Grupo Internacional de Estudiantes de Español

DIEZ CONSEJOS PARA MEJORAR LA ENSEÑANZA DEL

IDIOMA ESPAÑOL EN LA ESCUELA

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Ser un buen instructor público no es nada fácil. Es natural que usted como profesor, en su

período de pasantía, sienta miedo de enfrentar a los estudiantes.

No se auto-discrimine. El profesor novato debe entender que él tiene

muchísima más experiencia que los estudiantes. Un buen profesor nunca deja de ser alumno. El profesor aprende en la marcha. Nunca pare de estudiar, investigar y actualizarse.

Responsabilidades & Privilegios del profesor

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Para sus oyentes, la materia es novedosa,

difícil de entender y conocen poco o nada sobre el asunto.

No agobie a sus estudiantes con un exceso de información.

No deje que el aula llegue a ser aburrida. Reduzca el cansancio de los estudiantes,

incentivando la participación de todos. La mejor enseñanza no es aquella donde

abundan las palabras y sí aquella donde predominan la humildad y la sencillez.

1. Enseñe con sencillez:

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Presente información veraz que demuestre la

importancia del español. Muestre datos estadísticos que respalden su

información. Deje claro que aprender otro idioma es beneficioso

para el educando. No deje de mostrar que los mejores estudiantes de la

actualidad conocen otros idiomas. Luche contra las ideas preconcebidas. Responda las preguntas: “¿Para qué yo voy estudiar

español? ¿En qué me beneficia eso a mí? ¿Qué importancia tiene el español para mí?”

2. Muestre a los alumnos el valor práctico del idioma

español:

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Conocer otro idioma es un privilegio. Para “exigir” humildad de los

estudiantes, usted como profesor tiene que “mostrar” humildad.

Los errores forman parte del proceso educativo.

Sus alumnos son sus amigos, no sus enemigos.

Mantenga una relación de respeto, y amistad.

No presuma, no grite, no humille, no ridiculice, no ofenda.

3. Sea humilde e incentive la humildad:

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Las ilustraciones invitan a la

reflexión, despiertan emociones y ayudan a recordar.

Las ilustraciones breves y coherentes son las mejores, van directo a la mente y al corazón de los oyentes.

Puede comenzar usando expresiones como: “Ilustremos…”; “Veamos la siguiente ilustración…”

Muestre el valor práctico de la ilustración y su aplicabilidad en la vida diaria.

4. Utilice ilustraciones:

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Las preguntas sirven para que el estudiante

piense. Espere con paciencia las respuestas de los

alumnos. No se adelante a las respuestas, sólo direccione. No sea exigente ni ridiculice a los estudiantes. Desarrolle la creatividad, la capacidad crítica del

educando, su potencial intelectual, interpretativo y expositivo.

Sepa escuchar, dominar el tema y el grupo. Debe evitar polemizar sin propósito. “Provoque” la creatividad del estudiante.

5. Use bien las preguntas:

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Enseñe a los estudiantes a leer bien en español. No existe interpretación sin comprensión y para

comprender es necesario saber leer. Usted debe promover la lectura silenciosa, la lectura

individual y la lectura colectiva. Algunos textos pueden ser transcritos en un cuadro o

proyectados en la pared. Tome la iniciativa de la lectura, mientras sus alumnos

siguen su ejemplo. Algunos de los textos a ser ejercitados en casa deben ser

cortos, con un tamaño de letra suficientemente grande como para que sean visualizados los detalles de cada palabra.

6. Enseñe a sus alumnos a leer en español:

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Entre más textos en español escriban sus

alumnos, más van a aprender del idioma. Incentive y desarrolle junto con ellos la

escritura correcta de los textos. Prepare material escrito y electrónico

(audio-lingual) para que sus alumnos practiquen la escritura en casa.

Promueva la escritura individual y/o colectiva.

Algunos textos pueden ser transcritos en un cuadro, proyectados en la pared para ser copiados o dictados.

7. Incentive la escriturade textos en español:

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Enseñe cómo transcribir textos de algunas

partes de películas y grabaciones educativas que contengan leyendas.

Las escenas de la película puede ser divididas por minutos específicos, para que cada uno, individualmente, pueda tomar nota, sin tener que copiar el trabajo de los otros.

Este tipo de ejercicio puede ser hecho en sala de aula, en casa, individualmente o en pares, o conforme el profesor considere apropiado para la educación de los estudiantes.

8. Use apropiadamente las tecnologías:

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Sus alumnos verán la diferencia de

pronunciación de muchas palabras cuando usted los exagere y pronuncie con claridad.

No sienta miedo en dramatizar sus expresiones faciales.

Sus alumnos tienen que entender dónde, en qué momento y por qué se producen ciertos sonidos (fonética). Ejemplo: corregir la pronunciación de la letra “r” (Ronaldo, carro, rápido, correr, poder).

9. Exagere:

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Cuando el estudio es agradable,

dinámico, alegre, los alumnos aprenden más, en menos tiempo y con mayor rapidez.

Aproveche la fuerza, la energía y el dinamismo de los estudiantes.

Procure que sus estudiantes no se mantengan mucho tiempo sentados.

Haga que circulen por la sala de aula, canten, conversen, hagan presentaciones, preparen micro-escenas.

Ponga a sus alumnos a cantar, recitar, contar historias.

10. Sea dinámico, alegre: