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REVISTA QUINCENA.LÓRGANO UNIVERSITARIO

••a••••• ~••••••••••••.••••••• ···m~••••.••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••••Año. 11 • 2" É~oca ¡¡¡ Montevideo, Octubre 30 de 1897 111 Tomo II-N.o t 2

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COMENJItANDOMuchos, muchísimos son los comenta·

. rios á que ha dado lugar la extraña actitudobservada por algunos españoles en la se­gunda conferencia dada por el represen­tante de la libertad de Cuba, Dr. Don Aris­tides Agüero.

Decimos actitud extraña, porque, en rea­lidad, no cabe otro calificativo á la asu­miela por los hijos de una nación quepregona Libertad, que ha conquistado legí­timamente el título de civilizadora, y que,sin embargo, sus hijos, olvidando los prin­cipios por los cuale~ han luchado siempre,y obrando en abierta contradicción con elelevado puesto que ocupan en la humani..dad civilizada, se dejaron llevar por la co­rriente impetuosa de un patriotismo erró­neo que viola las doctrinas formuladas porsu patria.

Que el proceder de la colectividad es­pañola radir;ada en nuestro país, implicauna violación á nuestras leyes, es un asun­to que hoy ya nadie discute, porque desco­nocen las ordenanzas más sagradas, quie­nes intentan sobreponer su voluntad á lavoluntad única de las leyes..

Nuestra constitucíón garantiza plenamen­te la libre manifestación del pensamiento;la ley del Dr. B.amirez consagra y organizala libertad dereunión ¿entónces. invocan­do qué títulos' pueden los españales opo­nerse á la realización de un acto que seencuadra perfectamente en los límitespre­ceptivos de, las leyes vigentes en el país enquehabítan, y que ,como extra~jeros, deben

observar y acatar como cualquier ciudada­no? ¿ú olvidan. acaso, los españoles que noestamos ya en los tiempos de FernandoVII, cuando sus voluntades no tenían lími­tes posibles?

Por otra parte, y desde otro punto devista, no es con amenazas siniestras, no esempuñando un arma que se expresa la dis­conformidad con las ideas emitidas por elcontrario.

En la conferencia del Dr. Agüero la tri­buna era completamente libre, y si los es­pañoles consideraban á aquel acto contra­rio "Y ultrajante para España, no es á bala­zos ni á siHazos la manera de refutar lasideas dictadas por la convicción. Es su­biendo ala tribuna, replicando uno por unolos argumentos del contrario, desmostran­do su falsedad al auditorio, como se con­sigue atraer las simpatías del público enpró de una causa. Toda conducta contrariaá la indicada produce resultados negativos,sino desfavorables, para la causa de los queasí obí'ase~.

Si la colonia española radicada en elUruguay, no contase en su seno individuosaptos, inteligentes y preparados para abor­dar la defensa de la metrópoli, ento'nces laconducta observada en aquella noche poralgunos de sus miembros, tendría UIl.ate­nuante, aunque si, hay que decirlo, muypobre.

Pero no sucede esto último. La col~ma

española entre nosotros tiene' elementoscaracterizados, potencias intelectuales sufi·cientespara emprender en publico la de­fensa .de la patria. agre.dida.

178 LOS 'DEBATES LOS DEBATES 179

Por esto más reprochable y merecedorade recriminación es la referida comporta­ción de los españoles, y más reprochableaún es el proceder de algunos hombres In­teligentes qne, llevados por un ofuscamien­to injustificable, exacerbaron los ánimosde sus compatriotas, arrastrándolos á laconsumación de un acto qne mucho losdesprestigia, y que mucho también perju­dica á la cau~a que defienden, ~l1ando, por elcontrario, nada hubiera sido tan dignificante para ellos, y tan peestigioso para susideas, como 1), prudencia y la moderación.

L.1:.~R8[e+-

La veJ'1 de UD Ub~rtlDc

Ya terminó la estúpida existenciaDe in8ólita demencia!

Ya el cielo sns colores no regalaAl mortal, que en salones y en orgías

Gastó febril, sus díasAlumbrado por luces de Bengala.

Huyó la fresca brisa veneciana.De tu feliz mañana,

Disüelta en falacias é ilusiones;Huyó de 'Vuestra mente la memoria

De aqnella fatua historiaHenchida de quimeras y ficciones.

Converticla verás, en esqueletosLívidos é inqu'ietos,

La imagen de tus lúbricas l)q,siolleS.No oirás cantos de bocas nacaradas,

üiras las carcaj lillasDel espectro fatal de tus visiones.

Ardiente y furibuncl0 libertinoQue, errante y peregrino,

Vagabas en regi6n dulce y floridaImpl'egllada tu mente de delirios:

Sufrid hoy los martiriospel·· ábrego implacable de la vida!

Al"htro Lapujades.

~~

Decadencia Masculina

-Decididamente en este siglo se venco~

sas queenotros tiempos se hubiesen con­siderado comoincreibles o inconcebibles.

El género humano presenta individuosde todas clases, con tales ó cuales caracte­res, pero hay algunos de ellos que nos hacenql1eclar pasmado~, por no decir asombra­dos~ pues como ya he dicho no tenemosque extrañarnos, dada la época en que noshallamos, de la existencia de tales ser.es.

Así comenzó á hablar el ilustre CapitánXen uno de los tantos saraos que se celebra­ban en ocasiones mhs venturosas que laspresentes, en casa de mi distinguido amigo}el poeta Chauwritz.

Entre paréntesis cliré que aquellosgru­pos que se formaban, estaban constitllidospor personas de grao nombradía cuya com­petencia era reconocida en todo el orbe.

Allí habían literatos, músicos, pintores,militares en cuyo pecho hrillaban las con­decoraciones obtenidas por sns hazañas,académicos, h(')mbres de ciencia, médicos,químicos! en fin hasta salia reunirse connosotros un celehérrímo filósofo cuyonombre no l'ecuerdo, debido á su difícilpronunciación.

La reunión á que me refiero se celebróen una noche llnvíosa, algo fría que ofrecíaSllS malas condiciones para salir de casa,pero no debiendo faltar á la palabra quehabía dado á nuestroqneddo Chauwritz,me decidí meterme en mi carruale y reco­mendé al auriga que instigara los caballospara llegar puntualmente á la casa delpoeta.

Alas ocho en punto bajé del carruaie para.ir á ocnpar mi puesto en la reunión de esanoche.

Entré como de costumbre al vasto salóny noté que todos los demás habían sidoalgo más puntuales· que yo. Cambiáronselos saluc1osdecostumbre, previo estrecha­miento de manos.

Cuan10 entré, se hablaba. de política.Hubo 'algunas discusiones acaloradas por

parle de unos y otros pero al fin se con­cluyó •. de un modo cordial y convenientepara todos,hast.a para losmásexaltados:No hubo ningún duelo en perspectiva

La conversacién cambió de giro como locambia el vienlo: se habló de muchascosas.

Uno de los músicos nos dijo val'Ías pa­labras acerca de una composición que de­bía según su c.riterio llamar la atención almundo entero; hacía diez años que la esta­ba confeccionando.

Un militar alto, delgado, de cabello pla­teado pOI' la acciün de los años, nos contólas hazañas furibundas de que fué prota­gonista, hazaña\) acaecidas en Africa.

El literato Horley nos relató el viaje, queen compañia de una colega, había hechopor Italia, y que luego lo abandonó, unavez gastados sus caudales, para recorrercon otro cultor de las letras, las diversasciudades de España.

Yo también hablé; hablé muc;lO, perosobre puntos, indiferente~ para algunos,interesantes para ateos; comencé á tratar denuestra sociedad) de tal ó cual personade Fulano y Zutano, de la Condesa de laCruz, del Barón de Pikoff y por último deun joven que por su caracter llamaba laatención de todos.

*,l(••l(-

El humo de los habanos formaba unadensa nube azulada que cual tenue nieblalos rodeaba por completo.

Arrellenados en nllestL'os mullidos sillo­nes hacíamos gasto de palabras y caso omi­so de las inclemencias del tiempo cuyas bra­vuras anmentaban por instantes.

Un trueno espantoso nos hizo estre-mecer.

En ese momento el reloj dió las diez yen ese momento era cuando yo acababa denombrar al tal joven.

El Capitán X, hombre respetable por suedad yporsus sanos razooamientos,tomómela palabra al vuelo para continnar tratandodel asunto. El tenía mas experiencíaqneyo; él conocía el mundo; él sabía los secre­tos del corazón. humano,á-él en realidadle correspondía hablar con más sanoerite·río que el que yo podía poseer .. ,

Mis lectores conocen las primeras pala­beas de su conversación.

-No me extrañaría, .coptinuó,luego" síse tratara de representantas del bello sexo,pel'O mucho me asombra que los haya delfeo, que hayan adquirido los sentimientos ylos hábitos morales de aquél si me per­mitís la expresión.

Un hombre que no es. enérgico en susresoluciones; un hombre de cuyo cerebro,algo atrofiado por cierto, no nacen hleasclaras para iluminar la oscuridad que lo .,envuelve, un hombre que se deja doblegarpor un viento ú otro y más aún, yeso es lopeor, que está sometido avoluntades ajenas,que no conoce siquiera rudimentos de in­dependencia y de libertad individual, yque por sarcasmo diga que las posee. y quemañana su voluntad se postre doblegadaante la de otro, no puede considerarse ba­jo ningún concepto como ser viril, comoposeedor de. cUii.lidades que lo hagan de­cisivo en sus acciones; es un verdaderode~graciacl) en toda la extensión ele la pa­labra\. ...

¿Para que servirá si no tiene voluntadpropia? ¿Que es de su vida?

El avaro está esclavizado por sus ri­quezas; no sale de su lado por temor deperderlas; aqnel sujeto esta esclavizado yno ~e separa de su tutor absolulo por temord~ pe:-,clerlo también; está esclavizado porque no tiene acciones propiJ.s, decisivas yespontáneas.

IY habría que conocer masl ¡Habría quesaber cuar es su vida intimal

~No será igual á la de las.... ?Un nuevo trueno más horrible que el

anterior, truenoimportuoo, no dejó per­cibir lag últimas palabras que expresó elCapilan X,· tal vez la más importantes

¡La Naturaleza quizo cubrir con su vozaterradora aqnella expresiónl

Expresión que á pesar de todo puede sersupuesta· facilmente.

-¡Pobre joven concluyó el Capitán, tecompadezco I ¡Cambia de parecer si quie-

LOS DEBATES181

Osear J. Ribas.

)' .

JItU y YO (1)

EL nOMBRE AMERICANO

Tu eres aquella. solitaria planta.Nacicla en el jardín de la hermosura;Yo soy el tiel'no ruiseñor que canta.En las amargas horas de tristura.

Tu eres la tarde de primavera,Yo soy la triste noche invern31;Tu eres el augel que en la praderaCantas tus penas como el zorzal.

Tu eres aquella fragante rosalTu eres la virgen mas hechicera,Es tu figura gentil y airosaCual elegante bella l?almera..

Tu eres el astro más luminoso,El que despide rayos de amor,Yo el que te ad.oro ángel hermoso;Yo soy el campo, tú eres la fiar,

Montevideol 26 ele Setiembre de 1897.AIfl'ledoGiribaldi

_--_RSL-l..J<::::::rc::::;;:::>t ~~s ~---

(1) .Losvers.,0s que 8ubsig~.(,en son obra de,un e.8­timado compane'l'o q~te escnbe Jlevado ta?~ solo porsu afición á la poesía, y quetgnora ~as~ completa­m,e11te las reglas formtüadas por la Meratu?·a.

"Los DEBATES", que tiene abiertCfs ;franca"n,entesus columnas a todas las colaboracwnes, Y est~mu­lando siempre los es("!erzos de la. i.nte'e~tt~alidad,ha acojido la produccwn del Sr. G-t,,·tbald'l, con todala benevolencia con qtte se acojen siemp?'e los esfuer­zos nobles· y simpáticos. CO?)w el. que encar,na la pro-ducción ·subsiguiente.

(Oonclusíon) .El monogenismo.} aplicado al hombre

americano ha encontrado obstaculos insu­perables.Sus partidarios se esforzaronpa";

Conferencia leída en el a'lüa de Historia Ame1'Ícana:POR J oSE ANTONIO RAMPINI

El corazón puede más que la cabeza. Es­ta piensa unicamente; aquél siente y ejecu­ta á la vez.

Despues que has derruido lo que máscontemplaba, y despues de pensar que, per­donar es morir, sólo puedo exclamar: te amomás!

¿Pudo el indio de los ojos azules 01 vidará Blanca?......

LOS DEBATES=

El corazón humano tiene irradiaciou deluces primorosas y profusion de sombrassiniestras; tiene grandes transparencias ygrandes opacidadesl

Por eso no me extraña que bayas olvida­do lo que olvidar quisiera.

Olvidar es vivir. Olvidar la vida es vivirmejor!

Tu DO piensas en la fecha de hoy.Es verdad que «(pensar es comer», no es

un axioma sino una hipótesis inverosímilde un cerebro loco .....

y pensar nada cuesta; saber pensar cues-ta una inmensidadl

Hoy hace cinco años que exclamabasapasionada; .

«Yo no puedo vivir Siíl adorar.Sé que amar es preparar un mundo de

esperanzas en el inmenso derrotero de laexistencia humana.

Soypálída y débil, pero, no hagas. casoalguno de mi debilidad física. En un cuer­pode plomo puede ocultarse un corazónde acero!

Quiero amar y ser amada.Amar es sentir. Sentires comprender los

abismos del alma!»Antes, en sueúos:'sonrosados, ideas fantás-

ticas, ilusiones ideales; ahora; pensamien­tos so:mbríos, inspiraciones lúgubres y ·lavenganza que se busca y no se encuentra,la venganza imposible; ~espues, el espí­ritu cansado, exclama.rá como la sublimeConstancia:

·«La tierra está cansada de darf1ores, .Necesita algún año de reposo 1»

Ayer, juramentos de amor; hoy, j~ra­mentas de venganza; mañana, juramentosde olvido!

Has borrado un nombre de las página~del libro de 'tu vida: amor; has borrado la

. leyenda de una época: el pas~do; has ,pro:faliado el sentimiento que InmortalIzó aJulieta; pero, yo no puedo olvidarte!

Estúchame, mujer:Muchas vaces la fuerza sel1unde .ante la

;debilidad.

Tu que los tienes, pl{tcida hermosuraEnsueño que alberg6 mi corazónSombra ele cUcho., arcállg'e1 de vel;turaOye este canto, emblema de mi amor.

R. S.

j~uince años! eleE?ial1~e ct1~l palmerá..Negros OlaS, de fulgIdo m!rar,y en los labios de rosa, placenteraLa sonrisa cual iris ele bondad,

iguillce abriles! frescura y lozanía.Nota gallarda que lanzó el laudQue hellchitla de perfume y de ai..lUol1íaVuela del mUllllo á la región azul!

FRAGMENTO

• .. • lit • • • •

Hoy hace cinco años.¿Recuerdas? Presumo que no.Los recuerdos de rosa) las remembran­

zas del placer de los quince años se olvi­dan fácilmente.

Los días diáfanos son más que losdías grises. Aquellos pasan y dejan una es­tela fúlgida, que así como llega desapareceen seguida; estos pasan tambien; pero, envez de dejar una estela dejan un nimbusque al fin se oculta lentamente en la ba­rrera eterna del ocaso!. .....

Y¿ como no has de olvidar, tú, que abis­mas el pasado y el futuro por el presen­te? .I.tú, que abismas el porvenir, la vida dela Vida, por el hoy!

El romántico Hugollamó cielo á la mu­jer. Pero ¿acaso ignoraba el genial autor dede «Los ~fJ1iserables» que el cielo así comotiene luces, tiene sombras? ¿Acaso ignorabaque «ni es cielo ni es azul»?

Becquér le llamó poesía, porque, comoél d~jo,. «la poesía es el sentimiento yelsentlmlento es la mujer.»

Pero ¿acaso:no sabía el inmortal rimadorsev~n.anoque l~ poesía es inspirada por lasdehclas de la mmensidad· celeste y parlasmiseri~s?elat~erra? ¿A.caso no sabía queel sentlmlento~Vlveen elalma del genio co-~o en el alma del idiota, en elespiritu delpigmeo cotno .en el espíritu del mons­truo? .. ,.•

..:J.-->--_.

180

res ser algo, de lo contrario no serás nimás ni menos que inútil y despreciado!. ...

¡Quince años!Ven ¡oh-musa! risueña mariposaHada terre~tre de radiante luz'

1

Tiende tu vuelo y en mi trent~ llosaVen á templar mi lánguirlo laudo 1

El amor, la belleza y la ventura, En ~u belio esplendor quiero ca~tar:La Juventud radiante de hermosuraOrlacla con el v:e10 virginal.

¡Quince años! deliciosa primaveraDe la existencia, ensueño de placerEra de amor, fantástica quimera 1

Que labra el coraz6n de la mujer,

¡Quince años! tendidos sobre el cuelloComo las honda3 del hirviente marLos negros bucles del. audaz cabelloConvidando ál amor á naufragar.

¡Quince abriles! la tierra, un paraísoSus l?laceres. de ,rosa y de jazmín, ~La VIda, de IlUSIón mágico hechizoCanto armonioso de celeste· hurí. '

19uince años! sonro'sa(las las mejillas1'or el tinte gracioso del pudor,Cuando el amor posado en sus rodillasSus halagos le ofrece con ardor.

19.túnce. años! ilusión y bienandanzaJJe visiones ratídal fascinador 1

~?-sueñosdeplacery de esper~nza$luengaños, ni ..pena, ni dolor.

Osear Marloif.

Consulté mi reloj,.Eran las dos de la madrugada; ya íbamos

á retirarnos~

El filósofo que había escuchado todoaqnello con un silencio estático, pronun­ció estas palabras.~¿Y habrá quien afirme que no puede

decaer el género masculino? ¿Habrá quienniegue la afeminación de algunos seres?Estos últimos I desgraciados! merecennuestra conmiseración; sus autores debenser considerados como bestias humanas,como seres raquíticos, cuyo cOl~azón es unalb~rgue de sentimientos ruines y perversos.

Buenos Aires, Octubre 10 de 1897.

182 LOS DEBATES LOS DEBATES 183

han inducido á muchos sabios á admitirque el hombre americano primitivo tienerasgos bastante característicos y distinti­vos para merecer el nombre de autócto­no; y asi ha de ser designado hasta quela ciencia venga á derribar las opiniones ycreencias que sostienen los poligenistas

He dicho.1\'Iontevideo, Julio de 1897.

José A. Rampini.

ra dar á los primitivos habitantes de estecontinente un origen ya asiático, ya euro­peo; y despues de Rabel' estudiado las cos­tumbres, los usos, los idiomas etc.) creye­ron encontrar la cadena que unía los dos'mundos; y'entonces la América fue un cam­po de ardientes polémicas donde el escu­driñador infatigable no cesaba de explo­rar: los eslabones de las ilusoria cadena notardaron mucho en trocarse en cúmulo deconfusiones, ¿Cuál fué el resultado de esaspolémicas? Demostrar qne la inteligenciahumana, en nuestro,., días, es impotentepara encontrar la relación de que hablanlos monogenistas. ¿Acaso se ha encontra­do algun hecho indiscutible para dar a losamericanos un origen extranjero?

El color de la tez no ha éonducido á re­su1tado~ satisfactorios, puesto que se hanhallado en el mundo conquistado todos loscolores de la especia humana desde el moreno "negro hasta el blanco caucásico; elestudio de los usos y costumbres tampocoha conducido á resultado, pues si bien sehan encontrado algunas semejanzas, pue­den expliearse pClr la tendencia del espíri­tu humano hácia un fin; el e3tudio de. lafilología se creyó, al principio, que podríacon~ucir á resultados de científica impor­tanCIa; pero fué una creencia vana: los fi­lólogos hallaron en este continente más de400 lenguas y varios dialectos, y vieron quelas lenguas madres en número de 26 sedistinguían profundamente entre sí y másprofundamente aún entre las lenauas del

, • r>vieJo mundo. La filología entonces, aunquebastante adelantada en nuestros días no

r ha podido hallar en el estudio de' lasenguas la filiación del hombre americano.¿En qué argumentos se fllndan entóoceslos monogenistas para expHcar su teoría?

Virchow, el celebreantropologis ta, nofijó su atención ni en el .color de la tez, ni enlas costumbres, ni en los idiomas que tan­

,to hacían desesperar alos más grandes fi­lólogos,sino·. que,fijándose en caracteres

,..fi.sicos de mayor importancia, suespiritu

de observación penetró en el cuerpo hu­mano para ir á buscar en los cráneos lafiliación de esos seres misteriosos.

Los estudios antropológicos llevaron áVírcho;v á admitir qU,e los pieles rojasproveman de los esqUimales; que los po­bladores de las costas occidentales de Amé­rica provenían del Asia; que los incas pro­venían de Filipinas ó sino de la Indo-Chi­na, único país donde, según afirmaba él,se encuentran craneos se,mejlntes; y quelos pobladores de la región oriental prove­nían de la Europa. Virchow explicó asíel origen del hombre americano fundándo­se en la craneología; pero esta hipótesisque á primera vista pareLe indiscutible nose le admite universalmente.

Aun en la hipótesis de que este continen­te, desde tiempos. antiquísimos, haya sidofrecuentado por grandes inmigraciones quehubieran dado origen á la raza inca, á laspieles rojas etc, ¿hemos de afirmar pore3to que esas inmigl'aciones fueron madrede toda esa raza americana? ¿No puede sertambién que esas inmigracione3, si es quelas hubo, se hayan mezclado con los pobla­dores naturales del continente? Adamas,esas semejanzas físicas que ha encontradoel antropologista aleman, podrían expli­carse por la influencia del medio, y portodos los factores en que se apoya la teo­ría transformista.

Si los monogenistas quieren buscar elorigen del hombre americano en algunaraza del viejo mundo, es necesario que ha­llen lazos de unión más positivos; es ne­cesario que además de esos caracteres sim­plemente morfológicos, encuentren tam­bién relaciones qua deben manifestarseprincipalmente en el lenguaje. Ahora bien:los estudios científicos que se han hechoen los últimos tiempos manifiestan que losprimitivos habitantes de este continenteestaban constituídos para hablar americanoy que no podía haber herencia. fisiolóaica nipsicológica entre seres que habían ~acidoseparadamente~ de Qna manera simultánea

ó sncesiva y que vivian completamenteaislados los unos de los otros.

Los partidarios del monogenismo invoAcan una serie de hipótesis para traer ~

nuestro continente las inmigraciones pri­mitivas. Dicen que el planeta ha sufridograndes cataclismos cuyas huellas se mani­fiestan á los ojos del geólogo; que los in­numerable5 arl',hipiélagos de la Oceanía po­drían ser los ultimas vestigios de un vastocontinente sepultado en el océano; que losdos mundos hoy aislados ; podrían haberestado unidos en otros tiempos, y que porlo tanto era fácil la inmigración aestas re­giones que la posteridad debía llamar Amé­rica. Otros dicen que las inmigraciones po..drían haber pasado por las islas Aléucia­nas qne bordean la parte Noroeste del

.' continente. Otros hablan de embarcionesde algunos navegantes, asiáticos ó africa­nos, arrastradas á estas costas por las cor­rientes del océano; en fin, la imaginaciónde los monogenistas ha forjado muchashipótesis para explicar la posibilidad deesas inmigraciones.

¿Pero qué necesidau hay de invocar ta-les hipótesis si la ciencia no prueba ápriori la paternidad asiática ó africana delos americanos? Supongamos, en hora bue­na, que los dos mundos hubieran estadounidos; pero ¿hemos de hacer por estoasiáticos á los que son americatlOs! Vem?sque la Europa, el Asia y el AfrIca esta,nunidas, siendo facil el paso de un contI­nente a otro; y sin embargo el mon(ge­nisIDo, aun en las razas elel viejo m~l~do,tropieza con grandes obstáculos ?O t~Dlen­do cabida en lo 3 límites de la CIenCia.

IJos esfuer1.of' hechos para indagar el.origen del americano; las diversas obs~rva..ciones practicadas sohre esos seres mIste­riosos cuya existencia data, tal v~~, ,des.deuna época anterior ala de los aSIatlcoS, ,Yprincipalmente los estudios de filolog1a

coroparada que se han hecho para buscaren sus lenguas extrañasalgu,n lazo de pa-

d 1 . 'mundoranteseo con. los pueblos e VIeJO ,.' ' ,

HI~TORIA DEL PTI~RTO DE llTIENOS AIRESPOI" Edual"do Madero-

(Fragmentos)

Viaje de 1.5'15 á '1518(Conti'nHación)

Los preparativos para est~ célebre ex~edición comenzaron á medIados del ano15'13; pues el 21 de Julio dirigía ~l Reydesde Aranda una cédula á Juan DIaz deSalís dic:éndole que mientras se ocupa« en' los negocios del armada para ~r á« dCSC'l¿b~'ir ciertas tierras, use el OfiCLO de« piloto mayor Francisco de Coto, Vllestro{( hermano lo cual se concede siempre que« sea suficiente Y capaz para ejercer dicho« cargo~ 11 (Qnizá fuera propuesto por So-

lls). . ..Esta resolución se modifico por una

Real Cédula posterior, según la cual C?~odebía acompañar á Salís; pero en definItI­va-como se vera-aquél quedó actL1a~~ocomo piloto mayor mientras durara el VIaje

de éste. , . dSalís, sin embrgo, continuó e]erCIen 0,

Ó por 10 menos, usufructuand~ su empleohasta la proximidad de s~.partIda; pues enlos libros de la ContrataclOU ha~ ,constan-. de varios pagos que sele hICieron co-ma ' . d 1

mo piloto mayor hasta el 30 de Jumo e

151 ~.

184 LOS DEBATES LOS DEBATES 185

(1) Inédito del que poseo copia· legalizada•. Elseñor Muñóz en el tomo 75 !olio 341. de s~ Colec­ción fija la fecha de 31 de Setiembre pero es lUduda-bleDlente error del copista. . .

(2) Real Cédula inédita cuya copia auténtleaposeo.

(3) Id. id. id.(4) El Santo Sacl'i:ficiode la mis.a.no era aún

permitido .á bordo por· el brusco mOVllIllento de la.sIna.Y6s.

ta de los oficiales de Sevilla (-1); á quie­nes S": A. contestó el 24 desde Almazán,que «para el buen y breve despacho}) pro­veyeran lo que les pareciese al contadorLópez (de Recalde) para que Salís fuera« muy bien despachado y lleve todo elmayor recaldo que se pueda». (2)

En el mismo día el Rey escribió tam­bién á Solís confi rmándole las órdenes queacabo de mencionar, y le tranquilizabaagregándole que no le diera pena lo pa·sado. (3) '.

Al punto se compró otra carabela y sereemplazaron sus averiados bastimentas;para 10 cual prestaron los oficiales realesá Salís 75.000 maravedíes, que le fueronentregados el 2 de Octubre; último pagoque se le hizo según los libros de la Ca­sa de Oontratación.

Las carabelas de Salís no ostentabanlos artesonados y pinturas primorosas delas rgaleras griegas; ni tenían, como lasflaves de los fenicios, teñidas de púrpu­ra sus velas; eran toscas embarcaciones,reforzadas con gruesas trincas y emba­durnadas de alquitrán v sebo; ligeras deforma para obtener rápida marcha, conpañales pequeños para largos viajes; depoco calado; con un castillo á 'Proa y ot~oá popa, y las escasas comodidas requ?r~­

das por aquellos duros navegantes. La U~l­

ca decoración era una cruz para rezar dla..riamente ante ella la oración dominical Ylos sabados la Salve (4.); la única efigie, lamadre dól Salvador, grabada en el centrode larosa de vitacora, y el tinico adorno enla carabela que montaba Salís, era el farolque las otras dos habían de seguir.

mLibro de Tesorería ele la Casa ele Contrata­ción.

(2) Esta villa que había pertenecie~o al marque­sado Ayamonte - que aun conserva alll grandes pro­piedades -esM.' situada á 3 1/2 kilómetros de lamargen 'derecha del Rio Piedra, y á poco ro 1s decuatro kilómetros de la playa atl4ntic~, !odeaela decolinas, con un suelo pobre, la laborIosldad de sushabitantes lo ha llenado ele arboleda Y hecho pro­ductivo. La pobl!.\ción conserva muchas casas con8­truielas en el siglo XVI, en las qu~ pueden contem­plarse ventanas con arcos roude)ares , rodeados debrillantes azulejos, que el blanqueador ha resp~tadoAl penetrar en alguna de estas vetustas manslOnes,el espíritu se tran8llorta á la epoca d~ los célebresnáutas que descubrieron el nuevo contlllente.

(3) Libro de Tesorería. . .(4) Concuercta tambien con la contestaCl6n del

Rey, publicada por Navarrete, tomo 3.0 ~ag. 140.(5) Todos· estos pagos constan_en el .• lIbro. de con­

trahci6n correspondiente á los anos 3,514 á .1516 Ysiguientes.

garon los mil ducados que por la capitu­lación debió recibir el primero de ese mes;el doce de, Abril cobró los mil correspon­dientes a fin de Marzo y el 34 recibió porsaldo dos mil ducados. (1)

La armada por mandato del Rey p'artióde Lepe (2) para Sevilla el 12 de Junio de1515 (3). El 7 de Julio le informó Solisque estaría pronto para dar la vela á fin deAgosto; y en virtud de este aviso, el Reyque estaba en Lerma (4) nombró con fe­cha 2~ del mismo á Pedro de Alarcón paracontador y escribano de la armada y á.Francisco Marquina para factor.

El 8 de Setiembre, estando próximos ápartir, se abonaron á Salís por saldo desus haberes de piloto mayor 2L666 ma­ravedíes y por ~delanto de año y mediode salario y ayuda de costas correspon­diente á tal empleo 917.500 maravedíes;al piloto Francisco de Torres, al veedorMarqui na y contador Alarcón se le ade­lantó también año y medio de salario. ,(5)

Casi listos para dar la vela, un contra­tiempo inesperado retardó la partida. Lamayor de sus tres carabelas zozobró, .~orhaberla puesto á monte cargada, perdlen­dose los bastirnentosque contenía El su­ceso fué comunicado al Rey e117 del mis­mo Setiembre por correo expreso en car-

(1) ~a~arrete] 9olecci~n de Viajes tomo 3.o pag.136 Y ~lg. El ~l'lglUal eXlsteenel Archivo generalde Indias LegaJO 9.0 Relaciones y descripciones· 1­1-1/26. Entre. los apéndices puede 'Verse el textode e¡¡¡ta Instrucción.

(2) .Real Cédula inédita .de··la cual teugo copiaJegahzada.

dio de salarios, y á recibir por su piloto áFrancisco de Torres, cuñado de Salís. Encuanto á otras mercedes, como Salís dejabaese punto para cuando pudiesen apreciar­se SllS servicios efectuados, don Fernandole prometía hacer .con él de manera quefuese satisfecho.

En la «Instrucción», queeo igual fechadió el Rey á Salís le ordenaba «secre.to é« que ninguno sepa que yo mando dar di­({ neros para ello, ni tengo parte en el via­« je»; agregando: ({ antes habeis de decir« que vos é vuestros hermanos é gente á« vuestra costa is. » (Quizas lo que enton­ces yen virtud de esto públicamente se di­Jera fué causa de que Lopez de Gomaraasegurase que Salís había hecho el viaje\{ á su propia costa»). El Rey le recomen­daba entre otras cosas que el acto de po­sesion de las tierras que descubriese lo ce­lebrara « donde baya algún cerro señaladoó árbol grande». (1)

El28 del mismo Noviembre escribía elRey al tesorero de la Oontratación de Sevi­lla que «había dado licencia á Juan Díaz de« 8011s para que vaya á descubrir»; quecomo quería que « vaya bien despachado y({ su condición es cual sabeis, había« mandado al contador Juan LOPéZ, de« quién el diüho Juan de Solis muestra mu­« cho contentamiento, que él solo le des­« pache »; y. concluía recomendando que« le favorezcais con mucho amor porque« yo le tengo por buen servidor». (2)

Por [estos renglones parece revelarse laexistencia de una cierta antipatía entre So­lís y los oficiales de la Contratación, ex­ceptuando de estos al Contador y Tesorero.

Durante el primer semestre del año 1515se dedicó Salís· al apresto de la· armadaen Lepe. El 5 de Enero de ese año se lepa..

Conocido es desde que Navarrete publi­có sus cIáusu!as (1) el «Asiento y Capitu­lación» que en 24 de Noviembre de 1514concertó el Rey con Juan Díaz de Salís pa­ra «descubrir por las espaldas de Castilladel Oro, é de allí adelante». Nótese que yano se babIa rle demarcación.

Llamándose entonces Castilla del Oro alterritorio comprendido entre el seno delmar Caribe y el actual Océano Pacífico cla-,ro es que el propósito del viaje era buscarel cabo ó estrecho-que seis años después?esc~bríó Magallanes - por donde pudieralrse a los mares occidentales del nuevo con­tinente.

Como fué en prosecución de este viajeque descubrió Salís el Rio de la Plata elAsiento que con su piloto mayor celebr6 elRey, es u~ do~umento tan importante paranuestra hlstona, que he creído se leerácon interés el siguiente extracto de sus es­tipulaciones.

Salís se obligaba á ir á descubrir á es­paldas de Castilla del Oro hasta 1.'700 1e­g~as, y.más si se pudiere, de lo correspon­dIente a la demarcación de Castilla, llevan­do para el objeto tr~s buques de sesentatoneles el uno y de 50 los otros dos, tripu­lados con 60 personas.

Se co~prometía á hacerse á la vela portodo SetIembre de 1515. Un tercio en losprod actos del viaje debía conservarse parael Rey, otro tercio para Solis y los armado­res, y el último para distribuirse entre lag~nte que le acompañase. El Rey nombra­r~a .dosempleados de confianza que inter­VInIeSen en las operaciones de rescatesy demás, y se obligaba por su parte: á dará Salís 4.000 ducados de oro para contri­buir al viaje; á prestarle cuatro lombardasgrandes y sesenta c03eletés que á su re­torno devolvería; á adelantarles año y me-

-. (1) Colección de Viajes, tomo 3.° pago 1.34 y

;s~gEloriginal existe en el Archivo general de In­dias, legajo 9.0 Relaciones y Descripciones-l-l-1/2,6. Entre los apéndices puedeyerse el texto deesta. Oapitulación. '

187=

LOS DEBATES

Santo Domingo (1), oyeran otra solemne en el hidalgo empobrecido, de esperanzamisa, yque desde las alturas de aquel mo- en el padre necasitado~ de avidéz de emo­nasterio,-situado en la proximidad del ciones en el joven, de mando en el soldado;Atlántico y del antiguo embarcadero inme- miéntras se preocupaba solo de dar des­diato á la boca del IHo Piedra, -aquellas canso al cuerpo el indiferente y curtidofamilias hicieron sus últimos signos de marinero.despedida á los intrépitos navegantes. IQué imponente sería entonces la sole-

Muy agradable le fué al Hey al saber la dad de los mares, cuando hoy surcadospartida de Salís y el buen desempeño que por millares de buques, pásanse días sinsus oficiales de Sevilla pusieron para ello; que se distínga un mastíl en el inmensoy en vista de la voluntad, diligencia y ámbito de sus vastos horizontes! ¡Cuántascuidado qne le escribiera habían puesto novedades exitarían la curiosidad de esosSolís, don Fernando tuvo á bien h.lcerle intrépitos aventureros! En las latitudes demerced de los doscientos ducados que sus Cáncer, plantas flotantes «sin raíces nioficiales le habian prestado, y ordenó á frutos», (los (ucus natans) desprendidasestos que no los pidieran á la mujer de de las «praderías de yerbas» que encontróSolís, ni á sus hermanas, ni á sus fiadores Colóo, y refiere Oviedo; el pez voladorhasta que regresara,' y que procuraran que cruzando en enjambre con sus plateadaseu los monasterios de ~evilla encomenda- alas la superficie de las aguas, yel atorna­ran muy especialmente al señor, viajes solado y diminuto argonauta, columpián­semejantes al de Salís. Encargábales tam- dose sobre las ondas, con su rosada vela,bién le hicieran saber continuamente lo en los días galanos. En la zona tórrida ba­que supieran de su piloto mayor. y con- rea!, una corriente poderosa y continuadula recomendándo1fJs que en ausencia de hacia occidente, en una región casi perpe­éste, favoreciesen á su mujer, casa y l1er- tuamente plomiza y sofocante, refrescadamano' y que hicierau saber á fa primera apenas por súbitos y frecuentes chaparro­lo relativo á los doscientos ducados (2). nes, alterlJados con calmas desesperantes.

Mientras que la flota surcaba el conocido en la que solo se oiría el crujido de la navederrotero á las Canarias, donde tocaron y el lánguido tremolar de las gávias.para tomar pl'oviciones, el recuerdo de las A medida que se acercaban a laequi­ultimas palabras de la esposa, de la madre, nocial, el cielo que desde su niñéz con­de la hija, del amigo, embargaría el espi· templaban iba cambiando: miéntras Gefeoritu de los viajeros; pero después, pasado y Casiopea se reclinaban en elrecho borealel corto crepuscnlo de los trópicos, los de sus amores, y las árticas constelacionesinnumerables soles de la noche invitan á circllmpolares se ocultaban por un lado dela meditación contemplativa, ¡cuán varia- esas profundidades del infinito, por lados pensamientos vagarían por la imagina- opue~ta extremidad del mundo se veíanción de aquellos navegantes! de gloria en elevarse en los cielos, junto á las nebulosasel cosmógrafo; de fama en el piioto, de I australes, á alfa bifulgurante del Centaurocodicia. en el aventurero, de. rehabilitación y al símbolo de la fé cristiana. (Humboldt.-.._ -Los trópicos)

Falta, ó no aparece en los archivos, elDiario in extenso delanavegacién de Salís,perdido desgraciadamente como tantosotros despué3 que lo extractó Herrera: ácuyo relato tendré pues con frecuencia quereferirme.

(1) Esta iglesia parroquial, citase también pQl' elseñor Ordoñana, en un monumento arqueo16gico, quecontiene muchos cuadros y objetos antiquísimos, c1;,evalor artístico. En S11 sacristía donde existe el archi­vo parroquial se conserva un notable retablo, estiloflamenco del aiío 1528.

(2) Real Oédula inétlita cuya'copia legalizada,poseo,

'. (1) HeI'l'cra-Déc. 2.n lib. 1.0 callo 7.0fija la lar~~~la de ~efe el 8 .de Octubre; pero en carta il1é~it¡~ e. e11 ~o del InISmo mes le dirigieron al Rey loso Cla ~s e la Contrl1tación:y de la cual poseo co li~t~tén~'es l~el. p(tr~'afo lJertinente, consta qne JJalldeI~Z ~ o 18 Ila.rt16 en seguimiento de su. viaje des-. an" ucar á 8 ele Octubre y que le ha hecho buen

tlemfo Con este. mismo origeu' se l'epite la· noticiaen e. tomo 75 follo 3)1 de la Colee Munoz Constatamb~en por. real cMula que en 15'de Oot'h 1referIdos ancmIes en cartas .u re osbían comunicado á S Al qu~ ya no e~lsten, ha~

d' . , a partida de Sol1s Podría-~os a eTas pr~bar COll documentos oticid.le~ de'esoslas gue a)Jartlda fUé el 8 de Octllbre. El señor

O:donana, lllvocando el archivo (qne varios amigosmIOS 110 hall podido e t) '.

t d 1Con rar , del estlllg'ludo conven o e San Franc' L . ~salió de Lepe el 13 ~~C06~ftlb ~~e, 8,severan que S~Iísnecesitaría para ser t· 1 1e, pero su aseveraCIón

t :ti . acep aCla llna prueba de docu-roen os o oIales, gue, ante los que invoco debe su~ponerse que no eXIsten.

fué ~Jll:i~~ e~~le:i~ 1~~~ao por] el señor ~l:doñanacanos, á un señor Arro l c?n a gt!nos prld 1os cer­aprovechar l h. yo. qmenlo hIZO demoler paralía de· est o~ . ~rmosos SIllares de pi~dra. La fami­g1.1.DO de d' ~enor 110 conserva documento 6 libro al­archivo. lC o convento, y en valde he rastreado su

186 LOS DEBATES~D::I~t~~=~~F~====-==

e ,as res pequeñas naves, dos tenían c?tlocido por la Torre del Oro, y descen-aparejos en cruz en el palo trinquete yuna ?l:ron en SUS tres pe~u.eñas garabelas porvela la~ina ~n el de popa ('1); velas que- la, ?gna del GuadalqulvlI'; cuyas marismasse~un lOvestIgadores especialistas, -carac- cubIertas cerca de Sevilla por frondosoterlzaba e~a clase de embarcaciones, cuyo sauzales y las riveras en su embocadul'asnombre, ligado al. descubrimiento del nue-vo contine,nte, ID está ta.mbién., J'unto con por estensos pinares, contemplaban algu-1 nos de ellos por la postrera vez.? de SO]1;, al de Colón y los Pinzón,

a los de Gaboto y Vespucio, á los de El 8 d? ?ctubre de 1515 partieron paraMaD'all d 1 el buen VIaJe desde el fondeadero de Bo-~ anes y e 0100. L'l tercer cara~bela de Salís se sabe que era latina (2) con nanza en Sanlúcar de Barrameda, situado10 que supongo se quiso decir que tenía- e~ la boca del antiguo Betis (1). ta su-como algnnas otras carabelas-velas latí- bl~me ley del cariño conducida por esanas en ambos palos. ~lslma histórica rivera de donde partió, .Francisco de Coto (ó Coto) hermano po- Colon par~ su tercer 'viaje, y de donde más

hyco de Solí.s, quedó desempeñando inte- tarde salieron Hernández de Magallanes,rlOamente, por autorización real, el pues- Gaboto ~ ~~ndoza, á parientes y amigosto de piloto mayor. que despldlnan á los futuros descubrido-

Infructuosamente he buscado y hecho res del l)lata hasta qlle eJ casco ó la ehtenab, usca,r la nómina de los que acompañaron de las naves desapareciera en la redondéz

S 1 del globo.a. o lS. Consta en documentos y códices(IIversos, que á demás del contador Alar~ Habiéndose aprestado la' armada en~ón, facto.r :Warquina y piloto Francisco de I..epe; perteneciendo á 6sta villa la' familiaTorre.s, VIOleron tambien los pilotos Juan de Solís y la~ de varios compañeros, natu~de Llsboa (3), y. Rodrigo Suarez, vecino ral es que allí tocara: que en el conventode Cartaya; el maestro Diego García veci- de San Francisco (2), ó en la iglesia deno ,de Moguer, el alférez Melchor Ramirez

J

veCInO de Sevilla; un portugués EnriqueMontes, un Juan ó Jorge Gomez, el des­pensero Martín García, un Rodrígo, mari­ne~o, y un grumete Francisco del Puerto.

Comprobadas parla casa de contrataciónl~sagaJas de marear, astrolabios y balles­tlHas,l1echos Jos últimos aprestos yde acuerdo con las buenas prácticas d~entonces, oída por Salís y sus compañe­ros J~ s?lemne misa en que se encomenda­ban a,DIos, cuando partían para tan (argosy arrJesgados viajes~ aquellos navegantesse embarcaron frente al antiguo poliedro

-S (1) Las,cal'abela,s de mayor tonela¡je,-como la

anta 1\'lar~a de Colon, tenían generalmente aparejoen cr1uz en los palos triRquete Y mayor y ve'a latinaen e mesana _ '

(2) Herrera Década 2,a, libro ].0, cap. 7,0(~) Al1íres~día e11 ~517, según consta en el

Archivo parroqUIal de la Iglesia de Santo Domipgo.

LOS nEBATES LOS DEBATES 189

yo decidido de una reina, grande .en.su am­bición: este hecho fué el descubrImIento deAmérica.

Este admirable suceso, debía tener comosalta claramente, gran repercus,ión en elcontinente europeo, Y debía traer co~o

consecuencia una serie continuada de VIa­jes, emprendidos, ya por aventureros,cuyos móviles serían el deseo de nacer f~r­tuna, ya por hombres mas o~enos deslU­teresados, cuyo objeto habría SIdo solamen­te conocer estas tierras y dar de ellas datosprecisos. .

Para poder entra en materIa, no es for-zoso poner entre ellos á un c~smógrafoflorentino, harto célebre y conOCIdo, pues­to que su nombre se perpetuó, p~r llev,a:loun continente. Este hombre fue AmencoVespucio, personaje q,ue podemos lla~arlegendario Yque ha SIdo el tema de ?el.e­bres polémicas acausa de las contrad lCClO­

nes é incoherencias, que se hech.an de veren los documentos que nos ha dejado; mo­tivos estos que han hecho dudar y luegonegar sus tan discutidos viajes.. .

Hoy casi, se puede, con entera Impar~la ..Hdad, gracias alas pacientes confrontaciO­nes y revisiones de 108 documentos de aque­lla época, poner en duda. ó,á 10 menos,aceptarlos con muchas restrICCl?neS los quenos quedan de América VespuclO"

Era este personaje un florentmo noblede nacimien~o, que según parece estaba e~relación conlo mas encumbrado de su pa~s

al cual se atribuyó gran parte de la glorIay . "en el descubrimiento de Amenca.

En aquellos tiempos ?~ fiebre,. p~r asdecirlo, geográfica y mantIma, habla lnnu"merable cantidad de per~o~as, cuya.s?laocupación era dar ála publiCidad los viajesy los descubrimientos que entonces sehacian. .' . , .

Dei exa.men analítico de ese InmenSlSlffiOarsenal de obras, no han resultado, enverdad muchas praebas á favor de la aute.n-

t· 'd d·de viaies .sino q. ue por el contrarIo,.lCl a . a ' •. ,hay testímoniosfehaci~nte qu~ nIegan o

AMÉrarco ·VE~l?UCI0

-(Confc1'cncia leída en el a~¡la de Historía Amc1'ica,na)

POR AGOSTO MussoUn hecho grande, titánico: un hech~

digno de ser cantado por Homero,. se lle~oá cabo a fines del siglo xv, por la lUaudItaaudacia de un genio inmortal,y por. el apo-

=Costearon luego la Cananea: nombre que

conserva hasta hoy, y recuerda.uno de lostres sucesos bíhlicos compr~ndl~os en lafiesta de la epifania que la 19lesla celebrae16 de Enero /,1). ..

De ahí «tomaron la derrota para la ls~aque dixeron de Plata)) (ao~ual Santa Ca~ah­na\ «y surgieron en una t18rra que esta en~7)O»; (la latitud exac~a. del puerto .~oma,~aen el fuerte AnhatomlrLO, ~n 27o~b. 39 ).

, El extracto de Herrera dICe que a es~epuerto «llamó .luán Díaz de S?lís la Bah~ade los PerdidoS» pero no debIó ser ~ol1s Isinó sus compañeros al regresar, qUle?eS

1 dieron tal nombre, por haberse perdIdoe . 1 'en el extremo Sur de esa lS a, - segun sededuce de los documentos Yhechos cono~

cidos, como se vera. mas adelante,-unade las tres carabelas de la armada de Sa-lís cuando volvían á Castilla. .

:En Santa Catalina obtendría Salís prov~:ciones de sus pacíficos naturales, y dr~blOseauir viaje deliO al 10 de Enero de 1~16.Lulnego «pasaron el Cabo de las Cornen-tes», que inc1udablemen'~e es el lla~a~?hoy Santa María Grande, sItuadoe~ 28 38 ,donde el agua corre del Norte al S~r co~otres kilómetros por hora, y ~as auncuando soplan con' fuerza los Vientos, ,deN. E. que prevalecen en es.a estaclOn:Fueron luego á surgir en una tlerra en 29latitud, ó sea la parte N. de la .«playa deTorres». (Co'l1.ttnuard).

=--

(1) Este cabo debesarla actual pinta dosCas·telhanos, al oriente de la Isla Grande.

(2). La diferencia.. de latitud. debe .atribuirse á loadefectuosos instrumentos de entonces.

Después de pasar el cabo Santo Tomé{<DO pudieron reconocer el cabo Frío sino«por la altura»: se vé, pues que sabían susituación. Entraron en seguida en la granbahía que los documentos españoles deenLónces llamaron Rio ne Genero, quizáspor corrupdón ele la voz portuguesa Rio deJaneiro: de 'a cual ha deducielo el historia­dor Varnhagen que se descubriera e11.0 deEnero (seria del año 1502) por Vespucil) Ó

Nuno Manoel. . ,Aquí los naturales surtirían la flota de

Salís con las proviciones que según el Is~

lario ele Alonso de Santa Cruz (del que tengocopia auténtica) abundaba la tierra: «maíz,({cavabe, patatas, gallinas, venados, dantas,«fais:?~nes ymuchos animal es y aves.»

Si, como es muy probable, Satis continuóla costumbre, (que sin ser 'regla invariable,era sin embargo práctica general en losdescubridores) de poner á los cabos, puer­tos, rios, islas, montelñas ócostas, el noro"bre del santo del dia en que los descu­brían, debe suponerse que la armada sa­liese del actual Rio de J'aneiro á fines deDiciembre del año de 1515; pues pasaronpor un cabo que el extracto de Herrerallama de .Navidad (1), - 25 de diciembre-siguieron hasta el Rio de los Santos 1no­centes,-28 de diciembre-que situaronen 230 15" de latitud Sur; puerto que con­serva aun el mismo nombre. ele Santos, yestá en la margen derecha del río llamadohoy Bertioga, siendo su posición exacta alos 24° 3' 6" (2). No debe confundirse esterío con el llamado desde entoo'ces San Vi­cente, que desemboca en el ángulo S.O.de la bahía de Santos, y en cuya margenizquierda está la villa de ese nombre, dis­tante 6 1[2 kilómetros a través de la pe­nínsula ceñi:la entre ambos riosBertioga ySan Vicente.

188

Ya se ha leído que Salís había cruzadoantes el Atlántico con Yañez Pinzón Seignora si acompañó á Vespucio en 1001 á1502 Ó en los otros viajes de este cosmó­graJo; pero además de que traía pilotosque habían recorrido una parte de las cos~

tas que iban á seguir en su navegaci.ón,Salís conocla las cartas reales en que habíacolaborado América, y de suponer es quehabría tomado informes de él ó de algunosde sus compañeros: la rapidéz del viaje quepracticó y ciertos detalles que haré notar,inducen á presumirlo.

Próximos ya á la costa americana ycuán"do navegando en rumbo S. Ji s.a. los pi­lotos creían encontrarse noventa leguas ábarlovento del cabo San Agustín, vieron lasmonótomas é inhospitalarias dunas de blan­ca arena cubiertas de jaras y zarzalas queforman el cabo San Roque: extremidad N.E,de nuestro continente Esto debía tenerlugar en el mes de Noviembre de 1515. Larecalada allí viniendo de Europa, seríaacelerada por la gran corriente ecuatorialque atraviesa el Atlántico en dirección delE. S,E. al O. N.O., y que se bifurca preci­samente en el cabo San Roque; esto expli­carla el error de los pilotos. Los vientoscasi constantes del E., del E. N.E.ó delE. S.E. favorecerían tambien esa recalada.

Como en casi 'todas las playas, esa costaardiente carece da puertos, lo que sabíaSalís; y como simultáneamente con la apa­rición del cabo, la sonda revela los bancoscubiertos de corales que le circundan, esdesuponer no podrían detenerse en esaprHnera costa sud-americana. Las aguasque en aquella época del año corren háciael S, O., los llevaron dos grados más al

I Sur del cabo de San Agustín cuyos rojizosbarrancos, coronados por grupos de coco­teros, conocía tambien Salís.

Aunque no lo dice el extracto del Diariodel viaje, reconocerían-pues veníancos­teando-Ios:islotes .y arrecifes de Abre elojo, <llamados hoy, por .•• contracción y no'sin propiedad Abrolhos.

100 LOS DEBATES

qne por lo menos hacen dudar de la vera-I) la referencia qlle Alvarez Cabral hace, quecidad de ellos. de vuelta al J.Jortl1gal donde llegó el año de

191LOS DEBATES

=--.....::=r-==========~~:~~~E~n~ef~ec=t=o,=a=s=:=i =q=u=e~l=o ~tu~v~im=os:=:e:nf~o:ca:,d:O,al recordar és to, lo hacemos porque Goez t t e de

Yos merece toda confianza, desde qne narra presentóse de la manera que 1'a al' .n traducir al papel lo más claramen~e po-

. hecho'5 Y viajes emprendidos por otros sible: Figuraba un disco luminoso Clrcu.l~rextrangeros, prueba eviden,te que no er~ rodeado de un anillo luminoso tamblenni envieli'lso ni impostor, Oldmu?hO meno~ y de forma elíptica; ambos hallábanse se­celoso de la gloria. de los emas.. parados incompletamente por un aro n~-

Además existe una carta del embélJador, es decir el anillo del planeta temadeVenecia á sus hermano3 de Italia, donde ~~Z~ta inelina~ión con respecto al rayoles habla de la navegación de co~te Real visual, de modo que, adquiriendo por laen 1;>0'1 Y ni ml1nciona ~ VespuclO. T~m- proyección la forma alargada de que habla-l)l'e'n e,~ extl"() -1·10, que hablB,ndo,se ex.aroma,- f d' dos puntos con. .~ mas antes se con nn la endo el cuerpo de Derecho Publt?o Dlplo~a- el elisco c'entral. Por eso rué .que hemostico ele l)orlugal, tanto respecto. alas relaclO- dicho qne la ~eparación ero, ln~,o~plet:.nes con España, como con Ha\!a, no se h~!J, Notóse, ademác;:, que apenas sallan fael aencontrado en absoluto la menor menclOn del conjunto, y por lo tanto eran peque­de este cosmógrafo; y que Ruy de sau~e, ños, dos casquetes esféricos de Saturno.ministro del rey don Manuel, en Espana,en H,OO y 11.>01, no lo nombre para nada, Los anillos, como se sabe, son tres; p.ero

lo mi'3mo que Mendez Vasconcellos en su el hecho de que nosotr?s h,ay,amos Visto

r' OC) lamente uno, se expllca factlmente, te-correspondencia oficial d~l ~ño ID ,,"' .' sool'endo e[l cuenta que la distancia. ,que,los

'l'anto el códice de la BIblIoteca (le Pans, 1 1.l 1 d t ex separa es insh:mificante con re aClOn a. a

como el citado Goez , no hah un e o ra - CJ LIt en1 .. el Juan de que media entre la Ti~rra y e P a~e ~ _

pedición en H>O.I, ~11~ e viaJe,. e , a. cuestión. Preciso sena, pues., un lO:;tr~Nova, J.)ersonaje mSlgmficante :si lo comp mento l-le aran poder para po.der descubnrramos con Vespucio, En cnanto al ~egundo ~.. eoez eru'u'da el mismo silenCIO como los anillos separados entre s!.

Vplt~~e;ed~[' ti pIara la gloria del seudo-:lej~' Luego observamos la Luna,' la mudaañera de la Tierra. Estaba en una fal-

cubridor. ( Contirn'uaro) ~~~~eciente, en su cuarto día. El aspecto_~o~- ue presentaba era verdaderamente h,e~-

q En la parte norte y un poco haCIamoso'd'b ., base perfectamente delineado,el O. 1 liJa , 1 ".en forma casi circular, él mar de a CrISIS,

hacia el E., Yalgo al S., figuraban part~s

BNSAYOS DB OBSBRVAOIONES ASTRONÓMICAS d los mares de la Serenidad, Tranqul­li~ad y Feeundidad, los cuales ocupan un

SETIEMBRE 30 es acio mayor que el ocupa.do por el, mar(Entre las 7 1/2 Y las Op. m.) d: la Crisis. Las otras partes d3 dlCh~S

El hermoso planeta Saturno, con ~u luz tres U:ares se' b.allaban sumergidas en atranquila, se pl'esentaba hácia,elO. a una sombra.altura que á simple vista, podla calclularse Según los astrónomos, esas manchas q~.e

hoomhs ó menos, brindándose P acen- en el suelo lunar, no son en rea l-en ): ) d t d s las mira- se ven . 11 N no con-teramente á ser objeto e o a . .. Idad marAS SiDO extensas anura~ ddas .curiosas. y nosotros,. n~dC~u .C:i~~~l: teuiendo u¿a sola gota de agu~:ral d::~~dad vulgar sino con CIUlOSI a Cl~. .' minacíón de mares ha que. a onos dispusimos á dirigirle el anteojo para . tiempo atrás, cuando se erela que erancontemplarlo con mas provecho, .

'1501, encontró en el Cabo de Buena Egpe­ranza, tres navíos que el rey lusitano ha­bía mandado para de~cubI'Ír la tierra nueva,cuya tierra según las afirmaciones de Ca­bral, la había hallado el mismo, cuandoiba para Calicut.

PBro, lo que nos deja suspensos, es queel piloto de Alvarez Oabral, no haga men­ción de Vespucio, personaje que no e¡'a pa­ra pasar inadvertido de esa manera. Deconsiguiente no podemos suplir la fallaabsoluta de documentos con una coinci­dencia qne estrictamnntc no debiéramosjuzgar como tal.

I Aclémás pal'ece imposible que Damián de

IGoez historiador eruditísimo, que fué coe·táneo con estos descubrimientos, que poseíavastísimos conocimien~os y siendo comoera archivero mayor' del reino y guarda ma-yor de la Torre del Tambo, en donde adqui­rió la mayor colección de notiCIas docu­mentales, para formar su crónica, en lacual no se ha olviclaclo de hablar de PedroPascoal igo, embajador de Venecia en Lis­boa, y refidendo como lo hace, nombresmuy indiferentes, dice solamente, cuandohabla del encnentro de Alvarez Cabral en elCabo de Buena Esperanza: «y de aHí vi noá Cabo Verde, donde halló á PeLlro Di az,que se le habíac1esaparecido, cuando ibapa.ra la India). ¿•.\caso, podemos suponel'como posible, que se le pasase por alto, elprentendido enCllentro con Yespucio?

Este mismo historiador visitó mucho laItalia y además tenía correspondencia conuna infinidad de personajes espectables deella, y como ya hemos dicho era muy eru­dito, afirmación que se desprende de sumisma crónica, donde nos dá cuenta de in­finitos detalles, hasta de los mas indiferen­tes. y donde ni nos menciona los pretendidosviajes de Vespucio. Es verdaderamente ex..traño.qne en aquel mismo tiempo no seencontraran documento alguno qua hicierareferencia de ··108 viajes de este florentino,

En cuanto á los dos vi~jes, qt;le se dice,hizo por cuenta del rey de Portngal, estáindefectiblemente probado que no sonciertos ó que si fué en ellos, no lo hizo co­mo jefe de expedición sinó qne como sim­ple pasajer0.

En efecto, el vizconde de Santarem, ar­chivero mayor del reine de Portugal, tratóde inquirir lo que había de cierto en esosviajes, y revisó con suma escrupulosidadlos documentos de aqueIla éPOCél, no en­contrando, en absoluto, ni en las cancille­rías originales del rey Manuel el Afortuna­do, desde 1495 hasta it>03, ni en los82,902 documentos del Cuerpo Cronológi­co, ni en los 6095 del cuerpo de las Grlve­tas, ni en numerosa can tidad de cartas mi·sivas de los reyes y otros personajes, lameno, alusión con respecto al nombre deVespucio,

Este mismo erudito personaje, afil'maque en la preciosa colección de manuscritosde la Biblioteca de París, no encontró tam­poco, donde babia de los descubrimientosy viajes de los Portugueses, el nombre deVespucio, ni aún en el códice 10.023 inti­tulado «Diario de los viajes de los Portu­gueses, desde el año 11·97 hasta 1632,»cnyodocumento fué originalmente escritoen lengua Portuguesa y en el cual, aunquesea una copia, se puede observar una por­ción de arcaísmos, pl'ueba que podemossentar como evidente, para afirmar que setrata de un documento antiguo.

Podemos, pues, sin temor~lguno, sentarque son muy sospechosas, dados estos an­tecedentes, las cartas de Vespucio á PedroSoderini, .tanto mas cuanto que en ellashay flagrantes contradicciones con la que,según se dice, mandó á Lorenzo de Medicis, apellidado el Magnífico, cuya copia yno como se ha dicho cuyo origírral se en·cuentraen la Biblioteca de Florencia.

Laúnica< coinaidenciaque se encuentra,y quena es muy clara, á. dedr verdad, es

192 LOS DEBATES

extensiones de aquel líquido. Puede creerse,sin embargo, que, en tiempo lejano, fueronmares.

En conjunto, el suelo sinuoso y escabro·sísimo de la Luna presenta cratéres huecos,dentro de cuyas cavidades reina la sombra.

Poco faltó para que hnbiéramos sido, 'en verdad, afortunados. Veamos por qué.

A poca distancia del satéli te de nuestroplaneta, y más bien por UD lado sombrio,­brillaba Antares, la única estrella de primera magnitud de la esp léndida constelacióndel Escorpión; ahora bien, la Luna, siguien­do el movimiento diurno, se iba acercandoá dicha estrella, y parecía que su disco ibaá pasar delante del astro sideral enunciado,produciéndose entonces una ocultaciónque hubiera sido notable, pues rarísimasveces se presenta este caso con estrellasde 1.a magnitud, y además penetrando porla parte oscura del satélite.

Nos hubiéramos ·dado cuelflta cabal delfenómeno, puesto que, debian persibirsecon toda claridad el principio y el fin dela ocultación; pero nada de eso, desgra­ciadamente, sucedió, y nos tuvimos queconformar con lo que habíamos observado.

OCTUBRE ;:{

(Entre las 71/4y las 8 1/4 p. m.)

La Luna D0 se hallaba en un (martacreciente, faltaban aún unas 5 horas. Laluz cenici.enta vWse perfectamente.. Mirando detenidamente el suelo lunar,hemos podido descubrir los cráteres ra­diantes Macrobio y Cleomedes. Esta partees pobre en cráteres de tal naturaleza.

. Además del anteojo que ordinariall1:enteusamos, hemos empleado un teodolitocon una particularidad: la de teneragre..gada en su correspondiente anteojo ciertapieza que contiene un espejo con una in­clinación de 45°, segun el sistema de~ew·tton. Apesar de que tiene poco aumento,la Luna se dibujaba por. reflexióneon al­gunos detalles.

]). P. B.

ECOS UNIVERSITARIOSEl nuevo Reglamento-Días pa­

sados se repartíó entre los estudiantes· dela Universidad el nuevo Reglamento de estainsti tueión.

Con tiene la publica ción referida todaslas leyes y ordenanzas dictadas sobre laenseñanza secuodaria y superior, lo cualsignifica 11n adelanto sobre las publicacionessemejant.es hechas anteriormente, puéspermíte así al lector formarse una ideaacabada de la marcha progresiva de nues­tra Universidad.

O."dcn de exáloeues-':"En los mo·mentos en qlle e~cr¡bimos estas lineas, sehalla á consideración del clecano de nues­tra sección, Dr. Willim.an, el orden de exá­menes planificado por los estudiantes detodos los años reunidos.

Creemos que con un poco de buena vo­luntad de parte de qnienes han de fijar defi·nitivamente el orden mencionado, puedensatisfacerse los deseos de tod03. Estos sonnuestros votos.

CJlauSlU"a de las aliJas-De con­formidad con lo estatuido en el reglamentoUniversitario, el día 20 del actual han sidoclausuradas las aulas de la sección Prepa­ratorios.

A. los estllldlantes .Ie Ifistol"laNatllll"al-l)rm.emos en conocimiento delos señores estudiantes de Historia Natural1.° y 2.° año, que deseen concurrir al mu­seo de nuestra sección, que éste estaráabierto los días ~rueves y Sábado de 4 1/~

a 51/'2 de la tarde.Por ahora regirá el indicado horario;

pero á la aproximación de los exámenes, .es decil', cuando más indispensable se ha·ga á los estu diantes su asistGncia á él, seabrirá todos los dÍ'ls .

Exámende Ingreso -Se previeneá los jóvenes que deben dar exámen deingreso que esos empezarán el 15 deNoviembre.

A.g."adecemos el envio -Hemosrecibido un ejemplar del interesante yvoluminoso almanaque del «Siglo», por loque agradecemos el envío.