comentarios del hipias

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Síntesis Sócrates se encuentra con Hipias de Élide, un importante sofista que presume de diversos y vastos conocimientos en muchas áreas. Sócrates le inquiere acerca de su larga ausencia de Atenas y éste le explica que se ha dedicado a hacer viajes diplomáticos y a ganar mucho dinero educando a hijos de notables en diferentes ciudades. Sin embargo, no ha dado clases en una ciudad en particular, porque allí la ley no permite que extranjeros impartan educación. Sócrates le halaga haciéndole ver lo malo de la ley al privar ésta de la buena educación. Hipias asiente adulado. A la sazón, expresa Sócrates su deseo de aprovechar el estar frente a alguien que se siente y se muestra muy sabio, para así resolver una duda. Explica que conoce a un hombre que goza de hacer preguntas y con ellas desbaratar argumentos o posturas. La pregunta que éste hombre le hizo en su momento fue ¿qué es lo bello? a la cual no pudo responder. Hipias responde que lo bello es una joven bella; de manera irónica, Sócrates lo exalta pero le hace ver inmediatamente que hay muchas cosas bellas y que al mismo tiempo no responde a la pregunta. Hipias dice entonces que lo bello es el oro, porque aunque algo pueda parecer feo, si es de oro, es bello; Sócrates le hace ver que hay muchas cosas bellas que no están hechas de oro. A esto, manifiesta Hipias que la belleza consiste en ser rico y respetado; Sócrates le hace ver de manera cómica cómo es que dando esa clase de respuestas el hombre en cuestión le dará de palos por eludir o mal-responder la pregunta. Finalmente, Sócrates plantea una primera definición: La belleza es lo apropiado, a lo cual, Hipias asiente, sin embargo Sócrates encuentra aún lagunas en su propia reflexión viendo que una cosa no es la otra, y en todo caso, constituiría un falseamiento de la realidad. La segunda definición es que la belleza es lo útil; no obstante, encuentra Sócrates que lo que es útil igual puede serlo para hacer cosas malas, que evidentemente no serían bellas y de igual forma, no se puede equiparar lo bello con el bien porque si lo bello es causa del bien, no puede afirmarse que la causa es al mismo tiempo el efecto. La tercera definición es que la belleza es el placer y felicidad que viene de ver y oír, empero, esto lleva a considerar que las sensaciones de los otros sentidos o la actividad académica e intelectual no pueden ser en sí cosas bellas, y por otro lado se plantea el problema de que lo bello se constituye de ambos efectos y no por separado.

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Síntesis, Análisis y Comentario acerca del diálogo de Hipias o de lo bello, de Platón

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Page 1: Comentarios del Hipias

Síntesis

Sócrates se encuentra con Hipias de Élide, un importante sofista que presume de diversos y vastos conocimientos en muchas áreas. Sócrates le inquiere acerca de su larga ausencia de Atenas y éste le explica que se ha dedicado a hacer viajes diplomáticos y a ganar mucho dinero educando a hijos de notables en diferentes ciudades. Sin embargo, no ha dado clases en una ciudad en particular, porque allí la ley no permite que extranjeros impartan educación. Sócrates le halaga haciéndole ver lo malo de la ley al privar ésta de la buena educación. Hipias asiente adulado.

A la sazón, expresa Sócrates su deseo de aprovechar el estar frente a alguien que se siente y se muestra muy sabio, para así resolver una duda. Explica que conoce a un hombre que goza de hacer preguntas y con ellas desbaratar argumentos o posturas. La pregunta que éste hombre le hizo en su momento fue ¿qué es lo bello? a la cual no pudo responder. Hipias responde que lo bello es una joven bella; de manera irónica, Sócrates lo exalta pero le hace ver inmediatamente que hay muchas cosas bellas y que al mismo tiempo no responde a la pregunta. Hipias dice entonces que lo bello es el oro, porque aunque algo pueda parecer feo, si es de oro, es bello; Sócrates le hace ver que hay muchas cosas bellas que no están hechas de oro. A esto, manifiesta Hipias que la belleza consiste en ser rico y respetado; Sócrates le hace ver de manera cómica cómo es que dando esa clase de respuestas el hombre en cuestión le dará de palos por eludir o mal-responder la pregunta.

Finalmente, Sócrates plantea una primera definición: La belleza es lo apropiado, a lo cual, Hipias asiente, sin embargo Sócrates encuentra aún lagunas en su propia reflexión viendo que una cosa no es la otra, y en todo caso, constituiría un falseamiento de la realidad. La segunda definición es que la belleza es lo útil; no obstante, encuentra Sócrates que lo que es útil igual puede serlo para hacer cosas malas, que evidentemente no serían bellas y de igual forma, no se puede equiparar lo bello con el bien porque si lo bello es causa del bien, no puede afirmarse que la causa es al mismo tiempo el efecto. La tercera definición es que la belleza es el placer y felicidad que viene de ver y oír, empero, esto lleva a considerar que las sensaciones de los otros sentidos o la actividad académica e intelectual no pueden ser en sí cosas bellas, y por otro lado se plantea el problema de que lo bello se constituye de ambos efectos y no por separado.

En último momento, Hipias arremete contra Sócrates diciéndole que deje de ocuparse en nimiedades y que las cosas importantes y bellas están en salir airoso y admirado en discusiones y discursos. A esto, Sócrates le responde con ironía y que como dice el proverbio griego “lo bello es lo difícil”.

AnálisisPlatón nos presenta a dos personajes en su diálogo: a Hipias de Élide, un connotado sofista

que presume de sus conocimientos y que se muestra arrogante, y a Sócrates, quien siempre va muy sencillo y honesto, demostrando que el saber se encuentra más cercano en la curiosidad y el deseo de saber propios de quien se reconoce ignorante.

En su manera muy propia, Sócrates debate bajo la figura de un “hombre inquisidor” el conocimiento de su interlocutor a través de la ironía, mostrando objeciones cuyo objetivo es hacerle ver a este su ignorancia y falta de claridad. Por último, Sócrates intenta dar luz sobre lo que podría ser el conocimiento verdadero haciendo que su interlocutor lo vea por sí mismo. Lo que siempre es evidente es la habilidad socrática de dialogar de manera muy diplomática, sin ofender ni menoscabar a su contrincante, al menos no de forma directamente confrontativa.

Page 2: Comentarios del Hipias

En este caso, lo primero que abordan es la paradoja que se presenta con la cuestión de la ley y como ésta, aplicada de forma excesivamente rigurosa puede llegar a ser ilegítima y perjudicial.

Lo segundo, que se constituye como el problema principal es la cuestión de la belleza, qué es, cuál es su definición. Se hace evidente la confusión de Hipias quien no se da cuenta que no responde de forma propia a la pregunta. Sócrates hace ver el sinsentido que es afirmar que la belleza son los objetos bellos, o las cosas que se experimentan como bellas, pues esto no dice absolutamente nada al tema puntual en cuestión y es como caminar en círculos. Posteriormente, y aburrido tal vez del poco atino de Hipias, Socrates reflexiona sobre posibles definiciones, y nos presenta tres: lo bello es lo apropiado; luego, lo útil; y después, la felicidad experimentada al ver y oír. Sin embargo, a cada una encuentra objeciones que las hacen ser insatisfactorias. Lo apropiado puede ser sólo en apariencia y es una contradicción equiparar dos conceptos distintos, más aun afirmando que uno es la causa del otro, pues ambos no pueden ser lo mismo; lo útil puede serlo también no solo para lo bueno sino para lo malo; y la felicidad de ver y oír es solo bella si ambas sensaciones se muestran en conjunto pero insuficientes por separado, lo que contradice la definición dada de que lo que afecta a uno por separado también afecta a ambos en conjunto.

Finalmente, sin llegar a una conclusión satisfactoria, y después de que Hipias le contesta ya irritado, Sócrates reconoce con humor que el abordaje de temas abstractos como la belleza, esclarecer y encontrar su definición, no es cosa fácil.

Comentario

Según se sabe, y si es este auténtico, es un diálogo de los primeros de Platón, de su época

de juventud. Se luce por su carácter ameno, cómico que vale como una pieza literaria de mucha gracia cuya lectura es muy disfrutable y al mismo tiempo, vale también como un texto serio de filosofía aunque no presente aún los pensamientos más desarrollados de su etapa madura, como la cuestión de las Ideas, la reminiscencia, etc.

Por otro lado, me parece siempre oportuno hacer mención de esa concepción socrática que se ve desde ya de que el conocimiento “mora” en cada persona y que ésta es capaz, con la ayuda y procedimiento necesario, de descubrirlo por sí mismo. De esta manera no desluce nunca a su contrincante, sino que con sus argumentos irónicos hace que éste mismo se dé cuenta de sus errores (y por esto, de forma indirecta, se vea un tanto ridiculizado). Al mismo tiempo, tampoco presenta Sócrates una solución o conclusión definitiva, lo que creo que muestra el valor e importancia que de por sí tiene el simple proceso de reflexión y también se muestra, contrario a los sofistas, su humildad de no presentarse como el sabio irrefutable, poseedor de todo el conocimiento.

El tema que se aborda en este diálogo principalmente, - la belleza- no es para el contexto griego solo un problema de lo que hoy entendemos por estética, sino abarca un campo moral por ejemplo, al tocar temas como lo bueno, lo útil, lo justo. También, el problema que se presenta con intentar precisar la definición una cuestión tan abstracta, da muestra lo ambiguo que pueden ser las concepciones irreflexivas que manejamos o que damos por sentado. Al tratar de definir lo bello en sí, el problema se vuelve ontológico y comienza así la idea de la belleza relacionada a lo bueno, a lo justo, a la verdad que llegará a manejarse después de Platón, en toda la antigüedad y la Edad Media.