cohf malec parte 2
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La audiencia en el Gard fue más conmovedora e impactante de lo que
cualquiera se pudo haber imaginado, cada Cazador y Submundo
presente escuchaban con atención el relato de Julián Blackthorn del
ataque a su hogar.
-Eso fue desgarrador -Dijo Clary notablemente trastornada -¿Como
puede ser capaz de hacer ese tipo de cosas? ¡Destruyo una familia!
Jace estaba cerca de ella entrelazo su mano con la de Clary con mucha
fuerza, esto se había convertido ya en un mecanismo entre ellos, se
expresaban infinidad de cosas sin necesidad de hablar.
-Tenemos que encontrar la manera de rastrearlo. Ese imbécil no puede
seguir saliéndose con la suya. Tal vez si vamos a la casa de campo
donde creció, podamos encontrar una pista.
-Es mejor que no hacer nada -Dijo Alec pero se notaba que estaba
mucho más concentrado en buscar a alguien entre la multitud que
empezaba a desalojar la sala de audiencia.
-No deberíamos -protestó Isabelle. -La Clave tiene un plan.
-La Clave tiene la inteligencia colectiva de una piña, -dijo Jace.
Alec les miró. -Jace tiene razón.
Isabelle se giró a su hermano. -¿Y tú qué sabes? Ni siquiera prestabas
atención.
-Si lo hacía -dijo Alec herido. -He dicho que Jace tiene razón.
-Sí, pero hay un 90% de posibilidades que yo esté en lo cierto todo el
tiempo, así que eso no prueba que estuvieras escuchando, -dijo Jace. -
Es solo una buena suposición.
Alec miro a Jace y después a Isabelle -Jace tiene razón. –Dijo y sus
hermanos notaron una chispa de humor y terquedad en los ojos de
Alec.
-Supongo que como son Cazadores -dijo Simón -El no intentar arriesgar
su vida a voluntad, está fuera de discusión para ustedes.
-¿Por qué crees que estamos seguros quedándonos en cualquier parte
del planeta, sin hacer nada? -dijo Jace aleccionando a Simón -El
bastardo de igual manera vendrá por nosotros, nadie está seguro
Simón, tenemos que hacer algo.
Simón abrió la boca para responder pero no le dio oportunidad.
-¿Hacer algo como qué?
Oscar y Micah se acercaron al grupo.
-¿Como están Helen y Aline? -Pregunto Isabelle a los chicos.
-Se miraban “bien” -Dijo Micah -Ambas se fueron a la casa de los
Penhallow con los hermanos de Helen.
-Así que... -dijo Oscar cambiando de tema bruscamente y acercándose
tentativamente a Simón. -Tú eres el famoso Daylighter.
-No doy autógrafos –Dijo inexpresivo Simón.
-Dime –Continuo Oscar -¿Cómo se siente la luz del sol en tu piel?
¿Diferente?
-¡¿Cómo se supone que va a saber eso?! –Dijo Isabelle a la defensiva -
Oscar si salía al sol antes de ser Daylighter se moría.
-Es cierto Oscar –Dijo Micah –Deja de hacer preguntas estúpidas.
Micah aparto a Oscar y se coloco en su lugar para mirar a Simón de
cerca, al parecer tenía una pregunta y esta seria transcendental.
-Oye… bueno supongo que si te quedas el suficiente tiempo bajo el
sol… -Simón lo miraba expectante igual que todos. –Puedes broncearte
¿No?
Alec hizo un ruido por detrás de su garganta intentando ahogar una
carcajada. Isabelle y Jace se miraron y luego a Alec, ¿Qué diablos
pasaba? Simón rodo los ojos, no tenía intenciones de contestar.
-Ahí están Luke y mi mamá –Dijo Clary comenzando a caminar hacia
ellos, con Jace de su mano.
Se encontraban entre un grupo pequeño integrado también por los
Lightwood´s, los padres de Aline, Magnus Bane y Raphael Santiago.
Los chicos comenzaron a caminar hacia ahí, Alec miro a Magnus y su
rostro se ilumino, comenzó a caminar hacia él, tal vez podría separarlo
un poco del grupo para continuar con su conversación.
-Oye Alec –Dijo Oscar –Tenemos pensado ir a entrenar, ¿recuerdas?
Alec miro a Oscar, luego a Magnus en la distancia y de nuevo a Oscar,
la duda clara en su rostro.
-Ve –Le ordeno Isabelle a su hermano –Es importante que sigan
entrenando.
Alec asintió con resignación y se dirigió con Oscar y Micah en la
dirección contraria de Magnus y los demás.
Magnus que intentaba mostrarse indiferente, sintió un hoyo en el
estomago al ver al grupo acercarse sin Alec. Miro mas allá de Isabelle
que fue la última en llegar y pudo distinguir como Alexander se alejaba
con sus compañeros de batalla, caminaban rápidamente hacia la salida
Magnus deseo que Alec volteara a verle pero eso no paso, lo que si
ocurrió fue que Micah coloco su mano de nuevo en el cabello de Alec,
al parecer este gesto se estaba haciendo muy normal entre ellos.
Magnus los miro fijamente hasta que se perdieron entre la multitud.
* * * * *
Pasaron un par de horas cuando los tres chicos cayeron rendidos en el
pasto, rodeados de armas y con claras marcas en el suelo testigo de
los movimientos realizados en el arduo entrenamiento.
-Es genial entrenar con ustedes chicos –Dijo Oscar entusiasmado.
Micah sentado en el pasto trazaba una Iratze en su brazo.
-Eres un gigantón –Dijo algo malhumorado –La próxima vez seremos
Alec y yo contra ti.
-Alec no se está quejando.
-Me imagine que luchaba contra un lobo enorme –Dijo Alec recostado
en el pasto y recobrando el aliento.
-¡Oye! –Farfullo Oscar.
-O un gran oso pardo –Agrego Micah con enorme sonrisa.
-Muy graciosos –Dijo Oscar –Como sea, terminamos hoy ¿No?
Micah miro a Alec.
-¿Arco?
-Sí. Tenía pensado quedarme a dar a unos blancos de cualquier modo.
–Alec miro al cielo, entrenar le mantenía distraído pero una vez que
terminaba, el mismo pensamiento volvía a él, junto con una ola de
dolor: Magnus.
-¡Genial!
Oscar miro a Micah mirar a Alec con entusiasmo abrumador y levanto
una ceja hacia él, sutileza amigo, pensó Oscar. Micah se dio cuenta de
que tal vez el estar con Alec le gustaba más de lo que se imaginaba. Y
también noto que Oscar se había dado cuenta.
-Bien, yo los dejo –Dijo Oscar –Muero de hambre.
-¡Y apestas! –Dijo molesto Micah ya que se había expuesto y Oscar lo
había notado, Oscar solo rio.
Alec seguía muy quieto en el pasto mientras el Cazador se alejaba.
-De pie Lightwood –Dijo Micah mientras le acercaba su arco –Veamos
qué es lo que tienes.
Pasaron un par de horas lanzando flechas a blancos en los arboles y
compitiendo entre ellos. Alec demostró un nivel un poco superior al de
Micah, pero extrañamente no parecía notarlo o darle la mínima
importancia. Para Micah siempre parecía que Alec pensaba en algo que
no estaba presente, e incluso al reírse se notaba una sombra de
sufrimiento, conforme mas lo conocía mas era lo que le gustaría saber
de él.
-Eres muy bueno con el arco –Dijo Micah.
-¿Eso crees?
-Sí, ¿Quién te instruyo?
-Mi padre.
-¿Son cercanos tu padre y tú?
-Lo éramos –Dijo Alec tensando su arco y concentrado en el blanco –
Hace tiempo ya no.
-¿Y eso por qué?
-No le agradan mis gustos –Alec dio en el centro del blanco –O mi
elección de pareja.
-¿Gustos? –Micah entrecerró los ojos. -¿Te refieres a…?
-Me enamore de un hombre –Explico –Y que además, es un brujo.
Alec se extraño de sus propias palabras, no era común que se abriera
con las personas más cercanas a él, mucho menos con alguien que
recién había conocido, pero Micah de alguna manera lo hacía sentir
tranquilo y en confianza inexplicablemente. Pero también recordó que
Micah era un Cazador de Sombras y que había crecido en Alicante,
donde los Nephilim no eran precisamente tolerantes con el tema. Alec
miro a Micah.
-Oye si esto te incomoda, lo entiendo, yo no quise…
-Claro que no –Micah se miraba un tanto divertido –Eres muy sincero
Alec. Das miedo.
-Sí, ya me lo han dicho.
-¿Qué parte? –Dijo Micah -¿La de ser sincero o la de dar miedo?
Alec lo tuvo que considerar por un momento.
-¿Ambas? –dijo y no parecía para nada orgullosos de eso.
-Sí, ya lo creo que sí.
Y de nuevo Micah consiguió una sonrisa sincera de Alec.
-¿Qué hay de tu padre y tú? –Pregunto Alec esperando un consejo -
¿Son cercanos?
-Mis padres murieron junto con mi hermano mayor en la Llanura de
Brocelind.
Alec de inmediato dejo de lado la tarea de separar flechas y volteo
hacia Micah para mirarlo fijamente. Micah percibió su poderosa mirada
y sintió que era la primera vez que Alec realmente lo miraba, le gusto
la sensación de ser notado por Alec.
-Perdiste a tu familia –Dijo afligido finalmente –Y yo aquí quejándome
de mi padre.
Micah le sonrió.
-Bueno no tiene nada que ver contigo, y es raro, no es algo que
normalmente le cuente a las personas.
Micah miraba al rostro preocupado de Alec, decidió que no quería verlo
así, así que le brindo la mejor de sus sonrisas.
-Das miedo. –Reafirmo.
Y logro que Alec se relajara también con una sonrisa.
-¿Te parece que regresemos ya? –Dijo Alec.
-Está bien para mí.
Ambos chicos bajaron corriendo la colina hacia su ciudad, las heridas
en sus cuerpos ya habían desaparecido gracias a las runas antes
colocadas y la energía volvía a ellos rápidamente. Comenzaron a
caminar cuando se adentraron entre las calles de Alicante. Micah se
detuvo frente a una residencia cercana a la plaza del Ángel lo que
significaba que era de una familia acaudalada de Cazadores de
Sombras.
-Aquí vivo –Dijo el chico -¿Quieres pasar y cambiarte de ropa?
-No traje conmigo.
-Puedo prestarte, parecemos la misma talla. –Y lo eran, Micah parecía
una copia de Alec en una diferente combinación de colores. Alec
considero la idea, le gustaría quitarse la ropa maloliente y cambiarlas
por nuevas, pero también quería ir con su hermana, con Jace y si tenía
suerte con Magnus.
-Quisiera encontrarme con mis hermanos lo antes posible…
-Entonces entra, te cambias y en lugar de ir a tu casa, iremos directo al
Salón de los acuerdos, seguramente están ahí.
Alec lo reconsidero, esa idea era mucha más práctica.
-Tienes razón, entonces acepto, Micah gracias.
Entraron a la casa, el lugar era bastante lujoso, tenía el ambiente como
el de un museo especializado en armas, pero aun así, esencialmente le
recordaba al instituto. Lo dirigió a una habitación y le mostro el cuarto
de baño.
-Date una ducha, te dejare el equipo sobre la cama.
-Gracias.
Alec fue bastante practico, se tomo solo el tiempo suficiente para
realizar cada tarea, la ropa prestada era un equipo de batalla
completo, al parecer Micah tenía la esperanza de volver a la lucha lo
antes posible, a estas alturas a Alec ya no le extrañaba, Micah le
recordaba bastante a su parabatai Jace, ambos amaban las batallas y
se amaban a sí mismos. Termino de vestirse y bajo al primer piso.
-¿Micah?
-Por aquí –Le llamo desde una habitación al fondo de la casa, que
resulto ser la cocina.
Micah estaba cambiado y con nuevo equipo de combate, comía un
emparedado, miro a Alec y le extendió su mano con otro en ella.
-Pavo –Le informo -¿Te gusta?
-Claro, gracias.
Alec tomo el emparedado y comenzó a comerlo.
-Creí que la habitación que me habías mostrado era la tuya. –Dijo Alec
al darse cuenta que Micah había utilizado otra habitación para
cambiarse.
-Lo es, pero ahora uso la que fuera de mi hermano… -Alec noto un
cambio en su voz, Micah miraba su emparedado fijamente –Es algo
tonto pero… ahí me siento mucho mejor.
-No lo es -Dijo compresivo.
Alec se miro a el mismo recordando cómo se escabullía de sus padres
para entrar a la habitación de Max, donde siempre encontraba a
Isabelle y donde se quedaban ambos dormidos, una vez que
despertaba se daba cuenta que en la cama ya no eran dos, sino tres,
ya que Jace se les unía también.
-No es para nada tonto.
Micah se percato de que hablaba por propia experiencia.
-Aline me conto lo de tu hermano –Dijo Micah –Lo siento mucho.
-Y yo lamento no haber estado enterado de la perdida de tu familia.
-Bueno –Dijo Micah intentando diluir la pesadez de los horribles
recuerdos. –Tú no pasas suficiente tiempo con Aline, como yo lo hago,
así que la información que recibes debe ser limitada.
Alec rio abiertamente, Aline era bien conocida por no guardarse mucha
información.
-Sí. Definitivamente es ese el problema.
Ambos chicos siguieron comiendo.
-Entonces –Continúo curiosos Alec -¿Vives solo?
-No. Se supone que vivo con mi tío –Dijo Micah –Y se supone que el
cuida de mi.
-Se supone –acentuó Alec.
-Apenas lo veo –Explico Micah –Por eso estoy considerando el ir a
España, Oscar me invito.
-¿Y por qué no lo has hecho?
-Bueno hace unos meses mi ex se fue a España… Así que…
-No te gustaría toparte con ella –Dijo Alec –Supongo que debe ser
difícil.
Micah rio ante el comentario de Alec.
-Él –Corrigió Micah –Mi ex es un Él.
Alec bajo su emparedado y miro suspicaz hacia él.
-¿Te burlas de mi?
Micah soltó una gran carcajada.
-Alec –Intento explicar –Cuando vives en Alicante y pasas mucho
tiempo con un chico, este se convierte en tu mejor amigo, nunca en
algo mas, y nunca nadie pregunta.
Si eso pasa, no hablas de ello. Recordó Alec.
-Una vez que la relación se pone seria –Siguió explicando Micah –
Bueno no todos somos tan valientes como para aceptarlo.
-¿Así que decidió irse? –Alec se notaba sorprendido y horrorizado al
mismo tiempo, de que serbia enfrentar día y noche a demonios si no
puedes defender lo que sientes, y a la persona que amas. Esto lo había
aprendido hacia tiempo, le era difícil ahora no comprender porque algo
diferente sería mejor.
Micah se encogió de hombros.
-Pues no deberías ir a España –Dijo a su amigo -¿Qué opinas de Nueva
York?
Micah se sintió complacido con el apoyo de parte de Alec y solo pudo
responder con una sonrisa.
* * * * *
-Esto es una verdadera pérdida de tiempo –Isabelle se mostraba
claramente molesta.
-La clave está en sesión -Dijo Aline –Nos tendrán aquí esperando hasta
que los adultos se desocupen.
Isabelle miro a Aline que sujetaba la mano de Helen.
-¿Y ustedes por qué no están en la reunión?
-Descanso de batalla –Dijo Aline –No digas a nadie pero estamos
convalecientes por el último enfrentamiento.
-Yo las veo muy bien –Dijo Simón.
-Y lo estamos –Dijo la chica –Por eso la parte de No digas a nadie.
-Ho –Expreso Simón pero después se inclino hacia Clary y murmuro. –
Nunca entenderé a los Cazadores de Sombras.
Clary lo miro y rodo los ojos.
Jace tenía una conversación con Helen, al parecer buscaba información
de lo vivido en el instituto de los Ángeles. La plaza del Ángel estaba
bastante concurrida, Cazadores y Submundos, todos ahí estaban
atentos al Gard y de lo que ahí se estaba tratando. Oscar se unió al
grupo, portaba su equipo de batalla.
-¿Y mi hermano? –Pregunto Isabelle.
-Se quedo con Micah, iban a jugar con sus arcos. –Dijo Oscar -¿Y bien,
nada nuevo por aquí?
-Nada –Dijo Jace.
Al parecer algo comenzó a ocurrir, se hicieron notar murmullos entre la
concurrencia, eran a causa de los Cazadores y Submundos que
empezaron a bajar de Gard, al parecer la reunión había llegado a su
fin.
-Ahora –Dijo Jace -Tendremos que buscar a alguien que no nos
considere insignificantes como para que nos cuente que se dijo ahí
adentro.
Todos lo miraron y lamentaron silenciosamente el que tuviera la razón.
-Ahí esta Magnus –Dijo Clary, y se detuvo a considerarlo. -¿Creen que
nos diga, lo que ocurrió ahí dentro?
-Podemos intentarlo –Dijo Isabelle caminando hacia El Gran Brujo de
Brooklyn.
Magnus miro a los Nephilim acercándose a él. La primera en llegar fue
Isabelle, siempre consciente de su belleza y su fuerza, nada parecía
cohibirla, totalmente la contracara de su hermano tímido e
inconsciente de su atractivo. Isabelle miro directo a sus ojos de gato.
-Hola Magnus –Dijo a manera de medir la situación –¿Nos podrías
compartir lo que paso ahí adentro?
Magnus sabía que era particularmente importante para este grupo el
enterarse de lo dicho en la reunión, así que decidió ser cooperativo.
-Claro Isabelle –Dijo finalmente –Al parecer hubo un nuevo ataque, en
el instituto de Beijín, en realidad no se pudo recaudar mucha
información así que al parecer decidieron desplegarse…
Todos lo miraban con atención abrumadora.
-Se montara un campamento en las afueras de Alicante para los
Cazadores que necesiten refugio y atención médica de los diferentes
institutos.
Magnus guardo silencio.
-¿Eso es todo? –Dijo Jace notablemente enfadado. –Jugaran al doctor,
mientras Sebastian sigue atacando institutos. ¡Genial!
Magnus pensó que no se podía esperar nada mucho mejor de La Clave,
y entendió perfectamente la frustración de Jace.
-Es todo –Dijo finalmente.
Todos permanecieron en silencio por un corto tiempo, era frustrante y
simplemente no podían hacer nada al respecto. Isabelle se sintió
ansiosa.
-¿Dónde diablos esta Alec? –Dijo para nadie en partícula.
-Debe estar en casa de Micah –Dijo Oscar –No deben tardar, su casa
está cerca de aquí…
Isabelle miro a Magnus pero permanecía completamente inexpresivo.
En ese momento los dos Cazadores de Sombras se acercaban, ambos
con sus equipos de combate y arcos atravesando sus espaldas.
-Tranquilo –Dijo Micah que llegaba junto con Alec. –Se que no puedes
estar sin mí.
-Ho eso es muy cierto –Contesto sarcástico Oscar –Cuando vengas a
España no te dejare tranquilo.
-No creo que eso le guste a tu novia Oscar –Le recordó Aline.
-Además –Dijo Micah y coloco su mano en la cabeza de Alec para
alborotar su cabello –He recibido una invitación a Nueva York. Y estoy
seriamente considerándolo.
-¡Ho eso es genial! –Dijo Helen consiente de la situación de Micah y
pensando que nada le haría mejor que estar con una familia como la
de el instituto de Nueva York.
Hubo reacciones encontradas en el ambiente tras la última
información, el grupo que sabía que Micah había quedado huérfano
recientemente se alegro de la noticia, mientras que Jace, Clary y los
demás se extrañaron, Isabelle nuevamente miro a Magnus en esta
ocasión no se podía decir que estaba exactamente inexpresivo, al
parecer la noticia también lo había tomado por sorpresa.
Micah miro a Jace e Isabelle.
-¿Qué dicen chicos? ¿Me aceptarían en su equipo?
-Micah –Dijo Alec a manera de lección. –No tienes que preguntar algo
así, eres bienvenido.
-Conozco a los Lightwood desde siempre –Dijo Aline –Te sentirás en
casa en poco tiempo.
-Conmovedor –Magnus asombro a todos con su comentario, eran pocos
los que pudieron notar el sarcasmo y la molestia en esa simple
palabra.
Alec había estado mirando esporádicamente hacia Magnus desde que
llego, considerando el pedirle tiempo para hablar en privado. Su último
comentario le hizo considerarlo aun más. Hubo un silencio incomodo
que fue roto por Oscar.
-¡Por el Ángel! –Dijo, y puso una mano sobre los hombros de su amigo
–Micah, mira, La pastelería está abierta, hay que conseguir pan de
mantequilla antes de que se acabe.
Micah no contesto, solo corrió hacia el lugar. Aline se llevo una mano al
rostro y tallo dolorosamente entre sus ojos.
-En ocasiones siento que tienen cinco años.
-Yo no los culpo –Dijo Jace y miro a Clary –En verdad ese pan es
increíble, tienes que probarlo.
Se armo una seria discusión respecto al maravilloso pan y de lo difícil
que era conseguirlo. Alec miraba la discusión y pensó que era su
oportunidad, se armo de valor y se acerco a Magnus.
-Magnus –Comenzó con su cabeza gacha -¿Podríamos…
-Debe ser emocionante –Lo interrumpió Magnus –Tener un nuevo
inquilino en el Instituto.
-Emm… Sí, pero…
-Fue muy considerado de tu parte haberlo invitado –Magnus hablaba
con una escalofriante voz calma –Se nota que se llevan muy bien,
espero sinceramente que funcione Alexander.
-¿Funcione? –Alec se altero un poco –No. Magnus no es lo que
piensas… Lo que pasa con Micah es…
-Ho no, no –Dijo intentando sonar divertido y movió su mano para
detener las palabras de Alec –Créeme, no es de mi incumbencia Lo que
pasa con Micah, o como sea que se llame.
Alec no podía concebir que Magnus insinuara algo como eso, ¿Cómo
podría pensar que su invitación no hubiera sido más que un acto de
solidaridad? Un acto de apoyo hacia Micah que en un día, de la noche a
la mañana había perdido a toda su familia. No podía permitir que
Magnus malinterpretara sus actos, abrió la boca decidido a aclara la
situación, pero no le fue permitido.
-¡Alec! –Escucho a Micah llamándolo, al voltear vislumbro una pieza del
famoso pan dirigiéndose hacia él a través del aire, Alec levanto su
mano para interceptarlo.
-Ho vamos chicos –Dijo Aline –Debieron traer una pieza para Clary, ella
no lo ha probado y nos tachara de mentirosos y exagerados.
-Lo siento –Dijo Oscar –Se termino.
Alec miro el pan en su mano y sin detenerse a pensarlo, lo partió en
dos, le dio una parte a su hermana y la otra a Clary. Jace miro la
escena orgulloso, definitivamente era el tipo de cosas que su parabatai
hacia todo el tiempo, escucho a Micah dar un resoplido con su boca y
apartar la mirada, al parecer el acto de Alec le había provocado alguna
sensación conmovedora. Jace sonrió y se inclino hacia Oscar. Con voz
baja dijo:
-Mi hermano conquistando corazones y ni se da cuenta de ello.
Oscar sonrió ante el comentario y asintió en acuerdo, Jace miro más
allá de Oscar y se percato que no había sido el único que había
escuchado el comentario. Magnus le dedico una mirada asesina, Jace
amplió sus ojos al darse cuenta de lo que acababa de hacer, miro a
Magnus y sin tener nada más que hacer se encogió de hombros como
diciendo: Es la verdad, lo siento. Para este punto Magnus ya había
tenido suficiente.
-Si me disculpan. –Dio media vuelta y se alejo rápidamente.
Alec miro esto y comenzó a caminar tras Magnus pero de nuevo no le
fue posible alcanzarlo. Repentinamente los gritos se hicieron notar,
Cazadores comenzaron a correr hacia el final de la plaza del Ángel, los
chicos pudieron vislumbrar un portal, una nueva batalla había llegado,
colmillos se hacían notar y lobos cambiaban de forma al correr hacia el
portal, Aline, Helen, Micah, Oscar y Alec se miraron unos a otros, la
determinación fiel en sus rostros, no hubo tiempo de mucho los cinco
chicos corrieron hacia su misión, dejando a sus amigos atrás sin
atreverse a pensar si serian capaces de regresar y mirarlos de nuevo.
Se acercaban al portal a toda velocidad espadas seráficas brillando en
sus manos imponentes, antes de cruzar alguien tomo firmemente del
brazo de Alec, el cual se detuvo abruptamente mirando como sus
compañeros se alejaban. Alec miro a la persona que lo detuvo.
-¿Magnus?
El rostro del brujo demostraba preocupación genuina y devastadora.
-Por favor –Dijo con voz débil. –Ten mucho cuidado.
El corazón de Alec se acelero y su respiración se fue por quien sabe
cuánto tiempo, y no le importo. Se acerco a Magnus y lo tomo de la
solapa de su abrigo para forzarlo a juntar sus labios con los suyos,
después de unos insuficientes segundos separo sus labios solo para
poder pronunciar palabras. Sus labios aun seguían suficientemente
cerca como para sentir el aliento del otro.
-Lo siento –Murmuraba Alec recordando las palabras que Magnus le
había dicho al besarlo en el instituto antes de venir a Idris. –Tenía que
hacerlo.
-Alec… -Dijo Magnus intentando recobrar su respiración.
Alec lo soltó y se deshizo del fuerte agarre que Magnus tenia hacia él,
corrió de nuevo en dirección al portal para atravesarlo.
CONTINUARA…
MayGraciela♥