colombiano de energía - cid.unal.edu.co · dean las perspectivas de la ac-tividad petrolera en...

16
Boletín del 3 Agosto 2001 No. Colombiano de Energía Colombiano de Energía Directora: Astrid Martínez Ortiz Directora del Centro de Investigaciones para el Desarrollo - CID, de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional. ComitØ editorial: GermÆn Corredor, Isaac Dyner, Mario García, Alicia Puyana (Flacso MØxico), HØctor Pistonesi (Bariloche), Philip Wright (Universidad Sheffield). Diseæo y diagramación: Marcela Otero Impresión: Ediciones Antropos Email: [email protected] [email protected] www: fce.unal.edu.co currie.fce.unal.edu.co UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA Sede BogotÆ Facultad de Ciencias Económicas El Observatorio Colombiano de Energía es un espacio virtual. Sus sedes son las Facultades de Ingeniería y de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional en BogotÆ y de la Escuela de Minas UN en Medellín. Los profesores participantes son expertos, consultores y analistas de la coyuntura minero-energØtica, del diseæo de mecanismos de regulación energØtica y de la modelación de los mercados energØticos. Contenido Editorial 2 Ecopetrol y su aporte al país Hernando HernÆndez 4 La regulación económica en el sector de combustibles líquidos en Colombia Astrid Martínez Ortíz 8 El futuro del petróleo colombiano Alicia Puyana 13 ISSN: 1657-480X

Upload: others

Post on 23-Mar-2020

4 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

Boletín del 3Agosto � 2001 � No.

Colombiano de EnergíaColombiano de Energía

Directora:Astrid Martínez Ortiz

Directora del Centro deInvestigaciones para el

Desarrollo - CID, de la Facultadde Ciencias Económicas de la

Universidad Nacional.

Comité editorial:Germán Corredor, Isaac Dyner,

Mario García, Alicia Puyana (FlacsoMéxico), Héctor Pistonesi (Bariloche),Philip Wright (Universidad Sheffield).

Diseño y diagramación:Marcela Otero

Impresión:Ediciones Antropos

Email:[email protected]

[email protected]

www:fce.unal.edu.co

currie.fce.unal.edu.co

UNIVERSIDAD

NACIONALDE COLOMBIA

Sede BogotáFacultad de Ciencias Económicas

El Observatorio Colombiano de Energía es un espacio virtual. Sus sedes son las

Facultades de Ingeniería y de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional en

Bogotá y de la Escuela de Minas � UN en Medellín. Los profesores participantes son

expertos, consultores y analistas de la coyuntura minero-energética, del diseño de

mecanismos de regulación energética y de la modelación de los mercados energéticos.

Conten idoEditorial 2

Ecopetrol y su aporte al paísHernando Hernández 4

La regulación económica en el sectorde combustibles líquidos en ColombiaAstrid Martínez Ortíz 8

El futuro del petróleo colombianoAlicia Puyana 13

ISS

N:

1657

-480

X

Boletín del

OBSERVATORIO Colombiano de Energía

2

incuenta años después de la

creación de Ecopetrol, la incer-

tidumbre y el pesimismo ro-

dean las perspectivas de la ac-

tividad petrolera en Colombia.

El cambio de la política de contrata-

ción en 1999, si bien paralizó la nueva

contratación en el primer año de gobier-

no a la espera de una definición que

tomó demasiado tiempo, mejoró sustan-

cialmente la rentabilidad de la actividad

para el sector privado, con una buena

cobertura del riesgo esperado. Las dos

modificaciones más importantes fueron

la adopción de una escala variable de

regalías de acuerdo con la producción

diaria del campo y la reducción de la par-

ticipación de Ecopetrol en la producción

de un campo, cuyo mínimo descendió

del cincuenta al treinta por ciento.

La actividad de contratación en 2000

y 2001 mejoró en número de contratos,

gracias a esta mejora de la competitivi-

dad del contrato colombiano y al soste-

nimiento del precio del crudo, en niveles

superiores a los 25 dólares el barril. El

número de contratos firmados es un in-

dicador muy parcial del éxito de la con-

tratación.

Importa saber, si se trata de compa-

ñías grandes que puedan abordar proyec-

tos de difícil geología, altos costos y obje-

tivos ambiciosos. Importa la intensidad de

la actividad exploratoria y el hallazgo de

hidrocarburos para evitar el desabasteci-

miento de crudo en pocos años.

Ni la actividad exploratoria en curso

ni la que emprendan los signatarios de

EDITORIALlos nuevos acuerdos, muestran buenas

perspectivas inmediatas. En los últimos

años se han venido reduciendo las reser-

vas remanentes como resultado de la

alta producción y de la muy marginal

adición de reservas, hasta el punto que

Ecopetrol deberá comprar crudo para

cargar sus refinerías y producir combusti-

bles en 2003.

La declaración de inexequibilidad

de la ley que modifica las regalías pe-

troleras le da un año al gobierno para

subsanar los vicios de forma de la

promulgación de la medida. Un nuevo

proyecto de ley está listo para ser deba-

tido por el Congreso de la República. Su

discusión puede conducir a un replan-

teamiento de la política ya que se da en

medio de la campaña para la elección

presidencial.

Esta posible reducción de la competi-

tividad del contrato se suma a las dificul-

tades de orden público que obstruyen la

labor de exploración y también la de pro-

ducción y transporte de crudo en el país.

El anuncio de OXY sobre el resultado en

Gibraltar no ayuda a reducir el pesimismo

en el país. No obstante, las autoridades

del sector adelantan las gestiones nece-

sarias para mantener el atractivo de la

actividad petrolera en Colombia.

La contribución de los hidrocarburos

ha sido muy importante para explicar el

desempeño de los indicadores fiscales. Sin

embargo, el desarrollo de la producción y

la posible moderación de los precios in-

ternacionales llevarán a unos resultados

más modestos en los próximos años.

C

Agosto � 2001 � No. 3

3

El gobierno nacional no parece ha-

ber incorporado esta situación en la pro-

yección de las cuentas fiscales, como re-

vela el hecho de pretender para 2002 una

contribución de Ecopetrol correspondien-

te a mil seiscientos millardos de pesos

como superávit, cuatro veces el resulta-

do esperado para 2001.

La política de refinación y petroquí-

mica está en proceso de revisión. La

creación de un mercado para los com-

bustibles líquidos en Colombia es un pro-

pósito loable, que empezó con la inter-

nacionalización del ingreso del

productor de gasolina y ACPM y con la

liberación del margen de los distribui-

dores minoristas en diciembre de 1998.

Sin embargo, la falta de definiciones cru-

ciales sobre la refinación privada, el ac-

ceso a los activos de transporte de com-

bustibles de Ecopetrol y los criterios para

la fijación de tarifas de transporte han

entorpecido la consolidación de ese

mercado.

Por último, el potencial de desarro-

llo del gas natural en Colombia puede

concretarse en un aporte a la matriz ener-

gética de Colombia, si se definen clara-

mente las orientaciones de política en

cuanto al aprovechamiento de los recur-

sos mineros y energéticos del país y si

esas orientaciones guían las decisiones

de precios de cada uno de los combusti-

bles, al igual que las medidas de estímu-

lo a la industria petroquímica y las inicia-

tivas de las autoridades fiscales.

El presidente de la Unión Sindical

Obrera comparte con los lectores la vi-

sión de los trabajadores sindicalizados de

Ecopetrol sobre lo que debe ser la contri-

bución de la estatal petrolera al desarro-

llo del país. La directora del observatorio

comenta la política de combustibles en

Colombia. La profesora Alicia Puyana de

FLACSO, México, termina con una re-

flexión sobre el futuro del petróleo co-

lombiano.

Con esta publicación, la Universidad

Nacional conmemora los 50 años de

Ecopetrol, baluarte empresarial y orgu-

llo de los colombianos y espera contri-

buir a una mejor percepción de los pro-

blemas del sector y a la búsqueda de

soluciones que conduzcan al aprovecha-

miento de su potencial, como es la aspi-

ración colectiva.

Boletín del

OBSERVATORIO Colombiano de Energía

4

os hidrocarburos son hoy la

principal fuente de energía

del mundo. El petróleo y el

gas representan el 63% del

consumo total de energía

mundial. El crecimiento y desarrollo de la

economía global está soportado en la uti-

lización de los hidrocarburos, lo cual ha

hecho que este sector se convierta en uno

de los más importantes y estratégicos en

la vía de desarrollo de cualquier país pro-

ductor o consumidor. El cuadro nos indica

el comportamiento de las diferentes fuen-

tes de energía que se vienen utilizando

actualmente.

En Colombia nunca ha existido una

política de estado en materia de búsque-

da y manejo estratégico de los recursos

naturales y específicamente de los hidro-

carburos.

Desde el inicio de la explotación pe-

trolera, el Estado ha sido proclive a de-

jar en manos de las compañías multina-

cionales el manejo de este recurso tan

importante, basta hacer un breve re-

cuento de la evolución contractual de

la explotación de los hidrocarburos en

Colombia.

La historia de la explotación petrole-

ra inicia en 1905 durante el gobierno de

Rafael Reyes con la implantación del

Contrato de ConcesiónContrato de ConcesiónContrato de ConcesiónContrato de ConcesiónContrato de Concesión, donde se

asignaron los yacimientos del Magdale-

na Medio a Roberto de Mares y del área

del Catatumbo al General Virgilio Barco.

Concesiones conocidas con sus respecti-

ECOPETROLy su aporte AL PAÍS

Hernando HernándezPresidente de la Unión Sindical Obrera L

Consumo Mundial de EnergéticosConsumo Mundial de EnergéticosConsumo Mundial de EnergéticosConsumo Mundial de EnergéticosConsumo Mundial de Energéticos

Gas Natural23%

Otros1% Petróleo Crudo

40%

Carbón22%

Hidráulica7%

Nuclear7%

Con la incursión de capital

trasnacional en los campos

directos de la empresa,

a través de los contratos de

producción incremental y

�Farm Out�, parece

complementarse la política

de entrega del control de este

recurso estratégico y de

reducir el papel de ECOPETROL

a un simple administrador de

contratos de asociación.

Agosto � 2001 � No. 3

5

vos apellidos. En esta modalidad el Esta-

do solo recibía entre un 3% y un 12%

como regalía.

Creación de ECOPETROL

En 1948, en vísperas de la Reversión

de la Concesión de Mares, los trabaja-

dores petroleros organizados por la

Unión Sindical Obrera USO, en unión

con la población de Barrancabermeja y

sectores democráticos del país protago-

nizaron una huelga petrolera para evi-

tar que se ampliara por otros veinte

años la explotación de la concesión a

la Tropical Oil Company. A raíz de la pre-

sión ejercida, el Gobierno Nacional toma

la decisión de crear en 1951 la Empresa

Colombiana de Petróleos ECOPETROL.

Este es tal vez uno de los pasos más im-

portantes que se dieron en la construc-

ción de una política de carácter nacio-

nalista para el manejo estratégico de los

hidrocarburos.

Hoy, cincuenta años después, ECO-

PETROL se ha convertido en pilar funda-

mental para el desarrollo económico y

social del país, no obstante la intención

de los Gobiernos de turno es diseñar po-

líticas para entregar nuevamente este

sector a las compañías multinacionales

como a principios del siglo pasado.

En el año 2000, el sector de los hi-

drocarburos en Colombia se consolidó

como uno de los pilares fundamentales

de la economía, alcanzando cifras récord

en su historia. Por un lado realizó expor-

taciones del orden de 111119999946 millones46 millones46 millones46 millones46 millones

de dólaresde dólaresde dólaresde dólaresde dólares permitiendo con esto que

el país lograra una balanza comercial

favorable de 111118888846 millones de dóla-46 millones de dóla-46 millones de dóla-46 millones de dóla-46 millones de dóla-

resresresresres, a pesar de la evidente recesión eco-

nómica.

Igualmente ECOPETROL se mantie-

ne como la empresa más importante del

país y una de las principales fuentes de

recursos fiscales. Tan sólo en el año 2000

le transfirió al Estado cerca de 5 billo-5 billo-5 billo-5 billo-5 billo-

nes de pesosnes de pesosnes de pesosnes de pesosnes de pesos, lo cual evitó que la refor-

ma tributaria fuera más dura y la situa-

ción del déficit fiscal fuera peor. Así

mismo entregó regalías a municipios y

departamentos por el orden de 2 billo-2 billo-2 billo-2 billo-2 billo-

nes de pesos,nes de pesos,nes de pesos,nes de pesos,nes de pesos, lo que representa un gran

aporte al desarrollo regional a tal punto

que hoy muchos de estos municipios y

departamentos soportan sus inversiones

sociales en estos recursos.

ECOPETROL durante 50 años ha

cumplido eficientemente su misión; ma-

nejar el petróleo y el gas, autoabastecer

de manera segura y oportuna al país con

combustibles y participar como empresa

petrolera en la industria. ECOPETROL ha

construido toda la infraestructura de trans-

porte y almacenamiento de derivados y

de crudo, construyó y dio nacimiento a

la única distribuidora mayorista del país,

Terpeles S.A.; construyó toda la infraes-

tructura del plan nacional de masificación

del Gas Natural; subsidió durante déca-

das la importación del déficit de gasoli-

na y ACPM.; creó y financia el Instituto

colombiano del Petróleo ICP entre otros.

El patrimonio petrolero ha crecido

sustancialmente, ECOPETROL ha gesta-

do dicho crecimiento sin demandar in-

versión del presupuesto nacional y cum-

pliendo oportunamente con allegarle

dividendos al gobierno nacional e inclu-

so soportando la carga de participar en

programas de contenido social como

Resurgir, P.N.R., Plan Catatumbo, Corpes

Regionales, ayudas a las comunidades,

planes de infraestructura vial, etc.; inclu-

so los recursos de ECOPETROL han sido

utilizados para conjurar la crisis del sec-

tor eléctrico construyendo varias termo-

eléctricas a nivel nacional y para salvar

de la quiebra a Carbocol, la cual fue en-

tregada al capital transnacional.

A pesar de la importancia de ECOPE-

TROL para la economía nacional y el de-

sarrollo social del país, los últimos go-

biernos en su afán de cumplir con las im-

posiciones del FMI y el Banco Mundial

han venido reduciendo el papel de ECO-

PETROL en el sector de los hidrocarbu-

ros. Basta con hacer un balance de las

reformas a la legislación petrolera para

darse cuenta de lo negativo de estas de-

cisiones:

En materia de búsqueda de hidrocar-

buros, las reformas realizadas al contra-

to de asociación son:

� Reducción de la participación de

ECOPETROL en la producción a solo

un 30%.

� Aumento en los periodos de duración

de los contratos de Asociación hasta

38 años.

� Cambio en la liquidación de regalías

con la Ley 619 de 2000, la cual fue

recientemente declarada inexequible

por la Corte Constitucional.

� Los beneficios tributarios a las com-

pañías trasnacionales.

� La entrega de información sísmica y

la subasta de prospectos definidos por

ECOPETROL entregados en la Ronda

2000 deja en evidencia que el Gobier-

no Nacional pretende marginar a

ECOPETROL de la producción de hi-

drocarburos y muestra la clara inten-

ción de dejar la iniciativa únicamente

en manos de las compañías multina-

cionales.

� La actividad exploratoria directa de

Ecopetrol en 1999 se limitó a sólo 1

pozo (Cocuyo) y uno en la modali-

dad de riesgo compartido (Unicornio)

sin ningún resultado positivo.

En el año 2000 Ecopetrol no perforó

ningún pozo exploratorio. Lo más pre-

Boletín del

OBSERVATORIO Colombiano de Energía

6

ocupante de esta situación es que no se

ve mejoría, porque para agravar la situa-

ción la administración actual decidió ce-

rrar la gerencia de exploración y perfora-

ción directa de la empresa convirtiéndola

en una gerencia de proyectos que se de-

dicará a diseñar prospectos de perfora-

ción para ofrecer a las multinacionales y

los presupuestos de la Empresa cada vez

enfocan más recursos a los Contratos de

Asociación y prácticamente eliminan los

recursos para la exploración directa.

¿Qué futuro le espera a una empresa de

petróleos que no busca petróleo?

De otra parte, lo más grave de la

situación, se vive con la producción di-

recta de ECOPETROL, la cual hoy tan sólo

representa un 111113%3%3%3%3% de la producción to-

tal del país, en donde además no se tie-

ne la posibilidad de adicionar crudos nue-

vos a sus reservas. Como consecuencia

de la política que ya mencionamos, se

le obliga a ECOPETROL con el argumen-

to de que �No hay plata�,�No hay plata�,�No hay plata�,�No hay plata�,�No hay plata�, a hacer se-

veros recortes en los presupuestos de

funcionamiento de los campos de pro-

ducción, dando como resultado una

drástica disminución del mantenimien-

to y por consiguiente una caída en la

curva de producción mayor a la que se

esperaba, esto sin contar con que prác-

ticamente se deja sin recursos a los cam-

pos para llevar a cabo el desarrollo de

las reservas probadas que tiene ECOPE-

TROL en los diferentes distritos de pro-

ducción en el país.

Es inconcebible que mientras ECO-

PETROL atraviesa por el mejor momento

económico de su historia se le obligue a

buscar recursos a través de los lesivos

contratos de producción incremental

para poder seguir explotando sus cam-

pos de producción, y recurrir al famoso

�Farm Out�, como única alternativa para

la búsqueda de crudo, y el desarrollo de

los prospectos que tiene definidos ECO-

PETROL desde hace muchos años, en sus

diferentes campos a nivel nacional. Con

la incursión de capital trasnacional en los

campos directos de la empresa, a través

de los contratos de producción incremen-

tal y �Farm Out�, parece complementar-

se la política de entrega del control de

este recurso estratégico y de reducir el

papel de ECOPETROL a un simple admi-

nistrador de contratos de asociación.

Ahora bien, en materia de refinación,

la política del gobierno no es distante de

la de exploración y producción. El Go-

bierno insiste en la liberación de los pre-

cios de los combustibles, que viene afec-

tando gravemente el bolsillo de los

colombianos y que en el 2000 tuvo un

incremento del 30%,30%,30%,30%,30%, el cual hubiera sido

mayor de no ser por el congelamiento

decretado por el gobierno en noviem-

bre. Sin embargo, se inicia el 2001 con

un incremento de $23$23$23$23$23 pesos por galón y

se prevé que se mantendrá esta política

como parte del incentivo necesario para

que las compañías extranjeras inviertan

en refinación.

El sector privado ya tiene aprobados

por parte del Ministerio de Minas y ECO-

PETROL, proyectos para la construcción

de 8 refinerías pequeñas, distribuidas en

diferentes regiones del país, las cuales

tendrán como objetivo quitarle el mer-

cado a las refinerías de ECOPETROL. Es

inexplicable el retraso de los proyectos

de modernización y ampliación de las

refinerías de Barrancabermeja y Cartage-

na, evitando de paso la posibilidad de

que ECOPETROL obtenga márgenes de

refinación que le permitan hacer frente a

esta competencia además de garantizar

el autoabastecimiento de combustibles

y la generación de excedentes exporta-

bles que mejoren el ingreso de Ecopetrol

y la nación. ECOPETROL no participa en

la distribución mayorista de combusti-

bles, a pesar de contar con la infraestruc-

tura suficiente para tal fin, debido a la

presión de las grandes empresas como

Shell, Terpel, Texaco, Mobil, etc, que hoy

tienen el monopolio de la distribución

mayorista. Con esta decisión de la Junta

Directiva de ECOPETROL, la empresa deja

de participar de uno de los eslabones de

la cadena productiva que en el año 2000

manejo por concepto de margen del

mayorista cerca de 1111165 mil millones65 mil millones65 mil millones65 mil millones65 mil millones

de pesos por gasolina y 73 mil millo-73 mil millo-73 mil millo-73 mil millo-73 mil millo-

nes nes nes nes nes por ACPM. Ahora es clara la inten-

ción de algunos sectores de la burguesía

nacional de gestar un proyecto para crear

la Empresa Colombiana de Transporte de

Hidrocarburos, lo cual representaría ni

más ni menos que la entrega de los oleo-

ductos y poliductos a las compañías mul-

tinacionales para la importación de la

gasolina y su control absoluto en los ca-

nales de distribución.

Como vemos la intención del Gobier-

no Nacional es reducir el papel de ECO-

PETROL como empresa petrolera, quitán-

dole la posibilidad de participar en las

diferentes áreas del sector, con el fin de

debilitarla y así justificar su eliminación.

En el ámbito nacional, ECOPETROL

constituye la principal presencia del esta-

do en muchas regiones, sus aportes eco-

nómicos, su contribución en el desarro-

llo de obras de infraestructura de servicios

públicos como vías, hospitales, escuelas,

bibliotecas, promoción de actividades

industriales, son de vital importancia para

aquellos lugares donde el estado solo

puede contar con sus recursos, influen-

cia y decidido apoyo. Se podría decir sin

lugar a equívocos que Barrancabermeja

no sería hoy el motor energético de Co-

lombia sin la presencia de ECOPETROL, o

que Orito en el Putumayo, Tibú en el Ca-

tatumbo, o la refinería de Cartagena en

la zona industrial de Mamonal, la termi-

nal de Yumbo en el Valle del Cauca, las

estaciones y redes de oleoductos que se

extienden desde Cali hasta Coveñas, pa-

sando por Manizales, Puerto Salgar, lle-

gando a Bogotá, o latitudes y altitudes

Agosto � 2001 � No. 3

7

como los que surcan el oleoducto tran-

sandino que llega a Tumaco, o los cam-

pos de producción que se iniciaron en El

Centro Santander, Apiay, Cicuco, Neiva,

todos estos lugares a donde llegan los

recursos de ECOPETROL en forma de re-

galías, impuestos o acciones de la mis-

ma empresa.

La Unión Sindical Obrera considera

que es de vital importancia la construc-

ción de una Ley Marco de Hidrocarburos

en la cual participen varios sectores de la

sociedad Colombiana y que contemple

por lo menos lo siguiente:

� La ratificación de la soberanía de la

nación sobre el suelo y subsuelo.

� El liderazgo del Estado en el desarro-

llo de la exploración, la explotación,

el transporte, la refinación y la distri-

bución de hidrocarburos, a través de

ECOPETROL. Así se garantiza el des-

cubrimiento de nuevas reservas que

alejen el riesgo de una eventual crisis

de desabastecimiento y se evita la

dependencia que tiene hoy al país en

manos de las multinacionales.

� La autonomía financiera y presupues-

tal de ECOPETROL, su fortalecimien-

to operacional y tecnológico.

� Un marco general de contratación

petrolera que permita: una explota-

ción racional teniendo en cuenta, en

primer lugar, el manejo estratégico de

las reservas para 10 años mínimo y,

en segundo lugar, la mayor conve-

niencia para el país de exportar gran-

des volúmenes de hidrocarburos, con

respecto de los precios internaciona-

les del petróleo y el gas, con partici-

pación equitativa de ECOPETROL en

la operación y con una real transfe-

rencia tecnológica.

� La preservación de la infraestructura

de oleoductos y poliductos de ECO-

PETROL y la operación de todo el

transporte por ECOPETROL.

� Mantener las regalías en un porcen-

taje fijo del 20%.

� Una política clara de estimulación y

desarrollo de la industria petroquími-

ca y de gas.

� Establecimiento de una legislación

ambiental fuerte que contemple el

respeto al medio ambiente y a las co-

munidades donde se lleva a cabo la

explotación petrolera .

Consideramos de vital importancia

para el país contar con una política de

Estado para el manejo de los hidrocar-

buros.

Boletín del

OBSERVATORIO Colombiano de Energía

8

n el aniversario de ECOPE-

TROL conviene estudiar la

función que desempeña la

empresa en la distribución

de combustibles en Colom-

bia y las perspectivas de ese papel en el

inmediato futuro. Durante estos cincuen-

ta años, la petrolera estatal ha sido la

responsable del abastecimiento de com-

bustibles a todas las regiones del país.

Para ello se amplió la capacidad de refi-

nación disponible en Barrancabermeja,

con la compra en 1974 de la refinería de

Cartagena a Intercol y posteriores inver-

siones, y paulatinamente se conformó

el Complejo Industrial de Barrancaber-

meja y la red de poliductos y facilidades

para el transporte desde y hacia el exte-

rior del país.

Entre 1951 y 1998, la política de pre-

cios fue la de administrarlos con premi-

sas que privilegiaron el logro del objeti-

vo de contener la inflación y abastecer al

país. La expansión de la capacidad de re-

finación y de las redes se hicieron con

criterios de rentabilidad social y no priva-

da. Por esa razón, a pesar de estar permi-

tida la libre entrada en este negocio en

el país, ECOPETROL es el jugador más im-

portante y cualquier desarrollo del mer-

cado debe hacer explícita la forma cómo

la empresa contribuirá a ese desarrollo;

del mismo modo, la participación de

otros agentes en el mercado sólo será

posible si se observan parámetros de

mercado para la fijación de precios y ta-

rifas. Todo lo anterior supone revisar el

marco institucional de las políticas del

sector y el papel de ECOPETROL en el

abastecimiento de combustibles y en la

expansión de la capacidad de transporte

y de refinación del país.

La creación de un mercado decombustibles en Colombia

En diciembre de 1998, el Gobierno

Nacional estableció unas nuevas meto-

dologías para fijar los precios de la gaso-

lina regular y el ACPM (Resoluciones del

Ministerio de Minas y Energía 8-2438 y 8-

2439 de diciembre 23). Así comenzó el

proceso de liberación de precios de es-

tos combustibles líquidos. La gasolina

extra ya había sido liberada dos años

antes (Resolución 8-0278 del 29 de fe-

brero de 1996). La nueva política de fija-

ción de precios consistió en: la redefini-

La regulación económicaen el sector de

combustibles líquidosEN COLOMBIA

Astrid Martínez OrtizProfesora Asociada Universidad Nacional EUna autoridad de caráctertécnico independiente podríasimular las condiciones delmercado competitivo obligandoal monopolio a vender a preciosde mercado y a facilitar elacceso a la infraestructura acambio del cobro de tarifas demercado, al tiempo que evitaríaque las autoridades económicasmanejaran estos precios deacuerdo con los objetivosantiinflacionarios.La dieselización del parqueautomotor del país es unresultado preocupante delmanejo de los precios delACPM en los últimos tres años.

Agosto � 2001 � No. 3

9

ción el ingreso al productor con base en

el precio internacional de los combusti-

bles, el reconocimiento de los costos de

importación ( seguros, fletes, inspeccio-

nes de calidad), la reexpresión en pesos

con la tasa representativa del mercado

financiero y la suma del pago de arance-

les y de la tarifa por la utilización del sis-

tema de transporte de importación e in-

ternación de los combustibles hasta el

nodo de contacto con el sistema de trans-

porte interno por poliductos.

En segundo lugar, la tarifa estampilla

de transporte se fijó de acuerdo con cri-

terios de rentabilidad al capital invertido

y al porcentaje de utilización. En tercer

lugar, se liberaron los márgenes de los

distribuidores minoristas de las grandes

ciudades.

Justificación y antecedentes

Las medidas fueron adoptadas con

el fin de eliminar la administración de

precios que había respondido a las me-

tas nacionales de inflación y perpetuado

el monopolio de Ecopetrol en refinación,

infraestructura de importación y transpor-

te por poliductos. Los resultados de la

política habían sido, en primer lugar, el

deterioro de las finanzas de la estatal por

concepto de los subsidios de caja gene-

rados en el diferencial de precios de im-

portación e interno de gasolina extra y

de los subsidios económicos correspon-

dientes a la diferencia entre las cotiza-

ciones internas y los precios que regirían

en un mercado competitivo de gasolina

regular. En segundo lugar, los precios y

las tarifas de transporte regulados habían

desestimulado la inversión privada en

refinación y transporte de combustibles

líquidos. En tercer lugar, la práctica con-

sistente en establecer puntualmente en

el año los precios que regirían en el pe-

ríodo había llevado a una indización de

los precios de los demás bienes y servi-

cios, por efecto de una asociación sico-

lógica entre los aumentos de precios de

los combustibles y los aumentos del ni-

vel general de precios.

Con la política se pretendía, enton-

ces, eliminar los subsidios otorgados por

Ecopetrol, incentivar la participación pri-

vada en el downstream y contribuir a la

eliminación de la inflación inercial. Al res-

pecto, cabe hacer unas observaciones

generales. Los subsidios a los combusti-

bles que otorga Ecopetrol se hacen con

cargo a la renta petrolera proveniente

de la administración del contrato de aso-

ciación que la estatal realiza en nombre

de la Nación. La eliminación de los subsi-

dios requiere que al mismo tiempo se

aclare cuál va a ser la remuneración que

reciba Ecopetrol por la mencionada ad-

ministración y que la diferencia con los

ingresos de los contratos de asociación

que hoy está percibiendo vayan a un fon-

do público. De esa manera, los subsidios

podrán ser específicos y con un claro ori-

gen fiscal. Las iniciativas de participación

privada en refinación han sido escasas

en el país: han buscado nichos de merca-

do como el de la producción de asfaltos,

o han buscado contratos con Ecopetrol

para la provisión segura de crudos y para

la eliminación del riesgo comercial me-

diante acuerdos de compra de la totali-

dad de la producción o han evaluado

proyectos que sólo han resultado renta-

bles cuando se orientan a la exportación

de productos con un mayor valor agre-

gado petroquímico. La inercia inflacio-

naria aducida por el Gobierno ya se ha-

bía eliminado con la calendarización de

ajustes de precios de la gasolina y su di-

ferenciación en el tiempo con los reali-

zados a las tarifas del transporte público,

en el marco del Pacto Social de producti-

vidad, precios y salarios en 1995.

El Ministerio de Hacienda y Crédito

Público que, por primera vez en los últi-

mos años, apoyó la medida lo hizo por-

que los precios internacionales estaban

muy bajos a finales de 1998 y requería un

�espacio� para unificar la sobretasa a la

gasolina en todo el país y crear la sobre-

tasa al ACPM, con el fin de aliviar las

maltrechas finanzas de los municipios.

A medida que se recuperaron los pre-

cios del petróleo y sus derivados en el

mercado internacional y que aumentó

la devaluación del peso durante 1999, los

precios de los combustibles en el merca-

do doméstico comenzaron a preocupar

a las autoridades económicas y a indu-

cirlas a modificar las fórmulas de cálcu-

lo. Entre 1999 y 2000, se produjeron ajus-

tes casi mensuales a los parámetros de

las disposiciones originales. El Decreto

1328 del 22 de julio de 1999 modificó el

valor de referencia para el cálculo de la

sobretasa a los combustibles líquidos que

tienen este gravamen.

Con todo, el Gobierno Nacional ase-

guró que se trataba de morigerar el im-

pacto de las inesperadas alzas del petró-

leo y sus derivados en el mercado

internacional y de la devaluación del peso

colombiano pero no de revertir o des-

montar la política de liberación. La reali-

dad es que durante 2001 la fórmula ha

quedado como una referencia muerta ya

que los ajustes de precios se definen to-

mando como referencia el comporta-

miento de la inflación y de las cuentas

fiscales y no la evolución de los precios

internacionales. No obstante, se conti-

núa la tarea de definir las reglas de acce-

so a los activos de Ecopetrol por parte

del sector privado, esto es, lo que tiene

que ver con precios de acceso, tarifas y

reglamento de transporte. Al mismo tiem-

po, se promulgaron normas (Ley 681 de

2001) que reducen el impuesto global y

la tributación de las zonas fronterizas, con

el fin de reducir los incentivos al contra-

bando de combustibles en el país y que

sientan bases para reglamentar el acce-

so a las instalaciones de Ecopetrol. En este

Boletín del

OBSERVATORIO Colombiano de Energía

10

artículo se presentan los ajustes adicio-

nales que requerirá la fórmula, las medi-

das que se tomaron en estos años de la

vigencia de la nueva política y el conjun-

to de disposiciones complementarias que

requerirá el sistema de distribución de

combustibles para que opere un mayor

número de agentes y los consumidores

obtengan un mayor nivel de bienestar.

También se aborda la cuestión de

cuál debe ser el marco regulatorio del

mercado libre y cuáles son los retos que

enfrentan tanto las autoridades guberna-

mentales como los agentes del sector en

la transición desde un mercado adminis-

trado hacia un mercado competitivo.

La fórmula (original) dedesregulación de preciosadmite varias observaciones:

11111..... La fórmula reconoce un pago de

arancel positivo en el ingreso al produc-

tor. Si Ecopetrol no importa o si el impor-

tador trae los combustibles de países

como Venezuela que no pagan arancel,

ese porcentaje se constituye como ingre-

so de Ecopetrol o del importador privado.

No se establece un margen del importa-

dor, por lo cual la participación de este

actor en el mercado de combustibles será

esporádica y responderá a hechos coyun-

turales. Esto podría ocasionar situaciones

de desabastecimiento de combustibles

difíciles de corregir de forma inmediata.

El proceso de programación de cargas

de las refinerías, exportación de crudos

o importación de productos refinados re-

quiere anticipación.

2.2.2.2.2. La tarifa para el sistema de impor-

tación y tramo de transporte Pozos Co-

lorados- Galán (incluida en el ingreso del

productor) es muy baja; en la práctica eli-

mina la ventaja de localización que tie-

ne Barranca en el interior del país, próxi-

ma al mayor mercado de consumo.

Las tarifas de ductos se fijan con

una metodología de flujo de caja en

dólares constantes para determinar

franjas tarifarias con base en el porcen-

taje de utilización del sistema: se tie-

nen en cuenta las inversiones en un

horizonte temporal, la relación entre

los costos fijos y variables, los impues-

tos y un margen de rentabilidad �razo-

nable�, para un determinado uso de la

capacidad del ducto. La tarifa decreta-

da es igual a menos del 50% de la tarifa

más baja que se puede calcular, esto es

suponiendo un 100% de utilización del

sistema (rango de 1.70 a 3.50 dólares

por barril transportado, frente a menos

de 80 centavos de dólar reconocido en

la fórmula que regula el precio de la

gasolina regular). De esa manera se bus-

ca estimular la entrada de los importa-

dores de gasolina, pero se elimina el in-

centivo para participar en inversiones en

infraestructura de importación de com-

bustibles y se resta un atractivo que ten-

dría la inversión en refinerías privadas

mediterráneas.

Por ser Colombia un país en el cual

tanto la producción de hidrocarburos

como la demanda de combustibles está

concentrada en el interior del mismo, las

refinerías mediterráneas, como la ubica-

da en Barrancabermeja, tienen una ven-

taja comparativa significativa por el efec-

to del transporte1 .

Los productos que los refinadores

ubicados en el interior del país vendan

para consumo interno deberían tener un

precio de paridad importación2 . Esta si-

tuación incrementa la rentabilidad del

negocio en la medida en que el precio

de oportunidad incluye el costo de trans-

porte desde la costa colombiana hasta

la puerta de refinería.

En el caso de que se instalen en el

país refinerías privadas que produzcan

combustibles, los precios se mantendrían

en el escenario de paridad importación

hasta que la producción cubra la totali-

dad de la demanda. A partir de este pun-

to, los precios tenderían a moverse al

escenario de paridad exportación, pero

su valor final dependerá de los volúme-

nes de excedentes y del margen de refi-

nación de cada uno de los productores.

Cuando se establece el ingreso al

productor en un nivel cercano al precio

CIF Pozos Colorados, se favorecen los

importadores en detrimento de la indus-

tria de refinación en el interior del país.

En estas condiciones, no es atractivo para

un inversionista entrar al negocio de la

refinación, puesto que pierde uno de los

principales incentivos como es el del com-

ponente transporte en su margen opera-

tivo. Esto elimina su ventaja competitiva

por localización cerca de los centros de

demanda y por el contrario, lo pone en

inferioridad de condiciones frente a un

refinador en la costa colombiana, o a un

importador, quien no tiene que mover

excedentes de exportación hasta la cos-

Agosto � 2001 � No. 3

11

ta colombiana, ni pagar los transportes

fluviales o terrestres de otros insumos

hasta el interior del país.

El efecto de reducir importaciones

por la vía de la refinación privada mejo-

raría la balanza comercial del país. La dis-

minución de las exportaciones de crudo

se vería compensada y superada por la

disminución de las importaciones de ga-

solina y el incremento de las exportacio-

nes de otros combustibles, dando como

resultado un incremento neto en las ex-

portaciones.

3.3.3.3.3. Al aplicar la tarifa estampilla de

transporte a todas las ciudades, sin im-

portar si usan o no el sistema interno de

transporte como es el caso de algunas

capitales de los departamentos de la

Costa Atlántica, se le está cobrando a los

consumidores de esa región un transpor-

te que realmente no utilizan. Esto oca-

siona que importadores privados o distri-

buidores mayoristas que importen el

combustible para la Costa Atlántica se

apropien de ese componente tarifario,

debido a que la fórmula establecida para

el precio máximo en planta de abasto

está en función del precio máximo de

venta al distribuidor mayorista, el cual tie-

ne incluida esa tarifa.

En consecuencia, la estructura de pre-

cios debe considerar la tarifa de uso del

sistema integrado de poliductos solamen-

te cuando se incurra en él para la distri-

bución de los combustibles; por tanto se

debería establecer que para algunos ca-

sos de la Costa Atlántica este renglón de

la fórmula fuese igual a cero o al costo

real del transporte.

En la red de distribución para el inte-

rior del país está bien conservar una tari-

fa estampilla (que no reconoce la señal

de la distancia) con miras a no crear dis-

torsiones entre zonas geográficas. Aun-

que el cálculo de la tarifa incluye el costo

de llevar el combustible hasta las dife-

rentes ciudades, la tarifa única permite la

venta de combustibles bajo las mismas

condiciones de precio a todos los usua-

rios servidos por este sistema3 . Los muni-

cipios no conectados al sistema reciben

una compensación de Ecopetrol para

resarcirles el costo de transporte desde

el último nodo de poliducto.

Consideraciones sectoriales yde finanzas públicas

Es importante que se revelen los ob-

jetivos de la política sectorial. ¿La com-

petencia a Ecopetrol provendrá del refi-

nador o del importador privado? En

ausencia de regulación, el mercado le re-

conocería una ventaja a la localización

del complejo industrial de Barrancaber-

meja y castigaría la ubicación de la refi-

nería de Cartagena. En ese caso, el Plan

Maestro de Cartagena debe verse como

un necesario proyecto de modernización

de la refinería que además satisfará la

demanda interna de materias primas para

la industria petroquímica más que como

una inversión orientada a la demanda

interna de combustibles. El mercado de

combustibles de la costa atlántica podría

ser abastecido con importaciones prove-

nientes de Venezuela o del Caribe. Las re-

finerías que se localizaran en el interior

del país también se verían estimuladas.

Por el contrario, si, como fue la idea

original de la regulación, se favorece la

integración hacia atrás de los distribuido-

res mayoristas mediante la importación

de combustibles, caben varias preguntas:

¿cuál será el impacto sobre la balanza co-

mercial? ¿Cuál será el costo de la subutili-

zación de la capacidad de Ecopetrol o de

la reorientación de su producción hacia

el mercado externo? ¿Cuál será el benefi-

cio de los consumidores? La localización

de Barranca en este caso es desfavora-

ble: debe asumir costos de transporte

hacia la costa colombiana para vender

en el exterior la producción desplazada

por las importaciones de terceros.

Por ahora las señales que se le están

dando al mercado no son las mejores.

De hecho en dos años largos no han sur-

gido nuevos importadores ni nuevos re-

finadores. De otra parte, la reducción del

impuesto global tiene un efecto sobre

las finanzas públicas y puede ser elevado

en una próxima reforma tributaria. Por el

momento, esa reducción da un margen

que está siendo repartido como ingreso

al productor y al distribuidor y como

menor precio final al consumidor. Enton-

ces, ¿la liberación de precios de los com-

bustibles sólo es viable cuando caen las

cotizaciones internacionales o cuando

hay revaluación? ¿Cabe pensar en una

banda de precios - sin lastre en las cotiza-

ciones del pasado- para que los inversio-

nistas proyecten su rentabilidad con una

base cierta que sea al menos el piso de la

banda?

La creación de un mercado compe-

titivo de combustibles en el país requiere

de un complejo esquema regulatorio. Los

precios de la gasolina en Venezuela es-

tán regulados y son muy inferiores a los

del Golfo de México. En Colombia, hay

un monopolio estatal que no se privati-

zará en el futuro inmediato. La ubicación

de su complejo industrial le genera unas

ventajas de localización que se suman a

las de su tamaño, en un sector en que las

1 Dicha ventaja se convierte en desventaja cuando decrece elaprovisionamiento local de petróleo y se ve obligada a importarel crudo a precio CIF más costo de transporte desde el puertode importación hasta la refinería.

2 En una situación de mercado competitivo, los precios de losproductos importados deben ser iguales a los precios CIF (deimportación) más los costos de transporte del puerto de impor-tación a la refinería.

3 Un estudio de Booz Allen & Hamilton para la ACP en 1998calculó tarifas de transporte que reconocieran distancia ybenchmark internacional y obtuvo tarifas que iban desde 0.79dólares por barril para Bucaramanga hasta 7 dólares por barrilpara Yumbo, que se comparaban con la tarifa estampilla deantes de las medidas de diciembre de 3.02 dólares por barril,lo cual parece de difícil aceptación social y requeriría un ma-nejo gradual en el tiempo.

Boletín del

OBSERVATORIO Colombiano de Energía

12

economías de escala y el monto de las

inversiones hacen difícil la entrada de

competidores. El bajo margen de la refi-

nación en el mundo ha llevado a que las

nuevas inversiones se hagan en la am-

pliación y modernización de las plantas

existentes más que en la construcción de

nuevas unidades, excepto en los segmen-

tos considerados nichos de mercado,

que admiten pequeñas escalas e inver-

siones menores.

Las plantas de Cartagena tienen una

vocación petroquímica tal y como lo

consagró el CONPES en 1996. La partici-

pación privada en refinación se puede

buscar mediante la realización de joint

ventures de Ecopetrol con el sector pri-

vado, tal y como lo hace en exploración

y producción. La entrada de agentes pri-

vados sólo se dará si las medidas son creí-

bles e irreversibles. Para garantizar la es-

tabilidad de las disposiciones sería

deseable que fuera la CREG, o una comi-

sión reguladora, la autoridad que fijara

los precios. Una autoridad de carácter

técnico independiente podría simular las

condiciones del mercado competitivo

obligando al monopolio a vender a pre-

cios de mercado y a facilitar el acceso a

la infraestructura a cambio del cobro de

tarifas de mercado, al tiempo que evita-

ría que las autoridades económicas ma-

nejaran estos precios de acuerdo con los

objetivos antiinflacionarios. La dieseliza-

ción del parque automotor del país es un

resultado preocupante del manejo de los

precios del ACPM en los últimos tres

años. Se podría reducir así el riesgo regu-

latorio. Ecopetrol no le trasladaría al con-

sumidor sus eventuales ineficiencias y, al

mismo tiempo, tendría garantizada una

remuneración competitiva por la utiliza-

ción de su infraestructura.

En síntesis, una política de regulación

que, sin olvidar el fin último del bienestar

social, facilite la utilización de la infraes-

tructura de transporte por parte de los

nuevos agentes del mercado y que fije

precios y tarifas de acuerdo con costos

de oportunidad, en forma técnica e inde-

pendiente, puede conducir a un creci-

miento de la producción y el empleo en

refinación y distribución de combustibles

líquidos de uso vehicular. Las importacio-

nes actuales podrían ser sustituidas por

producción local y el crecimiento de la

demanda podría ser suplido con impor-

taciones o con producción local según

lo decidan los inversionistas. Los distri-

buidores verían mejorados sus márgenes

y ampliarían sus inversiones para ofrecer

mejores servicios y hacer más densa la

red de distribución en el país. Los prime-

ros pasos ya están dados pero es necesa-

rio preguntarse a tiempo cuál es el rum-

bo a fin de ajustar su trayectoria.

Agosto � 2001 � No. 3

13

A gradezco al Observatorio

Colombiano de Energía el

haberme invitado a colabo-

rar en su edición conmemo-

rativa de los 50 años de la creación de

Ecopetrol, al aceptar la invitación lo hice

en el convencimiento del gran reto que

implica ver hacia el futuro, en un sector

sometido a tantas presiones y a tantas

transformaciones. Estoy convencida por

una parte, que el lanzamiento del Obser-

vatorio Colombiano de Energía es una

magnífica iniciativa que contribuirá muy

positivamente a la comprensión oportu-

na de la compleja problemática de la

energía, por la cual debemos agradecer

y felicitar a sus impulsadores. Por la otra,

que el de Ecopetrol, es un aniversario dig-

no de celebrarse con pompa, pues la

empresa y la industria, han tenido y tie-

nen un gran significado para el desarro-

llo del país. El balance es positivo. La

empresa petrolera colombiana, ECOPE-

TROL, es una entidad moderna, eficiente

y, en medio de las muchas dificultades

del más diverso tipo que ha tenido que

superar, y que aún tiene que superar, en

muchos aspectos constituye un buen

ejemplo de profesionalismo administra-

tivo. En otros no lo es tanto, pero creo

que existe el empeño y la decisión de

avanzar en los cambios que el entorno

internacional impone.

Recuerdo, que trabajaba en el De-

partamento Nacional de Planeación,

cuando se descubrió y puso en produc-

ción el campo de Orito. Formé parte del

equipo del DNP y del Ministerio de Go-

bierno encargado de armar el primer pre-

supuesto del Putumayo petrolero. Tanto

en el centro, como en la región, se vivía

la esperanza de que ese descubrimiento

era el preludio de muchos y más genero-

sos hallazgos, fuente de recursos que

permitirían al país y por supuesto a la en

ese entonces intendencia, superar múlti-

ples rezagos. Era cosa de ser prudentes,

administrar sabiamente las regalías. Hoy,

en el Putumayo se viven muchos dramas

y muy pocos esperan algo del petróleo.

Luego de Orito, vino Caño Limón y pos-

teriormente Cusiana y Cupiagua. Des-

pués de cada hallazgo se creía seriamen-

te que Colombia era un país petrolero,

de riquezas inmensas, equivalentes míni-

mo a Venezuela y México (recuerdo a un

amigo, un alto funcionario del gobierno,

que cuando se anunció la comerciabili-

dad de Caño Limón, me transmitía algo

que, según me dijo, se consideraba casi

un secreto de estado: los yacimientos de

Orito eran de tal envergadura que ubica-

ban a Colombia en capacidad de com-

petir en reservas con Arabia Saudita. Algo

similar se experimentó cuando se descu-

brió Cupiagua y Cusiana. Somos la reser-

El futuro del petróleoCOLOMBIANO

Alicia PuyanaProfesora FLACSO � México

Colombia debería

adicionar 500 mil barriles

diarios de producción, que

demandarían unas

inversiones entre 6 y 8 mil

millones de dólares en un

plazo relativamente corto,

si desea que parte de la

ampliación de la

capacidad instalada fuera

de la OPEP se ubique en el

país. Sólo así se podría

mantener la actual

capacidad exportadora.

Boletín del

OBSERVATORIO Colombiano de Energía

14

va petrolífera del Hemisferio Occidental,

era la noción en boga, por ese entonces.

A los pocos años, en todos los casos, las

reservas empezaron a declinar, la capa-

cidad productiva máxima se demostró

ser menor que la inicialmente prevista. A

la euforia sigue la angustia por que el

recurso, por lo menos el comprobado se

agote y torne nuevamente a Colombia a

ser importador neto. Son ciclos de alien-

to y desilusión, de euforia y preocupa-

ción, que recuerdan a los que se vive en

el mercado petrolero mundial y que de

una u otra manera contribuyen a marcar

los ciclos de los precios.

En el mundo se viven períodos en los

cuales se considera que el recurso es infi-

nito, que no hay necesidad de cautela en

su uso, que los ciclos de precios aconse-

jan una extracción muy rápida, pues con

tanta abundancia, se corre el peligro que

se termine la era del petróleo y los países

que tienen reservas no logren extraerlas,

ni comercializarlas. Entonces la deman-

da se expande, desalienta el ahorro de

combustibles y desaparece cualquier in-

tento de diversificar fuentes energéticas.

En estos períodos de precios bajos, que

se inician con sobre oferta, la expansión

de la demanda y la baja del ahorro van

acompañados por poca y muy limitada

actividad inversionista. Con precios de-

primidos y ante expectativas de que así

continúen, las inversiones no son atracti-

vas. Se presentan entonces los lapsos en

los cuales, el crecimiento de la deman-

da, no acompañado por una expansión

similar de la capacidad productiva, eleva

el índice de utilización de la capacidad

productiva, en dos o tres miembros de la

OPEP, que se sabe son los únicos que

mantienen márgenes de producción sin

utilizar. Se produce el inevitable choque

petrolero, por una escalada de los pre-

cios, en momentos en los cuales la con-

tracción de la demanda es un asunto por

demás difícil. Retorna la preocupación

por el ahorro de energía, la inflación y la

recesión económica. Los precios altos

estimulan las inversiones y, con algún re-

zago, se amplía la oferta, desde fuera y

dentro de la OPEP y se inicia el descenso

del coeficiente de uso de la capacidad

instalada. Pero para que esta respuesta

expansiva se realice, es necesario que el

ciclo de precios altos sea lo suficiente-

mente largo y coincida con períodos

igualmente prolongados de bonanza y

estabilidad mundial y tasas de interés rea-

les estables o con crecimiento inferior a

los precios reales del petróleo.

Las adiciones importantes de las re-

servas probadas colombianas se han rea-

lizado en momentos en los cuales el

mundo atravesaba por períodos de pre-

cios altos y de dislocaciones importan-

tes en el mercado petrolero mundial: los

choques petroleros de los 70s y 80s. Des-

de Cusiana y Cupiagua no se han repeti-

do ni descubrimientos importantes, ni in-

versiones prometedoras, y esto, a pesar

de las constantes modificaciones a la po-

lítica de contratación petrolera que el

país ha realizado, en un esfuerzo conti-

nuado por adecuar la legislación colom-

biana a los cambios constantes en el

mundo petrolero.

Es por lo tanto muy pertinente la pre-

gunta sobre cuál es el panorama futuro

del petróleo colombiano.

El futuro del petróleo Colombiano

depende de factores endógenos y exóge-

nos de diverso género ante los cuales el

Estado colombiano y su empresa ECOPE-

TROL tienen diverso margen de manejo y

respuesta. Desde la evolución de la eco-

nomía nacional, la situación de seguridad,

hasta el ambiente externo, crecimiento

económico global, acuerdos entre los

productores de crudo, cambios tecnoló-

gicos, inciden en la evolución de la de-

manda y la oferta de petróleo, de sus pre-

cios, de las inversiones. Me referiré a

algunos elementos del entorno externo

que, junto con algunos más componen

el panorama futuro del petróleo mundial

y, en buena medida, del colombiano.

¿Cuáles son los cambios en elmercado internacional?

Desde el primer choque petrolero,

muy en los albores de los 70s son mu-

chos e intensos los cambios tecnológi-

cos y políticos, que ha experimentado el

mercado petrolero mundial. La subida de

los precios, desde los años 70 hasta me-

diados de los ochenta indujo inversiones

cuantiosas en áreas petroleras de altos

costos: el Mar del Norte, el Golfo de

México, Colombia, entre ellos. Simultá-

neamente avances técnicos abatieron

los costos de exploración y extracción y

ampliaron la oferta, en momentos en los

cuales se verificaba el más formidable

ahorro en el consumo de energía por

cada dólar de PIB, contrayendo la elasti-

cidad energética y petrolera de la eco-

nomía mundial, especialmente de los

países desarrollados. En 1986, el mundo

vivió la guerra de precios desatada por

Arabia Saudita, como parte de la respues-

ta para incidir en el desenlace de la gue-

rra Irán-Irak. Al desplome de los precios,

la industria petrolera respondió abatien-

do costos, elevando las utilidades por

unidad de producto y reduciendo las in-

versiones en áreas poco rentables.

Por el lado político, las transforma-

ciones no han sido menos radicales. Li-

beralización de las políticas petroleras en

los países de la OPEP a las inversiones

extranjeras (más de la mitad de su pro-

ducción se realiza en asociación con el

capital extranjero); liberalización de las

regulaciones en los países de la antigua

Unión Soviética y de la República Popu-

lar China. La liberalización de la antigua

Unión Soviética significa, nada más ni

nada menos, la desaparición efectiva de

las barreras geopolíticas que dividían el

Agosto � 2001 � No. 3

15

mundo petrolero y la apertura de las

mayores reservas de hidrocarburos del

mundo, luego de las del Golfo Pérsico.

¿Cómo evolucionará la demanda?

Como se presenta en el cuadro No. 2

el consumo de petróleo mundial no se

detiene. Si bien es cierto que se ha des-

acelerado respecto de los ritmos regis-

trado en los 70s, el consumo crece y con-

tinuará creciendo, inclusive a tasas un

tanto más altas que en los 80s. Los creci-

mientos más acelerados se presentan en

el sector transporte y en los mercados de

los países en desarrollo, China muy parti-

cularmente. La contracción relativa de los

precios de los energéticos desestimuló

el ahorro, aun en los países desarrolla-

dos. Por otra parte, la nueva política ener-

gética y ambiental del gobierno de Bus-

ch, puede convertirse en un factor de

crecimiento del consumo, y a la vez de

expansión de la oferta interna de ese país.

Qué tan viable es la estrategia de Busch,

es ante todo un problema de carácter

político difícil de prever. La demanda glo-

bal de crudo continuará creciendo a un

ritmo que dependerá de la expansión de

la economía mundial y de los precios del

petróleo. Asumiendo que el PIB mundial

se expanda de aquí al 2020 al 2.2%, y

que los precios variarían, en el caso de

crecimiento moderado del 0.4%, para lle-

gar en el 2005 a 20.83 US$/b (dólares

constantes de 1999), a 21,89 US$/b en el

2015 y a 22.41 US$/b, para el año 2020

se estarían demandando 85 millones b/

d en 2005, 106 en 2010 y 120 millones b/

d en 2015 (Ver Cuadro No. 2).

¿Y qué pasará con la oferta?

En el Cuadro No. 1 se presenta la

evolución de la producción. Pero es inte-

resante indagar por la capacidad produc-

tiva. Hoy por hoy se especula que finan-

ciar las inversiones necesarias para loca-

lizar, extraer y transportar el crudo y cap-

tar los incrementos futuros de la deman-

da hacia el 2020, puede ascender a cifras

colindantes con los 600 mil millones de

dólares. Al año 2020, se deberán adicio-

nar a la capacidad productiva mundial,

unos 45.9 millones de barriles. Esta pers-

pectiva ha desatado competencia sin

cuartel entre los países que detectan las

reservas, con el efecto de que constante-

mente se reducen las cargas tributarias,

regalías y de más gravámenes y por lo

tanto se ha cambiado definitivamente la

distribución de la renta petrolera, trasla-

dándose mayor parte hacia los inversio-

nistas y hacia los consumidores. Los paí-

ses dueños del recurso tuvieron que

sacrificar parte de sus ingresos, para com-

petir por nuevas inversiones. Los países

de la OPEP, concretamente los del Golfo

Pérsico, son los primeros en la lista, en

virtud de sus bajos requerimientos de in-

versión para adicionar un barril diario a

la capacidad productiva, que se calcula

en US$ 5000,00. Otros países miembros

del cuartel presentan costos que más que

duplican esa cifra. En México esa adición

es más costosa, aunque mucho menos

que en Colombia. Considerando la es-

trecha relación entre inflación mundial y

precios del petróleo, es natural que la

primera preferencia, compartida por las

grandes empresas petroleras y por los

más grandes consumidores e importado-

res sea intensificar las inversiones en los

países del Golfo y en otros de la OPEP, y

por supuesto en Rusia. Sin embargo, esta

no es una alternativa libre de contradic-

ciones e interrogantes políticos. Hay que

tener siempre en cuenta que producir un

barril de petróleo en el Golfo cuesta cer-

ca de US$ 1.5/b. Estas ventajas de la OPEP,

permiten prever que estarían en oposi-

ción de incrementar su capacidad pro-

ductiva en unos 31.6 millones de barriles

diarios en 2020. Al resto de países les

correspondería ampliar su capacidad pro-

ductiva en 14.3 millones de barriles dia-

rios. Es en este remanente en donde debe

Cuadro No. 1Producción mundial de petróleo por región y país

(millones de barriles por día)

Región/país Histórico (estimado) Proyección

1990 1999 2005 2010 2015 2020Estados Unidos 9,7 9,0 9 8,7 9 9,3

México 3,0 3,4 4,1 4,2 4,4 4,4

Unión Sovietica 11,4 7,4 9,6 11,9 13,6 14,8

Colombia 0,4 0,8 0,9 1,0 1,2 1,3

OPEC 24,5 29,3 35,4 41,6 49,9 59,3

Total mundial 66,7 73,9 84,8 94,7 106,6 119,3

Cuadro No. 2Consumo mundial de petróleo (millones de barriles por día)

Región/país Histórico (estimado) Proyección

1990 1998 1999 2005 2010 2015 2020

Estados Unidos 17,0 18,9 19,5 21,2 22,7 24,3 25,8

Colombia 0,21 0,27 0,24 0,25 0,26 0,26 0,27

Total mundial 66,0 73,6 74,9 85,1 95 106,9 119,6

Boletín del

OBSERVATORIO Colombiano de Energía

16

jugar Colombia, para mantener su esta-

tus de país petrolero. Para enfrentar esta

demanda, la OPEP debería invertir cerca

del 35% de su ingreso bruto. Países fuera

de la OPEP deberán invertir mayores pro-

porciones como consecuencia de sus

mayores costos.

La OPEP ha expandido su capacidad

productiva al 3.4% anual y es factible que

mantenga ese ritmo, lo que da pie para

una expansión importante de la oferta

fuera de la OPEP, para lo cual deben crear-

se las condiciones adecuadas: precios y

términos contractuales atractivos. La OPEP

sabe que precios sostenidos por arriba de

los 25 dólares el barril, se desatarán pro-

cesos similares a los de los setenta. Puede

preferir precios cercanos a los 20 dólares

el barril, por un tiempo prolongado que le

permitirá acercarse al 50% de la oferta

mundial y controlar el mercado. Para que

este poder sea efectivo, la OPEP requiere

ampliar su capacidad productiva y mante-

ner excedentes no utilizados como el

mecanismo que le permite control efecti-

vo del mercado, ampliando la producción

cuando se requiera, como en 1986 y du-

rante la Guerra del Golfo. Sólo Arabia

Saudita y Venezuela han mantenido ca-

pacidad no utilizada y actuar como mo-

deradores de los ciclos de precios.

¿Y cuál es el sitio de Colombia?

Asumiendo que se cumplan las pre-

visiones de demanda y precios, cabe pre-

guntarse cuál ha de ser la evolución de

Colombia en ese ambiente. Asumiendo

una expansión del consumo de energía

similar al registrado durante 1990-1997,

es decir no consideramos la desacelera-

ción de los tres últimos años, Colombia

estaría consumiendo unos 270 mil barri-

les diarios de crudo, luego de recuperar

el nivel perdido durante la crisis. De ser

eso así, y con el fin de mantener la mis-

ma participación en las exportaciones

mundiales, el país debería estar en la ca-

pacidad de enviar al mercado mundial

no menos de 1.1 millones de b/d. La aten-

ción de los mercados interno y externo,

en estas previsiones muy conservadoras,

implican aumentos sustanciales en la

capacidad productiva y por supuesto en

la actividad exploratoria. En efecto, Co-

lombia debería adicionar 500 mil barri-

les diarios de producción, que demanda-

rían unas inversiones entre 6 y 8 mil

millones de dólares en un plazo relativa-

mente corto, si desea que parte de la

ampliación de la capacidad instalada fue-

ra de la OPEP se ubique en el país. Sólo

así se podría mantener la actual capaci-

dad exportadora. Lógicamente que el

ideal sería expandir las ventas externas

de crudo. Si se realizan esos aumentos

de capacidad productiva habría que adi-

cionar reservas ya que se extraerían, en-

tre 2000 y 2020 unos 7.6 miles de millo-

nes de barriles.

Luego de las reformas a la legisla-

ción y la campaña de la Ronda 2000, se

firmaron muchos convenios. Un record

luego de Cusiana y Cupiagua. El que esos

convenios se conviertan en inversiones

es difícil de predecir. Es factible que las

empresas que adquirieron esos contra-

tos sí realicen los proyectos. Podría ser

que sólo mantengan la reserva y luego

negocien esos derechos. Pero lo que sí

es evidente es que las reformas a las po-

líticas han sido sustanciales y han mejora-

do notablemente la competitividad del

país, de suerte que sería de esperar que sí

se desarrolle una buena actividad explo-

ratoria y se adicionen reservas. De no ser

así, cabría preguntarse seriamente qué

falta por hacer. Una respuesta que está en

la boca de todos es arreglar el problema

de seguridad. Es la solución de oro. ¿Pero

es la única? ¿Por qué no explorar adicio-

nalmente otras? ¿Qué tal por ejemplo que

haya mayores y más importantes inver-

siones de ECOPETROL? ¿Por qué no per-

mitir que la empresa sea un jugador im-

portante en el espacio nacional y tengan

capacidad de invertir ese 20% de su ingre-

so bruto en exploración y convertirse de

esa forma en un catalizador de nuevas

inversiones y en un verdadero localizador

de reservas? Es una política fiscal, impor-

tante y no desprovista de contradicciones.

Pero vale la pena considerarla.

Cuadro No. 3Importaciones mundiales de petróleo

(millones de barriles por día)

Histórico Proyección Región/país (estimado)

1990 1998 2020

Estados 11,0 18Unidos

Colombia 0,5 1,1

Totalmundial 19,3 42,8