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CONSEJO DE SEGURIDAD – Situación República de Somalia Somalia ocupa una posición geopolítica estratégicamente importante en el Cuerno de África. La cultura política está influenciada por la competencia entre varios clanes y facciones con base en los clanes. 1- Información del país República Federal de Somalia, es un país ubicado en el llamado Cuerno de África al este del continente africano. Al oeste y noroeste limita con Etiopia y Yitubi, al sur con Kenia al norte con el golfo de Aden y al este con el océano Indico. Tras una larga Guerra Civil, el país se dividió en pequeños estados y facciones independientes, sin un poder que lo gobierne en su totalidad. En el año 2004 diferentes facciones llegaron a un acuerdo para conformar un gobierno de transición, unificando el país. Finalmente en el año 2012 se aprobó una nueva Constitución provisional que regirá para todo el país unificado.

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CONSEJO DE SEGURIDAD – Situación República de Somalia

Somalia ocupa una posición geopolítica estratégicamente importante en el Cuerno de África. La cultura política está influenciada por la competencia entre varios clanes y facciones con base en los clanes. 1- Información del país República Federal de Somalia, es un país ubicado en el llamado Cuerno de África al este del continente africano. Al oeste y noroeste limita con Etiopia y Yitubi, al sur con Kenia al norte con el golfo de Aden y al este con el océano Indico. Tras una larga Guerra Civil, el país se dividió en pequeños estados y facciones independientes, sin un poder que lo gobierne en su totalidad. En el año 2004 diferentes facciones llegaron a un acuerdo para conformar un gobierno de transición, unificando el país. Finalmente en el año 2012 se aprobó una nueva Constitución provisional que regirá para todo el país unificado.

Su ciudad capital y más poblada es Mogadiscio. Idiomas oficiales: somalí, árabe Forma de gobierno: Republica Parlamentaria Federal, gobierno federal y único reconocido por Naciones Unidas. Presidente: Hassan Sheikh Mohamud Independencia: En 1960, de Italia y Reino Unido 1.1 Cronología del conflicto en Somalia En el siglo XIX y tras varias décadas de ocupación por parte de los sultanatos árabes, los británicos, franceses e italianos- inmersos en la carrera por la colonización- establecieron sedes en la región. La parte ocupada por los italianos- la Gran Somalia- era la tierra que unía a todos los somalíes. Durante la Segunda Guerra Mundial este territorio fue ocupado por tropas británicas, administrándolo hasta noviembre de 1941, cuando pasó a ser un territorio del Consejo de Administración Fiduciaria de las Naciones Unidas bajo administración italiana. La actual Somalia surgió el 1 de julio de 1960 a partir de la unión de los territorios británicos (Protectorado de Somaliland Británica) e italianos (Somalia italiana, hasta entonces parte del África Oriental Italiana). La entonces denominada Somalilandia Francesa conseguiría la independencia por separado, convirtiéndose en el actual Djibouti. Desde 1960 el país estuvo liderado por la Liga de la Juventud Somalí, hasta que en 1969 el asesinato de su líder y un golpe militar inauguraron la historia de la autocracia somalí, colocando como presidente a Mohamed Siad Barre. Durante esa época, Somalia mantuvo estrechas relaciones con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), pero cuando este apoyo a Etiopia, rival de Somalia en la guerra entre ambos (1964-1987) Somalia se alieno a occidente. Para aquel entonces, la situación económica del país era muy delicada. 1.2 Conflictos entre clanes y etnias Ante la crítica situación económica nació, aunque progresivamente una oposición que llegaría a armarse y a tomar los territorios de forma ilegítima. En mayo de 1991, el grupo opositor se dividió por distintos motivos, entre ellos las tradicionales enemistades entre clanes y etnias; El Movimiento Patriótico Somalí (MPS) en el sur, y el movimiento Nacional Somalí (MNS) en el norte. Por otro lado, el grupo Congreso Unido Somalí (CUS) tomo la capital del país provocando la salida del presidente Barre. Los clanes del norte declaran un gobierno, llamado Somalilandia, la cual no fue reconocida por el resto de los países. Desde entonces el país ha carecido de un gobierno central, siendo característico el dominio de algunos grupos en ciertos territorios. Las regiones de Bari, Nugaal y Mudug Norte conforman un estado vecino semiautónomo de Puntland, que ha sido autónomo desde 1998 pero no apunte hacia la independencia; también ha hecho progresos hacia la reconstrucción de un gobierno legítimo y representativo pero ha sufrido algunos disturbios. Puntland discute su frontera con Somalia como también afirma porciones de Sanaag y Sool oriental. A partir de esos acontecimientos, se desarrollaron combates entre clanes y la situación se agravo con la sequía que castigaba al país. Esa combinación resulto ser catastrófica para la población en general. Para 1992, más de la mitad de la población del país se encontraban amenazadas por hambruna, malnutrición grave y enfermedades relacionadas con ambas. 1.3 Misiones de Mantenimiento de Paz de Naciones Unidas En este contexto, en enero de 1992, el Consejo de Seguridad aprobó por unanimidad la resolución 733(1992) en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, imponiendo un embargo general y completo de armas a Somalia. El 24 de abril de 1992, el Consejo de Seguridad aprobó la resolución 751 (1992), estableciendo así la ONUSOM I. La Operación de las Naciones Unidas en Somalia (ONUSOM I) se estableció para facilitar ayuda humanitaria a las personas atrapadas por la guerra civil y el hambre. La misión se convirtió en un amplio intento de ayudar a detener el conflicto y reconstituir las instituciones básicas para un Estado viable. La ONUSOM II fue establecida por El Consejo de Seguridad en la resolución 814 (1993) el 26 de marzo de 1993. La ONUSOM II sustituyó a la UNITAF en mayo de 1993. Esta misión finaliza dos años

más tarde, el mayor logro político de las Naciones Unidas en Somalia fue el contribuir a la instauración de una cesación del fuego, primero en Mogadishu y más tarde a nivel nacional. Aunque su ambicioso plan de reconstruir las estructuras internas de un Estado que funcionara no fue posible debida la incapacidad de las facciones somalíes de llegar a un acuerdo. 1.4 La crisis continúa Tras un largo periodo de enfrentamientos a raíz de la Conferencia de Paz celebrada en Djibouti se formó en el año 2000 el Gobierno Nacional de Transición de Somalia. Una entidad, instalada en la capital Mogadiscio que, aunque contaba con el respaldo de Naciones Unidas, la Unión Europea y la Liga Árabe, fue rechazada por diversos "señores de la guerra" somalíes. En medio de permanentes enfrentamientos, finalmente, y fruto de los acuerdos alcanzados en la Conferencia de Nairobi celebrados en 2004 (Carta Federal Transitoria), el poder político somalí se estructuró en varias Instituciones Federales Transitorias: un Presidente, un Consejo de Ministros o Gobierno Federal Transitorio (GFT) integrado por el Presidente de la Republica, el Primer Ministro y otros ministros federales y un Parlamento Federal Transitorio, compuesto por 450 diputados federales que representan los principales clanes del país. En febrero de 2006, el parlamento se reunió por primera vez en suelo somalí, en la ciudad de Baidoa. Sin embargo, estos acuerdos tampoco lograron pacificar el país. En 2006 la conocida como "Segunda Batalla de Mogadiscio" inició otra oleada de brutal violencia. En junio la Unión de Tribunales Islámicos (UTI) tomó el control de Mogadiscio. Unos meses más tarde, el gobierno provisional recibió el apoyo militar efectivo de Etiopia, lo que llevó a la UTI, que mantenía el control del sur del territorio somalí, a declararle la guerra. Posteriormente, a lo largo de 2007, la mayor parte de los territorios controlados por la UTI pasaron progresivamente a manos del GFT, de forma que tan solo Somaliland y, en menor medida el Estado "autónomo" de Putland, quedaron aparte. Un pacto con el GFT, en octubre de 2008, para ampliar el Parlamento y constituir un gobierno de unidad llevó en enero de 2009 a la elección del tercer presidente de GFT, Sharif Sheid Ahmed. 1.5 Proceso de Transición La creación de la TFG se basó en la Carta Federal de Transición (TFC), un mandato de cinco años que llevó al establecimiento de una nueva Constitución de Somalia y una transición a un gobierno representativo, después de las elecciones nacionales. En junio del 2012, el Acuerdo de Kampala fue suscrito con la mediación de Uganda y de la ONU para resolver las tensiones entre el presidente del Gobierno Federal de Transición y el presidente del Parlamento. Se adoptó una hoja de ruta para poner fin al periodo de transición en agosto de 2012. La hoja de ruta, acordada en septiembre por el Gobierno Federal de Transición, las autoridades regionales de Puntlandia y Galmudug y la milicia Alhu Sunna Waal Jama, concedía prioridad al restablecimiento de la seguridad, la adopción de una Constitución, la celebración de elecciones, el trabajo político y la buena gobernanza. El proceso de transición terminó en septiembre de 2012, cuando se nombró a 275 miembros a un nuevo Parlamento reemplazando la TFP y las elecciones subsiguientes, por el Parlamento, y un nuevo Presidente. Los comicios ponen punto final a un complejo proceso de transición política, organizado en parte por Naciones Unidas y que se inició en el 2004. Aunque existieron varios Parlamentos y Gobiernos de transición, ésta es la primera vez desde los años sesenta, que tanto los diputados como el presidente, han sido elegidos por somalíes y en su propio territorio. 1.6 Establecimiento del Nuevo Parlamento Federal y Presidente Mohamed Osman Jawari La transición política de Somalia, que había durado ocho años, culminó positivamente con el establecimiento de un nuevo Parlamento Federal el 20 de agosto y la selección del Sr. Mohamed Osman Jawari como un nuevo Presidente del Parlamento. Al asumir el cargo, el Presidente Mohamud expuso las prioridades de la administración en su marco de políticas de seis pilares, que incluían la estabilización, la consolidación de la paz y la reconciliación, la recuperación económica, las relaciones internacionales de colaboración, la prestación de servicios al pueblo, y la unidad e integridad del país.

Mohamud, un académico y activista de la sociedad civil que fundó el pasado año el Partido de la Paz y el Desarrollo, fue elegido presidente del país, se impuso en la tercera y definitiva votación al anterior presidente somalí, Sharif Sheikh Ahmed, quien partía como gran favorito. El opositor obtuvo 190 votos, frente a los 79 que consiguió Ahmed, quien encabezaba el Gobierno Federal de Transición somalí desde 2009. Por su parte, el presidente saliente de Somalia ofreció su apoyo al nuevo jefe de Estado. "Lideré Somalia desde 2009 hasta ahora. Sé muy bien lo que conlleva ser un líder y me ha gustado dirigir Somalia, pero Mohamud ha ganado las elecciones, así que estoy satisfecho y le apoyaré en lo que haga falta", dijo el presidente durante la ceremonia de investidura. Mohamud también recibió el apoyo del presidente de Yibuti. "El pueblo de Yibuti y el de Somalia son hermanos, y trabajaremos junto al presidente somalí, como ya hemos hecho antes", subrayó Gelle. Con el nombramiento de Mohamud, se puso fin al Gobierno Federal de Transición de Somalia, iniciado en 2004 con apoyo de la ONU. Esta es la primera elección de un presidente que se celebra desde 1967 en Somalia, país que lleva sin gobierno efectivo tras el derrocamiento del dictador Mohamed Siad Barré en 1991. Los avances realizados en el marco del proceso de transición política desde la asunción del presidente son significativos, y el trabajo de todos los dirigentes de Somalia a hacer todo lo posible para llevar a su fin, en un entorno de seguridad, el periodo de transición y establecer la estabilidad y la democracia en Somalia. De conformidad con la resolución 2036 del Consejo de Seguridad, quienes obstaculicen esta normalización institucional o que amenacen la integridad territorial del país se expondrían a medidas severas de la comunidad internacional en su contra. 2- Situación actual en Somalia. La Seguridad es la prioridad para el nuevo gobierno Ocho meses después de su formación, el Gobierno Federal de Somalia sigue consolidando sus esfuerzos para promover una paz sostenible y establecer instituciones democráticas creíbles. El Gobierno también sigue comprometido a aplicar su política de seis pilares y a proseguir el establecimiento de administraciones regionales. El Gobierno Federal de Somalia ha intensificado sus esfuerzos para establecer instituciones estatales fiables y llegar más allá de Mogadiscio, con miras a hacer realidad su visión de una Somalia federada que funcione bien. A pesar de los encomiables esfuerzos desplegados por el Gobierno, sus fuerzas aliadas y la AMISOM, la presencia de Al-Shabaab sigue generando inseguridad para la población civil, las instituciones del Estado y los agentes internacionales. En las zonas donde ha surgido un vacío de seguridad, la insurgencia ha logrado recuperar algunos territorios y castiga severamente a quienes se niegan a apoyar su ideología violenta o a quienes considera que apoyan al Gobierno Federal y a sus aliados. 2.1 Situación de seguridad: La amenaza del grupo radical islámico “Al Shabab” La situación de la seguridad sigue siendo frágil. A pesar de que se registraron algunas mejoras en Mogadiscio, Al-Shabaab siguió lanzando ataques asimétricos contra objetivos fáciles, utilizando tácticas terroristas que a menudo provocaron víctimas civiles. El aumento del radicalismo islámico, comenzó como una lucha entre clanes y se ha convertido en los últimos años en una guerra entre los líderes de estos clanes, por un lado, y aquellos que demandan la aplicación de la sharia en el gobierno del país, por otro Estados Unidos, como uno de los principales instrumentos de ayuda en el país y de apoyo del GFT, es un actor clave en la gestión y posible resolución de la catástrofe humanitaria somalí. En 2008 incorporó a Al Shabab a la lista de organizaciones terroristas internacionales, de tal forma que cualquier tipo de ayuda recibida en territorios controlados por esa organización pasaba a convertirse en un delito. En 2009 Washington retiró 50 millones de dólares de ayuda alimentaria destinada al territorio sur de Somalia, principal feudo de Al Shabab. Por su parte, también Al Shabab es responsable directo de la catástrofe humanitaria que se vive actualmente. Además de los efectos negativos de su estrategia violenta, su actitud con los donantes internacionales que han tratado de disminuir la grave situación del país. Así, como respuesta al castigo impuesto por Washington, ya desde 2010 Al Shabab bloqueó la ayuda alimentaria que proporcionaba el Programa Mundial de Alimentos, aduciendo que ese tipo de ayudas generaba dependencias para la población.

Al Shabab, en febrero anunció su unión formal con la red terrorista Al Qaeda, combate desde 2006 (aunque no en su actual formato) al Gobierno somalí y las tropas aliadas con el fin de instaurar un Estado musulmán de corte wahabí en la zona. 2.2 La Piratería en las costas de Somalia Se trata de una actividad delictiva que prende en escenarios donde los países litorales no son capaces de controlar su existencia (mares fallidos) y donde su represión queda en manos de la comunidad internacional que tiene medios limitados para combatirla y erradicarla. Los ataques a buques están motivados fundamentalmente por el beneficio económico de los secuestros y los piratas han encontrado en la zona del Golfo de Adén y el Cuerno de África un escenario geográfico privilegiado por la falta de marinas regionales capaces y la posibilidad de actuar como es el caso de Somalia Los grupos piratas han ido aumentando sus ingresos con el secuestro de buques y tripulaciones, cuentan con el apoyo de algunos clanes locales y de una red trasnacional de intermediarios que negocia el cobro de los rescates millonarios. El dinero de los rescates se reparte entre los piratas, las redes de apoyo entre las que pueden encontrarse otras organizaciones como al-Shabab, y las poblaciones donde se refugian los piratas con lo que se aseguran su apoyo y cobertura La piratería constituye una amenaza para la paz y seguridad El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas consideró que la piratería en esta zona constituía un peligro para la paz y la seguridad internacional y en su Resolución 1814 de 15 de mayo de 2008 solicitó a los Estados miembros que tomaran medidas para proteger la navegación, el transporte y el flujo de asistencia humanitaria a Somalia. La resolución 1816 posterior autorizó a usar la fuerza bajo el Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas y la resolución 1846 permite desplegar fuerzas, tomar y disponer de los medios empleados y penetrar en aguas territoriales para reprimir los actos de piratería de acuerdo con la Convención de Naciones Unidas sobre la ley del Mar (UNCLOS) que establece para sus Estados miembros el deber de reprimir la piratería en alta mar o en cualquier lugar que no se halle bajo la jurisdicción de un Estado. El Gobierno de Somalia carece de medios para luchar contra la piratería y sólo se lucha contra ella desde los gobiernos regionales de Somalilandia y especialmente en Puntlandia, cuyas autoridades han asumido la lucha contra la piratería como un instrumento de acreditación internacional y han combatido a los grupos piratas de Garacad y Jariiban situados en la costa este. Con respecto a las conexiones entre la piratería y el grupo islamista radical al-Shabab que combate al Gobierno en Somalia, si bien no se puede afirmar que haya colaboración directa, si es cierto, que hay una tolerancia teniendo en cuenta el beneficio económico que obtienen, se estima que un 20% del dinero obtenido por el pago de rescates termina en las manos de al-Shabab. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en sus resoluciones 2077 (2012), 2036 (2012) y 2060 (2012) siguió reforzando las medidas contra la piratería. Exhortó a los Estados a participar en la lucha contra ella y a investigar y enjuiciar a los presuntos piratas y reforzar la capacidad de las autoridades de Somalia para ponerlos a disposición de la justicia. 2.3 Atentados terroristas perpetuados por Al Shabaad en los últimos meses La situación de la seguridad sigue siendo imprevisible en Mogadiscio. Aunque la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM) y las Fuerzas de Seguridad Nacionales de Somalia conservaron el control de la ciudad, se produjeron frecuentes ataques de Al Shabaab, que incluyeron asesinatos selectivos con granadas de mano, y se registró un aumento en los distritos periféricos. Pese a los avances en el terreno político logrados el año 2012, el nuevo Ejecutivo todavía no cuenta con un control absoluto del territorio, con amplias zonas del centro y el sur de Somalia están bajo dominio de Al Shabab. Lamentablemente, en los últimos meses se han perpetuado varios ataques terroristas, causando muertos, heridos y conmoción en la población somalí. La comunidad internacional condena estos ataques, y continúan apoyando al nuevo gobierno en el largo proceso de estabilización política incluyendo la reforma en el ámbito de seguridad, una de las prioridades actuales del gobierno.

* El primer ataque contra el Nuevo presidente, ocurrió el 12 de Septiembre del 2012, dos explosiones sacudieron el área cercana al hotel Jazeera donde se hospeda el presidente electo de Somalia, Hassan Sheikh Mohamoud, y causaron la muerte a tres personas. Al momento de la explosión, el presidente electo somalí se encontraba reunido con el ministro de Relaciones Exteriores de Kenia, Sam Ongeri, pero ambos resultaron ilesos, informó a Xinhua el oficial de la policía Mohamed Mumin. * A principio del mes de Marzo, un coche bomba causo al menos diez muertos en Somalia. La milicia islámica Al Shabaab, que el año pasado anunció su adhesión formal a la red Al Qaeda, se atribuyó el atentado. Las víctimas son pasajeros de un minibús y comerciantes de la concurrida zona. El conductor suicida trataba de asesinar al jefe de los servicios de inteligencia de Mogadiscio, quien sufrió heridas leves. * El atentado suicida con coche bomba perpetrado el 5 de Mayo en un concurrido punto de Mogadishu, murieron al menos ocho personas y varias resultaron heridas, estaba aparentemente dirigido a un convoy que transportaba a una delegación internacional. Mahiga en su momento representante de las Naciones Unidas en Somalia, considera que esos actos de violencia, cobardes y sin sentido, no socavaran los notables progresos que ha hecho Somalia en los últimos meses. Indico que los ataques contra civiles no tienen justificación y llamo a todas las partes a renunciar a la violencia y a contribuir positivamente a la paz y la estabilidad del país. El Consejo de Seguridad, en su resolución 2102 (2013) condeno dicho ataque terrorista, que han socavado la paz y la seguridad en Somalia, y reiterando su disposición a adoptar medidas contra aquellos cuyo comportamiento amenace la paz, la estabilidad o la seguridad de Somalia, * El 14 de abril, más de 30 personas murieron en un ataque complejo perpetrado por Al-Shabaab contra un tribunal regional, en el que participaron hombres armados y se utilizaron bombas. Hasta la fecha, ese ataque ha sido el más mortífero registrado en Mogadiscio en 2013. * El acontecimiento más significativo desde el punto de vista de la seguridad ocurrido fuera de Mogadiscio tuvo lugar en Xuddur (Bakool), tras la retirada de las fuerzas etíopes y somalíes el 17 de marzo. A raíz de la retirada de esas fuerzas, la ciudad fue retomada rápidamente por Al-Shabaab. * En el sur de Somalia, los principales logros territoriales fueron la captura de Marka (Shabelle Hoose) y Kismaayo (Juba Hoose) por la AMISOM y las Fuerzas de Seguridad Nacionales de Somalia. Ello intensificó la presión sobre Al Shabaab y redujo sus fuentes de ingresos. No obstante, la retirada de Al Shabaab de Kismaayo dejó un vacío político en la ciudad, lo cual condujo a que se reavivara la compleja dinámica de clanes. * En “Puntlandia”, la ola de ataques llevados a cabo por Al-Shabaab a finales de 2012 continuó en 2013. Los insurgentes lanzaron ataques periódicos, incluido el primer atentado suicida con bomba, perpetrado en el norte de Gaalkacyo el 11 de febrero. Las repetidas amenazas contra “Puntlandia”, el descubrimiento de explosivos, y los informes sobre la circulación de insurgentes fueron elementos que indicaron el aumento de la capacidad de Al-Shabaab y sus intenciones en la región, así como su perturbadora presencia en la vecina “Galmudug”. * A comienzos de 2013, en “Somalilandia” se llevaron a cabo numerosas actividades contra Al-Shabaab, en el contexto de las advertencias formuladas por el Reino Unido y los Estados Unidos sobre la existencia de una amenaza terrorista para los occidentales. No obstante, no se produjo ningún ataque. En lugar de ello, la controversia por Sool, Sanaag y Cayn siguió siendo el principal factor de desestabilización de “Somalilandia” y provocó enfrentamientos armados periódicos entre “Somalilandia” y “Khatumo”, una zona objeto de controversia en la región fronteriza. La Reforma del sector de la seguridad, es una prioridad para el nuevo gobierno El Presidente Mohamud ha determinado que la reforma del sector de la seguridad es la primera prioridad. En la segunda Conferencia de Londres sobre Somalia, celebrada el 7 de mayo, el Gobierno Federal presentó su proyecto de plan marco de seguridad nacional, y pidió que se prestara apoyo urgentemente al Ejército Nacional de Somalia y a los planes de acción estratégicos para el sector policial y judicial. Con el apoyo financiero del Fondo para la Consolidación de la Paz, el PNUD, la UNPOS y la Oficina de las Naciones Unidas de Apoyo a la AMISOM (UNSOA) realizaron estudios en

cuatro zonas recuperadas. El proyecto tiene por objeto ayudar al Gobierno Federal a evaluar el entorno de seguridad, y apoyará la formulación de programas para ese sector. 2.4 Conferencia en Londres sobre Somalia “Somos como los árboles que plantamos en Villa Somalia para combatir la deforestación en nuestro país, desecado tras 20 años de conflicto. Necesitamos ayuda y colaboración para crecer y hacernos más fuertes" dijo el presidente Hassan Sheikh Mohamud, en su discurso de apertura de la Conferencia Internacional para Somalia, que se llevó a cabo hoy en Londres. En la Conferencia sobre Somalia que reunió a varios jefes de estados el 7 de Mayo ultimo, el presidente somalí pidió a la comunidad internacional que se encontraba reunida en la capital británica acordar "inversiones y apoyo" para su gobierno. Del desafío de la paz en Somalia depende el futuro del país, la seguridad de la región y del mundo, y el desarrollo de toda el África Oriental. Entre las más de 50 delegaciones presentes en el encuentro, co-presidido por el primer ministro británico David Cameron, se encuentran numerosos Jefes de Estado y de Gobierno de África, representantes de la Liga Árabe, la Unión Africana, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Los progresos realizados en los últimos 12 meses en Somalia, tras 20 años de guerra y de violencia, han superado todas las expectativas, dijo Cameron, sin embargo, Cameron recordó que a pesar de los innegables progresos, todavía hay mucho por hacer para garantizar la seguridad y la paz en el país, en referencia a los ataques terroristas esporádicos que siguen poniendo en peligro a la ciudad de Mogadiscio. Somalia recibirá ayuda de la comunidad internacional, unos 300 millones de dólares que serán destinados para el sector de seguridad y será financiada por la ONU. El Reino Unido se ha comprometido a entregar aproximadamente 300 millones dólares, que apoyarán, entre otras cosas, una duplicación de la fuerza policial en Somalia. Estados Unidos prometió 40 millones de dólares además de los de los 1500 millones de dólares que ha dado desde 2009. Los Emiratos Árabes Unidos también ofrecieron 50 millones de dólares para apoyar la reconstrucción de las instituciones del Estado, según informó la Agencia de Noticias de Bahréin. Kuwait prometió seguir apoyando a Somalia, y agregó que se verá en la reapertura de su embajada en Mogadiscio, informó la Agencia de Noticias de Kuwait. Con respecto a dicha Conferencia, el vicepresidente de las Naciones Unidas, Jan Eliasson manifesto que los principales retos del presidente Hassan Sheikh Mohamud son hacer valer su autoridad en todo

el país y desarrollar relaciones con los países vecinos. Eliasson sostuvo que el respaldo de la

comunidad internacional es vital para que Somalia llegue a ser un Estado federal funcional y que establezca una relación positiva con Kenya y Etiopia. La ausencia de representantes de las regiones de Somalilandia y Puntland, es un dato preocupante, en ese sentido, Eliasson confía en todas las facciones y clanes de Somalia vean los beneficios que les acarreara la reforma propuesta por el presidente y recordó que el mandatario fue electo por todos los clanes del país. 3- Situación Humanitaria “En lo más agudo de la crisis alimentaria el hambre causó 30.000 muertos al mes” En el mes de mayo, un nuevo estudio de Naciones Unidas revelo que 258.000 personas, 133.000 de ellas niños menores de cinco años, habrían muerto a causa de la hambruna que asolo a Somalia entre octubre de 2010 y abril de 2012. Los datos arrojados por la investigación, comisionada por la FAO y la Unidad de Análisis de Nutrición

para Somalia, superaron la cifra de víctimas somalíes del hambre en 1992, estimada en 220.000.

Según el estudio, el peor momento de la hambruna ocurrió de mayo a agosto de 2011, cuando fallecieron unas 30.000 personas por mes.

Tras la divulgación del informe, la FAO señalo que las lecciones que dejo esa tragedia deberán ayudar a que la comunidad internacional y la población del Cuerno de África construyan un futuro más sólido y resistente. Por su parte, el coordinador humanitario de la ONU en Somalia, Philippe Lazzarini,

califico como realmente perturbadoras las cifras divulgadas en el documento. El estudio confirma que debimos haber hecho más antes de que declarara la hambruna el 20 de julio de 2011, lamento Lazzarini en un comunicado.

Agrego que las advertencias sobre la crisis que se aproximaba empezaron desde que se registró la sequía de 2010, que no logro una reacción suficiente para aliviar la situación humanitaria. Lazzarini indico que en las áreas más afectadas fue muy difícil llegar hasta la gente necesitada, aunque una vez declarada la hambruna, hubo una movilización masiva de la comunidad humanitaria que ayudo a

mitigar la situación. El coordinador humanitario recordó que aunque la hambruna se haya superado,

aún hay 2,7 millones de personas que precisan asistencia básica y medios de subsistencia en Somalia, y afirmo que la ONU redobla esfuerzos para romper el ciclo de crisis en las comunidades más pobres y vulnerables. Con respecto a la grave terrible situación de hambruna, en Julio la ONU declaró que más de 750.000 personas corrían peligro de morir de hambre, sobre todo en el sur y el centro de Somalia. En noviembre, la ONU afirmó que tres de las seis zonas de estas regiones no estaban ya en situación de hambruna; sin embargo, 250.000 personas seguían corriendo el riesgo de morir de inanición, y 4 millones necesitaban ayuda. La ONG Oxam advierte, que el informe de la ONU debe servir de alerta para futuras situaciones similares. La organización británica considera que la hambruna es consecuencia de un “triple fracaso” en: 1) La producción de alimentos; 2) En la capacidad de la población para tener acceso a los alimentos y, por último y más importante; 3) En la respuesta política de los gobiernos y los donantes internacionales”. 3.1 La frágil situación de seguridad intensifico las limitaciones de la ayuda humanitaria durante el año 2012 Durante el año 2012, continuó el conflicto armado entre las fuerzas progubernamentales y el grupo islamista armado Al Shabaab en el sur y el centro de Somalia. Miles de civiles murieron o resultaron heridos como consecuencia de este conflicto y de la violencia generalizada, y cientos de miles se vieron desplazados. En julio y agosto, la ONU declaró la situación de hambruna en seis zonas del sur de Somalia. El acceso de los organismos de ayuda humanitaria a la población civil seguía sufriendo limitaciones debido a los combates, la inseguridad y las restricciones impuestas por las partes en conflicto. Persistía el riesgo de abusos contra personal de ayuda humanitaria, periodistas y activistas de derechos humanos. El Gobierno Federal de Transición y las milicias aliadas con él ampliaron su control sobre la capital, Mogadiscio, y algunas zonas del sur de Somalia. En octubre, las fuerzas armadas de Kenia intervinieron en Somalia contra Al Shabaab. Los grupos armados intensificaron los reclutamientos forzosos, incluso de niños y niñas, y siguieron perpetrando secuestros, tortura y homicidios ilegítimos contra la población de las zonas que estaban bajo su control. Continuaba la impunidad por graves abusos contra los derechos humanos, incluidos crímenes de guerra. En la región semiautónoma de Puntlandia, la seguridad se deterioró, y hubo ataques contra funcionarios, jueces y periodistas, así como enfrentamientos locales en Galkayo. En Somalilandia, la hostilidad contra las personas refugiadas y migrantes iba en aumento. 3.2 La situación humanitaria actual según el último Informe del Secretario General del mes de Mayo, S/2013/326 Las necesidades humanitarias siguen hoy siendo enormes, ya que, según la Dependencia de Seguridad Alimentaria y Análisis Nutricional y la Red de Sistemas de Alerta Temprana en Caso de Hambruna, gestionada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), 2,7 millones de somalíes dependen de la prestación de asistencia. Según el último Informe del Secretario General, la incertidumbre política y la inestabilidad conexa en las regiones de Juba impidieron que los trabajadores humanitarios ampliaran la prestación de asistencia en las afueras de Kismaayo.

Los civiles siguen siendo los más afectados por los enfrentamientos constantes en el país. Si bien el número de víctimas civiles atendidas en los hospitales de remisión de Mogadiscio se redujo en un 33% en comparación con el mismo período de 2012, en los últimos meses en esos hospitales se atendieron alrededor de 1.500 casos de heridas provocadas por armas. En el primer trimestre de 2013, más de 14.000 personas fueron desplazadas, incluidos 2.500 civiles que huyeron hacia la frontera entre Somalia y Etiopía a raíz de la retirada de Xuddur. Los organismos humanitarios prestaron asistencia a las familias desplazadas y vulnerables y siguieron vigilando su situación en las comunidades de acogida. Según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en el primer trimestre de 2013 unos 10.000 somalíes han cruzado la frontera hacia Etiopía. Durante este período, los refugiados han seguido regresando a Somalia. El ACNUR estima que, desde el comienzo de 2013, 16.000 personas han regresado voluntariamente de los países vecinos (la Arabia Saudita, Etiopía, Kenya y el Yemen), así como de la diáspora. 3.3 El Informe de la situación de los Derechos Humanos de Amnesty International 2012 Los datos suministrados por el Informe de esta organización sobre la situación humanitaria y de los derechos humanos en el país es realmente alarmante. La comunidad internacional debe actuar en forma conjunta y coordinada para poner fin a la terrible situación de seguridad que vive la población somalí en algunas zonas del país. Donde actualmente continúan los ataques perpetuados por el grupo radical islámico Al Shabad. El Informe arroja datos sobre los Ataques indiscriminados, personas desplazadas y refugiadas, restricciones a la ayuda humanitaria, el reclutamiento de niños y niñas soldados, la pena de muerte, la libertad de expresión y la crítica situación en Somalilandia. Datos aportados por el Informe: Unos 4 millones de personas necesitaban ayuda humanitaria al término de 2011 debido al conflicto

armado y la sequía. La asistencia internacional aumentó tras declararse la situación de hambruna en julio. Los combates, la inseguridad, las restricciones al acceso y la intimidación del personal de ayuda humanitaria seguían obstaculizando las operaciones humanitarias. Hubo secuestros de cooperantes, y al menos seis perdieron la vida. Continuaba la preocupación por la desviación de la ayuda humanitaria. Los combates, la inseguridad y la malnutrición aguda provocaron el desplazamiento de cientos de

miles de personas. Al terminar el año había cerca de 1,36 millones de somalíes internamente desplazados, la mayoría en el sur y el centro de Somalia, según el ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados. En mayo, 1.590 personas recibieron tratamiento por lesiones relacionadas con armas de fuego en

tres hospitales de Mogadiscio, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). De ellas, 735 eran niños y niñas menores de cinco años que habían sufrido quemaduras, heridas en el pecho y hemorragias internas causadas por ondas expansivas, metralla o balas. Los incidentes coincidieron con los intensos combates que se libraron, incluso con armas pesadas, entre la AMISOM y el Gobierno Federal de Transición y Al Shabaab en torno al mercado de Bakara, a pesar de la alta concentración de civiles en esa zona. Continuaban la tortura y los homicidios ilegítimos cometidos por facciones de Al Shabaab contra

personas a las que acusaban de espiar o de no ajustarse a su interpretación de la ley islámica. Estos grupos mataban a la gente en público, incluso mediante lapidación, y llevaban a cabo amputaciones y flagelaciones. También imponían códigos de vestimenta restrictivos a mujeres y hombres. Las partes en el conflicto seguían intimidando a periodistas y organizaciones de la sociedad civil

somalíes. Al menos tres trabajadores de medios de comunicación perdieron la vida. En Puntlandia, las autoridades detuvieron arbitrariamente a periodistas y restringieron la libertad de los medios.

En Somalilandia miles de personas se vieron desplazadas, según los informes, por los enfrentamientos entre las fuerzas de seguridad de Somalilandia y un grupo armado en las regiones en disputa de Sool y Sanag. En junio, una pacifista resultó herida por disparos en la región de Sool. Al Shabaab seguía reclutando por la fuerza a niños, algunos de tan sólo ocho años, antes de las

operaciones militares y en el curso de ellas. También reclutaba a niñas para que cocinaran y limpiaran o para obligarlas a casarse con integrantes de sus fuerzas. 4 - Resoluciones del Consejo de Seguridad relativas a la situación en Somalia * Resolución 2093 (2013): Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6929ª sesión, celebrada el 6 de marzo de 2013. * Resolución 2102 (2013) Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6959ª sesión, celebrada el 2 de mayo de 2013. * Resolución 2077 (2012): Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6867a sesión, celebrada el 21 de noviembre de 2012. * Resolución 2060 (2012) Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6814a sesión, celebrada el 25 de julio de 2012. * Resolución 2036 (2012): Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6718ª sesión, celebrada el 22 de febrero de 2012. * Resolución 2067 (2012): Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6837a sesión, celebrada el 18 de septiembre de 2012. * Resolución 2072 (2012): Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6853a sesión, celebrada el 31 de octubre de 2012. Actividades de las Naciones Unidas en apoyo a la consolidación de la paz: Establecimiento de la nueva Misión de las Naciones Unidas La UNPOS siguió apoyando a Somalia en sus esfuerzos para lograr una paz y estabilidad duraderas en el país y movilizar recursos de la comunidad internacional para el socorro y la recuperación económica inmediatos y el desarrollo a largo plazo. El Representante Especial, Sr. Augustine Mahiga, continuó sus contactos con las autoridades somalíes, prestando atención especial a las esferas prioritarias, entre ellas, el apoyo al proceso de reconstrucción nacional, el establecimiento de estructuras de gobernanza local y la estabilización de las zonas recuperadas recientemente, el fomento de la divulgación política y la reconciliación nacional, y la promoción del proceso de federalismo y examen constitucional, y de los preparativos para las elecciones. Reconociendo que la UNPOS había cumplido su mandato, el Departamento de Asuntos Políticos, en consulta con el Departamento de Apoyo a las Actividades sobre el Terreno, inició de inmediato el proceso para reducir y cerrar la misión a más tardar el 3 de junio. La creación de la UNSOM a partir de la resolución del Consejo de Seguridad 2102 (2013) representa un nuevo comienzo en la participación de las Naciones Unidas en Somalia. La nueva Misión se basará en una nueva visión que tenga en cuenta las necesidades y las oportunidades existentes en Somalia en la actualidad, y que subraye las posibilidades de nuevas alianzas y las necesidades de nuevos recursos 4.1 Resolución 2093 (2013): Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6929ª sesión, celebrada el 6 de marzo de 2013 Los puntos importantes de esta resolución son los siguientes: El Consejo de Seguridad: Acogiendo con beneplácito que el Gobierno Federal de Somalia haya elaborado una nueva estrategia nacional de seguridad, exhortando al Gobierno Federal de Somalia a que acelere su aplicación, dadas las amenazas que siguen representando Al-Shabaab y otros agentes desestabilizadores; Acogiendo con beneplácito el compromiso del Gobierno Federal de Somalia con la paz, la estabilidad y la reconciliación en todo el país, incluso a nivel regional.

Habiendo determinado que la situación imperante en Somalia sigue constituyendo una amenaza para la paz y la seguridad internacionales. Actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas: 1. Decide autorizar a los Estados miembros de la Unión Africana a mantener hasta el 28 de febrero de 2014 el despliegue de la AMISOM, 2. Reitera la solicitud que formuló en el párrafo 9 de la resolución 2036 (2012) de que se estableciera sin más demora una fuerza de guardia con un tamaño adecuado, dentro de las dotaciones de efectivos previstas en el mandato de la AMISOM, a fin de prestar servicios de seguridad, escolta y protección al personal de la comunidad internacional, incluidas las Naciones Unidas. El Consejo conviene con el Secretario General en que la Oficina Política de las Naciones Unidas para Somalia (UNPOS) ha cumplido su mandato y debería disolverse, y conviene también en que la UNPOS debería ser reemplazada cuanto antes por una nueva misión política especial ampliada; Conviene con el Secretario General en que las condiciones imperantes en Somalia todavía no son propicias para el despliegue de una operación de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz, le solicita que mantenga en examen esta cuestión por medios como el establecimiento de parámetros para determinar cuándo podría resultar apropiado desplegar una operación de esa índole; Con respecto al establecimiento de la Nueva Mision en Somalia, el vicesecretario general de la ONU, Jan Eliasson sostuvo ante el Consejo de que la (UNSOM) apoyara el dialogo político y asesorara al gobierno en temas de consolidación de la paz y establecimiento del Estado, así como en la coordinación de la asistencia internacional. También respaldara a las autoridades somalíes en la protección de los derechos humanos. UNSOM será una Misión integrada que tendrá la puerta abierta para los asuntos que Somalia precise consultarle.El subtitular de la ONU subrayo que para cumplir

con ese papel será necesario que la Misión, al igual que el país, cuente con recursos suficientes, por lo que insto a la comunidad internacional a mantener su respaldo financiero a esa nación. 4.2 Resolución 2102 (2013) Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6959ª sesión, celebrada el 2 de mayo de 2013 Decide establecer la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Somalia (UNSOM) a partir del 3 de junio de 2013, bajo la dirección de un Representante Especial del Secretario General, por un período inicial de doce meses con la intención de prorrogarlo por nuevos períodos según proceda, y de conformidad con la recomendación del Secretario General; 2. Decide que el mandato de la UNSOM sea el siguiente: a) Ejercer las funciones de “buenos oficios” de las Naciones Unidas, en apoyo del proceso de paz y reconciliación del Gobierno Federal de Somalia; b) Apoyar al Gobierno Federal de Somalia, y a la AMISOM según corresponda, proporcionando asesoramiento normativo estratégico sobre la consolidación de la paz y la construcción del Estado, incluidos los aspectos siguientes: i- La gobernanza; ii- la reforma del sector de seguridad, el estado de derecho (con inclusión de la policía, la justicia y las instituciones penitenciarias en el marco del Centro Mundial de Coordinación de las Naciones Unidas), la separación de los combatientes, el desarme, la desmovilización y la reintegración, la seguridad marítima y las actividades relativas a las minas;iii) El desarrollo de un sistema federal; el proceso de examen constitucional y el posterior referéndum sobre la constitución; y los preparativos para las elecciones de 2016; c) Prestar asistencia al Gobierno Federal de Somalia en la coordinación del apoyo de los donantes internacionales, en particular respecto a la asistencia para el sector de la seguridad y la seguridad marítima, colaborando con los asociados bilaterales y multilaterales, y respetando plenamente la soberanía de Somalia; d) Ayudar a desarrollar la capacidad del Gobierno Federal de Somalia para; i) Promover el respeto de los derechos humanos y el empoderamiento de las mujeres, incluso proporcionando asesores en cuestiones de género y asesores en derechos humanos; ii) Promover la protección de los niños y aplicar los planes de acción pertinentes del Gobierno de Somalia sobre los niños y los conflictos

armados, incluso proporcionando asesores de protección de menores; iii) Prevenir la violencia sexual relacionada con los conflictos y la violencia de género, incluso proporcionando asesores de protección de las mujeres; iv) Fortalecer las instituciones de justicia de Somalia y contribuir a asegurar la rendición de cuentas, en particular con respecto a los delitos contra mujeres y niños; e) Vigilar, ayudar a investigar y comunicar al Consejo, y ayudar a prevenir: i) Todo abuso o violación de los derechos humanos o violación del derecho internacional humanitario cometido en Somalia, incluso mediante el despliegue de observadores de derechos humanos; ii) Toda violación o abuso cometido contra niños en Somalia; iii) Toda violación o abuso cometido contra mujeres, incluidas todas las formas de violencia sexual y de género en el conflicto armado; 4.3 Resolución 2077 (2012): Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6867a sesión, celebrada el 21 de noviembre de 2012 Los puntos importantes de dicha resolución: El Consejo de Seguridad determino en dicha resolución que los incidentes de piratería y robo a mano armada en el mar frente a las costas de Somalia agravan la situación imperante en Somalia, sigue constituyendo una amenaza para la paz y la seguridad internacionales en la región; El Consejo de Seguridad sumamente preocupado por la amenaza que siguen representando los actos de piratería y robo a mano armada en el mar cometidos contra buques para el suministro rápido, seguro y efectivo de ayuda humanitaria a Somalia y la región, para la seguridad de los navegantes y otras personas, para la navegación internacional y la seguridad de las rutas marítimas comerciales, y para otros buques vulnerables, incluidas las actividades pesqueras realizadas de conformidad con el derecho internacional; La amenaza de la piratería se ha extendido al océano Índico occidental y las zonas marítimas adyacentes, y por el aumento de la capacidad de los piratas; Actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas: 1. Reitera que condena y deplora todos los actos de piratería y robo a mano armada cometidos contra buques en las aguas situadas frente a las costas de Somalia; 2. Reconoce que la continua inestabilidad de Somalia es una de las causas subyacentes del problema de la piratería y agrava el problema de la piratería y el robo a mano armada frente a sus costas; 3. Destaca la necesidad de una respuesta amplia de la comunidad internacional para reprimir la piratería y abordar sus causas subyacentes; 4. Subraya la responsabilidad primordial de las autoridades somalíes en la lucha contra la piratería y el robo a mano armada en el mar frente a las costas de Somalia, y solicita a las autoridades somalíes que, con la asistencia del Secretario General y las entidades pertinentes de las Naciones Unidas, aprueben un conjunto completo de leyes contra la piratería sin más demora, y declaren una zona económica exclusiva de conformidad con la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar. 4.4 Resolución 2060 (2012) Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6814a sesión, celebrada el 25 de julio de 2012 Algunos puntos importantes de dicha resolución: Reafirmando su respeto por la soberanía, la integridad territorial, la independencia política y la unidad de Somalia, de Djibouti y de Eritrea, Instando a las instituciones federales de transición (IFT) somalíes y a todos los signatarios de la Hoja de Ruta a que redoblen sus esfuerzos por aplicar plenamente la Hoja de Ruta con el apoyo de la Oficina Política de las Naciones Unidas para Somalia (UNPOS) y la comunidad internacional, y reiterando que la transición no se prolongará más allá del 20 de agosto de 2012, de conformidad con la Carta Federal de Transición, el Acuerdo de Djibouti, el Acuerdo de Kampala y las reuniones consultivas posteriores; Expresando preocupación por el constante incumplimiento de los plazos de la transición política, y haciendo notar la importancia fundamental del proceso de transición, reafirmando la importancia de evitar nuevos obstáculos que entorpezcan el proceso de transición,

Condenando las corrientes de armas y municiones que entran en Somalia y Eritrea y atraviesan esos países, violando el embargo de armas relativo a Somalia y el embargo de armas relativo a Eritrea establecido en virtud de la resolución 1907 (2009) por considerarlos una grave amenaza para la paz y la estabilidad de la región; Habiendo determinado que la situación imperante en Somalia, la influencia de Eritrea en Somalia y la controversia entre Djibouti y Eritrea siguen constituyendo una amenaza para la paz y la seguridad internacionales en la región; Actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas; Recuerda la resolución 1844 (2008), que impuso sanciones selectivas, y la resolución 2002 (2011), que amplió los criterios de inclusión en la lista, y hace notar que uno de los criterios de inclusión en la lista previstos en la resolución 1844 es participar en actos que amenacen la paz, la seguridad o la estabilidad de Somalia o les presten apoyo, en particular actos que supongan una amenaza para el Acuerdo de Djibouti de 18 de agosto de 2008 o para el proceso político, o que supongan una amenaza mediante la fuerza para las IFT y sus sucesoras después de la transición o para la Misión de la Unión Africana en Somalia (AMISOM); Recuerda que participar en actos que amenacen la paz, la seguridad o la estabilidad de Somalia o prestarles apoyo puede incluir, pero no exclusivamente, las actividades siguientes: a) Participar en la exportación o importación directa o indirecta de carbón vegetal de Somalia, conforme a lo dispuesto en los párrafos 22 y 23 de la resolución 2036 (2012); b) Participar en cualquier tipo de comercio no local que transite por los puertos controlados por Al-Shabaab, lo cual constituye apoyo financiero a una entidad designada; c) Apropiarse indebidamente de recursos financieros, menoscabando la capacidad de las instituciones federales de transición y sus sucesoras después de la transición para cumplir sus obligaciones en cuanto a la prestación de servicios en el marco del Acuerdo de Djibouti. Decide prorrogar hasta el 25 de agosto de 2013 el mandato del Grupo de Supervisión mencionado en el párrafo 3 de la resolución 1558 (2004), que fue prorrogado por resoluciones posteriores, incluidas las resoluciones 2002 (2011), 2023 (2011) y 2036 (2012), expresa su intención de examinar el mandato y adoptar las medidas que corresponda sobre su ulterior prórroga a más tardar el 25 de julio de 2013 y solicita al Secretario General que tome lo antes posible las medidas administrativas necesarias para restablecer el Grupo de Supervisión por un período de 13 meses a partir de la fecha de la presente resolución, aprovechando, según corresponda, la pericia de los miembros del Grupo de Supervisión establecido en virtud de resoluciones anteriores, incluida la resolución 2002 (2011), y en consonancia con las resoluciones 1907 (2009), 2023 (2011) y 2036 (2012). 4.5 Resolución 2036 (2012): Aprobada por el Consejo de Seguridad en su 6718ª sesión, celebrada el 22 de febrero de 2012 Reiterando su pleno apoyo al proceso de paz de Djibouti y la Carta Federal de Transición, que constituyen el marco para lograr una solución política duradera en Somalia, reiterando su apoyo al Acuerdo de Kampala y la Hoja de ruta para finalizar la transición (la “Hoja de ruta”), y destacando la necesidad de que haya reconciliación y diálogo, así como unas instituciones somalíes de base amplia, inclusivas y representativa; Haciendo notar que el período de transición de Somalia finalizará el 20 de agosto de 2012, poniendo de relieve que cualquier prórroga del período de transición sería insostenible y exhortando a las partes somalíes a que acuerden arreglos inclusivos y representativos para después de la transición, de conformidad con el Acuerdo de Djibouti; Reconociendo que la paz y la estabilidad de Somalia dependen de la reconciliación y de que exista una gobernanza efectiva en todo el país, e instando a todas las partes somalíes a que renuncien a la violencia y trabajen juntas para forjar la paz y la estabilidad; Haciendo notar el anuncio de que Al-Shabaab se ha incorporado a Al-Qaeda, destacando que el terrorismo y el extremismo violento no deberían tener cabida en Somalia, y reiterando su exhortación a todos los grupos de la oposición para que depongan las armas;

Expresando preocupación por el hecho de que las exportaciones de carbón vegetal de Somalia constituyen una fuente importante de ingresos para Al-Shabaab y también exacerban la crisis humanitaria; Recordando sus resoluciones 1950 (2010), 1976 (2011) y 2020 (2011), expresando su grave preocupación por la amenaza que representan la piratería y el robo a mano armada frente a las costas de Somalia, reconociendo que la actual inestabilidad en el país agrava el problema de la piratería y el robo a mano armada frente a sus costas, destacando la necesidad de una respuesta amplia de la comunidad internacional y las instituciones federales de transición para combatir la piratería y la toma de rehenes, así como sus causas subyacentes, y acogiendo con beneplácito los esfuerzos realizados por el Grupo de Contacto sobre la Piratería frente a las Costas de Somalia, los Estados y las organizaciones internacionales y Regionales; Habiendo determinado que la situación imperante en Somalia sigue constituyendo una amenaza para la paz y la seguridad internacionales en la región: Actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, Decide que, el mandato de la AMISOM incluirá establecer una presencia en los cuatro sectores mencionados en el concepto estratégico de la AMISOM de 5 de enero, y que se autorizará a la AMISOM a tomar todas las medidas necesarias, según proceda en esos sectores y en coordinación con las fuerzas de seguridad somalíes, para reducir la amenaza que representan Al- Shabaab y otros grupos armados de la oposición a fin de establecer las condiciones necesarias para una gobernanza efectiva y legítima en toda Somalia, y decide también que la AMISOM actuará de conformidad con las disposiciones aplicables del derecho internacional humanitario y las normas de derechos humanos, en cumplimiento de su mandato y respetando plenamente la soberanía, la integridad territorial, la independencia política y la unidad de Somalia; Destaca la importancia de establecer zonas protegidas por la AMISOM y las fuerzas de seguridad somalíes, exhorta a todas las partes interesadas somalíes a que, con el apoyo de las Naciones Unidas, la Unión Africana y la comunidad internacional, promuevan la reconciliación, el orden público y la prestación de servicios básicos, y fortalezcan la gobernanza a nivel de distrito, región, estado y a nivel federal, inclusivo apoyando la ejecución de los planes de estabilización elaborados por la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD) y el Gobierno Federal de Transición; Destaca que una acción coordinada de todos los países que aportan contingentes es fundamental para la paz, la seguridad y la estabilidad de Somalia y la región, y exhorta a otros Estados miembros de la Unión Africana a que consideren la posibilidad de aportar contingentes a la AMISOM a fin de ayudar a establecer condiciones propicias para que Somalia pueda ser responsable de su propia seguridad; Pone de relieve que el desarrollo de las fuerzas de seguridad somalíes es vital para garantizar la seguridad y la estabilidad de Somalia a largo plazo, solicita a la AMISOM que siga ampliando sus actividades para ayudar a desarrollar la capacidad y la eficacia de las fuerzas de seguridad somalíes, insta a los Estados Miembros y las organizaciones regionales e internacionales a que trabajen en coordinación con la AMISOM para proporcionar asistencia, capacitación y apoyo coordinados, y acoge con beneplácito, en este sentido, el adiestramiento de las fuerzas de seguridad de Somalia mediante programas bilaterales de apoyo de los Estados Miembros y la Misión de Formación para Somalia de la Unión Europea (EUTM). 5 - Operaciones de mantenimiento de paz de las Naciones Unidas en Somalia: ONUSOM I y ONUSOM II Para 1992, casi 4,5 millones de personas, más de la mitad de la población del país, se encontraban amenazadas por hambruna, malnutrición grave y enfermedades relacionadas con ambas. La magnitud del sufrimiento era enorme. En conjunto, se calcula que murieron unas 300.000 personas, incluidos muchos niños. Cerca de 2 millones de personas, desplazadas violentamente de sus hogares, huyeron a países vecinos u a otros lugares dentro de la propia Somalia. Todas las instituciones de gobierno y al menos el 60 por ciento de la infraestructura básica del país se desintegraron.

El 17 de marzo de 1992, el Consejo aprobó por unanimidad la resolución 746(1992), instando a la continuación de la labor humanitaria en Somalia y apoyando firmemente la decisión del Secretario General de enviar un equipo técnico. Tres días más tarde, el Secretario General designó un coordinador para supervisar la prestación efectiva de ayuda humanitaria a Somalia. Los días 27 y 28 de marzo se firmaron unos acuerdos entre las partes enfrentadas de Mogadishu, que resultaron en el despliegue de observadores de las Naciones Unidas para supervisar la cesación del fuego de 3 marzo de 1992. El acuerdo también incluía el despliegue del personal de seguridad de las Naciones Unidas

para proteger al personal de las Naciones Unidas y actividades de asistencia humanitaria.

El Secretario General recomendó entonces el establecimiento de una Operación de las Naciones Unidas en Somalia (ONUSOM),integrada por 50 observadores militares para supervisar la cesación del fuego, y una unidad de infantería de 500 hombres para ofrecer a los convoyes de suministros de socorro de las Naciones Unidas una escolta militar suficientemente fuerte como para disuadir el ataque y disparar en legítima defensa, pero dicha disuasión demostró ser inefectiva. El Secretario General presentó un Plan de Acción de 90 Días para proporcionar suministros de alimentos y otros artículos a cerca de 1,5 millones de personas en peligro inminente y para ayudar a otros 3,5 millones de personas proporcionándoles alimentos, semillas, y suministros básicos de agua y de salud. El 28 de abril de 1992, el Secretario General nombró al Sr. Mohammed Sahnoun (Algeria) Representante Especial para Somalia. 5.1 Se establece la ONUSOM I El 24 de abril de 1992, el Consejo de Seguridad aprobó la resolución 751 (1992), estableciendo así la ONUSOM I. El Consejo pidió al Secretario General que desplegara de inmediato 50 observadores militares de las Naciones Unidas desarmados pero uniformados y que prosiguiera sus consultas con las partes en Mogadishu. Estas consultas duraron casi dos meses. El 23 de junio, el Secretario General informó al Consejo de Seguridad de que las dos principales facciones de Mogadishu habían accedido al despliegue de los observadores desarmados. Los observadores de Austria, Bangladesh, Checoslovaquia, Egipto, Fiji, Finlandia, Indonesia, Jordania, Marruecos y Zimbabwe, prestaron sus servicios bajo las órdenes del jefe del grupo de observadores militares, el General de Brigada Imitiaz

Shaheen de Pakistán.Entretanto, las condiciones en Somalia continuaron deteriorándose para la

inmensa mayoría de sus gentes. El Secretario General declaró que "la desesperada y complicada situación de Somalia requerirá esfuerzos enérgicos y continuados por parte de la comunidad internacional para romper el círculo de violencia y hambre". Las Naciones Unidas podían apoyar el proceso, pero el conflicto sólo lo podía resolver el propio pueblo somalí. La ONUSOM I se refuerza En la resolución 767 (1992), el Consejo de Seguridad aprobó la propuesta de que se establecieran cuatro zonas de operaciones - Berbera, Bossasso, Mogadishu y Kismayo- e hizo suya la iniciativa de enviar un equipo técnico a Somalia. El 24 de agosto de 1992, el Secretario General pidió un aumento de la dotación autorizada de la ONUSOM para crear las cuatro zonas de operaciones. Para cada zona, se proporcionaría a la ONUSOM una unidad militar de 750 efectivos, militares y tropa. Además de a las dos áreas acordadas, el Secretario General propuso que las unidades se enviaran a Berbera y a Kismayo tan pronto como lo posibilitaran las consultas con los dirigentes de estos dos lugares. La dotación total de personal de seguridad de las Naciones Unidas prevista para Somalia aumentó así a 3.500 efectivos. El 28 de agosto, el Consejo de Seguridad autorizó el aumento mediante la resolución 775 (1992). El 8 de septiembre convino una nueva adición de tres unidades logísticas, elevando la dotación total autorizada de la ONUSOM a 4.219 tropas y 50 observadores militares. El primer grupo de personal de seguridad llegó a Mogadishu el 14 de septiembre de 1992. Plan de acción de 100 días En conjunto con estas preparaciones, el Secretario General trató de mejorar la planificación y la coordinación de la acción humanitaria de acuerdo con lo previsto en el Programa de Acción de 100 días para la prestación acelerada de asistencia humanitaria. Este plan tenía ocho objetivos principales:(1)provisión masiva de ayuda alimentaria; (2) expansión dinámica de alimentos complementarios; (3) provisión de servicios básicos de salud e inmunización en masa contra el sarampión; (4)provisión urgente de agua potable, saneamiento e higiene; (5) provisión de materiales para refugiarse, mantas y ropa; (6) distribución de semillas, herramientas y vacunas para animales al mismo tiempo que las raciones de comida; (7) prevención de nuevos flujos de refugiados y la

promoción de programas de repatriación (8)establecimiento de las instituciones y rehabilitación de la sociedad civil. De los 82,7 millones de dólares solicitados para su aplicación, se recibieron en total 67,3 millones de dólares. Dificultades en aumento La aplicación del programa resultó difícil. Los persistentes desacuerdos entre las facciones somalíes sobre la función de las Naciones Unidas imposibilitaron que la ONUSOM se desplegara por todo el país y que fuera más efectiva. El Sr. Sahnoun dimitió como Representante Especial del Secretario General y fue sustituido por el Sr. Ismat Kittani del Iraq el 8 de noviembre de 1992. El 28 de octubre, el General Mohamad Farah Aidid declaró que no se toleraría más al batallón paquistaní de la ONUSOM en Mogadishu. También ordenó expulsar al Coordinador de la ONUSOM de la Asistencia Humanitaria en un plazo de 48 horas. Posteriormente, las fuerzas del General Mohamad Farah Aidid dispararon y bombardearon a las fuerzas de la ONUSOM que controlaban el aeropuerto y las fuerzas del Sr. Ali Mohamed Mahdi bombardearon a los barcos que transportaban alimentos cuando éstos intentaban entrar en el puerto de Mogadishu. El General Aidid se opuso a que las Naciones Unidas controlaran el aeropuerto; el Sr. Ali Mohamed Mahdi quería que la ONUSOM se hiciera con el control absoluto del puerto. El 13 de noviembre, tras ser objeto de disparos con ametralladoras, fusiles y morteros, las tropas pakistaníes que controlaban el aeropuerto devolvieron los disparos. En ausencia de un gobierno capaz de mantener el orden público, las organizaciones de socorro experimentaron cada vez más secuestros de vehículos, saqueos de convoyes y almacenes y detención de personal expatriado. Fuerza de Tareas Unificada (UNITAF) El 3 de diciembre de 1992, el Consejo de Seguridad aprobó la resolución 794 (1992) por unanimidad. El consejo acogió con beneplácito el ofrecimiento de los Estados Unidos de América con el fin de ayudar a crear un entorno seguro para la entrega de suministros de ayuda humanitaria en Somalia y autorizó, con arreglo al Capítulo VII de la Carta, el empleo de "todos los medios necesarios" para llevarlo a cabo. La Resolución 794 pidió a los Estados que proporcionaran fuerzas militares y que hicieran contribuciones adicionales en efectivo o en especie para la operación. El Secretario General y los Estados participantes en la operación también habrían de establecer los mecanismos necesarios de coordinación entre las Naciones Unidas y aquellas fuerzas militares. Operación "Devolver la Esperanza" El Presidente de los Estados Unidos de América, George Bush, respondió a la resolución 794 (1992) del Consejo de Seguridad con la decisión de iniciar la operación "Devolver la Esperanza", en virtud de la cual los Estados Unidos de América asumirían el control unificado de la nueva operación de conformidad con la resolución 794 (1992). El Secretario General comunicó al Presidente Bush, el 8 de diciembre, su concepto de la división de la labor entre las Naciones Unidas y los Estados Unidos de América en los siguientes términos: "Los Estados Unidos de América se han comprometido a tomar la iniciativa de crear el entorno seguro que es una condición indispensable para las Naciones Unidas a efectos de proporcionar socorro humanitario y fomentar la reconciliación nacional y la reconstrucción económica, objetivos que, desde el principio se han incluido en las distintas resoluciones del Consejo de Seguridad sobre Somalia." Los primeros elementos de la Fuerza de Tareas Unificada (UNITAF) desembarcaron en las playas de Mogadishu sin encontrar resistencia el 9 de diciembre de 1992. El 13 de diciembre, las fuerzas de los Estados Unidos de América habían asegurado el aeródromo de Baledogle, y para el 16 de diciembre habían llegado a Baidoa. El Comando Central de los Estados Unidos estaba siguiendo un programa de cuatro fases para alcanzar los objetivos de asegurar los principales aeropuertos y puertos de mar, las instalaciones más importantes y los puntos de distribución de alimentos, y de proporcionar un acceso abierto y libre de los suministros de socorro, con seguridad para los convoyes y las organizaciones de socorro y aquellas que proporcionaban asistencia humanitaria. Se esperaba que el número de fuerzas de los Estados Unidos de América fuera de unos 28.000 efectivos, cifras que aumentaría tras la adición de unas 17.000 tropas de la UNITAF procedentes de más de 20 países. Además de las fuerzas de los Estados Unidos de América, la UNITAF incluyó unidades militares de Australia, Bélgica, Botswana, el Canadá, Egipto, Francia, Alemania, Grecia, la India, Italia, Kuwait, Marruecos, Nueva Zelandia, Nigeria, Noruega, el Pakistán, la Arabia Saudita, Suecia, Túnez, Turquía, los Emiratos Árabes Unidos, el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y Zimbabwe.

Reconciliación nacional A la luz de los contactos continuados del Representante Especial con las partes en Somalia, el Secretario General inició el proceso de reconciliación nacional durante la primera fase de acción de la UNITAF. Para ello, convocó una reunión preparatoria para una conferencia sobre la reconciliación y la unidad nacionales desde el 4 al 15 de enero de 1993. Asistieron catorce movimientos políticos de Somalia y concluyeron tres acuerdos: el Acuerdo General de 8 de enero de 1993; el Acuerdo sobre el cumplimiento de la cesación del fuego y sobre las modalidades de desarme, y el Acuerdo sobre el establecimiento de una comisión ad hoc para la Conferencia sobre la Reconciliación Nacional. La transición de la UNITAF a la ONUSOM II El 3 de marzo de 1993, el Secretario General presentó al Consejo de Seguridad sus recomendaciones para efectuar la transición de la UNITAF a la ONUSOM II. Indicó, que desde la aprobación de la resolución 794 (1992) en diciembre de 1992, la UNITAF desplegó cerca de 37.000 contingentes en el centro y el sur de Somalia, cubriendo aproximadamente el 40 por ciento del territorio nacional. La presencia y las operaciones de la UNITAF tuvieron un impacto positivo en la situación de la seguridad en Somalia y en la prestación efectiva de asistencia humanitaria. Sin embargo, y a pesar de la mejora, todavía no se había establecido un entorno seguro y continuaron los incidentes violentos. Todavía no había un gobierno plenamente operativo en el país, ni tampoco una policía civil organizada o un ejército nacional disciplinado. La seguridad del personal de las Naciones Unidas y sus organismos, de la UNITAF, del CICR así como de las ONG estaba todavía muy amenazada en algunas zonas de Mogadishu y en otros lugares de Somalia. Además, no se desplegaron tropas de la UNITAF ni de la ONUSOM en el nordeste ni en el noroeste, ni a lo largo de la frontera entre Kenya y Somalia, donde la seguridad continuaba siendo un motivo de grave preocupación. Por tanto, el Secretario General concluyó que si el Consejo de Seguridad determinaba que había llegado el momento de que se efectuara la transición de la UNITAF a la ONUSOM II, ésta última tendría que estar dotada de poderes coercitivos con arreglo a lo dispuesto en el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas para establecer un entorno seguro en toda Somalia. Por tanto, la ONUSOM II trataría de completar la tarea iniciada por al UNITAF para la restauración de la paz y la estabilidad en Somalia. El nuevo mandato también facultaría a la ONUSOM II para ayudar a los somalíes a reconstruir su economía, política y sociedad, mediante la consecución de una reconciliación nacional que permitiera recrear un Estado somalí democrático. 5.2 La ONUSOM II La ONUSOM II fue establecida por el Consejo de Seguridad en la resolución 814 (1993) el 26 de marzo de 1993, siguiendo las recomendaciones del Secretario General del 3 de marzo de 1993. Éste indicó que desde la aprobación de la resolución 794 (1992) del Consejo en diciembre de 1992, la UNITAF había desplegado cerca de 37.000 contingentes en el sur y el centro de Somalia, cubriendo aproximadamente el 40 por ciento del territorio nacional. La UNITAF tuvo un impacto positivo en la situación de la seguridad en Somalia y en la prestación eficaz de asistencia humanitaria. Sin embargo, y a pesar de estas mejoras, todavía no se había establecido un entorno seguro, y continuaron los actos de violencia. Todavía no había un gobierno plenamente operativo en el país, ni una policía civil organizada, ni tampoco un ejército nacional disciplinado. La seguridad del personal de las Naciones Unidas y sus organismos, de la UNITAF, del CICR así como de las ONG todavía estaba muy amenazada en algunas zonas de Mogadishu y en otros lugares de Somalia. Además, no se desplegaron tropas de la UNITAF ni de la ONUSOM en el nordeste ni en el noroeste, ni tampoco a lo largo de la frontera entre Kenya y Somalia, donde la seguridad continuaba siendo un motivo de grave preocupación. Se establece el mandato de la ONUSOM II en virtud al Capítulo VII de la Carta El mandato de la ONUSOM II, que fue aprobado por el Consejo de Seguridad en la resolución 814 (1993), con arreglo al Capítulo VII de la Carta, abarcaba todo el territorio de Somalia e incluía lo siguiente: • supervisar que todas las facciones continuaban respetando la cesación de las hostilidades y otros acuerdos que habían aceptado;

• impedir cualquier reanudación de la violencia y, si fuera necesario, tomar las medidas que

procedan;

• mantener el control sobre el armamento pesado de las facciones organizadas que hubiesen

sido puestas bajo control internacional;

• confiscar las armas pequeñas de todos los elementos armados no autorizados;

• asegurar todos los puertos, los aeropuertos y las líneas de comunicación necesarias para el

suministro de asistencia humanitaria;

• proteger al personal, las instalaciones y el equipo de las Naciones Unidas y sus organismos,

del CICR así como de las ONG;

• continuar con la remoción de minas, y;

• repatriar a los refugiados y a las personas desplazadas dentro de Somalia.

En la resolución 814 (1993), el Consejo también pidió al Secretario General, con la asistencia de todas las entidades, oficinas y organismos especializados de las Naciones Unidas, que proporcionara asistencia humanitaria y de otra índole al pueblo de Somalia para rehabilitar sus instituciones políticas y su economía y promover un arreglo político y la reconciliación nacional. La asistencia incluía la repatriación de refugiados y de personas desplazadas dentro de Somalia, el restablecimiento de las instituciones nacionales y regionales y la administración civil en todo el país, el restablecimiento de las fuerzas de policía somalíes y la remoción de minas. Las cuatro fases de la ONUSOM II El Secretario General recomendó que las operaciones militares de la ONUSOM II se llevaran a cabo en cuatro fases: • el traspaso del control operacional de la UNITAF; • 2) el despliegue y la consolidación eficaces del control operacional de las Naciones Unidas en

Somalia y en las regiones fronterizas;

• (3) la reducción de la actividad militar de la ONUSOM II, y la asistencia a las autoridades

civiles para que procedan con mayor responsabilidad, y;

• (4) el redespliegue o la reducción de las fuerzas de la ONUSOM II. Para el 4 de mayo de 1993, el control presupuestario de la operación, el administrativo y el militar se transfirieron de la UNITAF a la ONUSOM II. El Secretario General había nombrado al Almirante Jonathan Howe (retirado) (los Estados Unidos de América) su nuevo Representante Especial para Somalia el 9 de marzo de 1993. El Secretario General nombró Comandante de la Fuerza de la ONUSOM II al Teniente General Çevik Bir de Turquía. Conferencias sobre Somalia El despliegue de las fuerzas de la UNITAF mejoró la situación de la seguridad y facilitó el flujo de alimentos y el de otros suministros de socorro de emergencia a las áreas más necesitadas de Somalia. El nivel de malnutrición y el de fallecimientos por hambre se redujeron drásticamente en muchas zonas. Sin embargo, la situación humanitaria y política continuó siendo difícil y tensa en muchas partes del país. Para facilitar el regreso voluntario de unos 300.000 refugiados y desplazados internos, para ayudar a proporcionar empleo y trabajo a millones de somalíes desempleados y para ayudar a los somalíes a reconstruir su sociedad y rehabilitar su deteriorada infraestructura, las Naciones Unidas convocaron una Conferencia sobre Asistencia Humanitaria a Somalia, (Addis Abeba, del 11 al 13 de marzo de 1993). Los donantes que asistieron a la conferencia prometieron aportar más de 130 millones de dólares de los gastos estimados de 166,5 millones de dólares para aplicar el Programa. La Conferencia sobre la Reconciliación Nacional en Somalia se reunió el 15 de marzo en Addis Abeba. Los dirigentes de los 15 movimientos políticos que en total acudieron a la conferencia firmaron, el 27 de marzo de 1993, un Acuerdo del primer periodo de sesiones de la Conferencia sobre la Reconciliación Nacional en Somalia. El acuerdo tenía cuatro partes: desarme y seguridad, rehabilitación y reconstrucción, restitución de bienes y arreglo de las controversias, y mecanismos de transición Incidentes violentos contra los efectivos de mantenimiento de la paz de la ONUSOM II Después de la transición de la UNITAF a la ONUSOM II, en mayo de 1993, quedó claro que, a pesar de haber firmado el Acuerdo de marzo, la facción del General Mohammed Farah Aidid no cooperaría en la aplicación del Acuerdo. Los intentos de la ONUSOM II de aplicar el desarme provocaron un aumento de las tensiones y, el 5 de junio, se llegó a la violencia. En los ataques armados contra las tropas de la ONUSOM II en el sur de Mogadishu por parte de la milicia somalí, murieron 25 soldados pakistaníes, 10 desaparecieron y 54 resultaron heridos. El Representante Especial del Secretario

General indicó que los soldados "fueron asesinados mientras intentaban servir a las personas de la ciudad que más lo necesitaban". El Consejo de Seguridad aprobó la resolución 837 (1993) el 6 de junio, condenando enérgicamente los ataques armados no provocados contra la ONUSOM II. El 8 de junio, 11 partes somalíes condenaron los ataques y expresaron su apoyo a la resolución 837. Respuesta militar de la ONUSOM II Para aplicar la resolución 837 (1993), la ONUSOM inició una acción militar el 12 de junio de 1993, llevando a cabo una serie de operaciones aéreas y terrestres en el sur de Mogadishu. La ONUSOM II liberó a Radio Mogadishu del control del Congreso de la Unidad Somalí/ Alianza Nacional Somalí (USC/SNA), la facción del General Aidid, e inutilizó o destruyó las armas y el equipo de la milicia encontradas en una serie de lugares de almacenamiento e instalaciones militares clandestinas. El Secretario General dijo que el objetivo de la acción era restablecer la paz en Mogadishu "para que la reconciliación política, la rehabilitación y el proceso de desarme puedan continuar avanzando en Somalia". Paralelamente a las operaciones de desarme, la ONUSOM II inició una investigación sobre el incidente del 5 de junio. El 17 de junio, presentando pruebas evidentes que implicaban a la milicia de la SNA en el ataque, el Representante Especial hizo un llamamiento al General Aidid para que se entregara de forma pacífica a la ONUSOM II y para que instara a sus seguidores a que depusieran sus armas. Instruyó al Comandante de la Fuerza de la ONUSOM que detuviera al General Aidid para que se le investigara en relación con el ataque del 5 de junio y la instigación pública de dichos ataques. Sin embargo, los esfuerzos para capturar el General Aidid resultaron fallidos y continuaron los ataques de su milicia contra la ONUSOM II. Incidentes del 3 de octubre de 1993 Después de los acontecimientos de junio, la ONUSOM II continuó con un programa de desarme coercitivo en el sur de Mogadishu. Se llevaron a cabo patrullas activas, confiscaciones de armas y operaciones contra la milicia y en los depósitos de la facción del General Aidid (USC/SNA). Se inició

una campaña de información pública para explicar estas actividades a la población.En apoyo al

mandato de la ONUSOM II, se desplegaron en Mogadishu las fuerzas de los Estados Unidos de América: los Rangers estadounidenses y la Fuerza de Reacción Rápida. Estas fuerzas no estaban bajo el comando y control de las Naciones Unidas. Como parte del programa coercitivo, los Rangers iniciaron una operación en el sur de Mogadishu el 3 de octubre de 1993, que tenía por objeto capturar a algunos de los principales ayudantes del General Aidid, quienes estaban bajo sospecha de haber sido cómplices en el ataque del 5 de junio y en ataques posteriores en contra del personal y las instalaciones de las Naciones Unidas. La operación consiguió detener a 24 sospechosos, incluidos dos de los principales ayudantes del General Aidid. Durante la operación, dos helicópteros estadounidenses fueron derribados por integrantes de la milicia somalí, dieciocho soldados estadounidenses perdieron sus vidas y 75 resultaron heridos. Un piloto de la misma nacionalidad fue capturado y posteriormente liberado el 14 de octubre de 1993. Los cuerpos sin vida de los soldados estadounidenses estuvieron sujetos a actos de escarnio público, y las escenas fueron emitidas por los

canales de televisión de todo el mundo. Después de estos acontecimientos, los Estados Unidos de

América reforzaron su Fuerza de Reacción Rápida con una fuerza de trabajo conjunta consistente en fuerzas aéreas, navales y terrestres equipadas con tanques M1A1 y vehículos de combate Bradley. Al mismo tiempo, el Presidente de los Estados Unidos de América, William Clinton, anunció la intención

de los Estados Unidos de América de retirar sus fuerzas de Somalia para el 31 de marzo de 1994.El

9 de octubre de 1993, la USC/SNA declaró una cesación unilateral de las hostilidades contra las fuerzas de la ONUSOM II. Después de esta declaración, la situación se mantuvo tranquila por lo general, pero en Mogadishu continuó la tensión y, tanto en la capital como en otras partes de Somalia, las principales facciones estaban, al parecer, rearmándose a la expectativa de nuevos enfrentamientos. El Secretario General examina la situación: una etapa crítica Después de que el Consejo de Seguridad, mediante la resolución 878 (1993) de29 de octubre de 1993, hubiera prorrogado el mandato de la ONUSOM II hasta el 18 de noviembre de 1993, el Secretario General, el 12 de noviembre, examinó para el Consejo las prioridades del papel de las Naciones Unidas en Somalia, siendo el socorro humanitario el más importante.

Señaló el éxito espectacular y evidente obtenido en la reducción de los fallecimientos por hambre y de las condiciones de hambruna en el país. También se habían llevado a cabo mejoras significativas en los ámbitos de la salud pública, en la educación, en la agricultura y en otros áreas.En cuanto a la

situación de los refugiados, para noviembre de 1993, cerca de 1,7 millones de personas se habían desplazado como resultado de la agitación y de la hambruna en Somalia; más de 1 millón habían penetrado en Kenia y Etiopía. Más de 250.000 personas se mudaron a Mogadishu y cerca de 60.000 personas a Kismayo y Baidoa. Las regiones del norte albergaban por lo menos a 250.000 refugiados y desplazados internos. El número de los refugiados que volvían de los campamentos de refugiados de Kenya era cada vez mayor. Unos 70.000 refugiados de la zona de Mombasa habían regresado en barco a Kismayo, Mogadishu y Bossasso.A pesar de los progresos logrados en muchas áreas, el

Secretario General recalcó que la ONUSOM II estaba atravesando una situación crítica. Todavía no había un gobierno que funcionara con eficacia, ni una fuerza armada nacional disciplinada, ni tampoco una policía civil o un poder judicial, aunque se habían logrado progresos admirables hacia la restauración de la policía y el poder judicial. Comisión Investigadora El 16 de noviembre de 1993, el Consejo de Seguridad aprobó la resolución 885 (1993) autorizando una Comisión Investigadora, en la ulterior ejecución de sus resoluciones 814 (1993) y 837 (1993), para hacer investigaciones respecto de los ataques armados contra el personal de la ONUSOM II, que provocó bajas a ese personal. De conformidad con la decisión del Consejo, la ONUSOM II suspendió los arrestos contra los sospechosos, a la espera de la realización del informe de la Comisión. Para finales de noviembre de 1993, todos los arrestados y detenidos tras los incidentes de junio de 1993, a excepción de ocho, fueron puestos en libertad. Revisión del mandato El 18 de noviembre de 1993, el Consejo de Seguridad prorrogó el mandato de la ONUSOM II por un periodo de seis meses, hasta el 31 de mayo de 1994. En la resolución 886 (1993) el Consejo decidió que haría un examen fundamental del mandato antes del 1 de febrero de 1994.El 6 de enero de 1994, el Secretario General indicó dos principales obstáculos a nivel político: (1) las profundas divisiones entre las dos alianzas de facciones más importantes, el Grupo de 12 que apoyaba al Sr. Ali Mahdi, y la SNA dirigida por el General Mohamed Farra Aidid, y; (2) el rechazo continuo de la USC/SNA a todas las iniciativas políticas adoptadas por la ONUSOM II. El Secretario General concebía el apoyo a la reconciliación nacional como una de las principales tareas de la ONUSOM II. A pesar de los progresos, el Secretario General concluyó que el mandato de la ONUSOM II se encontraba muy lejos de ser cumplido. Tan sólo se podría considerar que aquel mandato había sido aplicado en su totalidad una vez se hubiera aplicado totalmente el Acuerdo de Addis Abeba de marzo de 1993, que culminaría en la celebración de elecciones generales y la

instalación de un gobierno democráticamente electo.

Mediante la resolución 897 (1994) de 4 de Febrero de 1994, el Consejo de Seguridad aprobó la recomendación del Secretario General sobre la continuación de la ONUSOM II, con un mandato para: prestar asistencia a las partes somalíes en lo que respecta al cumplimiento de los Acuerdos de Addis Abeba y especialmente en lo que se refiere a sus esfuerzos de desarme y cesación del fuego; proteger los principales puertos, aeropuertos y la infraestructura esencial; proporcionar socorro humanitario a todos aquellos que lo necesiten en el país; prestar asistencia en el proceso político en Somalia, y ; proporcionar protección al personal, las instalaciones y el equipo de las Naciones Unidas y sus organismos, así como de las ONG que prestan asistencia humanitaria y para la reconstrucción. El Consejo autorizó una reducción gradual de la ONUSOM II hasta llegar un nivel de efectivos de 22.000 personas. La Declaración de Nairobi Después de que el Almirante Howe completara su asignación como Representante Especial durante un año, el Secretario General nombró al Representante Especial Adjunto Lansana Kouyate Representante Especial en febrero de 1994. El Sr. Kouyate inició esfuerzos para calmar las relaciones entre la ONUSOM II y la SNA, y para ayudar a los dirigentes de las facciones somalíes a restablecer el diálogo y las relaciones personales entre ellos. El 24 de marzo de 1994, el Sr. Ali Mahdi y el General Aidid firmaron, en nombre del Grupo de 12 y la SNA, respectivamente, una Declaración sobre la

Reconciliación Nacional. Los dirigentes de las facciones somalíes repudiaron cualquier forma de violencia como medio para resolver los conflictos y se comprometieron a aplicar una cesación del fuego y un desarme voluntario. También acordaron restablecer la paz en Somalia. Perspectivas de reconciliación nacional El Consejo de Seguridad prorrogó el mandato de la ONUSOM II hasta el 30 de septiembre mediante de la resolución 923 (1994) de 31 de mayo de 1994, a reserva de un examen a más tardar el 29 de julio. El Secretario General nombró al Sr. James Victor Gbeho (Ghana) Representante Especial a partir del 1 de julio de 1994. El 17 de agosto de 1994, el Secretario General informó al Consejo de Seguridad de que los conflictos dentro del clan dominante Hawiye, al que pertenecían tanto el Sr. Ali Mahdi como el General Farah Aidid, constituían el principal obstáculo para la reconciliación nacional. No sería posible realizar progresos significativos en el proceso político sin primero haber encontrado una solución al conflicto entre los subclanes Hawiye (Habr, Gedir, Abgal, Hawadle y Murosade). El Representante Especial creía que si se pudiera conseguir la reconciliación de los Hawiye y se pudieran resolver las diferencias entre el Sr. Ali Mahdi y el General Aidid, las perspectivas de reconciliación nacional y el establecimiento de un gobierno nacional mejorarían sustancialmente. Se reduce la ONUSOM II Una misión especial enviada por el Secretario General visitó Somalia desde el 28 de julio al 4 de agosto de 1994. Descubrió que el Representante Especial y el Comandante de la Fuerza habían alcanzado un consenso sobre la reducción del número de efectivos a unos 17.200, oficiales y tropa, para finales de septiembre de 1994. La dotación autorizada de la ONUSOM II era entonces de 22.000 efectivos, oficiales y tropa, y la dotación a 2 de agosto era de 18.761 efectivos. Un nivel de aproximadamente 15.000 efectivos representaba un mínimo crítico por debajo del cual no se podían ejecutar las tareas enunciadas en el mandato. Había que llevar a cabo una reducción gradual hasta alcanzar un nivel de 15.000 efectivos para noviembre de 1994. El 30 de septiembre, el Consejo de Seguridad, mediante la resolución 946 (1994), prorrogó el mandato de la ONUSOM II hasta el 31 de octubre de 1994. El Secretario General hace un balance El Secretario General informó al Consejo de Seguridad el 14 de octubre de 1994, de que la reconciliación nacional no se había mantenido a la par con los logros en el ámbito humanitario. La seguridad se había ido deteriorando progresivamente, sobre todo en Mogadishu, y los dirigentes somalíes no habían cumplido con los compromisos contraídos en virtud del Acuerdo de Addis Abeba y de la Declaración de Nairobi. Cada día resultaba más difícil alcanzar el objetivo de la ONUSOM II de asistir el proceso de reconciliación política, mientras que el peso y los costes de mantener un nivel elevado de efectivos eran cada vez más difíciles de justificar para los Estados Miembros. La prolongada situación de estancamiento político había creado un vacío de autoridad civil y de estructura gubernamental en Somalia, dejando a las Naciones Unidas sin una base sobre la que asentarse. Tan sólo los propios somalíes, en opinión del Secretario General, podrían establecer una paz viable y aceptable. La comunidad internacional únicamente podría ayudar en ese proceso, pero dicha asistencia no podría mantenerse indefinidamente. La misión del Consejo de Seguridad y la última prórroga del mandato Con arreglo a la resolución del Consejo de Seguridad 946 (1994) del 30 de septiembre, una misión de siete miembros, presidida por el Embajador Colin Keating de Nueva Zelandia, visitó Somalia desde el 26 al 27 de octubre. La misión determinó que el 31 de marzo de 1995 era la fecha apropiada para la terminación del mandato de la ONUSOM II. Ninguna de las facciones somalíes habían solicitado una prórroga ulterior; tampoco lo hicieron las agencias humanitarias ni las ONG. El 4 de noviembre de 1994, el Consejo de Seguridad, mediante la resolución 954 (1994), decidió prorrogar el mandato de la ONUSOM II por un último período hasta el 31 de marzo de 1995. Acuerdos entre la Alianza Nacional Somalí (SNA) y la Alianza para la Salvación de Somalia (SSA) Tras la decisión del Consejo de Seguridad de poner fin al mandato de la ONUSOM II el 31 de marzo de 1995, las facciones rivales de Mogadishu comenzaron a trabajar en conjunto. El 21 de febrero de 1995, se firmó un acuerdo de paz entre el General Aidid y el Sr. Ali Mahdi, en representación de la SNA y la SSA, respectivamente, para fomentar la reconciliación nacional y un arreglo pacífico de las controversias. En aquel acuerdo, ambas partes concertaron un acuerdo a fin de ejercer el poder de forma compartida. Prometieron no intentar obtener la presidencia a través de medios militares sino

que mediante elecciones democráticas, y acordaron resolver las disputas mediante el diálogo y medios pacíficos y accedieron a formar una plataforma común para tratar de resolver los problemas. El Acuerdo también incluía una serie de disposiciones para el confinamiento de "técnicos" en las zonas designadas y desalentaba el llevar armas de modo ostensible en las calles de Mogadishu. Además, hacía un llamamiento a la eliminación de los controles de carretera y a la reapertura de los principales mercados. El puerto marítimo se abrió al tráfico comercial el 9 de marzo de 1995. La ONUSOM II se retira Para el 2 de febrero de 1995, la dotación de efectivos de la ONUSOM II se redujo a 7.956, incluyendo a los contingentes pakistaníes, egipcios y bangladeshíes y también al personal de los cuarteles generales. Debida la aceleración de la retirada, el apoyo militar prestado por las soldados de la ONUSOM a las Agencias de las Naciones Unidas, a las organizaciones de derechos humanos y a las ONG que todavía desempeñaban labores humanitarias se redujo considerablemente. Puesto que las principales reducciones habían comenzado a mediados de febrero, los soldados de la ONUSOM II ya no podían ofrecer la protección necesaria ni tan siquiera en Mogadishu. Por eso se recomendó a las agencias que evacuaran a su personal internacional a Nairobi para el 14 de febrero de 1995. La retirada de la misión se completó para el 28 de marzo de 1995. Conclusión La retirada de la ONUSOM II marcó un punto de transición en los esfuerzos de las Naciones Unidas de prestar asistencia a unas personas y a una nación asolada por el hambre, la guerra civil y el derrumbamiento de todas las instituciones. El mayor logro político de las Naciones Unidas en Somalia fue el contribuir a la instauración de una cesación del fuego, primero en Mogadishu y más tarde a nivel nacional. Aunque su ambicioso plan de reconstruir las estructuras internas de un Estado que funcionara no fue posible debida la incapacidad de las facciones somalíes de llegar a un acuerdo, las Naciones Unidas ayudaron a establecer 52 (de un total posible de 92) consejos de distrito y 8 consejos regionales (de los 18 posibles). La oposición de la SNA a que se formaran estos consejos impidió que se creara el Consejo Nacional de Transición, previsto en el acuerdo de Addis Abeba de

marzo de 1993. El mayor éxito se obtuvo en el ámbito humanitario. Millones de somalíes se

beneficiaron de estas actividades y, como mínimo, se calcula que se salvaron cerca de un cuarto de millón de vidas humanas. También se consiguieron logros en el sentido de que se restableció la policía somalí: se desplegaron cerca de 8.000 agentes en 82 comisarías de distrito. Para marzo de 1995, había 46 tribunales de distrito, 11 tribunales regionales y 11 tribunales de apelación, todas ellas en funcionamiento puesto que las Naciones Unidas contribuyeron con fondos, formación y reconstrucción

de la infraestructura.La retirada de la ONUSOM II no significó que las Naciones Unidas abandonaran

Somalia. Los organismos y organizaciones de las Naciones Unidas, así como las ONG, estaban dispuestas a proseguir con las operaciones humanitarias en Somalia. En la era siguiente a la ONUSOM II, éstas se centraron en la rehabilitación, la recuperación y la reconstrucción sin dejar de lado el socorro humanitario, cuando aquel fuese necesario. La composición de la ONUSOM II La estructura de mando de la ONUSOM II incluía un Representante Especial del Secretario General como dirigente político. El primer Representante Especial fue el Sr. Mohammed Sahnoun (Algeria). Después de su dimisión, el Sr. Ismat Kittani (el Iraq) fue nombrado Representante Especial el 3 de noviembre de 1992. Éste fue relevado en marzo de 1993 por el Almirante Jonathan Howe (retirado) (los Estados Unidos de América). En febrero de 1994, tras la dimisión del Almirante Jonathan Howe, su Adjunto, el Sr. Lasana Kouyate (Guinea), fue nombrado Representante Especial en funciones. El Secretario General nombró al Sr. James Victor Gbeho (Ghana) como su Representante Especial a partir del 1 de julio de 1994 y entonces el Sr. Kouyate asumió otro cargo en el Cuartel General de las

Naciones Unidas. El Sr. Gbeho fue Representante Especial hasta abril de 1995.El Jefe de

Observadores Militares de la ONUSOM I fue el General de Brigada Imitiaz Shaheen de Pakistan, nombrado el 23 de junio de 1992. La dotación autorizada de la ONUSOM I según la resolución 751 (1992) era de 50 observadores militares que fueron facilitados a la ONUSOM I por Austria, Bangladesh, Checoslovaquia, Egipto, Fiji, Finlandia, Indonesia, Jordania, Marruecos y Zimbabwe. La resolución 751 también autorizó una unidad especial de seguridad de 500 efectivos, que Pakistán más tarde acordó aportar. El primer grupo de personal de seguridad llegó a Mogadishu el 14 de septiembre de 1992. El General Shaheen prestó sus servicios entonces como Comandante de la Fuerza. Estas fuerzas permanecieron en Mogadishu bajo el mando de la ONUSOM I después del

despliegue de la UNITAF en diciembre de 1992. El 28 de agosto de 1992, el Consejo de Seguridad, mediante la resolución 775 (1992), autorizó el aumento de la dotación total de personal de seguridad de las Naciones Unidas a 3.500 efectivos, y el 8 de septiembre, acordó la adición de tres unidades logísticas, elevando la dotación total autorizada de la ONUSOM a 4.219 efectivos y 50 observadores

militares.El primer Comandante de la fuerza de la ONUSOM II fue el Teniente General Çevik Bir

(Turquía), nombrado en abril de 1993. El 18 de enero de 1994, fue relevado por el Teniente General Aboo Samah Bin Aboo Bakar (Malasia). La dotación inicial autorizada de la ONUSOM II con arreglo a lo dispuesto en la resolución 814 (1993) era de aproximadamente 28.000 efectivos militares y unos 2.800 funcionarios civiles. El personal militar fue dispensado por los siguientes países: Australia, Bangladesh, Bélgica, Botswana, el Canadá, Egipto, Francia, Alemania, Grecia, la India, Indonesia, Italia, Kuwait, Malasia, Marruecos, Nepal, Nueva Zelandia, Nigeria, Noruega, el Pakistán, la República de Corea, Rumania, la Arabia Saudita, Suecia, Túnez, Turquía, los Emiratos Árabes Unidos, los Estados Unidos de América y Zimbabwe. El componente civil consistía en personal de las Naciones Unidas, personal secundado de los Estados Miembros y funcionarios reclutados a nivel

local.Apoyando a la ONUSOM II en el terreno, pero sin formar parte de ella, había

aproximadamente unos 17.700 contingentes de la Fuerza de Tareas Conjunta de los Estados Unidos en Somalia. También formaba parte de la presencia estadounidense una Fuerza de Reacción Rápida. Estas tropas permanecieron bajo el mando de los Estados Unidos de América. Sitio Web Naciones Unidas: http://www.un.org/es/peacekeeping/ 6 - Sitios de Consulta Sitio Web Naciones Unidas: http://www.un.org/spanish/sc/committees/751/index.shtml Sitio Web Naciones Unidas: http://www.un.org/es/ Sitio Web Amnesty International, Report 2012: Sitio Web: http://www.amnesty.org/es/region/somalia/report-2012 Sitio Web ACNUR: http://www.acnur.org/t3/ Sitio Web Oxam International: http://www.oxfam.org/es