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Concepcion

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NICANOR MOLINAREEL COMBATEDELA CONCEPCIONTOMO ISANTIAGO DE CHILEIMPRENTA CERVANTESDELICIAS 1167._______1912EL COMBATE DE LA CONCEPCIONINTRODUCCIONTandem, quum Persa via per mons invenio, Leonidas, dimissus socius, una cum omnis Spartanus, fortissime, dimco. Las Termpilas.Por fin, habiendo descubierto losPersas una senda al traves de los cerros, despidi Leonidas a los aliados i sucumb con sus espartanos, combatiendo con todo valor. Las Termpilas.La historia de la humanidad tiene pjinas nmortales escritas con sangre i en defensa del terruo querido, de la ciudad, de la montaa, del valle, de la raza, de ese nimbo de gloria con que envuelve el proscrito a su tierra desde la lejana rejion en que vive suspirando por sus lares; de esa aureola bendita que rodea la imjen de la concepcion mas bella inventada por la especie humana, reconocida por el orbe entero, cuna sagrada de las grandes naciones, madre de la inspiracion de los poetas, nace la idea mas grandiosa que pueda haber surjido del cerebro huno: La Patria!Por salvar la honra de Esparta, Leonidas, el ao de 480 ntes de Jesucristo, contesta a Jerjes: Prefiero morir por mi patria a sojuzgarlaEran 300 espartanos, 400 hombres de Tebas i 700 soldados de Tespis, en todo 1,400 lejionarios mandados por Leonidas.Aquellos soldados cumplieron con su deber, menos uno, Efialtes, que traicion a los griegos i otro que huy.Grecia levant a sus hroes un monumento, en su zcalo grab este verso de Simonides,Caminante, ve a Esparta i dile: que yacemos aqu por obedecer a sus leyesNumancia i Sagunto asombran al mundo con la heroica resistencia que a Roma i a sus jenerales oponen aquellos indmitos ibricos.Pero, en aquellos asedios, el vencedor toma a mas de un prisionero que arrastra tras su carro en el Stadium, en el Foro de la capital del mundo.Viriato i sus compaeros, han dejado estampado en el firmamento, sus gloriosos nombres e inmortalizado la patria.Le Venguer, salta su Santa Barbara.Se hunden en el mar los colores de la primera Repblica Francesa, pero algunos escapan de aquella hoguera de glorias!Ricaurte en los albores de la independencia de Amrica, con mano firme, con pulso certero, con frialdad herica, acecha el momento oportuno, i al encender el volcan de plvora que tiene a la mano, hace saltar a una division enemiga; l unicamente, escala la inmortalidad.En Mjico, durante la guerra franco-mejicana, un destacamento frances es atacado por centuplicadas fuerzas nacionales.Las veteranos de Sebastopol, los vencedores de Majenta i Solferino, se baten i resisten diez horas, al fin se rinden.El enemigo, en Camaron erije un monumento a los franceses, ordenando a sus rejimientos que cada vez que tropas mejicanas desfilen por frente a ese solitario sitio, batan marcha en homenaje al valor i disciplina de los hroes que ah sucumbieron por Francia envueltos en su bandera!En Camaron salvaron seis soldados de la 3. Compaa de la Lijion Extranjera; el sargento Maine i los legionarios Schaffuer, Wensell, Fritz, Pinzinguer i Bunowick.No todos murieron!En la alborada del 23 de Diciembre de 1598, un sobrino de San Ignacio, don Martin Garcia Oez de Loyola, gobernador de Chile, de nobilsima estirpe guipuzcoana i caballero de la rden de Calatrava, fu derrotado, vencido i muerto a orillas del Lumaco.En el pintoresco sitio denominado Curalava o Curalau piedra partida- Pelantar toqui araucano, Anganamon i Guaiquimilla, caciques de la tierra de Angol, al frente de valerosa indiada atacaron esterminaron sin piedad, a los esforzados conquistadores de Arauco.En esa jornada acompaaban a los cincuenta espaoles de Oez de Loyola cien indios ausiliares, dicen algunos autores, nmero que otros hacen subir a trescientos.Sea de ello lo que fuere, el hecho es que, en Curalava, se pele bien, salvando cuatro peninsulares; dos que fueron ultimados poco despues, el clrigo don Bartolom Prez i el soldado Bernardo de Pereda, a quien por muerto se dej en el campo.Los demas con Oez de Loyola, envuelto en los rotos pendones de Castilla, quedaron todos a orillas del hermoso Lumaco, probando a Espaa i al mundo, que sus hijos saben siempre cumplir con su deber.I ya que de sacrificios heroicos tratamos i recordando estamos la patria de Lautaro, no pasemos por alto el sitio de Villa Rica; ni dejemos sin anotar la herica i sublime resistencia, que el Capitan Rodrigo de Bastidas, opuso desde Diciembre de 1599 a Febrero de 1602, al las indmitas huestes de Anganamon i Pelantar.Dos aos, un mes i dias dur el asedio de Villa Rica, i al fin, el 7 de Febrero de 1602, el toqui araucano dio el ltimo asalto, que fu peleado por Bastidas i sus nicos diez bravos adalides que le quedaban.La lucha fu terrible, espantosa, muri el capitan Bastidas, el bravo araucano consigui tomar unos cuantos prisioneros, cautivas guard a todas las mujeres.En Santa Rosa de Trancoyan, lugarejo vecino a Quirihue, un fuerte destacamento del Batallon Granaderos de Chile, en 29 de Octubre de 1813, fu atacado por fuerzas realistas inmensamente superiores, al mando del coronel don Juan Antonio Olate, chileno que, por desgracia, campeaba en el real hispano.Los Granaderos de Infantera no contaron al enemigo; se parapetaron hasta con lios de charqui i empearon el combate; quedaron en el campo envueltos en los pliegues de la inmaculada bandera de mi patria el capitan don Pedro Jos Valenzuela i el teniente don Rafael Valverde i gran parte de aquella invicta tropa. Los demas qu se hicieron?Un nio, un adolescente los mandaba, el subteniente don Gaspar Manterola, que despus de haber perdido mas de la mitad de su efectivo i de pelear por mas de seis horas, aprovechando la noche, carg a la bayoneta sobre los realistas, rompi sus masas i la diana del 30 de Octubre lo encontr en Quirihue!Los huesos de mas de la mitad de aquellos leones estn ah, en Trancoyan, pero el nombre pursimo de Chile, su lema inmortal Vencer o Morir! ha quedado inclume!I llegamos a Iquique, al 21 de Mayo!Salve, da inmortal, jornada de gloria, sublime canto entonado a la patria, a la inmortalidad!Que mas quisiera yo, pobre narrador de las hazaas de mi Chile, que poder escribir, disear siquiera ese combate, que ha merecido las descripciones mas hermosas e inspirado a los grandes vates de mi nacion! Predecesor, nauta herico que seal la derrota del sacrificio i del civismo a las lejiones de Chile, Arturo Prat i los suyos, fueron los pilotos que demarcaron la estela que Carrera Pinto, Ramrez, Barahona, Prez Canto, Montt, Luis Cruz, Vivar, Diego Garfias, Urriola, Valdivieso i Jordan, surcaron mas tarde en Tarapac i en herico i sin igual combate i sacrificio de la Concepcin.Como un saludo respetuoso a los manes ilustros de Carrera Pinto, Julio Montt Salamanca, Luis Cruz M., Arturo Prez Canto, Manuel Jesus Silva i demas martires de aquel combate i holocausto en que todos los hombres, mujeres i nios murieron, vamos a narrar la accion del 9 i 10 de Julio de 1882 a fin de que se grabe en la mente de la jeneracion actual i de los hombres del maana el modo i forma como los soldados de Chile respetan el santo juramento de morir antes de rendirse.I tambien queremos escribir esta pica accion como un recuerdo, un alerta para nuestros hombres de Gobierno; para los que rijen los destinos de la patria, los que vigilan nuestras fronteras i guardan los depsitos de nuestra seguridad i nuestra honra a fin de que jamas cedan un palmo de Tacna i Arica, llave de oro del arca de hierro de Tarapac, en que se guardan los tesoros de la Repblica, nervio de la guerra e inconmovible cimiento de su grandeza.Piensen, mediten primero nuestros dirigentes en la sangre vertida en la campaa del Pacfico, aquilaten el valor herico de nuestros soldados, recuerden los cruentos sacrificios de aquella crudsima guerra i en seguida declaren si es posible, si se puede siquiera pensar , imaginar aun, devolver al Per, nuestro eterno i falaz enemigo, lo que conquistamos a punta de sable i bayoneta; y lo que es la seguridad de nuestra frontera norte.Dgaselo al Per, sencillamente, que Chile no entrega Tacna i Arica; que nos deje en paz!Que no turba nuestras labores; i que si quiere la guerra, si esta listo para luchar, nuestro pas acapta el reto e ir cantando a la campaa.Pero que, si por cuarta vez, los descendientes del Cid, de Lautaro, de O'Higgins, de Caupolican i de Carrera, clavan la ensea de mi patria en Lima, ya puede e1 Per escribir en las murallas de la vieja capital del virreinato, la leyenda romana:DELENDA EST PER!La escuadra espaola de PinzonCorra el ao de 1863; el 28 de Abril, por primera vez en su vida de mar, i con la insignia de Castilla al tope, la goleta espaola Covadonga echaba el ancla en Valparaso; saludaba la plaza i a los buques neutrales surtos en la bahia i poco despues, su apuesto comandante don Luis Fer se dirijia a tierra.El 5 de Mayo 1883, del mismo ao 1863, la fragata Resolucion, daba a su vez fondo en nuestro primer puerto, i su jemela, La Triunfo, tomaba su fondeadero, tambien en Valparaso, en la noche del 9 del mismo mes i ao.En La 'Triunfo flotaba al viento la insignia del comandante en jefe de la escuadra hispana, jeneral don Luis Hernndez Pinzon.Desde los das de la independencia, desde 1818, en que por ltima vez quemaron su plvora los marinos espaoles en Valparaso, la bandera peninsular no habia visitado los mares porteos.Su mision era de paz?Asi lo crey nuestro hidalgo pueblo; i entre vtores, msicas i hosanas, recibi a aquellos nautas, que navegando desde Cdiz venan, desde el 10 de Agosto de 1862.Sin embargo, aquellas naves, encubierta comision, debian llenar.Los secretos rincones de la artera diplomacia peruana, guarden aun la clave enigmtica de su viaje, que tan caro cost a Espaa i tambien a Chile, que a fuer de buen hermano desenvain su tizona para defender los conculcados fueros de la Amrica.Alguien ha creido ver, en la arribada al Pacfico de esta pequea escuadra, que se aument mas tarde con la Numancia, Villa de Madrid i Vencedora; con la Almansa, BereBlanca i el Marques de la Victoria, sencillamente una llamada que hacian algunos malos hijos del Per, a la madre Espaa, para entregar su patria al Gobierno monrquico de la metrpoli.La verdad del hecho es que, nuestros archivos diplomticos guardan piezas i notas curiossimas, firmadas por nuestro altivo i honrado Encargado de Negocios en Lima, en la poca de nuestra referencia, seor don Jos Nicols Hurtado, que demuestran cun tenebrosa i anti patritica fu la conducta del Presidente del Per, Peset i el crculo que lo sostenia; i que examinadas con calma estudiadas sin pasion, dejan el ntimo, amargo convencimiento, que los gobernantes del Per en esa fecha, abrigaban la decidida idea de vender su patria a Espaa!Cupo la gloria de debelar esa tenebrosa i maquiavlica conjuracion, a nuestro intelijente Ministro seor Hurtado; a don Mariano Ignacio Prado, entonces Coronel del Ejrcito peruano, la de echar por tierra al traidor Gobierno de Peset i de sus paniagundos.Pinzon i MazarredoPinzon i sus tres barcos permanecieron poco tiempo en nuestras aguas; el almirante careen sus naves, refresc a su jente en Valparaso i proas al norte, se diriji al Callao; en esas aguas habia de cumplir mas tarde su oculta mision.I mientras que don Luis Hernndez Pinzon arriba al Callao don Eusebio Salazar i Mazarredo, desde Panam, cita para reunirse en Lima al almirante espaol.Salazar i Mazarredo, en la Covadonga, goleta rapidsima para aquellos tiempos, hizo el viaje desde el Istmo; i el 18 de Marzo de 1864, desembarc en el Callao, trasladandose inmediatamente a Lima.Don Eusebio Salazar i Mazarredo, traa la investidura de Ministro Residente de S. M. C. en Bolivia i el de Comisario Estraordinario de Espaa en el Per; i aadiremos nosotros, el de mentor i fiscal del almirante don Luis Hernndez Pinzon.Ocupacion de las ChinchasI de un salto llegamos a la islas de Chinchas, a donde el 10 de Abril de 1864 fondean las fragatas hispanas Resolucion i Triunfo i la goleta Covadonga.A su bordo vienen Salazar i Mazarredo, Pinzon i Merino Ballesteros.En las islas, rico depsito de guano, se encuentra el bric-barca de guerra Iquique, que monta cuatro caoncitos i mantiene izada la bandera del Per.En tierra, en las islas, no hai fortificacion ninguna; su gobernador el capitan de navio don Ramon Valle Riestra, manda en las guaneras; i para su respeto, cuenta con el Iquique i con 200 hombres de infantera de marina i algunos empleados mas de hacienda.En Chinchas existian en Abril de 1864, cuando aparecieron la Triunfo, Resolucion i Covadonga, los 200 hombres de la guarnicion, 160 presidarios i un mil pobladores; i en el mar El Iquique.En la bahia fondeados 70 a 80 buques marcantes de todas las nacionalidades.El 10 de Abril de 1864, despues de un breve ultimtum, el almirante Pinzon tomaba posesion de las Chinchas, sin disparar un tiro; i en el Iquique i en tierra flameaba tranquilamente el hermoso estandarte que ostenta en su escudo el len de Espaa.Ni un solo disparo, ni siquiera una onza de plvora, quemaron aquellos infelices descendientes del Sol, a quienes el secular astro del da borrado tiene del escalafon de sus sbditos!Sencillamente, se entregaron, dejando izar el hispano, el ibero len en lugar de la ensea del Sol!I rpida, cual centella que rasga las nubes en obscura i tormentosa noche, la fatal noticia lleg a Santiago.Chile se puso de pi; la independencia del Per, los fueros de la Amrica libre i soberana, haban sido pisoteados!Hollados los principios de independencia, conculcadas las leyes internacionales!Chile, la mano en su espada, cubierto con su escudo de justicia i libertad, coji el guante que a la frente del Per arrojara Espaa, i se lanz altivo, sin temor, a la guerra.Una alianza defensiva i ofensiva se pact entre Chile, Per, Bolivia i Ecuador; se proclam la guerra; desde 1864 a 1866, tronaron los caones en las riberas del Pacfico, cargados por Chile, cabeza, brazo i corazon de aquella campaa, en que no cosechamos mas gloria que las del Papudo i de Abtao, i el bombardeo e incendio del indefenso Valparaso.El Per salv, merced a Chile, su independencia en esta ocasion como en 1838-1839, don Manuel Blnes lo habia sacado de las garras de Santa Cruz, con Buin Yungai.La alianza de 1864 no estaba rota; la paz con Espaa no se habia firmado; Chile, con razon, dormia tranquilamente el sueo del laborioso hombre de trabajo, sin preocuparse de sus vecinos del norte.Sijilosa i calladamente el Per atisbaba el momento, la oportunidad, la hora, para herir cobardemente i a mansalba al hermano que le habia dado independencia en 1821, libertad en 1839, i salvado del vilipendio en 1864.En 1866, el 2 de Mayo, la guerra estaba en su apojeo; el ao de 1868 arribaban al Pacfico el Huscar i La Independencia; la supremacia naval del Per era indiscutible enuanto al material de guerra; por lo que respecta a equipajes, a nervio i a corazones, eso no pudo comprar en Europa el almirante chileno Salcedo que trajo los dos blindados nombrados.La paz reinaba en Amrica especialmente en el Pacfico. Chile habia como bueno ayudado a sus hermanos; el Per estaba libre de enemigos, don Casto Mndez Nez, despues de apagar los fuegos de las poderosas baterias del Callao, de hacer saltar La Torre de La Merced i matar al Ministro de la Guerra, coronel Glvez, abandon las aguas del Per i volvi a Espaa a dar cuenta de su campaa.Don Casto Mndez Nez, cuando arrib a las costas peninsulares con orgullo, pudo esclamar: seores, he mantenido mi lema, que es el de Espaa;PRIMERO HONRA SIN BARCOS, QUE BARCOS SIN HONRA!El Tratado Secreto de 1873Brisas de paz soplaban en todo el continente sudamericano.Chile, ocupaba sus lejiones en estender sus fronteras del sur: conquistaba, pacificaba a la Araucania.Tendia rieles; unia a Santiago con Concepcin; embellecia sus ciudades; cultivaba sus campias; i en el campo inmenso de la industria empleaba toda la fuerza vital i potente de su pueblo.I cuando mas brllaba la paz, sijilosa i calladamente, Pardo aquel peruano, a quien la mano de Dios cort el hilo de la existencia valindose de un infeliz pretoriano, arrastr no digamos a Bolivia, que Adolfo Ballivian i Mariano Baptista, no fueron jamas los jenuinos representantes de la patria de Arce, de Camacho, Campero, Salinas Vega i Corral, a una alianza ofensiva i defensiva en contra de Chile!En Lima, el 5 de Abril de 1873, Manuel Irigoyen i Serapio Reyes Ortiz, firmaron el tratado secreto per boliviano.Ballivin i Baptista refrendaron a su vez esa misma ruin celada en la Paz de Ayacucho, a los 16 das del mes de Junio de 1873.Manuel Pardo i su ministro Jos de la Riva Agero, hijo de aquel gran traidor que vendi su patria a Espaa en 1821, i a quien Bolvar por asco no fusil, tuvieron la grata fruicion de poner sus nombres al pi de ese trabado secreto, que los deshonr para siempre ante la historia, en Lima a 30 de Abril del mismo 73.En Marzo de 1879, Lavalle tenia el atrevimiento de presentarse en Santiago, en mision especial de parte del Per; i cuando se le ech en cara la existencia del tratado secreto de 1873, con todo el tupe del cholo, del afeminado i maquiavlico limeo, neg a firme la existencia de aquel inmundo pacto.Nuestro hbil i valiente Ministro en Lima, don Joaquin Godoi Cruz, habia develado aquellos protocolos; sostenido con altivez i dignidad la honra nuestra i los justos procedimientos de Chile, en el conflicto con Bolivia.Godoi, desde que descubri la tenebrosa trama secreta, no descans un momento i con el mas ardoroso patriotismo, lo repetimos, defendi los intereses de la Repblica, las vidas i haciendo de todos los chilenos que poblaban los ricos departamentos peruanos de Tarapac, Pisco, de la Libertad i Lima.La guerra en 1879El 14 de Febrero de 1879 se ocupaba a Antofagasta: pocos das mas tarde flameaba el pabellon chileno en Mejillones, Caracoles, Tocopilla i Cobija.El 5 de Abril del mismo ao de 1879 se proclamaba, por bando en Santiago, la guerra al Per i a Bolivia:; i el anciano notario don Nicarnor Yaneti, tenia la honrosa comision de leer al pueblo aquel documento famoso qu fu firmado por el probo i gran Presidente don Anbal Pinto.El mismo, 5 de Abril de 1879, en Lima, se daba publicidad al tratado secreto de 1873, que el da antes todavia negaba Lavalle en Santiago.Estado del EjrcitoEn realidad de verdad, nuestro pais no se encontraba preparado para la guerra; la Marina i el Ejrcito a consecuencia de la estrechez de nuestro presupuesto, habian sido cruelmente disminuido; apenas si podiamos juntar 3,000 hombres escasos.Mas, si la cifra, el nmero de nuestros lejionarios era insignificante, no suceda lo mismo en cuanto a jefes, oficiales i clases.En aquellos das, en Marzo de 1879, Lagos i Barcel, don Jos Antonio Gutierrez, Federico Castro, Emeterio Letelier, los Bulnes don Manuel i don Wenceslao, Estanislao del Canto, Demfilo Fuenzalida, Vargas Pinochet, Daniel Garcia V, i muchos otros mas, se encontraban o retirados en sus casas, en asamblea, o sirviendo honrosos puestos civiles.Existian, en relativa abundancia los maestros del arte; materia prima sobraba; el patriotismo era exhuberante; formar el ejercito que cosech los innumerables triunfos de 1879 a 1884, fu negocio que, dado el espritu guerrero de nuestra raza i el ardor blico de nuestro pueblo, result tarea fcil, a la vez que abrumadora para los veteranos de Arauco, que tuvieron a su cargo la instruccion de todos los cuadros de reclutas que poblaron nuestros cuarteles en aquellos hermosos e inolvidables das.Pero si la faena resultaba hacedera, i los cuadros de la futura gran armada de Repblica se rellenaban con rapidez asombrosa, el Gobierno a su vez, vi que al paso que iba, tendria ntes de poco que encontrarse con que las filas del Ejrcito de Lnea se habian aumentado a una cifra tan elevada que los emolumentos nacionales no podrian soportar su pago por mucho tiempo.Estbamos embarcados en una empresa colosal; la hora era por demas solenme, i retroceder, hacer un alto, en aquellos instantes, habria sido un crimen.I para no cargar al erario con la pegada responsabilidad de organizar un ejrcito nicamente de lnea, se ide la movilizacion de la guardia nacional.En Marzo, en los primeros das de aquel inolvidable Marzo de 1879, el da tres, se decret la formacion de las Brigadas Cvicas de la Recoleta, Santa Luca, Campo de Marte i de Yungai.Los seores Domingo de Toro Herrera, Arturo Claro, Jos Manuel Borgoo F. i Miguel Felipe del Fierro, fueron nombrados respectivamente comandantes de las unidades citadas.I como el trabajo actual tiene por objeto narrar el sacrificio de La Concepcion i los que all sucumbieron, vivando a la lejana patria, sonriendo a Chile, cuando fueron oficiales i soldados del Chacabuco 6 de Lnea, se nos disculpar que por esta vez nos ocupemos solamente del batalln que organiz don Domingo de Toro Herrera, que brillante papel jug en las campaas de Tarapac, Tacna, Lima i La Sierra.La Brigada de La Recoleta la organiza don Domingo de Toro Herrera.A dos cuadras escasas de la iglesia del Crmen Bajo, del convento de Monjas Carmelitas de la vieja Caadilla, hoi Avenida de la Independencia, a dos cuadras decamos, al norte del santuario nombrado i en el costado oriente, exista en Marzo de 1879 una casa, de no mui humilde apariencia, signada con el nmero 45. Moraba en esa mansion un entusiasta vecino de aquel populoso barrio, que vive aun venturoso en su hogar i respetado i querido por todos los que tienen la dicha de contarse en el nmero de sus amigos i relaciones; i aunque sabemos que vamos a herir su innata modestia, nuestro amigo estimado, don Julio de la Cuadra; nos disculpar lancemos su nombre en estos mal hilvanados recuerdos, que era de don Julio la casa nmero 45, i en ella hubo de tener lugar la primera reunion para organizar la Brigada de la Recoleta, jeneradora del batallon movilizado Chacabuco.A don Domingo de Toro Herrera cpole el alto honor de ser designado primer jefe de la Brigada recoletina; hombre, prctico, alentado i entusiasta, busc inmediatamente entre los vecinos del populoso barrio ultramapochino, al hombre, al soldado, que uniese al conocimiento del proletariado de la Recoleta i Caadilla, el espritu militar i la disciplina necesarias para organizar en debida forma su brigada.I el hombre elejido fu don Luis de lat Cuadra, veterano del antiguo 7. de Lnea, que se habia batido mui bien en Cerro Grande i que tenia fama de buen instructor, a la vez que de hombre de letras.El comandante de Toro Herrera, tena ya mayor; oficiales, tropa, uniforme, armas, cuartel, nada habia, faltaba todo; existia s el santo entusiasmo i la actividad asombrosa del futuro jefe del movilizado Chacabuco, que habia de formar en el populoso barrio ultra mapochino el primer cuerpo movilizado de la campaa de 1879 a 1884, porque Navales era uno de los veteranos de Abtao.I en una noche de la primera semana de Marzo de 1879, la brigada fu formada. El da 3 en el escritorio de don Julio de la Cuadra, habitacion colocada en primer trmino al costado izquierdo de la casa nmero 45 de la Caadilla, tuvo lugar la primera reunion, a que cit don Domingo de Toro Herrera, para elejir la oficialidad de su brigada, buscar cuartel e iniciar los trabajos tendientes a levantar el cuerpo, cuya organizacion se le habia encomendado.Serian las ocho de esa memorable noche cuando, presidida por el comandante de Toro Herrera, se abri la sesion en el escritorio del seor Julio de la Cuadra.No hubo acta, ni lectura de documento alguno, ni oficios, ni tramitacin escrita ninguna.Presidi el comandante de Toro Herrera con su llaneza acostumbrada, i presentes se encontraron en aquella histrica junta don Luis i don Julio de la Cuadra, don Roman Espeche, don Carlos Campo, don Vicente Dvila Baeza, don Santiago Luna, don Roberto Ovalle Valds, don Temstocles Castro, don Moiss Campo, don Ramon Bustamante, don Julio Olmedo Blnes, don Juan Antonio Ibaez, don Fernando Pardo, don Ramon Sotta Dvila i el que estos renglones escribe, que lleg a la casa citada acompaado de don Crlos Campos.No fue larga aquella sesion, que mas bien fu breve, porque el novel comandante Toro Herrera prob desde esa noche que era hombre llano, mui activo, mui patriota, bien intencionado, caballeroso. Desde ese momento i durante toda la campaa su lema, sus propsitos fueron: servir bien, con valor, abnegacion, desinteres i patriotismo.La quebrada de Tarapac, los Altos de Tacna, las abruptas laderas del Morro Solar, son testigos del empujo del coronel de Toro Herrera i del invicto Chacabuco.En esa primera sesion se acord el uniforme, se eliji el vistoso i militar ropaje que us en otro tiempo el viejo Chacabuco: cuello, botamanga i vivos verdes en la casaca; franja verde en el pantaln; kep azul negro, con faja tambien verde.Se tocara jenerala el prximo Domingo, estabamos a Viernes; la casa, el cuartel no lo tenamos; alguien, me parece que fu don Luis de la Cuadra, indic un conventillo de la calle Salas, propiedad de don Juan Fernndez Puelma, cito en la primera cuadra de esa populosa calle, nmero 25, se acept la idea i al siguiente da tenamos cuartel.Se eliji la oficialidad, los grados se repartieron hermanablemente: el aspecto, la edad, la vivesa que demostraba cada cual design el empleo, el galon que a cada uno se di.No hubo votacion, ni cambullon alguno: sencillamente cada cual acept el puesto que se le discerni: lo nico que se peleaba entre aquellos hombres era un galon para combatir, para morir!Comandante de la Brigada era ya don Domingo de Toro Herrera, Sarjento Mayor don Luis de la Cuadra; ayudante Mayor fue don Julio, hermano de don Luis.Alcanzaron las capitanas don Santiago Luna i Bueras, don Vicente Dvila Baeza, don Roman Espeche i don Roberto Ovalle Valds.Crlos Campo, Ramon Bustamante, Moises Campo i vuestro modesto servidor, recibieron despachos de tenientes.El galon primero de subteniente lo lucieron Fernando Pardo, Ramon Sotta Dvila, Temstocles Castro, Julio Olmedo Blnes i Juan Antonio Ibez, que mas no fueron segun rezan nuestras anotaciones i recuerdos, los primeros lejionarios de la Brigada de la Recoleta, madre lejtima del primer movilizado Chacabuco, que pele la ruda campaa del Per desde Antofagasta a La Concepcion; mandado durante aquellos cuatro aos de 1879, 1880, 1881 i 1882, por sus dos organizadores: De Toro Herrera del Movilizado hasta Abril de 1881, i de ah en adelante por el mas tarde jeneral don Marcial Pinto Agero; dos bravos que pueden con orgullo decir para que la juventud los respete:FUIMOS DEL CHACABUCO!!La primera jeneralaEn la maana del segundo Domingo de Marzo de 1879, a las 7 mas o menos, una banda de tambores i cornetas tocaba la primera alegre diana de la Brigada de La Recoleta, frente a la casa nm. 25 de la calle de Salas.En la ancha puerta no habia centinela; no existia tampoco cuerpo de guardia: fuera de los tambores que entusiasmados tocaban diana, del pabellon izado sin ceremonia al frente de aquel modesto conventillo, nada daba a conocer que aquel lugar pudiera ser cuartel.Los tambores terminaron su diana, i luego rompieron con furia el famoso toque DE JENERALA, mui conocido entonces por nuestro pueblo, i que era algo as como el antiguo Somaten, voz de alarma, de guerra de batalla.Nuestros msicos iniciaron su jenerala, i a la marcha redoblada se alejaron de la puerta de aquel improvisado cuartel, en demanda del populoso barrio de ultra-Mapocho, que recorrieron solo en parte.Mas o menos a las 8 A.M., una poblada inmensa invada la calle, los alrededores i el cuartel de La Brigada de la Recoleta, la banda de tambores entraba al nico largo patio de aquel conventillo; i el pueblo en masa peleaba por fliarse, por que siquiera se le anotase para entrar al cuerpo, para ir a pelear, a combatir o morir!El comandante Toro Herrera, don Luis de La Cuadra, Crlos Campo, Espeche, Dvila Baeza, Temstocles Castro, Pardo, Julio de la Cuadra, Sotta Dvila, Bustamante, Olmedo Blnes, todos sin escepcion filiamos i filiamos jente, hasta las doce de la noche!Lo repetimos era un entusiasmo loco, se peleaba por ir a pelear, por ir a morir.La Brigada de La Recoleta estaba asegurada; su existencia, su movilizacion ya la vamos a ver.El Movilizado ChacabucoEl comandante de Toro Herrera, cuando vi el xito asombroso obtenido en el primer da, i que su efectivo estaba completo, pas a dar cuenta de aquel suceso al seor Ministro de la Guerra, Coronel don Cornelio Saavedra; a pedirle uniforme, armas i rden para movilizar su brigada i convertirla en batallon.I el viejo i desconfiado cadete de 1830, el veterano de Loncomilla i de Arauco, que a pesar de sus sesenta i dos aos, servia mui bien su puesto de Ministro de Guerra i empleo de coronel, sonrindose contest al Comandante de Toro Herrera: No sea usted loco, Domingo, con futres portaleros, no puede hacerse la guerra a dos naciones!I este retintn, este dicho, esta opinion, la mantuvo el Coronel Saavedra durante muchos das, porque slo el 26 de Abril de 1879, se vino a firmar el decreto que mand movilizar la Brigada de La Recoleta, con el nombre de Batallon Movilizado Chacabuco.I aquellos futres portaleros, que se llamaron Pedro Urriola, CrIos Campo, Jorje Cuevas, Ignacio Carrera Pinto, Julio Montt Salamanca, Luis Cruz M., Arturo Prez Canto, Ramon Sotta Dvila, Arturo Salcedo, Pedro Ferro la Torre, Francisco Herrera, Camilo Ovalle, Vicente Dvila Baeza, Diego Almeida, Rafael Errzuriz i tantos otros mas, escribieron con su sangre, con sus sables, en el bronce i en la historia, los nombres de Tarapac i Tacna.En las candentes laderas del Morro Solar, en las nveas cumbres de las sierras incsicas, i en La Concepcion, sublimando el sacrificio, tallaron mil veces el lema bendito de Chile, su patria, en letras de diamantes, laminado en gloria.El Chacabuco parte a San BernardoSantiago, los boletines de los diarios de aquella poca, recuerdan emocionados, casi asombrados, la ovacion espontnea, inmensa que este pueblo, que la capital hizo a su cuerpo, al Chacabuco, cuando parti para San Bernardo.Aquello fu mas que ovacion; que fu un triunfo; una locura, un desbordamiento frentico, una demostracion simptica del pueblo, al pueblo armado, representado por su Chacabuco, batallon compuesto de jefes, oficiales, sarjentos i soldados santiaguinos netos; rotitos de la Caadilla i de la Recoleta; futrecitos del portal!El batallon desfil por la Alameda.Al frente de aquellos reclutas Chacabucos, su comandante don Domingo de Toro Herrera, rodeado de sus ayudantes, de Julio de la Cuadra i Crlos Campo.Roberto Ovalle capitanea la primera; Joaqun Pinto Concha, Jorje Cuevas i Camilo Ovalle B., que deja el Banco Nacional por un puesto de subteniente, mandan las mitades de esa compaa.Don Francisco Herrera, don Pancho, que muere de capitan despues de haber peleado en toda la campaa, luce la jineta de l.; i Pascual i Abelardo Castro, recoletinos finos, artesanos honrados i bravos, cargan las de sarjentos segundos.I cuando ha desfilado la primera compaa, aparece la 2.; rodean al capitan Dvila Baeza todos los buenos amigos de su barrio, porque oriundos de la Chimba son Fernando Pardo i Arturo Prieto Reyes, que deja su bufete de abogado para cargar la presilla de teniente.I con ellos van mandando las ltimas mitades Pedro Urriola, nieto de don Pedro Alcntara, caido en ruin encrucijada, i que como su abuelo habia de morir, tambien, a punta de hierro, bayoneta i bala.Rafael Errzuriz cierra la ltima mitad de la 2.A la cabeza de la primera hilera, de la compaa del capitan don Vicente Dvila Baeza, forman los sarjentos Juan Aguilera i Lorenzo Fuentes.Don Luis de la Cuadra tiene a su lado al abanderado don Diego Almeida i don Juan Antonio Ibez; el mayor de la Cuadra es ovacionado tambien; la partida del Chacabuco a San Bernardo es una marcha triunfal.El jentio es inmenso; millares de personas cubren las calles centrales; en la Alameda la muchedumbre es compacta; ah puede sin embargo verse al capitan don Roman Espeche, que acaudilla la 3. compaa, un minero que momentneamente abandonando las rudas labores de su oficio por el sable, esa compaa cuenta como teniente a Enrique Oportus, el mas distinguido de todos mis condiscipulos, el mas hbil de todos los profesores del Instituto Nacional en 1879, a quien sus colegas del profesorado obsequian un hermoso sable en cuya hoja se lee esta inscripcion:A Enrique Oportus los profesores del Instituto NacionalI con Oportus forma Ramon Sotta Dvila, el cadete Sotta, un nio, de anjelical carcter, que despliega mas tarde, en Tarapac i en Chorrillos, donde muere, alientos de jigante.La ltima compaa, la 4., tiene a Manuel Pinto C. a su frente i de tenientes trae a Ramon Bustamante i a Temstocles Castro; Julio Olmedo es subteniente, i la ltima mitad la manda Jos Francisco Concha Vergara, talquino, bueno, bravo i soldado sin miedo, sin tacha.Es l. de la 4. de cazadores don Manuel Jesus Carrasco.Los vivas al Chacabuco han poblado el espacio durante toda aquella marcha triunfal.Nadie se ha quedado sin parte en aquella ovacion, no hai ninguno.Lo mism cocean Viva el comandante Toro Herrera, viva mi mayor Cuadra, que viva mi sarjento Castaeda, viva Ramon Melo, mi sargento Castro, mi cabo Gorigoitn, que viva mi ayudante don Crlos Campo!En San Bernardo la llegada de nuestro batallon fu una esplosion delirante, frentica!Han trascurrido treinta i dos aos, i sin embargo mi coronel de Toro Herrera los pocos que aun sobreviven de aquella, ya lejana edad, conservan aun peremne, firme, fotografiado en la retina, en su cerebro, la arribada a San Bernardo i la esplndida manifestacin que esa ciudad hizo a los reclutas del Chacabuco.I a f que Santiago i San Bernardo Chile tenian razon para en palmas de mano recibir a aquella brillante oficialidad.Iban a pelear, a morir por la patria; todos ellos sin excepcin dejaban sus comodidades, su hogar, las tranquilas faenas del comercio, del bufete, del profesorado, las labores de las minas, pingues negocios, por servir a Chile, a la patria amada; por lavar la afrenta lanzada al rostro de la Repblica por los conculcadores de nuestros derechos.Crlos Campo, como Oportus, Urriola, Julio de la Cuadra, Domingo de Toro Herrera, etc., dejaba justo con su tranquilo hogar una magnfica colocacion, despreciaba 200 pesos mensuales de renta por el miserable pr de ayudante mayor: sesenta i un pesos!I Campo pescaba una bala en Tarapac, que le perforaba horrorosamente una pierna; i se bata en Tacna i en Arica, i en la campaa de Lima!En aquellas filas formaba tambien un recluta, en calidad de simple soldado, fianzado su rifle, su famoso comblain, perdido en una hilera cualquiera, marchaba Pedro Fierro la Torre, sobrino del Presidente de Uruguai; que de la banda Oriental habia hecho viaje ex profeso a Chile, su patria, para defenderla, batirse, morir s fuese necesario, pero iniciando su carrera desde abajo,de soldado.La suerte libr al hoi retirado comandante Fierro la Torre, en la guerra, i entre sus camaradas del Chacabuco i del ejrcito, su nombre es tenido como smbolo de lealtad, de pundonor, de valor i de civismo!Hizo toda la campaa i se bati siempre bien.El Chacabuco al NorteI de San Bernardo, parti en Mayo, al norte el Chacabuco.I en los campamentos de Antofagasta i de Miraflores se uni a Zapadores, i de ellos tom su instruccion, su rden disperso, la guerrilla inglesa de entonces, mui semejante a la de hoi da; su disciplina de hierro, el apego a la ordenanza; la tranquilidad en el fuego.Aprendi a batirse a morir i a vencer, al lado de Santa Cruz, con Zapadores.En Pisagua, los veteranos de Toro Herrera, presenciaron desde a bordo el emocionante desembarco i el asalto; en Dolores con el 2. de Lnea, Zapadores i otros cuerpos, solo tuvieron el placer de ver correr al hermoso Ejrcito Aliado; divisaron desde ljos batirse el Atacama con Espinar i sus infantes.Pero donde el Chacabuco ech el resto i pele sin tregua, i se bati sin descanso, fu en Tarapac.La jornada del 27 de Noviembre fu su verdadero heroico bautismo de fuego.Ah, los Chacabucos, desde mi coronel de Toro Herrera, al ltimo corneta, combatieron casi de sol a sol.Vencidos, vencedores, triunfantes i al fin derrotados, no abandonaron el campo sin imponer respeto al enemigo, que inmensamente superior en nmero, se retir de la histrica quebrada tarapaquea, sin enterrar sus muertos, dejando todos sus heridos, bagajes i gran parte de su parque.El movilizado Chacabuco en TarapacTarapac es la nica batalla en que los peruanos alcanzaron el triunfo, que, como se sabe, fu relativo.Cierto es que quedaron al fin dueos del campo; pero tambien lo fu que en esa accion las huestes enemigas eran inmensamente superiores. Sin embargo, no pudieron mantenerlo.Don Juan Buenda i el famoso i habilsimo coronel don Belisario Surez, mandaron esa batalla, en que campe de parte del Per la intelijencia, el valor i la estratejia.El coronel don Andres Avelino Cceres, en Tarapac, tenia la Jefatura de la 2. Division, i como jefe de Estado Mayor al coronel Recabrren.Con Cceres pelearon el Zepita i Dos de Mayo; las divisiones peruanas en Tarapac llegaron a seis.Bolognesi, el vencido de Arica, mandaba la 3. Division.Don Roque Saenz Pea, actual Presidente arjentino, en la maana del 27 de Noviembre de 1879, serva en calidad de teniente coronel, ayudante de campo del jeneral en jefe, don Juan Buenda; i en la tarde, sobre el campo de batalla, se le daba la comandancia del batallon Iquique que habia perdido a su jefe el Coronel Aduvire.El enemigo present en lnea mas de cinco mil veteranos; los nuestros solo alcanzaban a 2,285 soldados, ni uno mas ni uno menos.Mas este no es el lugar en que habremos de narrar la gloriosa i porfiada jornada tarapaquea, que pronto abordaremos, dando ampliacion a un estudio que ya tenemos hecho, i que pronto daremos a luz, i del que copiarnos lo que al movilizado Chacabuco se refiere.Era en la maana; Zapadores, los maestros i hermanos del Chacabuco, habian casi de sorpresa recibido un fuego horroroso de parte del enemigo, que niciaba i buscaba la lucha en condiciones especialmente favorables para l.La Artillera de Marina vuela en proteccion de Zapadores i el batallon Chacabuco, imitndolo i teniendo presente lo apremiante de la situacion, no esper juntar toda su jente, i su comandante don Domingo de Toro Herrera, se lanz a la pelea con los primeros 250 hombres que pudo juntar.Avanz sin esperar a los rezagados, porque se trataba de salvar a los Zapadores, regimiento con el cual los chacabucos eran como hermanos: i eso, i eldeseo de entrar pronto al fuego, hizo que el denodado comandante Toro Herrera lanzara sobre el enemigo a su cuarta compaa con el capitan don Crlos Campos a su cabeza, i l, en seguida, se precipit como una tromba sobre el enemigo, con el resto de su batallon.Pero, los peruanos que estaban ocultos, rompieron de repente sus fuegos sobre el Chacabuco, a poco mas de cien metros de distancia, i atacando con bros al batallon chileno, trataron de envolverlo, llevando sobre l un ataque de frente i por su flanco derecho. Mas, todo fu en vano, porque el Chacabuco hizo alto, i bajo el horrible i sostenido fuego que le hacia por fuerzas dobles, form su lnea de batalla i avanz resuelto sobre las posiciones peruanas.El enemigo, o mas bien dicho, el aguerrido i veterano Zepita, que libre ahora de Zapadores habia cambiado de posicion, se bata en guerrilla i cubrindose con las sinuosidades del terreno, hacia junto con el Dos de Mayo, el 1. de Ayacucho i con el Provisional de Lima, un fuego admirable por lo certero i sostenido sobre la Artillera de Marina, el Chacabuco i restos de la Division Santa Cruz; i sus jefes i oficiales, alentando a sus soldados hacian poderos para desalojar de sus posiciones a los nuestros, que si no avanzaban, tampoco retrocedan.I todas las unidades de la diminuta Division chilena se baten con furia; i vive la carga de Granaderos con Rodolfo Villagran i con Wood; el enemigo pierde sus posiciones i en derrota huye en direccion a Pachica; el triunfo corona el esfuerzo, el valor de la jente de Arteaga.El Chacabuco se ha conducido bien i su bautismo de fuego ha sido magnfico, esplendido.Pero el coronel Surez, alma del Ejrcito peruano i verdadero general en jefe de aquellas huestes, al retirarse, topa en su camino, encuentra a las divisiones peruanas que en la tarde del da anterior habian tomado el desierto en demanda de Arica, i con ella vuelve a Tarapac i toma de nuevo el campo buscando la revancha, Por desgracia, los nuestros, descuidados, gozosos i tranquilos, no han jamas imaginado aquel regreso; i cuando nadie piensa tener al enemigo encima, ni combatir mas, una horrorosa descarga que retumba en los cerros que dominan la humbrosa quebrada, en que reposa la Division chilena, atruena el espacio, e inicia la segunda etapa de aquella batalla, que se torna en lucha desesperada, en canto de muerte, en homrico e inmortal combate.Los chilenos, todos menos uno, toman el campo, arremeten con furia al enemigo, que solapadamente, desde los bordes nor-ponientes de la quebrada fusila, caza a mansalva a la querida i brava hueste de Arteaga, de Ramrez, de Vidaurre, Santa Cruz i de Toro Herrera.El Chacabuco junta a los hombres que le quedan; de los 455 soldados con que habia abierto sus fuegos en la maana, tenia, por desgracia, muchos fuera de combate; numerosos heridos poblaban aquellas yermas i desoladas planicies, que el cirujano don Clodomiro Prez Canto, con su practicante don Francisco de Borja Valenzuela, habian empezado a recojer, a curar i a ayudar a bien morir.I mintras la Artillera de Marina, despeja el campo i defiende al mismo tiempo las aguadas de Huarasia, accion en que tiene numerosas bajas, el Chacabuco, con Toro Herrera a su cabeza, toma tambien el campo, i con todos los bros de sus almas cargan furiosos los chacabucanos al enemigo, al que ya no cuentan, porque saben que en aquella jornada no se trata de vencer, sino de salvar la honra de la patria i de sus inmaculadas banderas.I el Chacabuco rompe sus fuegos con tranquila calma; mandan sus raleadas filas los capitanes don Crlos Campos, valiente i denodado mozo que cae herido en la pierna izquierda, i sin embargo contina alentando a su tropa con singular denuedo; Vicente Dvila Baeza, que no pierde su calma en medio del peligro; don Flix Briones, bravo oficial, que montado ese da en su famoso i escualido Mosquito, anima a los suyos sin desmayar un instante.Se peleaba sin tregua ni descanso, teniendo al frente un poderoso enemigo; i aunque era imposible pensar en obtener la victoria, el bravo Chacabuco segua impertrrito en su faena i sus oficiales, uno a uno, iban pagando su tributo a la muerte; ah cayeron para no levantarse mas los distinguidos tenientes don Jorje Cuevas i don Pedro Urriola, que es fama que, al caer mortalmente herido, fu levantado en alto por su bravo compaero de armas i amigo de la infancia don Ramon Sotta Dvila que a su vez caa gravemente herido en la pierna derecha, teniendo que abandonar a su herico i desgraciado teniente que fu brutalmente asesinado despues de herido por las hordas peruanas que a su antojo cebaron su odio i rabia en aquel adolescente que, agnico, ya no poda defenderse.Prodijios de valor hacia el brillante Chacabuco; pero por mas que se esforzasen en sostener sus lneas, oficiales tan arrojados como Errzuriz, Roberto Ovalle, Echeverra, Salcedo, Pedro Fierro, Latorre i Luco, que jamas pensaron en rendirse, hubieron de ceder el campo i de retirarse, paso a paso en direccion a la altiplanicie de Minta, a fin de poder regresar a Dibujo.En Tarapac se pele por salvar el honor de la bandera, el nombre inmaculado de Chile; en aquel desolado campo quedaron muertos pero cubiertos de gloria el mayor don Polidoro Valdivieso, el capitan don Martin Frias, los tenientes don Pedro Urriola i don Jorje Cuevas.Gravemente heridos cayeron el capitan don Crlos Campos el teniente don Ramon Sotta Dvila.En la jornada de Noviembre muri peleando como un len, don Polidoro Valdivieso, 2. jefe de la hueste chacabucana; cay rifle en mano; tom ese partido porque bandeadas sus piernas i no pudiendo retirarse, prefiri el fusil al sable que de nada le serva.Valdivieso, nieto por su madre del jeneral Miranda, tenia que morir as, peleando.Lo repetimos, el Movilizado Chacabuco, en Tarapac, inscribi su estado civil i afirm su nombre, batindose cual veterano i aguerrido cuerpo!El Chacabuco en El Alto de La AlianzaI estarnos en Tacna, el mayor don Belisario Zaartu, viejo soldado del 7. de Lnea i que ha servido en Zapadores, tiene ahora la mayora del Movilizado Chacabuco.El comandante de Toro Herrera ha traido de Chile todos los hombres necesarios para llenar las bajas; i en los campamentos de Tarapac, de Pacocha i de Yaras, completa el aprendizaje de su nuevo continjente, que instruyen, Briones, Luis Sarratea, Camilo Ovalle, Francisco Herrera, Pedro Fierro la Torre, Mrcos Serrano, Rafael Errzuriz, Manuel J. Echeverra, Arturo Salcedo, Estvan Caverlotti, Benjamn Silva, Jos Francisco Concha, Francisco Javier Lira i Vctor Luco.Disipada la densa neblina que cubriera el campo que iba a ser en la historia de Amrica, porque en l se jug la suerte de tres naciones, todo el ejrcito chileno, desde don Manuel Baquedano al ltimo tambor, pudo ver al frente, hcia el sur, dibujadas, perfectamente perfiladas, las imponentes posiciones del Alto de la Alianza; i soberbias flameando en sus reductos formidables los pendones aliados, los colores del Per i Bolivia.Mas o menos a las 10 i media del da, se inici el combate.Aquello era un campo inmenso; un tablero de ajedrez; pronto las piezas de aquel gran partido tomaron su colocacion en que Chile, el Prncipe Rojo, dio jaque mate a los azules, al Per i Bolivia.El movilizado Chacabuco forma, como es natural, entre los rojos, en la 3. Division que acaudilla el coronel Amuntegui, veterano soldado que sirve a su patria desde nio, que tiene fama de intelijente, de disciplinario i de valiente. Don Domingo Amuntegui tiene a sus rdenes a la Artillera de Marina; al Chacabuco i al Coquimbo.En aquel tablero famoso, el Chacabuco marcha en columna i a retaguardia de la Artillera de Marina; i cuando la batalla lo permite, el comandante Toro Herrera, despliega por su derecha en guerrilla s 4. compaa, que ejecuta a son de corneta aquel movimiento a entera satisfaccion de todo el batallon, que aplaude la correcta maniobra del capitan don Benjamn Silva; las hileras de la 4. ondulan en el arenoso terreno i los tenientes Lorca i Lira i subtenientes Concha Donoso; hacen lujo de pericia al frente de sus jiles Cazadores.I con rapidez asombrosa el veterano Chacabuco avanza impvido en medio de aquel torrentoso mar de balas, i sin cejar un solo instante, cuple honrosamente con su cometido.Suerte tuvo nuestro batallon en esta jornada, porque entre muertos i heridos apenas sus bajas llegaron a 48 hombres.El 2 de Agosto de 1880, el Chacabuco fu elevado a regimiento.Don Domingo de Toro Herrera qued de primer jefe, Zaartu de segundo i don Pedro Julio Quintavalla de Sarjento Mayor.En Calama, al interior de Tacna, acompaado del 4. de Lnea i de la Artillera de Marina, se dej al nuevo rejimiento, que desde Junio a Noviembre complet su efectivo, disciplin sus reclutas i se alist para la campaa a Lima.El coronel don Jos Domingo Amuntegui tenia predileccion por el Chacabuco; buena amistad una al comandante Toro Herrera con el veterano de Arauco i antiguo jefe del 4. de Lnea; natural era entnces que el rejimiento recoletino formase en la 2. Brigada de la 1. Division del Ejrcito de Operaciones sobre Lima.En la Brigada Amuntegui, en la 2. pasaban revista la Artillera de Marina, el 4. de Lnea, el Chacabuco i el Coquimbo, cuatro rejimientos que acaudillaban otros cuatro bravos, los seores Jos Ramon Vidaurre, Luis Soto Zaldvar, Domingo de Toro Herrera i Jos Mara 2. Soto; ya veremos cmo esos jefes cumplieron con su deber en Chorrillos, cmo se batieron en Miraflores.Pero perdnesenos el olvido; ahora solo historiaremos al Movilizado Chacabuco; tengan paciencia los veteranos comandantes de las otras unidades nombradas, que luego, ntes de mucho, narraremos sus hazaas i los levantados hechos que con sangre, valor i patriotismo escribieron sus rejimientos en las trincheras i reductos del Morro Solar i en la brava jornada de Miraflores.El Rejimiento Chacabuco en ChorrillosI cuando las primeras luces del alba de la inmortal maana de Chorrillos, de aquella alborada del 13 de Enero de 1881, cuando todos nuestros relojes marcaban las cinco mnos cinco niinutos de la madrugada, el enemigo desde todos sus reductos tambien rompa el mas horrsono i hermoso fuego que sea dable imajinar.Una que otra lucesita, una que otra magnfica centella, rasg los cielos; i un segundo, instantes despues, imponente, atronador, soberbio fuego, abri el enemigo, coronando con nimbos de luz, con relmpagos potentes, mortferos, las bases, medianas i cumbres del Moro Solar.El 4. i el Chacabuco despliegan sus masas, sus guerrillas se perfilan i se lanzan al asalto, sin disparar un tiro.Al comandante Toro Herrera acompaan como ayudantes el teniente don Ignacio Carrera Pinto i don Mrcos Serrano i el subteniente don Arturo Prez Canto.El teniente coronel don Belisario Zaartu tiene el mando del primer batallon, el 2. lo lleva al fuego don Pedro Julio Quintavalla.El 4. forma a la izquierda, a su derecha v el Chacabuco i mbos cuerpos no rompen el fuego sino cuando estrechando las distancias se encuentran a quinientos pasos del primer reducto enemigo.Fuego! grita el comandante Toro Herrera, i el corneta de rdenes, lmpido i sonoro arranca a su instrumento el conocido i querido toque: Una descarga cerrada atruena el espacio.Armen bayoneta i a la carga, repiten los cornetas i un Viva Chile! unsono, esplndido, majestuoso, rompe el espacio i chacabucos i cuartos, haciendo fuego graneado, trotando, corriendo, asaltan, matan, destruyen i toman el primer reducto enemigo.I las filas principian a ralearse i los muertos i heridos pueblan ya aquellas laderas; que son un infierno de fuego, de metralla, de minas i polvorazos.Luis Sarratea manda la 1. del 1. i sus granaderos saltan por sobre las trincheras enemigas i semejando demonios cargan como fieras.Arturo Salcedo i Otto Von Molke, que pertenecen al 2. batallon, tan pronto han tomado la falda de aquellas agrestes serranas cuando a paso de carga i al frente de sus unidades animando a su tropa, trepan las areniscas cimas i ntes que el triunfo corone su herico esfuerzo, caen vandeados de parte a parte.Salcedo recibe un balazo en pleno pecho, que lo tiende hacindolo rodar por tierra, i solo sus juveniles aos lo libran de la muerte.Otto Von Molke cae para no levantarse mas!Pedro Fierro la Torre al frente de un puado de chacabucos revueltos con cuartos animando su tropa, ve caer a Molke i con los suyos trata de vengarlo.I tras la primera trinchera el Chacabuco ataca i toma seis mas, i en ella v dejando chorreras, regueras, mares de sangre chilena, jenerosa, brillante i herica.Seran las 7 de aquella maana; la bruma, la tupida, camanchaca habia huido, i solo el humo del combate que se mantena en todo su apojeo, cubra un tanto los poderosos reductos peruanos.El Chacabuco asaltaba a la tercera posicion, sus dos batallones dezmados continuaban altaneros, irresistibles el asalto, cuando una bala alcanz al comandante Toro Herrera i otra mat al caballo que montaba.El doctor Llanzas, del 4. de Lnea, vend rpidamente al Jefe del Chacabuco, que cabalgando ahora en otro caballo contina al frente de su rejimiento, pero otro proyectil voltea al noble bruto i don Domingo de Toro Herrera, que est herido i no puede avanzar a pi i no posee otro corcel de batalla, se ve forzado a ceder el mando al pundonoroso i valiente comandante don Belisario Zaartu.I en el tercer reducto, Zaartu reune su hueste, i a la carrera, repechando aquellas laderas que defiende el enemigo, plamo a palmo, se lanza al asalto impvido, hermoso, sereno.Zaartu tenia apostura, temple i alma de soldado; desde nio habia vivido la ruda vida de los campamentos; en su alma no se anidaba mas pasion, ms amor, que el de la patria: el de Chile!I cuando tranquilo lanzaba su rejimiento sobre la inaccesible altura, traidora bala hizo morder el polvo a aquel herico mancebo, soldado sin miedo i sin tacha!Quintavalla toma ahora el primer puesto; el capitan ayudante don Crlos Campos est al frente del primer batallon; i los chacabucos, a pesar de que reciben horroroso fuego de flanco i de que la artillera concentra sus fuegos sobre nuestra estrema izquierda, en la tarde de aquel inmortal 13 de Enero, despues de cerca de nueve horas de no interrumpido combate, siempre unido al 4. de Lnea i acompaado al final por tropa de toda la Primera Division corona el ltimo reducto, el del Salto del Fraile.El triunfo ha sitio esplndido; nuestro ejrcito ha vencido en toda la lnea; estamos a las puertas de Lima; pero las laderas, hondonadas i alturas, los reductos, fuertes, bastiones, parapetos, fosos i trincheras llenos estan con los verdes uniformes chacabucanos!Los capitanes Ramon Sotta Dvila, Von Molke i Benjamn Silva, teniendo al frente al comandante don Belisario Zaartu, no existen, que grabados sus nombres en las inmortales pjinas de la historia.Los subtenientes Elgueda i Jimenez tambien han pasado la gran revista; i heridos de muerte, tendidos en las hirvientes laderas de aquellas formidables posiciones, donde flamea ahora el tricolor de la patria, restaan su sangre i curan sus heridas los capitanes Lira, Camilo Ovalle i Salcedo.Ignacio Carrera Pinto, Vctor Luco, Sullivan i Onofre Montt tambien han pagado su tributo; i los cirujanos atienden a Luis de la Cruz Gonzlez, a Crlos Vergara i a F. de Borja Valenzuela.Los sarjentos Jos Santos Flores, Eusebio Concha, primeros de la 2. del 1., Felipe Gonzlez, que luce la misma jineta en la 3. del mismo; Avelino Contreras, Eleodoro Guzmn, Fidel Letelier i 340 i tantos hombres mas, sin contar los oficiales, tiene de baja el Chacabuco.A las 5 de la maana del 13 de Enero de 1881, el Chacabuco formaba i lanzaba al asalto del Morro Solar i del Salto del Fraile, 914 hombre, de comandante a tambor.La lista de la tarde, la de la victoria i de la muerte, daba como presentes 577 veteranos!Poblaban los reductos i las areniscas laderas de aquellas breas, 356 individuos de tropa i 19 entre jefes i oficiales.As peleaban i as moran i vencan los futres portaleros de Santiago, los artesanos de la Recoleta i Caadilla, a quienes no quera movilizar en Marzo de 1879 el entonces coronel Saavedra.I tanto i tambien se condujeron aquellos mozos, que los boletines de Chorrillos recuerdan especialmente a Salcedo i Pedro Fierro la Torre, a Campos i Luis Sarratea, a Lira, Arturo Echeverra, a Onofre Montt, a Prenafetta, a Crlos Corts i Ricardo Soffia i a Vctor Luco.El comandante Toro Herrera hace mencion especial de sus ayudantes don Mrcos Serrano, Carrera Pinto i Arturo Prez Canto por su valor i actividad.I particularmente recomienda al segundo, a I gnacio Carrera Pinto, por su serenidad admirable valor a toda prueba. El futuro i herico comandante de los Chacabucos de la Concepcion preparaba ya, en la gran jornada de Chorrillos, los cimientos de su futura grandeza, echaba las bases, de su esttua, laminaba, funda el bronce del monumento que perpetuara su nombre su fama.Batalla de MirafloresMiraflores fue una traicion negra, sucia, mezquina; Miraflores es una mengua peruana, que pag tan cara, que seguros estamos no volver a repetir jamas tamaa maldad!I den gracias a Dios los perfumados limeos, porque as como rompieron los fuegos a las dos i minutos de la tarde el da 15, se les ocurre iniciar la negra traicion dos horas ntes, Lima habria sido destruida hasta sus cimientos!Nos falt sol i no tuvimos da para entrar a la capital incsica.Ah! Buena escapada hizo la Capua Americana!I para que nadie, dude de la incua traicion de Miraflores, i Chile sepa de cunta felona son capaces los descendientes de Atahualpa, los cuarterones limeos, he aqu copiado a la letra el famoso telegrama que el activo e intelijente secretario de don Patricio Lynch, don Daniel Carrasco Albano, encontr en el propio palacio del Gobierno, en Lima.Ese telegrama, que debel aquella celada sangrienta, fu enviado desde el palacio de Lima al prefecto Astete a la 1 de la tarde del 15, apenas momentos ntes de la felona.Seor prefecto: Del ferrocarril de Miraflores participan: que dentro de pocos momentos comenzar combate. La lnea tendida solo espera la rdea de hacer fuego. Mucho entusiasmo.- Velasco.Podrn nuestros lectores dudar de la traicion de Miraflores?Habr frase bastante dura, enrgica que pueda traducir el horror de tamaa falasa?Y sin embargo, hubo un gran diario de Santiago, El Mercurio, que no hace muchos aos rememorando la jornada de Miraflores, aseveraba que los fuegos se habian roto sencillamente: porque persiguiendo los soldados peruanos a balazos una vaca que se habia escapado a los proveedores de su ejrcito, los reclutas chalacos, sin saber cmo ni cundo, habian a su vez continuado el fuego i disparado sus rifles sobre nosotros.Puede darse nada mas burdo, mas sonso?En esos das los escritores peruanos sobraban en Santiago, i a Hurtado i Arias, no encontraban los nuestros qu destino darle; era tan intelijente, tan bueno i tan habiloso Hurtado i Arias, que habia que protejerlo, abrirle todas las puertas; era un peruano que no tenia nada de limeo, que era un buen amigo de Chile i.... hoi, todo el mundo sabe que el cholo Hurtado Arias era un espia a sueldo del Per.____________Pero continuemos nuestra jornada, que ya el artero peruano ha roto los fuegos; i hai que defender a morir, paso a paso, el terreno que pisamos, i hai que rechazar al enemigo, arrearlo, ultimarlo, vencerlo i matarlo!No fu de los primeros en atacar en Miraflores el Chacabuco; por su colocacion hubo de entrar al fuego un poquito mas tarde que la 3. Division.Es decir, no se retras, sino que no encontrndose acampado en primera fila, hubo naturalmente de lanzarse a la pelea cuando le toc el turno a su brigada.Siempre con el 4. de Lnea el Chacabuco, mandado por Quintavalla i por el capitan ayudante don Crlos Campos, a paso de carga, desplegado en guerrilla i cubrindose con los tapiales i en ocasiones a pecho descubierto, cargaron aquellos 577 chacabucanos, mandados por los jefes nombrados i por los tres nicos capitanes escapados de Chorrillos, del Salto del Fraile, del reducto de la Calavera del Morro Solar, por Sarratea, Errzuriz i Francisco J. Concha.I la lucha se trab como todos sabemos en forma verdaderamente titnica en Miraflores, la juventud de Lima i Callao la colonia italiana en masa, parapetada tras magnficas i cmodas posiciones, bien armada i abundantemente amunicionada, se bati muri sin pestaar.La gran mayoria de esa juventud cay al pi de sus reductos, i muertos fueron casi todos a culatazos i a bayoneta.Como en Chorrillos, en Miraflores no hubo heridos; solo se enterraron los muertos i se tomaron no muchos prisioneros.N o se di cuartel, i el Chacabuco, por cierto, no fu una excepcion.La oficialidad del rejimiento diezmada, como hemos dicho en la accion del 13, perdi en Miraflores al teniente Caverlotti i al subteniente Prenafetta; el Chacabueo entre muertos i heridos, tuvo 54 hombres de baja.Pasada la batalla del 15, no quedaba en pi sino 523 lejionarios.El regreso a SantiagoEn Marzo de 1881, Santiago i Valparaso recibian en medio del mas loco entusiasmo al vencedor de Lima, a don Manuel Baquedano.Aquello fu el triunfo mas hermoso que se pueda imajinar.Junto con el general en jefe desfilaron el Chacabuco, Colchagua, Chilln, Melipilla, etc., eran mas o mnos 7,000 hombres.Se comprende la ovacion que Santiago haria a su querido Chacabuco; los lejionarios de la Recoleta fueron estrepitosamente aclamados, pucos das despues un decreto supremo mandaba disolver el cuerpo i ajustarlo; sobre su base don Marcial Pinto Agero organizara el Batallon Chacabuco 6. de Lnea.Don Domingo de Toro Herrera, ascendido a coronel de Guardias Nacionales Movilizadas, ajustaba a los lejionarios que volvian; los pocos que escaparon de aquella ruda campaa, satisfechos como su jefe i oficiales se fueron a sus hogares, donde cada cual colg sus arreos militares, nicos recuerdos de aquellos das de combates, de glorias i sacrificios.El Chacabuco de Lnea. Marcial Pinto AgeroEn Abril de 1881, qued en receso el Batallon Cvico Movilizado Chacabuco.He aqu el decreto orijinal tomado del Boletin Oficial del ao citado:Santiago, Abril 22 de 1881. Nm. 107. He acordado i decreto:Pnese en receso el Batallon Cvico Movilizado Chacabuco.Los jefes, oficiales i tropa tendrn derecho al abono de la gratificacion de tres sueldos acordada por decreto de 26 de Marzo ltimo a los demas cuerpos que han regresado del norte i han sido puestos en receso, con las mismas excepciones establecidas en el espresado decreto.Organzase en esta capital un batallon de infantera de lnea con la misma denominacin de Chacabuco. Servirn de base para la organizacion los enganchados del cuerpo en receso i los voluntarios que deseen continuar en el servicio.Nmbrase comandante al teniente coronel de ejrcito don Marcial Pinto Agero, a quien se espedir el correspondiente ttulo.Tmese razn i comunquese.(Firmados):- PINTO.- Jos F. VergaraEl sucesor del coronel don Domingo de Toro Herrera no poda haber sido elejido con mas acierto.El joven comandante Pinto .Agero era un soldado a las derechas; cadete, subteniente, hasta llegar al empleo de teniente coronel en Abril de 1881, habia ganado sus galones como bueno en Arauco, en Dolores, Tacna, Chorrillos i Miraflores.Su bizarra conducta en aa batall del Alto de la Alianza, cargando con sin igual denuedo al frente del Coquimbo, que estaba hecho una criba, sin jefes, su comandante don Alejandro Gorostiaga estaba gravemente herido, habia llamado la atencion de todo el ejrcito, que se enorguilleca ya del mayor Pinto Agero.Herido el pundonoroso i bravo comandante don Jos Mara 2. Soto, primer jefe del Coquimbo, en Chorrillos, su segundo don Marcial Pinto Agero cargaba conn furia sobre los reductos enemigo en la accion del l5 de Enero; i cuando a la cabeza del denodado batallon serenense penetraba a uno de sus artillados fuertes, bala enemiga bande de parte a parte el brazo fracturndole el hueso cruelmente.El Coquimbo qued al mando de don Artemon Arellano; i el comandante Pinto Agero, tres meses despues, con su brazo aun atado, en cabestrillo, sobre la base del viejo Chacabuco, organi zaba el 6. de Lnea que, a los lauros conquistados en las campaas de 1879 a 1881, habia de agregar la inmortal, la pica hazaa de La Concepcin.En realidad de verdad, la tropa del viejo Chacabuco, los restos gloriosos, los veteranos del Ex Movilizado, no tomaron colocacion en el 6. de Lnea que se fueron casi todos a sus casas esos legionarios a quienes les bastaba la gloria adquirida; fueron pocos, mui sealados, las clases i soldados que siguieron en el nuevo cuerpo.No ocurri lo mismo cuanto a la oficialidad, porque despachos de capitanes, tenientes i subtenientes de ejrcito, recibieron: don Arturo Salcedo, a quien dejamos en Chorrillos tendido en la arenisca falda, atravesado el ancho pecho de banda a banda, herida que recibe aquel bravo mozo sin arrugarse, i que solo la frrea contestura del bizarro capitan puede soportar.Francisco Javier Concha, el querido amigo del Instituto Nacional, manda ahora la 4. compaa; i solo esos dos viejos chacabucanos, no por la edad, pero si por las batallas, comandan las nuevas compaas del 6. de Lnea.Por de contado, que Pedro Fierro la Torre forma en esas filas; que sin Salcedo i Fierro la Torre i el Mocho Carrera Pinto, no puede organizarse el nuevo batallon.I en el cuartel de la calle de la Maestranza reciben sus despachos los viejos chacabucos Alberto Herrera, Vctor Lira Errzuriz, Arturo Echeverra, don Pancho Herrera i Arturo Prez Canto, nio tan chiquillo, tan bueno i tan bravo que en la Concepcion se torna en hroe, en mrtir!Victor Luco, que muere asesinado en Lima mas tarde, carga tambien los galones de teniente; que alcanza igualmente Antonio 2. Caverlotti que se hace cargo de 1. compaa, as como Luco organiza la 5..Del Coquimbo llegan Pedro Mara Latapiat, mozo de carcter entero, i que tiene viejos abolengos de soldado que respetar.Roberto Rahaussen que exhibe mui buena hoja de servicio; Absalon Gutirrez, i mi carsimo amigo Guillermo Arrollo, hoy recien ascendido a coronel de ejrcito: mozo talentoso de indiscutibles mritos, que une a la mas probada hombria de soldado valiente i sin mancha, una modestia innata i una moral impecable.El comandante Pinto Agero, hijo de un viejo jeneral i nieto de uno de los hroes de la independencia, de aquellos leones que se batieron al lado de O'Higgins, el Grande, tenia ojo militar i sac del Coquimbo los mejores oficiales serenenses.Del nmero 2 de Artillera, de la batera del capitan don Jos Antonio Errzuriz, que no tenia pelos en la lengua para contar verdades, i a quien sobraba siempre alientos para batirse, pas de teniente a la 6. compaa don Jorje Boonen Rivera, i en esa misma unidad i a su frente, pero como teniente tambien, encon-tramos a don Manuel Saavedra, alfrez de granaderos a caballo cuyas buenas cualidades siempre recuerdan con agrado sus viejos camaradas.A Alejandro Villalobos tcale una subtenencia; en la 2. compaa, qued, el hoi comandante i Edecan de Gobierno, con Salcedo, Valdivieso con Vctor Lira Errzuriz, que venia del Segundo de Lnea.Eusebio Latham, que de rden, segun se asegura, de Marcial Pinto Agero, bosquej con su fino pincel de aficionado el sombro cuadro de La Concepcion el 10 de Julio de 1882, i Jos Manuel de la Sotta con Crlos Herrera, Waldo Villarroel, Enrique Prieto Zenteno, Crlos Leon i Agustin Prieto, completaron el cuadro de oficiales del primitivo Chacabuco 6, de Lnea.I de propsito hemos dejado sin nombrar a Julio Montt Salamanca, primer subteniente de la 6. compaa, que en la Concepcion grab su nombre en el bronce i en la historia.Clases del Movilizado Chacabuco no quedaron en el 6. de Lnea sino los primeros: don Ramon Melo, don Emilio Herrera, don Policarpo Labb, de la 1. del 2., 2. del 2. i 4. del 1.er batallon.Siguieron tambien con el comandante Pinto Agero, los sarjentos segundos, seores Jos Sols i Feliciano Gonzlez i el cabo don Eledoro Achurra, que fue ascendido a sarjento 2..Otro de los veteranos del ex Movilizado que confirm sus servicios en el nuevo Chacabuco, fu don Gabriel Silva, a quien se le di la jineta de cabo 1. de la 6. compaa, para morir en la Concepcin con el mismo empleo al lado de Carrera Pinto i demas compaeros de sacrificios i de glorias.Al capitan Concha, organizador de la 4., la invencible i herica compaa de Carrera Pinto, la que perdi todo su efectivo, en los memorables 9 i 10 de Julio de 1882, ayud a fundar i disciplinar el sarjento 1. don Manuel Silva, llevado a ese empleo por el mayor don Anacleto Valenzuela.El 1. Silva cay en La Concepcion envuelto en el tricolor sagrado, vivando a la patria, afirmando su inmortal lema, prefiriendo la muerte, sacrificndose en aras, en holocausto de la glora i del podero de Chile!Cay como caen los leones, sin rendirse, rujiendo!Poseemos copias impresas i manuscritas de las revistas del Movilizado Chacabuco de Marzo de 1881 i del Chacabueo 6. de Lnea de Mayo del mismo ao; de su estudio podemos deducir i lo repetimos, que la tropa del Movilizado se fu en su mayor parte a su casa, contenta i satisfecha con los lauros segados durante la campaa de 1879 a Enero de 1881.Tarapac, Tacna, Chorrillos i Miraflores, eran cuatro billantes de pursimas aguas, de muchos quilates, que el ya histrico Movilizado Chacabuco, habia engastado en la diadema de gloria con que el Ejrcito i la Marina de Chile adornaban la frente de la Repblica.Aquellos legionarios querian descansar; se fueron a sus hogares a contar las grandes batallas; a recordar las alegras del vivac; a narrar las marchas, los asaltos, los sufrimientos i los triunfos de la patria!El Departamento de JuninEl Per tiene aun zonas desconocidas, comarcas riqusimas feraces, exhuberantes, de lujuriosa vejetacion, que esperan desde siglos la mano discreta i civilizadora de un pueblo, de una raza, de un gobierno, que dirija, enriele i habilite esas vrjenes tierras, donde todava la civilizacion no ha penetrado.Zonas posee tambien, que habitadas por indios semi civilizados, restos de la vieja raza incsica, aimaraes revueltos con sangre espaola, habitan i cultivan a la vieja usanza departamentos enteros, provincias, hojas, sierras, valles, ciudades, pueblos i caseros.Ah, encerrados por cordilleras que por el oriente detienen las brisas del Apurimac que riega frtiles i desconocidas comarcas; conteniendo los suaves efluvios del Pacfico altsimas i nevadas sierras; limitando por el norte con la provincia de Loreto i juntndose, estrechndose los valles por el sur para detenerse en el departamento de Huancavelica, se encuentra el clebre departamento de Junin.El Oroya, ro que serpentea desde el norte, desde Cerro de Pasco i que recibiendo por sus flancos aqu i all numerosos afluentes, se pierde al fin en los lindes surestes de Junn, fertiliza i riega a este hermossimo i rico departamento que produce en prodijiosa abundancia cebada, trigo, maz, cascarilla, caf, caa dulce, algodon, coca i alfalfa.Ganados se cran en sus alturas cubiertas por el famoso coiron rebaos inmensos de vacunos, huanacos, alpacas, llamas, vicuas, ovejas, engordan con ese pasto maravilloso i bajo el carioso paciente dominio de los viejos aimaraes i de los ricos i poderosos seores de aquellas elevadsimas sierras.I como que es regin tropical, las maderas abundan, tambien sobran minas poderosas, de fama histrica, mundial; que al norte, en Cerro de Pasco, se encuentra el riqusimo mineral de ese nombre.I son los curas, viejos Tatos, padres de aquellas indiadas que esperan todava la llegada del Inca, los que gobiernan en verdad a aquellas tribus i los que usufructuan su trabajo, manteniendo en el oscurantismo, por propia conveniencia, a toda aquella inmensa indiada.I declaremos aqu, en voz que todo el mundo oiga, que aquel clero no tiene de tal sino la sotana; que no es como el nuestro, el chileno, que fama tiene de moral, honrado i cristiano.El gremio de prrocos peruanos es sencillamente lo contrario; viven aquellos varones como tales, sin preocuparse para nada de la grei, i enterando dulcemente la vida al arruyo dulcsimo de los triste aimaraes.El indio, a su vez, llena la vida sin tener horizonte ninguno; vive porque s, i muere cuando le viene, cuando le llega la llora, cuando se lo manda el.cura.Patria no tiene el aimar; que esa nocion nadie se la ha enseado, ni tampoco l la comprende; su gran placer es el alcohol, la rica chicha de jora es su delicia i con ella satura su pobre i msera comida.Otro de sus placeres es la coca, que mastica constantemente el indio que exita su sistema nervioso e impide el agotamiento de sus fuerzas en las largusimas marchas que a pi emprende.Jussieu denomin a esta planta Erythroxylon Coca, que los indios peruanos llevan siempre sobre s en una bolsita denominada Chuspo; que encierra aquella benfica hoja que para masticar prepara el aimar unindola en el hueco de la mano con la llipta, alcal en pasta o cal, formada de las cenizas del qunoa o del cactus cardon.Al serrano podr faltarle el bautismo i hasta estar en malas con su Tato, pero no la coca que es su vida, su fuerza i especial alimento.El indio es pacfico por temperamento i el de Junin mas que cualquier otro; son serranos pastores, hombres sembradores que cosechan buen maz, mucha cebade, trigo, caf, etc.En Cerro de Pasco son mineros tambien; i el da que un buen Gobierno cultive esos cerebros, estamos ciertos que aquellas intelijencias producirn muchsimo mas que lo poqusimo que hoi dan.En tiempo de guerra, en los das de 1882 a 1884, aquellas indiadas no tenian mas armas que sus famosas lanzas, maderos rudamente armados con alguna vieja bayoneta, con cuchillo o un yerro puntudo cualesquiera; su honda i algo as como un garrote, palo firme a guisa de callado de pastor.Masas no las usaron jamas, ni en tiempos de los incas.Serranos hubo tambien armados de remingtones i peabody, que no de otros rifles se sirvieron los peruanos en Chorrillos i Miraflores, campos de donde se surtieron los montoneros que arm antipatriticamente Cceres, ambicioso vulgar que por medro personal, que no por patriotismo, levant en contra nuestra las inconscientes hordas serranas del departamento de Junin i de todo el centro i norte del Per.Lo repetimos, uno que otro indio tom el rifle; en su mayora armados estaban de lanzas, hondas i garrotes.Hemos nombrado al jeneral don Andres Avelillo Cceres, i cierto estamos que ese hombre que jamas ha ganado una batalla, que siempre sac el bulto, que huy casi siempre el primero, menos en Purar, donde se aguant un poco mas; que se encerr en Lima, en Palacio ante Pirola, como en una ratonera, a pesar de que disponia de cinco mil buenos soldados soportando desastrosa derrota, hizo, caus al Per mas males que todos los que sufri ese pas durante los aos de 1879 a Enero de 1881, con su antipatritica campaa de la Sierra.El jeneral Cceres, cuando en su patria se escriba la real i verdadera historia del Per, tendr que ser estigmatizado por sus historiadores, que no vern en ese caudillo sino a un empecinado vulgar que puso a la patria de espantajo para medrar a su sombra i escalar la presidencia.El hombre grande del Per en los aciagos das que siguieron a Chorrillos hasta que se firm la paz, es el jeneral don Miguel Iglesias, el Thiers, el Gambetta, e1 Julio Fbres de ese pas, que tuvo el cvico valor de formar un gobierno para libertar su territorio i de poner la firma al tratado que desmembraba a su patria.I don Miguel Iglesias, en el Morro Solar, se bati hasta el ltimo momento, no se corri como don Andres Avelino Cceres; i todava mas, ese hombre vi morir a su hijo; la dulce esperanza de su ancianidad, cay a su lado: una granada rompi, hizo trizas a aquel mozo, i su cerebro, los restos sangrientos de aquel soldado salpicaron el rostro del padre, rojo pusieron su uniforme!En la maana del 14 de Enero, en la Escuela de Cabos, en Chorrillos, alguien dijo al prisionero Ministro: Seor Iglesias, quiere usted que le haga asear su uniforme? Mil gracias, seor, contest emocionado aquel improvisado ministro i soldado; es todo cuanto me queda de mi hijo que mas feliz que su padre, ha tenido la suerte de morir por su patria.Iglesias queria al Per i lo sirvi bien, con valor, intelijencia i civismo.Cceres, como Montero, Garca i Garca, corria i corria siempre, no por dar libertad al Per, que por ser su presidente!Iglesias tiene valor cvico, i al fin triunfaron sus propsitos i sus anhelos; Chile desocup al Per.Cceres, buen jefe de division, mand como jeneral en Pucar i Huamachuco, dos derrotas, nada mas......Cuntos son los curatos del departamento de Junin?Su nmero, ni uno mas ni uno menos, llegaba a 47 en 1880, i contando los que en el Per se denominan Curas de Interes ese guarismo suba a mas de 94 eclesisticos, cifra que se doblaba con los famosos monjes de Santa Rosa de Ocopa, ocupados, no en instruir al pueblo i a los infelices serranos, sino en cuidar sus propiedades i en preparar con inusitada pompa, ciertas i determinadas fiestas religiosas, propias solamente de aquella tierra, de aquella regin.Los curas, los famosos Tatos de la indiada, masa inconsciente de La Sierra, fueron en su totalidad los grandes lugartenientes de Cceres, i los inmediatos responsables del levantamiento de aquellas tribus que, obedientes a su voz, despues de alcoholizarlas i embriagarlas brutamente, las lanzaban sobre nuestras tropas cuando las encontraban aisladas i en malas condiciones.Por qu se denomin Junin a este departamento.Al departamento de Junin se lo di ese nombre, en recuerdo del famoso combate habido en su pampa, entre la caballera del Virrei La Serna i las de Bolvar.Sabido es que en ese encuentro se pele solo a sable, i que producido el terrible entrevero, don Mariano Necochea, comandante en jefe de los jinetes patriotas, fu herido mortalmente, trabndose sobre su cuerpo, a su alrededor, uno de los mas famosos episodios de las guerras de la independencia.All sablearon a su saber los granaderos de Los Andes, cuerpo que a poco se habia remontado con tropa chilena; que uno de sus escuadrones, mandado fue en ese da por don Mateo de Salcedo, capitan chileno, que tanto i tan bien sable en Junin, que su nombre, citado fu en el parte de ese gran combate, por su denuedo i arrojo incomparables.Hijo de don Mateo de Salcedo, es el teniente coronel don Enrique, i nieto don Arturo, bravos fundadores del Santiago i del Chacabuco 6. de Lnea.Aquel entrevero, que Bolivar crey al principio una derrota, inspir a Olmedo, que en estrofas inmortales cant a Junin!El general Cceres inicia la guerra de montonerasAs como innumerables iglesias pueblan a Junin, mucho mas son sus ciudades, aldeas, caseros i haciendas.I para que se tenga idea de la subdivisin infinita de esa zona, spase que la provincia de Jauja, una de las cinco que componen el departamento de Junin, entre pueblos, aldeas, caseros i haciendas, alcanza al nmero de 151, primando en todos ellos, sin contrapeso, el elemento espaol, que, inferior en nmero al indio, ocupa todos los empleos civiles, municipales i militares.En 1881, Junin; la despensa de Lima, como desde antao se le ha denominado, se encontraba en un estado floreciente; su comercio era activsimo; las colonias estranjeras, a pesar del estado de guerra, continuaban firmes en sus puestos, dirijiendo sus negocios i transacciones.En realidad de verdad, aquella rejion, nada, o casi nada habia sufrido a consecuencia de la guerra i de los grandes desastres de la patria.En jauja, Huancayo i Tarma; en Sincos, Concepcion, San Jernnio, Sapallanga, etc., los heridos, los derrotados de Chorrillos, de Miraflores, habian encontrado salud i reposo.Pasado el estupor producido por los desastres de Enero, las interminables rcuas de aquellas sierras trasmontaron la gran cordillera; i Lima principi como siempre, a recibir los arreos vacunos, lanares i porcinos que enviaba Junin, junto con los tocinos, jamones i chanchos salados de Jauja, con grandes partidas de vveres, de quesos, huevos, gallinas i mantequilla. I aquello habria seguido i perdurado, si don Andres A. Cceres no hubiese levantado el pendon del montonero sanguinario i feroz, sepultando a su patria en la desolacion i la ruina; sin otro norte ni lema que alcanzar el mando supremo de aquel infeliz pueblo.Cceres, por odio a don Miguel Iglesias i a sus amigos polticos, se lanz en aquella terrible aventura, que anarquiz a su patria, i le cost mucho mas vidas que las que hasta esa fecha, habia perdido, obligando a Chile, para contener sus desmanes i castigar sus crmenes, a sembrar la desolacion, la muerte i la miseria, hasta los confines mismos del incsico imperio.Que con razon nos odian en el Per, porque la planta terrible del chileno, huellas eternas de exterminio, ha dejado marcadas, desde las riberas del Pacfico hasta las mas altas cumbres andinas!I sepan los descendientes de los montoneros de Cceres i de las tropas regulares que organiz, que fueron nicamente sus desmanes los que dieron ocasion a tan grandes represalias.La espedicion GanaLanzado el jeneral Cceres en aquella guerra de esterminio que l inici, el jeneral en jefe del Ejercito de Ocupacion en Lima, don Patricio Lynch, dispuso que una pequea division, al mando del coronel don Jos Francisco Gana Castro, trasmontase los Andes, batiese al jeneral enemigo i ocupase al departamento de Junin.Al efecto el coronel Gana parti de Lima, hospedndose en Casapalca, el 21 de Enero de 1882.El coronel Gana marchaba al frente de 1,832 infantes, de 111 La espedicion GanaLanzado el jeneral Cceres en aquella guerra de esterminio que l inici, el jeneral en jefe del Ejercito de Ocupacion en Lima, don Patricio Lynch, dispuso que una pequea division, al mando del coronel don Jos Francisco Gana Castro, trasmontase los Andes, batiese al jeneral enemigo i ocupase al departamento de Junin.Al efecto el coronel Gana parti de Lima, hospedndose en Casapalca, el 21 de Enero de 1882.El coronel Gana marchaba al frente de 1,832 infantes, de 111 artilleros, 250 jinetes i 100 empleados mas del parque, ambulancias, etc., en todo, 2,293 hombres.Entre los infantes formaban los batallones 2. de Lnea, Chacabuco 6. de Lnea i el Movilizado Lautaro; Carabineros de Yungai, con Alcrreca; dos bateras de Artillera i unos 50 cazadores a caballo.El coronel Gana, en sus instrucciones, tena la de delegar el mando cuando lo estimase necesario, en el distinguido i esperto coronel graduado comandante del 2. de Lnea, don Estanislao del Canto.El Movilizado Lautaro i el Chacabuco tenian por jefes a don Eulojio Robles i a don Marcial Pinto Agero.El sarjento mayor don Rafael Gonzlez, i los capitanes don Julio Medina Meza i don Marcial Jofr, mandaban las dos bateras de montaa.El capitan Amor, veterano de Arauco, dirijia los jinetes de Cazadores a Caballo.Acaudillaba a Carabineros de Yungay don Jos Miguel Alcrreca, soldado sin tacha, amigo leal e incomparable i que mir siempre al miedo de frente i sin temor.En las filas de este rejimiento recordamos al mayor don Manuel Ramon Barahona, que dej buenos recuerdos entre aquellos bravos, a Bell, el capitan Godoi, tocayo i amigo ntimo del inmortal MOCHO Carrera Pinto, del herico mrtir de La Concepcion: i al lado de esos centauros, ensillan sus caballos Vicente del Solar, Miguel Anjel Reyes, Ildefonso Alamos, Sierralta i otros mas, a quienes cpole la gloria de esgrimir sus sables en aquella brava campaa.En el 2. de Lnea sirve don Estanislao del Canto, a quien no tengo sino nombrar, para recordar que es un soldado a las derechas, previsor, alentado, discreto i rpido; firme i tesonero en sus propsitos, cuando, al frente del 2. de Lnea, al mando de su division, tiene que conquistar para Chile aquellas rejiones, en las que, no el guila de Cceres, porque es chuncho, ave de rapia que espera la noche, que huye de la luz para asestar sus golpes, clavar sus garras, para matar mujeres i asesinar nios, el coronel Canto, decamos, es el mejor soldado que ha podido elejir Lynch como segundo del coronel Gana, para que tome el mando de esa Division, cuando aquel se retire de La Sierra,Don Patricio Lynch disuelve el Gobierno de Garca CalderonEl Per, a mediados de 1881, ha querido darse un Gobierno; Garca Calderon ha aceptado el puesto de Presidente de aquel pas que se disuelve; i siguiendo la idiosincracia de su raza, ha querido jugar a los Gobiernos con Chile, e intrigado villana i torpemente a nuestro pas con Estados Unidos, que, por desgracia tiene un representante en Lima que, no es ta1, porque no representa a su patria; que campea, en verdad, por lograr ajenos intentos, propios mas de un mercader que del representante de la patria de Washington i de Lincon.Garca Calderon intriga que no gobierna; i el virrey Lynch corta con un golpe de espada, aquel nudo gordiano con que ha querido amarrar el Presidente peruano a Chile i Estados Unidos.En la noche del 4 de Setiembre de 1881, el coronel don Estanislao del Canto, de rden de Lynch, desarma i disuelve al Gobierno de La Magdalena, i Garca Calderon emprende de rden superior, viaje a Chile, i se le confina a Angol.Lynch ha ,elejido a Canto para esa difcil comision, porque conoce su tino, a la vez que aprecia, su firmeza; i por eso tambien en Enero de 1882, lo coloca de segundo de Gana, autorizando a ste para delegar en Canto el comando de aquel ejrcito, que se denomina del Centro.I el coronel don Jos Francisco Gana C., trasmonta las nevadas cumbres andinas i el 1. de Febrero regresa a Lima desde Jauja, despues de haber ordenado la ocupacion de La Concepcion i haber hecho avanzar al Lautaro, al 2. de Lnea i Carabineros con Bell, Ildefonso Alamos i Miguel Anjel Reyes i Sierralta i cuatro piezas de artillera sobre Huancayo, al mando de Canto, que desde el 1. de Febrero de 1882 queda como jeneral en jefe de ese ejrcito.Cceres quiere imitar a Fabio Mximo, el Contemporizador, que no tiene el cvico patriotismo, ni posee el alma romana de aquel romano caudillo, huye de Huancuyo, a marchas forzadas lanza sus batallones sobre Ayacucho, por la ruta de Pucar i en esta aldea el 5 de Febrero, cinco das cabales despues que Canto tomara el mando de aquel ejrcito, Cceres es derrotado completamente por tropas chilenas inferiores en nmero, pero no en valor i patriotismo.I esta campaa, que es interesantsima, la narraremos en otra ocasion porque merece captulo aparte, Pucar, que es batalla i accion de guerra desconocida i porque en ella hubo de todo: intelijencia, valor i patriotismo; cosa que haremos tambien con Sangar, con el Callao con Chipana, i con las cien etapas de gloria que se pelearon desde Calama hasta Huamachuco, en el llano, el desierto i el mar. Cceres, despues de Pucar se corri sobre Ayacucho, para batirse en fratricida lucha con los sostenedores del probo Iglesias, con Panizo, a quien no venci como bueno sino que envolvi en traicionero lazo; i por aquellas agrestes cimas escondi su derrota i apront no las huestes suyas, que fueron las de Panizo, o las indiadas de Junin, las que fanatiz, ayudado sin querer por los chilenos, que inconcientemente, como vamos a probarlo, sirvieron los planes del caudillo peruano.La Division CantoVencidas en Pucar el 5 de Febrero de 1882, las huestes enemigas del coronel Canto, general en jefe desde el 1. del mismo mes, como hemos dicho, despues de recojer sus heridos, enterrar los muertos i honrar la memoria de los enemigos, tributando i dando honrosa sepultura i rindiendo honores militares a sus jefes, ocup militarmente todo el departamento de Junin.Desde Cerro de Paseo a Huancayo, qued distribuido el ejrcito del Centro, que estaba ahora aumentado con los rejimientos Pisagua 3. de Lnea i Santiago 5. de Lnea.Desde, Octubre de 1881, el 2., 3. i 4. de Lnea habian recibido los nombres de Tacna, Pisagua i Arica, en recuerdo de los gloriosos hechos que con su sangre habian escrito los jefes, oficiales i soldados de esas unidades.En Abril de 1882, el coronel Canto ocupaba todo el departamento de Junin con una FUERZA EFECTIVA de 4,169 soldados, que no tenia sino 3,309 veteranos DISPONIBLES; las 860 bajas que se notan correspondian a 430 enfermos i a 520 lejionarios ausentes de Lima, en comisiones del servicio i hasta en Chile.El Ejrcito del Centro guarnecia a Oroya, Tairma, Jauja, Concepcion, Pucar, Huazacach, Cerro de Paseo, Jauja, Huancnyo i Marcavalle.El coronel Canto mandaba dos Bateras de Artillera, al Tacna, Pisagua, Santiago, Chacabuco, al movilizado Lautaro i a Carabineros de Yungai.El distinguido cirujano don Agustin Gana Urza, que desde mui atrs venia prestando su patritico concurso, tenia a su cargo el Servicio Sanitario, junto con los buenos amigos doctores Zenen Palacios, Justo Pastor Merino, Candia, Orcaistegui i Abarca.I para ser fieles cronistas de aquella poca, mui presente tenemos tambien al practicante don Francisco Vergara, que hoi vive respetado en Concepcion por bueno i patriota, i a quien cpole honrosa faena el 10 de julio de 1882. I por qu no acordarnos tambien del farmacutico Cato, que cay en Huancayo vctima del tfus, al pi de su puesto, al lado de su botica i de sus enfermos?Cirujanos fueron aquellos que mui bien ganaron el derecho de que sus nombres, de que el Servicio Sanitario de Chile los recuerde con respeto; porque vctimas de su deber cayeron junto con Cato, los seores Orcaistegui, Candia i Abarca, peleando la silenciosa i terrible batalla del tfus, solapada, traidora, como el peruano, que heria a mansalva i escojia discretamente sus mejores victimas.I por milagro libr el doctor don Zenen Palacios de aquella epidemia, bravo muchacho que, en Tacna, siendo un nio, i sirviendo en nuestras ambulancias, habia recibido en pleno pecho herida famosa, que lo tendi en el campo, del cual recojilo su gran hermano Nicolas, el de Raza Chilena!El coronel Canto tenia bien organizado su ejrcito sus servicios de intendencia i bagajes, nada dejaban que desear.Pero lleg el tfus i triz, pero no desorganiz aquella hueste, que principi a debilitarse, a sucumbir i a morir; poblando los cementerios de la Sierra i los hospitales de Huancayo, de Jauja Tarma, lo mejor de aquellas tropas, que siempre la muerte elije las testas para cebarse en ellas!I junto con aquel secreto azote se levant la Sierra, la indiada; porque inconscientemente, por errado concepto, los nuestros entregaron la recaudacion de las rentas de aquella zona a los municipios i alcaldes peruanos que por no pagar, de su propio peculio, los cupos i contribuciones de guerra que imponia el ejrcito, descargaron todo el molesto peso de aquella forzada medida sobre los infelices serranos, sobre los pobres indios, que desde Mama Oello, vienen pagando el pecado orijinal de esa raza.Los curas, los acaudalados hacendados, los estancieros i grandes comerciantes de Cerro, Tarma, Jauja, Concepcion, Huancayo, etc., los frailes de Ocopa; los habitantes de Sincos, Oroya, Comas, Huaripampa, Changos, San Jernimo i cientos mas de aldeas i villorrios caseros; los dirijentes, alcaldes i togados de esas poblaciones, valles, hondonadas, quebradas i alturas, esos nada sufrieron i mui poco pagaron; que se defendieron echando sobre el infeliz serrano todo el peso de la forzada exacion chilena; levantando en el indio, que se veia robado por aquellos malos peruanos, un odio eterno, satnico, no en contra de sus verdaderos verdugos, sino de nosotros, los chilenos, de todo el ejrcito de ocupacion.El indio, pag mal que mal la primera contribucion; entreg su primera vaquita, el primer porquito; sus avecitas pues, la llamita, luego los alcaldes peruanos le quitaron su chicha de jora, su llanca, sus penates, todo, absolutamente todoEl serrano se volvi loco; era el chileno quien tal hacia; que el seor alcalde no era culpable, era mandado por el Jeneral Lynch que gobernaba en Lima; por los hombres de Chile, que lo querian todo, que todo lo robaban.I eso lo decia el seor cura, los frailes de Ocopa, que era el Iltmo. seor Obispo de Huancayo i Arzobispo de Berito, monseor del Valle, que moraba tambien en Santa Rosa de Ocopa quien lo repetia en voz mui baja desde aquel famoso monasterio en que reunia a los jefes A