de conducta, tales como compartir, agresin y miedo. El modelamiento puede tambin ser responsable de que se adquiera conducta anormal. Los pequeos cuyos padres sufren de fobias o tienen los problemas por abuso de sustancias pueden desarrollar, aunque sea en parte y por observacin, patrones semejantes de conducta. El modelamiento ejemplifica un aspecto importante, esto es la funcin de los mediadores en el aprendizaje. En los trminos ms generales una teora mediacional de aprendizaje sostiene que un estmulo ambiental no genera una respuesta manifiesta de inmediato. Ms bien lo hace a travs de algn proceso interventor o mediador tal como el miedo o el razonamiento. Este proceso se concibe como una respuesta interna. Sin rechazar el conductismo los tericos del aprendizaje mediacional adoptan la posicin paradigmtica de que en ciertas condiciones es tan justificado como importante ir mas all de lo que se puede observar.La suposicin esencial de los mtodos conductual y de aprendizaje es que la conducta anormal se aprende de la misma manera que prcticamente cualquier por tipo de conducta. Esta perspectiva deja en un plano secundario la importancia de factores fisiolgicos. Prefiere ocuparse de determinar los procesos de aprendizaje que aparentemente producen la inadaptacin de la conducta. Aqu es menor la brecha entre conducta norma y anormal, ya que ambas se estudian dentro del mismo marco general. Debido a ello, se crea un puente entre la psicologa experimenta general y el rea de psicologa anormal. La anormalidad es un concepto relativista. Al etiquetar a alguien o a cierta conducta como anormal, se pone de manifiesto inevitablemente un contexto social o cultural en particular.Una ventaja muy importante de aplicar una perspectiva de aprendizaje en psicopatologa, es la mayor precisin de observacin. Los estmulos deben ser observados y controlados con mucho cuidado. Se miden y registran la magnitud y frecuencia de las respuestas, as como su latencia, es decir, la rapidez con que se emiten. Asimismo, se toma nota de las relaciones entre estmulos, respuestas y resultados. Los procesos no observables, como el miedo y el pensamiento, deben ser ligados a la conducta observable.Teora humanistaJung y Adler rompieron bruscamente con Freud. Su desacuerdo fundamental se refiere a la naturaleza misma de la humanidad. Freud presentaba la vida como un campo de batalla en el que nos encontramos continuamente en peligro de ser aplazados por nuestras fuerzas oscuras. Jung y Adler, en comparacin, ponan el acento en el lado positivo y optimista de la naturaleza humana. Jung hablaba de establecer metas, mirar hacia delante y realizar todo el potencial personal. Adler consideraba que la naturales humana alcanza su mximo potencial cuando contribuimos a otros individuos y a la sociedad en su conjunto. El crea que debamos esforzarnos por alcanzar niveles superiores de desarrollo intelectual y moral. No obstante tanto Jung como Adler mantuvieron mucho de los principios del pensamiento psicodinmico. Sus filosofas generales fueron adoptadas a mediados del siglo XX por los tericos de la personalidad y llegaron a conocerse como psicologa humanista.La autorrealizacin fue el motivo central de este movimiento. La suposicin subyacente es que todos nosotros podramos alanzar nuestro potencial ms elevado, en todas las reas del funcionamiento, si tuviramos solo la libertad de crecer. En forma inevitable, una variedad de condiciones de crecer. En forma inevitable, una variedad de condiciones pueden bloquear nuestra realizacin, si bien cada persona es bsicamente buena y completa, la mayor parte de los bloqueos se origina fuera del individuo. Diferentes condiciones de vida o experiencias de vida o interpersonales estresantes pueden alejarnos de nuestro yo verdadero.Abraham Maslow (1908-1970) fue sistemtico en la descripcin de la estructura de la personalidad. Postulo una jerarqua de necesidades, que comienza con nuestras ms elementales necesidades fsicas de alimento y sexo y van en ascenso a las necesidades de autorrealizacin, amor y autoestima. Las necesidades sociales como la amistad entran en alguna parte entre estas. Maslow conjeturo que no avanzamos en forma ascendente en la jerarqua hasta que se satisfacen las necesidades de los niveles inferiores.Carl Rogers (1902-1987) es, desde el punto de vista de la terapia, el humanista que ejerci ms influencia. Rogers dio origen a la terapia centrada en el cliente, conocida despus como terapia centrada en la persona. En este mtodo, el terapeuta adopta un papel pasivo y hace las menos interpretaciones posibles. La clave es dar al individuo la oportunidad de desarrollarse durante el curso de la terapia sin que el yo se vea amenazado. Los tericos humanistas tenan una gran confianza en la capacidad de las relaciones humanas para fomentar este crecimiento. La consideracin positiva incondicional, la aceptacin completa y casi sin restricciones de la mayor parte de los sentimientos las acciones de los clientes es fundamental en el planteamiento humanista. La empata es la compresin del punto de vista partcular que el individuo tiene del mundo. El resultado esperado de la terapia centrada en el cliente es que este sea ms franco consigo mismo y de cause a sus tendencias innatas de crecimiento.Como el psicoanlisis, el planteamiento humanista ha tenido un efecto sustancial en las teoras de las relaciones interpersonales. Este planteamiento tambin destacaba la importancia de la relacin teraputica en una forma muy distinta a la de Freud. En lugar de ver la relacin como un medio para conseguir un objetivo (transferencia), los terapeutas humanistas consideraban que las relaciones, incluida la teraputica, eran la influencia ms positiva para facilitar el crecimiento humano. De hecho, Rogers hizo contribuciones sustanciales al estudio cientfico de las relaciones entre terapeuta y cliente.Con todo, el modelo humanista contribuyo con ms o menos poca informacin nueva al campo de la psicopatologa, excepciones, no estaban muy interesados en realizar investigaciones que descubrieran o generaran nuevos conocimientos. En vez de ello, destacaban las experiencias nicas e incuantificables del individuo, destacando que la fuente era ms diferente que parecida. Como apunto Maslow, el paradigma humanista hallo su mayor aplicacin entre los individuos sin trastornos psicolgicos. La aplicacin de la terapia centrada en la persona a trastornos psicolgicos ms graves ha disminuido sustancialmente al paso de las dcadas, aun cuando han surgido en forma peridica ciertas variantes en diversas reas de la psicopatologa.Modelo BiologicistaLa teora que sustenta al paradigma biolgico de la conducta anormal es que los trastornos mentales son provocados por procesos somticos o corporales aberrantes. Este paradigma se conoce asimismo como el modelo mdico o de enfermedad, pero tales denominaciones resultan limitantes por varias razones.El estudio de la conducta anormal siempre ha estado vinculado a la medicina. Gran parte de los especialistas, as como otros contemporneos, han empleado el modelo de la enfermedad fsica como base para definir la conducta desviada. Es evidente que en el campo de la conducta anormal abunda la terminologa mdica. Como hace notar, la conducta [desviada] se denomina patolgica y se clasifica de acuerdo con sntomas; a dicha clasificacin se le llama diagnstico. Los procesos diseados para modificar la conducta se denominan terapias, y se aplican a pacientes en hospitales psiquitricos. Si cesa la conducta desviada, se dice que el enfermo est curado.La suposicin esencial del paradigma medico es que la conducta anormal puede compararse con una enfermedad. Para determinar como se puede aplicar unos modelos de la enfermedad a la conducta anormal, primero se debe examinar el concepto de enfermedad como se utiliza en medicina. A medida que se aprende ms sobre el funcionamiento del cuerpo humano, se tienen ms razones para suponer que la anormalidad psicolgica podra deberse, al menos en parte, a una anomala en uno o ms procesos biolgicos. Existen ahora mltiples investigaciones y teoras que mencionan factores biolgicos ligados a la psicopatologa. La gentica conducta se encarga de estudiar las diferencias individuales de la conducta que son atribuibles en parte a las variaciones en las dotaciones gentica. La dotacin gentica total de un individuo, que consta de sus tener heredados, constituye el genotipo. El genotipo de una persona es su constitucin gentica fisiologa y no observable, mientras que su fenotipo est formado por todas sus caractersticas observables. El genotipo se establece desde el nacimiento, en tanto que el fenotipo, y se considera como resultado de una interaccin entre el fenotipo y la experiencia.Segn esta diferencia entre el fenotipo, y el genotipo, es claro que los distintos sndromes clnicos son trastornos del fenotipo. Debido a ello es incorrecto hablar sobre la herencia directa de la esquizofrenia o los trastornos por ansiedad. Cuando mucho se heredan nicamente los genotipos para estas alteraciones. Que los mismos acaben por dar lugar al trastorno conductual fenotpico depende del ambiente y la experiencia; en suma, se puede heredar una predisposicin (ditesis), pero no el trastorno propiamente dicho.

Criterios explicativos en psicopatologaEl criterio estadsticoCuando la psicologa y, con ella, la psicopatologa decidieron optar por homologarse a las ciencias naturales y, consecuentemente, postular leyes que fueran susceptibles de formalizacin, se recurri a la cuantificacin de los datos psicolgicos. Esa cuantificacin se produjo fundamentalmente a travs de la estadstica, ciencia auxiliar de una buena parte de las ciencias naturales. En psicopatologa, la estadstica dejo de ser un recurso auxiliar formal para convertirse en algo ms: se transmuto en criterio definitorio del objeto y adquiri rango de concepto, cuya mxima ejemplificacin se encuentra en el denominado criterio estadstico de la psicopatologa. La buena acogida que tuvo en nuestro contexto se debe, en parte, a que ya haba sido profusamente utilizado en mbitos psicolgicos tan relevantes como el de las teoras constitucionalistas sobre la personalidad, o el de las investigaciones pioneras sobre la inteligencia, que dieron paso a toda una tecnologa que permitiran ms adelante medir hecho psicolgicos tan diversos como la personalidad, los valores las normas, los motivos o las creencias. El postulado central del criterio estadstico es el de que las variables que definen psicolgicamente a una persona, poseen una distribucin normal en la poblacin general de referencia de esa persona. Consecuentemente, la psicopatologa es todo aquello que se desva de la normalidad, es decir, algo (un rasgo de personalidad, una capacidad intelectual, una actividad mental, un comportamiento, una emocin, un afecto, etc.) que resulta poco frecuente, que no entra en los lmites de la distribucin normal de la poblacin que nos sirve de referencia. Segn este criterio, hablamos de hper o hipo actividad para catalogar un determinado comportamiento motor alterado, o de baja versus alta inteligencia para designar la capacidad mental de las personas (esto es, subnormal versus superdotado), o de hper versus hipoestesia, o de baja versus alta estabilidad emocional (neuroticismo versus estabilidad), por poner algunos ejemplos conocidos.La restriccin al mbito de lo infrecuente no siempre conlleva psicopatologa. El genio creador es desde luego poco frecuente, pero no es patolgico. Creer en la existencia de una vida despus de la muerte puede ser muy frecuente, pero l no creer en ello no significa patologa. Problemas de este estilo parecen haber llevado la adopcin de un segundo supuesto central, adems del de la frecuencia, para la definicin de las psicopatologas: el supuesto de la continuidad. Segn este, los elementos constitutivos de las psicopatologas se hallan presentes en la normalidad, pero constituyen una exacerbacin, por exceso o por defecto, de esa normalidad. De modo que las diferencias entre lo normal y lo patolgico son de naturaleza cuantitativa, de grado. De aqu que, adems de los prefijos hper o hipo, se utilice el prefijo a y se hable de conductas o actividades anormales, que se caracterizan no solo por ser poco frecuentes sino adems por contener los mismos elementos de la normalidad pero en un grado ya excesivo, ya escaso. As que cuando la psicopatologa se rife por un criterio estadstico se suele emplea el trmino anormalidad como anlogo o sinnimo al de psicopatologa, lo que significa que una conducta rasgo, actividad o caracterstica es muy poco frecuente y, por tanto, poco representativa del grupo social normativo de referencia, adems de ser cuantitativamente distinta de lo que se considera normal. Este salto conceptual desde la idea de infrecuencia estadista a la de anormalidad ha permitido, adems, que el criterio estadstico pase de ser considerado nicamente como parte del contexto del descubrimiento a ser utilizado tambin como parte del contexto de la explicacin y la justificacin. Y esto ha sido posible porque en psicologa la idea de experimentacin ha id casi siempre unida a la de cuantificacin, con el fin de posibilitar un posterior tratamiento estadstico. En este sentido, la tecnologa estadstica ha servido tanto para establecer postulados funcionales como para realizar induccin probabilstica.Los criterios sociales e interpersonales De una naturaleza diferente son los criterios que podramos denominar genricamente, como sociales. Uno de ellos es el que H. S. Sullivan denomino consensual para sealar que la definicin de las psicopatologas es una cuestin de normativa social, es decir, del consenso social que se alcance al respecto en un momento y lugar determinados. De aqu a afirmar que lo psicopatolgico no es ms que una construccin social y una convencin que la comunidad adopta en un momento, y de un modo por lo general poco explicito, no hay ms que un paso. Y solo otro ms para afirmar que lo psicopatolgico no existe ms que en las mentes de quienes lo postulan. Cierto es que, en muchas ocasiones, la investigacin transcultural ha demostrado que este modo de argumentar no es, en absoluto, una estupidez, y que lo que en un contexto cultural, social o histrico es normal, se torna patolgico en otros; y, a la inversa, no lo es menos que en todas las culturas y pocas es posible detectar ciertas normas que definen lo que es psicolgicamente normal. Otra cuestin diferente es la de la que nuestra cultura occidental sea una de las que histricamente ms se ha preocupado por delimitar normas de ese estilo que, en muchos casos, implican juicios de valor peyorativos que tanto han criticado, y con razn, los tericos del rotulado social, cuando afirmaban que diagnosticar implicaba poner una etiqueta a lo que simplemente era un problema o un modo de vivir, pero que marcaba a hierro y fuego, y para siempre, a su destinatario. As pues, y con todas las precauciones que haya que adoptar, no queda ms remedio que admitir honestamente que esas normas sobre cuyas bases catalogamos a una persona como normal o psicopatolgica existen en nuestras mentes. La solucin no est, creemos, ni en negar su existencia, ni en ignorarlas, ni en proclamar ingenuamente que no existen psicopatologas ni personas que las padezcan. Muy al contrario, cualquier solucin pasa necesariamente por estudiar y definir del modo ms preciso posible esas normas y los supuestos en que se fundamentan, con el fin de evitar al mximo que nuestra actividad clnica se deje lleva por los prejuicios y la falsa moral, que tan malos compaeros de viaje resultan siempre. Y, sobre todo, con el de ayudar a la persona que presenta la psicopatologa en cuestin a reintegrarse, en las mejores condiciones, en el medio social al que, se quiera o no admitir, pertenece. La adaptacin a los modos de comportamiento esperables, habituales y sancionados como correctos por el grupo social al que una persona pertenece, se ha esgrimado tambin como un criterio legal de normalidad mental versus psicopatologa. En la medida que una persona se comporte, piense o sienta como lo hacen sus congneres, o como estos esperan que lo haga, ser catalogada como normal. As, la adecuacin al rol social y personal que se nos adscribe constituye muchas veces el marco de referencia imprescindible para la catalogacin de normalidad. Conseguir restaurar la capacidad de adaptacin social constituye un objetivo fundamental de la mayor parte de las tcnicas de tratamiento e intervencin psicolgicas. No siempre es fcil determinar qu hay que entender como adaptacin social. Y lo que es ms importante, suponer que esa adaptacin es sinnimo de salud mental puede llevarnos a cometer graves errores. La definicin de qu significa adaptacin social presenta casi tantos problemas como la de psicopatologa, y lo que es ms importante, no puede erigirse en el criterio por excelencia para la delimitacin d lo psicopatolgico y de lo normal.Un modo de solucionar los problemas derivados de la indeterminacin del criterio que acabamos de ver pasa por postular la existencia de condicionamientos situacionales, que seran los responsables de la aparicin de psicopatologas. El individuo se convierte as en un mero actor o una especie de marioneta sometida a contingencias ambientales que representa el papel que la sociedad le adjudico; y ese papel no es bueno, la responsabilidad recae en la sociedad, nunca en el actor. Probablemente esto es bastantemente cierto en muchos casos. Pero tiene un riesgo importante: al sustraer de la naturaleza humana aquello que ms y mejor la define, la autodeterminacin y la racionalidad, convierte a la persona que presenta una psicopatologa en un alienado, un ser sin razn ni capacidad para decidir por s mismo. Por lo tanto, lo mejor es que los dems decidan y piensen por l. Es preciso examinar muy a donde el contexto social as como el tipo de contingencias que modulan el comportamiento y la actividad mental, si queremos llegar a comprender la generis y/o el mantenimiento de muchos comportamientos perturbados o anormales.Los criterios subjetivos o intrapsiquicosDe un orden diferente son los criterios subjetivos, intrapsiquicos o personales, segn los cuales es el propio individuo el que dictamina sobre su estado o situacin, lo que suele traducir en quejas y manifestaciones verbales o comportamentales: quejas sobre la propia infelicidad o disgusto, sobre la incapacidad de afrontar un problema o buscar una solucin razonable, retraimiento social, comportamientos poco eficaces y/o incapacitantes, contacto deficiente con la realidad, malestar fsico e incluso bsqueda de ayuda especializada. Una variante de este criterio la constituye el alguedonico, propuesto por kurt Schneider, y que hace referencia al surgimiento personal, propio o ajeno, como elemento definitorio de la presencia de una psicopatologa. El principal problema de estos criterios reside, desde nuestro punto de vista, en que implican que una persona es siempre consciente de sus problemas e incapacidades o, lo que es igual, de que tiene problemas y de cales son su naturaleza y su alcance. Y esto no es siempre as. En muchos casos, tales como demencias, ciertos estados psicticos y algunos estados disociativos, entre otros muchos, el individuo est lejos de ser consciente de su problema o incluso de que tiene un problema; y desde luego es improbable que decida por s mismo buscar la ayuda especializada. Pero es que, adems, no todas las personas que manifiestan quejas de infelicidad o angustia persona, que tienen problemas para entablar y/o mantener relaciones sociales, que se comportan de un modo poco eficaz o que son poco realistas, son catalogables como psicopatolgicas, incluso aun cuando recurran a un psiclogo clnico o a un psiquiatra. Lo mismo sucede con las personas que acuden al mdico: no todas estn enfermas, o mejor, el hecho de ir al mdico no significa necesariamente que se est verdaderamente enfermo. El criterio subjetivo o personal no tiene tampoco en cuenta los efectos que un comportamiento anormal produce en el contexto social inmediato de la persona que lo exhibe. Y ninguno de los dos permite distinguir entre, psicopatologas y reacciones normales de adaptacin al estrs. En sntesis, este tipo de criterios resulta insuficiente tanto a nivel explicativo como a la hora de analizar sus consecuencias. No hay que olvidar que en la prctica constituyen criterios a tener en cuenta, puesto que es cierto que en muchos casos es el propio individuo quien detecta una anomala en s mismo y, sobre todo, la comunica y puede ser incluso capaz de determinar su origen o su causa. Y, finalmente, tanto si se da un autoreconocimiento de patologa como si no, la informacin que una persona nos proporciona sobre s mismo y sobre su estado es una fuente de datos irrenunciable e imprescindible para el psicopatologo.Los criterios biolgicos Es preciso hacer referencia a un conjunto de criterios de naturales no psicolgica, en la medida que enfatizan sobre todo la naturaleza biolgica, fsica, de las personas. La variedad de este grupo de criterios es muy amplia, puesto que se encuadran en las perspectivas biologistas o fisicalistas de la psicopatologa: gentica, neurologa, bioqumica, inmunologa, fisiologa, etc. Todas estas disciplinas mantienen un mismo supuesto bsico: el de que las diferentes psicopatologas son, fundamentalmente, la expresin de alteraciones y/o disfunciones en el modo normal de funcionamiento, bien de la estructura, bien del proceso biolgico que las sustenta. Esas alteraciones pueden estar causadas a su vez por la accin de agentes patgenos externos (y entonces se califican con el prefijo dis), o por carencia de determinados elementos constituyentes (y entonces se aplica el prefijo a), o por una ruptura en el equilibrio normal de los diferentes procesos, elementos o estructuras involucradas (en este caso se suelen aplicar los prefijos hper o hipo). Asumir una etiologa orgnica como explicacin ultima y exclusiva de la aparicin de las psicopatologas conlleva a adoptar el trmino genrico de enfermedad mental para caracterizar estos trastornos. Evidentemente, la irrupcin de esta clase de criterios en el mbito de la psicopatologa supuso tanto una ruptura radical con las hasta entonces denominantes perspectivas mgico-mticas y religiosas, como la adopcin de planteamientos cientficos para la explicacin y el tratamiento de las psicopatologas. El avance ha sido desde entonces incuestionable. Nadie puede dudar, pues, de su importancia y ningn psicopatologo debera permitirse la arbitrariedad de ignorar su existencia o de despreciarla. Lo que ya no esta tan claro es que el hecho de que se descubra una etiologa orgnica signifique descartar sin ms la intervencin de factores estrictamente psicolgicos y sociales, o sea, de naturaleza no primariamente biolgica, bien sea en la etiologa misma, bien en su mantenimiento, bien en las consecuencias que una causa orgnica tenga en el funcionamiento psicolgico del individuo afectado.Aceptar la dicotoma biolgico versus psicolgico para explicar la aparicin y el mantenimiento de una psicopatologa significa, desde nuestro punto de vista, un error demasiado costoso para la psicopatologa; significa caer de nuevo en un miope dualismo psico-fisico, que tan malos resultados ha tenido para la explicacin del comportamiento y la actividad mental de los seres humanos. Pero adems, el reduccionismo de la psicopatologa a lo biolgico significa la imposibilidad de la psicologa y de la psicopatologa como actividades cientficas. Las personas somos, adems de organismos biolgicamente determinados, individuos sociales, con una historia personal de aprendizajes, de memorias y de modos de conocimiento del mundo, que no son meros epifenmenos de nuestra condicin de organismo, ni son tampoco explicables recurriendo nica y exclusiva te a esa condicin. Un delirio o una alucinacin pueden estar ocasionados por factores biolgicos, pero no todas las personas que los presentan hacen referencia a los mismos temas, los padecen con la misma intensidad, o manifiestan el mismo grado de deterioro en su funcionamiento social y personal. Y desde el punto de vista de la intervencin teraputica resulta evidente la necesidad de tener en cuenta todos estos aspectos. En definitiva, los planos psicolgico y biolgico estn lejos de ser incompatibles; antes bien, con complementarios e igualmente necesarios para la comprensin de las psicopatologas. La tendencia actual a postular un modelo biopsicosocial para la explicacin de la naturaleza humana y sus alteraciones significa el reconocimiento de esa complementariedad.

Guarner, Enrique. (1984) psicopatologa clnica y tratamiento analtico.Davison, Gerald c., (2008) psicologa de la conducta anormal. Ed. Limusa Wiley. Mexico.