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Novacianismo El Novacianismo es una doctrina cristiana del siglo III que niega la absolución de los lapsos y afirma que la Iglesia no tiene poder para dar la paz a los que renegaron de la fe en la persecución y a los que cometieron algún pecado mortal. Esta doctrina rigorista fue perdiendo adeptos hasta desaparecer en el siglo VII . Fue propuesta por Novaciano , quien es considerado antipapa y que escribió Tractatus de Trinitate entre otros escritos. Es considerada herejía por la Iglesia Católica , destacando en la impugnación de esta doctrina los papas San Cornelio , San Lucio I , San Esteban I , y el Obispo de Cartago San Cipriano , todos coetáneos de Novaciano (mitad del siglo III). Y casi un siglo más tarde San Ambrosio de Milán y San Paciano de Barcelona. El cisma de los novacianos será muy rigorista: sus seguidores serán llamados cátaros (katharoi = "puros"), término que reaparecerá en la Edad Media . Donatismo «San Agustín y los donatistas» Charles-André van Loo .

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NovacianismoEl Novacianismo es una doctrina cristiana del siglo III que niega la absolución de los lapsos y afirma que la Iglesia no tiene poder para dar la paz a los que renegaron de la fe en la persecución y a los que cometieron algún pecado mortal. Esta doctrina rigorista fue perdiendo adeptos hasta desaparecer en el siglo VII.

Fue propuesta por Novaciano, quien es considerado antipapa y que escribió Tractatus de Trinitate entre otros escritos.

Es considerada herejía por la Iglesia Católica, destacando en la impugnación de esta doctrina los papas San Cornelio, San Lucio I, San Esteban I, y el Obispo de Cartago San Cipriano, todos coetáneos de Novaciano (mitad del siglo III). Y casi un siglo más tarde San Ambrosio de Milán y San Paciano de Barcelona.

El cisma de los novacianos será muy rigorista: sus seguidores serán llamados cátaros (katharoi = "puros"), término que reaparecerá en la Edad Media.

Donatismo

«San Agustín y los donatistas»Charles-André van Loo.

El donatismo fue un movimiento religioso cristiano iniciado en el siglo IV en Numidia (la actual Argelia), que nació como una reacción ante el relajamiento de las costumbres de los fieles. Iniciado por Donato, obispo de Cartago, en el norte de África, aseguraba que sólo aquellos sacerdotes cuya vida fuese intachable podían administrar los sacramentos, entre ellos el de la conversión del pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo (eucaristía), y que los pecadores no podían ser miembros de la Iglesia.

Este movimiento se denominó inicialmente Iglesia de los Mártires y tomó su otro nombre por Donato, al que eligieron obispo sus propios correligionarios en el año 312.

Así, Donato afirmaba que todos los ministros sospechosos de traición a la fe durante las persecuciones del emperador romano Diocleciano, en las que se obligaba a los cristianos a abjurar de su religión o elegir el martirio (lapsi), eran indignos de impartir los sacramentos.

El donatismo fue rechazado por la Iglesia Católica, reafirmando la doctrina de la objetividad de los sacramentos, es decir, la idea de que una vez transmitida la potestad sacerdotal a un hombre mediante el sacramento del Orden Sagrado, los sacramentos que éste administre son plenamente válidos por intercesión divina, independientemente de la entereza moral del clérigo.

El emperador Honorio los eliminó como iglesia en el año 412, aunque su influencia fue persistente hasta que el Islam cobró fuerza en África, entre los siglos VII y VIII.

Esta doctrina fue condenada sin éxito en el concilio de Arles del año 314, y luego enérgicamente por san Agustín de Hipona, que pidió las máximas penas para los donatistas calificándolos de apóstatas, (según la polémica Historia criminal del cristianismo de K.H. Deschner, vol. II, durísima obra con muchos juicios y pocas evidencias veraces) aunque sobrevivió hasta la invasión árabe musulmana, en el siglo VII.

Antecedentes históricos

Las conquistas del imperio romano sobre las poblaciones en torno al Mar Mediterráneo o Mare Nostrum provocaron reacciones de oposición en los distintos pueblos sometidos. Es de interés particular que en África del Norte, Numidia, Cártago e Hipona, junto con otras ciudades asumieran el cristianismo, antes que por una convicción espiritual, por una oposición al emperador romano que siendo politeísta les despreciaba abiertamente, es decir, para las regiones del norte de África ser cristiano equivalía a manifestar su rechazo a la ocupación romana durante los primeros siglos de nuestra era.

El panorama cambió con el paso de los años, cuando los emperadores romanos comenzaron a convertirse a la fe católica, los pobladores de las regiones aludidas buscaron un nuevo credo con el cual seguir oponiéndose al dominio imperial, pues permanecer en la fe de la Iglesia Romana les parecía tanto como aceptar la dominación del Imperio. He aquí el caldo de cultivo en el cual la doctrina del donatismo encontró numerosos fieles no solo en la población común sino también en los obispos cristianos de aquella época, especialmente en Numidia.

Virtudes cristianasLos autores cristianos, a partir de las virtudes filosóficas desarrollaron los conceptos de:

Las virtudes teologales:

Fe Esperanza

Caridad

Las virtudes cardinales:

Prudencia Fortaleza Justicia Templanza

Conforme a la Biblia

Podemos encontrar en Proverbios 31:10 un elogio a la mujer virtuosa:

Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

Proverbios 31:10

Si nos ponemos a analizar la primera línea, hace la pregunta ¿quién la hallará?, denotando lo difícil que es encontrar a una mujer virtuosa.

La siguiente línea nos permite ver el grande valor que la mujer virtuosa tiene al mencionar: su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas.

Asimismo enumera las diferentes características que denotan a la mujer virtuosa. Pero todas estas también aplican para el hombre virtuoso

En Gálatas 5:22 y 23 se habla de las obras del Espíritu que pueden aplicarse como virtudes:

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Gálatas 5:22;5:23

Anastasis

Anástasis de San Salvador de Cora, Constantinopla (1305-1320).

Anastasis (Aναστασις) es un calco de la palabra griega para Resurrección de Cristo.

En un significado más restringido, se refiere al descenso de Cristo a los infiernos, o al Limbo de los Patriarcas, con el fin de permitir su entrada en el cielo. Este episodio se describe ampliamente en el Evangelio Apócrifo de Nicodemo, y de manera mucho más breve en el Nuevo Testamento (Mateo 27:52-53 ). Ha sido un tema muy común en la iconografía bizantina del periodo ortodoxo post-iconoclasta.

En la liturgia cristiana a menudo se ha usado esta palabra, consagrándose incluso iglesias a la Anástasis, siendo la más famosa la de Constantinopla.

También a la Basílica del Santo Sepulcro de Jerusalén se la denomina de la Anástasis.

Su similitud con el nombre de Anastasia, ha dado lugar a que se ponga en duda la veracidad de la existencia de Anastasia de Sirmio, que algunos pensaron que sería la personificación de la Resurrección de Cristo.

Virtudes teologales

Fe, Esperanza y Caridad. Esculturas de Manuel Tolsá en la Catedral de México.

En la teología católica, se llaman virtudes teologales a los hábitos que Dios infunde en la inteligencia y en la voluntad del hombre para ordenar sus acciones a Dios mismo. Tradicionalmente se cuentan tres: la Fe, la Esperanza y la Caridad. Junto a éstas, suele citarse como complemento en el ámbito de las llamadas virtudes infusas y las virtudes cardinales.

Índice

1 En la Sagrada Escritura 2 En el magisterio de la Iglesia católica 3 En la cultura 4 Notas 5 Véase también 6 Bibliografía

En la Sagrada Escritura

Los teólogos cristianos suelen partir de algunos textos de la Sagrada Escritura para demostrar la existencia de las virtudes teologales:

El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado

Rm 5, 5

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor,estos tres; pero el mayor de ellos es el amor

1Co 13, 13

Porque sin la fe es imposible agradar a Dios

Hb 11,6

En el magisterio de la Iglesia católica

El Magisterio de la Iglesia también ha tratado profusamente el tema. Inocencio III habla de una discusión que existía para ver si los niños al ser bautizados recibían las virtudes teologales,1 y Clemente V enseña como más probable el hecho de que tales virtudes teologales son infundidas a niños y adultos junto con el bautismo.2

En el Concilio de Trento enseña ya claramente que el hombre recibe, junto con la gracia, los dones de fe, esperanza y caridad.3 Ahora bien, se ha discutido si con esto se define su existencia o no: Suárez afirma que sí y Báñez que no.

El Catecismo de la Iglesia católica trata en tres ocasiones de las virtudes teologales. En los números 1812 y 1813 afirma que son virtudes que se refieren a Dios de manera directa (como su origen -provienen de Él-, como su motivo y su objeto) y sirven para disponer a los cristianos en los diversos aspectos de su relación con Dios. De ahí que sean fundamentales en la existencia de los que por la gracia son "hijos de Dios": vivifican todas las demás virtudes. En el número 2086, citando el catecismo romano, indica que el cumplimiento del primer mandamiento requiere las virtudes teologales. Y en los números 2656 a 2658 trata de la relación de las virtudes teologales con la oración: la fe permite el entrar en oración, la esperanza del retorno del Jesucristo y la caridad

que, derramada por el Espíritu Santo en el corazón (cf. Rm 5, 5) es la fuente del diálogo con Dios.

Virtudes cardinalesPara la obra del pintor, véase Las virtudes cardinales (Rafael).

Las virtudes cardinales, pintura de Rafael Sanzio en una de las Estancias de Rafael en el Vaticano.

Las virtudes cardinales son:

Prudencia Justicia Templanza Fortaleza .

Índice

1 Las virtudes cardinales en la Antigüedad 2 Virtudes cardinales infusas

o 2.1 Naturaleza 3 Referencias

o 3.1 Notas o 3.2 Bibliografía

4 Véase también 5 Enlaces externos

Las virtudes cardinales en la Antigüedad

La areté ("excelencia") política ("ciudadana") de los griegos consistía en el cultivo de tres virtudes específicas: andreia (Valentía), sofrosine (Moderación o equilibrio) y dicaiosine (Justicia): estas virtudes formaban un ciudadano relevante, útil y perfecto. En La República, Platón añadió una cuarta, la Prudencia, y describió las cuatro virtudes cardinales como:1

Justicia (virtud fundante/preservante) - conócese a sí mismo Prudencia (calculativo) - véase el todo Fortaleza (enérgico) - presérvase el todo

Templanza (apetitivo) - sírvase el todo

Platón describe la justicia como la virtud fundante y preservante porque sólo cuando alguien comprenda la justicia puede conseguir las otras tres virtudes, y cuando alguien posee todas las cuatro virtudes es la justicia que mantiene todos juntos.

Platón define cómo un individuo puede lograr estas virtudes: la prudencia viene del ejercicio de razón, la fortaleza de ejercer las emociones o el espíritu, la templanza de dejar que la razón anule los deseos, y desde estas la justicia viene, un estado en que cada elemento de la mente está de acuerdo con los otros.2

También se encuentran formuladas en Cicerón, en su tratado De officiis (es decir, "Sobre las obligaciones") y por el emperador filósofo Marco Aurelio en sus Meditaciones. El Cristianismo añadió a estas virtudes las llamadas Virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad.

CristadelfianosPara orden militar medieval conocidos como «Caballeros de Cristo», véase Hermanos Livonios de la Espada.

Una sala de los cristadelfianos, en Bath, Inglaterra

Los cristadelfianos (del griego Christou Adelphoi: Hermanos en Cristo),1 constituyen una denominación cristiana, no Trinitaria, que se desarrolló en el Reino Unido y América del Norte en el siglo XIX. A pesar que no existe un censo oficial y no se han publicado cantidades, la "Columbia Encyclopedia" proporciona un estimado de 50,000 cristadelfianos2 en 120 países3 alrededor del mundo,4 junto con miembros aislados. Se cuenta con algunas estadísticas que muestran como principales congregaciones a las existentes en: Reino Unido (18,000),5 Australia (9,987),6 Malaui (7,000), Mozambique

(5,300), Estados Unidos (6,500),7 Canadá (3,375),8 Nueva Zelanda (1,782),9 Kenia (1,700), India (1,300) and Tanzania (1,000).10 Muchas otras comunidades pequeñas existen diseminadas en Europa, Asia y en América Latina donde el grupo más numeroso se encuentra localizado en Centro América.

Índice

1 Creencias 2 Historia

o 2.1 Orígenes o 2.2 Historia temprana o 2.3 Origen del nombre "Cristadelfiano" o 2.4 Organización

3 Referencias y pies de página (Disponibles en inglés) 4 Enlaces externos

Creencias

Los cristadelfianos afirman basar sus creencias enteramente en la Biblia y no aceptan otros textos como inspirados por Dios. Acreditan que Dios es el creador de todas las cosas y el Padre de los creyentes. Dios y Jesucristo no son un solo ser, sino dos diferentes. Entienden que el Espíritu Santo no es una persona, pero lo consideran el poder de Dios utilizado en la creación y para dirigir a las personas a la salvación. Este fue concedido a los creyentes para propósitos específicos en algún tiempo de la historia de la iglesia no solo en el Nuevo testamento sino a través de toda la historia de la nación de Israel. Por lo tanto, su accionar mediante los "dones espirituales" ha cesado.

Creen que las personas se separaron de Dios por causa de sus pecados, pero se pueden reconciliar con Él convirtiéndose en discípulos de Cristo. No creen que lo que salva es la muerte física de Cristo sino siguiendo su ejemplo, las personas no son salvas por el simple hecho de que Cristo murió por los pecados de ellas sino porque ellas "mueren con Cristo" diariamente al pecado dentro de su humanidad. Creen que una fe sin obras es una fe muerta y no salva, pero se trata de una fe basada en el razonamiento lógico de las escrituras, la salvación según ellos no se obtiene simplemente aceptando una doctrina sino bajo el conocimiento de lo que realmente Dios quiere de sus hijos.

Los cristadelfianos rechazan cierto número de doctrinas aceptadas por muchos otros cristianos, siendo necesario notar:

La inmortalidad del alma El trinitarismo Un reino de Dios en el cielo, ya que según ellos la tierra será transformada donde los

justos vivirán para siempre. Un infierno de fuego, el castigo por el pecado para ellos es la muerte eterna La preexistencia de Jesucristo El bautismo infantil La persona del Espíritu Santo y la posesión presente de los dones del Espíritu Santo

entre otros.

Algo que los hace únicos entre el resto de grupos cristianos es el hecho de que creen que las palabras satán y diablo son palabras comunes usadas en los idiomas bíblicos que significan adversario y calumniador y que su significado depende del contexto pero que nunca son títulos personales o nombres de ningún angel caído, puesto que nunca existió ninguna rebelión del mal en los cielos como lo cree el resto de las denominaciones cristianas, para los cristadelfianos los ángeles debido a su naturaleza espiritual son perfectos y no pueden pecar. También explican que en el nuevo testamento bajo estas expresiones se personifica en la mayor parte del texto a la tendencia natural a pecar dentro de cada ser humano en oposición a Dios. Según los cristadelfianos, estos términos en el Antiguo testamento se utilizan para referirse a personas, sistemas políticos o individuales específicos en oposición o conflicto.

El matrimonio y la familia son muy importantes. Las relaciones sexuales se limitan al matrimonio heterosexual idealmente entre creyentes bautizados dentro de la misma denominación, los hijos deben educarse de tal manera que sean personas útiles a Dios y a la sociedad. los cristadelfianos no participan en la policía y el ejército y son muy cuidadosos para escoger sus empleos ya que estos no deben ir en contra de sus principios. Ellos creen que la única forma de obtener la salvación, es conociendo el evangelio original predicado por la Iglesia del primer siglo y viviendo una conducta basada en ese conocimiento.

Los cristadelfianos dan un especial valor al texto Hebreo del Antiguo Testamento y al Texto Griego del Nuevo. Son lectores críticos de la escritura y celosos de que la interpretación sea apegada al sentido original tomando en cuenta el tiempo y espacio en que se escribió, no basado en prejuicios, análisis superficiales o sensacionalistas sino con suficiente evidencia contextual y documentada.

Historia

Orígenes

Las creencias características de los Cristadelfianos se originaron a partir de la reforma radical del siglo 16, en particular los socinianos, y en el antitrinitarianismo inglés del 17 siglo, por ejemplo John Biddle.

Alrededor del año 1830 surgieron en los Estados Unidos unas personas religiosas que creían en la interpretación literal de las Santas Escrituras, excepto donde el contexto muestra que se trata de un símbolo o expresión figurada, y en el cumplimiento literal de las promesas reveladas en ellas "las promesas hechas a Abraham" "el pacto de Dios hecho con David", que formaban la base de sus creencias, principios y convicciones religiosas.

Entre las cosas más prominentes que creían y enseñaban están la segunda venida de Cristo y el establecimiento del reino de Dios en la tierra donde vivirán todos los justos incluyendo aquellos que murieron antes de Cristo pero que creyeron y vivieron el evangelio "de la esperanza de Israel" fundamentado en las promesas judías citadas anteriormente.

Se les conocía como cristadelfianos. "Cristadelfiano" es la castellanización de dos palabras griegas, y significa "hermano en Cristo".

Historia temprana

La historia de estas personas en los Estados Unidos empieza en 1832 con el Dr. John Thomas a quien se le puede llamar el primer cristadelfiano que junto a otro grupo muy reducido de personas iniciaron un estudio y una revisión profunda de las creencias a ese momento.

El doctor empezó sus estudios de las Escrituras con ahínco, y pronto entró en contacto con muchos líderes y maestros religiosos, entre los cuales estaban Walter Scott (1796-1861) y Alexander Campbell incluso entró en el 'campbelismo', sin conocimiento alguno de la Verdad y sin siquiera saber lo que representaba el campbelismo.

Por medio de su incansable labores y estudio de la Biblia, Thomas sacó gradualmente a la luz un conjunto de enseñanzas basadas en el análisis exhaustivo y la revisión de las diferentes creencias religiosas contra el texto bíblico.

Los cristadelfianos en los Estados Unidos, y en realidad en el mundo entero, son el resultado directo o indirecto de sus esfuerzos por traer a luz "la Verdad" y difundir hacia otros países las buenas nuevas del "evangelio del reino de Dios"

Aunque el nombre 'cristadelfiano' sólo ha estado en uso desde la guerra civil norteaméricana, todo verdadero creyente del evangelio, en cada generación, es considerado un hermano o hermana en Cristo y, por lo tanto, un cristadelfiano, aunque él o ella hayan vivido antes de que se usara por primera vez este nombre. Los discípulos de Cristo en el primer siglo, y todos desde entonces, e incluso antes de ese tiempo, todos los que han "andado en la fe de Abraham" eran cristadelfianos (es decir, hermanos en Cristo) tanto como cualquier fiel seguidor del Señor Jesucristo en el presente.

Antes y después de la Guerra Civil los cristadelfianos en todas partes de los Estados Unidos empezaron a predicar las buenas nuevas del reino de Dios y el nombre del Señor Jesucristo basados en las Escrituras, y la Verdad se difundió desde Maine hasta California, desde el Golfo incluso hasta Canadá, y se establecieron muchas asambleas conocidas como 'Iglesias cristadelfianas'.

Origen del nombre "Cristadelfiano"

El nombre fue adoptado cuando se produjo el estallido de la Guerra Civil en los Estados Unidos que inició en 1861. El doctor John Thomas fue llamado a Freeport, Illinois, donde los hermanos estaban muy deprimidos por el inminente reclutamiento de soldados, ya que sus creencias y convicciones religiosas eran opuestas a la participación en la guerra, pero como en aquel tiempo eran un cuerpo de creyentes que no tenían un nombre que los identificara como 'denominación', los oficiales no los eximirían como lo harían con los cuáqueros y otras sectas. Fue entonces que 1864 surgió el nombre "Cristadelfiano" (del griego Cristo + Adelfos, “Hermanos en Cristo” Col 1:1-2). De este modo, los creyentes llegaron a ser conocidos como cristadelfianos, y tanto las fuerzas Confederadas como la Unión les concedieron exención del servicio militar durante esa guerra por ser “objetores de conciencia” es decir de las personas que debido a sus principios religiosos no prestaban servicio militar.

Los cristadelfianos llaman a sus congregaciones "Ekklesia" en lugar de la palabra inglesa "church". "Ekklesia" es un término griego (ek: "fuera de"; kaleo: "llamar") que se ha traducido como 'iglesia'. La palabra expresa la idea de "una asamblea formada de aquellos que han sido llamados fuera de cierto lugar".

Organización

A pesar que tienen diferentes comites en varias partes del mundo cuyo fin es centralizar ayuda y expandir sus creencias, las iglesias cristadelfianas no tienen un cuartel general o una sede central como el resto de organizaciones de este tipo, cada Iglesia en cada localidad es autónoma y se gobierna por un comité de "ancianos" cuyos miembros por lo general son los de más experiencia dentro del grupo de personas bautizadas.

No poseen "Ministros" o "pastores", es una comunidad laica donde las personas que ejercen un cargo dentro de la Iglesia no tienen paga alguna puesto que cada uno sobrevive de su trabajo particular. Cada congregación se costea sus gastos y cada miembro posee un empleo que no tiene que ver nada con la organización religiosa.

Generalmente las congregaciones son pequeñas por lo que los lazos de hermandad se convierten en una de sus principales fortalezas aunque se registran congregaciones particularmente grandes en Inglaterra, Australia y Norteamérica.

Por principios no participan en política partidista debido a que ellos esperan el día en que "todos los reinos del mundo venga a ser de nuestro Señor" y que algún día Jesús regresará para establecer un Reino eterno sobre esta tierra.

Anexo:La trinidad en las denominaciones cristianas no trinitariasDentro del cristianismo, existen varias denominaciones cristianas que consideran que la Trinidad no es una doctrina que se encuentre en los textos evangélicos ni en el mensaje de Jesús. Ellos consideran que la Trinidad es producto del desarrollo teológico en siglos posteriores, bajo influencia del pensamiento filosófico griego,1 y constituye una deformación de las enseñanzas cristianas originales. De hecho, una cierta cantidad de eruditos y teólogos han expresado opiniones similares.2 3 4 Estos son:

1. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días .2. El unitarismo o Iglesias unitarias.3. Los Testigos de Jehová.4. Los Pentecostales del Nombre de Jesucristo que defienden la doctrina de la Unicidad

de Dios.5. Los Cristadelfianos y grupos como la Iglesia de Dios de la fe en Abraham.6. Otros grupos cristianos no trinitarios.

Índice

1 La Trinidad en la teología mormona 2 Unitarismo o Iglesias unitarias 3 Los Testigos de Jehová 4 Pentecostales de la Unicidad de Dios 5 Otros grupos cristianos no trinitarios 6 Referencias

La Trinidad en la teología mormona

La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días (Iglesia mormona) cree que la Trinidad está integrada por tres personas o personajes distintos y separados físicamente: Dios el Eterno Padre, Su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo. Dicho concepto es diferente al propuesto en el concilio de Nicea. Según las revelaciones divinas que el profeta José Smith afirmó haber recibido, el mormonismo enseña que el Padre y el Hijo tienen cuerpos tangibles de carne y hueso, mientras que el Espíritu Santo es un personaje de espíritu sin carne ni huesos (véase Doctrina y Convenios 130:22). Estos tres personajes son “uno” en el sentido de perfecta unidad y armonía de propósito y doctrina (véase 2 Nefi 31:21; 3 Nefi 11:27, 36 y Juan 17:21–23). El propósito de la Trinidad es, para ellos, "... Llevar a cabo la inmortalidad y la vida eterna del hombre." (véase Moisés 1:39).

Unitarismo o Iglesias unitariasArtículo principal: Unitarismo

Las Iglesias y congregaciones unitarias surgieron en el siglo XVI como parte del ala radical de la Reforma Protestante y su teología ha evolucionado, desde variantes de sabelianismo y arrianismo en sus orígenes, como las defendidas por autores tales como Miguel Servet y Fausto Socino, a un cristianismo ético y racional que evitaba todo tipo de dogmas. La primera formulación estructurada del credo sociniano se estableció en el Catecismo Racoviano (1605) polaco. Asimismo, el lema tradicional de las Iglesias unitarias de Europa Central de lengua húngara sigue siendo desde su fundación el de "Dios es Uno" (Egy az Isten en húngaro), en alusión a su rechazo de la idea trinitaria.5

Los Testigos de Jehová

Los Testigos de Jehová aseguran que los cristianos del siglo I no tenían ninguna doctrina similar a la Trinidad y aseguran que la Biblia no da a entender esa doctrina. Aseguran que Jesús nunca se refirió a Dios como una deidad que consistiera en una pluralidad de personas(Jn 17:5,26; 14:28 Mt 3:17 ) . Creen que Jesús es la única creación directa de su Padre y que se valió de su Hijo para crear todas las demás cosas. (Jn. 6:46; Col. 1:15; 1Cor. 8:6; 1Cor. 11:3; 1Cor. 15:28; Rev. 3:14). Los Testigos de Jehová creen que la doctrina de la Trinidad es pre-cristiana y procede de culturas como la egipcia, con su tríada de Horus, Osiris e Isis y la mesopotámica, con su tríada de Ishtar, Sin y Shamash.6 7

Los Testigos de Jehová no tienen un concepto de Sustancia (gr.: Ousía) referida a la divinidad, sino que solo admiten el concepto hebreo de "Género" (leminóh8 ), de modo que solo reconocen divinidad en Cristo en el sentido de que, según ellos, este sería un

ser del mismo género que Dios(YHWH)(Heb 1:2,3 Col 1:15), es decir, un espíritu de cuerpo esplendente, pero no con iguales poderes, facultades, voluntad, identidad o memoria.

Afirman que la palabra "Dios" argumenta cualidades, poder o fuerza", basándose en que en hebreo la raíz de la palabra "Dios" (ל Êl9 ), y sus derivados, significan "poderoso" y ֵא[por extensión, afirman, podría ser usada para referirse a "magistrados" (Sal 82), "ángeles" (Sal 8:5 TNM, nota) y "profetas" (Éx 7:1). Ellos Afirman que Dios(YHWH) es el "Todopoderoso", y Jesús es solo un ser "Poderoso", por esto en su traducción de la biblia en Juan 1:1 lo vierten "el verbo era un Dios", con el fin de resaltar las características de Jesucristo como un ser Divino(Poderoso).

Creen que el Espíritu Santo es el poder que Dios usa, la "Fuerza Activa", que, según sus creenciaa, eventualmente puede transmitir la mente de Dios, pero no es de su "género" ni una persona(Is 30:27,28; 59:18,19; 2 Cor:4:7 Mr1:10 Lu 5:17 Gén 1:2).10 11

Pentecostales de la Unicidad de Dios

Los pentecostales del nombre de Jesucristo (ver Iglesias pentecostales) son grupos cristianos que profesan la Unicidad de Dios. Ellos conciben a Dios como un Espíritu absolutamente único e indivisible, eterno, perfecto en santidad y atributos, que no comparte su gloria con nadie y que no es una pluralidad de personas(Isaías 46:9; 44:24 entre otras). Creen, además, que ese único Dios fue manifestado en carne (Isaias 52:5-7) como el Hijo de Dios o el hombre perfecto, a fin de redimir a la humanidad del pecado y de la muerte. Por eso afirman que Jesús es Emmanuel o el Dios único viniendo en carne para salvar. Su doctrina deriva de los diversos preceptos que dicen las Escrituras (Ef. 4:13; Heb. 2:14-15; Mt. 1:21; Mt 1:23). Para esta rama de los pentecostales, el Dios único se manifestó simultáneamente como Padre y como Hijo(juan 14:9). En cuanto a su divinidad, Jesús es el único Dios y Padre eterno, pero en cuanto a su humanidad, Jesús es el Hijo de Dios o el ser humano sin pecado que nació por su propia voluntad, recordando que Jesús es el mismo Dios manifestado, hecho carne (1 Tim 3:16).

Otros grupos cristianos no trinitarios

Algunos grupos cristianos evangélicos que surgieron en la segunda mitad del siglo XIX tienen una teología no trinitaria. Cabe mencionar entre ellos a los Cristadelfianos, que sostienen que Jesús es hijo de Dios en cuanto a que fue engendrado en María por el poder de Dios, pero que es humano por naturaleza y no tuvo preexistencia consciente antes de nacer sino solo en los planes de su Padre, el Yahweh de la fe judía. Ese poder de Dios impersonal, es para los cristadelfianos llamado en las escrituras el Espíritu Santo.

Una postura idéntica respecto a Dios y Jesús es sostenida por la Iglesia de Dios (fe de Abraham), la Iglesia de Dios (fe abrahamica), la Meggido Church, las organizaciones Judías Mesiánicas y diversas Iglesias denominadas "Unitaristas bíblicas" de los Estados Unidos. Todas estas corrientes basan su fe en una interpretación literal de las escrituras hebreas (Antiguo Testamento) y griegas cristianas (Nuevo Testamento) y generalmente revindican el cristianismo primitivo previo al concilio de Nicea, así como a diversos grupos de disidentes a lo largo de la historia que mantuvieron una fe similar (ciertos monarquianistas, socinianos, ciertos anabaptistas, lolardos, ciertos albigenses, etc).

Finalmente, las Iglesias denominadas Unity, derivadas de la corriente conocida como Nuevo Pensamiento, que pone su énfasis en la presencia de la divinidad en todas las personas y la curación a través de la fe, afirman que Dios estaba presente en Jesús del mismo modo que está en cualquier ser humano, y por lo tanto no tiene sentido hacer distinciones sobre su persona que conduzcan a especulaciones de tipo trinitario.

Las "Congregaciones Cristianas Biblicas" tampoco creen en la trinidad solo creen en dos personas, El Padre que es el Dios Todopoderoso y en Hijo que es El Hijo de Dios. Los dos son "Elohim" Dioses, pero el Padre es Mayor que el Hijo. porque el Hijo siempre está sujeto al Padre y el Hijo siempre reconoce al Padre como su único Dios verdadero. También creen en el espíritu santo , pero no como una persona de la divinidad, sino como el poder de Dios, su fuerza.

HipóstasisHipóstasis es un término de origen griego usado a menudo, aunque imprecisamente, como equivalente de ser o sustancia, pero en tanto que realidad de la ontología. Puede traducirse como ‘ser de un modo verdadero’, ‘ser de un modo real’ o también ‘verdadera realidad’.

En filosofía, se emplea[¿quién?] hipóstasis como sinónimo de metafísica, en tanto que sustancialización de los conceptos respecto a su génesis material, situándolos fuera del sujeto a modo de cosas. En este sentido, habría que entender como metafísico todo pensamiento sustancializador, hipostatizador o inmovilizador, toda vez que establece desconexiones reificantes de aquella realidad material de la que parte o que paraliza aquello que fluye.[cita requerida]

Unión hipostática

En teología cristiana se emplea la palabra persona para referirse a la hipóstasis de la Santísima Trinidad, queriendo significar ‘sustancia individual o singular’, algo distinto de la naturaleza (physis) y la esencia (ousía). En particular, en el cristianismo ortodoxo, se proclama que la Santísima Trinidad son tres personas distintas e inconfundibles, pero, cada una de ellas, hipóstasis de una misma esencia inmaterial (cfr. credo niceno sin cláusula filioque).

La unión hipostática es un término técnico que designa la unión de las dos naturalezas, divina y humana, que en la teología cristiana se atribuye a la persona de Jesús. De esta manera, Cristo es Dios en la carne (Juan 1:1,14 ; Col 2:9 ; Juan 8:58;10:30-34 ; Heb 1:8 ), y es plenamente Dios y plenamente hombre (Col 2:9 ). Así, tiene dos naturalezas, la de Dios y la humana, y no es “mitad Dios, mitad hombre”. Nunca perdió su divinidad, ni hubiese podido hacerlo.

Continuó existiendo como Dios cuando se encarnó y agregó la naturaleza humana a su eterna naturaleza divina (Fil 2:5-11 ). Consecuentemente, en Jesucristo está la “unión, en una sola persona, de una plena naturaleza humana y una plena naturaleza divina”.

Jesús como Dios: es adorado (Mt 2:2,11;14:33 ), se le ora (Hch 7:59 ), no tuvo pecado (1Pedro 2:22 ; Heb 4:15 ), es omnisciente (Juan 21:17 ), da vida eterna (Juan 10:28 ) y en él habita la plenitud de la Deidad (Col 2:9 ).

Jesús como hombre: adoró al Padre (Juan 17 ), oró al Padre (Juan 17:1 ), fue tentado a pecar (Mt 4:1 ), creció en sabiduría (Lc 2:52 ), pudo morir (Rom 5:8 ) y tiene un cuerpo de carne y hueso (Lc 24:39 ).

La unión hipostática es, según la teología cristiana, la unión entre el Verbo de Dios (Dios Padre) y el Hijo Jesús de Nazaret. Esta es la base de la doctrina cristiana, en la Trinidad, el Dios único de la tradición judeocristiana, hipóstasis (persona), physis (naturaleza) en la unidad de una misma ousía (sustancia); el Verbo corresponde entonces a la segunda hipóstasis o persona, el Hijo. El calificativo de hipostática que se da a la unión, en Jesús de Nazaret, de la naturaleza humana y la divina alude al hecho de que se trata de una unión según la hipóstasis/persona del Verbo o Hijo de Dios; vale decir, si bien tanto la naturaleza divina como la humana mantienen todos los atributos que les son propios, de modo, por ejemplo, que se puede decir que, en Jesús de Nazaret, se dan dos voluntades, dos entendimientos y dos naturalezas (todas a la vez divinas y humanas), forman con todo, una sola persona, un único centro de imputación de conducta, y ésta persona corresponde al Verbo de Dios encarnado, el Dios-hombre. Junto con la doctrina de la Trinidad, la de la Encarnación del Verbo constituye el núcleo de la la fe cristiana, que la distingue drásticamente de su tronco y raigambre hebrea; particularmente la Encarnación constituye el contenido neto de los textos neotestamentarios que, en la perspectiva cristiana continúa, interpreta y perfecciona la fe en el Dios de Israel.

FideísmoConsiste en la doctrina, profesada por algunos religiosos, de que a Dios no se puede llegar por la razón, sino sólo por la fe. En la teología de varias iglesias cristianas (a excepción del catolicismo que lo niega), el fideísmo es una de muchas perspectivas. Un sentido más amplio del término es que el fideísmo; al contrario del Deísmo, esencialmente enseña que el razonamiento es más o menos irrelevante a la creencia religiosa. Específicamente, el fideísmo enseña que los argumentos sobre la existencia de Dios son falaces e irrelevantes, y no tienen nada que ver con la teología cristiana. Sus argumentos resumidamente son:

La teología cristiana enseña que la gente es salvada por fe. Pero, si la existencia de Dios puede ser probada, tanto por empirismo como por uso de

la lógica, la fe sería irrelevante. Ergo, si la teología cristiana es verdadera, ninguna prueba de la existencia de Dios es

posible.

Mientras que el centralismo de los asuntos de la fe y su rol en la salvación hacen al fideísmo de gran valía para el cristianismo, puede existir en otras religiones también. En el Islam, el teólogo Al-Ghazali se tira a una posición similar al fideísmo turteliano en su Talafut al-falasafa, la "Incoherencia de los Filósofos." Donde los clamores de la razón

entran en conflicto con la revelación, la razón cederá paso a la revelación. Esta posición se hizo la creencia estándar de la exégesis musulmana ortodoxa.

En general, entre los protestantes es donde se encuentran más frecuentemente actitudes fideístas. En relación a la Iglesia Católica, esta considera equivocada esta postura, que menosprecia la capacidad de la razón, pero en la práctica se encuentran católicos que parecen sostenerla.

Blaise Pascal creía que los razonamientos directos para la existencia de Dios eran inútiles, así que en lugar de eso argumentó que la práctica religiosa era una buena idea.

Índice

1 Fideísmo y teología cristiana 2 La lógica del fideísmo 3 El fideísmo en el cristianismo 4 Tertuliano y el fideísmo 5 Blaise Pascal y el fideísmo 6 Hamann y el fideísmo 7 Kierkegaard y el fideísmo 8 El fideísmo y la apologética presuposicionalista 9 El fideísmo, rechazado por la Iglesia Católica Romana 10 Fideístas actuales en el pensamiento católico romano 11 El argumento cristológico en el protestantismo 12 Crítica general 13 El pescado de Babel 14 El fideísmo en el islam 15 Véase también 16 Referencias 17 Fuente

Fideísmo y teología cristiana

En la teología cristiana, el fideísmo es cualquiera de los varios sistemas de creencias que sostienen, sobre variados argumentos, que la razón es irrelevante a la fe religiosa.

De acuerdo a algunas versiones de fideísmo, la razón es la antítesis de la fe; de acuerdo a otras, la fe es anterior o más allá de la razón y, por lo tanto, ésta es incapaz de aprobarla o desaprobarla. Ocasionalmente, esta palabra se usa para referirse a la creencia protestante de que los cristianos son salvados sólo por la fe (para lo cual vea solā fide). Algunas veces, a esta posición se le llama solifidianismo, pero Dios no está implicado directamente en el mundo.

Blaise Pascal creía que los razonamientos directos para la existencia de Dios eran fútiles,[cita requerida] así que en lugar de eso argumentó que la práctica religiosa era una buena idea.

La lógica del fideísmo

Alvin Plantinga define el fideísmo como "la exclusiva o básica dependencia sobre la fe sola, acompañada por un consecuente menosprecio de la razón y utilizada especialmente en la persecución de una verdad filosófica y religiosa", y, por lo tanto, puede no ir aparejada a los clamores de la razón. El fideísta busca la verdad, sobre todo, y afirma que la razón no puede alcanzar ciertas clases de verdad, las cuales deben, en cambio, ser aceptadas sólo por fe. La definición de Plantinga podría ser reenunciada, para decir que lo que el fideísta objeta no es tanto "la razón per se" - parece excesivo llamar a Blaise Pascal antirracional -, sino al evidencialismo: la noción de que ninguna creencia debería sostenerse a menos que fuera sustentada por la evidencia.

El fideísta se da cuenta de que las religiones que están fundadas en la revelación llaman a sus "fieles" a creer en una deidad trascendente, aún cuando los creyentes no puedan comprender del todo el objeto de su fe. Algunos fideístas también observan que las facultades racionales humanas son en sí mismas poco confiables, porque la naturaleza humana completa ha sido corrompida por el pecado, y como tales, las conclusiones alcanzadas por la razón humana son, por lo tanto, poco confiables: las verdades afirmadas por revelación divina deben creerse aún si no encuentran soporte en la razón humana. El fideísmo, del tipo que ha sido llamado "fideísmo ingenuo", es uno que frecuentemente encontró respuesta a argumentos anti-religiosos; el fideísta resuelve dar cabida a lo que ha sido revelado como verdadero en su fe, al enfrentar líneas contrarias de razonamiento.

Específicamente, el fideísmo enseña que los argumentos racionales o científicos para la existencia de Dios son engañosos e irrelevantes, y no se compadecen con la verdad de la teología cristiana. En esencia, sus argumentos son:

La teología cristiana enseña que la gente es salvada mediante la fe en el Dios cristiano (por ejemplo, confiar en lo improbable empíricamente)

Pero, si la existencia del Dios cristiano puede ser probada, ya sea lógica o empíricamente, a ese punto la fe pasa a ser innecesaria o irrelevante.

Por lo tanto, si la teología cristiana es verdad, no es posible la prueba inmediata de la existencia del Dios cristiano.

El fideísmo en el cristianismo

Esta clase de fideísmo tiene una larga historia en el cristianismo. Probablemente pueda deberse a una interpretación de 1 Corintios, donde San Pablo dice: "Ya que Dios, en su

sabio designio, dispuso que el mundo no lo conociera mediante la sabiduría humana, tuvo a bien salvar, mediante la locura de la predicación, a los que creen ... Pues la locura de Dios es más sabia que la sabiduría humana..." (1 Corintios 1:21, 25; de la Biblia NVI). El contraste de Pablo de la locura del evangelio con la sabiduría terrenal puede relacionarse con la declaración que hizo el propio Jesucristo, registrada en Lucas 10:21: "... Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque habiendo escondido estas cosas de los sabios e instruidos, se las has revelado a los que son como niños. Sí, Padre, porque ésa fue tu buena voluntad." (Biblia NVI).

Tertuliano y el fideísmo

La declaración "Credo quia absurdum" ("Creo, porque es absurdo"), frecuentemente atribuida a Tertuliano, a veces es citada como un ejemplo de tal visión de los Padres de la Iglesia, pero esto aparece siendo una cita inapropiada con respecto a "De Carne Christi" de Tertuliano, pues lo que él realmente dice en DCC 5 es: "... el Hijo de Dios murió; de todas maneras debe ser creído, porque es absurdo."

Esta puede ser una declaración de una posición fideísta, pero también es posible - y algo admisible por el contexto - que Tertuliano simplemente estaba enganchado en una irónica exageración. De hecho, esta obra usaba un argumento de un dicho retórico de Aristóteles de que si un hombre en quien se ha confiado le cuenta a uno acerca de un suceso milagroso que ha presenciado, uno puede considerar que él está diciendo la verdad, a pesar del hecho de que el evento es muy improbable.

Blaise Pascal y el fideísmo

Una forma más sofisticada de fideísmo es asumida por La Plegaria de Pascal. Blaise Pascal invita al escéptico a ver la fe en Dios como una elección sin costo alguno que genera una potencial recompensa. Él no intenta discutir que Dios realmente existe, sólo que podría ser de valor asumir que es verdad. En sus Pensées ("Pensamientos"), Pascal escribe: ¿Quién entonces culpará a los cristianos por ser incapaces de dar razones para sus creencias, si ellos profesan creer en una religión que no pueden explicar? Ellos declaran, cuando la exponen al mundo, que es locura, necedad; y entonces, ¡se quejan porque ellos no lo prueban¡ Si ellos lo probaran, no mantendrían su palabra; es a través de su falta de pruebas que ellos muestran que no son insensatos (Pensées, no, 233). Por otra parte, la postura de Pascal es que las diversas pruebas propuestas acerca de la existencia de Dios son irrelevantes. Aún si las pruebas fueran válidas, las "existencias/seres" que ellos proponen demostrar no son congruentes con la deidad adorada por las fes históricas, y pueden fácilmente guiar al deísmo en vez de a la religión revelada: ¡"El Dios de Abraham, Isaac y Jacob - no el dios de los filósofos!".

Hamann y el fideísmo

Considerado el padre del irracionalismo moderno, Johann Georg Hamann promovió un punto de vista que elevó a la sola fe como la única guía de la conducta humana. Usando el trabajo de David Hume argumentó que todo lo que la gente hace está basado finalmente en la fe. Sin fe en la existencia de un mundo externo (porque nunca puede ser probado), los asuntos humanos no podrían continuar, por lo tanto, el arguyó, todo razonamiento viene desde esta fe: es fundamental a la condición humana. Así todo

intento para basar la creencia en Dios usando la razón, es en vano. Él ataca hostilmente a sistemas como el panteísmo de Espinosa, que tratan de confinar lo que él siente que es la infinita majestad de Dios, a una creación humana finita. Hay sólo un camino hacia Dios, la fe como la de un niño, no la razón.

Kierkegaard y el fideísmo

Una posición fideísta de tipo general - que la existencia de Dios ciertamente no puede ser sabida, y que la decisión de aceptar la fe no está fundada en, ni necesita de, la justificación racional - puede encontrarse en los escritos de Søren Kierkegaard y sus seguidores en el existencialismo cristiano. Muchas de las obras de Kierkegaard, incluyendo Temor y Temblor, están bajo seudónimos; éstas pueden parecer la obra de autores de ficción cuyas visiones corresponden a posiciones hipotéticas, no necesariamente a las sostenidas por el propio Kierkegaard.

En Temor y Temblor, Kierkegaard se enfoca en la buena voluntad de Abraham de sacrificar a Isaac. Los apóstoles del Nuevo Testamento argumentan repetidamente que ese acto de Abraham fue una admirable demostración de fe. A los ojos de un no-creyente, sin embargo, debe haber aparecido necesariamene como un intento injustificable de asesinato, quizás el fruto de un delirio insano. Kierkegaard usó este ejemplo para centrar la atención en el problema de la fe en general. En último término, él afirmó que creer en la encarnación de Cristo, en Dios hecho carne, era creer en la "paradoja absoluta", puesto que implica que un eterno, perfecto ser pudiera llegar a ser un simple humano. Posiblemente la razón no puede comprender tal fenómeno; por lo tanto, uno sólo puede creerlo haciendo un "acto de fe".

El fideísmo y la apologética presuposicionalista

La apologética presuposicionalista es un sistema cristiano asociado al calvinismo que intenta distinguirse a sí mismo del fideísmo, aunque algunos pueden encontrar evasiva la diferencia. Sostiene que todo pensamiento humano debe empezar con la proposición de que la revelación contenida en la Biblia es axiomática, más bien, trascendentalmente necesaria, a pesar de que uno no pudiera ser capaz de encontrarle sentido a alguna experiencia humana. A un no-creyente que rechaza la noción acerca de que Dios, el mundo, y ellos mismos pueden encontrarse dentro de la Biblia, la teología cristiana, literalmente, no tiene nada que decirle; sin embargo, los apologistas presuposicionalistas creen que tal condición es imposible, declarando que, realmente, toda la gente cree en Dios, ya sea que lo admitan o lo nieguen.

Este tipo de razonamiento es similar al pensamiento de Ludwig Wittgenstein, quien enseñó que el lenguaje era como un juego (llamado el juego del lenguaje), en el que diferentes tipos de discursos pueden juzgarse bajo su propio y particular juego de reglas y no bajo aquellos de otros tipos, aunque ellos puedan tener un traslape significativo debido a las inconsistencias cognitivas en los usuarios de juegos dispares de lenguaje. También tiene similitudes con el paradigmático análisis de Thomas Kuhn (no confundir con análisis paradigmático en la teoría semántica o en la teoría de la música). De acuerdo al apologista presuposicional, la determinación de la verdad de las declaraciones religiosas no puede estar determinada por recurrir directamente a las reglas que gobiernan la lógica o las declaraciones científicas, sino sólo indirectamente, mediante el argumento trascendental, donde la verdad de las declaraciones son vistas

como una condición necesaria de la verdad de esas reglas (y toda otra prueba y raciocinio). Immanuel Kant, P. F. Strawson, Moltke Gram, T. E. Wilkerson, A. C. Grayling, Michaael Dummett, y Jaakko Hintikka, entre otros, han discutido formas trascendentales de pensamiento en la literatura filosófica reciente. La apologética presuposicionalista pudiera ser vista como estando más cercanamente unida con el fundacionalismo que con el fideísmo, aunque críticos de ambos.

El fideísmo, rechazado por la Iglesia Católica Romana

Algunas teologías, sin embargo, rechazan fuertemente el fideísmo. El catecismo de la Iglesia Católica, representando al gran respeto del catolicismo romano por el tomismo (las enseñanzas de Tomás de Aquino), afirma que es doctrina del catolicismo romano que la existencia de Dios puede, de hecho, ser demostrada por la razón. El racionalismo de Aquino tiene raíces profundas en el cristianismo occidental; vuelve a la observación de San Agustín de que el rol de la razón era explicar la fe más completamente: Fides quærens intellectum (La fe buscando entendimiento) es su fórmula.

La posición oficial del catolicismo romano es que, mientras que la existencia de un único Dios puede, de hecho, ser demostrada por la razón, los hombres pueden, sin embargo, inducidos por su naturaleza pecaminosa, negar los clamores de la razón que demuestran la existencia de Dios. El juramento anti-modernista promulgado por el Papa Pío X requería de los católicos romanos afirmar que:

... Dios, el origen y el fin de todas las cosas, puede ser conocido con certeza por la luz natural de la razón a partir del mundo creado (Romanos 1:20), esto es, por las obras visibles de la creación, como una causa por sus efectos, y que, por lo tanto, su existencia puede ser demostrada también ...

De modo similar, el Catecismo de la Iglesia Católica enseña que:

A pesar de que la razón humana, hablando simplemente, pueda verdaderamente por sus fuerzas y su luz naturales, llegar a un conocimiento verdadero y cierto de un Dios personal, que protege y gobierna el mundo por su providencia, así como de una ley natural puesta por el Creador en nuestras almas, sin embargo hay muchos obstáculos que impiden a esta misma razón usar eficazmente y con fruto su poder natural; porque las verdades que se refieren a Dios y a los hombres sobrepasan absolutamente el orden de las cosas sensibles y cuando deben traducirse en actos y proyectarse en la vida exigen que el hombre se entregue y renuncie a sí mismo. El espíritu humano, para adquirir semejantes verdades, padece dificultad por parte de los sentidos y de la imaginación, así como de los malos deseos nacidos del pecado original. De ahí procede que en semejantes materias los hombres se persuadan fácilmente de la falsedad o al menos de la incertidumbre de las cosas que no quisieran que fuesen verdaderas (Pío XII, enc. "Humani Generis": DS 3875). (Catecismo de la Iglesia Católica, 37)

La Encíclica Fides et Ratio 1 del Papa Juan Pablo II también afirma que la existencia de Dios es un hecho demostrable por la razón, y que las tentativas para razonar de otro modo son resultados del pecado. En la encíclica, Juan Pablo II advierte contra algunos "rebrotes peligrosos de fideísmo, que no acepta la importancia del conocimiento

racional y de la reflexión filosófica para la inteligencia de la fe y, más aún, para la posibilidad misma de creer en Dios."

Fideístas actuales en el pensamiento católico romano

Históricamente, ha habido un número de tensiones fideístas dentro de la órbita católico romana. El tradicionalismo católico, ejemplificado en el siglo diecinueve por Joseph de Maistre, que enfatizaba la fe en la tradición como el medio de la revelación divina. Los clamores de la razón son múltiples, y muchas personas han dado argumentos racionales para varias cosas contradictorias. En este ambiente, el curso más seguro es sostener como verdad la fe que ha sido preservada a través de la tradición, y resolver aceptar lo que la iglesia ha enseñado históricamente. En este ensayo, Du pape (Del Papa), de Maistre argumenta que, históricamente, era inevitable que todas las iglesias protestantes debían, eventualmente, buscar reunificación y refugio en la Iglesia Católica Romana: la ciencia era la mayor amenaza; amenazaba la fe de todas las religiones, y "ninguna religión puede resistir a la ciencia, salvo una."

El argumento cristológico en el protestantismo

Así mismo, una tradición de argumento encontrado entre algunos protestantes fundamentalistas, al igual que los católicos sostiene que el respeto por Jesús como maestro y hombre sabio es lógicamente contradictorio si uno no lo acepta también como Dios; también conocido como el argumento de Señor, Mentiroso o Lunático: o bien Él fue insano o un charlatán, o de hecho era el Mesías e Hijo de Dios. (Cf., Argumento cristológico).

Los críticos de este argumento aseguran que éste presenta una falsa tricotomía. Jesús bien puede tener cosas importantes que enseñar y tener sabiduría para dar, aún si él está equivocado, es irónico o si su propia relación con Dios es inapropiada. Uno no necesita estar en lo correcto en todo, para tener razón en algo. En esta línea de pensamiento, la enseñanza puede ser verdadera, a pesar de la conducta del propio maestro.

Sin embargo, los proponentes de este argumento niegan que es una falsa tricotomía apelando a la personalidad, aduciendo que Cristo como persona no pudo haber muerto por enseñanzas que sabía que eran falsas. Además, él no habría hecho ridículas afirmaciones de su propia divinidad junto a sanas enseñanzas si no fuera así, si estos reclamos no fueran verdaderos (Marcos 14:61-62). Él no habría muerto por todas estas cosas si él mismo no las hubiera creído verdaderamente, como dice el argumento. Pero si él estaba tan sinceramente auto-engañado a tan gran nivel, entonces, podría estar entre los más lunáticos, apenas digno de la calificación de "Rabbi".

Este argumento no pretende demostrar la divinidad de Cristo, sino más bien de cuestionar el argumento de que él fue meramente un buen maestro, apelando a los registros de Él en la Biblia.

Otro argumento muy simple contra el argumento de Señor, Mentiroso o Lunático es que el fideísmo simplemente aplica a aquellos que nunca han conocido a Jesús (por ejemplo, todos Sus posteriores seguidores). No tenemos pruebas de Sus acciones, sólo informes de ellos (de la misma manera que sólo tenemos informes de las acciones de Dios en el Antiguo Testamento. Como tales, los seguidores deben tomar lo que Dios les ha

mostrado a ellos (la traída de su hijo, Jesús, a nuestra esfera mortal) como suficiente para inspirarlos a creer, aún si sienten que no tienen pruebas personales por sí mismos.

El punto del fideísmo es apartar a los seguidores de pedirle a Dios que pruebe su existencia, dejando la carga de la prueba en Él, y encontrando sus propias razones para creer, basados en la fe de que Dios conoce mejor, a pesar de la evidencia.

Crítica general

Los filósofos que no apoyan el fideísmo, generalmente lo critican diciendo que el fideísmo no nos ofrece razones para creer que una fe religiosa sería un método apropiado para guiarnos a proposiciones verdaderas.

Estos críticos señalan que la gente usa exitosamente la razón en su diario vivir para resolver problemas, y que la razón ha guiado al aumento progresivo del conocimiento en la esfera de la ciencia. Esto da credibilidad a la razón y al pensamiento argumentativo como un método apropiado para buscar la verdad. Por otro lado, de acuerdo a estos críticos, no hay evidencia de que una fe religiosa que rechaza la razón pudiera sevirnos también en la búsqueda de la verdad. En situaciones en que nuestra razón no es suficiente para encontrar la verdad (por ejemplo, cuando tratamos de responder una pregunta difícil de matemáticas) el fideísmo también fracasa.

Aquellos que rechazan el fideísmo, creen frecuentemente que al final la razón es el único camino. De esta manera, los críticos con frecuencia presentan la siguiente pregunta a los fideístas: ¿Por qué usamos un criterio menos estricto para juzgar declaraciones pertenecientes a la esfera de la religión que el que usamos para otras declaraciones?

Otra crítica al fideísmo es que es frecuente la fundación de sistemas de creencia destructivos o perturbadores (por ejemplo: los cultos). Más específicamente, el fideísmo solo no es considerado un guía adecuado para distinguir las revelaciones verdaderas o moralmente valiosas de las falsas.

El pescado de Babel

Douglas Adams, en Guía del autoestopista galáctico usa su pescado de Babel para demostrar una paradoja racionalista/fideísta:

"Me rehuso a probar que existo", dice Dios, "porque la prueba niega la fe, y sin la fe Yo no soy nadie."

"Pero", dice el Hombre, "el pescado de Babel lo hace obvio, ¿verdad?. No pudo haber evolucionado por casualidad. Prueba que Tú existes, y así luego, por Tus propios argumentos, Tú no no existes. Q.E.D."

"¡Caramba!," dijo Dios, "no había pensado en eso", y rápidamente se esfumó en un soplo de lógica.

"Oh, era fácil", dijo el Hombre, y para su bis se va a probar que el negro es blanco y se hace matar al cruzar el siguiente paso de cebra.

El fideísmo en el islam

Mientras la centralidad de los asuntos de fe y su rol en la salvación hace al fideísmo de este tipo un importante tema para el cristianismo, puede existir en otras religiones reveladas también. En el Islam, el teólogo Al-Ghazali adopta una posición similar a la del fideísmo de Tertuliano en su Talafut al-falasafa, "La incoherencia de los filósofos". Donde las demandas de la razón entran en conflicto con la revelación, la razón debe rendirse a la revelación. Esta posición produjo una réplica desde Averroes, cuya posición fue más influyente en el pensamiento tomista y de otros cristianos medievales que lo que fue en el mundo islámico mismo. La posición de Ghazali de la absoluta autoridad y finalidad de la revelación divina llegó a ser el estándar de la exégesis musulmana ortodoja.

La existencia de otras religiones pone una pregunta más fundamental a los fideístas -- aún si la fe es la única manera para conocer la verdad de Dios, ¿cómo vamos a saber en qué Dios tener fe?

Sofiología

Ícono ruso, Sofía, la Sagrada Sabiduría, 1812.

La sofiología (del griego Σοφία "Sofía (sabiduría)") (en ruso София) es un concepto filosófico relacionado con la sabiduría, como también un concepto teológico relacionado con la sabiduría de Dios.

Desde el punto de vista teológico es una rama de la teología cristiana que se ocupa de la Sabiduría de Dios. Desde un enfoque filosófico la sofiología comprende temas asociados al análisis de las relaciones entre los mundos visible e invisible, el rol de la naturaleza, como también la teleología.

Índice

1 Orígenes 2 Teología 3 Sofía "diosa" de la sabiduría 4 Bibliografía 5 Véase también 6 Información en la web

o 6.1 Iconos e imágenes de Sofía (Sagrada sabiduría) o 6.2 Películas o 6.3 Ensayos relacionados con Sofía o la sofiología o 6.4 En otras tradiciones o 6.5 Bibliografía

Orígenes

La sofiología tiene raices en la tradición helenística, el platonismo, el gnosticismo, el Cristianismo místico (Hildegarda de Bingen (1098-1179), Jakob Böhme (1575–1624), Jane Leade (1624-1704)), Cristianismo esotérico (Rosacrucismo), el Cristianismo ortodoxo, la Teología de la Sabiduría, la teología rusa de los siglos XIX y XX (Serguéi Bulgákov bajo la influencia de Vladímir Soloviov), la espiritualidad New Age, como también en el feminismo contemporaneo.

El teólogo y economista ruso Serguéi Nikoláyevich Bulgákov, fue uno de los principales arquitectos en el desarrollo de la sofiología, centrándose en problemas relacionados con la creación del mundo y enfatizando la unidad de todas las cosas.

Teología

Las elucubraciones teosóficas se concentran en ‘Sophia’, la sabiduría divina, desarrollada por algunos pensadores rusos de fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, que incluyen a Vladímir Soloviov, Serguéi Bulgákov y Pável Florenski. En el desarrollo de la sofiología también ejerció influencia el místico luterano de origen alemán Jakob Boehme que vivió en el siglo XVII. Los que adhieren a la sofiología perciben a Sophia como una presencia viva y creativa que conecta a Dios con la Creación.

Según Bulgákov la «sophía» es aquella realidad intermedia entre Dios y la creación. Es la presencia de lo divino en lo creado. La esencia de la Iglesia es ser el punto de unión entre la sophía divina y la sophía creada. La Iglesia es la «Sophía», es el sinergismo que une el cielo y la tierra. Su visibilidad es sacramental. Las celebraciones de los sacramentos justifican la existencia de la jerarquía. El Espíritu Santo anima a toda la Iglesia, clero y laicos: es en su sinfonía que Él hace oír su voz y da enseñanzas y directivas; no existen órganos especiales o de signos seguros. Buscarlos sería dar prueba de un "fetichismo eclesiástico".

Sofía "diosa" de la sabiduría

Algunas personas consideran a Sofía una deidad, otros la consideran representando a la Novia de Cristo (Revelaciones 19), otros como una manifestación femenina de Dios representando a la sabiduría (Proverbios 8 y 9), y otros como un concepto teológico relacionado con la sabiduría de Dios.

Cristiano subjetivoEl cristiano subjetivo es el concepto filosófico bajo el que se define la personalidad o actitud del egoísta moral kierkegaardiano. Es nombrado también "caballero de fe" o "cristiano heroico".

Es aquel que se posee y es sí mismo por la gracia o voluntad de su Dios. Una de sus características primordiales es que entrega algo de sí porque tiene fe en recibirlo de vuelta. La fe para él se entiende como la seguridad o convicción personal del cristiano que se basa en una lógica particular, subjetiva, que sólo él puede entender y realizar pero que está direccionada a edificarlo individualmente.

Anarquismo cristiano

Símbolo que representa el anarquismo cristiano.

El anarquismo cristiano o anarcocristianismo es una forma de entender la vida cristiana en la que los principios éticos y de organización social son anarquistas. Los cristianos anarquistas afirman que si cada individuo es valioso ante Dios, sólo rige el derecho natural de las personas como fundamento de la libertad individual y no hay lugar para gobiernos, civiles o eclesiásticos, sobre las personas. Básicamente toman las enseñanzas del Evangelio como fundamento espiritual de la anarquía.

Índice

1 Fundamento 2 Referentes 3 Ejemplos

o 3.1 Cuaquerismo o 3.2 Unitarismo Universalista

4 Crítica 5 Véase también 6 Enlaces externos

Fundamento

De acuerdo a algunos anarcocristianos, la cristiandad fue originalmente un movimiento anarquista pacífico. Se dice que Jesús, en esta visión, vino para dar poder a los individuos y liberar al pueblo de las doctrinas religiosas opresivas en la Ley Mosáica; él enseñó que la única figura con derecho de autoridad era Dios, no el Hombre, evolucionando a la ética de reciprocidad.

De acuerdo a los anarquistas cristianos, solo hay una fuente de autoridad a la cual los cristianos tienen que responder, la autoridad de Dios encarnada en las enseñanzas de Jesús. Los anarquistas cristianos creen que la libertad de gobierno o de religión es justificada espiritualmente y será solamente guiada por la gracia de Dios si los hombres muestran compasión y valoran a cada ser humano como hijo de Dios.

Los anarcocristianos en general son pacifistas y se oponen a cualquier uso de la fuerza y abogan por la resistencia no violenta contra la guerra, la agresión del Estado, y en general la imposición del hombre sobre el hombre; para que exista absoluta libertad de elección de la forma de gobierno y del modelo económico, es decir siempre que ambos sean voluntarios.

Sus simpatizantes creen que la búsqueda de la libertad está justificada espiritualmente y citan las enseñanzas del mismísimo Jesús, algunas de las cuales se oponen a la existencia de establecimientos verticalistas tales como la Iglesia. Ellos creen que todos los individuos pueden entrar en comunión directamente con Dios y eventualmente unificarse en paz bajo este Dios personal.

Referentes

Algunos toman como modelo el cristianismo primitivo, en el que se organizaba en comunidades, reivindicando un comunitarismo anarquista. Existen varias denominaciones cristianas fruto de la Reforma Protestante de interés anarquista, por sus propuestas de libertad de conciencia, apoyo mutuo y pacifismo, como los valdenses, y de cierta forma los menonitas o algunos grupos anabaptistas. En general se incluyen como cristianos preanarquistas a varios de los disidentes ingleses o inconformistas, como los levellers, diggers, cuáqueros y unitaristas.

Un famoso cristiano libertario fue el escritor ruso León Tolstói, que inspiró al movimiento cristiano de los dujoboris. Otros teólogos y cristianos que influyen o han

influido en esta propuesta son Lysander Spooner, William Cavanaugh, Jacques Ellul, Stanley Hauerwas, Fedor Dovtoievski, Martin Luther King Jr., Ernesto Sábato, Carlos Díaz e Iván Illich. Un movimiento unitarista, el de el trascendentalismo tiene un importante vinculación con los valores libertarios.

La mayor parte de los anarquistas cristianos se muestra contrario a aceptar la autoridad de la Iglesia, considerando su fe como algo personal y no necesitada de intermediarios jerarquizados e institucionalizados. No obstante, existe una corriente que no está en completa oposición a la Iglesia Católica. Estos anarquistas se apoyan en el Catecismo de la Iglesia Católica, que dice: "Ella [la Iglesia] ha...rehusado a aceptar, en la práctica del "capitalismo", individualismo y la ley de mercado a favor de la labor humana. Regulando la economía únicamente con planes centralizados pervierte la base de las uniones sociales; regulándolas solamente por la ley del mercado es un fallo a la justicia social". Entre anarquistas católicos destacan Dorothy Day y Peter Maurin, quienes fundaron el Movimiento del Trabajador Católico, vinculado al distributismo. Existe también vinculación entre la doctrina anarquista y el personalismo, una filosofía de origen cristiano, de la mano de Ellul y Díaz.

El descubrimiento de los antiguos textos gnósticos en Nag Hammadi combinados con los escritos del autor de ciencia ficción Philip K. Dick, especialmente con su concepto de Prisión de Hierro Negro, ha conducido al desarrollo del anarco-gnosticismo.

Algunos cristianos ácratas se ven influenciados y de alguna manera identificados con varios personajes o grupos relacionados al misticismo cristiano por su vocación a tener una vida diferente y autónoma realizando, en sí mismos y aquí, un estilo de vida inspirado en lo espiritual. Otros cristianos libertarios se sienten más identificados con varios movimientos y personas involucrados en el milenarismo cristiano por su inclinación a realizar la utopía o el paraíso en la tierra o inspirarse en esta idea al actuar en pro de la hermandad universal.

Ejemplos

Cuaquerismo

La iglesia cuáquera, o la Sociedad Internacional de los Amigos, está organizada a lo largo de las líneas anarquistas. La libertad de conciencia y la iluminación interior de los cuáqueros son principos de libertad individual coincidentes con los principios libertarios, así como el desprecio por la autoridad política, y el reconocer los mismos derechos en todos los seres humanos sin privilegios especiales. El antidogmatismo es una premisa que también comparten ambos, por ejemplo, si bien el cuaquerismo proviene del cristianismo protestante, para ser cuáquero sólo es necesario coincidir con la doctrina de la "conciencia interior" que ilumina el pensamiento y los actos, en libertad de voluntad, pudiendo existir hasta cuáqueros ateos.

En el campo organizativo, todos los miembros de la iglesia tienen el mismo peso en su opinión. Si bien no existen vínculos oficiales entre el cuaquerismo y el anarquismo, y los cuáqueros en su conjunto tienen una amplia variedad de opiniones políticas, la larga tradición cuáquera de participación de la justicia social en el trabajo y perspectivas similares sobre cómo debería estructurarse el poder y cómo deberían tomarse las decisiones ha llevado a cruzar miembros e influencia entre cristianos anarquistas y

cuáqueros. La influencia cuáquera fue especialmente pronunciada en el movimiento antinuclear de la década de 1980 y en el movimiento antiglobalización de Norteamérica, en las que se incluían muchos miles de anarquistas y que conscientemente aprobaron la toma de decisiones basada en el consenso cuáquero.

En economía, al igual que los anarquistas, existen tradiciones que van desde el apoyo del comercio libre y la libre empresa hasta las economías colaborativas, aunque un valor común normalmente es la práctica de la generosidad, entendida como solidaridad voluntaria.

Unitarismo Universalista

El unitarismo universalista, (o UUismo), no es necesariamente una religión anarquista, pero tiene estructuras con características anárquicas. El unitarismo universalista es una religión pluralista con raíces protestantes en la cual las iglesias y los ritos son generalmente ejecutadas de forma democrática y de manera descentralizada y autónoma. Los congregantes laicos frecuentemente organizan sus propios ritos cuando los reverendos toman descansos. Los ritos son abiertos a la participación de los miembros. Los siete valores del UUismo son generalmente concordantes con los valores anarquistas.

Crítica

La principal crítica a esta filosofía es que el anarquismo es una filosofía política sobre una forma de organización política de libertad individual sin Estado, por lo que resulta contraproducente mezclarlo con temas religiosos o de fe, pues son de carácter personal, independientes de la política y totalmente aleados de la filosofía práctica de una teoría sobre el orden político. Para muchos anarquistas los asuntos de fe son temas metafísicos que no deberían ser juntados o alejados deliberadamente de ninguna tendencia política. Por otra parte hay muchos Anarquistas que no le dan relevancia, ya que consideran que el anarquismo no es una filosofia politica sino una forma de vida.

El Cristianismo posee dos formas de gobierno. Uno es logistico, social, departamental. Una enorme estructura de cargos y funciones con dependencias y comites territoriales. Ejemplo maximo es el Vaticano, pero el modelo se reproduce en las denominaciones protestantes con presencia internacional. El otro gobierno es místico, el Espíritu designa apóstoles, profetas y maestros e indica a donde viajar a extender ese reino celestial. Anarquismo Cristiano sería una negación a la Religión Organizada, que con sus infinitas estructuras coarta la libertad al Espíritu. El hombre libre reconoce solo un guia, pastor o cura. Un solo nivel, para los pasos iniciales, pero su relación con Dios es personal, y su crecimiento e intimidad con Dios algo íntimo y parte de su credo. Se puede interpretar como anarquismo pero en si es una vuelta a la vida sencilla de los primeros cristianos, al cristianismo original que se reunía por las casas. Socialmente puede devenir en organizaciones comunitarias tipo cooperativas, buscando la menor dependencia posible del estado y del mercado En cualquier caso siempre será un movimiento de resistencia pacífico.