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 Hacia una cultura solidari a y no violenta 1 Hacia una cultura solidaria y no violenta Guía para la fomación de Individuos, Organizaciones y Redes Solidarias con la metodología de la No-Violencia Activa. Juan José Pescio – Patricia Alejandra Nagy  - 2006 -

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  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Gua para la fomacin de Individuos, Organizaciones y Redes Solidarias con la metodologa de la No-Violencia Activa.

    Juan Jos Pescio Patricia Alejandra Nagy

    - 2006 -

  • Diseo de tapa: Noem Costa.

    Foto de tapa: Pedro L. Raota.

    Diagramacin e Impresin: Ediciones Moebius.

    Primera edicin Noviembre 2006.

    Inscripto en el Registro Nacional de Derechos de Autor N 510728

    [email protected]

    Buenos Aires - Argentina

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Juan Jos Pescio Naci en Buenos Aires en 1941. Se recibi de Profesor y Licenciado en Ciencias de la Educacin en la Univer-sidad Nacional de Lomas de Zamora, Provincia de Buenos Aires en 1987, con Medalla de Honor.

    Fue Profesor Adjunto en la Ctedra de Psicologa General, en la facultad de Ciencias Sociales de dicha Universidad, en la que actu durante 11 aos.

    Ejerci los cargos de Rector del Colegio Superior Victoria de Glew y Regente del Profesorado, en la Escuela Nacional Normal Superior de Villa Urbana, Lomas de Zamora. Ambas instituciones educativas, estn situadas en zonas desfavorecidas del conurbano bonaerense.

    En 1967, se sum a la corriente de pensamiento del Nuevo Hu-manismo y desde entonces, ha sido un activo organizador y formador para el cambio simultneo de la sociedad y el individuo, por medio de la metodologa de la no- violencia activa.

    En 1980, colabor en el libro Autoliberacinde Luis Ammann, en el captulo de Operativa. Actu en el pas y el exterior como formador de formadores en el sistema de prcticas que propone esta obra, dedicado a la superacin de la violencia interna y al desarrollo de las potencialidades humanas.

    Actualmente es Capacitador autorizado por la Red de Forma-cin Docente Continua de la Provincia de Buenos Aires, e impar-te cursos sobre Violencia y agresividad en la Escuela. Adems, coordina junto a varios profesionales de la Educacin, la Red de Consejos por la No Violencia Activa en el Sur del Gran Buenos Aires.

    Patricia Nagy naci en la zona Sur del Gran Buenos Aires en el ao 1965, estudi en la Universidad de Lomas de Zamora, re-cibindose de Profesora y Licenciada en Ciencias de la Educacin en el Ao 1987.

    Los autores

  • Fue docente en el Nivel Inicial durante 10 aos. Paralelamente ejerci cargos como Orientadora Educacional y Maestra Recupe-radora en diferentes EGB marginales del conurbano bonaerense. Desde el ao 1989 es docente de Nivel Superior, dictando mate-rias de fundamentacin: Filosofa, Pedagoga, Didctica, Prctica de la Enseanza en diferentes Carreras: Nivel Inicial, Matemtica, Ciencias Sociales y EGB.

    Entre los aos 1997- 2002 cre y dirigi las publicaciones Ser Docente de Nivel Inicial y Ser Docente de EGB revistas de salida mensual, con alcance Nacional y Latinoamericano.

    Activa participante de la corriente de pensamiento del Nuevo Humanismo desde el ao 1983, promueve la reflexin sobre el tema de la No- Violencia en diferentes mbitos.

    Actualmente es capacitadora autorizada por la Red de Forma-cin Docente Contnua de la Provincia de Buenos Aires, e imparte cursos sobre Violencia y agresividad en la Escuela.

    Otro proyecto de investigacin en el que participa es el Polo de Desarrollo: Educacin Superior y participacin una va para la formacin de lderes democrticos en Villa Urbana en el Instituto de Formacin Docente N 103 de Villa Urbana (Lomas de Zamora, Cuartel Noveno). Adems, coordina junto a varios profesionales de la Educacin, la Red de Consejos por la no violencia activa en el Sur del Gran Buenos Aires.

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Agradecemos a estos amigos que colaboran en forma constante con la construccin y expansin de la Propuesta.

    Sebastin Spano, Mariano Spano, Sergio Spano, Gloria Garrido, Nestor Haupt, Blas Quiones, Victor Hernndez, Daniel Lpez,

    Edgardo, Cintia Gonzalez, Mara Hidalgo, Mara Yofre, Fabin Scorpino, Liliana C. Cichy, Alicia Quinteros, Domingo Vadal,

    Gloria y Carlos Buj, Damin Castro, Susana Arias, Ricardo Lucero, Vernica Torres, Facundo Prez, Mirta Latuff, Miriam

    Kovensky, Lea Kovensky, Cristina Nitnivesky, Mirta Gatica, Hilda Garr, Mayca, Marco Montenegro.

    Para los que estn aportando a la construccin de la red de CPNVA de zona Sur del Gran Buenos Aires .

    Ana Mara Ezcurra, Liliana Porto, Mnica del Fabro, HildaRamos, Alicia Hernandez, Maria Mesa, Silvia Perez, Marcela

    Castro, Miriam, Esther Ocampo, Elida Domnguez,

    Agradecemos especialmente por su participacin en la concrecin de este libro a:

    Pina Greco, Daniela Caldas, Griselda Carbonel, Leonardo Marn, Lus Ammann, Noem Costas, Pablo Ales, Jose Fiducia, Ada Mancini, Miguel Goms, Patricia Lacolla, Laura Waisman,

    Debora Tormen, Ernesto de Casas.

    Agradecimientos

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    PRLOGO

    Esta es una gua para la formacin de Individuos, Organizaciones y Redes Solidarias con la Metodologa de la No-Violencia-Activa.

    La propuesta central consiste en la creacin de Consejos por la No Violencia permanentes dentro de las organizaciones educativas, de salud, ONGs, etc. desde los que se lleva adelante un Plan Triple de Cambio

    En esta publicacin proponemos un Programa de Capacitacin y un Mar-co Terico para el rea de la Educacin -porque all desarrollamos la experiencia durante tres aos-, pero se trata de un proceso de investiga-cinaccin colectivo sobre el cambio de la sociedad y la cultura. Por eso esperamos que en breve surjan aplicaciones en otros campos.

    Cul es el Objetivo especfico de Los Consejos?

    Los Consejos tratan de concretar un Plan Integral de Cambio.

    Y decimos Integral porque apunta a la superacin de la violencia en los Tres Planos: Individual, Institucional y Social, de modo simultneo.

    Todo lo referido a qu son los Consejos, qu hacen, cmo funcionan, etc., est desarrollado en los mdulos 2, 3 y 4.

    Cmo lograr la superacin de la violencia en los Tres Planos?

    Partimos de un fuerte cuestionamiento a esa normalidad social, don-de existen la pobreza, la exclusin, la guerra, la drogadependencia, el pesimismo, la soledad, el temor, la desesperanza y el sinsentido en la que todo esto es considerado como algo natural o normal, producto de la vida moderna o de la naturaleza humana.

    Por lo que para comenzar planteamos, que es necesario, desnaturali-zar la violencia en la que estamos inmersos y reconocer qu deseamos profundamente:

    Una sociedad ms humana y solidaria, organizada como democracia real.Participar en organizaciones solidarias que tengan una funcin social

    genuina.

    Como personas, salir de ese estado de temor y de violencia interna que produce el encierro en un proyecto de vida que termina en uno mis-mo, y construir un nuevo proyecto que incluya a los dems.

  • Sintetizando la Propuesta:

    El Proceso de Cambio que llevan adelante en los Tres Planos los Consejos por la No-Violencia, consta de tres Etapas, vlidas para cada uno de ellos:

    La desnaturalizacin de la violencia en que vivimos.El contacto con las aspiraciones profundas.La construccin de ese mundo solidario y sin violencia (profunda-

    mente querido, trabajando en equipo, en forma voluntaria, no violenta, y actuando simultneamente en cada uno de los tres Planos).

    Una Capacitacin activa.

    Dentro de este conjunto de factores que hacen posible la accin humana transformadora, el conocimiento ocupa un lugar importante pero, por s solo, no produce cambios. Recin cuando el pensar, el sentir y el actuar se han alineado, podemos decir que este aprendizaje no queda solamente en la subjetividad, sino que se objetiva, como en este caso, cuando hace posible la construccin de una nueva forma de convivencia, solidaria y noviolenta.

    El Programa de Capacitacin

    Est desarrollado con detalle en el Mdulo 5 y acompaado de su-gerencias para el Facilitador. Adems hay un Anexo con los materiales didcticos necesarios para cada paso.

    La capacitacin consta de seis reuniones presenciales de tres horas semanales cada una y de seis Trabajos Prcticos.

    En las Reuniones Presenciales se busca que el participante se conecte con su cuerpo, que reconozca sus valores profundos, incorpore la metodologa de la no violencia activa y la aplique al cambio de su Institucin, de S mismo y de la Comunidad, orientando ese proceso por y hacia la Solidaridad.

    Los seis Trabajos Prcticos, se realizan durante los intervalos semanales y apuntan a la construccin de los Consejos por la No-Violencia Activa en las Organizaciones, al estudio y a las prcticas de desarrollo personal. Esta tarea es realizada durante el tiempo que dura la Capacitacin y contina luego de ella. Por eso, para el sostenimiento del proceso de cambio se hace necesario el seguimiento posterior en cada Institucin.

    Durante la capacitacin, tambin se realiza su incorporacin a la Red de Instituciones de la Zona.

    En el Modulo 1, se desarrolla un modelo de interpretacin de la Situacin Actual de violencia, la Situacin Deseada que queremos

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    construir y el camino para llegar a ella, avanzando en los tres planos simultneamente.

    Hiptesis de causas de la Violencia.

    En el Plano Social se propone, como hiptesis de causas, la desigual-dad de oportunidades producida por la concentracin del dinero y el po-der en manos de una minora y sostenida por ella por medio de diferentes formas de violencia.

    Algo que refuerza an ms esta situacin, es la utilizacin de la vio-lencia como medio para eliminar la violencia. Esta concepcin es acepta-da como normal por la sociedad en general.

    Este enfoque lleva a suprimir, negar, rechazar y controlar los emergen-tes problemticos o violentos, en los planos Institucional, Social y los defectos de uno mismo y de los dems en el plano personal. La atencin est centrada exclusivamente en lo negativo, con la intencin de elimi-narlo.

    En lugar de este enfoque violento de la violencia, proponemos aplicar la Metodologa de la No-Violencia Activa, vale decir: atender a lo positivo y hacerlo crecer al vincularlo con todo lo que sea positivo, y tambin la integracin a la estructura de los elementos negativos por medio de la escucha, el dilogo y la generacin conjunta de un proyecto mayor que los incluya.

    Esta Metodologa define como positivo a todo lo que contribuya a la construccin de una Sociedad y Organizaciones Solidaria integradas por Individuos Solidarios.

    Paralelamente, interpreta a lo violento emergente como resultado de la contradiccin interna de un sistema, como sntoma de su funciona-miento violento encubierto. Toda estructura autoritaria se organiza en base a la imposicin, para controlar las propias contradicciones. Y esto es vlido para el plano Social, Institucional e Individual.

    En el Plano Institucional vemos que las organizaciones son afectadas por las carencias que provienen del Plano Social, y se trasladan a su inte-rior porque estn incorporadas a sus integrantes.

    Pero cuando estas organizaciones son autoritarias, a las carencias so-ciales que los individuos traen desde fuera, se les suma la insatisfaccin de las necesidades de afecto, participacin y sentido, que produce la misma, generando as ms violencia.

    En el caso de las instituciones educativas se observa frecuentemente, que un estilo autoritario impone el saber de un modo impersonal, sin

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    escuchar al alumno y sin dar cuenta del para qu de lo enseado, ni de las decisiones que toma la conduccin.

    Tambin al transmitir los contenidos prescriptos, muchas veces se vio-lenta al que aprende cuando se intenta ensearle sin tener en cuenta los saberes previos desde los que parte, ni sus intereses.

    Con esta experiencia que venimos realizando desde hace tres aos en zonas marginales del Conurbano Bonaerense, hemos comprobado que desde ese contexto de probreza llega a la Institucin un nio o adoles-cente con escasa alimentacin, vnculos afectivos problemticos en las especiales configuraciones familiares actuales, baja estimulacin intelec-tual, modelos violentos en su entorno, etc..

    Otra causa de violencia Social e Institucional son las reglas individua-listas y competitivas que aumentan la rivalidad y desconfianza entre los individuos, a diferencia de lo que ocurre con las reglas de relacin coope-rativas y complementarias.

    En el Plano Individual son causales de violencia los resentimientos y culpas que se arrastran del pasado, las tensiones fsicas, emocionales y mentales acumuladas en el presente, y la desorientacin y los temores al futuro. Por otra parte, una actitud violenta para intentar modificar estos factores negativos en nosotros mismos, genera an mas violencia interna. Cuando estos factores internos han aumentado la violencia hasta un lmite difcil de controlar por el individuo, cualquier estmulo externo, por mnimo que sea, puede estallar en una descarga agresiva. Si se con-sidera tan slo al estmulo externo trivial como desencadenante de esa explosin, se puede juzgar a la agresin como desproporcionada, pero sta resulta explicable cuando se consideran factores internos que han generado y acumulado violencia en el interior del sujeto. Lo que nos lleva a entender la violencia no slo como respuesta a una agresin externa, sino como descarga de un exceso de tensin interna acumulada. Por lo tanto, es necesario mejorar el trato entre las personas pero tambin se hace imprescindible disminuir la violencia en el mundo interno de cada una de ellas.

    Respecto de este mismo Plano Individual, proponemos hipotetizar como raz de la violencia en nuestra cultura actual, el proyecto de vida individualista y posesivo, que plantea la acumulacin personal de bienes tangibles e intangibles como camino para lograr la felicidad.

    Sobre esta direccin mental autocentrada est construida la violenta cultura dominante, que peligrosamente se expresa a travs de un impe-rialismo ciego, en el autoritarismo de las instituciones ocupadas en preva-lecer sobre las otras y en la codicia cotidiana manifiesta o disimulada de

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    cada individuo. Esta cultura violenta se universaliza y nos arrastra hacia la destruccin de la vida.

    Este Proyecto de Vida est naturalizado y se lo considera como normal.

    No se lo concibe como una opcin, sino como la nica direccin posible hacia la felicidad e, inclusive, se lo exhibe como factor de progreso lla-mndosele ambicin personal.

    Sin embargo, es posible reconocer fcilmente que este impulso posesi-vo, centrado en uno mismo, lleva a la contraccin defensiva del cuerpo, a la avidez continuamente insatisfecha, a la soledad, y a la desconfianza del otro, generando as una enorme violencia interna. Aunque se vayan logrando las metas ambicionadas, el mecanismo posesivo centrado en uno mismo, sigue demandando nuevas conquistas ms all de lo conse-guido y, por lo tanto, ese estado interno violento y sufriente se mantiene en el tiempo, se hace ms intenso con los fracasos y se sostiene a pesar de los logros.

    Este es el punto central de toda la Propuesta: Ir a la raz de la violencia por medio de la conversin del proyecto de vida individualista y posesivo por un Proyecto de Vida Solidario y, lograr simultneamente, la organiza-cin de las personas para avanzar en este nuevo sentido, transformando as a las Instituciones en solidarias y configurando con ellas Redes que mejoren su entorno social.

    La Propuesta presentada en esta Gua es el resultado de la interaccin entre la experiencia realizada durante los ltimos tres aos en escuelas del conurbano bonaerense y los conceptos inspirados en la corriente de pensamiento denominada Nuevo Humanismo.

    Algunos resultados de la experiencia realizada.

    Respecto a la Red de Instituciones Solidarias, se han realizado reunio-nes con la participacin de representantes, pertenecientes a ms de 15 escuelas de los Distritos del Conurbano Bonaerense de Lans, Lomas de Zamora, Monte Grande y Ezeiza (Regiones Educativas II y V, de la Provin-cia de Buenos Aires).

    Se trata de Instituciones del Estado, situadas en barrios marginales y medios.

    En su mayora son Escuelas Secundarias Bsicas (ESB) y algunas Es-cuelas Primarias Bsicas (EPB).

    Tienen una matrcula promedio de 800 alumnos y estn insertas en comunidades populosas.

    En este momento, contamos con un Equipo Coordinador Regional in-

  • tegrado por voluntarios experimentados, quienes reciben asimismo un segundo nivel de capacitacin, de mayor especializacin.

    Este equipo se forma cuando algunos egresados de las capacitaciones que realizan los autores, toman el rol de capacitadores, participan en la organizacin de la Red y deciden profundizar en la Metodologa de la No-Violencia Activa, para aplicarla en los tres Planos dentro de las Insti-tuciones en las que participan.

    Actualmente, se desempean profesionalmente en una o varias institu-ciones educativas, en roles Directivos, Docentes o en Equipos de Orien-tacin Escolar.

    Las escuelas se encuentran en diferentes momentos del proceso.

    El ms significativo de los momentos, al que deben llegar en la cons-truccin de la Nueva Cultura No Violenta es el del nacimiento de la Asam-blea Solidaria dentro de la Institucin.

    Esta se manifiesta como un lugar y tiempo jerarquizado en el que se renen (cuando se trata de una Institucin escolar) los representantes de los Consejos de Docentes, Alumnos, No-docentes y Padres.

    All, los representantes se escuchan, reflexionan sobre sus problemas y aspiraciones, buscan llegar a consensos y toman decisiones en conjunto.

    En estos espacios de democracia real, se mantiene la asimetra de los Roles, conservndose el nivel de orientadores que le corresponde a Directivos y Docentes, ya que esta diferencia de conocimientos entre docentes y alumnos, es lo que fundamenta la existencia de una Insti-tucin Educativa.

    Sin embargo, las nuevas relaciones de afecto, participacin y sentido que estos Roles incorporan como actitud y promueven a partir de la Propuesta, da lugar a la comunicacin directa, a la escucha activa y recproca de Alum-nos, Preceptores, Auxiliares y Padres, y a la incorporacin de sus opiniones y decisiones en la marcha de la Institucin, de modo regular y sistemtico.

    A quines va dirigido

    En este proceso de investigacin- accin, invitamos a participar activa-mente, a todos los que quieran contribuir a superar la violencia y avanzar hacia una convivencia solidaria, haciendo crecer lo positivo en S mismos, en las Organizaciones y en la Sociedad, por medio de la Metodologa de la No-VioIencia Activa.

    Los autores

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    MDULO 1

    FUNDAMENTACIN DE LA PROPUESTA

  • LA SITUACIN DE VIOLENCIA EN QUE VIVIMOS

    Hoy es evidente para todos que la violencia, invadiendo todos los rdenes de la vida, crece tanto en nuestro pas como en el mundo.

    La violencia (independientemente de la condicin cultural o econmica), no slo se ha instalado en el poder y en las calles, sino tambin en el interior de cada individuo, en las relaciones de familia, de amistad, en el trabajo, en los colegios y universidades, en el barrio y en los diversos grupos sociales.

    Cuando hablamos de violencia, no nos estamos refiriendo slo a su expresin ms grosera, la violencia fsica, que reconocemos en la guerra, la tortura, el atentado, el asesinato, la agresin delictiva y el castigo corporal.

    Tambin existe una violencia econmica reflejada en la explotacin, desocupacin, subocupacin, y en el consumo de lo superfluo y suntuario frente a la indigencia y el desamparo.

    Existe asimismo una violencia racial conocida como discriminacin, segregacin y xenofobia.

    Y tambin una violencia religiosa, conocida como fanatismo o intolerancia.

    La violencia crece as en las relaciones familiares, en el barrio, en la escuela, en la universidad y en el trabajo.

    Finalmente crece la violencia psicolgica interna y personal, que se refleja en el aislamiento, la resignacin y el sin-sentido.

    Ante esto, no debe sorprendernos que alguien d una respuesta de violencia fsica si se lo somete a inhumanas presiones psicolgicas, o de explotacin econmica, o discriminacin e intolerancia.

    Si nos sorprendemos por su respuesta es o porque somos parte interesada de la injusticia (en cuyo caso nuestra sorpresa es adems una mentira), o porque solamente vemos los efectos sin advertir las causas que determinan tal explosin.

    Esto no pretende justificar la violencia como metodologa de accin, ya que proponemos todo lo contrario, pero s intenta

    Mdulo 1

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    evidenciar la violencia disfrazada que, en sus diferentes formas, nos imponen los centros de poder poltico y econmico.

    Tambin, en nuestra sociedad crecen aceleradamente la locura, el suicidio, la drogadiccin, el alcoholismo, la marginacin o la incomunicacin, en los que solemos ver slo el efecto espectacular y lamentable en los individuos afectados, pero no las diferentes formas de violencia social e institucional que los agreden.

    El problema de la violencia no se podr resolver aplicando ideas y prcticas que son propias de una visin zoolgica (deshumanizada) de la vida humana, volviendo a prcticas primitivas como la pena de muerte, la mano dura en las calles o la penalizacin de los nios.

    Qu pasara si este enfoque violento para superar la violencia terminara por imponerse?

    Por cierto, los problemas de inseguridad existen y se multiplican, pero con un enfoque violento de ellos, no resultar la paz.

    La violencia se ha instalado en el pensar, sentir y actuar de una sociedad que, peligrosamente, observa como avanza y se consolida la falsa ideologa que dice: no existe solucin al problema de la Violencia.

    EL MAL ARMADO SOCIAL: SU INFLUENCIA EN LAS ORGANIZACIONES Y LOS INDIVIDUOS

    La violencia en nuestro pas y en el mundo es la expresin, el emergente, de un sistema de vida inhumano.

    Es la expresin de una direccin de vida incoherente y contradic-toria.

    Es la manifestacin de una cultura decadente que considera el di-nero como el valor ms importante, y esta creencia se ha impuesto en todos los mbitos de relacin humana. Se trata de una cultura que no considera al ser humano como su mximo valor, sino como un objeto, un instrumento para emplear, o un recurso.

    No reconoce que lo fundamentalmente humano es la libertad de

  • su conciencia. Es decir, su capacidad para elegir entre opciones, y la capacidad de aceptar o negar las influencias que le llegan, tanto externas como internas.

    Lo es tambin su intencionalidad, entendida como la capacidad de mantener la coherencia de las acciones en la direccin elegida, o de perseverar en la bsqueda de una nueva direccin.

    La Situacin actual: como crculo vicioso de Violencia y Sin Sentido

    Esta cultura trata a la conciencia humana como algo pasivo. Con-sidera que nuestra subjetividad se construye por la incorporacin y acumulacin de lo que nos llega. No incluye la actividad intencional de cada persona en la construccin de su mundo interno.

    A las minoras dominantes les conviene mantener la conciencia de las mayoras, sumergidas en un tipo de funcionamiento pasivo, sumiso a las condiciones que se le imponen y, paralelamente, des-valorizar su capacidad de eleccin.

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  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Tratan de acallar toda rebelda, y repiten por los medios que controlan que la desigualdad y exclusin que ocurre en la sociedad, es algo natural. Insisten en que esto no es consecuencia de las intenciones de personas concretas que eligen acumular ms dinero y poder, sino consecuencia de las leyes naturales del mercado.

    Adems, afirman que obedecer a esas leyes, traer felicidad para todos.

    Decimos que la poltica y la economa son violentas. Que estn en manos de un sistema perverso controlado por una minora que se ha apropiado del todo social, y que esta violencia es ejercida por esa minora sobre el resto de la sociedad.

    Decimos que las instituciones del Estado y las privadas al servicio de esa poltica y de esa economa, son violentas.

    Esta violencia la ejercen principalmente los dirigentes de organi-zaciones privadas y oficiales que, obedientes al Sistema, actan en contra de sus subalternos y de los ciudadanos a los que deberan servir.

    LA VIOLENCIA Y LAS REGLAS DE JUEGO DE LAS INSTITUCIONES

    Si jugamos al juego de las sillas, donde para ganar cada participante debe empujar a otros para quedarse con los asientos (que cada vez son menos a medida que avanza el juego), resulta muy difcil hablar de solidaridad. Aquel que se ocupe de considerar la situacin de otro dejndole lugar, ser un inadaptado y no ganar nunca. En este juego el triunfador ser aquel que fuese el ms rpido para sacar ventaja a los dems y, si fuera necesario, el que ms encarnizadamente luchara por desplazar a otros. Incluso aunque su conducta para hacerlo no fuera demasiado limpia.

    Supongamos que sea posible cambiar las reglas de juego y que todos ganen. Propongamos que al terminar la msica en cada ronda, a pesar de que se vayan sacando sillas, todos tengan que estar sentados. Es fcil anticipar que nos ocuparemos de que nadie quede parado, y haremos esfuerzos por sentar a todos aun sobre las rodillas de los que ya se sentaron, y al llegar al final, nos

  • encontraremos con una montaa de gente acomodada una sobre otra en una forma muy graciosa y sin perdedores ni ganadores, es decir, con un solo grupo de gente divertida.

    Habitualmente, el egosmo y la solidaridad son considerados actitudes personales independientes de las reglas de los juegos que jugamos. Tambin nos hacen creer que las reglas son algo natural y eterno, que no dependen de las decisiones de las personas que lo juegan. Si estas reglas regulan que hay ganadores y perdedores y se premia constantemente a los que ganan y se sanciona a los que pierden, crece la desconfianza en los dems, el temor a ser excluido y la percepcin del otro como un enemigo a la hora de competir por el lugar. Pero tambin es posible jugar a juegos cooperativos en todas las relaciones personales, en las instituciones y organizaciones. Efectivamente puede haber una empresa cooperativa, un aprendizaje cooperativo, una relacin cooperativa de pareja. La violencia puede estar exacerbada por las reglas de juego competitivas individualistas de la sociedad y de las Instituciones, y transformarse en un estilo de vida que adoptamos por considerarlo el nico posible, aun a costa de contradecir nuestros sentimientos solidarios. Esta adaptacin pasiva al medio social, puede ser reemplazada por una adaptacin activa, transformadora de las condiciones en las que nos toca vivir. Es la mejor manera de entender la funcin de la educacin como preparacin para la vida, es decir, no preparar para amoldarse a las destructivas condiciones dadas sino para transformarlas en una Comunidad Solidaria, integrada por instituciones solidarias e individuos con proyectos de vida Solidarios.

    ORIGEN DE LA VIOLENCIA INTERNA

    En el plano Individual, la falta de comunicacin genera violencia, el aislamiento tambin lo hace pero, fundamentalmente, el proyec-to de vida posesivo, que centra el resultado de todas las acciones en el exclusivo beneficio de uno mismo, genera violencia porque encierra, como quien construye una casa muy segura para s mismo pero queda solo, preso dentro de ella.

    Este tipo de proyecto de vida, individualista y posesivo, es ensal-

    Mdulo 1

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    zado por este sistema de vida, que nos muestra a la actitud egosta como parte de la naturaleza humana y motor del progreso eco-nmico.

    Decimos por todo esto que: esa actitud posesiva, forzada por las reglas de la competencia basada en el individualismo, genera vio-lencia en la mente y el corazn de las personas.

    Cuando decimos actitud posesiva estamos sintetizando, en una frase, todo lo que hacemos cuando estamos centrados slo en ob-tener la felicidad para nosotros mismos.

    Se manifiesta como una tensin profunda, como una contraccin interna que se agudiza cuando nos invade el temor a perder lo que tenemos, la desesperacin por alcanzar lo que deseamos, o en el empeo violento que ponemos en recuperar lo perdido.

    Tal actitud posesiva est en la base de todas nuestras elecciones y genera un estado de frustracin permanente y profunda. Esa frustracin que experimentamos como sufrimiento, como tensin que se acumula con cada uno de esos impulsos, es la condicin principal de nuestra violencia interna.

    El deseo de descargar esa violencia interna acumulada nos em-puja, a veces compulsivamente, a hacer cosas a otros o a nosotros mismos, que luego lamentamos.

    Pero no advertimos que es el proyecto de vida individualista, cen-trado en el xito personal, en la bsqueda de la felicidad para s mismo, el que ocasiona el registro interno y continuo de violencia.

    No lo advertimos porque percibimos a nuestro proyecto de vida posesivo, como similar al que tienen todos los que nos rodean. En-tonces nos parece natural y normal.

    No vemos que lo aprendimos jugando el juego de las reglas com-petitivas individualistas del Sistema, que dicen que para que unos ganen otros tienen que perder, y que para triunfar en la vida hay que endurecer el corazn.

    Los medios, insistiendo en demostrar la validez de esta direccin mental, exhiben a un puado de triunfadores como ejemplo de los que llegaron a la cima.

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    Luego nos preguntamos, sorprendidos, por qu muchos de esos triunfadores, que concretaron el ideal de vida de nuestra civilizacin, estn atrapados por la droga, se suicidan o simplemente no se los ve en un estado de paz y alegra permanente, sino todo lo contrario.

    No advertimos que esta direccin es errnea, adems de porque la tienen todos, porque subestimamos las experiencias de ver-dadera paz y alegra profunda que nos produce nuestras propias acciones de servicio, de ayuda, aquellas que, desinteresadamente, tenan como destino el mejoramiento del otro.

    Sera de utilidad advertir la emocin y el respeto que nos produ-cen las personas dedicadas genuinamente a los dems.

    Sera un paso hacia el cambio, reconocer en esta conmocin una seal interna clara de lo que profundamente queremos, como para iniciar la revisin (desnaturalizacin) de la direccin de nuestra vida centrada en nosotros mismos.

    LA FALTA DE SENTIDO

    Comnmente, la vida normal es aquella que va en la direccin que propone el Sistema: acumulacin de bienes, conocimientos, reconocimiento social, y xito al compararnos con los dems res-pecto a lo que hemos conseguido en las relaciones amorosas o con el dinero.

    Es decir que el sentido de la vida que propone el Sistema, es una carrera acumulativa de diferentes tipos de bienes, tangibles o intangibles, que depositamos sobre nuestra persona, dentro de esa casa, que nos encierra.

    Pero adems, esa minora dominante agrede excluyendo de la produccin y el consumo de lo ms indispensable a la mayora, y sometiendo al resto a condiciones de subsistencia precarias.

    Estas dos condiciones, una interna y otra externa, hacen que la enorme mayora de los seres humanos, nos encontremos con un proyecto de vida que nos lleva a la soledad y al sinsentido y, a la vez, que seamos golpeados por un entorno de explotacin y robo mundialmente organizado.

    Mdulo 1

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Resulta difcil suponer que toda la civilizacin est mal encami-nada y que se haya producido, a lo largo de la historia, semejante error de direccin respecto de lo que hace verdaderamente feliz y libre al ser humano.

    Sin embargo, desde nuestro punto de vista, es as.

    No obstante, nos quieren hacer creer que sta es la nica manera de encarar la direccin de la vida, y que las reglas de juego del mer-cado (manipuladas por lo poderosos) son leyes naturales.

    Esta sociedad, compuesta por individuos aislados compitiendo entre s por lograr la supremaca, lleva a que cada ser humano intente resolver sus problemas personales en un nivel Individual. Cada uno interpreta sus problemas como consecuencia de su par-ticular incapacidad para vivir en esta direccin correcta. Adems, supone que en este medio social y econmico tan adecuado para triunfar, cualquiera puede hacerlo si tiene talento, suerte y se es-fuerza lo suficiente. Por lo tanto, su fracaso se debe a la suma de sus propias elecciones equivocadas y de ninguna manera al entorno social y cultural.

    No es fcil ver esta trampa, porque est muy bien disimulada al poner toda la responsabilidad en el individuo y su libertad de eleccin, sin reconocer que se elige entre condiciones dadas que no son equitativas y que la misma capacidad subjetiva de eleccin es manipulada por los medios masivos y las amenazas de quienes detentan el poder econmico, poltico o militar.

    Es necesario advertir que esos problemas individuales, organizacionales y sociales son, en su ltima raz, la consecuencia de una cultura que ignora que lo esencialmente humano es nuestra capacidad para la convivencia solidaria.

    Esta cualidad esencial es la que nos permite ponernos en el lugar del otro, y reconocernos a nosotros mismos y a los dems como parte de una misma Comunidad Humana.

    Nuestro violento sistema de vida puede y debe ser transformado, pero es conveniente observar que las creencias descriptas son las races que estn por debajo del sistema econmico salvaje que aparece como lo ms evidente.

  • El Sistema se nutre de esas creencias, inclusive, el principio de acumulacin individualista competitivo justifica e impulsa a formar imperios invadiendo a otros. Esas mismas creencias se hallan instaladas tambin en nosotros, porque la direccin individualista posesiva y violenta tambin nos ha invadido sin que lo advirtamos.

    Habitualmente explicamos nuestra violencia interna tan slo como una respuesta normal ante las agresiones externas, sin ver que adems de esas evidentes e injustas agresiones, que puedo y debo modificar, hay reglas de juego que me enfrentan con mi hermano y hay una direccin de vida autocentrada, que me causa temor, soledad, encerramiento, contradiccin y violencia

    Vemos que hoy, millones de personas (de todas las edades, en todas las ciudades...) sienten el mismo aislamiento, inseguridad, incertidumbre, falta de sentido y desesperanza, Se tratar, enton-ces, de problemas simplemente personales?

    Cmo se puede seguir insistiendo en explicaciones meramente individuales para un malestar en el que est la poblacin entera, en lugar de atribuirlo a esos rasgos bsicos de la cultura que sostienen y refuerzan un armado social violento?

    CRCULO VICIOSO (O ESPIRAL) DE LA VIOLENCIA

    De seguir as las cosas, la desestructuracin personal y la vio-lencia social crecern hacia lmites insospechados, aumentando el caos y la incertidumbre, enfrentando bandos, aislando y oponiendo entre s a cada persona y a cada grupo social.

    Seguirn creciendo todas las formas de violencia y demorar un tiempo absurdo el surgimiento, manifestacin y desarrollo de esa sensibilidad y creatividad humana, que existiendo en el interior de cada persona, permitir la construccin de un pas y una sociedad ms justa, solidaria y no-violenta.

    Es necesario, en primer lugar, que cada uno reflexione en la pro-fundidad de su conciencia sobre los problemas actuales, y que en esa ntima reflexin asuma un compromiso real ante s mismo, acer-ca de las condiciones internas y externas en las que quisiera seguir viviendo y en especial, sobre la direccin que su vida lleva.

    Mdulo 1

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    LO POSITIVO

    Se trata, en definitiva, de la creencia acerca de lo que es verda-deramente humano y tal concepcin ser la que determine el tipo de sociedad e instituciones que generemos.

    Esta sociedad, hoy planetaria, est mostrando cada vez a ms gente a travs del circulo vicioso de la violencia y el sin sentido, por lo que, es necesario convertir la direccin que lleva la civilizacin mundial que se est consolidando.

    Nos apoyamos, para intentar ese gran cambio, en los aspectos positivos de nosotros mismos y de los dems y tratamos de desa-rrollarlos. Sumados, forman el sector que definimos como lo positi-vo y es parte fundamental de nuestra Situacin Actual. Hay organi-zaciones positivas, estn el conocimiento y la sabidura acumulados por la humanidad y, sobre todo, estn los mejores impulsos cons-tructivos en nosotros mismos.

    Definimos entonces a Lo Positivo como: Todo aquello que construye una Comunidad Solidaria, Organizaciones Solidarias y Proyectos de Vida Personales Solidarios.

    Es imprescindible valorar todos estos factores: Redes y organiza-ciones positivas, personas positivas y aspectos positivos dentro de cada persona, y apuntar a que la suma de todo ello se convierta en un conjunto integrado de fuerzas positivas, para concretar el cambio que deseamos.

    Proporcionalmente, los que construyeron el poder para someter, robar y explotar, son numricamente una minora y aunque dispo-nen de los resortes materiales de ese poder, como son el dinero y las armas, su estrategia masiva de control es realizada como quien mira y dice desde muy alto hacia abajo: hagamos soar a las ovejas que son libres, que el mundo social es naturalmente as, que no depende de la intencin de personas y que cada uno debe ocuparse de lo suyo. Pero son muchas las ovejas que estn comenzando a despertar, a desnaturalizar el mundo social y a ver-lo como algo mal armado por otras personas, y que debera y po-dra ser cambiado en forma no violenta. Por ejemplo organizandose para exigir el cumplimiento de las resoluciones y leyes positivas vigentes. un buen ejemplo es La Convencin de los derechos del

  • nio aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1959 y enmarcada dentro de los Derechos Humanos para la ONU. Su cumplimiento es an una tarea pendiente a concretar. (ver anexo pag. 225 El derecho del nio a se escuchado)

    SITUACIN IDEAL A LA QUE ASPIRAMOS

    Proponemos construir una Democracia Real, donde las Organiza-ciones sean Participativas y los individuos sean Coherentes.

    Situacin ideal: Crculo Virtuoso (o Espiral) de la Convivencia No Violenta y el Sentido

    Una sociedad donde el Ser Humano sea el Valor Central, en la que todas las organizaciones se orienten y regulen por el principio Trata a los dems como quieres que te traten. Donde se haya superado la desigualdad de oportunidades.

    Donde cada ser humano pueda reconectarse con el verdadero sentido de su vida y vivir conforme a l.

    Todo esto con la Metodologa de la No-Violencia Activa.

    Mdulo 1

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    LOS CONSEJOS POR LA NO-VIOLENCIA ACTIVA

    Los Consejos por la No-Violencia Activa estn integrados por todas las personas interesadas sin distincin de raza, credo o posicin so-cial, y se forman y desarrollan en barrios o vecindarios y el interior de todo tipo de organizaciones civiles y de instituciones oficiales.

    Cada Consejo, comienza por disear un Proyecto de cambio si-multneo en tres niveles: Social, Organizacional e Individual.

    Este Proyecto Integral, est orientado a lograr en el Largo Plazo un Ideal de Sociedad, de Organizaciones Humanas y de Individuos.

    La estrategia general de cambio es la Metodologa de la No-Vio-lencia Activa.

    Esta Metodologa no confronta, sino que acta por rodeo. Por ejemplo, trata de no oponerse a una gran fuerza, ms bien, espera hasta que aquella se debilita y entonces, avanza con resolucin.

    Esto lo hace en el plano individual y con los conflictos personales.

  • Tambin lo enfoca as en las instituciones y en las acciones para el cambio social.

    Avanza, apoyndose en lo positivo de las situaciones, para producir una mejora, en lugar de poner el acento tan slo en el cambio de lo negativo. Por ejemplo, tiende al reconocimiento y desarrollo de las virtudes de los Individuos, a establecer alianzas con organizaciones que trabajan con y para la gente, y a incorporar al Proyecto el mejor conocimiento y sabidura de la humanidad. Decimos entonces que es positivo todo aquello que construye la Situacin Ideal a la que aspiramos: Una Comunidad Solidaria, donde se articulan Instituciones participativas, integradas por Individuos coherentes.

    La Metodologa de la No Violencia Activa, desde esta perspectiva, consiste en atender a lo positivo y hacerlo crecer, vinculndolo, conectndolo con todo lo otro positivo.

    Es diferente de la estrategia de cambio instalada, que consiste en atender a lo negativo y tratar de eliminarlo. En esa propuesta, lo negativo es todo aquello que obstaculiza mis intereses y el foco de mi atencin es la propia felicidad, dejando a nuestra espalda a la comunidad.

    Mdulo 1

    Proyecto Integral

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Esta conversin de la mirada que proponemos, es la clave de la Metodologa del Proyecto Integral Permanente.

    Redefine adnde mirar y para qu. Le propone a nuestra mente una nueva direccin liberadora del encierro.

    LOS ESQUEMAS DE COMPRESIN

    Los Esquemas de Comprensin son el factor psicolgico que otorga significado a la experiencia, (una misma experiencia puede ser interpretada con significados distintos segn el modelo mental de comprensin desde el cual se la percibe y organiza). Un modelo de compresin es lo que me permite entender que percibo de una determinada manera. Es un mapa mental que habitualmente no es advertido, y a travs del cual hacemos una lectura o interpretacin de lo que percibimos. Por ejemplo, un nefito y un experto en un mismo campo del saber, ante un mismo estmulo organizan significados menos o ms complejos, menos o ms adecuados al funcionamiento de ese campo, o que permiten anticipar u operar menos o ms adecuadamente sobre l.

    En esta investigacin se construyen, progresivamente, esquemas de comprensin integradores, incluyentes y articuladores de diferentes campos del conocimiento, y se desnaturalizan los modelos de compresin que lo fragmentan. Por ejemplo, este esquema en el que se vinculan los planos individual, institucional y social, intenta ser un modelo integrador de la informacin que le otorga nuevos significados a fenmenos percibidos anteriormente como aislados. Si entendemos a los individuos aislados y eligiendo con una supuesta libertad, sin condiciones externas ni internas, es inevitable responsabilizarlos completamente de sus decisiones. En cambio, si comprendemos al individuo interactuando en un medio fsico y cultural concreto, que lo influye y condiciona, es ms fcil atribuir el origen de los comportamientos colectivos similares a las condiciones sociales de las que surgen. Este cambio de significado de los comportamientos individuales observados, se debe al cambio de modelo de pensamiento fragmentador de la experiencia, por un modelo en el que estn conectados los fenmenos individuales, institucionales y sociales.

  • SNTESIS DE LA PROPUESTA DE CAMBIO SIMULTNEO EN LOS TRES PLANOS.

    Se trata de ver estas acciones como un todo, como un conjunto de propuestas simultneas inseparables. Muchas de ellas no son posibles de implementar cuando se las considera en modo aislado.

    El Consejo Permanente por la No-Violencia Activa (CPNVA):

    Realiza un plan de cambio en el nivel individual, por medio de acciones tendientes a superar el origen de la violencia personal, en todas sus formas y en todos los mbitos de relacin.

    Para eso se trabaja con tcnicas especficas sobre los tres tiem-pos mentales: pasado, presente y futuro, buscando hacer crecer lo positivo en cada uno de ellos.

    Respecto del pasado, se aplican herramientas para profundizar la reconciliacin con uno mismo y los dems.

    Respecto del presente, se trata de instalar en nuestro cuerpo la experiencia de paz, se fortalece el hbito de atender a lo positivo y hacerlo crecer, y se construyen en el entorno organizaciones y comunidades Solidarias.

    Respecto del futuro, se fortalece el contacto con las aspiraciones profundas para que ellas orienten las acciones, proporcionando, adems, fuerza y alegra para emprender ese camino.

    La conversin del Proyecto de Vida:

    Con la positivizacin de los tres tiempos mentales, se apunta a modificar el proyecto de vida posesivo, centrado en uno mismo y convertirlo progresivamente, a travs de acciones solidarias, en un proyecto abierto a los dems.

    En el plano de las Organizaciones, el Consejo Permanente por la NVA, desnaturaliza la violencia cotidiana vivida como normalidad; interpretando a esta violencia como consecuencia de la insatisfaccin de las necesidades de afecto, participacin y sentido que la generan.

    Se propone lograr la satisfaccin de la necesidad de afecto, instalan-do en las instituciones el hbito de la valorizacin de lo positivo del otro y de uno mismo, y fortaleciendo la intencin de que esto crezca.

    Mdulo 1

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Esto es lo que genera un afecto genuino e impulsa el cambio conductual hacia el buen trato.

    Para satisfacer la necesidad de participacin, habilita canales de expresin a partir de la escucha y el dilogo, buscando acuerdos en una visin compartida. Por medio de delegados, intenta lograr que la palabra de todos los integrantes de la organizacin este representada en una Asamblea Solidaria Permanente, donde las decisiones sean compartidas.

    Para satisfacer la necesidad de sentido dentro de las organizaciones, es necesario que cada uno conecte con las aspiraciones profundas y que stas se expresen en una visin personal del futuro que estn dispuestos a construir. A partir de all, las cualidades comunes de estas visiones personales se integran en una visin compartida. Esta es la que le otorga sentido lgico y psicolgico a las acciones individuales y al trabajo organizado en equipos.

    El Consejo Permanente por la No-Violencia Activa (CPNVA), tambin atiende a las situaciones de violencia generadas por la rivalidad, que surgen de las reglas de juego competitivas y progresivamente busca reemplazar a stas por reglas cooperativas, de complementacin.

    En sntesis, el CPNVA tiene como objetivo, en el Plano Institucional, construir una Organizacin Solidaria, integrada por individuos orientados hacia el futuro por Proyectos de Vida Solidarios.

    En lo Social, organiza acciones con y para el entorno comunitario, buscando construir una Comunidad Solidaria. Asimismo busca la convergencia de personas e instituciones positivas para la construccin de Redes, que desnaturalicen la violencia y realicen Proyectos Solidarios. Esto lo realizarn en una escala barrial, zonal o regional, atendiendo a superar las consecuencias y las causas de la desigualdad de oportunidades.

    Estas propuestas de accin simultneas en los Tres Planos, constituyen la estrategia de cambio para convertir esta Cultura Violenta Individualista y Competitiva en una Cultura No Violenta, Activa y Solidaria.

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  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    LA VARA

    Esta visin del Mundo, representada en el esquema integrador, contiene lo que visualizamos como la realidad actual, lo que cree-mos que debe ser en el futuro, y lo consideramos el mejor proce-dimiento que podemos realizar para contribuir a lograr tal transfor-macin.

    Si vemos, como un todo, a estas tres grandes bloques de ideas en nuestra mente, podramos imaginarnos que esa totalidad se trans-forma en una vara que, como todas, tiene dos puntas.

    Entonces, me represento la vara y digo: cuando veo alguna injus-ticia o situacin humana que subleva, atiendo a la punta izquierda, observo la Situacin Actual y me sobrecoge el dolor y el sufrimiento intil de tantos seres humanos, entre los que me encuentro. Miro luego la punta derecha y veo lo hermoso que podra ser el mundo, lo simple que sera la vida y la conexin profunda que podramos tener con todos los seres humanos.

    En ese momento, miro el cuerpo de la vara y veo aquello que es necesario hacer en su totalidad y en el tiempo.

    Es un proyecto integral de cambio, como parte inseparable de estas dos visiones previas.

    Aparecen entonces las etapas del corto, mediano y largo plazo, sealadas con muescas en la vara, para definir las distancias que debemos recorrer.

    Imagino las acciones, incidiendo en cada etapa, como desde arri-ba, provocando cambios y haciendo avanzar la Forma Actual hacia la Ideal.

    Debajo de la vara, veo otras seales marcadas. Estas representan los indicadores de cambios, aquellos que nos permiten apreciar lo efectivas o no que han sido las acciones.

    Comprendo entonces que esta vara es mi imagen del mundo, con la que interpreto lo que me rodea y doy sentido a mis acciones.

    Luego, quiero contar entusiasmado esta novedad a quien me escuche.

  • Tomo la vara, la lanzo al aire para que la vean y al levantar la vista, noto con alegra que hay otras varas parecidas danzando lentamente en el aire, como anunciando jubilosas el fin de la prehistoria humana.

    Pienso que con todas ellas vamos a hacer un haz muy fuerte de varas, como contaba aquella fbula infantil con la que nos ensea-ron que la unin hace la fuerza. (Sin embargo, no nos ensearon cmo se logra la unin pero, a pesar de ello, sabemos que es a partir de construirnos un proyecto de vida solidario).

    Este slido haz de varas, convierte a nuestro futuro en algo es-peranzado.

    Este haz de varas poderoso, formado por tanta gente positiva, nos impulsa a mirar de frente hacia delante y le pone alas a nuestro corazn.

    Entonces, me pongo en marcha.

    La imagen de la Vara, me recuerda dnde estoy, adnde voy y la manera en que voy dando mis pasos.

    Avanzo decidido en medio de una muchedumbre apesadumbra-da, violenta, que va y viene en direcciones diferentes a la nuestra.

    Trato de alentar a los ms prximos, de contarles...

    Miro en mi interior y veo esta Imagen del Mundo, impulsando y dando direccin a lo que pienso, siento y hago.

    Mdulo 1

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    MDULO 2

    METODOLOGA DE LA NO-VIOLENCIA ACTIVA

    No hay caminos para la Paz; la Paz es el camino.Mahatma Gandhi

  • LA NO-VIOLENCIA ACTIVA COMO METODOLOGA DE CAMBIO.

    La No-Violencia Activa, como metodologa de cambio, consiste en atender a lo positivo, hacer que crezca y relacionarlo con todo lo positivo para potenciarlo.

    Definimos como positivo, a todo aquello que contribuya a la construccin de una Comunidad, a una Organizacin y a un Proyec-to de Vida Solidarios.

    Para lograr incorporar esta metodologa, es necesario reemplazar en uno mismo el hbito violento de atender exclusivamente a lo negativo, y tratar de eliminarlo. Este hbito mental es una de las causas que est en la raz de esta Cultura Violenta.

    La Propuesta plantea no apoyarse en el temor y el odio como motores para el cambio. Estos sentimientos surgen cuando, al ana-lizar una situacin, atendemos nicamente a las amenazas y ca-rencias.

    La metodologa de la no violencia, lleva a movilizarse para la ac-cin desde la paz y el entusiasmo, al atender a las aspiraciones profundas en uno mismo y al destacar en el presente, en el pasado y en el futuro, los elementos que posibilitan su realizacin.

    DESARROLLO DE LA METODOLOGA.

    Lo central, en la metodologa de la no- violencia activa, es la aten-cin a lo positivo y el hacer que crezca, relacionndolo con todo lo positivo para que se potencie. Pero qu hacemos con lo negativo?

    Respecto a los emergentes negativos, llamados as porque des-acomodan el orden impuesto que rige en las estructuras autori-tarias en las que vivimos, podemos proponer dos caminos segn nuestro lugar en la estructura:

    Si se est ubicado en la parte que controla y se quiere el me-joramiento de la estructura completa, es conveniente abrir canales para que se exprese progresivamente esa otra parte que manifiesta violencia acumulada.

    Mdulo 2

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Si se est del lado de los controlados, es adecuado expresar con claridad aquello que nos afecta y lo que se desea, tratando de ser escuchado por la parte que detenta el poder.

    Y seguir intentndolo, hasta que sea posible lograr modificaciones en la situacin que lo origina, pero, sobre todo, apuntar al reempla-zo del modo de decidir autoritario por otro que sea participativo, e instalarlo con carcter permanente.

    La estrategia no violenta consiste en ir hacia la expresin, la escucha y el dilogo entre las partes como el mejor camino para transformar las estructuras en participativas, integradas, unificadas.

    Por medio de este dilogo interno de las partes hacia las deci-siones compartidas dentro de una estructura, podemos salir de la contradiccin interna producida por los proyectos divergentes que impulsan a cada una de esas partes que la componen, y lograr la unidad interna a partir de un nuevo proyecto integrador, basado en las aspiraciones profundas.

    Es necesario, para la totalidad de la estructura, encontrar las aspiraciones compartidas entre sus partes internas:

    Para una Sociedad, sera el proyecto que representara las aspiraciones ms altas de todos los habitantes como resultado de un dilogo constituyente.

    Para una Organizacin, sera el proyecto que resultara de la visin compartida sobre la institucion que desearan construir todos sus integrantes.

    Para un Individuo, el futuro que quisiera construir a partir de la conexin con sus aspiraciones y sus modelos ms profundos.

    Esta es la Hiptesis Metodolgica Central respecto a cmo rea-lizar el Cambio hacia una Cultura no Violenta y una Comunidad Solidaria

    ESTRATEGIA GENERAL DE LA NO-VIOLENCIA ACTIVA.

    La Estrategia es vlida para los Tres Planos y para cada etapa.

    En el plano individual comenzamos con la propuesta de positivizar

  • simultneamente el Presente, Pasado y Futuro en cada persona. Para ello, utilizamos procedimientos especficos de positivizacin para cada tiempo mental:

    En el Presente: Atender en nuestro interior a las sensaciones de distensin, sa-

    lud, emociones de paz, fuerza, alegra, virtudes, y a las ideas de reconciliacin y esperanza. Hacer que todas ellas crezcan.

    Atender en nuestro entorno cotidiano a las personas positivas, a sus acciones, emociones e ideas positivas, y hacer que ellas, que quieren construir una Comunidad Solidaria, se relacionen entre s y con nosotros.

    En el Futuro:Atender a nuestras ms Profundas Aspiraciones respecto del

    tipo de persona que queremos ser, de Escuela u Organizacin y de Comunidad que queremos integrar, y que estas aspiraciones sean las que orienten nuestras acciones.

    Estos Ideales no slo son ideas sino imgenes ligadas a senti-mientos intensos, en las que se concentra el significado profundo de lo que queremos

    En el Pasado:Destacar las experiencias de gran felicidad, en particular las de

    contacto con otra forma de percibir la realidad.

    Destacar las acciones, sentimientos e ideas positivas, en noso-tros y en aquellos con los que nos vinculamos en nuestra vida.

    Hacer crecer la reconciliacin con uno mismo y los dems.En Sntesis, en el Plano Individual se trata de ir incorporando la

    Metodologa de la No-Violencia Activa como estilo cotidiano, tratan-do de convertir en positiva la informacin que nos llega desde los tres tiempos de conciencia por medio de una accin intencional. Esto requiere la desnaturalizacin del hbito, culturalmente arrai-gado, de atender a lo negativo en los tres tiempos mentales. Usual-mente, adems de atender a lo negativo, se intenta operar sobre ello con la intencin de suprimirlo.

    Mdulo 2

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Esta estrategia de cambio interno es una propuesta activa, in-tencional, para la construccin no-violenta de Nuestra Realidad Personal.

    En el plano Institucional, los integrantes de la institucin que llevan adelante el proceso, realizan los siguientes pasos:

    Comunican a todos los participantes de la institucin la pro-puesta de construir un Consejo por la No Violencia en la escuela.

    Construyen por etapas la Trada, el Grupo Motor, el Consejo Consolidado y lo integran a una Red de CPNVA.

    Se capacitan como Multiplicadores.Actan como Coordinadores en la consolidacin del Programa.Cmo podemos positivizar la institucin?:

    Proponiendo reglas de cooperacin y minimizando las reglas competitivas.

    Realizando acciones para satisfacer las necesidades de afecto y de sentido.

    Incluyendo en las decisiones institucionales los temas plantea-dos por los alumnos como prioritarios.

    Aumentando la Participacin por medio de:La Escucha.

    El Dilogo.

    Los Acuerdos sobre las Aspiraciones.

    La designacin de representantes de todos los sectores de la comunidad educativa.

    La vinculacin de toda la institucin en una Asamblea So-lidaria en la que participan los representantes de alumnos, directivos, docentes y padres.

    A partir de la Asamblea Solidaria, se elabora un plan de accin para atender a la satisfaccin de las necesidades de afecto, participacin y sentido en todos los Niveles de la Insti-tucin.

  • La elaboracin de Proyectos Pedaggicos orientados a concretar la escuela deseada a partir de la:

    Investigacin y accin sobre un campo. Mejora de la institucin y de la comunidad. Ayuda Solidaria a personas.En el plano comunitario (o Social): El CPNVA informa la propuesta

    a otras escuelas u organizaciones barriales positivas, a partir de esta accin:

    Establece alianzas para proyectos barriales de mejora para alumnos y familiares.

    Trata de construir, con esas instituciones, una Visin Com-partida de Comunidad.

    Se organizan para realizar proyectos conjuntos. Por ejemplo: disminuir la violencia en el entorno de la escuela creando espacios adecuados para nios y jvenes, conectar con autoridades Munici-pales para propuestas o denuncias.

    Tratar que los participantes se consideren a s mismos como importantes factores de cambio, al organizarse con otros en sentido constructivo.

    PROCESO DE INTERACCIN PARA DESARROLLAR LO POSITIVO.

    Decimos que es necesario relacionar entre s los aspectos positi-vos de una totalidad para que se potencien. Pero, cmo se puede lograr esta relacin superando las diferencias?

    La escucha del otro implica descubrir a la otra persona como alguien diferente a uno. La escucha a s mismo implica descubrirse como alguien especfico, con identidad.

    El dilogo: Implica, adems de escuchar y escucharse a s mismo, ordenarse internamente para hacerse entender.

    La visin personal: Al escuchar al otro y escucharnos a noso-tros mismos en profundidad y al ordenarnos mentalmente, vamos

    Mdulo 2

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    reconociendo nuestras verdaderas prioridades, es decir, nos conec-tamos con lo que cada uno quiere, con nuestra visin personal.

    Visin compartida: Si podemos expresar y dialogar sobre lo que queremos realmente, entonces estamos en condiciones de acordar la construccin de una visin compartida del futuro y de tratar de concretarla juntos.

    El Proyecto: Si nos escuchamos y dialogamos, y llegamos a un acuerdo profundo sobre el futuro comn que queremos y cmo alcanzarlo, entonces podemos proyectar juntos, por ejemplo, la construccin de esa cultura no-violenta que incluye una comunidad solidaria, instituciones participativas y seres humanos coherentes.

    La organizacin: Cuando proyectamos construir juntos, ve-mos que es necesario organizarnos para realizar ms eficazmente proyectos solidarios.

    Esta organizacin implica elegir representantes, acordar plazos, prioridades, la articulacin de tareas y roles diferentes, la capa-citacin para el ejercicio de tareas especificas, el intercambio de informacin pertinente, y los niveles de responsabilidad.

    Transitar este proceso permite comprender desde adentro, viven-cialmente, las etapas para la construccin de un Comunidad Soli-daria Organizada.

    Por lo tanto, si se dan los pasos anteriores, podemos llegar a relacionarnos con afecto sincero con aquellas personas con las que estamos participando organizadamente, en la concrecin de nues-tro ms profundo sentido.

    Es necesario redescubrir la profunda necesidad que tenemos de vivir y de desarrollarnos en una Comunidad Solidaria.

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  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    MDULO 3

    CONSEJOS PERMANENTES POR LA NO-VIOLENCIA ACTIVA

  • QU ES UN CONSEJO PERMANENTE POR LA NO-VIOLENCIA ACTIVA?

    El CONSEJO PERMANENTE POR LA NO-VIOLENCIA ACTIVA es un conjunto organizado de personas interesadas en poner en marcha un Proyecto Integral de Cambio. Vale decir, que intentan superar simultneamente la violencia en ellos mismos, en la Institucin y en la Comunidad. Y esto de forma permanente y creciente.

    Para qu: para contribuir a la construccin de una Cultura NoViolenta y una Comunidad Solidaria integrada por Organizaciones Solidarias e Individuos Orientados por un Proyecto de Vida abierto a los dems.

    El Consejo es, en s mismo, un mbito humano nuevo, en el que las relaciones estn construidas sobre la base de la comunicacin directa y en donde el ser humano es el valor central.

    Con estas caractersticas bsicas, el Consejo Permanente por la No-Violencia Activa es el precursor de instituciones democrticas y participativas y es el lugar donde se construye la nueva subjetividad del ciudadano de esa futura sociedad no violenta.

    Por lo tanto, un Consejo no es un equipo de trabajo que tenga como objetivo resolver un problema puntual para luego disolverse.

    Pero un Consejo tampoco sera lo que planteamos, si sus inte-grantes persistieran en una concepcin individualista, competitiva y posesiva, aunque inicialmente lograran como resultado reducir algunos emergentes violentos.

    El Consejo no se regula por el Principio de competencia indivi-dualista, donde para que unos ganen otros tienen necesariamente que perder, sino que se organiza en base a los Principios de Soli-daridad y Cooperacin, por los que todos los que participan ganan cuando se acercan como conjunto a los objetivos que expresan sus aspiraciones ms profundas.

    El Consejo Permanente por la No-Violencia Activa, avanzando en la implementacin de su Proyecto Triple desarrolla, por la libre eleccin de los que lo integran, el germen de una sociedad humana solidaria

    Mdulo 3

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    No es una construccin mecnica ni impuesta.

    Es una construccin plenamente intencional, conciente y deseada por quienes impulsan su desarrollo.

    El Grupo Motor Inicial, formado por algunos docentes y directivos, progresivamente ir escuchando en forma genuina y activa a los di-ferentes integrantes de la institucin, especialmente a los alumnos. Construir as un nuevo lugar para acordar decisiones, y a travs del dilogo se irn integrando los representantes de todos sectores de la comunidad educativa, (Directivos, docentes, alumnos, auxilia-res y padres).

    Desde l se pueden implementar proyectos para posibilitar la rea-lizacin del tipo de individuo, institucin y comunidad que coincida con las aspiraciones profundas de los participantes.

    La construccin de este nuevo modelo organizacional participa-tivo, requiere de un proceso paulatino, que llegue a compensar la fuerza de la verticalidad que conocemos con una fuerza en sentido inverso, a travs de la representatividad de los delegados de los diferentes sectores.

    En este nuevo espacio de dilogo y trabajo, aparece ahora la palabra de los destinatarios del servicio educativo y la de todos los agentes involucrados.

    Esta nueva fuerza, de abajo hacia arriba, respeta los niveles de autoridad de la organizacin escolar, pero es a la vez la garanta de inclusin de todos los actores en un proceso de mejora continua de la institucin.

    La asimetra es imprescindible para la concrecin del objetivo pri-mordial del sistema educativo consistente en transmitir a las nuevas generaciones, el mejor conocimiento social acumulado.

    Esta organizacin garantiza la moderacin del autoritarismo y es el mejor campo de entrenamiento para la formacin de un futuro ciudadano participativo, crtico, con iniciativa, y parte de un colec-tivo social.

    Se trata de un ciudadano que habr aprendido a escuchar y fun-damentar sus opiniones, a organizarse con otros para resolver los

  • problemas que lo afectan, y a transformar por medio de proyectos colectivos la realidad dada, ya sea esta, socio-cultural, psicolgica o econmico-poltica.

    La autoestima, la comunicacin, la oralidad, ya no son temas para trabajar slo desde un enfoque psicolgico individual o pedaggi-co, sino que dependen del lugar y de la funcin que cada individuo va ocupando en esta nueva organizacin participativa.

    El sentido de las acciones surge de la visin compartida cons-truida durante el proceso de escucha-dialogo acerca de lo que se quiere y no se quiere.

    Esta visin compartida parte de los problemas-oportunidad que van priorizando en ese nuevo espacio de dialogo; ya que al reflexio-nar colectivamente sobre ellos, se va configurando la visin a la que aspiran, tanto de Escuela como de Comunidad y de Individuo.

    Estas imgenes guas dan direccin y energa a las acciones y permiten evaluar a qu distancia estamos de la meta, cada vez que comparamos el presente con lo deseado. Tal visin de lo desea-do en los tres planos, consensuada inicialmente, tambin puede ir mejorando en el proceso de accin y reflexin conjunta, por el aumento de comprensin que los actores van logrando frente a sus propias aspiraciones profundas y a la realidad externa.

    En este proceso de cambio, externo e interno, influye decisiva-mente el conocimiento de nuevos y ms adecuados modelos de interpretacin de la realidad y de tecnologas apropiadas para in-tervenir sobre ella.

    Ese es el campo preciso de intervencin de los docentes y, a partir de los intereses manifiestos de los alumnos expresados como proyectos, es posible aportar enfoques y contenidos de cada disci-plina, acercar bibliografa y otras fuentes de informacin. Se trata de saberes que ayudan al educando a comprender, y sobre todo a modificar las situaciones problemticas y a lograr la concrecin de situaciones deseadas.

    Habr muchos contenidos que ser necesario transmitir aunque no estn relacionados con los intereses actuales manifestados, pero seguramente, la predisposicin en los alumnos hacia el conocimiento

    Mdulo 3

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    habr cambiado sensiblemente si stos comienzan a advertir la po-tencia que el conocimiento otorga a toda accin transformadora.

    Tambin mejora al clima organizacional cuando el alumno tiene participacin en las actividades escolares con un nivel de decisin y autonoma ms grande que el rol habitual de receptor pasivo.

    Solamente si la persona logra organizarse con otros, dialogando, acordando metas y pasos para alcanzarlas, podr comprender que el crecimiento de su poder para el logro de sus propsitos, en buena medida es proporcional a la apropiacin que haga de conocimientos conceptuales, procedimientos y actitudes adecuadas.

    Puede comprobar as que, estos conocimientos son un recurso que inclusive l mismo, puede crear investigando y reflexionando sobre la accin, ya sea slo o, sobre todo, con otros.

    Se trata de una forma nueva de estar en el mundo. Un modo no violenta, activo, transformador, intencional y constructor de conoci-miento, orientado al mejoramiento personal y colectivo.

    QUINES FORMAN PARTE DEL CONSEJO PERMANENTE POR LA NO- VIOLENCIA ACTIVA?

    La Metodologa de la No-Violencia Activa aplicada al cambio institu-cional propone atender a los integrantes positivos. Comenzaremos convocando a los ms interesados y/o afines con los ideales que pro-ponemos. Por cierto, no nos dirigimos a los violentos ni a las vctimas de la violencia, sino a los que estn seriamente preocupados por su superacin en todas sus formas, en los dems y en ellos mismos.

    Definimos como positivo, a cuanto ayude a la construccin de una Comunidad Solidaria, es decir, aquella que satisface las nece-sidades humanas conocidas como bsicas y adems, las necesi-dades de afecto, participacin y sentido.

    Es una comunidad donde prima la cooperacin y no la compe-tencia individualista, en la que se busca la superacin de la actitud posesiva y se valora el servicio.

    Invitamos especialmente, a los que tratan de eliminar las causas de la violencia o estn tratando de atenuar sus consecuencias.

  • Estos van a formar el Grupo Motor del Consejo, invitando a otros a participar.

    El Grupo Motor es el que se encargar de disear y llevar adelan-te el Proyecto Integral Permanente.

    El Consejo, para evaluar la fuerza de la propia organizacin inter-na, utilizar el indicador de cohesin, atendiendo a la fluidez en la comunicacin directa, entre sus integrantes.

    La cohesin del equipo se medidar por la capacidad de todos los integrantes de compartir sin temor sus ideas y sentimientos.

    Esto le permitir funcionar como una organizacin inteligente abierta al aprendizaje.

    El Grupo Motor velar para que el Proyecto se expanda dentro de la institucin y a otras instituciones.

    Cada integrante del Grupo Motor tendr a su cargo la tarea de ge-nerar los Consejos de Aula y los Consejos de Padres, promoviendo la eleccin de representantes por curso, de docentes tutores y una comisin de Padres.

    Tambin pueden presentarse personas que, sin tomar compromisos de participacin, colaboran o solamente reciben informacin de diferentes aspectos del Proyecto. A ellas las consideramos adherentes.

    HIPTESIS QUE ORIENTAN ESTA INVESTIGACIN.

    El funcionamiento mental posesivo, origen del individualismo competitivo, est instalado en el mundo como regla universal de vida, como normalidad no cuestionada.

    Ella es la raz de la violencia y es lo que impulsa este sistema de acumulacin que concentra al individuo en la bsqueda de su felicidad personal, llevndola a dar la espalda a la comunidad.

    Tal direccin est orientada por una actitud posesiva, centrada en uno mismo y puede ser convertida en una direccin orientada hacia el servicio.

    Mdulo 3

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Esta actitud mental autocentrada, est en la base del egosmo.

    Subyace en el nivel ms cotidiano de comportamiento, como co-dicia explcita o disimulada.

    Es la motivacin perversa de toda explotacin econmica, de la destrucin del medio ambiente, del armamentismo y de las guerras de dominacin.

    Se trata de una actitud sostenida por normas legales que justi-fican que el beneficio personal permita utilizar al otro como ins-trumento para el mismo. Inclusive hasta engaarlo, chantajearlo y forzarlo para que as sea. Todo esto, legitimado formalmente y, lo que es aun peor, aceptado con resignacin por las poblaciones que lo padecen.

    Las nuevas generaciones se incorporan a un mundo en el que les hacen creer que esa situacin es normal y deben aprender a adaptarse y utilizarla en beneficio propio.

    Es frecuente que un docente bienintencionado no advierta las consecuencias de la formacin individualista y competitiva que im-parte a los alumnos. Muchos docentes, en el afn de ayudar, quisie-ran prepararlos para un mundo egosta y violento, porque lo con-sideran inmodificable. De este modo creen que los preparan para la realidad. Su falta de fe en que esa realidad pueda cambiar, los lleva formar jvenes que slo aspiran a adaptarse al mundo tal cual lo ven, con la intencin de lograr un buen lugar para s mismos, en lugar de ayudarlos a ser transformadores de las condiciones de desigualdad en las que nos encontramos.

    Creemos es vlido tratar de detener la rueda de la violencia. Una rueda que va acelerndose a medida que progresan la ciencia y la tecnologa. Pues estos avances sirven cada vez mejor a la codicia de una minora dominante.

    Y tambin creemos que vale la pena intentar invertir este proce-so, porque reconocemos que en el ser humano existe la potenciali-dad para la accin desinteresada, una accin que termina en otros y produce profundos registros de unidad interna.

    Nos referimos a una accin que se tiende a repetir cuando se la realiza, por la serena alegra y libertad interior que produce.

  • Otra hiptesis fuerte de la Propuesta es que: la aplicacin de la Metodologa de la No-Violencia Activa y el contacto con las aspiraciones profundas lleva a convertir la direccin de la vida.

    Esta nueva actitud, ms humana, resulta ms prxima al dar que al tener, al servir que al acumular, a la Construccin de una Comunidad Solidaria que al xito individual sobre los dems.

    Encontramos muchas personas y organizaciones que lo creen y se esfuerzan por vivir de acuerdo a ello.

    Estas personas son las que van construyendo la Red de Consejos Permanentes por la No-violencia Activa.

    Ellas no slo piensan que la rueda destructiva pueda detenerse sino, adems, que es necesario ponerla a girar en sentido contrario, utilizando las potencialidades de la tcnica y del conocimiento en una nueva direccin mental no posesiva, sino al servicio de todos los seres humanos.

    Nuestras afirmaciones, son hiptesis de trabajo que intentaremos ir poniendo a prueba durante esta investigacin-accin, particularmente, al introducirlas en la educacin de nios y adolescentes.

    ETAPAS DE LA FORMACIN DEL CONSEJO POR LA NO-VIOLENCIA ACTIVA.

    La organizacin de un CPNVA se inicia y sostiene de manera vo-luntaria, es decir, ningn integrante forma parte de l si no lo desea. En general, el proyecto es iniciado por un integrante o grupo redu-cido de la institucin que participa de la capacitacin. Este rasgo, lejos de ser una debilidad, lo estimamos como el punto de partida de un proceso de cambio institucional.

    Y luego, cuando el proyecto avanza, se da la expansin de lo positivo por efecto del entusiasmo que genera poner en marcha acciones de cambio constructivas.

    Mdulo 3

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Las etapas respetan la forma en que la nueva organizacin va creciendo y transformando la estructura tradicional verticalista, fragmentada e incomunicada.

    Si desde un principio se propusiera la participacin obligada de la totalidad de los integrantes, el proyecto decaera prontamente. De este modo, cada institucin encuentra sus tiempos de crecimiento, y paulatinamente logra convertirlo en una iniciativa de Nivel Insti-tucional.

    Las etapas organizativas de la Propuesta de Construccin de una Cultura solidaria y sin violencia, pueden secuenciarse de la siguien-te manera:

    TRADA

    (NCLEO)

    GRUPO MOTOR

    (EQUIPO)

    CPNVA CONSOLIDADO

    (Consejo de Docentes, de Aula y de Padres)

    RED de CPNVA

    (de Escuelas y de otras instituciones)

    La TradaUn Orientador del CPNVA (persona que quiere construir dentro

    del marco de esta Investigacin) comienza por comunicar la Pro-puesta a quienes considera solidarios e interesados por hacer cosas para mejorar la situacin de los dems, ya se trate de sus alumnos, compaeros de trabajo, institucin o comunidad.

    Estas personas pueden ser directivos, docentes o auxiliares.

    El Orientador del CPNVA, inicia el proceso construyendo un N-cleo. Para lograrlo acerca la propuesta a dos o tres personas positi-vas y las invita a realizar algunas acciones conjuntas.

    Se rene con ellas y les informa sobre la idea de hacer un CPN-VA para superar la violencia personal, institucional y comunitaria, proponindoles invitar a otros a constituir el Grupo Motor de hasta aproximadamente diez personas. Pueden hacerlo, por ejemplo, a travs una encuesta que distribuyen al personal de la escuela expo-nindoles los objetivos y la metodologa. El orientador realiza, con los integrantes del Grupo Motor, algunas de las prcticas para la

  • 0

    superacin de la violencia personal aprendidas durante la capacita-cin, y les propone que las apliquen en las aulas.

    Adems, propone iniciar el proceso de escucha de los intereses de los alumnos preguntando (tambin a travs de una encuesta) lo que les agrada y desagrada de la escuela, tratando de que definan la escuela que desean y, adems, nombren alumnos representan-tes y docentes tutores por cada curso.

    Funciones de los integrantes de la Trada

    La trada est formada por el Orientador, un Administrativo y un Apo-yo. El Orientador cumple con la funcin de mantener presente en los participantes el Sentido del Proyecto de Cambio, e impulsar sostenida-mente la Construccin no-violenta en cada etapa y en cada plano.

    El Administrativo realiza el Seguimiento del Proyecto segn los pasos acordados, y especialmente lleva registro de las acciones y de los planes y dndolos a conocer a todos los involucrados. Especficamente, atiende a su Implementacin en los tres Planos. Es decir, impulsa en cada uno de ellos el cumplimiento de los plazos, anticipa la logstica necesaria para los eventos, produce y distribuye la Informacin que requieren los diferentes Niveles de participacin del Consejo. Tambin verifica y promueve la ejecucin de los pasos del Proyecto Triple acordados por el Equipo y sistematiza el conocimiento que se va construyendo.

    El Apoyo pone nfasis en el desarrollo personal de cada uno de los integrantes del Equipo.

    Asimismo atiende a la Cohesin grupal, ayudando a superar las trabas en la comunicacin.

    La Trada trabaja en equipo complementndose para la orienta-cin del proceso. Las funciones de Administracin y Apoyo pueden estar a cargo de un individuo o de equipos segn sea la demanda de tareas exigida por los proyectos y el nmero de participantes.

    El Grupo MotorUna vez organizada la Trada, sta se pone en marca para con-

    vocar a otros docentes que formarn el Grupo Motor del Proyecto de Cambio.

    Mdulo 3

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    Los integrantes del Grupo Motor comienzan a elaborar el Proyec-to Integral Permanente, impulsando las siguientes acciones:

    Desnaturalizar las situaciones de violencia cotidiana

    Para esto, estudiarn la violencia naturalizada en el interior de cada uno y el los mbitos de relaciones en los que viven. Tratarn de comprender que la vida cotidiana est contaminada por la vio-lencia disfrazada de una cierta normalidad que convierte a las peores formas de violencia en invisibles para los medios de comu-nicacin y para el ciudadano (por ej. al mendigo de la calle, habi-tualmente no se lo percibe como una consecuencia de la violencia econmica, caracterstica principal de una sociedad de explotacin y exclusin. En realidad. Por muchos que existan, a los mendigos se los interpreta como parte normal de una realidad social que siempre ha sido as y no cambiar).

    Luego, se comenzar a leer la violencia propia y la de los de-ms como resultado de la insatisfaccin de las necesidades de afecto, participacin y sentido (aparte de la insatisfaccin de las necesidades bsicas).

    Desnaturalizar las causas de la violencia es, por ejemplo, reco-nocer a la competencia individualista como un obstculo para la convivencia solidaria. Y es tambin advertir en la competencia la causa de una comunidad fragmentada, constituida por personas desconfiadas, temerosas y aisladas, lo que contradice la misma idea de Comunidad.

    Desnaturalizar las causas de la violencia es, asimismo, reconocer la actitud posesiva, centrada en uno mismo, como algo aprendido, incorporado desde la cultura y no como un impulso de tipo biolgico inmodificable. Y es considerarla como algo que se puede desapren-der a partir de ejercitar acciones solidarias.

    Y es tambin reconocer a las tensiones corporales, innecesarias y dolorosas, no como una consecuencia inevitable de la vida moder-na sino como algo que puede y debe ser superado.

    Des-cubrir las Aspiraciones Profundas

    Los integrantes del Grupo Motor se conectan emocionalmente con el tipo de Individuo, Institucin y Sociedad que verdaderamente

  • desean. (Tomando como indicador de que se ha conectado con esa aspiracin, la conmocin emotiva que la acompaa).

    Construir la Visin compartida

    La Visin compartida se elabora con los aspectos comunes de las Aspiraciones Profundas individuales de docentes, no docentes, alumnos y padres.

    Impulsar el trato afectuoso

    Se impulsa el trato afectuoso entre alumnos y docentes, no do-centes y directivos:

    Fortaleciendo la valorizacin de lo positivo del otro y de uno mismo y la intencin de que esto crezca, sustituyendo la mirada crtica sobre los defectos de los dems y de s mismo.

    Fomentando las reglas de cooperacin y complementacin y no la rivalidad y los bandos.

    Abrir la participacin (Ver anexo pag. 178 Proceso de participacin)

    Escuchando la opinin de los alumnos a partir de una encues-ta sobre lo que les gusta y no, de la escuela. Se trata aqu de profundizar en las respuestas, y descubrir cul es su ideal de escuela.

    Se eligen alumnos delegados (representantes) en cada curso y docentes tutores, para que expresen la opinin de todos sus pares en las reuniones peridicas de la Asamblea Solidaria, a la que tambin asisten, representantes de los directivos, no do-centes y padres.

    Formacin de la Asamblea Solidaria: est integrada por los representantes electos de los distintos actores de la comunidad educativa.

    La Asamblea Solidaria se rene para generar proyectos que concreten la visin compartida de la escuela deseada. Es el espacio para llegar a acuerdos que se transforman en decisiones compartidas. Estas nuevas relaciones en la institucin respetan siempre la asimetra necesaria entre directivos, docentes, padres,

    Mdulo 3

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    no docentes y alumnos, pero incorporan a ese espacio de dialogo el pensamiento y los intereses de alumnos, padres y dems integrantes de la comunidad educativa

    Satisfacer la necesidad de Sentido

    La satisfaccin de la necesidad de sentido se logra a travs de una pedagoga activa y participativa que incluye los saberes previos y los intereses manifiestos de los alumnos, donde el conocimiento esta orientado a la construccin de aquello a lo que se aspira, privilegiando la investigacin y los espacios de reflexin y debate sobre temas de su inters.

    En relacin al sentido en los aprendizajes, los docentes encuentran en los proyectos un lugar de aplicacin de los contenidos de su rea, muy valorado por los alumnos al estar vinculados a sus reales intereses. De este modo se refuerza el sentido lgico y psicolgico para quien aprende, y la aplicacin del conocimiento de las disciplinas a proyectos de mejora de la realidad natural, social y psicolgica.

    El Consejo por la No-violencia Activa consolidadoUna vez concretada la etapa de Diseo del Plan por el Grupo Motor

    Inicial, pasamos ahora, a la etapa de Consolidacin del Proyecto.

    sta se caracteriza por la formacin de Consejos de Aula y de Padres. El nombramiento de representantes y la creacin de un espacio de dialogo institucionalizado con tiempos regulares de funcionamiento, son los requisitos para el ejercicio de la Asamblea Solidaria. Esta es la concrecin de la organizacin participativa dentro de la institucin.

    Los indicadores de avance en el crecimiento del Consejo son:

    Crecimiento cuantitativo como cumplimiento de las Etapas: Trada, Grupo Motor, Consejo Consolidado y Redes.

    La intensidad y presencia de la Visin compartida.

    La aplicacin de la No-Violencia Activa en los tres planos.

    La concrecin del Proyecto Triple.

  • El registro de la experiencia en manuales operativos que permitan multiplicar los mejores resultados de la investigacin-accin.

    Las alianzas con otras instituciones del campo educativo u otras organizaciones sociales, como ONGs., Centros Barriales, Clubes, etc.

    La Red de Consejo por la No-violencia Activa.Lo ms conveniente para acelerar el proceso de cambio, es la

    capacitacin a los grupos formados por representantes de diferentes organizaciones.

    stos, al participar como compaeros en los cursos, se conectarn entre s durante la Capacitacin y, de este modo se habr adelantado un paso hacia la construccin de los vnculos que permiten la construccin de la Red.

    El encuentro de varios representantes de ncleos positivos de distintas organizaciones, permite la elaboracin de un Plan Conjunto de Red para desarrollar la Zona a la que pertenecen.

    Este Proyecto Regional de Red, ser potenciado por la incorporacin progresiva de organizaciones, grupos de trabajo o individuos.

    Adems, enriquecern la propuesta las Jornadas de Trabajo para el Desarrollo Personal y los intercambios que se realicen en encuentros peridicos, tales como Congresos Distritales, Provinciales o Nacionales.

    No se trata de construir Redes de contencin. Tal objetivo sera meramente preventivo, es decir, que slo apuntara a lograr por parte de la conduccin de las instituciones un mayor control de los comportamientos divergentes con lo establecido como normal.

    A lo que s se aspira con la formacin de Redes, es a la construccin de una Comunidad solidaria caracterizada por ser generadora de proyectos de servicio.

    Cuando decimos Comunidad sin desigualdad de oportunidades y solidaria, estamos describiendo dos rasgos fundamentales para la construccin de una Cultura No-Violenta.

    Mdulo 3

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    QU HAR EL CONSEJO?

    En un principio, construir una cultura organizacional en la que las relaciones interpersonales se orienten por el principio trata a los dems como quieres que te traten.

    El Consejo tambin deber ser un organismo en crecimiento, donde el aumento de sus integrantes genere nuevos niveles de participacin dentro de la Institucin, un aumento de las cualidades humanas personales y resultados positivos en el Plano Social.

    Si hubiera un grupo que se inicia fuera de una organizacin, (ba-rrio o vecindario) ste generar Proyectos Integrales atendiendo a las prioridades que los mismos vecinos establezcan, y desde all ir evolucionando hacia la Visin compartida de comunidad, institu-ciones e individuo a la que aspiren.

    Al disear un Proyecto No-Violento Triple, habrn iniciado un espiral virtuoso, que ir ampliando y profundizando su accionar junto a otros Consejos en desarrollo.

  • Hacia una cultura solidaria y no violenta

    MDULO 4

    EL PLAN INTEGRAL DE CAMBIO

    Aunque el mundo se acabara maana,

    hoy igual plantara mi manzano

    Martin Luther King.

  • PRIMERA ETAPA: LA INSTITUCIN ATIENDE A LA SITUACIN DE EMERGENCIA.

    Punto de Partida: situacin problemtica que nos afecta.

    A veces, ocurre un hecho puntual muy llamativo de violencia f-sica. Por ejemplo, uno de esos hechos que atraen la atencin de la prensa y de la poblacin podra simbolizarlo la masacre de Carmen de Patagones, en la que un nio asesina a varios compaeros de su curso. Entonces surgen las preguntas acerca de por qu ocurri locura. Y se comienza a tomar conciencia de la violencia general, como si despertramos sacudidos y nos diramos cuenta, de re-pente, que vivimos en una cultura violenta. Se nos hace patente tambin que lo que nos ha golpeado tan fuerte, no es tan slo un caso aislado, una tragedia particular, sino que el hecho, es la seal de un estado psicosocial que se podra estar generalizando en la educacin y viene de ms all de su mbito.

    La noticia nos impacta porque la magnitud del hecho super el nivel de violencia al que estbamos acostumbrados porque estuvo por encima de lo que se ha llegado a considerar: la normalidad.

    A nivel planetario, hay un estado epidmico de violencia. (La vio-lencia fue declarada enfermedad por la Organizacin Mundial de la Salud en el ao 2003. Dice de ella que es algo que se aprende).

    El problema serio es una oportunidad para actuar sobre las causas. Hasta ahora, pareca que se producan inconvenientes, cada vez ms frecue