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León Rojas Caron. CENTROAMERICANOS DEL ANTEAYER. En la guerra nacional (Centroamérica Versus filibusteros estadounidenses) Ticos, Mucos, Ca- trachos, Guanacos y Chapines, son los motes que se encajaron entre sí, los soldados de los ejércitos de: Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Guatemala, cuando integraron el "Ejército Aliado Nacional(Centroamericano). Esta guerra se suscitó debido a que liberales nicaragüenses solicitaron ayuda a los liberales estadounidenses para combar a los conserva- dores. Así las cosas les enviaron filibusteros que serían recompensados con heredades en Nica- ragua. Puerto El Realejo, hoy Corinto, Nicaragua. Así las cosas el 13 de junio de 1855 llegó al puer- to nicaragüense de Realejoel bergann "Vesta" con cincuenta y ocho soldados de fortu- na (filibusteros) bien armados al mando de Wi- lliam Walker. Llegó a pedimento del líder liberal Lic. Francis- co Castellón para apoyarlo contra el líder con- servador, Frutos Chamorro. Estos filibusteros (cuerpo militar privado) se apropiaron del poder en Nicaragua, pretendían anexar la América Central a los estados escla- vistas del Sur de Estados Unidos, o sea, imponer la esclavitud, y, al consolidarse como gober- nantes de la América Central, contaban con la oferta y esperaban obtener el reconocimiento del gobierno de los Estados unidos Percatados de sus intenciones se unieron los cinco estados de Centroamérica, que ya esta- ban disgregados e integraron un solo ejército nacional liderado por Costa Rica. Esas tropas centroamericanas reunidas en Nica- ragua durante la campaña (1856-1857) contra los filibusteros norteamericanos liderados por William Walker y Bayron Cole, en un inicio, estu- vieron bajo el mando del general hondureño Florencio Xatruch y en definiva bajo el mando del general costarricense Joaquín Mora. Los anglosajones sobre la base de su doctrina del desno manifiestoque atribuye a su raza decidir el desno de los pueblos que no pueden gobernar ni administrar su nación, aprovechan para intervenir y explotar sus recursos con la colaboración de traidores que imponen

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León Rojas Caron.

CENTROAMERICANOS DEL ANTEAYER.

En la guerra nacional (Centroamérica Versus filibusteros estadounidenses) Ticos, Mucos, Ca-trachos, Guanacos y Chapines, son los motes que se encajaron entre sí, los soldados de los ejércitos de: Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Guatemala, cuando integraron el "Ejército Aliado Nacional” (Centroamericano).

Esta guerra se suscitó debido a que liberales nicaragüenses solicitaron ayuda a los liberales estadounidenses para combatir a los conserva-dores. Así las cosas les enviaron filibusteros que serían recompensados con heredades en Nica-ragua.

Puerto El Realejo, hoy Corinto, Nicaragua.

Así las cosas el 13 de junio de 1855 llegó al puer-to nicaragüense de “Realejo” el bergantín "Vesta" con cincuenta y ocho soldados de fortu-na (filibusteros) bien armados al mando de Wi-lliam Walker.

Llegó a pedimento del líder liberal Lic. Francis-co Castellón para apoyarlo contra el líder con-servador, Frutos Chamorro.

Estos filibusteros (cuerpo militar privado) se apropiaron del poder en Nicaragua, pretendían anexar la América Central a los estados escla-vistas del Sur de Estados Unidos, o sea, imponer la esclavitud, y, al consolidarse como gober-nantes de la América Central, contaban con la oferta y esperaban obtener el reconocimiento del gobierno de los Estados unidos

Percatados de sus intenciones se unieron los cinco estados de Centroamérica, que ya esta-ban disgregados e integraron un solo ejército nacional liderado por Costa Rica.

Esas tropas centroamericanas reunidas en Nica-ragua durante la campaña (1856-1857) contra los filibusteros norteamericanos liderados por William Walker y Bayron Cole, en un inicio, estu-vieron bajo el mando del general hondureño Florencio Xatruch y en definitiva bajo el mando del general costarricense Joaquín Mora.

Los anglosajones sobre la base de su doctrina del “destino manifiesto” que atribuye a su raza decidir el destino de los pueblos que no pueden gobernar ni administrar su nación, aprovechan para intervenir y explotar sus recursos con la colaboración de traidores que imponen

como gobernantes sumisos a sus intere-ses.

Centroamérica ha sido una sola nación, unida por su común historia, por el idioma español que hablan todos sus pueblos, por sus intereses comunes y por la religión que le impusieron los conquistadores españoles, lo que transaron con un sincretismo religioso que fusionaba los ídolos y ritos indígenas con un santoral politeísta que maquinaron los católicos

Centroamérica goza una diversidad cultural producida por las escasas vías de comunicación entre sus pueblos, esos marcados regionalismos se reflejan en los acentos de sus diferentes can-taditos al hablar; en sus diversas comidas y be-bidas; en sus típicas vestimentas, etc., lo que se ha ido desvaneciendo con la globalización que han producido los medios de comunicación mo-dernos, con tecnologías tales como: los automo-tores, aviones, teléfono, radio, televisión, fax e Internet.

Los motes a las razas extranjeras.- En Centroa-mérica, se acostumbra identificar a todas las personas blancas y ojos claros: ya sean estadou-nidenses, europeos, rusos o argentinos como “Gringos”; a todos los asiáticos: ya sean chinos, japoneses, coreanos, filipinos, como “chinos”; a todos los de piel oscura, ya sean afro descen-dientes o caribeños como “negros”; a los indí-genas del país les dicen “indios” y a los indo hispanos les dicen “mestizos.

Las escasas vías de comunicación entre los pue-blos de Centroamérica de esa época, produje-ron entre ellos marcados regionalismos que se reflejaron en los acentos en su cantadito al ha-blar; en sus diversas comidas y bebidas, vesti-mentas, etc., lo que se ha ido desvaneciendo con la globalización que ha producido los mo-

dernos medios de comunicación tales como: los automotores, aviones, teléfono, radio, televi-sión, fax e Internet, éste último medio permite entablar comunicación barata y en segundos a nivel mundial.

El Himno la Granadera del hondureño Rómulo Durón, es ejecutado cómo el de “Centroamérica”, excita el patriotismo rememo-rando esta epopeya y exhortando con estas fra-ses: "Un solo hombre tus hijos serán… A su sombra juramos doquiera.- A vencer o morir por tu honor”.

El Ratón le Pegó al Gato.- Los nicaragüenses cuando conmemoran la derrota de los filibuste-ros en la batalla de la hacienda “San Jacinto”, repiten el estribillo “Aquí el ratón le pego al gato”, dando a entender que vencieron a los filibusteros de los Estados Unidos.

El ejército nacional lo dirigían por: Costa Rica el general Joaquín Mora que a su vez fue el jefe supremo de las tropas aliadas; Nicaragua el ge-neral Máximo Jerez; Honduras el general Floren-cio Xatruch; El Salvador, el general Ramón Bello-so y Guatemala el general José Víctor Zavala, este último era a quien le encantaba encajar motes y remoquetes.

El jefe filibustero norteamericano William Wal-ker, que pretendía anexar Centroamérica a la Unión Americana como estado esclavizado fue derrotado por las tropas aliadas centroamerica-nas el 1 de mayo de 1857. Rendición de los fili-busteros.- Walker negoció con el general costa-rricense Joaquín Mora, rendirse ante el Capitán H. Charles David al mando de la Corbeta de Guerra de los Estados Unidos “Santa María” convenientemente surta en el Puerto de San Juan del Sur, Nicaragua con misión encubierta de proteger a los norteamericanos”.

Traslado de los filibusteros a USA. El coman-dante Davís se comprometió a trasladar a Wal-ker y sus oficiales a Panamá para que de allí via-jaran a California con todo y sus armas. El resto de los mercenarios subieron por la ruta del trán-sito al puerto de San Juan del Norte, en el Atlántico en donde embarcaron en la fragata de guerra de la marina de Estados Unidos, “Wabash” comandada por el Comodoro Hiram Paulding con rumbo hacia Estados Unidos.

Además se convino dejar a los desertores bajo la protección del cónsul de Estados Unidos en la ciudad de Rivas, Nicaragua, para su próximo traslado; y asimismo, se entregó al General José Joaquín Mora, jefe del Ejército Aliado Centroa-mericano, la plaza de la ciudad de Rivas, con todos sus pertrechos de guerra.

Regreso de Walker. En 1860 Walker con motivo de la devolución de las Islas de la Bahía por Gran Bretaña a Honduras, regresó a Centroamérica, esta vez llamado por los ingleses vecinos de la isla de Roatán con la intención aviesa de apode-rarse de esas islas en beneficio de Norteaméri-ca, pero Inglaterra que todavía se encontraba en proceso de devolución de esa islas a Hondu-ras, previniendo esa treta del naciente imperio estadounidense, retrasaba la entrega y patrulla-ba el sector.

Irma Zavala e Irza y Homero Rojas Zavala en la tumba de William Walker, en Trujillo, Honduras.

Fusilamiento de Walker, éste fue capturado por el Barco Ingles Icarus al mando de Mr. No-wel Salmon, quien debido a que Walker se iden-tificó como nicaragüense lo entregó a tropas Hondureñas, las cuales le condujeron a Trujillo, Departamento de Colón, donde le hicieron un juicio sumario, en el cual fue condenado a muerte y fusilado el 12 de octubre de 1860, luego fue enterrado en el cementerio de la loca-lidad.

De 1861 a 1865 se libró la guerra civil estadouni-dense (Guerra de Secesión). Los estados capita-listas e industrializados del norte derrotaron a los estados agraristas y esclavistas del sur, con lo cual se conservó la federación de los Estados Unidos y se abolió la institución de la esclavi-tud mediante una enmienda constitucional, pe-ro la sustituyó una oprobiosa segregación racial. De aquí en adelante Estados Unidos se erigió en un imperio y neo colonizó las pequeñas sobera-nías centroamericanas, lo que perdura en su detrimento hasta el día de hoy.

GUATEMALA.

El nombre de Guatemala proviene del nombre del cacique Cackiquel, Cuactemala, que se con-fabuló con Pedro de Alvarado para someter otras tribus en 1523. Otros creen que de guate-mala (náhuatl: quauhtlemallan, 'lugar de mu-chos árboles'

Gomera:Cuauhtemallán, que comúnmente lla-man Guatemala, quiere decir árbol podrido, porque cuauh es árbol, y temali, podre. Tam-bién podrá decir lugar de árboles, porque temí, de donde asimismo se puede componer, es lu-gar.

A los guatemaltecos les dicen “chapines”, según algunos porque proviene de Chiapas, que du-rante la colonia fue parte de la Capitanía Gene-ral de Guatemala, Chiapas se anexo a México después de la Independencia en 1823. Se identi-ficaba como “capitanía” por haber ejercito en-cargado de someter pueblos indígenas rebeldes. También se le conoció como “Reino de Guate-mala

Otras versiones dicen: Que les llaman "chapines", por que usaban unas lentejuelas brillantes (verdes, rojas azules etc.,) y de forma redonda en los vestidos llamados chapines; y, otros comentan que a causa de eran chapudos, o sea, de rostros rosados por efecto del frió.

En Honduras se le dicen chapín al caballo que no anda con las patas herradas; y, por igual a los indígenas de la región fría de Intibucá, fronteriza con Guatemala, descalzos pero ataviados con saco.

Sus muletillas idiomática, que repite incons-cientemente son “huevon” que significa hara-gán, bribón, amigo, etc., y “traída”, que significa novia.

Anti-gua Guatemala, palacio de los capitanes gene-rales.

Su capital es la ciudad Guatemala, conocida por su flora cómo "La Ciudad de la eterna pri-mavera".

Su moneda es el Quetzal, en reconocimiento al ave de plumaje verde, rojo y amarillo que vive en sus bosques, el cual muere sí se le pone en cautiverio, por esto simboliza la libertad indivi-dual. Su cacique Quetzalcualtl.

Sus principales atractivos turísticos son: La ciu-dadela maya de Tikal, el lago de Atitlan y sus ciudadelas indígenas alrededor; Cichicastenan-go con nombre de los apóstoles; y, su ciudad colonial por antonomasia es “Antigua Guatema-la”

Su Comida nacional es el pedían, esto es, costi-lla con salsa servida con arroz blanco y por lo demás con masa de maíz preparan tamales, dul-ces y su bebida típica el atole, a las bebidas ga-seosas les dicen “aguas”

Su literato es Miguel Ángel Asturias, premio Nobel de literatura, su obra: “Leyendas de Gua-temala”.- “El señor Presidente” donde retrata a un típico dictador latinoamericano, “Hombres de Maíz”, etc.

Justo Rufino Barios, líder de la revolución liberal de 1871.

Su héroe, es el general Justo Rufino Barrios, conocido como el Reformador liberal. Siendo presidente de Guatemala se proclamó presiden-te de Centroamérica, pero sólo contó con el apoyo del gobierno de Honduras pues los de Nicaragua, El Salvador y costa Rica se le opusie-ron y lo enfrentaron con las armas. Cuando in-vadió El Salvador en 1885 intentando manu mili-tari reunificar Centroamérica murió en acción en el pueblo de “Chalchuapa”, en consecuencia el ejército unionista se desbando y los separatis-tas ganaron la guerra y Centroamérica en deri-vación fue neo colonizada por el imperio esta-dounidense.

El Himno de Guatemala, excita el patriotismo, proclamando entre otras frases: "Ni hay cobar-des que laman el yugo; Ni tiranos que escupan tu faz". La letra original es del poeta cubano José Joaquín Palma. Fue retocada posteriormen-te por el profesor José María Bonilla Ruano con frases como: "Si mañana tu suelo sagrado.- lo amenaza invasión extranjera.- libre al viento tu hermosa bandera.-a vencer o a morir llamará".

Su héroe el cacique indígena Tecú Umán que enfrentó al adelantado Capitán Pedro de Alvara-do. Su instrumento musical autóctono es la Ma-rimba.

EL SALVADOR.

San Salvador a principios Siglo XX.

El Salvador, hace alusión al “Salvador del Mun-do” o sea, a Jesucristo, es el país más pequeño de la América Central, algunos vates le dicen el “Pulgarcito” de Centroamérica. Está situado frente a la costa del océano Pacifico, limita con Guatemala y Honduras.

A los salvadoreños les dicen “guanacos” esto es significa que no son nacidos en Guatemala, aun-que también enuncia el mote de “campesinos rústicos”.

Otra versión no menos desdeñosa, es la que hace alusión a su forma de proceder, que la asi-milan a una hierba llamada “guanaca” la cual se apodera rápidamente de la tierra que encuentra a su alrededor.

Otra versión es que es producto de una equivo-cación con los guaraníes, esto es, con los pobla-dores la isla en que Colon vio tierra en América por primera vez, a la que llamó “Salvador” y que por esa confusión les dicen guanacos.

Cuando la Guerra de las cien horas, entre Hon-duras y El Salvador, en 1969, conocida peyorati-vamente como la “Guerra del Futbol” ya que el detónate se produjo en el Estadio Flor Blanca de El Salvador durante las eliminatorias para el mundial México 19 70, los locutores de radio hondureños les decían “pipiles” despectiva-mente, haciendo alusión a una de sus etnias indígenas.

Su moneda es el “Colón” en honor del almiran-te genovés-español, que atravesó el mar Atlánti-co en tres Carabelas, por cuatro veces, lo que significó descubrir para Europa un nuevo mundo el 12 de octubre de 1492, llegando a la isla del Caribe del mar Atlántico: (San Salvador), habita-da por nativos que se identificaban como guara-níes.

Su muletilla idiomática que repiten inconscien-temente es “chero” que significa amigo.

La republica se denomina El Salvador, su capi-tal es la ciudad de “San Salvador”, situado a las faldas del volcán San Salvador.

Sus principales atractivos turísticos son: las Rui-nas del Ceren con vestigios Mayas y sus balnea-rios en el Departamento La Libertad, en la Costa del Pacifico.

Su comida nacional es la pupusa, esto es, torti-llas de maíz rellenas de quesillo, o chicharrón y/o Flor de Loroco; y, su bebida el café caliente.

Recua de mulas en una calle de San Salvador.

Su cacique “Atlacatl” que la según la fementi-da leyenda derrotó en el 1524 a las huestes es-pañolas de Don Jorge de Alvarado. Contestó altivo a la propuesta de rendición, con la expre-sión: "Si queréis mis armas, venid a traerlas a las montañas". Con tal frase se encarna el amor ancestral de los salvadoreños a la libertad.

El Presbítero José Matías Delgado, es conside-rado Padre de la Patria como precursor de la Independencia, su gesta la inició cuando tocó las campanas de su iglesia "La Merced), el 5 de noviembre de 1811, dando la señal del inicio de un levantamiento contra el Poder Español, que se encontraba en poder del emperador francés Napoleón Bonaparte. O sea, es él quien dio el Primer Grito de Independencia centroamerica-na.

Mausoleo del Capitán General, Gerardo Barrios en el Cementerio de los Ilustres, San Salvador.

Sus héroes insignes son: Francisco Morazán y José Trinidad Cabañas, el primero nacido en Tegucigalpa y el segundo en Comayagua, Hon-duras, pero ambos Centroamericanos, quienes lucharon desde 1826 a 1842 en favor sistema republicano y federalista y para conservar la unión de Centroamérica, o de la patria grande.

Su héroe post independencia es Gerardo Ba-rrios, quien el 6 de julio de 1828 combatió en la batalla de Gualcho, El Salvador, bajo las órde-nes del general Francisco Morazán. El ideal li-beral y unionista lo profesó toda su vida. En 1856 comandó las tropas salvadoreñas que lle-garon a Nicaragua a incrementar el Ejército Na-cional Centroamericano para combatir la inva-sión del filibustero estadounidense William Wal-ker.

En 1863, Barrios siendo presidente de El Salva-dor guerreo contra el conservador guatemalte-co Carrera, fue derrotado y tuvo que exiliarse, regresó y trató de derrocar al nuevo gobierno conservador de Francisco Dueñas pero fue cap-turado y fusilado, el 29 de agosto de 1865, en San Salvador.

Farabundo Martí.

Su héroe antiimperialista es Farabundo Martí, quien luchó contra la oligarquía agraria salvado-reña sostenida por el gobierno de los Estados Unidos, siendo promotor de la insurrección campesina de 1932, durante la cual fue fusilado.

En su honor se llamó” Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional” (FMLN) la alianza de organizaciones guerrilleras que tras una tre-gua a la guerra civil (1980-1992) se transformó en partido político.

Poeta salvadoreño: Roque Dalton y su “Poema de amor a El Salvador” o sea, a sus hermanos los salvadoreños.

Correos de San Salvador.

El Himno de El Salvador, excita el patriotismo expresando entre otras frases: El Salvador "en su bandera con sangre escribió: libertad"; No desmaya en su innata bravura, en cada hombre hay un héroe inmortal que sabrá mantenerse a la altura de su antiguo valor proverbial. Letra del general don Juan José Cañas.

HONDURAS.

Honduras.- El nombre proviene de la frase arro-gada al navegante Cristóbal Colón en 1502, al doblar el cabo situado en el extremo oriental del río Coco, costa atlántica de Nicaragua, quien al salir de una tormenta en su cuarto y último viaje al nuevo mundo, exclamó; “Gracias a Dios que salimos de estas honduras”. En rememora-ción de tal acontecimiento se llama al saliente de tierra en el mar “Cabo Gracias a Dios” y al territorio, situado en el centro de América, “Honduras”.

El historiador francés Marcel D’ans cuestiona la relación, pues dice que en dicho litoral marítimo no hay "onduras" y que siendo Colón un marinero experi-mentado era difícil que pronunciara una expresión tan equivocada.

Colón navegó de la Isla de Guanaja a tierra fir-me y la bautizó como Punta Caxina; luego llego al poblado indígena Guaymura (nido con agua); donde vio flotando higueras (higüeras) y es así, que estos diversos nombres identificaban ésta Provincia.

Asimismo se sostiene que la Costa atlántica se conocía como Huntulha que significa lugar de mucha agua (lagunas, ríos y riachuelos); otros dicen que se debe a una fruta de la región de mucha agua llamada por los mayas Huntura, lo que castellanizado se convirtió en Honduras.

Florencio Xatruch.

El mote de Catrachos.- En 1855 el Presidente de Honduras José Santos Guardiola envió tropas hondureñas (200), al mando de los hermanos Florencio y Pedro Xatruch a combatir al filibus-tero estadounidense William Walker.

El General Florencio Xatruch, el 6 de enero de 1857 fue nombrado provisionalmente Jefe del Ejército aliado Centroamericano, estableciendo su cuartel general en San Jorge, el 27 de febrero de 1857. En Granada Nicaragua a sus tropas hondureñas les decían los “xatruches”, luego los “catruches” y finalmente los “catrachos”,

Esto se generalizó y a los soldados hondureños en esa campaña contra los filibusteros (1856-1857), las otras tropas de la nación de Centroa-mérica los llamaban Xatrachos o “Catrachos”, o sea, hombres de Xatrach por decir los hombres del general Florencio Xatruch y es así, que de su nombre mal pronunciado se deriva la palabra catrachos.

Desde aquel entonces se les llama catrachos para distinguirlos de los habitantes de los otros estados habitantes de América Central. Don Florencio posteriormente fue vicepresidente de Honduras. Sus restos mortales descansan en Nicaragua.

El lingüista español Atanasio Heranz, sostiene que en casi imposible que la palabra xatruch se degenerara en catrachos, pues dice que en lo más que degeneraría seria en satruches, Sin em-bargo el lingüista hondureño Roberto Zapata, sostiene que dentro del lenguaje indígena que

usa el (atl) si es posible dicha derivación. En Mé-xico llaman a la agua atl.

Otra versión sostiene que se degeneró de la pa-labra “Charancaco” por “catracho” con esta pa-labra se denomina en el occidente a cualquier garrobo, pichete o lagartija, ya que estos parece que asienten bajando la cabeza lo que de similar forma remedaban los hondureños según las tro-pas combinadas contra los filibusteros.

Su moneda es el “Lempira” en honor a su caci-que “El Empira” (el jefe), que la leyenda oral ha exaltado para conmemorar el espíritu de liber-tad. El indio Lempira enfrentó al conquistador español y cayó muerto en el cerro el Congolón, (1537), cerca de Erandique, Intibucá, su lugar natal.

Su muletilla idiomática, que repiten inconscien-temente es “papada” que significa que lo que se dice son tonteras de propias de los viejos o ancianos, o sea, la que ya tienen papada en la garganta.

A los amigos les dicen “alero” término que en fútbol identifica al juzgador que corre por las bandas del campo ganando distancia hacia la meta contraria y es él que hace los pases de pe-lota para que los delanteros metan goles.

Su capital la conforman las ciudades de Teguci-galpa y Comayagüela separadas por puentes sobre el rio Choluteca. Tegucigalpa, significa cerro de plata, está situado al pie del cerro el Picacho antes conocido como cerro Sapusuca. Tegucigalpa era la ciudad de los españoles y Comayagüela, era la ciudad de los indígenas.

Sus principales atractivos turísticos son: las rui-nas mayas en Copan, las paradisiacas “Islas de la Bahía” y El lago de Yojoa. Su baile indígena es el Sique y el garífuna la Punta.

Sus comidas nacionales son el “mondongo” esto es, panza de vaca en sopa de verduras y tapados de carne o pescado, que recubren con hojas de plátano éste lo cocinan en caldo con plátano y yuca. Las comidas las acompañan con tortillas pequeñas de maíz.

Sus bebidas son: el Café caliente y la horchata que hacen con arroz y semilla de morro.

Estatua ecuestre del héroe centroamericano Francisco Morazán en el Parque Central de Te-gucigalpa.

Su héroe, es el general Francisco Morazán, (1792-1842) quien liberó la conciencia y la edu-cación del dogma religioso y luchó por las liber-tades públicas, así como, por mantener unida y después por reunificar Centroamérica.

Su poeta insigne es Juan Ramón Molina con poemas tales como “Péscame una Sirena y Salu-tación a los poetas Brasileros.

El Himno de Honduras, escrito por Augusto Constantino Coello, excita el patriotismo exal-tando con frases, como: ¡Serán muchos, Hon-duras, tus muertos!--¡pero todos caerán con honor!

Geografía.- Honduras fue provincia de la Capi-tanía General de Guatemala integrada por cinco ciudades: Comayagua, Gracias, Trujillo, San Pe-dro Sula y Sonaguera y cuatro villas: Tegucigal-pa, Choluteca, Nacaome y Yoro.

Los actuales departamentos de Hondu-ras son 18: Atlántida, Choluteca, Colon, Comayagua, Copan, Cortes, El Paraíso, Francisco Morazán, Gracias A Dios, Inti-bucá, Islas De La Bahía, La Paz, Lempira, Ocotepeque, Olancho, Santa Barbará, Yoro y Valle.

Contaba con más de cien pueblos indios y simi-lar número de poblados españoles, pues se fundaban con la intención de tener mano de obra indígena.

La mezcla de español e india produjo el mestizo, llamándoles ladinos a los indios catequizados que hablan español. Los españoles ante la deserción de los in-dios importaron negros como esclavos para trabajar en las plantaciones y en las minas. La mezcla del negro con el indio produce el zambo y con el blanco al mulato.

NICARAGUA.

Palacio Nacional de Nicaragua, por 1920.

El nombre de Nicaragua, proviene del cacique Nicarao (etnia nicaraos) que hizo amistad con los españoles. Por otra parte hace alusión al “agua”, pues se encuentra situada entre los ma-res Atlántico y Pacifico, cuenta con caudalosos ríos, con grandes lagos de agua dulce donde se aclimataron tiburones, y es factible la construc-ción de un canal interoceánico por agua.

A los nicaragüenses se les conoce có-mo “mucos” porque se comen la “s” y la sustituyen por “j”, por ejemplo para decir “tiste” dicen “ti j te”.

También les dicen “pinoleros” porque su bebida nacional el “tiste” y/o el pi-nol, que lo hacen con maíz molido, ca-cao, panela y especies

Se les dice el gentilicio diminutivo “Nicas” en honor de su Cacique Nica-rao.

Su muletilla idiomática es “chochó”, que la población repite inconscientemente y que su-giere que lo que se oye de alguien es una nece-dad propia de viejos, o sea, que frecuentemen-te exclaman: “y de hayy chocho”; “esas son

chochadas” o sea, manías de la gente de mucha edad.

Su capital es la ciudad de Managua, que signifi-ca lugar con mucha agua, situada en la rivera del lago de Managua, rodeado por volcanes como el Momotombo.

Su Moneda es el Córdoba, en homenaje al con-quistador español Francisco de Córdoba, que fundó Nicaragua y murió ejecutado en 1526.

Su Comida nacional son: “el bajo” hecho con carne de >sobre barriga< y plátanos en caldo; el “vigorón” que es chancho con yuca; el gallo pinto que es arroz con frijoles y la tortilla gran-de de maíz.

Sus bebidas son: el Tiste y el fresco de cebada con colorante rosado.

Sus atractivos turísticos son las Coloniales ciu-dades de Granada y el volcán de Masaya con magma; su gran lago en Granada o sea el de Nicaragua con sus isletas. León con su catedral, su universidad y el balneario "Poneloya"” en el mar Pacifico. Su folklor es el baile de la Giganto-na que es un remedo indígena a la mujer espa-ñola o a la virgen María.

Sus héroes son: Rafaela Herrera, muchacha de diecinueve años que en 1762, ante la repentina muerte de su padre, jefe de la guarnición del fuerte, lo reemplazó y repelió con éxito a Caño-nazos una invasión inglesa que pretendía apode-rarse del castillo la “inmaculada concepción” que protegía el Rio San Juan del Norte, en Nica-ragua.

LA BATALLA DE SAN JACINTO.- Los combates de San Jacinto fueron el resultado de seis meses de resistencia al filibusterismo norteamericano por el “Ejército del Septentrión”, del 5 y del 14 de septiembre de 1856. Fue el primer encuentro bélico de la Guerra Nacional en el cual, sólo se enfrentaron nicaragüenses contra norteameri-canos.

Estatua a Andrés Castro.

Andrés Castro, humilde campesino convertido en soldado, quien en la Batalla de San Jacinto contra los filibusteros, (14 de septiembre de 1856) al atascarse su fusil, recogió un montón de piedras para combatir a los filibusteros a pe-dradas y con una de ellas mató un mercenario norteamericano.

Máximo Jerez, doctor en derecho, político y militar, su estatua en la ciudad de León le da la espalda a la catedral porque según dice era anti clerical, una placa contiene la frase que dice: “Máximo Jerez duerme que tus soldados ve-lan”. Subsanó su error de pedir apoyo militar a los liberales estadounidenses enfrentándose con las armas contra su ex aliado, el filibustero Wi-lliam Walker. Recogió la bandera unionista de Morazán; y, Rubén Darío, poeta excelso, consi-derado príncipe de las letras de la lengua cas-tellana, sus principales obras son, “Azul” (1888) “Prosas profanas”, “Cantos de Vida y Esperan-zas”. Decía: Cuando la patria es pequeña, uno grande la sueña.

Cesar Augusto Sandino.

Cesar Augusto Sandino, héroe que lucho en las montañas de la Segovia desde 1926 a 1934 contra la ocupación y neo colonización norte-americana de Nicaragua. Murió asesinado por traidores nicaragüenses cuando salía de una cena con ocasión del acuerdo de Paz, de lo cual se responsabiliza al jefe de la guardia y posterior dictador de Nicaragua Anastasio Somoza Gar-cía, impuesto, sostenido y manipulado por el imperialismo estadounidense.

El patriota Rigoberto y el tirano Somoza.

Rigoberto López Pérez, joven poeta que se in-moló El 21 de septiembre de 1956 ejecutando al dictador Anastasio Somoza García, logrando matar a Somoza pero no al infame somozismo, pues una camarilla nicaragüense apoyada por el gobierno de Estados Unidos prolongó la dictadu-ra elevando a la presidencia a sus hijos Luis y Anastasio, así como a testaferros, todo hasta que fueron echados mediante una revolución que culminó 1979 con la victoria militar del Frente Sandinistas de Liberación Nacional lidera-do por Daniel Ortega Saavedra.

Contra estos patriotas el gobierno estadouni-dense organizó, armó y financió un ejército de mercenarios que desde territorio hondureño convertido en base terrorista del imperio asola-ron a Nicaragua, la libre, la heroica por amar-gos diez años.

El Himno de Nicaragua excita el patriotismo, diciendo entre otras frases: " en tu cielo. Ya no ruja la voz del cañón- ni se tiña con sangre de hermano…

El autor del himno de Nicaragua Don Salomón Ibarra Mayorga, aquí en Tegucigalpa, en la calle peatonal, le contó personalmente al que esto escribe, que dicha letra la falsearon los somo-cistas con las frases > ya no ruge> ni se tiñe>. Para engañar a propios y extraños.

COSTA RICA.

Teatro Nacional de Costa Rica, abierto en 1897.

El nombre de Costa Rica, hacía alusión a una tierra era rica en oro, lo que fue una ilusoria apreciación de los conquistadores españoles, sin embargo resultó ser fértil, de clima agradable con costas en ambos mares (atlántico y pacífico) y con una población considerada la más culta de América Central.

En la batalla de “Rivas” del 11 de abril de 1857, el ejército nacional Centroamericano dirigido por el General costarricense José Joaquín Mora Porras, atacó la ciudad de Rivas donde se en-

contraban las tropas filibusteras lideradas por William Walker, tras la cual, el 10 de mayo de 1857 se rindieron ante el capitán Charles Davis del buque Saint Mary's, que convenientemen-te se hallaba anclado en el puerto de San Juan del Sur. El General Mora estimó conveniente aceptar esa capitulación y parte de sus filibuste-ros de Walker fueron trasladados con todo y sus armas a Panamá y de allí a los Estados Uni-dos.

En Centroamérica son recordados los costarri-censes ya que:

I.- En San José, un 15 de septiembre de 1842, tras una insurrección fusilaron al general Fran-cisco Morazán quien fungía como jefe provisorio del estado de Costa Rica. Su gobierno de corte liberal restablecía las libertades públicas y reor-ganizaba democráticamente a Costa Rica, pero a su vez formaba un ejército para marchar y reunificar manu militari la patria grande cen-troamericana.

Los alzados no lo juzgaron y consecuentemente lo “lincharon” no obstante le dispensaron el tra-to de ex gobernante de la Republica de Centroa-mérica, de ex jefe de Estado de Honduras, el Salvador y Costa Ricas y de paladín, al conce-derle de conformidad con las ordenanzas milita-res dirigir su pelotón de fusilamiento.

Las actuales generaciones de costarricenses le reconocen sus grandes méritos de estadista y militar, pues nombraron con su nombre un Par-que en San José, Costa Rica en la cual no se ha podido colocar su busto por oposición de los conservadores y localistas.

Morazán como literato en su manifiesto de Da-vid (1841) dijo: Ni el oro del Guayape, ni las per-las del Golfo de Nicoya volverán a adornar la

corona del Marqués de Aycinena; ni el pueblo centroamericano verá más la señal oprobiosa de su antigua esclavitud; pero si alguna vez brillase en su frente este símbolo de la aristocracia, será el blanco de los tiros del soldado republicano.

Estatua en Costa Rica a Juan Santa María con la antorcha con la que quema el mesón donde pernoctaban los filibusteros.

II.- En la Guerra Nacional (Centroamericana) contra los filibusteros norteamericanos, (1856-1857), los costarricenses fueron líderes de la alianza de los cinco países (Guatemala, Hondu-ras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica) para luchar contra El invasor con las armas en la mano hasta expulsarlos del suelo patrio cen-troamericano, específicamente de Nicaragua a la que pretendían anexar como estado esclavi-zado.

III.- Tras la revolución de 1948 suprimieron su ejército confiados en los tratados internaciona-les y con esos recursos armamentistas fortale-cieron su educación pública. Su seguridad inter-na y externa la depositaron en la policía civil y en su pueblo, salvando así el despilfarro presu-puestario en gastos militares en que incurrieron los otros cuatro países de Centroamérica cuyos ejércitos fueron organizados y dirigidos por la superpotencia de los Estados Unidos para luchar contra la Unión Soviética que emergió como una potencia planificada y nuclear.

Esa lucha ideológica y hegemónica entre dos grandes bloques políticos derivó en las doctrinas “Del mal menor” y “de seguridad nacional” im-puesta por Estados Unidos a la América Latina lo que produjo golpes de Estado militares, dictadu-ras retardatarias, asesinatos políticos, desapa-recidos y miseria a sus poblaciones.

A los costarricenses se les conoce como “ticos” porque al hablar sobre todo en las regiones ru-rales del país, al hacerlo afectuosamente termi-nan muchísimas palabras con el diminutivo “tico”, por ejemplo dicen: un poqui-tico, un mo-men-tico, un ra-tico, etc. Su muletilla idiomática es pues “tico”, que usan coloquialmente.

Cacique Nicoya. La región fue descubierta por don Gil González Dávila en 1523, fue recibido por el cacique Nicoya con gran amabilidad, quien le entregó un rico aporte en oro, en esta-tuas y otros objetos.

A sus amigos le dicen: aja “huevón” y cuando compran algo, dicen afablemente al vendedor: "Regáleme" tal cosa…

Su moneda es el “Colón” en honor de Cristó-bal Colón, que en 1492 descubrió para Europa el nuevo mundo, pero que fue llamada América en honor del Cartógrafo Américo Vespucio, quien lo identificó y dio a conocer como conti-nente a través sus mapas.

Su capital es ciudad de San José, situada sobre el valle de San José.

Poeta, Jorge Debravo. Murió a los 29 años, el 4 de agosto de 1967, cuando viajaba en su moto-cicleta por asuntos de trabajo. El 31 de enero, día de su nacimiento, fue decretado en Costa Rica como el Día Nacional de la Poesía.

Sus principales atractivos turísticos son: El Gol-fo de Nicoya, los balnearios en la ciudad de Pun-tarenas situados en la costa del mar Pacifico y el eco turismo alrededor del Volcán Irazú.

Su Comida nacional es el “casado” o “gallo Pin-to” esto es Arroz con frijoles, aunque también le dicen así a la comida habitual; y sus bebidas el café caliente y la “Leche Agria”.

Su héroe es Juan Santa María, campesino tro-cado en soldado quien con una antorcha en la batalla de Rivas (1856) quemó el mesón (casa) donde se refugiaban los filibustero, cayendo muerto en la acción abatido por las balas merce-narias.

El Himno de Costa Rica, excita el patriotismo, clamando entre otras frases: “Cuando alguno pretenda tu gloria manchar--verás a tu pueblo, valiente y viril--la tosca herramienta en arma trocar”. La letra es de Don José María Zeledón.

Su héroe indígena anti conquistador español es el cacique Urraca, y su baile folclórico, moros y cristianos.