contestación al observador clínico-ventura salinas

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  • 7/25/2019 Contestacin Al Observador Clnico-Ventura Salinas

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  • 7/25/2019 Contestacin Al Observador Clnico-Ventura Salinas

    7/22

    CONTESTACION

    A

    L

    OBSERVADOR

    CLINICO.

    M'illoH

    m

    summa

    pericnla

    miait,

    Vedturi

    tinior

    ipse

    maiL

    Sr.

    Cumco:

    Solo

    el

    amor

    de

    los

    hombres

    pu-

    diera

    obligarme

    una

    contestacin.

    Solo

    el

    amor

    de

    los

    Ifoinbres

    puediera

    hacerme

    exponer

    la

    cri-

    tica

    y

    varios

    juicios

    del

    pueblo,

    y

    perder

    mi

    tiempo

    ,

    y

    mis

    conatos

    aun

    sin

    fruto

    para

    ellos

    y

    sm

    glo

    ia

    para

    mi.

    Pero

    delante

    del

    gran

    inters

    que

    me

    mueve

    deben

    desaparecer

    los

    recelos

    del

    amor

    propio

    ,

    como

    los

    vanos

    temores

    de

    cho-

    car

    tal

    o

    qual

    partido,

    esta

    .quella

    opi-

    nin

    :

    antes bien

    ,

    este

    choque

    ,

    y

    esta

    lucha

    es

    laque

    yo

    quiero

    provocar.

    Si

    provoco

    el

    ex-

    men

    ,

    provoco

    la

    experiencia

    ,

    provoco

    el

    con-

    curso

    de

    todas

    las

    luces

    para

    ia

    discusin

    mas

    importante,

    y

    que

    interesa

    mas

    de

    cerca

    Ja

    tnste

    humanidad.

    Mis

    medios

    y

    mis

    armas

    se-

    rn

    solo

    una

    lgica

    severa,

    poco

    indulgente,

    executiva

    ,

    el

    rnas

    e\cto

    raciocinio

    de

    que

    pue-

    da

    ser

    capaz.

    Pero

    no

    seaiuos

    inj4rato^

    en

    pre-

    sentarnos

    enmascarados,

    el

    jui^o

    e^.

    trascen-

    dental

    y

    de

    apelacin

    k

    las

    Acad.^mfas;

    Sa-

    linas

    a

    secas

    da

    su

    cara

    ,

    su

    Mecenas

    debe

    ma-

    niestarla

    la

    opniion

    generj

    ,

    porque

    de

    lo

    contrario

    es

    batallar

    con

    fantasmas

    me

    en

    su

    mano

    est

    el

    degollarle

    a

    man

    salva,

    y

    en

    un

    pas

    l.bre

    se

    halla

    fugitivo

    el

    ente

    n-.on.

    J^i

    contagio

    en

    lengua

    nativa

    es

    enferme-

    dad

    que

    se

    pega

    o

    comunica

    muchos

    ;

    v

    epi-

    demia

    difiie

    cnern^edad

    que

    vnga

    rViade-

    cea

    muchas

    personas

    alguna

    teiii|

    oraJa

    l

    3

    aho^

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    8/22

    m

    m

    W

    ^11

    l

    I

    ra

    pregunta

    Salinas

    ^nn^,

    y

    otra

    alii^

    a

    hu-

    manidad

    ?

    Claro es

    que

    si

    ,

    pues

    nada

    hemos

    adelantado

    ,

    sino un

    sinnimo

    que los mdicos

    entendern.

    El

    contagio

    es

    moderuo

    ^

    y

    los

    autores

    clsicos

    hasta

    ac

    lo

    han

    descrito en

    sus

    libros

    de

    epidemias

    ;

    asi

    nuestro

    canonista

    Hipcrates

    hablando

    de

    la

    enferniedad

    que

    pa-

    deci

    la

    moger

    que

    vivia

    en

    la plaza

    del

    men-

    tiroso

    en Thaso

    la

    califica

    de

    epidmia.

    No

    la

    llamo

    contagiosa

    ,

    y

    el

    pobre

    viejo

    dixo

    lu,r-,

    gamente describieudo

    estas

    enfermedades

    que

    no

    quedaba

    persona

    que

    dexase

    de

    seotir

    sus

    azaras.

    Esta

    voz genrica

    en

    la antigedad

    se

    desprecio;

    asi

    Diocle,, Praxagoras

    ,

    Archi-

    genes, Celio.

    Aureliano

    ,

    Galeno

    y

    otros

    erv

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    9/22

    mk

    d

    10

    fos

    cjii'

    ehiM

    en

    fo

    ,

    se

    sal-

    *'S

    ;

    pS

    li

    su

    padre

    y

    otro

    hermano

    aiitericir-

    liiente.

    Juana

    Crdenas

    de

    edad

    de

    20

    aos

    qu

    vivia

    detrs

    de

    la

    Concepcin

    dos

    q

    iadras

    al

    Sud esta

    parece

    que

    rnri

    ,

    y

    eii

    la

    csa

    sii-

    fni'ori

    la

    epidemia

    ocho,

    por

    que

    no

    haba

    mas.

    Joan

    Alegre

    Mulato

    A

    los

    15

    dias

    de

    la epi-

    demia

    tubo

    las

    partidas

    pas

    su

  • 7/25/2019 Contestacin Al Observador Clnico-Ventura Salinas

    10/22

    lacir

    quando tengo

    deseos

    de

    aprender

    ;

    por

    lo

    mismo

    creo

    i>os

    serla

    til

    el

    adelantar

    la.

    cuestiii

    y

    que

    hablemos

    (|uale^

    son

    las

    cau-

    sas

    de

    las epiduias

    ,

    roiuo

    vina

    cansa

    produce

    su

    tiempo

    las

    isposjciuoes

    y

    las

    enferme-

    dades

    3,

    que

    causa

    es esta

    que

    obra

    ocaltamen-

    tel

    que

    se

    produce

    en

    ei

    eiifermo

    ,

    para

    qne

    obrando en

    otro

    sugeto

    sean

    idnticos

    los

    efectos

    Esto

    no

    se

    li^i

    dicho

    todava

    por

    na-

    die

    ,

    que

    yo

    sepa,

    y

    me

    parece que

    si

    nos

    apli-

    camos

    ello vamos

    ser

    utdisimos

    la

    huma.-

    nidad

    :

    asi en

    el

    Tucuman

    sabrn porque

    pade-

    cen

    sus

    tercianas

    ;

    en

    Crdoba

    las

    muertes re-

    pentinas

    ,

    en

    Mend>za

    las llagas

    (1)

    ;

    en

    Bue-

    nos-

    Ay

    res

    la

    epidemia

    ;

    en

    la

    Habana

    el

    vomir

    to

    negro

    ,

    y

    en

    el

    Africa

    la peste.

    He

    visto

    la

    indicacin

    que

    propina

    el

    Sr.

    clinrco

    su

    epidemia.

    La

    curacin

    de

    esta

    clase

    genricamente

    es

    una

    ;

    pero

    debe

    ser

    es-

    )ecicamente

    diversa, dndole

    tambin

    aque-

    tas

    variedades

    qn-e

    pidan

    los

    sntomas

    de

    ma-

    yor

    urgencia.

    Ls

    evacuaciones que excita

    la

    naturaleza

    no deben servir

    de

    norte

    ;

    pues

    ve*

    nios

    que las

    mas

    veces no alivian.

    Se deben

    promover

    en

    algardas

    ocasiones

    , y

    en

    otras

    es

    ne-

    cesario

    modificarlas,

    dulcificarlas,

    contener-

    las.

    Es

    evidente que en

    esta

    epidemia

    la reac-

    cin

    es

    excitada

    por

    un

    conato

    invlido,

    con

    que

    la

    naturaleza

    sucumbe

    entre

    sus

    mismos

    esfuerzr*s

    ;

    por

    lo mismo

    ,

    veo

    conforme en

    par-

    te

    el

    plan

    del

    observadar

    clnico clasificada

    que

    sea

    de

    una

    benigna

    ;

    pero

    creo

    que el

    jui-

    cio

    de

    este

    seor se

    pondr

    acorde conmigo

    que

    en

    aquellos

    eo

    que

    el

    primer

    periodo

    se

    aumen-

    te

    instantneamente

    ,

    y

    se

    tema

    el

    trnsito de

    (*)

    Hace

    voinfe

    dias

    vi

    deJiniada

    esta

    eifrinedad,

    y

    di-

    xe

    por

    escrito lo

    que

    me

    ocurri

    ,

    despus se

    me

    ha

    enseado

    una

    carta

    que

    tiene

    el

    g-eneral

    Eondeau

    viene

    conteste

    cott

    la primera

    ;

    obra

    la_

    disoTuciou^

  • 7/25/2019 Contestacin Al Observador Clnico-Ventura Salinas

    11/22

    la

    debniiliil

    al

    segMuulo

    ,

    l^jos

    de

    ser

    til

    en

    to-

    da

    su Aiej'//.n

    lv;,itt,

    |)O nin

    padecerse

    iiieiios-

    cabos Estoy

    confo

    me

    que

    los

    antiaioniales

    cu-

    bren muchas

    indicaciones

    y

    no

    son

    de

    temer

    como

    en

    aquellos

    los

    meteorismos,

    idemas

    de

    ca-

    minar

    con

    ,

    mas

    brevedad

    d

    la

    disoluciou.

    He

    visto

    recientemente

    en

    una

    junta

    con

    e

    \h\

    Capdevila

    una

    mulata

    en

    casa

    de

    D.

    l^ablo

    Vi-

    llarino,

    sta

    se

    celebr

    k

    el

    quinto

    dia

    de

    su

    enfermedad,

    muri

    el

    sexto

    convulsa,

    con

    el

    hipo,

    y

    con

    manchas

    lvidas.

    El

    negrito

    del

    Coronel

    Vidal

    a

    el

    dia

    quarto

    se

    halo

    con

    la

    disolucin,

    se

    libro

    el

    sptimo

    ;

    podria

    citar

    otros

    hechos

    ;

    pero

    el

    Observadr

    deducir

    la

    verdad

    ,

    asi

    como la

    fuerza

    que

    piieda

    tener

    un

    mtodo

    en general.

    Ultimamente

    :

    es

    mtt^

    extrao

    que

    itn

    ob-

    servador,

    y

    observador

    clnico

    eche

    en

    cara

    aF

    prudente

    censor

    de

    Buenos-

    Ayres

    ,

    que

    ha

    ex-

    citado

    en

    las

    jvenes

    de

    este

    pueblo

    iin

    miedo

    y

    terror

    pnica

    por

    haber

    publicado:

    mi

    remi-

    tido

    de

    26

    de

    Febrero.

    El

    >Sr.

    clnico

    no

    pne-

    le

    ignorar

    que

    yo

    fui

    invitada

    con

    toda

    forma-

    lidad

    en

    otro

    anterior

    para

    que

    expusiese

    mi

    juicio

    y

    dictamen

    sobre

    la

    epidemia

    que

    el

    mismo

    seor

    asegura

    reynante

    eu.erfa

    capital.

    Tm-

    bien debe

    estar

    persuadido

    que solo

    el

    deseo

    de

    la

    publica

    utilidad

    pudo

    poner

    la

    pluraa

    en

    mi

    mano

    para

    contestar

    en

    los

    trminos

    que

    To

    hize,

    clasifi-

    cando

    la

    enfermedad

    ,

    descubriendo

    su

    carcter,

    su

    esencia

    naturaleza;

    proponiendo

    los

    medios

    ii)as

    oportunos

    pura

    impedir

    sus

    progresos;

    advir-

    tiendo

    a

    los

    incautos,

    los

    peligros

    para

    e

    vi

    tari

    \s

    y

    prescribiendo

    los

    especficos

    mas

    averiguados

    para

    detenera.

    Esta

    es

    cabalmente

    fa

    conducta

    que

    segu

    en

    uj

    contestacin

    la

    invitacin

    que

    se

    me

    hizo

    en

    el

    peridico

    del

    Censor

    ;

    y

    este

    tambieii

    es

    un

    medio

    muy

    propio,,

    no

    para

    ex-

    titar

    terrores

    y

    miedos,

    sino

    para

    consolar,

    ani-

  • 7/25/2019 Contestacin Al Observador Clnico-Ventura Salinas

    12/22

    itiar

    y

    an

    disipar

    enteramente

    aquel

    jenti*

    miento

    y

    cuidado,

    cpie

    segn

    el clnico

    obser-

    vador

    ,

    haba

    causado

    en

    esta

    metrpoli

    la

    des-

    graciada

    suerte

    de algunas

    victimas

    de

    la

    epi-

    demia.

    En

    esto

    yo

    no

    he

    hecho

    otra

    cosa

    qu

    descubrir

    un

    enemigo

    emboscado,

    y

    disipar

    los

    sobresaltos

    funestos

    que

    produca

    con

    sus

    estragos

    ,

    suministrando

    anuas

    para

    vencerlo.

    |,Paes

    como

    es

    que

    el

  • 7/25/2019 Contestacin Al Observador Clnico-Ventura Salinas

    13/22

    4o

    ^011

    l^

    la?

    se

    le

    ha

    dado

    el

    nouhre

    de

    fue-

    gq

    ,

    h

    la

    materia

    de

    este

    mismo

    ,

    el

    de

    cal-

    neo,

    y

    h

    la

    oombiiiaoioii

    de

    este,

    en

    los

    cuer-

    iiaturales

    (ya

    sea

    por

    equilibrio

    como

    por

    adhesin

    )

    que es

    la

    que

    excita

    la

    sensacin

    ,

    se

    le

    llama

    el

    de

    calor,

    afn

    de

    que

    se

    di'e-

    reacie

    este

    ltimo,

    que

    es

    el

    efecto

    del

    prime,

    rj?

    que

    e

    la

    causa

    producente

    :

    lo

    mismo

    pues,

    ^t(?s

    caerpos

    existentes

    en

    la

    atmosfera,

    p

    ew

    )tra

    quakpjier

    ^ituacion

    (no

    siendo

    menos

    destructorv^s

    de

    la

    luimauidad

    qie

    el

    anterior)

    se

    denominan miasmas

    ;

    a su

    combinacin

    en

    los

    cnerpos

    animales,

    el

    de

    .^anagio

    ;

    y

    al

    pade-

    cimie^ito

    experimeitado

    por

    ddia

    adhesin,

    el

    de

    epidemia

    ,

    para

    di^itingoir

    el

    e.ecto

    de'

    la

    causa;

    por

    lo

    q^rd

    demostrado

    ya

    por

    la

    ex-

    periencia,

    y

    confirmado

    por

    la

    observacin

    ,

    co-

    mo

    est

    ,

    de

    ningn

    mofo

    puede

    existir

    la

    ltima

    sin

    la

    coherencia

    del

    primero

    ,

    es

    decir

    Sin

    la

    causa

    primitiva

    del

    contagio.

    Respuesta

    a

    la

    Posdata.

    Nada

    recele

    V.

    Amigo

    sobre

    jas

    voces

    de

    epidoiia

    y

    contagio

    pues

    aunque

    Taboada

    y

    Masdeu

    con

    otros,

    las

    tengan

    por

    sinnimas

    es

    preciso

    mirar

    que

    ia

    vo^

    epidmia

    nos

    vino

    de

    jos

    griegos

    (^^)

    y

    la

    de

    cmtagio

    de

    los

    latir

    ()

    La

    drcisioa

    riics

    de

    este

    punto,

    ha

    orrerTdo

    obscuos

    uisnpnablfs

    ei

    lus

    rnucipios

    tk

    consuTicioncs

    scmejans

    por

    que

    hay

    e^itre

    lo

    contagioso

    v

    epidoso

    consiste

    ,

    en

    qv.e

    el

    ayrc

    se

    halla

    alterado

    en

    la

    epidemia

    ,

    v

    nu

    de no

    estarlo

    en

    el

    contagio:

    en

    aq.ella

    son

    rpidos

    los

    '

    progresos

    del

    mal'

    .en

    este

    son

    mas

    lentos

    en

    el

    principio

    ;

    esto

    es,

    mientras

    el

    miasma

    so

    coWM^njca

    solamente

    por

    me.iio

    del

    contacto

    de

    los

    cuerpos

    enfermos

    ,

    sus

    ropa

    Ikc.

    con los

    sanos

    ,

    pues

    al

    instante

    que

    el

    miasm.i

    contagioso

    ocupa

    v

    v

    na

    a

    atmosfera

    ,

    ya

    es la

    infeccin

    tan

    rpida

    y

    general

    como

    en

    la

    I

    ^^'l'osicion me

    parece

    que

    aunque

    se

    hubiese

    querido

    supo-

    ner

    que

    Salinas

    haba

    aueiido

    cals

    ficar

    lla

  • 7/25/2019 Contestacin Al Observador Clnico-Ventura Salinas

    14/22

    nos que

    una

    tkne

    su entrada

    en

    el pueblo,

    y

    \di otra

    por

    e1

    contacto

    {tiiecto

    indirecto

    ,

    asi

    no

    debe

    alarmarnos. Ba'^tante

    se

    ha

    escrito

    en

    la

    materia

    para

    su

    clasificacin

    y

    disputas

    de

    voces

    no

    son deldia,

    qnan.lo

    el

    observador

    cl-

    nico

    no

    quiere que

    las

    lia?as

    sean

    contagiosas:

    entii'ndase

    con

    Pinel que

    haciendo

    relacin

    de

    igual epidemia la

    clasifica

    de

    contagiosa

    y

    po-

    ne

    el

    caso de una

    seora

    ,

    si

    mal

    no

    me

    acuer-

    do

    ,

    que

    entro

    visitar otra

    amiga

    y

    las con-

    trajo.

    M.'

    Hunc

    en su

    memoria

    del

    ao

    d-

    1815

    las

    clasifica

    con

    mas

    exactitud

    ,

    las

    llae

    ma

    contagiosas

    ,

    y

    encarga

    el

    uso

    de

    los

    gases.

    Antes

    de

    estos

    el famoso

    Ponze

    escribi

    una

    obra

    sobre

    las

    Magas

    de

    resulta

    de

    haberlas

    padecido la

    ciudad

    de

    Huesear

    por

    los

    aos

    de

    1786

    y

    en

    1787

    ,

    se

    extendieron

    al

    principado

    dft

    Ctahia,

    la

    corona

    de

    Aragn,

    reyno

    ile

    Mur-

    cia

    ,

    la

    Mancha

    y

    parte

    de

    las

    Andaiucias

    ,

    hicie-

    ron

    sils

    extragos.

    Qudenos

    el

    consuelo

    ele

    ha-

    berse

    suscitado

    una

    cuestin

    en

    favor

    de

    la

    hu-

    manidad,

    y

    que

    habiendo

    en

    esta

    metrpoli

    mdicos

    cuja

    erudicin

    es

    mayor

    que

    la

    nues-

    tra

    ,

    sabrn

    hacer

    justicia

    en

    a

    presente

    con-

    tienda

    W

    mismo.

    modo

    deliio

    el

    clnico

    creer un

    terror,

    y

    que

    seria

    mayor

    denctninaiidoks

    epi-

    Skas

    erque

    en

    esla poco

    lu-ar

    quedaba

    a el

    facultativo,

    quauao

    en

    aqnej

    od

    con

    mas

    facilidad

    evitar

    las

    victimas.

    Pur

    otra

    parte

    los

    progresos

    del

    couH^rscJose

    descubren

    con

    la

    experiencia,

    y

    la

    observacin,

    y

    las

    causas

    de

    L eok mia

    se

    manifiestan

    por

    casualidad

    en

    el

    n>ayor

    nimcro

    de

    casos.

    Asi

    aue

    en

    Sta

    irregularidad

    de

    cau.a*

    quando

    el

    observador

    clnico

    ha

    quend

    op2

    crsc

    que

    las

    Haigas

    sean

    contagiosas,

    sin

    alegar

    otr-a

    razn

    que

    el

    terror

    ;e funde

    t2do

    contagio,

    debe

    saber

    que

    una

    decisin

    \-\^^'^^\'f'lJZ^

    i es

    temeraria.

    ,

    es

    nociva

    cu

    el

    conrcpio

    pblico

    quaudo

    con

    e.,a

    int

    me

    t^iclo

    i

    r

    terror,

    porque

    cu

    el

    contagio

    se

    espera

    como

    be

    d.cho

    el

    que

    ooi^e

    y

    en

    la%pidmia

    no

    estn

    fcil.

    El

    m^l.co

    esta

    tan

    obbgado

    ,v,t,.a

    c'-'^se,>^_.,..,,,^J

    ^, ,,.,i

    ^^,,^1

    u

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