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  JOSÉ CARLOS MARIÁTEGUI CORRESPONDENCIA (1918-1930) Selección “BIBLIOTECA AMAUTA” LIMA-PERÚ 1984

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Cartas de José Carlos Mariátegui

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  • JOS CARLOS MARITEGUI

    CORRESPONDENCIA (1918-1930) Seleccin BIBLIOTECA AMAUTA LIMA-PER 1984

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A PEDRO RUIZ BRAVO Ciudad, 25 de junio de 1918 Seor don Pedro Ruiz Bravo, director de "El Tiempo" Pte. Muy seor mo: El comportamiento un tanto reticente y otro tanto desleal de Ud. ante la agresin1 de que he sido objeto en las oficinas de "El Tiempo", violadas y vejadas por el tumultuoso grupo de oficiales del ejrcito que la perpetr, me hace sentir el deber imperioso de apartarme de este diario al cual me trajeron, con la complicidad dolorosa de mi abulia y mi inquietud, solicitaciones de usted. Habra tenido Ud, derecho, para mostrarse asolidario con un redactor a quien no debiera Ud. cooperacin tan intensa, perseverante y abnegada como la ma. Cooperacin, seor Ruiz Bravo, que para m no ha representado sino la esterilizacin balda de dos aos de mi juventud y mi contaminacin con pecados, huachaferas y errores cuya repulsa he tenido que sepultar en el fondo de mi alma. Pero conmigo, seor Ruiz Bravo, no ha tenido usted jams derecho para portarse inconsecuentemente. Usted no necesita que yo se lo diga por qu. Mejor se lo dir siempre su consciencia. Advierta Ud. que no me quejo contra "El Tiempo". Slo me quejo contra Ud. Si me quejase contra "El Tiempo" mis reproches caeran injustamente sobre mis muy queridos, buenos e inteligentes compaeros que siempre me han rodeado con un cario, una simpa-ta y un aliento que yo jams sabr merecer bien. Y sepa Ud. finalmente que me retiro de "El Tiempo" afligido por la amargura de desgarrar un compaerismo y una camaradera dueos de todas las devociones de mi corazn. Srvase Usted dar hospitalidad en las columnas de su diario a esta carta cuya publicacin creo indispensable por varios motivos. Su atto y S.S. -------------- 1 Se refiere a la conocida agresin sufrida por JMC de parte de un grupo de oficiales, a raz de un artculo publicado con el ttulo "El deber del Ejrcito y el deber del Estado", en el N 1, 22 de junio de 1918, de la revista Nuestra poca. 4

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI Y CESAR FALCON A MANUEL A. SEOANE Y RICARDO VEGAS GARCIA Lima, 4 de julio de 1919 Seores Manuel A. Seoane y R. Vegas S., Secretarios del Comit Ejecutivo de los alumnos de la Facultad de Letras Ciudad Muy seores nuestros: Agradecemos profundamente la comunicacin que nos han dirigido ustedes transmitindonos el voto de aplauso a "La Razn" acordado unnimemente por l Comit Ejecutivo de los alumnos de la Facultad de Letras con motivo de la campaa iniciada por nuestro diario en favor de la reforma universitaria. Los conceptos con que ustedes nos favorecen constituyen para nosotros un motivo de legtimo orgullo. El mayor honor qu podamos aspirar para "La Razn", en armona con su programa de peridico moderno y renovador, est conseguido con la vinculacin de su nombre a un movimiento destinado a transformar la Universidad. Nuestra solidaridad de ideales con la juventud universitaria en un instante de la trascendencia del actual representa para nosotros una prueba de que nuestro peridico se inspira en el sentimiento de los hombres nuevos del pas. Reciban ustedes, junto con nuestro agradecimiento, nuestra felicitacin por el entusiasmo y el fervor con que han acometido la noble y elevada empresa de la reforma universitaria. De ustedes atentos y SS. SS. Jos Carlos Maritegui Csar Falcn 6

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A RICARDO MARTINEZ DE LA TORRE Roma, 19 de mayo de 1920 Caro Ricardo: Gracias por tu amable carta del 7 de abril. No quiero aplazar su respuesta hasta que te escriba contndote mis impresiones de viaje en uno o ms tomos, porque deseo que estas cuatro lneas te lleguen cuanto antes. Te mandar algunos libros; pero en francs. Espaa y su literatura y su pensamiento y sus panderetas y sus majas y sus toreros estn mucho ms lejos que del Per que no te extrae de esta Italia bella por excelencia y por derecho divino. Aqu leo diariamente los peridicos de Pars y no encuentro nunca una revista espaola. Me dices que han hablado de m despus de mi partida. Quiero decir que a mis buenos y queridos paisanos no les ha bastado mi viaje a otro mundo para cesar de ocuparse de mi muy humilde persona. Cuntame de Lima todo lo que puedas. Europa no me hace olvidar a mi simptica ciudad. Pronto te escribir largo y tendido. A Juanita le escrib de New York el 3 de noviembre, felicitndola por su santo. S intrprete de mi afectuoso y leal recuerdo ante todos los tuyos. Te saluda muy cariosamente Jos Carlos Maritegui P.S. He aqu mi direccin: Legacin del Per, Casella Postale 268 19

  • DE EMILIO ORTIZ DE ZEVALLOS A JOSE CARLOS MARIATEGUI Pars, 20 de mayo de 1922 Seor Don Jos Carlos Maritegui Pars Muy seor mo: Se ha recibido en esta legacin el siguiente cablegrama oficial: "30 Comunique Jos Carlos Maritegui ha sido repuesto en comisin propaganda que tena. SALOMON". Que me es grato trascribir a Ud. para su conocimiento y dems fines, Dios guarde a Ud. Emilio Ortiz de Zevallos1 -------------- 1 Legacin del Per en Francia. 33

  • DE ARTEMIO OCAA A JOSE CARLOS MARIATEGUI Lima, 24 de setiembre de 1922 Seor J. C. Maritegui Querido Amigo: Hace algn tiempo que no tengo noticias de Ud. por consiguiente tampoco de Anita ni del piccolo Sandro Tiziano; anso vivamente que todos Uds. gocen de perfecta salud por esas tedescas ciudades que hoy visitan. Yo estoy bien de salud y con muchas perspectivas de mejorar mi situacin econmica, pues, tengo algunos proyectos a la vista, y creo que alguno de ellos, ser una realidad en breve tiempo. Para entonces podr cancelar en parte la deuda que tengo contrada con Uds.; digo en parte, porque humanamente me sera imposible pagar aquella inmensa deuda de gratitud que debo a Uds., mis buenos y nunca olvidados amigos generosos. Le he escrito varias cartas y hasta la fecha no tengo todava respuesta. Tan slo he recibido algunas postales de diferentes ciudades tedescas. Supongo que ya estar Ud. batindose con el alemn; lo mismo que mi comadre Anita. Yo todava siento la nostalgia de Europa, y no pierdo la esperanza de regresar; pero regresar con mi dinero, porque con el del Gobierno ya s por experiencia cunto se sufre. Lima la misma, con sus chismes e intrigas de comadre. El Gobierno siempre firme, todas las pequeas tentativas revolucionarias, se estrellan contra la roca inamovible que hoy representa el Gobierno de Legua. El Pas ha progresado bastante en estos dos ltimos aos y hay grandes proyectos ferroviarios que en poca no lejana dar un enorme impulso al progreso del Pas. S que ayer ha llegado el Dr. Osores con su familia. Don Pedro no ha cambiado nada, es el mismo de siempre, con las mismas costumbres y maas de toda su vida. Es el mismo nio Goyito: flojo, renegn y conchudo. De seguro con genio y figura hace la sepultura. 35

  • Cabral y seora me encargan de saludarlo; ya tienen una encantadora muequita, se llama Pilar. Querido Maritegui, soy de Ud. como siempre su constante amigo y admirador. Sin ms por el momento se despide su atto y S.S. Art. Ocaa B. P.D. Mis ms cariosos recuerdos para mi comadre Anita y para el Piccolo Sandro. 36

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A PEDRO RUIZ BRAVO Lima, 9 de junio de 1923 Seor don Pedro Ruiz Bravo. Antofagasta. Mi querido don Pedro: Con fecha 23 del mes ltimo le he escrito la siguiente carta expedida varios das despus: "Desde hace dos meses, ms o menos, me tiene Ud. de nuevo en Lima. Como Ud. seguramente bien se le alcanza, durante los tres aos y medio de mi ausencia no he hecho otra cosa que prepararme para el regreso acrecentando mi cultura y mi experiencia periodsticas y polticas. Y he venido, por consiguiente, para reanudar, con mayor capacidad y ms segura orientacin que antes, mi actividad periodstica. "Piensan todos que la situacin poltica es complicada y difcil. Y yo no lo pongo en duda. Pero a m, precisamente, me atraen las situaciones difciles y complicadas. "Tengo el proyecto de publicar un diario y tengo, sobre todo, los capitalistas necesarios para esta empresa. Pero encuentro preferible por varias razones ahorro de tiempo, de esfuerzo, etc. adquirir un diario existente. Y pienso que a Ud. talvez le convenga enagenar sus derechos en "El Tiempo" y que, en este caso, Ud. y la empresa que represento podran entenderse y hacer un buen negocio. "Naturalmente, Ud. no podra ceder la propiedad de "El Tiempo" sin la seguridad de que la poltica del peridico no perdera ni comprometera su independencia. Pero a este respecto podra Ud. estar tranquilo porque yo puedo darle la seguridad de que la independencia de "El Tiempo" no slo sera mantenida sino sealadamente acentuada. Esta seria, justamente, para nosotros la base esencial del negocio. "Lo invito, pues, a considerar mi proposicin y a decirme luego si estara Ud. dispuesto a transferir sus derechos en "El Tiempo" y cules seran sus condiciones. 37

  • "Yo, por mi parte, puedo informar a Ud. con toda amplitud acerca de nuestra empresa. "Lamento que nos separen tantas millas de distancia y que no podamos charlar largo y tendido, inmediatamente, de sta y otras cosas. "Y, en tanto, con mis mejores votos por su bienestar y el de los suyos, me complazco en enviarle mi ms cordial y amistoso apretn de manos." Su antiguo compaero y amigo. 38

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A RICARDO VEGAS GARCIA Miraflores, 22 de julio de 1924 Querido Vegas Garca: Su carta y los recortes me aportaron mucha satisfaccin. La solidaridad de amigos y compaeros alivia inmensamente mi desventura. Mi convalecencia tiene un proceso lento. Los mdicos me dicen que no puede ser rpida. Distraigo mi tiempo leyendo. No puedo escribir an, pero lo intentar pronto. He ledo el libro de Romain Rolland sobre Mahatma Gandhi y me ha sugerido muchas cosas contrarias a la idea que lo inspira y gobierna. Espero su visita. El viaje a Miraflores no es tan largo como Ud. piensa. Lo abraza su amigo y compaero Jos Carlos Muchas gracias por las revistas y por todo. 49

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A RICARDO VEGAS GARCIA Miraflores, 9 de setiembre de 1924 Querido Vegas: Creo que con la partida de Oliverio Girondo se ha acabado la posibilidad de que venga Ud. a verme. En todo caso, est en sus manos la refutacin de esta creencia ma. Me han sacado ya la esquirla que detena mi convalecencia, de suerte que sta progresar ahora rpida-mente. Reanudar, por consiguiente, mi trabajo. Tendr Ud. mi colaboracin a partir de la prxima semana. Convendra que nos concertramos antes sobre varios temas a fin de que Ud. pueda organizar anticipadamente su ilustracin grfica. Estableceramos as el orden en que me ocupar de Gandhi, Herriot, Romain Rolland, Turati, Amendola, Farinacci (leader del fascismo ultrasta), Vasconcelos, Bertrand Russell, Pirandello, Rykov, Spengler y otros individuos de cuyos nombres no quiero acordarme. Qu le parecera un artculo sobre el proceso Matteotti? Estoy muy documentado al respecto por la prensa italiana de todos los matices. (A propsito. Sobre el fascismo Ramiro de Maeztu ha escrito una serie de mentiras y estupideces que me tienen agitado). Venga Ud., pues, cuanto antes, a cualquier hora del da o de la noche. Lo abraza muy cordialmente Jos Carlos P.S. He ledo ya el libro de divagaciones de Po Baroja. Me dej el suyo Oliverio Girondo? Puede Ud. conseguirme los ensayos indostnicos de Vasconcelos? Le ruego saludar a mi nombre a Percy Gibson (si lo ve Ud.) Espero que convenga Ud conmigo que Ramiro de Maeztu est bastante imbcil. 52

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A CLARIDAD [Lima, setiembre de 1924] Queridos compaeros: No quiero estar ausente de este nmero de "Claridad". Si nuestra revista reapareciese sin mi firma, yo sentira ms, mucho ms mi quebranto fsico. Mi mayor anhelo actual es que esta enfermedad que ha interrumpido mi vida no sea bastante fuerte para desviarla ni debilitarla. Que no deje en m ninguna huella moral. Que no deposite en mi pensamiento ni en mi corazn ningn germen de amargura ni de desesperanza. Es indispensable para m que mi palabra conserve el mismo acento optimista de antes. Quiero defenderme de toda influencia triste, de toda sugestin melanclica. Y siento ms que nunca necesidad de nuestra fe comn. Estas lneas escritas en la estancia donde paso mis largos das de convaleciente aspiran, pues, a ser al mismo tiempo que un saludo cordial a mis compaeros de "Claridad" una reafirmacin de mi fervor y de sus esperanzas. Os felicito por el noble ardimento con que os dais a la empresa de reorganizar "Claridad". Nuestra causa es la gran causa humana. A despecho de los espritus escpticos y negativos, aliados inconscientes e impotentes de los intereses y de los privilegios burgueses, un nuevo orden social est en formacin. La perspectiva mundial es hoy ms confortante que ayer. La reaccin retrocede vencida en los mayores pases del mundo, a cuya irradiacin estn sujetos los pueblos menores. Francia, cada da ms purgada de la intoxicacin de la victoria, rectifica literalmente su orientacin poltica. En Alemania declina la corriente nacionalista y reaccionaria y sus marciales caudillos han perdido definitivamente en un complot de cervecera, la esperanza de conquistar y acaparar el poder. El fascismo italiano, malgrado todas las jactancias de su condottiero, se encuentra en un periodo de descomposicin. El tartarinesco directorio --cuya historia dar talvez asunto a alguna opereta del futuro-- ofrece un grotesco espectculo de incapacidad y de impotencia. El mtodo reaccionario ha fracasado en todas partes. El rgimen capitalista se ha visto constreido a aceptar la convivencia pacfica con el rgimen comunista. Los soviets han sido reconocidos como una forma de gobierno legtima. Se constata que el mundo marcha hacia el socialismo. Signos inequvocos anuncian que el porvenir pertenece a la revolucin. Nuestra burguesa no comprende ni advierte nada de esto. Tanto peor para ella. Segn todas las probabilidades, el destino de la generacin que la representa actualmente es ahogarse en su estupidez y en su obscenidad. Dejemos que ese destino se cumpla. Obedezcamos la voz de nuestro tiempo. Y preparmonos a ocupar nuestro puesto en la historia.

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A RICARDO VEGAS GARCIA Miraflores, 28 de octubre de 1924 Querido Vegas: El sbado o ayer le habr dicho Garland, a ruego mo, que escribir sobre Zaghloul Pach y el Egipto. En previsin de que Garland no lo haya visto, le reitero el anuncio. Tenemos que concertamos, como la vez pasada, sobre los temas prximos. Formularemos una lista. El cable ser siempre, por supuesto, como hasta ahora, un elemento imprevisto y decisivo; pero procuraremos hasta donde nos sea posible predecirlo. Un tema muy actual es la poltica yanqui; pero no quiero formular, sin conviccin, un pronstico. Mucho me temo que triunfen los republicanos y no me gustara pronosticarlo. Esperaremos, pues, las elecciones, para enfocar entonces la poltica americana. Decdase a venir, entreme de cualquier gruesa novedad bibliogrfica, y reciba mi cordial abrazo. Jos Carlos 60

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A RICARDO VEGAS GARCIA Miraflores, 5 de noviembre de [1924] Querido Vegas: Ah va el artculo sobre las elecciones inglesas. Le mando tambin un Baldwin de un diario francs. Puede Ud. ilustrar el artculo con fotografas de Lord Curzon, Sir Robert Horn, Lady Astor y otros ejemplares de la fauna "torie". Seguramente, Ud. lo habr hecho as ya. Me complace que mi artculo sobre el pasadismo coincida con su opinin. A propsito de "Las Tapadas" le dir que las reniego con todo el nfasis y la sinceridad de un hombre a quien no le disgusta rectificarse. Son uno de los pecados literarios de Juan Croniqueur. Y Juan Croniqueur, como Ud. sabr, fue sepultado por m mismo, sin epitafio y sin tristeza. Y, sobre todo, sin duelo. Pero, en fin, dejemos estas cosas. Ud. est enterado de que soy, por reaccin acaso contra el ambiente, el menos autobiogrfico de los escritores de esta tierra. Lo que no es modestia sino orgullo. Me parece que el tema obligado del prximo artculo es la poltica norteamericana. Para despus podemos tener en salmuera a Zinowiev con motivo de las cosas que se le achacan o que, tal vez, ha perpetrado. Lo abraza afectuosamente su amigo y compaero Jos Carlos 61

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A RICARDO VEGAS GARCIA Miraflores, 18 de noviembre de 1924 Querido Vegas: Un error mo, incalificable en verdad, frustra mi deseo de enviarle hoy el artculo para "La Nacin". Credo a pie juntillas de que el 18 era maana mircoles, dispuse mi trabajo de acuerdo con esa creencia, cuya exactitud no me cuid de contrastar. Muy tardamente he advertido mi equivocacin. Podra todava haber intentado escribir el artculo; pero he preferido no hacerlo. No me parece el caso de hacer un artculo corriente, sino, ms bien, un pequeo ensayo. Una cosa, en suma, meditada. Tal vez es mejor, tambin, esperar que Ud. se concierte con "La Nacin", sobre todo si se tiene en cuenta que es probable, pero no seguro, que "La Nacin" d una edicin especial el 9 de diciembre. Para "Variedades", qu le parecera este tema: "La Unidad de la Amrica Indo-Espaola"? Un artculo sobre las races comunes de estas formaciones nacionales, sobre las cosas que las diferencian y los vnculos morales e intelectuales que las unen o comunican. Este artculo podra ser ilustrado con los retratos de los pensadores de relieve continental Vasconcelos, Ingenieros, de los poetas que han influido en toda la lrica hispano-americana Daro, Lugones, Nervo, etc. y otros grficos que Ud. encuentre adecuados. Tenemos empeo en que Ud. venga a almorzar con nosotros el domingo. Vendrn tambin Roe y Antuco Garland y charlaremos un rato de los tpicos de estacin. Roe y yo estamos encantados con la noticia de la venida de Camba que escribir, seguramente, la crnica ms verdica del centenario. Roe es muy amigo de ese delicioso basilisco, a quien sera hasta patritico documentar sobre la fauna y el folklore nacionales. Lo esperamos el domingo. No necesitar Ud. levantarse demasiado temprano. Maana, como de costumbre, recibir Ud. mi artculo semanal. Que como ya le he escrito se referir a Zinoviev. Giolitti es el hombre ms indicado para el artculo prximo. No obstante estar prximo a su centenario, sigue siendo una figura sustantiva de la poltica italiana. Es as como los fascistas han mandado a la tumba a los viejos. 63

  • DE ANDRES AVELINO ARAMBURU A JOSE CARLOS MARIATEGUI Lima, 7 de setiembre de 1925 Mi querido amigo: Siento muchsimo que no haya U. recibido la carta conque respond inmediatamente a la suya, dndole explicaciones sobre la no publicacin inmediata de sus dos ltimos artculos. No vale la pena repetirlas puesto que ya se han publicado. Lo importante es que en esa carta le peda como el ms capacitado para ello que se hiciera U. cargo de la seccin "Peruanicemos al Per"1 que ha sido bien acogida por el pblico. En mi concepto, nadie como U. puede llenar con ms xito y eficacia esa seccin que no es de nadie sino del peridico y por eso le suplico que acoja favorablemente mi peticin. En todo caso, est U. seguro de que su colaboracin me es muy grata y necesaria. Lo saludo afectuosamente y me remito A. A. Arambur -------------- 1 Jos Carlos Maritegui public sus artculos en la seccin "Peruanicemos al Per" de Mundial desde el 11 de setiembre de 1925 hasta el 19 de mayo de 1929. Los artculos se hallan reunidos en el tomo Peruanicemos al Per. 93

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A CARLOS V. CHAVEZ SANCHEZ Lima, 27 de noviembre de 1925 Seor Carlos V. Chvez Snchez Piura Muy estimado amigo y compaero: Fabio Camacho, dilectsimo compaero, le entregar estas lneas. Con l le envo, tambin, mi libro que acaba de aparecer. Le presento y recomiendo a Fabio como a uno de mis mejores amigos. Ya estar Ud. enterado de lo que se propone la Editorial Minerva fundada por mi hermano: la edicin de un libro mensual nacional o extranjero. Entre los primeros irn "El Nuevo Absoluto" de Iberico Rodrguez, "Tempestad en la Sierra" de Luis E. Valcrcel, "La Aldea Encantada" de Abraham Valdelomar, una seleccin de cuentos de Manuel Beingolea, un libro de Antenor Orrego, "Corazn Payaso" de Guilln, una novela de Falcn y traduccio-nes especiales para Minerva de libros de Istrati, Romain Rolland, Gorki y otros. Le he escrito a Lpez Albjar pidindole la segunda serie de "Cuentos Andinos". Y hay muchos otros libros en vista. Escribo al doctor Carranza proponindole que la librera de "El Tiempo" represente en Piura las ediciones de "Minerva". Pero hace falta una representacin activa. Cuento, seguramente, con el valioso concurso de Ud. No es cierto? Por lo pronto, me urge saber cuntos ejemplares de "La Escena Contempornea" puedo hacer remitir. He recibido sus recortes. Los he ledo atentamente. Y, por supuesto, no me siento tocado por la muy justa crtica al desdn de los intelectuales limeos por las provincias. Creo tener muchos de mis mejores amigos en provincias. En espera de sus noticias, le enva su ms cordial apretn de manos su amigo y compaero. Jos Carlos Maritegui 107

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUT A JQAQUIN GARCIA MONGE Lima, 24 de diciembre de 1925 Seor Joaqun Garca Mange San Jos de Costa Rica Muy estimado amigo y compaero: Hace pocos das le envi un ejemplar de mi libro "La Escena Contempornea". Me permit adjuntarle un ejemplar destinado al estudiante peruano Julio Lecaros, cuya direccin en esa ciudad ignoro. Supongo que Lecaros lo habr visitado desde su llegada. Mi libro ha aparecido en una Editorial que acaba de fundar mi hermano Julio Csar Maritegui y cuya direccin me ha sido encargada. Le acompao algunos papeles de propaganda que circulan en el Per explicando los propsitos de esta editorial. Deseo saber si el "Repertorio Americano" puede aceptar la re presentacin de Minerva en Costa Rica. Espero de Ud. una respuesta favorable para transmitirla a m} hermano quien se apresurar a hacerle el primer envo. Creo que se podra establecer el canje entre las ediciones de Minerva y las del Convivid o "Repertorio Americano No conozco el elenco de esas ediciones, pero me parece que la "Edad de Oro", el libro de lectura que veo anunciado en "Repertorio Americano" podra tener aqu bastante difusin. Preparo una revista mensual, para la cual reclamo su colaboracin. Creo que podramos efectuar un pequeo intercambio entre esta revista y "Repertorio Americano" canjeando una cantidad de nmeros en .proporcin equivalente "Repertorio Americano" se vendera as en la Librera Minerva. Estoy seguro de que puede tener asiduos lectores. Oliverio Girando, guando estuvo en Lima, me anunci su propsito de organizar, en esta forma, un extensa y constante intercambio entre las revistas y grupos intelectuales de nuestra Amrica. Le adjunto un artculo de V. Modesto Villavicencio. Y con los ms cordiales sentimientos, me repito de Ud; muy devoto amigo y compaero 115

  • DE LUIS E. VALCARCEL A JOSE CARLOS MARIATEGUI Cuzco, 7 de julio de 1926 Sr. D. Jos C. Maritegui, Lima Querido compaero: Por el correo de hoy, en paquete certificado, le envo los originales de "Tempestad en los Andes"1. El libro estaba listo desde hace quince das, pero aguard, en vano, el viaje de algn amigo a sa que prestase mayores seguridades que el servicio postal. No he querido postergar ms el cumplimiento del compromiso; ojal que el correo no me juegue alguna mala pasada. Entrego la obra completamente a su habilidad exegtica. Usted, mi buen camarada, se encargar de explicar `en el prlogo la tesis (o trastienda) de esta pelcula serrana que ofrezco en cuadros conexos. Bien comprende usted que mi objetiva no es otro que exhibir lo que ocurre "detrs de las montaas", relatndolo en forma episdica. Qu es lo que se vez Se comienza a ver a los Nuevos Indios. Hay un hervor revolucionario, un fermento de luchas futuras. Apenas si se percibe la ebullicin disimulada por la frialdad de los peascales andinos. Desfilan por el libro las vivencias del Per aborigen. En el primer captulo se preludia el avatar. Adivinase que ya algo se mueve en las tinieblas En el segundo, se percibe el panorama de las serranas con sus aldehuelas de labriegos y sus poblazos mestizos: el contraste, la nota pintoresca y humana. En el tercero, sintese que Nmesis india proyecta su sombra de sangre. En el cuarto, acentase la gnesis de la Nueva Indianidad: reaccin "humana" de los mismos esclavos e intervencin de un factor nuevo, el adventista. En el quinto, informaciones y comentarios sobre ste. En el sexto, una suma de opiniones sobre el problema indio que ponen de relieve lo que el libro demuestra: el indio se yergue. 165

  • Ideario contiene cosas ya anteriormente publicadas. Le ruego complete Arriba los indios! con trozos de Jos Vasconcelos, cuya "Raza csmica" no pude conseguir oportunamente, y con glosas de usted que ha escrito con tan clara visin sobre estos temas. Puede usted anunciar en el prlogo que la parte doctrinaria acerca del Nuevo Ciclo Andino va a ser tratada por m, con alguna extensin, en un libro que tengo en germen, del que ya habl a usted: "Filosofa de la Cultura Andina". No s cmo ha salido esta obra, creo que con muchas imperfecciones, pero todo puede serme perdonado en gracia a la emocin que pongo en ella. En contacto con la raza, intuyo lo que en su alma crepuscular va emergiendo. Percib tambin, desde cerca, cuanto le ocurre. Su Vida y Pasin est por escribirse. Estos fragmentos pueden ser precursores. Querido amigo: usted apadrina el libro, y tengo esperanza en que saldr con felicidad. Le abraza su cordial amigo Luis E. Valcrcel -------------- 1 Tempestad en los Andes fue editado por la Editorial Minerva en 1927, con un prlogo de JCM y un colofn de Luis Alberto Snchez. Con anterioridad se publicaron muchos trozos en la revista Amauta, a partir del N 1 de la misma. 166

  • DE JOSE CARLOS MARTEGUI A EMILIO ROIG DE LEUCHSENRING Lima, 24 de octubre de 1926 Seor Emilio Roig de Leuchsenring Habana Estimado compaero: Cuando Oliverio Girondo estuvo en La Habana me escribi que contaba con Ud. y sus amigos del grupo minoritario o renovador pata la realizacin de su proyecto de intercambio y vinculacin de los grupos de vanguardia de Amrica. La fundacin de la revista "Amauta", que debe Ud. haber recibido, me ofrece la oportunidad de dirigirme a Ud. para que se cumpla ese intercambio entre los escritores vanguardistas de Cuba y el Per. , Yo le mandar originales de los peruanos; Ud. me enviar textos de los cubanos, conforme al plan al cual me comunic Girondo que Uds: haban dado su adhesin. "Amauta" ha permitido ya considerarlo en el elenco de sus colaboradores. Y para iniciar el intercambio le envi unos apuntes mos sobre Eguren. Le ruego comunicar mi invitacin a Jorge Maach, Agustn Acosta y dems compaeros y aceptar el cordial testimonio de mi amistad y estimacin. Jos Carlos Maritegui 183

  • JOSE CARLOS MARIATEGUI A MARIO NERVAL Lima, 14 de enero 1927 Mario Nerval Oruro Estimado compaero y amigo: Le ruego perdonarme el retardo conque le escribo. Mi excesivo trabajo, agravado por una salud inestable, me impide casi completamente atender a mi correspondencia que, con motivo de la aparicin de "Amauta", se ha hecho excepcional. Su carta, como otras muchas de anlogo valor, me complacen grandemente, porque me prueban que el esfuerzo que cumplimos en el Per algunos intelectuales tiene extensa resonancia. Tena ya noticias de Ud. Sus cartas completan nuestro conocimiento. Espero y reclamo ahora su colaboracin en las pginas de "Amauta". Nuestra revista debe representar el pensamiento de todos intelectuales que asumen anloga actitud renovadora. "Amauta" ha sido entusiastamente recibida en todo el Per. Su economa est calculada sobre la base de una circulacin mnima 4000 ejemplares, pues queremos mantenerla al alcance del pueblo. Del nmero 5 hemos hecho un tiraje de 3500 ejemplares. Espero, pues fundadamente que pronto la existencia de la revista pueda quedar asegurada. Desde el nmero 3 le hemos enviado diez ejemplares. Y encargu al amigo Urquieta de La Paz que le remitiera diez ejemplares del N 2, ya que pareca que no haba colocado todos los que se le enviaron. Por este correo recibir Ud. adems su coleccin de la, edicin "Amigos de Amauta", en la que slo falta el nmero 1, prximo reimprimirse. Con cordial sentimiento de amistad, me es grato suscribirme de affmo, compaero Jos Carlos Maritegui 221

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A ESTEBAN PAVLETICH Lima, 8 de marzo de 1927 Querido compaero Pavletich; Tengo que contestar dos cartas de Ud. Con la segunda recib su artculo sobre arte y revolucin que aparece en el nmero en prensa de "Amauta". En el de enero se public; como vera Ud. ya, su entrevista con Diego Rivera. Razones de espacio exigieren la supresin de dos acpites de introduccin. Pero creo que as su artculo cobr nuevo aspecto, lo cual no era intil. Desde que recib su primera habra querido escribirle extensamente; pero en enero he sufrido un ataque de reumatismo al brazo derecho que durante un mes no me ha permitido escribir. Y sta no ha sido, rigurosamente, la ltima falla de mi salud. Despus he tenido otra, de menor monta. Pero ahora me siento optimista. La fstula que me qued al mun se ha cerrado. Y si esto es definitivo, podr marchar con muletas y aplicarme una pierna ortopdica. "Amauta"; afirma su xito en el Per y fuera. Lo que ms nos importa es, claro est, su difusin en el pas. Es tambin la de ms importancia administrativa. Hemos conseguido algo completamente inslito en esta clase de revistas: que salga puntualmente todos los meses. Pero todava falta bastante pata que su economa quede organizada. Los agentes de provincias no son siempre, bastante solcitos. Algunos se revelan verdaderamente desleales. El rengln de publicidad es exiguo. Y tenemos delante el problema de crecimiento. Su economa por su precio popular requiere un alto tiraje. Sin embargo, no temo nada por este lado. Estoy empeado con todas mis fuerzas en la batalla de "Amauta"; y no dudo de salir victorioso. El anuncio que me hizo Ud. en su primera de la posibilidad de colocar quinientos ejemplares en la Secretaria de Educacin Pblica de Mxico caus entre los compaeros, gran entusiasmo. Hay sido uno de los estmulos que de fuera nos han venido. Creo que hasta en alguna parte se ha publicado la noticia, difundida con rapidez fantstica. Ud. no me ha confirmado su esperanza. Vamos a reimprimir el primer nmero de "Amauta" completamente agotado. No lo hemos hecho todava por falta de dinero. Despus reimprimiremos posiblemente el segundo. Podremos disponer entonces de colecciones completas, tampoco de muchas porque quedan pocos ejemplares de los nmeros 3 y 4. Disponemos en cambio de bastantes ejemplares del 5 y 6 por aumento del tiraje para constituir un fondo y de stos puedo enviarle todos los que Ud. quiera. Si no tiene Ud. completa su coleccin, dgame el nmero que le falta para remitrselo. Espero la colaboracin de los escritores y artistas de vanguardia de Mxico. Gestione para "Amauta" algo de Rivera, de Orozco y de algn otro artista revolucionario. Gracias por las fotografas de los frescos de Rivera. Su publicacin ha tenido aqu gran efecto en el ambiente artstico juvenil.

  • Su observacin sobre la falta de artculos antiimperialistas es justa. Pero no es de mi responsabilidad exclusiva. No es posible disciplinar an a los colaboradores, obteniendo que cada uno cumpla con su funcin, la ms adecuada a sus aptitudes y gustos, dentro del equipo de la revista. Ahora, con lo que nos venga de los que han participado en el Congreso de Bruselas tendremos bastante material anti-imperialista. Yo he tratado estos temas muchas veces en "Variedades", de modo que quiero que en "Amauta" los traten tambin otros para evitarle a la revista cierta monotona. En el nmero de febrero, ha salido el artculo de Hurwitz, de quien reclamo colaboracin ms frecuente. Que aborde Hurwitz temas de Mxico o de Amrica. Su trabajo de "Amauta" literariamente est, bien y tambin como inspiracin y espritu, pero queda siempre en un campo demasiado lrico y subjetivo. Salude a Hurwitz, Terreros, Lecaros. Y reciba el cordial abrazo de su affmo camarada. Jos Carlos Maritegui 243

  • DE FRANCISCO KAMAK A JOSE CARLOS MARIATEGUI Lima, 28 de marzo de 1927 Seor Redactor Jos Carlos Maritegui D.A.L.P. de la "AMAUTA" Ciudad Nosotros los que anhelamos la amplia libertad de los trabaja dores de la sierra estamos nuevamente en la palestra, ya que alguno meses los nuevos polticos del partido. . . de esta regin no han hecha nada a favor de los indgenas; desengaados pues todos los componentes de esta Federacin han resuelto cambiar de tctica y nombra nueva direccin en esa forma qued reorganizada nuestra Federacin Indgena. Con tal motivo esperamos dar a luz un manifiesto "al pueble Indgena", que las imprentas de aqu se niegan a imprimir, y cuya copia le remitimos para que Uds. si tienen a bien lo publiquen. Prximamente daremos a luz nuestro vocero que tanta falta nos hace. Ya que la prensa Obrera como "Solidaridad" rgano de la "Unin Sindical Nacionalista" no se ocupa de nuestra clase oprimida. De los peridicos libertados por ahora no parece ninguno porque las imprentas se niegan trabajarle por temor de fa autoridad. En "Otra vez en la brecha!" nuevamente nuestra Federacin Indgena Obrera Regional Peruana flamea al viento su smbolo de rebelda, despus de una pequea laguna (inevitable en toda lucha) causada ms que todo por la poca experiencia de la clase trabajadora de la sierra, que se dej embaucar por unos farsantes que tenan inters en la ruina de la Federacin Indgena. Pero cuando los gamonales crean definitivamente extinguida la F.I.O.R. Peruana ella nueva vuelve a alzar vigorosamente su estandarte y en gesto iracundo lanza su reto justiciero a los explotadores de la clase indgena, para exigirle los derechos que eternamente nos usurpan. Si, camarada; las filas de nuestra F.I.O.R.P. son numerosas y el entusiasmo y la fe son su lbaro y con tesonero afn van a luchar por su mejoramiento material, moral e intelectual. Para que el pueblo trabajador nos ayude en nuestra lucha, le decimos que nosotros no perseguimos ninguna mejora poltica, sea esa blanca, negra o roja; luchamos contra la poltica que es la peor enemiga de la clase proletaria y lleva siempre al fracaso las mejores iniciativas revolucionarias, cuyas pruebas palpables estn en todas partes y el ejemplo ms reciente est en la conciencia de todos nosotros. Tenemos que tener siempre presente, grabado en nuestra mente, q. la emancipacin de los trabajadores de la sierra slo se conseguir mediante nuestro esfuerzo propio, porque ya la experiencia nos ha probado de mil maneras qu recin, cuando nuestra clase ha obtenido una mejora, slo recin los parlamentos y los gobiernos le dan fuerza de Ley. La "Federacin Indgena Obrera Regional Peruana" est otra vez en pie de guerra y seguir su ruta sin desviarse un pice del buen camino, pese al indiferentismo de los pseudo

  • revolucionarios que con sus artimaas, quieran contrarrestar nuestra labor en bien de la libertad de los indgenas. Soy su S.S. Por la F.I.O.R.P. soy de Francisco Kamak (Seretario General) 255

  • DE SAMUEL GLUSBERG A JOSE CARLOS MARIATEGUI Buenos Aires, marzo de 1927 Seor don Jos Carlos Maritegui Estimado compaero: Hace ya mucho tiempo que deseo ofrecerle mi amistad y mi admiracin por la obra de cultura que Ud. realiza en su pas. Lo hago por fin ahora despus de recibir el quinto nmero de Amauta. Pero desde la lectura de su primer artculo, que conoc por intermedio del Repertorio Americano, siento viva simpata por todo lo que sale de su pluma. Quien primero me habl aqu de sus escritos fue asmbrese Leopoldo Lugones. Luego de leer su ensayo sobre La revolucin y la inteligencia en la Revista de Filosofa, don Leopoldo me lo recomend con ese entusiasmo tan suyo, cuando un escritor le gusta de veras. Con todo, algo ms que el entusiasmo de Lugones y mi simpata me mueven a escribirle, y es mi inters por conocer un artculo suyo sobre Virgin Spain que tengo entendido Ud. public en la revista de la Universidad de San Marcos. Yo soy buen amigo de Waldo Frank y llevo realizadas con xito las gestiones para hacerlo venir a Buenos Aires, a dictar unas conferencias en la Facultad de Filosofa y Letras. Ya lo tendr al tanto de este acontecimiento porque supongo que no le es indiferente el gran americano. Creo y me apresuro a decrselo que nosotros debemos curamos de todo agregado a la palabra Amrica. Por qu llamarnos hispano, ibero o latinoamericano? Todos estos calificativos son otras tantas limitaciones. En todo caso, debemos abogar por la creacin del buen americano en el sentido en que Nietzsche usaba la expresin de buen europeo. Claro que Amrica, como dice Waldo Frank, es un concepto a crear. Pero a diario comprobamos la existencia de tan buenos americanos en el Norte como en el Sur. Y en resumen es lo mismo. Mas no quiero adelantarle un articulejo que estoy pergeando sobre el tema. Ya se lo enviar en su oportunidad. Mientras, permtame felicitarlo por su inteligente labor al frente de Amauta y felicitar, por su intermedio, a Miguel Urquieta por lo que dice de Rod en el ltimo nmero. Dgale que no es el nico que piensa atinadamente que el autor de Ariel es un grandioso retrico. Por suerte, somos ya una minora razonable y vamos ms lejos que Urquieta. No creemos que la obra retrica de Rod "bastara para valorar las letras de Amrica". Ni siquiera las letras del Uruguay. Ah estn Horacio Quiroga y Vaz Ferreira. El primero aunque escritor argentino es tambin uruguayo de nacimiento. Ese s que es un artista de veras! De Quiroga le envo con este correo tres libros de cuentos que le recomiendo especialmente. Vale la pena que Ud. los lea y los comente. Claro que Quiroga, a fuer de

  • buen artista, no hace el maestro como Palacios y otros mediocres profesores de la juventud hispanoamericante. Habra que acabar de una vez con los maestros. Son polticos fracasados que estn haciendo estrategia literaria. Una vergenza contra la que hay que reaccionar porque concluye haciendo dao en todas partes. Un ejemplo lamentable es el ltimo libro de mi buen amigo y mejor poeta Arturo Capdevila. Aunque el libro se llama "Amrica" a secas, el ttulo responde a un concepto anlogo al de los colonialistas del Norte. Amrica, es la Amrica Latina. Adems Capdevila sin querer hace una odiosa cuestin de razas. El imperialismo yanqui es, a su juicio, peor que el imperialismo francs o italiano. Debemos contraer emprstitos "latinos" aunque sean ms usurarios que los yanquis. Como si el capitalismo, lo mismo que la Iglesia catlica, apostlica y romana, no fuera internacional. . . Pero le estoy dando la lata. . . Cierto que es un gustazo hablar con un hombre de talento, segn dice un personaje de Dostoievski. Con todo, no hay que abusar. Sobre todo, no acaparar la conversacin... Quedo pues, a la espera de su rplica. En tanto, crame a sus rdenes y aunque no estamos de acuerdo en todo (yo soy nihilista absoluto en el sentido turguenefiano y revolucionario), me gustan los hombres que an tienen fe en los pobres pueblos embriagados de retrica patriotera. Suyo cordialmente Samuel Glusberg 257

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A JAIME TORRES BODET Lima, 27 de abril de 1927 Sr. Jaime Torres Bodet Mxico Distinguido colega: Debo pedirle una rectificacin a la cual Ud. no puede dejar de sentirse obligado. En su artculo Iberoamericanismo utilitario, publicado en el N 880 de Revista de Revistas denuncia usted las frecuentes traiciones de los escritores de Sudamrica a ese "nacionalismo continental" por el cual, al menos los de vanguardia debemos trabajar. No objeto su derecho a acusar a los desertores de este deber. Pero protesto contra el error que le ha hecho citar como un caso de desercin nada menos que a Amauta, la revista que dirijo. "En una de las pginas de esta revista" encuentra Ud. unas frases de Alberto Hidalgo, que copia textualmente. Pero no ha reparado Ud. en que dichas frases no corresponden propiamente al material de Amauta. Pertenecen al prlogo escrito por Hidalgo, Huidobro y Borges para una Antologa de poetas vanguardistas de Hispano-Amrica. Y casi no las ha encontrado Ud. en las pginas de Amauta pues ese prlogo se public en el anexo boletn bibliogrfico Libros y Revistas, que ofreci a sus lectores ese documento, no por solidaridad de ninguna clase con las boutades de Hidalgo, que Ud. toma tan en serio, sino por tratarse de un documento de actualidad del movimiento literario de "Amrica". Nunca me imagin que la tesis, probablemente humorstica de Hidalgo, en todo caso de su exclusiva y absoluta responsabilidad, pudiera ser atribuida a Amauta, cuya actitud sobre todo en lo que concierne a la revolucin de Mxico, es de bien clara y neta solidaridad indo-americana. Lamento que Ud. me haya probado que frases pertenecientes al texto de un libro, no de poltica, sino de poesa, y donde poltica slo se puede en pintorescos disparates ultrastas puedan ser imputadas a la doctrina poltica de Amauta, responsable slo de haberlas alojado, dentro de una transcripcin integral, en su rincn bibliogrfico. Espero de su lealtad que rectifique usted en Revista de Revistas su engao. Diga lo que piense de Amauta, bueno o malo, no le guardaremos por eso ningn rencor, pero no coloque en nuestro programa poltico, abierta y seriamente revolucionario; las arbitrarias y personales frases del bizarro poeta de Simplismo. Le saluda atentamente Jos Carlos Maritegui

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A SAMUEL GLUSBERG1 Lima, 30 de abril de 1927 Seor don Samuel Glusberg Buenos Aires. Muy estimado compaero: Le ruego excusarme el retardo de estas lneas. Quise contestar sin demora su grato mensaje de amistad y simpata. Pero hace algn tiempo que me veo forzado a descuidar casi completamente mi correspondencia. Tengo una salud inestable. Salv hace tres aos de la muerte a costa de una amputacin y hasta ahora sufro las consecuencias de esa crisis que me dej mutilado y enfermo. Por fortuna, desde hace pocos meses, voy mejorando. Mi trabajo es, sin embargo, superior todava a mis fuerzas. He recibido los libros que me envi Ud. Le agradezco el obsequio, Tengo en gran estima a sus autores, Horacio Quiroga y Sann Cano. Sobre ambos dir algo "Amauta" la revista que dirijo y que regularmente le enviamos. Estoy polticamente en el polo opuesto de Lugones. Soy revolucionario. Pero creo que entre hombres de pensamiento neto y posicin definida es fcil entenderse y apreciarse, aun combatindose. Sobre todo, combatindose. Con el sector poltico con el que no me entender nunca es el otro: el del reformismo mediocre, el del socialismo domesticado, el de la democracia farisea. Adems si la revolucin exige violencia, autoridad, disciplina, estoy por la violencia, por la autoridad, por la disciplina. La acepto, en bloque, con todos sus horrores, sin reservas cobardes. En Lugones he admirado siempre al artista, al pensador que se expresa sin equvoco y sin oportunismo. Ideolgicamente estamos en campos adversos. Me aflige que l refuerce con su nombre y con su accin a los conservadores. Aunque siempre es una ventaja encontrarse con adversarios de su estatura. Le adjunto copia de un artculo que publiqu sobre "Rahab" de Waldo Frank. Con el ltimo nmero de "Amauta" va el artculo que escrib para el Boletn Bibliogrfico de la Universidad de Lima. Fue reproducido por "Repertorio Americano" y otros peridicos, si puedo servirle para la difusin de las obras de su editorial en Lima, mande en m como guste. Podemos establecer el intercambio con los libros que edita "Minerva". "Amauta" le ofrece sus pginas. Y yo me complazco en suscribirme de Ud. con los ms devotos sentimientos. Jos Carlos Maritegui -------------- 1 Publicada en Textual. Lima, n. 5-6, diciembre de 1972, p. 16. Es la respuesta a la carta de Samuel Glusberg fechada en marzo de 1927.

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A XAVIER ABRIL Lima, 6 de mayo de 1927 Seor Xavier Abril. Madrid. Querido y recordado Xavier Contesto slo hoy sus dos cartas, una del 16 de noviembre y otra del 30 de diciembre, por un exceso de trabajo que frustra mis mejores intenciones de puntualidad epistolar. Ud. sabe adems que este trabajo exorbitante pesa sobre una salud muy resentida e inestable. Pero debe Ud. haber recibido, como un mensaje, desde que est Ud. en Madrid, "Amauta". Los siete nmeros publicados despus de su partida le han sido remitidos. Creo que en cuatro de ellos est presente su firma. Tengo an por publicar algunos poemas de Ud. Publicar uno en el prximo nmero y los restantes en el siguiente. Ud. sabe bien que su colaboracin me es muy estimada. De Oquendo, de Lora, de Edil. Zuleta y de algn otro de los que Ud. nombra he recibido y publicado, colaboracin. Julio Castillo estuvo a visitarme y anunciarme la suya; pero no ha vuelto. Enrique Pea me ha trado algunos poemas que saldrn prximamente. No crea Ud. que me dejo influir por sugestiones de grupo o de personas. No conozco cabalmente a todos los nuevos, pero me parece difcil que alguno de verdadero y revelado valor no tenga su sitio en mi estimacin. Mas no puedo ser un crtico agnstico. Rechazo la idea del arte puro, que se nutre de s mismo, que conoce nicamente su realidad, que tiene su propio y original destino. Este es un rito de las pocas clsicas o de remansamiento; no de las pocas romnticas o de revolucin. Por esto, entre un ensayo vacilante, pero de buena procedencia, de pica revolucionara, y un mediocre producto de lrica de exorbitante subjetivismo, prefiero siempre al primero. "Amauta" ha ganado hasta ahora su batalla. Esta es una segunda fase: la de su estabilizacin y desarrollo. La necesidad de sostener una difusin amplia, con alto gasto de tiraje y correo, nos ha movido a la constitucin de una pequea sociedad editora, cuyas bases estn en el No. 8. (Con un error: las acciones son de 5 no de 10 lp.) Mndeme siempre notas, prosas breves. De Ud. y de otros. Salude a Guillermo de Torre y pdale algo para "Amauta" que es ya una tribuna hispano-americana. Va a todos los pases de Hispano-Amrica. A Valle, a quien tambin soy deudor de una respuesta, le escribo por este mismo correo. Bazn lo recuerda con mucho cario. Y yo lo abrazo cordialmente

  • Jos Carlos Maritegui P.S. con Pablo he charlado una maana muy cordialmente. Me ha prometido venir nuevamente. Lo espero. 276

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A LA PRENSA Hospital de San Bartolom, Lima, 10 de junio de 1927 No es, absolutamente, mi intencin polemizar con las autoridades de polica respecto del llamado "complot comunista" que aseveran haber descubierto. Pero s quiero rectificar sin tardanza las afirmaciones que me conciernen de la versin policial acogida por el diario que Ud. dirije. En respuesta a los cargos que tan imprecisamente se me hacen, me limitar a las siguientes, concretas y precisas declaraciones: 1a Acepto ntegramente la responsabilidad de mis ideas, expresadas claramente en mis artculos de las revistas nacionales o extranjeras en que colaboro o de la revista "Amauta", fundada por m en setiembre ltimo, con fines categricamente declarados en su presentacin; pero rechazo en modo absoluto las acusaciones que me atribuyen participacin en un plan o complot folletinesco de subversin. 2a Remito a mis acusadores a mis propios escritos, pblicos o privados, de ninguno de los cuales resulta que yo, marxista convicto y confeso, y como tal, lejano de utopismos en la teora y en la prctica me entretenga en confabulaciones absurdas como aquella que la polica pretende haber sorprendido y que tampoco aparece probada por ninguno de los documentos publicados. 3a Desmiento terminantemente mi supuesta conexin con la central comunista de Rusia (o cualquiera otra de Europa o Amrica): y afirmo que no existe documento autntico alguno que pruebe esta conexin. (Recordar a propsito que cuando se dio cuenta de los resultados del registro de la oficina rusa de Londres, se anunci que no se haba encontrado, entre las direcciones o datos de corresponsales de Amrica, ninguno relativo al Per). 4a La revista "Amauta" revista de definicin ideolgica de la nueva generacin ha recibido mensajes de solidaridad y aplauso de intelectuales como Gabriela Mistral, Alfredo Palacios, Eduardo Dieste, Jos Vasconcelos. Manuel Ugarte, Emilio Frugoni. Harwarth Walden, F. T. Marinetti, Joaqun Garca Monge, Waldo Frank, Enrique Molina, Miguel de Unamuno y otros de renombre mundial o hispnico, que no militan en el comunismo. 5a Tengo segura noticia de que la reunin sorprendida por la polica en el local de la Federacin Grfica, ha sido una reunin de la Editorial Obrera "Claridad" que nada tena de ilcita ni clandestina. Las citaciones respectivas se publicaban en los diarios. No rehuyo ni ateno mi responsabilidad. La de mis opiniones las acepto con orgullo. Pero creo que las opiniones no estn, conforme a la ley, sujetas al contralor y menos a la funcin de la polica ni de los tribunales.

  • Dos mritos me han sido siempre generalmente reconocidos: un poco de inteligencia y sinceridad en mis convicciones. "La Prensa", comentando mi libro "La Escena Contempornea", reconoci generosamente en este libro, que seala mi posicin ideolgica, una y otra cosa. Tengo, pues, algn derecho a que se me escuche y crea una afirmacin que est en rigurosa coherencia con mi actitud y mi doctrina, la de que soy extrao a todo gnero de complots criollos de los que aqu puede producir todava la vieja tradicin de las "conspiraciones". La palabra revolucin tiene otra acepcin y otro sentido. Espero de su lealtad periodstica la publicacin de esta carta y me suscribo de usted muy atm, S. S. 290

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A LA CORRESPONDENCIA SUDAMERICANA Lima, [junio de 1927] Estimado compaero: Tengo el deber de protestar ante la opinin latinoamericana contra las falsas acusaciones lanzadas por la polica de Lima contra los intelectuales y obreros de vanguardia del Per, para explicar su persecucin. Estas acusaciones, recogidas sin ninguna crtica por la mayora de los corresponsales, han sido propagadas por la gran prensa. En el Per ha circulado sin ms rplica que una carta ma, por encontrarse, como es notorio, toda la prensa, bajo el contralor o la censura del gobierno. En esta ocasin, adems, el Ministro de Gobierno, llam a su despacho a los periodistas para comunicarles dramticamente el peligro que haba corrido el Estado, la sociedad, etc., de ser intempestivamente barridos por una sbita marejada comunista. Y el decano de la prensa de Lima "El Comercio" rgano de la clase conservadora, que pasa por silencioso adversario del gobierno, core con estpida gravedad la versin policial del "descubrimiento de un complot". Aunque no es probable que la parte ms avisada y consciente del pblico latinoamericano haya concedido el menor crdito a esta mentira, conviene, por la difusin que le han dado las agencias y los diarios generalmente sin ninguna juiciosa reserva oponerles el ms categrico desmentido. En el Per no se ha descubierto ninguna conspiracin comunista. La polica no ha podido apoyar sus enfticas aseveraciones en ninguna prueba seria. Los documentos publicados consisten en cartas cambiadas entre estudiantes desterrados y obreros de Lima, que no contienen ms que la reafirmacin de ideas fervorosamente profesadas y la enunciacin de propsitos de propaganda. La reunin sorprendida por la polica fue una sesin ordinaria de la Editorial Obrera "Claridad", para la cual se haba citado por la prensa. En esta sesin, en la que se arrest a cuatro estudiantes y a algunos obreros, en su mayor parte grficos, se trataba sobre la adquisicin de una pequea imprenta. La polica extrajo violentamente de sus domicilios, la misma noche, a los ms conocidos organizadores obreros, tanto para paralizar una segura protesta como para dar mayor volumen a su pesquisa. La versin oficial presentaba a todos los presos como concurrentes a una reunin clandestina. Entre ellos se contaban, sin embargo, personas que no trabajaban absolutamente en la Editorial "Claridad" como el escritor Jorge Basadre, responsable slo de un estudio sobre la penetracin econmica de los Estados Unidos en Centro y Sud Amrica, y particularmente en el Per. El balance de la represin es el siguiente: reclusin en la Isla San Lorenzo de cuarenta ciudadanos, entre escritores, intelectuales y obreros; clausura de la revista "Amauta", rgano de los intelectuales y artistas de vanguardia; deportacin de los poetas Magda Portal y Serafn Delmar a la Habana; acusaciones y vejmenes a la poetisa uruguaya Blanca Luz Brum, viuda del gran poeta peruano Juan Parra del Riego; cierre por una semana de los talleres y oficinas de la Editorial Minerva; prisin ma en el Hospital Militar donde permanec seis das, al cabo de los cuales se me devolvi a mi domicilio con la

  • notificacin de que quedaba bajo la vigilancia de la polica. El pretexto del "complot comunista" no obstante la unnime aceptacin que ha merecido de la prensa limea, incondicionalmente a rdenes del ministerio de gobierno a la mayor parte del pblico le parece aqu grotesco. La batida policial ha estado exclusiva-mente dirigida contra la organizacin obrera, contra la campaa anti-imperialista, contra el movimiento del A. P. R. A. y contra la revista "Amauta", cada da ms propaganda en el Per. Se denuncia al A. P. R. A. como una organizacin comunista, aunque se sabe bien que es una organizacin anti-imperialista latino-americana, cuyo programa se condensa en estos tres puntos: "Contra el imperialismo yanki, por la unidad poltica de Amrica Latina, para la realizacin de la justicia social". Usted, estimado compaero, conoce a "Amauta". Apelo a su testimonio para rechazar y condenar las acusaciones con que se pretende justificar la clausura de esta revista, que representa un movimiento ideolgico no slo peruano sino continental. Invoco el juicio de los intelectuales honrados. De muchos he recibido ya generosas demostraciones de solidaridad que me honran y alientan. Ruego a usted, estimado compaero, la publicacin de estas lneas y me suscribo de usted muy devotamente. 294

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A SAMUEL GLUSBERG Lima, 30 de setiembre de 1927 Seor D. Samuel Glusberg Buenos Aires. Muy estimado compaero: A mi regreso de, Chosica, pueblecito del centro a donde fui a convalecer de un ataque de reumatismo articular, he encontrado su grata carta del 26 de julio, que ha escapado de ser interceptada seguramente por venir certificada, porque despus de los ltimos sucesos mi correspondencia est sujeta a constante interceptacin. Le debo el ms profundo reconocimiento por el telegrama que, con la adhesin de ilustres compaeros, dirigi Uds al presidente Legua. Y le ruego transmitir a cada uno de los firmantes las protestas de mi gratitud y mi amistad. Estuve preso en el Hospital Militar seis das, vencidos los cuales se me devolvi a mi casa con la advertencia de que continuaba a la disposicin de la polica. La burda farsa del "complot comunista" se desacredit en breve tiempo, no obstante la colaboracin de la prensa en su mantenimiento. Las publicaciones rectificatorias hechas fuera han penetrado en buen nmero y, hasta en copias a mquinas han circulado profu-samente, influyendo en la formacin del juicio pblico. Tratar de reanudar en Lima la publicacin de "Amauta". Si no pudiera conseguir la reconsideracin de su clausura, me dedicar a preparar mi viaje a Buenos Aires para establecer ah la revista, que tiene extensa base de circulacin americana, y seguro xito en el Per, donde la considerable importa-cin de revistas argentinas consiente introducirla en gran escala, aun en el caso de que se prohiba su entrada. Me sera absolutamente imposible permanecer sofocado aqu material e intelectualmente. Mi presencia en el Per debe tener un objeto. Si lo pierde, nada la justifica. Le he mandado por correo certificado dos libros de "Minerva": el mo y el "Nuevo Absoluto" de Iberico Rodrguez. En estos das le enviar "Tempestad en los Andes" de Luis E. Valcrcel. El de Panait Istrati est traducido por otras editoriales. Se hizo adems un pequeo tiraje del cual quedan muy pocos ejemplares. Le agradezco el anuncio de las ediciones que corresponder apenas reaparezca "Amauta". Deploro no poder complacerle en la traduccin de Holiday de Waldo Frank. Mi conocimiento del ingls es muy limitado para intentar la traduccin de una obra literaria. Slo me atrevo a asumir la responsabilidad de los idiomas que domino perfectamente como el del francs y del italiano. Recib el ejemplar de la novela; lo guardo a su disposicin. En Buenos Aires no ser difcil encontrar quien haga una buena versin. No s si antes del 26 de julio y despus de la carta q. le contest en abril, me haya escrito Ud. otra vez. Dirjame su correspondencia bajo sobre rotulado Ana Mara Chiappe,

  • Washington izquierda 544. Le he remitido los ltimos nmeros de "Amauta" del 5 al 9. Con devotos sentimientos de amistad, le estrecha la mano cordialmente su afectsimo compaero. Jos Carlos Maritegui 305

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A EMILIO ROIG DE LEUCHSENRING Lima, 10 de octubre de 1927 Seor Emilio Roig de Leuchsenring. Habana. Muy estimado compaero: Algo tardamente, por una ausencia de Lima, a que me oblig mi salud, he ledo el No. de julio de "Social". Por l me he enterado del telegrama enviado generosamente por Ud. y otros compaeros del grupo Minoritario, reclamando mi libertad y la de los dems intelec-tuales presos. Tanto este telegrama, como las nobles palabras del editorial de su revista comprometen mi gratitud y la de mis camaradas de "Amauta". Me preparo a reanudar la publicacin de mi revista. La solidaridad alerta de los buenos intelectuales de Amrica me ayuda a reivindicar mi derecho a mantener "Amauta". Y hoy ms que nunca quiero que sea una tribuna americana. Y reclamo, por esto, el intercambio de originales entre los grupos vanguardistas de La Habana y Lima. Deseo que tenga Ud. la representacin de "Amauta" en La Habana. Podemos establecer, si Ud. lo desea, el intercambio de una cantidad equivalente de ejemplares de "Social" y "Amauta". Le adjunto para su revista un artculo mo y algunos poemas inditos de Armando Bazn, poeta de vanguardia que acaba de ser puesto en libertad despus de cuatro meses de prisin en la Isla de San Lorenzo. Me interesa conseguir el No. de "Social" en que se public mi artculo sobre el poeta Eguren. Le sera posible envirmelo? Le ruego transmitir mi agradecimiento al maestro Varona y a todos los firmantes del telegrama al presidente Legua por su generosa actitud; y con los ms devotos sentimientos me repito su afectsimo amigo y compaero Jos Carlos Maritegui P.D.Enveme sus noticias con esta direccin: Librera Minerva, Sagstegui 669. 306

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A ENRIQUE BUSTAMANTE Y BALLIVIAN Lima, 15 de octubre de 1927. Seor Enrique Bustamante y Ballivin Montevideo. Mi querido Bustamante: No le sorprender a Ud. el que solo hoy conteste su carta del 30 de mayo y le acuso recibo de ."Odas Vulgares", en cuanto se entere de que en dos ltimos meses, despus de los das agitados de mi prisin y la persecucin de mis amigos, estuve muy enfermo primero, y ausente de Lima despus. En busca de clima y Sol, tuve que pasar una temporada en Chosica, sometido a un tratamiento que me impona ante todo absoluto reposo. He tenido, por esto, que desatender mi correspondencia; y ahora me tocara hacer frente a un enorme trabajo epistolar si la censura postal no hubiese resuelto aligerarme esta fatiga mediante el secuestro de casi todas las cartas e impresos llegados para m de junio a la fecha. El descomunal bluff del complot comunista se ha desvanecido, en tanto. De suerte que, apenas restablecido, he podido abordar el problema de la reorganizacin de "Amauta" dentro de ambiente mas sereno. Yo me lo haba planteado desde el primer momento en los siguientes inflexibles trminos: o se me consenta continuar "Amauta" en Lima o yo tomaba el camino del destierro para establecerla en Buenos Aires. La rigidez de este dilema no procede naturalmente de que yo considere indispensable para la salud del Per ni para la misin de su vanguardia la salida de "Amauta", sino de que identifico moment-neamente con esta obra las posibilidades y el sentido mismo de mi trabaja intelectual en el Per. A parte de que, personalmente, considero imposible vivir dentro de una atmsfera fsica y espiritualmente sofocante. La justificacin de mi permanencia aqu, la encuentro enteramente en mi trabajo. Por fortuna, parece que el presidente se da cuenta de que las razones que pueden abogar por la .supresin de "Amauta" son de un orden subalterno al lado de las que amparan mi derecho o mejor mi reivindicacin. Y as tengo ya casi absolutamente conseguida la re-consideracin de la precipitada orden de clausura. "Amauta" reaparecer en noviembre. 307

  • Con su carta del 30 de mayo, recib un cheque por Lp.6.4.00. Con el N 10 de "Amauta" quedar constituida la Sociedad Editora a la cual Ud. ha querido suscribirse con dos aciones, cuya primera cuota est abonada. No tengo que decirle cunto agradezco su cooperacin. Como est anunciado, al mismo tiempo que la revista la Sociedad editar una serie de libros. Le envo "Tempestad en los Andes" de Valcrcel. Le seguir la seleccin de la obra completa de Eguren. Mandar "Amauta" a la librera de Maximino Garca indicada por Ud. Dgame si debo enviar ah tambin los libros o si es preferible establecer el intercambio con "El Palacio del Libro". El ejemplar de "Odas Vulgares" desapareci del escritorio en los das de mi prisin. Le ruego repetir su envo, porque no haba llegado sino a ojear algunas pginas. Creo que est en ese libro lo ms caracterstico de su labor potica, dentro de nuestra literatura. Quiero leerlo atentamente para fijar mi juicio. Mi salud ha mejorado bastante y espero que la buena estacin me permita una actividad apreciable. Publicar dos libros: "10 ensayos de interpretacin de la realidad peruana" y "Polmica Revolucionaria". Espero obtener tambin garantas completas para mi correspondencia personal. Entre tanto dirjame sus noticias a "Librera Minerva" Sagstegui 669 o a Amalia Vda. de Maritegui. Sagstegui 663. Bazn, que est en libertad desde hace das, como todos los apresados de junio, 16 enva muchos recuerdos. Muy cordialmente lo abraza, su amigo y compaero. Jos Carlos Maritegui 308

  • DE SAMUEL GLUSBERG A JOSE CARLOS MARIATEGUI Buenos Aires, 19 de noviembre de 1927 Sr. D. Jos Carlos Maritegui Mi querido compaero: Mil gracias por su carta y los libros. Ya conoca "La Escena Contempornea". De ah saqu precisamente su estudio sobre el "Semitismo y el antisemitismo" para los Cuadernos literarios de Oriente y Occidente. Supongo que ya est en sus manos el primer nmero. Pronto le mandar el cuaderno dedicado a Heine. Lamento no tener un retrato suyo y algunas noticias concretas sobre su vida para hacer una nota periodstica. De cualquier modo dir dos palabras en el prximo cuaderno. Mndeme algn artculo referente a su persona. He visto varios en Repertorio Americano; pero muy poco informados. Aqu se le aprecia mucho y de venir usted a Buenos Aires se encontrara con numerosos amigos. Waldo Frank me escribi ltimamente que el Sr. Garro le pidi autorizacin para traducir algunas novelas suyas y que l le indic que se dirigiera a m puesto que yo tena reservados los derechos con prioridad. No he recibido ninguna carta del Sr. Garro; pero si usted cree que dicho seor puede traducir a conciencia los libros de Frank mucho me gustara que lo hiciera. En cuanto al pago no le puedo ofrecer de inmediato una suma de dinero. Puedo, s asegurarle que a medida que se venda el libro le girar lo que le corresponda. Frank tiene inters en que no se traduzca solamente sus libros de ensayos. Por eso ante mi empeo en publicar Our America l me pide que tambin le haga traducir una novela. Me gustara que fuera Holiday por su asunto y por su corta extensin. Hgame pues, el bien de ponerme en relacin con Garro siempre que Ud. lo crea capaz de hacer a conciencia una traduccin de Frank. Que Garro me enve cuanto antes Nuestra Amrica; yo le har llegar un prlogo especial de Frank. Y perdneme la molestia que le ocasiono. Pero tengo entendido que Ud. es amigo de Garro. 312

  • No recib los nmeros de Amauta que me anuncia. Me faltan los nmeros 1, 2, 5 y 9 para la coleccin. Pdame los ejemplares de Babel que le ofrezcan .algn inters. Quedo como siempre a sus rdenes. Mientras lo saludo muy cariosamente Glusberg 313

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A CELESTINO MANCHEGO MUOZ Lima, 6 de diciembre de 1927 Seor doctor Celestino Manchego Muoz, Ministro de Gobierno. Presente. Seor Ministro: No pudiendo entrevistarme personalmente con Ud. a fin de exponerle las razones en que, esclarecido sin duda cualquier equvoco respecto a su ndole, fundo mi demanda para reanudar la publicacin de la revista Amauta, cumplo con dar carcter formal ante su despacho a esta solicitud, dejando constancia de lo siguiente: 1 Que Amauta, conforme a su artculo de presentacin y a los nueve nmeros publicados hasta mayo ltimo, que definen claramente su carcter, no es una publicacin de propa-ganda subversiva ni est absolutamente comprometida en plan alguno de conspiracin contra el Gobierno. 2 Que Amauta, revista de cultura, de definicin ideolgica y de especulacin cientfica, esttica y doctrinal, es extraa a toda organizacin internacional comunista. 3 Que el carcter ideolgico y cultural de la revista est perfectamente acreditado por los insospechables testimonios de aplauso y simpata que ha merecido de intelectuales y artistas como Unamuno, H. Walden, F.T. Marinetti, Enrique Jos Varona, Eugenio d'Ors, Alfredo Palacios, J. Garca Monge, Ramn Gmez, de la Serna, Manuel Ugarte y muchos otros, de conocido renombre y a ninguno de los cuales se puede calificar de comunista; y 4 Que Amauta no puede ser considerada como un rgano de agitacin popular, tanto por el gnero y estilo de sus estudios, como porque de acuerdo con su carcter de revista mensual de cultura guarde prescindencia respecto de los actos de la poltica guberna-mental. En esta virtud, solicito de Ud. Seor Ministro que se sirva dictar las medidas destinadas a garantizar la libre circulacin, publicacin y propaganda comercial de Amauta as como su correspondencia y la ma personal. Tengo el honor de suscribirme de Ud. Seor Ministro muy atentamente 316

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A SAMUEL GLUSBERG Lima, 10 de enero de 1927 (1928) Seor don Samuel Glusberg Buenos Aires Acabo de recibir unas lneas de Ud. que me apremian a satisfacer el deseo de escribirle. Creo, no haber contestado su carta del 1 de noviembre sino con el envo de los ejemplares de "Amauta" y el retrato que me peda. Ud. me perdonar todos estos retardos conside-rando las ocupaciones que me ha impuesto la reorganizacin de "Amauta". He transmitido su encargo a Garro, a quien he hecho llegar su carta. Est animado del propsito de poner enseguida manos a la obra. Aprovechar, seguramente, sus vacaciones (es profesor adems de literato) para esta traduccin. Me ha dicho que le escribir ense-guida. He conseguido reanudar la publicacin de "Amauta" en Lima. Pero, naturalmente, los azares de la poltica criolla pueden, despus de un tiempo, interrumpirla otra vez. La polica peruana no sabe distinguir entre especulacin ideolgica y conspiracin o montonera. Si "Amauta" sufriera una nueva clausura, renunciara a la tarea de rectificar el juicio de esta gente y me dirigira a Buenos Aires donde creo que mi trabajo encontrara mejor clima y donde yo estara a cubierto de espionajes y acechanzas absurdas. Le remito con "Amauta" dos ejemplares de "Tempestad en los Andes", ltimo libro de Minerva y primero de la Biblioteca "Amauta", en la cual publicar enseguida una seleccin de la obra completa de nuestro gran poeta Jos M. Eguren y un libro mo: "7 ensayos de interpretacin de, la realidad peruana". Tengo otro libro de tema internacional, como "La Escena Contempornea", al cual ttulo "Polmica Revolucionaria"1. No lo podra dar enseguida a luz por Minerva, porque se dira entonces que no edito casi sino mis libros. Deseo saber, por esto, si podra editarlo Babel. Yo tomara a firme 300 ejemplares para la venta en Lima y, al menos otros tantos podran enviarse en consignacin, bajo mi responsabilidad, a los agentes de provincias que yo indicase. De "La Escena Contempo-rnea" se vendieron fcilmente 1500 ejemplares, de modo que la cifra no es optimista en demasa. El volumen del libro sera el de "La Civilizacin Manual y otros ensayos" aproximadamente. La parte principal se contrae a la 330

  • crtica de la tesis reaccionarias y democrticas ms en circulacin y actualidad (Massis, Rocco, Maeztu, Ford, Wells, etc.). Hago a mi modo la defensa de Occidente: denunciando el empeo conservador de identificar la civilizacin occidental con el capitalismo y el de reducir la revolucin rusa, engendrada por el marxismo, esto es por el pensamiento y la experiencia de Europa, a un fenmeno de barbarie oriental. Me interesara tener a la vista las rplicas de Lugones a sus impugnadores (Molina, etc.). Si Ud. me las pudiera facilitar se lo agradecera mucho. Podemos canjear algunas ediciones de Minerva con ediciones de Babel, de las menos conocidas en Lima? Le remitir algunos recortes sobre mi persona. Aunque soy un escritor muy poco autobiogrfico, le dar yo mismo algunos datos sumarios: Nac el 95. A los 14 aos, entr de alcanza-rejones a un peridico. Hasta 1919 trabaj en el diarismo, primero en "La Prensa", luego en "El Tiempo", finalmente en "La Razn" diario que fund con Cesar Falcn, Humberto del guila y otros muchachos. En este ltimo diario patrocinamos la reforma universitaria. Desde 1918; nauseado de poltica criolla, como diarista, y durante algn tiempo redactor poltico y parlamentario conoc por dentro los partidos y vi en zapatillas a los estadistas me orient resueltamente hacia el socialismo rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismos y bizantinismos finisecu-lares, en pleno apogeo todava. De fines de 1919 a mediados de 1923 viaj por Europa. Resid ms de dos aos en Italia, donde despos una mujer y algunas ideas. Anduve por Francia, Alemania, Austria y otros pases. Mi mujer y un hijo me impidieron llegar a Rusia. Desde Europa me concert con algunos peruanos para la accin socialista. Mis artculos de esa poca, sealan las estaciones de mi orientamiento socialista. A mi vuelta al Per, en 1923, en reportajes, conferencias en la Federacin de Estudiantes y la Universidad Popular, artculos, expliqu la situacin europea e inici mi trabajo de investigacin de la realidad nacional, conforme al mtodo marxista. En 1924, estuve como ya le he contado a punto de perder la vida. Perd una pierna y qued muy delicado. Habra seguramente curado ya del todo, con una existencia reposada. Pero ni mi pobreza ni mi inquietud intelectual me lo consienten. Desde hace seis meses, mejoro poco a poco. No he publicado ms libr que el que Ud. conoce. Tengo listos dos y en proyectos otros. He ah mi vida, en pocas palabras. No creo que valga la pena, hacerla notoria. Pero no puedo rehusarle los datos que Ud. me pide. Me olvidaba: soy un autodidacto. Me matricul una vez en Letras 331 en Lima, pero con el solo inters de seguir un curso de latn de un agustino erudito. Y en

  • Europa frecuent algunos cursos libremente, pero sin decidirme nunca a perder mi carcter extra-universitario y talvez si hasta anti-universitario. En 1925 la Federacin de Estudian-tes me propuso a la Universidad como catedrtico de la materia de mi competencia; pera la mala voluntad del Rector y, secundariamente, mi estado de salud, frustraron esta iniciativa. Le he escrito ms largamente de lo que al comenzar me propona. Pero, por supuesto, esto me complace mucho. No he recibido el segundo nmero de los "Cuadernos de Oriente y Occidente" que estn muy bien, como todo lo que se edita con su intervencin. Estoy muy reconocido a Gerchunoff por su deseo de que forme parte del personal de colaboradores de su diario. Creo que aunque no vaya por ahora a Buenas Aires, me ser posible colaborar desde aqu. En el prximo nmero de "Amauta", salen notas sobre algunos libros de Babel. Con sinceros votos para el ao que empieza, lo saluda afectuosamente su amigo y compaero, Jos Carlos Maritegui -------------- La carta est fechada el 10 de enero de 1927, pero se trata de un lapsus de JCM, siendo con toda evidencia una respuesta a las cartas de Samuel Glusberg del 1 de noviembre y de diciembre de 1927. Publicada en Textual, Lima, n. 5-6 diciembre de 1972, pp.15.16. 1 Polmica Revolucionaria es el ttulo primitivo del libro que se titular Defensa del Marxismo. 332

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A. LA CELULA APRISTA DE MEXICO Lima, 16 de abril de 1928 Compaeros: No haba contestado hasta hoy la carta de la clula suscrita por Magda Portal, en espera de una carta de Haya de la Torre que me precisase mejor el sentido de la discrepancia: "Alianza o partido". La carta de la clula me supone simplemente influido por el Secretariado de Buenos Aires la Ucsaya, etc., o, por lo menos, pretende que mis observaciones son en esencia las mismas, Hasta la reaparicin de "Amauta" he permanecido sistemticamente privado por la censura de mis canjes y correspondencia,, de modo que no he conocido en su oportunidad ni el nmero de "La Correspondencia Sud Americana" en que segn he sabido despus sin obtener el ejemplar aparecieron las observaciones del Secretariado de Buenos Aires, ni la tesis de la Ucsaya, ni nada por el estilo. Slo recientemente he vuelto a recibir "El Libertador"; desde que la censura ha comprobado que en mi casilla no intercepta sino correspondencia intelectual o adminis-trativa, sin importancia para sus fines. Por otra parte, creo haber dado algunas pruebas de mi aptitud para pensar por cuenta propia. De suerte que no me preocupar de defenderme del reproche de obedecer a sugestiones ajenas.: Este haba sido, tambin, un motivo para que no me apresurase a responder a la carta de la "clula". Pero como no tengo hasta hoy ninguna aclaracin de Haya, a quin escrib extensamente, plantendole cuestiones concretas por la va de Washington, en diciembre y llegan, en cambio, noticias de que ustedes estn entregados a una actividad con la cual me encuentro en abierto desacuerdo, y para la cual ninguno de los elementos responsables de aqu ha sido consultado, quiero hacerles conocer sin tardanzas mis puntos de vista sobre, este nuevo aspecto de nuestra discrepancia. La cuestin: el "apra alianza o partido", que Uds. declaran sumariamente resuelta, y que en verdad no debiera existir siquiera, puesto que el Apra se titula alianza y se subtitula frente nico, pasa a segundo trmino, desde el instante en que aparece en escena el Partido Nacionalista Peruano, que ustedes han decidido fundar en M- 371

  • xico, sin el consenso de los elementos de vanguardia que trabajan en Lima y provincias. Recibo correspondencia constante de provincias, de intelectuales, profesionales, estudiantes, maestros, etc.; y jams en ninguna carta he encontrado hasta ahora mencin del propsito que Uds. dan por evidente e incontrastable, Si de lo, que se trata, como sostiene Haya en una magnifica conferencia, es de descubrir la realidad y no de inventarla, me parece que Uds. estn siguiendo un mtodo totalmente distinto y contrario. He ledo un "segundo manifiesto del comit central del partido nacionalista peruano, residente en Abancay". Y su lectura me ha contristado profundamente; 1 porque, como pieza poltica, pertenece a, la ms detestable literatura eleccionaria del viejo rgimen; y 2 porque acusa la tendencia a cimentar un movimiento cuya mayor fuerza era hasta ahora su verdad en el bluff y la mentira. Si ese papel fuese atribuido a un grupo irresponsable, no me importara su demagogia, porque s que en toda campaa un poco o un mucho de demagogia son inevitables y an necesarios. Pero al pie de ese documento est la firma de un comit central que no existe, pero que el pueblo ingenuo creer existente y verdadero. Y es en esos trminos de grosera y ramplona demagogia criolla, como debemos dirigirnos al pas? No hay ah una sola vez la palabra socialismo. Todo es declamacin estrepitosa y hueca de liberaloides de antiguo estilo. Como prosa y como idea, est esa pieza por debajo de la literatura poltica posterior a Billinghurst. . Por mi parte, siento el deber urgente de declarar que no adherire de ningn modo a ste partido. nacionalista peruano que, a mi juicio nace tan descalificado para asumir; la obra histrica en cuya preparacin hasta ayer hemos " coincidido. Creo que nuestro movimiento no debe cifrar su xito en engaos ni seuelos. La verdad es su fuerza su nica fuerza, .su mejor fuerza. No creo con Uds. que para triunfar haya que valerse de "todos los medios criollos". La tctica, la praxis, en si mismas son algo ms que forma y sistema. Los medios, aun cuando se trata de movimientos bien adoctrinados, acaban por substituir a los fines. He visto formarse al fascismo. Quines eran, al principio, los fascistas? Casi todos elementos de ms vieja impregnacin e historia revolucionaria que cualquiera de nosotros. Socialista de extrema izquierda, como Mussolini, actor de la semana roja de Boloa; sindicalistas revolucionarios, de temple heroico, como Corridoni, formidable organizador obrero; anarquista de gran vuelo, intelectual y filosfico como Massimo Rocca; futurista; de estridente ultrasmo, como Marinetti, Settime- 372

  • lli, Bottai, etc. Toda esa gente era o se senta revolucionaria, anti-clerical, republicana "mas all del comunismo" segn la frase de Marinetti. Y ustedes saben cmo el curso mismo de su accin los convirti, en una fuerza diversa de lo que a s mismos se suponan. La tctica les exiga atacar la burocracia revolucionaria, romper al partido socialista, destrozar la organizacin obrera. Para esta empresa la burguesa los abasteci de hombres, camiones, armas y dinero. El socialismo, el proletariado, eran, a pesar de todos sus lastres burocr-ticos, la revolucin. El fascismo por fuerza tena una funcin reaccionaria. Me opongo a todo equivoco. Me opongo a que un movimiento ideolgico, que, por su justificacin histrica, por la inteligencia y abnegacin de sus militantes, por la altura y nobleza de su doctrina ganar, si nosotros mismos no lo malogramos, la conciencia de la mejor parte del pas, aborte miserablemente en una vulgarsima agitacin electoral. En estos aos de enfermedad, de sufrimiento, de lucha, he sacado fuerzas invariablemente de mi esperanza optimista en esa juventud que repudiaba la vieja poltica, entre otras cosas porque repudiaba los "mtodos criollos"; la declamacin caudillesca, la retrica hueca y fanfarrona. Defiendo todas mis razones vitales al defender mis razones intelectuales. No me avengo a una decepcin. La que he sufrido, me esta enfermando y angustiando terriblemente. No quiero ser pattico, pero no puedo callarles que les escribo con fiebre, con ansiedad, con desesperacin. Y no estoy solo en esta posicin, La comparten todos los que tienen conocimiento de la propaganda, de ustedes propaganda que por otra parte no est justificada al menos por su eficacia porque fracasara inevitablemente. Hemos acordado una carta colectiva que muy pronto les enviaremos. De aqu a entonces, espero recibir mejores noticias. Y en tanto los abrazo con cordial sentimiento. Jos Carlos Maritegui 373

  • DE VICTOR RAUL HAYA DE LA TORRE A JOSE CARLOS MARIATEGUI Mxico, 20 de mayo de 1928 Querido Maritegui: Acabo de leer una carta de Ud. fechada el 16 de abrs. No la comenta. Debe Ud. haber recibido otra nuestra. Lamento s, su precipitaci6n, su vehemencia. Ha recado Ud. en el tropicalismo, Como se refiere Ud. a una carta enviada a m por la va Washington le escribo. Recib su carta. No la contest por que la not ya infectada de demagogia tropical, de absurdo sentimentalismo lamentable Dej que se enfriara Ud. Prefer hacerla pedazos y echarla al canasto. Ud, est lleno de europesmo. Qu distinto efecto ha producido Europa en Ud. y en m! Ahora aprecio las diferencias y veo que tena razn cuando me re cordialmente de la oposicin de Ud. a creer que el 23 de mayo no era un movimiento prcticamente aprovechable. Espero que se tranquilice. Es necesario para su salud. Supongo que una carta colectiva explicatoria, clara, realista, carta de clima templado, les haya llegado. Yo s que en el fondo subsconcientemente dira Freud Ud. reacciona contra m. Haya es el blanco de la suspicacia escondida. Pero Haya es ms revolucionario que nunca, vale decir, ms realista que nunca. Est listo libro "El Antiimperialismo y el Apra" que define al Apra como partido. Trae puntos polmicos s. Los mismos diplomticos del Soviet, que conocen sus lneas cestrales, admiten que plantean toda una revolucin ideolgica. El Apra es partido, alianza y frente. Imposible? Ya ver Ud que s. No porque en Europa no haya nada parecido no podr dejar de haberlo en Amrica. En Europa tampoco haba rascacielos ni hay antropfagos. Crame que su carta de hoy me produjo alegra. Estoy ya dentro del estremecimiento de la polmica. Qu poderosa es la mentalidad reaccionaria infiltrndose hasta en elementos nuestros! Lo digo por la semejanza de sus afirmaciones con las de "La Prensa". La candidatura no es nuestra. La aprovechamos y la aprovecharemos. El manifiesto no es nuestro. Nuestro Partido nacionalista es otro. Por qu no ley bien? La literatura que Ud. ataca desde un admirable punto de vista de literato moderno y elegante, tampoco es nuestra. Calma, amigo Maritegui! Yo no soy engendro de 378

  • Mussolini. Ya ley el plan? No se sonroja de haber dudado as, de haber secundado desde otro punto de vista a los demagogos seudorevolucionarios del continente histrico? Oh trpico maligno! Pero ya vendr la calma. Yo he nacido para luchar. Para luchar contra todo lo viejo infiltrado y escondido en lo nuevo. Ya ver. Analice. Olvdese de Lima. Clama Ud. por la palabra socialismo. "Ni una vez se la menciona" Words, words and words! He ah la caracterstica nuestra: la palabra. Ud. segn vi en "Amauta" no habl en Vitarte, pero s lanz tres vtores sonoros. Ni uno de ellos fue a la revolucin antiim-perialista. La nica posible, la nica inmediata en estos tiempos. As habra gritado Justo. Justo ya se muri. Nosotros estamos vivos. Gritemos con la voz de nuestros tiempos. Desinfectmonos de la imitacin europea. Quisiera tener ms tiempo para escribirle ms. Pero estoy ocupado. Escribo las notas de mi libro. No pierda la fe. No se caiga en la izquierda o en el izquierdismo (zurdismo le llam yo) de los literatos de la revolucin. Pngase en la realidad y trate de disciplinarse no con Europa revolucionaria sino con Amrica revolucionaria. Est Ud; haciendo mucho dao por su falta de calma. Por su afn de aparecer siempre europeo dentro de la terminologa europea. Con eso rompe el Apra. Yo s que est Ud. contra nosotros. No me sorprende. Pero la revolucin la haremos nosotros sin mencionar el socialismo pero repartiendo las tierras y luchando contra el imperialismo. Le saludo afectuosamente y espero que haga algo por calmarse. Nos dice Ud que escribi la carta afiebrado. No sabe cuanto lo siento pero desde las primeras lneas lo supuse. Su amigo siempre leal. 379

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A LUIS CARRANZA Lima, 10 de julio de 1928 Seor Dr. D. Luis Carranza Piura. Muy estimado amigo: Convaleciente de una nueva crisis en mi salud, regreso gradualmente a mi labor. Entre las primeras, cartas conque reanudo mi correspondencia con los amigos del Per y del extran-jero, est la presente carta, que le lleva la expresin de ni ms cordial y constante recuerdo. Chvez Snchez me inform del bondadoso inters de Ud. por tener noticias de mi salud. Despus de su visita, me he repuesto bastante. Con la crisis me ha visitado esta vez la esperanza. El Dr. Quesada, que se ha encargado de la parte quirrgica de mi tratamiento, se manifiesta seguro de curarme en el plazo de unos meses. Me prepara para una operacin que me pondr en condicionas de caminar con una pierna ortopdica. Yo comparto su voluntad y su optimismo. Confo en que vuelva Ud. a colaborar en "Amauta". La medida que Ud. propona en su artculo publicado en el No. 10, contra la explotacin del indio, bastara para liquidar la feudalidad en la sierra. Es una medida ms capitalista que socialista, compatible con una economa liberal. Pero no se adoptar mientras el gamonalismo siga pesando como hasta ahora en la administracin y en el parlamento. Pronto recibir Ud. mi libro, que por mi enfermedad ha tardado en aparecer. Esperamos el de Lpez Albjar1. Recibi Ud. el ejemplar que le remitimos de "Tempestad en los Andes" de Valcrcel? Le ruego publicar un aviso de "Amauta" en "El Tiempo". Su texto puede ser el del que aparece constantemente en la revista, o algo ms lacnico. En reciprocidad, publicaremos un anuncio de "El Tiempo" en todos nuestros nmeros: 394

  • Haga presentes mis saludos a los amigos y reciba el ms cordial apretn de manos de su afmo. Amigo y colega, Jos Carlos Maritegui P.D.- Saludos especiales a Augusto Moscol -------------- 1 Matalach 395

  • DE JOSE CARLOS MARIATEGUI A ROMAIN ROLLAND Lima, 20 de, julio de: 1928 Mr. Romain Rolland Villeneuve. Traduccin: (Extracto) Muy admirado amigo y maestro: Creemos que "Amauta" no le sea desconocida. La hemos enviado a Ud. a partir de su aparicin Queremos agradecerle especialmente su defensa noble z honrada de la revolucin rusa que sigue siendo para todos los revolucionarios del nuevo mundo la ms grande experiencia contempornea. Todas nuestras esperanzas se apoyan en esta revolucin 399-400

  • DE LUIS CARRANZA A JOS CARLOS MARIATEGUI Piura, 20 de agosto de 1928 Sr. Jos Carlos Maritegui Lima Mi distinguido amigo: Conforme ofrec a Ud. en mi carta anterior, aprovecho un momento de reposo para mandarle ese articulito, que titulo Indo-Hispanismo y creo encaja bien dentro de la ndole de "Amauta". Aunque no conservo copia de las cartas particulares que escribo, me parece recordar que dej sin contestacin en mi ltima una interrogacin suya, referente a mi ndole doctrinaria en materia poltica. Tiene Ud. razn al juzgar mi idea de "mejor salario al indio", como liberalismo ms que socialismo. Creo que el liberalismo ha sido y es en algunos pases como el nuestro, un escaln hacia el socialismo. Es verdad que histricamente, las conquistas hacia una mejor comprensin de la justicia, se han hecho revolucionariamente y no por evoluciones lentas, pero, no cree Ud. que por lo menos debemos intentar ese camino? El hombre es indudablemente un animal religioso y lo prueba el existir ciento de millones de proslitos en el cristianismo, budismo, mahometismo, mientras que, en doctrinas polticas, existen casi tantas divisiones como hombres. Deseo que al recibo de esta carta, sus males fsicos hayan desaparecido. Este vaso dentro del cual vivimos un rato de nuestra existencia, es el que goza de menos libertad, podemos modificarlo un poco, pero siempre ser mucho menos de lo que deseamos. Su afectsimo amigo. L. Carranza 424

  • DE JUAN DE DIOS MEREL A JOSE CARLOS MARIATEGUI Buenos Aires, 7 de setiembre de 1928 Estimado compaero Maritegui. Le adjunto copia de una circular enviada a los compaeros de Mjico en la que exponemos nuestros puntos de vista sobre los acuerdos tomados por la clula de sa. Desde el primer momento recibimos con cierta sorpresa la creacin del P.N.L., porque nos pareca que ante todo corresponda como revolucionarios y ms an como peruanos, consultar a los elementos de actuacin en el Per para obrar con una base segura, porque no es lo mismo tener el asentimiento de todos los miembros que proceder con ligereza a riesgo de perder el prestigio. Hace poco recib una carta de los compaeros de Bolivia en la que se quejan de la misma falta de consulta y comunicacin, esto nos hace ver que no hay comprensin todava, que tenemos que prestar ms inters a todos los asuntos para no caer en el ridculo cuando llegue la hora de actuar. La clula de Pars y nosotros aceptamos lo de la candidatura porque no le dimos ms importancia que la que poda tener una campaa de propaganda con fines nacionalistas, entendiendo por nacionalismo el que crece hacia la humanidad pero se afirma sobre lo propio, lo vernculo. Hoy que notamos el error, es tiempo de rectificar el camino entregando una verdad. Creemos que todo el trabajo debe concretarse al Per. As lo dicen los peruanos de La Paz, de Pars, algunos de los ms destacados elementos del Sur Per y as por ltimo lo ha credo la clula de Mjico al lanzar la candidatura de Haya de la Torre apoyada por el P.N.L. Estamos ultimando la redaccin de una tesis que enviarem