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Por segunda vez figura en estaColección el nombre del entendido bibliófilo y sabio americanista , DonMarcos Jimenez de la Espada, quienda a luz en el presente volumen doscuriosísimas obras sobre el Perú.

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  • i

  • COLECCINDE

    LIBROS ESPAOLESRAROS CURIOSOS.

    TOMO DECIMOSEXTO.

  • OJ 163

    MEMORIAS

    ANTIGUAS HISTORIALES I POLTICAS

    DEL PER,

    POR EL LICENCIADO

    D. FERNANDO MONTESINOS,

    SK1D1S II US 1W0RM1CI0SIS 1CERC1 DEL SEORO DI IOS IHC1S,

    hechas por mandado de

    D FRANCISCO DE TOLEDO,

    VIREY DEL PER,

    M uuC]

    MADRIDIMPRENTA DE MIGUEL GINESTA

    calle de Campomanes , 8

    1882

  • ADVERTENCIA.

    Por segunda ve% figura en esta

    Coleccin el nombre del entendido bi-

    blifilo y sabio americanista , DonMarcos Jimene^ de la Espada, quien

    da lu{ en el presente volumen doscuriossimas obras sobre el Per: las

    Memorias antiguas del licenciado Mon-

    tesinos,y las Informaciones acerca delseoro y gobierno de los Incas, hechas

    por mandado del Virey D. Franciscode Toledo en los aos de 1D70 al 1572;

    ambas muy importantes para el estu-dio de la historia antigua de aquella

    parte de Amrica.Esperamospues, 6, mejor dicho, te-

  • VI ADVERTENCIA.

    nemos la casi seguridad, de que nes-

    tros constantesfavorecedores agrade-

    cern tanto, por lo menos, este tomo,

    como el publicado anteriormente por

    nuestro querido amigo, de las Andarlase viajes de Pero Tafur, cuya edicin

    se agot haceya tiempo.

    F. DEL V. J. S. R.

  • Al limo. Sr. D. Cesreo FernandezDuro.

    Hnreme Vd., amigo mi, admitiendola dedicatoria de este trabajo.No es una gran cosa, como Vd. ver.

    En limpio, y descartadas las Informa-ciones con que finaliza y se completael volumen

    , viene reducirse la

    primera edicin castellana de el Librosegundo de las Memorias antiguashistorialesy polticas del Pir, escritopor el licenciado don Fernando Monte-sinos, y que, vertido al francs, publicen el ao de 1840 M. Ternaux-Com-pans, con el ttulo de Mmoires histo-riques sur Vancien Prou; obra curio-ssima, verdaderamente singular, ymuy sospechosa tambin en aquellaparte que la constituye en una especiede Antiguo Testamento peruano.

  • VHI DEDICATORIA.

    Pero pesar de esta grave circuns-tancia, no hay americanista que al en-trarse por las oscuras y remotas edadesanteriores al imperio de Tahuantin-suyu, no la cite comente aduzca al-guno de sus conceptos pasajes con tan-ta seguridad como si se tratara de las deCieza, Garcilaso el licenciado Polo.Y puesto que

    ,por unnime acuerdo

    y comn parecer, la encontramos entan autorizada compaa,de la cualno seria enteramente justo divorciarla,pues, en honor de la verdad, Montesinosdiscurre sobre las cosas de los Incas porel estilo de los otros autores

    , conven-

    dr Vd. conmigo en que vale ms, si esposible, conocerla y tenerla cual es y sehizo, que no seguir atenindonos untexto impreso en lengua extraa ladel autor, donde, ya por esa facilidadcaracterstica de los paisanos de Mr. Ter-naux, ya porque ste no conociera sufi-cientemente nuestra habla del siglo xvn,han podido deslizarse errores que aa-dan tal vez un aserto estupendo de losque Montesinos acostumbra, algo msestupendo y raro todava; como de

  • DEDICATORIA. IX

    cierto as es y resulta del cotejo de laedicin francesa con su original caste-llano, hoy existente en la Academia dela Historia, tomo A 1 55 de la copiosacoleccin de D. Juan Bautista Muoz.

    Parece que mi propsito bastabareproducir fielmente dicho original;mas, luego que conozca Vd. su histo-ria,ignorada del editor francsopi-nar como yo: que acaso no lo hubieraconseguido.

    Registrando Muoz las bibliotecasde Sevilla en busca de documentos parasu Historia del Nuevo Mundo, tropezen la del convento de San Jos de Mer-cedarios Descalzos con tres volmenesmanuscritos en folio de la grande obradel licenciado Montesinos, compren-diendo uno de ellos los libros i . y 2. delas Memorias antiguas del Per y losotros dos los libros 1.' y 2 de los Ana-les del Per. Ignoro los motivos quetuvo para no mandarlos copiarsegnsu costumbre, alguno de sus escri-bientes;

    por ventura se brindaron losfrailes esta tarea; quizs les estabaprohibido facilitar los cdices sin orden

  • X DEDICATORIA.

    superior

    ; solo s que en el expedienteque lleva el nombre de nuestro ltimocosmgrafo de Indias, y acompaandoal original castellano de la versin deMr. Ternaux, obran las comunicacio-nes siguientes:

    Excmo. Sr. D. Josef de Galvez (mi-nistro que era entonces de la Corona.)

    Excmo. Seor:Mi mucho desveloen examinar papeles curiosos ha llegado colmar los deseos que tenia de servir V. E., ofreciendo y poniendo en suexcelente mano la primera y segundaparte de la Historia del Per, que es-cribi el licenciado don Fernando deMontesinos. Su estilo y sus caracteresme han aadido nuevo trabajo, que hellevado con gusto, por el que s tie-ne V. E. cargo de su excelente mrito.Dndome V. E. su beneplcito, remitirdichas dos partes por ahora, y despuslos Anuales de dicho licenciado Mon-tesinos, que principian desde el ao 1498y finalizan el de 1642; obra toda quefu formando de los escritos y testimo-nios que hall en los archivos de aquelvasto imperio, y por tanto, la ms ver-

  • DEDICATORIA. XI

    dadera. Las muchas repeticiones quetiene sobre una misma cosa, me hanhecho mudarles de estilo, sin faltar cuanto dice ni aadir cosas volunta-rias, d fin de que no fastidien y sehaga ms apreciable. Remitir asimis-mo algunas otras curiosidades V. E.,con las que confio en Dios tendr algnplacer, y yo el mayor en recibir pre-ceptos de V. E. en que ejercitarme,mientras pido la Divina Majestadprospere la vida de V. E. muchosaos.De ste del Seor San Josef dela ciudad de Sevilla, 19 de setiembrede 1785.Fr. Josef de San AntonioAbad.

    Apresurse el ministro Galvez ma-nifestar Fr. Josef cunto agradecia suobsequio, y recelando sin duda, por elestilo de Su Paternidad, que no iba quedar muy bien parado el del autorque pretendia corregir, le anadia encarta de San Ildefonso y 28 del mismosetiembre:

    En lo que toca al estilo que diceVuestra Paternidad ha mudado por qui-tar algunas repeticiones molestas, hu-

  • XII DEDICATORIA.

    biera sido ms acertado no tocar l;as porque la obra estuviese como sali

    de las manos del autor y pudiese for-marse juicio de su mtodo y modo deescribir, como porque cualquier cosaque necesitase reformarse podra hacersedespus con ms tiempo y premedita-cin que el que permite la aceleracinde copiar; en caso que se pensase darleal pblico.

    Desgraciadamente estas atinadas ad-vertencias no dieron el resultado queera de esperar. All al cabo de un ao,al remitir Fr. Jos las copias al minis-tro, le decia:

    La retardacin de la de V. E., queacabo de recibir con fecha de 28 de se-tiembre de 85, no ha sido bastante suspender el trabajo que me habia to-mado en obsequio de V. E. Con estemotivo remito V. E. el Libro primeroy segundo de las Memorias antiguashistoriales del Per, sin quitar nadasubstancial ni aadir lo que el li-cenciado don Fernando Montesinos es-cribi. Va esta segunda parte segundolibro ya copiado y puesto en claro, que

  • DEDICATORIA. XIII

    es para lo que he tenido algn lugar.

    Remito asimismo V. E. casi todo elprimer tomo de los Anuales, ir tra-bajando hasta finalizarlo y finalizar asi-mismo el segundo tomo, que tambinremitir V. E., y contiene hasta el aode 1642.Por lo que dije V. E. enmi antecedente, lo he puesto todo en eseestilo; pero yo no dudo que dicho seorlicenciado fue' hombre muy capaz y ver-dadero. He hecho examen de sus citasy las he hallado conformes. Yo deseo V. E. teda prosperidad y que Dios loprospere en su mayor grandeza. Sevi-lla 29 de setiembre de 86.B. L. M.de V. E. su capelln,Lector Fr. Josefde San Antonio Abad.

    En resolucin, que las Memoriasantiguas historiales y polticas delPir llegaron manos del ministroGalvez aderezadas gusto del P. Jos, yen este estado pasaron las de Muoz,que agreg el manuscrito sus papeleshistricos tal y como lo habia recibido.

    Y quin averigua hoy hasta dndetrascienden las mejoras del escrupulosolector mercedario? Porque excuso decir

  • XIV DEDICATORIA.

    Vd. que los originales que mejor noparecen ni se sabe ms de ellos.

    As, pues, con la publicacin del quetuvo la vista Mr. Ternaux slo alcan-zaba poner de manifiesto los errores ydescuidos que cometi al traducirlo, noel texto verdadero de Montesinos; ynicamente falta de otro menos sos-pechoso, me hubiera quedado con el delP. Jos.

    Mi necesidad, sin embargo, no hallegado ese extremo, gracias al viajeque de orden del Sr. Ministro de Fo-mento hicieron algunos cdices de laBiblioteca universitaria de Sevilla laExposicin americanista de Madrid,entre los cuales se encontraba un tomoen 4. de 21 5 folios sin numerar, conms la portada y dedicatoria, y su ttu-losuprimiendo cifras y abreviaturas-como sigue:

    >I

    OPhir de Espaa | Memorias His-toriales I Poli

    ITicas Del Pirv # Va-

    ticinios De sv DescI

    vbrimiento i con-versin por lo

    Is reies Chatolicos i

    SINGVLARES E | PITETOS QVE POR ELLO SELES DA EN LA | SAGRADA ESCRITURA | Al

  • DEDICATORIA. XV

    re. N. S. Philipo. IV. el Gra | nde Mo-narca de anbos Mundos | Avtor el li-zenciado D. Fernando Montesinos Pres-btero | NATURAL DE SUNA | Ira . Pte .

    La portada, grabada en cobre, ofrecebastante complicacin y es de psimogusto. Un arco abierto por arriba y di-vidido horizontalmente en dos regiones;la superior representa la SantsimaTrinidad sobre nubes, teniendo en suparte ms baja el globo terrqueo, quemuestra el hemisferio Hamericano, ha-cia el cual dirigen respectivamente elPadre, el Espritu Santo y el Hijo estastres leyendas: Dens Hispanice regibusdedit; Amoris divini \elus dilatat;Xptus per suum vicarium benedixit.En lo ms bajo del compartimiento, la derecha, los Reyes Catlicos, y laizquierda el Papa Alejandro vi con lacelebre Bula en la mano siniestra y ben-diciendo con la diestra. En el comparti-miento inferior un marco ovalado conel ttulo ya dicho, sostenido la dere-cha por la Justicia y la izquierda porla Fortaleza, descansando la primeraen un escaln modo de basa con esta

  • XVI DEDICATORIA.

    letra: Conservat; y la segunda de igualmodo con esta letra: Svstinet. Debajodel marco ovalado otro globo con el he-misferio americano dentro de una co-rona ducal, timbre del escudo del Con-sejo de Indias, con esta leyenda alrede-dor del globo: Supremus Indiarumsenatus; y un lado y otro del escu-

    do, sobre el escaln que sostiene laJusticia y la Fortaleza: Portat * Noncadet. Sobre el marco del ttulo unacinta con este lema: Ivs divinum est aposteriori Altiorem titulum ne que-ras. Por ltimo, en el ngulo derechode la portada, debajo del escaln de laJusticia, la cifra del grabador (Rivera?)

    y el ao 1644.La dedicatoria

    que yo no puedoleer con la seriedad que quisieradice la letra:

    Seor:Es la Ham erica el tesorode Dios que reserv su poder para des-empeo de sus obras. Depositla en elrey de Tiro por poco tiempo y fu elOf> que lo hizo famoso en todo elmundo. Pas su seoro los reyes deHierusalem con sus riquezas: pudo Da-

  • DEDICATORIA. XVII

    vid sustentar guerras y Salomn hacerel celebrado templo de su nombre.Cortse el hilo este favor en Iosafad,por tratar compaa en tan divino em-pleo con un rey idlatra. Al cabo dedos mili quinientos y cuarenta y dosaos de silencio, de litigio, determi-n Dios se continuase esta gracia parael mayor lucimiento de su Iglesia, enlos Reyes Catlicos, quinto-abuelosde V. M. ; derecho de la Divina Justi-cia volver post liminum temporis , des-pus de largos siglos, V. M., por reyde Hierusalem celoso, lo que quit portibio Iosafad ! Reserv, pues, en sDios el dar la sentencia como esta ricatierra en su tesoro, por ser el descubri-miento y conversin su ms grandeobra, despus de la Creacin y Re-dempcion del mundo, y V. M. , mayormonarca del, la parte interesada. Se-cretario desta causa es el Espritu San-to; los que han dado testimonio della,los Profetas. Declaran sus vaticinios elsuceso, y el Libro tercero desta partesingulares eptetos que V. M. dan poresta admirable conversin. Mi deseo los

  • XVIII DEDICATORIA.

    engast en esta Historia; su novedadasegura mi desvelo, y el ajustamiento las Divinas letras, como desempea miafecto, desvanecer los efectos de la in-vidia, dejando admirados mulos losque antes eran ponzoosos contrariosal misterioso derecho de la posesinque V. M. tiene de los Imperios. Guar-de Dios su catlica persona para to-marla de todos los del mundo.

    Esta Primera parte del Ophir deEspaa divdese en tres libros, denomi-nados respectivamente: Libro i., 2.y 3. de las Memorias antiguas, isto-riales i polticas del Pir.El primeroocupa 76 fol., y es casi todo de manodel autor; pero est sin acabar, pues ter-

    mina bruscamente con los dos primerosrenglones del cap. 36, titulado: De loscuatro rios famosos que salen de latierra del Pir. El segundo tiene 65folios, es de dos letras, bastante ma-las, ninguna del autor, que se limit ligeras correcciones. Est completo.El tercero consta de 74 fol. , y est in-completo, concluyendo con el ep-grafe del cap. 3o: Dcense otros suce-

  • DEDICATORIA. XIX

    sos prodigiosos en prueba del intento.Dicho Segundo Libro, que corres-

    ponde exactamente en el nmero yasunto de sus captulos con el traduci-do por Mr. Ternaux-Compans, es elque doy luz con preferencia al origi-nal de la versin francesa, atendiendo,en primer lugar, que permanece talcual su autor lo dej, y, adems, queel frontis grabado parece indicar queera la forma en que habia de imprimir-se, seguido de un tercer libro, que secita al final del captulo XXVIII y nose encuentra en el manuscrito del con-vento de Mercedarios.

    Este indicio, sin embargo, no espara m de gran fuerza por varias razo-nes; entre ellas, que hay muchos aos,edades y nombres en claro (justamentelos mismos que no se expresan en lacopia arreglada por Fray Jos); quefalta un suceso que se promete contaren el captulo XXI seguida del pr-rafo segundo; que est sin corregir elpasaje que se refiere la nota del cap-tulo X, pg. 59; y por ltimo, queMontesinos anduvo cierto tiempo (no s

  • XX DEDICATORIA.

    cunto) dudoso en el ttulo, plan y dis-tribucin de la obra general donde seincluyen las memorias de los reyes yemperadores peruanos. En el manus-crito del convento de San Jos constabade dos partes; la primera, intitulada Me-morias antiguas historiales del Per,dividida en dos libros, y el primero destos en 32 captulos; la segunda, Anua-les del Per: ambas sin portada ni de-dicatoria, y con slo una Advertenciaal frente de las Memorias. Ya ha vis-to Vd. el ttulo que tiene en nuestro c-dice,

    que encierra nada ms que la pri-mera parte,del cual se deduce, al pare-cer, que los Annales del otro habian deformar la segunda del Ophir de Espa-a, nombre de toda la obra. En l dichaprimera parte va aumentada con untercer libro, y el primero tiene 36 cap-tulos en vez de 32, y no se sabe si aca-ba en ese nmero. Pues todava conoz-co otro texto, casi todo de letra de Mon-tesinos (i), en que el libro tercero (cabal)

    (i) Fu de la librera de don Serafn Estvanez Cal-dern, y hoy est en la Bibl. Nacional.Ms. J 189, enfolio.

  • DEDICATORIA. XXi

    de la primera parte, cuenta 27 captulos

    v no 3o, como el manuscrito de la Uni-versidad de Sevilla, y los Anuales,

    aunque en borrador, completos y hasta

    el mismo ao de los del texto del con-vento de Mercedarios, llevan esta por-

    tada de mano:

    Memorias \ Antiguas i Nvebas delIPirv

    I

    Dicese, la introducion de laReligin, christiana en el Pi- | ru,hechos memorables de los espaoles,

    y

    sus guerras \ ciuiles. La erecion de laprimera Iglesiay de las de \ mas. conlo tocante lo ecclesiastico. Las ima-ge

    I

    nes milagrosasy sus santuarios.Refierense las per \ sonas ilustres ensantidady letras; Los varo | nes emi-nentes en minerales (as) de oroy pa-ta

    Iy piedras preciosas. Fundacionesde las

    Iciudades, conventos, y hospi-

    tales. EnItradas los indios de guer-

    ra y I todos los sucesos memo \ ra-bies.

    I

    Al Ill. m S. r Don FrayPedrode Oviedo Arco

    \ bispo Primado deIndias. Obispo del

    \Quitodel Conse

    \

    jo desu magA\ Grande en Unaje,

    mayor\en letrasMximo en I uirtu-

  • XXII DEDICATORIA.

    desdocto como A\gustin, %eloso

    como Am\brosio, liberal como Pau

    \

    lino, tratable como Borromeo, yamigode hacer bien como

    \ S. Tho-mas de Villanueva \ Ao de 1642.

    La direccin al obispo quitense sehalla repartida, en la forma que indicanlos guiones, uno y otro lado de unescudo oval grabado en cobre, recorta-do y pegado con alquitira, en cuyocentro hay una corona con una cifra(VIDEO)? y encima de ella una fajacon este lema: DvmAlii Dormiunt. Alrespaldo de la portada va la dedicatoria,

    y el tratado principia con este epgrafe:Libro i. de los Annales del Piru,llenando los folios 107 273 inclusive.

    De todos modos, y aunque el graba-do del frontis no establezca una prefe-rencia favor del de nuestro texto encuanto la fecha, siempre resultar queste aventaja al del P. Jos en la purezade los nombres de personas y lugares,mal leidos por el buen reverendo, nomuy ducho, mi juicio, en materia deantiguallas peruanas; mrito precioso siconsideramos las deducciones que

  • DEDICATORIA. XXIII

    suelen entregarse y los sistemas que seatreven levantar sobre aquella clasede nombres algunos fillogos y etimo-logistas extranjeros, sin cerciorarse an-tes de la autenticidad del vocablo, ve-ces sabiendo menos castellano que delenguas americanas, y con frecuenciaconociendo apenas nuestra antigua or-tografa.

    Vaya por ejemplo:Trtase en el captulo XV de un rey

    llamado Arantial, cuyos subditos, afli-gidos de continuas pestes y reducidos escassimo nmero, huyeron los An-des y Xauxa, dejndole poco menosque solo en sus Estados. Y dice coneste motivo Montesinos: Comenz reinar Arantial cassi sin vasallos, etc.

    (pg. 88). Pues bien, el P. Jos, creyen-do que cassi ( casi) era apellido, se loendos su majestad peruana, sin ad-vertir que por ello le colocaha en la di-ficilsima situacin de reinar en despo-blado y sobre nadie (i).

    (i) Mr. Tcrnaux-Compans repite la especie, si bienprocurando atenuarla con un pour ainsi dir.

  • XXIV DEDICATORIA.

    Por cierto que el tal adverbio estde mala suerte en las historias del an-tiguo Per. Arantial Casi me recuerdaque Mr. Markham , en el ndice de vo-ces quichuas de su Narratives of therites and laws of the Incas ( Hakluytsociety, 1873), traduce Caci Caci, po-niendo un guin enmedio, que no exis-te en el original, por CommandtJients,precepts. Also afast, acordin to Gar-cilaso de la Vega. Y aade debajo:Cacicta.Acusativeform of the abo-ve. Y sabe Vd. lo que es aquel cacicaci y radical supuesta de cacicta?Pues simplemente la duplicacin delmismo casi escrito la criolla laindiana, en cuya pronunciacin y or-tografa con frecuencia se emplean lac, c f por la s, viceversa. El textodonde se halla corresponde la Rela-cin de antigedades deste reyno delPir (An account of the antiquities ofPer, de Markham) , escrita por el in-dio don Juan de Santa Cruz Pachacuti,y dice as: Este barn [Tonapa] dlzenque lleg al pueblo de vn cacique lla-mado Apotampo, cuyo sujeto fu el

  • DEDICATORIA. XXV

    pueblo, y dicen que lleg muy cansadoen vna fiesta, quando estaban en lasbodas, y ass por el Apotampo fueronoydos sus razonamientos con amor, ylos indios del sujetos los oyeron malasganas; al fin por aquel dia fu huspedel perigrino, el cual dizen que dio vnpalo de su bordn al dicho Apotampo,reprehendindoles con amor afable

    , ypor el dicho Apotampo les oyieron conatencin , rebebindole el dicho palo desu mano, de modo que en vn palo losrecebieron lo que les predicaua, sea-lndoles y rayndoles cada captulo delas razones. Los viejos modernos deltiempo de mi padre, don Diego Felipe,suelen decir que ca

  • XXVI DEDICATORIA.

    casi casi (poco ms menos, presque,almost, fastj los mandamientos de laley de Dios. Por lo dems, ni el fast(ayuno) de Garcilaso se escribe caci-caci, sino caci %a\iy, sin duplicacin;ni cacicta es acusativo de caci ni denada que signifique precepto manda-miento, sino de ccasi, paz, tranquili-dad, sosiego.

    Pero no es esto lo peor. Fiado en laautoridad de Markham, un americanis-ta tan noticioso y concienzudo como elseor Bastian, ha confirmado el quidpro quo del bibligrafo ingls al anotaren su erudito artculo Aus der Ethno-logischen Sammlung des KoniglichenMuseums \u Berln (ZeitschrifffrEthn. 1877), el pasaje donde trata delas varias clases de escrituras sistemasde signos representativos que usaron losantiguos pueblos del Per y Quito.

    Curiosa peregrinacin de una hu-milde palabreja por idiomas y textospropios y extraos, ora con honoresreales, ora semi-divinos!

    Y cunto hay de esto y de muchoms grave en las versiones, ilustrado-

  • DEDICATORIA. XXVII

    nes, notas y comentarios de las obras ydocumentos castellanos sobre Amrica!Tanto, que el espurgo incompleta res-tauracin de las Memorias antiguas delPer, representa una mnima parte deltrabajo crtico por que necesitan pasaraquellos materiales, si es que han deaprovecharse como es debido.

    Ms que por otra cosa , por no que-brar la costumbre generalmente obser-vada entre editores de libros ajenos, hede poner aqu lo poco que se sabe dellicenciado Montesinos, y aun eso pocoes del tiempo que estuvo en Indias, yentresacado de sus propios escritos.

    Pas al Per en la misma flota queconducia al virey don Jernimo Fer-nandez de Cabrera, conde de Chinchn,el cual, despus de tocar en Cartagenaindiana el dia 19 de junio de 1628, yen Portobello el i5 de julio inmediato,entraba solemnemente en Lima el 14 deenero de 1629. Residi en aquel virei-nato quince aos, con casa en Los Re-yes, si bien el cargo de visitador queejerci dos veces y sus aficiones favori-

  • XXVIII DEDICATORIA.

    tas, le llevaban con frecuencia de unlado para otro, de Quito hasta Potos.Mil y quinientas leguas dice que andu-vo, consultando sobre antiguallas, re-gistrando libros de Cabildo, copiandodocumentos histricos

    , y haciendo en-sayos metalrgicos

    ,

    particularmente enPotos, donde vivi algn tiempo, asis-tiendo en la parroquia de Santa Brba-ra. As acopi los materiales de su Opkirde Espaa Memorias antiguas ynuevas del Per, de su Directorio debeneficiadores de metalesy arte deellos, en cuya tercera parte trat la

    descripcin de todos los asientos de mi-nas del Per y sucesos particulares deaquellos tiempos, y de su obrilla sobrela Conservacin del abogue que sepierde sobreaguado entre lamasy re-laves; y as adquiri la reputacin deexperto y entendido metalurgista, nomenos que la de muy versado en laHistoria y Geografa antigua y moder-na y en las cosas naturales de aquelImperio. En varios lugares de su Ophirhabla de ensayos de metales que hizo pors mismo, y en el cap. 16 del libro i.,

  • DEDICATORIA. XXIX

    que el ao de i638 el virey le consultacerca del viaje del rio de las Amazonasde Pedro Texeira, habiendo declaradoMontesinos algunas cosas que venan enla relacin de dicha jornada, la verdad,repugnantes, y formado unas noticias,derrotero y mapa.

    Tengo para m que las investigacio-nes histricas y operaciones metalrgi-cas no era lo nico que entretenia lagran actividad del licenciado osonense.

    El haber escrito una Historia del Pai-titi, y creidoen las riquezas de Cande-ri el Dorado de los Moxos, son prue-bas de que su imaginacin se hallabaharto entretenida y preocupada conellas; pero, en mi concepto, trat ade-ms de tocarlas con la mano.

    Al cap. 7. del libro i. de su Ophir Memorias antiguas, dice: El aode 1637 entr por orden mia mi primodon Francisco Montesinos por Tarama.Sac de all seis indios principales quehosped en mi casa, en Lima; estuvie-ron regalados , estimados y protegidosdel virey, arzobispo, Audiencia real,Tribunal del Santo Oficio y de todos

  • XXX DEDICATORIA.

    los caballeros de la ciudad y lustre ; vis-tiles el virey de finas sedas; dironlesotros algunas preciosidades. Volvilespor orden del virey sus tierras donFrancisco, tratndoles con el mayorcuidado que pudo poner tan cuerdo ca-ballero; mas pagronle todo el favor conla muerte suya, de dos Padres francis-canos y de la compaa que llevaban,sin ms motivo que su furor brba-ro. (i)

    Ahora es de saber que Tarama Tarma era una de las puertas del fan-tstico Paititi, cuyos umbrales no po-dan traspasarse en la forma que lo hizo

    (i) Debe referirse esta misma entrada lo que diceMontesinos en el cap. 19 del citado libro i.: Tominforme de si el carbunclo es piedra que lleva algnanimal en la frente, de un sargento de Monterey queentr el ao 1637 por Tarama aquellos gentiles, lostrat bien y hizo vocabulario de sus nombres ms or-dinarios en sus lenguas, y no pudo aadir otra cosa.Asegurme, s, que aquellos gentiles bailan todas lasnoches alrededor de grandes fuegos que hacen por imi-tar sus vecinos de la tierra adentro, si bien destos los

    principales se visten, para bailar, las piernas de piedras

    muy resplandecientes y preciosas. Quin creer quelas dichas luces vagas son otra cosa que moscas, como

    se ven en Italia y otras partes?

  • DEDICATORIA. XXXI

    don Francisco Montesinos, es decir, enson de descubrimiento y conquista, sinconvenio permiso delvireyde S. M.;y cuando el licenciado pudo ordenr-selo su primo, es que estaba segura-mente autorizado para ello. Y no es deolvidar que por ese tiempo tenan lostesoros del Paititi levantada de cascos la gente novelera y sensata del Per(incluso el mismo virey), merced lasinvenciones y supercheras del que fu,aos despus, Huallpa Inca en los Cal-chaques , el famoso don Pedro Bohor-ques Girn.

    Si todo esto se unen las menuden-cias de haber leido una de las causas enel auto de fe celebrado en Lima en 1639y publicado en este ao una Relacinacerca de l y antes otros opsculos depoca monta , como consta en los preli-minares de dicha Relacin, tendr Vd.cabal idea de lo averiguado y conocidodel autor de las Memorias antiguashistoriales del Per y de sus hechos yobras. Acerca de las cuales le dir Vd.francamente, que la que juzgo ms til,es la titulada Anales Memorias nue-

  • XXXII DEDICATORIA.

    vas del Per,en especial si se publi-

    can por el manuscrito olgrafo de laBiblioteca Nacional, donde constan pu-ramente los datos fidedignos que ibacopiando extractando el autor, orde-nados por aos, sin meterse todavaen las apreciaciones, comentarios re-flexiones de propia cosecha, en que nosiempre discerna con la cordura yacierto de un historiador imparcial ydespreocupado.

    Y aqu hago punto, porque parabillete nuncupatorio (no me atrevo llamarlo epstola), me parece que bastacon lo dicho.

    De Vd. afectsimo y consecuenteamigo,

    M. Jimnez de la Espada.

  • MEMORIAS ANTIGUAS

    HISTORIALES Y POLTICAS

    DEL PER,POR IL LICHCUDO

    D. FERNANDO MONTESINOS,NATURAL DE OSUNA.

  • CAPTULO PRIMERO.Del modo con que al principio se introdujo

    el seoro y mando entre los indiosdel Pir.

    Despus de haber Ophir poblado laHamrica, instruy sus hijos ynietos en el temor de Dios y obser-

    vancia de la Ley natural. Vivieron en ellamuchos aos, comunicndose de padres hijos el respeto al Criador de todas lascosas, por los beneficios recibidos, en es-pecial por el del Diluvio, de que libr sus progenitores. Duraron en este bienmuchos aos: y segn el cmputo del ma-nuscrito citado (i), seran quinientos, con-

    (\ ) Por primera vez en el siguiente pasaje del cap-tulo IV del libro i. de estas Memorias:

    Y me es forzoso referir otra noticia de la anti-gedad de este nombre Pir, que hall en un libro ma-nuscrito. Cmprelo en una almoneda en la ciudad deI.ima y le guardo con estimacin y cuidado. Trata del

  • 2 MEMORIAS ANTIGUAS

    tando los del libro, aunque por la cuentade los amautas historiadores peruanos,fu al segundo sol despus de la Creacindel mundo; que computando el tiempopor los aos comunes , vienen ser dosmil aos, dado que fuese el ltimo delsegundo sol; y porque no eran cumplidosestos dos soles cuando sucedi el Diluvio,porque faltaban para su cumplimientotrescientos cuarenta aos, segn nuestracuenta ms comn, viene, en opinindestos amautas, ser esta edad tiempo

    Pir y de sus Emperadores; y comunicando en Quitocon un sujeto curioso sus materias, me certific ser elque lo compuso un hombre verbossimo de aquella ciu-dad, muy antiguo en eila y ayudado de las verbales no-ticias que el Santo Obispo D. Fray Luis Lpez [deSols] le daba y del examen que el mismo seor Obispode los indios haca. Este, pues, tratando de la etimolo-

    ga del nombre Pir, dice en el Discurso /, cap. 9,qoe los indios usaban en muchos nombres de grandesmetforas, que por no entenderlos los autores, as por

    la antigedad como por ignorar las derivaciones, noacertaron en las significaciones propias. En comproba-cin desto trae algunas curiosidades de que me valgo

    en este libro. Sea una de ellas, que uno de los reyes

    peruanos que poblaron la ciudad del Cuzco, se llamPirua Pacari Manco, segn una de las aclamacionescon que sus vasallos le invocan, habiendo sido su pro-pio nombre Topa [Tupac] Aiar Uch Manco, como sever adelante cuando del tratemos.

    Trata de l en efecto en este primero captulo, hacia

    1 fin.

  • DEL PERV. 3

    t los dichos trescientos cuarenta aos.

    Pero errronse, porque Ophir, nieto

    de No, dado caso que cuando pobl laHamrica i fuese despus de trescientoscuarenta aos del Diluvio, los ciento se-

    senta restantes fueron los que vivieron

    sus hijos y descientes en temor y amorde Dios y del prjimo, con toda paz, sinmayoras ni disensiones. Dur sto pocoen el Pir, porque sus habitadores, de

    que habia ya copioso nmero, comenza-ron tener discordias entre s sobre las

    aguas y pastos. Para la defensa elegan

    caudillos los ayllos y familias, conformelas ocasiones de guerra y paz que se lesofreca; y con el tiempo, algunos hombresque con fuerza y maa se aventajaban los dems, comenzaron enseorearse; yas, poco poco, fueron prevaleciendounos ms que otros.

    A este tiempo, que segn lo que hepodido averiguar sera los seiscientosaos despus del Diluvio, se llenaron todasestas provincias de moradores; muchosvinieron por la va de Chile, otros por losAndes, otros por la Tierra Firme y Mar

    (i) Montesinos escribe siempre America con H,porque segn l es misterioso anagrama tHec Mara.la Madre de Cristo, no derivado de Amrigo.

  • 4 MEMORIAS ANTIGUAS

    del Sur, con que se poblaron las costasdel desde la isla de Santa Elena y PuertoViejo hasta Chile: esto se colije de laspoesas y cantares antiguos de los indios,

    y es conforme lo que dicen graves auto-res, que los ciento cincuenta aos des-pus del Diluvio, fueron tantas las gentesque crecieron y multiplicaron en aquellastierras de Armenia, que viendo el Pa-triarca No tanto nmero de personas,movido de la urgente necesidad y del pre-cepto divino que tenan los hombres dede Dios para henchir el mundo, mand sus hijos y nietos, que con sus familiasfuesen buscar tierras que poblar; y nofalta quien diga que el mismo PatriarcaNo fu mostrar y repartir las tierras,y que dio vuelta todo el mundo. Y asesta vez salieron de Armenia los primerospobladores

    ,y otros muchos en otras oca-

    siones, unos partiendo por el derroterodicho, y otros por mar, como dicen Ce-dreno y Philon en sus Antigedades, segnlo cual no ser dificultoso creer que Noestuviese en el Pir.

    Llegaron los primeros cerca del parajeque hoy es el Cuzco, en tropa y formade familia, y segn la cuenta de losamautas eran de cuatro hermanos, llama-dos Ayar Manco Tupac, Ayar Cachi Tu-

  • DEL PER. 5

    pac, (i) Ayar Auca Tupac, Ayar Uch; yde cuatro hermanas, cuyos nombres eran:Mama Cora, Hipa Huacum,Mama Hua-cum, Pilco Huacum. El hermano mayorsubi un cerro llamado Huana Cauri, ydesliando la honda de la cabeza, tir conella cuatro piedras, sealando las cuatropartes del mundo, y diciendo voces quecon aquella accin tomaba posesin de latierra por s y en nombre de sus hermanosy mujeres. A los cerros que seal con laspiedras, auno llam Antisuyo, hacia elOriente; al de Poniente llam Contisuyo;al de Medio [dia] Colla [suyo] (2). Cuandoaclamaban los reyes decian Tahuantinsuyo Capac, como si dijeran, Seor de lascuatro partes del mundo.

    Mucho sintieron los tres hermanos vertan adelante en el gobierno y superioridadal primero, presumiendo de lo que habiahecho que queria ser su cabeza; quienms advirti el intento del hermano ma-yor fu el menor, y como hombre vivo y

    (1) Chachi, dice en el original, pero tengo en cuentaque el autor solia usar la Ch con sonido la italiana, en equivalencia de la c, y supongo que su intencin seranombrar Ayar Cachi, como todos los dems escrito-res que refieren la leyenda de los cuatro hermanos.

    (2) Le falt indicar Chincha suyo, el rumbo delNorte.

  • t) MEMORIAS ANTIGUAS

    caviloso, propuso hacer de modo que,quedando l solo, nadie le impidiese elmando; y dejando varias ficciones poticasque los indios refieren sobre este caso, loms cierto es, que l dio esta traza paralibrarse de sus hermanos. Al primero ledijo que entrase en una cueva y pidiese alIllatici (i) Huir Cocha le diese semillas desu mano y su bendicin para la fecundi-dad dellas; creylo el hermano, entr enla cueva, y el menor puso en la boca unapiedra grande y otras pequeas, con quela cueva qued cerrada y el miserableenterrado. Al hermano segundo le llevTupac Ayar Uch entre unas altas peas,con achaque de buscar al mayor, y dellaslo despe, hizo creer las mujeres y alhermano tercero que el Illatici Huir Co-cha lo habia convertido en piedra, para queen su compaa rogase por la sucesinde todos; y la piedra que fingi el TupacAyar Uch , la llevaron despus al Cuzco.

    El hermano que quedaba, concep-tuando mal destos sucesos, se huy otras provincias, y el Tupac Ayar Uch lesdijo sus hermanas cmo se habia subidoal cielo, para desde all tomar su cargo

    (i) Con frecuencia se escribe este nombre en el ori-ginal Itatici.

  • DEL PER. 7

    todos los montes, llanos, fuentes y ros,para defenderlos de las heladas, rayos,relmpagos y nublados, y ser patrn yabogado del gobierno que habia de tenerde todo el mundo, como hijo del sol, yque le habia puesto Pirua Pacari Manco,porque habia de ser como Dios de latierra.

    Vindose ya Tupac Ayar Uch, comun-mente llamado Pirua Pacari Manco, librede sus hermanos, camin hasta el lugardonde hoy es el Cuzco con sus hermanasy mujeres, las cuales dio entender elfavor grande que habian de tener en sustres hermanos

    , y que as habia de edificaruna ciudad y ser seor de los vivientes,

    y que para entablar en ellos verdaderorespeto, se le tuviesen ellas muy grandey hablasen con toda humildad, como hijonico del sol. Pareci bien el lugar lahermana mayor, y djole su hermanoque edificase all la ciudad diciendo: enesos ci/fco, como si dijera, en ese sitiodonde estn esas piedras que parecenamontonamientos; y de aqu dicen algu-nos que se llam aquella primera ciudadCuzco; y otros dicen que el sitio donde sefund estaba cercado de cerros, y tenaalgunos peoles que fu necesario alla-narlo con tierra, y este trmino de alia-

  • 8 MEMORIAS ANTIGUAS

    nar se dice por este verbo cofcoani, cofco-chanqui chanssi (i), y que de aqu sellam Cuzco.

    El Pirua junt los de su familia,que eran muchos y le servan como cria-dos vasallos, con el ejemplo que les dabala hermana, que lo haca con todo gusto,por tener en ella los hijos que msqueria el Pirua. Juntos, pues, mand-les amontonar piedras y allanar el sitioreferido con mucha tierra, donde fundmuchas casillas en que vivian modo deciudadanos. Tenan stos entre s, sobrelas sementeras y ganados y sobre el agua,algunas rencillas, y con cada una parecianlos litigantes ante l, y haca que su hijoprimognito, quien l queria ms que los otros, los compusiese, diciendo queas lo mandaba el Illatici Huir Cocha. Eratanto el respeto que tenan al padre y aihijo, que sus palabras y mandatos eranobedecidos como leyes inviolables y sinque ninguno osase replicar ellas. Deordinario estaba el Pirua retirado en sucasa, respetado por el hijo del sol, no solo

    (i) As en el orignal. Los verbos que Montesinosse refiere son: cti^cachani, allanar, emparejar lo des-igual; y cu^quini, arrancar terrones, romper la tierra

    nueva, roturar.

  • DEL PER. 9

    ya de las cuatro familias suyas, sino de loscomarcanos, que la traza suya se habanreducido poblaciones de chozuelas losalrededores del Cuzco.

    Dicen los indios que este Pirua Mancose convirti en piedra como los demshermanos, y que su hijo Manco Capac ylos dems le depositaron con ellos hastahacerles templos; pero la verdad, sacadaen limpio, es que Pirua Manco fu el pri-mero que rein en el Cuzco, y no eraidlatra, sino que adoraba al Dios del Pa-triarca No y de sus descendientes, nihubo otro Dios sino el Criador del mundo,llamndole Illatici Huir Cocha. Vino esteprncipe al Cuzco..., (i) y habiendo vividomuchos aos despus del Diluvio, reinms de sesenta, y muri de ciento y msaos comunes, y dej por heredero y suce-sor Manco Capac.

    (i; Falta sin duda designar el ao poca en quevino.

  • tO MEMORIAS ANTIGUAS

    CAPTULO II.De cmo las familias del Cufco levan-

    taron por Seor Manco Capac, yde una embajada que le inviaron

    otros Seores.

    Luego que muri el Pirua Manco, lascuatro familias que le reconocan porhijo del sol y su hijo Manco Capac queles dej mandado obedeciesen por tal ySeor suyo, le levantaron por prncipe ySeor de todos los comarcanos con gran-

    des aclamaciones y fiestas y bailes y ban-quetes. Los Seores que vivian alrededor

    del Cuzco tomaron cuidado desto, y condesvelo trataban del principio y origen de

    Manco Capac y de su padre, sospechandoque siendo hijo del sol, producto de latierra, sin padre humano, podra causaralgunas novedades, mayormente con loque divulgaban sus familias y vasallos deque el Illatici hablaba en abono suyo,aprobando sus acciones, y ellas le aclama-ban por hijo del sol y criatura ms quehumana; con que ya esta opinin era vli-da en toda la comarca. Sospechando,pues, que con esto se les podra desvane-

  • DEL PER. II

    cer su mando y seoro, si no se prevena los principios, juntaron estos Seores los viejos y ms prudentes, y consultaronentre s la dificultad que tendra si el hijodel sol intentara algunas novedades pre-tendiendo hacerse de mayor autoridad, re-solvindose con el mayor acuerdo de quelos ariolos, aurispicios y hechiceros (quelos habia de todas suertes), convocasen alFuego, que era la primera deidad que te-nan, en primer lugar, y la Madre Tierra,

    y que le pidiesen respuesta del intentoque tenan. Para esto se previnieron conmuchos ayunos y sacrificios de ovejas ycorderos, que consumieron en la deidaddel Fuego al pi del dolo de piedra que lerepresentaba, y fules respondido por lestas palabras: Pirua Manco y Manco Ca-pac, reyes del Cuzco y sus descendientes,prevalecern contra la adversa fortuna,y se le sujetarn los habitadores de todaesta tierra, porque son hijos del sol, encuya virtud tienen la dicha felicidad, y yohe visto este primer Seor medir pasostoda la tierra, y as, sin falta, sus descen-dientes sern favorecidos de la dichosafortuna, sin que dellos se aparte jams,porque tendrn la adversa fortuna pos-trada sus pies.

    Mucho les estorb los Seores esta

  • 12 MEMORIAS ANTIGUAS

    respuesta, y trataron por algunos diasentre ellos diversas cosas: unos decan queantes que Manco Capac tuviese ms fuer-zas y plticas de guerra, se la hiciesencon todo cuidado, fuego y sangre, hastadestruirle y echarle del Cuzco, por lomenos de sus contornos, ponerle en su-jecin y vasallaje; otros decian que eramejor confederarse con l por va deamistad y parentesco, por ser este vnculoinviolable entre gente ilustre como eraManco y ellos, y que esto era lo ms con-veniente segn el orculo. Esta lti-ma resolucin fu aprobada de todos, yen confirmacin hicieron grandes sacrifi-cios, y entre ellos de un cordero grande,ofrecindole sus dolos, para que por lasentraas deste cordero se conociese su vo-luntad, en pronstico de bueno mal su-ceso de lo que habian elegido. Despus delsacrificio abrieron el cordero, y en susentraas hallaron pronstico de buen su-ceso; con sto, inviaron estos Seoresembajadores de los ms advertidos de susvasallos, con ricos dones y preseas de va-jillas de oro y plata y muchos vestidos delana finsima Manco Capac, ofrecindolepaz y perpetua amistad, y que en confir-macin della, pretendan vincularla ofre-cindole en casamiento una hija de el

  • DEL PER. 13

    ms principal de los Seores que all habia.Estaba el gran Manco Capac en el

    Cuzco cuando llegaron los embajadores,y postrados por el suelo, con palabras blan-

    das y humildes, le propusieron su emba-jada. El rey los recibi con rostro amoro-so; y les dio audiencia; y hcholes algunaspreguntas, y satisfecho de algunas cosasque deseaba saber, les dijo que se habiaholgado que hubiesen venido su casa ycorte, y mand sus vasallos les diesenposada muy principal, dndoles enten-der que en breve los despachara. Estuvie-ron muy regalados en la corte del reyManco muchos dias, y habiendo precedi-do muchos sacrificios en ellos, el granManco Capac, con acuerdo de los ancia-nos y de su consejo, hizo parecer ante s los embajadores, y estando sentado ensu tiana real, pblicamente, con rostroalegre, dijo as los embajadores: Elllla-tici Huir Cocha, y el sol, mi padre, ensus ocultos juicios, tienen determinado misucesin y los discursos venturosos pordonde han de caminar los de mi linaje, cuya causa, me es fuerza abrazar lo queellos tienen ordenado y determinado, yhaciendo lo contrario ser cortar el hilo mis venturosos hados; y as, determino,con el parecer de los mios, hacer lo que

  • T4 MEMORIAS ANTIGUAS

    me habis pedido, recibiendo vuestrosSeores por amigos y hermanos, aceptan-do sus hijas en prendas de su voluntad yde la mia. Los embajadores, viendo tandeseada respuesta, se postraron por elsuelo, y estuvieron as gran rato, confir-mando con aquel silencio y humildad elconsentimiento de tan crecida merced.Los del rey Manco levantaron los em-bajadores, y dende aquel punto les die-ron mejores y ms eminentes puestos yasientos, y los festejaron por muchos dias,presentndoles ricos vestidos, hechos devarios colores, joyas y preseas de oro yplata. El rey, parecindole tiempo, lesdespach, enviando con ellos otros em-bajadores que propusiesen la embajada los Seores y dijesen la aceptacin deManco, su Seor, prometindoles, de suparte, perpetua amistad y parentesco conel vnculo del matrimonio de sus hijas, los cuales los embajadores de Manco Ca-pac presentaron las preseas que traan,hacindoles muy grandes reverencias.

    Los Seores dieron orden cmo llevar sus hijas para efectuar lo que tanto de-seaban, y con parecer de todos, juntarontodos sus vasallos, y en forma de un bienordenado ejrcito, hicieron algunas rese-as para entrar por el Cuzco con toda

  • DEL PER. 15

    autoridad, y dar entender los habita-dores de ella su podero y fuerzas, connimo tambin, que si el rey Manco in-tentase alguna novedad, se hallasen aper-cibidos para la resistencia. De todo tuvoaviso Manco Capac por ocultas espas quepor todas partes tena, y as, sabiendo lajunta de aquellos Seores, dio orden sus capitanes, que con todo el recato es-tuviesen prevenidos, por si fuese necesarioguerrear los que les irritasen. Para stose fortificaron algunos lugares altos, den-tro y fuera de la ciudad del Cuzco, po-niendo presidios y guarnicin de los hom-bres ms animosos. Con estos recelos ycuidados se estuvieron los unos y los otrospreviniendo; y lo esencial era para lasfiestas y regocijos del nuevo casamiento,que perturb, estando ya punto de ha-cerse, un caso extrao, que sobrevino derepente.

  • 16

    MEMORIAS ANTIGUAS

    CAPITULO III.

    De un caso raro que sucedi en el Cufco,estando el rey Manco Capac y losSeores del contorno apercibin-

    dose para las fiestas del

    casamiento.

    Ya se dijo arriba cmo por estos tiem-pos eran infinitas las gentes que salian deArmenia poblar el mundo, suceso quesirve para la claridad del siguiente y otrossemejantes, porque del origen destasgentes y aun de las extraas finjen lospoetas indios notables poesas, la trazade los griegos y latinos; pero siendo defe que estos hombres proceden de Adny no fueron criados de por s en esta tier-ra, como dicen las poesas antiguas, hemosde decir que los que vinieron ellas fude Armenia y buscando tierras en quevivir, como de otros se pudieran traermuchos ejemplos, si no fuera por la bre-vedad que sigo.

    Los sucesos, pues, destas familias quesalieron de Armenia en diversas veces, orasean de los habitadores de Chile delTucuman, que viniesen de nuevo, es

  • D8L PER. 17

    cierto que les movi el llegar al Pir elbuscar tierras donde vivir. Estando, pues,el rey del Cuzco y los Seores, sus suegros,apercibindose para el casamiento, llega-ron grandes tropas de gentes sin orden deguerra ni de campo formado, y se pusie-ron sobre la ciudad del Cuzco. La vistade tanta gente puso en gran turbacin alManco Capac y sus suegros y los quecon ellos estaban, y lo que ms le admi-raba era que por los Andes, y de haciala provincia de los Collas, que entonceshabia en ella poca gente, saliese tantonmero della. Manco mostr en esta oca-sin su generoso y valiente corazn; dis-puso su gente con buen orden, y la re-parti en puestos fuertes y preeminentes,dndoles rdenes los capitanes culeshabian de acometer primero y cules ensegundo y tercero lugar, dejando otrospara acudir la mayor necesad. Admi-rados quedaron los Seores de ver al reytan animoso y diligente, y siempre leacompaaron todas las facciones. Muchoms admiracin caus en las tropas degentes de ver aquellas prevenciones, yhabiendo entendido el intento, los msprincipales dellos fueron donde estabael rey, y le dijeron que ellos no venian hacer guerra ni mal alguno, sino sola-

  • 15 MEMORIAS ANTIGUAS

    mente buscar tierras buenas dondevivir y sembrar y criar ganados; y los cor-redores y espas que Manco Capac habiaenviado, dijeron lo mismo; con que seenter de lo cierto, y les seal hacia elNorte lugares, y hacia el Mediodia, y asse esparcieron aquellas gentes por diversaspartes, sin hacer dao en persona alguna,aunque con la hambre que traan destru-yeros las sementeras y llevaron las ovejasque hallaron; y tardaron en pasar seis siete dias.

    Prendieron los del Cuzco muchosdestos, y otros se quedaron de su volun-tad servir al Manco Capac; especialmentese aficionaron al rey algunos obreros que

    venian entre estas gentes; eran hombresmuy altos y de fornidos miembros. Otrosse ofrecieron al rey para labrarle las tier-

    ras y campos, y son los atumrunas, que

    hasta hoy tienen en el Pir nombre degente comn y humilde y que su empleoes solo en labranza (i); los dems pasaronadelante y se fueron quedando en Poma-cocha, Qunoa y Huitara, los Llanos y

    (i) Ms razonable me parece la comn cpinion de losescritores de antigedades peruanas, que dan la pala-

    bra hatun-runa el significado de hombres grandes, he-

    chos, de edad prepsito pralos trabajos y ocupacio-nes del campo y oficios del sexo varonil.

  • DEL PEHU. 19

    Chachapoyas, y muchos dellos, no se sabecon qu fin, hicieron canoas y se embar-caron por el rio de Apurima, llamado Ma-raon

    ,como afirman los amautas, para

    irse por el rio abajo en sus balsas.Por tradicin antiqusima dicen los

    indios del distrito de la Audiencia deQuito, que por la banda del Medioda Sur, y por la del Septentrin, vinierondiversas veces grandes tropas de gentes,as por tierra como por mar, y poblaronlas costas del mar Ocano, y entraronpor la tierra firme adentro; con que sellenaron estos esparcidos reinos que lla-mamos Pir; el cmo dije en el cap-tulo C (1) del Libro primero.

    Con la novedad y alboroto de la venidade tantas gentes brbaras al Cuzco, losSeores que habian venido las fiestas seretiraron sus provincias, y en ellas re-

    t) Equivocadamente por 6.. cuyo titulo es: De losprimeros pobladores de Pir y de sus progresos.All dice Montesinos sobre el particular:

    Bien consideradas las cosas del Pir, consultadascon indios antiguos y personas prcticas en provincias

    y lenguas, y habindome asimismo valido de papelesde todo crdito, inspecciondolo todo con atencincuriosa ; hablando con la modestia que debo en materiaque laSanctaEscriptura ocult, y hasta nucstrosigloportan largo tiempo estuvo desconocida ; digo, que el PimI lo dems de la Homrica, lo poblaron Ophir, nieto ce

  • 20 MEMORIAS ANTIGUAS

    cogieron muchos de los advenedizos, dn-doles tierras. Passe en esto mucho tiem-po, y en l murieron estos Seores, y elgran Manco Capac , sin haber dado reso-lucin lo prometido de su casamiento,muri de cincuenta aos, los treinta desu reinado, con mucho sentimiento desus vasallos. Sucedile su hijo y herederoHuanacaui Pirua, primero deste nombrey tercero rey peruano; el cual ordenciertas confecciones para preservar decorrupcin el cuerpo de su padre, ya di-funto, dedicndole templo particular,como en depsito, hasta hacer el templosuntuoso del sol que ste comenz y des-pus acabaron sus sucesores en la plazade Coricancha, por orculo particular quepara ello tuvieron.

    No, y sus descendientes. Estos vinieron desde elOriente haciendo sus poblaciones hasta el Pir, ltimatierra del mundo respecto del viaje que traan. Aqu,viendo sus riquezas de oro, plata, piedras preciossimas,perlas, maderas, animales y aves hermosas que haba,atendiendo la memoria de su padreOphir.le dieron sunombre y fundaron sus mayores ciudades. Los sucesosde los tiempos llevaron despus all otras varias gentes;tiros, fenices, y otras diversas naciones que estos lleva-

    ban en sus armadas, poblaron casi del todo aquellasentendidas provincias.

  • PEl PER. 21

    CAPTULO IV.10 por las muertes de Manco Capac

    y de los Seores comarcanos sucedieron

    des guerras entre sus sucesores, ydel fin deltas por suceso particular.

    Luego que tom el gobierno HuanacauiPirua, procur dar asiento en todo su esta-do, confederndose con sus vecinos y pro-curadores que solicitaban la paz y amistad.

    Los sucesores de aquellos Seores, con ladilacin de tantos aos, se haban olvi-dado de lo que sus padres habian tratadocon Manco Capac, as por la ambicinque tenan los prsperos sucesos de suhijo, como por que se interpusieron malosterceros; con que poco poco fu preva-leciendo la pasin, y della guerras muyreidas, en cuyo discurso tuvo diversossucesos.

    Sucedi, pues, que en una alboradaque dieron los hijos del sol ( as llama-ban los del Cuzco), prendieron, entreotros muchos prisioneros, un nio peque-o, hijo de Huanacaui Pirua; llevronlocon gran triunfo con su ama y tuvironlealgunos dias buen recaudo. Deseabanen l ejecutar la muerte, y detuvironse

  • 22 MEMORIAS ANTIGUAS

    por causa de obligar con ella y su sacri-ficio todo el ejrcito, ocasionndole,con este espectculo, tener prenda me-tida para no tener jams amistad conlos hijos del sol. Estando, pues, todosjuntos, mandaron sacar este nio (nohabia cesado de llorar desde su prisinde da ni de noche) desnudito, para sersacrificado. Puesto en el lugar de el holo-causto, comenz llorar lgrimas de san-gre, que puso admiracin todos, causade que no le sacrificaran, antes con muchaveneracin le volvieron su ama; y con-sultado este caso con los ariolos y astrlo-

    gos, reparando en este prodigio jams oidoni visto, respondieron que convenia resti-tuir el prodigioso nio sus padres

    ,

    por-

    que desto se les seguiria paz con ellos, yde lo contrario seran perseguidos de laadversa fortuna, teniendo al sol por con-trario. Con esta amenaza trataron devolver el nio su padre: environselocon muchos dones, pidindole Huana-caui que los tuviese de all adelante poramigos. Recibi el rey del Cuzco estemensaje con todo gusto, y en prendas delas paces que le pedian , mand hacergrandes fiestas y regocijos, grandes ban-quetes y danzas, que asisti el capitngeneral de los Seores comarcanos. Y al-

  • DEL PER. 23

    gunos de estos tenan ya entre s muchasdiscordias, que el mando sufre mal lasmayoras, y el rey (1) se pona comoarbitro componerlos, quedndoles losunos y los otros muy obligados, sirvin-dole de all adelante con toda fidelidad,

    i) esto ms fortalecido, porqueHuanacaui cas con una hija del Seorde un pueblo llamado Hillaca, en el vallede Yucay; llambase esta seora MamaMicay, de la cual tuvo muchos hijos.

    Ya por este tiempo, el primer hijo deHuanacaui, llamado Sinchi Cozque, eramozo de buena edad y hermosa disposi-cin, y era querido y amado de todos lossubditos de su padre. Dicen los amautasque sabian las cosas de estos tiempos portradiciones de los antiqusimos, comuni-cadas de mano en mano, que cuando esteprncipe reinaba, habia letras y hombres-doctos en ellas, que llaman amautas, yestos enseaban leer y escribir; la prin-cipal ciencia era la astrologa; lo quehe podido alcanzar, escriban en hojas depltanos; secbanlas y luego escriban enollas, de donde vino Juan Coctovito ensu Itinerario Hierosolimitano y Sirianolib. I, cap. 14, fol. 92), que los antiguos

    (!) el rey Manco, dice equivocadamente el original.

  • 24 MEMORIAS ANTIGUAS

    escriban en estas hojas, y que las lneasde que hoy se usa en los pergaminosen Italia, se debi de tomar de aqu. Yen Chile, cuando D. Alonso de Arcilale falt papel para su Araucana

    ,un indio

    le supli la necesidad con hojas de pl-tano, y en ellas escribi muy grandes pe-dazos, como dice el padre Acosta. Tam-bin escriban en piedras: hallse unespaol en los edificios de Qunoa, tresleguas de Guamanga, una piedra conunos caracteres que no hubo persona quelos entendiese; y pensando que all estabala memoria de la guaca escrita, guardla piedra para mejor entendida. Estasletras se perdieron los peruanos por unsuceso que acaeci en tiempo de Pacha-cuti sexto, como veremos en su lugar.

    Lleg Huanacaui la edad decrpita,y llegndose la hora de su muerte, llam todos sus hijos hijas, y con llanto detodos se despidi, dejndoles encargadoque obedeciesen por su rey y Seor suhermano mayor Sinchi Cozque. MuriHuanacaui de noventa aos, habiendoreinado los cincuenta, y hzole especialentierro su hijo Sinchi Cozque, depositn-dolo en su templo particular hasta que sehiciese el del sol, que ya trataba de co-menzar, junto con los edificios suntuosos

  • DEL PER. 25

    de la ciudad del Cuzco. Estorble la obrala envidia que se apoder de los Seorescomarcanos, los cuales, vindole mozo yque no era hijo de Mama Micay, su deuda,mujer de Huanacaui, su padre, menos-preciando el consejo de los viejos, trata-ron de hacerle guerra. Entraron con ma-

    no armada hasta el Cuzco; el rey lessali recibir con todo nimo; sus ene-migos blasonaban que lo habian de hacertributario y quitarle el seoro; el rey

    confiaba mucho en su justicia ms queen sus fuerzas, porque la prisa, ni le diolugar para juntarlos ni para disponerlos uso militar, y dio batalla sus ene-migos, que fu muy sangrienta, junto un pueblo llamado Muhina, cerca de unalaguna, hasta donde el enemigo se habiaretirado. Rindilo, y matando muchos,reserv con vida los principales, y des-pus, en pago de sus demasas, les quitno slo los seoros

    ,pero las vidas. Con

    este hecho tan valeroso, aument SinchiCozque su reino y opinin, y se hizo muytemido de todos sus comarcanos.

    Volvi al Cuzco muy triunfante ytrat luego de fundarlo. Mand hacer lascasas de piedra, que se sacaba del mismositio, llenando el vaco de tierra y piedrasmenudas; tambin traan las piedas gran-

  • 26 MEMORIAS ANTIGUAS

    des de otras partes que no se ha podidoaveriguar de dnde; labrbanlas con picosy hachas de piedras de rios, afilndolascomo si fueran de acero; unos oficialesacudan labrar los instrumentos, otroslas piedras, otros los edificios. Para subirlas piedras no tenan gras, pero usabande esta traza : terraplenaban media cor-riente la pared hasta la ltima hilera depiedras, y fuerza de gente llevaban otrahilera, volcando la piedra, por grandeque fuese, y la ajustaban con la de lapared muy despacio y nivel. Y por estodicen que se llam esta ciudad del Cuzco,tomando nombre del rey que la empez.Vivi Sinchi Cozque ms de cien aos,reinando ms de los sesenta; dicen quefu muy sabio y que ense labrar lastierras con los arados que hasta hoy usan,llamados tacllas (i). Y en este tiempo di-cen que se cumplieron mil aos despusde el Diluvio, y por esta razn le llama-ron Pachacuti, y fu el primero que usde este nombre. Tuvo este rey muchoshijos, por haberse servido de muchas mu-jeres; y estando muy decrpito, sucediun alboroto en el Cuzco, que le puso enconfusin.

    (T) Falta esta palabra en el original.

  • DEL PER. 27

    CAPTULO V.De la estimacin en que estaba Sinchi

    Conque Pachacutiy sus hijosy parientes,y el suceso de las guerras que los Seores

    de -Jas tuvieron contra ellos.

    Entre otros hijos que tuvo Sinchi Coz-que, fu uno llamado Inti Capac Yupan-qui.de poca edad y el menor de todos,cuyos hechos veremos luego, pues porellos mereci heredar el reino. Tuvo mu-chos hermanos, aunque valerosos, nin-guno tanto como l; porque como su pa-dre gozoba muchas mujeres, esta causacreci esta familia, que de los della sepodria formar un ejrcito. Estaba el reySinchi Cozque muy viejo y decrpito, masrespetado de todo su reino y de otrosmuchos Seores fuera de su seoro, por-que le tenan por hijo del sol y sumo sacer-dote del Illatici Yachachic Huir Cocha;as, los Seores, de muy lejos le venian reverenciar la persona con grandes ofren-das y presentes para la fbrica del temploy servicio suyo; que aunque no se habiaacabado, hacan en l los sacrificios, ypreguntaban sus hados y sucesos por me-dio del sumo sacerdote, que siempre asis-

  • 28 MEMORIAS ANTIGUAS

    tia en el templo; y administraba esto unhermano del rey, pariente muy cerca-no, cuya causa eran los reyes del Cuzcomuy afamados. Vivia Pachacuti con mu-cha quietud, y trat de casar su hijo IntiCapac con una seora , hija del Seor deChoco, que est cerca del Cuzco, llama-da Mama Anahuarque (i); esto se efectudespus de sus dias. Este Pachacuti , di-cen los antiguos amautas que gan todoel reino del Pir, excepto la provincia deChachapoyas y parte de los Llanos, hastala provincia de Quito, que luego se rebely despus de muchos siglos se volvi unir este imperio. La causa de crecertanto por entonces fu por el caso si-guiente:

    Entre otras provincias que hay en estosreinos del Pir, hay una grande y exten-dida en los Chancas (2), llamada Anta-guailas; dista del Cuzco treinta y seisleguas. Seorebanla dos hermanos va-lientes y belicosos, llamado el mayor de-llos Guarnan Huaroca, y el otro HacozGuaroca(3): stos, con el orgullo de lajuventud y de algunos buenos sucesos con

    (1) Ana Huaci, en el original.(2) Charcas, en el original.(3) Huaman Huaraca y Hastit Huaraca, los lla-

    man otros historiadores.

  • DEL PERO. 29

    que dieron principio su gobierno, suje-taron algunos Seores vecinos suyos, ytrataron de ensanchar su seoro, y poco poco se fueron entrando en las tierrasde los comarcanos. Tenan fama las pro-

    las de Contisuyo y Tucaysuyo; fueron ellas, rindironlas, pasaron adelante

    asolando las tierras de los que no lesprestaban sujecin; sujetaron la provinciade Gollasuyo, > llegaron hasta los Chiri-guanas, provincia de gente rstica, beli-cosa y valiente, y despus de algunosrecuentros, los hicieron vasallos suyos,donde dejaron presidios y gobernadores,como lo haban hecho en las dems pro-vincias.

    Con tantas victorias, dieron vuelta conintento de hacerse Seores de todo elmundo; y porque el Cuzco, de adonde erarey Sinchi Cozque, quedaba atrs, toma-ron determinacin de tomar aquella ciu-dad y poner en servidumbre al rey Pa-

    iti. Para comenzar esta guerra, hubodiversos pareceres entre los dos herma-nos y sus capitanes; porque unos decianque no era razn enojar el sol, padre dePachacuti, pues con su luz, efectos y res-plandores favoreca todo lo criado, niera justo entrar en el Cuzco ni violar sutemplo con mano armada. Prevaleci la

  • 30 MEMORIAS ANTIGUAS

    opinin contraria, y determinaron que,cuando por bien no se les sujetase el rey,se le hiciese cruel guerra. Para esto en-viaron dos embajadores, acompaados demucha gente, que le dijesen Pachacutiel intento de los Seores de Antaguailas.Llegaron la presencia del rey, propu-sieron su embajada con la reverencia de-bida; respondiles que descansasen algu-nos dias, que en breve seran despachados.Despach el rey por toda la tierra espas,para que viesen qu nmero de gentetena el enemigo, qu disposicin y ar-mas, qu modo de alojamiento, y el en-tretenimiento en que se ocupaban; y eneste tiempo trataba los mensajeros contodo regalo y cortesa ; si bien los vasallosdel rey y gente del Cuzco andaban tanalborotados, que si no fuera por las bue-nas palabras y traza de los capitanes, sehubieran ido los montes; y especial-mente con lo que decan algunas espas,por lo cual se determin que stas dijesenen secreto lo que haban visto. Lo que sesupo de los enemigos por cierto fueroncosas muy temerosas: decan los espasque el nmero de gente era innumerable,que la disposicin era de hombres fero-csimos, y que los instrumentos de ata-bales y bocinas, cuando los tocaban, hacan

  • DEL PER. 31

    temblar la tierra; que en algunos aloja-mientos se entretenian en hacer algunasborracheras; que los capitanes del ejr-cito estaban velando y en grande vigilan-cia

    ;pero que fuera del real no habia cen-

    tinelas, y que los ms del ejrcito siempreestaban durmiendo y bebiendo.

    El rey Sinchi Cozque tuvo muchos con-sejos y juntas, y en ellos diversos parece-res: tom por ltima resolucin el suje-tarse el rey los de Antaguailas, aspor la poca gente que tena apercibida,como por hallarse ya viejo para los cui-dados de la guerra

    , y que si este parecerno les fuese conveniente, que se fuesencon l la fortaleza que l habia hecho enSaxahuana, que est cuatro leguas delCuzco, y que all ordenarian conforme laocasin. Unos aceptaron el parecer delrey y otros le rehusaron

    ,y viendo el rey

    todos confusos, se determin salirsedel Cuzco irse la fortaleza dicha consus mujeres hijos pequeos, hasta ver loque el cielo ordenaba de l y los mediosque se tomaban con los de Antaguailas;ejecut su pensamiento aquella noche, ycon todo secreto se sali de la ciudad,quedando casi despoblada.

    El prncipe Inti Capac Yupanqui,hijo menor de Sinchi Cozque, convoc

  • 32 MEMORIAS ANTIGUAS

    sus hermanos y los dems que se habianquedado en el Cuzco, y les dijo que ihabia tenido revelacin del sol, su padre,y le habia dicho que sin temor acometiese sus enemigos con la poca gente quetena, que l le ayudaria y se le mostrarasiempre favorable; y para esto le dio unasvaras de oro con su estolica, de que leshizo demostracin. Aqu dicen una poesalos poetas peruanos, que estas varastenan tanta virtud, que cada vez que ti-raban una, postraban por el suelo mu-chos hombres y caan sin sentido. Dijoesto con tanta vehemencia el prncipe,que los redujo todos su opinin, yprometieron morir su lado. Junt todala gente de guerra hizo parecer ante s los embajadores, y, en nombre de supadre, les respondi as: Que siendo comoeran los reyes del Cuzco hijos del sol yministros del Illatici Huir Cocha, no po-dan estar sujetos nadie; y que se espan-taba mucho que habiendo sus Seores devenir humildes reverenciar al Illatici yal sol, su padre, trayndoles presentes yofrendas su templo por tantas victoriascomo les habian dado, les viniese in-quietar y dar guerra. Esto les diris losque os envian

    , y que nosotros estamosquietos y pacficos en nuestras casas, y

  • DFL PER. 33

    no hemos de servir ni sujetarnos nadie.Furonse con esta respuesta los emba-

    jadores su campo; dironla sus Seo-res, y sin aguardar ms, se vinieron acer-cando hacia c! Cuzco. El prncipe estabaya en el Cuzco prevenido, y con su gentesali al campo, cuidando siempre desaber lo que pasaba en el del enemigo,por espas que de ordinario tena con l,de los cuales

    ,

    por horas y momentos, sabiael prncipe lo que hacia el contrario; quepor haber sabido la ausencia del rey, yconfiado en su mayor nmero de gente,no cuidaba de saber lo que el enemigohacia. El prncipe, tomando ocasin deeste cuidado, trat con sus capitanes quese les diese los contrarios una alboradados horas una antes del dia, porqueentonces, con la borrachera de la nocheantes, estarian dormidos. Esto les valila victoria, porque, estando el enemigouna jornada del Cuzco, el prncipe, conlos suyos, camin toda priesa con la os-curidad de la noche, guiado del sonidode los instrumentos blicos que en elcampo del contrario se tocaban primay segunda vela, que extremecian la tierra;lleg al campo la hora determinada, y,hallndole en silencio, entr por l elprncipe con su gente haciendo grande

    3

  • 34 MEMORIAS ANTIGUAS

    estrago en los enemigos. Vindose aco-metidos de improviso, tomaron las armas,

    y sin saber contra quin peleaban, se ma-taban unos otros. Los del prncipe lle-vaban orden de rodear los toldos de losSeores de Antaguailas y de cogerlosvivos, como lo hicieron, que en ruedallegaron hasta sus ranchos, y pelearontan valientemente, que habiendo muertoya casi todos los de la guarda , llegaron coger los dos hermanos, que se esta-ban quedos como si fueran de piedra. Elprncipe Inti Capac Yupanqui los mandatar las manos, y les dijo que echasenbando que los suyos se diesen, donden los mandaria matar. Hicironlo as, yluego pararon los unos y los otros y cesla pelea y el ruido de los instrumentos, yas quietos se estuvieron hasta que rompiel dia. Estaban temerosos los rendidoshermanos de las amenazas que les haciael prncipe, y cuando les vido ya dema-siadamente amedrentados, les dijo quellamasen todos los principales de sucampo, y habiendo venido, hizo el prn-cipe que los hermanos primero, y luegolos capitanes, le diesen la obediencia de-

    lante del ejrcito todo, lo que hicieroncon toda humildad y reconocimiento, sinotro gravamen alguno. Us con estos ven-

  • DEL PER. 35

    cidos hermanos el prncipe de una libera-lidad, que fu, enviarlos sus provincias,

    habiendo antes prometido con todas verasel vasallaje hincados de rodillas delantedel sol. Luego se fueron muy contentos,por verse libres de aquel trance tan rigu-

    roso y nunca de ellos experimentado.Aqu fingen los amautas tradiciones

    antiguas, muchas poesas y fbulas, di-ciendo que el sol andaba entre el prncipe

    y los suyos con ms resplandor que otrasveces alumbrndoles, y, por el contrario,en los enemigos habia la misma oscuridadde la noche; y que cuando llegaron losdel prncipe hacia los toldos de los doshermanos, y tuvieron batalla con los pri-meros que encontraron, que el sol, paracumplir la promesa que le habia hecho su hijo Inti Gapac, convirti las piedrasdel campo en hombres y esparci sus ra-yos sobre ellas, para que se viese la de-mostracin, y con esto se rindieron luegolos enemigos; y despus de la batalla sevolvieron convertir en piedras.

    Volvise al Cuzco el prncipe, dondeya estaba su anciano padre Sinchi Cozqueesperando al venturoso hijo. Entr en laciudad triunfando; recibironle en ellacon muchos cantares y aclamaciones enque le daban el parabin de la victoria y

  • 36 MEMORIAS ANTIGUAS

    libertad de la patria. El viejo padre no sehartaba de darle abrazos, derramandomuchas lgrimas de alegra. All, luego,en presencia del ejrcito, le aclam porrey y reverenci su derecho, dndole elmando y seoro, que se hizo con gustode la familia real y de todos los vasallos.Y fu el quinto rey peruano.

    CAPTULO VI.De las cosas que orden en el Cufco IntiCapac Yupanqui en materia de religin

    y gobierno.

    Dentro de pocos dias despus que dioel reino Sinchi Gozque su hijo Inti Ca-pac, muri, como hemos dicho, de ms decien aos, habiendo gobernado los se-senta. Hzole el hijo un suntuoso entierro,y ofreci grandes sacrificios en el templodel sol, porque le hiciese buen hospedajeentre los dems antecesores suyos. Pasa-das las exequias, hizo llamar algunosdeudos de los Seores de Antaguailas quehabia trado consigo y de propsito loshabia detenido ms de tres aos, hacin-doles buen tratamiento y que se hallasensiempre las obras y acciones de su ma-

  • DEL PER. 37

    yor autoridad; con que estaban muy bienhallados en la corte del Inti Capac. Viendoya las cosas de las provincias en paz, lesmand estos se fuesen las suyas, en-cargndoles guardasen fidelidad y tuvie-sen temor su padre el sol, que tantohabia vuelto por l y tan adverso se habiamostrado ellos.

    El buen agasajo que hizo estos elrey, y las nuevas de sus victorias, queestaban tan divulgadas por todas partes,fu causa de que casi todos los Seoresdel Pir inviran sus embajadas y donesa Inti Capac, que los despeda con todoagrado; especialmente el seor de Hui-tara envi decirle cmo quera seguirsu religin y fabricar un templo en honradel sol; que all inviaba obreros para quetomasen el modelo del que tena hechoen el Cuzco, que le hiciese merced en quevolviesen bien intruidos en el modo delabrar las piedras y hacer la casa. El rey,que era devoto la religin, hizo todo loque le invi pedir el de Huitara, dn-doles los oficiales muchos instrumentosy el modo de hacerlos y fabricar; con quevolvieron contentsimos. Otros Seores leinviaron al rey sus hijos para que le sir-viesen con ricos dones de oro y platay ropa.

  • 38 MEMORIAS ANTIGUAS

    Hallndose en toda paz el rey IntiCapac, trat de ordenar su repblica, porhallarla muy brbara en materia de leyesy culto; y, as, lo primero que mand, fuque reconociesen por supremo criador alIllatici Huir Cocha, y al sol por padrede sus antecesores, no prohibiendo losdolos que ellos tenan para los sucesosparticulares; cosa que despus vino engrande corrupcin

    ,pues eran tantos los

    dolos casi como los sucesos y las perso-nas, por la novedad de las gentes extran-jeras que fueron entrando en el Pir,como veremos en sus lugares.

    Trat despus desto, Inti Capac, de lopoltico de la repblica, para que, por lasleyes della, se gobernase todo su reino, yfuese con el gobierno en todo l. Lo pri-mero que acord, fu dividir la ciudaddel Cuzco, que ya era muy populosa y desoberbios edificios, que haban comen-zdose en tiempo de su padre, en dos bar-rios, que distingui: al principal mandllamar Hanan Co^co, que quiere decirCuzco-arriba, el barrio de arriba; alotro llam Urin Cofco, que significa elCuzco-inferior, el barrio de abajo. Elprimer barrio dividi en cinco calles seis, y dio el gobierno del al hijo herede-ro, y llamle Capac Ayllo , que quiere

  • DEL PER. 39

    decir la parcialidad ms principal. Pobleste barrio de todos estados y gentes, y

    las calles puso sus nombres.Al barrio segundo, llamado Urin

    Cozco, reparti en otras cinco seis ca-lles

    , y el gobierno del dio al hijo segundo,y le pobl de diversas gentes. Esta divi-sin dicen los indios viejos que la hizolnti Capac con particulares intentos; por-que, con la divisin y parcialidades, sedividiesen en alguna manera las volunta-des; porque, si sobreviniese algn motinen la ciudad, no simbolizasen (as) losnimos, y para que, estando as divididosen diversos barrios y gobierno, se pu-diese tener mejor cuenta y noticia de lagente; y para que, cuando el rey los hu-biese menester, para la guerra algunaobra pblica, otra cualquier cosa, para la paga de los tributos, se pudiese,sin confusin, tener conocimiento de to-dos; y la mis principal causa, para quela emulacin y diversidad de opinionesque causaba esta separacin y divisin,fuese causa de que los de una parte pro-curasen aventajarse los de la otra, yesta emulacin les hiciese clebres en susoficios y habilida Jes.

    Esta distribucin y divisin mand elnti Capac que se hiciese en todas las ciu-

  • 40 MEMORIAS ANTIGUAS

    dades de su reino, y para ello envi ordenexpresa sus gobernadores; y asimismomand que todo el reino se dividiese endos partes, llamando al medio de lHanan Sayac y al otro medio UrinSayac, que quiere decir los de la partesuperior y los de la inferior. Y esto no seentenda cuanto lo material del reino,sino de las personas, que unas eran msy otras menos; y as, cuando el rey lla-maba los de alguna provincia lesmandaba hacer alguna obra pblica, te-nan lugar distinto los de Hanan Sayac ylos de Urin Sayac; con que el rey tuvobien gobernado su reino por el conoci-miento individual de los sujetos, en quetuvo especial cuidado este rey. Y as,despus de haber dividido el Pir comohemos dicho, mand se gobernase cadaparte por centurias, que ellos llamabanpachacas; estos tenan su cargo cienhombres, y sobre estos centuriones habaotros que tenan su cargo mil hombres,que son diez centuriones y se llamabanhuarangas; sobre estos habia otros msprincipales, llamados hunos, que manda-ban diez mil hombres; estos eran siemprelos Seores de las provincias; y sobreestos hunos orden este rey que hubieseuno llamado Toc-ricoc, que era como

  • DEL PER. 41

    virey, y siempre era deudo cercano delrey muy privado. Toc-ricoc quiere de-cir veedor, que tena cuidado de ver y sa-ber todos los sucesos de su gobierno, aspara remediar los excesos, como parahacer que fuesen mantenidos todos en sujusticia y paz. Las cosas livianas conociande ellas los centuriones; y si el caso eragrave, tampoco conoca de l el Toc-ricocsin dar aviso al rey

    ; y si la sentencia erade muerte pena grave, la daba el rey.

    En los oficios de centurias, los hua-rangas y hunos haban de ser hombres deveintisis aos arriba, y los superiores decincuenta. Avisaban al rey, entre otrascosas, cuntos viejos y viejas, mancebosy doncellas, enfermos y contrechos impedidos habia en la repblica, para darel remedio conveniente sus necesidades.A los mancebos, cuando llegaban losveintisis aos, los mandaba casar, ylas doncellas que pasaban de los quince,haca tomasen maridos; y cuando no que-ran, los mandaba depositar en un reco-gimiento, unas para el servicio del sol, yotras para que sirviesen stas, que des-pus se convirtieron en uso profano,como veremos. Llambanse mamaconas,(digo acllaconas) mujeres del serviciodel sol.

  • 42 MEMORIAS ANTICUAS

    Paso este rey una ley que se guardinviolablemente, y aun hoy se experi-menta su observancia, que los de cadaprovincia, as hombres como mujeres,anduviesen con seal, para que por ellafuesen conocidos. Esto se guardaba contanto rigor, que si alguno alguna veniasin la dicha seal, era castigado, porquepor ella eran conocidos del rey, en vien-do la seal, de qu provincia eran. Unostraan trenzados los cabellos, otros suel-

    tos, otros en ellos se ponian unos aroscomo de cedazos; otros unos paos; otros

    una honda liada en la cabeza; otros unastrenzas, y cada provincia se conoca porsu tocado por su vestido.

    Para ser conocidos por caballeros de

    la sangre real, tenan las orejas horada-das con agujeros por donde caban gran-des rodetes de oro plata; quien poresto llamaron los espaole orejones. Lasseoras se diferenciaban en los trajes ycalzados, y no les eran lcitos las de

    otras provincias y menos las sujetas alCuzco. Llambanse pallas.

  • DEL PKR. 43

    CAPTULO VIL

    De otras cosas que orden el rey Inti

    Capacpara el buen gobierno de sus reinos,

    y de su muerte.

    Juzgando Inti Capac que el rey eranecesario que estuviese como el corazn,en medio de sus reinos, orden que laasistencia de los reyes fuese en el Cuzco,por estar en medio de ellos. Para el buenexpediente mand que hubiese postas porlos caminos, que llamamos chasquis. Ladisposicin fu, que cada legua, que sondos de las espaolas, hubiese dos trescasillas en que hubiesen otros tantoshombres en continua vela y cuidado. Es-taban estas casas arrimadas al caminoreal, y los hombres se mudaban de mes mes, porque el uno velaba y los dos iban los mensajes, uno hacia una parte, otrohacia otra, y sin parar un punto volvan sus puestos; y por ser esto de tanto tra-bajo, por haber dia que andaban doce le-guas y catorce, se mudaban cada mes. Enmateria de los avisos que inviaban losgobernadores al rey el rey los gober-nadores ha habido muchas variaciones,

  • 44 MEMORIAS ANTIGUAS

    como las han tenido los sucesos de losreyes; cuando tenan letras y cifras, hieroglficos, escriban en hojas de pltano,como hemos dicho, y el un chasqui dabael pliego al otro, hasta que llegaba ma-nos del rey del gobernador. Despusque faltaron las letras, se daban los chas-quis los recaudos el uno el otro, y losaprendan muy bien, y desta suerte, enrelacin, llegaba la persona quien iba.Antes de llegar el chasqui al paraje dondeestaban los otros, daba grandes voces, ellas salia el otro y reciba el recaudo, ysin detenerse, caminaba con toda prestezahasta donde estaba el otro correo; y destamanera corran estas postas de mano enmano con tanta presteza, que en tres diascorran quinientas leguas.

    Con esta diligencia tambin se serviael rey cuando apeteca algn regalo queno habia en la provincia donde estaba; yas, en aos despus, cuando los reyesperuanos sujetaron al Quito, y asistanen l por algn tiempo, coman pescadosde la laguna (i); y pescados de la mar co-gidos en el puerto de Tmbez se los traanvivos al rey Quito, que hay ms de cienleguas, en veinticuatro horas. Llambase

    (i) De Chucuito Titicaca , seguramente

  • DEL PKB. 4>

    correo chasqui, que quiere decir enla lengua el que recibe, porque tomabay reciba el mensaje de otro.

    Dispuso tambin este rey, que hubiesemaestros que enseasen los mozos practicar cosas de la guerra y el ejerciciode las armas, con autoridad que dellos es-cogiesen los ms hbiles y diestros, ylos que no eran aptos para este ministe-rio, los acomodaban otros oficios, comoveremos en otra parte.

    La computacin de los tiempos, quese iba extinguiendo, la renov de modo,que en tiempo deste rey se contaban losaos comunes de trescientos sesenta ycinco dias y horas, y luego por dcadas,dando cada dcada diez aos, y cadadcada de ciento, y cada diez dcadas decien mil aos, llamndole Capac-huata Intip-huatan

    ,

    que quiere decir el granao del sol.

    Por este modo contaban los siglos yreinos, por los aos magnos solares; y escomn frasis entre ellos, hablando de algnrey peruano y de los sucesos acaecidosen sus reinados, decir: iscay intipi alliicanpim caycay carcca (i); que quiere de-

    (i) Yta ay intipiallis campin caycacara, en eloriginal.

  • 4< MEMORIAS ANTIGUAS

    cir, despus de haber pasado dos soles,sucedi esto y esto. Y no entender estelenguaje el licenciado Polo de Ondegar-do (i), le hizo decir que los ingas no tuvie-ron de antigedad ms de cuatrocientoscincuenta aos de los comunes, habiendode ser de los mximos y solares de milaos, que son los cuatro mil quinientosque han pasado despus del Diluvio. Si noes que digamos que este gobierno especialde los ingas fu de cuatrocientos aos esta parte, que esto es verdad, como vere-mos en su lugar. Y tambin tuvieron no-ticia del bisiesto, por la observacin quehicieron los astrlogos del apartamientodel sol de la Lnea, que sealaron junto Quito, por donde nosotros decimos pasa,con unos paredones que hoy se ven.

    Vivi este rey ms de cien aos, y ensu vida mand gobernar Manco Capac,segundo deste nombre

    ,

    por verle de bue-nas costumbres y estar satisfecho de suvalor y prudencia ; y despus vivi algu-nos aos con notable recogimiento y sole-dad junto al templo del sol, donde muri,dejando grande sentimiento todo su

    (i) Autor de varios tratados y escritos sobre anti-

    gedades peruanas. Floreci en el Per mediados delsiglo XVI.

  • DEL PER. 47

    reino, y le lloraron muchos dias, y pu-sieron estatua entre sus mayores ; y obe-decieron por su rey Manco Capac. Reyn mas de cincuenta Inti Capac.

    CAPTULO VIII.

    De las seales que hubo en el cielo entiempo de Manco Capac, segundo

    de este nombre.

    Luego que Manco Capac dio fin losllantos de su padre, que duraron muchosdias, dio orden como de las provincias desu seoro hubiese caminos reales parael Cuzco, allanando los pasos dificultosos

    y mandando hacer puentes en los rios.Dispuso que hubiese tambos, casas dehospedera, de tres tres leguas y de cua-tro cuatro, y que fuesen provedos degente y de lo necesario, de las provinciasms cercanas, cuyo cargo estbanlosreparos. No hubo entonces tanta policacomo despus, en tiempo de otros reyes,como veremos.

    Orden tambin que los ministros delIllatici Phirua Yachachic Huir Cochaviviesen con gran recogimiento y hones-

  • 48 MEMOnUS ANTIGUAS

    tidad, en tanto grado, que si alguno ex-ceda en algo contra ella, lo enterrabanvivo. Psoles un sumo sacerdote, herma-no, muy cercano pariente suyo, que lespresidiese en los sacrificios solemnes. Or-den tambin que hubiese casas de reco-gimiento para las mujeres que habian deservir en el templo, que llamaban Madresdel sol; y eran tan respetadas, que el quelas miraba tocaba, era castigado congrandes tormentos.

    Gobern Manco Capac Yupanqui sureino con toda paz, aunque sus capitanestuvieron algunas guerras contra los deTucuman, que se habian entrado en losChichas. Al cabo de algunos aos hubodos cometas espantosos, que se aparecanen forma de len sierpe. Mand juntarlos astrlogos y amautas el rey, por habersucedido dos eclipses de sol y luna muynotables; consultaron los dolos, y el De-monio los hizo entender que quera elIllatici destruir el mundo por sus pecados,y para eso enviaba un len y una ser-piente, para destruir la luna. Y juntronseentonces todos, mujeres y nios, y dabangrandes alaridos

    , y lloraban con muylastimosos gemidos, forzando los perrosque los diesen; porque decan que las l-grimas y suspiros de los inocentes son

  • DEL PER. 40

    muy afectos al Supremo Criador. Lauente de guerra se puso punto de guer-ra, y taendo bocinas y tambores, tirabanmuchas saetas y piedras hacia la luna,haciendo ademanes de herir al len ser-piente, porque decan que desta maneralos asombraban, para que no despedaza-ran la luna. Aprendan que si el leny la serpiente hiciesen su efecto, quedaran oscuras, y que todos los instrumentosdel hombre y de la mujer serian conver-tidos en leones y culebras, y los husos delas mujeres en vvoras

    ,y los telares en

    osos y tigres y otros animales nocivos. Ysta es la causa que el dia de hoy los pe-ruanos dan estos gritos cuando hay algneclipse. Despus de haber sacrificado mu-chos mancebos y doncellas, y hombres ymujeres de oro y plata, del tamao deuna tercia, consumanlo todo en fuego,excepto los mancebos, porque decan queel eclipse del sol significaba la muerte deun gran Seor, y fingan que se vesta deluto el sol por ella. Por esto enterrabanvivos los mozos, para que fuesen alCriador de todos presentar sus muertespor la del prncipe.

    Sucedi poco despus destos prodi-gios una peste tan grande en el Pir,que dicen los antiguos que se despoblaron

    i

  • 50 MEMORIAS ANTIGUAS

    muchas provincias con la muerte de mu-chos Seores y plebeyos. Juntse estouna sequa tan grande, que dur cincoaos; de tal manera, que los rios que re-gaban los Llanos desde Tmbez hastaArica se secaron, con que se despoblcasi toda esta tierra, quedando algunospocos habitadores junto la marina, quese sustentaban con harto trabajo.

    En esta ocasin muri Manco Capac,ya de edad decrpita, habiendo reinadoveinte aos. Sucedile Tupac Capac, y Tupac Capac, primero deste nombre, suhijo Tini Capac Yupanqui. Este vivi conmuchos trabajos, retirado en los Andes,algunos aos, y cuando tuvo noticia queya el tiempo habia mejorado, sali alCuzco, donde hall poca gente

    , y lo mis-

    mo en las dems provincias. Aqu fingenlos amautas grandes ficciones y fbulas

    acerca de la reduccin del Cuzco y de laspersonas y familias que del se habianausentado, cmo volvieron y vivian engran behetra y fueron vueltas su prs-

    tino estado. Dejadas, pues, las fbulas,lo que lleva ms camino es, que entremuchos hijos que tuvo Tini Capac, unofu Titu Capac Yupanqui. Fu mozo degran valor, y tomando el seoro, hizomuchos castigos en la ciudad del Cuzco,

  • DEL PER. 5

    1

    en los que repugnaban el gobierno an-tiguo; y con esto qued la ciudad sujeta.Y luego fu por las provincias, y sin daraviso, les daba asaltos y cogia de repente las cabezas y les quitaba la vida; con quele fu fcil reducirlas su dominio. Siendova viejo, dio el gobierno Inti CapacPirua Amaru.

    Sucedi, pues, que este Amaru eraamigo de gente perdida, y pidieron supadre que le quitase el gobierno, y aun-que con dolor, lo hizo. Sali el mozodespechado del Cuzco con algunos amigosque le siguieron, y se dio tan buena maa,que siguiendo las pisadas de su padre,acab de pacificar el Collao y parte delos Charcas; y volviendo al Cuzco, seholg con su venida su padre y toda laciudad, por ver la vuelta que dio sucondicin. Fu muy querido de todos, yafirman los amautas que vivi ms deochenta aos con suma felicidad.

    Dej este prncipe Capac SayhuaCapac, su hijo, por heredero, cuya vidafu muy pacfica, y rein ms de sesentaaos, y muri de ms de noventa. Dejpor su heredero Capac Tinia (i) Yupan-qui , de quien no cuentan los amautas cosa

    (U Capesinia, en el original.

  • 5* MEMORIAS ANTICUAS

    notable, ms de que fu muy observantede sus ritos y reconocido sus dioses,hacindoles muchas guacas al Illatici yal sol, su padre, y sus progenitores.Muri de edad decrpita; dej muchoshijos, habiendo vivido ms de noventaaos, y rein cuarenta; dej por su here-dero Ayar Tacco (i).

    CAPTULO IX.De lo que sucedi en tiempo de este rey

    en el Cu^co,y origen de los gigantesen el Pir.

    Estando el rey Ayar Tacco Capac conmucha quietud en el Cuzco, le dijeron losariolos y adivinos, cmo, queriendo apla-car la ira del Illatici, hallaron muy malpronstico en las entraas de las ovejas ycarneros que habian sacrificado. Dilecuidado esto al rey, y al cabo de pocos

    (r) El nombre de este rey se halla escrito en el ori-ginal de varias maneras: Ayar Taco, Ayatarco Cupe,Arartarco y Arartarcotilu. La leccin ms razonabley conforme la lengua quichua es, mi juicio, AyarTacco, Taccu, Capac, y Ayar Taccu Titu; si bieneste Titu ms me parece equivocacin que otra cosa.

  • DEL PER. 53

    dias le vino nueva cmo en los Llanoshaban desembarcado, de balsas y canoas,que hacan una gran flota, mucho nmerode gentes extraas, y que se iban po-blando, especialmente las orillas de losros; y que unos hombres de grande es-tatura haban pasado adelante. Y afirmanlos amautas que fu sin nmero las gentesy naciones que por este tiempo vinieron.Luego que el rey supe desta venida, envi saber qu gente era, qu armas ofensi-vas y defensivas traan

    , y qu modo devida. Volvieron los espas y dijeron, quedonde quiera que llegaban que habiagente, se quedaban y sujetaban todoslos de la tierra, y que haban poblado porlos Llanos, y algunos habian subido lassierras, y que se gobernaban por behetra.

    Sabido esto por el Ayar Tacco Capac,:no sus capitanes y gente de guerra

    para lo que sucediese; pero no fu nece-sario para este efecto, porque los foras-teros se detuvieron en los Llanos, pare-cindoles que era imposible que hubiesehombres despus de tan altas y sperassierras, excepto algunos pocos que laspasaron y poblaron en Huitara y Qunoa,prosiguiendo unos edificios que hallaroncomenzados, con los instrumentos dehierro que de sus tierras trajeron.

  • 54 MEMORIAS ANTIGUAS

    Los que se quedaron en Pachacamahicieron un templo suntuossimo al Cria-dor de todas las cosas, en nacimiento degracias. Fingen aqu los amautas, tro-cando las suertes, que el dios Pachacama,que quiere decir Criador, cri estas infi-nitas gentes en la mar y las trajo estaspartes, y por eso llaman Criador Pa-chacama.

    Tambin las espas dijeron cmo loshombres grandsimos y altos habian lle-gado hasta la punta que hoy llamamosde Santa Elena, y seoreado aquella tier-ra de Puerto Viejo, y que los natura-les se iban huyendo dellos, porque usa-ban mal de sus cuerpos. Y no era, miparecer, huir del pecado, porque tambinellos eran dados la sodoma, sino porel dao que reciban de sus instrumentos,que con ellos les quitaban la vida. Perofu tanto el exceso destos gigantes, quetom a su cargo el castigo la Divina jus-ticia, que los castig en un instante en-viando fuego del cielo que repentina-mente los consumi. Fingen aqu losamautas, que su padre el sol, con rayosmuy encendidos, los abras, porque deotra manera acabaran el mundo. De estose halla memoria en los huesos que reser-v Dios para ejemplo de los venideros.

  • DEL PER. 55

    Hueso se ve de la rodilla para abajo, dela altura de un hombre. Tambin se venen la misma punta de Santa Elena unospozos que hicieron en pea viva, dondese coge agua muy fresca y muy buena;obra de gran admiracin.

    El rey Ayar Tacco, recelndose deesta gente que iban poblando en algunoslugares de la sierra, como en Caxamarcay Haitara y en todos los Llanos, s