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CONTRA EL SECRETO PROFESIONAL / César Vallejo A propósito de Pablo Abril de Vivero La actual generación de América no anda menos extraviada que las anteriores. La actual generación de América es tan retórica y fal- ta de honestidad espiritual, como las anteriores generaciones de las que ella reniega. Levanto mi voz y acuso a mi generación de impo- tente para crear o realizar un espíritu propio, hecho de verdad, de vida, en fin, de sana y auténtica inspiración humana. Presiento des- de hoy un balance desastroso de mi generación, de aquí a unos quin- ce o veinte años. Estoy seguro de que estos muchachos de ahora no hacen sino cambiar de rótulos y nombres a las mismas mentiras y convenciones de los hombres que nos precedieron. La retórica de Chocano, por ejem- plo, reaparece y continúa, acaso más hinchada y odiosa, en los poe- tas posteriores. Así como en el romanticismo, América presta y adop- ta actualmente la camisa europea del llamado “espíritu nuevo”, mo- vida de incurable descastamiento histórico. Hoy, como ayer, los es- critores de América practican una literatura prestada, que les va trá- gicamente mal. La estética –si así puede llamarse esa grotesca pesa- dilla simiesca de los escritores de América– carece allá, hoy tal vez más que nunca, de fisonomía propia. Un verso de Neruda, de Borges o de Maples Arce, no se diferencia en nada de uno de Tzara, de Ribemont o de Reverdy. En Chocano, por lo menos, hubo el barato americanismo de los temas y nombres. En los de ahora ni eso. Voy a concretar. La actual generación de América se fundamen- ta en los siguientes aportes:

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  • 201Contra el secreto profesional

    CONTRA EL SECRETO PROFESIONAL / Csar Vallejo

    A propsito de Pablo Abril de Vivero

    La actual generacin de Amrica no anda menos extraviada quelas anteriores. La actual generacin de Amrica es tan retrica y fal-ta de honestidad espiritual, como las anteriores generaciones de lasque ella reniega. Levanto mi voz y acuso a mi generacin de impo-tente para crear o realizar un espritu propio, hecho de verdad, devida, en fin, de sana y autntica inspiracin humana. Presiento des-de hoy un balance desastroso de mi generacin, de aqu a unos quin-ce o veinte aos.

    Estoy seguro de que estos muchachos de ahora no hacen sinocambiar de rtulos y nombres a las mismas mentiras y convencionesde los hombres que nos precedieron. La retrica de Chocano, por ejem-plo, reaparece y contina, acaso ms hinchada y odiosa, en los poe-tas posteriores. As como en el romanticismo, Amrica presta y adop-ta actualmente la camisa europea del llamado espritu nuevo, mo-vida de incurable descastamiento histrico. Hoy, como ayer, los es-critores de Amrica practican una literatura prestada, que les va tr-gicamente mal. La esttica si as puede llamarse esa grotesca pesa-dilla simiesca de los escritores de Amrica carece all, hoy tal vezms que nunca, de fisonoma propia. Un verso de Neruda, de Borgeso de Maples Arce, no se diferencia en nada de uno de Tzara, deRibemont o de Reverdy. En Chocano, por lo menos, hubo el baratoamericanismo de los temas y nombres. En los de ahora ni eso.

    Voy a concretar. La actual generacin de Amrica se fundamen-ta en los siguientes aportes:

  • 202 Csar Vallejo

    1) Nueva ortografa. Supresin de signos puntuativos y de ma-ysculas. (Postulado europeo, desde el futurismo de hace veinteaos, hasta el dadasmo de 1920.)

    2) Nueva caligrafa del poema. Facultad de escribir de arriba aba-jo como los tibetanos o en crculo o al sesgo, como los escolares dekindergarten; facultad, en fin, de escribir en cualquier direccin, se-gn sea el objeto o emocin que se quiera sugerir grficamente encada caso. (Postulado europeo, desde San Juan de la Cruz y los be-nedictinos del siglo xv, hasta Apollinaire y Beauduin.)

    3) Nuevos asuntos. Al claro de luna sucede el radiograma. (Pos-tulado europeo, en Marinetti como en el sinoptismo poliplano.)

    4) Nueva mquina para hacer imgenes. Sustitucin de la alqui-mia comparativa y esttica, que fue el nudo gordiano de la metforaanterior, por la farmacia aproximativa y dinmica de lo que se llamarapport en la poesa daprs guerre. (Postulado europeo desdeMallarm, hace cuarenta aos, hasta el superrealismo de 1924.)

    5) Nuevas imgenes. Advenimiento del poleaje inestable ycasustico de los trminos metafricos, segn leyes que estnsistemticamente en oposicin con los trminos estticos de la natu-raleza. (Postulado europeo, desde el precursor Lautramont, hace cin-cuenta aos, hasta el cubismo de 1914.)

    6) Nueva conciencia cosmognica de la vida. Acentuacin del es-pritu de unidad humana y csmica. El horizonte y la distancia ad-quieren inslito significado, a causa de las facilidades de comunica-cin y movimiento que proporciona el progreso cientfico e indus-trial. (Postulado europeo, desde los trenes estelares de Laforgue y lafraternidad universal de Hugo, hasta Romain Rolland y BlaisCendrars.)

    7) Nuevo sentimiento poltico y econmico. El espritu democr-tico y burgus cede la plaza al espritu comunista integral. (Postula-do europeo desde Tolstoi, hace cincuenta aos, hasta la revolucinsuperrealista de nuestros das.)

  • 203Contra el secreto profesional

    En cuanto a la materia prima, al tono intangible y sutil, que noreside en perspectivas ni teoras del espritu creador, ste no existeen Amrica. Por medio de las nuevas disciplinas estticas que acabode enumerar, los poetas europeos van realizndose ms o menos,aqu o all. Pero en Amrica todas esas disciplinas, a causa justa-mente de ser importadas y practicadas por remedo no logran ayudara los escritores a revelarse y realizarse, pues ellas no responden anecesidades peculiares de nuestro psicologa y ambiente, ni han sidoconcebidas por impulso genuino y terrqueo de quienes las cultivan.La endsmosis, tratndose de esta clase de movimientos espiritua-les, lejos de nutrir, envenena.

    Acuso, pues, a mi generacin de continuar los mismos mtodosde plagio y de retrica de las pasadas generaciones pasadas, de lasque ella reniega. No se trata aqu de una conminatoria a favor denacionalismo, continentalismo ni de raza. Siempre he credo que es-tas etiquetas estn fuera del arte y que cuando se juzga a los escrito-res en nombre de ellas, se cae en grotescas confusiones y peores des-aciertos. Aparte de que ese Jorge Luis Borges, verbigracia, ejercita unfervor bonaerense tan falso y epidrmico, como lo es el latino-americanismo de Gabriela Mistral y el cosmopolitismo a la moda detodos los muchachos americanos de ltima hora.

    Al escribir estas lneas, invoco otra actitud. Hay un timbre hu-mano, un latido vital y sincero, al cual debe propender el artista, atravs de no importa qu disciplinas, teoras o procesos creadores.Dse esa emocin seca, natural, pura, es decir, prepotente y eterna yno importan los menesteres de estilo, manera, procedimiento, etcte-ra. Pues bien. En la actual generacin de Amrica nadie logra daresa emocin. Y tacho a esos escritores de plagio grosero, porque creoque ese plagio les impide expresarse y realizarse humana y altamen-te. Y los tacho de falta de honradez espiritual, porque al remedar lasestticas extranjeras, estn conscientes de este plagio y, sin embargo,lo practican, alardeando, con retrica lenguaraz, que obran por ins-

  • 204 Csar Vallejo

    piracin autctona, por sincero y libre impulso vital. La autoctonano consiste en decir que se es autctono, sino en serlo efectivamente,aun cuando no se diga.

    Leyendo el ltimo libro de Pablo Abril de Vivero, Ausencia, he vuel-to a pensar en la cultura de Amrica. Libros como ste, representanun momento muy significativo en la literatura continental. De lejosse ve la nobleza de estos versos. Nobles, porque, en pleno 1927, nopretenden descubrir el remedio contra la tuberculosis y ni siquierauna escuela ms de poesa. Pertenece este libro a la humana hermo-sura de la llana elocucin y de la rara virtud de emocionar. Este li-bro es, por eso, de los nobles de Amrica. Abril pudo enredar un pocola sintaxis y otro poco la lgica y habra as, por este solo hecho, in-gresado a esas masas de chiflados que, bajo tal o cual rtulo van-guardista, infestan todo el ambiente. (Digo masas, porque hoy, al re-vs de lo que podra o debera acontecer, la totalidad de los escrito-res son revolucionarios. La aristocracia espiritual est all en ser con-servador y lo vulgar y standard est en ser o, al menos, rotularse van-guardista.) Abril pudo mistificar un poco y escribir a ojos cerrados yhabra as pat a los meridianos y crculos mximos. Si Abril hubie-ra siquiera escrito sin maysculas y con rascacielos paradoja stamuy vanguardista, Abril habra vanguardizado para las galeras.

    Pero el libro de Abril, como otros sinceros libros de Amrica, sedej llevar por la emocin genuina y creadora y de esta manera, lo-gra mantenerse fuera de toda escuela y acusa una personalidad li-bre y vigorosa. Ausencia es la obra de un poeta profundo y sencillo,humano y transparente. As se caracterizan los verdaderos creado-res: dndose sin embadurnarse y sin embadurnar a los dems. Losartistas que, como Abril, tienen algo que dar al corazn, lo dan sanay naturalmente. En ello tambin est lejos del vanguardismo. Casitodos los vanguardistas lo son por cobarda o indigencia. Uno temeque no le salga eficaz la tonada o siente que la tonada no le sale y,como ltimo socorro, se refugia en el vanguardismo. All est segu-

  • 205Contra el secreto profesional

    ro. En la poesa seudonueva caben todas las mentiras y a ella no pue-de llegar ningn control. Es el secreto profesional que defiende JeanCocteau; es el reino que no es de este mundo, segn el abateBrmond. La razn de Paul Souday, el buen gusto, la necesidad sa-grada de la emocin autntica y humana, no tienen all entrada.

    Pero, por felicidad, salen una que otra vez libros como el de Abrilen Amrica, que logran entre el charleston vanguardista, un paso deequilibrio, una voz sana, un fresco brillo sin pretensiones. Por estoslibros es dado, de cuando en cuando, percibir indiscutibles perfilesde gran emocin lrica en Amrica. El captulo titulado Nocturnosde Ausencia, llega a ese alto tono poemtico.

    Variedades, Lima, 1927, N 1001.