comportamiento comunicacional
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COMPORTAMIENTO COMUNICACIONAL: EXPERIMENTO DE CALHOUN
AUTOR:
DÍAZ LOYO, CARLOS EDUARDO
Diferentes experimentos con colonias de animales se han usado para representar e
interpretar el comportamiento comunicacional de los mismos, haciendo comparaciones para
precisar las semejanzas y diferencias con los humanos. Específicamente, el experimento de
Calhoun se basó en un entorno de stress y superpoblación con ratas, las cuales exhibieron
grandes distorsiones del comportamiento. Partiendo de este experimento surge una
interrogante: ¿Se puede generalizar a hombres y a mujeres a partir de ratas? Aunque
parezca increíble y graciosa esta situación, si es posible generalizarla en humanos.
En analogía con el experimento, los barrios más agitados y poblados del país son
aquellos que muestran las mayores tasas de homicidios, de peligro, personas con conductas
agresivas, con interacciones sociales y sexuales diferentes, entre otras distorsiones.
Asimismo, es notorio como modifican la forma de comunicarse que comparte la especie.
Paéz (1995) señala que la comunicación animal y la humana deben adjetivarse como
“social” ya que éstas implican la existencia de relacionamiento que asegura la vida
individual y la vida colectiva de la especie. Es decir, la comunicación dentro de la especie
dependerá fundamentalmente de los aspectos sociales, por cuanto si el entorno social es
modificado, lógicamente se presentan ciertas alteraciones de su “lenguaje”.
Es por esto que la comunicación no es un atributo exclusivo de los seres humanos, las
ratas se comunican a través de vocalizaciones ultrasónicas: de baja frecuencia y de alta
frecuencia. Estos dos tipos de vocalización tienen funciones distintas, mientras que las de
baja frecuencia se relacionan a situaciones estresantes para el animal (presencia de
depredadores, falta de alimento, agresión), las de elevada frecuencia están asociadas con
situaciones agradables. No obstante, los humanos se comunican de una manera más
compleja, empleando elementos verbales y no verbales. En base al experimento, ¿Cómo
sería el comportamiento comunicacional (verbal, no verbal, paraseñales y metaseñales) en el
contexto humano partiendo del experimento de Calhoun? El experimento reflejó una serie de
distorsiones a nivel social: formas de cortejar, formas de convivir; y también a nivel sexual:
existencia de ratas asexuales y homosexuales.
En cuanto a los humanos que conviven en entornos agitados y superpoblados,
manejan un comportamiento verbal y no verbal distinto a aquellas personas que viven en
situaciones normales. El comportamiento verbal se caracteriza por la calidad de la voz, la
cual varía entre las personas pudiéndose encontrar voces de mujeres masculinizadas, voces
de hombres afeminados, voces que caracterizan a personas antisociales, entre otras. Por
otra parte, el código lingüístico utilizado, es decir, las señales locutivas son generalmente
distintas. El vocabulario empleado en muchas situaciones tiene otra connotación semántica
que sólo puede ser comprendido por personas que comparten el mismo entorno. Asimismo,
el comportamiento no-verbal se ve alterado, tanto las señales hápticas, proxémicas,
posturales, visuales y gestuales reflejan la agresividad presente en el entorno. También,
existen paraseñales como la apariencia personal, vestuario, perfume y parafernalia que
particulariza a las personas de ese entorno como desaliñadas. Por último las metaseñales
(los íconos, símbolos y signos) representan a objetos o eventos que se relacionan con su
contexto, por ejemplo uno de los íconos más conocido es el que representa la marihuana (
)
Sin embargo, esta generalización no sería por completa, ya que el lenguaje humano
es un sistema que permite la combinación de sonidos, signos y símbolos aceptados
socialmente y que el humano emplea para comunicar pensamientos, ideas, sentimientos,
deseos, expresiones, entre otros. Es decir, el lenguaje humano posee una serie de
propiedades que pone en desventaja al “lenguaje” animal, o mejor dicho, al sistema
comunicacional de los animales. Se habla de un sistema comunicacional animal porque tan
sólo representa un conjunto de sonidos, movimientos o gestos (dependiendo del animal)
para expresar situaciones de peligro, alimentos, relaciones sociales y sexuales, en pocas
palabras, no presenta las características necesarias para ser considerado un lenguaje.
En síntesis, tanto las ratas como los humanos tienen similitud en la forma de
relacionarse tanto sexual como socialmente. Sin embargo, existe una propiedad que
distingue al humano como un ser superior, y es la capacidad para expresar de forma
abstracta, lógica y consciente (en términos de saber qué se hace y sus consecuencias).
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Ensayo presentado para la unidad curricular Pensamiento y Lenguaje, con el apoyo de la profesora Sonia Polini
(septiembre, 2009)
UNIVERSIDAD CATÓLICA ANDRÉS BELLO DIRECCIÓN GENERAL DE ESTUDIOS DE POSTGRADO ÁREA DE HUMANIDADES Y EDUCACIÓN PROGRAMA ESPECIALIZACIÓN EN EDUCACIÓN MENCIÓN PROCESOS DE APRENDIZAJE