comunicación intercultural: comunicándonos con mujeres de otras culturas

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M.ª I. Oliver Reche

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RESUMEN

La comunicación con las mujeres de otras culturasgenera dificultades en la relación asistencial. En esteartículo se revisa el concepto de comunicaciónintercultural y se analizan las principales barreraslingüísticas y culturales que dificultan dicha relación.Asimismo, se ofrecen una serie de pautas yrecomendaciones sobre cómo actuar en caso de déficit en la comunicación verbal y se analiza laimportancia de la comunicación no verbal en laasistencia a las mujeres inmigrantes. Por último, sehabla de la competencia intercultural como unahabilidad a desarrollar por las matronas.

Palabras clave: inmigrantes, comunicación intercultural,comunicación verbal y no verbal, competenciaintercultural

SUMMARY

Communication with women from other culturesoriginates inconveniences in providing care. The presentarticle reviews the concept of interculturalcommunication, analyzing the major language andculture barriers that may mean a difficulty for thisrelationship. Also, several patterns andrecommendations about how to act in case of lack ofverbal communication are described, enhancing theimportance of other types of communication whenproviding health care to immigrant women. Finally, the

intercultural competence is promoted as a skill thatmidwives must develop.

Key words: immigrants, intercultural communication,verbal and non-verbal communication, interculturalcompetence

(Matronas Profesión 2002; 9: 21-27)

INTRODUCCIÓN

Hasta hace poco tiempo, las matronas ejercíamosnuestra práctica profesional con mujeres, con las que,en términos generales, compartíamos una mismaherencia cultural; sin embargo, en la actualidad, lamayoría trabajamos en un contexto plural y diverso,fundamentalmente gracias a los movimientosmigratorios que en los últimos años se han producidoen España. Pero no sólo trabajamos con mujeresextranjeras, también con minorías étnicas españolas,como es el caso de la comunidad gitana, y con otrasmujeres autóctonas con las que no compartimosidénticos referentes. Esta realidad genera a vecesdificultades en la relación asistencial. Por una parte, sonevidentes los déficit en la comunicación debido a lasbarreras lingüísticas, es decir, el hecho de no compartiruna lengua común. Pero las barreras comunicativas vanmás lejos, son también de tipo cultural. ¿Esto quéquiere decir?: que las mujeres de otros entornospueden tener una idea acerca de la salud/enfermedad yuna cultura de los cuidados maternoinfantilespeculiares, además de unos estilos de comunicaciónpropios. La ignorancia de este hecho y el etnocentrismode los sanitarios, esto es, pensar que nuestros valores yprácticas de cuidados son los «adecuados» y los ajenosson «erróneos», conduce con frecuencia a un déficit enla calidad de la comunicación y en la relaciónterapéutica y además compromete las actividades deprevención y de promoción de la salud.Con esta breve ponencia pretendo hacer diversasaproximaciones a la comunicación intercultural, algunasdesde mi propia práctica profesional, para inducirelementos de reflexión que nos hagan ser másconscientes de que en la atención a mujeres de otrasprocedencias y referentes culturales debemosdesarrollar cierta «sensibilidad cultural» y dispositivoscomunicativos que nos permitan superar lasdificultades.

COMUNICACIÓN INTERCULTURAL

La comunicación intercultural se define como:«la comunicación interpersonal entre pueblos condiferentes sistemas socioculturales y/o la comunicaciónentre miembros de diferentes subsistemas (gruposétnicos) dentro del mismo sistema sociocultural»1.

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Comunicaciónintercultural:comunicándonoscon mujeres de otras culturas*M.ª I. Oliver RecheMatrona del Hospital Torrecárdenas. Almería

*Ponencia presentada en el I Congreso de la Asociación Andaluza de Matronas. Sevilla, de 2 al 4 de mayo de 2002.

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Se trata de un campo de estudio iniciado en EstadosUnidos a mediados del siglo XX y cuyo paradigmacientífico fue creado por el antropólogo Edward Hall.Vemos cómo la comunicación intercultural pone enrelación la comunicación con la cultura. Esta idea puederesultarnos extraña, ya que estamos acostumbradas aconcebir la comunicación como una mera transmisiónde información y de mensajes, como un simpleintercambio material de palabras. Sin embargo, en laactualidad, la comunicación se considera un todointegrado por el lenguaje verbal, no verbal, los modosde comportamiento, etc., que están conectados conotras prácticas culturales2.La cultura es una mezcla compleja de creencias,valores y actitudes compartidas y perpetuadas por losmiembros de un grupo social3. Se admite que nuestraherencia cultural y los valores y las creencias que nosaporta, «el marco de referencia»* en que hemos sidoenculturados, afectan a los patrones de pensamiento yde comportamiento, a la percepción de la realidad y dela salud/enfermedad y también a nuestras formas yestilos de comunicación. Además, estas pautas puedentener matices distintos en función del sexo, ya quemujeres y hombres hemos sido culturizados y educadosde diferente manera en casi todas las sociedadeshumanas. Sin embargo, esto no debe llevar a tener unaconcepción rígida, estereotipada y estática de laspersonas que forman parte de una cultura determinada,ya que existen subculturas dentro de las culturas,variaciones individuales y cambios a lo largo del tiempodentro de un mismo sistema cultural4. Hay que tener encuenta que las diferencias entre la gente de una mismacultura según el género, la clase o la posiciónsocioeconómica pueden ser mayores que sussimilitudes5. Por otro lado, las mujeres migrantes, trashaber sido socializadas en un lugar determinado, enmayor o menor medida pasan por un proceso decambio al tomar contacto con la realidad existente en la sociedad receptora.

MODELOS COMUNICATIVOS

Las diferencias en los modelos comunicativos puedentener implicaciones en la práctica asistencial y en lasactividades de prevención y promoción de la salud, alhacer que las mujeres conciban la salud y la relacióncon los profesionales sanitarios desde perspectivas yprioridades diferentes a las nuestras.Aun corriendo el riesgo de ser demasiado simplista, sepuede decir que, en general, en Occidente elconocimiento se centra en el análisis de la realidadexterior a la persona. Nuestra comunicación, directa y

explícita, comienza con un objetivo definido, buscaconvencer, con un predominio de la lógica racionalfrente a las emociones, que aunque no se despreciansirven más para conmover que para convencer. Portanto, damos más importancia a la codificación y alcontenido del mensaje verbal.Por el contrario, en culturas menos industrializadas, sehan desarrollado otros modelos comunicativos. Elconocimiento se obtiene más a través de la propiapercepción que por el testimonio verbal ajeno. Estánmás centrados en el receptor y en el procesocomunicativo, primando el desarrollo de lossentimientos y el intercambio emocional. Esta forma decomunicación suele ser indirecta e implícita, conenunciados ambiguos1. Esto tiene que ver con ladescripción que Edward Hall hace de culturas de alto y bajo contexto. En una comunicación de bajo contextola mayor parte de la información se encuentra en el mensaje verbal, primando más la claridad en elmensaje que en la identificación de los sentimientos deotra persona. Por el contrario, en una comunicación de alto contexto la comunicación no verbal adquiereuna gran importancia. Más que en las palabraspronunciadas, el significado se encuentra en el contextoy en las relaciones existentes entre los comunicadores5.Las mujeres con modelos comunicativos de altocontexto pueden valorar más los aspectos humanos(simpatía, amabilidad, etc.) que las cuestiones técnicasen la relación terapéutica, necesitando un tiempo previo de calentamiento para que se establezca unarelación de confianza con el personal sanitario antes de mostrar interés por la comunicación6. Con estasmujeres es difícil instaurar una comunicación efectivadesde el principio, pero una vez que se ha mostradointerés por ellas se establece una buena interacción.En España solemos ser locuaces, por lo que, entérminos generales, el silencio es percibido como algonegativo, no comunicativo e insociable. Sin embargo, enalgunos lugares, como en Europa septentrional, seaprecia mucho más el silencio: «No abras los labios sino estás seguro de que lo que vas a decir es máshermoso que el silencio», dice un proverbio árabe.En cuanto a la orientación temporal, existen culturaspreocupadas con las tradiciones, que están orientadashacia el pasado (asiáticos), otras están orientadas al

Las diferencias en losmodelos comunicativospueden tener implicacionesen la práctica asistencial y enlas actividades de prevencióny promoción de la salud

*El marco de referencia es el modelo que nos guía para percibir,pensar, sentir y actuar en nuestra vida diaria. Es la visión que dasentido y coherencia a la vida.

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presente (africanos, latinoamericanos) y otras enfocadashacia el futuro, es decir, hacia las metas y los logrospersonales (europeos, norteamericanos). Por esto, losaspectos de prevención y de promoción de la salud,fundamentales en los cuidados maternales, puedendificultarse con aquellas mujeres orientadas al pasado oal presente5, 6.Las cuestiones de género, es decir, los papelesadoptados por mujeres y hombres en cada sociedad,influyen también en la comunicación. En algunassociedades tradicionales existe una segregación sexualde los espacios, de modo que al hombre le correspondeel espacio público o exterior y a la mujer los espaciosprivados. Esta cuestión influye en el interéscomunicativo de las mujeres, que pueden tenerinteriorizado el silencio en los ámbitos extradomésticosy extrafamiliares, sobre todo si se dirige a ellas unhombre. Un buen ejemplo son las mujeres musulmanas.El rango de conductas es muy amplio y no se puedegeneralizar, pero los profesionales sanitarios tienen lasensación que algunas mujeres muy tradicionalescomprenden nuestros mensajes bastante mejor de loque manifiestan, pero se sienten intimidadas, muestranuna actitud distante y no hacen intentos porinterrelacionar con el personal sanitario. A veces secomunican bien en castellano cuando se encuentran sinel compañero; sin embargo, en su presencia apelan a élpara que conteste a nuestras preguntas o haga de

traductor. La expresión a través de sus parejasresponde a un patrón cultural según el cual el hombrees el encargado de las relaciones exteriores.

COMUNICACIÓN VERBAL

Barreras lingüísticasLos problemas en la comunicación debido a lasdiferencias lingüísticas preocupan tanto a losprofesionales sanitarios como a las mujeres inmigrantesy a sus familiares, que perciben la lengua como labarrera más importante en la atención sanitaria, másmanifiesta en el caso de las mujeres que en el de loshombres. En nuestro contexto, muchas de ellas seencuentran en situaciones de aislamiento social,reducidas al ámbito doméstico, con pocas relacionesexteriores, situaciones que dificultan el aprendizaje delcastellano. Pero también hay muchas mujeres que lohablan con cierta facilidad, sobre todo las que tienenestudios, dominándolo incluso mejor que sus parejas.De todos modos, no suele haber un aprendizajereglado, sino que se aprende de manera informal, por loque el manejo no es perfecto, sobre todo en lo que serefiere a la escritura y la lectura. Además, es frecuenteque no comprendan la terminología sanitaria.En el caso de las mujeres latinoamericanas no seproduce este problema de forma tan patente. Sinembargo, en algunos casos usan registros delcastellano muy particulares, con lo cual resulta tambiéndifícil comprender el significado completo de susmensajes. Éstas también manifiestan que a veces nocomprenden bien a los españoles, que hablamos muyrápido, al contrario que ellas, que usan un tono de vozmás pausado.El discurso oral es una forma fundamental de expresiónde necesidades, deseos y sentimientos. Por tanto, unacomunicación pobre puede causar sentimientos defrustración, hostilidad, confusión y aislamiento, tanto enlas mujeres como en las matronas. La ausencia total decomunicación verbal da lugar a malentendidosextremos, que pueden tener graves repercusiones paralas mujeres.Las barreras lingüísticas dificultan el seguimiento de las citas, los cuidados prescritos, los tratamientosfarmacológicos y la valoración sanitaria de estas

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Las cuestiones de género, esdecir, los papeles adoptadospor mujeres y hombres encada sociedad, influyentambién en la comunicación

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mujeres7. Es una realidad que las historias clínicas delas mujeres inmigrantes están en muchas ocasionesfaltas de datos y que apenas registran antecedentesmédicos y obstétricos.El déficit en la comunicación hace que las mujeres noestén informadas sobre los motivos del ingresohospitalario y las causas de las intervencionesobstétricas, lo que puede generar una considerableansiedad. Cuando se produce una mínima competencialingüística, las mujeres suelen exteriorizar sussentimientos y manifestar sus preocupaciones, miedos y temores, haciendo preguntas sobre su proceso y loscuidados pertinentes.Los profesionales sanitarios, ante las dificultades quesupone la comunicación con mujeres foráneas, a vecesdesistimos y no hacemos los esfuerzos oportunos parasuperar las dificultades, lo que deja a las mujeres enuna posición aún más indefensa. Por eso, es precisovencer la tendencia a ignorar a las mujeres que nohablan nuestro idioma. En algunas historias clínicaspuede leerse: «No entiende ni habla español. No se puede hablar con ella, no entiende nada». Estasafirmaciones, surgidas de una valoración precipitada,en ocasiones no son del todo ciertas. A veces, demanera errónea, valoramos inicialmente unaincapacidad comunicativa sin tener en cuenta que eldolor y el estrés, así como otras barreras psicológicas,como el temor, la timidez, la falta de intimidad o lascuestiones de género, pueden dificultar la capacidad dela mujer para comunicarse. Una vez establecida unarelación de confianza puede verse cómo algunasmujeres, aunque no sean capaces de hablar elcastellano, comprenden mensajes sencillos y articulanalgunas palabras, aunque sea con dificultad. Otrasveces pueden comunicarse en francés o inglés.

Recomendaciones cuando existen déficit en la comunicación verbal8• Dedicar más tiempo a la comunicación.• Valorar el grado de conocimiento que la mujerextranjera tiene de nuestro idioma: capacidad de hablar,de comprender una conversación, de leer y de escribir.• Explorar si existe un idioma compartido: francés oinglés, por ejemplo.• Valorar la disposición y el interés de la mujer hacia lacomunicación, su comportamiento (receptiva, atenta,afable, ansiosa, sonriente, huidiza, dolorida, etc.), asícomo el contacto visual que establece.• Crear un ambiente de aceptación, intimidad yconfianza, utilizando un tono de voz agradable.• Mirar a la cara de la mujer y establecer contactovisual, si es posible.• Hablar lentamente, con claridad, con frases cortas yórdenes y directrices sencillas y de un solo paso.• Centrarse en el presente, evitando temascontrovertidos, abstractos o largos.• No cambiar los temas o preguntar muchas cosasseguidas.

• Las preguntas que se formulen deben sercontestadas con respuestas cortas; mejor si pueden serresueltas con un «sí» o con un «no».• Una contestación de «sí» a veces no es suficiente, yaque puede ser un esfuerzo por agradar más que unaseñal de entender lo que se ha dicho.• Para asegurarse que un mensaje es entendido, lamujer debe repetir lo que hemos dicho. En casocontrario, es preciso repetir o rehacer las frases.• También nosotras debemos repetir su mensaje en vozalta para confirmarlo, no pretendiendo que se entiendesi no es cierto.• Saber escuchar, atendiendo tanto a los hechos comoa los sentimientos.• Observar los signos no verbales para entenderla mejor.A veces, no queda otra opción que recurrir a untraductor, sobre todo cuando se tratan temasimportantes (realizar la historia clínica, informar sobreprocedimientos obstétricos o firmar un consentimientoinformado). En la práctica se tiende a utilizar a losfamiliares como traductores. Sin embargo, hay quetener en cuenta que éstos pueden ocasionar algunosproblemas en la comunicación3, 6:– Aunque tengan habilidad para hablar el castellano, esposible que desconozcan la terminología sanitaria.– Pueden actuar más como intérpretes que comotraductores, ajustando el significado de las palabras asu propia manera de entender las cosas.– Algunas mujeres pueden sentirse avergonzadas alexponer sus problemas obstétricos o ginecológicos y, enconsecuencia, ocultar información. Este hecho es máspatente cuando se utilizan niños o adolescentes comotraductores, lo que es muy frecuente en el mediosanitario, ya que al estar escolarizados se manejan encastellano mejor que sus padres.Dadas estas dificultades, se recomienda recurrir atraductores que no sean de la familia: personal sanitarioque domine la lengua de la mujer o una paisana, queademás puede ayudarnos como intérprete etnocultural.Algunos colectivos de inmigrantes asentados en unmismo barrio cuentan con compatriotas quehabitualmente hacen de intérpretes en los serviciossanitarios y sociales. En casos extremos, nuestrohospital recurre a traductores voluntariosproporcionados por las ONG. Los traductores noentrenados también pueden sustituir lo dicho por lamujer por sus propias interpretaciones y consejos. Unconocido aforismo dice: «traductor, traidor».

Es preciso vencer la tendencia a ignorar a las mujeres que no hablannuestro idioma

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En cualquier caso, es aconsejable6:• Discutir el asunto sobre el que se va a tratar con eltraductor, para asegurarse un acuerdo en lo esencial.• Hablar directamente a la mujer, en primera persona,mirándole a la cara, ya que así se le demuestra mayorinterés.• Involucrarla para que adopte un papel activo y aporteal traductor la información que considere pertinente.Las barreras lingüísticas pueden solventarse en partecon la realización de materiales específicos traducidos alas lenguas vernáculas de las inmigrantes mayoritariasen nuestro medio: listados de vocabulario, cuidadosbásicos durante el embarazo, dietas estandarizadas,consentimientos informados, explicación de pruebasdiagnósticas, procedimientos obstétricos y anestesiaepidural, etc.Estos materiales, sobre todo los referidos a lapromoción de la salud, deben estar adaptados, no sirvela mera traducción de los existentes en nuestro medio.Se precisa un traductor que, además del conocimientode ambas lenguas, conozca los aspectos culturales ysea capaz de no traducir literalmente del castellano,sino adaptando el contenido a la cultura de origen y alregistro particular de la lengua. Hay que tener encuenta que hay ideas que pueden no existir en otraslenguas. Este hecho plantea dificultades en lastraducciones, ya que no siempre es posible hallar lapalabra equivalente en otro idioma para determinadosconceptos.

COMUNICACIÓN NO VERBAL

La comunicación efectiva no se limita al entendimientolingüístico, sino que también debe prestar atención alos modos de comunicación no verbal. Además,aunque la comunicación verbal tiene una importanciaevidente, no en todas las culturas se le da la misma.Es más, en nuestro trabajo las expresiones noverbales de afecto pueden ser incluso másimportantes que las verbales.

Funciones1

• Comunica actitudes, sentimientos y emociones. Existeuna evidente relación entre los estados emocionales ydeterminadas manifestaciones físicas.• Apoya la comunicación verbal. El lenguaje corporalproporciona un sentido más completo a lacomunicación verbal, pudiendo confirmar e inclusocontradecir la comunicación verbal. Los gestos, porejemplo, aumentan el significado de las locucionesverbales, ilustrando lo que se está diciendo.• Sustituye al lenguaje verbal cuando no es posible eldiscurso hablado. En los casos en que las mujeres nohablan ni comprenden nada el castellano, podemosutilizar el lenguaje no verbal para mostrar lo quequeremos decir: señalar, hacer demostraciones, gestoso representaciones mímicas, etc.

• Empleado con habilidad y en el momento oportunopuede servir para romper defensas ajenas. Además, ellenguaje corporal es importante para proyectar unaimagen humana o amistosa.La comunicación no verbal incluye los movimientoscorporales (expresión facial, gestos), el contacto visual ytáctil y la utilización del espacio. Los comportamientosno verbales son tanto instintivos (con base genética) eimitativos, como aprendidos en el contextosociocultural. Por tanto, presenta similitudes, incluso enculturas geográficamente distantes, variacioneshistóricas dentro de una misma cultura, así comodiferencias culturales que es preciso tener en cuentapara evitar malentendidos con las mujeres queatendemos.La cinética estudia la gestualidad de las personas,desde las expresiones faciales a los movimientoscorporales, que tienen funciones adaptativas, expresivasy defensivas, algunas conscientes y otras inconscientes.Aquí también se producen diferencias. En algunasculturas, por ejemplo, se muestran las emociones(llanto) no sólo en la cara sino también en el cuerpo,mientras que en otras no es apropiado mostrarlas6. Estohace que las manifestaciones emotivas y de duelo seanmenos manifiestas en las mujeres de Europa del Este,por ejemplo, que suelen tener un gran dominio de símismas y pueden no manifestar signos externos detristeza y de preocupación, lo que no significa que esténpasando por una situación vital difícil.La proxémica estudia la relación de las personas con elespacio que nos rodea y el uso de las distancias en lacomunicación interpersonal. Todos los seres humanostenemos sentido del «territorio», una necesidadterritorial que, aunque es peculiar en el caso de cadapersona, puede ser reforzada o debilitada por la cultura.La necesidad de un área personal que tratamos deconservar hace que reaccionemos ante su invasiónmediante una serie de señales no verbales: posturarígida, cruce de piernas, cruce de brazos sobre el pechoy otros gestos defensivos, como la retirada física,balancearse en la silla, mover las piernas o golpetear,cerrar los ojos, replegar el mentón sobre el pecho oencoger los hombros9.Las personas sentimos cuál es la distancia adecuada ennuestras interacciones sociales, pudiéndose dardiferencias en la interpretación de dichas distancias. Simantenemos demasiada distancia, pueden pensar quesomos personas frías, y viceversa. Dado que laspersonas de distintas culturas nos relacionamos con elespacio físico de forma diferente, es preciso darsecuenta de la distancia cómoda para interaccionar conlas mujeres, independientemente de su procedencia.En cuanto al contacto visual, que varía de intenso aligero, existe un tiempo de mirar normal que si setransgrede puede crear tensión en la otra persona.Aquí existen matices de género, en el sentido de quealgunas mujeres pueden no mirar directamente a losojos de los hombres que no les son familiares. Para

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hacer sentir a la otra persona más cómoda y relajadacuando se la mira a los ojos, se aconseja moversemientras se le habla, con la intención de ajustar elcontacto visual6.El tacto apropiado está conceptualizado en el ámbitocultural, variando de un lugar a otro; de modo que hayculturas más táctiles que otras. Además, todas lasculturas tienen sus tabúes en relación con los contactosfísicos, evitando tocar determinadas partes del cuerpo.El género tiene una gran importancia en lacomunicación táctil. Un problema frecuente es vinculara personas de culturas en las que mujeres y hombresno relacionados no se tocan en absoluto conproveedores de salud del sexo contrario. Las mujereslatinas o árabes, por ejemplo, pueden sentirseincómodas al ser exploradas por personal sanitariomasculino6, 7.En el ámbito profesional, las mujeres suelen desactivarel mecanismo de interpretación de los mensajestáctiles, contemplándolos únicamente por la función quecumplen. Pero algunas no realizan tan fácilmente estadesactivación, por lo que pueden sentirse molestas sideterminados procedimientos los realizan personas delotro sexo.No todas las mujeres responden de la misma manera alcontacto físico que, más allá de su funcionalidad a nivelprofesional, lo utilizamos para transmitir emociones ydemostrar amistad y calidez. Tocar a una mujer sintomar en consideración la situación puede conducir aun rechazo brusco. Por esto, tiene que producirse en elmomento y contexto justo9.En definitiva, dada la amplia gama de expresiones noverbales y su variabilidad cultural, lo primordial esreconocer y ser conscientes de nuestros propios estilos,así como de la reacción que provocan en las mujeresque tratamos, para ajustarlos y cambiarlos cuando lacomunicación no está funcionando6.

BARRERAS CULTURALES

En cuanto a los cuidados maternales, se producenmuchas veces choques entre los profesionalessanitarios y las mujeres extranjeras que atendemos.A diferencia de la asistencia obstetricoginecológica de Occidente basada en la tecnología, en sus países deprocedencia puede existir un hondo arraigo de patronestradicionales en los cuidados maternoinfantiles.Por este motivo, pueden tener ideas diferentes a las nuestras en cuanto a los cuidados prenatales,asistencia al parto, papel del padre en éste, cuidadosal recién nacido, etc.En el medio hospitalario también es frecuente que seproduzcan choques culturales y religiosos en cuanto alas dietas, el uso de la vestimenta o el sentido delpudor, por poner algunos ejemplos. Estas situacionespueden dar lugar a incidentes y malentendidos, más omenos graves, que comprometen la comunicación.

Muchas veces los profesionales sanitarios noentendemos la lógica que se esconde detrás dedeterminados valores, creencias o comportamientos delas mujeres de otras culturas y de sus familiares. Amenudo, las enjuiciamos basándonos en nuestra propiaexperiencia y en nuestro modo de ver las cosas,olvidándonos de que las mujeres actúan desde losparámetros de otra cultura, desde otro «marco dereferencia» que puede ser diferente al nuestro10. Estafalta de explicación y de entendimiento nos lleva aveces a realizar juicios de valor y mostrar actitudesnegativas con respecto a estas mujeres.Las conductas que repetidamente ocasionan frustracióntanto a estas mujeres como a nosotras mismas debenser cuestionadas y revisadas, generando un contextocognitivo, actitudinal y emocional que nos permitadesarrollar «la competencia cultural».

Competencia comunicativa intercultural11

• La competencia intercultural se define como: «lahabilidad para negociar los significados culturales y deactuar comunicativamente de una forma eficaz deacuerdo a las múltiples identidades de losparticipantes». Pasa por el desarrollo tanto de aspectosemotivos como cognitivos.

Competencia cognitiva1. Tomar conciencia de nuestras propias característicasculturales y de nuestros procesos de comunicación, yestar dispuestos al cambio. En los contactosinterculturales es donde nos damos cuenta de muchasde nuestras características culturales que en otrascircunstancias pasarían desapercibidas. Estosautodiagnósticos nos ayudarán a entender de quémanera nuestras acciones pueden afectar a las mujeresy a comprender que los valores de nuestra cultura noson únicos y que las otras culturas también tienencontenidos válidos.2. Un mínimo conocimiento de la «otra» cultura y de susprocesos de comunicación.Hay que tener en cuenta que, habitualmente, noconocemos demasiado las otras culturas, y noslimitamos a determinados estereotipos, tópicos y falsas

Muchas veces losprofesionales sanitarios noentendemos la lógica que se esconde detrás dedeterminados valores,creencias o comportamientosde las mujeres de otrasculturas

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imágenes. La imagen que tenemos está mediatizadapor la imagen que nos transmiten los medios decomunicación, que, mediante simplificaciones de larealidad, contribuyen a crear una conciencia desuperioridad de lo «nuestro» con respecto a lo de los«otros».Los conocimientos teóricos a veces no son suficientespara entendernos con mujeres de otras culturas. Inclusopueden llevarnos a lo superficial, lo exótico, loanecdótico y a una injustificada sobregeneralización.Aunque pueden existir diferencias culturales que esnecesario conocer, no se pueden aplicar a todo elmundo por igual. «Cada persona es un mundo», dice unrefrán popular.Además, es preciso combatir la tendencia a poner elacento en las diferencias y a olvidar lo común. Se hablamucho del derecho a la diferencia, pero poco delderecho a la semejanza, al reconocimiento de losrasgos comunes que todas las mujeres compartimos.

Competencia emotivaConsiste básicamente en desarrollar la calidad de larelación, que facilitará el conocimiento recíproco y elentendimiento.• Capacidad empática, que sería la facultad deidentificarse con la mujer, ponerse en su lugar e intentarsentir lo que ella siente.• Actitud de respeto y tolerancia. Esto no significa dejara un lado los propios valores, sino entender que endistintos lugares se han desarrollado valores diferentes.• Consolidar la confianza, lo que contribuirá adesarrollar un entorno positivo que facilita el cambio.

Recomendaciones para convertirse en unamatrona culturalmente competente3,5

• Apreciar el mundo desde distintos puntos de vista.• Estar abierta al cambio.• Entender los rasgos y las creencias culturales, tantolos propios como las ajenos.• Evitar efectuar estereotipos.• Preguntar a la mujer para hacerse una idea de susnecesidades, preferencias y expectativas.• Consultar con informantes culturales siempre que seaposible.• Valorar la diversidad, aceptando y respetando ladiferencia.• Establecer las bases para la igualdad y el intercambiocultural.• Prestar servicios que incorporen la diversidad.• Desarrollar mensajes culturalmente competentes.• Identificar las áreas de un posible conflictointercultural.• Apoyarse en las tradiciones religiosas y culturalespara favorecer los cambios.La interculturalidad exige reciprocidad, equidad yeficacia. A. Maalouf da sabios consejos en este sentido.A las personas migrantes les dice: «Cuanto más osimpregnéis de la cultura del país de origen, tanto más

podréis impregnarlo de la vuestra». A los autóctonosnos dice: «Cuanto más perciba un inmigrado/a que serespeta su cultura de origen, más se abrirá a la culturadel país de acogida»12. Sólo desde el respeto sonposibles los cambios.Los contactos interculturales deben constituir unespacio de cooperación y de humanización. Lasmatronas que estamos en contacto con mujeresinmigrantes, invisibles en otros ámbitos sociales,estamos en condiciones de tejer lazos de unión, ser endefinitiva enlaces entre estas mujeres y la sociedadreceptora.

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CorrespondenciaM. Isabel Oliver [email protected]