corto circuito en la competitividad industrial

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noviembre 2015 | 9 Periódico Nº 194 Universidad Nacional de Colombia palabras clave: Fenómeno del Niño, competitividad, sector eléctrico. Consúltelas en www. unperiodico.unal.edu.co Corto circuito en la competitividad industrial santiaGo aranGo aramburo, profesor titular Facultad de Minas juan Pablo ríos ocamPo, estudiante de maestría en Ingeniería de Sistemas Universidad Nacional de Colombia La variación de los niveles de los embalses y la concentración de mercado que presen- ta el sector eléctrico colombiano, son retos para la sostenibilidad de la industria y la com- petitividad. el proceso de reestructu- ración del sector eléctrico en Colombia surgió como producto de la corriente mundial de libe- ralización de los mercados, que dio paso al mercado mayorista de electricidad en 1995; aquél buscó suplir la creciente demanda de electricidad de manera más efi- ciente, confiable y a bajo costo para los consumidores finales y el Gobierno Nacional. Así mis- mo, la liberalización permitió el ingreso de agentes privados, principalmente en la generación de electricidad, para aprovechar el potencial energético del país. Hoy en día, la composición de la matriz energética de Colombia está compuesta en un 68,2 % por generación hidráulica; 26,1 % por generación térmica y 4,9 % por cogeneración. Por tanto, el nivel de los embalses repre- senta en su mayoría la oferta eléctrica del país. Las variaciones que presente el nivel agregado de estos afecta directamente el pre- cio que deben pagar diferentes sectores de la economía. La de- manda se satisface también con otras fuentes, como la térmica y la cogeneración, que presentan mayores costos de producción y compiten por establecer un mayor precio por la electricidad. Al concentrarse la generación de electricidad en fuentes hídri- cas, la oferta total se expone a fenómenos climáticos como El Niño o La Niña, que afectan los caudales de los ríos. En el caso de El Niño, al disminuir los to- rrentes entra menos agua a los embalses, con lo que disminuye la oferta disponible de electri- cidad. En promedio, estos han presentado un nivel suficiente para abastecer cerca de 11.000 millones de kilovatio hora (kWh); sin embargo, en períodos como los de 1997 y 2009, cuando la disponibilidad cayó por debajo de los 6.000 millones de kWh, el valor de la electricidad aumentó considerablemente (ver gráfico). Al día de hoy, el volumen de uti- lidad de los embalses se ubica en 57 %, inferior al promedio de los últimos cuatro años (68 %), a pe- el alto costo de la energía frena la competitividad de la industria nacional. sar del aumento en los niveles de los últimos años. De igual manera, existe una relación negativa entre el precio de la electricidad y el Índice Oceá- nico del Niño (oni, por sus siglas en inglés). En los últimos 20 años se han presentado cinco eventos de este tipo en los que sobresalen las variaciones en el precio en los períodos 1997–1998 y 2009–2010, como consecuencia del estado de los embalses (ver gráfico). Por su parte, el aumento en el precio que tuvo lugar durante el 2014 se debió a la caída de los aportes hídricos por debajo del promedio histórico (79,40 % de la media). Otro factor que afecta el costo de la energía es el margen de reserva (capacidad para satisfacer la demanda máxima en un sistema eléctrico). El alto nivel alcanzado en 2001 conllevó a precios bajos que no sufrieron consecuencias ante los períodos de sequía que hubo en los años siguientes; pero a medida que disminuía, los costos de la electricidad aumentaban como producto de la variación en el nivel de los embalses. Para los años 2009–2010, el margen había caído a los mismos niveles de 1997. Así, el precio de la electricidad aumentó en 127 % en un año. A partir de 2010, la capacidad para sa- tisfacer la demanda máxima retornó su tendencia ascendente; no obstante, por las variaciones en la altura de los embalses, los precios aumentaron y llegaron a un máximo histórico en junio de 2014 de 335,32 pesos por kW hora (Col$/kWh). concentración moderada La oferta de electricidad está a cargo de 56 empresas generadoras registradas en 2014, sin embargo, tan solo cuatro de ellas con- trolaron el 70,7 % de la generación eléctrica: epm (21,2 %), E mgesa (21,3 %), Isagen (16,5 %) y Generar (11,7 %), lo que le da al mercado un carácter oligopólico. De hecho, según el Índice de Herfindahl–Hirschman (utilizado para cuantificar la concentración del mercado, en el cual un valor de 10.000 indica monopolio y cero, competencia perfecta) el sector eléctrico colombiano cuenta con un valor de 1.312, lo que evidencia un nivel de concentración moderado. Así pues, en el mercado es muy importante observar cuáles son las plantas que fijan el pre- Economía & Organizaciones cio, lo que puede mostrar evi- dencias de posible comporta- miento estratégicos en contra de la libre competencia. Según información de xm (filial de ISA especializada en la Gestión de Sistemas de Tiempo Real), la evidencia empírica muestra que para 2012 solo dos plantas fueron las encargadas de fijar el precio de bolsa en un 76 % del tiempo, la central fue San Carlos (41 %) y la más influyente por ser la de mayor capacidad de genera- ción con 1.240 megavatios (mw), seguida por la del Guavio (35 %), y Chivor (14 %). Sin embargo, durante el fenómeno del Niño actual comienzan a revelarse problemas en la regulación con respecto al Cargo por Confiabili- dad, cuyo ajuste es urgentemente necesario. Según el informe El precio de la electricidad en Colombia y compa- ración con referentes internacionales 2012–2015, los precios en el sec- tor industrial en 2014 fueron en promedio de $ 10,9 centavos de dólar por kilovatio hora ($cUS/ kWh), superior a otros países de la región, como Perú (7,3 $cUS/ kWh), Brasil (7,6 $cUS/kWh) y Chile (8,9 $cUS/kWh). Si se tiene en cuenta que di- chos países son socios comercia- les directos, la diferencia tarifaria impacta la competitividad de la industria colombiana al tener que asumir mayores costos du- rante los procesos productivos, lo que genera preocupación en los gremios. En relación con Estados Uni- dos, principal socio comercial del país, también se tiene una diferen- cia de 1,9 $cUS/kWh, factor que reduce la competitividad que se obtiene gracias a la apreciación del tipo de cambio del último año. Aunque Colombia presenta desventajas frente a socios co- merciales de la región, esto no sucede con los países europeos. Los precios que paga la industria están por debajo de los de Espa- ña y Reino Unido, por ejemplo; además, el costo de la electrici- dad que asume la industria por nivel de tensión III en Colombia ha disminuido de 11 a 8,9 $cUS/ kWh entre 2012 y 2015. La situación de vulnerabili- dad ante eventos climáticos, la concentración de mercado y al- gunos fallos en el sector eléctrico colombiano representan un reto para las autoridades que buscan mejorar la competitividad de la industria local. Por una parte, es necesario diversificar la matriz energética del país para redu- cir la volatilidad que presenta el precio de la electricidad ante los cambios en los niveles de los embalses. Por otra, se hace necesaria la vigilancia, el control y una apro- piada regulación de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (creg), para evitar acumulación de poder en el mercado, no solo en la generación de electricidad sino también en la fijación del precio que busca costos compe- titivos para el consumidor y una remuneración apropiada para los generadores. foto: archivo particular

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Page 1: Corto Circuito en La Competitividad Industrial

noviembre 2015 | 9 Periódico – Nº 194 – Universidad Nacional de Colombia

palabras clave: Fenómeno del Niño, competitividad, sector eléctrico. Consúltelas en www.unperiodico.unal.edu.co

Corto circuito en la competitividad industrialsantiaGo aranGo aramburo, profesor titular Facultad de Minasjuan Pablo ríos ocamPo, estudiante de maestría en Ingeniería de SistemasUniversidad Nacional de Colombia

La variación de los niveles de los embalses y la concentración de mercado que presen-ta el sector eléctrico colombiano, son retos para la sostenibilidad de la industria y la com-petitividad.

el proceso de reestructu-ración del sector eléctrico en Colombia surgió como producto de la corriente mundial de libe-ralización de los mercados, que dio paso al mercado mayorista de electricidad en 1995; aquél buscó suplir la creciente demanda de electricidad de manera más efi-ciente, confiable y a bajo costo para los consumidores finales y el Gobierno Nacional. Así mis-mo, la liberalización permitió el ingreso de agentes privados, principalmente en la generación de electricidad, para aprovechar el potencial energético del país.

Hoy en día, la composición de la matriz energética de Colombia está compuesta en un 68,2 % por generación hidráulica; 26,1 % por generación térmica y 4,9 % por cogeneración. Por tanto, el nivel de los embalses repre-senta en su mayoría la oferta eléctrica del país. Las variaciones que presente el nivel agregado de estos afecta directamente el pre-cio que deben pagar diferentes sectores de la economía. La de-manda se satisface también con otras fuentes, como la térmica y la cogeneración, que presentan mayores costos de producción y compiten por establecer un mayor precio por la electricidad.

Al concentrarse la generación de electricidad en fuentes hídri-cas, la oferta total se expone a fenómenos climáticos como El Niño o La Niña, que afectan los caudales de los ríos. En el caso de El Niño, al disminuir los to-rrentes entra menos agua a los embalses, con lo que disminuye la oferta disponible de electri-cidad. En promedio, estos han presentado un nivel suficiente para abastecer cerca de 11.000 millones de kilovatio hora (kWh); sin embargo, en períodos como los de 1997 y 2009, cuando la disponibilidad cayó por debajo de los 6.000 millones de kWh, el valor de la electricidad aumentó considerablemente (ver gráfico). Al día de hoy, el volumen de uti-lidad de los embalses se ubica en 57 %, inferior al promedio de los últimos cuatro años (68 %), a pe-

el alto costo de la energía frena la competitividad de la industria nacional.

sar del aumento en los niveles de los últimos años.De igual manera, existe una relación negativa

entre el precio de la electricidad y el Índice Oceá-nico del Niño (oni, por sus siglas en inglés). En los últimos 20 años se han presentado cinco eventos de este tipo en los que sobresalen las variaciones en el precio en los períodos 1997–1998 y 2009–2010, como consecuencia del estado de los embalses (ver gráfico). Por su parte, el aumento en el precio que tuvo lugar durante el 2014 se debió a la caída de los aportes hídricos por debajo del promedio histórico (79,40 % de la media).

Otro factor que afecta el costo de la energía es el margen de reserva (capacidad para satisfacer la demanda máxima en un sistema eléctrico). El alto nivel alcanzado en 2001 conllevó a precios bajos que no sufrieron consecuencias ante los períodos de sequía que hubo en los años siguientes; pero a medida que disminuía, los costos de la electricidad aumentaban como producto de la variación en el nivel de los embalses. Para los años 2009–2010, el margen había caído a los mismos niveles de 1997. Así, el precio de la electricidad aumentó en 127 % en un año. A partir de 2010, la capacidad para sa-tisfacer la demanda máxima retornó su tendencia ascendente; no obstante, por las variaciones en la altura de los embalses, los precios aumentaron y llegaron a un máximo histórico en junio de 2014 de 335,32 pesos por kW hora (Col$/kWh).

concentración moderada

La oferta de electricidad está a cargo de 56 empresas generadoras registradas en 2014, sin embargo, tan solo cuatro de ellas con-trolaron el 70,7 % de la generación eléctrica: epm (21,2 %), Emgesa (21,3 %), Isagen (16,5 %) y Generar (11,7 %), lo que le da al mercado un carácter oligopólico. De hecho, según el Índice de Herfindahl–Hirschman (utilizado para cuantificar la concentración del mercado, en el cual un valor de 10.000 indica monopolio y cero, competencia perfecta) el sector eléctrico colombiano cuenta con un valor de 1.312, lo que evidencia un nivel de concentración moderado.

Así pues, en el mercado es muy importante observar cuáles son las plantas que fijan el pre-

Economía& Organizaciones

cio, lo que puede mostrar evi-dencias de posible comporta-miento estratégicos en contra de la libre competencia. Según información de xm (filial de ISA especializada en la Gestión de Sistemas de Tiempo Real), la evidencia empírica muestra que para 2012 solo dos plantas fueron las encargadas de fijar el precio de bolsa en un 76 % del tiempo, la central fue San Carlos (41 %) y la más influyente por ser la de mayor capacidad de genera-ción con 1.240 megavatios (mw), seguida por la del Guavio (35 %), y Chivor (14 %). Sin embargo, durante el fenómeno del Niño actual comienzan a revelarse problemas en la regulación con respecto al Cargo por Confiabili-dad, cuyo ajuste es urgentemente necesario.

Según el informe El precio de la electricidad en Colombia y compa-ración con referentes internacionales 2012–2015, los precios en el sec-tor industrial en 2014 fueron en promedio de $ 10,9 centavos de dólar por kilovatio hora ($cUS/kWh), superior a otros países de la región, como Perú (7,3 $cUS/kWh), Brasil (7,6 $cUS/kWh) y Chile (8,9 $cUS/kWh).

Si se tiene en cuenta que di-chos países son socios comercia-les directos, la diferencia tarifaria impacta la competitividad de la industria colombiana al tener que asumir mayores costos du-rante los procesos productivos, lo que genera preocupación en los gremios.

En relación con Estados Uni-dos, principal socio comercial del país, también se tiene una diferen-cia de 1,9 $cUS/kWh, factor que

reduce la competitividad que se obtiene gracias a la apreciación del tipo de cambio del último año. Aunque Colombia presenta desventajas frente a socios co-merciales de la región, esto no sucede con los países europeos. Los precios que paga la industria están por debajo de los de Espa-ña y Reino Unido, por ejemplo; además, el costo de la electrici-dad que asume la industria por nivel de tensión III en Colombia ha disminuido de 11 a 8,9 $cUS/kWh entre 2012 y 2015.

La situación de vulnerabili-dad ante eventos climáticos, la concentración de mercado y al-gunos fallos en el sector eléctrico colombiano representan un reto para las autoridades que buscan mejorar la competitividad de la industria local. Por una parte, es necesario diversificar la matriz energética del país para redu-cir la volatilidad que presenta el precio de la electricidad ante los cambios en los niveles de los embalses.

Por otra, se hace necesaria la vigilancia, el control y una apro-piada regulación de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (creg), para evitar acumulación de poder en el mercado, no solo en la generación de electricidad sino también en la fijación del precio que busca costos compe-titivos para el consumidor y una remuneración apropiada para los generadores.

foto: archivo particular