CMO CONSEGUIR QUE ME RESPETEN, nios y adultos

Siempre se ha odo que la caridad bien entendida, empieza por uno mismo, o algo as. Pues bien, ocurre lo mismo con el respeto. Para que nos respeten, tenemos que

respetarnos primero a nosotros mismos, y eso implica hacer algo para ganar el respeto de los dems. Muchas veces nadie nos ha enseado, o nos han educado para ser

buenos, para ceder, para aguantar lo que digan los dems, para evitar discusiones, y ms an si el otro es una persona con mayor autoridad, mayor en edad,...

En ocasiones, puede que consigamos que los adultos nos respeten, pero con los nios nos enternecemos y nos cuesta ms poner el lmite. O al revs, lo tenemos ms fcil con

los nios porque tenemos ms autoridad, pero con un igual u otro adulto, nos cuesta ms. En estas ocasiones, estamos poniendo el foco de atencin en el otro. Segn quien

sea el otro, yo acto.

Si aprendemos a respetarnos a nosotros mismos, conseguiremos que tanto nios como

adultos lo hagan, ya que el objetivo es que nos respeten a nosotros, que siempre somos la misma persona. De manera que aunque quien tengamos delante cambie, podremos

mantener la pauta para hacernos respetar.

Y cmo se hace eso de hacerse respetar? Tenemos que tener claro cual es el lmite que

no deben pasar los dems. Sin l, nos haran dao (fsico, emocional o psicolgico). Pasado ese lmite, las consecuencias para nosotros seran negativas. Ese lmite tiene que

ser claro, preciso y breve. Por ejemplo, no permitir ningn insulto, humillacin o descalificacin; o no permitir que nos griten; o que nos pongan la mano encima (aunque

sea un nio); o que nos tomen en serio cuando damos una orden (ya sea un nio o un compaero de trabajo).

Una vez que tenemos claro el lmite, hay que mantenerlo. No podemos tolerar un da unas conductas hacia nosotros y otros das no. Eso crea una falta de coherencia en

nuestro comportamiento y en nuestro lmite, de manera que las otras personas no tomaran en serio, ni lo que decimos, ni el lmite que ponemos. Estaramos consiguiendo

todo lo contrario, perder la autoridad. Si por ejemplo, a la hora de comer, un nio no come porque est viendo la tele, y le digo, como no comas, apago la tele (lmite claro,

preciso y breve). l sigue sin comer y viendo la tele. Pero yo no respeto el lmite que he puesto y no le apago la tele. De esta manera, lo nico que he conseguido es que l piense que lo que digo, no sirve para nada y que no hace falta que me haga caso,

porque yo no cumplo con los lmites que impongo.

Esa autoridad que vamos a conseguir, se vendra abajo, si consultamos esos lmites con otra persona, delante de quien quiero que respete mi lmite. Por ejemplo, no puedo consultarle a una amiga hasta donde debo permitir que mi compaero de trabajo me

exija tareas que no me corresponden, delatante de l. Estara debilitando mi capacidad de juicio ante l.

Tambin se debilita si permitimos que otras personas hagan cosas que vulneran nuestros derechos, por no empezar una discusin, o crear mal ambiente. Tenemos que marcar

nuestro lmite y hacer que los dems lo sepan y lo respeten. Para ello, tenemos que hacrselo saber, de manera adecuada, con un tono de voz normal y sin

descalificaciones. Si no fuera as, llegamos a perder el contenido de lo que digo, por la forma en la que lo digo.

Debemos diferenciar lo que es el autoritarismo, de lo que es la autoridad. Segn la Real Academia de la Lengua, las definiciones de sendas palabras son las siguientes:

- Autoridad: Potestad, facultad, legitimidad.

- Autoritarismo: Actitud de quien ejerce con exceso su autoridad.

Debemos tener autoridad pero no ser autoritarios, y para eso, una buena forma es la negociacin. Favorece que se cumplan nuestros lmites, respetando los lmites de la otra

persona y llegando a un acuerdo con el que ambos estamos conforme. Y para negociar una de las primeras cosas que tenemos que tener claro es cul es nuestro lmite.

Lmite inferior Lmite superior

Persona A

Zona de acuerdo

Lmite superior Lmite inferior

Persona B

Negociaremos dentro de nuestros lmites e intentaremos encontrar una zona de acuerdo

que est dentro de los lmites de la otra persona. Si ponemos como Persona A a un adolescente y en Persona B a sus padres, con respecto a la hora de llegada a casa un

sbado por la noche, el lmite superior del adolescente, ser lo ms tarde posible o incluso por la maana!, el lmite inferior puede ser por ejemplo, llegar a la 1 de la

madrugada. Para los padres, el lmite inferior es que no salga, as se quedan ms tranquilos teniendo al joven en casa, y el lmite superior las 2 de la madrugada. Con lo

cual, la zona de acuerdo es de 1 a 2. Si no tenemos claros nuestros lmites, no podremos negociar con coherencia.

Estaremos respetando al otro, si le escuchamos y llevamos a cabo ese acuerdo. Pero para ello, antes debemos cumplir el acuerdo con nosotros mismos, y hacer que lo

respeten. Es decir, mantenindonos firmes en nuestros lmites.

Es muy importante tambin la comunicacin (personalidad al comunicar, comunicacin

no verbal, paraverbal y verbal). Debemos mantener una postura erguida, relajada, mirar a la otra persona a los ojos sin desviar la mirada. No te ras, no titubees, no te descalifiques

ni a ti ni al otro, utiliza un tono de voz que no sea bajo ni muy alto. Di lo que quieres y lo que no con palabras sencillas y claras, siendo breve. No supliques, es tu derecho el que

te respeten.

Todos hemos tenido a alguien en nuestra infancia, o incluso en la adultez, que con solo

mirarnos, ya sabamos qu tenamos que hacer, si lo estbamos haciendo bien o no. Eso es la comunicacin no verbal en su esencia.

Muchas veces podemos ver personas que abusan de otras porque encuentran a alguien que se deja atropellar, por no poner los lmites y hacerse respetar. Para cambiarlo, pon el

foco de atencin en ti y en tus lmites.