competiciÓn por el cerebro

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n. o 65/2014 6,50 € COMPETICIÓN POR EL CEREBRO Europa y EE.UU. lideran sendos proyectos para descifrar la circuitería neuronal 9 7 7 1 6 9 5 0 8 8 7 0 3 0 0 0 6 5 MARZO/ ABRIL 2014 SERIE NEUROFILOSOFÍA DE LAS EMOCIONES Y LA MORAL (II) Ética experimental ESQUIZOFRENIA Psicoterapia para tratar los delirios NEUROLOGÍA La verdad sobre las neuronas espejo PSICOLOGÍA Pros y contras de ser zurdo

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Page 1: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

n.o 65/2014

6,50 €

COMPETICIÓNPOR EL CEREBROEuropa y EE.UU. lideran sendos proyectos para descifrar la circuitería neuronal

9 771695 088703

0 0 0 6 5

MA

RZO

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RIL 2014

65/2

014

SERIE NEUROFILOSOFÍA DE LAS EMOCIONES Y LA MORAL (II)

Ética experimental

ESQUIZOFRENIAPsicoterapia para tratar los delirios

NEUROLOGÍALa verdad sobre las neuronas espejo

PSICOLOGÍA Pros y contras de ser zurdo

Page 2: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

Disponible en su quiosco el número de marzo

Page 3: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

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Page 4: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

2 MENTE Y CEREBRO 65 - 2014

SUM ARIO

A PRENDIZ A JE

10 Gestionar los erroresA la hora de decidir o recordar,

caemos una y otra vez en las mismas

trampas cognitivas. Por extraño

que parezca, equivocarse resulta

rentable . Por Anna Gielas

P SICOLO GÍ A

16 La envidia¿Quién no ha envidiado alguna vez

al jefe, a la hermana o al amigo?

Sentirse envidioso es normal; inclu-

so puede favorecer la propia motiva-

ción. Ahora bien, ¿qué ocurre cuando

este sentimiento se desborda?

Por Jan Crusius y Thomas Mussweiler

PERCEP CIÓN

22 El olor del miedoLos humanos podemos oler el temor

en el sudor de nuestros congéneres.

Este aroma corporal también pueden

modificar nuestra conducta sin que

seamos conscientes de ello. Por Jessi-

ca Freiherr, Katrin Haegler y Martin

Wiesmann

P SICOLO GÍ A SO CIA L

26 El desquite de los zurdosDurante años se ha estigmatizado

a quienes usaban la mano izquierda

para escribir. Hoy se les atribuyen

capacidades creativas y profesionales

superiores. Por Nicolas Guéguen

P SIQUIATRÍ A

30 Psicoterapia

para la esquizofreniaLa terapia cognitiva conductual

ayuda a paliar los síntomas psicóti-

cos. Por Tanja Wiessmann y Andreas

Bechdolf

NEURO IM AGEN

58 El rompecabezas

de las ondas cerebrales¿Abre la actividad sincrónica neuro-

nal la puerta al entendimiento de la

percepción? Por Anneke Meyer

NEUROLO GÍ A

64 Debate en torno

a las neuronas espejoLos neurocientíficos empiezan

a abrigar dudas sobre la polivalencia

de las células especulares.

Por Christian Wolf

SERIE «NEUROFILOSOFÍ A DE L A S EMO CIONES Y L A MOR A L» (I I)

68 Entre el ser y el deber serLos filósofos experimentales

consideran que la separación entre

la investigación empírica y la teoría

moral se encuentra obsoleta.

Por Markus Christen

E VOLUCIÓN

72 Las raíces evolutivas

del alcoholismo¿Por qué tienden las personas

a consumir alcohol? El estudio

de nuestros ancestros arroja luz

sobre esta cuestión. Por Andreas

Gerloff y Manfred V. Singer

MEDICIN A

76 Modelo informático

para conocer el párkinsonIdean un programa computacional

para entender la génesis y el tra-

tamiento de la «parálisis agitante».

Por Gunnar Grah y Arvind Kumar

ARTÍCULOS

Con la izquierda Los zurdos presentan ciertas ventajas res-

pecto a los diestros. Sin embargo, de ello se

benefician más los hombres que las mujeres.

Marzo / Abril de 2014 – N.o 65

Delirios y alucinaciones Junto con los fármacos, la terapia cognitiva

conductual se muestra útil para tratar los

síntomas psicóticos.

Células nerviosas bajo lupa ¿Desempeñan las neuronas espejo

tantas funciones como se pretendió

en un inicio?

26 30 64

Page 5: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

MENTE Y CEREBRO 65 - 2014 3

M ACROPROY EC TOS

44 La ofensiva cerebralEstados Unidos, Europa y Asia

pretenden airear los «secretos

del cerebro» con sus respectivas

iniciativas. ¿Tienen estas alguna

posibilidad de éxito? Por Ulrike

Gebhardt

47 Computadora

neurobiológica

Por Karlheinz Meier

50 Máquinas con

cerebros diminutos

Por Florian Röhrbein y Alois Knoll

RE TOS TÉCNICOS

52 Objetivo:

descifrar el cerebroEuropa y Estados Unidos han pre-

visto inversiones multimillona-

rias para averiguar cómo funcio-

na nuestro órgano pensante. Los

desafíos técnicos son enormes.

Por Alison Abbott

SECCIONES

4 Encefaloscopio

> Microbiota intestinal y depresión

> Declive cognitivo por bacterias

ulcerosas

> Un test visual para la inteligencia

> La migraña tiene sexo

> Causas de la cefalea en racimos

> Martirio cerebral

> El motivo de la acción define

a la víctima

> El efecto de los cabezazos

> Ciclo menstrual y confianza

35 Instantánea

Fascículo nervioso de unión

36 Sinopsis

¿Cómo funciona la clonación?

38 Avances

> Deterioro cognitivo en la senectud.

Por Carlos G. Dotti

> Sexo y violencia en el cerebro.

Por Christof Koch

> Evolución común de las neuronas

de alerta. Por Matthias S. Keil y Joan

López-Moliner

82 Syllabus

Amnesia global transitoria.

Por Thorsten Bartsch

86 Ilusiones

A la hora justa. Por S. Martinez-Conde,

S. L. Macknik y L. L. di Stasi

89 Retrospectiva

El potencial de acción de Hodgkin

y Huxley. Por José María Valderas

93 Libros

Inteligencia animal. Monismo.

Por Luis Alonso

www.menteycerebro.es

L A NEUROCIENCIA DEL SIGLO X XI

Page 6: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

4 MENTE Y CEREBRO 65 - 2014

ENCEFALOSCOPIOSC

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INMUNOLOGÍA

Microbiota intestinal y depresiónLos microorganismos fugados del tracto digestivo pueden alterar el estado de ánimo

Abundan cada vez más indicios de que el cerebro y el tracto

digestivo se encuentran crucialmente vinculados, y de que

la dieta y las bacterias intestinales pueden influir en nuestra

conducta, pensamiento y estado anímico. En una investigación

reciente se han hallado pruebas de translocación bacteriana o

«permeabilidad intestinal» en personas con depresión.

El sistema digestivo se encuentra revestido por una

pared celular impermeable. Ciertas conductas

o dolencias pueden debilitar esta pared,

de manera que posibilitan que sus-

tancias tóxicas y bacterias alcan-

cen el torrente circulatorio. Se-

gún un estudio publicado en

Acta Psychiatrica en mayo de

2013, alrededor de un 35 por

ciento de los participantes

que sufrían depresión pre-

sentaban también signos de permeabilidad intestinal, situación

que se había detectado previamente a través de un análisis de

sangre.

Se ignora todavía la relación entre permeabilidad y depresión,

aunque trabajos anteriores ofrecen algunas pistas. Las bacte-

rias desplazadas pueden activar respuestas autoinmunitarias

e inflamación, que se sabe están asociadas con la aparición

de depresión, decaimiento y cansancio. Michael Maes, autor

del artículo e investigador en psiquiatría con afiliaciones en

Australia y Tailandia, asegura: «un intestino permeable puede

aumentar la inflamación en pacientes deprimidos». De no re-

cibir tratamiento, ello podría exacerbar su sintomatología. En

la actualidad, si los cambios en la dieta y la modificación de la

conducta no resultan eficaces, la permeabilidad intestinal se

trata con una combinación de glutamato, N-acetilcisteína y zinc,

sustancias que poseen, se cree, propiedades antiinflamatorias

o antioxidantes. —Tori Rodriguez

COGNICIÓN

Un test visual para la inteligenciaUn cociente intelectual elevado puede reflejar rapidez mental así como el don de obviar distracciones

Hace más de un siglo que se venía

intentando, sin éxito, vincular la

percepción y la inteligencia. ¿Aprecian

las personas inteligentes más detalles en

una escena? Científicos de la Universidad

de Rochester y de la de Vanderbilt han de-

mostrado ahora que puede pronosticarse

un elevado cociente intelectual (CI) a par-

tir de la combinación de lo que se puede

percibir y lo que no.

En sendos estudios, publicados en la re-

vista Current Biology, se pidió a 67 proban-

dos que efectuaran pruebas para conocer

su CI. A continuación se les presentaron

grabaciones de vídeo de una duración de

decenas de milisegundos, en los que unas

franjas en blanco y negro (derecha) se des-

plazaban, bien hacia la izquierda bien hacia

la derecha. A los probandos se les retaba

a discernir la dirección del movimiento,

pues las franjas se movían dentro de un

marco circular de tamaño variable, que iba

desde la anchura del pulgar a la del puño,

a un brazo de distancia. Visto el cortome-

traje, los probandos debían decidir si las

barras se movían hacia la izquierda o hacia

la derecha.

Los investigadores descubrieron que

el rendimiento en esa prueba presentaba

mayor correlación con el CI que cualquier

Causas de permeabilidad intestinal

n Uso habitual de analgésicos

n Uso habitual de antibióticos

n Infecciones (como el VIH)

n Enfermedades autoinmunitarias

n Abuso del alcohol

n Enfermedad inflamatoria intestinal

n Hipersensibilidad al gluten

n Alergias alimentarias graves

n Tratamientos por radiación

n Trastornos inflamatorios

n Estrés psicológico

n Agotamiento

Page 7: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

MENTE Y CEREBRO 65 - 2014 5

MEMORIA

Declive cognitivo por bacterias ulcerosasUn germen responsable de las úlceras gástricas podría contribuir al deterioro de la memoria e incluso al alzhéimer

Una de las bacterias dañinas fugadas del intestino podría

ser Helicobacter pylori, la principal responsable de úlce-

ras gástricas. Según un estudio del número de junio pasado

de Psychosomatic Medicine, dicha bacteria podría contribuir a

mermar la cognición o incluso a la enfermedad de Alzheimer.

Los individuos que estaban infectados con H. pylori obtuvie-

ron peores resultados que el grupo de control (no infectado)

en pruebas cognitivas, incluidos los test de memoria verbal.

Ciertos ensayos de laboratorio indican que células de H. pylori

pueden escapar del intestino e infiltrarse en el cerebro. May

Baydoun, del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento de Esta-

dos Unidos, sugiere que llegadas a él, se agregan a las proteínas

amiloides características del alzhéimer e instigan la formación

de placas. En estimación de los Institutos Nacionales de Salud,

alrededor del 20 por ciento de menores de 40 años y la mitad

de los adultos mayores de 60 se encuentran infectados con esta

bacteria, la cual puede tratarse con antibióticos.

—Tori Rodriguez

Microbios con influencia en el cerebroInvestigaciones preliminares apuntan a que estos microorganismos, habituales en el intestino, pueden afectar nuestro pensar y sentir.

1 Helicobacter pylori: Niños infectados con esta bacteria, que provoca úlceras gástricas, obtuvieron puntuaciones inferiores en pruebas de cociente intelectual, lo que apunta a una posible relación entre infecciones de H. pylori y el desarrollo cognitivo.

2 Lactobacillus helveticus y Bifidobacterium longum: Probandos sanos que consumieron una mezcla probiótica de estas bacterias exhibieron menos ansiedad y depresión.

3 Bacterias probióticas B. animalis subesp. lactis, Streptococus thermophylus, L. del-brueckii subesp. bulgaricus, L. lactis subesp. lactis: Mujeres sanas que consumían yo-gur que contenía estas bacterias presentaron menor actividad en regiones cerebrales que procesan las emociones y las sensaciones físicas. Se ignora todavía si estos efectos fueron beneficiosos. Tampoco se ha descubierto el mecanismo subyacente a la transición observada en la actividad cerebral.

4 Lactobacilli: En tiempo de exámenes muy exigentes, estudiantes sanos exhibieron menor abundancia de estas bacterias en las heces en comparación con el semestre de estudios que no suponía tanto estrés. Ello parece apuntar a un cierto vínculo en-tre el estrés y estos microbios intestinales, aunque se ignora la relación exacta entre ambos.

otra relación entre la capacidad sensorial y

la inteligencia explorada hasta la fecha. No

obstante, los participantes con un elevado

CI no solo obtuvieron una puntuación glo-

bal mayor en las pruebas, sino que detec-

taron con precisión el movimiento en el

marco mínimo. Los resultados sugieren,

como tal vez cabía esperar, que la capaci-

dad de procesar información con rapidez

contribuye a la inteligencia. Ahora bien, re-

sulta curioso que a estos mismos sujetos

les costara más detectar el movimiento en

el marco máximo.

Los autores proponen que el cerebro

percibe los objetos grandes como una

imagen de fondo, y que procura, por con-

siguiente, ignorar sus movimientos. «Una

de las tareas verdaderamente importantes

que el cerebro lleva a cabo es la supresión

de información», explica Duje Tadin, de la

Universidad de Rochester. Según añade,

estos hallazgos subrayan el modo en que la

inteligencia nos exige pensar con rapidez,

pero con un enfoque selectivo, obviando

las distracciones. —Daisy Yuhas

1

3

2

4

CUESTIÓN DE COCIENTE El cociente intelectual pronostica la capaci-

dad para detectar en una fracción de segun-

do hacia qué lado se desplazan las barras.CO

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Page 8: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

6 MENTE Y CEREBRO 65 - 2014

ENCEFALOSCOPIO

Halos, auras, destellos de luz, pinchazos, punzadas que re-

corren los brazos, repentinos olores sulfurosos. Numero-

sos síntomas de la migraña presentan cualidades vagamente

místicas, y los especialistas siguen desconcertados, sin saber de

cierto las causas de estas debilitantes cefaleas.

Investigadoras de la Universidad Harvard han avanzado un

paso para explicar por qué las mujeres presentan el doble de pro-

babilidad que los hombres para sufrir migraña crónica. Según

Nasim Maleki, investigadora de la mencionada universidad, el

cerebro de las mujeres que padecen migraña difiere de manera

notable del de los pacientes masculinos, por lo que debería di-

ferenciarse el trastorno según el sexo.

Se conoce que las regiones cerebrales responsables del mo-

vimiento y del dolor presentan una mayor excitabilidad en

las personas afectadas de migraña. En un estudio publicado

el año pasado en Brain, Maleki y sus colaboradores indujeron

sensaciones dolorosas a pacientes con migraña crónica de am-

bos sexos. En concreto, les aplicaron calor en el dorso de la

mano mientras yacían en un escáner de resonancia magnética

funcional.

Las neuroimágenes mostraron que el cerebro de las muje-

res respondía con mayor intensidad que el de los varones en

áreas asociadas al procesamiento de las emociones (como la

amígdala); además, la ínsula posterior y el precúneo (áreas

responsables del procesamiento motor, la sensación de dolor

y la percepción visuoespacial) aparecían más gruesas y se ha-

llaban más interconectadas que en el caso de los varones y de

los probandos sanos.

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NEUROLOGÍA

Causas de la cefalea en racimosInvestigan las bases neuronales de una de las cefalalgias más discapacitantes

La migraña no se erige como la única

culpable de los intensos dolores de

cabeza. También la cefalea en racimos

lleva largo tiempo causando perplejidad

en los investigadores, si bien los estudios

van revelando, poco a poco, qué partes del

cerebro intervienen en estas ocasionales

explosiones dolorosas.

Los episodios repetitivos de dolor que

produce la cefalea en racimos tienden a

presentarse en rachas que duran de seis a

ocho semanas. A lo largo de estos ciclos, las

personas afligidas (sobre todo hombres) ex-

perimentan a diario intensos dolores en un

lado de la cabeza, que duran una o dos horas,

según explica Peter Goadsby, neurólogo de la

Universidad de California en San Francisco.

Hace unos quince años, Goadsby y sus

colaboradores asociaron la cefalea en ra-

cimos con una actividad sináptica más

intensa en las inmediaciones o dentro del

hipotálamo (esta región media en las sen-

saciones de hambre, sed, sueño e impulso

sexual, entre otras). Sin embargo, los inves-

tigadores siguen buscando el modo en que

la actividad en la periferia hipotálamica

puede conjurar la dolencia y qué otras alte-

raciones en la estructura, el metabolismo o

las interacciones contribuyen a los rítmicos

latidos de dolor que sufren estos pacientes.

Según se ha descubierto, la región perihi-

potalámica podría diferir no solo en su

actividad eléctrica, sino también en sus

interacciones con otras partes del cerebro.

Un equipo de Pekín presentó en PLOS

ONE, en febrero de 2013, imágenes cere-

brales de una docena de hombres en pleno

ataque de cefalea en racimos. Los inves-

tigadores rastrearon el flujo sanguíneo y,

con ello, las conexiones funcionales entre

el hipotálamo y otras regiones cerebrales.

En comparación con varones sanos, estos

pacientes presentaban inusitadas conexio-

nes hipotalámicas. Así, cuando les atacaba

el dolor de cabeza, participaban en estas

interacciones alteradas regiones cerebrales

asociadas al procesamiento del dolor. Aho-

ra bien, las conexiones hipotalámicas se

mostraron asimismo descompensadas en

los intervalos entre los episodios dolorosos.

Ello apunta a que el cerebro de los sujetos

propensos a padecer cefalea en racimos

presenta diferencias persistentes.

—Andrea Anderson

NEUROLOGÍA

La migraña tiene sexoLas jaquecas femeninas pueden requerir un tratamiento

diferenciado de las masculinas

Page 9: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

MENTE Y CEREBRO 65 - 2014 7

PERCEPCIÓN

Martirio cerebralLa neuroimagen apunta hacia una signatura neural para el dolor físico

El dolor, como la verdad y la be-

lleza, es subjetivo y difícil de de-

finir. Lo que en un instante resulta

doloroso puede no ser acusado como

tal poco después; además, nuestro

pensamiento y estado de ánimo ma-

tizan el modo en que experimenta-

mos el dolor. Según un informe en

el número de abril de 2013 del New

England Journal of Medicine, tal vez

en el futuro sea posible medir el do-

lor mediante escáneres cerebrales,

un importante avance si se piensa

en las valoraciones subjetivas que se

solicitan hoy por hoy a los pacientes

a partir de escalas del 1 al 10.

Los investigadores, dirigidos por

Tor Wager, de la Universidad de Co-

lorado en Boulder, aplicaron toques

calientes en el brazo a probandos

sanos. Estos eran en

algunos casos grata-

mente cálidos, en otros,

calientes hasta incluso

provocar dolor. Median-

te resonancia magnéti-

ca funcional cotejaron

la actividad neuronal.

Observaron que duran-

te la aplicación de estos

estímulos se activaba de

forma sistemática un

grupo de regiones re-

partidas por todo el cerebro. Aunque

estas áreas cerebrales ya se habían

asociado con la sensación de dolor,

el nuevo estudio aportaba un dato

llamativo: la excitación de las neuro-

nas ante el dolor aparecía con mayor

precisión que en otros estudios. Esta

característica neural se detectaba en

el 93 por ciento de los sujetos que

decían sufrir calor doloroso, se incre-

mentaba a la par que el dolor y retro-

cedía después de que los probandos

tomasen un analgésico.

Los investigadores constataron

que la actividad cerebral aparecía de

forma específica ante un dolor físico,

no ya en relación a una experiencia

desagradable general. Para ello se ba-

saron en el siguiente experimento:

cuando mostraban a los probandos

la fotografía de un amante que les

había abandonado en fecha reciente,

el efecto descrito no se apreciaba en

las neuroimágenes correspondientes.

Aunque en el dolor físico y el emo-

cional participan algunas de las mis-

mas regiones, el estudio reveló que

ambos dolores se hallan separados

por diferencias «de grano fino» en su

activación.

Un indicador de dolor con base

cerebral podría servir para ayudar

a las personas con dificultades de co-

municación (niños pequeños o víc-

timas de un ictus, por ejemplo). En

cualquier caso, Wager no considera

que esta característica neural pueda

ser un detector de «dolores fingidos».

Cuando una persona afirma sentir

dolor, son muchos los ingredientes

psicológicos y fisiológicos que in-

tervienen. «En este caso hemos des-

cubierto solo uno de ellos», explica

Wager. Y añade: «El dolor no es una

sola cosa».

—Michele Solis

Una sensación con múltiples carasA pesar de que se dan grandes avances en la comprensión y el tratamiento del dolor, los nuevos descubrimientos suscitan nuevas preguntas. Los recientes hallazgos revelan conexiones profundas entre la susodicha sensación y procesos esenciales, tanto físicos como mentales.

n Los pacientes con dolor lumbar crónico tienden a perder capacidad de aprendizaje emotivo; en cambio, presentan mayor sensibilidad gustativa.

n El dolor crónico encoge el cerebro; hasta un once por ciento en algunos casos.

n Quienes sufren dolor crónico pueden aprender a controlar su percepción imaginando situaciones placenteras o confiando en que un determinado estímulo es inocuo.

n El recuerdo de un dolor puede provocar que per-sista de por vida, aunque la lesión inicial se haya curado.

n Quienes padecen dolores crónicos pueden apren-der a asociarlos con lugares; el regreso a ese espa-cio incluso puede reforzar la asociación negativa.

CO

RBIS

Los mismos investigadores presentaron el pa-

sado mes de junio otro curioso hallazgo en el

Congreso internacional sobre cefaleas. A través

de neuroimágenes de personas con migraña y de

otras sanas con edades comprendidas entre los

20 y los 65 años descubrieron que en las mujeres

con migraña crónica, la ínsula posterior no parecía

adelgazar con la edad, como sí sucede por lo común

en el resto de los mortales, incluidos los hombres

con migraña. La región, gruesa de partida, se con-

servaba igual en ellas.

Todavía se desconoce si el engrosamiento de

la ínsula es una defensa del propio cerebro o

un fenómeno que agrava la migraña femenina,

señala Maleki. Con todo, cada vez existen más

pruebas de que, en el terreno de las migrañas,

el cerebro de hombres y mujeres difiere en su

funcionamiento.

Tal hallazgo podría contribuir en el tratamiento

de estos casos, pues permitiría la elaboración de

ensayos clínicos más certeros al administrar fár-

macos según el sexo del paciente. Ello contribuiría

asimismo al diseño de terapias basadas en dichas

diferencias, aumentando las posibilidades de alivio

en hombres y mujeres.

—Cat Bohannon

Page 10: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

8 MENTE Y CEREBRO 65 - 2014

ENCEFALOSCOPIO

PSICOLOGÍA SOCIAL

El motivo de la acción define a la víctima Nuestra percepción de los perjudicados por un suceso lesivo varía según si el daño ha sido intencionado o involuntario

Cuando una fechoría llega a los titulares de un

periódico, lo primero que queremos saber es si

la acción fue perpetrada de propósito. Se sabe que la

intención pesa en los juicios morales, influencia que

conocemos por experiencia personal y que nume-

rosos estudios confirman. Investigaciones recientes

sugieren que al atender a la causa de un suceso puede

distorsionarse la visión del daño perpetrado. Y el co-

nocimiento del motivo del acto lesivo puede incluso

influir en nuestra consideración de las víctimas, de

manera que se les atribuye dolor y consciencia cuando

no existe ni uno ni otra.

En un estudio publicado en julio de 2013 en Psycho-

logical Science, Daniel Ames y Susan Fiske, ambos de

la Universidad de Princeton, solicitaron a 80 personas

que leyeran un informe sobre el director general de

una compañía que había efectuado, fuera sin querer

o de forma deliberada, una mala inversión, lo cual

repercutió en una reducción salarial a sus empleados.

Quienes creyeron que el ejecutivo había errado de

forma intencionada, estimaron en promedio y en una

escala de 0 a 100, que el daño causado al personal era

un 39 por ciento mayor en comparación con la valo-

ración de quienes creían que la acción había sido involuntaria.

En un experimento longitudinal, 55 probandos leyeron que un

individuo había desviado, de forma involuntaria o deliberada, el

curso de un río, de modo que había provocado una seca. Quienes

consideraron que el desvío fue sin querer, valoraron con buen tino

los daños causados (2753 dólares en promedio, frente a la cifra

real de 2852 dólares). En cambio, los participantes que pensaban

que la acción había sido intencionada sobrestimaron visiblemente

las consecuencias económicas: 5120 dólares de media. Este sesgo

psicológico presenta consecuencias en la política: si los Gobiernos

exageran sistemáticamente los daños causados de forma volunta-

ria (el terrorismo, por ejemplo), podrían reservar menos recursos

para combatir daños de otro tipo, entre ellos el calentamiento

global, advierte Ames.

Científicos de la Universidad Harvard y de la de Pensilvania

exploraron cómo influye en la percepción de los perjudicados

el que la mala acción haya sido intencionada o involuntaria.

En su estudio, que apareció el pasado junio en Psychological

Science, los probandos debían leer la noticia de una enfermera

de hospital que, por dinero, desconectaba la alimentación a una

paciente, de nombre Ann y que se hallaba en estado vegetativo

persistente. Otros leyeron una historia parecida sobre una en-

fermera que cuidaba con atención a la misma paciente. Cuando,

tras la lectura, se preguntó a los probandos sobre las faculta-

des mentales de Ann, aquellos que se habían enfrentado con la

narración en la que la paciente aparecía como una víctima (la

enfermera la había desconectado de la máquina por dinero),

la consideraron más capaz de sentir dolor y de ser consciente

que quienes leyeron la otra versión del suceso. Pruebas poste-

riores similares confirmaron estos resultados. En otra serie de

experimentos, Ann ya no aparecía como una paciente humana

en estado vegetativo persistente, sino como un robot o un ca-

dáver. También en esta ocasión, los participantes consideraron

que los afectados disponían de una mayor consciencia si se les

presentaba como víctimas.

Los hallazgos contribuyen a la comprensión y explicación de

problemas morales complejos, entre ellos, el aborto. Habrá perso-

nas que consideren que el feto es consciente porque juzgan que

el aborto es una acción inmoral, y no a la inversa, que se trata

de una conducta inmoral porque los fetos poseen consciencia.

«A menudo las personas tienen intuiciones morales de tipo acto

reflejo que solo se explican a posteriori», concluye Adrian Ward,

uno de los coautores y en la actualidad en la Universidad de Co-

lorado en Boulder. «En muchas ocasiones, un razonamiento de

apariencia causal no es sino una justificación post hoc.»

—Melinda Wenner Moyer

MA

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Page 11: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

MENTE Y CEREBRO 65 - 2014 9

COGNICIÓN

El efecto de los cabezazos Los tiros de cabeza reiterados pueden afectar a la memoria de

los jugadores de fútbol

El frecuente lanzamiento del balón con la cabeza puede afec-

tar de manera adversa a la estructura y cognición cerebral

de los futbolistas, según un estudio preliminar. A través de

neuroimágenes de 37 jugadores de balompié aficionados y de

edades comprendidas entre los 21 y los 44 años, se observó que

quienes declaraban que jugaban «de cabeza» con frecuencia

presentaban alteraciones microestructurales en la materia

blanca del cerebro, similares a las secuelas de una lesión trau-

mática cerebral. En pruebas de cognición, los mismos sujetos

obtuvieron resultados inferiores a los demás probandos. En el

estudio, publicado en línea en Radiology, se hallaron pruebas

de un número umbral (1800 jugadas de cabeza) a partir del

cual empezaban a manifestarse los efectos negativos sobre la

memoria de los futbolistas. Michael Lipton, neurorradiólogo

de la Escuela de Medicina Albert Einstein de la Universidad

Yeshiva y director de la investigación, afirma que los cabezazos

podrían provocar ligeras conmociones cerebrales; incluso si

los jugadores no presentan síntomas.

Los resultados merecen atención, pero distan de ser conclu-

yentes, matiza por su parte Jonathan French, neuropsicólogo del

programa de conmoción cerebral en el deporte que desarrolla el

Centro Médico de Pittsburgh y quien no participó en el trabajo.

«La mayoría de los futbolistas que sufren una conmoción no ex-

perimentan problemas funcionales en su vida diaria», comenta.

Asimismo destaca que los cambios estructurales hallados en el

estudio resultan «tan microscópicos» que se ignora su implica-

ción real en la función cerebral a largo plazo.

Con todo, Lipton subraya la necesidad de seguir trabajando para

determinar la importancia de las alteraciones cerebrales y confía

en llamar la atención sobre los posibles riesgos del fútbol, ya que

se trata del deporte más popular del mundo.

—Ajai Raj

PSICOBIOLOGÍA

Ciclo menstrual y confianzaLas mujeres se muestran más cautas durante la ovulación, sobre todo en su relación con hombres

Según investigaciones pretéritas, las

mujeres, al acercarse el período más

fértil del mes, tienden a inclinarse por

posibles compañeros sexuales con signos

externos de idoneidad genética, entre

ellos, la simetría facial. Se ha observado

ahora que las féminas en tal coyuntura

se comportan con los extraños de distin-

ta forma en otros contextos.

Un artículo publicado en Biological

Psychology de abril pasado, revela que,

al acercarse la ovulación, las mujeres

que participaban en un juego basado en

inversiones en la bolsa se mostraban me-

nos proclives a confiar en otras personas;

sobre todo si estos sujetos eran hombres

atractivos. La concentración de estradiol,

que alcanza su máximo justo antes de la

ovulación, se hallaba en correlación con

la desconfianza. Ello sugiere que la mayor

cautela femenina radicaba en la fisiología

del ciclo menstrual. Este hallazgo respalda

la idea de que, en la ovulación, las mujeres

pudieran estar atemperando de manera

inconsciente su aumentada atracción ha-

cia los hombres al interactuar con ellos

con mayor reserva. —Tori Rodriguez

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Page 12: COMPETICIÓN POR EL CEREBRO

10 MENTE Y CEREBRO 65 - 2014

APRENDIZ A JE

¿Cuándo fue la última vez que estuvo

convencido a pies juntillas de te-

ner la razón, no obstante, al final

resultó que estaba equivocado? No

se preocupe. Ocurre con frecuen-

cia. Nuestra certidumbre subjetiva de realizar lo

correcto no emerge forzosamente de los hechos,

pues en la mayoría de las situaciones cotidianas

caemos en errores sistemáticos. Los investiga-

dores de la cognición, que llevan años rastrean-

do estos fallos, han encontrado unos cien tipos

distintos. Repasemos algunos de los errores de

pensamiento más frecuentes.

En muchas de nuestras decisiones emplea-

mos pronósticos emocionales: al elegir el menú

de la cena, el próximo destino de vacaciones o

la pareja. Tan solo podemos estimar las decisio-

nes futuras en relación a nuestras convicciones

porque sobreestimamos la duración e intensi-

dad de las emociones que nos provocan ciertos

acontecimientos, como han revelado numerosos

experimentos. Se trata del fenómeno psicológico

conocido como sesgo de impacto. Si imaginamos

que nos pasará algún acontecimiento positivo,

creemos que la felicidad resultante se mantendrá

por más tiempo; por el contrario, ante las malas

noticias desechamos la idea de volver a ser felices

algún día.

Jordi Quoidbach, en la actualidad en la Univer-

sidad Pompeu Fabra, y Elizabeth Dunn, de la Uni-

versidad de la Columbia Británica, mostraron en

2010 que este efecto se superpone a las propias pe-

Gestionar los erroresEn la decisión y recordación, los humanos caemos una y otra

vez en las mismas trampas cognitivas. Por extraño que parezca,

equivocarse resulta rentable

ANNA GIEL A S

Cuanto más te

equivocas, más

rápido aprendes